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JORGE A. NALLIM

[[[] Capital intelectual


que muchos dirigentes políticos y sindicales com - Capítulo 3
prendieron que Perón representaba el futuro frente
a la crisis de las estructuras y partidos políticos que
habían dominado el panorama hasta entonces. En
el fando, la oposición antiperonista, al considerar al
régimen y a Perón simplemente como un "totalita-
rismo vernáculo'; les negaba a los peronistas cual-
quier otro rol que no fuera el de sujetos manipulados.
Al hacerlo, acompañado por las descripciones que se
han explicado anteriormente, no solo se colocaba en
una posición política que recortaba sus posibilida-
des electorales sino que exhibía con claridad las pro-
La profecía cumplida: consolidación entre
fundas divisiones sociales que atravesaban el país.
continuidades y rupturas, 1946-1955

La victoria de Perón en los comicios de febrero de


1946 inauguró una de las etapas de transformaciones
más profundas en la historia argentina. Entre ese año
y 1955, Perón consolidará, desdé la presidencia de la
Nación, su figura y la de su movimiento como actor es
centrales, a través de una serie de políticas y medidas
que le concitaron un enorme apoyo popular. Estos
años también fueron clave para el antiperonismo. Si
\
bien la realidad impuso reacomodamientos en las
filas opositoras, también reforzó las redes sociales,
1

políticas e intelectuales que se habían desarrollado


desde la etapa antifascista, así como una serie de
imágenes y críticas hacia Perón, su movimiento y las
políticas implementadas desde su gobierno. En un
nuevo escenario, se reactualizarían las percepciones

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relaciones ya establecidas entre intelectuales y polí-
del peronismo como un fenómeno totalitario, sobre
ticos argentinos y figuras y movimientos extranje-
la base de procesos y hechos como el juicio político
ros, y que se reflejaría, por ejemplo, en la defensa de
a la Corte Suprema de Justicia, la reforma de la Cons-
los colegas argentinos cuando sufrieron la persecu-
titución Nacional en 1949, la monopolización del
ción del régimen peronista. La segunda dimensión,
aparato periodístico y la marginación y censura hacia
más relevante, tiene que ver con la oposición desde
medios, instituciones e intelectuales opositores. Entre
las Fuerzas Armadas, que se expresó abiertamente
las críticas a Perón, las dirigidas a Eva adquirieron
con los intentos golpistas de 1951 y de junio de 1955
dimensiones importantes y dieron lugar a una serie
y culminó en el golpe de septiembre de 1955 que
de imágenes sexistas que, junto a las visiones deni-
derrocó a Perón. El antiperonismo golpista entraba
gratorias de los sectores populares, reactualizaron los
así en la historia, sentando uno de los precedentes
prejuicios que ya se habían expresado con claridad en
para la violenta historia que sacudiría al país en las
1945 y que tenían raíces más profundas en la historia
décadas siguientes. La tercera dimensión estuvo
argentina. Asimismo, la crítica a la política económica
dada por el desarrollo paulatino del conflicto con la
peronista siguió las líneas esbozadas anteriormente,
Iglesia católica, que eclosionó finalmente en 1954,
tanto por su contenido como por sus formas. llevando a la jerarquía y los fieles católicos a la opo-
Es necesario tener en cuenta que, como había
sición al régimen y a contribuir decisivamente a la
sucedido antes, tanto el discurso peronista como caída de Perón en 1955. , r,
el antiperonista encubrían una realidad más com-
pleja, en la que la oposición frontal coexistía, pOr un
REARMANDO FILAS: FRENTE AL TRIUNFO
lado, con posibles áreas de consenso entre gobierno
DEL "JEFE DEL NAZISMO ARGENTINO"
y oposición y, por el otro lado, con divisiones hacia
adentro de los dos grupos, lo que se revelaría en
La Unión Democrática y los sectores antiperonistas
temas como el sufragio femenino y la educación
que la acompañaban arribaron a las elecciones de
religiosa. Además, la heterogeneidad y flexibilidad
febrero de 1946 convencidos de que triunfarían. Por
del antiperonismo se reflejó en tres dimensiones
ese motivo, la victoria de la fórmula Juan Domingo
que, si bien habían aparecido en el período ante-
Perón-Hortensio Quijano significó para ellos un
rior, ahora adquirieron mayor relevancia. Una es la
golpe durísimo, que los dejó en el desconcierto y la
internacional, relacionada con la política exterior
furia ante un resultado tan negativo. Un editorial de ...
de Perón, y también construida sobre la base de las

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Antinazi atribuía la victoria a que "el jefe del nazismo
detenerse brevemente para examinar algunos ele-
argentino, ministro y vicepresidente de la dictadura, mentos. La cuestión central es que Perón y el pero-
sobornó al pueblo con dádivas costeadas por el erario, nismo combinaron rasgos democráticos e inclusivos
con innovaciones sociales costeadas por la fortuna junto con otros autoritarios y excluyentes. En gene-
privada" y a su "seducción, de sonrisa al transeúnte, ral, el debate entre quienes han defendido o criti-
de propaganda nacionalista y xenófoba, de regalo de cado al peronismo desde sus orígenes, ya sea desde
año nuevo pagado obligatoriamente por el patrón''. Al una perspectiva militante, académica o de simple
mismo tiempo, no dudaba en criticar acerbamente opinión basada en experiencias personales, tiene
tanto a radicales como conservadores por sus dife- que ver con qué parte del legado peronista se enfa-
rencias y enemistades, que le permitieron el triunfo tiza. La dificultad es que las dos partes son difíciles
a Perón.59 En la misma línea, el radical Silvano San- de separar, en tanto conformaron intrínsecamente
tander sostenía que la victoria se debía a tres facto- el movimiento desde su génesis. Por este motivo, es
res: la "técnica nazi, con todo el poderío del Estado'; necesario realizar un análisis que tenga en cuenta no
tocando y avivando "la llaga,, d e 1os sect ores " mas , solo las luces y las sombras sino también el arco de
pobres, desamparados, atrasados del pueblo argen- claroscuros que permitan poner en perspectiva his-
tino'; la crisis de los partidos políticos, especialmente tórica tanto al peronismo como al antiperonismo.
radicales y conservadores; y la crisis de los dirigentes En primer lugar, la acusación de totalitarismo es
políticos que llevó a que "la resistencia civil no fuera a todas luces una exageración. Volviendo a lo afir-
orientada''.60 Como lo destacaban otros colaboradores mado en la sección anterior, el peronismo distaba de
en los números de febrero y marzo de la misma publi- ser un movimiento homogéneo y monolítico; antes
cación, la victoria de Perón representaba la pesadilla bien, estaba constituido por una diversidad de gru-
del totalitarismo en el país, por lo cual era necesario pos ideológicos y sociales unidos bajo la figura de
Perón -provenientes, entre otros orígenes, del cato-
redoblar la lucha política.
iEra realmente ese el caso? La acusación sobre que licismo, el conservadurismo, el socialismo, el radi-
el peronismo era, en esencia, totalitarismo requiere calismo y el nacionalismo-, y las tensiones entre
los nuevos miembros del peronismo se reflejaron
en muchos de los debates en el Congreso, como el
59 "Funcionó la máquina", .. .Antinazi, 7 de marzo de 1946, p. 2. de la educación religiosa. Además, las instituciones
60 Silvano Santander, "Dura lección de los hechos", .. .Antinazi, 7 de marzo de republicanas y democráticas se mantuvieron a lo
1946, p. 7.

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largo del período 1946-1955 y el gobierno las respetó, nes que muestran al peronismo con mayor fluidez.
al menos en teoría; el Congreso y el Poder Judicial Muchas de las mejoras obtenidas por los trabajado-
funcionaron y las elecciones se celebraban normal- res fueron el resultado de la presión de ellos mismos
mente. En cuanto a su legitimidad, desde su arribo al a través de sus organizaciones y no de la decisión
poder el peronismo consolidó y amplió su base elec- de un Estado despótico que buscaba comprar sus
toral en sucesivas elecciones. En 1947, el Congreso voluntades. 62 Esta línea de interpretación, enraizada
aprobó el sufragio femenino, que contribuyó a acre- en la historia social, ha sido continuada por los nue-
centar de manera significativa el electorado, hecho vos estudios del peronismo desde la historia cultu-
que es presentado, sin mayores cuestionamientos, ral, que revelan que el gobierno no solo derivaba su
como uno de los ejemplos de ampliación de la ciu- legitimidad de las elecciones o de la propaganda y
dadanía promovidos por el peronismo. campañas oficiales sino también, y fundamental-
En 1949, la reforma de la Constitución Nacional mente, de su habilidad para conectar instituciones,
estableció la elección directa de presidente, vice- discursos, prácticas e ideas preexistentes dentro de
presidente y senadores nacionales. El apoyo elec- nuevos marcos de referencia. 63
I'
toral, que se estabilizaría en alrededor del 60 por Similares observaciones podrían hacerse acerca 1

ciento a escala nacional, era también el resultado de la crítica opositora sobre que la presencia de i
de las políticas laborales y sociales del peronismo nacionalistas y revisionistas en sus filas, junto a una
que, entre otras cosas, contribuyeron a expandir de retórica que enfatizaba el inicio de una nueva era
manera significativa el consumo popular y un sen- para la Argentina, eran una prueba más de la orien-
tido de pertenencia que, por otra parte, estaba lejos tación autoritaria del gobierno, lo cual sería adi-
de significar obediencia y sometimiento ciego. 61 cionalmente demostrado, desde esa perspectiva,
De hecho, la imagen de un movimiento totalmente por las buenas relaciones entre Franco y Perón. Sin
vertical, sometido al capricho, voluntad y poder de embargo, nuevamente un análisis más detallado
Perón, ha sido también corregida por investigacio-
62 Este aspecto fue destacado por Daniel James en Resistencia ... , op. cit., y Louise
Doyon, "La formación del sindicalismo peronista", en Juan Carlos Torre (ed .),
Nueva historia argentina, tomo 8, Los años peronistas ( 1943-1955), Buenos
61 El tema del peronismo y el consumo popular se puede consultar en los recientes, Aires, Sudamericana, 2002, pp. 357-403.
y excelentes, trabajos de Natalia Milanesio, Workers Go Shopping in Argent~na.
63 Por ejemplo, ver los trabajos incluidos en Matthew Karush y Osear Chamosa
The Rise of Popular Consumer Culture, Albuquerque, University of New Mex1co,
(eds.), The New Cultural History of Peronism: Power and ldentity in Mid-Twen-
2013, y Eduardo Elena, Dignifying Argentina. Peronismo, Citizenship, and Mass
tieth-Century Argentina, Durham, Duke University, 2010.
Consumption, Pittsburgh, University of Pittsburgh, 2011.

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de la evidencia desmiente esta afirmación. Perón


una aguda tendencia a considerar como enemigos a
nunca se interesó en adoptar una versión de la histo-
quienes se le oponían. 64
ria nacional alternativa a la heredada de la tradición
La tensión entre los elementos inclusivos y exclu-
liberal entroncada con el revisionismo histórico o el
yentes derivada de esta concepción se puede apre-
hispanismo. Antes bien, el peronismo se presentaba
ciar con una mirada más detallada sobre el tema del
como la culminación de la construcción de la Nación
sufragio. Si bien, como se ha señalado, el peronismo
iniciada por los próceres liberales desde la Revolu -
estaba indudablemente asociado con la expansión
ción de Mayo, lo que se reflejaba en los nombres que
de la ciudadanía a través de medidas tales como el
se adoptaron para las líneas ferroviarias -Sarmiento,
sufragio femenino, es necesario considerar el tema
Mitre y Roca- cuando fueron nacionalizadas. Es más,
en su dimensión más amplia, prestando atención a
si bien algunos grupos nacionalistas se acercaron al
otras prácticas y medidas en dirección opuesta, que
peronismo, muchos otros se alejarían de él a lo largo
tendían a la centralización del poder, la búsqueda
de esos años.
de la unanimidad política y la reducción de espacios
Dados estos elementos, podría pensarse que las
disponibles para la oposición. 65 En esa dirección, por
críticas antiperonistas
,, constituían solamente la
ejemplo, en 1951 otra reforma cambió el sistema de
invención de seétores políticos, sociales e intelec-
mayoría y minoría por el de circunscripción unino-
tuales que se vieron desplazados o marginados por
minal, lo que junto al diseño arbitrario e intencio-
el nuevo movimiento. Sin embargo, dichas críti-
nal de los distritos electorales resultó en una caída
cas adquieren mayor sentido si se las considera en
importante de los representantes opositores en el
relación con los aspectos más autoritarios y antide-
Congreso. Así, mientras que las mayorías peronis-
mocráticos del peronismo en el poder. El análisis
tas se expandían en el Congreso, alrededor del 30
comienza, en este sentido, por Perón mismo.
por ciento del electorado que sistemáticamente no
Sin tener una ideología fija, Perón expresaría a
lo largo de estos años una serie de ideas que indi-
caban una visión antidemocrática de la política, 64 Estos aspectos han sido señalados por Mariano Plotkin en Mañana es San Perón:
propaganda, rituales políticos y educación en el régimen peronista, Buenos Ai-
basada en su formación militar, su admiración por res, Ariel, 1994. Sobre las relaciones entre peronismo y fascismo, ver Federico
Finchelstein, La Argentina fascista. Los orígenes ideológicos de la dictadura,
la organización y otras características de los regíme- Buenos Aires, Sudamericana, 2008.

nes fascistas europeos, una concepción del Estado 65 Así lo ha señalado Luciano de Privitellio en "Las elecciones entre dos reformas:
1900-1955", en Hilda Sábato, Marcela Ternavasio, Luciano de Privitellio y Ana
en la que este ocupaba todos los espacios sociales y Virginia Persello, Historia de las elecciones en la Argentina, 1805-2011, Buenos
Aires, El Ateneo, 2011 , pp. 135-233.

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pública y las universidades. A medida que el gobierno
votaba por el peronismo veía que esa cifra no se tra-
nacional y Perón estrechaban la identificación entre
ducía en una representación legislativa proporcio-
Nación, Estado y Partido unidos bajo un líder, los
nal; por el contrario, el número de diputados oposi-
opositores no solo eran considerados "contreras"
tores se redujo a lo largo del período, en tanto que
que no veían los progresos que realizaba el país, sino
el peronismo mantuvo su mayoría absoluta en la
que pasaban a ser vistos como verdaderos enemigos
Cámara de Senadores.
En general, se puede afirmar que la tendencia de la patria.
Cabe mencionar que este proceso de centraliza-
hacia la centralización del poder y a los aspectos más
ción política no solo afectaba a quienes desde los pri-
cuestionados del peronismo se fue profundizando a
meros momentos se habían manifestado en contra
lo largo del período 1946-1955, agudizándose en la
de Perón sino que se reflejaba también hacia adentro
segunda presidencia. Es cierto que ya había señales
de las filas oficialistas. La orden de Perón de disolver
desde los primeros años, como fue el caso en 1946
del juicio político a la Corte Suprema de Justicia y el los partidos que lo habían apoyado en su elección de
rechazo de los diplomas de los senadores correnti- 1946, la UCR-Junta Renovadora y el Partido Laborista,
para formar un partido único no fue resistida por
nos de la oposición elegidos en las elecciones gene-
rales que habían consagrado a Perón, lo que dejó al el primero pero sí .p or los dirigentes sindicales que
Senado con unanimidad oficialista. De todos modos, habían formado el segundo. Los líderes sindicales
buscaban mantener su autonomía, pero finalmente
el proceso fue gradual si bien inexorable.
El culto a la personalidad centrado en Perón y el Partido Laborista fue disuelto a mediados de junio
de 1946, cuando el nuevo partido fue organizado. 66 El
Evita, simbolizado en el slogan "Perón cumple, Evita
proceso continuó luego en la Confederación General
dignifica'; se fue consolidando al mismo tiempo que
del Trabajo (CGT), donde los intentos de mantener
el Estado creaba una enorme maquinaria de pro-
una posición de apoyo pero crítica e independiente
paganda, que. incluía la adquisición de medios y el
fueron también vanos. Luis Gay, el secretario gene-
cierre de aquellos que eran críticos al gobierno. Muy
ral de la CGT, fue objeto de una campaña artera por
frecuentemente los opositores a Perón, o simple-
mente las personas que no estaban de acuerdo .con
el gobierno, sufrieron la persecución y el encarce-
66 Sobre la historia del Partido Laborista, se puede consultar el reciente trabajo
lamiento, hecho que estuvieron acompañados de de 2·antiago Senén González, Laborísmo. El partído de los trabajadores, Buenos
Aires, Capita l 1ntelectual, 2014.
despidos o renuncias forzadas en la administración

