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CRITICA DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER El Dia Internacional de la Mujer que se celebra el 8 de marzo, no es tinicamente un acontecimiento que festejan asociaciones y grupos de mujeres en todo el mundo, con iniciativas que quieren recordar una genealogia femenina de reflexion, de RECORDANDO VICTORIAS MAS QUE DERROTAS Consuelo FLECHA Universidad de Sevila. ‘0 onions §se20 1808 esfuerzo y de logros a favor de cambios en la condicién social de las mujeres, sino que también ha sido reconocido como tal por las Naciones unidas que lo conmemoran dentro de su calendario. na jornada en ja que, en nombre de la mujer trabajadora, se retinen mujeres de to- dos Jos continentes, aun- que las separen fronteras nacionales y diferencias Ginieas, lingusticas, reli- giosas, culturales, econ micas y politicas, con la Voluntad de celebrar y de Fememorar una tradicién ue representa varios si- los de lucha por la igual- dad y por la justicia, y de apoyo a la paz y al desa- rrollo. De unas acciones que revelan los estrechos vinculos que siempre han existido entre el bienestar social y la conciencia fe- menina, y que han termi- nado haciendo posible que, en la segunda mitad Gel siglo XX, la situacién de las mujeres se haya transformado mas que en toda la historia anterior Porque el paso de la ac- cin individual a las m« vilizaciones conjunta impulsaron nuevas y mas amplias ideas; y a sensi- bilidad compartida sobre derechos y obligaciones fue tomando la forma po- Iitica que hoy conoce- mos. EL ORIGEN La versi6n més difundi. da sobre el origen de esta conmemoracién no esta suficientemente dacu- mentada, parece que no se ha encontrado ninguna referencia, ningtin testi- monio, ningdn documen- to que permitan corrobo- ral, Es la que senala que el dia 8 de marzo de 1908, las trabajadoras de la fabrica textil “Cotton” de Nueva York, declara- Fon una huelga contra las condiciones de trabajo que se vefan obligadas a aceptar, Ante la negativa del propietario a asumir sus reivindicaciones, ocuparon la fabrica y se encerraron en ella. EL dueno, bloques las puer- tas y prendié fuego al edificio. Las 129 mujeres murieron abrasadas. Se afiade también que las piezas de pafio en las que estaban trabajando eran de color malva, raz6n por la que este color fue adoptado como uno de los simbolos del feminis- mo. Hay, sin _ embargo, fuentes que afirman que el origen del 8 de marzo es otro, el cual habla mas, de victoria que de sacrifi- cio, Esa fecha no respon- deria a una rebelién frus- trada, sino a la celebra- cidn de un triunfo que en 1908 comenzé, primero en la paralizaci6n de mi- les de mujeres trabajado- ras del ramo de la confec- ign en Nueva York —las obreras de la industria textil habfan protagoniza- do desde mediados del si glo XIX protestas y ma- nifestaciones piiblicas—, las cudles terminaron triunfando en sus reivin- dicaciones; y segundo, con la celebracion en Chicago de una Jomada de las Mujeres “a favor del voto femenino y con- tra Ia esclavitud sexual”; en un afio en el que las sufragistas Emmeline y Christabel Pankhurst ha- bian sido encarceladas en Londres por las adhesio- nes que suscitaban sus iniciativas en favor del voto de las mujeres. Mo- Vilizaciones que se repi- tieron en 1909 con la no- vedad de que obreras. y sufragistas empezaron a solidarizarse recfproca mente con las respectivas reivindicaciones, levin- dolas a actuar colectiva mente en pro de unas me- tas que sabian no podrian aleanzar de forma indivi- ual DESPERTAR LA CONCIENCIA FEMENINA Paulatinamente, _me- diante manifestaciones callejeras, las mujeres ac- tivaron la conciencia fe- ‘menina e hicieron posible unas redes de relaciones gue cristalizaron en préc- ticas politicas que irfan implicando a decenas de millares de mujeres. De- mostraron cémo su con- ciencia hacia problemas politicos mas amplios fue surgiendo a partir de la defensa de los derechos que les correspondian en los dmbitos en los que hasta entonces se_mo- Con estos anteceden- tes, en 1910, en la Se- gunda Conferencia Inte nacional de las Mujeres Socialistas celebrada en Dinamarca, se proclamé el Dfa de la Mujer, de acuerdo con la propuesta n Espaiia, el primer 8 de marzo se celebro en 1977 de Clara Zetkin, miem- bro del Sindicato Inter nacional de Obreras de la Confeccién, de celebrar