Ikigai

Ikigai está en el corazón de la cultura de Okinawa y es una de las claves de su salud y

prosperidad. Okinawa es una isla situada al sur de Japón continental, donde se encuentran
algunos de los seres humanos más longevos del mundo. De media, los hombres viven hasta
los 84 años y las mujeres hasta los 90. Héctor García y Francesc Miralles, vivieron entre los
okinawenses y conocieron de primera mano por qué estas personas son más sanas, más
felices y viven más tiempo que en cualquier otra parte del mundo.

La idea es que la realización se alcanza con cosas que van más allá de la pasión, la misión, la
vocación o la profesión. Incluso, más allá del dinero, del talento, de los gustos o de lo que pasa
en el mundo.

Precisamente la realización, encontrar el sentido de la vida, llega cuando todos esos factores
se combinan entre sí. Por eso, nada de lo anterior separado de lo demás, alcanza. El ikigai se
conforma por un delicado equilibrio entre todas esas partes.

Lo mejor del ikigai es que sirve como una brújula para tomar decisiones en la vida. Tu ikigai
sintetiza el concepto del propósito, así que cuando conocés esas áreas y las alineás entre sí,
tenés muy claro cuál es tu foco y hacia dónde tenés que ir.

Insertar tu ikigai en tu vida y el efecto Shinkansen

Lo ideal es que nuestra profesión o nuestro compromiso diario esté dirigido a nuestro ikigai.
Pero, claro, esto es apuntar muy alto. El libro es un método que te da 35 principios o claves
para insertar tu ikigai en tu vida, y que este ocupe un lugar principal, más allá de tu trabajo si
este no es tu ikigai (lo que le pasa a la inmensa mayoría de la población en el planeta).

No obstante, tampoco llama a una actitud derrotista. El libro es también un método para que
encuentres tu propósito de vida para que lo vivas, a modo de afición, o como tu trabajo. Quizás
puedas orientar tu vida de modo que tu ikigai ocupe buena parte de tu día, o incluso que tu
trabajo se acabe convirtiendo en tu ikigai.

El método Ikigai es eminentemente práctico. El libro se encuentra dividido en 35 estaciones

con ejercicios; como un recorrido que te lleve a vivir tu ikigai. Como si fuera un tren. Porque el
método está basado en el denominado efecto Shinkansen: un sistema revolucionario
aplicable a diferentes áreas que supone plantear lo imposible y llevarlo a cabo a través de un
cambio radical. Así fue como se consiguió hacer realidad la obra de ingeniería que necesitó el
tren bala de Tokio para ponerse a 200 km/h.