El mono capuchino es objeto de numerosos estudios debido a su destacada

inteligencia, lo que lo convierte en un tema de interés para la ciencia cognitiva. Se ha

documentado su habilidad para utilizar herramientas, como piedras, para abrir frutos
con cáscara dura, como los anacardos. Además, exhiben comportamientos notables al
retener información específica sobre la ubicación y condición de cada árbol utilizado
para alimentación o desplazamiento. Estos hallazgos destacan la complejidad de su
pensamiento y adaptabilidad, contribuyendo al entendimiento de la inteligencia no
humana en el campo científico.

El hecho de que utilicen piedras como herramientas para abrir frutos con cáscara dura
muestra un nivel significativo de inteligencia y habilidad para resolver problemas. Este
comportamiento refleja una comprensión del entorno y la capacidad de utilizar objetos
a su beneficio como extensiones de sí mismos para alcanzar metas específicas, un
rasgo distintivo de la inteligencia.

Sólo se puede encontrar en Sudamérica, aunque son varios los países en los que se distribuye:
Colombia, Ecuador y Perú, entre ellos los monos capuchinos, a través de la adaptación y su
visión de supervivencia, buscan métodos para encontrar alimento, el suso de los piedras para
destruir la comida