insulina, siendo la más común la inyección subcutánea utilizando jeringas o plumas de
insulina. Las jeringas de insulina suelen tener una capacidad de 1 a 10 mililitros y están marcadas en unidades de insulina. Las plumas de insulina son dispositivos de dosificación precargados que contienen un cartucho de insulina desechable y una aguja desechable. La insulina se administra a través de una aguja en ambos casos. Las plumas de insulina pueden ser más cómodas y cómodas de usar, especialmente para niños. El tamaño de la jeringa de insulina varía según la cantidad de unidades que contiene, y se recomienda usar la jeringa más pequeña posible para una dosis específica, ya que las líneas de medida del tambor de las jeringas pequeñas son más fáciles de ver. Las plumas de insulina pueden usar cartuchos que se insertan en ellas o comprarse ya cargadas y desecharse después de usar toda la insulina. El tamaño de una bomba de insulina es similar al de un teléfono celular pequeño y proporciona una dosis basal de insulina de acción breve o rápida por hora. La bomba administra insulina a través de un tubo plástico delgado ubicado debajo de la piel, generalmente en el área del estómago o en la parte posterior del brazo. La insulina inhalada se administra mediante un inhalador oral que suministra insulina de acción ultrarrápida al comienzo de las comidas y se usa con una insulina inyectable de acción prolongada.