una manifestacién inter- nacional unificada de los movimientos en favor de os derechos de las muje- res. i TICA Un ano después, en’ 1911, se celebraba por # primera vez en varios pa- fses: Alemania, Austria, Suiza y Dinamarea; ma- nifeestaciones que exigie- ron, ademés del derecho fa voto y @ ejercer cargos piiblicos, el derecho al trabajo y a la formacién profesional. Al afio si- ‘guiente se extendieron a Francia, los Paises Bajos y Suecia; en 1913 a San Petersburgo (Rusia). En 1914 se celebré bajo el objetivo de la paz, pro- testando contra la guerra que amenazaba a Europa. unigndose de esta forma 2.un movimiento de mu- jeres por la paz iniciado en el siglo anterior y que seguirfa trabajando du- rante varias décadas. Después de estos prime: ros afios su celebracion en los diferentes paises no siempre fue con Ia misma continuidad, ni en la misma fecha, ni bajo idénticas reivindicacio- nes. La participacién de las Naciones Unidas se ini- cid en 1977, afio en que Ja Asamblea General in- vit6 a todos los Estados a que proclamaran un dia del alo como Dia de tas Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Intermacional, Cele- bracién que en la mayorfa de los paises venia rea- lizandose ya como Dia Internacional de la Mujer en la fecha del 8 de mar- 20. En Espafa. el primer 8 de marzo comenz6 a ce~ lebrarse en ese mismo 1977. Una fiesta que el movimiento de mujeres aprovechs entonces para RES TICA = plantear especialmente sus problemas en el cam- © po Iaboral, un afio antes de que la Constitucién Espafiola reconociera la igualdad ante la ley entre hombres y mujeres, como uno de los principios del nuevo ordenamiento juri- dico. NO UNA DERROTA SINO UNA VICTORIA La conmemoracién no tiene, por lo tanto, su ori- gen en un sactificio de las mujeres, sino en una vic~ toria de las mismas que, desde antiguo, han veni- do luchando por erradicar las desigualdades entre hombres y mujeres. El hecho de que haya preva- lecido ta versién victi- mista y no una explica- cién més amplia, de- muestra la dificultad que el feminismo ha tenido en un tiempo, lo mismo que otros movimientos rei- vindicativos, para evitar poner el énfasis en el dra- matismo de determinadas, situaciones, para no pro- ducir una visién extrema- damente critica y_pesi mista. Quiz4s por la debi- lidad en incidir en ese es- tigma del discurso patriareal que tiende siempre a producir reali- dades de desigualdad y de marginacién, Aspec- tos dolorosos que gene- ran fundamentalmente sentimientos de insatis- faccién y de frustracién cuando faltan Ios medios que permitan transformar sa realidad negativa Ana Rubio ha escrito que “el feminismo como teorfa y como. préctica 22 cri MARZD 69 debe ser capaz de desve- lar todas y cada una de las distintas. situaciones de discriminacién y de desigualdad existentes. as acciones colectivas (forzaron la creacion de un marco juridico internacional que contempla la igualdad rerecrencameerenncennd Ahora bien, este anélisi critico, aunque importan- te © imprescindible, no transforma nada, slo nos hace dirigir nuestra mirada hacia el objeto del cambio”. A las mu- Jeres en particular y al fe- minismo en general les corresponde decidir de CON LAS MUJERES AVANZA EL dénde quieren partir como referencia para avanzar. De todas formas, en uno y otro caso, la verb lizacién de experiencias comunes y su andlisis se fue convirtiendo, pata muchas mujeres, en una posibilidad de ctecer en ‘autoconciencia’. Y las acciones colectivas for- zaron la creacién de un marco juridico. intema- ional que hoy contempla la igualdad de derechos, que favorece la creacién de conciencia piblica y que empuja al cambio de tradiciones y de actitudes profundamente arraiga- das que prolongan la dis criminacién, COORDINAR ACTIVIDADES Hoy ha aumentado la importaneia del acontec miento debido a que ha crecido la conciencia, no solo entre las mujeres, de la necesidad de coordinar actividades que evaltien los avances realizados en Ta lucha por la igualdad de derechos y por el pro- gteso econéinico y social de las mujeres; realidad que exige intensificar los, esfuerzos para lograr el ejercicio de los derechos humanos entre la mayo- ria de las mujeres del mundo a la que atin no se Te reconocen. Hay mu- ‘has mujeres que ni tan siquiera saben que tienen derechos y que viven marcadas por la miseria, por la explotacién, por el