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AL CONTESTAR CITE ESTE NÚMERO: C

ASUNTO: Respuesta acción de


tutela No.
DEPENDENCIA: -
ADMINISTRACION CONJUNTO
RESIDENCIAL PORTACHUELO
RESERVADO

San Jose de Cúcuta, 2023/12/30

Señores
JUZGADO ONCE PENAL MUNICIPAL CON FUNCIONES DE CONOCIMIENTO DE
CÚCUTA.
_______@cendoj.ramajudicia
l.gov.co E.S.D.

ASUNTO. Respuesta acción de tutela


REFERENCIA. Acción de tutela No. 312-2020
Accionante. Luz Ángela María Mora
Accionados. ADMINISTRACION CONJUNTO RESIDENCIAL
PORTACHUELO RESERVADO

Edgar Enrique Hernández Melgar, varon mayor de edad e identificad


con la cédula de ciudadanía No. 88189676, actuando en calidad de
administrador y representante legal del CONJUNTO RESIDENCIAL
PORTACHUELO, calidad que acredito con fotocopia de la Resolución
de nombramiento No. ________ de fecha del ________del mes de
_____________ de 2023, según documentos adjuntos y dentro del
término judicial de acuerdo al Auto proferido por su despacho del 27 de
diciembre del 2023 del presente año, me permito ejercer el derecho a la
defensa de acuerdo a los siguientes
PRONUNCIAMIENTO CON RELACIÓN A LOS HECHOS

El accionante considera vulnerado su derecho a la petición, por medio del cual, alega que no
se le dio respuesta a su petición, instaurada el día 26 de noviembre del año 2023, y
manifiesta de forma abrupta que la actitud de la administración fue desafiante y grotesca,
donde solo se le manifiesto que debía enviar y formular de manera formal la petición ya que
esta no tenía un hilo conductor y carecía de los presupuestos procesales, sin embargo,
siempre tendientes a la petición, el accionante siempre tuvo respuesta a dicha petición
solicitada, como consta en los anexo N° 2, de conversaciones de WhatsApp, donde el
accionante además alude, que este acudió de manera presencial a las instalaciones del
conjunto residencial portachuelo reservado, afirmación que es errónea, ANEXO N° 2 donde
se discrimina la minuta del conjunto, no se allega ninguna identificación relacionada con el
accionante, y referente a lo solicitado en la “ petición” que manifiesta el accionante que “ le
hicieran llegar el video de las cámaras de seguridad, la anotación de la minuta de servicios de
la vigilancia privada y los datos legales del vehículo como número de placa y propietario del
mismo, a lo cual, Por considerarlo de interés para el ejercicio de su gestión como
administrador de propiedad horizontal, segun apartes de la Sentencia T-114 de 2018
(Expediente T-6.492.167) proferida por la Corte Constitucional, mediante la cual se pronuncia
en relación con la naturaleza y las restricciones en el acceso a la información recopilada por
los circuitos cerrados de televisión.
Para la Corte, a fin de determinar la naturaleza de la información captada por los circuitos
cerrados de televisión, resulta importante tener en cuenta el lugar de instalación de las
cámaras de vigilancia, esto es, si están dispuestas en: i) lugares privados, como por ejemplo,
en una residencia, ii)establecimientos privados abiertos al público o, iii) establecimientos y/o
instituciones públicas. Se tiene que la información captada por las cámaras de seguridad
instaladas en el domicilio de una persona es indiscutiblemente privada. La información
captada por los equipos de vigilancia instalados en establecimientos privados abiertos al
público (ej. centros comerciales, establecimientos turísticos o de comercio…) también tienen
la naturaleza de privada, debido a que continuamente se encuentra registrando información
de las personas que frecuentan este tipo de lugares, lo que hace que se deba proteger su
intimidad e implica que solo se podría acceder a esos videos a través de una orden
judicial.
Cosa distinta, ocurre con los dispositivos de seguridad instalados en establecimientos y/o
instituciones públicas, debido a que, están captando imágenes en un lugar abierto al
público”, por lo cual sus videos sí son accesibles.
Se concluye según esta tipología de información, que los registros audiovisuales
contenidos en las cámaras de seguridad que tengan carácter privado, como quiera que
versen sobre información personal, solo pueden ser obtenida y ofrecida por orden de
autoridad judicial en el cumplimiento de sus funciones.
Podrán consultar el texto completo de la sentencia en el siguiente enlace:
http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2018/t-114-18.htm