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-.
más obsecuentes y de menor capacidad, lo que llevó,
parte de la prensa oficial que lo obligó a renunciar en en 1951, a que un peronista fiel pero crítico como
enero de 1947, y Cipriano Reyes, uno de los organiza- Arturo Jauretche se alejara temporariamente del
dores y líderes del Partido Laborista, fue acusado fal- movimiento al que había dado su apoyo.
samente en 1948 de complotar contra el gobierno y Esta somera descripción no solo echa luz sobre
encarcelado hasta la caída de Perón. A partir de estos las ambigüedades y contradicciones de un fenó-
desarrollos, la CGT, principalmente en manos de meno tan complejo como fue el peronismo, sino
dirigentes que no tenían los antecedentes gremiales que permite poner en perspectiva las trayectorias
de los desplazados, se convirtió en uno de los pilares de los distintos grupos que se le opusieron y enten-
del gobierno y fundamentalmente en el transmisor der los argumentos que utilizaron en sus críticas. El
de sus iniciativas en el mundo obrero. La centraliza- peronismo transformó así radicalmente el campo
ción de la CGT y el control del Estado estaban tam- de juego para los partidos políticos opositores, que
bién garantizados por el marco legal del movimiento ahora tenían que transitar una realidad nueva desde
sindical, establecido por un decreto de 1945 e inspi- una posición de debilidad, ya que todos ellos fueron
rado en la Carta del I;,p.voro mussoliniana, que, entre afectados por la pérdida de dirigentes y miembros
otras disposiciones, le otorgaba al Estado la facul- que se pasaron al naciente movimiento. Frente a la
67
tad de conceder la personería gremial. Fue en la consolidación del gobierno y sus mayorías, todos los
segunda presidencia de Perón, inaugurada en 1952, partidos políticos tuvieron que definir su posición
después de la muerte de Evita, cuando la centraliza- dentro del sistema político, lo que generaba a su vez
ción política y el intento de controlar todos los secto- tensiones y debates internos.
res dentro del proyecto de la comunidad organizada Con la Unión Democrática disuelta, el dilema se
imaginada alcanzó su intento más manifiesto. A esta presentaba con particular urgencia para el socia-
altura, Perón prescindió de figuras de mayor peso, lismo y el radicalismo. Para el socialismo, la elección
trayectoria y capacidad que lo habían acompañado de 1946 fue especialmente devastadora, ya que el
durante su primera administración, como el can- partido había sido particularmente afectado por el
ciller Juan Atilio Bramuglia y el gobernador bonae- trasvase hacia el peronismo de sus cuadros políticos
rense Domingo Mercante, y se rodeó de personajes y sindicales, y por primera vez en décadas quedó sin
representación en el Congreso Nacional. A lo largo
de 1946-1955, el partido so~tuvo la rígida interpre-
67 Ooyon, "La formación del sindicalismo peronista", op. cit., p. 370.

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tación del peronismo como un ejemplo de fascismo Unión Democrática, los demócrata progresistas, ya
criollo, y mantuvo un fuerte compromiso con la tra- definitivamente reducidos a un partido provincial de
dición liberal argentina; argumentaba que la cons- alcance limitado en Santa Fe. Al igual que los socia-
trucción del socialismo se inscribía necesariamente listas, antiguos líderes partidarios como Julio Noble
en ella y que la libertad política, definida en oposi- y Horado Thedy frecuentarían los circuitos antipe-
ción al peronismo, era fundamental tanto para la ronistas, lo que sentó las bases para que tanto socia-
acción sindical y política como para la construcción listas como demócrata progresistas confarmaran el
de la Nación. núcleo más duro del antiperonismo inmediatamente
Contribuía a esta interpretación el rol dominante después de la caída de Perón.
durante esos años de Américo Ghioldi en el partido, Para el radicalismo, la situación era más compleja,
quien había tenido un papel protagónico en el frente ya que la profundización de los conflictos entre las
antifascista y antiperonista anterior a 1946 y había con- distintas facciones internas se complementaba con
tribuido a acuñar la antinomia antiperonismo/ civili- su realidad como principal partido de oposición al
zación-peronismo/barbarie. Por ejemplo, en su texto, peronismo. La derrota en las elecciones de febrero
Libros y alpargatas en la historia argentina (1946), de 1946 contribuyó a socavar las posiciones de los
recopiló textos de conferencias cuya línea argumental sectores unionistas que habían hecho de la Unión
consistía en trazar los orígenes de dicha dicotomía en Democrática y las alianzas extrapartidarias sus ban-
el siglo XIX argentino. Esta línea interpretativa dura deras, frente a los sectores que desde la intransigen-
se consolidó con la marginación de cualquier intento cia, e invocando la tradición yrigoyenista, cuestio-
de cambiarla por versiones más conciliadoras con la naban dicha estrategia y reclamaban una postura
nueva realidad, como la propuesta por Julio V. Gonzá- de renovación de los cuadros partidarios. Si bien
lez en 1950, y con la expulsión de uno de los dirigen- los intransigentes consiguieron tener una mayor
tes históricos del partido, Enrique Dickmann, por sus influencia y control del aparato partidario después
negociaciones con Perón en 1953. de 1946, el conflicto entre ellos y los unionistas no
Estos factores explican el hecho de que intelectua- solo se mantuvo sino que se vio complicado por divi-
les y políticos socialistas como Ghioldi y Juan Anto- siones que aparecieron entre distintos sectores de la
nio Solari participaran activamente en los distintos intransigencia. Estaban, por un lado, quienes tenían
círculos antiperonistas durante esos años. Lo mismo una posición más cercana a los unionistas, que criti-
sucedería con los otros socios minoritarios de la caban al peronismo por las restricciones a las liber-

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..
tades políticas y defendían una política de intransi- de varios diputados radicales. Así, entre 1948 y 1951,
gencia que incluía la abstención electoral, y por otro, Ernesto Sammartino, Agustín Rodríguez Araya y Atilio
aquellos intransigentes que si bien mantenían sus Cattáneo fueron expulsados -tras lo cual se exiliaron
críticas al gobierno y a Perón, se inclinaban por usar en Montevideo-, Mauricio Yadarola fue suspendido y
todos los espacios disponibles a través de las elec- Ricardo Balbín privado de sus fueros parlamentarios,
ciones y el Congreso en la lucha contra el gobierno juzgado por desacato y encarcelado.
nacional. Más allá de estas divisiones, lo cierto es La situación no era menos complicada para los
que el radicalismo era el principal partido opositor, partidos de las puntas del arco político. El Partido
con representación en el Congreso, y líderes como Demócrata Nacional, la coalición de partidos con-
Ricardo Balbín y Arturo Frondizi se destacaron en los servadores que habían dominado el escenario polí-
debates en ese ámbito. tico nacional hasta 1943, no se recuperó de la crisis
El principal problema que ·se les presentaba a que había derivado en el golpe de ese año. Margina-
los radicales en particular, y a la oposición de cen- dos de la Unión Democrática, y envueltos en duras
troizquierda en general, era cómo diferenciarse del luchas con sus tradicionales adversarios radicales en
gobierno al tiempof}e rescatar las banderas de refor- muchos distritos, las elecciones de 1946 consolida-
mas económicas y sociales que el mismo gobierno ron su declive como fuerza política nacional, ahora
estaba implementando. La crítica sobre la falta de limitada a las distintas fuerzas provinciales que lo
libertades políticas, en este sentido, se articulaba con constituían y con el diputado nacional Reynaldo Pas-
la defensa de reformas económicas y sociales que el tor como su figura más reconocida.
partido había defendido desde décadas antes, pero Por su parte, los comunistas, que se habían sumado
resultaba muy difícil competir con el peronismo en a la Unión Democrática y habían sido ardientes
el poder desde esas posiciones. defensores de la identificación del peronismo con el
Al tiempo que lidiaba con esos dilemas, el radica- totalitarismo, adoptaron una posición distinta a la de
lismo se veía especialmente complicado por las diver- los socialistas. A diferencia de estos, los comunistas
sas medidas electorales ya mencionadas, que reduje- mantuvieron una postura más zigzagueante, y luego
ron su representación en el Congreso. En particular, de las elecciones abandonaron temporariamente
tuvo que enfrentar la acción de la mayoría oficialista la identificación del peronismo con el fascismo. El
en el Congreso Nacional para asegurar su control del objetivo era intentar reconstruir sus bases políticas
debate parlamentario y que derivó en la exclusión Ysindicales en la clase obrera, con una estrategia de

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apoyar las políticas que se consideraran positivas servadores, demócrata progresistas y católicos libe-
para el pueblo y de criticar aquellas que se estima- rales, quienes denunciaban las políticas guberna-
ran como negativas. Esta política los separó de los mentales como esencialmente totalitarias desde una
socialistas, quienes los acusarían de colaboracio- posición de reivindicación de las libertades públicas
nismo con el peronismo, reeditando así las antiguas Yprivadas consagradas por la Constitución de 1853.
divisiones que los separaban desde décadas antes y Sin embargo, esta etapa fue corta, ya que estuvo afec-
que habían sido temporariamente cerradas durante tada por la política de restricción y suba de precios
los períodos de los frentes antifascista y antiperonis- del papel prensa y por la eliminación paulatina de la
tas. Con todo, el partido tuvo una actitud cambiante prensa opositora al régimen.
frente al peronismo a lo largo de 1946-1955, marcada En 1947, la policía allanó sus oficinas y encarceló
por conflictos internos y entre sus dirigentes, cuyo a su editor, el socialista Guillermo Korn. Dirigida por
denominador común fue el fracaso en su intento de los diputados nacionales Silvano Santander (radi-
recomponer su presencia entre los trabajadores y un cal) y Reynaldo Pastor (demócrata nacional), fue
lugar efectivo en el nuevo mundo político. mudada a una imprenta de La Plata que también fue
Más allá, - de los partidos políticos, los otros gru-
. clausurada por el gobierno; su publicación finalizó
pos intelectuales y culturales provenientes del anti- en octubre de 1947, si bien en 1948-1949 se impri-
fascismo que habían confluido en el antiperonismo mieron en Montevideo algunos números que fueron
y la Unión Demócrática hacia 1946 mantendrían introducidos clandestinamente a la Argentina.
su firme oposición al gobierno nacional, al tiempo La experiencia de Argentina Libre fue parte de
que se ajustaban a la nueva situación. .El avance la consolidación del control de la prensa por parte
de la censura gubernamental y las restricciones del gobierno de Perón, que llevó también a la clau~
impuestas a los grupos opositores se harían sentir sura del periódico oficial socialista La Vanguardia
entre ellos. Por ejemplo, ...Antinazi, que recobraría en 1947. La censura sería fundamentalmente imple-
su título original de Argentina Libre a mediados de mentada por la comisión parlamentaria bicameral
1946, experimentó de manera directa el peso de la Visca-Decker, cuya actividad derivó en el cierre de
autoridad del gobierno. Después de las elecciones numerosos periódicos a lo largo y ancho del terri-
de febrero de 1946, esta publicación continuó ofre- torio nacional, incluyendo al comunista La Hora y
ciendo sus páginas a la oposición representada por publicaciones radicales y de otros partidos. El caso
intelectuales y políticos radicales, socialistas, con- que alcanzó mayor difusión fue el de La Prensa, que

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mantuvo su crítica acerba al gobierno peronista SADE, que habían participado ardientemente de la
basada en su liberalismo decimonónico; aprove- movilización contra Perón en 1944-1946, se replega-
chando un conflicto gremial, el gobierno finalmente ron hacia actividades más culturales y evitaron hacer
expropió el diario en 1951 y lo cedió a la CGT, con lo pronunciamientos políticos directos que les atraje-
que pasó a formar parte del aparato estatal. ran la ira del Estado. No por eso dejaron de expresar
Los distintos grupos intelectuales y culturales su oposición al peronismo, lo que hicieron a través
que habían transitado del antifascismo al antipe- de una estrategia de veladas referencias a la realidad
ronismo también tuvieron que reacomodarse al política del país en textos alusivos, actos, conmemo-
nuevo escenario. Dichos círculos incluían al esta- raciones y pronunciamientos.
blishment intelectual del país, entre quienes se con- Por ejemplo, Sur no dudó en publicar en 1950 un
taban Victoria Ocampo, Jorge Luis Borges, Ezequiel número especial acerca de los derechos humanos,
Martínez Estrada, Francisco Romero y Bernardo · cuyos artículos exaltaban su valor universal en la
Houssay, por mencionar solamente a algunos. Por ciencia, la educación y las artes, lo que era contras-
esa razón, y como ha sido destacado frecuente- tado implícitamente con la situación en la Argentina.
mente por diV.~rsos investigadores, la gran mayo- Otras colaboraciones en la revista durante esos años
ría de la intelectualidad argentina se definió por la destacaban la vigencia universal de los conceptos
oposición a Perón. Esto no significa que otros inte- de libertad y democracia y criticaban dictaduras y
lectuales no se alinearan con el peronismo, como nacionalismos, en lo que eran implícitas críticas al
fue el caso de Manuel Gálvez, Leopoldo Marechal peronismo en el poder.
y el grupo de católicos, nacionalistas y revisionis- Por su parte, el CLES organizó actos y cursos
tas que se habían pronunciado por el nuevo movi- dedicados a los próceres liberales del país -Mariano
miento. Sin embargo, y teniendo en cuenta el pres- Moreno, Esteban Echeverría, Domingo Sarmiento,
tigio y capital intelectual tanto en el país como en el Juan B. Alberdi- donde se resaltaban sus ideales de
extranjero, no hay lugar a dudas de que los nombres libertad y democracia. En ocasión de la elección de
más reconocidos se ubicaron firmemente en el anti- la Comisión Directiva de la SADE de 1948, la revista
peronismo. Estas figuras enfrentarían una situación del CLES, Cursos y Conferencias, publicó una decla-
compleja y ambigua. ración reafirmando la necesidad de "un ambiente
En primer lugar, frente a la posibilidad real de la de libertad" para la creatividad de los escritores por-
censura y la represión, la revista Sur, el CLES y la que sin él, "la voz se convierte en un eco uniforme.

Jorge A. Nállim 1 191


190 1 Las raíces del antiperonismo
La literatura en propaganda': 6 ª Además, durante los Realidad (1947-1949), Liberalis (1949-1961) e !mago
años peronistas, la SADE transformó su Gran Premio Mundi (1953-1955), y la Asociación Cultural por la
de Honor en un acto de resistencia al concederlo Defensa y Superación de Mayo (ASCUA, 1953-1962).
sistemáticamente a escritores considerados demo- El resultado fue que la intelectualidad antipero-
cráticos y que estaban en el campo op<?sitor, como nista, que incluía también dirigentes y afiliados a
Eduardo Mallea, Ezequiel Martínez Estrada, Fran- partidos políticos opositores como el socialista Juan
cisco Romero y Alberto Gerchunoff. 69 Antonio Solari o el demócrata progresista Horacio
Esta estrategia, unida al hecho de que Perón no les Thedy, pudo mantener una serie de espacios que
asignaba a dichos intelectuales la misma atención -y permitían una verdadera red de sociabilidad basada
peligrosidad- que les otorgaba a otras manifestacio- en lazos institucionales, ideológicos y personales
nes opositoras en áreas como las Fuerzas Armadas establecidos desde décadas antes. Algunos ejemplos
o los sindicatos, les permitió a estos círculos conti- sirven para demostrar esta densa trama en la que
nuar sus actividades. La oposición de estos grupos anidaría un antiperonismo con matices pero no por
intelectuales se reforzó con la intensificación de la ello menos militante. Es el caso del filósofo Francisco
acción del régirrlen, en muchos casos de carácter fac- Romero, de simpatía socialista y prestigio internacio-
cioso, en la educación y la administración públicas, nal, que renunció a sus cátedras en la universidad en
lo que derivó en despidos y renuncias de quienes no desacuerdo con la política del gobierno en esa casa
comulgaban con él. de estudios. Romero no solo había participado desde
Al mismo tiempo, muchos de ellos encontraron tiempo atrás en Sur y el CLES sino que también era el
posibilidades en el boom editorial de esos años, director de Realidad, publicaba en Liberalis e !mago
paradójicamente asociado a la expansión del mer- Mundi, y en 1951 recibió el Premio de Honor de la
cado de consumo vinculado a las políticas del pero- SADE. Su hermano, el historiador José Luis Romero,
nismo y que ahora proveía nuevas redes laborales y compartía esos espacios y agregaba su colaboración
de sociabilidad. Además, en los años peronistas sur- en .. .Antinazi/Argentina Libre y la SADE.
gieron otros emprendimientos culturales que agru- Jorge Luis Borges, por su parte, además de su reco-
paron a intelectuales opositores, como las revistas nocida actividad en Sur, también había participado
en Acción Argentina, fue elegido presidente de la
SADE en 1950 y tuvo actuación en el CLES y Realidad.
68 "Panorama cultural", Cursos y Conferencias, nº 195, 1948, p. 178.
El antiperonismo de Borges se abonó en estos años
69 Fiorucci, Intelectuales ... , op. cit., p. 76.

