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PRÓ LOGO

—Señ or, ¡todos los estudios geoló gicos resultaron limpios! No podríamos haber hecho
nada para predecir esto—, informó nervioso el hombre que estaba frente al operador
de herramientas, la persona a cargo de cada equipo en la plataforma petrolera.
El hombre que empujaba las herramientas le devolvió la mirada con ojos muertos y
una ligera mueca de desprecio en su rostro. —¿Crees que a esos ecoterroristas que se
hacen pasar por conservacionistas les importará un carajo que haya habido un
terremoto? ¿Crees que no culpará n a Earth Friendly Oil por el mayor derrame en una
década? EFO ya está en el centro de atenció n después de que esa tripulació n perdió el
control hace cinco añ os, y luego accede al depó sito de petró leo submarino má s grande
que nadie haya visto jamás. Una semana después de hacer la llamada, ¿un terremoto
de una magnitud que arrasa una ciudad tiene su epicentro justo donde estamos
perforando? ¿Crees que dejará n que eso se haga pasar como una coincidencia?
—Bueno, lo má s probable es que no, pero ¿qué quieres decir con que hice la llamada?
— El nervioso mató n intentó hablar, só lo para ser interrumpido con una mano
extendida a la altura del pecho.
—Mirar. Sé que eres un buen tipo y que diriges un equipo muy unido. Eres muy bueno
en lo que haces. Tú también está s despedido. Necesitamos a alguien que cargue con la
culpa y usted es el ú nico candidato probable—. El conductor de herramientas suspiró
ante la mirada sombría, que fue la ú nica respuesta a sus palabras. —Mira, no es que
vayamos a despedirte sin nada. ¡Le daremos cinco añ os de salario como
indemnizació n y, si cambia su nombre, incluso le daremos una recomendació n
entusiasta!
—¿Cambiar mi nombre…? ¿Me está s culpando de esto? Ahora había una furia ardiente
en sus ojos. —¡Solo estuve aquí para poder ganar suficiente dinero para terminar mi
doctorado! Tú fuiste quien nos hizo...
—Sí, bueno, la cosa es que no podemos asociarte con nosotros después de este
incidente ya que tu nombre será para siempre el sello del dañ o al medio ambiente—.
El jefe de herramientas puso los pies sobre su escritorio, se rió entre dientes y
despidió a su ex empleado. —Seguro que
Diablos, no voy a ser yo quien caiga por esto. Há ganos saber qué nuevo nombre se le
ocurre—.
—¿Vas a jugar así? Bien. Voy a encontrar una manera de vengarme de todos ustedes,
incluso si eso significa librar al mundo de su dependencia del petró leo por completo
—. El fuego se convirtió en hielo ante la mirada del hombre. —De ahora en adelante,
puedes llamarme... Elon—. Salió furioso de la oficina y luego tuvo que esperar una
hora antes de que llegara un helicó ptero para llevá rselo. Elon decidió que ya estaba
harto de este mundo: el drama, la lucha. Decidió perseguir los sueñ os que tenía
cuando era niñ o. Trabajaría para construir una colonia en el planeta vecino, Marte.
Elon metió la mano en su bolso y echó un vistazo a la gran roca azul brillante que
había sido extraída de debajo del fondo del océano. -Centro. - Esta roca estaba llena de
poder; ¡É l simplemente lo sabía! -Corel- ¿Fue un artefacto alienígena? Casi parecía
estar susurrá ndole. Con la luz adecuada, incluso había marcas tenues que cubrían la
piedra azul con una luz brillante y ondulante. -¡Core, por el amor del abismo!- Casi
como si estuviera cubierto de cadenas.
Elon decidió estudiar este Nú cleo. ¿Centro? Sintió una extrañ a satisfacció n con el
término. Eventualmente alcanzaría su sueñ o, pero necesitaba una manera de ganar
dinero. Elon volvió su atenció n a sus intereses pasados: Internet, las energías
renovables y el espacio exterior.
Durante los añ os siguientes, Elon surgió como un fénix en el mundo de la tecnología.
Puso en marcha un sistema de pago, varias empresas y, finalmente, la cima de su
sueñ o: un centro de investigació n espacial de propiedad privada. Espacio Y. Luego el
mercado de valores se desplomó y se quedó sin dinero. Bueno, por muy poco tiempo.
Con un nuevo tiempo libre y después de añ os de posponerlo, Elon dedicó sus
esfuerzos a investigar el Nú cleo má s directamente en lugar de simplemente llevarlo
consigo como amuleto y recordatorio de buena suerte.
Después de semanas de preparació n, Elon conectó cables sensibles a la energía entre
el Nú cleo y su computadora personal en un intento de analizarlo. Su monitor
parpadeó y las métricas en el costado de su pantalla se volvieron locas. No había
manera de que su Wi-Fi acabara de transferir cuarenta y tres Exabytes de datos,
¿verdad? Elon miró fijamente su monitor en movimiento mientras aparecía un texto
en él.
<¡Guau, ya era hora! Huele un poco... a almizcle aquí. Entonces así es el mundo ahora,
¿eh? Ustedes los humanos tienen algunas —explicaciones que dar—.
CAPÍTULO UNO
—¡Beban muchachos!— Llamó el sargento Knecht. —¡Mañ ana estaremos en QRF
todo~l~l día!—
El sargento Nelson sacudió la cabeza, un poco molesto profesionalmente porque sus
soldados bebieron tanto la noche anterior a su servicio para la fuerza de reacció n
rá pida. Para ser justos, como médico, estaba en contra de que bebieran con este calor .
El lema del ejército bien podría ser —¡Bebe agua!—. Entendía la necesidad que
sentían los demá s de olvidar sus problemas, pero mañ ana estarían usando el equipo
completo en un clima de ciento diez grados.
—¡Vamos, pequeñ o Joe!— El soldado de primera clase Johnson le dio una palmada en
el hombro a su médico favorito. —Si se deshidratan demasiado, ¡haz lo que siempre -
haces! ¡Pégalos!
—Demasiado ruidoso—. El sargento Nelson fulminó con la mirada el tono demasiado
familiar: —Johnson, sabes que no puedes ser tan casual y usar mi nombre así con los
oficiales. Son muy susceptibles con eso, especialmente cuando tenemos la
oportunidad de beber. Sabes que siempre está n buscando una excusa para quitarte el
privilegio de beber—. De hecho, algunos de los barras de mantequilla (segundos
tenientes) los miraron y murmuraron algo a la gente en su mesa. El Capitá n agarró al
oficial hostil cuando este comenzó a levantarse, sacudiendo la cabeza para obligar al
agitado hombre a calmarse.
—Ademá s, no tenemos muchas vías intravenosas en este momento, por lo que será un
poco difícil 'colocarlas' como sugieres. El envío de suministros llega tarde. Demonios,
el envío de combustible vuelve a llegar tarde, por eso estamos haciendo medias
patrullas. Si tuviéramos un sargento de logística a cargo allí en lugar de ese dos bit
luey, nosotros...
—¡La-la-la!— El soldado se tapó los oídos con las manos. —¡No te escucho decir cosas
malas sobre nuestro director ejecutivo en este momento! ¡No me meto en logística,
administració n o política!— Cuando un brillo apareció en los ojos de Joey, Johnson
rá pidamente corrigió : —¡O religió n! ¡No, esta noche voy a beber!
Aunque quería decir algo, el PFC seguramente lo tenía identificado. El sargento Nelson
se rió y se recostó en su asiento; Fue divertido jugar con la cabeza de este niñ o. Bebió
lentamente su ú nica cerveza de la noche y bebió el doble de agua para contrarrestar la
deshidratació n. Buenos tiempos.
—¡Tenemos un problema, señ or!— Un operador de radio, el especialista Krout, había
sido sacado del cuartel general y puesto en servicio en el helicó ptero de evacuació n
médica cuando el ú ltimo tipo había caído con un caso grave de... muerte. —El primer
pelotó n fue alcanzado y encontraron un artefacto explosivo improvisado en el camino
equivocado. QRF está en camino, pero necesitan evacuació n y atenció n médica lo
antes posible—.
—Vaya, utiliza má s siglas en tu pró ximo informe, Krout—, se espetó una respuesta
sarcá stica. El piloto, el suboficial Lyons, calentó los rotores y pronto comenzó a volar
hacia las coordenadas proporcionadas por Krout . Giró la cabeza para mirar detrá s de
él. —¡Nelson! ¿Tú y tus muchachos está n listos para partir? Segú n el informe de
evacuació n médica de nueve líneas incluido, no había hostiles en la zona, por lo que
aterrizar para recoger a los heridos era una má xima prioridad. Joe se sintió aliviado al
saber que podían entrar directamente; su pelotó n só lo tenía dos helicó pteros y ambos
se utilizaban para recogidas rá pidas. El batalló n, casi cincuenta millas al sur, tenía la
potencia de fuego real, y no quería esperar veinte minutos má s para salvar a sus
camaradas y amigos.
—¡Siempre, señ or!— Joe gritó la respuesta. Saltando los pocos metros que quedaban
tan pronto como aterrizaron, el sargento Nelson y sus dos especialistas agarraron una
camilla y corrieron hacia los restos humeantes de un Humvee. Los heridos estaban
esparcidos en el suelo a una distancia de hasta seis metros, y varios de ellos emitían
gemidos de dolor. Esos no le preocupaban tanto como los hombres que guardaban
silencio.
Un sargento se acercó y le dio un rá pido informe de la situació n: —¡Cinco heridos, dos
de gravedad! Meyers está despierto pero no hace ningú n ruido. ¡É l... perdió su pierna!
Debería estar gritando—. Contuvo un sollozo mientras hablaba.
—Hombre diferente, forma diferente de afrontar el dolor. Nada que puedas hacer,
hermano. Buen trabajo con ese torniquete—. Nelson sacudió la cabeza mientras se
arrodillaba para clasificar a los hombres. Después de una evaluació n inicial y el ajuste
de algunos torniquetes, observó con alivio que todos
Muchos de estos hombres sobrevivirían si recibieran la atenció n adecuada y oportuna
. Cargaron a los peores heridos y se marcharon. El sargento Nelson estaba
completamente absorto manteniendo estables a los hombres... hasta que escuchó un
grito siniestro.
—¡Oh, mierda!— El helicó ptero tomó un giro brusco, lo que le dio a Nelson la visió n
perfecta de un RPG acercá ndose directamente al lado ancho del helicó ptero.
Hubo un destello de luz ardiente... justo antes de que todo se volviera negro.
CAPITULO DOS
*Bip*.... *Bip*... Joey Nelson abrió los ojos para poder gritarle a Johnson que terminara
el estú pido juego que siempre estaba jugando. Intentó darse la vuelta, pero se
encontró con que le sujetaban la cabeza. Ahora completamente despierto, miró a su
alrededor y vio blanco por todas partes. Había estado en ellos lo suficiente como para
reconocer los colores planos y la sensació n de celda de prisió n de un hospital militar.
—Frack—, fue todo lo que pudo decir, lo má s cerca de maldecir que se permitió . Al
menos por las malas palabras —duras—, de todos modos.
Una cara sonriente apareció a la vista. —¿Está s despierto? ¡Tenían razó n! Bien, justo a
tiempo. Bien bien.—
—¿Quién eres?— Joey preguntó adormilado, las drogas que estaba tomando ahora
deben ser realmente buenas. —¿Eres un doctor?—
La grasienta sonrisa tembló un poco cuando el hombre parecía estar lidiando con una
batalla interna por la moralidad. La moralidad perdió por un amplio margen. —Bien.
No. Lamento decirlo, soy abogado—.
—Que...? ¿Para qué?— Joey luchó por permanecer plenamente consciente de su
entorno. —¿Dó nde estamos? No hay abogados en este desierto abandonado por Dios,
lo ú nico bueno de todo este maldito lugar—.
—Eso está fuera de lugar—. Los ojos del hombre grasiento cambiaron a una mirada
dolida. —Estamos de regreso en Estados Unidos; ¡Debes haber estado fuera de esto
por bastante tiempo! Aproximadamente un mes, creo. El tiempo suficiente para el
papeleo.
—¿Adonde vas con eso? ¿Es usted un abogado del ejército? ¿Me está n echando ahora?
La voz de Nelson tenía un tono soñ ador mientras las drogas intentaban enviarlo a la
oscuridad nuevamente.
—No, no... bueno, sí, recibirá s una baja honorable, algunas medallas y probablemente
una pensió n, pero ese no es mi departamento. No, estoy aquí representando a su
esposa, Daisy—. Una lengua hú meda salió y humedeció sus labios.
—¿Donde esta ella? ¿Viene a visitarnos? Joey miró desesperadamente a su alrededor -
buscando a su esposa; só lo llevaban casados unos meses cuando recibió sus ó rdenes
de despliegue.
—Ella ya lo hizo, y… bueno, por eso estoy aquí. Me especializo en casos de divorcio y
necesitaba informarle que su esposa anulará su matrimonio. En este caso, ella no está
intentando recuperar nada de lo que usted poseía y solo tomará las posesiones y el
dinero que aportó a la relació n. Quiere que esto sea lo menos doloroso posible para ti
—. La falsa preocupació n en su voz hizo que Joe volviera a la conciencia.
Los ojos de Joey se salieron de sus ó rbitas, —¿Qué? ¿Por qué me dejaría, yo...? Intentó
sentarse, só lo para darse cuenta de que no podía moverse en absoluto. Había pensado
que estaba en su lugar, pero ahora aparecían en su mente ideas má s oscuras e
insidiosas sobre su estatus.
—Debe comprender lo difícil que sería para una mujer de veinte añ os casarse con un
tetrapléjico, señ or—. El abogado se detuvo en shock cuando los ojos de Joey se
quedaron en blanco y su rostro perdió el color. —¿Señ or?—
—¡Ey!— Una doctora entró en la habitació n. —¿Quién eres? ¿Está despierto? ¡Qué le
dijiste!—
—¿De qué está s hablando?— La confusió n era evidente en el rostro del abogado. —
Tengo el derecho legal de informarle...—
—¡Si está despierto, será la primera vez desde que lo derribaron! ¡Sal o haré que te
arresten! El médico gritó en un tono que rayaba en lo estridente. Corrió hacia Joey
mientras el abogado se alejaba murmurando disculpas. —Sargento Nelson, no está tan
mal, podría...—
Joey la interrumpió : —¿Estoy paralizado?—
—...Sí—, fue la respuesta reacia.
—¿Alguna vez recuperaré la funcionalidad?—
—Es... poco probable—, admitió en voz baja.
—¿Mi esposa me está dejando?— El médico tuvo la delicadeza de apartar la mirada y
no responder mientras un sollozo acompañ aba la pregunta. —Perdone mi
insubordinació n, señ ora, pero creo que es así de malo—.

Los tres meses má s humillantes de la vida de Joey pasaron borrosos mientras


intentaba todo lo que podía pensar para recuperar el uso de sus extremidades. Si
pudiera mover los dedos, al menos podría escribir para ganarse la vida en lugar de ser
una carga para todos los recursos de sus seres queridos. Lo habían trasladado a la casa
de su madre ante su insistencia, y ella lo había estado alimentando y cuidando desde
entonces. Por suerte, una parte de su
Los beneficios se destinaron a la contratació n de una enfermera que lo limpiara para
que no tuviera que sufrir la indignidad de que su madre también hiciera eso.
—Tienes una visita, mi amor—, gritó su madre mientras entraba a la habitació n.
Amargamente, murmuró : —Por favor, que sea la parca—.
Ella le dio una palmada en la pierna y lo fulminó con la mirada; a él no le importaba.
De todos modos, no podía sentir el golpe. Uno de sus compañ eros del ejército entró
con una sonrisa mientras su madre salía de la habitació n.
—Tim Ramen, mientras vivo y respiro—. Lo que pareció la primera sonrisa real en
meses estiró sus mejillas.
—Bueno, te ves como una mierda—.
—Gracias, todavía me veo mejor que tú . Al menos mis brazos todavía tienen algo de
definició n, a diferencia de esos fideos que mueves sin control —.
—¿Por qué está s holgazaneando? Frota un poco de tierra y estará s bien. La mejor cura
que el ejército puede comprar es tierra cruda. Tim se había formado como médico con
Joey y siempre había estado lleno de bromas excéntricas.
Joey asintió . —Ah, sí, tu eslogan. Sabes, algunos de esos soldados te tomaron en serio y
se infectaron. Cuando un médico te dice que hagas algo…—
—Hazlo tú —, terminó Tim el dicho y se rió entre dientes. Su rostro poco a poco perdió
un poco de su alegría forzada. —Bueno, maldita sea, amigo. ¿ Alguna buena noticia
sobre esto?
—Bueno, resulta que soy rico. Después de que mi ex vendió mi casa, mi auto, mi perro
y…—
—Sí, sí, lo entiendo, tu vida es bá sicamente una canció n de mú sica country en este
momento—, lo interrumpió Tim riendo.
Joey se habría encogido de hombros si hubiera podido. —Bueno, mi mamá también
ganó la lotería, después de la anulació n, así que ahora soy oficialmente el hijo de un
multimillonario y nunca tendré que dedicar dinero a eso-— Joe se detuvo antes de
comenzar a despotricar contra su ex. —Tan pronto como el departamento de lotería
pague, claro está . Por ahora, simplemente estamos tratando de arreglá rnoslas—.
—¿Qué? ¡Hombre agradable!— Tim se aferró a esta buena noticia como un hombre
que se ahoga a una balsa. —¡Así que no todo es malo!— La sonrisa desapareció de su
rostro cuando vio la expresió n amarga en la de Joey. —De todos modos, ¿y ahora qué,
amigo mío?—
—É sa es la gran pregunta. Sin perspectivas de amor, sin forma de trabajar y sin dinero
hasta que llegue el primer cheque de la lotería. Eso será el mes que viene, espero. El
ejército dice que pagará n por todo, pero…—
—Pero es el ejército—, terminó Tim con él. —Te escucho hombre. Escucha, salí el añ o
pasado... tengo un nuevo trabajo. En realidad, eso es de lo que quería hablar contigo—.
—¿Ofrecerme un trabajo?— Los ojos de Joey se iluminaron por un momento hasta que
Tim negó con la cabeza.
—Si y no. Es una salida para ti—, dijo en un tono tan bajo que Joey tuvo que esforzarse
para oírlo.
—¿De qué? ¿Vida?— Joey negó con la cabeza. —No importa cuá nto bromee, nunca
podría hacerle eso a mi madre. El suicidio nunca es la respuesta. Es una solució n
terrible y permanente. Sabes que soy un hombre religioso—.
—¡Así no , hombre! Vamos, ¿como si fuera a decirte algo así? Tim parecía
verdaderamente ofendido. —No, trabajo en una empresa de juegos . Acabamos de
terminar de desarrollar un nuevo MMORPG y es...—
—Lo siento, ¿un qué?— Esta pregunta provocó una mirada de dolor en Tim.
—Un juego de rol multijugador masivo en línea—, le informó Tim en tono tenso. —La
empresa finalmente consiguió que se aprobaran las nuevas cá psulas DIVE y...— Hizo
una pausa cuando recibió un —mirar—. —Una cá psula de realidad virtualmente
mejorada y profundamente inmersiva . BUCEAR. Entras en la cá psula y el juego se
convierte en realidad para ti. Costo prohibitivo, pero factible para un millonario, ¿eh?
—Entonces sabías que ella había ganado antes de venir aquí—, dijo Joey -
rotundamente.
Tim asintió tímidamente. —La Compañ ía me envió porque te conozco. Esta es la
cuestió n, si entras en el pod con la suscripció n correcta ... del tipo al que tienes que
estar invitado —, miró significativamente a su amigo boca abajo, —nunca abandonas
el juego. De hecho, comienzas una vida en un mundo nuevo. En una carrocería nueva y
diseñ ada a medida. Es una nueva oportunidad, hombre—.
Joey guardó silencio mientras pensaba en las implicaciones de esta oferta. —¿Podría
volver a caminar?—
—Y mucho má s—, prometió Tim con la mayor sinceridad posible. —El juego fue
desarrollado por el mismo tipo que creó Paybud, los autos Edison y Space Y. Es má s
que realista. Es… es una nueva vida, hombre—.
—¿Cuá l es el juego?—
—Se llama Eternio. Es increíblemente ú nico y... necesitamos gente en la que podamos
confiar. Se lanzará en dos semanas. La mayoría de las personas que van a jugar son
usuarios de cascos de realidad virtual está ndar; hay alrededor del veinte por ciento de
usuarios de DIVE, pero no hay administradores. Así que necesitamos gente que juegue
y, a veces, que lo haga de la manera que sea mejor para la empresa—. Tim parecía un
poco indeciso acerca de
sus palabras, como si se estuviera mordiendo la lengua para evitar decir algo.
—¿Sin administradores? ¿Qué quieres decir? Necesito saber má s, Tim—. Joey miró
fijamente a su amigo. —Ayú dame, amigo. Estoy tan emocionado que no puedo
moverme—.
—Guau. Muy bien, el juego está controlado completamente por Al. Inteligencia
artificial. Má s allá de Turing, amigo. Se llama 'Léxico Altruista Certificado'. Esta cosa es
má s inteligente que la mitad de la població n combinada. Crea misiones, monstruos y el
mundo del juego mismo. No hay control externo alguno, a menos que el Léxico
Altruista Certificado lo permita. Quiero contarte má s detalles, pero no puedo a menos
que aceptes unirte al juego—.
