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TRABAJO:

LA TECNOLOGÍA BLOCKCHAIN

PROFESOR:
DR. ROBERTO CARLOS, TEJADA PINTO

ALUMNOS:
Pedro, Huarca Guevara
Martín Edinson, Jorge Farje
Paul Armando, Robles Cruz
Rogger Brando, Saravia Pacheco
Willy Raymond, Zambrano Yramátegui

LIMA-PERÚ

2021
INTRODUCCION

Cuando oímos hablar de blockchain, muchas veces viene asociado con Bitcoin y noticias
sobre pagos con esta criptomoneda. Y en cierto modo es correcto y lógico. Bitcoin nace
con el objetivo de ser una moneda digital que no esté controlada por ninguna entidad y
cuyas transacciones sean seguras y a prueba de intentos de manipulación.

Para ello se definió un modelo de funcionamiento apoyado en una serie de conceptos y


tecnologías que permiten conseguir estos objetivos. Pero la base que soporta Bitcoin y el
resto de criptomonedas (blockchain) ha trascendido de su objetivo inicial, y su aplicación
a otros campos va a revolucionar la forma en que se van a realizar muchas de las
transacciones habituales de nuestro día a día.
I. LA HISTORIA DEL BLOCKCHAIN

Desde la aparición de los ordenadores personales y posteriormente de Internet, van


desarrollándose una serie de tecnologías independientes que, combinadas
adecuadamente, van a dar lugar al origen de un modelo que resuelve el problema anterior:

 La criptografía de clave pública


 Las cadenas de bloques o blockchain
 Las redes “peer-to-peer” o P2P
 El sellado de tiempo o “timestamping”

1.1 Los primeros días

En la década de los 90 del siglo pasado aparecen diferentes trabajos sobre soluciones
descentralizadas para realizar pagos electrónicos que no dependan de la intervención de
ninguna entidad central supervisora ni reguladora.

En 1991, se describió la idea detrás de la tecnología blockchain, cuando los científicos de


investigación Stuart Haber y W. Scott Stornetta introdujeron una solución
computacionalmente práctica para los documentos digitales con sello de tiempo para que
no pudieran ser modificados o manipulados.

El sistema usó una cadena de bloques con seguridad criptográfica para almacenar los
documentos con sello de tiempo y en 1992 se incorporaron al diseño los árboles Merkle,
lo que lo hizo más eficiente al permitir que varios documentos se reunieran en un solo
bloque. Sin embargo, esta tecnología no se utilizó y la patente caducó en 2004, cuatro
años antes del inicio de Bitcoin.

1.2 Prueba de Trabajo reutilizable

En 2004, el informático y activista criptográfico Hal Finney (Harold Thomas Finney II)
introdujo un sistema llamado RPoW, Reusable Proof Of Work (Prueba de Trabajo
reutilizable). El sistema funcionó al recibir un token de prueba de trabajo no
intercambiable o no fungible basado en Hashcash y, a cambio, creó un token firmado por
RSA que luego podría transferirse de una persona a otra.

RPoW resolvió el problema del doble gasto manteniendo la propiedad de los tokens
registrados en un servidor confiable que fue diseñado para permitir a los usuarios de todo
el mundo verificar su exactitud e integridad en tiempo real.

RPoW se puede considerar como un prototipo temprano y un paso inicial importante en


la historia de las criptomonedas.

1.3 Bitcoin

A finales de 2008, una persona o un grupo con el seudónimo Satoshi Nakamoto publicó
en una lista de correo de criptografía un libro blanco que introdujo un sistema de efectivo
electrónico descentralizado entre pares (llamado Bitcoin). Este se basa en el uso de las
cadenas de bloques (blockchain) para registrar las transacciones en una red peer-to-peer.
Basado en el algoritmo de Prueba de Trabajo de Hashcash, pero en lugar de utilizar una
función de computación confiable de hardware como el RPoW, la doble protección contra
gastos en Bitcoin fue proporcionada por un protocolo descentralizado de igual a igual
para el seguimiento y la verificación de las transacciones. En resumen, los mineros
individuales "minan" bitcoin para obtener una recompensa utilizando el mecanismo de
prueba de trabajo y luego lo verifican los nodos descentralizados en la red.

El 3 de enero de 2009, Bitcoin nació cuando el primer bloque de bitcoin fue minado por
Satoshi Nakamoto, que tuvo una recompensa de 50 bitcoins con lo cual entra en
funcionamiento con el primer programa de código abierto, es decir, cuyo código es
accesible para cualquier programador y por tanto verificable en su diseño. El primer
receptor de Bitcoin fue Hal Finney, recibió 10 bitcoins de Satoshi Nakamoto en la primera
transacción de bitcoin del mundo el 12 de enero de 2009.

A partir de aquí, el desarrollo de la red de nodos y el uso del Bitcoin para realizar pagos
sin intermediar ninguna entidad ni regulador, crece hasta el nivel de la locura total, con
el Bitcoin creciendo en valorización; en paralelo, fueron apareciendo otras criptomonedas
basadas en el mismo concepto y con diferentes objetivos.

