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SUMMARY
1
ACKERKNECHT, E. H. (1953).
2
Citamos a: LASO DE LA VEGA, F. J. (1824) [128]; PIQUER, J. A. (1828) [3]; RACIBORSKI, A.
(1841) I [104]; MONTEGRE, H. DE (1841) [6].
3
ACKERKNECHT, E. H. (1953) [325].
4
DUBOIS D’AMIENS, C. F. (1845) II [132].
5
BOUILLAUD, J. (1841) [65].
6
También “Emperador de la medicina” y por supuesto “heresiarca” al igual que Paracelso.
7
COMENGE FERRER, L. (1914) [30].
8
ARGUMOSA, D. DE (1848) [7].
9
MIQUEO MIQUEO, C. (1986).
autor en 1821: las Décadas de Medicina y Cirugía Prácticas.10 La autora
de estos trabajos sobre el brusismo español realizó un estudio
pormenorizado de los actores de la polémica presentándonos el espectro
que va desde los brusistas dogmáticos hasta los acérrimos antibrusistas.
Desde luego el paso de la “doctrina fisiológica” por España no fue un
trasunto rural por más que se alzaran en su apoyo numerosas voces desde
fuera de las grandes ciudades en la revista de su profeta11 español. Aún así,
los médicos más afamados de la época no publicaron obras relevantes en
defensa de dicho “sistema”;12 ello puede atribuirse, en parte, a su brusismo
atemperado;13 pero, también, como apunta Diego de Argumosa y Obregón
(1792-1865), al papel jugado por la censura fernandina: “...érase allá por el
año treinta y dos de este siglo de los monopolios, cuando amoscados los
Arciprestes de la ciencia por verme profesar las máximas principales de
Broussais, me intimaron por lo bajo para que renunciase á tal doctrina pues
de lo contrario se pondría en cocimiento de S. M. ... rugía contra la doctrina
fisiológica una excomunión a matacandela.” 14 Ya en 1826, Antonio
Fernández,15 consideraba infinito el número de seguidores “empíricos” del
método curativo antiflogístico a pesar de apenas haberse leído a Broussais
en España. J. B. Peset y Vidal (1821-1885) apuntaba que: “Al sistema de
Broussais le estaba reservado enseñorearse de nuestra escuela, después de
conquistar a sus mejores catedráticos. Únicamente él pudo penetrar en su
recinto, como sucedió en las demás universidades del reino...”16 El
catedrático gallego, J. Varela Montes (1796-1868), que llegó a publicar en
las “Décadas” de Hurtado de Mendoza en 1823,17 afirmaba en su madurez
que “por más que se diga, es imposible separar de la época actual el
nombre de Broussais porque sus principios están amalgamados con ella,
íntimamente con ella unidos, y diré más sin temor a equivocarme, ellos la
presiden.”, apostillando: “desde entonces, si hubo valor para declararse
independiente de Broussais, no lo hubo para filiarse en otra doctrina.” 18 La
figura más relevante del brusismo académico español fue, sin duda, Diego
de Argumosa quien a sus 56 años se expresaba en los siguientes términos:
10
MIQUEO MIQUEO, C. (1987) (a) [101]; MIQUEO MIQUEO, C. (1987) (b) [162 y 179].
11
González-Ayensa usó el término citado con Hurtado de Mendoza. Cf.: HURTADO DE MENDOZA,
M. (1826) (b) [20].
12
Ninguna obra importante o traducción apologética fue hecha en España por miembro alguno de
instituciones médicas relevantes; por el contrario, si que publicaron refutaciones a Broussais y su doctrina
(M. González-Samano, J. González-Ayensa, J. A. Quintanilla, M. Peset de la Raga, J. A. Piquer...).
VARELA MONTES, J. (1823) [174-175] manifiesta en el periódico brusista español: Me es muy sensible
el no ver consignados en su periódico más que muy pocas observaciones de nuestros comprofesores
nacionales... ¿a qué tanto silencio?
13
PESET REIG, R. (1963) [116, 203-204].
14
ARGUMOSA, D. DE (1848) [10-11].
15
FERNÁNDEZ, A. (1826) [I, VI].
16
PESET Y VIDAL, J. B. (1876) [237].
17
VARELA MONTES, J. (1823) [168-176].
