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LOS ULTIMOS DIAS DE LEMPIRA Y OTROS DOCUMENTOS:

El Conquistador Español que Venció a Lempira


De Mario Felipe Martínez Castillo1

Los conquistadores de Honduras que vivieron en 1530 a 1540, se en sus probanzas


de méritos, en informes o cartas dirigidas al Rey o al Consejo de Indias en Sevilla, hace
alusión a un levantamiento indígena ocurrido en la provincia de Gracias a Dios y de su
respectiva pacificación. El levantamiento está contado en la misma forma por los
conquistadores; todos hacen caso omiso de decir el número de los sublevados y quién era
su líder.
Un siglo después de este suceso parece la historia de Lempira, escrita por el
cronista español Herrera en una “Historia de América”, publicada en Sevilla en 1626, en
donde aparece Lempira como un gran estratega que, con un ejército de 30,000 hombres,
tuvo durante seis meses en “jaque mate” a los pacos españoles que, al mando del
Adelantado de Yucatán, don Francisco de Montejo, andaban en las provincias de Gracias
a Dios, Cerquín, Comayagua y Olancho.
Después de entrar en pormenores acerca del número de personas, días de lucha,
edad del cacique Lempira y descripción de algunas de sus prendas morales y físicas, dice
que murió por la traición hecha por los españoles al mando de Alonso de Cáceres, quien
al no poder vencerle en batalla, mandaba unos parlamentarios para que lo asesine.
Aunque detalla esta traición minuciosamente, omite por completo el nombre de
los traidores el parlamentario que iba a caballo y el soldado que iba escondido con el
arcabuz en la grupa del caballo y que disparara quitándole la vida al defensor de Cerquín,
que se encontraba en lo alto de un peñol de 150 varas de altura y que al recibir el
arcabuzazo en la frente, rodó cuesta abajo,
huyendo en desbandada los 30,000 indios que le
rodeaban.

Durante el siglo XVII, XVIII y primera


mitad del siglo XIX, nadie escribe sobre Lempira
como el cacique que defendiera una porción del
territorio de Honduras contra los españoles; fue
hasta que Pepe Milla en su “Historia de
Centroamérica” copiara integro lo que dice
Herrera sobre la conquista de Honduras.

