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Anarquía

Y
Orden

Vladek Raginis
¿Qué es la anarquía?

I. La cuestión de la definición:
Filósofos, activistas, economistas, escritores, pensadores, políticos, “periodistas” y
opinólogos profesionales han intentado dar una respuesta a esto, definir la anarquía. Al no
ser anarquistas, la mayoría, por no decir todos, han fallado en explicarla correctamente si
no es que tergiversan su significado adrede para perjudicar el movimiento.
Entre las definiciones bien intencionadas, o al menos las que tratan de acercarse a
la realidad encontramos -sociedad sin estado-. Ésta, si bien parece la más acertada, ya que
en efecto la doctrina anarquista propugna la eliminación del estado, es una vaga traducción
que no refleja la totalidad del movimiento, no refleja ni su naturaleza ni sus objetivos. Aun
así, es la explicación más esparcida, tanto en los iniciados en la anarquía como en los
opositores de la misma.
Los políticos (es decir los máximos exponentes del estatismo) y los opinólogos (que
muchas veces son políticos) aprovecharan esta definición para acusar a la anarquía de ser
una idea que desea que el mundo se suma en el “Caos” y el “descontrol” suponiendo,
ellos, que el ser humano necesita ser mandado y dominado, asumiendo que la libre
asociación es, sin un intermediario que se llama a si mismo omnipresente y omnipotente,
imposible. ¡O peor! piensan que el ser humano es un ente asocial, malvado y egoísta, que
si no es controlado matará sin remordimiento al que tiene al lado por beneficio propio pero
más que nada por sufrimiento del prójimo.
¿Podemos confiar tanto poder como lo es el ejército, la salud, la educación, la
economía y todos los aparatos de organización de la sociedad en gente que piensa de esta
manera?
«Los que creen en el Estado temen la libertad del pueblo. Afirman que éste,
sin un poder que lo frene, se perderá como sociedad y volverá al estado
salvaje. Ésta es una afirmación equivocada. Así hablan los parásitos, los
amantes de la autoridad propia y del trabajo ajeno o bien los pensadores
cegados por la sociedad burguesa»1

Explicaremos el error de suponer que el humano es una bestia por naturaleza en otro momento.

1
Historia del movimiento Makhnovista; Capitulo V “La Makhnovschina”; Piotr Archinov
Volviendo a la “Sociedad sin estado” los indiferentes al tema, relacionarán la anarquía con los
estados fallidos, los estatistas antes mencionados alimentaran esta idea con el objetivo de, como se dijo al
principio, dañar el movimiento. La anarquía no es un estado fallido, un estado fallido no es más que
estatismo que no supo oprimir; es culpa de los estadistas y militares, no del pueblo, no de los obreros, no
del anarquismo. Los estados fallidos no son ácratas, no están organizados, son campos de guerra donde
guerrillas pagadas por gobiernos y empresas extranjeras derraman sangre de personas en nombre de su
Dios, de su etnia, de su líder, o de cualquier justificación absurda que no revele que su incentivo es el
dinero de los antes mencionados. La anarquía no es caos, su símbolo (La A circulada Ⓐ) incluso muestra
esto.

«La anarquía es la más alta expresión del orden»2

Anteriormente se dijo que esta definición no representa la naturaleza ni objetivos del


movimiento. ¿Por qué nos tomamos la libertad de decir esto? La anarquía no entiende a
la opresión como algo solo ejercido por parte del estado, entiende de donde viene y
entiende quién, en el caso de la eliminación del estado, está dispuesto a tomar el lugar del
amo. Es así que comprendemos que la opresión y el poder no residen en un estado que se
adjudica a sí mismo la omnipresencia y omnipotencia, sino en las jerarquías.
Si el empresario no tiene ninguna regulación más allá de un contrato “voluntario”
(el cual es incentivado por el hambre), explotará tanto como pueda; si el patrón tiene la
posibilidad de golpear a sus empleados por distraerse unos pocos segundos, lo hará; si el
empresario controla ejércitos privados creará su propia versión del estado y el anterior
gobierno habrá sido derrumbado para nada. En efecto esa absurdez del “Anarco
capitalismo” no es anarquismo en lo absoluto.
Los estatistas nos dicen “Entonces, regulemos a los empresarios ¿y qué mejor que el
estado para regularlos?”. Ignoran que no es otro que su preciado estado el que siempre
defendió (y defenderá) a los empresarios con plomo cuando los sindicalizados piden pan.
El estado no es una solución contra el patrón, es parte del mismo problema. La pregunta
surge “¿cómo quieren los anarquistas acabar con los abusos de los empresarios?” La
respuesta es sencilla ¡Acabando con el capital!
El estado y el capital se sostienen el uno al otro, no se puede acabar con solo uno, si
no se termina con los dos la revolución se habrá hecho en vano. La opresión, de todos
modos, no se encuentra ni en el estado ni en el capital per sé se encuentra en las

