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El proceso de conquista y colonización

de las sociedades más avanzadas de la


América Prehispánica.
Los casos de México-Tenochtitlán y el Tawantinsuyu.

Gonzalo Andrés Pellegrini

Facultad de Humanidades y Artes-UNR

Carrera de Historia

Cátedra: Historia de América II

Rosario, Año 2019.


 Introducción
 La organización de la conquista y el primer contacto.
 Las “alianzas incomodas”.
 Desestructuración del sistema de vida indígena y
resultados de la conquista.
Introducción:
Al poco tiempo de desembarcar los europeos en las Antillas, ya comenzaron a
tener conocimiento de “reinos poderosos y ricos” al interior de un territorio que
recién comenzaba a explorarse. Tanto Hernán Cortez como Francisco Pizarro al
momento de dar inicio a sus expediciones lo hacen con la firme intención de
conquistar.

Descubrimiento, conquista y colonización fueron tres distintas etapas del dominio


europeo sobre el continente americano y parte fundamental de ese proceso de
dominación será el sometimiento de los dos grandes núcleos de poder al momento
de la llegada europea, como lo eran Tenochtitlán en el Valle central de México y el
Tawantinsuyu en el Altiplano andino.

El encuentro entre las huestes conquistadoras, que parten del Caribe hacia la
profundidad del contiene americano en busca de oro y plata, y las sociedades más
desarrolladas de América, significó un shock para ambos bandos. Para los
conquistadores el shock se debía a lo diferente que eran estas sociedades, tanto
en su magnitud poblacional como en su organización social con respecto a las ya
conocidas poblaciones indígenas antillanas. Para los indígenas, tanto Mexicas
como Incas, una atmosfera de terror religioso y confusión se apoderó de ellos.

Este trabajo buscará examinar los efectos y las respuestas que dieron, tanto las
altamente organizadas sociedades mexicas e incas, como los conquistadores al
momento del encuentro e inmediatamente posterior a él, las distintas estrategias
de dominación y control por parte de los europeos sobre el indígena, como las
resistencias e intentos de adaptación que estos grupos dieron al avance
conquistador.
La organización de la conquista y el
primer contacto:
La idea de la conquista estaba claramente implícita en las expediciones de
descubrimiento desde un primer momento, como lo revelan las capitulaciones
suscriptas entre Cristóbal Colon y la Corona. La búsqueda de riquezas fue el
motor de la expansión europea por el continente americano financiada por una
extensa red de créditos que involucraban desde funcionarios reales, grandes
casas bancarias hasta ricos encomenderos de las Antillas. Esto evidencia una
peculiar combinación de auspicio estatal e impulso privado en el proceso de
conquista que es inherente a la expansión ultramarina europea.
Según J.H Elliott “La América española continental se conquisto entre 1519 y 1540, en el sentido
de que esos 21 años vieron el establecimiento de la presencia española a través de zonas
extensas del continente, y una afirmación de la soberanía española, más efectiva en unas regiones
que en otras, sobre los pueblos que no habían caído dentro del área jurisdiccional adjudicada a
Portugal por el tratado de Tordesillas.”1

Dos grupos conquistadores, moviéndose hacia afuera de las Antillas, llevarán a


cabo la subyugación del continente americano. El primero, partiendo desde Cuba,
conquistará Tenochtitlán entre 1519 y 1522 sometiendo a los Mexicas e irradiando
hacia el norte y sur desde la meseta central de México. El segundo grupo
conquistador partiendo de Panamá tomará la ruta del Pacifico hacia el sur
tomando Cuzco, capital del Tawantinsuyu, en 1533. En esta primera fase de la
conquista la complejidad y diversidad de los pueblos indígenas tanto en
Mesoamérica como en los Andes, obraron a favor de los españoles que supieron
utilizar las rivalidades étnicas para su beneficio y sacar una ventaja fundamental
de pertenecer a una sociedad tecnológicamente superior.

