Está en la página 1de 36

Módulo 4: Intervenciones y trabajo comunitario y

social

IN TR ODUCCIÓN AL MÓDULO

Introducción

UN IDAD 4: EL TR AB AJO COMUN ITAR IO EN AR GEN TIN A

Introducción a la unidad

Tema 1: Consideraciones del contexto actual e histórico

Tema 2: Los trabajos de Pichón Riviére

Tema 3: Desmanicomialización. Fernando Ulloa

Tema 4: El trabajo en equipo heterogéneos. Mauricio Goldenberg

Cierre de la unidad

CIER R E DEL MÓDULO

Descarga del contenido


Lección 1 de 8

Introducción

Verify to continue
We detected a high number of errors from your
connection. To continue, please confirm that
you’re a human (and not a spambot).

I'm not a robot


reCAPTCHA
Privacy - Terms

Durante el desarrollo de este módulo conoceremos nuestra propia realidad territorial. Es necesario destacar
y dar a conocer los eminentes y exitosos trabajos que han tenido lugar en nuestro país, considerando que
este equipo de trabajo y sus frutos suelen no darse a conocer masivamente. Por esta razón, estos trabajos
pierden la oportunidad de réplica, de seguimiento, de modelo y de aprovechamiento de experiencia y
resultados.

Los invito a meternos de lleno en ello y conocerlos.


Elaboración propia (2020)

Objetivos del módulo

Comprender el trabajo comunitario en el marco del contexto actual y el desarrollo histórico que
nos llevó hasta él.

Conocer los trabajos más destacados en el área.

Incorporar la idea de la desmanicomializacion dentro del contexto de la salud comunitaria.

Conocer los trabajos comunitarios más destacados de nuestro país.

Contenidos del módulo

Unidad 4- El trabajo comunitario en argentina

4.1 Consideraciones del contexto actual e histórico.


4.2 Los trabajos de Pichón Riviére.

4.3 Desmanicomializacion. Fernando Ulloa.

4.4 El trabajo en equipos heterogéneos. Mauricio Goldenberg

La locura en Argentina- Cap. 6: La experiencia del Lanús

Para comenzar el módulo, compartiremos un video que muestra la experiencia de trabajo de un soñador, uno
que al despertar decidió que sus sueños eran posibles de poner en práctica. Se trata de Mauricio
Goldenberg, conocido mundialmente dentro del ámbito de la salud mental como un precursor del trabajo en
equipo, interdisciplinario, original y con recursos múltiples. Goldenberg revolucionó la escena psi en el año
1956, convirtiendo en modelo y pionero en materia de abordaje al humilde hospital policlínico Lanús, hoy
conocido como Hospital Zonal Evita.

LA LOCURA EN ARGENTINA - CAP 6: La experiencia del La…

TV Universidad. (2017). La locura en Argentina- Cap. 6: La experiencia del Lanús. Recuperado el 30 de enero de 2020 de:

https://www.youtube.com/watch?v=usLh_hQ5VBI
Lección 2 de 8

Introducción a la unidad

¿Cómo es el panorama actual en nuestro país en materia de


trabajo comunitario y cómo hemos llegado a él a través del
recorrido histórico, teórico y las experiencias en praxis social?

Contenidos de la unidad

1 Consideraciones del contexto actual e histórico.

2 Los trabajos de Pichón Riviére.

3 Desmanicomializacion. Fernando Ulloa.


4 El trabajo en equipos heterogéneos. Mauricio Goldenberg.

Durante esta unidad, nos ocuparemos de dar marco a los trabajos que cada uno se encuentra realizando,
acompañando ese desarrollo con la descripción de la labor llevada a cabo por diferentes equipos en nuestro
país.

Sus labores destacadas y originales servirán de inspiración y modelo para emprender y desarrollar los
nuestros. Abordaremos además los necesarios trayectos por los que debieron transitar los profesionales
interesados en la salud, particularmente la salud mental, hasta que la misma alcanzó su espacio de
conocimiento e importancia. Llegaremos hasta nuestros días, de la mano del trabajo profesional, las
necesidades crecientes, y el apoyo de todos los interesados, que culminan en el armado de una ley
completa y abarcativa, como la que nos da marco en nuestros días.

Comenzar la unidad
Te invitamos a recorrer el contenido de la unidad.

IR AL CONTENIDO
Lección 3 de 8

Tema 1: Consideraciones del contexto actual e


histórico

En la actualidad, el panorama con relación a la salud mental se encuentra en equilibrio. La ley Nacional de
salud mental y la normativa del ejercicio profesional son deseablemente modernas y han sabido responder a
las necesidades crecientes de los tiempos que corren.

La formación de profesionales responde a los requerimientos del


contexto y las problemáticas propias de la actualidad y su
complejidad. El psicólogo es reconocido como un profesional de la
salud, autónomo y capaz y no ya como en tiempos previos, como un
auxiliar médico.