Jorge A. Nállim 1193


1921 Las raíces del antiperonismo
por el conocido episodio en el cual fue despedido de Buenos Aires, y mantenía solamente las de sus filia-
su puesto en la Biblioteca Miguel Cané para ser nom- les provinciales. Finalmente, cuando varias bom-
brado inspector de aves en el Abasto. Para ofrecer un bas explotaron durante una manifestación en Plaza
ejemplo más, el dirigente socialista Américo Ghioldi, de Mayo en abril de 1953, la violencia llevó luego a
uno de los más furiosos antiperonistas, no solo había los saqueos y destrucción del Jockey Club y de sedes
participado en Acción Argentina y ....Antinazi/Argen- partidarias del radicalismo, el socialismo y el partido
tina Libre sino también en el CLES. demócrata nacional. En las redadas que siguieron al
La existencia misma de estos espacios indica cla- evento, fueron arrestadas numerosas personalidades
ramente que la identificación del peronismo con el de la oposición política e intelectual; entre ellas Victo-
totalitarismo, enunciada por políticos e intelectuales ria Ocampo y otros que transitaban por ASCUA, Sur,
desde esos espacios, es a todas luces exagerada. Al Realidad, Liberalis y demás espacios antiperonistas.
mismo tiempo, es cierto que las actividades de estos
grupos y personas se vieron decididamente afecta- REPRESENTACIONES: LA "NOVA LEX PERÓNICA~
,,
das por la represión y la censura en casos puntuales ARTE DESHUMANIZADO Y DICTADORES HISTERICOS
y a medida qu~ ;el gobierno nacional endurecía su
posición hacia los opositores, especialmente a partir Si bien hubo matices y diferencias entre los grupos
de 1950. Por ejemplo, la SADE recibió en agosto de opositores, se pueden identificar una serie de ideas
1951 la orden de cancelar la elección de su comisión que, construidas desde los años anteriores, consti-
directiva por razones de seguridad, lo que motivó la tuyeron aspectos centrales de su percepción sobre
suspensión de sus actividades públicas por más de el peronismo. El punto de partida, como se ha esta-
un año. El levantamiento militar encabezado por el blecido, fue la caracterización permanente del pero-
general Benjamín Menéndez a fines 1951 llevó a la nismo como totalitarismo, lo que se veía como el
cárcel a importantes figuras de la oposición política cumplimiento de la profecía que habían expresado
e intelectual, con participación real o supuesta en el antes de las elecciones de 1946. A partir de ahí se pro-
alzamiento, incluyendo, por ejemplo, a los socialis- fundizó la oposición entre el peronismo y el antipero-
tas Ghioldi y Solari y el radical Arturo Frondizi, que nismo, basada en una serie de dicotomías que tenían
tenían participación en el CLES. En septiembre de su antecedente en la formación de la Nación. Así, el
1952, el CLES anunció que la Policía Federal le orde- peronismo era asociado a las dictaduras y los fascis-
naba suspender sus actividades en la sucursal de mos, con raíces históricas locales en el régimen de

194 1 Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nál 1im 1 195


Juan Manuel de Rosas y los caudillos decimonónicos, res iban más allá al sostener que era otro paso en la
y contrapuesto al ideario vinculado a la democra- construcción del sistema totalitario, a lo que Arturo
cia y la libertad e identificado con la Revolución de Reynal O'Connor agregaba que era el producto de la
Mayo, los próceres liberales del siglo XIX y la Consti- "depravación mental" de Perón y "sus epígonos'~ 7 1
tución de 1853. ·Surgía entonces la interpretación de Las caricaturas del socialista José Ginzo, publica-
la línea Mayo-Caseros, que tendría vigencia en los das bajo el seudónimo de Tristán en Argentina Libre,
debates políticos y culturales de los años siguientes. hacen referencia a estos temas. Una de ellas mues-
Como afirmaba el escritor Carlos Erro, presidente tra cómo Perón educa a los miembros de la Corte
de ASCUA y activo participante en los circuitos cul- en el "nuevo idioma" de la justicia que él deseaba,
turales antiperonistas, la tradición de Mayo era "un basada en los principios totalitarios y bajo la idea
legado revolucionario y progresista" que no era "una principal de que "el líder siempre tiene la razón"; el
de las tantas ideologías" sino la esencia misma de dibujo también presenta referencias a su totalita-
la nacionalidad. 70 No es casualidad que los centena- rismo y autoritarismo, como las esvásticas, el cepo,
rios y aniversarios del levantamiento de Justo José el garrote, la espada, la bota sobre la ley, y a la igno-
de Urquiza contr~ Rosas (1951), la batalla de Caseros rancia de sus seguidores en la alpargata y el cabeza
(1952) y la Constitución nacional (1853), entre otros, hueca, graficado por un mate vacío, representación
fueran celebrados con particular énfasis por los opo- característica de Tristán del "autómata" peronista
sitores en su lucha contra el nuevo movimiento. (Figura 5). 72 Otra caricatura alude directamente a la
La visión del peronismo como totalitarismo se decapitación de la justicia sobre un tronco nazi, bajo
explicitó con fuerza frente a los avances del gobierno argumentos fútiles ("bla ... , bla... bla..."), rodeado de
por controlar el espacio político y social del país. Por peronistas representados como mates vacíos que
ejemplo, cuando el Congreso, en 1946, dominado por centran su mirada en la ejecución mientras Perón,
el peronismo, impulsó el juicio político de la Corte con "santa inocencia'; se entretiene con los trenes y
Suprema que determinó la consiguiente destitución teléfonos nacionalizados (Figura 6). 73
de sus miembros. Además de notar acertadamente la
intencionalidad política de la maniobra, los oposito-
71 Arturo Reynal O'Connor, "El atropello inicuo", Argentina Libre, 26 de septiembre
de 1946, p. 4.
72 Argentina Libre, 29 de agosto de 1946.
70 Carlos Erro, "Por qué nos basamos en Mayo", Boletín de ASCUA, nº 2, septiem-
73 Argentina Libre, 26 de septiembre de 1946, p. 1.
bre de 1953, p. 3.

Jorge A. Nállim 1197


196 1 Las raíces del antiperonismo
Figura 5. El nuevo "idioma" revolucionario para la justicia. Figura 6. Santa Inocencia.

Todavía más fuerte fueron las críticas a la reforma llos supuestos avances debían interpretarse como
de la Constitución Nacional de 1949. Más allá de que parte del plan político general del gobierno. Ernesto
muchos de los cambios d~ la nueva carta incorpora- Sammartino, el diputado radical que sufrió la expul-
ban derechos sociales y económicos que radicales y sión del Congreso por su alusión al peronismo como
socialistas podrían haber aceptado en virtud de sus "aluvión zoológico'; exhortaba a su partido desde las
programas y trayectorias, las críticas se centraron en páginas de Argentina Libre a no legitimar la Asam-
que el objetivo principal de la reforma era permitir blea Constituyente que cambiaría la Constitución
la reelección de Perón y que, por tal motivo, aque- Nacional por "la constitución del Tercer Reich'; mien-

Jorge A. Nállim 1 199


198 1 Las raíces del antiperon ismo
Figura 7. Plan quinquenal a la perónica.

Figura 8 . "Nuevo estilo" universitario.

tras que Ghioldi declaraba que el nuevo texto era la


hado por el Congreso en 1946. Estas implicaban, por
culminación de "la revolución totalitaria del GOU''. 74
un lado, la expansión y democratización de la educa-
Similares críticas se dirigieron a las disposiciones
ción pública, pero también incluían restricciones a la
sobre la educación pública del Plan Quinquenal apro-
autonomía universitaria y a las actividades políticas
en las universidades públicas, y la reducción de la par-
74 "Sammartino se dirige a sus correligionarios. No hay que reconocer y legitimar ticipación estudiantil en el gobierno universitario. L,a
la convocatoria a Constituyente", Argentina Libre, 7 de octubre de 1948, p. 1;
Américo Ghioldi, "Con la reforma de la Constitución del 53 ya culmina la revo- reacción antiperonista se puede apreciar en los arti-
lución totalitaria del G.O.U.", Argentina Libre, 18 de diciembre de 1948, p. 2.
culas del socialista Ghioldi, el demócrata progresista

200 1Las raíces del antiperonismo


Jorge A. Nállim 1201
dictadura, cuyo resultado es un individuo militari-
zado y obediente al peronismo (Figura 7), 75 y otra del
mismo autor alude al disciplinamiento y obediencia
impuestas a las universidades nacionales, bajo el
signo del clericalismo antiliberal, tras la abrogación
de la autonomía universitaria (Figura 8). 76 El ilustra-
dor Reco, por su parte, contrapone una imagen idea-
lizada de la escuela primaria tradicional con la que
sería el producto de las reformas del Plan Quinque-
nal, caracterizada por la militarización y la obedien-
Figura 9. "Lo que veían y lo que verán" (Dibujos que se olvidaron de incluir
en el folleto oficial).
cia totalitarias (Figura 9). 11
Las referencias al clericalismo tienen que ver
Juan J. Díaz Arana, el radical Nerio Rojas y el secretario también con la posición de los opositores frente al
del CLES, Luis Reissig, publicados en Argentina Libre tema de la educación religiosa. Como parte de la
entre noviembre de 1946 y enero de 1947. Todos ellos estrategia de consolidar el apoyo de la Iglesia cató-
coincidieron en vincular el plan a los totalitarismos lica, el gobierno nacional buscó transformar en ley
extranjeros y al rosismo vernáculo, enfatizando sobre el decreto de educación religiosa obligatoria en las
los daños que sufriría la autonomía universitaria y los escuelas públicas promulgado por el gobierno mili-
confesos objetivos políticos totalitarios del gobierno. tar, en diciembre de 1943. El Congreso debatió la
También señalaban que la expansión de la educación propuesta y finalmente, tras intensos debates, le dio
pública era en realidad una suerte de reclutamiento sanción en 1947. En este tema, la oposición recu-
militar temprano que colocaba a los niños bajo el rrió a sus antecedentes históricos en defensa de la
control totalitario del Estado. tradición secular argentina y sus críticas a los secto-
Nuevamente, las caricaturas de Argentina Libre res católicos nacionalistas antiliberales, esgrimidos
hacen énfasis en estos aspectos. Una de Tristán pre- desde la década de 1930, que habían sido dirigidas
senta al Plan Quinquenal "a la perónica" como el
producto de la mezcla, en el plato del comunismo,
75 Argentina Libre, 24 de octubre de 1946, p. l.
de ideologías totalitarias (fascismo, franquismo, cle- 76 Argentina Libre, 14 de noviembre de 1946, p. 1.
ricalismo, nazismo) "cocinadas" en el horno de la 77 Argentina Libre, 16 de enero de 194 7, p. l.

202 1 Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nállim 1203


hacia el régimen militar y hacia Perón en 1943-1946 de Perón fue el que propuso y logró la aprobación
por el apoyo que habían recibido de la Iglesia. de la ley, el debate parlamentario reveló agudas dife-
Ahora bien, un análisis más detallado de algunos rencias en las filas oficialistas. Esto se debía a que en
de estos temas pone nuevamente en evidencia que ellas confluían legisladores que venían, por ejemplo,
las acusaciones de totalitarismo forzaban una visión de una trayectoria socialista, defensora de la tradi-
dicotómica, escondiendo una realidad más c.o m- ción liberal laica, y otros provenían de las filas con-
pleja que incluye áreas de acuerdo entre gobierno servadoras, católicas y nacionalistas que veían con
y oposición así como divisiones internas. Es el caso buenos ojos el proyecto.
del sufragio femenino, que ya tenía una larga historia En las filas de la oposición, también se podían
en el debate político argentino y sobre el cual había apreciar divisiones, aunque la mayoría suscribió a
un consenso general sobre su aprobación. Inclusive, la idea de que la ley de educación religiosa era un
cuando en 1945 el régimen militar hizo conocer la aspecto más de un régimen antiliberal y reaccionario
posibilidad de implantar el sufragio femenino por similar al de Franco en España; una visión compren-
decreto, el rechazo a la iniciativa no era contra el sible, si bien sesgada, sobre la relación de la Iglesia
sufragio femenino en sí mismo. argentina con el régimen, como se verá más adelante.
El argumento de la oposición se relacionaba con Al mismo tiempo, los católicos demócratas y libera-
que un tema tan importante no podía ser imple- les agrupados en Orden Cristiano, que participaban
mentado por decreto y por un régimen militar sino de los círculos antifascistas y antiperonistas desde la
que debía ser tratado y aprobado por el Congreso. década anterior, no dudaron en apoyar la nueva ley
Esa también fue la opinión expresada por el arco sobre la base de sus principios y convicciones católi-
de mujeres que iban desde el catolicismo hasta el cos, lo que los forzó a aclarar su posición frente a las
comunismo, que habían participado de la Junta de la críticas de sus colegas antiperonistas.
Victoria y que se reivindicaban como feministas. Es Por su ubicación social y profesional, asociada a
más, cuando el tema fue introducido en el Congreso circuitos culturales e intelectuales, los sectores oposi-
en 1947, radicales y peronistas no tuvieron desacuer- tores siguieron expresando su crítica a la democracia
dos fundamentales en el debate parlamentario. de masas peronistas a través de la descalificación de
Sobre. el tema de la educación religiosa también Perón y sus seguidores con descripciones que ponían
se pueden percibir ambigüedades y tensiones que énfasis en su falta de cultura letrada y su vulgaridad.
cruzaban las líneas partidarias. Si bien el gobierno El argumento implícito era que existía una verda-

204 1 Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nállim 1205


p

dera cultura occidental, basada en valores univer- del texto único del estado Fetiche [sic]'~ Para que no
sales de libertad y democracia, que era antitética al quedaran dudas, el texto contraponía las imágenes
peronismo. Esta es la clave para entender el carácter de las piezas de arte criticadas a la de una escultura
político implícito de muchos de los textos que apare- clásica de una figura femenina desnuda y con un
cieron en revistas como Sur, Realidad y Liberalis, que arco en su mano, que "no pertenece, ciertamente, al
contaban con la participación de los intelectuales tal arte peronista" sino que es "una muestra del arte
antiperonistas. Francisco Romero, el filósofo socia- viril de un pueblo que se recupera y lanza haciendo
lista director de Realidad, transmitió con claridad esta impacto todas sus flechas ideales hacia un futuro
idea al reclamar que era necesario acostumbrarse "a cierto. Pertenece a un escultor de la Francia libre': 79
pensar en términos de Occidentalidad'; ya que los Sur, desde .siempre interesada en crear la élite inte-
americanos eran parte de la cultura occidental, que lectual del país, podía suscribir sin mayores pro-
era intrínsecamente superior a cualquier otra. 7 ª blemas tanto las ideas de Romero como la crítica
De ahí se derivaría una visión negativa hacia cual- del arte peronista. Esta revista incluyó varios textos
quier expresión artística vinculada con el peronismo sobre cine, arte y literatura en los que se criticaba a
en tanto representativa de un nacionalismo cultural lo que se identificaba como nacionalismo cultural
estrecho. Por ejemplo, en octubre de 1946 Argentina en general y que era una forma más de crítica velada
Libre se mofaba de una escultura y un relieve colo- dirigida hacia el peronismo~ªº
cados a la entrada de la Exposición Aeronáutica de Estas percepciones sobre el arte y la cultura esta-
la Avenida 9 de Julio, presentándolos como ejemplos ban anclados en los prejuicios de clase y género de
de "la miseria anacrónica y plagiaria del arte pero- los sectores antiperonistas que habían aflorado con
nista': "esperpentos" e imitaciones del "arte deshu- fuerza en las visiones sobre el 17 de octubre, como
manizado y 'planificado' del fascismo italiano [... ]. se detalló en el capítulo anterior. Lejos de suavi-
El arte peronista no es nada más que un pastiche zarse, estos prejuicios se mantuvieron, como puede
anacrónico" pero que "expresa con siniestra fran- observarse en la notable caricatura con la que Tris-
queza [... ] el culto al 'robot' mecanizado, al hombre tán representaba en Argentina Libre el 17 de octu-
con cabeza de mate vacío, movido por los dictados

79 "Arte peronista", Argentina Libre, 3 de octubre de 1946, p. 6.


78 Francisco Romero, "Meditación del Occidente", Realidad, nº 6, noviembre-di-
ciembre de 1947, pp. 26-46. 80 Fiorucci, Intelectuales ... , pp. 125-142.