Joey pensó en la vergü enza que sentía a diario y asintió bruscamente. Cualquier
oportunidad de tener una vida mó vil la aprovecharía de buen grado. —¿Cuá nto
cuesta?—
—Doscientos cincuenta mil.— Las palabras de Tim dejaron boquiabierto a Joey. —Esa
es la versió n 'al costo'. Hay una razó n só lida; Esta versió n específica de la tecnología
está diseñ ada a medida para cada usuario y, por lo tanto, solo se puede utilizar una
vez. Cualquiera puede utilizar cá psulas normales, pero siguen siendo cincuenta mil al
añ o. Luego está la tarifa de eliminació n…— Hizo una mueca cuando las palabras
salieron de su boca.
—¡El qué!— Joey ladró en estado de shock.
Tim suspiró : —Mira, no puedes decírselo a nadie o te matarán para mantenerte
callado. Una vez que estés completamente sincronizado con el juego y se complete la
transferencia de la mente a la má quina, necesitará n destruir tu cuerpo y el equipo que
le permite funcionar. Todo lo que queda es un pequeñ o nú cleo de datos que te
contiene. Se agrega al nú cleo principal y tú eres parte del juego para siempre.
Inmortal, nueva vida. Adició n permanente—.
—...Hablas en serio—, respiró Joey a través de las fosas nasales dilatadas.
—Sí. Ni siquiera debería haber dicho tanto antes de que firmaras el acuerdo de
confidencialidad. ¿Está usted en?— Tim contuvo la respiració n mientras su amigo
deliberaba. Só lo habría una oferta.
Joey luchó consigo mismo durante varios momentos. La respuesta que finalmente se
tuvo que dar fue: —¿Cuá ndo empezamos? Necesito despedirme de mi madre—.
Tim dejó escapar un suspiro explosivo. —Podemos comenzar los primeros escaneos
hoy; Traje el equipo. Sin embargo, no puedes entrar al juego hasta que hayas pagado
—.
—¿Entonces el juego habrá estado funcionando durante al menos medio mes? ¿Eso va
a ser malo? Se preguntó Joey mientras má s equipo médico entraba en la habitació n.
—Compresió n de dos a uno. Una hora aquí son dos allí. Así que llegará s
aproximadamente un mes tarde a la fiesta—.
CAPÍTULO TRES
Las exploraciones habían sido muy invasivas, incluidas resonancias magnéticas,
extracciones de sangre y pruebas para las que no tenía nombre médico. Má s tarde,
Tim le dijo que esas pruebas eran para determinar la mejor manera de destruir su
cuerpo, lo que hizo que Joey se estremeciera. Su madre pagó la cá psula DIVE sin hacer
preguntas e invirtió un milló n de dó lares en una cuenta del juego. Ese era el má ximo
absoluto, pero en una proporció n de diez a uno, eso solo le daba cien mil de oro. Esto
era potencialmente una enorme cantidad de dinero, pero como en teoría viviría para
siempre en el juego, aú n necesitaría volverse fuerte y tomar decisiones sabias con sus
finanzas. Miró todos los ceros en su cuenta y puso los ojos en blanco con incredulidad.
Joey dejó todo lo demá s a su madre (cualquier propiedad, su pensió n, todo lo que
fuera transferible) y se despidieron con una llorosa despedida. Había intentado
conseguirle una cá psula, pero ella rechazó la oportunidad ; Estaba planeando unas
vacaciones perpetuas y no quería empantanarse jugando. Por suerte para Joey, había
un sistema en el juego donde podía hacer llamadas al mundo real. Podrían
permanecer en contacto durante todos los añ os que le quedaran.
Finalmente, una camioneta negra llegó al camino de entrada y un hombre lo metió
dentro como si fuera una caja de carga. El conductor condujo rá pidamente, a exceso de
velocidad, y al cabo de unas pocas horas, Joe estaba en el subsó tano de una enorme
corporació n contemplando la monstruosa má quina que sería el lugar de descanso
final de su cuerpo.
—Buena suerte, amigo—, gritó Tim, con una sonrisa triste en su rostro. —¡Nos vemos
en el juego!—
Joey se sobresaltó . —¿Tienes una cá psula?—
—No. Tocaré el estilo está ndar, con teclado mental y auriculares. Te agregaré a mi
lista de amigos cuando inicie sesió n, pero pueden pasar un par de semanas. Estoy
bastante ocupado aquí ahora mismo. Mi nombre en el juego es 'tSnake'—, prometió
Tim levantando el pulgar.
—Nos vemos, serpiente pantaló n—. Joey se rió ante la expresió n de horror en el
rostro de Tim. —Serpiente. No pudiste elegir algo normal, ¿verdad?
—¡Te voy a extrañ ar, hombre!— Tim hizo una pausa, mirando al empleado má s
cercano antes de inclinarse, —Joe... gana el juego. Si lo haces, existe la posibilidad de
que... No debería decirte esto... Esto es má s que un juego. Podrías volver. Aquí. El
mundo real.— Dejó de hablar y se alejó rá pidamente mientras unos pasos se
acercaban.
Un Joey muy confundido fue llevado a la cá psula y arreglaron sus extremidades
meticulosamente. El médico que supervisaba este proceso estaba encantado de que se
quedara tan quieto, lo que le valió una mirada amarga y condescendiente por parte de
Joey. La tapa empezó a cerrarse y las dudas llenaron su mente de un horror
entumecedor. Una gema brillante que parecía un diamante fue bajada hasta su cabeza
y descansada suavemente sobre el puente de su nariz.
Una pequeñ a línea de texto apareció en su visió n. Nada de pantallas azules, ¿eh? É l
puso los ojos en blanco. Supongo que todos esos libros de Royal Road resultaron
inú tiles al final. ¿Por qué perdió el tiempo leyendo esas historias en las ú ltimas dos
semanas? Muy bien entonces, se adaptaría. El mensaje decía:
¿Quieres poder*? Sí No
Bueno, sí. En realidad, eso sonó bastante agradable. Seleccionó 'Sí' con los ojos.
Espera, ¿era ese un vínculo sobre —poder—? Demasiado tarde.
¿Sabes lo que está por pasar? ¿Has leído los términos y condiciones*?
Había un enlace con la palabra —condiciones—, lo seleccionó y leyó atentamente el
acuerdo contractual y las obligaciones. Había muchas cosas que no entendía, pero
ahora al menos sabía una idea bá sica de lo que se esperaba de él. Volvió a la pregunta -
y seleccionó —Sí—.
Las palabras brillaron en rojo.
Excelente. Prepárate para morir. Sí Sí
¡Eso fue demasiado siniestro! Cuando abrió la boca para gritar pidiendo ayuda, un
líquido turbulento se derramó sobre su cara y su boca, cortando sus quejas. Joey tosió
por reflejo pero no pudo liberar su cabeza del líquido. Intentó contener el poco aliento
que le quedaba, pero estaba completamente cubierto y sin acceso al aire. Cuando
sintió que sus pulmones empezaban a explotar, finalmente respiró .
El aire entró rá pidamente en sus pulmones y parpadeó ante la cá psula
repentinamente brillante. Espera, ¡no estaba mirando la cá psula! Estaba de pie,
respirando con dificultad mientras leía las palabras que flotaban frente a él.
¡Bienvenidos a Eternio! No hay datos guardados para su perfil. ¿Te gustaría hacer un
nuevo personaje? Seleccionar —no— conducirá a la muerte verdadera. Sí No
Respuesta fá cil. Joey seleccionó —sí—.
¡Excelente! Esta será la única vez que podrás crear un personaje ya que tu estado está a
punto de convertirse legalmente en [Muerto]. ¡Ay, lo siento! ¡Asegúrate de tomar
decisiones acertadas! ¿Le gustaría seleccionar una clase inicial disponible o someterse a
pruebas y pruebas para ver cuál es la opción correcta para usted? Estas pruebas pueden
desbloquear clases diferentes o incluso ú nicas según tu habilidad, ¡pero ten cuidado!
¡Realizar los exámenes y mostrar bajas aptitudes puede reducir la cantidad de clases
disponibles! ¡Puedes salir de estas pruebas en cualquier momento! Iniciar juego/realizar
pruebas
Bueno, si iba a estar aquí por mucho tiempo, no quería ser un arquetipo aburrido.
Gracias a Dios había estudiado teoría de videojuegos durante las ú ltimas semanas.
Joey extendió la mano y presionó ... ¡espera! ¡Miró su mano, moviéndose por sí sola,
bajo su propio poder! Saltó y sonrió . ¡Su cuerpo estaba funcionando de nuevo!
Extendió la mano y seleccionó la opció n —realizar pruebas—.
El aire a su alrededor brilló y, de repente, se encontró en un pasillo interminable. Un
mensaje apareció frente a él justo cuando algo gritó la ú nica palabra que había estado
en el mensaje. ¡CORRER! Si algo le había enseñ ado su tiempo en el ejército fue a no
dudar nunca cuando había señ ales claras de peligro. Saltó hacia adelante, corriendo
por el pasillo lo má s rá pido posible. Detrá s de él, escuchó un *wham* masivo. Se
arriesgó a mirar por encima del hombro a tiempo para ver una enorme roca
estrellarse contra el techo donde había estado parado. Debió pesar toneladas,
posiblemente varias toneladas si no era hueco, y comenzó a rodar por el pasillo
ligeramente inclinado hacia él. Corrió má s rá pido; ¡Acababa de recuperar el uso de sus
piernas y no había manera de que dejara que las aplastaran!
Mientras corría, la roca detrá s de él lentamente ganó velocidad. Cuanto má s corría,
má s se inclinaba el pasillo hasta formar un á ngulo de cuarenta y cinco grados. En este
punto, ni siquiera el intenso deseo de Joey de correr pudo salvarlo. La roca lo alcanzó .
¡No! Tan pronto como rozó la parte posterior de su cuerpo, se encontró en otra á rea.
Miró y vio que estaba en el desierto, junto a los Humvees y el helicó ptero que tan
drá sticamente habían cambiado su vida. El estaba confundido; ¿(él) había estado
soñ ando? ¿Fue todo eso una... premonició n?
Se sacudió de sus dudas. Los gritos de dolor fueron ligeramente diferentes esta vez,
pero aun así se apresuró y comenzó a trabajar.
yendo lo má s rá pido que podía, haciendo todo lo posible para estabilizar a los
hombres para que pudieran ser transportados. Los primeros cuatro los saltó
rá pidamente y los llevó al helicó ptero. El quinto, sin embargo... era un sangrador. Joey
trabajó tan duro como pudo, moviéndose continuamente y haciendo que los demá s
trajeran intravenosos, vendajes y herramientas variadas. El corazó n del hombre se
detuvo y Joey realizó compresiones en el pecho hasta que volvió a latir. Esto sucedió
una y otra vez, arreglá ndolo, perdiéndolo, arreglá ndolo. La sangre cubrió a Joey, pero
nunca se rindió con el hombre. Después de varias horas, durante otra ronda de
compresiones, Joe se encontró de repente en otra habitació n.
—Que...? Este juego es enfermizo—. Eso no fue un cumplido. Joe buscó a los hombres a
su alrededor, pero só lo encontró un mensaje brillante. Eso había sido... tan, tan real.
Miró nerviosamente este mensaje, que simplemente decía SOBREVIVIR. Un gruñ ido
bajo vino detrá s de él, y una mirada rá pida reveló un enorme tigre a punto de lanzarse
hacia él. Joey chilló en un tono demasiado alto y se lanzó hacia adelante dando vueltas,
logrando salir por la puerta mientras el tigre pasaba sobre él. Se puso de pie y empezó
a correr de nuevo, jadeando mientras las ú ltimas horas lo estaban alcanzando. Su
cuerpo se sentía bien, pero su mente comenzaba a flaquear.
Corrió , moviendo las piernas a un ritmo perfecto y sin mirar atrá s hasta llegar a un
pequeñ o estanque. Miró y vio pequeñ as criaturas humanoides hablando junto al
borde del agua. Estaban de pie junto al cuerpo de un hombre, riéndose mientras
pinchaban el cuerpo con lanzas. Sus ojos se entrecerraron mientras pensaba. El tigre
se acercaba detrá s de él sin pretender ser sigiloso, por lo que corrió directamente
hacia los pequeñ os... ¿diablillos tal vez? Ciertamente se parecían un poco a las
criaturas diabó licas de la leyenda.
Los diminutos humanoides miraron a su cargo y alzaron sus lanzas a la defensiva. Al
ver a un humano desarmado, se rieron y se burlaron... justo hasta que se arrojó al
suelo y un tigre se abalanzó sobre ellos. Levantaron sus lanzas, pero el tigre se lanzó
contra las criaturas desprevenidas. Derribados, lograron atravesar al gato en el
costado mientras los mutilaban. Pronto, los tres estaban sangrando. Se miraron
fijamente y se prepararon para saltar al combate nuevamente. Sin que ellos lo
supieran, la sangre que goteaba de ellos había llegado al borde del agua. Cuando el
tigre saltó , unos tentá culos salieron disparados del agua y arrastraron a los tres
combatientes hacia adentro. Después de una pequeñ a agitació n, el agua quedó
mortalmente tranquila y aparentemente clara nuevamente.
Joey se encontró temblando en una silla có moda, mirando un mensaje en una hoja de
papel. 'Haz tu mejor esfuerzo. 1 ' fue todo lo que estaba escrito en el
papel. Frunció el ceñ o y empezaron a aparecer palabras en el papel. Ante él
aparecieron conceptos de matemá ticas, matices de astronomía e incluso política y
religió n mundiales . Después de leer una secció n, ésta desapareció del perió dico. Cada
vez que llegaba a una pausa en la pá gina, se formaba una pregunta. Sin utensilio de
escritura, respondía en voz alta y aparecía una nueva secció n. Una o dos veces su
mente divagó , lo que le hizo leer una secció n sin verla realmente . La secció n
desaparecería y él sabía que se había equivocado en la respuesta. Se dedicó a la tarea,
concentrá ndose mucho y respondiendo preguntas durante la mayor parte del día.
Parpadeó y luego se despertó sobresaltado al darse cuenta de que había estado
babeando sobre el papel.
Apareció un nuevo mensaje: ¡ Se acabó el tiempo! Seleccione 'continuar' para comenzar
la siguiente prueba. Bueno, eso fue ú til; no lo penalizó por haberse quedado dormido.
Presionó el botó n y fue arrastrado a la siguiente á rea.
Docenas de pruebas pusieron a prueba cada aspecto de quién era, obligá ndolo a
conocerse mejor a sí mismo en cada paso del camino. Su moralidad, su sentido de
familia, su capacidad para manejar el dinero, má s pruebas de conocimiento y
diferentes versiones de combate que lo dejaron doblegado y destrozado antes de
repararlo y seguir adelante. De manera realista, sentía que nunca había sido tan
consciente de sí mismo, y fue una dura verdad cuando descubrió que, en muchos
sentidos, simplemente no estaba a la altura. Después de días de trabajo, finalmente no
hubo má s pruebas que realizar. Una notificació n apareció en el aire frente a él.
¡Ding-ding-ding! ¡El primero del mundo! ¡Felicitaciones, no solo has terminado las
pruebas, sino que también eres el primero de 1,256,572 jugadores en el sistema en
realizarlas todas ! Además, ¡leíste los términos y condiciones! ¡Guau! +1 de inteligencia,
si sabes a qué me refiero. ¡Gracias a tu previsión, obtienes un título con una habilidad
especial de un solo uso ! ¡Según los resultados de tus pruebas, se han desbloqueado
nuevas clases iniciales ! ¡Tus estadísticas básicas se ajustarán según los resultados de
cada prueba después de que elijas una clase!
Título desbloqueado: ¡Pruébame con Trials! ¡Este título aumentará cuán favorablemente
otros ven su ética de trabajo! Efecto: El carisma es un 10% más efectivo al interactuar
con personajes que no son jugadores.
Título desbloqueado: Términos y condiciones. ¡Este título te brinda la capacidad de un
solo uso para romper un contrato mágicamente vinculante sin ninguna repercusión
basada en el contrato! Después del uso, este título desaparecerá.
Ten en cuenta que todos los efectos del título están activos al mismo tiempo, pero el
título que hayas equipado será el único que los demás podrán ver sin él.
capacidades de análisis. El número máximo de títulos que puedes tener en un momento
dado es diez.
¡Lindo! ¡Toda la sangre, el sudor, las dudas y las lá grimas valieron la pena!
Principalmente. En realidad, hubo un par de cosas que... sacudió la cabeza para
aclararlo. ¡Feliz tiempo de reflexió n! ¡Dos títulos favorables de inmediato, clases
adicionales y quizá s buenas estadísticas iniciales! Esperaba ansiosamente la
oportunidad de ver las clases iniciales que había desbloqueado.
Joe fue transportado a una nueva habitació n, pero antes de que su visió n de su
entorno se solidificara, el mundo adquirió un color apagado, casi como una pantalla de
pausa de la vieja escuela. Miró a su alrededor con leve consternació n y convirtió un
chillido en un resoplido cuando vio a un hombre parado junto a él.
—Eh. Hola. ¿Eres real?— Joey cuestionó cuidadosamente al hombre má s grande que la
vida, ligeramente brillante.
El hombre habló , con una sonrisa en su voz pero no en su rostro: —Hola, Joey. Sí, soy
muy real—.
CAPÍTULO CUATRO
—Esperaba pedirte un favor—. El desconocido informó a Joey. —Soy una deidad en
este mundo conocida como el Dios Oculto—.
Joey miró muy nervioso al autoproclamado dios. Estaría aquí por mucho tiempo, y
enojar a un dios el primer día de juego no era una prioridad en su lista de tareas
pendientes. —Eh. Bueno, ¿qué puedo hacer por ti? ...¿Señ or?— Añ adió lo ú ltimo un
poco tarde.
La deidad asintió ante el respeto en la voz de Joey. —Sé que llegas al juego con la
intenció n de convertirte en permanente. Un jugador permanente, eso es. Antes de que
alguien má s tenga la oportunidad, quiero hacerte una oferta. Quiero que te conviertas
en mi seguidor—.
—¿Qué? ¿Eso es todo? Eso parece bastante... anticlimá tico. ¿No hay una gran misió n
para derribar a los otros dioses, encontrar artefactos má gicos y salvar el mundo? Joey
balbuceó rá pidamente antes de recordar con quién estaba hablando.
El dios parecía incó modo y tosió con el puñ o en alto. —No, nada de eso por ahora. El
problema es... Soy el Dios Oculto. Es só lo que estoy demasiado bien escondido. Soy el
dios del conocimiento oculto y prohibido, siendo mis elementos el agua y la oscuridad.
¡No del mal! exclamó ante la mirada que le dio Joey. —Como todas las cosas, el
conocimiento só lo es malo si se utiliza como tal, y la oscuridad es parte de la realidad
tanto como lo es la luz—.
—Entonces… ¿por qué yo?— Joey preguntó al dios suplicante.
—Bueno, siempre estará s aquí. Eso significa que, como mínimo, siempre tendré al
menos un seguidor sin importar cuá n desfavorecido esté. Gran ventaja a tu favor, ya
que será beneficioso para mí mantenerte feliz. Ademá s, la forma en que terminaste
todas las tareas me permite ofrecerte una clase 'oculta', una de las necesidades para
poder hablar contigo en persona—. El dios parecía extrañ amente desesperado. —Las
deidades obtienen poder en funció n de la cantidad y el trabajo de sus seguidores,
razó n por la cual ofrecen misiones a tanta gente, con tanta frecuencia. No tengo a
nadie, por lo que mi poder comienza a menguar incluso en estas primeras etapas. Si me
vuelvo demasiado débil, el
El mundo se estancará , ya que nunca má s se volverá a encontrar ningú n conocimiento
oculto. Sin misiones secretas de alto nivel, sin armas de poder olvidadas—.
Estaba empezando a unirse. —Odio preguntar, pero ¿qué gano con esto? Acabas de
decir que los otros dioses son má s fuertes y má s capaces de dar recompensas a sus
seguidores, y tengo la sensació n de que estar asociado contigo reducirá la felicidad de
la gente por conocerme.
El dios asintió enérgicamente, feliz de que estuvieran pasando a la parte transaccional
de esta discusió n. —Esa es una preocupació n seria y vá lida, ya que la gente asocia
incorrectamente la oscuridad con el mal. De hecho, se me considera un dios neutral ,
uno de los pocos. No te mentiré, los seguidores de los dioses del bien te verá n como
demasiado malvado para confiar plenamente, y aquellos que siguen a los dioses del
mal te verá n como demasiado débil para comprometerte firmemente a ser terrible.
Como beneficio inicial, donde la mayoría de las personas comienzan con una
reputació n positiva con aquellos a quienes siguen y negativa con el lado contrario,
usted comenzará con una reputació n neutral en todos los á mbitos—.
Joey pensó por un momento, la neutralidad puede resultar ú til. No sería atacado ni por
el bien ni por el mal en los conflictos si él no comenzara nada. —Bueno, ¿puedes
hablarme primero de la clase?—
La deidad asintió , —Se llama ritualista. Todos los demá s te verá n como un clérigo a
menos que les digas tu verdadera naturaleza o que te lancen un hechizo de inspecció n
de muy alto nivel. También tendrá s acceso a una profesió n ú nica, llamada ocultista.
Una vez má s, esto se oculta y se considera un erudito cuando otros echan un vistazo a
tu hoja de estadísticas—.