CONSIDERACIONES DE LA CORTE CONSTITUCIONAL

En lo que tiene que ver con la clasificación de la información, esta Corporación, en la


sentencia T-729 de 2002, estableció una doble tipología. De un lado, señaló que la
información se podía catalogar como personal o impersonal en razón a la protección de
derechos como la intimidad, el buen nombre y el habeas data, entre otros. Y del otro, la
clasificó desde “(…) un punto de vista cualitativo en función de su publicidad y la posibilidad
legal de obtener acceso a la misma”. De conformidad con esta última clasificación, la
información puede ser:
Pública o de dominio público, la cual puede ser obtenida y ofrecida sin reserva alguna y sin
importar si la misma sea información general, privada o personal;
Semiprivada, es aquella que por tratarse de información personal o impersonal y no estar
comprendida por la regla anterior, presenta para su acceso y conocimiento un grado mínimo
de limitación, de tal forma que la misma sólo puede ser obtenida y ofrecida por orden de
autoridad administrativa en el cumplimiento de sus funciones, o en el marco del principio de la
administración de datos personales;
Privada, hace referencia a aquella que por versar sobre información personal o no, y
que por encontrarse en un ámbito privado, sólo puede ser obtenida y ofrecida por
orden de autoridad judicial en el cumplimiento de sus funciones;
Reservada o secreta, es aquella que por versar igualmente sobre información personal y por
su estrecha relación con los derechos fundamentales del titular – dignidad, intimidad y
libertad- se encuentra reservada a su órbita exclusiva y no puede siquiera ser obtenida ni
ofrecida por autoridad judicial en el cumplimiento de sus funciones. Como por ejemplo, “los
datos sobre la preferencia sexual de las personas, su credo ideológico o político, su
información genética, sus hábitos”.
Asimismo, esta Corte, de manera reciente, señaló que el derecho a la intimidad
comprendía la información reservada, la privada y la semiprivada. Además, que
respecto de cada una de ellas existe un interés jurídicamente protegido, que se traduce
en la posibilidad de oponerse absolutamente a la búsqueda, divulgación y uso de la
información (información reservada) o en la necesidad de que tales actividades estén
precedidas de una autorización judicial (información privada) o administrativa
(información semiprivada).

Naturaleza de la información recopilada por los circuitos cerrados de televisión –CCTV-


68. En primer lugar, un circuito cerrado de televisión o Closed Circuit Television –CCTV– es
un conjunto de componentes directamente entrelazados, que crean un circuito de imágenes y,
se les denomina circuito cerrado porque a diferencia de la televisión tradicional, este solo
permite un acceso limitado y restringido del contenido de las imágenes a algunos usuarios.
69. En efecto, el CCTV puede estar compuesto de una o varias cámaras de vigilancia
conectadas a uno o más monitores o televisores, los cuales reproducen imágenes
capturadas; estas imágenes pueden ser, simultáneamente, almacenadas en medios
analógicos o digitales, según lo requiera el usuario.
70. Precisamente, la Superintendencia de Industria y Comercio publicó la guía
denominada “Protección de datos personales en sistemas de videovigilancia”, en la cual se
brinda una orientación a aquellas personas naturales o jurídicas que implementen tales
sistemas y, en consecuencia, los exhorta para que adecúen el uso de los mismos a las
disposiciones que regulan la protección de datos personales.
71. En dicha publicación se precisó que los sistemas de videovigilancia son considerados
como intrusivos de la privacidad al involucrar herramientas como el monitoreo y la
observación de las actividades que realizan las personas a lo largo del día. En tal sentido, se
afirma que antes de tomar la decisión de implementar tales sistemas se debe tener en cuenta
la necesidad de utilizarlos y, además, considerar si esa necesidad se suple con la
implementación de los mismos o si existen otros mecanismos que se puedan utilizar y que
generen un menor impacto en la privacidad de las personas.
Ahora bien, la jurisprudencia de esta Corte ha reconocido que los métodos de vigilancia son
instrumentos encaminados a la prevención del delito o de las faltas por medio de la disuasión
y a la identificación de delincuentes en un entorno físico determinado. En consecuencia, las
cámaras de seguridad reducen la posibilidad de cometer delitos, por cuanto, al estar el
espacio respectivo bajo vigilancia, resulta más complejo la perpetración de una conducta
punible.
De igual manera, esta Corte, en aquella oportunidad, recordó que los sistemas de
videovigilancia no solo graban las actuaciones delictivas, sino todas las actividades
que llevan a cabo las personas en espacios públicos, con el agravante de que, en la
mayoría de los casos, la ciudadanía no tiene conocimiento de que está siendo grabada,
ni mucho menos que está siendo observada, ni tampoco para qué fines se utilizan los
mencionados videos.