206 1Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nállim 1207


bre en su segundo aniversario (Figura 10).ª1 Así, el
"mástil conmemorativo del 17'; apoyado sobre las
figuras de Farrell y del autómata de cabeza vacía
que representaba a los seguidores de Perón, tenía
en su base la alpargata sostenida por una sirena,
en probable alusión a los cantos de sirena dirigidos
hacia las masas ignorantes. El mástil en sí mismo,
una maza con las caras multifacéticas de Perón en
distintos gestos que hacen referencia a su supuesto
oportunismo y charlatanería, sostiene como ban-
dera una camisa cuyas esvásticas aluden al carácter
totalitario de los descamisados y su líder. Elemen-
tos de cultura, clase y política confluyen así en esta
caracterización del peronismo.
En este período se profundizaron las representa-
ciones del peronismo a través de metáforas sexuales
y sexistas. Las interpretaciones sobre la victoria de
Perón en las elecciones de febrero de 1946 ya habían
Figura 1O. Másti 1 conmemorativo del 17.
recurrido a explicaciones de género basadas en este-
reotipos de neto corte machista y tradicional. En
Argentina Libre, por ejemplo, Álvaro Martínez atri- implicaba la "liberación de los instintos'; "un des-
buía el apoyo femenino a Perón a que "las mujeres ahogo sexual fácil de observar'~a 2
son hipnotizables con facilidad y es evidente que el Ahora bien, todos los prejuicios de clase y género
coronel Perón ha perturbado no pocos corazones'; se concentraron en la figura de Eva Perón. La amplia
mientras que Augusto Durelli, vinculado a Orden y siempre creciente bibliografía sobre Eva ha demos-
Cristiano, sostenía que se debía a que el peronismo

82 Álvaro Martínez, "El coronel y las damas", Argentina Libre, 14 de febrero de


1946, p. 2; Augusto Durelli, "Análisis de la derrota" , Argentina Libre, 11 de
81 Argentina Libre, 17 de octubre de 1947, p. 3. abril de 1946, p. 5.

208 1 Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nállim 1209


trado con amplitud la manera en que su figura fue bismo social desde los días de inicio de su carrera
objeto de la crítica furibunda, despiadada y visceral artística. De esta manera, Perón era el último de una
por parte de los antiperonistas. Las razones de este lista de hombres con los cuales esta Eva calculadora
encono son varias. Algunas tenían que ver con los y promiscua se había ligado para lograr sus objeti-
prejuicios sociales tradicionales de clase y género, vos; una versión que, como Joseph Page ha notado,
atizados por los orígenes plebeyos de Eva, su falta no solo es falsa sino que todavía encontraría repre-
de cultura letrada y su participación en el mundo sentación en la película Evita de la década de 1990,
del cine y la radio, que eran vinculados a una moral basada en el musical del mismo nombre de Anthony
/

dudosa. Y también estaban los aspectos que ten1an Lloyd WeberyTim Rice.ª3
que ver con su rol político específico, no solo como la El supuesto arribismo social y deseo de riqueza
esposa de Perón sino también por su actividad en la encontró su expresión en Argentina Libre, en diciem-
Fundación Eva Perón, su influencia en el gobierno y bre de 1946, a través de la reproducción de un artí-
el movimiento y su profunda conexión con las masas culo de una revista francesa que comentaba sobre
peronistas. En particular, el compromiso fanático de la "presidenta-vedette'; "linda" y "encantadora'; que
Eva con la causa peronista, su visión maniquea de "sabe llevar a las mil maravillas las pieles y alhajas':a4
leales y opositores al régimen y su lugar omnipre- Dos años más tarde, Argentina Libre también repro-
sente en la propaganda del gobierno le ganaron el dujo una publicidad de la época de actriz de radio-
odio implacable de los antiperonistas. teatro de Eva en la que aparecía vestida como futbo-
Los ataques contra Eva incluían distintos aspec- . lista, destacando que era "más grácil y amable" en
tos, que se pueden apreciar con claridad en los tex- 1941 que en 1948, cuando se dedicaba a "incitar a las
tos e imágenes publicados por Argentina Libre. En turbas a la violencia':as
gran parte de ellos se hacía hincapié en sus orígenes Un segundo aspecto de la crítica se centraba en el
de clases baja y la ostentación de pieles y joyas, que supuesto rol dominante que Eva tenía en el gobierno
caracterizaron a Eva en los primeros años luego de e incluso sobre Perón mismo, en la idea de que ella
la victoria de Perón, en 1946, y se contradecían con
el discurso populista sobre un gobierno y liderazgo
popular. Esta mirada se relacionaba con el hecho de 83 Joseph Page "l ntroduction", en Evi ta, In My Own Words, New York, The New
Press, 1996, pp. 1-46.
que para muchos opositores el ascenso político de 84 "Como nos ven en Pa rís", Argentina Libre, 5 de diciembre de 194 6, p. 2.
Eva tenía que ver con su supuesta vida ligera y arri- 85 " Lo que va de ayer a hoy", Argentina Libre, 7 de octubre de 1948.

Jorge A. Nállim 12 11
210 1 Las raíces del antiperonismo
era quien verdaderamente detentaba el poder; es representa como la "versión moderna" del flautista
decir, el estereotipo de la "mujer del látigo" que Julie de Hamelín, que al compás de la música de bom-
Taylorya había identificado al intentar elucidar quién bos y platillos conduce a Perón y a otros miembros
era en realidad Eva. En este sentido, Argentina Libre
86
del gobierno al abismo (Figura 11), mientras que 90

arteramente comentaba sobre "mujeres estériles que Tristán la muestra diferentes escenas alusivas: en
no solamente mandan a sus maridos sino que hasta un caso, con los atributos de una reina, incluyendo
le zurran la badana" y no dudaba en reflexionar,
87
joyas y pieles (Figura 12), 91 y en otro como la reina
desde una perspectiva homofóbica y pseudopsicoló- en el centro del "corso oficial" que incluye a perso-
gica, sobre el "aspecto femenino" de dictadores tales najes estereotipados del régimen peronista: traido-
como Hitler, lo que explicaba que "los homosexua- res, asesinos, obsecuentes e hipócritas, entre otros
les [... ] son histéricos y propensos, por lo mismo, a (Figura 13).92
la violencia y la crueldad [... ]. En la vida de todos los También se refiere este artista a la crítica de la
dictadores hay veces que iluminan el fondo turbio, oposición a la práctica de la distribución de bienes
enfermizo, sexual de su poderío. Son crisis que reve- por parte de Eva a través de su fundación, enten -
lan todo el lado femenino de su carácter':ss dida como despilfarro demagógico por los opo-
En otra ocasión, el semanario se refería a "los sitores, que se ve reflejada en la caricatura donde
ejemplares del bello sexo" que, compitiendo con el Eva aparece caracterizada como la diosa Fortuna,
hombre lo superan en vigor, energía, reciedumbre, distribuyendo regalos y rodeada por una especie de
tenacidad y arrojo. 89 Así, el cuadro delineado por esas ángeles de cabeza hueca con signos totalitarios. La
descripciones presentaba a Perón como un dictador referencia a Eva como la muerte, simbolizada por la
sexualmente disminuido, si no homosexual, y a Eva calavera, alude a la noticia publicada en esos días
con características masculinas dominantes. de fines de 1946, de que varias personas habían
Estas ideas se reflejaron nítidamente en el humor muerto o resultaron heridas durante un acto en
gráfico de Argentina Libre. El ilustrador Penike la

86 J. M. Taylor, Eva Perón. The Myths of a Woman, Chicago, University of Chicago, 1979.
87 Eusebio Gómez, "Gobernar es hablar", Argentina Libre, 27 de febrero de 1947, p. 1 90 Argentina Libre, 13 de febrero de 194 7, p. l.
88 "Bajo la presidencia de ambos sexos", Argentina Libre, 26 de junio de 1947, p. 6 . 91 Argentina Libre, 30 de enero de 194 7, p. 3 .
89 "Bajo la presidencia de ambos sexos", Argentina Libre, 17 de ju 1io de 194 7, p. 6. 92 Argentina Libre, 20 de febrero de 1947, p. 3.

212 Las raíces del antiperonismo


1 Jorge A. Nállim 1 213
.... ........._
en las filas antiperonistas, que se contraponía dia-
- metralmente con la veneración que había suscitado
en el pueblo peronista.

Los DILEMAS DE "LA PLANIFICACIÓN


DE LOS DESCAMISADOS"

Un tema adicional que formó parte de las críti-


cas opositoras fue el de la economía. De la misma
manera que los aspectos políticos del peronismo
en el poder reactualizaron la crítica antitotalitaria,
sus políticas económicas reanimaron el argumento
contra el totalitarismo económico, entendido como
,
la excesiva intervención del Estado en la economía,
que vulneraba derechos y garantías constituciona-
les y los sometía a los caprichos y arbitrariedades del
régimen y de su líder. Esta percepción se construyó
en oposición a las políticas económicas y sociales
del peronismo. Es indudable que Perón profundizó
Figura 11. Variante moderna de "El flautista de Hamelin".
el proceso de intervención estatal en la economía a
través del uso y expansión de instituciones y políticas
Tucumán en el que ella distribuía ropas y víveres creadas en los años anteriores, tales como el Banco
(Figura 14).93 Central, el control de cambios y la regulación de la
Las terribles pintadas en los muros de Buenos producción. Dicho proceso se plasmó en la activa
Aires luego de la muerte de Eva en julio de 1952, ' política de nacionalizaciones -como de los ferroca-
dando vivas al cáncer que había terminado con su rriles y empresas de servicios públicos como el gas y
vida, capturan el odio que su figura había generado los teléfonos- y en la regulación de la producción y
el comercio exterior a través del Instituto Argentino
para la Promoción del Intercambio (IAPI). La centra-
93 Argentína Líbre, 5 de diciembre de 1946, p. 3.

Jorge A. Nállim l 215

214 1 Las raíces del antiperonismo


. ~~oRQVERo
t~ Y'

Figura 13. Sin corso ofi cial. ..

Figura 12 . El Noy del Plan y los Soberanos.


, .. , . ,
mas positivos, en termmos de creacion de empleos
lización y planificación de la economía se mostró a y expansión del consumo y la industria nacional, y
través de la elaboración de los dos planes quinque- están aquellos que señalan que Perón desperdició
nales y con una activa política de industrialización, una oportunidad única para sentar las bases de un
basada en la sustitución de importaciones y alentada desarrollo económico genuino, que fue reempla-
por los buenos precios de las exportaciones agrope- zado por políticas sociales económicamente insos-
cuarias en los primeros años de Perón en el poder. tenibles, estrategias incoherentes y despilfarro de
La polémica sobre las políticas económicas del recursos. Como en las otras áreas, la realidad en este
peronismo surgió desde el mismo momento de su tema es más compleja y difícil de reducir a explica-
implementación, llega hasta nuestros días y cubre un ciones sencillas y esquemáticas. Para comenzar, los
amplio espectro. Hay quienes subrayan sus aspectos
Jorge A. Nállim 1217

216 1 Las raíces del anti peronismo


intensidad a partir del impacto de la Gran Depresión
de 1929 en la economía del país. ,
Lo novedoso del
peronismo fueron las políticas laborales y sociales
que acompañaron el avance del Estado en la econo-
mía, tales como los controles de arriendos y precios,
los aumentos de salarios y la defensa por parte del
Estado de los intereses de los trabajadores frente a
los empleadores. Estas medidas contribuyeron a
la expansión del mercado interno y fueron centra-
les en la notable redistribución de la riqueza expe-
rimentada por la sociedad argentina en el período
peronista. El significativo incremento de los salarios
reales, estimado en un 62 por ciento para el período
1946-1949, generó una enorme expansión del con-
sumo, especialmente en los sectores populares que
por primera vez podían tener acceso a bienes y servi-
cios que estaban antes fuera de su alcance. La cons-
trucción de nuevas escuelas, hospitales y, en gene-
ral, la extensión del estado de bienestar en diversas
áreas, subrayada por un discurso oficial de empo-
Figura 14. La Diosa Fortuna. deramiento y de adquisición de derechos, reforzaba
el mejoramiento de la situación económica y social
modelos de intervención del Estado y de industria-
de los trabajadores. Todos estos elementos, combi-
lización por sustitución de importaciones no eran
nados, fueron fundamentales para que el peronismo
invenciones originales del peronismo, en tanto otros
ganara un sólido apoyo popular desde esos años
países de América Latina y el mundo estaban desa-
hasta nuestros días.
rrollando similares ideas y políticas en el marco de la
Dentro de este somero bosquejo, es necesario
posguerra. Además, como se ha señalado, el proceso
recordar que la política económica del peronismo
de intervención estatal ya tenía precedentes en la
estuvo marcada por la heterodoxia y el dinamismo, es
historia argentina y venía avanzando con particular

Jorge A. Nállim 1219


218 1 Las raíces del antiperonismo
decir, fue cambiando y adaptándose a las circunstan- dimensión la posición compleja de los antiperonis-
cias históricas. Los años dorados del peronismo están tas sobre la temática económica. Si bien los argu-
asociados fundamentalmente con el período 1946- mentos variaban, en general estos hicieron una
1949, al que le siguió otro de crisis y contracción en crítica fundamentalmente política de la economía
1949-1952 -determinado por el deterioro de los pre- peronista. Es decir, unieron los rasgos más auto-
cios de las exportaciones argentinas- para luego expe- ritarios del peronismo a la crítica del estatismo, el
rimentar una mejora en 1952-1955. Las relaciones nacionalismo económico y a los objetivos y fines,
con el mundo obrero no fueron lineales y estuvieron reales o supuestos, detrás de las políticas económi-
marcadas por el avance del control del Estado sobre la cas y sociales implementadas por el gobierno nacio-
CGT y los conflictos gremiales, que se intensificaron nal. Al hacerlo, recurrieron a conceptos e imágenes
durante el período de crisis económica. De hecho, la que habían elaborado en el pasado, durante la cam-
crisis llevó a una reorientación de la agenda econó- paña antifascista, en contra de la economía dirigida
mica que, entre otras cosas, afectó las ideas y los prin- y la planificación estatal como vinculadas a modelos
cipios que habían sido defendidos como los pilares de autoritarios o totalitarios.
la política oficial. Tal fue el caso del nacionalismo eco- En farma paralela a los argumentos que desa-
nómico y la Tercera Posición, la idea de que la Argen- rrollaban en aspectos netamente políticos, una de
tina podía mantener una posición internacional inde- las maneras elegidas fue resaltar las ideas y políti-
pendiente en el contexto de la Guerra Fría. cas económicas de los próceres liberales del siglo
Así, el Segundo Plan Quinquenal, de 1952, fue XIX en defensa del liberalismo económico clásico
acompañado por una campaña de austeridad y un y de la libertad económica en general, en un con-
plan de ajuste, al tiempo que se intentaba un acerca- trapunto explícito con aquellas que estaban siendo
miento hacia los Estados Unidos y una mayor apertura implementadas por el gobierno nacional. Por ejem-
al capital extranjero, simbolizado por la negociación plo, en marzo de 1947, Argentina Libre no dudaba en
de un contrato con la Standard Oil para la explotación recordar y transcribir párrafos del escrito de Mariano
de yacimientos petroleros en el país, lo que derivó en Moreno, la Representación de los hacendados (1809),
duras discusiones y debates y críticas, tanto de anti- en contra del mercantilismo y los monopolios para
peronistas como dentro de las filas peronistas. criticar el proteccionismo estatal. En otro artículo el
Es necesario tener en cuenta este contexto y las semanario afirmaba que "la pujanza económica de
ambigüedades existentes para comprender en su nuestro país, así como el desarrollo alcanzado por

Jorge A. Nállim 1221


220 1 Las raíces del antiperonismo
sus instituciones políticas y sociales son obra del lizaciones. 96 En octubre de 1946, Argentina Libre
pasado liberal, mal que les pese a los reaccionarios': 94 no escatimaba críticas al "plan nazi-quinquenal" y
Así, la crítica a las políticas económicas y socia- argumentaba que el pasaje de "la economía liberal"
les del peronismo, a las que se percibía complemen- a "la economía dirigida" se ha había realizado "por
tarias de su proyecto totalitario, fue implacable y se grados, por etapas, por 'planes quinquenales' [... ]en
puede apreciar nuevamente con fuerza en las cola- los demás países totalitarios, y es lo que le sucederá
boraciones de políticos e intelectuales de distintas al nuestro': Terminaba la nota de alarma mencio-
afiliaciones políticas publicadas en Argentina Libre nando que el país se estaba deslizando hacia la "esta-
en 1946. Por ejemplo, el demócrata progresista Juan J. tolatría'; hacia la "omnipotencia gubernamental'; tal
Díaz Arana criticaba en junio de 1946 los decretos de como la definía el economista austríaco neoliberal
nacionalización del Banco Central y de reforma del Ludwig von Mises. 97
sistema bancario como "una nueva y breve manifes- Cabe destacar que en la crítica a la economía
tación del propósito político de someter las distintas peronista confluían distintas tendencias. Tanto
actividades del país al criterio rector de la autoridad'; Argentina Libre como la revista Liberalis incluían
en el que el Ban,co Central dejaría de ser una entidad colaboraciones de un arco de intelectuales extran-
reguladora de la moneda y el crédito para pasar a ser jeros críticos de la intervención estatal desde una
parte del "plan unitario y dictatorial que resulta de perspectiva liberal clásica. Los católicos demócra-
los distintos decretos': 9s tas y liberales agrupados en la revista Orden Cris-
El radical Eduardo Laurencena, por su parte, no tiano, cuya publicación cesaría en 1948, se apoya-
dudaba en atacar la política de nacionalizaciones ban en la doctrina católica y los pronunciamientos
desarrollada por el peronismo como ejemplo de del Vaticano en contra de una economía dirigida
una "nacionalización forzada" basada en criterios que no respetara los derechos y libertades de la per-
políticos antes que económicos, mientras que otras sona, y que no estuviera orientada por principios
colaboraciones subrayaban las condiciones adver- cristianos opuestos al colectivismo estatal ateo.
sas para el país en que se realizaban las naciona-

96 Eduardo Laurencena, "Sobre nacionalización", Argentina Libre, 10 de octubre


94 "De los 4 vientos", Argentina Libre, 13 de marzo de 1947, p. 6. de 1946, pp. 1, 8.
95 J. J. Díaz Arana, "La reforma bancaria", Argentina Libre, 27 de junio de 1946, 97 "El plan nazi-quinquenal", Argentina Libre, 24 de octubre de 1946, p. 3; "Ha-
pp. 1, 2. cia la economía dirigida", Argentina Libre, 1O de octubre de 1946, p. 3.

