Hojitas de Fe nº 518 –4– FIESTAS DE LA VIRGEN
con el mismo Santo: “Que yo te conozca, Señor”, o bien: “Señor, sepa yo quien
eres Tú”. Rezarán como en las semanas anteriores, las Letanías del Espíritu San-
to y el himno Ave Maris Stella, y añadirán todos los días las Letanías del Santo
Nombre de Jesús» (VERDADERA DEVOCIÓN, nº 230).
Sugerencias de meditación para estos seis días:
Primer Día. Quién es Jesucristo: verdadero Dios y verdadero Hombre. La
Encarnación. Su finalidad, redimirnos del pecado. Amor que Jesucristo nos ma-
nifiesta en ella.
Segundo Día. Nacimiento de Nuestro Señor.
Tercer Día. Vida oculta de Nuestro Señor.
Cuarto Día. Pasión de Nuestro Señor.
Quinto Día. Resurrección de Nuestro Señor.
Sexto Día. Jesús quiere que vayamos a El por María.
ORACIONES durante estos seis días:
• Letanías del Espíritu Santo.
• Ave Maris Stella.
• Letanías del Santo Nombre de Jesús.
5º Consagración a la Virgen.
«Al concluir las tres semanas, se confesarán y comulgarán con la intención
de entregarse a Jesucristo, en calidad de esclavos de amor, por las manos de
María. Y después de la Comunión, que procurarán hacer según el método que
expondré más tarde, recitarán la fórmula de Consagración, que también halla-
rán más adelante. Es conveniente que la escriban o hagan escribir, si no está
impresa, y la firmen ese mismo día.
Es conveniente también que paguen en ese día algún tributo a Jesucristo y a
su Santísima Madre ya como penitencia por su infidelidad al compromiso bau-
tismal, ya para patentizar su total dependencia de Jesús y de María. Este tributo,
naturalmente, dependerá de la devoción y capacidad de cada uno, como ejemplo
un ayuno, una mortificación, una limosna o un cirio. Pues, aun cuando solo die-
ran, en homenaje, un alfiler, con tal que lo den de todo corazón, sería bastante
para Jesús, que solo atiende a la buena voluntad.
Al menos en cada aniversario, renovarán dicha consagración, observando
las mismas prácticas durante tres semanas. También pueden renovar su entrega
todos los meses y aun todos los días con estas pocas palabras: “Soy todo tuyo,
y cuanto tengo tuyo es, oh mi amable Jesús, por María tu Madre Santísima”»
(VERDADERA DEVOCIÓN, nº 231-233).1
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Ahí tienes a tu Madre 4. Fiestas de la Virgen
Ofrecemos en la presente Hojita de Fe aquí algunas pautas para quienes de-
seen hacer su Consagración a la Santísima Virgen según el método de San Luis
María Grignion de Montfort. Son sólo sugerencias de los temas que pueden me-
ditarse durante los treinta días que San Luis propone para preparar conveniente-
mente esta Consagración.
1º Doce días
para vaciarse del espíritu del mundo.
«Quienes deseen abrazar esta devoción particular…, emplearán… doce días
por lo menos en vaciarse del espíritu del mundo, tan contrario al de Jesucristo»
(VERDADERA DEVOCIÓN, nº 227).
Sugerencias de meditación para estos doce días:
Primer Día. La muerte: • qué cierta es la muerte; • qué incierto es el momento
de la muerte; • cómo la muerte deshace todos los halagos y esperanzas que podía
darnos el mundo.
Segundo Día. El Juicio: • particular: Dios nos juzgará sobre la observancia de
su ley, y no las máximas del mundo; • universal: vergüenza de los que siguieron
las máximas del mundo; gozo de los que siguieron a Nuestro Señor.
Tercer Día. El Infierno: terribles sufrimientos de los que siguieron al mundo.
Cuarto Día. El pecado mortal, obra propia del que sigue al mundo: malicia,
gravedad y locura del pecado.
Quinto Día. El pecado venial.
Sexto Día. El Cielo: recompensa que Dios promete a quienes abandonan el
mundo y sus máximas para seguir a Nuestro Señor.
Séptimo Día. Las Bienaventuranzas (Mt. 5 3-11): expresan el espíritu de Cris-
to, diametralmente contrario al espíritu del mundo.
Octavo Día. El amor de la cruz: gran regalo de Dios, y condición indispen-
sable para renunciar al mundo y seguir a Jesús.
Noveno Día. La pobreza: renuncia a los bienes terrenos, al menos en espíritu,
para alcanzar las verdaderas riquezas.
Hojitas de Fe nº 518 –2– FIESTAS DE LA VIRGEN
Décimo Día. La obediencia y la humildad: renuncia a los honores que ofrece
el mundo, y a nuestra propia voluntad, sometiéndola a la de Dios.
Undécimo Día. La castidad: renuncia a los placeres de la carne, total o al
menos según el propio estado de vida, por amor de Jesús.