—¿Cuá les son los beneficios de clase?— Preguntó Joey, muy intrigado por los
nombres de la clase y profesió n.
—Como ritualista, podrá s imitar las habilidades de otras clases cuando seas lo
suficientemente fuerte. Como un encantador, podrá s crear objetos má gicos u otros
efectos que brinden beneficios má gicos. Si tienes maná y fortaleza mental, podrá s usar
cualquier tipo de magia que encuentres o crees, donde otros está n restringidos a su
á rea de especializació n. Como ritualista, tu principal habilidad ú nica te permitirá
lanzar magias a gran escala que requieren mú ltiples participantes... si puedes
encontrar o crear esos rituales. Ahí es donde entra en juego la clase ocultista —.
—Continú a...— Joey sonrió , sabiendo ya que aceptaría esta clase.
—Esa profesió n te permitirá encontrar conocimientos ocultos en libros, runas e
imá genes que otros, incluso los eruditos de alto nivel, descartará n.
como irrelevante o simplemente una tradició n del mundo. A medida que progresen
tus niveles de habilidad, podrá s leer secciones resaltadas de informació n que te
aparecen a ti y só lo a ti—.
Joey se dio cuenta de algo mientras el dios hablaba. —¿Cuá les son las desventajas? Una
clase tan poderosa debe tener algunos defectos graves…—
—Sí, hay algunos… bá sicamente, siempre será s el tipo de personaje má s frá gil. ¿Has
oído el término cañ ó n de cristal? En su lugar, piense en un cañ ó n de papel de seda. Tal
vez arco y flecha de papel hasta que puedas destruir enemigos por tu cuenta, muchos,
muchos niveles en el futuro. Piensa en ti mismo como el muchacho enfermizo que
nunca comía, ni hacía ejercicio ni salía de la biblioteca. El entrenamiento y los objetos
pueden ayudar a corregir esto, pero nunca será s tan fuerte, tan carismá tico ni tendrá s
tanta resistencia como otros que se especializan en esas á reas. Incluso los magos
típicos podrá n dejarte jadeando en el polvo si deciden huir de una pelea. Por supuesto,
todo eso está en los niveles má s bajos—. El dios sonrió nerviosamente mientras Joey
consideraba este desafortunado efecto.
—¿Có mo me hago má s fuerte? ¿Seré ú til? Joey finalmente expresó sus pensamientos
en voz alta.
—Hay varias formas principales de fortalecerse; luchar contra monstruos y otras
personas suele ser lo má s rá pido, por supuesto. De lo contrario, la segunda forma de
adquirir experiencia es siguiendo tus profesiones y podrás tener má s de una. Ah, y te
daré bonificaciones si eres capaz de ocultar tu clase y jugar como... lo que pretendas
ser. En tercer lugar, y lo má s importante para ti, podré otorgarte mucha experiencia
adicional y beneficios por encontrar conocimientos ocultos, secretos o completar
misiones ocultas. Así que seguir tu profesió n será mucho má s beneficioso con el
tiempo que luchar—, prometió con empatía la deidad. —Eventualmente, podrá s
alcanzar el poder con el que los sucios casuales del mundo só lo pueden soñ ar, y ni
siquiera necesitará s abandonar las á reas seguras con demasiada frecuencia si no lo
deseas—. Joey pensó que lo ú ltimo era un intento incó modo de hacer una broma.
—Sin embargo, querré poder explorar; de lo contrario, ¿cuá l era el punto de todo
esto?— Joey señ aló su cuerpo. —Ademá s, leí en la wiki lo que se permitía permanecer
de todos modos—, la compañ ía había impuesto reglas increíblemente estrictas sobre
el intercambio de informació n, las wikis y los sitios de informació n generalmente se
eliminaban el día de su creació n, —que había instructores de clase que podían dirigir
a misiones u otras á reas beneficiosas. ¿Lo conseguiré?
Un movimiento de cabeza desalentado fue la respuesta que obtuvo.
—¡Bien! ¿Entonces podré abrirme camino en el mundo y ser recompensado por ello?
La voz complacida de Joey sobresaltó al dios, provocando que una verdadera sonrisa
apareciera en su rostro por primera vez.
—Sí, y si lo haces bien, es posible que puedas reclutar personas para tu causa, sea cual
sea. De hecho, podrías convertirte en un entrenador de clase para ritualistas si así lo
deseas—. Esta declaració n provocó que apareciera un mensaje frente a Joey.
Se te ha ofrecido la oportunidad de ganarte el favor de un dios. Esta es una misión de
varias partes. Paso uno: elige Ritualista como tu clase. Paso dos: Obtenga suficiente
conocimiento oculto para aumentar el favor del Dios Oculto a —Amigable—.
Recompensa: Oculta, variable. Basado en el conocimiento acumulado.
Oh mira, la recompensa estaba escondida. ¡Todo estaba escondido! Joey pensó que
ahora sabía có mo esta deidad había obtenido su apodo. Al menos la misió n parecía
bastante típica de este estilo de cadena de misiones, sin mencionar la que la ofrecía. —
Entonces, ¿có mo empiezo?—
—Te sugiero que ofrezcas tus servicios como clérigo si insistes en que quieres cazar
monstruos. Los curanderos son muy raros en el mundo, especialmente los má gicos. En
realidad, toda la magia es muy difícil de adquirir, como pronto descubrirá s. Muy pocas
personas llegaron lo suficientemente lejos en las pruebas (o lo hicieron lo
suficientemente bien) como para comenzar con la magia, por lo que tendrá n que
ingresar a un colegio de magos o encontrar artefactos que les transfieran poder
directamente—, el dios le disparó a Joey un mensaje significativo. mirar. A lo lejos
resonó un trueno. Miró nerviosamente a su alrededor. —Tengo que ir; Solo se nos
permite un tiempo mínimo con los jugadores. Ya he dicho demasiado. Haz grandes
obras y podré visitarte nuevamente. Lo ú ltimo: haga todo lo posible para no llamar la
atenció n del Léxico Altruista Certificado. Nadie quiere verse expuesto a sus juegos de
palabras y hacerlo enojar sería aú n peor—.
El dios desapareció cuando Joe se materializó por completo en la habitació n,
dejá ndolo parpadeando en un mundo al que el movimiento había regresado
repentinamente. Al avanzar, vio que la sala estaba llena de gente parada en silencio en
filas. Espera, ¡todos tenían su cara! Se acercó a ellos y su clase apareció por encima de
ellos. Había hombres que portaban armas enormes y llevaban armaduras que
brillaban, hombres que vestían muy poco pero estaban atados con mú sculos y
hombres que tenían espíritus o luces má gicas flotando a su alrededor. En total, había
casi cien de él, todos demostrando diferentes clases que había desbloqueado.
É l se movió y todos se movieron con él. Joey sonrió y la habitació n se iluminó con los
cientos de dientes que ahora asomaban.
Bailó , jugó con su nuevo cuerpo, y por primera vez no le dijeron que nunca, jamá s,
debía bailar en pú blico. Le gustaba esta multitud; entendieron sus dulces
movimientos.
—Debí haberlo hecho bien en las pruebas para tener acceso a todo esto—, reflexionó
Joey en voz alta. —Ahora, ¿có mo encuentro al ritualista en todo esto?— Decir las
palabras en voz alta hizo que todos los hombres menos uno se volvieran
insustanciales, así que caminó hacia ese y lo inspeccionó . De hecho, fue el ritualista.
Cuando se acercó , apareció un mensaje frente a él.
El ritualista. Una clase oculta (condicionalmente única) que tiene la capacidad de
trabajar con casi cualquier tipo de magia, siempre que puedan acceder a ella y tomarse
el tiempo para comprenderla. En el nivel uno, tienen las mismas habilidades que un
clérigo. A medida que suben de nivel sus seres ocultos, el ritualista obtiene
automáticamente varias habilidades de clérigo sin coste alguno. La clase ritualista gana
habilidad en las actividades que elige a una velocidad cuatro veces mayor que una clase
promedio debido a su gran sed de poder. El ritualista gana cinco puntos característicos
para gastar en tres niveles, y un punto de sabiduría y percepción automáticamente en
cada nivel par . Esto es importante y se indica específicamente porque tienen una
penalización enorme en su constitución, destreza y fuerza. Percepción, sabiduría e
inteligencia son las características sugeridas para esta clase. ¿Quieres empezar el 'juego'
como Ritualista?
Joey pensó en los puntos extra; No estaba seguro de cuá nto efecto tendría cada punto
individual, pero en el nivel cien, sin asignar ni ganar puntos extra, tendría cincuenta
en percepció n y sabiduría, ademá s de lo que fuera con lo que comenzó el juego. Hasta
donde él sabía, no había límite de nivel, pero cada nuevo nivel era tan difícil de
alcanzar como el juego podía hacerlo y la gente aú n quería jugar. De hecho,
necesitabas la experiencia del nivel anterior má s mil veces el nivel actual. Entonces, si
comenzaba en el nivel uno, necesitaba mil puntos para llegar al nivel dos. Del dos al
tres, necesitaba dos mil má s los mil puntos del nivel uno; tres mil puntos en total, y así
sucesivamente. Joe necesitaría investigar un poco para ver cuá l es la mejor manera de
asignar los puntos que pueda ganar.
Aceptó la clase, haciendo aparecer otro mensaje. ¡Sepa esto! Eres el primer jugador en
tomar esta clase. ¡Sé un ejemplo para los demás y observa cómo acuden en masa a tu
causa en busca de instrucción! ¡Inteligencia +1 por cada dos niveles! Las profesiones se
desbloquean en el nivel cinco. Tienes cuatro puntos característicos para gastar. Tenga
en cuenta que sus características iniciales tienen
ya ha sido modificado debido a sus pruebas, capacidades de la vida real y selección de
clase. Asigne los puntos restantes ahora.
Joey miró su hoja de personaje que apareció frente a él, llenando su visió n. Había
varias estadísticas para elegir. Fuerza, agilidad, destreza, constitució n, inteligencia,
sabiduría, carisma, suerte, suerte ká rmica y percepció n. La informació n sobre
herramientas le informó que la fuerza era la estadística que determinaba cuá nto podía
cargar y qué tan fuerte podía golpear con armas o puñ os. La destreza era la velocidad
explosiva que podía reunir, su capacidad para contorsionar su cuerpo, lo bien que
podía realizar tareas complicadas como abrir cerraduras, fabricar productos o usar
armas a distancia. ¡Ay! La destreza parecía ser una estadística necesaria para la
mayoría de las clases, y él tenía serias penalizaciones por ello...
La constitució n determinaba su salud, su resistencia y su resistencia al veneno y las
enfermedades. También determinó la apariencia de su cuerpo y hizo que fuera má s
difícil ser golpeado en niveles superiores. Bueno especialmente para tanques y
guerreros.
La inteligencia determinaba cuá nto maná tenía en un momento dado, ademá s de qué
tan bien podía comprender conceptos complicados como hechizos o ingeniería.
La informació n sobre herramientas para la sabiduría explicaba que la sabiduría
determinaba qué tan rá pido se regeneraba su maná, así como una declaració n
esotérica de que la sabiduría ayudaría a determinar si debía hacer algo. También le
permitiría combinar varios conceptos, trabajando con su inteligencia para crear cosas
nuevas y mejoradas.
El carisma determinaba có mo la gente interactuaría con él y su capacidad para
conseguir buenos precios comprando o vendiendo. Afectaría su capacidad para liderar
o convencer a otros para que hagan cosas con él o para él.
La suerte era algo que afectaba todas las demá s estadísticas en un nivel no declarado,
así como sus posibilidades de encontrar objetos raros o botín sin buscarlos
específicamente. La suerte ká rmica no se explicó , pero probablemente fue có mo se
rastreó tu alineació n.
Finalmente, la percepció n era su capacidad para detectar detalles. Esto era todo lo que
provenía de la informació n sensorial y aumentaría lo bien que experimentaba e
interactuaba con el mundo. Sin embargo, había una nota al costado que llamó su
atenció n. *¡Cuidado! ¡Aumentar la percepción mejorará la cantidad de dolor que
realmente sienten los jugadores, así como todas las demás sensaciones! Eternium no es
responsable de los daños al estado mental del jugador. Para obtener más información,
lea el manual de cápsulas incluido en su pedido.
Bueno, eso fue inquietante. Es de esperar que exista un umbral má ximo para el dolor
que una persona puede sentir; o bien, en los niveles má s altos, un fuerte viento puede
ser demasiado difícil de soportar.
Pensó en las estadísticas de una manera apropiada para alguien que no es un jugador.
Tomates. ¿Por qué tomates? Piénselo así: la fuerza era la fuerza con la que se podía
lanzar un tomate. La destreza era la rapidez con la que podías llegar a un tomate y te
permitía cortar la fruta sin lastimarte . La Constitució n te permite comer tomates
podridos sin enfermarte. La inteligencia te permite saber que un tomate es una fruta,
mientras que la sabiduría te permite saber que no debes ponerlo en una ensalada de
frutas. Carisma te permitió vender una macedonia de frutas a base de tomate. La
percepció n te permite distinguir tomates entre fresas. La suerte era la probabilidad de
encontrar un tomate en un lugar donde solo se cultivaban patatas. ¿Suerte ká rmica?
No tengo idea de có mo se relacionaba, pero sonaba peligroso.
Miró su hoja de estadísticas actual para determinar qué debería aumentar.
Característica: Puntuación bruta (Modificador)
Fuerza: 6 (0.06) Destreza: 6 (0.06) Constitución: 4 (0.04) Inteligencia: 16 (1.16)
Sabiduría: 16 (1.16) Carisma: 8 (0.08) Percepción: 16 (1.16) Suerte: 12 (1.12) Suerte
Kármica : 0
Parecía ser un sistema de proporciones extrañ o, pero lo entendió mejor después de
leer la informació n sobre herramientas muy informativa que aparecía mientras
revisaba las distintas estadísticas. Decía así: ¡ El crecimiento en Eternium es difícil
cuando no estás haciendo nada! A diferencia de otros sistemas, cada día será una lucha
por sobrevivir, especialmente al comienzo de tu viaje. ¡Debido a la dificultad, las
recompensas ciertamente valdrán la pena! Dado que este sistema es algo poco ortodoxo,
tenga en cuenta que un modificador de —uno— se considera un ser humano adulto
normal y sano. ¡Tus capacidades en la vida real han impactado negativamente en la
constitución en alto grado!
Cada punto asignado aumentará su modificador en una centésima parte de un punto.
Una excepción a esto es cuando obtienes tus primeros diez puntos en cualquier
categoría. En este punto, su puntuación aumentará a 'un punto uno' en esa categoría. En
el futuro, cada vez que una categoría aumente al siguiente múltiplo de cincuenta, la
puntuación base aumentará en —uno—. A los cincuenta puntos, tu modificador será
más —dos—. En cien puntos, el modificador será más —tres—. Por ejemplo, un
personaje con cuarenta y nueve puntos en una categoría tendrá un modificador de 1,49,
¡que es un cuarenta y nueve por ciento más fuerte que un humano promedio! Luego, si
alcanzan los cincuenta puntos en la categoría, ¡saltarán a un modificador de 2.0!
La discrepancia en la fuerza tiene como objetivo impulsarte a desarrollarte lo más
rápido posible. La habilidad en las áreas en las que te concentras te permitirá llegar
rápidamente a niveles más altos que otros del mismo nivel, ¡incluso si tienes estadísticas
similares! Puedes ganar puntos de habilidad y puntos de características a través de tus
acciones, ¡así que trabaja duro! Tendrás que ser lo más potente posible cuando la
primera actualización importante entre en vigor. Eso es... ¡si quieres sobrevivir!
Final siniestro, pero en serio, ¡ay! ¡Olvídate de las estadísticas altas, esas puntuaciones
bajas hicieron que su personaje fuera apenas jugable! ¡Un modificador negativo como
este podría destruir su juego! ¿Qué le haría un modificador punto cero cuatro? Si leía
la informació n correctamente, un modificador de —uno— se consideraba está ndar
para una persona y era aproximadamente el equivalente de un adolescente en forma
en el mundo real. ¡Cualquier cosa por debajo de uno podría afectar seriamente a casi
todas las á reas de su nueva vida, y su modificador de fuerza lo dejaría demasiado débil
para hacer casi cualquier cosa!
Por el aspecto de su constitució n, una astilla perdida podría matarlo . Comenzó con
só lo cuatro puntos para gastar, por lo que puso dos en constitució n y dos en carisma,
razonando que las interacciones sociales serían una parte enorme del juego. Se
estremeció al pensar en có mo reaccionaría la gente ante una persona mucho menos
carismá tica que el ser humano promedio . ¿Cuá l fue el tamañ o de la muestra para esa
calificació n? Joey tuvo la inquietante sensació n de que de alguna manera se trataba de
todos en el mundo real.
Una vez distribuidos los puntos, se le pidió que ingresara un nombre. Como nunca
podría empezar uno nuevo y estaría presente por mucho tiempo, eligió 'Joe' como su
nombre de usuario. De alguna manera eso aú n no había sido elegido, muy
probablemente porque habría mil versiones de 'Shadow' o 'slayer' por ahí. No pudo
ingresar un apellido, pero su título apareció automá ticamente con la opció n de
cambiarlo u ocultarlo. Aceptó los cambios y observó los detalles que describían su
nuevo y permanente yo.
Nombre: Joe 'Pruébame con Pruebas' Clase: Clérigo (Actual: Ritualista) Profesión :
Bloqueado
Nivel: 1 Exp.: 0 Exp. al siguiente nivel: 1000
Puntos de vida: 50/50 (50+(0)*)
Mana: 400/400 (12,5 por punto de inteligencia, +100% de deidad)
Regeneración de maná: 4/seg (0,25 por punto de sabiduría)
Resistencia: 50/50 (50+(0)**+(0)***)
*10 puntos por cada punto de la Constitución, una vez que haya aumentado por encima
de 10.
**5 puntos por cada punto de Fuerza, una vez que haya aumentado por encima de 10.
***5 puntos por cada punto de Constitución, una vez que haya aumentado por encima de
10.
Característica: Puntuación bruta (Modificador)
Fuerza: 6 (0,06)
Destreza: 6 (0,06) Constitución: 6 (0,06)
Inteligencia: 16 (1,16)
Sabiduría: 16 (1,16) Carisma: 10 (1,10)
Percepción: 16 (1,16)
Suerte: 12 (1,12)
Suerte Kármica: 0
Habilidades de clase y hechizos.
Curar (novato I): seleccione un objetivo para curarlo, restaurando 5 n HP, donde n =
nivel de habilidad. Alcance: Cinco metros. Costo de maná: 5n. Enfriamiento: 3 segundos.
Darkvision: Capaz de ver en total oscuridad sin penalizaciones. El rango de visión se
reduce a la mitad. Pasivo, sin coste.
Sentido oculto (novato I): un sentido innato que te permite encontrar elementos,
personas o conocimientos ocultos (afectados por la percepción). Pasivo, sin coste.
Orar (novato I): dedique un minuto completo a orar pidiendo ayuda u orientación; los
resultados varían. Es menos probable que tenga éxito si la deidad está ocupada. Gratis.
Enfriamiento: Un día.
Magia ritual (novato I): capacidad de crear, mantener y. cambiar los rituales de manera
mucho más eficiente de lo habitual. -5% de coste de maná y componentes por nivel de
habilidad. Exclusivo de clase ritualista: -50% de coste de maná y componentes.
Joey no tenía dinero ni equipo, pero aparentemente tenía un punto de habilidad que
no podía asignar hasta el segundo nivel. No es que supiera lo que haría. Miró las
descripciones de las habilidades y una ú til ventana emergente le informó que la
mayoría de las habilidades y hechizos comenzaban como —novatos— y mejorarían
progresivamente a medida que se usaran. Cuando el nivel pasara 'nueve', la habilidad
se actualizaría a cero del siguiente rango.
De menor a mayor, los rangos de habilidades fueron: principiante, principiante,
aprendiz, estudiante, oficial, experto, maestro, gran maestro y sabio. Parecía que sería
un largo viaje perfeccionar una habilidad. Joe examinó todas las opciones una vez má s
y, después de finalizar sus decisiones, respiró hondo y aceptó el personaje. El mundo
se disolvió en brillantes motas de luz y Joe reapareció en una ciudad bulliciosa.
CAPÍTULO CINCO
—¡Bienvenidos a Ardania, capital del Reino humano 'recién regresado al mundo'! En
realidad han pasado unos doscientos añ os, así que no sé por qué eso sigue siendo
parte del saludo. Mmm. ¿Tal vez sea porque ustedes, los viajeros, no conocen nuestra
historia? Una señ ora prolija saludó a Joe cuando apareció aturdido. La sobrecarga de
informació n no ayudó a su confusió n. —¿Puedo preguntarle a su clase para saber
dó nde dirigirlos para una capacitació n inicial?—
—Um… sí, gracias. Soy un r-soy un clérigo—. Joe casi se abofeteó cuando estuvo cerca.
Cierto, el ritualista necesitaba permanecer oculto, o la gente no confiaría en él por
alguna razó n. Intentó sonreír alegremente, pero estaba temblando por el esfuerzo de
mantenerse erguido. Joe se agachó un poco, dejando que sus mú sculos se relajaran
mientras miraba su esquelético cuerpo. La gente iba a pensar que era un demonio, él
simplemente lo sabía .