La red de Bitcoin se desarrolla por programadores que se dedican a evolucionarla y


mejorarla. Al tratarse de un proyecto descentralizado, donde nadie es dueño de la
tecnología, la evolución de la misma se realiza por consenso de la comunidad. Se
presentan propuestas de mejora que, si son aprobadas por la mayoría, se incorporan.

A diciembre del 2017 Bitcoin había alcanzado la cantidad de $18,854.52. Luego de


grandes caídas y un gran periodo de enrrangamiento, en abril del 2021 llegó a cotizar
hasta $64, 835.99.
1.4 Ethereum

En 2013, Vitalik Buterin, programador y cofundador de la revista Bitcoin, declaró que


Bitcoin necesitaba un lenguaje de scripting para crear aplicaciones descentralizadas. Su
propuesta no fue aceptada por la comunidad, por lo que en 2014 un grupo de
desarrolladores decidió poner en marcha el proyecto Ethereum para el desarrollo de una
plataforma pública distribuida, “open-source”, basada en blockchain, para la ejecución
de Smart Contracts.

Los contratos inteligentes son programas o scripts que se implementan y ejecutan en la


cadena de bloques Ethereum; se pueden usar, por ejemplo, para realizar una transacción
si se cumplen ciertas condiciones. Los contratos inteligentes se escriben en lenguajes de
programación específicos y se compilan en un código de bytes, que una máquina virtual
completa de Turing descentralizada, llamada la máquina virtual Ethereum (EVM) puede
leer y ejecutar.

Los desarrolladores también pueden crear y publicar aplicaciones que se ejecutan dentro
de la cadena de bloques Ethereum. Estas aplicaciones generalmente se denominan DApps
(aplicaciones descentralizadas) y ya existen cientos de DApps que se ejecutan en la
cadena de bloques Ethereum, incluidas las plataformas de redes sociales, aplicaciones de
juegos de azar e intercambios financieros.

En Julio de 2015, tras varios prototipos, se pone en marcha la primera versión de la


plataforma Ethereum con un plan de evolución para dotarle de todas las funcionalidades
previstas. La criptomoneda de Ethereum se llama Ether, se puede transferir entre cuentas
y se usa para pagar las comisiones de la potencia de cálculo utilizada al ejecutar contratos
inteligentes.

Hoy en día, la tecnología blockchain está ganando mucha atención general y ya se utiliza
en una variedad de aplicaciones, no limitadas a las criptomonedas. Y en este punto, nos
encontramos con una criptomoneda pionera, el Bitcoin, estrella de muchas noticias; una
tecnología, el blockchain, que hace posible que pueda intercambiarse dinero sin la
intervención de ninguna entidad; y unas aplicaciones, Smart Contracts, que con el mismo
esquema de las criptomonedas, permiten la ejecución de contratos sin intermediarios que
los gobiernen.
A diciembre del 2017 Ethereum había alcanzado la cantidad de $1,371.00 Luego de
grandes caídas y un gran periodo de enrrangamiento, en abril del 2021 llegó a cotizar
hasta $3,972.00

II. NORMATIVA

Parece evidente que la tecnología Blockchain, con todas las funcionalidades de la misma,
ha venido para quedarse. Entre las múltiples aplicaciones que se le pueden encontrar,
empieza a alcanzar cierta relevancia la aplicación de la citada tecnología en la
modernización de los sistemas de financiación así como en el registro público de
documentos encriptados. Tal está siendo el crecimiento de su uso en el mundo
empresarial, que muchos países, incluso la propia Unión Europea, están trabajando en
una regulación para el uso de esta tecnología.1

Suiza es uno de los países de Europa que lleva la delantera en cuanto a normativa nacional
en este aspecto, sin perjuicio de destacar la legislación nacional de Malta y Liechtenstein
o –incluso– la regulación propia de Gibraltar.

Actualmente Suiza ya cuenta con una normativa reguladora de tecnologías como


el blockchain, las criptodivisas y los registros distribuidos (Distributed Ledger
Technology, en adelante “DLT”). Su objetivo: legalizar y controlar las criptodivisas en
su ámbito nacional, sin sofocar la innovación. Es decir, su finalidad es instaurar una nueva
categoría de autorización para los sistemas de comercio de la DLT, con el objeto de
establecer un marco jurídico adecuado y flexible para las nuevas formas de infraestructura
del mercado financiero, pero estableciendo las garantías necesarias para continuar con la
lucha contra el blanqueo de capitales.

Entre otros, la ley abarca aspectos como el intercambio de valores digitales y los
intercambios de criptomonedas, creando un nuevo marco para el funcionamiento
comercial de la infraestructura de la DLT para limitar el riesgo de abuso.

1
https://www.sgrr.es/nuevas-tecnologias/regulacion-internacional-blockchain/
En realidad, el apoyo de Suiza a las empresas de blockchain y a las criptomonedas ha
contribuido a que numerosas empresas internacionales hayan establecido su sede en el
país, y especialmente en el cantón de Zug, apodado el Crypto Valley, comparando la
relación de Zug y las criptodivisas con Silicon Valley y el software.