Aunado a ello, esta Corporación ha sostenido que la filmación en espacios privados como el
domicilio, no son tan generalizadas. En efecto, “las cámaras pueden ser instaladas para
garantizar la seguridad, por voluntad del interesado, cuando por ejemplo quiere vigilar la
conducta del personal de servicio, o en el perímetro de una casa para evitar los asaltos, o
pueden ser utilizadas para filmar las actividades de las personas dentro de la casa con
diferentes fines. En estos casos, no es el Estado o el dueño de un espacio semi-público o
semi-privado quien controla la grabación, sino el propio individuo, por consiguiente, al
pertenecer a su esfera privada, no se vulnera derecho alguno a menos de que la información
sea divulgada por un tercero”.
75. En la sentencia T-768 de 2008, la Sala Novena de Revisión de esta Corte resolvió una
acción de tutela interpuesta por un funcionario de una entidad financiera que alegaba que la
instalación, por parte del banco, de cámaras de video por fuera del sistema de monitoreo, de
manera subrepticia, en el lugar donde desempeñaba sus funciones, vulneraba su derecho
fundamental a la intimidad. En la citada providencia se establecieron una serie de criterios a
tener en cuenta al momento de instalar un sistema de videovigilancia, así:
El objeto social que desarrolla la empresa, pues es lógico que las medidas se refuercen en
bancos o establecimientos públicos tales como organismos de inteligencia, en los que esté en
juego la seguridad nacional;El lugar donde la medida es implementada, pues es razonable
que recaiga en lugares donde se desarrolle la actividad laboral que, por ejemplo, se
encuentren abiertos al público, pero no lo sería en aquellos donde el trabajador ejerce una
esfera privada como lugares de descanso, tales como baños o vestuarios;La finalidad de la
medida, que guarden una relación directa con la seguridad necesaria de las instalaciones de
trabajo o el control del cumplimiento de los deberes y funciones de los trabajadores;Que
puedan tomarse otras medidas menos invasivas para lograr los propósitos legítimos;Que los
perjuicios derivados de la medida, en lo posible, sean mínimos;Que la medida sea conocida,
pues de manera excepcional puede legitimarse medidas subrepticias y;Que la medida no
implique someter a la persona a tratos crueles, inhumanos o degradantes, los cuales se
encuentran proscritos de manera absoluta.
Pues bien, a fin de determinar la naturaleza de la información captada por los circuitos
cerrados de televisión, resulta importante tener en cuenta el lugar de instalación de las
cámaras de vigilancia, esto es, si están dispuestas en: i) lugares privados, como por ejemplo,
en una residencia, ii)establecimientos privados abiertos al público o, iii) establecimientos y/o
instituciones públicas.
Respecto de la anterior distinción, se tiene que la información captada por las cámaras de
seguridad instaladas en el domicilio de una persona es indiscutiblemente privada. De igual
manera, la información captada por los equipos de vigilancia instalados en establecimientos
privados abiertos al público también tienen la naturaleza de privada, debido a que
continuamente se encuentra registrando información de las personas que frecuentan este tipo
de lugares.
. Cosa distinta, ocurre con los dispositivos de seguridad instalados en establecimientos y/o
instituciones públicas, debido a que, según la tipología establecida por la jurisprudencia de la
Corte Constitucional, está captando imágenes en un lugar abierto al público.
Lo anterior sin perjuicio de las particularidades de cada caso, por cuanto, puede ocurrir que
dentro de una residencia se instalen unas cámaras de seguridad por orden legal y/o judicial,
circunstancia en la cual no se puede considerar que las imágenes que capten dichos equipos
sean de carácter privado, toda vez que, la utilización de dicho material estaría destinado a
fines completamente diferentes a los personales.