La Licenciatura en psicología, la Psicología social, los Profesorados en psicología, los consultores


psicológicos, acompañantes terapéuticos y demás propuestas de formación siguen a la vanguardia en las
diferentes instituciones de índole público y privado.

La sociedad se encuentra también manejando más información sobre la enfermedad mental y sus variables.
Podríamos afirmar con beneplácito que hemos logrado superar situaciones de discriminación y segregación
y ha disminuido notablemente el tabú y el temor.

No obstante, este panorama favorable que nos es posible describir es la culminación de un camino
complejo, con momentos de mucha oscuridad y también de brillantez, que, dentro de una formación en la
materia, es menester no desconocer.

Naturalmente, debemos ir al antiquísimo


concepto de la locura: fue un concepto (y hasta
hoy mantiene cierto matiz) del orden de lo tabú,
del miedo y de lo que no se desea explorar.

Si alguien debió encargarse de un tema de tales características de un modo formal (ya sin matices
religiosos ni mágicos), fue la medicina. La disciplina en sus inicios solo podía realizar tratamientos
experimentales (a menudo muy crueles) tendientes más a frenar síntomas y aplacar, que a curar o
comprender. No se contaba con médicos con más herramientas que las que la historia supo describir,
algunos de ellas muy crueles y dudosamente efectivos. Incluso aunque algunas de las herramientas
utilizadas producían clama, muchas veces producían también sufrimiento y daño físico y funcional.

El advenimiento de la psiquiatría puso paños fríos sobre tal herida,


mediante el desarrollo de tratamientos medicamentosos que se
fueron perfeccionando a lo largo del tiempo. Los síntomas
comenzaron a tratarse. El “loco” comenzó a ser abordado.

Quizás fue uno de los motivos por los cuales se comenzó a pensar que podría, además, haber algo más por
hacer, algo más que el encierro y la medicación. Una vez más hablamos de creatividad, de estrategias, de
lazos, de diálogo. Una vez más, aludiremos a la importancia del respeto por el otro, de la empatía por el otro
que sufre, del trabajo que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida, las condiciones de vida, la salud en
general.

Al inicio de la historia de la psicología en nuestro país, y sin formación


aún de psicólogos, la salud mental permaneció en manos de los
médicos.

Estos, influidos por el positivismo de la época, tenían un paradigma de trabajo positivista y biologicista,
propio de su formación. A ello más tarde se sumaron los médicos formados en psicoanálisis, de marcada
influencia europea, quienes empezaron a trabajar no solo en incidir en el cuerpo, desde la psiquiatría, sino
desde la palabra, y a través de la escucha, como lo plantea Sigmund Freud.

A mediados del 1800 se crean los hospicios para hombres y para


mujeres y demás instituciones manicomiales, donde después de
duros inicios se intenta trabajar con el modelo de Phillippe Pinel,
más humanitario y también basado en la escucha.

Se abren paralelamente diferentes vertientes, algunas defendiendo la idea de manicomio como institución
para segregar allí a la “locura” y otros para un tratamiento de matiz más humanitario.

Podríamos decir que nuestra historia se forjó a mucho costo, dado que el pensar diferente fue siempre
objeto de mucho cuestionamiento.

Fue recién a mediados de 1900 cuando comenzaron a gestarse cambios sustanciales y paradigmáticos.
La mejora de las condiciones de tratamiento, objetivos y medios se hace efectiva dada la intervención en el
tema de la OMS, los acuerdos internacionales y la demanda de las poblaciones.

El abordaje comienza a exceder los límites de los manicomios para dar lugar a la descentralización, las
comunidades terapéuticas, etc. La salud mental cambia, porque cambia la concepción de salud.

En los años ‘60 comienza por fin la formación de psicólogos, al


crearse la Carrera de psicología.

A partir de allí, y acompañando la evolución del contexto, aparecen múltiples formas terapéuticas: los
hospitales de día, las salas asistenciales, las comunidades terapéuticas y el espacio en los hospitales
generales, que anteriormente no podían dar respuesta a estas problemáticas.

Afianzándose la carrera, se afianzan también diferentes corrientes psicológicas que dan lugar a múltiples
formas de abordaje.

Entrados los ‘70s, comienza un período oscuro en


la historia de nuestro país, la dictadura militar. Los
manejos políticos del gobierno de facto dan por
tierra con los avances y produce en muchos
aspectos un retroceso de los terrenos ganados en
virtud de la salud, particularmente de la salud
mental. La Carrera de psicología, entre otras
ciencias de lo humano, no tienen permitido
continuar sus dictados. Muchos científicos
eminentes de diferentes áreas sufren la
persecución ideológica y desaparecen o emigran.

Hacia la transición democrática, se restablecen los derechos, las libertades e intentan retomarse las
cuestione inherentes a salud.

No obstante, dada la situación político-económica post quiebre de las instituciones, no se cuenta con
recursos del Estado suficientes para dar curso a una reestructuración sustancial. El camino se hace arduo y
lento nuevamente.