222 1 Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nállim 1223


Por otra parte, y como había sucedido en épocas
dura oposición del socialismo, Nicolás Repetto se
anteriores, los antiperonistas se vieron obligados a
preocupaba en aclarar en el Anuario Socialista de
responder a la realidad concreta y evidente de que
1949 que "el socialismo evolutivo y democrático
las políticas económicas del peronismo se habían
concilia su doctrina colectivista con el liberalismo
traducido en una mejora real para amplios sectores
político" que tenía raíces en la historia argentina.
de la sociedad argentina. Frente a esta realidad, en
Como señalaba Julio Martina en otro artículo en la
consecuencia, el discurso económico antitotalita-
revista de ASCUA, el "liberalismo filosófico" y polí-
rio también buscó entroncarse con la otra vertiente,
tico "de la gesta emancipadora" era compatible con
también desarrollada desde la década de 1930, por
"las exigencias de nuevas estructuraciones econó-
grupos enrolados en el antifascismo liberal, que
micas'; negando que "la orientación liberal de 1810
buscaba conciliar la intervención estatal y la justicia
y 1853" representara necesariamente "un libera-
social con la democracia republicana liberal. Así, la lismo atroz':99
crítica no era contra el principio de la intervención
Lo que estos ejemplos muestran es que, más allá
estatal per se sino contra aquella desarrollada por
del discurso antitotalitario anclado en el liberalismo
el gobierno, que ~eguía siendo denunciada por su
clásico, las diferencias entre el gobierno y la oposi-
supuesta inspiración totalitaria y demagógica.
ción no pasaban fundamentalmente por temas nece-
Esta segunda vertiente se puede apreciar de
sariamente económicos sino políticos. Al mismo
distintas maneras. Por ejemplo, la estrategia de la
tiempo, como se ha señalado, el problema que se les
opisición radical en el Congreso consistió en defen -
presentaba a los opositores era encontrar la manera
der el rol activo del Estado en la economía y la idea
de seducir al electorado en general y a los trabajado-
de las nacionalizaciones, al tiempo que criticaba
res peronistas en particular, con banderas que, por
la forma en que dichas ideas eran implementadas
otra parte, el peronismo estaba implementando.
por el peronismo. 98 En esta línea, el diputado radi- _
No contribuía ciertamente a facilitar la tarea de
cal Silvano Santander defendía en Argentina Libre
los antiperonistas en esta materia su cerrada visión
la necesidad de un liberalismo que aceptara "cierto
control sobre las actividades privadas': Desde la
99 Silvano Santader, " ¿Qué es lo que conviene a nuestra economía?", Argentina
Libre, 5 de junio de 1947, p. 7; Nicolás Repetto, " Problemas económico polí-
tico-sociales de actualidad . Liberalismo, totalitarismo, socialismo", Anuario So-
98 García Sebastiani ha analizado este tema en Los antiperonistas .. . , op. cit. cialis~a, 1949, pp. 3-8; Julio D. Martino, "La doctrina de Mayo y los partidos" ,
Boletm de ASCUA, nº 3, abril de 1954, p. l.

224 1 Las raíces del antiperonismo


Jorge A. Nállim 12 25
denigratoria sobre las masas peronistas; dichas duplicidad de Perón respecto de los trabajadores.
visiones, junto con los argumentos económicos En una caricatura, Tristán contrasta irónicamente
antitotalitarios, se combinaban en la crítica a las la política de seducción de la clase trabajadora
políticas laborales del peronismo así como al sin- desarrollada por Perón antes de las elecciones de
dicalismo oficialista. Lejos de amainar, las críticas 1946 a través la Secretaría de Trabajo y Previsión
a los dirigentes sindicales y obreros peronistas se con la realidad de un Perón ya presidente, autori-
profundizaron. La disolución del Partido Laborista, tario y que no duda en usar_el garrote para impo-
la caída en desgracia de sus dirigentes y el proceso ner su voluntad (Figura 15), 1º1 mientras que Penike
de centralización y alineamiento de la CGT con el muestra al trabajador peronista, encumbrado en
gobierno fueron así presentados como la conse- el monumento al 17 de octubre, que se burla del
cuencia lógica de lo que los antiperonistas venían trabajador real y empobrecido que fue su origen a
denunciando desde 1943. En febrero de 1947, y cambio de promesas vacías (Figura 16). 102 El ilustra-
después de los ataques peronistas contra dirigen- dor Reco, por su parte, hace alusión a cómo Perón,
tes sindicales traidores que provocaron la renun- con la "planificación de los descamisados'; los
cia de Gay, ArgeJJtina Libre afirmaba que la CGT transformaba en sumisos sujetos a través de una
había sido "decapitada'; aprovechando para criti- férrea disciplina (Figura 17). 103
car a Gay y a los diputados obreros que creían que
"aupándolo al general Perón era como si la clase LA OPOSICIÓN TRANSNACIONAL: CONTRA
o_b rera tomara por sí posesión del poder': Como "EL NUEVO IMPERIALISMO ARGENTINO"
sostenía el anarquista Diego Abad de Santillán, lo
que necesitaba la Argentina era "un movimiento Dentro de las continuidades con períodos anterio-
libre" compuesto por "trabajadores dignos" y no res en cuanto a grupos y temas que confluyeron
"descamisados': 100 Estas ideas también encontra- en el antiperonismo en 1946, hay tres dimensio-
ron una representación gráfica en el humor polí- nes que también adquirieron relevancia en este
tico de Argentina Libre, que hacían referencia a la período como parte de este heterogéneo conglome-

101 Argentina Libre, 27 de junio de 1946, p. 5.


100 "Nueva etapa", Argentina Libre, 19 de enero de 1947, p. 3; Diego A. de Santillán,
"Descamisados, No! Trabajadores dignos. Civilización del trabajo. El socialismo no 102 Argentina Libre, 3 de noviembre de 1946, p. 5.
es un problema de decretos de estado", Argentina Libre, 20 de junio de 1946, p. 5. 103 Argentina Libre, 3 de noviembre de 1946, p. l.

226 1 Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nállim 1227


~
~

Figura 16. El monumento al de abajo - ... y me serviste de


modelo a cambio de "promesas".

Figura 15. Antes y ahora .


con fuerza en los ámbitos militar y católico demues-
tra su dinamismo, al incluir grupos que inicialmente
rada: la internacional, la militar y la religiosa. Como habían expresado su apoyo al régimen.
se indicó, estas tres dimensiones también podían El conflicto con Braden y los Estados Unidos previo
observarse en el período anterior, durante el pro- a la elección de Perón preanunció, en cierta manera,
ceso de surgimiento de Perón previo a las elecciones el desarrollo de una posición crítica al peronismo en
de 1946. Sin embargo, el peso que adquirieron en el Plano internacional a partir de 1946. En algunos
este período y la influencia que tendrían después de casos, esto se debió a algunas medidas puntuales
1955 ameritan una consideración especial. Además, tomadas por el gobierno; esa fue la situación con la
el hecho de que el antiperonismo se desarrollara expropiación de La Prensa, en 1951, que tuvo una

228 1Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nállim 1229


Una segunda fuente de recelos tuvo que ver con
la política exterior desarrollada por Perón. Especial-
mente en los países de América latina, tenía un lugar
importante la difusión de los principios e ideas de
su movimiento asociados con la Tercera Posición,
la idea de una tercera vía entre el capitalismo y el
comunismo. Como parte de esta política se nombra-
ron agregados obreros en las sedes diplomáticas de
nuestro país y en 1952 la Argentina lideró el intento
de construir una asociación sindical de carácter
regional, la Agrupación de Trabajadores Latinoame-
Figura 17. Planificación de los descamisados. "Seguirás sin camisa, pero
con chaquetilla militar .. . ". ricanos Sindicalizados (ATLAS). En este intento de
proyectar la posición internacional de la Argentina,
enorme repercusión internacional, dado el prestigio se combinaban la tradicional visión que la diplo-
del cual gozaba el tradicional diario en el mundo y las macia y los dirigentes argentinos tenían sobre el rol
conexiones internacionales de la familia Gainza Paz, predominante y directriz del país en la región junto
propietaria de esa publicación. Inmediatamente, los con la visión particular de Perón sobre la primacía y
diarios más importantes del continente americano y relevancia de sus ideas para el nuevo orden nacional
las asociaciones y círculos de periodistas de la región e internacional de posguerra. Si bien la política exte-
expresaron su solidaridad con los Paz, que hicieron rior peronista fue compleja y cambiante, se pueden,
duras críticas al peronismo. Un año después de la por otra parte, identificar ciertos temas y áreas que
expropiación, los antiguos dueños del diario publi- generaron conflictos.
caron en México la primera de varias ediciones del En el caso de las relaciones con los Estados Uni-
libro Por defender la libertad, en el que se detallaba dos, el triunfo de Perón en las elecciones de 1946
la historia del diario en defensa de la libertad y en abrió una nueva etapa. Las relaciones entre los dos
contra del nacionalismo y el totalitarismo, poniendo países estarían dominadas por el recelo y la precau-
énfasis en la campaña en contra del diario desarro- ción, al mismo tiempo que cambiaron en respuesta a
llada a partir del régimen militar de 1943 y que había circunstancias específicas. Luego de su alejamiento
terminado con su expropiación. de Buenos Aires, el exembajador Braden continuaría

230 1 Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nállim 1 23 1


agitando desde el Departamento de Estado la opo-
orígenes del peronismo y sus características propias
sición a Perón en los Estados Unidos, a pesar de los
dejaron en la prensa, la clase política y la administra-
intentos de los sucesivos embajadores estadouni-
ción estadounidenses una imagen negativa pasible
denses en la Argentina de recomponer la relación.
de ser activada en distintas circunstancias, en la que
La retórica nacionalista de Perón, unida a decisiones
también confluían los prejuicios profundos de los
como las del caso de La Prensa, contribuían a ratifi- Estados Unidos sobre América latina en general.
car la visión negativa sobre el país y su líder. 1º4 Por su
La política exterior de Perón creaba también sus
lado, actitudes de los Estados Unidos, como la deci-
recelos en América latina, donde la decidida estra-
. sión de marginar a la Argentina del Plan Marshall,
tegia de reforzar y profundizar las relaciones con
provocaron el enojo de Perón y agitaron dicha retó-
los países de la región podía, por otra parte, generar
rica nacionalista. Pero lo cierto es que tanto Estados
oposición a las ambiciones de hegemonía argen-
Unidos como Perón se preocuparon de mantener las
tina. Tal fue el caso de Chile, donde los tradicionales
relaciones abiertas, y que Perón, enfrentado a una
recelos sobre la política exterior argentina se veían
situación econón1ica complicada a partir de 1949,
ahora profundizados por la retórica y objetivos
no dudó en morigerar su nacionalismo y buscar un
enunciados por el gobierno argentino, la tentativa
acercamiento hacia ese país. Este viraje incluyó los de influir en el proceso político chileno y la mala
proyectos de promover inversiones extranjeras y el
prensa que tenía Perón entre los socialistas y otros
contrato con la Standard Oil, así como el voto de abs- partidos políticos chilenos por los ataques a que
tención, y no de oposición, de la Argentina a la con-
eran sometidos los partidos políticos argentinos.
dena del régimen guatemalteco de Jacobo Arbenz en
Así, cuando el gobierno chileno de Gabriel Gon-
la Conferencia Interamericana de Caracas de 1954, zález Videla firmó un tratado comercial con Perón,
condena promovida por los Estados Unidos y que en noviembre de 1946, se abrió un largo y profundo
significó la primera intervención abierta en la región debate en Chile frente a las denuncias de que el tra-
en el marco de la Guerra Fría. Con todo, y más allá de tado privilegiaba a los intereses argentinos sobre
estos cambios y alternativas, las circunstancias de los los chilenos. El triunfo de Carlos Ibáñez del Campo
para el período 1952-1958, quien era visto con indi-
simulada simpatía por Perón, no contribuyó a cal-
104 Sobre el conflicto entre Braden y Perón y la recepción internacional del pero-
nismo, ver Fabián Bosoer, Braden o Perón. La historia oculta, Buenos Aires, El mar las ansiedades trasandinas, y la visita de Perón
Ateneo, 2011.
en enero de 1953 y los siguientes acuerdos firmados

232 1 Las raíces del antiperonismo


Jorge A. Nállim 1233
1

11
1

de que Chile se incorporara "a una política argen-


entre la Argentina y Chile no hicieron más que pro- tina de antagonismo a Estados Unidos" y criticaba
fundizar el debate y las críticas a Perón y la Argen- el tratado suscrito entre Ibáñez del Campo y Perón
tina. Por ejemplo, Alejandro Magnet -dirigente por su precipitación y falta de estudio. 10e
de la Falange Nacional y de la futura democracia La percepción negativa sobre el peronismo en el
cristiana chilena y director de la revista Política y ámbito internacional tenía otros motivos y raíces.
Espíritu- publicó en 1953 un libro titulado Nuestros Como se mencionó en la sección anterior, los sec-
vecinos justicialistas, que tendría una amplia recep- tores intelectuales y políticos afiliados con los fren-
ción y alcanzaría las diez ediciones. En él, Magnet tes antifascista y antiperonista habían desarrollado
atacaba las intenciones políticas argentinas detrás fuertes vínculos personales, institucionales e ideo-
de los acuerdos y tratados firmados con Argentina, lógicos con intelectuales extranjeros. Estos víncu-
a las que entroncaba con el expansionismo argen- los se mantuvieron durante el gobierno peronista y
tino desde el siglo XIX y que ahora se agravaban con explican que la visión de los antiperonistas argenti-
Perón. Magnet no dudaba en calificar a Perón y a su nos tuviera un eco y una recepción más global. Este
movimiento como totalitarios, citando argumen- aspecto cosmopolita se puede ver con claridad en las
tos y opiniones de opositores argentinos como el numerosas colaboraciones de extranjeros que apa-
radical Silvano Santander, y concluyó el libro con la recían en publicaciones como Realidad, Liberalis,
advertencia de que "el régimen peronista está ani- Sur, Orden Cristiano y Argentina Libre. Si bien se
mado de un innegable afán de expansión y predo- podría argumentar que en todos estos casos la pre-
minio" que "no se llevará a cabo por el camino de la sencia de autores extranjeros tenía que ver más con
conquista militar. Hay formas más sutiles y difíciles la dinámica propia de cualquier publicación, que
de contrarrestar': 10s Radomiro Tomic, senador de la compra colaboraciones extranjeras o bien solo las
Falange Nacional y también de importante trayec- reproduce, en una operación de "tijera y engrudo';
toria posterior en la democracia cristiana chilena, esta visión sería incompleta si no se considerara el
se hizo eco de los argumentos de su amigo y corre- denso entramado de relaciones que unía a intelec-
ligionario Magnet en un discurso en el Senado el 12
de mayo de 1953, en el que advertía la "insensatez"
106 Radom iro Tom ic 11 Anál isis del pa namerican ismo y crit erios para una política ex-
teri or en relación con Argenti na", Política y Espíritu, nº 93, 1 de junio de 1953,

