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EL ANTES Y EL DESPUES DE MI ENCUENTRO CON EL LIBRO

MUJERES QUE CORREN CON LOBOS

Fue un proceso lento y denso, confieso que me obligue a leerlo. Sobre todo porque, al
principio quería adquirir conocimientos y entender todas las ideas planteadas por la autora. Hice
a mano, un resumen de unas 50 páginas, para leerlo y releerlo porque desde la mente, todo me
pareció valioso

Pero, a medida que fui progresando en la lectura, mi objetivo inicial fue quedando de lado,
para darle paso a un compasivo proceso de autoconocimiento y a un sentimiento profundo de
pertenencia a la manada femenina. Ya no leí como una meta, sino que la lectura se transformó en
un espacio terapéutico, donde a veces salía adolorida, pero regresaba con más salud y vitalidad.
Ahora no era una tarea sino un viaje desde el corazón.

A través de este viaje, aquel sentimiento de soledad e indefensión, por sentirme diferente,
que me acompañó toda la vida, fue siendo sustituido por un sentimiento de pertenencia. Encontré
en este libro, un espacio parecido a un circulo de mujeres, donde todo lo que a mí me parecía
vergonzoso resultaba ser natural y no solo exclusivo en mí, sino común a todas. Ya el objetivo no
es controlar lo que no se me permite socialmente, sino cultivar mi naturaleza sabiamente y dejar
de sentirme como el patito feo, diferente y con defectos, para sentirme como el cisne que siempre
fui. Ya no hay lucha por cambiar, sino una amorosa aceptación de mis procesos.

También me di cuenta, que lo natural y lo salvaje siempre pulsa por salir y que es sano
mirar ese aspecto nuestro y dejarlo ser o de lo contrario se expresa en decisiones, historias y
enfermedades psicosomáticas, como ha sido mi caso.

Entendí, que producto de mi cultura y religión, siempre tuve una lucha constante por
dominar esa naturaleza salvaje, como si fuese un pecado o un karma, y por supuesto nunca logre
el objetivo de controlar esa naturaleza como los demás exigen y yo me propuse cumplir para evitar
el rechazo.

El capitulo que mas me gusto fue el 13, LA PERTENENCIA AL CLAN DE LA CICATRIZ


porque describe cabalmente mi experiencia de vida y además puedo hoy, dar testimonio de mi
proceso de libertad y sanación.

Durante mas de 30 anos guarde un secreto de una decisión que me trajo culpa, vergüenza,
remordimiento y un profundo sentimiento de impotencia por no poder cambiar el pasado. Eso se
expresó a través de mis relaciones de pareja fallidas, infertilidad y otras patologías del aparato
reproductor. No es casualidad que escogiese ser especialista en Obstetricia y Ginecologia y además
de ayudar a muchas mujeres a cuidar y recuperar su salud femenina, también fuese yo una paciente
caso clínico, digna de unas cuantas clases del postgrado.

Ese secreto vergonzoso y lleno de culpa, se expresaba en mis sueños, sueños repetitivos,
con diferentes escenarios, pero con el mismo mensaje. En algunos sueños, sentía una gran angustia
porque necesitaba comunicarme y mi teléfono no funcionaba, o trataba de hablar y pedir auxilio
y mi voz no salía o nadie me escuchaba. En otros sueños, se me asignaba un puesto o una
habitación, y cuando iba a buscarlo, no había asiento o la habitación no existía o me daban una
dirección que nunca conseguía, la sensación común a estos sueños era una angustia existencial por
no encontrar mi lugar o no pertenecer o no tener derecho a… En otros sueños vivía y revivia el
dolor del rechazo, ahora entiendo que era una parte de mi que no aceptaba lo que había hecho y
me autocastigaba a través de la no aceptación de las otras personas. Me obligaba a esconder mi
secreto para no ser rechazada y como dice este libro, eso no me exoneraba de rechazarme a mi
misma en secreto, siendo mi peor juez.

La otra cara del autorechazo, en mi caso, era el no merecimiento. Eso se traducía en mi


vida cotidiana, en situaciones como que alguien ocupaba mi puesto, alguien se olvidaba de
incluirme en alguna lista, o me cambiaban el nombre, o hasta en el trabajo, cuando veía como a
otros les daban condecoraciones y reconocimientos y cuando me correspondía a mi, por ejemplo,
el evento se suspendía por alguna causa fortuita.

Ahora luego de la lectura y de todo este ano de aprendizaje-experiencia, los sueños no se


han presentado más, y entiendo que era mi naturaleza viva tratando de expresarse para ayudarme
a recuperar la vitalidad de una mujer salvaje. Ahora, desde el merecimiento, recibo con gratitud y
disfruto de lo recibido.

Por otra parte, el ano pasado pude vivir un proceso de cierre de ciclos y además compartir
mi secreto en un circulo de mujeres con cicatrices, mujeres de mi familia, ninguna preparada como
terapeuta ni guía, pero con un corazón compasivo y generoso, que supieron contenerme,
apoyarme y maternarme en una reunión de balcón, super emotiva y sanadora. Hoy en día soy un
testimonio vivo, de lo sanador que es soltar esos secretos en el espacio y con las personas
adecuadas. A Dios las gracias por ese momento, fue la respuesta a mis oraciones de toda la vida!

Es por estas razones que este capitulo me resuena profundamente y me salta el corazón de
alegría saber que no estoy sola, que en este camino, hay otras mujeres como tu y mis otras
compañeras de la vida, que conformamos el Clan de las Cicatrices pero que orgullosamente las
exhibimos porque sabemos apreciarlas y reconocer su valor.

Mil gracias por tu formación, y no me cansare de repetirlo, también por tu extraordinario


corazón que nos apapacha de compasión y nos sabe contener con la sabiduría de una mujer con
cicatrices.

Te quiero mucho y te bendigo mi Jess, has hecho una gran diferencia en mi vida!

Con cariño!

Eddy

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