18
VARELA MONTES, J. (1852) [79-80].
“A un autor, sin embargo muerto, le debo eterna gratitud y lo
defiendo con mi esfuerzo revindicando su nombre y su honor: a Broussais.
Las grandes verdades que descubrió, ó por mejor decir, demostró antes que
nadie con hechos clínicos: esas viven y vivirán para siempre... Y estos son
los dos polos sobre los que gira la luminosa doctrina fisiológica, serán
eternos como la tierra.
19
ARGUMOSA, D. DE (1848) [10-11].
20
ARGUMOSA, D. DE (1849) [22].
21
CARMENAL RAMOS, J. (1892) [14].
22
“Observación de una Neumonitis aguda complicada con flegmasías de las Pleuras y de la mucosa
Gastro-intestinal, curada por el rejimen antiflogístico seguido &ª”. José María López, Cádiz, 04/06/1835.
Observaciones del Real Colegio de Medicina y cirugía de Cádiz. ARCHIVO DE LA FACULTAD DE
MEDICINA (Cádiz). Obs. nº 306.
23
GARCÍA del CARRIZO SAN MILLAN, M. G. (1963) [40,1206].
24
MIQUEO MIQUEO, C. (1986) [403] Lo que no deja de ser cierto en el caso de Hysern y Drument. Cf.
respectivamente: MÉNEDEZ ÁLVARO, F. (1851) [27] y COMENGE FERRER, L. (1914) [637-638].
25
Cf.: HURTADO DE MENDOZA, M. (1826) [214-215]. El autor, en contraposición a las opiniones de
C. Miqueo, alaba la buena acogida merecida por la doctrina fisiológica en Cádiz, su implantación en el
Hospital Real, así como la publicación de textos brusistas por la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz.
Se hace referencia a la relación entre las Décadas y el Periódico en PESET REIG, R. (1963) [219].
Cádiz dejaba meridianamente claro que: “éste, fue un indudable difusor de
la Médecine physiologique en España” 26 y F. Maraver Eyzaguirre,
estudioso de dicha publicación, señala que le “llama poderosamente la
atención el innegable papel que también jugó respecto al apoyo de la
medicina fisiológica de Broussais.”27
26
OROZCO ACUAVIVA, A. (1980) [7].
27
MARAVER EYZAGUIRRE, F. (1982) [105].
28
LAÍN ENTRALGO, P. (1954) [56].
29
MIQUEO MIQUEO, C. (1986) [538].
30
Cf.: AYMES, J. R. (1996); FÉE, A. L. A. (1861).
31
BROUSSAIS, F. J. V. (1822) (a). La primera y segunda edición se imprimieron en 1808 y 1816
respectivamente. ACKERKNECHT, E. H. (1986) [83].
32
BROUSSAIS, F. J. V. ; MOCQUOT, G.P. (1811) [trad.] Carta a los Sres. Cirujanos mayores de los
Regimientos del primer Cuerpo del ejército Imperial del Mediodía en España por ------- ------- Médico y
Cirujano principales del mismo Cuerpo. Sobre el servicio de sanidad interior de los cuerpos armados.
Jerez de la Frontera.
momento en que fuera recibida la “Lettre”, en Cádiz, hasta ser citada por el
catedrático de su Colegio Nacional de Medicina y Cirugía: J. Ceballos y
Gómez (1817-1875). El cual, al traducir en 1841 la biografía de Broussais -
autentico epílogo de la polémica brusista en esta ciudad- escrita por su
secretario H. de Montegre, inserta un apéndice, donde hallamos la más
antigua cita conocida hasta el momento de nuestra historiografía médica
referida a la “Lettre”, diciendo lo que sigue:
33
CEBALLOS, J. (1841) [88]. También será citada la “Lettre” en MONTEGRE, H. DE (1841) [28].
34
RODRÍGUEZ BALLESTEROS, J. J. (2004).
35
http://www.bium.univ-paris5.fr/histmed/hm_cat.htm. “Lettre a M. M. les Chirurgiens majors des
Régiments du 1er Corps de l'armée Impérial du midi en Espagne, par F. J. V. Broussais et G. P. Mocquot,
Sur le service de santé intérieur des corps armés. F. J. V. Broussais et G. P. Mocquot. Xerez de la
Frontera. 1811”. Catalogue des documents anciens. BIBLIOTHEQUE INTERUNIVERSITAIRE DE
MEDECINE (Paris) 90957 t. 105 nº 12bis / 90958 t. 604 nº 5.