ANALISIS
FÁCTICO

FUNDAMENTOS DE DERECHO FALTA DE LEGITIMIDAD POR PASIVA


La legitimación pasiva en la acción de tutela hace referencia a la aptitud legal de la persona
contra quien se dirige la acción, de ser efectivamente la llamada a responder por la
vulneración o amenaza del derecho fundamental.

TUTELA EN VIRTUD DEL PRINCIPIO DE SUBSIDARIEDAD


El artículo 86 de la Constitución Política de Colombia refiriéndose a la acción de tutela
establece: “Esta acción solo procederá cuando el afectado no disponga de otro medio de
defensa judicial, salvo que aquella se utilice como mecanismo transitorio para evitar un
perjuicio irremediable.” En el caso que nos ocupa nos encontramos ante una reclamación de
tipo policivo o de inspección de policía que debe ser ventilada ante dicha jurisdicción a través
del medio de control y conciliación, donde además el accionante podrá solicitar que se
declare los medios para solicitar los derechos aquí enunciados como “ vulnerados” .
Sobre el particular la Corte Constitucional: “El principio de subsidiariedad, conforme al artículo
86 de la Constitución, implica que la acción de tutela solo procederá cuando el afectado no
disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que se utilice como mecanismo transitorio
para evitar un perjuicio irremediable.

Sobre el carácter subsidiario de la acción, la Corte ha señalado que “permite reconocer la


validez y viabilidad de los medios y recursos ordinarios de protección judicial, como
dispositivos legítimos y prevalentes para la salvaguarda de los derechos”. Es ese
reconocimiento el que obliga a los asociados a incoar los recursos jurisdiccionales con los
que cuenten para conjurar la situación que estimen lesiva de sus derechos. En otras palabras,
las personas deben hacer uso de todos los recursos ordinarios y extraordinarios que el
sistema judicial ha dispuesto para conjurar la situación que amenaza o lesiona sus derechos,
de tal manera que se impida el uso indebido de este mecanismo constitucional como vía
preferente o instancia judicial adicional de protección.”[2] IMPROCEDENCIA DE LA TUTELA
AL NO PROBARSE UN PERJUICIO IRREMEDIABLE El artículo 86 de la Constitución Política
de Colombia refiriéndose a la acción de tutela establece: “Esta acción solo procederá cuando
el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que aquella se utilice como
mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable.” La Corte Constitucional ha
establecido que únicamente se considera la configuración de un perjuicio irremediable cuando
es cierto e inminente, grave y que requiera de medidas urgentes. En lo concerniente la Corte:
“La jurisprudencia de la Corte Constitucional ha precisado que únicamente se considerará
que un perjuicio es irremediable cuando, de conformidad con las circunstancias del caso
particular, sea: (a) cierto e inminente –esto es, que no se deba a meras conjeturas o
especulaciones, sino a una apreciación razonable de hechos ciertos-, (b) grave, desde el
punto de vista del bien o interés jurídico que lesionaría, y de la importancia de dicho bien o
interés para el afectado, y (c) de urgente atención, en el sentido de que sea necesaria e
inaplazable su prevención o mitigación para evitar que se consuma un daño antijurídico en
forma irreparable.”[3] Ahora bien, si el accionante pretende alegar un perjuicio irremediable
debe probar dicha situación ante su señoría, pues como bien lo ha señalado la Corte el
operador jurídico no puede “estructurar, concebir, imaginar o proyectar, por sí mismo, el
contexto fáctico en el que ha tenido ocurrencia el presunto daño irreparable”, es decir, la
existencia del perjuicio irremediable debe estar demostrada en el proceso.;”[4] En el caso que
nos convoca el apoderado de la accionante para demostrar el supuesto perjuicio irremediable
realiza una serie de aseveraciones sin pruebas ni fundamentos por lo tanto la presente acción
de tutela debe ser declarada improcedente por falta de pruebas del supuesto perjuicio
irremediable, Al respecto la Corte: “Si bien uno de los rasgos características de la acción de
tutela es la informalidad, la Corte Constitucional ha señalado que: “el juez tiene el deber de
corroborar los hechos que dan cuenta de la violación de un derecho fundamental, para lo cual
ha de ejercer las facultades que le permiten constatar la veracidad de las afirmaciones,
cuando sea del caso. En igual sentido, ha manifestado que: “un juez no puede conceder una
tutela si en el respectivo proceso no existe prueba, al menos sumaria, de la violación concreta
de un derecho fundamental, pues el objetivo de la acción constitucional es garantizar la
efectividad de los derechos fundamentales, cuya trasgresión o amenaza opone la
intervención del juez dentro de un procedimiento preferente y sumario.” Así las cosas, los
hechos afirmados por el accionante en el trámite de una acción de tutela, deben ser probados
siquiera sumariamente, a fin de que el juez pueda inferir con plena certeza la verdad material
que subyace con la solicitud de amparo constitucional.[5]Por otra parte, la Corte en Sentencia
T-131 de 2007 se pronunció sobre el tema de la carga de la prueba en sede de tutela,
afirmando el principio “onus probandi incumbit actori” que rige en esta materia, y según el
cual, la carga de la prueba incumbe al actor. Así, quien pretenda el amparo de un derecho
fundamental debe demostrar los hechos en que se funda su pretensión, a fin de que la
determinación del juez, obedezca a la certeza y convicción de que se ha violado o
amenazado el derecho.”