Está visto que en Suiza existe un apoyo generalizado –tanto de agentes públicos como
privados– a la regulación y desarrollo de las criptodivisas, lo cual podría favorecer que el
país se posicionarse como un hub de la industria en los próximos años. Del mismo modo,
pese a tratarse de una tecnología caracterizada por su riesgo y variabilidad, varios bancos
suizos ya comienzan a ofrecer servicios de almacenamiento y custodia e intercambio de
criptodivisas, separándose del enfoque reticente de los principales bancos centrales
mundiales a este tipo de monedas, por afectar de forma indeterminada a las masas
monetarias y amenazar la eficacia de las políticas económicas.

Por todo ello, la regulación de esta nueva tecnología por parte del gobierno suizo es una
inspiración para el resto de países, y para la Unión Europea, a quiénes se les anima a
instaurar un marco de seguridad jurídica y de menos obstáculos para las aplicaciones
de blockchain.

En España, el Blockchain es una tecnología basada en el tratamiento de datos regulada en


las disposiciones del Reglamento 2016/679 de 27 de abril de 2016 de RGPD, también
está regulado por la LO 3/2018 de 5 de diciembre en materia de protección de datos
personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD). Esta normativa vigente
establece que el consentimiento del interesado para la recopilación de datos sensibles o
de tipo personal ha de ser expreso. Cada usuario verificará y validará los datos antes de
que se agreguen al blockchain, deberá proporcionarse además un historial de las
transacciones como prueba del consentimiento. En este aspecto el blockchain no provoca
un conflicto con la normativa de protección de datos sino que es la herramienta ideal para
cumplir con ella.

En lo que se refiere al diseño las cadenas de bloques se basan en la privacidad


usando seudónimos y algoritmos de cifrado para millones de usuarios. Cumpliendo así
con la privacidad ya que, de manera previa a cualquier tipo de tratamiento de datos, la
implantación de medidas se anticipa a los problemas antes de que ocurran.

El responsable del tratamiento de datos almacenados en Blockchain, según la legislación


que lo regula es aquella persona física o jurídica, autoridad pública, servicio y otro
organismo que, sólo o conjuntamente con otros, determina los fines y medios del
tratamiento de datos. Esto podría entrar en conflicto con la protección de datos, ya que al
tratarse de una tecnología descentraliza, no hay una persona, entidad u organismo a cargo
de ella, sino que conjuntamente con otros se determinan los fines y medios del tratamiento
de datos, ya que se trata de un protocolo y en consecuencia no puede ser considerada una
sola persona física o jurídica responsable del tratamiento sino a todo internet, lo que
provoca un conflicto con la regulación en materia de protección de datos.

El Blockchain es una tecnología basada en el tratamiento de datos regulada en las


disposiciones del Reglamento 2016/679 de 27 de abril de 2016 de RGPD, también está
regulado por la LO 3/2018 de 5 de diciembre en materia de protección de datos personales
y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD). Esta normativa vigente establece que
el consentimiento del interesado para la recopilación de datos sensibles o de tipo personal
ha de ser expreso. Cada usuario verificará y validará los datos antes de que se agreguen
al blockchain, deberá proporcionarse además un historial de las transacciones como
prueba del consentimiento. En este aspecto el blockchain no provoca un conflicto con la
normativa de protección de datos sino que es la herramienta ideal para cumplir con ella.

En lo que se refiere al diseño las cadenas de bloques se basan en la privacidad


usando seudónimos y algoritmos de cifrado para millones de usuarios. Cumpliendo así
con la privacidad ya que, de manera previa a cualquier tipo de tratamiento de datos, la
implantación de medidas se anticipa a los problemas antes de que ocurran.

El responsable del tratamiento de datos almacenados en Blockchain, según la legislación


que lo regula es aquella persona física o jurídica, autoridad pública, servicio y otro
organismo que, sólo o conjuntamente con otros, determina los fines y medios del
tratamiento de datos. Esto podría entrar en conflicto con la protección de datos, ya que al
tratarse de una tecnología descentraliza, no hay una persona, entidad u organismo a cargo
de ella, sino que conjuntamente con otros se determinan los fines y medios del tratamiento
de datos, ya que se trata de un protocolo y en consecuencia no puede ser considerada una
sola persona física o jurídica responsable del tratamiento sino a todo internet, lo que
provoca un conflicto con la regulación en materia de protección de datos.

La tecnología Blockchain, como ya hemos mencionado anteriormente, tiene múltiples


utilidades, pero para que sea incluida en el uso diario deberá solventar antes ciertas
carencias en materia de protección de datos para cumplir con la legislación.

La CNIL (Commission nationale de l’informatique et des libertés) autoridad francesa de


protección de datos personales es la primera autoridad europea de protección de datos
personales en pronunciarse sobre la compatibilidad de esta tecnología con la protección
de los datos personales, tal y como está regulada en la normativa existente. Tanto la
normativa europea de protección de datos como la tecnología blockchain buscan dar
más control al individuo sobre el tratamiento de datos personales. Es aquí donde podrían
entrar ambas en conflicto; por una parte, la normativa europea, dice que toda organización
se rige por un sistema centralizado en el cual el responsable del tratamiento de datos
personales, tendrá un control absoluto de los mismos, dentro del marco que definan las
normas, por lo que el responsable siempre podrá acceder, modificar o suprimir estos
datos. Pero el blockchain parte de la premisa de la descentralización de su gestión, de
modo que no hay nadie que pueda tomar decisiones unilaterales sobre los datos que estén
registrados en la cadena de bloques.