En el caso de la conquista de México la tripulación que se embarca en 1519 puede


considerarse de “elite” en cuanto sus integrantes son supervivientes de
expediciones anteriores, la flota está compuesta de doce navíos, 508 soldados y
110 marineros, estando a la cabeza de la expedición Hernán Cortez, un
extremeño de unos 34 años de edad que había participado de la conquista de
Santo Domingo y de Cuba. La expedición parte el 18 de Febrero desde la costa
cubana y se dirige en primer lugar a Yucatán, donde Cortes quiere procurarse
algunos intérpretes, lo que nos muestra la astucia y determinación con la cual
emprende su avance, como nos señala Elliott:

1 Elliot Jhon “La conquista españolas y las colonias”, en Bethell, Lesilie Historia de América Latina, 1990.
“Las dos expediciones anteriores que habían explorado las costas de México y Yucatán, en 1517 y
1518 bajo el mando de Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva, se habían proyectado
solo con el propósito de explorar y rescatar. Cortez intentó algo incomparablemente más
ambicioso”2

En Yucatán los españoles son obsequiados con 20 mujeres entre las cuales se
encuentra una prisionera hija de un cacique de Acayucán, zona donde confluían
las lenguas mayas y náhuatl, llamada Tenepal quien luego será conocida como la
Malinche. Esta mujer será de vital importancia para Cortes porque lo instruirá en
los mitos y creencia mexicas, en sus debilidades y fortalezas como pueblo, y
gracias a ella Cortes pronto comprenderá que puede ser asimilado con
Quetzalcóatl, una de las principales deidades de los indígenas mexicanos.

El grado de control centralizado que Tenochtitlán ejercía sobre los distintos


pueblos del Valle de México creó oportunidades que Cortes supo aprovechar
hábilmente. El resentimiento hacia los mexicas le permitió tejer alianzas con los
pueblos enemigos de estos, como por ejemplo con los Tlaxcaltecas, quienes
aportaron gran número de guerreros a la expedición. Esto permitió a Cortes seguir
un camino relativamente tranquilo hacia Tenochtitlán, mientras las noticas que van
llegando a Moctezuma, el Tlatoani supremo, van cargadas de un carácter
fantástico y siembran el pánico. Cortez comprende de inmediato la coyuntura
caótica en la que se encuentra todo el valle central de México, y en particular el
dominio Mexica sobre el mismo, se alía con Ixtletxochitl, un pretendiente
derrocado al trono de Texcoco, segunda ciudad más importante de la región, y de
a poco va confiando mas en sus posibilidades de tomar la enorme ciudad de
Tenochtitlán. Finalmente logra llegar a Moctezuma que lo deja avanzar
posiblemente creyendo que se trataba de Quetzalcóatl, el Jefe/Dios tolteca que
volvía del este en reclamo de sus tierras. Este encuentro dará comienzo a una
nueva y traumática historia para los pueblos de toda Mesoamérica.

Para el caso de la conquista del Perú, serán Panamá y Castilla de Oro los
trampolines para la empresa conquistadora sirviendo de base como lo habían sido
Cuba y Santo Domingo en la conquista mexicana.

2- Ídem,

David Pizarro, extremeño como Cortés, parte desde Panamá en enero de 1531
con 180 hombres, 37 caballos y 3 bergantines. Primero se dirige a Tumbes, en el
extremo noroeste del actual Perú, son recibidos con hostilidad por sus habitantes
que queman la ciudad, muriendo muchos españoles. Consigue salvar la
expedición gracias a los refuerzos oportunamente enviados desde Panamá por
Hernando de Soto, el conquistador de Nicaragua. La moral de los españoles está
devastada, pero Pizarro se reanima cuando le llegan noticias a través de un noble
indígena, de la violenta guerra sucesoria que tiene enfrentados a los hermanos
Huáscar y Atahualpa por la herencia al trono de su padre, Huayna Capac.

“Pizarro, como Cortés en México, y como una generación anterior de españoles que habían
buscado sacar provecho de las disensiones internas del reino nasrid de Granada, eran peritos
en manipular estas disensiones para favorecer sus propios fines” 3

Pizarro decide emprender la arriesgada aventura hacia Cajamarca donde se


hallan Atahualpa y su ejército. El 15 de Noviembre de 1532, el pequeño ejército
español desemboca en la cuenca de Cajamarca, mientras que en la disputa
fratricida Atahualpa vencía sobre Huáscar y lo tomaba como prisionero. Todo
parecía indicar un futuro por lo menos incierto para Pizarro y sus huestes, ya que
Atahualpa se coronaba victorioso y era arengado por un ejército de unos 50.000
soldados.

Es un misterio como se desarrolló la escena de Cajamarca, se dice que Pizarro se


presentó con toda una batería de efectos sonoros para impresionar al Inca y que
la lucha se detona a partir de que Atahualpa deja caer una biblia, que le entregaba
un monje español, porque ésta no le hablaba. Desatado el enfrentamiento los
nobles indígenas son muertos sin presentar batalla de manera incomprensible.
Los invasores toman prisionero al Inca Atahualpa y emprenden hacia Cuzco,
tomando la ciudad el 15 de Noviembre de 1532.

