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MINISTERIO DE ADULTOS – CULTIVANDO RELACIONES QUE APUNTEN AL MATRIMONIO – 02.12.2023 – Lección No.

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DEL NOVIAZGO AL MATRIMONIO


Al finalizar esta serie, es importante recordar que, en el noviazgo, la pareja: debe fortalecer la
admiración, el cortejo y la amistad; como ingredientes de mantener viva y fresca la ilusión
romántica, pero también la convicción que esta es la voluntad de Dios para sus vidas, cuyo
propósito es glorificar a Dios. En esta etapa los novios renuevan su compromiso delante de Dios,
de poner a Jesús en el centro de sus vidas: para el manejo de su economía, sus afectos, y su
sexualidad; y, mantenerse puros y honrarse mutuamente. La sexualidad de acuerdo al plan de Dios
es aquella que se vive con responsabilidad y prudencia, decidiendo guardarse para el matrimonio;
ya que han decidido que su relación, esté orientada por el principio del amor; ya que la verdadera
necesidad humana, solo podrá satisfacerse, por el amor que viene de Dios, fuente infinita e
inagotable para cada corazón.

¿Cómo evitar que los novios construyan su relación sobre la ilusión y el ideal romántico frente al
egoísmo y el poder de querer imponer su posición el uno contra el otro?

ENFRENTANDO LA REALIDAD DE NUESTRA CONDICIÓN FRENTE A LA ILUSIÓN:


Muchas parejas avanzan en su relación hacia el noviazgo y el matrimonio con el propósito de ser
felices, y en el proceso descubren: tristeza, angustia, inseguridad e incluso dudas, por la actitud
egoísta de cada uno, y si continúan guiados, por la inercia del egoísmo, probablemente la relación
termine, o avancen hacia el matrimonio, con falencias, malas actitudes y conductas egoístas, de
modo, que pongan su matrimonio en riesgo. Este es el momento para hacer un cambio
significativo, y cada uno: por convicción, decisión y compromiso; volverse de todo corazón a Dios,
como la ÚNICA Y VERDADERA, fuente del amor, que llenará y satisfará lo más profundo de nuestro
ser, antes que empiecen, a reclamarse y exigirse el uno al otro, sin encontrar respuestas, a sus
angustias y necesidades. “Porque dos males han hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de
agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua”. Jer. 2:13.

El verdadero amor expresado en esta etapa, no busca imponer ni trata de dominar, procura la
libertad y la realización de la otra persona, con el propósito de elevar su dignidad. De acuerdo a
este concepto, el verdadero amor, se evidencia en el dominio propio, y la bondad, en la medida
que busque la realización del otro, al tenerle en alta consideración. La verdadera preparación en la
etapa del noviazgo consiste en desarrollar el vínculo, en una relación de interrelación, honor, y
servicio mutuo. “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu… Someteos los unos a otros en el temor de Dios”. Ef. 5:18-21

SI EL AMOR DE DIOS NO LLENA EL CORAZÓN DE LOS NOVIOS, EL EGOÍSMO Y LA CONVENIENCIA


SE LEVANTARÁ PARA PRODUCIR UNA BARRERA QUE LOS SEPARARÁ DEL AMOR DE DIOS.

¿Esta es una decisión que debo asumir recién, cuando empiece una relación, o debo hacerlo hoy
mismo, indistintamente que tenga o no tenga una relación? – ¿Porque no hacemos un alto y
tomamos la decisión de orar y pedir Su ayuda para empezar hoy?

TRABAJANDO EN EL NOVIAZGO PARA QUE SEAN UNO, EN UN PACTO CON DIOS:


Habiendo tomado la decisión de empezar la relación del noviazgo, los novios después de haber
celebrado esta decisión ante Dios y sus familiares, buscan el consejo con el pastor de su grupo
humano y presenta una solicitud de boda que deben hacerlo como mínimo seis meses antes de la
celebración de la ceremonia de bendición al matrimonio, que se llevó a cabo antes, en la
municipalidad del distrito de residencia de cualquiera de los dos novios. Posteriormente la pareja
de novios tendrá una entrevista con el pastor de matrimonio para que se conozcan, conversen y
después de la entrevista, el pastor les asigne una pareja de hermanos que serán quienes los
acompañen en su preparación para el matrimonio; cuyos temas son: El propósito en el
matrimonio; el matrimonio cristiano; el rol del esposo en el matrimonio; el rol de la esposa en el
matrimonio; la comunicación en el matrimonio; los padres, los suegros y la pareja; el manejo del
dinero en el matrimonio; y el sexo en el matrimonio.

Lo más enriquecedor de este acompañamiento a los novios a través de los consejeros, es que son
hermanos creyentes, casados y de buen testimonio, aprobados por el pastor del área para
asignarles a cada pareja de novios, para ayudarles a trabajar sus propias inquietudes,
preocupaciones e incluso, desacuerdos en relación a los temas arriba mencionados. Este es una
oportunidad donde los novios deben valorar y priorizar en su relación para trabajar algunas
diferencias, percepciones y aprendizajes que cada uno trae de su propia experiencia al matrimonio

Además de preocuparse por comunicar a la sociedad a través de las redes, su felicidad a través
de las fotos que cuelgan: ¿Por qué crees que los novios le dan mayor importancia al
acontecimiento social de la boda, y no a la parte espiritual de la boda?

CONTRAYENDO MATRIMONIO EN EL TEMOR DEL SEÑOR CON CORDURA Y PESO:


Llegado el momento, la pareja contrae matrimonio civil de acuerdo a las leyes de nuestro país, y,
paralelamente o posteriormente; los esposos se presentan ante Dios en una ceremonia de
bendición al matrimonio contraído, que puede celebrarse: en las instalaciones de nuestra iglesia,
en un local, en la casa de alguno de los novios, o en la misma municipalidad; con el propósito de
testificarlo así, delante de Dios y de los testigos presentes en dicha ceremonia, donde cada uno se
toma de la mano y se empeñan mutuamente: su fe y su palabra de honrar a Dios con sus vidas,
guardarse en honor y fidelidad cada uno, y juntos, con los años de vida que Dios les permita vivir,
glorificar el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

El matrimonio es un pacto delante de Dios “que es digno de honor entre todos” por tanto, no
debe ser contraído a la ligera, sino con reverencia, discreción, peso, cordura y en el temor del
Señor. A continuación, el ministro que celebra dicha ceremonia, les impone las manos a los
esposos, orando para que el Señor bendiga el matrimonio, y los haga fructificar y multiplicar en
todos los aspectos de la vida, y sean de bendición, levantando descendencia para Dios; y,
finalmente, el ministro los declara marido y mujer, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, y pide que ambos se den un beso en señal de su amor. El compromiso de Dios en la vida de
los esposos, es que estará en medio de ellos en todas las circunstancias para darles la salida. Que
el Señor los bendiga.

¿Quieres un matrimonio que honre a Cristo? ¿Cuál es la decisión más importante que debes
empezar hoy en tu corazón?

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