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22 Todo era para siempre, hasta que dejó de existir

Primero El vértigo [Krutoi marshrut]* de Evgenia Ginzburg,8


después a Solzhenitsyn y después a Vasili Grossman.9
Grossman fue el primero en insinuar que el comunismo
podía ser una forma de fascismo. Esto jamás se me había
ocurrido. No lo dijo abiertamente; se limitó a comparar las
torturas infligidas en los dos sistemas. Recuerdo que mientras
leía, acostada en el sofá de mi habitación, tuve la intensa
sensación de que una revolución estaba ocurriendo en todas
partes. Fue impactante. Tuve un despertar de la conciencia
[perelom soznania]. Después llegaron los libros de Vladímir
Voinóvich. Compartía todo con mi tío Slava.

Tal como sugieren esta e infinitas otras historias sobre los últimos
años de la década de 1980, el colapso del sistema no solo fue ines-
perado, sino que era inimaginable para la mayoría de los soviéticos
hasta que ocurrió. Y, sin embargo, no tardó en parecerles perfecta-
mente lógico y estimulante en cuanto comenzó. Muchos descubrie-
ron que, aun sin ser conscientes de ello, estaban preparados desde
siempre para ese colapso; que siempre habían sabido que la vida en
el socialismo solo se sostenía por obra y gracia de una rara paradoja;
que el sistema siempre les había parecido estancado y, sin embar-
go, inmutable, frágil y vigoroso, desolador y pletórico de promesa.
Estas experiencias generan un ineludible conjunto de preguntas
acerca del socialismo soviético: ¿cuál era la verdadera naturaleza del
sistema socialista soviético tardío, y cómo era el estilo de vida que
tenía como núcleo esa paradoja? ¿Sobre qué clase de cambios sisté-
micos internos se sustentaba esa paradoja en el nivel del discurso,
la ideología, las relaciones sociales y el tiempo? Más aún: ¿cuál era
la naturaleza, no solo de la producción y la comunicación del cono-
cimiento dentro de ese sistema, sino de sus formas de codificación,
circulación, recepción e interpretación? Estas preguntas no preten-
den indagar las causas del colapso, sino las condiciones que lo hicie-
ron posible sin que nadie pudiera anticiparlo. Con estas preguntas
en mente, el presente libro se propone explorar el socialismo tar-
dío: un período que abarcó aproximadamente treinta años —desde

* La traducción española de Fernando Gutiérrez se publicó en Galaxia


Gutenberg (Madrid, 2012). [N. de T.]

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