105 Alejandro Magnet, Nuestros vecinos justiciafistas, Santiago de Ch ile, Del Pacífico, pp. 3-11.
1953, pp. 207-208.

Jorge A. Nál l1m 1 235

234 1 Las raíces del antiperonismo


tuales argentinos y extranjeros desde décadas antes. antifascista y liberal tenía antecedentes en la Argen-
Por ejemplo, Jacques Maritain, cuyos escritos segui- tina desde la década de 1930, si bien se había sus-
rían apareciendo con frecuencia en los círculos anti- pendido en los momentos en que los comunistas se
peronistas, había entablado vínculos personales con habían unido los frentes antifascistas en 1935-1939 y
Victoria Ocampo y el católico demócrata y liberal 1941-1945, y reaparecía ahora en el momento en que
Manuel Ordóñez, entre otros. Si bien Sur es el ejem- los comunistas abandonaron la identificación de
plo principal, dadas la orientación cosmopolita de la Perón como nazi, lo que les valió la crítica del resto
revista y las relaciones personales establecidas por del arco opositor, en especial de los socialistas.
Ocampo con escritores y artistas de todo el mundo, Por otra parte, y en una muestra más de las ambi-
no fue el único ni mucho menos. En otros casos, los güedades y complejidades del período, las críticas
lazos con el exterior se habían desarrollado durante a Perón como totalitario y asociado al comunismo
el exilio, forzado o autoimpuesto, de varios de ellos obviaban el hecho fundamental de que Perón nunca
en países como el Uruguay y Chile durante el régi- escondió su profundo anticomunismo, que hizo
men militar de 1943-1946 y luego en 1946-1955. notar en repetidas ocasiones a lo largo de los años.
La temática de muchas de las colaboraciones En este juego de espejos, entonces, los textos de crí-
extranjeras .que aparecían en las publicaciones anti- tica al totalitarismo comunista que aparecían en
peronistas tenía que ver con la crítica a los totalitaris- Sur en su sección "Calendario" y en textos de Roger
mos y la defensa de la libertad y la democracia, pre- Caillois y Daniel Cossío Villegas, en Realidad en las
sentadas como intrínsecas a la dignidad y derechos colaboraciones de Hans Kohn y Bertrand Russell, y
de las personas, y de importancia capital para la acti- en Orden Cristiano a través de pronunciamientos
vidad creadora de los intelectuales. En el contexto y documentos del Vaticano y de autores cristianos
de la posguerra y el surgimiento de la Guerra Fría, europeos, se complementaban con otros de autores
la antigua crítica antitotalitaria que, proveniente del locales en estas y otras publicaciones antiperonis-
frente antifascista hacia 1945 hacía equivaler pero- tas. La crítica al totalitarismo comunista, como en
nismo y nazismo, encontró una nueva vertiente en el caso del de vertiente nazi, se interpretaba como
el anticomunismo. Obviamente, la crítica anticomu- parte de la crítica más o menos indirecta al pero-
nista de corte liberal aplicada al peronismo no fue nismo en el poder, al tiempo que indicaba los reaco-
desarrollada p~r los comunistas pero sí tuvo difusión modamientos políticos internos y frente al mundo
en el resto del arco opositor. Este anticomunismo de la posguerra.

236 1 Las raíces del antiperonismo


Jorge A. Nállim 1237
Un caso particular que revela los entrama- el perfecto ejemplo de una dictadura de caracterís-
dos internacionales entre intelectuales y políticos ticas totalitarias, expansiva y que podía hacerle el
argentinos y los intelectuales extranjeros es el del juego al comunismo. Finalmente, es de destacar que
Congreso por la Libertad de la Cultura (CLC). 101 Esta la defensa que hacía el CLC sobre la existencia de
organización fue producto de la Guerra Fría, parte un mundo intelectual basado en la libertad, identifi-
del proyecto cultural de los Estados Unidos, y con- cado con la democracia liberal occidental, encajaba
taba con financiamiento directo e indirecto nor- a la perfección con la visión de la intelectualidad
teamericano. Constituida en un congreso en Berlín que se expresaba en Sur, Realidad y otras publica-
en 1950 y con base en París, el CLC desarrolló una ciones semejantes.
activa política de publicaciones, filiales en distintos De esta manera, el CLC se manifestó como otro
países, congresos y otros eventos, con el objetivo de ángulo del frente opositor, contribuyendo a ampli-
unir a los intelectuales democráticos en contra de ficar las críticas hacia Perón y otorgando apoyo a
los totalitarismos, a los que identificaba tanto con sus colegas y amigos en Argentina frente a los ata-
el comunismo como con las dictaduras de derecha. ques a los que eran sometidos desde el oficialismo.
Muchos de los intelectuales europeos que formaron Ya en la correspondencia de 1952 entre los cuarte-
parte del CLC, como Maritain, Denis de Rougeme- les parisinos del CLC y distintos intelectuales en el
not y Roger Caillois, ya habían desarrollado estre- mundo que trataban sobre la conveniencia de esta-
chas relaciones con Sur y otros circuitos intelectua- blecer filiales en América Latina -lo que sucederá
les del antifascismo liberal argentino.
a partir de 1953 con la creación de la filial chilena,
Estos vínculos explican el hecho de que Perón de la cual, por otra parte, el mencionado Alejan-
fuera objeto de atención y aguda crítica por parte dro Magnet sería uno de los animadores princi-
del CLC en apoyo a sus colegas argentinos. Además, pales- se revela esta percepción negativa sobre el
estos ataques tenían sentido en tanto Perón repre- .
peron1smo.
sentaba, en la clave antiperonista local y extranjera, El español Víctor Alba, exiliado en México, opi-
naba que dicha expansión era necesaria, entre otros
motivos, para contener al "nuevo imperialismo
107 Me he oc upado del anticom unismo li beral, las redes de intelectuales argentinos
con extranjeros y las vi ncul ac iones con el CLC en mi trabajo " Redes transnacio- argentino'; mientras que desde la Universidad de
nales, antiperonismo y Guerra Fría: los orígenes de la Asoc iación Argentina por
la Libertad de la Cultura", Prismas. Revista de Historia Intelectual, nº 16, 2012, Rutgers el historiador Robert Alexander enfatizaba
pp. 12 1-141.
que el principal peligro totalitario en América latina

238 1Las raíces del antiperonismo


Jorge A. Nállim 1239
era "el de Perón, no el de Stalin': 10°Cuando se produ- Nehru, solicitándole que interviniera a favor de los
jeron los incidentes de abril de 1953 que derivaron intelectuales argentinos. 109
en la quema de las sedes de los partidos radical y Los lazos del CLC con los intelectuales antiperonis-
socialista y del Jockey Club en Buenos Aires, junto tas se incrementarían a partir de este año. Cuando se
al encarcelamiento de Victoria Ocampo y otros inte- decidió la creación de una filial en Uruguay en 1953, el
lectuales y políticos, el presidente del Comité Ejecu- CLC la denominó inicialmente "Comité Rioplatense';
tivo del CLC, Denis de Rougemont, lanzó una cam- para poder así integrar como miembros a exiliados
paña internacional en apoyo de los intelectuales como el radical Ernesto Sammartino y los socialistas
argentinos denunciando las "medidas policiales del Américo Ghioldi y Luis Pan. 110 A partir de 1953, la revista
general Perón'~ del CLC, Cuadernos del Congreso por la Libertad de la
De Rougemont enviaría una carta a Perón en Cultura, incluyó colaboraciones de Francisco Romero,
nombre del CLC, firmada por varios intelectuales Guillermo de Torre y Jorge Luis Borges, al tiempo que,
-incluyendo a Igor Stravinsky, Julian Huxleyy Albert reproduciendo todos los prejuicios negativos anti-
Camus- defendiendo a los intelectuales argentinos, peronistas, seguía criticando el régimen represivo de
protestando por su arresto y pidiendo su libertad Perón como "una forma sui generis de fascismo" que
sobre la base de las estipulaciones sobre juicio justo tenía similitud con el comunismo soviético. 111 Cuando
y detenciones arbitrarias establecidas en la Declara- el CLC celebró su primer congreso de las filiales lati-
ción Universal de los Derechos Humanos. Al mismo noamericanas en Santiago de Chile, en junio de 1954,
tiempo, la campaña incluyó una protesta contra la un delegado enviado por "un grupo de simpatizantes
represión de intelectuales mexicanos firmada, entre argentinos" describió a la Argentina como "un país
otros, por Alfonso Reyes, Rufino Tamayo y Jesús Silva neo-totalitario'; mientras que el encargado del CLC
Herzog, en tanto que Salvador de Madariaga, uno para América Latina, el español exiliado y director de
de los presidentes de honor del CLC, le dirigía un
telegrama al primer ministro de la India, Jawaharlal
109 "Detención de intelectuales en Argentina", Cuadernos del Congreso por la Liber-
tad de la Cultura, nº 2, junio-agosto de 1953, p. 111; Den is de Rougemont to
President Perón, 29 de mayo de 1952, IACF Records, serie 2, caja 204, folio 7,
UC-SCRC.
110 Louis Mercier Vega, "Rapport nº 3 sur !'Uruguay", 17 de mayo de 1953, y Mer-
108 Víctor Alba a Fran~ois Bondy, 2 de Julio de 1952, y Robert Alexander a Nicolas cier Vega a Michael Josselson, 26 de mayo de 1953, ambos en IACF Records,
Nabokov, 14 de Julio de 1952, 1nternational Association for Cultural Freedom serie 2, caja 204, folio 7, UC-SCRC.
(IACF) Records, serie 2, caja 205, folio 5, University of Chicago Special Collec- 111 Américo Corrientes, "La República Argentina a la deriva", Cuadernos, nº 3, sep-
tions Research Center (UC-SCRC). tiembre-diciembre de 1953, pp. 91-95.

240 1Las raíces del antiperonismo


Jorge A. Nállim 1241
Cuadernos, Julián Gorkín, en su viaje a nuestro país ese
entre los antiperonistas y los intelectuales extranjeros.
año mantenía entrevistas con Ocampo, Mallea, Borges
Dados estos antecedentes, no sorprende que la visión
y de Torre, tras lo cual reportaba a París que el Congreso
simplista y negativa sobre el peronismo fuera reactua-
gozaba de buen prestigio y posibilidades en Argen-
112 lizada en los años posteriores a 1955 con frecuencia y
tina. Dada esta historia, no sorprende que cuando,
facilidad, en referencia a los problemas económicos,
en diciembre de 1955, después de la caída de Perón
sociales y políticos que enfrentaría el país.
y con la presencia de Gorkin, finalmente se formó la
filial argentina de la CLC, la Asociación Argentina por
"DEBEN SER LOS GORILAS, DEBEN SER :
,,
la Libertad de la Cultura (AALC), la lista de dirigentes
MILITARES, CATÓLICOS Y GOLPISTAS
y miembros de la nueva institución incluía a una ver-
dadera constelación de intelectuales y políticos anti-
El segundo aspecto, referido al mundo militar,
peronistas, como Victoria Ocampo, Jorge L. Borges,
demuestra la evolución del antiperonismo en un
Eduardo Mallea, Guillermo de Torre, Roberto Giusti,
ámbito en el que Perón había consolidado su poder
Francisco y José Luis Romero, Américo Ghioldi, Juan
partir de octubre de 1945. En general, durante los pri-
Antonio Solari, Alfredo Palacios, Bernardo Houssay,
meros años de su primera presidencia, las relaciones
Santiago Nudelman, Horado Thedy, Juan Valmaggia,
entre Perón y las Fuerzas Armadas se caracterizaron
Manuel Ordóñez y Carlos Erro.
por el respeto y la no interferencia. Los presupuestos
De todas estas maneras puede apreciarse cómo la
del gobierno incluían partidas para las Fuerzas Arma-
dimensión internacional del antiperonismo se desa-
das y los militares no se involucraban directamente en
rrolló frente a aspectos concretos vinculados con la
el ambiente político. Los oficiales del Ejército también
formación y las políticas del peronismo, tales como la
gozaron de beneficios tales como una mayor movili-
oposición de los Estados Unidos al ascenso de Perón
dad y flexibilidad en las políticas de ascenso. Más allá
Y la política exterior argentina, y en relación con los
de esas buenas relaciones, sin embargo, quedaban
contactos personales, institucionales e ideológicos
los rescoldos de la oposición de los oficiales milita-
res contrarios a Perón que había estallado en octubre
de 1945 y cuya purga en los primeros años de Perón
112 "Informe del observador argentino", en Actas de las Sesiones Plenarias de la Pri-
mera Reunión de Comités Latinoamericanos del Congreso por la Libertad de la solo contribuiría a atizar. Además, ciertamente una
Cultura, 9 de junio de 1954, IACF Records, serie 2, caja 211, folio 5, UC-SCRC;
ver tamb!é~ Julian ~orkin, "lnformation sur la reunion de Santiago du Ch ili (du parte importante de las jerarquías militares no tenía
6 au 14 JU1n 1954) , IACF Records, serie 2, caja 204, folio 11, UC-SCRC.
una visión positiva de Perón, Eva y el acercamiento

242 l Las raíces del antiperonismo


Jorge A. Nállim 1243
a las masas populares. En parte se debía a la extrac- de Perón. Esta propuesta, hecha abiertamente frente
ción social de muchos de los oficiales, que provenían a Perón y Eva en la famosa concentración popular
de las clases medias y altas en las que la oposición al del 22 de agosto de 1951, fracasaría. Perón, que des-
peronismo era particularmente fuerte. Esto era par- pués de todo era un oficial militar y tenía sus propias
ticularmente cierto en el caso de la oficialidad de la reservas acerca de la creciente popularidad de Eva,
Marina, que se convertiría en uno de los focos más . finalmente se avino, y Eva anunció así su renuncia
intensos del antiperonismo, tendría un rol determi- a la candidatura. El episodio ciertamente contribuyó
nante en los sucesos que derrocaron a Perón y man- a profundizar los recelos que Eva ya tenía sobre las
tendría una dura lucha con el Ejército por mantener Fuerzas Armadas. Las tensiones estallaron final-
su predominio. 113 mente con el intento de golpe de estado del general
Estas tensiones se manifestaron más abiertamente Benjamín Menéndez un mes más tarde, en septiem-
en la década de 1950, y en general no pueden diso- bre de 1951. El movimiento fracasó y fue suprimido
ciarse del resto del ambiente político, en tanto fueron con relativa facilidad, al igual que otro conato que
paralelas al proceso de centralización política y cre- fue abortado pocos meses después.
ciente autoritarismo del gobierno peronista frente a Sin embargo, las consecuencias fueron serias, ya
la oposición política en particular y a toda otra mani- que derivó en la investigación de oficiales y la adop-
festación crítica en general. La designación del gene- ción de diversas medidas que incluían sentencias de
ral Franklin Lucero como jefe del Ejército, más cer- cárcel, retiros forzosos o reacomodamientos en otras
cano y obediente a Perón, en 1949, no fue bien vista zonas y guarniciones, y remoción de oficiales milita-
por varios oficiales. Asimismo, la creciente inter- res. Si bien después de este episodio y hasta principios
vención de Eva en la política era resistida, lo que se de 1955 no hubo otros intentos, la relación estaba rota
demostró cuando la jerarquía militar se opuso firme- y sería activada por el otro gran conflicto, decisivo, el
mente al plan de los dirigentes sindicales de la CGT que enfrentó a Perón con la Iglesia católica.
de promover a Eva como candidata a vicepresidente En efecto, la Iglesia católica es otro de los ámbi-
tos en los cuales las iniciales y relativamente buenas
relaciones con el gobierno evolucionarían hacia el
113 Sobre la relación de Perón con las Fuerzas Armadas y la situación de la Marina,
se pueden consultar Robert Potash, "Las Fuerzas Armadas y Perón", en Juan antiperonismo. En este caso, la crisis en las relacio-
Carlos Torre (ed.), Nueva historia argentina, tomo 8, Los años peronistas (1943-
1955), Buenos Aires, Sudamericana, 2002, pp. 79-124, y Fabián Bosoer, De- nes entre el Estado peronista y la Iglesia se trans-
trás de Perón. Historia y leyenda del almirante Teisaire, Buenos Aires, Capital
Intelectual, 2013. form0 en el catalizador de la oposición antiperonista