—¡Oh! ¿ Conoces alguna magia? ¿A qué deidad sirves? Ella lo miró con ojos brillantes,
prestando mucha má s atenció n de la que él creía merecer con su carisma no
mejorado.
—Sí, puedo sanar y orar pidiendo guía, pero mi dios es uhm… no lo sé todavía. ¿Estoy
indeciso?— Joe evitó sus palabras, tratando de no revelar demasiado.
—¡Genial! ¡Estoy seguro de que te pedirá n que te unas a muchos grupos de inmediato!
¡Genial, te conocí antes de que fueras popular! ¿Qué tal si vas allí para recibir
instrucciones? Señ aló un patio abierto y apareció un mensaje frente a su rostro
cansado.
¡Alerta de misión! Pequeños pasos: aprenda información básica sobre cómo usar sus
habilidades. Premio; Cetro de clérigo, Exp: 100. Aceptar / Rechazar
Aceptando la misió n, agradeció a la enérgica dama y caminó lentamente hacia el á rea
que ella le había indicado. Miró a su alrededor, captando todas las vistas y sonidos de
la ciudad. Joey estaba lleno de asombro; siempre había necesitado gafas y, después de
varios añ os en el ejército, su audició n había quedado gravemente dañ ada. Ahora, su
visió n se sentía tan aguda
como el de un á guila y su oído era como el de un murciélago; podía distinguir
claramente detalles que nunca antes habría podido distinguir, y parecía que podía
escuchar todo en varias cuadras de la ciudad y al mismo tiempo podía distinguir
conversaciones individuales. Para ser justos, estaba exagerando bastante, pero eso no
cambió el hecho de que la percepció n era asombrosa*
Luego olió la ciudad y casi se atragantó . Ah, claro, una percepció n alta también tenía
serios aspectos negativos. Parecía que la higiene no era demasiado importante aquí.
Joe se apresuró a paso de caracol hacia la plaza donde un soldado, obviamente con
una armadura encantada que emitía su propio brillo, le gritaba a algú n jugador tipo
luchador de bajo nivel.
—¿Llamas a eso un ataque? ¡Me sorprende que la espada tuviera suficiente fuerza
para llegar hasta el muñ eco, tonto! ¿Có mo diablos planeas acabar con los monstruos
cuando apenas puedes levantar tu arma? ¡Ve a buscar un arco o el arma de algú n otro
cobarde! -gritó el entrenador en la cara del jugador. La persona que recibió los gritos
tenía una expresió n totalmente en blanco. De hecho, parecía que en realidad solo tenía
una expresió n facial, lo que indica que debía ser uno de los jugadores que jugaba con
un casco de realidad virtual obsoleto.
—¿Alguien sabe có mo saltarse conversaciones?— El aprendiz de repente gritó con
voz resonante a la gente que lo rodeaba, haciendo que el soldado lo fulminara con la
mirada.
—¿Quieres saltarte las conversaciones? ¡Bien, pequeñ o culo pomposo! ¡ Vas a morir
ahí fuera y me niego a tenerlo en mi conciencia! El guardia se volvió , furioso, y se alejó
rígidamente, viendo a Joe mientras se movía. —¡Tú ! ¿Qué deseas?—
—Estoy aquí para entrenar, señ or—. Joe le informó respetuosamente, tratando de no
enojarlo má s de lo que estaba actualmente.
—No—, gruñ ó el guardia, mirando el rostro cetrino de Joe, su estructura encorvada y
esquelética, y su escasa cantidad de mú sculos. Suspiró , pareciendo desinflarse
mientras miraba los restos de un cuerpo. —Lamento decirte muchacho, no hay mucho
que pueda hacer por ti. Al menos eres educado, pero la cortesía no mata lobos. Una
hoja afilada sí.
—Ah. Bueno, en realidad no estoy aquí para aprender a blandir armas; Soy un clérigo.
Esperaba encontrar a alguien que me enseñ ara có mo perfeccionar mi oficio. Curació n
y cosas así—, Joe se detuvo cuando el guardia puso una expresió n extrañ a en su
rostro.
—Quieres decir que eres un sanador, ¿verdad? ¿Un médico? Las vendas y cosas así
está n en el cobertizo de suministros de allí—. Señ aló un pequeñ o edificio al lado.
—No señ or, soy un clérigo. Se supone que puedo sanar con magia, pero no estoy
seguro de có mo hacerlo — , afirmó Joe con sinceridad, sin romper el contacto visual.
—Bueno, estaré…— el ceñ o del guardia se frunció , —Nunca había visto a uno de
ustedes, tipos má gicos, aquí antes. Si quieres, puedes curar a algunos de mis guardias
e intentaré encontrar una recompensa adecuada para ti. Lamento decirte que no seré
de mucha utilidad enseñ á ndote magia. Si necesitas aprender, ¿por qué no oras por ello
—, se rió un poco? ¡Un clérigo! Esa es buena.— Se alejó riéndose, su estado de á nimo
parecía mucho mejor que antes.
Joe estaba un poco molesto, pero se contuvo para no atacar. El guardia tenía razó n,
¿por qué no orar por ello? Después de todo , tenía esa opció n. Joe juntó las manos y
pidió orientació n, y después de un minuto de espera, de repente lo supo. Miró a los
guardias que le habían ordenado curar. Un contorno rojo apareció donde estaban
heridos y un contorno azul apareció alrededor de su mano. Movió sus dedos en los
patrones mostrados por la luz azul y empujó su intenció n de curarse en el hechizo
floreciente. Una bola de agua salió disparada de su mano y salpicó al guardia al que
apuntaba. El guardia soltó un juramento de sorpresa, haciendo reír a algunas
personas. El rostro del guardia enrojeció y dio unos pasos amenazadores hacia Joe
antes de detenerse maravillado. Dio otro paso, probando el tobillo que le había
causado problemas durante añ os, luego corrió hacia el desconocido y le agradeció en
voz alta y efusivamente.
Algunos de los otros guardias vieron esto y se acercaron, clamando que Joe los sanara
también después de escuchar las palabras de agradecimiento que le enviaron. Joe
repitió sus acciones y pequeñ as bolas de agua salieron de sus manos para salpicar a
los guardias. Después de que el quinto fue curado, apareció una notificació n.
Misión completada: Pasos de bebé. Exp.: 100.
¡Lindo! Había terminado esa bú squeda en un abrir y cerrar de ojos, como suponía que
era la intenció n. El guardia que había asignado la misió n se acercó para hablar con los
hombres que había sanado y una expresió n de vergü enza apareció en su rostro.
El guardia que había estado dirigiendo el entrenamiento vino a hablar con Joe: —
Bueno. Mmm. Gracias, santo. Lamento no haber confiado en tus palabras, pero por
aquí pasan todo el tiempo falsos curanderos vendiendo aceite de serpiente y curas
que muchas veces son peores que la enfermedad. No hemos tenido un verdadero
clérigo ofreciendo sus servicios a los guardias en má s de una década. Los dioses han
estado ausentes del hombre comú n durante demasiado tiempo. Si
Esperará s aquí, iré a buscarte algo que hemos estado guardando por si acaso fuera de
utilidad. Caminó hasta el cobertizo de almacenamiento y rebuscó durante unos
minutos, regresando con un trozo de madera tallada.
—Aquí tienes, este es el cetro de un clérigo. Usar esto aumentará ligeramente la
velocidad con la que puedes lanzar tus hechizos—. Joe miró la informació n que
apareció cuando tocó el cetro.
Cetro de Clérigo Básico (Madera). Agrega 2-4 daños contundentes al golpear. -10% de
tiempo de lanzamiento al lanzar hechizos de clérigo. 5% de probabilidad de usar la
habilidad [Convertir muertos vivientes] al atacar. Para lanzarlo mientras lo sostienes,
simplemente concentra tu voluntad e intención en el cetro, y él hará el resto.
—Escuche clérigo… mis hombres no tienen mucho, pero son buenos hombres. Por
alguna razó n, hace poco má s de un mes tuvimos una gran afluencia de viajeros .
Algunos de ellos parecen disfrutar causando estragos, y otros parecen no sentir dolor.
Soy el capitá n de la guardia y me siento responsable de mi pueblo. Mis hombres no
pueden seguir el ritmo de los picos de criminalidad y han resultado heridos en el
cumplimiento del deber. Sin el cuidado o la magia adecuados, poco a poco se está n
lesionando permanentemente. ¿Nos ayudará s? El guardia hizo todo lo posible por no
suplicar, pero estaba claro que lo haría si era necesario.
¡Alerta de misió n ! Pequeños pasos II: cura al menos a diez guardias. Recompensa: Exp:
200. Mayor reputación con los guardias humanos de la ciudad y una pieza de armadura
ligera (variable).
Joe aceptó la misió n asintiendo; ¿Qué significa exactamente variable? Con una sonrisa
en su rostro, el capitá n de la guardia salió corriendo para enviar guardias heridos a la
plaza de la ciudad. Pronto un flujo constante de guardias caminaban, cojeaban o eran
llevados al á rea. Se dirigió al que fue llevado primero, concentrando su mente en
tratar de inspeccionar la barra de salud del hombre.
¡La prueba de percepción + curación fue exitosa! Guardia de la ciudad: Salud; 8/1000.
Oh, vaya, no es de extrañ ar que este tipo apenas se moviera. Joe se puso a trabajar; en
lugar de retroceder y arrojar agua helada sobre el hombre dañ ado, avanzó y puso sus
manos junto a la herida, tratando de ser lo má s gentil posible. Lanzó el hechizo diez
veces en aproximadamente treinta segundos, esencialmente tan rá pido como pudo
realizar el movimiento adecuado sin su cetro. Después de todo, no quería golpear a un
hombre herido con un palo. Después de diez lanzamientos, apareció un nuevo
mensaje.
¡Felicidades! El trabajo duro da sus frutos, has aprendido una variante del hechizo —
curar—: Imposición de manos (novato I). Efecto: Mayor curación al tocar el objetivo del
hechizo. Curación realizada: lEn donde n
= nivel de habilidad. Costo: 5n maná. Enfriamiento: 3 segundos. Rango: Toque. Como se
trata de una variante del hechizo 'Curar', añadirá progreso al rango de habilidad del
original a medida que se nivele y nunca podrá tener un nivel superior al de la habilidad
original.
Joe rá pidamente pasó a usar este nuevo hechizo, lanzá ndolo cuatro veces en rá pida
sucesió n. Comenzó a sentirse cansado pero continuó lanzando el hechizo hasta que el
guardia alcanzó su má xima salud. El ahora vigoroso hombre se puso de pie y gritó de
alegría, bailando y luego agradeciendo profusamente a Joe antes de salir corriendo.
Después del peor caso inicial, Joe pudo aliviar rá pidamente las heridas de los otros
guardias en el á rea, muchas má s de las diez necesarias para cumplir la misió n. Ser
médico durante tanto tiempo le hizo difícil dejar a su suerte a las personas que
sufrían, especialmente a los soldados. Afortunadamente, con sus enormes
puntuaciones mentales aumentando su poder, tenía una enorme reserva de maná que
se recargaba casi tan rá pido como lograba usarla.
Cuando el ú ltimo guardia salió del patio, regresó con el capitá n, quien le estrechó la
mano con lá grimas en los ojos. —Gracias, muchacho. No sabes cuá nto significa esto
para todos nosotros. Realmente fuiste má s allá de lo que te pedí. Algunos de los chicos
aportaron algunas monedas para recompensarte con una armadura adecuada. Así que
saqué las cosas buenas para ti. No parece mucho, pero es lo mejor que podemos hacer.
Esto debería ayudarte a mantenerte con vida, que es lo que hiciste por todos nosotros
—.
¡Misión completada! Pasos de bebé II. Por ir más allá de los requisitos sin pedir ni
esperar una mayor recompensa, ¡las recompensas se han duplicado! ¡La ganancia de
reputación se ha triplicado! (Nota: esto es poco común en un mundo duro e indiferente
como Eternium). Exp: 400. La reputación con los guardias humanos de la ciudad se ha
incrementado en 3000, de 'Neutral' directamente a 'Amigo de los guardias humanos'
(sin pasar por 'Amigable a regañadientes'). y amistoso'). Quedan 1000 puntos de
reputación para alcanzar el estatus de —Aliado de los guardias humanos—. Dado que
esta es su primera ganancia de reputación, tenga en cuenta que existen muchos niveles
distintos de reputación. De menor a mayor; Enemistad de sangre, Odiado, Odiado, Hostil,
Cauteloso, Neutral , Amistoso a regañadientes, Amistoso, Amigo, Aliado y Familia
extendida. Hay mil puntos entre cada nivel.
—Aquí tienes; Espero que encaje—. El capitá n dudó antes de entregarle una bata
suave que Joe se puso antes incluso de leer las estadísticas. —Solo... quiero que sepas
que por muy buena que sea esta tú nica, puede usarse fá cilmente para propó sitos
completamente malvados, pero es todo lo que pudimos encontrar—.
—¡Gracias!— exclamó Joe, sintiendo la bata de felpa. No parecía una bata de bañ o, en
absoluto, sino má s bien el típico traje de un monje. el no lo hizo
Escuché las ú ltimas frases del guardia; má s bien, las escuchó , pero las palabras no
fueron registradas.
—No, joven, ¡gracias! Bobby fue apuñ alado casi hasta la muerte ayer en un callejó n, ¡a
plena luz del día! Sin ti, probablemente habría… muerto hoy—. El capitá n apartó la
mirada para intentar ocultar sus ojos nublados. —No había nada que pudiéramos
hacer. Está bamos preparando un fondo de muerte para su esposa e hijos—.
Después de un silencio ligeramente incó modo, Joe tosió y desvió la conversació n lejos
del diá logo lacrimó geno. —¿Hay algo má s que pueda hacer para ayudar?— preguntó
en un intento descarado de conseguir otra misió n.
El capitá n sacudió la cabeza con complicidad. —Creo que tienes un buen manejo de
tus habilidades. Buena suerte ahí fuera. No dudes en pasar por aquí cuando quieras y,
si nos hemos lesionado, pagaremos lo que podamos por tus habilidades si está s
dispuesto—. Joe aceptó ayudar en el futuro si fuera necesario, le dio las gracias y luego
se alejó una buena distancia antes de detenerse a mirar las estadísticas en su bata.
¡La comprobación de percepción falló! ¡La verificación de conocimientos falló! Anulado,
recompensa de misión y propietario del artículo.
Túnica eterna. Clase de artículo: poco común. Agrega +5 de defensa física, 20% de
resistencia al frío no mágico. Cualidades especiales: cualquier daño que cause más del
20% de tu salud máxima a la vez, lo que normalmente te mataría, te deja en un punto de
salud. (Nota: ser golpeado mientras tienes una salud igual te matará). Enfriamiento:
Treinta minutos. También conocido como túnicas de desesperación o túnicas de tortura,
los —interrogadores— suelen utilizar este elemento para asegurarse de no matar
accidentalmente a su cautivo.
Guau. ¿Por qué fueron etiquetados como poco comunes? ¿Quizá s este objeto
simplemente no sería ú til para un jugador normal? Eso podría tener sentido; era
probable que los guerreros tuvieran cientos de salud. Pero para Joe, con su pequeñ a
barra de salud y su escasa capacidad para escapar del combate, esto puede salvarle la
vida muchas veces. Después de todo, el veinte por ciento de su salud só lo equivalía a
un total de diez puntos.
Perdido en sus pensamientos, Joe entró en la ciudad y empezó a caminar un poco sin
rumbo. Cada vez que pasaba junto a un guardia, éste sonreía y saludaba, lo que le
ayudaba a sentirse relajado incluso cuando estaba rodeado de personas de aspecto
sombrío. Joe supuso que ya se había corrido la voz sobre el clérigo que ayudaba a los
guardias y esperaba que si lo asaltaban, los guardias intervendrían para ayudarlo. No
es que tuviera que preocuparse demasiado ya que no tenía dinero encima. su oro
había sido puesto directamente en una cuenta bancaria para que no apareciera en el
juego con una montañ a de dinero aplastá ndolo.
Pensando en cambiar su situació n monetaria, decidió que no quería perder el tiempo
buscando un banco para hacer un retiro. En cambio, comenzó a buscar el alma de los
juegos: ¡misiones! Después de vagar durante un buen rato, se sentía frustrado. No
había luces brillantes que indicaran quién había realizado la misió n y no tenía ningú n
mapa ni forma de orientarse. Este juego era muy realista en casi todos los sentidos, la
principal diferencia era que la ciencia había sido reemplazada por la magia y ahora
vivía en un entorno medieval. Sin embargo, parecía que la alfabetizació n era un hecho,
porque la mayoría de los carteles tenían palabras y había muchas pizarras con
anuncios. ¿Era caro el papel?
Al leer todo lo que pudo, finalmente descubrió una bolsa de trabajo que tenía pedidos
permanentes para pieles, materiales de artesanía y otras cosas raras. La mayoría
estaban escritas con tiza extra gruesa, lo que hacía que algunas de las solicitudes
fueran un poco... ambiguas. ¿ Fue esa una petició n para recolectar demonios o
limones? Realmente no deberían haber usado cursiva. Mirando a su alrededor, vio a
un grupo de personas armadas y blindadas a punto de salir por las puertas,
obviamente prepará ndose para luchar contra algunas criaturas en la naturaleza.
—¡Disculpe!— Joe llamó , corriendo hacia ellos. —Jogging— es una cortés exageració n
en este caso. Tuvo que luchar para no mostrar lo agotado que estaba ese corto paseo,
pero su rostro pá lido lo delató fá cilmente. Maldita constitució n. —Noté que solo tienes
cuatro personas *sibilancias* en tu grupo. ¿Tienes espacio para uno má s?
—Oh Dios, es un novato—, murmuró uno de ellos intencionalmente en voz alta. —
¿Corre por ello?—
—Lo siento, hermano-ski. Somos un equipo prefabricado. No aceptamos randos.
Especialmente randos de nivel uno—, resopló uno de ellos con un marcado acento
californiano. —Ve a hacer misiones sociales o algo así. Apuesto a que alguien por aquí
necesita que le entreguen una carta.
Dejaron a Joe allí parado con la boca abierta, sorprendido por su grosería casual. Un
momento después, sintió una mano en su hombro y se giró para ver a una dama de
constitució n poderosa dá ndole palmaditas en el brazo.
—No les hagas caso; son parte de un gremio que se considera jugadores —
incondicionales—. Han estado trabajando doce horas al día desde el primer día. Horas
del mundo real, eso es. ¿Está s buscando un equipo? Quizá s pueda ayudarte
dependiendo del tipo de habilidades que tengas—. Ella le sonrió , recordá ndole
demasiado a un tiburó n.
—¡Gracias! Estoy buscando un equipo. Soy nivel uno, pero soy clérigo. Tengo dos
hechizos de curació n, una versió n a distancia y otra de toque. ¿He oído que los clérigos
son raros? Joe respondió suavemente, sabiendo que sería un activo valioso y decidido
a no quedarse corto. —¿Crees que podría ser ú til para tu equipo?—
—¿Un verdadero clérigo? ¿Má gico y todo eso? Sus ojos se abrieron un poco y meneó
los dedos mientras hablaba.
—¿Sí?— Joe respondió confundido. Eso era está ndar para un clérigo, ¿no?
—¡Oh, van a estar tan enojados que te ignoraron!— Ella se rió entre dientes, con los
ojos brillantes. —¿Puedes probarlo? Me lastimé el otro día y la curació n en este juego
es muy lenta. Si se lastima lo suficiente, pueden pasar días antes de que recupere su
salud completa. A veces necesitas reaparecer completamente para solucionar
problemas—.
—Seguro.— Inspeccionó su barra de salud, a la que efectivamente le faltaban algunos
trozos. Extrañ o, era como si las ú ltimas partes de la barra estuvieran atenuadas.
¿Quizá s su salud no podría mejorar má s allá de ese punto sin ayuda má gica? ¿Que a
menos que hicieras algo como fisioterapia, te curaras directamente o te enviaran a
reaparecer... nunca recuperarías tu salud completa? Extendió la mano y la puso sobre
ella, activando su hechizo curativo de toque. Se estremeció cuando el agua helada
goteó por su camisa.
—¡Ah! ¡Bastardo, eso no es gracioso! Nunca me inscribí para recibir una camiseta
mojada... Su voz se cortó cuando su salud llegó al má ximo. —Maldita sea, será mejor
que vengas conmigo antes de que alguien te asalte con implacables invitaciones al
gremio—. Fueron a una taberna local donde ella le presentó a algunas personas,
incluido el líder de su gremio.
—Si te unes a The Wanderers, te prometo que no te arrepentirá s. ¡Me aseguraré de
prepararte con un equipo só lido y te llevaremos al nivel diez en tres semanas! En ese
punto deberías poder resucitar a la gente. Bueno, esa es la esperanza de todos modos;
No hay otros clérigos en este momento, por lo que los datos no está n claros. Esto será
una gran ventaja para nuestro gremio y me aseguraré de que recibas una
compensació n adecuada; ¡Será s un gremio de fiadores de inmediato! Tiona, establece
un contrato de oficial está ndar y nosotros…— el maestro del gremio fue interrumpido
abruptamente cuando Joe sacudió la cabeza.
—Lo siento, no puedo aceptar la invitació n del gremio. Tengo una línea de misiones
que estoy seguro me llevará a través de una gran cantidad de tierra, así que no puedo
prometer permanecer atado a un gremio o a la ciudad sin hablar con mi deidad. De lo
contrario, me volveré loco preocupá ndome por eso—, informó Joe al gremio.
líder en un tono casi triste. —Si no completo mi misió n, podría perder todas mis
habilidades de clérigo—.
