Está en la página 1de 6

Texto introductorio a la unidad 1.

Sociología criminal.

I.U.P.F.A.

1.

La idea con la que escribo estas pocas páginas es para que acompañen la
lectura de la Unidad 1 de nuestra materia.

Como primer punto, si bien ya lo charlaremos en la reunión virtual, me


permito recordarles la lectura de este texto de ninguna reemplaza la lectura de
los materiales.

Los autores con los que trabajamos, que irán conociendo a medida que
avance el cuatrimestre, son los que pensaron y escribieron lo que yo quiero que
aprendan, no tendría ningún sentido −ni en este formato, ni el que nos es más
habitual− repetirles lo que dicen sus libros. Solamente sería exponerlos a una
versión degradada de los mismos contenidos.

Así que, como dije, la propuesta en estas hojas es presentar los textos,
sugerirles alguna clave de lectura, plantearles lo que yo creo que son los temas
principales, etc. En algunos casos también tengo pensado darles una guía de
preguntas, para que puedan hacer una autoevaluación de cómo resultó la
lectura.

Por otra parte, además de los textos específicos de cada unidad, van a ver
que hay dos manuales que acompañan toda la materia. No “van” enteros. El de
Zaffaroni hasta la conferencia Nº 11 y el de Anitua hasta el capítulo V entero y a
eso se agregan algunos puntos sueltos de los capítulos que siguen. Yo les voy
diciendo cuándo tienen que ir leyendo, por ahora, nada.

Como también les dije en el video, esto se complementa con una reunión
virtual vía ZOOM, en la que podemos conversar sobre las
preguntas/dudas/comentarios, que les haya producido la lectura. Esa reunión
va a tener lugar, semanalmente, los lunes a las 19.00 horas. Voy a subir la
dirección “noticias”.

Finalmente, sepan que todos los textos que vamos a estudiar en esta
materia requieren más de una lectura. Cada uno sabrá, seguro que hay alguno o
alguna que con media lectura le alcanza pero en mi experiencia (como docente y
como alumno) lo mejor es leerlos más de una vez.

2.

Los dos textos que componen la unidad son “La verdad y las formas
jurídicas” de M. Foucault y “La criminología como curso” de E. R. Zaffaroni.

Del texto de Foucault, por ahora, solamente les voy a pedir que lean las
tres primeras conferencias solamente.

Digo conferencias –y no capítulos, que sería lo más habitual en un libro−


porque “La verdad y formas…” son una serie de conferencias que dio Foucault
en el año 73 y que fueron grabadas y transcriptas por gente que estuvo presente.
En total son 5.

El texto de Zaffaroni va entero, es un artículo que salió publicado en un


libro muy recomendable que se llama “En torno a la cuestión penal”.

Yo les sugiero que el orden de lectura sea: primero el de Zaffaroni,


después del Foucault.

Pero, como antes de leerlos, entiendo que me están leyendo a mí, les
pongo a su consideración algunos temas más.

La noticia del día es que ustedes ya saben criminología. Quizá no sepan


que saben (sobre esto volveremos más adelante), pero definitivamente saben.

¿Qué es “saber” de criminología?, mejor, ¿Qué es la criminología?, como


para hacer la pregunta aún más básica.
Hay muchas respuestas −muchas maneras de responder− a esa pregunta
y eso es, justamente, lo interesante/atractivo/particular, en definitiva lo central,
de este curso.

Zaffaroni, en el texto que tienen para esta unidad, nos dice que la
criminología es el “curso de los discursos sobre la cuestión criminal”.

Si bien su definición abarca o explica otras cosas (para saber cuáles van a
tener que leerlo) lo más básico y amplio que se puede decir sobre la criminología
sería que es algo así como “explicaciones sobre lo criminal”.

Por eso yo les decía que todos ustedes saben mucho sobre criminología.
Son, a su modo, criminólogos. ¿Por qué digo esto? Bueno, es sencillo. Sin
ninguna duda y sin conocerlos (esta vez ni siquiera conozco sus caras) estoy
convencido de que cada uno de ustedes me puede dar buenas explicaciones
sobre el fenómeno del crimen.

Les pongo un ejemplo.

Habrá quien, frente a una noticia de un hecho delictivo, piense que el


“problema de la inseguridad” se arregla con más cárceles y penas más duras,
quien crea que si la policía está mejor equipada podría prevenirse todo crimen,
quien afirme que el problema es la falta de educación, quien opine que las
personas que cometen delitos sexuales tienen que recibir tratamiento
psiquiátrico, los o las que piensen que todo tratamiento carece de sentido, a los
y las que les gustaría que las personas presas trabajen, las y los que piensan que
las cárceles no sirven para nada más que para ser escuela de delito, aquellos que
siempre vinculan todo con lo económico, alguno o alguna que sostenga que la
“inseguridad” no pasa tanto por lo que pasa en la vía pública y hasta los y las
que dicen que no tiene sentido preocuparse porque el problema del crimen no
tiene arreglo. Y estoy dejando un montón afuera.