36
BROUSSAIS, F. J. V. ; MOCQUOT, G.P. (1811) [30-31].
agotamiento de las fuerzas, le enfrenta a los seguidores de John Brown
(1735-1788): “ignorantes “sistemáticos de mala fe”, que no conocen otro
método curativo que la excitación universal. Propone moderar el esfuerzo
de la naturaleza si es excesivo y violento, animarlo si está languideciendo y
descalifica a quienes...promueven la reacción cuando ésta es ya de por sí
violenta,...ya que agotar las fuerzas es llevar la economía a un collapsus
mortal... desorganizando el estómago y llevando su inflamación a gangrena
o exaltando la sensibilidad hasta morir de dolor.” 37
37
BROUSSAIS, F. J. V. ; MOCQUOT, G.P. (1811) [31-32].
38
La crítica a John Brown es básica y referente para la doctrina y terapéutica fisiológica: BROUSSAIS,
F. J. V. (1822) (b) I [61-155], BROUSSAIS, F. J. V. (1822) (b) II [5-27].
39
BROUSSAIS, F. J. V. ; MOCQUOT, G.P. (1811) [2-6].
Hemos preferido dejar hablar al propio Broussais tal y como se
expresó en tierra andaluza durante el sitio francés a Cádiz en torno a 1811.
Su obra dedicará también unos párrafos a la diarrea, sarna, fiebres
ardientes, intermitentes, continuas, adinámicas, atáxicas, reumáticas y
catarrales. Estas últimas mal curadas, según él, degenerarían en tisis. De
ellas afirmará que no se diferencian las unas de las otras sino por la
intensidad de la afección de la membrana mucosa de los bronquios, y que
pueden, en caso de flogosis, precipitar al enfermo en una perineumonía
habiendo de sangrarlo o ponerle, al menos, sanguijuelas en el pecho
cuando el pulso se pone duro. Aconseja evitar los accesos de tos sin abusar
de los opiáceos, como parte de un plan terapéutico antiflogístico. Se trata
de combatir la causa irritativa que provoca una inflamación que ya afecta
al parénquima. Recuerda Broussais: “...la estrecha simpatía existente entre
la membrana interna del estómago y la de los bronquios”,40 por ello hay
que proteger a los que pasan la noche en invierno por las salinas y
esteros.41 Sépase que el ejército francés no se retiraría de la Bahía hasta
finales de agosto de 1812. Once años más tarde volverían a Cádiz; pero
esta vez para aposentarse en una ciudad castigada y custodiada durante los
cinco primeros años de la década ominosa.
Hay que reconocer que son numerosas las notas alusivas al brusismo
y a sus protagonistas que inserta Laso en el “Periódico” referidas tanto a
autores españoles como franceses, pero también “observaciones” de estos
últimos, en su mayoría publicadas en el “Periódico”, como las de L.
Deleau,63 A. Gerard,64 J. A. Pérez -de Valdegrace-,65 L. P. Richond66 y
Lagneau,67 o la reseña de los premios que otorgaba la Sociedad Académica
56
MELLADO, B. (1821) “Memoria en la que contesta a las objeciones que se han hecho al contagio de la
fiebre amarilla y se refuta el sistema de la infección aplicado á esta calentura”. Periódico de la Sociedad
Médico-Quirúrgica de Cádiz. II, 141-194.
57
Periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz. II, 318. Se desconoce el paradero de este
manuscrito de innegable valor para el estudio de la polémica brusista en Cádiz.
58
Periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz. V, 32. Cf.: “Censura de las observaciones del
tétanos curadas por el régimen antiflogístico”. José Gabarrón, Cádiz, 31/05/1828, Memorias y Discursos.
ARCHIVO DE LA REAL ACADEMIA DE MEDICINA Y CIRUGÍA DE CÁDIZ. (Cádiz) legº. XI-7.