El Informe de la CNIL dice que podrán ser responsables del tratamiento todos aquellos
que introduzcan datos personales en la cadena de bloques, siempre y cuando, quien los
introduzca sea una persona física o jurídica y el tratamiento de datos personales esté
relacionado con una actividad profesional o comercial.

Cuando un grupo de entidades o de personas decidan realizar el tratamiento de datos


personales utilizando blockchain podrán ser considerados en su totalidad
como corresponsables, a menos que se haya creado la figura de una persona jurídica que
represente a todos los participantes y que asuma la responsabilidad del tratamiento.
Aquellos que tengan acceso a datos personales para desarrollar Smart contracts o validen
transacciones, deberán ser considerados encargados y responsables de tratamiento de
datos, por lo que será necesario que cumplan con las obligaciones impuestas en el artículo
28 del RGPD.

La CNIL para mitigar riesgos recomienda, basándose en el artículo 25 del RGPD, que el
blockchain se utilice solo en aquellos casos en los que sea necesario. Y que
tenga permisos de acceso con garantías adicionales para el tratamiento de datos.
Minimizando los datos personales de tal forma que el único dato personal sea la clave
pública, que debería durar lo mismo que el periodo de vida de la blockchain. Si fuera
necesario registrar más datos personales en la cadena de bloque, se recomienda la
implementación de medidas adicionales que aseguren la máxima confidencialidad. La
CNIL termina su informe advirtiendo de la necesidad de una regulación más específica
de la normativa a nivel europeo para facilitar el tratamiento de datos personales en la
blockchain. Y que los derechos de los interesados se cumplan.

La tecnología Blockchain ofrece una gran ventaja, sobre todo en el mundo financiero y
de las transacciones monetarias en internet, pero al tratarse de una tecnología muy
reciente, se encuentra en pleno desarrollo y carece de una legislación específica.2

Actualmente, para desarrollar cualquier proyecto basado en esta tecnología es crucial


comprender la aplicación de la ley existente en el contexto de la protección de datos, los
contratos y la propiedad intelectual:

1. Protección de datos. El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) no


hace referencia al blockchain, por lo que ninguna legislación de protección de datos
de los países miembros aborda esta tecnología. De hecho, según el informe de Bird
& Bird, blockchain entra en conflicto con algunos de los principios clave del marco
legal de la protección de datos, como el derecho al olvido. “Es esencial que los
reguladores europeos vigilen las tecnologías blockchain y emitan más orientación
para ayudar a las organizaciones a encontrar un equilibrio entre la tecnología y el
marco regulatorio”, asegura Lupe Sampedro.

Antes de implementar una red blockchain, las empresas deben llevar a cabo un análisis
detallado de qué tipo de plataformas de blockchain se adecua mejor a sus necesidades, las
categorías de datos que se recopilarán y compartirán en la red y cómo se procesarán.
Algunos de los desafíos planteados por GDPR a las redes blockchain se pueden resolver
mediante acuerdos contractuales entre las partes involucradas y las áreas de conflicto -
como la imposibilidad de eliminar datos- pueden mitigarse con soluciones tecnológicas
como las funciones hash criptográficas.

2. Contratos. Lo primero que debe decidir una organización es qué tipo de red
blockchain le conviene más, privada o pública. Dados algunos de los desafíos que
suponen las cadenas de bloques públicas, las organizaciones tienden a enfocarse
en redes privadas, que permiten tener más control sobre quién puede unirse a la red.
En este sentido, los contratos ‘del mundo real’ se vuelven más relevantes en
términos de gobernar los derechos y obligaciones de las partes interesadas
(participantes, desarrolladores, mineros, etc).

2
https://www.economistjurist.es/premium/derecho-inteligente/conflicto-entre-la-tecnologia-
blockchain-y-la-normativa-de-proteccion-de-datos/
3. Propiedad intelectual. Es clave comprender quién posee la propiedad intelectual
en relación con el software que sustenta una red blockchain y quién puede usar,
explotar y hacer cumplir tales derechos. Para las tecnologías blockchain, la
propiedad intelectual principal comprende patentes, derechos de autor, información
confidencial o secretos comerciales y derechos de bases de datos. Muchas
jurisdicciones restringen la patentabilidad del software, los algoritmos y los
métodos comerciales a los que se pueden aplicar las tecnologías blockchain. En
cambio, puede ser mejor usar los derechos de autor, que se generan
automáticamente y protegerán el software como secreto comercial.

La regulación de blockchain provoca un intenso debate, particularmente en relación con


las criptomonedas y otros “criptoactivos” que no están gobernados por los marcos
normativos existentes. En muchas jurisdicciones, los reguladores buscan abordar las
inquietudes en este aspecto, pero no prestan la misma atención las aplicaciones
comerciales generales de las tecnologías blockchain, donde la regulación específica se
considera innecesaria.

III. PROYECCIÓN DEL BLOCKCHAIN

Blockchain hace referencia a una cadena de bloques, planteando una enorme revolución
no solo en nuestra economía, sino en todo tipo de ámbitos. Para entender mejor cómo
funciona el Blockchain, vamos a poner un ejemplo sobre una transferencia de dinero;
donde lo normal es que si una persona (A) quisiera enviarle $1,000 dólares a otra persona
(B), lo normal es que la operación se realizase a través de un banco, el cual actúa como
intermediario de esa y otras muchas transacciones, centralizando de forma efectiva el
movimiento de capital de un lado a otro.

Entonces tenemos que cuando (A) pide a su banco que retire $1,000 dólares de su cuenta
y los transfiriese a la cuenta de (B): en un lapso de tiempo (dependiendo del banco) el
banco habrá anotado en su cuenta la transacción, restando el dinero indicado en su cuenta
y comunicando al otro banco que debe añadir $1,000 dólares en la cuenta de (B),
operación que por un programa informático anotará el aumento en dicha cuenta
procedente de la cuenta bancaria de quien solicitó la transferencia.

Tal operación no ha necesitado un traslado de billetes de un lado a otro, sino que


simplemente ha habido uno o dos bancos que se han encargado de hacer que el dinero
pase de uno a otro con un simple cambio en los balances de sus cuentas. El problema que
se advierte en este tipo de operaciones es que: Ni (A) ni (B) tienen control alguno sobre
el proceso, del que solo esos bancos tienen toda la información. Ambos dependen de esos
bancos y de su forma de hacer las cosas para completar esa transacción, sujetándose a sus
condiciones y comisiones.

Luego de la presentación de este presente caso, vemos que es donde entra la cadena de
bloques, que básicamente elimina a los intermediarios (Bancos), descentralizando toda la
gestión. A través del Blockchain el control del proceso es de los usuarios (A y B), no de
los bancos -para el caso nos referimos al dinero, pero el ejemplo es extrapolable a otros
tipos de transacción-, y son ellos los que se convierten básicamente parte de un enorme
banco con miles, millones de nodos, cada uno de los cuales se convierte en partícipe y
gestor de los libros de cuenta del banco.
Entonces la cadena de bloques es un gigantesco libro de cuentas en los que los registros
(los bloques) están enlazados y cifrados para proteger la seguridad y privacidad de las
transacciones. Es, en otras palabras, una base de datos distribuida y segura (gracias al
cifrado) que se puede aplicar a todo tipo de transacciones que no tienen por qué ser
necesariamente económicas. Esta cadena de bloques tiene un requisito importante: debe
haber varios usuarios (nodos) que se encarguen de verificar esas transacciones para
validarlas y que así el bloque correspondiente a esa transacción se registre en ese
gigantesco libro de cuentas.

El proceso es relativamente sencillo, pero como decimos implica a más personas, que no
solo involucra a (A) y (B), puesto que ambos formarán parte de un gran grupo de usuarios
que se encargan de comprobar que todo el proceso se produce como debe producirse. Si
(A) quiere retirar un bitcoin de su cuenta para dárselo a (B), primero avisa a todo el mundo
con una peculiaridad: nadie sabe la identidad de A y B; solo saben que desde una cartera
digital (lo que sería una cuenta bancaria) se quiere transferir esa cantidad (que sí se
conoce) a otra.

Por lo tanto, (A) avisa de sus intenciones, pero sin revelar su identidad: solicitando por
ejemplo el envío de un bitcoin desde su cartera a otra, pidiendo la actualización de sus
libros de cuentas. Al enviar ese mensaje, todos los usuarios de esa red primero
comprueban que la cartera de origen tiene suficiente dinero para enviárselo a la cartera
de destino. Si es así, todos anotan esa transacción, que pasa a completarse y a formar parte
del bloque de transacciones.

A medida que pasa el tiempo, más y más transacciones van completándose y pasando a
ese bloque, que tiene una capacidad limitada que depende de la estructura de la cadena
de bloques y del tamaño de cada transacción. Cuando un bloque ya no admite más
transacciones, llega un momento importante: el de "validarlo" o "sellarlo”.

La cadena de bloques más allá de la economía

Tal como hemos visto, la cadena de bloques está íntimamente relacionada con las nuevas
criptodivisas o criptomonedas, por lo tanto, es lógico preguntarse si este sistema sería
válido para otro tipo de transacciones, y la respuesta es Sí.

De hecho eso es lo que está intentando lograr desde sus inicios la plataforma Ethereum,
que tiene su propia cadena de bloques y su propia moneda, llamada Ether. A diferencia
de bitcoin, las transacciones aquí son los contratos inteligentes, que pueden ser más o
menos complejos y que permiten definir todo tipo de transacciones. Al respecto, al igual
que ocurre con bitcoin, lo bueno de esas transacciones es que se mantendrán en la cadena
de bloques, inalterables y accesibles durante toda la vida de esa cadena de bloques.

Las alternativas que se han originado con la cadena de bloques como protagonista, son
diversas y de hecho hay muchas ideas que tratan de explotar las bondades de una
tecnología que tiene un alcance virtualmente ilimitado, a continuación veremos algunos
ejemplos:

 Consorcio R3: en este caso las propias entidades financieras (bancos) que muchos
tratan de reemplazar con bitcoin o Ethereum han creado el consorcio R3 para
averiguar cómo aprovechar la cadena de bloques en los sistemas financieros
tradicionales. Cabe precisar que el principal problema para la aplicación de este
esquema es el anonimato que proporciona el diseño de la cadena de bloques, algo
que han resuelto con el llamado "libro de contabilidad autorizado", una variante
muy peculiar de la cadena de bloques de bitcoin, por ejemplo, que sí que identifica
a los usuarios que añaden bloques y que hace que las transacciones del sistema
solo puedan consultarse por ciertas partes.