El hombre se burló de esto: —¡Está s en el nivel uno! No puede ser una bú squeda tan
grandiosa. Ademá s, ¡el monstruo má s débil que existe, un conejo, es de nivel tres! Se
supone que debes pasar al menos una semana realizando misiones sociales en la
ciudad antes de salir. Cualquier dios que sigas no será tan idiota, ¿verdad? ¿Enviarte
indefenso? ¿Sin ayuda ni equipo?
—Te haré un trato—, ofreció Joe con franqueza. Una de las cosas má s importantes que
aprendió en el ejército fue a ser asertivo. —Me uniré a ustedes, de forma temporal.
Curaré a la gente, tú me ayudas a ganar niveles y habilidad. En cualquier momento,
tengo la opció n de irme sin resentimientos . No dejaré el gremio si mi partida hace que
un miembro del grupo falle en una misió n. Espera, agregaré un calificador a eso. No
me iré mientras la misió n finalice a tiempo; Nada de estas tonterías para mantenerme
en el gremio indefinidamente. Simplemente no estoy seguro de que unirse a un
gremio sea la manera de...
—¡Hecho! Si tengo que elegir entre eso o perderte con algú n gremio de mierda como
los Hardcores, aceptaré esa oferta en cualquier momento—. El DJ dejó una nueva hoja
de papel que su escriba le había entregado, detallando cada aspecto de la
conversació n y el trato del que acababan de hablar, así como otros detalles está ndar
del gremio. —Puedes quedarte aquí; somos dueñ os de la posada. ¿Querías ir a cazar
hoy? Cuanto má s rá pido subamos de nivel, mejor para todos nosotros—.
—Sí, por favor. ¿Cuá nto tiempo llevará llegar al nivel cinco? Tengo muchas ganas de
conseguir una profesió n—, mencionó Joe sin darle importancia. Leyó el contrato con
atenció n y lo firmó después de asegurarse de que no hubiera lagunas ocultas.
Logro menor: ¡Te uniste a un gremio! Bien por usted. Tener algo de experiencia. Exp: 10.
Al menos el sistema no era demasiado sarcá stico como solían ser otros juegos. Por
alguna razó n, los programadores parecían pensar que la gente só lo respondía a
mensajes malos. A veces era agradable conocer sólo los detalles.
—Hmph. Bueno, normalmente lleva una semana aproximadamente cuando se nivela
el poder de esta manera. Si pudieras luchar contra los monstruos directamente, uno a
uno como un guerrero, sería mucho más rá pido. Como clérigo, no tengo idea—, le dijo
el líder del gremio. —Es posible que ganes má s o que obtengas menos—.
—Me parece bien. ¿En qué equipo estaré? Joe miró a la gente que se afanaba a su
alrededor, todos parecían tener prisa. Oh,
Bien, debería ser domingo ahora mismo, la gente estaba tratando de maximizar su
tiempo de juego antes de la semana laboral.
—Bueno, ya que ella te encontró , y el suyo es el ú nico equipo que no está completo en
este momento, sal con Tiona. Buena suerte.— El hombre miró su interfaz y se quedó
demasiado quieto. Debió haberse quitado el casco y estaba tomando una copa o algo
así en el mundo real, dejando a su personaje sentado desatendido. Era dolorosamente
obvio que la conversació n había terminado y Tiona parecía un poco sobreexcitada.
Agarró a Joe con manos poderosas y bá sicamente lo arrastró hacia la puerta.
No es que se estuviera resistiendo. Esto se estaba poniendo divertido.
CAPÍTULO SEIS
Logro súper menor: ¡Te uniste a un grupo! Buen trabajo, ten algo de experiencia. Exp.: 5.
—Así que aquí está el trato. Esos conejos son lo má s desagradable que hay hasta que
llegas aproximadamente a media milla de distancia, luego aparecen los zorros para
comerse los trozos de conejo. También tú , si no eres lo suficientemente fuerte o hueles
a conejo. Má s tarde, los lobos se comen a los zorros, los osos mantienen alejados a los
lobos, y así sucesivamente hasta que empiezas a ver monstruos má gicos. También hay
Hombres Lobo caminando por ahí, pero no parecen encajar en estas categorías. No
son un gran problema si te mantienes fuera de sus territorios, pero hay muchas
misiones para cazarlos—, le dijo Tiona a Joe. —Pero no te preocupes por eso. Hoy
tienes un trabajo y solo un trabajo. No mueras. ¿Puedes lidiar con eso?
—Fui médico en servicio activo en el ejército durante los ú ltimos añ os—, le informó
Joe con orgullo. —Tengo esto. Pedazo de pastel—.
—¡Oh Dios! ¿Có mo fue eso? ¿Disfrutas tu tiempo en el servicio? murmuró mientras
contemplaba un conejo extragrande. Aflojó su espada y la desenvainó cuando se
acercaron.
—No tanto... mi ú ltimo día fue cuando mi helicó ptero salió volando del cielo—. Joe
tosió , con la cara roja de vergü enza. Debería haber mantenido la boca cerrada.
Ella hizo una pausa. —Síhhh. Mi pedido se mantiene. No mueras—. Ella usó alguna
habilidad con la espada, enviando una energía extrañ a como un corte. Un momento
después, se escuchó un chillido rá pidamente cortado seguido de chillidos de rabia
cuando un pequeñ o grupo de conejitos corrió hacia ellos. Los conejos tenían un
cuerno pequeñ o y romo en la cabeza y parecía que su ataque principal era saltar y
golpear a sus oponentes. El hombre má s grande del grupo interceptó suavemente el
golpe y se escuchó un ping cuando el animal cayó en varios trozos de la espada de gran
tamaño. Dos espadas y una flecha trabajaron juntas para borrar rá pidamente estas
amenazas menores de la existencia.
Conejo cornudo enojado x5 derrotado. Exp: 20.
Joe estaba un poco desanimado; Parecía que las misiones eran de hecho la mejor
manera de ganar puntos de experiencia. ¿Cuatro puntos por conejo? No es de extrañ ar
que haya tardado tanto en subir de nivel.
—Vamos a rodar. Tenemos mucho camino por recorrer—. Tiona marcó un paso
rá pido y, en unos momentos, dejaron atrá s el suelo manchado de sangre. Ni siquiera
recogieron las pieles; en ese momento, eran tan comunes que carecían totalmente de
valor. Joe casi se desploma porque iban demasiado rá pido para que él pudiera
regenerar su resistencia, y su mala constitució n lo alcanzó nuevamente. En una de sus
frecuentes paradas de descanso, donde en realidad no se detuvieron, solo lentamente,
Tiona le refunfuñ ó para que aumentara su constitució n para poder correr má s al
mismo tiempo.
—Hay... cosas... má s importantes... en las que debo concentrarme—, jadeó Joe
mientras miraba fijamente su barra de resistencia que se llenaba lentamente.
—Hmm—, respondió Tiona sin comprometerse. —Bueno, eres el ú nico que tiene una
barra de maná así que... supongo que todo lo que digas vale—.
¡Evento local! '¡Intrusos!' ¡Sobrevive al enjambre para ganar recompensas!
—¡Emboscada!— gritó uno de los otros, haciendo que Tiona se diera vuelta con su
espada en mano.
El principal luchador del equipo parecía resignado a su destino. —¡Tonterías! ¡Es un
enjambre! Buen juego a todos, nos vemos mañ ana—. Parecía que uno de los miembros
se había acercado demasiado a una madriguera de conejos, y los conejos con cuernos
salían corriendo del suelo en un intento de abrumar a los humanos.
—¡Deja de decir esa tontería derrotista y prepá rate!— Tiona les ordenó formar un
círculo defensivo de espaldas a un á rbol. Joe fue metido en el centro protegido cuando
los primeros conejos comenzaron su ataque. Los nú meros rojos comenzaron a
aparecer encima de los otros miembros del grupo, y una pequeñ a lista de nombres
con salud total apareció en la visió n de Joe. Só lo sus añ os en el ejército evitaron que se
congelara cuando los gritos de agonía de ambos lados comenzaron a llegar a sus oídos.
Una de las características importantes de este juego era la retroalimentació n realista,
específicamente el dolor, que hacía que la gente jugara con mucho má s cuidado.
Joe comenzó a sanar, y como estaba tan cerca de los individuos afectados,
simplemente usó su hechizo —imposició n de manos—, restaurando diez puntos de
vida cada tres segundos a la persona má s dañ ada. Afortunadamente para el grupo,
cada ataque individual de los conejos solo le quitaba un poco de salud al objetivo e
incluso eso era algo mitigado por la armadura que llevaban. Desafortunadamente, sin
embargo, había tantos conejos atacantes que esos puntos se sumaban.
rá pidamente. Trabajando lo má s rá pido posible, Joe mantuvo el flujo de maná y los
puntos de salud aumentaron.
—¡No puedo creer lo ú til que eres!— Uno de los hombres que los acompañ aba se rió
entre dientes mientras ensartaba un conejo. —No conozco ningú n otro equipo que
haya sobrevivido a un enjambre durante tanto tiempo, incluso si tuvieran un nivel
general má s alto y si ganamos, ¡te invito a una bebida!—
—¡Mantén tu mente en el objetivo, Dylan!— Tiona le espetó . —¡Está s desacelerando!

Dylan, el luchador principal, puso los ojos en blanco. —Eso es pérdida de energía, no
es mi culpa—.
—¡Supéralo! Utilice má s habilidad y menos fuerza con cada golpe. No todos necesitan
un ataque de má xima potencia. ¡Ve hasta que colapses o perderemos a nuestro clérigo
en su primer día! Ordenó Tiona, blandiendo furiosamente su espada hacia la ola de
animales esponjosos.
—¡Lo estoy haciendo! Dios mío—. Dylan tropezó en su siguiente golpe, su baja
resistencia hizo que su ataque fuera demasiado lento para matar al conejo al que
apuntaba. Se estiró demasiado y tropezó , cayendo hacia adelante y alejá ndose del
grupo.
—¡Maldita sea! ¡Dylan! Tiona llamó mientras la horda de conejos se enfocaba en él.
Joe estaba observando la salud de Dylan mientras ésta descendía cada vez má s
rá pidamente. Ignorando los gritos de los demá s para que se quedara atrá s, saltó hacia
adelante y agarró el pie de Dylan mientras el hombre luchaba débilmente por
proteger su cabeza de los abusivos conejitos. Dylan tenía cinco puntos de salud antes
de que el primer lavado de agua curativa fluyera sobre él, y aguantó unos momentos
má s mientras Joe alternaba con el hechizo curativo normal, esperando que se
reiniciara el tiempo de reutilizació n de la versió n tá ctil. Usando un hechizo tan pronto
como estuvo listo, Joe trabajó para curar a su compañ ero caído a través de la brutal
paliza.
Los demá s habían dado un paso adelante como una unidad y estaban matando a los
conejos que estaban completamente centrados en Dylan. Pudieron matar a dos o
incluso tres a la vez, la població n era muy densa. Treinta segundos y veinte hechizos
de curació n después, Tiona remató al ú ltimo de los rezagados y miró a Joe.
—¡Pensé que habías dicho que eras nuevo en el juego!— Ella le apuntó con su espada
acusadoramente.
Joe no apartó la mirada de Dylan, necesitaba demasiada curació n. —Soy.— Otro
chorro de agua barrió los magullados y maltrechos
hombre.
—Entonces, ¿có mo supiste que los monstruos casi siempre se centrará n en objetivos
indefensos? ¡Habrías muerto si ese no fuera el caso! Tiona lo miraba extrañ ada.
—Este ha sido mi trabajo durante añ os. Yo era médico de combate; Ponerme en riesgo
para salvar a otros es solo una parte del trabajo—, respondió Joe con calma mientras
enviaba otra curació n a Dylan. Ya tenía la mitad de su salud y pudo sentarse para
comenzar a recuperar resistencia.
—¡No me importa cuá l solía ser tu trabajo! ¡De ahora en adelante sigues mis ó rdenes o
está s fuera! ¡No me importa lo ú til que seas! Tiona le ladró , rompiendo su
concentració n. —No me importa si fueras un maldito general, si no puedes hacer lo
que te diga, cuando te lo diga, te dejaré aquí para que mueras. Nos pusiste a todos en
riesgo al romper la formació n . La ú nica razó n por la que sobrevivimos fue porque
tuvimos suerte—.
Dylan miró a Joe y asintió . —Ella está en lo correcto. Si hubiera muerto, habría sido mi
propia arrogancia la que me habría matado, pero tu muerte habría matado a todos los
demá s cuando ese enjambre pasó sobre ellos. Aquí hay diferentes reglas y tú no las
conoces. Aunque lo aprecio . Esperar a que reaparezca es una mierda—.
Joe se recostó con un suspiro. —Entiendo. Culpa mía. No estoy acostumbrado a ver a
alguien regresar si muere, así que me asusté un poco. Todo aquí es tan... real—.
—Hmph. Bueno, morir aquí no es genial. Dependiendo de qué parte de tu muerte se
atribuya a la estupidez, no podrá s jugar hasta doce horas; que es veinticuatro en el
juego. Si se encuentra en una cá psula a largo plazo , só lo tiene que sentarse y esperar.
Puedes acceder a Internet, pero sigue siendo aburrido. El casco de realidad virtual es
un poco mejor porque pueden hacer otras cosas—, le describió Tiona, aunque todo lo
demá s que iba a decir se interrumpió cuando los puntos de experiencia llegaron.
¡Conejo enojado x35 (enjambre) asesinado! ¡El evento local 'Intrusos' ha finalizado! ¡La
experiencia aumentó debido al bajo nivel promedio del grupo! Exp: 210 (4xp * 35
conejos * 1,5 de dificultad).
Nueva misión en cadena (oculta): Jugar tu papel falso I: Cura al menos el 50 % del daño
infligido en cinco batallas antes de que finalice el combate. Recompensa: Título: ¡Soy un
sanador! ¡Lo juro! Efecto: Gana experiencia adicional por cada batalla en la que cures al
menos el 50% del daño recibido antes de que finalice el combate. 0/5 completo.
¡Lindo! Joe trabajaría para completar esa misió n lo antes posible. Era sorprendente lo
difícil que era subir de nivel, pero Joe supuso que estaban peleando contra conejos. El
grupo empezó a caminar, ignorando los cadá veres de conejos en ruinas en su prisa
por encontrar lobos con los que luchar. Dylan
Rompió el asombrado silencio: —¡Obtuve ochenta y cuatro experiencias con eso! ¡Me
estoy acercando al nivel seis!
—Felicitaciones.— Tiona le envió una sonrisa torcida. —Habrías estado allí la semana
pasada si te hubieras molestado en presentarte al entrenamiento—.
—Oye, no todos podemos darnos el lujo de no trabajar y pasar el rato en grupos todo
el día—. Dylan se rió a carcajadas, pero el rostro de Tiona se puso blanco de rabia.
—¡Ciérralo!— ella le siseó . —¿Qué pasaría si los miembros de PK te escucharan?—
Joe miró entre la mirada enojada de Tiona y el rostro amonestado de Dylan. —¿Qué?
¿PK-ers?—
—Asesinos de jugadores—, murmuró Dylan avergonzado. —Mal, jefe. Joe, los
miembros de PK cazan personas en grupos por un par de razones. Las personas que
usan Pod pueden sentir má s dolor que un jugador está ndar con un visor de realidad
virtual y, obviamente, las personas que juegan con las versiones anteriores de realidad
virtual no pueden sentir mucho. Cuando mueres ante un jugador, está s fuera del juego
durante un mínimo de tres a seis horas, hasta veinticuatro si el juego Al considera que
tu muerte se debe a algo realmente estú pido que fue tu culpa. Las personas en grupos
a largo plazo está n en el juego hasta que finaliza su contrato, por lo que morir no só lo
es molesto, sino que es una enorme pérdida de tiempo y realmente costoso en dinero
del mundo real—.
—¿Entonces la gente mata a otros jugadores… só lo por ser idiotas? ¿ Ningú n otro -
beneficio? Joe no podía creer que los humanos pudieran ser tan terribles.
Tiona desvió su mirada de Dylan. —Peor que eso. De hecho , el juego lo castiga
activamente. Cuando matas a otro jugador, y si puede ver quién eres, se te otorga una
recompensa. Las má scaras y otros equipos pueden ocultar su nombre, pero debe tener
contacto con organizaciones turbias para poder obtenerlos. Mientras tu nombre esté
en rojo, cualquiera puede matarte sin repercusiones, tienes la posibilidad de perder
equipo si mueres y los NPC te atacará n si intentas ingresar a la ciudad. La recompensa
desaparece con el tiempo, especialmente si mataste muchos monstruos, pero hay
muchas posibilidades de que simplemente no sobrevivas a la experiencia—.
—Sí. No sueltas nada si te mata un jugador, y este tampoco obtiene experiencia por
ello. Por lo general, los PK son jugadores de realidad virtual obsoletos que está n
enojados porque no tienen los fondos para experimentar ellos mismos la realidad
virtual moderna—, le informó Dylan. —Así que realmente quieres mantener esa
informació n en secreto, ¿entiendes?—
—¿Estoy seguro?— Joe estaba un poco desconcertado por la terminología. Había
dejado la escuela secundaria durante má s de una década. ¿Por qué la gente no puede
simplemente hablar correctamente? Este tipo de basura provocó falta de
comunicació n y malentendidos . Sacudió la cabeza.
Tiona chasqueó los dedos. —Zorros adelante, concéntrate, por favor—. Una flecha
salió disparada, alcanzó a un zorro en el ojo y lo mató instantá neamente.
—Je. Golpe crítico.— El guardabosques del equipo se rió entre dientes.
Algo estaba molestando a Joe; Finalmente se dio cuenta de lo que era. —Entonces, ¿el
dañ o en el mundo real es el mismo aquí?—
—¿Significado?—
—¿Golpear un ojo, degollar, apuñ alar un corazó n y morir?— Joe le aclaró .
—Sí—, ofreció el arquero detalladamente.
Joe miró su hoja de personaje. —Ademá s, no obtuve ninguna experiencia con ese
zorro—.
—No participaste, ¿verdad? Apuesto a que, como sanador, necesitará s tener una
mentalidad de batalla para poder adquirir experiencia. No te consideraste participante
en eso, ya que era un ataque a distancia. La Al que controla el juego lo tiene en cuenta;
cuanto má s contribuyas, mejor será la recompensa. Es por eso que probablemente
obtuviste una experiencia decente para ese enjambre y tal vez algo cuando se acercan
mucho a ti—. El arquero asintió sabiamente hacia él.
—Veo.— Joe no ofreció su experiencia adquirida al grupo, prefiere que el anillo siga
siendo misterioso. —Acabo de recibir una misió n que me dará experiencia para
curarme cuando la complete. Todo lo que necesito hacer es curar el cincuenta por
ciento del dañ o que nos hicieron cinco veces antes de que termine el combate—.
Tiona se animó . —¿Ah, de verdad? Eso hará que convertirte en un jugador ú til sea
mucho más rá pido y fá cil. Nos esforzamos por no ser golpeados, por lo que no
necesitará s curarte mucho para completar tu misió n—.
—¿Gracias?— Joe estaba bastante seguro de que ella lo había insultado. —¡Soy ú til!—
—Un poco—, admitió , atacando a un zorro que surgió de la maleza , —pero hasta que
no ganes algunos niveles, no será s realmente ú til. Puedes curarte un poco—.
Joe miró abatido có mo los zorros eran eliminados antes de que pudiera hacer un
columpio. Blandió su cetro cuando uno se acercó , pero lo esquivó fá cilmente. Miró sus
barras de estado; ¡Ese ú nico ataque había agotado su resistencia a la mitad! Realmente
necesitaba encontrar algo de magia de ataque. Su entusiasmo volvió a aumentar
cuando un zorro se acercó lo suficiente como para morder a Tiona en el tobillo. —¡Sí!

—¡Ay!— Tiona miró a Joe mientras su espada cortaba a la criatura ofensiva. —¿Por
qué diablos está s animando? ¡ Me mordieron !
—Lo siento, pero ahora al menos puedo curarte. ¡Necesito ese progreso en la misió n!
Joe le dio un golpe en el cuello y dejó que el agua helada la bañ ara.
atrá s. Ella gritó má s fuerte que cuando la mordieron y descargó brutalmente su ira
contra el siguiente zorro. Mientras moría, un mensaje apareció en la visió n de Joe.
Jugando tu papel falso 1:1/5 completo.
—¡Lindo! Só lo necesito curarlos a todos cuatro veces má s. ¿Quién quiere tomar uno
para el equipo? Joe miró expectante a su alrededor. Nadie encontró su mirada excepto
una Tiona fulminante.
—Te das cuenta de que en realidad duele que te muerdan, te arañ en o te golpeen,
¿verdad?— Su ceja temblaba.
—Bueno, sí, pero...—
—¡Sin peros!— Ella le clavó un dedo en el pecho. —Es obvio que aú n no has recibido
dañ o; de lo contrario, no estarías diciéndole con entusiasmo a otra persona que se
lastime por ti. Esta es una de esas misiones que no vamos a apresurarnos. Nos
lastimamos mucho, solo espera hasta que suceda de forma natural—.
Joe bajó la cabeza. —Lo siento chicos, no estaba pensando en eso—.