El punto es que todas esas explicaciones son válidas, incluso aunque


muchas veces se contradigan entre sí. Y digo válidas en varios sentidos.

Quiero decir que si se paran frente a otra persona y le dicen “el problema
del crimen es la falta de educación” o “a los agresores sexuales hay que meterlos
presos de por vida” del otro lado de la conversación se podrá compartir o no,
pero ambas −todas− son perfectamente posibles de ser dichas sin que uno sea
considerado un “loco” o un “anacrónico”.

Pero también son válidas en el sentido de que hay/hubo/habrá políticas


públicas que parten de esas afirmaciones.

Y es que todas las mencioné (más todas las que se les ocurran) son
explicaciones posibles sobre la cuestión criminal.

Sobre cómo es posible esta situación, es decir sobre cómo es posible que
haya muchísimas explicaciones bien distintas sobre la cuestión criminal (y que
ninguna parezca dar resultado para terminar con el problema) sobre eso −y
sobre alguna otra cosa más− es que se trata el texto de Zaffaroni.

Léanlo y lo charlamos el lunes.

El texto de Foucault es harina de otro costal. Es más, yo les diría que


−puntualmente en “La criminología…”− Zaffaroni está muy Foucaultiano.

Como les dije, tienen que leer solamente las primeras tres conferencias.

Lo primero que, seguramente, les produzca el texto es la sensación de


que pasan las páginas, leen, pero no se entiende nada de lo que está diciendo. Al
menos esa fue mi primera experiencia.

Eso se soluciona, en parte leyéndolo más veces, en parte anotando las


preguntas que les surjan para que las conversemos en la reunión virtual, en
parte buscando el significado de algunas palabras, en parte hablando del tema
con compañeros y compañeras que están en la misma y en parte dejando pasar
algún párrafo confuso a la espera de que más adelante en el texto se clarifique.

Todas esas son estrategias para lidiar con un texto que seguramente no se
dejará digerir tan sencillamente como un manual de derecho privado.

La primera conferencia va a ser para plantear el problema −o los


problemas− que va a desarrollar en las siguientes. Va hablar mucho del
conocimiento, de que rasgos tendría eso para él. También van a empezar a
aparecer tres palabras que van a ser clave para las otras conferencias: verdad,
poder y sujeto.
Yo les diría que sería útil que ustedes pudieran encontrar qué es lo que se
va diciendo sobre esos tres elementos, sobre qué características va tener cada
uno. Son palabras sobre las que, también, nosotros tenemos una concepción
previa. Es decir, si yo les preguntara que es “la verdad”, seguramente ustedes me
podrían contestar porque tienen una idea, previa, de qué es o cómo es la verdad.

Muy probablemente, la visión de Foucault sea distinta a la de ustedes,


estaría muy bien que puedan, en alguna medida, “discutir” eso con el texto.

Es muy importante que estén atentos a como Foucault explica que se


vinculan estos términos que les decía.

Por útlimo, en esta conferencia se va a apoyar mucho en algunas


intuiciones o ideas de F. Nietzche, un filósofo alemán de fines de los 1800.

La segunda conferencia va sobre la obra esa que les nombraba, Edipo


Rey.

Para esta parte, sería bueno que tengan presente la obra de teatro “Edipo
Rey” de Sófocles. Hace poco estuvo en el Teatro Cervantes, quizá la encuentren
digital en alguna plataforma. Igualmente, no es que haga falta que la lean, pero
sí, quizá, acompañaría bien la lectura que al menos conozcan el argumento
(pueden sacarlo de algún resumen de internet, la obra tiene más de 2000 años,
literalmente).

En este tramo la palabra central es poder. Foucault va a explicar cómo es


que se pasó de dos sistemas distintos (y en muchas cosas opuestos) para
formular la verdad y por qué. Va a presentar una hipótesis que va a tener que
ver con el poder, va a mezclar el poder con los modos de obtener una verdad.

En la última conferencia que tienen (al menos por ahora), va a


profundizar lo que se dijo en la segunda y lo va a relacionar con los modos de
juzgar, es decir las formas jurídicas.

Va a presentar un cuadro de situación y va a poner la atención en los


cambios que hubo entre el derecho germánico y el derecho en la baja edad
media. Presenta a la indagación y la vincula directamente con el surgimiento del
estado, o al menos de la soberanía. Va a explicar más como son las relaciones
entre el saber y el poder, usando como ejemplo la cuestión esta de los cambios
en la hora de formular una verdad en el marco de un proceso penal.

Esto es todo por hoy, cualquier duda que tengan de los textos o algún
párrafo que les resulte difícil de entender, lo charlamos virtualmente.

Un saludo y estamos al habla.

También podría gustarte