2
Frase célebre de Elisée Reclus
jerarquías. Las jerarquías son la base del estado y el capital, la base de la opresión. Es
comprendiendo esto cuando se comprende la anarquía. La anarquía busca eliminar al
estado, sí; también busca eliminar al capital, pero no por ser estado o capital, si no por ser
jerárquicos (característica de la cual estos conceptos jamás se podrán desligar) ¡La
anarquía es libertad! Y la libertad no puede darse en las jerarquías. ¿Anarquía es entonces
entender y reconocer la injusticia de las jerarquías? no; anarquía es luchar por la abolición
de esas jerarquías, anarquía es entender que el humano no es malvado y egoísta por
naturaleza, anarquía es entender que la cooperación y el apoyo muto son mejores armas
que la competición y rivalidad para conseguir lo que todos los sistemas anhelan, el
bienestar.
II. Confusiones en la anarquía:

En el escrito anterior definimos la anarquía a partir de definiciones erróneas. En este


aclararemos algunas confusiones (sin distinguir entre simples errores y tergiversaciones)
sobre la anarquía “bien entendida”.
Socialismo: Uno de los errores más comunes es creer que la anarquía no es
socialista, también en esta misma línea de pensamiento se encuentra la idea de que el
anarquismo es enemigo del socialismo. Para responder a esto, basta con centrarse en 2
puntos:
-¿Qué es el socialismo? En un sentido amplio (aunque no tan desastroso como
planteaba Johann Most3) socialismo es cualquier idea que abogue por la abolición
de clases sociales, del capital, del estado y la propiedad. Cuando Kropotkin decía
que la anarquía conduce al comunismo y viceversa 4, no lo decía porque sí, el
compañero comprendía que solo bajo el socialismo es posible la anarquía y la
anarquía, por su carácter anti-jerárquico, solo puede ser socialista.
-¿Cómo surge el anarquismo? El primero en definirse a si mismo como anarquista
fue Proudhon5. Más allá de ciertas, y muy justas, critica que se le pueden hacer a
él y a su idea6, en efecto, expresaba ideas socialistas. Sin embargo este anarquismo
(el mutualismo) no es ni el único, ni el definitivo, ni el mejor. El anarquismo se fue
construyendo con el tiempo, con sus distintos autores que fueron mejorando y
propagando la idea, con los hechos que fue modificada para no perder el
pragmatismo que caracteriza a su teoría. Kropotkin, Reclus, Proudhon, Bakunin,
fueron miembros de la primera internacional (AIT). El origen del anarquismo y sus
avances son, indudablemente, socialistas.
Para cerrar este punto, veo necesario compartir los que considero son los posibles
orígenes de este error.

3
El Monstruo social; Johann Most
4
La conquista del pan; Capitulo III “El comunismo Anarquista”; Piotr Kropotkin
5
¿Qué es la propiedad?; Capítulo V; Pierre-Joseph Proudhon
6
Algunas críticas que deben ser mencionadas son su abierto antisemitismo (haciendo parecer que incluso llegaba odiar más a
los banqueros por ser judíos que por especuladores) y su marcada misoginia (declarando en más de una ocasión que la mujer
es un ser inferior al hombre). A pesar de esto podemos destacar 2 ramas que surgieron en el anarquismo que son
evidentemente opuestas a estas ideas de Proudhon, el anarquismo judío y el anarquismo feminista.
-En 1872 debido al carácter autoritario del marxismo, frente a las ideas libertarias
de Bakunin y la mayoría de participantes siendo partidarios de las ideas del
primero (además de varias peleas entre Marx y Bakunin). Bakunin es expulsado
de la AIT.
-La apropiación del término “socialista” por parte de los marxistas.
-Las tergiversaciones del término socialista. Destacamos la diferenciación entre
socialismo y comunismo que hacen los leninistas y la catastrófica definición de
la escuela austriaca llamando socialismo a cualquier intervención estatal.

