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DISCURSO

Buenos días, señoras y señores,

Me presento, para aquellos que no me conozcan: soy Paul Nitze, Subsecretario de defensa de
Estados Unidos de América, miembro del Comité Ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional, que
ha constituido nuestro presidente de la nación , Kennedy.

Sin embargo, hoy no me presento ante ustedes como Subsecretario de Defensa, sino como un
ciudadano preocupado. Un ciudadano que reflexiona sobre un período crítico en nuestra historia,
un periodo que está amenazado por el interés de la Unión soviética en imponer su autoridad
absoluta sobre el resto del mundo.

Si echamos la vista atrás, en los últimos años de nuestra historia, el mundo ha sido testigo de dos
guerras globales de violencia tremenda, dos revoluciones, la rusa y la china, de alcance
inimaginable, y desde hace poco tiempo la escena internacional está marcada por la lucha de
fuerzas a la que nos somete la URSS, quienes desarrollan cada vez armas de destrucción masiva
cada vez más aterradoras, poniendo en jaque a nuestra nación y al resto del mundo.

Este intenso período de feroces amenazas nos ha traído al momento actual, un momento en el
que el temor constante del aniquilamiento nuclear es el día a día desde que está presente la
Guerra Fría. La actual situación, y los recientes acontecimientos en nuestro ex aliado, Cuba, que ha
tomado un rumbo izquierdista y soviético, crea una situación peligrosa para nuestro país.

Ante este peligro, sistemas de protección estadounidense, han detectado indicios de actividad
sospechosa en Cuba por imágenes de reconocimiento aéreo. Éstas revelaron la impactante
verdad: los soviéticos están instalando en secreto misiles nucleares en Cuba, a meras 90 millas de
nuestras costas.
El rumbo que ha tomado cuba y su alianza con la URSS hace peligrar al Estados unidos, ya que la
presencia de armamento nuclear en la isla hace prever un ataque nuclear directo por nada menos
que la Unión Soviética.

Debo admitir, que están siendo días de mucha tensión. Se generó en el gobierno de EE.UU. un
fuerte impulso para tomar una acción militar preventiva, además de un estricto control de las
acciones políticas contra la isla vecina. De esta forma, como asesor principal en la crisis, estoy a la
espera de una respuesta cuidadosamente calculada.
Debo decir, que estoy absolutamente de acuerdo en poner freno a esta invasión perpetrada por
los Rusos.

Los estadounidenses tenemos una misión en el mundo, hemos salido victoriosos de los anteriores
conflictos y defendemos nuestra posición como centro de poder en el mundo libre, liderando un
programa positivo de paz, que frustre el diseño del Kremlin para la dominación mundial a partir de
amenazas a nuestro país.

De esta manera, os digo que contemplo necesario un bloqueo naval a cuba a fin de evitar la
llegada de nuevos suministros militares soviéticos, y me planteo, y así se lo he hecho saber al
comité y a nuestro presidente, la necesidad de un plan de contingencia para el despliegue y
participación de las fuerzas armadas de nuestro país para el control de la isla si esta no elimina y
retira los misiles que nos amenazan. No debe ser visto como invasión de la isla, sino como
contención de un mal mayor perpetrado y orquestado por la Unión Soviética.
Siguiendo estas ideas y defendiendo lo explicado, he presentado al comité, cumpliendo con los
objetivos del Task Force, el documento “Cuba y el Comunismo en el Hemisferio”.

Mis colegas y yo, vemos suficientes razones para intentar frenar la disposición de la URSS en
aliarse y unirse a Cuba y, de esta manera, amenazarnos de la manera más directa.
Propongo elaborar un plan de acción preventivo hacia este territorio, y defensivo hacia nuestra
nación, que coloquen a Estados Unidos en el lugar que le corresponde, y que mande un mensaje a
las potencias del este de Europa.

Este ciudadano que os habla no puede consentir que la presencia de Cuba sirva a la URSS para
fortalecer su posición y ofrecer hegemonía, poniéndonos en jaque.

Ciudadanos y conciudadanos, tenemos el deber moral de protegernos ante este momento crítico y
amenazante, y haremos todo lo posible para colocar a Cuba y la URSS en una posición de debilidad
que les obligue a replegar sus intenciones, y así, evitar una guerra nuclear.

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