 Registro de propiedades: sobre este otro aspecto tenemos que el Gobierno


Japonés ha iniciado un proyecto para unificar todo el registro de propiedades
urbanas y rústicas con tecnología de cadena de bloques, lo que permitiría contar
con una base de datos abierta en la que se pudieran consultar los datos de las 230
millones de fincas y 50 millones de edificios que se estima existen en el país
asiático. Sobre este mismo tema, en Dubai están planeando algo muy parecido
sobre el registro de propiedades.

 Pagos en el mundo real: una startup llamada TenX ha creado una tarjeta prepago
que se puede recargar con distintas criptodivisas para luego pagar con ella en
cualquier sitio como si esa tarjeta tuviera dinero convencional, sin importar si ese
establecimiento acepta o no este tipo de monedas virtuales.

 Carsharing: la empresa EY, subsidiaria de Ernst & Young Global Ltd está
desarrollando un sistema basado en la cadena de bloques que permite a empresas
o grupos de personas acceder a un servicio para compartir coches de forma
sencilla. El llamado Tesseract permitiría registrar quién es el propietario del
vehículo, el usuario de ese vehículo y generar los costes basados en el seguro y
otras transacciones en este tipo de servicios.

 Almacenamiento en la nube: respecto a los servicios de almacenamiento se sabe


que están centralizados en un proveedor específico, pero la empresa Storj quiere
descentralizar este servicio para mejorar la seguridad y reducir la dependencia de
ese proveedor de almacenamiento.

 Identidad digital: un problema que se requiere erradicar son los referidos a los
últimos y gigantescos fallos de seguridad y robos de datos han hecho que la
gestión de nuestras identidades se convierta en algo frecuente y real. La cadena
de bloques podría proporcionar un sistema único para lograr validar identidades
de forma irrefutable, segura e inmutable. Hay muchas empresas desarrollando
servicios en este ámbito, y todas ellas creen que aplicar la tecnología de la cadena
de bloques para este propósito es una solución óptima.

 Música: aunque hay críticas que afirman que esta opción no tiene validez, hay
quien afirma que la distribución musical podría sufrir toda una revolución si se
lograra implantar un sistema basado en la cadena de bloques para gestionar su
reproducción, distribución y disfrute. La mismísima Spotify está apostando fuerte
por su propia cadena de bloques.

 Servicios públicos/gubernamentales: otro de los ámbitos más interesantes de la


aplicación de la cadena de bloques es en los servicios públicos que podrían
presumir así de una transparencia absoluta. Las áreas de actividad son múltiples:
desde la gestión de licencias, transacciones, eventos, movimiento de recursos y
pagos, gestión de propiedades hasta la gestión de identidades. De hecho el robo
masivo de datos en Equifax han hecho que algunos propongan la sustitución de
los números de la seguridad social en Estados Unidos con un sistema basado en
la cadena de bloques. Hay iniciativas incluso para "descentralizar el gobierno", y
Bitnation es una de esos proyectos que tratan de llamarnos convertirnos en
"ciudadanos del mundo".

 Seguridad social y sanidad: aunque se podría englobar dentro de los servicios


públicos mencionados, la sanidad pública podría sufrir una verdadera revolución
con un sistema de cadena de bloques que sirviera para registrar todo tipo de
historiales médicos y resolver uno de los problemas clásicos de la gestión de la
sanidad.

 Gestión de autorías: aunque relacionado con lo mencionado para el mundo de la


música, Ascribe es una plataforma que trata de ayudar a creadores y artistas a
atribuirse la autoría de sus trabajos a través de la cadena de bloques. Hay otras
muchas plataformas en este ámbito (Bitproof, Blockai, Stampery, por ejemplo)
que entre otras cosas permiten generar tiendas en las que se puedan comprar
trabajos originales de una forma segura y sencilla.

Entonces cuando nos referimos a la proyección que tiene la Cadena de Bloques, se han
identificado estos ejemplos como algunas de las aplicaciones que tendrá el Blockchain,
en los diferentes tipos de ámbitos, existiendo otros por la versatilidad de esta tecnología
es tan enorme, siendo difícil pensar en un área que no pueda ser transformada por esta
idea.

Está claro que la adopción blockchain, a pesar de los retos que plantea en términos de
tiempo y esfuerzo, va a suponer una verdadera revolución en multitud de operaciones y
procesos en un amplio abanico de sectores, a disparar la demanda de determinados
perfiles y capacidades, y a obligar a las empresas tradicionales a replantearse
completamente sus procesos para aprovechar al máximo las ventajas que ofrece esta
prometedora tecnología.