244 1 Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nállim 1245


y aceleraría el proceso que llevó al derrocamiento revista Orden Cristiano, de participación activa en
de Perón en septiembre de 1955. Las relaciones de los frentes antifascistas desde la década de 1930, la
Perón con la Iglesia fueron complejas y desafían una mayoría de la jerarquía católica y numerosos inte-
esquematización sencilla. 11 4 Por un lado, el pero- lectuales nacionalistas de raíz católica se inclinaron
nismo tuvo desde sus orígenes una relación abierta por Perón. Entre 1946 y 1949, muchos de los nuevos
y estrecha con la Iglesia, aunque desde el primer funcionarios provenían del variado mundo católico,
momento se evidenciaron diferencias sustanciales al tiempo que abundaban las referencias y apelacio-
que se agravarían con el correr de los años hasta nes a símbolos cristianos en los discursos y actos ofi-
llegar a la eclosión de 1954-1955. Desde una pers- ciales, y la participación oficial en distintos actos y
pectiva que señala las coincidencias, no hay lugar a eventos organizados por la Iglesia. En este sentido, la
dudas de las buenas relaciones de la jerarquía cató- aprobación por el Congreso Nacional, en 1947, de la
lica con el régimen militar de 1943-1946 y el hecho ley de enseñanza católica obligatoria en las escuelas
de que la Iglesia apoyó la candidatura de Perón en fue quizá el símbolo de las buenas relaciones entre
1945, a través de la pastoral de noviembre de ese año catolicismo y peronismo, lo que para muchos de
que recomendaba no votar por candidatos que abo- los sectores anticlericales antiperonistas, como los
garan por la enseñanza laica, en abierta referencia a socialistas, era prueba de la influencia de ideas auto-
la Unión Democrática. ritarias del peronismo en su intento de construir un
Muchas de las ideas de Perón -incluidas su visión régimen similar al de Franco en España.
corporativa de la sociedad, su énfasis sobre la justi- Sin embargo, a pesar de estas señales positivas,
cia social, y la idea de la superación del capitalismo había diferencias importantes que se agravarían con
y del comunismo- eran compatibles con los prin- el tiempo. Si bien la Iglesia se había beneficiado en su
cipios dominantes en la jerarquía eclesiástica. Con acercamiento hacia el Estado, la jerarquía recelaba
excepción de la estridente oposición de los católicos del lugar secundario al cual Perón parecía relegarla
de orientación demócrata cristiana como Augusto dentro de su visión de la comunidad organizada. Las
Durelli y Manuel Ordóñez, y los agrupados en la palabras públicas que dirigía a los obispos exhortán-
dolos a sumarse a la acción social desarrollada por
el gobierno no caían bien. Incluso en temas como
1 14 El tema se pued e consultar en Caimari, Perón y la Iglesia católica... , op. cit.;
Bia nchi , Catolicismo y peronismo ... , op. cit. y Loris Zanatta y Roberto di Stéfa - el de la ley de educación religiosa en las escuelas,
no, Historia de la Igles ia argentina: desde la conquista hasta fines del siglo XX,
Buenos Aires, Mondadori, 2000 . como se señaló, no hubo uniformidad dentro de las

246 1 Las raíces de l ant iperonismo Jorge A. Ná ll im 1247


filas oficiales - tampoco en las antiperonistas- sobre ban, en medio de las tensiones, constituir el Partido
su aprobación. De mayor gravedad para la Iglesia, se Demócrata Cristiano en 1954, hecho que ha sido
fue desarrollando un "cristianismo peronista" pro- atribuido como decisivo en el ataque de Perón a la
pagado por el Estado y que condensaba una versión Iglesia. Si bien pudo haber contribuido, las tensiones
cristiana popular y superior al cristianismo formal más profundas entre el Estado peronista y la Iglesia
asociado con las estructuras eclesiásticas. 115 La cre- católica explican el dese11cadenamiento del con-
ciente intervención del Estado en todos los ámbitos flicto. Es indicativo que hacia principios de 1950 la
de la sociedad, el hecho de que Perón ya no conside- visión crítica del peronismo desde el mundo católico
rara necesario el apoyo de la jerarquía católica para no era patrimonio de los grupos demócrata cristia-
la legitimidad de su proyecto político y la preocupa- nos sino también de la jerarquía y de nacionalistas
ción de la Iglesia por su lugar dentro de la sociedad y católicos antiliberales como Julio Meinvielle, lo que
política argentinas delineadas por Perón contribuye- muestra una vez más la coordenadas cambiantes
ron notablemente a enfriar las relaciones, lo que se tanto del peronismo como de sus opositores.
notó en particular a partir de 1950 y estallaría final- · El conflicto se desarrolló con fuerza entre fines
mente en 1954. de 1954 y mediados de 1955, agravando las tensio-
Se producía así un viraje fundamental del mundo nes que ya cruzaban la sociedad argentina. En ese
católico, que ahora se posicionaba en su mayo- período, tanto Perón como otros funcionarios expre-
ría lenta pero inexorablemente en la oposición al saron abiertamente sus críticas a la Iglesia, al tiempo
peronismo. Este giro estuvo marcado por tensiones que se procedía al arresto de numerosos sacerdotes,
y divisiones internas, tanto entre la jerarquía como se suprimían feriados religiosos y subsidios a cole-
entre sacerdotes y laicos, sobre las relaciones con el gios católicos, y se aprobaban en el Congreso una
peronismo, pero fue innegable y percibido por los serie de proyectos que incluían la legalización del
distintos actores. El antiperonismo dejaba así de ser divorcio, la eliminación de la enseñanza religiosa y
el patrimonio de la minoría católica liberal y demó- una reforma constitucional que establecía la separa-
crata, anteriormente denostada por los cuadros diri- ción de la Iglesia y el Estado.
gentes de la Iglesia argentina, y cuyos núcleos logra- La reacción católica no se hizo esperar, en un
movimiento que al mismo tiempo que presionaba
a la jerarquía hacia la confrontación con el gobierno
115 Ca imari , Perón y la Iglesia católica ... , op. cit., 220-237. sumaba, por otra parte, el apoyo del resto de la opo-

248 1Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nállim 1 249


sición antiperonista, incluyendo a grupos anticleri- res a Perón. El fenómeno indica el entrecruzamiento
cales y laicistas de la izquierda que veían ahora una entre el rol de los medios y la cultura popular en el
clara oportunidad para terminar con Perón. Así, nacimiento de uno de los términos de mayor peso
la prohibición oficial no logró detener una masiva simbólico en la historia política argentina, aplicado
demostración, la primera, de los católicos con desde entonces no solo a los antiperonistas sino a
motivo del día de la Virgen, en diciembre de 1954. personas y grupos considerados como conservado-
Aún más masiva e importante fue la procesión de res y reaccionarios en general.
Corpus Christi, en Buenos Aires, en junio de 1955, En junio de 1955 se entrecruzaron finalmente los
que una vez más reunió a una heterogénea oposi- distintos hilos de la oposición, cuando pocos días des-
ción al peronismo que iba desde los católicos hasta pués de la manifestación, el 16 de junio, aviones de
los grupos políticos e intelectuales de tradición la Marina bombardearon la Casa Rosada y las zonas
liberal antifascista. La manifestación terminó con adyacentes con el objetivo de asesinar a Perón. El
un incidente, la quema de una Bandera Nacional, brutal ataque no consiguió su objetivo pero provocó
denunciada por el gobierno. cientos de muertos, y la violencia se agudizó cuando,
En medio de estas circunstancias de crecientes en represalia, a la noche grupos de manifestantes
tensiones entre el gobierno y los opositores, tuvo destruyeron e incendiaron las principales iglesias del
lugar el nacimiento de uno de los términos más centro de Buenos Aires y la Curia metropolitana. El
duraderos con el que se caracterizaría a los antipe- espasmo de violencia, que exponía en toda su crudeza
ronistas, el de "gorila': Surgió a principios de 1955 en el nivel de polarización y conflicto entre el gobierno y
un popular programa cómico de radio, La revista dis- sus opositores, dejó en shock a toda la sociedad.
locada, en el que se parodiaba la película Mogambo Perón abrió un período de conciliación para redu-
protagonizada por Ava Gardner y Clark Gable. En el cir las tensiones, aconsejado por los jefes militares
sketch, un científico borracho lideraba una expedi- que le eran leales, quienes manifestaron su inquie-
ción en busca de un cementerio de gorilas y reaccio- tud tanto por las consecuencias del enfrentamiento
naba a cada ruido de la selva con la expresión "deben con la Iglesia en las filas castrenses como por el lla-
ser los gorilas, deben ser': mado de dirigentes sindicales a armar los obreros. La
El público adoptó rápida y masivamente la frase, tregua política incluyó el fin de los ataques a la Igle-
aplicándola humorísticamente ante cualquier sia, el levantamiento del estado de sitio y la renuncia
rumor de conspiraciones o disturbios de los oposito- de los funcionarios más cuestionados. Los oposito-

250 1Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nállim 1251


res también tuvieron acceso a las radios después de CONCLUSIÓN: TRIUNFO Y FRACTURAS
años de ausencia, y en sus intervenciones no duda-
ron en criticar al gobierno. El período 1946-1955 fue un proceso clave en la evo-
Frente a esta situación, que lo convenció del fra- lución del antiperonismo. Para el núcleo duro que
caso de su política de conciliación, Perón nueva- provenía de la tradición antifascista liberal, la expe-
mente adoptó un tono duro, y en su discurso más riencia del peronismo en el poder lo llevó a reactua-
violento en ocasión de una manifestación en su lizar una serie de discursos e imágenes que, como se
apoyo organizada por la CGT en la Plaza de Mayo, ha podido apreciar, venían construyéndose desde
el 31 de agosto, llamó responder a la violencia de los décadas anteriores: la crítica a la concentración del
opositores con violencia, "cuando uno de los nues- poder en el Estado e individuos a través del argu-
tros caiga, caerán cinco de ellos': mento antitotalitario y la visión denigratoria de las
El discurso del "cinco por uno" fue lo que terminó de masas populares a través de argumentos de clase y
convencer no solo a los antiperonistas de las intencio- género, ahora claramente orientados hacia las figu-
nes criminales del peronismo sino, fundamentalmente, ras de Perón, Eva y sus seguidores, y a políticas tales
a los oficiales militares que se habían mantenido inde- como el juicio a la Corte Suprema, la reforma de la
cisos hasta entonces. La mayoría de estos oficiales, Constitución Nacional, el Plan Quinquenal y la edu-
de extracción católica y, como se mencionó, de cla- cación religiosa. Lo mismo sucedía con la crítica al
ses media y alta, recibían las presiones de familiares y intervencionismo estatal en la economía, dirigido
amigos fuertemente opuestos al régimen, y los hechos hacia las políticas desarrolladas por el gobierno. Tal
desarrollados en los últimos meses no contribuían pre- reactualización era posible, además, por el estrecha-
cisamente a afirmar su lealtad hacia el gobierno. miento de los lazos que vinculaban a políticos e inte-
En este contexto, el 16 de septiembre se produjo lectuales opositores en una serie de ámbitos socia-
finalmente el alzamiento militar, iniciado en Cór- les, y que venían de décadas atrás.
doba, que se impuso después de cinco días y que ter- Al mismo tiempo, queda claro que el antipero-
,
minó con el asilo de Perón en la embajada de Para- nismo distó de ser un movimiento unificado y esta-
guay y su posterior exilio. Bajo la breve presidencia tico, y que esas rígidas imágenes y discursos ocul-
provisoria del general Eduardo Lonardi, se iniciaba taban, en muchos casos, una realidad compleja Y
el período de gobierno militar conocido como la cambiante. Además, la heterogeneidad y dinamismo
Revolución Libertadora. se manifestaron en la aparición de nuevas áreas Y

252 1 Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nállirn 1253


grupos en la oposición a Perón. Tal fue el caso de la antifascista liberal. Inmediatamente, socialistas,
dimensión internacional de la crítica al régimen y, radicales y demás partidos opositores le brindaron
más importante, de los procesos que llevaron a las su apoyo al nuevo gobierno. En octubre reanuda-
Fuerzas Armadas y a la Iglesia católica del apoyo a ban sus actividades la SADE y el CLES, en el último
la oposición. En ambos casos, las tensiones que, se caso en un acto público masivo que contó con la
habían manifestado ya en 1945 y se habían apla- presencia del ministro de educación y, como ora-
cado momentáneamente en los primeros años del dor, de José Luis Romero, miembro de la Comisión
gobierno de Perón se agravaron y, a la par de la Directiva y designado interventor en la Universi-
polarización política del país, contribuyeron decisi- dad de Buenos Aires. Por su parte, Sur y Liberalis
vamente a la caída de Perón. En este sentido, hacia publicaron números especiales celebrando la caída
1955 la oposición a Perón no solo incluía los secto- de Perón. Otros antiguos opositores recuperarían o
res políticos e intelectuales provenientes del antifas- serían designados en puestos de la administración
cismo liberal sino que había incorporado nuevos e pública, como fueron los casos de Roberto Giusti,
influyentes grupos. director del Instituto de Literatura Iberoamericana,
El resultado fue que el antiperonismo se volyió y Borges, director de la Biblioteca Nacional.
aún más heterogéneo, y esto tuvo consecuencias Por otra parte, el gobierno de Lonardi estaba lejos
importantes, ya que luego de alcanzar el poder con de representar únicamente las ideas e intereses de
la Revolución Libertadora pronto demostró sus los intelectuales y políticos provenientes de la línea
div~siones y debilidad en relación con cualquier antifascista y liberal. Por ese motivo, Lonardi tam-
pretensión de ser una opción viable al peronismo bién incluyó en su gabinete a destacados dirigen-
o de tener un programa de acción política defi- tes católicos y nacionalistas como Mario Amadeo
nido que fuera más allá de la oposición al régimen y Clemente Villada Achával. El antiperonismo, en
depuesto. Estas divisiones son fáciles de constatar su acepción más básica y negativa, era el cemento
con una breve descripción sobre los grupos que que unía a grupos de trayectorias, intereses e ideo-
confluyeron en los primeros momentos de la Revo- logías muy distintas, y ni siquiera los jefes militares
lución Libertadora. Para todos los antiperonistas, estaban de acuerdo en qué hacer con el peronismo,
la caída de Perón fue un hecho exhilarante, lo que lo que al poco tiempo provocó la caída de Lonardi.
fue particularmente cierto en el caso de los polí- En este sentido, el antiperonismo en el poder
ticos e intelectuales que provenían de la vertiente demostró rápidamente, desde el momento mismo

254 1Las raíces del antiperonismo Jorge A. Nállim 1255


del derrocamiento de Perón, todas sus divisiones y Conclusión
limitaciones en tanto plataforma de acción política,
lo que no presagiaba nada bueno y que los hechos se
encargarían de demostrar al poco tiempo.

El pasado sieillpre presente

Los dos gobiernos consecutivos de Perón, en 1946-


1955, calaron profundamente en la sociedad argen-
tina. A lo largo de este período, el país experimentó
transformaciones de tal importancia como para ase-
gurarle a Perón y a su movimiento un lugar central
en la historia argentina hasta nuestros días. Al mismo
tiempo, el ejercicio del peronismo en el pode.r generó
desde esos mismos días un intenso debate acerca de
la naturaleza y profundidad de los cambios que se
habían generado.
Quizá el historiador Daniel James, en un trabajo ya
clásico sobre el peronismo y el movimiento obrero,
haya sido quien capturó más sutilmente las tensio-
nes entre las continuidades y rupturas que repre-
sentó el peronismo en relación con épocas anterio-
res. James sostenía que, en gran parte, la fuerza del

Jorge A. Nállim 1257


256 1 Las raíces del antiperonismo
peronismo emergente residió en su habilidad de históricas, desde sus orígenes en el siglo XIX hasta
entroncarse con tradiciones, lenguajes y prácticas las administraciones radicales de Hipólito Yrigoyen
de amplio arraigo popular. Por otro lado, el pero- en las primeras décadas del siglo XX. El golpe militar
nismo ciertamente representó un fenómeno indu- de 1930, el gobierno del general José F. Uriburu y la
dablemente disruptivo, ya que si bien no implicó en restauración conservadora presidida por Agustín P.
muchos casos una ruptura total con las estructuras Justo en 1932-1938 le dieron nueva vida a los argu-
existentes significó una reconfiguración fundamen- mentos antitotalitarios.
tal de las relaciones sociales que habían caracteri- Al mismo tiempo, y al calor de los conflictos políti-
zado a la Argentina hasta entonces. James denomina cos locales y el impacto de procesos internacionales
esta reconfiguración como el carácter esencialmente como el desarrollo de los totalitarismos europeos y
herético del peronismo, que hizo que varias de las la Guerra Civil Española, surgió por primera vez el
medidas originales de Perón desde la Secretaría de intento de construir un frente antifascista amplio
Trabajo, de carácter gradualistas y no revoluciona- que agrupara a políticos e intelectuales de centro y
rias, tuvieran un alcance mucho mayor, dado que de izquierda. Este frente heterogéneo le aplicó a los
significaban el apoyo del Estado a los sectores popu- grupos conservadores en el poder la crítica antitota-
lares y el desafío de las jerarquías tradicionales. 116 litaria, uniendo por primera vez el argumento de la
Para el antiperonismo, el peronismo en el poder lucha por la democracia a nivel doméstico, en con-
representó la etapa fundamental para su consoli- tra del fraude electoral y de sectores de la derecha
dación. Como se ha detallado, allí confluyeron una nacionalista y antiliberal, y a nivel internacional, en
serie de visiones, conceptos, prejuicios, ideologías y defensa de las democracias occidentales amenaza-
sectores sociales y políticos que se habían forjado a das por los totalitarismos.
lo largo de las décadas anteriores. El discurso contra- El frente antifascista se transformaría en 1938-
rio a la concentración del poder político y económico 1946 retomando argumentos, redes de sociabilidad
y el cuestionamiento a sectores populares presenta- y alianzas políticas que se habían esbozado en los
dos con visiones racistas y clasistas se fue transfor- años anteriores. En este sentido, la crisis de la Con-
mando y adaptando a las cambiantes circunstancias cordancia, el golpe militar de 1943 y el régimen mili-
tar que le siguió, reactivaron y potenciaron dichos
circuitos. El frente antifascista se reorientó, primero,
11 6 James, Resistencia .. . , op. cit. frente al conflicto mundial y la crisis política del país

258 1 Las raíces del antiperon ismo Jorge A. Nál lim 1259
en 1938-1943, uniendo el apoyo a los Aliados con la ciones y alianzas. Por ejemplo, nada predestinaba al
restauración plena del sufragio libre. frente antifascista de la década de 1930 a devenir en
En un segundo momento, se adaptó a la realidad el frente antiperonista en 1945, pero el contexto de
del gobierno militar de 1943-1946, la influencia 'de fines de 1945 le proveyó sentido al uso de las imá-
ideologías y grupos antidemocráticos y de derecha, genes y vinculaciones que se habían establecido en
y las nuevas políticas desarrolladas por Perón desde períodos anteriores.
el gobierno. Así, lentamente, la oposición a Perón en El segundo elemento, relacionado intrínseca-
1944-1945 finalmente cristalizó en el antiperonismo, mente con el primero, es que al igual que el pero-
constituido como tal a partir del 17 de octubre y en nismo, el antiperonismo fue desde sus inicios un
respuesta al surgimiento de su diametral opuesto, conglomerado heterogéneo de grupos sociales, inte-
el peronismo. De esta manera, este frente hetero- lectuales y políticos. Esta heterogeneidad le da sen-
géneo echó mano a imágenes, argumentos y pre- tido, durante la década peronista de 1946-1955, a las
juicios sobre Perón y sus seguidores que formarían ambigüedades de la oposición -y del oficialismo-
el núcleo duro de una manera de observar la reali- frente a temas como la educación religiosa en las
dad política. Los años del peronismo en el poder en escuelas y explica el desplazamiento de la jerarquía
1946-1955 verían la profundización de muchos de de la Iglesia católica argentina y de las Fuerzas Arma-
estos argumentos en un contexto de fuerte polariza- das desde el apoyo hasta la oposición a Perón.
ción política y social. Esta h.e terogeneidad es la que hace difícil, sino
Es necesario hacer énfasis nuevamente en dos imposible, una explicación sencilla y lineal del pero-
aspectos que informa la historia esbozada en las nismo y del antiperonismo, en tanto fueron, y son,
páginas de este libro. El primero y fundamental es sujetos heterogéneos, plurales antes que singulares.
que la conformación del antiperonismo no fue el Por ese motivo, una forma útil de comprenderlos
resultado de procesos históricos lineales ni pre- en toda su complejidad y dinamismo es a través del
determinados. Las líneas que retrospectivamente concepto de "invención de tradición" acuñado por
aparentan ser claras y precisas, en realidad fueron Terence Ranger y Eric Hobsbawm. 111 Ambos historia-
borrosas y en muchos casos azarosas. En lugar de
una relación de causa-consecuencia directa, es más
apropiado hablar de influencias en las que la reali- 117 Eric Hobsbawm y Terence Ranger, "Introducción: la invención de la tradición",
en Eric Hobsbawm y Terence Ranger (eds.), La invención de la tradición, Barce-
dad pragmática del momento orientaba ideas, rela- 1 lona, Crítica, 2002, pp. 7-21.

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dores lo usan para analizar la manera en que distintos fuerzas para conseguir el alejamiento de Perón,
elementos del pasado y la sociedad se reconfiguran se transformó en un factor de debilidad y división.
y adquieren sentido en determinadas circunstan- La transición del gobierno de Lonardi al de Aram-
cias históricas. El pasado deja de ser pasado muerto, buru, en noviembre de 1955, reveló con crudeza el
no para convertirse en una mera repetición -a todas dilema fundamental que atravesaría a los enemigos
luces imposible- sino para ser reactualizado en algu- de Perón desde allí en adelante: qué hacer con el
nos aspectos en un contexto contemporáneo que le peronismo. Si Lonardi había propiciado una política
influye significado y coherencia para distintos actores. conciliatoria -que en cierta manera resultó en un
En el tema que nos ocupa, por ejemplo, está claro gobierno insostenible, al intentar incluir en su gabi-
que la reivindicación de los próceres liberales argen- nete y gobierno a personas y grupos de tradiciones
tinos decimonónicos y la celebración de aniversarios políticas e ideológicas con poco en común-, Aram-
tales como los del centenario de la batalla de Case- buru enfrentó el tema con una política dura de des-
ros, en 1952, o la Constitución Nacional, en 1953, peronización, que pretendía borrar de la historia y la
que realizaban grupos literarios y políticos llevaban, sociedad argentina todo vestigio de peronismo.
implícita y explícitamente, una carga crítica contra Los resquebrajamientos se hicieron evidentes
un gobierno y un líder que, de acuerdo con su inter- también entre los intelectuales de la tradición anti-
pretación, violaban dichas tradiciones. fascista y liberal que se habían agrupado en institu -
Estas reflexiones permiten indagar el período pos- ciones como la SADE, Sur y el CLES. Por ejemplo, al
terior a 1955 para comprender el legado y la vigencia poco tiempo del golpe de septiembre de 1955, sur-
del clivaje peronismo-antiperonismo en la socie- gieron debates públicos entre figuras como Borges,
dad argentina. La caída de Perón en septiembre de Ezequiel Martínez Estrada y Ernesto Sábato sobre el
1955 fue ampliamente celebrada por el arco político, lugar del peronismo en el país. Así, mientras que Bor-
social e intelectual que se había unido finalmente en ges mantendría una visión dura y negativa a lo largo
1954-1955. Sin embargo, una vez producido el derro- de su vida, Martínez Estrada combinaba el rechazo
camiento, inmediatamente surgieron grietas que con el reconocimiento del ascendiente social del
demostraron las divisiones profundas que afectaron peronismo, y Sábato transformaría sus dudas ini-
a la Revolución Libertadora triunfante. La misma ciales frente a la política de desperonización en una
heterogeneidad y amplitud del movimiento antipe- abierta y pública crítica pronunciada en 1957 contra
ronista de 1954-1955, que le había permitido sumar la Revolución Libertadora, en la que denunciaba las

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torturas a las que eran sometidos los peronistas. 11 ª se enfrentarían abiertamente con las armas en 1962.
Al mismo tiempo, los quiebres sobre qué hacer con Así, en el período posterior a 1955 los intelectuales,
el peronismo afectaron a todos los actores políticos los partidos políticos y en general todo el espectro
y sociales. , político, desde la izquierda revolucionaria a la dere-
El Partido Socialista, que había mantenido una cha reaccionaria, se vieron obligados a plantearse,
rígida oposición a Perón y a su movimiento como una como parte de sus definiciones ideológicas y progra-
versión local del totalitarismo, sufrió, en 1958, una mas de acción, su relación con el peronismo.
dura fractura, entre el Partido Socialista Democrático, Todas estas fracturas se fueron dando en el marco
dirigido por Américo Ghioldi y dentro de la tradición de una alta conflictividad política y social, combi-
antiperonista furiosa, y el Partido Socialista Argen- nado con fluctuaciones violentas de la economía
tino. Similares rupturas se desataron en la Unión nacional. El contexto internacional de la Guerra
Cívica Radical, que se dividió en 1957 en la Unión Fría contribuía a agregar tensiones a un escenario
Cívica Radical del Pueblo, presidida por Ricardo Bal- local crispado. No podía ser menos, dada la contra-
bín y más cercana a la Revolución Libertadora, y la dicción brutal entre la realidad del fuerte arraigo
Unión Cívica Radical Intransigente, presidida por del peronismo y su presencia central en la política
Arturo Frondizi, quien llegaría a la presidencia de la argentina, y la proscripción política y el exilio de
Nación en 1958 con el apoyo de votos peronistas. su líder, el político argentino más popular durante
Las Fuerzas Armadas en general, y el Ejército en 1955-1973. Esta situación verdaderamente insoste-
particular, se consolidarían como los árbitros de la nible derivó en la crónica inestabilidad política del
política argentina, al tiempo que también experi- país, y el surgimiento del movimiento de resistencia
mentaban enfrentamientos alrededor del lugar del de las bases obreras peronistas a partir de 1955, y
peronismo en la Argentina. En el Ejército, la división preanunció una realidad caracterizada por gobier-
se manifestaría entre los llamados azules, que propi- nos democráticos de legitimidad cuestionada inte-
ciaban un grado de participación para los dirigentes rrumpidos por intervenciones y planteas militares,
peronistas, y los colorados, que mantenían una posi- que derivaría en los regímenes militares de 1966-
ción de frontal oposición al peronismo, grupos que 1973 y de 1976-1983.
Cabe mencionar que el problema no se debía sola-
mente al clivaje peronismo-antiperonismo, sino que
118 El debate se puede consultar en Fiorucci, Intelectuales, op. cit., pp. 186-207. bajo él coexistían, como no podía ser de otra manera,

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un abanico de posiciones y matices en ambos cam- brusco giro a la derecha en 1974-1976- y luego a
pos. Hacia dentro del peronismo, distintos grupos se uno de corte neoliberal y conservador. Por el lado
enfrentaban, y no solo retóricamente, para definir de los grupos antiperonistas, uno de los virajes más
en qué consistía el verdadero peronismo. Así, en el espectaculares fue el de los sectores ~onservadores
contexto post 1955 y de la Revolución Cubana apare- y neoliberales agrupados la Unión de Centro Demo-
ció una izquierda peronista, una de cuyas derivacio- crático (UCeDé) y liderados por Alvaro Alsogaray
nes sería el surgimiento de organizaciones políticas -representativos de la tradición antiperonista-,
armadas, frente a otros grupos y sectores que reivin- que no tuvieron ningún reparo en apoyar y parti-
dicaban otras tradiciones y posiciones. cipar del gobierno del peronista Carlos Menem en
Desde el exilio, Perón alentaría a todas las agrupa- 1989-1999. Obviamente, el pragmatismo y el interés
ciones que luchaban con su nombre, en un juego en pesaron en estos reacomodamientos, lo cual sirve
el que buscaba mantener su presencia en el escena- para recordar que muchas veces la dinámica polí-
rio político argentino y su hegemonía sobre las luchas tica concreta es el factor determinante detrás de la
que cruzaban al movimiento. Las divisiones entre la retórica y la ideología.
derecha y la izquierda peronistas en las décadas de Tanto en el peronismo como en antiperonismo
1960 y 1970 revelaban, una vez más, la heterogenei- los reacomodamientos no terminaron en la década
dad del peronismo y la posibilidad de ser reclamado de 1990, lo que nos trae a la vigencia del pasado en
de maneras diversas por distintos actores. Similar la historia más reciente del país bajo las administra-
fragmentación y heterogeneidad se revelaba, como ciones de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de
se ha mencionado, en los grupos que se pronuncia- Kirchner, desde 2003. A partir de ese año, el kirchne-
ban como dentro del antiperonismo. rismo se convirtió en la nueva encarnación del pero-
De esta manera, el peronismo-antiperonismo nismo, lo que implicó una nueva rearticulación de
operaba como un marco general dentro del cual se visiones sobre el pasado. Desde el gobierno nacio-
producían constantes reordenamientos y en el que nal se repudió al menemismo, presentado como una
abundaban los matices. En el Estado, el peronismo traición tanto a los intereses del país como a la esen -
se expresó en distintas, y en gran parte contradic- cia del peronismo. Al tiempo que se adoptaban una
torias, configuraciones en 1946-1955, 1973-1976 y serie de políticas sociales y económicas que impli-
1989-1999, que lo vieron mutar desde sus orígenes caban el rechazo de aquellas con la que el mene-
hacia un frente de izquierda -que experimentó un mismo había prometido el ingreso de la Argentina

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en el Primer Mundo, el kirchnerismo buscó cons- jeras y diarios internacionales que caracterizan al
truir una base política que incluyera al peronismo kirchnerismo como un movimiento impredecible,
y a otras organizaciones, como varios partidos y caprichoso y poco afecto a cumplir con las reglas de
desprendimientos de izquierda y organismos · de una democracia republicana. Muchas de esas críti-
derechos humanos. Desde el poder, se expresó una cas, internas y externas, recurren al término "popu-
filiación histórica con el peronismo clásico y con su lismo" para describir al kirchnerismo, con las mis-
versión setentista de izquierda que conllevaba la mas connotaciones negativas con el que se le había
recuperación de una serie de conceptos e imáge- aplicado anteriormente al peronismo.
nes que venían del peronismo clásico, tales como En el caso del periodismo internacional, dicho
la revalorización del concepto de un pueblo bajo la tipo de argumentos se pueden leer en publicacio-
conducción de un líder. nes de inspiración de izquierda socialdemócrata,
Al mismo tiempo, el kirchnerismo reflotó también como el español El País y el francés Le Monde. En
en los grupos que se le oponen imágenes y prejuicios otros, la crítica se explica por cuestiones ideológicas,
que reconocen su filiación en el antiperonismo. Por como son los casos de los duros editoriales del Wall
ejemplo, las duras críticas hacia la presidente Fer- Street Journal y de The Economist, quienes defienden
nández de Kirchner con motivo de los conflictos con una visión de la sociedad y la economía basada en
sectores de productores del campo en 2008 recuer- el neoliberalismo, considerada en las antípodas del
dan aquellas dirigidas en su momento contra Perón modelo kirchnerista.
y, en especial, Evita, por el clasismo y sexismo explí- El conflicto desatado con los fondas de inversión
cito. En mayo de 2013, un editorial publicado en el extranjeros, o holdouts, que no entraron en la rene-
diario La Nación, con el sugestivo título de "1933';u 9 gociación de la deuda argentina en default en 2005
repite argumentos que relacionan al peronismo -y y 201 O ha derivado en julio y agosto de 2014 en una
más concretamente, al kirchnerismo- con el totali- operación simbólica extraordinaria. En ella, gru-
tarismo europeo. pos vinculados al gobierno nacional empapelaron
Por otra parte, la crítica desde el extranjero ha la ciudad de Buenos Aires con afiches que decían
reaparecido en declaraciones de políticos extran- '~yer, Braden o Perón. Hoy Griesa o Cristina'; por el
nombre del juez estadounidense, Thomas Griesa,
que falló contra la Argentina en el juicio entablado
119 "1933 ", La Nación, 27 demayode201 3.
por los fondos.

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A partir de entonces, el lema del gobierno y gru- que le da su razón de ser, mantenga su vigencia. y
pos afines pasó a ser resumido en el slogan "Patria por ahora, nada indica que el peronismo, con todas
o Buitres" bajó el cual se organizó, por ejemplo, un sus contradicciones y en todas sus múltiples facetas,
acto para apoyar la posición del gobierno frente al grupos y tradiciones, vaya a perder ese rol central en
conflicto con los fondos. La idea de un líder y un el escenario político argentino.
pueblo unido contra la agresión externa y la denun-
cia de enemigos internos, "cipayos" y vendepatrias,
aliados al imperialismo, remiten directamente a las
imágenes e ideas acuñadas por el peronismo, inde-
pendientemente de la complejidad del tema y de la
realidad de grupos financieros internacionales cuyos
intereses afectan la soberanía y capacidad de los
Estados nacionales.
De esta manera, el binomio kirchnerismo/anti-
kirchnerismo reactualiza elementos del peronismo-
antiperonismo. Va de suyo que estas construcciones
deben ser comprendidas en su contexto histórico
específico, ya que más allá de apariencias y simili-
tudes en discursos e imágenes, la historia jamás se
repite. Por eso, el concepto de mito de Girbal-Blacha
explicado en la introducción es particularmente útil
para analizar la vigencia del binomio peronismo-
antiperonismo.
En tanto mito, el binomio homogeneiza y da sen-
tido a la interpretación de una realidad compleja y
. , .,
encuentra su expres1on en una representac1on par-
ticular del pasado histórico. En este sentido, puede
afirmarse sin lugar a dudas que el antiperonismo
seguirá existiendo en la medida en que el peronismo,

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