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Como memorizar y Hablar a partir de un bosquejo

Organice las ideas. Para hablar a partir de un bosquejo, es preciso que organice las ideas. Eso no
significa escoger las palabras que va a emplear.

Primero escribe el discurso y luego intenta convertirlo en un esquema, o bosquejo, posiblemente


le resulte difícil improvisar a partir de lo que lleva escrito. ¿Por qué? Porque ha escogido las
palabras exactas que piensa emplear. Aunque utilice el esquema en la exposición, intentará
recordar las palabras de la versión original. El lenguaje escrito es más formal que el hablado, y la
estructura de sus frases, más compleja. Su discurso reflejará esa realidad.

En vez de escribir el contenido de su intervención con todo detalle, intente lo siguiente:

1) Seleccione un tema y los aspectos fundamentales de este que vaya a exponer. En el caso de
una disertación corta quizá baste con dos puntos principales; una más larga puede tener hasta
cuatro o cinco.

2) Bajo cada punto, anote los textos que va a emplear al desarrollarlo; incluya también las
ilustraciones y argumentos clave.

3) Piense en la introducción que utilizará. Puede incluso escribir una o dos oraciones. Haga lo
mismo con la conclusión.

Si bien la preparación es muy importante, no repita la disertación palabra por palabra con la
intención de memorizarla. Cuando se prepare para hablar a partir del bosquejo, no ponga el
acento en las palabras, sino en las ideas. Repase estas en su mente hasta que una siga a la otra con
facilidad. Si el discurso tiene un desarrollo lógico y está bien estructurado, no debe resultarle
difícil. Así, las ideas le acudirán libre y fácilmente a la memoria durante la exposición.

Para memorizar el Discurso.


Una de las principales preocupaciones que se nos presenta a la hora de hablar en público es que
se nos olvide parte de lo que tenemos que decir y esto es todavía más preocupante cuando te toca
hablar en público delante de un grupo de inversionistas o delante del Consejo Administrativo de la
empresa para la que trabajas. El solo hecho de pensar que se te puede olvidar algo y dar la
impresión que no dominas el tema te preocupa, hasta piensas que podría ser un obstáculo para
lograr un ascenso o para no cerrar un trato de negocios. Pues no te preocupes más, memorizar tu
presentación ya no será un problema gracias a estos sencillos consejos.

El tratar de memorizar con punto y coma tu presentación a la hora de hablar en público puede ser
algo estresante. Ciertamente hay personas que memorizan con detalle mucha información, pero
realmente esto NO es necesario para que puedas impresionar y persuadir a tu público, además si
te empeñas en memorizar tu presentación te causará tensión lo cual luego se verá reflejado al
momento de tu exposición.
Piensa por un momento la naturalidad y facilidad con la que le cuentas a un grupo de amigos las
ocurrencias del último partido de baseball que presenciaste, no tomaste notas, no escribiste ni
siquiera el orden con el que le ibas a contar los hechos acontecidos y mucho menos
MEMORIZASTE las cosas, pero lograste comunicar todo lo importante con entusiasmo y estoy
seguro que los que te escucharon se hicieron la idea de que también estuvieron en el partido.
Claro está que tu carrera profesional no va a depender de cuán bien relates un partido de baseball
a menos que seas comentarista deportivo, pero podemos aprender algo de este ejemplo para
aplicarlo a la hora de hablar en público de asuntos más serios. Así que veamos cómo lograr hablar
en público sin tener que preocuparnos por memorizar.

1. Identifica los puntos importantes. Siguiendo el ejemplo del juego de baseball, te habrás dado
cuenta que al contarles a tus amigos lo ocurrido en el partido empezarás por presentarles las
jugadas importantes, dejando a un lado aquellas que no son relevantes. Este es el primer punto a
tomar en cuenta, debes identificar los puntos importantes de tu presentación, lo que realmente es
decisivo y relevante para el público que te escuchará. Elabora una frase u oración que represente
ese punto, algo así como un título. Limita la cantidad de puntos importantes, por lo general con 3
o 4 puntos abarcarás todo el contenido verdaderamente relevante de tu presentación.

2. Sumérgete en esos puntos. Concéntrate en esos puntos únicamente, descríbelos con tus
propias palabras, investiga sobre ellos. Piensa en ellos, analiza lo que tu público puede saber de
esos puntos o lo que no sabe, lo que les puede impactar e interesar. Piensa en esos puntos y SOLO
en esos puntos. Este paso es MUY importante y debes prestarle atención.

3. Ordena los puntos importantes. Atendiendo a su orden lógico, importancia o dependencia


entre estos puntos ya identificados, ordénalos en una hoja de papel o en fichas. Estos puntos
serán los que marcarán el desarrollo de tu presentación y debes mencionarlos en la introducción
como tal. Si vas a usar diapositivas, estas frases deberán ir mostrándose en el orden que les diste a
medida que vayas entrando a esos puntos.

4. Usa tus anotaciones. En tu hoja de anotaciones o fichas ten solo frases, datos u oraciones que
sean importantes y centrales para tu punto y si tienes que leer algunos párrafos, como por
ejemplo una cita de algún libro u otra fuente, procura leer como si fueras tú mismo que dijeras
esas palabras y haz énfasis donde sea necesario. Estas notas servirán para guiarte y para estimular
tu mente a que arroje todo lo que describiste en el paso 2. Igual, estas anotaciones las puedes
tener en tus diapositivas en el desarrollo de cada punto, pero debes procurar que sean resumidas
y cortas, no mucho texto.

Empieza a practicar estos consejos para preparar tus presentaciones o discursos. A medida que los
practiques ganarás más habilidad y confianza y podrás hablar en público con fluidez y sin
necesidad de tratar de memorizar.

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