1
Transcripción realizada por Erika Canales con fines exclusivamente educativos. Las imágenes son un
agregado extra de la transcriptora.
Posteriormente Chamberlain y los
historiadores hondureños de finales del
siglo XIX y principios del XX
convirtieran a Lempira como símbolo
de la resistencia indígena de Honduras,
olvidando que antes y después de
Lempira, caciques y señores de la
tierra, resistieron la invasión.
Basta recordar lo que dice Diego López
de Salcedo sobre la matanza de
españoles y caballos que el cacique Benito de Comayagua hiciera en el Valle de Olancho
en 1522, o la resistencia que el cacique Sicumba hiciera al Adelantado Alvarado en el
Valle de Sula en 1536, o también la resistencia que los indios de Tagusgalpa hicieran en
1612, donde fueron sacrificados el Padre Verdelete con todos sus compañeros.
Las relaciones de méritos de los conquistadores de Honduras, entre ellas la del
Adelantado Alvarado, el Adelantado Montejo, el Capitán Alonso de Cáceres, Juan e
Chaves, Alonso de Reinoso, Pedro de Begoña, Gonzalo de Cartajena, Pedro de Orellana,
Alonso de Luarca, Diego de Manzanares, Francisco de Barco, Gonzalo de Carbajal,
Alonso de Fúnez, Tristán de Archiaga, Alonso del Castillo, Pedro de Mancilla Andrés
Falcón, Juan de Larraure, por ser estos los fundadores de ciudades y en quienes recayeron
los primeros repartimientos de pueblos de indios; ninguno de ellos hizo mención del
cacique Lempira y sí mencionan a SOCREMBA “como el más grande señor de estas
tierras”.
Aunque todos hablan del levantamiento en la provincia de Cerquín, ninguno hace
mención de Lempira. Todos dicen que un señor de la tierra tuvo inquieta la provincia; el
mismo Montejo al hablar de la pacificación de Gracias no lo menciona, por lo cual llegué
a imaginar que el nombre de Lempira era una invención del cronista Herrara, aplicando
ese nombre a un jefe indígena que en la provincia de Cerquín peleó contra los españoles;
la misma omisión hacen de otros señores de las provincias de Comayagua y Olancho, que
también hicieron resistencia a los españoles.
Un grupo de investigadores que trabajaban sobre Centro América en el Archivo
de Indias en Sevilla, realizando un trabajo sobre México y Guatemala, me contó que había
encontrado entre la documentación de la Audiencia de México, una probanza sobre un
conquistador de Honduras que hablaba sobre la muerte de un Capitán indígena que se
opuso a los españoles en la provincia de Cerquín. En la relación de méritos de dicho
conquistador aparece que fue el “quien por su valor y el mérito probado de haber dado
muerte a un capitán indígena que traía revuelta la provincia de Cerquín había rápidamente
logrado su pacificación.
El documento que hoy estudiamos es una pieza judicial hecha en México el año
de 1558; se trata de una probanza y debido a las distintas materias de que son objeto este
tipo de documentos, recibimos una enorme información sobre todo en la etapa de la
conquista, pues en ellas aparecen datos relacionados con la calidad de los conquistadores,
limpieza de sangre, si son cristianos viejos, si tienen casa poblada, con qué calidad de
familiares y servidumbre la mantienen, tipo de armas que usaron en la conquista,
demostrando su fidelidad al Rey. En este tipo de probanzas, las declaraciones de los
testigos tienen una gran validez, dicen su calidad, lugar de procedencia, edad, si sabe o
no escribir, etc. En cuanto a la edad es muy curioso observar que no tenían conciencia
clara de la misma, salvo raras excepciones en que se dice la edad exacta; en la mayoría
de los casos, aun tratándose de personajes de cierto lustre, aclaran que deben ser de
cuarenta o cincuenta años poco más o menos.
La probanza de méritos es un documento digno de toda credibilidad. No solo por
ser una relación de méritos hecha ante la Audiencia de México, sino también por la
calidad de los testigos que aparecen en el proceso, compañeros del declarante que
estuvieron en el sitio donde se dio muerte al Capitán indígena que tenía revuelta la
provincia de Cerquín; otros declarantes que si no fueron testigos presenciales del acto, le
vieron por lo menos llegar de la batalla lleno de heridas que fueron curadas como es la
testificación de doña Catalina de Montejo, hija del Adelantado que dice textualmente
“curo de las heridas al soldado que según le dijo su padre el Adelantado havia
dado muerte al capitán indígena que se sublevo en la provincia de Cerquín, por lo
cual el adelantado hizo regocijo y fiestas porque la gente que estaba sublevada era
mucha y ellos muy pocos y con la muerte del capitán indígena todos los pueblos en
dos o tres días vinieron en paz”
Otros testigos no estuvieron presentes pero dicen que así lo oyeron decir en
Comayagua al capitán Alonso de Cáceres y al mismo Adelantado Montejo, “por lo que
todos están de acuerdo en que fue este declarante y no otro el que llevó de paz a la
provincia con la muerte en combate con el capitán indígena que defendía Cerquín, y que
el soldado que prestó este gran servicio a S.M. está reputado en México como hijodalgo,
casado con mujer e hijos y que nunca recibió recompensa de Su Majestad por llevar de
paz la dicha provincia, por lo que está muy pobre, solicitando una ayuda para sustentar”.
Ahora bien, la probanza, que consta de más de 90 folios se inicia en su primer
momento el 18 de enero de 1558, en donde el declarante ante los Señores Presidente y
Oydores de la Real Audiencia de la Nueva España y el Escribano Real Antonio Turcios,
presentó una petición y juntamente con ella un interrogatorio ante el Licenciado Alonso
de Maldonado, Fiscal de Audiencia2 y testigos Juna de Alcalá y Diego de Carranza,
escribano. Después de aceptada la petición e interrogatorio presentado por el declarante
ante el Muy Magnifico señor Doctor Bravo, Oydor Semanero de la Audiencia con el
interrogatorio de los testigos para que: “por separado y secretamente bajo juramento con
la mano levantada como buenos cristianos respondieron a cada una de las 19 preguntas
sobre la vida y actuación del declarante”.
Este último a su vez, después de justificar que es vecino de México y que a más
de 28 años que pasó de España a las Indias y que acompañó a los conquistadores a