A partir de aquí, van a ser organizadas las exploraciones y conquistas de los


demás territorios de América, comenzando Pizarro, por fundar una nueva capital
cercana a la costa en 1535, dándole como nombre Villa de los Reyes (Lima), y
será esta ciudad la capital del futuro Virreinato del Perú y el centro del poder de la
Monarquía hispánica en América.

3 – Ídem.

Las “Alianzas incomodas”.


Tras someter a los dos grandes núcleos de poder, Tenochtitlán y Cuzco, los
españoles debían ahora aprender a gobernar una numerosa población con un
sistema político muy distinto al europeo. El término alianzas incomodas 4 es
utilizado por Steve Stern para describir esa mezcla incomoda entre negociación y
fuerza que debieron llevar adelante los conquistadores con los indígenas, que
también aceptaban dichas alianzas pensando en su propio beneficio. Stern analiza
el caso de las comunidades asentadas en Huamanga, las cuales la mayoría
combatirán del lado español y James Lockhart5 el caso de las comunidades del
centro de México hostilizadas por los Mexicas que rápidamente se aliarán con los
europeos, siendo los Tlaxcaltecas el grupo más importante de éstos.

Stern señala que para las poblaciones locales de Humanaga, la alianza con los
europeos era percibida como beneficiosa ya que por fin podían deshacerse del
yugo de la dominación incaica, esta percepción será reforzada cuando los
españoles derroten a las fuerzas rebeldes incas y tomen el control del Cuzco y sus
zonas aledañas de manera definitiva. Tal es así que muchas comunidades mitmaq
que habían sido reubicadas por los incas en la zona norte de Humanaga, vuelven
a sus comunidades de origen e incluso saquean y destruyen los templos y huacas
relacionadas al Inca. Estas alianzas no solo se daban a nivel de las comunidades
con los españoles para terminar de derrotar a los rebeldes incas, sino a nivel
personal, entre el encomendero y los curacas, que eran los “jefes” de las
comunidades, los españoles tejían sus acuerdos a través de favores y regalos. El
citado autor da varios ejemplos de estas relaciones como por ejemplo las del
encomendero Pedro de Avendaño con los Lucanas o Diego Maldonado con los
Chancas.

“Las comunidades y los grupos étnicos esperaban que la alianza con los europeos les sirviera para
triunfar en sus propias rivalidades autóctonas. Como ya hemos visto, el modo local de producción
tendía a dividir a los pueblos autóctonos en grupos económicamente autónomos que competían
por los ayllus, ahora las comunidades y los grupos étnicos rivales, sin el freno del control inca,
trataban de utilizar sus relaciones con los poderosos europeos para proteger o promocionar
intereses étnicos” 6

4 - Stern, Steve - “Los pueblos indígenas del Perú frente al desafío de la Conquista Española”, Alianza, Madrid 1986

5 – Lockhart, James – “Los nahuas después de la conquista, Historia social y cultural de la población indígena del México central, siglo XVI-

XVIII”. México, 1999.

6 – Stern, Steve.

Estas relaciones iniciales nos muestran como una incómoda mezcla de


negociación, fuerza y alianzas se tejieron entre los pueblos andinos autóctonos y
los españoles, siendo estas relaciones de cooperación y poder las que construirán
los cimientos de una economía y una sociedad colonial en Humanaga

La propia situación de la conquista requería de la coacción pero los


conquistadores no podían alcanzar sus objetivos sin recurrir a los elementos de
reciprocidad y redistribución que contenían las tradiciones indígenas. En el México
central ocurrió lo mismo, los conquistadores necesitaron operar por medio de las
unidades sociopolíticas existentes y no pudieron estar ajenos a los agudos
enfrentamientos y rencores entre los distintos Altepetl que luchaban por mantener
su autonomía y liberarse de las presiones tributarias a las que los mexicas
sometían a estas entidades.

Lockhart señala que el primer acto organizativo luego de la toma de Tenochtitlán


fue conceder encomienda a cada español como recompensa por su labor, siendo
estas unidades territoriales llamadas Altepletl, organizadas de forma compleja, las
referencias para la otorgación de dichas encomiendas. Los españoles llamaron a
estas unidades “pueblos”. Ahora los territorios y los mecanismos internos de estas
unidades permanecieron casi intactos durante muchísimo tiempo después de la
conquista, y en el caso de Tlaxcala, el gobierno municipal de tipo español que los
conquistadores intentaban implementar tuvo que adaptarse a la situación local,
empezando por manipular al tlatoani, el funcionario principal del altepletl.