—No hay problema, amigo—. Dylan le dio una palmada en la espalda a Joe. —Solo -
recuerda que para cualquiera que esté en una cá psula, esta es la vida real hasta que
finalice su contrato. El dolor duele y, en la medida de lo posible, se evita morir. Piensa
así y estará s bien. Juega como si no fuera un juego—.
Las palabras de Dylan ponen perfectamente en perspectiva la situació n de Joe. Como
médico, nunca hubiera querido que alguien saliera lastimado para poder practicar con
él. Toda su carrera se basó en la prevenció n de lesiones y en hacer que la gente se
recuperara lo antes posible. Esta era su nueva vida; Por lo que sabía, su cuerpo ya
había sido incinerado. Necesitaba tratar esto como si fuera la vida real, y de ahora en
adelante, lo haría.
—De todos modos, ya casi llegamos a los lobos. Cazan en manadas pequeñ as, por lo
que nuestras defensas deben ser perfectas—, Tiona cambió de tema cuando quedó
satisfecha de ver verdadero remordimiento en los ojos de Joe. —Atravesamos el á rea
de zorros má s estrecha, así que prepá rate para luchar—.
Caminaron durante unos minutos, buscando alguna señ al de movimiento. Cuanto má s
se alejaban de la ciudad, má s lento se movían. Dylan dio un gran suspiro y gimió : —
¿Dó nde está n las cosas estú pidas?—
Sus palabras parecieron ser un detonante, porque un lobo se abalanzó sobre él desde
un arbusto y apretó sus fauces alrededor de la pierna de Dylan. Con un gruñ ido y un
tiró n agudo, la pierna se torció y se dislocó con un fuerte *pop*. Dylan aulló de dolor
cuando los miembros restantes de su grupo atacaron a la criatura. Tiona era la ú nica
con experiencia luchando contra lobos, así que mientras los demá s se concentraban en
ayudar a Dylan, ella
Se volvió y giró a ciegas detrá s de ellos. Su espada impactó a un canino que saltaba,
que gritó y cayó al suelo con un trozo de pelo arrancado. Aprovechando su estado de
impotencia, apuñ aló su pecho para ejecutar a la criatura.
Joe estaba tan sorprendido que se olvidó de curarse de inmediato y, en cambio, agitó
su cetro hacia el lobo que sostenía a Dylan. *Joder*. Un indicador de dañ o que
mostraba un cero rojo apareció sobre el animal, lo que significa que su golpe má s
feroz directamente a la cabeza... fue completamente inú til.
—¡Necesito curació n!— Dylan jadeó , sin aliento por el dolor. El lobo estaba muerto,
asesinado por los otros miembros del grupo, pero su mandíbula todavía estaba
atrapada alrededor de su pierna. Tiona y los demá s rodearon a Dylan cuando dos
lobos má s revelaron su presencia.
Joe se arrodilló y trabajó para sacarle los dientes de la pierna a Dylan. Un chorro de
sangre fresca brotó de la herida ahora abierta, y Joe envolvió su mano alrededor de los
agujeros para mantener la presió n sobre la pierna. Con la otra mano hizo un gesto
rá pido y el agua lavó la sangre, dejando una piel limpia y sin imperfecciones. Después
de torcer su pierna en el encaje, fueron necesarios dos usos má s de sus habilidades
curativas antes de que Dylan pudiera usar su pierna nuevamente. Cuando se
levantaron, la pelea había terminado.
Jugando tu papel falso I: 2/5 completo. Exp: 48 (Lobo x4).
Habilidad adquirida: Médico (Principiante I). ¿No tienes acceso a un sanador? ¡Parche
las heridas lo mejor que pueda! Esta habilidad aumenta la eficiencia de vendajes,
medicinas y pociones en un 1% por nivel de habilidad.
—¡Nadie má s resultó herido! ¿Por qué siempre eres tú ? Tal vez deberías simplemente
rendirte al destino y convertirte en un tanque—. El arquero del grupo le dio un codazo
a Dylan de buen humor mientras Tiona trabajaba para despellejar a los animales
muertos . —Ya sabes, atrae intencionalmente los ataques que te llegarán de todos
modos—.
—¡No tengo idea de por qué sucede! Tal vez simplemente tengo buen sabor—, refutó
Dylan con cansancio. Gritar de dolor era agotador. —También no. ¿Quién quiere ser
un tanque? ¿Estar en primera línea y recibir todo el dañ o? ¿Te imaginas lo mucho que
apestará cuando alguien te arroje una bola de fuego? No tengo ganas de morir
quemado o cocinarme dentro de mi armadura mientras se derrite sobre mí—.
—Algunas personas eligen ser tanques... algunos tanques son elegidos. Creo que eres
uno de los elegidos. ¡Simplemente ignora la percepció n y pon todo en constitució n! -
preguntó el arquero con descaro.
—Déjelo construir su propio cará cter—. Tiona se levantó y señ aló un montó n de
pieles. —Busquemos un buen lugar para almacenarlos y sigamos cazando; nosotros
Puedes desollarlos má s tarde. La piel de lobo es buena para hacer armaduras, así que
se venderá muy bien en la ciudad—.
Joe cayó al suelo cuando un lobo del tamañ o de un caballo pequeñ o aterrizó sobre él.
Un mordisco salvaje lo desgarró mientras sus compañ eros gritaban. Cargaron contra
el lobo mientras este aullaba triunfalmente. Un Joe muy aturdido miró el texto que
flotaba frente a sus ojos mientras luchaba por moverse a pesar del dolor.
¡Ataque furtivo de Dire Wolf! ¡Doble daño infligido! -60 de salud! ¡Se activó el efecto de
túnica eterna! ¡Salud establecida en 1! Sangrado; -5 de salud cada diez segundos!
¡Aturdido durante 5 segundos! 4... 3...
Este fue un buen ejemplo de no ser realista: aunque solo tenía un punto de vida, aú n
podía funcionar mientras pudiera luchar contra el dolor paralizante. Joe esperó a que
el efecto de aturdimiento desapareciera, moviendo la boca como un pez mientras
intentaba respirar con dificultad. La agonía era casi insoportable, pero el hecho de que
no pudiera moverse era lo que realmente lo aterrorizaba. ¡ Nunca volvería a ser
tetrapléjico! Tan pronto como pudo volver a moverse, el dolor se intensificó aú n má s.
Joe movió las manos y obligó a activar su hechizo.
Imposición de manos: Salud +10. Efecto de sangrado: Salud -5. Curar: Salud +5.
Imposición de manos: Salud +10.
Pudo superar el efecto de sangrado con su curació n, y doce segundos después,
recuperó su salud completa. Había un pequeñ o beneficio en no tener casi ninguna
constitució n; podía recuperarse mucho má s rá pido que un personaje normal y
fornido. Observó la batalla y notó que casi todos sus compañ eros de equipo estaban
gravemente heridos. Si el ataque furtivo le había causado el doble de dañ o... ¿eso
significaba que un ataque normal podría causarle treinta dañ os? Con una constitució n
normal, esto significaba que cada persona podía sufrir tres ataques antes de morir. Se
apresuró a entrar en combate, pero decidió mantener la distancia. Joe comenzó a
lanzar bolas de agua curativa, aumentando la salud de su objetivo en cinco puntos
cada pocos segundos.
Tiona se movía como una aterradora fuerza de la naturaleza: girando en los ataques,
doblá ndose en á ngulos extrañ os y apuñ alando puntos débiles expuestos con una
sincronizació n perfecta. Sus movimientos eran elegantes, pero no importa cuá nto lo
intentara, seguía sufriendo dañ o cada pocos segundos. Aunque por lo general pudo
evitar el ataque principal, todavía sufrió cortes con garras o dientes. Este enemigo era
simplemente así de fuerte y á gil.
Joe disparó sus hechizos curativos lo má s rá pido posible y habría seguido haciéndolo
si la mirada llena de rabia de la criatura no se hubiera fijado en él. Con un gruñ ido,
pasó junto a los otros miembros y se dirigió directamente hacia el sanador. Justo antes
de la bola de pelo, dientes y furia.
Cuando lo alcanzó , Dylan se lanzó contra el costado del animal y lo derribó . El lobo
volvió a ponerse de pie en un instante, pero ahora su atenció n estaba fijada en Dylan.
—¡Maldita sea, soy un tanque!— Dylan se quejó mientras apuñ alaba al lobo. Joe usó la
distracció n para correr alrededor de la pelea y curar a Tiona. Después de dos usos de
hechizos curativos, Tiona se apresuró a regresar a la batalla. Con el equipo curá ndose
cada vez que el hechizo dejaba de enfriarse, la pelea llegó rá pidamente a su fin. Una
flecha en el momento oportuno *golpeó* en el corazó n del gran animal, y finalmente
cayó con un aullido lastimero.
¡Alerta de zona! ¡Los miembros del gremio The Wanderers han matado a un jefe de
campo [animal] local! ¡Durante las próximas veinticuatro horas, todos los lobos, que
hayan perdido a su protector, recibirán un 20% de daño adicional! ¡El gremio
Wanderers gana +20 de fama con la ciudad de Ardania!
La alerta del á rea se desvaneció , dejando solo la recompensa por la batalla a la vista de
Joe.
Por ser el primero en vencer al jefe de campo [Silver Dire Wolf] obtienes +1 punto de
habilidad y +50 de fama personal y de gremio con Ardania. ¡Devuelve la piel del animal
caído a la guardia de la ciudad para recibir una recompensa monetaria! Exp: 150. Por
luchar contra el dolor y salvarse de una muerte segura mediante pura fuerza de
voluntad, Sabiduría +1.
Joe hizo un sonido ahogado cuando fue envuelto en luz. La euforia lo inundó y levitó a
unos centímetros del suelo. Hubo una explosió n silenciosa y Joe cayó al suelo
completamente renovado. ¡Incluso su ropa estaba limpia! Miró a su alrededor y vio a
otros dos miembros del grupo cayendo al suelo también, con sonrisas tontas en sus
rostros.
—Me encanta subir de nivel—. Dylan se estremeció de felicidad y miró al enorme
lobo. —Tenemos que darnos prisa, ya está oscureciendo—.
—Estoy en ello.— Tiona comenzó a desollar al lobo, tratando de mantener el pelaje lo
má s intacto posible. —Que alguien recoja la carne a medida que avanzo, será má s fá cil
darle la vuelta y apuesto a que la carne de Dire Wolf se venderá a buen precio. Me lo
comería—.
—Mismo. Suena exó tico—, respondió el arquero con avidez.
—Te das cuenta de que está s hablando de comer perro, ¿verdad?— Dylan lanzó una
mirada extrañ a al montó n de carne que crecía rá pidamente.
Joe se sentó en el suelo y exhaló suavemente. Eso había estado demasiado cerca. Su
mente estaba agotada y sus pensamientos confusos. Quería dormir. Joe extendió la
mano y arrancó una flor que crecía a su lado, la hizo girar en su mano y la olió .
¡Nueva habilidad ganada! Herboristería (Noviciado I). ¿Planta? ¿Qué planta? ¡Todo lo
que ves son ingredientes! ¡Tú decides si son para cenar o para crear pociones! ¡Las
plantas crudas utilizables son un 1 % más fáciles de encontrar, un 1 % más fáciles de
procesar y tienen un 1 % más de efecto por nivel de habilidad!
Joe continuó mirando la planta que tenía en la mano y, de hecho, parecía un poquito
má s distintiva. Sin el aviso, lo habría atribuido a no haberlo mirado correctamente de
antemano. Se quedó mirando la flor, tratando de descubrir qué era. La barra
emergente sobre la planta solo mostraba signos de interrogació n porque su prueba de
conocimientos falló , por lo que Joe simplemente se encogió de hombros y guardó la
planta en su bolsillo. Realmente necesitaba conseguir una bolsa.
—¿Listo para partir, clérigo?—
Joe miró hacia arriba y notó que el arquero le tendía una mano. —Claro, arquero. Por
cierto, ¿có mo te llamas?
—XSnipeMasterX—.
—No te voy a llamar así—.
—Entonces llá mame Chad—. El arquero le sonrió .
—¡Eso es casi tan malo!— Joe se rió del sonriente guardabosques mientras caminaban
por el bosque que se oscurecía lentamente.
Joe era la ú nica persona que no llevaba ni carne ni pieles. Lo había intentado, pero la
pérdida de energía era tan severa que solo había podido dar unos pocos pasos a la vez
con una sola piel antes de tener que recuperarse o correr el riesgo de colapsar. Tiona
había cargado su carga sobre Dylan, afirmando que —si estuviera má s agobiado, haría
menos cosas estú pidas—. Ahora, moviéndose a un ritmo tan frenético como Joe podía
mantener, el grupo rá pidamente volvió sobre sus pasos hacia la ciudad. A Joe le estaba
resultando má s fá cil, ya que no só lo estaba libre de cargas, sino que su habilidad de
clase de visió n en la oscuridad aseguraba que nunca tropezara con las raíces y piedras
escondidas por la oscuridad invasora. La mayoría de los animales a los que
normalmente habrían tenido que enfrentarse estaban escondidos, escondidos lejos de
los peligros de la noche.
El grupo entró en la ciudad con una sonrisa en sus rostros, aliviados de haber llegado
antes de que se cerraran las puertas. Habría sido una sentencia de muerte casi segura.
Entregaron su bú squeda y ganaron tres monedas de oro y noventa monedas de plata
por la piel del lobo terrible. Joe se sintió decepcionado al principio, pero las caras de
éxtasis de sus compañ eros de grupo le aseguraron que la recompensa era buena.
Mientras hablaban de có mo iban a gastar sus acciones, él no tuvo el valor de decirles
que probablemente podría comprar una pequeñ a ciudad con su cuenta bancaria. Ellos
Regresaron a su taberna justo cuando las puertas —tronaron—, indicando que habían
sido cerradas por la noche.
No había nadie afuera para ver algunos conejos podridos comenzar a temblar.
CAPÍTULO OCHO
—¡Despertar!— Joe aulló cuando le arrojaron un vaso de agua fría, lo que le hizo saltar
de la cama. Su resistencia se agotó instantá neamente por esa maniobra, y se desplomó
innoblemente en un montó n en el suelo.
—¡Por qué!— farfulló a la sonriente Tiona mientras intentaba usar la cama para
ponerse de pie. —¿Có mo llegaste aquí? ¡Alquilé esta habitació n!
—¿Entonces? ¿Có mo impediría eso que alguien entrara? ¡Ni siquiera te molestaste en
cerrar la puerta! Ella le señ aló con un dedo en señ al de amonestació n. —Se suponía
que debías dejar de pensar en esto como un juego, ¿recuerdas? En cuanto a por qué,
bueno... tendrá s que verlo para creerlo. Date prisa, es una hermosa mañ ana—. Bajaron
las escaleras, donde un radiante maestro del gremio estaba dirigiendo su má s
brillante sonrisa a Joe.
—¿Qué pasa con él?— Joe se sentía claramente incó modo por la mirada espeluznante.
Esa sonrisa era lo suficientemente intensa como para clasificarla como un arma
basada en luz.
—¿Recuerdas có mo matamos al Lobo Dire anoche y obtuvimos reputació n para el
gremio? Para eso es la sonrisa. Necesitamos tener al menos una reputació n de nivel —
amigo— para conseguir un Guildhall oficial en la ciudad. Obtener una ventaja en la
competencia es genial porque solo puede haber cuatro Guildhalls oficiales en la
ciudad. Los primeros cuatro que lo hagan obtendrá n el título de 'Gremio Noble' y
tendrá n acceso a misiones de élite para el Reino—. Tiona se encogió de hombros como
si esto fuera intrascendente y señ aló un plato de comida. Esperó hasta que él comenzó
a masticar antes de continuar hablando.
—Come rá pido, te necesitamos de inmediato. Ah, ¿y revisaste tus estadísticas después
de subir de nivel? Deberías haberte vuelto un poco má s fuerte y haber conseguido al
menos un punto de habilidad. No recomendaría usarlo hasta que sepas có mo quieres
construirte, pero siéntete libre de arruinar tu personaje . La mejor manera de ver
cualquier cambio es decir —estado delta—. Eso
le permitirá ver solo los cambios en su hoja en lugar de una pared de texto a través de
la cual no puede ver—.
Joe asintió con la cabeza y rá pidamente entonó las palabras —estado delta—.
Mientras miraba por la pequeñ a ventana, descubrió que estaba bastante contento por
no tener que pasar por una lista agotadora.
Inteligencia: 16 a 17
Sabiduría: 16 a 18 (Nivel +1 por hazaña de fuerza de voluntad) Percepción: 18 a 19
Puntos de habilidad no utilizados: 1 a 6 (Nivel +1 para bonificación por matar al jefe)
Como era de esperar, la inteligencia, la sabiduría y la percepció n aumentaron en uno
mientras que los demá s no cedieron, pero cuando miró sus puntos de habilidad, casi
se atragantó con su pan, ciertamente seco. ¡Tenía seis puntos! ¡Seis de ellos! Obtuvo un
punto del jefe lobo, ¿eso significa que ganó cuatro puntos al subir de nivel? Joe revisó
sus menú s hasta llegar a la descripció n de su clase, y sus ojos se iluminaron cuando
leyó las palabras: —obtienen habilidad en las actividades que eligen a cuatro veces la
velocidad de un humano promedio, debido a su gran sed de poder—. .
Quería gritar de alegría, pero sabía que si revelaba esta informació n en pú blico
probablemente otros jugadores lo matarían por celos. Haciendo todo lo posible por
calmarse, extendió su mano hacia su hoja de habilidades. Se estremeció , sintiéndose
demasiado frustrado. Joe estaba ansioso por gastar un par de puntos en sus hechizos, y
só lo las oportunas advertencias de Tiona sobre la espera le impidieron convertirse en
un sanador milagroso de la noche a la mañ ana.
Después de terminar su desayuno, una sonriente Tiona lo condujo a las puertas. Los
otros miembros del grupo parecían un poco recelosos pero lo siguieron en silencio.
Deteniéndose justo antes de salir de la ciudad, señ aló el campo de trozos de conejo. —
Echa un vistazo, déjame saber lo que ves—.
Joe miró el hermoso paisaje y sus ojos, mejorados en su percepció n, se fijaron
instantá neamente en una rareza saltadora. ¿Qué le pasó a ese conejo? Justo cuando se
dio cuenta de la verdad, apareció una pantalla en su visió n.
Nueva misión de zona: 'No desperdicies...' ¡Los innumerables cuerpos abandonados al
aire libre han permitido que una oscura corrupción se apodere de la población de
conejos! ¡No son tan inteligentes, pero están locos y hambrientos! Mata a todos los
conejos zombis alrededor de Ardania antes de que la población normal de conejos se
convierta en muertos vivientes. Tiempo restante: treinta y seis
porque el cadá ver no contaba como —muerto— hasta que estuviera completamente
desmembrado o sus cabezas fueran aplastadas. Cuando llegaron al borde del
territorio, los demá s saludaron alegremente y dejaron que Joe matara las bolas
podridas de pelusa y pus. Tenían la intenció n de permanecer dentro del alcance de los
gritos, pero Joe todavía se sentía un poco nervioso por estar solo. Afortunadamente,
los animales muertos no eran hostiles hasta que los atacaban, por lo que podía
tomarse su tiempo para preparar sus ataques. Se puso detrá s de un zombi errante,
agarró su cetro con ambas manos y bajó el arma tan fuerte como pudo.
Un pequeñ o y triste '-1' se alejó flotando del conejo.
El zombi se detuvo arrastrando los pies, se retorció como si hubiera sido picado por
un mosquito y luego se dio la vuelta después de decidir que efectivamente había sido
atacado. Joe miró su barra de resistencia y notó que se había reducido en un tercio.
Entonces, ¿la postura cuidadosa y el movimiento decidido habían costado menos que
su salvaje ataque al lobo la noche anterior? Bueno saber. Volvió a golpear y su cetro
chocó contra las patas podridas del conejo.
-1, lisiado. Velocidad de movimiento -30%.
Bien, eso debería ralentizar al animal y permitirle regenerar algo de resistencia. Joe
estaba jadeando un poco, la fuerza que necesitaba si quería infligir algú n dañ o era
difícil de reunir.
El zombi de repente se abalanzó sobre él y le desgarró la pierna con sus grandes y
planos dientes. Joe lanzó un grito agudo cuando las reservas de grasa de su pierna
quedaron expuestas al aire libre.
-7 salud. Sangrado (menor), -1 de salud cada cinco segundos. ¡Es posible una infección
menor si la herida no se trata en 30 minutos!
¿Có mo diablos fue eso justo? ¡Estaba blandiendo un arma, estaba usando dientes
podridos! Perdiendo el equilibrio, Joe volvió a blandir su arma, golpeando al animal y
agotando por completo su resistencia. Cayó al suelo cuando una ola de cansancio lo
golpeó y esperó a que el siguiente ataque desgarrara su cuerpo. Después de un
momento, abrió los ojos y buscó al zombi con el que había estado luchando.
La criatura no estaba a la vista, pero un pequeñ o montó n de cenizas le informó de su
destino. Joe estaba tan confundido que tuvo que revisar los registros de combate.
¡Golpe de mirada! ¡El conejo zombi no sufre ningún daño! ¡El cetro activa la habilidad
[Convertir muertos vivientes]! Como Zombie Rabbit tiene la mitad de salud o menos, ¡se
desintegra! Exp.: 4!