2
Alonso de Maldonado había sido en 1542 Presidente de la Audiencia de los Confines, que residía en
Gracias a Dios, cinco años después de los hechos del levantamiento de Cerquín, por lo que aún estarían
muy frescos los recuerdos en los pobladores de Gracias a Dios, cuando se funda la Audiencia de los
Confines.
México, Guatemala y Honduras, hace una relación de 19 preguntas, las que interesan para
esclarecer la existencia de Lempira. 11 preguntas son importantísimas para comprender
que la resistencia contra el español en Honduras no solo fue en Cerquín sino en otros
lugares como Comayagua y Olancho. La pregunta IV dice:
“Yten si saben que llegado al asiento llamado Ciguatepeque el cual es la dicha
provincia, el Gobernador y Capitán General llamado con Francisco de Montejo el
cual conquistaba en nombre de su Magestad las dichas provincias me envio a mi
el dicho Rodrigo Ruiz y a otros españoles a la fuerzas y peñoles llemados Cerquín
a llamar de paz los que dentro dellas estavan, a la cual parte llegados estándoles
diziendo que viviesen en paz y viniesen a dar obediencia a Su Magestad como heran
obligados y lo habían hecho otros pueblos”
Lempira logró reunir un buen número de pueblos que gozaban de cierta
autonomía y con las dichas fuerzas “copia de dos mil hombres con mano armada nos
dieron una guazavara en la cual nos mataron a Francisco Mesa y a Juan Gasparin y
salimos de la dicha guazavara muchos heridos digan lo que saben acerca de este caso
y lo que vieren”. La pregunta V dice:
“Yten las dichas fuerzas havian hecho lo de la pregunta sin haverles hecho mal
ninguno mando que les diecemos guerra por todas partes, la cual les dimos muy
mucho tiempo asi de dia como de noche y les corrimos la tierra a la redonda
pasando siempre gran trabajo y necesidad así de hambre como de otras cosas
necesarias a la guerra y nunca quisieron venir a dar la paz aunque les quitamos
mucho tiempo el agua que bebían sino antes con todo esto ellos heran los que nos
hazian todo el mal matándonos los indios que trayamos en nestra ayuda y socorro
y herían a los españoles que andavan procurandode los traer en paz al servicio de
su Magestad”.
La pregunta VI dice:
“Yten si saben que viendo el general” (se
refiere a Montejo) “que hacia mucho
tiempo que estavamos sobre dicchas
fuercas y peñoles pasavamos gran
necesidad en la comida por no la aver
como no tener calcado ni armas ni de
donde nos viniese, y que un indio capitán
de las dichas fuercas llamado
ELEMPIRA les animava y decía que no
diecen la paz sino que nos matasen y
diesen guerra; mando un dia que todos
los españoles que estavamos en las dichas fuercas las cuales eran tres se hiziesen
todas tres una para juntos irnos de noche real llamado Ciguatepeque de donde
haviamos salido y que los dexasemos dentro de las dichas fuercas como estaban y
mando que todos los españoles se recojesen al real de Ciguatepeque y si es verdad
que el dicho Capitan, llamdo ELEMPIRA salio luego de las dichas fuercas con
mucha gente de guerra, y nos dio una guazavara y nos quemo todas las casas del
Real y saco de las sepulturas los cuerpos de los dichos Juan de Mesa y Gasparin a
los cuales con sus mortajas por el Real y después los hizo ahorcar de unos pinos,
todo lo cual hizo viendo que no podíamos estorbarlo por el gran acopio de gente
que tenia en las dichas fuercas”.
La pregunta VII dice: “Yten si saben que viendo yo el dicho Rodrigo Ruiz lo
que se hacia y que estavamos en gran peligro todos los españoles pues era público
que venían todos los naturales de los pueblos de la dicha provincia3a darnos guerra y
que no podía ser menos que al salirnos del dicho Real para nos bolver al asiento de
Ciguatepeque como estaba mandado nos havian de matar e tomar vivo algún español
por estar como estavamos muchos dellos heridose malos que no podían pelear, yo el
dicho Rodrigo Ruiz como celoso del servicio de su Magestad poniendo en gran peligro
mi persona por evitar tanto mal como se esperaba procure entrar en el dicho
escuadron de los enemigo con mi espada y rodela y fui a la parte y lugar do estava
animando a su gente el dicho capitán llamado ELEMPIRA el que traía vestida y las
armas de los españoles que avia muerto y peleando con el le mate y córtele la cabeca
la cual por traerla el dicho general4 recibi muchas heridas ansi en la cabeca como en
el rostro con todo lo cual la saque en las manos y nunca la dexe aunque venia peleando
y herido de peligrosas heridas de las cuales llegue a punto de muerte y la cabeca di
al general en sus manos digan lo que saben e vieren para el juramento que tienen
hecho y si esto paso asi en verdad”.
La pregunta VIII dice: “Yten si saben que por matar yo el dicho Rodrigo Ruiz
al dicho capitán llamado ELEMPIRA hize en ello muy señalado servicio porque el fue
el que mato a los dichos Francisco de Mesa y Juan Gasparin y lo otro porque como
hera el que traya todos los pueblos de la dicha provincia alborotados y revueltos y lo
otro porque asi como vieron que en la batalla que tuve con el llevava muerto y cortada
la caveca luego se retiraron a las dichas fuercas de a cuatro días les ganamos las
dichas fuercas y peñoles sin peligro de ninguna persona y salieron dellas, los que
dentro estavan y se fueron a sus pueblos y se poblaron en ellos y dieron paz y se polo
luego la ciudad que agora dizen Gracias a Dios”.
En los seis Yten que se refieren al levantamiento de Cerquín hay una parte
“negativa”, como es la del hecho que al morir ELEMPIRA no estaba vestido con el
atuendo que los jefes guerreros usaban en Honduras en la época, sino que estaba
vestido con la ropa quitada a los dos españoles muertos por él mismo, se podría
interpretar como la de que ELEMPIRA de esta manera se sintiera poseedor de los
dones que creyera tenían sus enemigos españoles, práctica común en otras partes de
América que se llegó hasta hacer uso de la antropofagia para que las cualidades del
vencido pasasen al vencedor.