59
“Observación de una flegmasía crónica periódica de los órganos digestivos”. José Gabarrón, Cádiz,
15/06/1833. Memorias y Discursos. ARCHIVO DE LA REAL ACADEMIA DE MEDICINA Y
CIRUGÍA DE CÁDIZ. (Cádiz) legº. XV-18.
60
Periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz. V: 5-7. Cf.: “¿Las fiebres dichas intermitentes
son siempre producto de la gastro-enteritis?”. José Gabarrón, Cádiz, 12/04/1828. Memorias y Discursos.
ARCHIVO DE LA REAL ACADEMIA DE MEDICINA Y CIRUGÍA DE CÁDIZ. (Cádiz) legº. XI-7. y
Periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz. IV: 134.
61
Periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz. V, 18-30. Cf.: “Observaciones de Tétanos
tratados por el régimen antiflogístico”. Andrés Joaquín Azopardo, Cádiz, 24/05/1828. Memorias y
Discursos. ARCHIVO DE LA REAL ACADEMIA DE MEDICINA Y CIRUGÍA DE CÁDIZ. (Cádiz)
legº. XI-6.
62
GARCÍA VILLAESCUSA, A. (1829) “Consideraciones sobre la constitución escrofulosa”. Periódico
de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz. V, 226-235.
63
DELEAU, L. (1824) “Observación de un embarazo gástrico, seguido de una fiebre biliosa, producido
por una moneda de veinte sueldos que se tragó una niña”. Periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica
de Cádiz. IV, 130-131.
64
GERARD, A. (1824) “Pneumonía crónica más avanzada”. Periódico de la Sociedad Médico-
Quirúrgica de Cádiz. IV, 167-171.
65
“Observación de una calentura intermitente curada por los antiflogísticos; remitida á esta Sociedad por
Dn. Juan Antonio Pérez, profesor de medicina, ayudante de clínica interna en el hospital de Valdegrace en
París, leída en la sesión ordinaria del 9 de octubre de 1824”. Juan Antonio Pérez, Paris, s.f. Memorias y
Discursos. ARCHIVO DE LA REAL ACADEMIA DE MEDICINA Y CIRUGÍA DE CÁDIZ. (Cádiz)
legº. X-16.
66
RICHOND, L. P. (1824) “Observaciones de un botón canceroso y una parafimosis curados con la
aplicación de sanguijuelas”. Periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz. IV, 157-158.
67
LAGNEAU (1820) “Flegmasía recurrente de la superficie mucosa del tubo digestivo”. Periódico de la
Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz. I, 161-162.
de Medicina de Marsella. 68 Y, en relación con los beneficios de su
terapéutica antiflogística, destacamos lo relacionado con las sanguijuelas
en autores como Salaudiere,69 Sabatier70 y Fallot.71 De entre los españoles
que se muestran más críticos en el “Periódico”, sin olvidar los aspectos
positivos de la nueva doctrina, destacamos al sevillano N. Molero que,
además de una memoria, hace entrega de los textos anti-brusistas de L.
Castel y L. A. Lesage.72 También veremos en el “Periódico” la reseña de
una obra del catalán Ignacio Ameller contra el espíritu sistemático. 73 En el
polo contrario J. M. Aguayo, tildado de entusiasta del brusismo por Laso,
presenta una observación74 y T. Amezqueta75 otra con notas de interés en el
contexto de la polémica.
78
“Observación de una Gastroenteritis intensa”. Imperial Iquino Mendoza, Cádiz, 1838. Legajos de Actas
ARCHIVO DE LA REAL ACADEMIA DE MEDICINA Y CIRUGÍA DE CÁDIZ. (Cádiz) XXV-5.
79
GARCÍA ARBOLEYA, J. (1841) [150-160].
80
RUBIO Y GALÍ, F. (2002) [IX].
81
LÓPEZ PIÑERO, J. M. (ed.) (1992) La ciencia en la España del siglo XIX. Madrid. Marcial Ponz.
[214]
82
GARCÍA GUTIÉRREZ, A. (2002) I [50]. García Gutiérrez fue alumno del Colegio de Cirugía gaditano
en 1831.
83
BÖHL DE FABER, C. (1961) I [11]. La cita pertenece a la obra La Gaviota, considerada como la
primera novela contemporánea española.
84
BAROJA, P. (1997) II [252].
BIBLIOGRAFÍA: