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Fue un proceso lento y denso, confieso que me obligue a leerlo. Sobre todo porque, al
principio quería adquirir conocimientos y entender todas las ideas planteadas por la autora. Hice
a mano, un resumen de unas 50 páginas, para leerlo y releerlo porque desde la mente, todo me
pareció valioso
Pero, a medida que fui progresando en la lectura, mi objetivo inicial fue quedando de lado,
para darle paso a un compasivo proceso de autoconocimiento y a un sentimiento profundo de
pertenencia a la manada femenina. Ya no leí como una meta, sino que la lectura se transformó en
un espacio terapéutico, donde a veces salía adolorida, pero regresaba con más salud y vitalidad.
Ahora no era una tarea sino un viaje desde el corazón.
A través de este viaje, aquel sentimiento de soledad e indefensión, por sentirme diferente,
que me acompañó toda la vida, fue siendo sustituido por un sentimiento de pertenencia. Encontré
en este libro, un espacio parecido a un circulo de mujeres, donde todo lo que a mí me parecía
vergonzoso resultaba ser natural y no solo exclusivo en mí, sino común a todas. Ya el objetivo no
es controlar lo que no se me permite socialmente, sino cultivar mi naturaleza sabiamente y dejar
de sentirme como el patito feo, diferente y con defectos, para sentirme como el cisne que siempre
fui. Ya no hay lucha por cambiar, sino una amorosa aceptación de mis procesos.
También me di cuenta, que lo natural y lo salvaje siempre pulsa por salir y que es sano
mirar ese aspecto nuestro y dejarlo ser o de lo contrario se expresa en decisiones, historias y
enfermedades psicosomáticas, como ha sido mi caso.
Entendí, que producto de mi cultura y religión, siempre tuve una lucha constante por
dominar esa naturaleza salvaje, como si fuese un pecado o un karma, y por supuesto nunca logre
el objetivo de controlar esa naturaleza como los demás exigen y yo me propuse cumplir para evitar
el rechazo.
Durante mas de 30 anos guarde un secreto de una decisión que me trajo culpa, vergüenza,
remordimiento y un profundo sentimiento de impotencia por no poder cambiar el pasado. Eso se
expresó a través de mis relaciones de pareja fallidas, infertilidad y otras patologías del aparato
reproductor. No es casualidad que escogiese ser especialista en Obstetricia y Ginecologia y además
de ayudar a muchas mujeres a cuidar y recuperar su salud femenina, también fuese yo una paciente
caso clínico, digna de unas cuantas clases del postgrado.
Ese secreto vergonzoso y lleno de culpa, se expresaba en mis sueños, sueños repetitivos,
con diferentes escenarios, pero con el mismo mensaje. En algunos sueños, sentía una gran angustia
porque necesitaba comunicarme y mi teléfono no funcionaba, o trataba de hablar y pedir auxilio
y mi voz no salía o nadie me escuchaba. En otros sueños, se me asignaba un puesto o una
habitación, y cuando iba a buscarlo, no había asiento o la habitación no existía o me daban una
dirección que nunca conseguía, la sensación común a estos sueños era una angustia existencial por
no encontrar mi lugar o no pertenecer o no tener derecho a… En otros sueños vivía y revivia el
dolor del rechazo, ahora entiendo que era una parte de mi que no aceptaba lo que había hecho y
me autocastigaba a través de la no aceptación de las otras personas. Me obligaba a esconder mi
secreto para no ser rechazada y como dice este libro, eso no me exoneraba de rechazarme a mi
misma en secreto, siendo mi peor juez.
Por otra parte, el ano pasado pude vivir un proceso de cierre de ciclos y además compartir
mi secreto en un circulo de mujeres con cicatrices, mujeres de mi familia, ninguna preparada como
terapeuta ni guía, pero con un corazón compasivo y generoso, que supieron contenerme,
apoyarme y maternarme en una reunión de balcón, super emotiva y sanadora. Hoy en día soy un
testimonio vivo, de lo sanador que es soltar esos secretos en el espacio y con las personas
adecuadas. A Dios las gracias por ese momento, fue la respuesta a mis oraciones de toda la vida!
Es por estas razones que este capitulo me resuena profundamente y me salta el corazón de
alegría saber que no estoy sola, que en este camino, hay otras mujeres como tu y mis otras
compañeras de la vida, que conformamos el Clan de las Cicatrices pero que orgullosamente las
exhibimos porque sabemos apreciarlas y reconocer su valor.
Te quiero mucho y te bendigo mi Jess, has hecho una gran diferencia en mi vida!
Con cariño!
Eddy