1. El Blockchain como Servicio (BaaS) y los gigantes tecnológicos

El llamado, Blockchain as a Service, será una de las tendencias con mayor


proyección 2020, especialmente por el interés que ha despertado entre diversas
startups y, sobre todo, grandes empresas consolidadas. Este servicio basado en la
nube que permite a los usuarios desarrollar sus propios productos digitales
trabajando con blockchain. Estos productos digitales pueden ser contratos
inteligentes, aplicaciones descentralizadas (Dapps), o incluso servicios que no
requieren de una infraestructura basada en blockchain para funcionar. Al respecto,
Microsoft y Amazon son sólo algunas de las empresas que ya están trabajando en
el desarrollo de una cadena de bloques que les permita comenzar a ofrecer este
tipo de servicios.
2. El Blockchain federado sube a la palestra

Las redes blockchain pueden clasificarse como: Privadas, públicas, federadas o


híbridas. El término Blockchain federado ha sido acuñado para designar una de
las tendencias más prometedoras que han surgido en el segmento blockchain en
tiempos recientes. Se trata de una forma avanzada del modelo básico de
blockchain, que lo hace más adecuado para multitud de casos de uso. En este tipo
de blockchain, en lugar de una única organización, cada nodo preseleccionado de
la cadena de bloques puede estar gestionado por múltiples autoridades,
relacionándose con el manejo de las organizaciones estatales en los países más
desarrollados.
3. Aumento de la visibilidad de las Stablecoins, o monedas estables

Bitcoin es uno de los ejemplos más utilizados para ilustrar la volatilidad de las
criptomonedas. El concepto de las monedas estables, o stablecons, emerge ante
la necesidad de garantizar cierta estabilidad en el valor asociado a cada moneda.
A día de hoy, las stablecoins siguen en una fase incipiente, está previsto que
alcancen sus máximos históricos a lo largo de 2020. El lanzamiento de Libra, la
criptodivisa de Facebook en 2020, supondrá un hito fundamental para la adopción
de las stablecoins, a pesar de la multitud de problemas a los que se está
enfrentando la empresa y la fuga de socios que se está produciendo en el seno de
la organización creada para gestionar esta criptodivisa.
4. Soluciones blockchain para atajar problemas en redes sociales

Teniendo en consideración que en el año 2019, el número de usuarios de redes


sociales a nivel mundial alcanzó los 2.770 millones, se pretende introducir el
blockchain en las redes sociales, de esta manera permitir poner coto a algunos de
los problemas que mayor polémica han suscitado, incluidas violaciones de
privacidad, control de datos y relevancia de los contenidos. Por lo tanto, la
incorporación de blockchain en el terreno de las redes sociales será otra tendencia
en auge durante 2020.

La implantación de blockchain permite garantizar la no-trazabilidad y prevenir la


duplicación de todos los datos publicados en redes sociales. Además, permitirá a
sus usuarios almacenar datos de una manera más segura, así como garantizarse la
titularidad de los mismos. Blockchain también permitirá a los creadores de
contenidos determinar la relevancia de los mismos, en lugar de los propietarios de
la plataforma.

5. Interoperabilidad y redes blockchain

El concepto de interoperabilidad referido a blockchain hace referencia a la


capacidad de compartir datos e información entre diferentes sistemas y redes de
cadenas de bloques. Esta función permitiría visualizar ya acceder a los mismos
datos desde diferentes redes de blockchain. Así, por ejemplo, sería posible enviar
datos de un blockchain de Ethereum a otra red específica de
blockchain. Desarrollar esta interoperabilidad plantea bastantes retos, pero
ofrecería grandes ventajas.
6. La economía y las finanzas impulsarán el desarrollo de aplicaciones
blockchain

Al contrario de lo que sucede en otros negocios tradicionales, en los sectores


bancario y financiero la adopción de la tecnología blockchain no exige grandes
cambios en términos de procesos. Tras su exitosa aplicación en el desarrollo del
segmento de las criptodivisas, numerosas entidades financieras han comenzado a
plantearse seriamente la posibilidad de implementar blockchain para mejorar su
operativa tradicional.

Según un informe de PWC, el 77% de las instituciones financieras tiene previsto


adoptar la tecnología blockchain como parte de algún sistema o proceso en
producción a lo largo de 2020.

La tecnología blockchain permitirá a los bancos agilizar los procesos


burocráticos, ejecutar transacciones más rápidamente a un menor coste y
aumentar los niveles de privacidad. La consultora Gartner ha cifrado en torno a
los 1.000 millones de dólares el valor del negocio que se derivará del uso de
criptodivisas basadas en blockchain para la banca.

Además, blockchain también puede utilizarse para lanzar nuevas criptodivisas


reguladas o influidas por las políticas monetarias. De esta manera, la banca
pretende reducir la ventaja competitiva de las criptodivisas independientes e
incrementar su nivel de control sobre su política monetaria.

7. Integración del blockchain en agencias gubernamentales

La idea del registro distribuido también resulta tremendamente atractiva para las
autoridades gubernamentales que tienen que gestionar grandes volúmenes de
datos. En la actualidad, cada agencia dispone de sus propias bases de datos, lo cual
les obliga a estar tramitando solicitudes de información constantemente sobre sus
ciudadanos. Sin embargo, la implementación de tecnologías blockchain para
incrementar la eficiencia en la gestión de datos permitirá mejorar el
funcionamiento de dichas agencias.

Según Gartner, más de 1.000 millones de personas tendrá algún tipo de dato
personal almacenado en alguna plataforma o sistema blockchain, sean o no
consciente de ellos. Asimismo, a medida que los gobiernos no vayan teniendo más
opción que reconocer las ventajas que ofrecen las monedas basadas en blockchain,
comenzarán a aparecer criptodivisas nacionales, El dinero digital es el futuro y
nada lo podrá parar.