analfabetismo, por la fal- ta de libertades minimas, Io que significa violacion de los derechos humanos de las mujeres. Por eso esta fecha, de alguna manera institucio- nalizada cuando estamos cerrando el siglo, no deja de encontrar cada aio nuevos motivos que im- piden desnaturalizarla y que pierda todo su valor como lugar social y_pii- blico de propuestas en vor de las mujeres, por las que hay que seguir trabajando el ‘resto. del aiio; que distuaden de vol verse, 0 de que las vuel- van, @ recluir en los espa- cios menos visibles; que evitan el ser s6lo protago- nistas en la prensa cuan- do tienen que ccupar un recuadro en las paginas de sucesos. Debe servir de estimulo para esa res- puesta cotidiana de dejar ir nuestra voz cuando en cualquier lugar del mun- do de las mujeres no son tratadas con dignidad, y para seguir fortaleciendo los fragiles derechos de todavia demasiadas. mu- jeres. EI Dia Internacional de Ja Mujer, que solfa provo- car hasta hace poco co- mentarios que no suscita- ban celebracio- nes, también anuales, de otros acontecimien- tos, ha pasado a los que ponen de manifiesto que la igualdad de derechos ya no est ni concep- tual ni sociolé- gicamente en discusién, que las mujeres tie- nen raz6n al re- clamarlos. Lo que sigue faltan- do, en muchos casos, es su me tetializacion ob- jetiva en el mun- do social 0 labo- ral, por las pro- pias inercias historicas y psicolégicas, de las que Obviamente las mujeres no estén libres, que d cultan una igualdad de hecho. Entre las nuevas gene- raciones es dificil que no se comparta, atin a pesar de ciertos costes persona- les, la idea bisica de que hombres y mujeres tienen los mismos derechos, aunque parece que no son muy conscientes de cudn frégiles son todavia, Hay que reconocer que los itinerarios vitales de las mujeres han sufiido tun cambio radical: su si tuacién hoy en Espaiia se Parece poco a la que te- nian hace s6loveinte afios. La sociedad espa- fiola ha sido bastante per meable para asumir con relativa rapidez concep- tos relativos a la igualdad de las mujeres, aunque a las puertas del siglo XXT quede mucho por hacer. UN PUNTO DE ENCUENTRO Ain queda camino por recorrer en temas refe- rentes a la violencia con- tra las mujeres en la vida cotidiana y en el Codigo Penal; a la biologia, para que no siga presentindo- sta fecha debe servir de estimulo para esa respuesta cotidiana de dejar oir nuestra voz EEE se como razén que condi- ciona las capacidades fe~ meninas; a su trabajo fue~ ra del hogar para que no se presente coma causa de un menor rendimiento escolar de nifios y nifias, buscando culpabilizarlas por vivir como mujeres libres e igualitarias; a la feminizacion de la pobre- za; a que el hecho de “ser mujer’ sea en la vida so- cial causa de infravalora- cién, etc ELS de marzo tiene que ser un punto de encuentro en el que fortalecerse pa- ra seguir el resto del afto, Para afirmar que la histo- ria siempre ha podido ser de otra forma; que nada de To que ocurrié tuo que ocurrir inevitable- mente. La historia no res- ponde a un destino ciego ¢ inexorable: es el resul- tado de voluntades, inte- ligencias, ignorancias ¢ intereses de quienes han tenido la posibilidad y la oi TICA capacidad de gestionar y = decidir. Que puede ser * cambiada, El creciente movimien- to internacional de las mujeres, reforzado por las Naciones Unidades mediante cuatro confe- rencias Mundia- ayy sobre la mu- Jer. ha contribui- do a que la con- memoracién permita recupe- rar el sentido de obras y de ac- tuaciones que habian sido re- significadas, cuando no va- ciadas de su sig- nificado origi- nal. Podria_pen- sarse, como a veces se dice, que ya no es ne- cesaria la con- memoracion del 8 de marzo. Muy al contrario, de- be ser cada vez mds una ocasién para reflexionar sobre los avances conse- guidos, para exigir los cambios necesarios y para celebrar los actos dé valor y de decisién de muchas mujeres que han desem- pefiado un papel extraor- dinario en la historia de los derechos de la pobla- cién femenina, Para cele- brar con amor y con espe~ ranza, pero sin olvido, Pa- ra rescatar tradiciones que proporcionan raices energia. Para ir ganando en actitudes mas igualita ias y justas 7 NOTA |, Ru Casto, Ana (1997) Fe sminisme Cidade Seva, Ine fingo Adal de a Mer p. 18 tomeuaezo/oRmea 29

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