3
Se refiere a la provincia de Gracias.
4
Se refiere a Montejo que estaba en Siguatepeque.
El documento deja a obscuras algunos casos que ameritan ser estudiados:
1. Ni él5 ni los testigos hacen alusión al mes o año en que se realizaron los hechos;
sí queda claro que no fue en invierno como dice la leyenda, ya que en el
documento dicen los testigos que les quitaron el agua, cosa que en invierno no
hubiera sido necesario.
2. Nunca dice el número de españoles que andaban en la campaña; queda claro
que Gracias a Dios no se había fundado como lo veremos en las respuestas de
los testigos y que el asiento que tenían establecido los españoles más bien era
en Siguatepeque. Si Gracias y Comayagua fueron fundadas una primera vez
1537, hay que suponer que el levantamiento de Cerquín debió suceder a finales
de 1536 y principios de 1537, lo que coincide con la época de verano o estación
seca en Honduras, y de allí la importancia de cortarles el agua.
Se desprende también, de las preguntas, otra interrogante, y es si los españoles
andaban a pie o a caballo. En ninguna de las seis preguntas hace mención ni de su
caballo ni de caballos de sus compañeros, de los cuales habla posteriormente y si hace
hincapié en la falta de zapatos, que no había donde conseguirlos, prenda de vestir que
al andar a caballo no se hace imprescindible.
Cuando dice que entro en medio del escuadrón no dice haberlo hecho con su
caballo, dice sí, que entró con su “espada y rodela” y que peleando logró salir de en
medio del escuadrón enemigo con la cabeza, lo que hace suponer que entró a pie, pues
de haber entrado a caballo, su salida hubiese sido más rápida y las heridas serían tan
altas como es la cara y la cabeza, sino más bien en las piernas.
En el Yten IX por ejemplo dice:
“ que acabados de conquistar los naturales de la dicha provincia y como celoso
del servicio de Su Magestad fui con mis armas caballo y arcabús y vallesta a
conquistar los naturales de los pueblos de la villa que agora dizen Comayagua”,
Y en la pregunta XV repite:
“que acabada de conquistar y pacificar los naturales de los pueblos de la
provincia del valle Dulancho y yo el dicho Rodrigo Ruiz no mirando que la primera
vez no se me había dado premio ninguno por lo que trabajé en la dicha conquista,
torne a bolver a la dicha provincia con mis armas y caballo y vallesta y los ayude a
conquistar y pacificar de nuevo en la cual jornada perdi un caballo que me había
costado 300 pesos de oro de minas por caer como cayo en hoyo de estacas que los
indios tenían hecho cautelosamente, la cual se le metio una estaca por la barriga y le
sialio por las costas por cuya causa pase mucho trabajo en la dicha guerra todo el
tiempo que tardaron en dar paz lo uno por andar a pie como andava, porque en aquel
tiempo no se hallavan caballos y lo otro porque a causa del gran trabajo que avia
pasado en andar por sierras y por quebradas a pie llegue a punto de muerte que
echava sangre por la voca por todo lo cual nome fue dado ningún premio”
No hay pues, ninguna razón para que hable en la conquista de Cerquín suprima su
caballo y ballesta y hable únicamente de espada y rodela; también queda claro que el
5
Se refiere a Rodrigo Ruiz.
Capitan Alonso de Cáceres no estuvo presente por lo menos en el momento de la
muerte de ELEMPIRA, pues todos los testigos y el mismo Ruiz dicen que él andaba
pacificando un valle que llaman Comayagua y que ante el peligro que pasaban los que
con Montejo estaba en el Real de Siguatepeque, hizo llamado general de todos los
españoles que posteriormente a la muerte de ELEMPIRA, trajeron paz al resto de los
pueblos de la provincia de Cerquín y se fundó la ciudad de Gracias a Dios, en donde
sí consta estuvo Alonso de Cáceres.
El segundo momento se inicia con la aceptación de la probanza por parte de la
Audiencia, quien acepta el interrogatorio y ordena que se examinen los testigos que se
presentaren, y la “dicha probanza se haga ante el Oydor Semanero y ante Diego de
Carranza escribano de S. M. y para ello se site al fiscal de S. M.”.
Este documento extraordinario, que no ha sido estudiado por ningún otro
historiador, amerita un análisis más detenido y sin apasionamientos que tergiversen
los hechos para poder entender con claridad cómo se efectuó la conquista de Gracias
a Dios, Comayagua y Olancho.

Mario Felipe Martínez Castillo


Historiador

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