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El Atraso Progresista

Lunes, 4 de enero, 2010


Supongo que no está mal apoyar regímenes políticos que han masacrado millones de habitantes
inocentes en el mundo pero es de terror pedir una amnistía a los que mataron 30 mil, 8 mil o 9 mil o
lo que mierda fuera. O sea, no está mal llamarse simpatizante del comunismo, pero si lo es opinar
que en las décadas del ´60 y ´70 en la Argentina hubo una guerra sucia entre subversión y Estado.
Debe ser por eso que Daniel Filmus es un tipo que se puso como loca al borde de un ataque de
nervios -hasta se le movió la cara en algo que se asemejó a un gesto- cuando se enteró que Abel
Posse era Ministro de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Es entendible, el señor
ex fugaz Ministro tenía algunas frases tristemente célebres en su haber, pero que no dejan de ser una
opinión personal. Y, sinceramente, a esta altura ya no se qué puede ser una opinión pública
censurable. Hasta donde entiendo, la apología del delito sí lo es. Hasta donde entiendo, las
cuestiones políticas no son punibles. Hasta donde entiendo, este no fue el caso de la primera, y sí lo
fue de la segunda.

Para el concepto de Filmus, ser funcionario de un gobierno que ha indultado a los militares, es
calamitoso.
Pero Filmus es un tipo con suerte y no me refiero solamente a que con esa cara haya conseguido
perder la virginidad. En este país somos tan veletas que de golpe el pueblo se ha vuelto progresista
cuasicomunista. O eso al menos es lo que el barbeta este ha entendido. No lo ví en 1990 protestando
contra los indultos de Carlitos Saúl que beneficiaron tanto a los milicos como a los subversivos. En
realidad no vi a nadie protestando porque indultaron a Mario Firmenich también, pero en el caso de
Filmus, tampoco protestó mucho en contra del entonces Presidente por indultar a tipos como Videla,
Agosti, Massera, Bignone, Galtieri, etcétera. Y es que en ese entonces él estaba muy en otra creando
escuelas Shoppings, siendo Secretario de Educación del entonces Intendente Porteño Carlos Grosso.
En definitiva, era un funcionario menemista.
Para Filmus, ser funcionario de un Gobierno que subsidia a una mujer, que utiliza mano de obra
extranjera en negra y que ha reivindicado a cuanto terrorista nacional e internacional exista o haya
existido, está bien.
A Filmus nadie lo repudió cuando asumió como Ministro de Educación de la Nación, siendo que
detentaba el maravilloso antecedente de haber gestionado esa aberración de instalar un shopping en
el edificio de un colegio. Abel Posse tenía el mejor programa de modernización escolar que se
podría haber imaginado, pero se tuvo que ir del Ministerio porteño por su forma de pensar. El
gremio docente, obviamente, también se movilizó en contra de ese dinosaurio defensor de milicos
por sus declaraciones fachistas, aunque algunos gorilas vengan a suponer que en realidad saltaron
como leche hervida porque el tipo venía con pretensiones de reestructuración.

Cada tanto alguien se acuerda.


Curiosidades de la vida política argentina, acá no importa la capacidad para el cargo, sino tan solo la
ideología política. Grupos de pibes al pedo de la vida, con mucha confusión de ideas tan grande que
llevaron a suponer que el peronismo era de izquierda y mal ubicados en tiempo y espacio respecto de
las revoluciones latinoamericanas vienen a reivindicar a pibes de hace treinta años, con una
confusión de ideas tan grande que los llevo a suponer que el peronismo era de izquierda y mal
ubicados en tiempo y espacio respecto de las revoluciones latinoamericanas.
Todo gira en torno a la nada misma, como las manifestaciones de Alberto Fernández, repudiando los
dichos de Diego Guelar, Secretario de Relaciones Exteriores del PRO que sugirió una amnistía para
los milicos, cuando él fue el principal socio político de Domingo Felipe Cavallo, un tipo que fue
funcionario del último Gobierno Militar. Igual, Guelar se equivoca. Con pedir que deje de
violentarse el principio de irrectroactividad de las leyes, alcanza.
Si en el caso de Posse hubieran atacado los hechos en lugar de la historia, se hubieran encontrado
con que el tipo tenía un plan de verdad para la modernización de la educación en la Argentina, que
podría haber dado resultado, o no, o podría haber sido un chasco, pero que existía. Si en el caso de
Guelar hubieran atacado la historia, en lugar de los hechos, se hubieran encontrado con el señor es
afiliado al Partido Justicialista, al igual que Daniel Filmus, que es tan peronista que acompañó a un
banquero comunista en la formula más vergonzosa que se podría haber presentado en la historia del
peronismo. Si, aún más vergonzosa que Eduardo Duhalde-Palito Ortega.

No viene al caso, pero ya que hablábamos de Hebe me acordé de estos carteles que vi en Plaza de
Mayo y que me hicieron reir mucho.
Quizás, en algún momento de nuestro transitar como país a la deriva, entendamos que hay personas
que podrán parecernos despreciables en sus opiniones personales, o por ahí no, o en una de esas nos
chupa una glándula reproductiva y la mitad de la otra, pero que nos interesa su capacidad de gestión,
sus ideas y su fuerza administrativa. Estos pseudorevolucionarios, adeptos a un peronismo
malentendido y justificadores de la revolución armada contra el gobierno del mismísimo General
Perón, en una de esas, algún día, podría llegar a entenderlo. Como lo hizo el gabinete del pocho, que
en el ´46 contaba en su gabinete de gobierno con el Dr. Juan Atilio Bramuglia, del Partido Socialista,
que convivía tranquilamente con José Figuerola, funcionario de la dictadura española de Primo de
Rivera.
Mientras tanto, en la Argentina de 2010 preparamos los festejos del planteo de los españoles del
Virreinato contra los españoles de la península ibérica por el control de los impuestos. Eso sí, sin
represores a la vista.
Lunes. Una resaca que dura 5 días ya es patológica.

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