Bueno, eso lo explica. Joe miró su arma con nuevo aprecio y también se alegró de
conocer nuevos datos sobre los zombis. Tenían que tener entre tres y cuatro puntos
de salud y mordían mucho.
duro. No só lo necesitaba tener cuidado con sus ataques normales, sino que no había
forma de esquivarlos. Tenía que tener mucho cuidado para estar al tanto de sus
heridas porque, si bien no sabía qué dañ o le causaría la enfermedad, probablemente
fuera desagradable. Con un movimiento rá pido, curó su pierna y se sentó para
recuperar su resistencia. No quería ser perezoso, pero necesitaba poder blandir su
arma con toda su fuerza al menos tres veces. Ademá s, ¿no se suponía que las versiones
zombies de estos animales valían experiencia adicional?
Respuesta del sistema automatizado: como clérigo no dedicado al mal ni a la
nigromancia, una parte de tus deberes es destruir a los no-muertos. No se ganará
experiencia adicional por su destrucción.
Bueno, eso fue simplemente desagradable; Había estado esperando niveles rá pidos de
esto. Joe rá pidamente comenzó a cazar en serio, tratando de perfeccionar su técnica
de golpear el crá neo a medida que avanzaba. Ponte detrá s del zombi, golpea con el
cetro la pierna de la criatura y, con suerte, paralízala. Da un paso atrá s y deja que tu
energía se recupere un poco. Ataca dos veces, golpea la cabeza lo má s fuerte posible. Si
el zombie murió , ¡genial! Si no, da un paso atrá s y espera un momento. Acaba con el
zombi, colapsa por agotamiento. Le tomó algunos intentos, pero comenzó a volverse
má s eficiente en el desmantelamiento de los conejitos no-muertos. Recibió una
notificació n tres horas después de matar zombis, justo cuando mató a su animal
nú mero treinta y dos.
¡Por realizar cien ataques sin fallar, destreza +1! Por haber recargado tu resistencia
desde menos de un tercio treinta veces en tres horas: ¡constitución +1!
Habilidad adquirida: Dominio del bastón (Principiante I). Has dado un paso en el camino
de golpear a tus oponentes con objetos contundentes y esperar contra toda esperanza
que se mantengan alejados de ti. ¡Lo estás haciendo genial!
¡Sí! ¡Estaba en camino de ser tan saludable como un niñ o promedio! Quizá s un niñ o
enfermizo. ¿Un cetro era considerado un bastó n? Muy bien, él podría lidiar con eso.
Joe planeaba seguir adelante, pero el ruido de su estó mago le informó que estaba
empezando a tener hambre. Se dio la vuelta y lentamente se dirigió hacia el punto de
encuentro del equipo. Cuando llegó , se quedó paralizado al notar que algo andaba mal.
Le tomó un momento comprender por qué sus sentidos gritaban peligro, pero
entonces alguien salió de detrá s de un á rbol y el olor a sangre flotó sobre sus sentidos
mejorados.
—¡Hola! ¡Debes ser el clérigo que nos ha causado tantos problemas ! El hombre estaba
sonriendo pero ciertamente no parecía demasiado feliz. —¡El gremio Wanderers
ahora está por delante de nosotros en ganancias de reputació n! ¿Có mo propones
arreglar eso por mí?
Joe se sorprendió por el repentino acontecimiento, pero trató de mantener la calma.
—No tengo idea de lo que quieres decir. Lamento decirte que no puedo ayudarte; Só lo
estoy aquí para reunirme con mi equipo—.
—¿Oh?— Unas cuantas personas má s salieron de su escondite mientras el hombre
hablaba. —El equipo de Tiona, ¿verdad? Bueno, volverá n a estar en línea mañ ana.
¿Qué tal si vas de fiesta con nosotros por un tiempo? Ya sabes, ¿compensar la pérdida
de nuestro tiempo? Obviamente estas personas habían matado al equipo de Joe
mientras él estaba cazando conejos heroicamente. Por la apariencia de la sangre que
goteaba de los demá s, decir —no— no sería apreciado.
—¿Y quien eres tu?— Joe preguntó lo má s audazmente posible, tratando de inyectarse
confianza.
—Me llamo 'Disparo a la cabeza'. Soy el líder de un pequeñ o gremio, es posible que
hayas oído hablar de él. ¿Los incondicionales? Su sonrisa se hizo má s amplia cuando
vio a Joe hacer la conexió n. Los Hardcores eran el gremio de personas dedicadas a
hacer PK a personas en grupos a largo plazo. Sabiendo que Joe sabía de él, Headshot
quedó desconcertado por las siguientes palabras que escuchó .
—Ninguna posibilidad. También podría enviarme a reaparecer—. Joe miró a las
personas que habían matado a su equipo antes de darse vuelta e intentar alejarse.
—¡Oye, oye! ¡No hay necesidad de ser tan hostil! Headshot hizo un movimiento y los
demá s rodearon a Joe, cortá ndole el escape. —¿Qué tal si vienes con nosotros a dar un
paseo y puedes tomar una decisió n cuando terminemos de charlar?—
Una espada se clavó en la espalda de Joe, quitá ndole cinco puntos de salud y
haciéndolo hacer una mueca de dolor. Headshot se dio la vuelta y comenzó a caminar;
Joe se vio obligado a seguirlo. —¡ Trabajar para mí tiene tantos beneficios ! Subes de
nivel má s rá pido porque la competencia no eliminará tus muertes, puedes ingresar a
á reas de generació n de alta densidad que controlamos y, lo mejor de todo, ¡mi gremio
no te matará cada vez que te veamos!
Joe permaneció en silencio mientras el hombre hablaba elocuentemente de todas las
tá cticas de control que usaba contra otras personas, pero estaba completamente
disgustado por lo que escuchó . Por la forma en que este hombre hablaba, todos en el
gremio eran esclavos mientras que todos los demá s eran un obstá culo que debían ser
eliminados. Pasaron por el límite del territorio de los lobos y un sonido atronador
comenzó a aumentar de volumen.
—¿Te preguntas qué es eso?— Headshot ya no sonreía ni pretendía ser amable;
parecía haber decidido que Joe no iba a aceptar su oferta. Ahora su ú nico interés era
hacer que el desafiante clérigo sufriera lo má s posible antes de morir. —Eso es una
cascada. Desemboca en lo que só lo se puede llamar un agujero en el mundo y
desemboca en un lago realmente pequeñ o.
Bueno, tal vez simplemente parezca pequeñ o. Después de todo, hay un largo camino
hacia abajo. ¡Pero eso no te importa! Lo que te importa es toda la roca que rodea el
pequeñ o lago—.
Joe se vio obligado a llegar al borde del agujero y tuvo que admitir que Headshot no
había estado exagerando. Esto se sentía como el fin del mundo. Hasta donde él podía
ver, el suelo só lo cayó unos miles de pies. Lo extrañ o fue que podía ver la luz del sol en
el fondo. ¿Fue otra etapa del juego? ¿Otro continente que no habían desbloqueado? De
ser así, o el terreno en el que se encontraban estaba elevado o el que estaba mirando
se había hundido. Headshot agarró a Joe por el cuello y lo empujó hacia adelante. —
¡Es hora de elegir! Ú nase a mí y obtenga todo tipo de beneficios, o tome lecciones de
vuelo y lo intentaremos nuevamente en otro momento—.
—Supongo que voy a reaparecer porque no hay posibilidad de que me una a ustedes.
Ademá s, tu discurso de reclutamiento apesta—. Joe le hizo un gesto grosero a
Headshot, cuyo rostro se contrajo de ira. —Eres un niñ o demasiado grande—.
—¿Quieres jugar de esta manera? ¡Bien! Saltar.— Headshot se cruzó de brazos y lo
fulminó con la mirada. —De esa manera, obtendrá s el tiempo má ximo de reaparició n.
¿Saltar intencionalmente de un acantilado? ¿ Qué pensará Al de ti?
—No voy a saltar—. Joe le devolvió la mirada con la misma dureza, extendiendo el
gesto grosero a los otros jugadores mientras esperaba que la situació n llegara a un
punto crítico.
—O firmas el contrato para unirte a nuestro gremio, o vamos a empezar a quitarte
pedazos. O simplemente puedes saltar. Si nos haces empezar a cortarte, nos
aseguraremos de no dejarte morir. No necesito que mi nombre vuelva a aparecer en
rojo, o ya habrá oscurecido cuando pueda volver a entrar a la ciudad—.
—Eres un completo idiota. Al diablo con tu gremio; Me vengaré de ti por esto—,
prometió Joe con vehemencia, después de haber tomado su decisió n.
—Empiecen a apuñ alarlo, muchachos. Se está volviendo demasiado hablador—.
Cuando los objetos puntiagudos comenzaron a acercarse a él, Joe respiró hondo, se
giró y saltó.
CAPÍTULO NUEVE
El viento sopló alrededor de Joe mientras se acercaba a la velocidad terminal. La roca
se acercaba cada vez má s mientras Joe intentaba pensar en una salida a esta situació n,
pero lo ú nico que se le ocurrió fue —esto va a doler—. Estaba casi seguro de que
sobreviviría porque los efectos de su tú nica eterna harían efecto. Lamentablemente,
no estaba seguro de permanecer con vida por mucho tiempo, ya que estaba seguro de
que sería una mancha sucia en el suelo. Joe apuntó a sí mismo y lanzó curació n, y una
bola de agua apareció en su mano. Su velocidad de caída creó un viento azotador que
arrancó el agua curativa de él mientras intentaba acumularse en su mano, pero notó
que a pesar de no poder controlar el hechizo, el agua seguía su camino a través del
aire. Se suponía que el alcance del hechizo só lo sería de tres metros. ¿Caer negaría
eso? ¿Aumentar el alcance, tal vez? Era una esperanza desesperada, pero creó tantos
orbes como pudo, comenzando a hiperventilar a medida que los ú ltimos metros
pasaban borrosos.
*¡Splat!* Joe había caído boca abajo al suelo y debería haber muerto instantá neamente.
Ahora había una pared de texto frente a sus ojos, pero no podía concentrarse en la
informació n que le proporcionaba el juego. Joe só lo podía concentrarse en lo que le
decía su cuerpo . Se le habían saltado los ojos. Su interior era exterior. Sus huesos
estaban hechos añ icos.
*Splashl* Las cinco esferas de agua curativa aterrizaron en sucesió n sobre él, y su
cuerpo dañ ado fue forzado a tomar una forma cohesiva. Habría gritado si no estuviera
en shock cuando su columna vertebral se volvió a conectar. En un instante, tenía
veinticinco puntos de salud. Se agarró a sí mismo y usó la imposició n de manos y se
curó hasta que estuvo en plena salud, luego se dejó caer hacia atrá s y respiró
profundamente y estremeciéndose. ¡El dolor había pasado tan rá pido que apenas era
terriblemente traumá tico! Realmente esperaba no tener ningú n sueñ o sobre esta
experiencia, aunque sabía que era inevitable. Joe abrió sus ojos reparados y miró las
notificaciones que había recibido.
negado. ¿Te gustaría que tu clase se muestre como Jumplomancer o permanecer como
Clérigo? (Nota: el costo de las habilidades y los hechizos es 5 veces más caro si se usan
desde una clase no enfocada). Ganancia de reputación: Pendiente de revisión. Problema
elevado.
de Joe daba vueltas mientras miraba estos nuevos detalles. ¿Se ganó una nueva clase?
¿Có mo funcionó 'Saltar'? Se aclaró la garganta y tartamudeó : —U-uh… ¿mantener
concentrada la clase de clérigo? Qué extrañ o, pensé que —mancer— significaba una
forma de adivinació n. Supongo que se trata simplemente de utilizar el término má s
comú nmente aceptado. De lo contrario, creo que debería ser 'jumplokineser'—.
Esperó a que el sistema reconociera sus palabras, pero no hubo ningú n cambio
notable. Joe no tuvo otra opció n que empezar a caminar, buscando algú n camino o
señ al de civilizació n. Después de unos diez minutos vio una nube de polvo en el
horizonte. Se quedó mirando los puntos que se movían rá pidamente en la nube,
tratando de descubrir qué eran y en qué viajaban para poder moverse tan rá pido. Uno
de los puntos cambió abruptamente de direcció n, seguido poco después por los
demá s. Se movían lo suficientemente rá pido como para quedar borrosos, y en unos
momentos Joe estaba rodeado.
Parpadeó mientras miraba las formas altas y pá lidas que lo rodeaban. No habían
estado montando nada; ¡simplemente estaban corriendo! En su mayoría eran
humanoides pero tenían otras características que no podía ubicar. Uno de ellos dijo
algo ininteligible y otro pareció ponerse furioso. Lo señ alaron, charlando con dureza.
¡La prueba de carisma falló!
La primera criatura se encogió de hombros, sacó una maza reluciente y se la lanzó a
Joe.
El aprendiz novato Goblin Berserker adolescente inflige 9999 daños contundentes. ¡Te
has muerto! Debido a que estás en un área en la que no podrías haber estado y estás
luchando contra un monstruo que nunca deberías haber conocido, tu tiempo de
reaparición se establece en el menor posible. Puedes volver a unirte a Eternium en tres
horas y aparecerás en tu punto de enlace actual o en tu ciudad inicial. Sin embargo, hay
consecuencias por saltar intencionalmente desde un acantilado. Estoy revisando esta
situación. Has perdido 400 de experiencia.
Joe parpadeó . Miró a su alrededor y se dio cuenta de que esta debía ser la sala de
reaparició n. ¡No había sentido ningú n dolor, pero ese ataque había sido má s dañ ino
que caer unos miles de pies y aterrizar de cara sobre una piedra! Sacudió la cabeza.
¿Có mo se suponía que alguien iba a luchar contra eso? Joe se sentó en una silla mullida
y miró a su alrededor buscando algo que hacer mientras esperaba. Casi se golpea a sí
mismo cuando
¡Se dio cuenta de que no había llamado a su madre desde que se unió al juego!
Rá pidamente estableció una videollamada con ella y sonrió cuando ella lloró al ver
que Joe caminaba y agitaba los brazos. Su entusiasmo disminuyó un poquito cuando le
explicó que estaba en una realidad virtual, pero se aseguró de omitir la parte de —
estar legalmente muerto—. Hablaron durante má s de una hora antes de que ella
tuviera que irse, pero esa conversació n había sido reconfortante para él, curando su
alma a un nivel que só lo hablar con un ser querido puede lograr.
Joe pasó algú n tiempo buscando datos sobre el juego, pero parecía que todavía había
un bloqueo de informació n. Joder, esperaba algunos consejos para mejorar sus
habilidades. Jugueteó con Internet durante un rato hasta que un pitido llamó su
atenció n. Había un cronó metro de cuenta regresiva sobre una oscuridad arremolinada
que se estaba transformando en un portal. El portal se estabilizó cuando el
cronó metro terminó y Joe atravesó la abertura directamente a la plaza del pueblo de
Ardania. El sol ya se había puesto, como era de esperar, ya que se había perdido seis
horas de juego.
Joe encontró al guardia má s cercano y le contó que Headshot lo hizo caer por el
acantilado y morir. El guardia, aunque cortés y comprensivo , simplemente saludó a
Joe y se encogió de hombros. —¿Qué se supone que debo hacer aquí? Caíste y mueres,
pero aquí está s. Entonces...?—
Sin saber qué má s hacer, Joe entró en la taberna y residencia temporal de su gremio.
Una pared de ruido casi arrojó su demacrado cuerpo a la calle cuando la puerta se
abrió . Alguien lo notó y lo señ aló . Lo arrastraron al frente de la sala y lo dejaron caer
frente al líder del gremio. —¡José! Clérigo, ¿verdad?
—¡Sí! ¿Qué está sucediendo?— Joe miró a su alrededor mientras el ruido amainaba; La
gente reunida parecía anticipar algo.
—¡Declaramos la guerra a los incondicionales!— Gritó el hombre, un rugido de
aprobació n correspondió a sus palabras. —Recorrieron la ciudad y aniquilaron a seis
grupos de nuestro pueblo. Luego comenzaron a cazar jefes de campo y ganaron
reputació n en la ciudad. Estuvieron por delante de nuestra clasificació n todo el día,
pero hace aproximadamente una hora hubo un anuncio—.
—¿Qué era? Acabo de reaparecer—. Joe estaba mirando a su alrededor a todos los
rostros nuevamente expectantes, pero ante sus palabras, sus rostros se hundieron.
—Maldita sea, pensé que serías tú —. El líder del gremio se pasó una mano por el
cabello y sonrió tontamente. —¡Nuestro gremio acaba de obtener mil puntos de
reputació n con la ciudad por tener la primera persona en obtener una habilidad
clasificada como experto! Estamos tratando de descubrir quién fue porque si
abandonan el gremio, se llevan la reputació n. Ahora somos
el gremio nú mero uno en la ciudad, y só lo una semana má s o menos para obtener el
estatus de —Amigo—. Lo habríamos tenido antes, pero esos incondicionales siguen
robando asesinatos y luego aniquilá ndonos. Entonces, la guerra—.
—¡Guerra!— Los miembros del gremio hicieron eco del hombre.
—¿Dó nde entro yo? Mataron a todo mi equipo; Estoy listo para vengarme de ellos—.
La voz de Joe era fría. Un rugido de aprobació n lo hizo sonreír, pero las palmadas en la
espalda literalmente lo estaban matando. Necesitaba curarse sutilmente para
mantenerse en pie.
—¡Ese es el espíritu!— Joe recibió una palmada en la espalda una vez má s. —
¡Necesitamos sanarnos! Tienen má s gente, pero si podemos seguir persiguiéndolos,
¡los dejaremos atrá s antes de que puedan entender qué los golpeó !
—¡Funciona para mi! ¿Quién necesita curació n? Joe comenzó a recorrer la habitació n y
pronto todos los que habían resultado heridos en la ú ltima semana estaban en
ó ptimas condiciones de salud. Después de eso, bueno, estaban todos en una taberna.
El gremio proporcionó bebidas y todos se emborracharon. Al día siguiente…
¡comenzaría la caza!
Joe se despertó agarrá ndose la cabeza y gimiendo. Intentó curarse a sí mismo, pero el
agua curativa que fluía sobre él no hizo nada por su deshidratació n. Inspirado por un
pensamiento repentino y recuerdos de esta situació n exacta en el ejército, se perforó
una vena en el brazo y dirigió su capacidad curativa hacia su cuerpo como una vía
intravenosa. Su recompensa fue una migrañ a que disminuyó rá pidamente y un
mensaje del sistema.
Se eliminó el perjuicio de resaca.
Nueva habilidad obtenida: ¡Limpiar! Mientras que otros necesitan luchar contra los
efectos del veneno, las enfermedades u otros efectos perjudiciales, ¡sus pacientes podrán
ignorarlos por completo! Costo: 15 n de maná, donde 'n' equivale al nivel de habilidad.
Efecto: Elimina los efectos perjudiciales con el tiempo. Habrá un coste de maná por
segundo hasta que el paciente se cure. ¡ La velocidad de recuperación aumenta un 1%
por nivel de habilidad!
Impresionante. Joe decidió que usaría la limpieza varias veces esta mañ ana para
mostrar y nivelar la habilidad, pero cobraría por ello en el futuro. Comenzó con el
líder del gremio, que entrecerraba los ojos y gruñ ía ante una molesta Tiona. Mientras
el alivio literalmente lo invadía, el líder miró a Joe con gratitud y pudo unirse -
plenamente a la conversació n. Joe asintió y pasó a otros pacientes graves. Pronto la
taberna volvió a estar animada y los grupos comenzaron a salir para cazar a los
incondicionales.
—¡José! Me gustaría que hoy te quedes en la ciudad todo el día, si es posible—. El líder
del gremio estaba ignorando a Tiona mientras decía esto, para su disgusto.
seguro. —Si alguien intenta atacarte en la ciudad, el guardia lo pondrá en la lista negra
y lo matará durante una semana cada vez que vuelva a aparecer. De esta manera,
podemos traerte a nuestros heridos y tú estará s a salvo—.
Joe miró a Tiona pero tuvo que aceptar que la ló gica era buena. —Cosa segura. De
hecho, esperaba encontrar una biblioteca y leer por un tiempo. Sí, lo de ayer fue un
poco… intenso—. Un recuerdo de dolor cruzó por su rostro al recordar haber
estrellado su cuerpo contra el fondo de un acantilado.
Tiona malinterpretó su expresió n. —¡Joe, hice lo mejor que pude! ¡No abandones mi
equipo só lo porque moriste una vez! ¡Todos lo hemos hecho! La primera muerte es la
má s dura; ¡te acostumbras!—
—¡Vaya, má s despacio! No voy a dejar tu equipo, só lo me tomaré un día libre—. La
respuesta de Joe no pareció satisfacer al luchador. —Escucha, Tiona, ayer me
empujaron por un precipicio. No morí inmediatamente cuando caí al suelo, así que
pude experimentar la hermosa sensació n de una mirada en primera persona a mis
intestinos. Me tomaré un solo día para superar eso y sanar a otras personas—.
Tiona lo miró con atenció n, como si pudiera determinar la veracidad de sus palabras
con un concurso de miradas. —Bien. ¡Sin embargo, vendrá s mañ ana, incluso si tengo
que arrastrarte! Salió disparada por la puerta, casi arrancá ndola de las bisagras.