En los ‘90, la política liberal favorece la privatización y la salud queda


en manos de las empresas. El Estado muestra nuevamente
desatención de la salud pública. Las instituciones se muestran
desmanteladas y empobrecidas, nuestra historia amenaza con
repetirse.

En la actualidad, el Estado de cosas es de a momentos confuso, si bien se cuenta con una basamento y
respaldo de leyes, formación de profesionales de alto rango y reconocimiento internacional, se entiende que
es necesario producir un cambio sustancial en el modo de concebir las problemáticas del orden de la salud.
Retomamos lo aprendido en el Módulo 1, donde decíamos que la salud es un tema de bien público, de
interés general y cada uno desde su espacio debe velar por él. Como objetivo de trabajo, como derecho
ciudadano, como deber profesional, la salud está allí, porque entendiéndola también como un valor central
en nuestra vida, es innegable su importancia.

Asumamos pues la responsabilidad de abordarla y no perderla de vista en cada momento de nuestra


formación.
Lección 4 de 8

Tema 2: Los trabajos de Pichón Riviére

Enrique Pichón Riviére fue un gran profesional de renombre


internacional, que marcó un antes y un después en la forma de
concebir los grupos como forma de trabajo.

Se formo como médico, psiquiatra y psicoanalista, siendo unos de los precursores del psicoanálisis en
nuestro país y gran divulgador del mismo. Fue también fundador de la APA (Asociación Psicoanalítica
Argentina) y de la escuela de Psicología Social. Nacido en Ginebra, Suiza, en la segunda década del Siglo
XX, sus padres emigraron a la Argentina instalándose inicialmente en el Chaco y luego en Corrientes, en la
ciudad de Goya. Su infancia y desarrollo temprano, atravesado por ese entrecruzamiento de culturas,
costumbres, formas de pensamiento y modalidades cotidianas de vida, lo marcó de manera particular. Esto
le permitió el desarrollo de un pensamiento singularmente abierto ante la diversidad, lo heterogéneo y sus
formas de coincidencia y articulación. A la vez, esa multiplicidad de experiencias estimuló su percepción de
la relación sujeto-contexto social, lo que sería más tarde uno de los ejes de su elaboración teórica, el hombre
en relación con otros hombres, los grupos.

Postuló que un grupo es un conjunto restringido de personas ligadas


por constantes espacio-temporales. Éste, articulado en su mutua
representación interna, se propone en forma implícita y explícita una
tarea que conforma su finalidad, interactuando a través de complejos
mecanismos de asunción y adjudicación de roles.

Así, de acuerdo con el marco teórico de la psicología social, la meta de los grupos operativos es aprender a
pensar. En efecto, no puede perderse de vista que el pensamiento y el conocimiento son producciones
sociales. Necesariamente, para aprender a pensar, el individuo necesita del otro con su presencia, su
discurso, su diálogo u otras formas de expresión posibles. Pensar siempre es pensar en grupo. Pensar con,
es, en el marco de la psicología comunitaria, tanto una actividad deseable como necesaria, una estrategia y
objetivo.

Riviere consideraba al hombre desde esos lugares principalmente: desde la praxis, el hacer y desde su
carácter social. Por ello es necesario conocer su trabajo, ya que su influencia en nuestra área es innegable.

Entre estas dos vertientes, surge uno de sus conceptos centrales, el


de grupo operativo.

Éste es un grupo de
personas con un objetivo
común que intentan
alcanzar a través de
Grupo operativo
operaciones estratégicas
conjuntas. El sujeto se
constituye a partir de
estructuras y tramas
Los grupos operativos

Sus conceptos fundamentales, que siguen su curso pleno de vigencia hasta nuestros días, han nacido de la
práctica, del campo de trabajo y de las actitudes que largamente hemos descripto a lo largo de este curso.

Uno de sus primeros trabajos es el de organizar grupos de


enfermeros e instruirlos en el trato del paciente; pues en esos
momentos uno de los principales problemas era el maltrato que por
desconocimiento impartían los enfermeros a los pacientes. En estas
circunstancias desarrolla la técnica del "Grupo Operativo".

En esos grupos discutía con los enfermeros los diferentes casos que había, se trataba así de darles un
panorama general de la psiquiatría. El aprendizaje de los enfermeros fue sorprendente. Ellos tenían
acumulada gran experiencia, dado que casi todos habían trabajado años en el Hospicio. Su dificultad era que
no podían conceptualizar, entonces, esa experiencia no les servía para nada. Las condiciones mejoraron
notoriamente.

Luego llegaría una oportunidad con un interesante giro: debido a un prolongado paro de enfermeros, se debió
capacitar a los enfermos que mejor se encontraban para ocupar este rol. Estos internos mejoraban
ostensiblemente su salud mental y tenían una nueva adaptación anímica a la sociedad, especialmente
porque se sentían útiles. Las posturas reaccionarias de otros profesionales y la intención de destruir su
trabajo llevaron a Riviére a renunciar, no sin llevarse las vivencias que luego darían coherencia a sus
proyectos. De esta praxis surgen múltiples conclusiones e ideas. Los grupos de trabajo, el velar por la salud,
la coordinación de acciones entre grupos humanos en virtud de un objetivo y el trabajo comunitario
constituyeron una experiencia que permitió explorar y multiplicar nuevas posibilidades.
Pichón Riviére podría ser considerado un “rebelde” de su época. Dentro de su producción conceptual
cuestiona el tradicional enfoque en psiquiatría basado en el par contradictorio salud - enfermedad, por el de
adaptación pasiva - adaptación activa, desplazando el centro de la problemática a la capacidad
transformadora de una realidad dada, que posee el ser humano ante las exigencias del medio.

Para Pichón Riviere el sujeto es "sano" en la medida que aprehende


la realidad en una perspectiva integradora y tiene capacidad para
transformar esa realidad transformándose, a la vez, él mismo.

Podríamos considerar que el sujeto está activamente adaptado en la medida que mantiene un interjuego
dialéctico con el medio y no una relación rígida, pasiva, estereotipada. Adaptación pasiva es aceptación,
esperar asistencia, sentirse desgraciado y quedarse en el lugar de la queja, de la víctima. La adaptación
activa es problematizar, hacerse cargo del problema en forma consciente y poder adoptar una actitud crítica
frente a él, iniciando así un proceso de conversión y cambio.

El E.C.R.O

Como hemos mencionado, la teoría de Enrique Pichón Riviére


implica una praxis permanente del aprender a pensar en grupo y con
relación a la vida cotidiana, como estrategia común de y para todos.
Se trata de ir configurando, a partir del aprendizaje y el ejercicio, lo
que él denominó “Esquema Conceptual Referencial y Operativo”.
Esto implica la estructuración de un determinado tipo de pensamiento: aprender a pensar desde un modelo
conceptual que nos permita elaborar y abordar los procesos, ordenarlos e interpretarlos.

Es un conjunto organizado
de conceptos que se
refieren a una parte de la
realidad y nos permite
E.C.R.O
apropiarnos de ella como
totalidad. El ECRO es una
guía para la práctica, es lo
que me da una perspectiva

Esto es, ir hacia la problemática, tal como lo hemos aprendido, en el rol del psicólogo comunitario.
Analicemos cada término en el marco del pensamiento Pichoniano:

Esquema

Brinda una serie de enunciados, un cúmulo de ideas que deben cumplir la condición de abarcar grandes
esferas de la realidad.

Conceptual

Conceptos que provengan de la cotidianeidad del hombre, sus saberes, su idiosincrasia. Conceptos que
provengan de la interioridad del hombre (psicosocial), de la interacción del hombre en lo pequeños grupos
(socio dinámica), de las instituciones en las cuales el hombre juega distintos roles (institucionales), de la
comunidad en la que el hombre vive (comunitario).

Referencial

Punto de referencia para comprender la realidad del hombre. A partir de él se podrán comprender los
fenómenos e interpretarlos. El hombre en su contexto, por eso se trata de ir hacia donde la problemática
está.

Operativo

Operar, hacer, remite a la praxis ya que de nada sirve comprender los fenómenos si no puedo actuar sobre
ellos para modificarlos. Hay una acción sobre ese objeto que yo quiero conocer.
Sin operación no hay ciencia del orden de lo social, y desde luego, no hay cambio posible.

En síntesis, este E.C.R.O es un modelo para aprender a pensar. Nos


permite percibir, distinguir, sentir, organizar y operar en la realidad.

A partir de un largo proceso de identificaciones con rasgos de las estructuras vinculares en las cuales
estamos inmersos, construimos este esquema referencial. Lo que somos nunca es un resultado casual o
aleatorio, sino que nos estabiliza una cierta manera de concebir al mundo que, de no ser así, emergería en su
condición de angustiante por la ignorancia, la desmesura, inabarcabilidad y caos. La característica de la
modernidad es el cambio y con ello la inevitable modificación del marco referencial con el cual percibimos
nuestra realidad. Esto hace que Pichón Rivière visualice el sujeto en una permanente interrelación dialéctica
con el mundo, única condición para que este sujeto pueda construir una lectura adecuada de su realidad. La
pérdida de esta interrelación dialéctica hace que el marco referencial, la manera de percibir, discriminar y
operar con el mundo se vuelva anacrónica y con ello se pierda la posibilidad de una interrelación
mutuamente transformante con el medio. Allí es donde ocurren la alienación y la enfermedad. El
extrañamiento, a pesar de tratarse de un terreno conocido. Allí es donde, sin palabras, se sitúa la demanda
de nuestra intervención como equipo de intervención comunitaria.

La teoría del vinculo

Toda conducta implica un Vínculo. Toda acción en


el mundo externo es una relación de un sujeto con
un objeto, ya sea éste animado o inanimado (ya
que, aunque nos relacionemos con cosas, estas
cosas remiten siempre a otro sujeto). Siempre se
trata entonces no solo de ser en (un contexto) sino
también de ser con (vincularnos, lo que nos es
propio e inevitable).

Es importante destacar que todo Vínculo con un objeto real y presente está influido por las experiencias
anteriores que se han tenido con otros objetos de índole similar. Es decir, que todo Vínculo está histórica y
socialmente determinado.
El Vínculo es una estructura compleja, que incluye un sujeto un objeto,
su mutua interrelación, con procesos de comunicación y aprendizaje.
Es bi-corporal. Toda relación sujeto-objeto es bidireccional.

Pichón Rivière considera al Sujeto como emergente de un sistema


vincular, a partir del interjuego entre necesidad y satisfacción.

Conceptualiza este interjuego (necesidad / satisfacción) entre causas internas y externas que operan en la
constitución del sujeto en términos de dialéctica entre el sujeto y la trama vincular en que las necesidades
cumplen su destino vincular gratificándose o frustrándose. Esta contradicción entre necesidad y
satisfacción se da en el interior del sujeto. Sin embargo, en tanto y cuanto las fuentes de gratificación se
encuentran en el exterior, el sujeto se relacionará con él e irá en su búsqueda para conseguir dicha
satisfacción. Por lo tanto, la necesidad será el fundamento motivacional de toda experiencia de contacto
con el mundo exterior, que actuará como fundamento motivacional de todo aprendizaje y también de todo
Vínculo.

El concepto de Vínculo es sintetizador de tres elementos que


son: el sentir, pensar y actuar en el aprendizaje.

Sintetizador porque Pichón incluye en este proceso del aprender las ansiedades, los miedos y las angustias
que se dan en la interacción con los objetos. El sentir se relaciona con el momento sensible del
conocimiento. El pensar se relaciona con el momento lógico, con la conceptualización y el actuar con el
momento práctico.
La Experiencia Rosario

La fundamentación de la teoría de los grupos operativos inicia


después de lo que se denomina “Experiencia Rosario”, una
investigación de carácter interdisciplinario.

Durante 1958 Pichón Rivière dirigió la llamada "Experiencia Rosario" que se realizó a través del Instituto
Argentino de Estudios Sociales (IADES) creado por el mismo Rivière y Gino Germani en colaboración de la
Facultad de Ciencias Económicas, el Instituto de Estadística de la Facultad de Filosofía (y su reciente
Departamento de Psicología) y la Facultad de Medicina en Rosario.

El objetivo explícito era una experiencia de


laboratorio social, de trabajo en comunidad, con el
empleo de ciertas técnicas y la aplicación de una
didáctica interdisciplinaria en una ciudad del
interior del país.

Para realizarla Pichón Rivière había preparado previamente el equipo de trabajo mediante técnicas grupales.
En la experiencia participaron en su mayoría discípulos de Pichón Rivière dentro de la APA, que serían luego
también personajes de gran renombre: David Liberman, Fernando Ulloa, José Bleger, Edgardo Rolla, entre
otros.

La experiencia ocurrió durante un fin de semana, con una concurrencia muy numerosa y heterogénea. Riviere
pretendía que así fuera para poder colaborar en los resultados que él perseguía. Se dieron cita desde
estudiantes y profesores universitarios, hasta boxeadores, pintores, corredores de seguros, obreros del
puerto, empleados de comercio, amas de casa, algunas prostitutas, etc.

Recordemos que no se trataba de un auditorio, no se disponían a escuchar, sino que iban a una propuesta
activa. Sujetos activos o devenir activos.

Luego se agruparon para la primera sesión de grupos heterogéneos, elegidos algunos al azar y otros por
orden de llegada. Se organizaron con un coordinador y uno o dos observadores que registraban todo cuanto
sucedía.

La tarea del coordinador era actuar como orientador, favoreciendo la


comunicación intragrupal y tratando de evitar la discusión frontal.

La situación trajo ciertas complicaciones por lo novedosa (era el temor de todos). El gran interrogante era:
¿podrían manejar lo que pudiera surgir? Más allá de las complicaciones, quedó demostrado lo que Pichón
Riviera intentaba dejar en claro: frente a una máxima heterogeneidad de los componentes se podía lograr
una máxima homogeneidad en la tarea.

Luego el equipo coordinador se reunió con el propósito de revisar la tarea realizada hasta ese momento, a lo
que siguió una segunda sesión de los grupos heterogéneos con los mismos participantes, tomando en
cuenta lo analizado previamente. A posteriori se realizó una nueva reunión de los coordinadores para
controlar el nuevo material. Con estos datos E. Pichón Rivière volvió a exponer ante el público en el Aula
Magna, pero con una diferencia fundamental: el público había crecido en número y, además, comenzó a
funcionar como un grupo amplio, a través del trabajo sobre los temas emergentes. Para proseguir se
formaron grupos homogéneos: medicina psicosomática, psicología, boxeadores, estadística, pintores y
corredores de seguros. Tras la realización de esta tarea hubo un nuevo control del equipo de coordinadores
con Pichón, quien finalizó con una exposición en la que participaron los miembros de los grupos
heterogéneos y homogéneos.

Como saldo concreto de la experiencia quedó en


el Instituto de Estadística una secretaria para
contactar a quienes deseaban informes y
proyectos para formar grupos de trabajo, los
cuales funcionaron activamente durante cierto
tiempo mientras esta experiencia aún resonaba
en las comunidades científica y cotidiana.

Pero el saldo más importante de la “Experiencia Rosario” fue la


presentación de la metodología de Grupos Operativos de E. Pichón
Rivière y la apertura hacia una dinámica de trabajo particular.

La consigna fundamental en éstos era que el grupo pudiera pensar en las dificultades que tenía la tarea, con
el acento puesto en el desarrollo del Esquema Conceptual, Referencial y Operativo (ECRO) pertinente a cada
grupo. La finalidad estuvo centrada en la movilización de estructuras estereotipadas a causa del monto de
ansiedad, miedos, desconocimiento, etc. En el grupo operativo coinciden el esclarecimiento, la
comunicación, el aprendizaje y la resolución de tareas con la curación, creándose así un nuevo esquema
referencial. Una nueva forma de ver las cosas. Quienes tengan ahora en mente los conceptos de
concientización, problematización, liberación, etc., habrán logrado hacer una exitosa experiencia
integradora.

Enrique Pichón Rivière: Primera Experiencia Grupal

A continuación, te invitamos a revisar el siguiente recurso referente a la experiencia inicial en el trabajo en


grupos heterogéneos. La Dra. Gladys Adamson habla sobre la Primera Experiencia Grupal de E.P.R.

Enrique Pichon Rivière: Primera Experiencia Grupal

Delsurpsicosocial. (2018). Enrique Pichón Rivière: Primera Experiencia Grupal. Recuperado el 30 de enero de 2020 de:

https://www.youtube.com/watch?v=Cd3DK9cyaMQ
Lección 5 de 8

Tema 3: Desmanicomialización. Fernando Ulloa

A partir de la sanción de la nueva Ley de salud mental, queda


prohibida la creación de nuevos manicomios o instituciones de
internación monovalentes, públicos o privados. La Ley promueve
dispositivos alternativos como casas de convivencia y hospitales de
día. Esto configura un puntapié inicial en una propuesta
desmanicomializadora.

Pero desmanicomializar no es solo cerrar o minimizar los manicomios como instituciones, sino que implica
todo un proceso de cambio: fundamentalmente cambio de mentalidad acerca del abordaje terapéutico en
materia de salud, y en particular de salud mental.

Es un proceso que ha tenido lugar en el mundo y del cual hemos ido tomando ejemplos y repercusiones.

Básicamente se trata de dignificar y humanizar la atención en materia


de salud mental, de entender los derechos y las libertades de los
sujetos. En general, de un cambio de mirada y de paradigma.
El movimiento hacia la desmanicomializacion fue iniciado por Franco Basaglia, psiquiatra italiano conocido
por su denuncia pública de las condiciones deplorables e inhumanas de los manicomios (situación que en
muchos casos, lamentablemente aún persiste). Se lo cuenta entre los psiquiatras más influyentes del siglo
XX en Italia, tras haber liderado un movimiento intelectual y político en salud mental y propugnar la paulatina
clausura de hospitales psiquiátricos italianos desde 1978 en adelante. Basaglia consideraba que, al
institucionalizarse en un lugar de las características de una institución mental, la persona pasaba a ser una
cosa. Se trataba su cuerpo y su mente, hasta sin su permiso. Y en su proyecto desmanicomializador buscó
activar, mediante talleres y ofertas de múltiples y diversas actividades, a los enfermos o internos crónicos,
produciendo mejoras que derivaban en externaciones y permisos antes impensados.

Su trabajo impulsó replicas en todo el mundo y también en nuestro país.

Vamos a referirnos a los trabajos y el pensamiento de Fernando Ulloa, médico argentino discípulo de Pichón
Riviére.

Fernando Ulloa

Es considerado uno de los precursores de la Carrera de psicología en la UBA, donde se desempeñó como
docente hasta que la dictadura impidió la continuidad de los dictados normales de clase, debiendo emigrar
a Brasil.
En la década del setenta retomó la enseñanza desde la cátedra de Psicología Clínica de Adultos e introdujo
las llamadas Asambleas Clínicas, integradas por cientos de alumnos reunidos para pensar.

El pensamiento crítico, la reflexión, la apertura a nuevas miradas, la colaboración – todos términos que
hemos desarrollado a lo largo de este curso- fueron pilares de su forma de trabajo. Podemos decir que, en
su carácter de formador, fue un desmanicomializador, que además enseño a serlo.

Consideraba que el manicomio era una institución de maltrato por excelencia, un espacio de castigo, de
falta de derechos, deshumanizante y cruel.

Usaba términos particulares para describir al manicomio: hablaba de la miseria humana, el


empobrecimiento subjetivo, el suicidio social, la resignación, la mortificación y el abandono al que tanto
pacientes como médicos se habían acostumbrado. Apuntaba a los profesionales, instándolos a tomar un
rol activo y cambiar de actitud. Los alentaba a problematizar el status quo institucional y revalorizar su
trabajo a partir de la acción, la reflexión, la crítica y la liberación. Toda propuesta de cambio estaba en
relación a la salud y el bienestar, a mejorar la calidad de vida de los pacientes, objeto -sujetos- de nuestro
trabajo y también del rol profesional, frente al cual proponía cambiar también sustancialmente la mirada.
Su trabajo se centró en la “numerosidad social”, tal como denominó
a los distintos colectivos humanos con quienes trabajó sus técnicas
“para generar pensamiento crítico”.

Ni más ni menos que equipos de trabajo organizándose, haciendo planteos y planificaciones en virtud de un
objetivo de abordaje comunitario.

Con su marcada formación psicoanalítica, marcó la importancia de la apertura a la palabra, a la escucha, a la


mirada.

Hemos decidido mencionar solo su trabajo, aunque, afortunadamente, ha sido uno de los muchos nombres
que siguieron una misma línea de pensamiento antimanicomial.
Lección 6 de 8

Tema 4: El trabajo en equipo heterogéneos. Mauricio


Goldenberg

El Dr. Mauricio Goldenberg, formado en psiquiatría y psicoanálisis,


fue pionero en el desarrollo de propuestas y estrategias dinámicas y
creativas.

También lo fue en el trabajo en equipos interdisciplinarios y heterogéneos, en la formación de profesionales


en su misma línea de carácter liberados y antimanicomial. También realizó avances conceptuales como las
terapias grupales, el psicodrama, en coordinación armónica con la farmacología. Pero fundamentalmente
podemos decir que dedicó su labor a la inserción de los pacientes psiquiátricos en la comunidad.

Compartió lazos de amistad y trabajos profesionales con Enrique Pichón Riviére, influencia que puede leerse
y observarse en sus trabajos.

Sus aportes se consideran de avanzada y han influido en la forma de concebir el abordaje terapéutico, no
solo a lo largo de nuestro país y hasta nuestros días, sino en toda América Latina.

Sus programas, revolucionarios para la época, contaban con sectores


de internación abiertos en el hospital general –en contraste con el
único recurso existente hasta entonces, a saber, la internación en
manicomios y hospicios alienantes, hacinados-, sectores de
consultorios externos para niños, adolescentes, adultos y pacientes
mayores con capacidad de ofrecer atención gratuita a pacientes y
familiares. También contaba con servicio de interconsultas
psiquiátricas para pacientes internados en otros sectores del hospital,
hospital de día para pacientes que necesitaban intervenciones
terapéuticas más estructuradas, un centro de investigaciones activo e
idóneo, servicios de extensión comunitaria con consultorios en los
barrios marginales cercanos al hospital y una residencia de
especialización en psiquiatría que también quebró el molde tradicional
que caracterizaba hasta entonces a las residencias psiquiátricas en
América Latina –las que sólo ofrecían formación en psiquiatría
biomédica tradicional y localizadas en los manicomios.

Su trabajo implicó un servicio para entonces innovador y comprensivo, interdisciplinario, basado en un


modelo bio-psico-social y una concepción moderna del hombre, de la salud y del enfermar, que integraba
clínica-psiquiátrica, psicofarmacología, enfoques psicodinámicos y sistémicos, terapias breves
individuales, grupales y familiares y una orientación comunitaria adaptada a las realidades culturales de los
territorios sobre los cuales se incidía. ¿Un modelo comunitario de trabajo? Sin duda alguna. Y un ejemplo a
seguir.

Es muy válido abordar los rastros de su praxis, su obra y su pensamiento vuelto acción, ya que dejó muy
pocos documentos escritos, aunque un vasto bagaje de experiencias en la memoria de sus pacientes y
seguidores.

Su estilo y voluntad reformista tiene su más acabado ejemplo en el


servicio de psicopatología del Hospital de Lanús (del cual Goldenberg
se hizo cargo en 1956) y continuó con lo que realizó posteriormente en
el mismo sentido en los hospitales de Buenos Aires. Como resultado,
produjo la transformación más significativa del dispositivo psiquiátrico
tal como era conocido hasta entonces.

En Lanús, en el policlínico hoy conocido como Evita, comenzó con un equipo mínimo y con el paso de los
años llegó a tener una sala de internación para 32 pacientes, 20 consultorios externos y un hospital de día
con 30 plazas. Lo integraban profesionales con diferente formación distribuidos en doce departamentos.
Ejerció la dirección del servicio hasta 1972; había comenzado con seis profesionales y cuando dejó el
servicio, por persecución política durante la instalación del gobierno de facto, había 150.

Conformó lo que él llamaba “La tribu”, un


grupo heterogéneo de profesionales,
asistentes y colaboradores de otros oficios
también, donde cada uno hacía su aporte y
sumaba a un objetivo común, el abordaje por
fuera de lo habitual. La creatividad era la
regla y la libertad era el modo.

El respeto de todos y para todos y cada uno no se discutía. Se había logrado reunir a las personas cuya
dinámica lograron encajar a la perfección y que además tenían en común la convicción del compromiso
social y la intuición epistemológica de desafiar las fronteras de la praxis.

Su inspiración y su calidad humana, que se expresaba en los lazos inquebrantables entre los participantes
del equipo de trabajo, tienen aún repercusiones hasta nuestros días.
Quienes lo conocieron aseguran que no se ha vuelto a dar una dinámica de trabajo de tales características
como las del equipo de “El Lanús”.

Salud mental en Argentina

Reseña de la evolución del trabajo en salud mental en Argentina del particular ejemplo de trabajo de Mauricio
Goldenberg.

1 of 18
View on SlideShare
Elaboración propia (2016)
Lección 7 de 8

Cierre de la unidad

¿Cómo es el panorama actual en nuestro país en materia de


trabajo comunitario y cómo hemos llegado a él a través del
recorrido histórico, teórico y las experiencias en praxis social?

El recorrido por nuestra historia permite entender cómo hemos llegado a nuestro panorama actual, complejo
y pleno de posibilidades y problemáticas múltiples. Es de gran utilidad conocer los trabajos pioneros en el
área, que han sido modelo a nivel mundial y dieron gran categoría profesional a sus exponentes.

Es de importancia valorar las experiencias de trabajo autóctonas y servirnos de ellas como incentivo para la
producción de trabajos tendientes al mejoramiento de la calidad de vida, considerando las particularidades
poblacionales, como lo puede hacer un profesional que proviene del mismo territorio al cual aborda, aunque
con las diferencias que cada comunidad y grupo humano posee. Hemos entendido cómo el decir se basa
en esta disciplina, en el hacer, en esa praxis que sirve de experiencia constructiva para retroalimentar las
intervenciones en futuros escenarios.

Bibliografía

de referencia

Bianchi, M. (2008). ¿Qué decimos cuando hablamos de desmanicomialización? Revista Letra


analítica. Departamento de Psicoanálisis. U.K.

Carpintero, E. (2008). “Un breve recorrido en la historia de la Salud Mental en la Argentina” y “La
actualidad del campo de la Salud Mental” en Modelos socioculturales del poder III. La socialización de
la Salud: una perspectiva ética, racional y científica para dar cuenta del padecimiento humano.

Carpintero, E. & Vainer, A. “Enrique Pichón Rivière y la Experiencia Rosario”. Recuperado el 13 de enero
de 2020 de: https://www.topia.com.ar/articulos/los-cambios-sociales-y-culturales-en-la-
d%C3%A9cada-del-sesenta-y-el-auge-del-psicoan%C3%A1lisis-en-0

Goldenberg, M. La experiencia Lanús. El desmanicomializador de Lanús. Recuperado el 23 de julio de


2011 de: http://www.elortiba.org/old/lanus.html

Quiroga, A. & Riviere, Pichón. (2009) Breve guía para el aprendizaje del Rol de Observador. (artículo de
1969).

Quiroga, Ana. (2001). “El concepto de Grupo y los principios organizadores de la estructura grupal en el
pensamiento de Enrique Pichón Rivière” en Enfoques y perspectivas en Psicología Social. Desarrollos
a partir del pensamiento de Pichón Rivière. Buenos Aires: Cinco.

Riviére, P. (1985). Teoría del vínculo. Buenos Aires: Nueva Visión.

Sluki C. (2003). Memorias, recuerdos y transformaciones del Lanús: Homenaje al maestro. Biblioteca
Virtual “Em Saûde”.

Vezzetti, H. (2006). “El desmanicomializador de Lanús”. En Página/12. Memoria de Mauricio


Goldenberg. Recuperado el día 30 de enero de 2020 de:
https://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-73629-2006-09-28.html

de lectura obligatoria

Bianchi, M. “¿Qué decimos cuando hablamos de desmanicomialización?”.PP. 1-8

Carpintero, E. “Un breve recorrido en la historia de la Salud Mental en la Argentina” y “La actualidad del
campo de la Salud Mental”. PP. 1-6

Quiroga, A. “El concepto de Grupo y los principios organizadores de la estructura grupal en el


pensamiento de Enrique Pichón Rivière” Introducción y capítulo 1. PP. 1-33

Sluzki, L. “Memorias, recuerdos y transformaciones del Lanús: Homenaje al maestro”. PP. 1-6

Vezzetti, H. “El desmanicomializador de Lanús”. PP. 1-4

Pichon Riviere, E. “Teoría del vínculo”. Capítulos 1, 3, 7 y 10. PP. 21-33, 47-55, 79-84 y 99-108

Carpintero /Vainer. “Enrique Pichón Rivière y la Experiencia Rosario”. Texto completo


Lección 8 de 8

Descarga del contenido

¿Quieres imprimir el contenido del módulo?


Para descargar el contenido del módulo, e imprimirlo, haz clic en el archivo que se encuentra a continuación.

modulo-4-intervenciones-y-trabajo-comunitario-y-social.pdf
7.1 MB

También podría gustarte