PRUEBAS 1. Acuerdo No. CNSC - 20191000004476 PRONUNCIAMIENTO CON RELACIÓN


A LAS PRETENSIONES Solicito respetuosamente a este despacho judicial declare la
improcedencia de la tutela frente al ente territorial Departamento del Magdalena. ANEXOS 1.
Decreto 019 del 12 de abril de 2021, acta de posesión 0186 del 15 de abril de 2021, y Decreto
0147 del 5 de febrero de 2008. (5 folios) NOTIFICACIONES A las partes en las consagradas
en el líbelo introductorio. El suscrito recibirá las notificaciones en el correo electrónico
tutelas@magdalena.gov.co Del honorable Juez Constitucional, como siempre, con profundos
votos de respetos, muy Atentamente, Pedro Javier Piracón López C.C. 80.126.186 de Bogotá
T.P. 125058 del C.S. de la J.
PRETENSIONES
Teniendo en cuenta lo anterior, solicito de manera respetuosa, se desvincule al
departamento de Cundinamarca de la presente acción de tutela toda vez que no
ha vulnerado derecho fundamental alguno a la Sra. Luz Ángela María Mora,
siendo claro que no ha sido la entidad que ha adelantado el concurso
meritocratico, no ha expedido acto administrativo relacionado con la convocatoria
507 a 591 del municipio de Fusagasugá como tampoco ha tomado decisiones que
le han correspondido al Gobierno Nacional frente a la actual situación que
atraviesa el país configurándose así la FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA
CAUSA POR PASIVA.

Finalmente, frente a lo ordenado en el artículo tercero del Auto del 1 de octubre de


2020, me permito indicar que ya se ha solicitado ante el funcionario competente,
se realice la publicación de la presente acción constitucional en la página web de
la gobernación de Cundinamarca.

ANEXOS.

Publicación de acción de tutela en la página web de la Gobernación de Cundinamarca,


http://www.cundinamarca.gov.co/Home/SecretariasEntidades.gc/Secretariajuridica/
Secretariajuridic aDespliegue/asserviciociu_contenidos/cservciudnotificacionesjudiciales

NOTIFICACIONE
S

Recibiremos notificación de la decisión de su Despacho, en la calle 26 No. 51-53,


Torre Central piso 8, sede administrativa de la Gobernación de Cundinamarca.
Teléfono 7491552. Correo: tutelas@cundinamarca.gov.co.

Cordialmente,

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