“La manipulación española de los tlatoques había empezado inmediatamente, durante la misma
conquista, a la vez, los tlatoques y sus rivales por el gobierno habían tratado de manipular a los
españoles para que apoyen las pretensiones de algunos candidatos sobre otros”7

Tlaxcala era una gran unidad que contenía cuatro altepletl con sus respectivos
tlatoques, la misma había conseguido evitar la encomienda al ser los principales
aliados que los españoles poseían en el centro de México, lo que demuestra que
los conquistadores debían ceder en ciertas iniciativas y pactar acuerdos que
debían tener en cuenta también la voluntad e intereses de los indígenas, en este
caso de los Tlaxcaltecas, fundamentales para derrotar a los Mexicas. Aunque
como señalábamos para el caso andino, las alianzas se daban también en otras
dimensiones, por ejemplo para la elección del gobernador, por lo general se
nombraba al tlatoani más visible y de mayor jerarquía entre los altepetl, aunque si
el mismo optaba por una postura hostil inmediatamente se lo removía por algún
otro tlatoani con mayor cooperación, maniobra ésta no tan sencilla ni tampoco
exenta de resistencias y conflictos.
7 – Lockhart, James.

Ahora bien, vimos como en estos primeros tiempos de la conquista los españoles
debieron tener en cuenta las estructuras y los patrones indígenas y éstos últimos
intentar adaptarse a una nueva situación de manera de poder obtener una
posición más favorable para sus comunidades, llegándose a entramar alianzas
inestables e incomodas. Pero ésta no será la única actitud que los indígenas
tomarán, el otro camino era el de la resistencia y el enfrentamiento frontal con los
europeos. Los conquistadores tendrán choques constantes durante todo el
proceso de conquista principalmente cuando intenta expandirse tanto hacia el sur
como hacia el este en el caso andino, como hacia el norte y oeste en el caso
mexicano. Las rebeliones más importantes son dos, en 1536 Manco Inca escapa a
las montañas al noroeste de Cuzco, y organiza la resistencia junto a un grupo de
indígenas que llegan a sitiar la ciudad, el asedio dura hasta 1537 cuando los
españoles junto a varios grupos hostiles al Inca, como los mencionados
anteriormente oriundos de Huamanga, logran vencer la resistencia de los rebeldes
encabezados por Manco Inca.

La otra importante rebelión, pero en tierras mexicanas, van a ser las denominadas
“guerras del Mixtón” de 1540-41, que intentarán detener el avance español hacia
el norte desde el México central, estas tribus chichimecas que habitaban en las
fronteras norte del “imperio mexica” mostraron tenaz resistencia a los invasores y
expandieron su insurrección hacia el sur llegando a alarmar de manera
significativa a los españoles, siendo el virrey Antonio de Mendoza junto a un gran
número de aliados tlaxcaltecas, xilotepecas y acolhuas quienes triunfen después
de largos y sangrientos enfrentamientos.
Desestructuración del sistema de
vida indígena y resultados de la
conquista.

Tras las represiones a las rebeliones anteriormente mencionadas no se registraron


levantamientos de importancia por lo que los españoles pudieron consolidar su
dominio sobre amplias zonas territoriales, tanto en el Perú como en el México
central, con enorme rapidez. Esta labor resulto facilitarse gracias a la
supervivencia de gran parte de la maquinaria fiscal y administrativa de los tiempos
anteriores a la conquista. La llegada de los europeos fue para las sociedades
indígenas un hecho sin precedentes que interrumpió el curso normal de su
existencia. La idea de desestructuración es planteada por Nathan Wachtel
refiriéndose al trastrocamiento de todas las estructuras del sistema de vida
indígena, desde los aspectos económicos hasta los culturales.

“El dominio español, en tanto que se sirvió de las instituciones nativas, al mismo tiempo llevó a
cabo su desintegración, dejando solo estructuras parciales que sobrevivieron fuera del contexto
relativamente coherente que les había dado sentido. Las consecuencias destructoras de la
conquista afectaron a las sociedades nativas en todos los niveles: demográfico, económico, social
e ideologico”8

Tras el primer contacto con los europeos, las poblaciones indígenas sufrieron en
todas partes un hundimiento demográfico de excepcionales proporciones, siendo
ésta una de las consecuencias más graves que la conquista legó a los originarios,
en el Valle central de México de una población de 25 millones de habitantes antes
de la conquista, pasado treinta años del primer contacto la población se redujo en
un 90%, para 1580 solo quedaban 1,9 millones de indígenas. Para el caso
peruano la reducción poblacional parece ser menos pronunciada, para una
población de 10 millones antes de la conquista, luego de treinta años seguía casi
igual para sí dar una abrupta caída hacia 1560 quedando 2,5 millones.