Duodécimo Día. La vocación: • sea la vocación a la fe, que es un gran don de
Dios, por el que somos llamados a ser su herencia; • sea la vocación sacerdotal o
religiosa, por la que somos llamados a ser sus amigos íntimos, sus apóstoles. Esta
vocación vale infinitamente más de lo que puede ofrecer el mundo.
2º Seis días para adquirir
el conocimiento de sí mismo.
«Emplearán luego tres semanas en llenarse de Jesucristo por medio de la
Santísima Virgen. Para ello, podrán seguir este orden.
Durante la primera semana, dedicarán todas sus oraciones y actos de piedad
a pedir el conocimiento de sí mismo y la contrición de sus pecados, haciéndolo
todo con espíritu de humildad. Podrán meditar lo dicho antes sobre nuestras ma-
las inclinaciones –y no considerarse durante los seis días de esta semana más
que como caracoles, babosas, sapos, cerdos, serpientes, animales inmundos–, o
meditar estos tres pensamientos de San Bernardo: “Piensa en lo que fuiste: un
poco de barro; en lo que eres: un poco de estiércol: en lo que serás: pasto de gu-
sanos”. Rogarán al Señor y al Espíritu Santo que los ilumine, diciendo: “Señor,
que vea” o “que te conozca”, o también: “Ven, Espíritu Santo”. Y dirán todos
los días las Letanías del Espíritu Santo, y recurrirán a la Santísima Virgen pi-
diéndole esta gracia, que debe ser el fundamento de las otras, para lo cual dirán
todos los días el himno Ave Maris Stella y las Letanías de la Santísima Virgen»
(VERDADERA DEVOCIÓN, nº 228).
Sugerencias de meditación para estos seis días:
Primer Día. El bautismo: votos que en él hicimos, y qué mal los cumplimos.
Segundo Día. Examen de todos los pecados de nuestra vida, para sacar con-
fusión y conocimiento de nuestra nada.
Tercer Día. Examen de todas las gracias recibidas de Dios, para comprobar
nuestra ingratitud, infidelidad e indignidad.
Cuarto Día. Aceptación humilde de nuestra miseria. Considerar que Dios la
permite para humillarnos y hacernos conocer nuestra nada. Hacerlo en forma de
coloquio, como recapitulación de las meditaciones anteriores.
Quinto Día. Misericordia de Dios: parábolas del hijo pródigo (Lc. 15 11-32)
y de la oveja perdida (Lc. 15 4-10).
Sexto Día. Aceptación humilde de las cruces que Dios nos envíe, considerán-
donos merecedores de ellas y de otras mayores; soportar con paciencia los defec-
tos del prójimo, como Dios soporta los nuestros y nos perdona.
FIESTAS DE LA VIRGEN –3– Hojitas de Fe nº 518
ORACIONES durante estos seis días:
• Letanías del Espíritu Santo.
• Ave Maris Stella.
• Letanías de la Santísima Virgen.
3º Seis días para adquirir
el conocimiento de la Santísima Virgen María.
«Durante la segunda semana se dedicarán en todas sus oraciones y obras del
día a conocer a la Santísima Virgen, pidiendo este conocimiento al Espíritu San-
to. Podrán leer y meditar lo que al respecto hemos dicho [para ello se aconseja
leer el TRATADO DE LA VERDADERA DEVOCIÓN durante esta preparación]. Y re-
zarán con esta intención como en la primera semana, las Letanías del Espíritu
Santo y el himno Ave Maris Stella, y, además, el Rosario o una tercera parte»
(VERDADERA DEVOCIÓN, nº 229).
Sugerencias de meditación para estos seis días:
Primer Día. Quién es María: Hija predilecta de Dios Padre, Madre de Dios
Hijo, Esposa de Dios Espíritu Santo.
Segundo Día. Grandezas de María: Inmaculada Concepción; Virginidad per-
petua; Maternidad divina; Asunción a los cielos en cuerpo y alma; Tesorera y
Mediadora de todas las gracias.
Tercer Día. María es Madre nuestra. Amor que nos tiene. Confianza, amor
y sumisión con que debemos corresponderle; obligación de tener una verdadera
devoción a María.
Cuarto Día. La consagración a María en calidad de esclavo es la mejor y
más sólida devoción a María: camino fácil, corto, perfecto y seguro.
Quinto Día. La consagración a María, renovación perfecta de nuestras pro-
mesas del Bautismo. Otros beneficios de esta consagración.
Sexto Día. Extensión de la consagración a la Santísima Virgen: cuerpo, alma,
bienes interiores y exteriores; pasado, presente y futuro; sin excluir las propias
miserias, que pasan a ser asunto de María.
ORACIONES durante estos seis días:
• Letanías del Espíritu Santo.
• Ave Maris Stella.
• Santo Rosario.
4º Seis días para adquirir
el conocimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
«Dedicarán la tercera semana a conocer a Jesucristo. Para ello podrán leer
y meditar lo que arriba hemos dicho y rezar la oración de San Agustín que se lee
hacia el comienzo de la Segunda Parte. Podrán repetir una y mil veces cada día,