8. El IoT y blockchain se dan la mano

A medida que comiencen a surgir nuevas amenazas, la seguridad se convertirá en


un aspecto absolutamente prioritario en el mercado tecnológico del IoT. La
complejidad de las amenazas se deriva de la naturaleza heterogénea y distribuida
de la tecnología. Ya hay más de 26.000 millones de dispositivos conectados a
internet. Los accesos no autorizados a los dispositivos y redes del Internet de las
Cosas serán mucho más frecuentes en 2020 y serán los operadores de red quienes
tendrán que comenzar a pararles los pies a los intrusos.

La arquitectura actual centralizada del Internet de las Cosas es uno de las


principales causas de la vulnerabilidad de las redes IoT. Con miles de millones de
dispositivos conectados, y con millones más pendientes de llegar, el IoT es un
blanco perfecto para la ciberdelincuencia. Y por ello la seguridad va convertirse
en un factor cada vez más relevante.

El blockchain ofrece nuevas esperanzas para la seguridad del IoT, por diferentes
motivos. En primer lugar, se trata de una tecnología pública. Todos los que
participan en la red de nodos de la red de blockchain pueden ver y validar todos
los bloques y transacciones almacenados en ella. Además, también permite a los
usuarios controlar sus transacciones mediante claves. En segundo lugar, la red de
blockchain está descentralizada, de manera que no existe una única autoridad que
pueda aprobar las transacciones eliminando la debilidad del Single Point of
Failure (SPOF, o punto único de fallo). En tercer lugar, quizás el aspecto más
importante: se trata de una tecnología segura – la base de datos sólo puede
ampliarse, no se pueden cambiar registros anteriores.

Muchas empresas que trabajan en el IoT adoptan la tecnología blockchain para


sus soluciones de negocio. La International Data Corporation (IDC) calcula que
un 20% de las implantaciones de IoT vengan acompañadas de algún tipo de
servicio blockchain.

9. Blockchain con IA

La integración de la inteligencia artificial y las tecnologías blockchain permitirán


mejores desarrollos. Esta integración permitirá importantes mejoras en la
tecnología blockchain que se traducirá en un número adecuado de aplicaciones.

Según la International Data Corporation (IDC) el gasto global en IA alcanzará los


57.600 millones de dólares en 2020 y un 51% de las empresas se embarcará en la
transición a la IA con integración blockchain.

Además, blockchain puede ayudar a hacer la inteligencia artificial más coherente


y facilitar su comprensión, así como a entender mejor los procesos de toma de
decisiones de los algoritmos de aprendizaje automático, ofreciendo una
trazabilidad total sobre dichos procesos. Blockchain permite registrar todos los
datos y variables que influyen sobre las decisiones que toman los algoritmos de
aprendizaje automático.

Por otro lado, la inteligencia artificial permitiría incrementar la eficiencia de los


procesos de blockchain mucho más allá de lo que cualquier persona u ordenador
convencional sería capaz. Basta con echar un vistazo a cómo se gestionan
actualmente las cadenas de bloques con los ordenadores actuales para entender la
capacidad de procesamiento que se necesita incluso para ejecutar las tareas más
básicas.
Ejemplos de aplicaciones de IA en Blockchain: Potencia de computación
inteligente, creación de bases de datos diversas, protección de datos, monetización
de datos, confianza en la toma de decisiones por parte de sistemas de inteligencia
artificial.

10. Demanda de expertos blockchain

Blockchain es una tecnología incipiente y sólo existe un reducido porcentaje de


personas con formación adecuada en la tecnología. A medida que se incremente
el ritmo de desarrollo y adopción de la tecnología blockchain, se irá creando un
caldo de cultivo que motivará a muchos a tratar de adquirir capacidades y
experiencia en tecnología blockchain.

A pesar de que el número de expertos en los diversos campos de blockchain sigue


creciendo, el ritmo de implantación de esta tecnología generará una situación a lo
largo de 2020 que disparará la demanda por este tipo de perfiles. [3]

Cabe destacar que muchas universidades están haciendo verdaderos esfuerzos


para dar respuesta a este incremento de demanda, pero el ritmo de graduación de
estudiantes capacitados para trabajar con la tecnología sigue sin ser suficiente.
Igualmente, muchas empresas están dando pasos para desarrollar este tipo de
talento internamente mediante programas de formación de desarrollo y gestión de
redes blockchain.
BIBLIOGRAFÍA:

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preprint arXiv:1407.3561.

BENTOV, I. L. (2014). «Proof of Activity: Extending Bitcoin’s Proof of Work


via Proof of Stake» [Extended Abstract]. ACM SIGMETRICS Performance
Evaluation Review, 42(3), 34-37.

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http://www.coindesk.com/price/Blockchain holds key to reinventing energy grid.
(s.f.). Obtenido de http://www.huffingtonpost.com/don-tapscott/blockchain-
holds-key-tor_b_11258136.html

BUTERIN, V. (2014). «A next-generation smart contract and decentralized


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applications». Annual International Conference on the Theory and Applications
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