Las causas del colapso poblacional son varias, Carlos Assaudorian 9 que trabaja
específicamente el tema señala las principales:
8- Wachtel, Nathan. “Los indios y la conquista española” en Bethell, Lesilie Historia de América Latina, 1990.

9- Assaudorian, Carlos. La despoblación indígena en Perú y Nueva España durante el siglo XVI y la formación de la economía colonial”, en

Historia Mexicana, 1989.
Las epidemias y enfermedades, las guerras de conquista y el régimen de
explotación impuesto por los europeos.

Estas fueron las principales causas de la caída demográfica que significó un duro
golpe para los indígenas que con el pasar de los años dejan de tener poder de
decisión sobre ciertas cuestiones y el sometimiento comienza a hacerse cotidiano,
fundamentalmente con la llegada del Virrey Toledo y sus políticas para afianzar el
dominio español.

Otro aspecto importante por donde avanzará la lógica conquistadora será el


espiritual, tan importante para la desestructuración del sistema de vida indígena
como las acciones coercitivas y las consecuencias demográficas. A la conquista
militar y la utilización de la mano de obra indígena para propios intereses, hay que
sumarle la conquista espiritual que los europeos llevaron adelante en las Indias.
Las religiones oficiales indígenas desaparecieron rápidamente tanto en México
como en Perú, se destruyeron sistemáticamente templos, se quemaron códices y
quipus y los sacerdotes nativos fueron perseguidos. Solo los cultos locales
quedaron relativamente en pie aunque de manera ilícita y sus principales fiestas si
tuvieron que ser abandonadas. Esta conquista espiritual no estuvo exenta de
resistencias y muchos nativos escapaban a lugares recónditos para seguir
practicando sus cultos o lo hacían a escondidas, pero a pesar de esto con el paso
del tiempo la evangelización irá dando resultados fundamentalmente cuando
surjan las nuevas generaciones que quedarán sin acceso a sus viejas tradiciones
culturales y religiosas.

Por consiguiente podemos aseverar que después de cuarenta años de


comenzada la conquista, los resultados de la misma para los indígenas será la
desestructuración de la sociedad en todos sus niveles: demográfico, social,
económico y espiritual., ciertas estructuras sobrevivirán pero fragmentadas y
aisladas de su contexto original y trasplantadas al mundo colonial forjado por el
invasor. Esto se dio más claramente en los territorios analizados en este trabajo,
no tan así fue en las fronteras de los mismos y regiones más alejadas de las
administraciones centrales construidas sobre las ruinas de los “imperios” Incas y
Mexicas, donde los pueblos de tipo nómades o semi-sedentarios, como los
Araucanos en Chile, darán tenaz resistencia en defensa de sus territorios y
costumbres. Este primer proceso de conquista llegará hasta 1530 en México y
1550 en Perú, donde una nueva conquista de tipo administrativa dirigidas por
audiencias y virreyes avanzará fortaleciendo el dominio de la monarquía española
sobre el territorio americano mientras que recién a finales del siglo XVIII volverán a
darse rebeliones de raíz indígena que cuestionarán el accionar monárquico en
América, mientras tanto la voz del nativo será silenciada y sometida a los
designios de un nuevo sistema que no los tendrá en cuenta, salvo como mano de
obra en beneficio de unos pocos europeos, comenzando así una nueva etapa en
la historia americana.
Bibliografía:

 Elliot Jhon - “La conquista españolas y las colonias”, en Bethell, Lesilie


Historia de América Latina, 1990.

 Stern, Steve -“Los pueblos indígenas del Perú frente al desafío de la


Conquista Española”, Alianza, Madrid 1986.

 Lockhart, James - “Los nahuas después de la conquista, Historia social y


cultural de la población indígena del México central, siglo XVI-XVIII”.
México, 1999.

 Wachtel, Nathan - “Los indios y la conquista española” en Bethell, Lesilie


Historia de América Latina, 1990.

 Assaudorian, Carlos - “La despoblación indígena en Perú y Nueva España


durante el siglo XVI y la formación de la economía colonial”, en Historia
Mexicana, 1989.

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