Democracia7: Otro error común, muchas veces dentro de propios anarquistas, es


creer que esta es anti democrática. Por supuesto, si entendemos democracia como lo hacen
los estatistas (gobierno representativo) o como la “regla de la mayoría” podemos decir que
estamos claramente en contra. Pero la definición de democracia para el anarquismo no es
de la mayoría dominando a la minoría o al revés (como vemos hoy en día). Antes de
explicar la “democracia anarquista” desmenucemos la definición más conocida de
democracia “Gobierno del pueblo”.
Esta definición, por más valida que parezca ya que es una traducción del griego, no
se adecua a ninguna realidad, existe solo en la utopía de unos cuantos hombres bien
intencionados, ya sea jóvenes o desconocedores del tema. En el contexto actual, no se da
esto, gobiernan estatistas, empresas, latifundistas, etc.
En un contexto anárquico, Malatesta respondería «no, porque esto presupone lo que
no podría ocurrir nunca – la unanimidad completa de la voluntad de todos los individuos
que componen el pueblo. Sería más cercano a la verdad decir, ‘gobierno de la mayoría del
pueblo’. Esto implica una minoría que deba o bien rebelarse o someterse a la voluntad de
los demás.»
¿Entonces? Que es la “democracia anarquista” si decimos “gobierno del pueblo”
para definirla, lo entenderemos como la abolición de todo aparato coercitivo, con el
objetivo de reemplazarlo por la libre organización de aquellos con intereses y propósitos
concordantes.

7
Democracia y Anarquía; Errico Malatesta
Sin embargo esto presenta un problema, los grupos humanos no pueden vivir aislados,
tendrían que ser autogestivos, aislados moral y materialmente entre ellos. Aun si fuera
posible, esto conduciría a la barbarie y el salvajismo.
¿Cuál es la solución? Entendemos que, para defender nuestra autonomía y libertad,
tanto individual como de asociación, debemos comprender lo que nos ata a la sociedad, lo
que en un inicio nos hace anarquistas, la solidaridad. Tener el suficiente amor y empatía
con la humanidad para saber en dónde ceder en su idea para conseguir que la vida en
sociedad tenga los máximos beneficios.
La anarquía no es hacer todo lo que uno decida, anarquía es, sin embargo, participar
en esa decisión.

Individualismo y colectivismo: En cuanto a este tema, hay siempre dos confusiones


las cuales están enfrentadas. Por un lado tenemos a los que piensan que el anarquismo es
un individualismo absoluto y por el otro los que creen que es un colectivismo anti
individualista. Para responder a esto, simplemente hay que entender que hay, hubo y habrá
distintas ramas dentro del anarquismo. Encontramos desde los individualistas más
absolutos como Stirner y su Anarco-Egoísmo, hasta los comunistas anti individualistas
como Malatesta, que pensaban que el individualismo es utópico, y que en una sociedad
anarquista teníamos que estar dispuestos a dejar ciertas ambiciones en pos del apoyo mutuo
y el bien colectivo. No es difícil intuir que en el medio de estas ramas, encontraremos ideas
que buscan cierto equilibrio, como el egoísmo comunista.

Ley: Para cerrar, este tema, responderemos a esta confusión que se suele ver más
entre anarquistas que en cualquier otro grupo. El error es pensar que en la anarquía, la leyes
se deciden por democracia directa (el concepto de ley natural es, para nosotros, idealista e
inexistente, por lo que no tocaremos este tema). Ya de por sí es un error pensar que hay
leyes. Johann Most contestaba a esta idea de esta manera:
«Cuando ya no haya Estado ni gobierno, tampoco habrá leyes. Quienes hablan de “leyes” de
la sociedad comunista quizás estén pensando simplemente en aquellas reglas generales de conducta
noble y sensible que cualquier hombre bueno puede cumplir fácilmente. Pero en tal caso están
empleando una palabra incorrecta. Una ley es una norma respaldada en una maquinaria de obediencia
compulsiva: detrás de la ley se yergue el tribunal, el comisario, la policía, el verdugo, etc. ¿Y quién
puede desear todo eso? Nadie, suponemos.»8

8
Johhan Most; “El Monstruo Social”
La anarquía y la acción

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