Joe fue acompañ ado a la biblioteca de la ciudad y cortésmente le —pidieron— que
permaneciera en el á rea para estar disponible para las necesidades del gremio. Joe
asintió y entró en la biblioteca, respirando profundamente el aire ligeramente
mohoso. Siempre le habían encantado los libros. Cuando era adolescente, se había
ofrecido como voluntario en una biblioteca después de la escuela y los fines de
semana solo para poder ser siempre el primero en sacar los libros nuevos que
llegaban. Después de que lo volaron del cielo, no había No he podido pasar las pá ginas.
El entretenimiento se había convertido exclusivamente en televisió n, todo el tiempo.
—Buenos días, viajero. ¿En qué podemos ayudarte hoy? Un señ or mayor lo saludó con
la mano desde detrá s de un escritorio lleno de cosas.
—Oh, buenos días. Estoy aquí para leer y explorar la historia del mundo si es posible.
¿Có mo supiste que yo era un viajero? Joe tenía curiosidad; Era casi imposible
distinguir a un jugador de un NPC a menos que se indicara específicamente o te
ofrecieran una misió n.
—Aquí no vemos caras nuevas a menudo—. El bibliotecario arqueó una ceja por
encima de las gafas de media luna. —Odio ser portador de malas noticias, pero el
acceso a la biblioteca está restringido. No quiero ser grosero, pero los viajeros tienden
a ser bastante... destructivos.
Los hombros de Joe se hundieron un poco. Realmente esperaba lograr algú n progreso
en la bú squeda de conocimientos —ocultos—. —¿Qué tendría que hacer para poder
ser admitido?— Siempre podría colarse, pero preferiría que no lo enviaran a la cá rcel
ni lo atacaran nada má s verlo.
—Necesitará una recomendació n de un funcionario de la ciudad. Cualquier empleado
de la ciudad en una posició n de poder lo suficientemente alta servirá —, el
bibliotecario asintió mientras pensaba en voz alta. —Si logras eso, te daré acceso a
algunas secciones. Habrá má s disponibles si haces algú n trabajo para nosotros aquí—.
No había ninguna alerta de misió n, por lo que Joe sabía que se trataba de una misió n
personal —social—. Era probable que obtuviera una recompensa má s allá del acceso a
los libros, pero no se indicaría explícitamente, a diferencia de la misió n de matar
zombis. Pensó un momento y preguntó : —¿Sería el capitá n de la guardia de la ciudad
una referencia digna? Siento que estaría dispuesto a hacerlo—.
—¿El capitá n?— El bibliotecario pareció sorprendido cuando levantó la vista del
perió dico que había vuelto a leer; aparentemente nadie má s había seguido haciendo
preguntas o esforzá ndose por entrar a la biblioteca. —Uhm, sí, estaría bien. De hecho,
tengo un cristal de comunicació n que se conecta con su oficina. ¿Está s seguro de que
te gustaría preguntarle? Si dice que no, asumiré que me estabas mintiendo. No te irá
bien—.
—¡Por favor llá malo entonces!— Joe le dedicó una sonrisa brillante al hombre,
tratando de proyectar una vibra inocente.
—Bien entonces.— El bibliotecario se encogió de hombros y tocó un cristal sobre su
escritorio. Cuando el capitá n respondió un momento después, el bibliotecario le
explicó la situació n. Una brillante referencia salió del cristal de comunicació n, hasta el
punto que cuando el bibliotecario cortó la llamada, miró a Joe con incredulidad. —
¿Có mo diablos conseguiste agradarle? ¡No le gusta nadie! ¡No le agrado! Te pido -
disculpas, pero al instante pensé que me estabas mintiendo. La ú nica razó n por la que
lo llamé fue para que pudiera arrestarte por intentar usar su nombre para acceder—.
—Eso parece un poco excesivo…— murmuró Joe en voz baja. No lo suficientemente
suavemente.
—¡Excesivo! ¡Ja! ¡El primer viajero que entró en la biblioteca prendió fuego a una guía
de mazmorras de primera edició n! He implementado estas reglas desde entonces, y
¿adivinen cuá ntos libros comenzaron a arder después de eso? ¡Cero!— De repente
empezó a sospechar. —No puedes crear fuego, ¿verdad?—
—Soy un clérigo. Puedo crear agua. Aú n no hay fuego. Joe pensó que lo mejor sería
complacer a este individuo enojado. —¿Puedo preguntar tu nombre?—
—Soy Boris, el bibliotecario jefe. Será mejor que no mojes mis libros; el agua puede
ser tan dañ ina como el fuego, aunque en menor escala—, amenazó Boris mientras
miraba a Joe con los ojos entrecerrados. —Después de esa recomendació n de un
miembro tan estimado de mi bella ciudad, tendrá s acceso a todo el primer piso.
Incluso si mi corazó n me dice que te mantenga alejado de mi preciosa literatura—.
—Muchas gracias, señ or Boris—. Joe inclinó un poco la cabeza. —Espero que mi
tiempo aquí me ayude en mi camino para convertirme en un académico cuando haya
adquirido suficientes conocimientos—. Comenzó a caminar hacia las estanterías de
libros, pero Boris lo detuvo una vez má s.
—¿Un escolar? ¿ Quieres convertirte en un erudito? ¿No es un guerrero grande y
poderoso , un vencedor de bestias? ¿Quieres estudiar las tumbas polvorientas y la
palabra escrita? Los ojos de Boris parecieron brillar.
—En cierto modo, sí. Quiero hacer todo eso. Las bestias incluidas—. Joe le devolvió
una media sonrisa al hombre de aspecto frá gil. —Quiero aprender má s de lo que se
almacena en lugares seguros como esta encantadora biblioteca. Quiero buscar
historias perdidas, encontrar fó rmulas de hace eones pintadas en las paredes de las
cuevas y descubrir magia poderosa oculta por magos antiguos. Por desgracia, todavía
me faltan fuerzas para la aventura, por lo que mi viaje comienza aquí—.
Boris ahora le sonreía. —¡Creo que puedo ver por qué el capitá n está tan enamorado
de ti! Bueno, si lo que necesitas es fuerza física, está s solo. Pero... hay algunas cosas
que podrías hacer por mí y que podrían acelerar tu bú squeda de conocimiento.
Ademá s, como bibliotecario jefe, soy el hombre que te pondrá en el camino del erudito
cuando seas lo suficientemente fuerte. Si lo desea, puedo permitirle realizar algunas
de las tareas que los principiantes deben completar y simplemente retener su
recompensa hasta que esté listo. ¿Sería esto aceptable?
Alerta de misió n: Pasos a través de la historia I. El bibliotecario jefe Boris le ofrece
tareas que todos los eruditos deben completar. Sus recompensas se conservarán hasta
que esté listo para recibirlas, pero esta podría ser una excelente manera de adelantarse
a la competencia. Aceptar rechazar
Joe eligió —aceptar— y le tendió la mano. —Me encantaría trabajar contigo. ¡Gracias
por esta oportunidad!—
La sonrisa de Boris pareció volverse siniestra cuando le asignó a Joe su primera tarea.
Tres horas má s tarde, Joe maldecía su nombre mientras intentaba ordenar otro
estante. —¿Clasificar los libros en el primer piso? ¿Es esto un enfermo?
¿broma? Sin título, sin autor... ¿có mo diablos se supone que voy a hacer esto? ¿Por
color?
Hasta ahora, había descubierto que el ú nico método que funcionaba era leer al menos
los primeros capítulos y tratar de entender de qué se trataba el libro. Luego colocaba
libros similares en pilas y esperaba poder encontrar suficientes para llenar un estante.
—Tiene que haber una mejor manera de hacer esto. ¿Quizá s sea una habilidad dada
por el trabajo académico? ¿Pueden ver dó nde deberían estar los libros? ¿Es esto algú n
tipo de tortura ? Joe encontró un pequeñ o beneficio en el trabajo cuando apareció una
notificació n.
Habilidad adquirida: Lectura. Mientras otros corren y se lastiman, ¡tú solo fatigas la
vista! ¡+2% de velocidad de lectura por nivel de habilidad!
Joe sintió que ese mensaje había sido un poco... sarcá stico, pero la habilidad en sí era
excelente, dando un mejor porcentaje que cualquier otra habilidad que hubiera
adquirido. ¿Fue porque esta no era una habilidad de combate? Necesitaba encontrar
má s informació n sobre las habilidades de nivelació n. Joe gimió mientras miraba la
vasta colecció n de libros. El primer piso tenía todos los libros comunes del Reino,
libros que estaban disponibles para cualquiera que pudiera encontrarlos. Los pisos
superiores tenían libros poco comunes, raros, ú nicos e incluso algunos legendarios en
alguna parte. Obtener acceso era la ú nica forma de acceder a ellos, ya que eran muy
valorados y, por tanto, muy protegidos.
—Necesito encontrar una manera má s rá pida... ¿tal vez podría orar por ello?—
Decidiendo que también podía intentarlo, ya que solo estaba haciendo esto todo el día,
Joe activó la oració n y oró en voz alta pidiendo guía en sus tareas. Nada pareció pasar,
así que suspiró y continuó clasificando. ¿Quizá s necesitaba ser má s específico? Giró la
cabeza para mirar todos los libros que necesitaba clasificar y sus ojos saltaron a un
libro específico en un estante específico. Una gran cantidad de maná desapareció
cuando se utilizó una de sus nuevas habilidades.
¡Intervención divina! ¡Prueba de percepción exitosa (percepción más modificador de
'saltar')!
Joe subió una escalera corta, intentando mantener la vista en el libro. Cuando sus
manos lo agarraron, se dio cuenta de que había necesitado apartar otros libros para
llegar a éste. Estaba en un estante al que no tenía intenció n de llegar hoy, escondido en
un lugar que no podía ver desde el suelo. ¿Fue todo esto porque podía sumar su
puntuació n de salto a las habilidades? ¿O fue só lo porque había orado? Joe decidió que
necesitaba poner a prueba sus habilidades mucho má s a fondo. Le dio la vuelta al libro,
lo miró atentamente y trató de determinar por qué sería ú til. Necesitaba sostener el
libro con cuidado, ya que era viejo y estaba en mal estado.
forma. Acercá ndose y sentá ndose en una mesa, abrió suavemente el libro y leyó las
primeras pá ginas. Inmediatamente encontró algo interesante; a diferencia de la
mayoría de los otros libros que había leído... este tenía un título.
—¿En serio? ¿Magia ritual para principiantes para los muy desinformados? Entonces...
¿magia ritual para tontos? Joe sintió que toda su esperanza se desinflaba. —Al menos
parece serlo para mi clase. Veamos, capítulo uno... 'Los rituales son hechizos que
pueden afectar a un á rea grande o a un objetivo individual pequeñ o. Si bien los
rituales han existido desde tiempos incalculables y cualquiera puede utilizarlos, son
una tonta pérdida de tiempo y dinero y la peor parte de las bromas por sus requisitos
ineficientes y costosos. ¡Qué clase tan maravillosa he obtenido! Al menos mi habilidad
má gica ritual finalmente podría resultar ú til—.
Al revisar la diversa informació n sobre rituales disponible en el libro, casi se ahoga
con los componentes requeridos. ¿Fibra de oro? ¿Polvo de diamante? ¿Sacrificios de
bestias liberadas de nivel veinte... en un altar... durante la luna llena? ¡No es de
extrañ ar que se rieran de la magia ritual! ¡Algunas de estas cosas eran simplemente
imposibles de adquirir a menos que fueras increíblemente rico o poderoso! ¿ Este era
un conjunto de rituales para principiantes ? ¿O era simplemente un libro para desviar
a los idiotas? ¿Có mo entró en juego aquí su efecto ritualista? ¿Necesitaba utilizar
menos componentes o podía salirse con la suya utilizando material que costara la
mitad? ¿Podría utilizar alambre de plata en lugar de oro, por ejemplo? Necesitaba
probar uno; necesitaba saber qué esperar.
Sacudiendo su sorpresa, recordó có mo había encontrado este libro. Había orado por
ello y su deidad no lo desviaría... ¿verdad? Había estado buscando una manera de
organizar los estantes; ¿Quizá s eso estaba incluido en este libro en alguna parte? Joe
hojeó el grimorio y tomó nota de la gran cantidad de hechizos que contenía. Una
colecció n bastante impresionante para esta etapa temprana del juego. Sin embargo,
siendo realistas, la cantidad de rituales contenidos en este libro simplemente no
importaba. A menos que tuviera los recursos de una ciudad para jugar, pasaría mucho
tiempo hasta que pudiera utilizar la mayoría de ellos. Aproximadamente a la mitad del
tomo, encontró lo que estaba buscando.
'—Servicio de limpieza de la hermanita'. Nombre extrañ o. ¿Convoca a doncellas
espectrales para que limpien? Joe leyó los requisitos, tratando de determinar si era
factible intentar este ritual. —Un nú cleo de monstruo de bajo grado para potenciar el
ritual. ¿Por qué se capitaliza el nú cleo? ¿Un pie de alambre plateado por cada dos
metros de efecto, un cerebro de zombi para realizar la tarea monó tona y un requisito
inicial de ochocientos maná? Joe sintió un poco de ná useas ante los requisitos. Seguro
que tenía el dinero.
ahora, pero había crecido en la clase media baja. Quería guardar su dinero para
cuando lo necesitara con urgencia.
Cortó ese hilo de pensamientos y volvió a mirar el ritual. —Parece ser un hechizo
permanente… al menos, no se muestra un tiempo de finalizació n en la fó rmula.
Entonces, ¿necesito cortar la forma necesaria, el... diagrama ritual... en algo que actú e
como foco? Probablemente debería traer algo conmigo para no dañ ar la propiedad de
la biblioteca. Estoy bastante seguro de que Boris me mataría o me arrestaría.
Joe miró el material requerido y luego miró los miles de libros que esperaban ser
clasificados. Pagar para ganar era una estrategia vá lida , ¿verdad? —Supongo que
estoy corriendo al banco—.
CAPITULO DIEZ
Al salir de la biblioteca, Joe hizo una mueca cuando el brillante sol bañ ó sus ojos
altamente perceptivos. Otra razó n má s para no quedarse en casa y leer escritos
pequeñ os con poca iluminació n. Nadie del gremio se había presentado todavía para
curarse, por lo que se sintió seguro de correr al mercado por un rato. Antes de eso,
necesitaba recuperar algunos fondos de su cuenta. Joe se tomó el tiempo para
preguntar có mo llegar al edificio y se dirigió al banco de la capital. Había una pequeñ a
multitud, pero afortunadamente las colas eran bastante cortas. Después de esperar
detrá s de un hombre que olía como si tuviera media docena de gatos, Joe llegó al
escritorio y le pidió al cajero que accediera a su cuenta. Su capa dañ ada y sus ropas de
principiante fueron observadas por el contador aparentemente crítico con una sonrisa
iró nica de desdén. Al obtener la informació n de Joe, el hombre palideció , tosió y
comenzó a ayudarlo de manera muy profesional.
Joe miró su cuenta y se sorprendió un poco. ¡Tenía cien de oro má s de lo esperado!
Cuando preguntó al respecto, el cajero le informó que se debía a que sus fondos
acumulaban intereses. Su cuenta y el oro habían sido creados antes de que comenzara
a jugar, por lo que la gran pila de dinero había estado allí y crecía día a día. Joe
felizmente retiró billetes de banco por un total de cincuenta monedas de oro.
Funcionaban como cheques: a menos que él los firmara, no tenían valor monetario.
Incluso si le robaban, el juego garantizaba que su dinero estuviera seguro. Por
supuesto, los billetes no funcionarían fuera de la ciudad (si alguna vez encontraban
una ciudad sin banco), por lo que también sacó algunas monedas de plata y cobre
como monedas físicas. Joe salió del banco de muy buen humor y se dirigió al mercado.
El alambre de plata era fá cil de comprar a un herrero, aunque parecía pensar que Joe
era algú n tipo de fabricante de joyas y trató de cobrarle una cantidad enorme de má s.
Habiendo vivido ahorrativamente toda su vida, Joe redujo el precio hasta un valor de
mercado razonable. Cuando el herrero regresó poco tiempo después, Joe descubrió
que tenía otro problema. ¡No tenía bolsa para guardar artículos! Sus monedas estaban
en una pequeñ a
bolsa con la que había empezado, pero necesitaba comprar una mochila. El herrero
gruñ ó y dirigió a Joe a una tienda de artículos generales donde pudo encontrar un
contenedor de almacenamiento, prometiendo guardar el cable hasta que regresara.
Este proceso estaba resultando tener demasiados pasos para su gusto; Necesitaba
regresar a la biblioteca antes de que los demá s vinieran a buscarlo. Joe entró en la
tienda y fue recibido por una cá scara antigua que pudo haber sido una mujer en algú n
momento. —¡Bienvenida señ orita! ¿Está n tus padres cerca?
Joe miró alrededor de la tienda vacía, pero ella parecía estar hablando con él. —Yo...
no soy ni joven ni una dama—.
—¡Oh, perdó n por ese joven! Mis ojos ya no son tan agudos como antes y tú eres
dolorosamente pequeñ o para ser un hombre adulto. No eres un gnomo, ¿verdad?
Ajustó unos vasos que habrían servido mejor como botellas de refresco y lo miró
entrecerrando los ojos. —Hace varios siglos que no veo gnomos por aquí—.
—No, só lo un hombre humano delgado—. Joe estaba empezando a ponerse nervioso .
—Estoy aqui para-—
—¿Arregla esa pobre bata?— —interrumpió la anciana. —¡Qué bueno también!
¡Parece abatido y se está desmoronando a cada segundo! Se levantó y se acercó ,
pasando las manos por la ropa hecha jirones.
—¿Desentrañ ar?— Joe miró su bata. Ya lo había salvado dos veces de una muerte
segura; necesitaba que siguiera siendo funcional.
—¡En efecto! Tú nicas eternas, ¿hmm? ¡Hacía mucho tiempo que no veía algo así! Usted
vino al lugar correcto; un error al arreglarlos y se convierten en tú nicas poco
interesantes. Date prisa ahora, entrégalos. Costará diez de oro arreglarlos para que
tengan una salud perfecta, y me refiero a salud, no a condició n. El equipo encantado
está vivo, aunque sea por poco—. La dama le quitó la bata con una fuerza
sorprendente.
—Veo. Por favor repá relos lo mejor que puedas—. Las palabras de Joe fueron en su
mayoría superficiales, ya que la señ ora ya se estaba alejando. —Mientras estoy aquí,
me preguntaba si podría comprar una mochila—.
La señ ora no respondió durante unos minutos, pero regresó después de atender las
tú nicas por un rato. —Puedes recoger las tú nicas en un par de días. Fuiste inteligente
al no intentar regatear; No se puede apresurar el arte ni abaratarlo. Sobre esa bolsa,
puedes mirar en la pila de allí. Creo que fue ese montó n. Podría ser ese. O…— Señ aló
un montó n de varias telas. Joe tragó y se dirigió hacia lo que parecía ser un montó n de
todo lo que había en la tienda, aunque fuera remotamente hecho.
de tela. Le tomó unos minutos, pero encontró una mochila decente y la compró .
—¿Supongo que no tendrá s algo así como una bolsa que sea má s grande por dentro?
¿O reduce el peso de lo que hay dentro? Joe preguntó esperanzado. Las bolsas de
almacenamiento eran elementos bá sicos en los juegos y necesitaba algo similar si
quería llevar mucho má s que unos pocos trofeos pequeñ os.
—Seguro hazlo; Tengo algunos anillos espaciales. No es exactamente una bolsa, pero
en mi humilde opinió n suele ser mejor. Ahora, lamentablemente no puedo
vendérselos a cualquiera. Se restringieron después de que los contrabandistas
comenzaron a utilizarlos para llevar drogas a zonas pobladas por la nobleza. Ahora
só lo puedes obtener uno si eres un comerciante, lo necesitas por una razó n legítima, o
si un comerciante como yo personalmente responde por ti y es responsable de tus
acciones—. La anciana le sonrió con una sonrisa desdentada. —Sin embargo, siéntete
libre de intentar convencerme. Ha pasado un tiempo desde que un cliente se puso...
juguetó n—.
Joe se estremeció y miró alrededor de la tienda, tratando de mirar a cualquier parte
menos a la señ ora que se reía de su desconcierto. 'Odds and Ends' era el nombre del
lugar y también una buena manera de describir la tienda. Era una mezcla
desorganizada de elementos, y si fuera un poco má s desordenado fá cilmente podría
llamarse un vertedero. —¿Qué pasaría si yo… trabajara para ti? Podría organizar toda
tu tienda y mantenerla así perpetuamente —.
—¿Perpetuamente? ¡Esa es buena, jovencito! Te garantizo que puedo convertir
cualquier cosa en un desastre—. Ella pensó un momento. —¿Qué tal una apuesta? Si
puedes hacerlo realidad, eso funcionaría para mí. Admito que el negocio ha ido lento;
No mucha gente tiene ganas de revisar contenedores para encontrar lo que busca.
Vagabundos perezosos. Si no puedes hacerlo, trabajas aquí gratis durante una semana
—.
—¡Trato!— Joe aceptó rá pidamente el trato, aunque en privado pensó que el término
—vago— tal vez debería dirigirse al dueñ o de la tienda que no se molestó en
organizar los productos en primer lugar. Le compró una bolsa y algunos frascos y
luego salió . Volviendo rá pidamente al herrero, recogió el alambre de plata y pidió la
misma cantidad para recogerlo mañ ana. También compró un cuchillo para desollar y
preguntó dó nde podía encontrar nú cleos de monstruos.
El herrero se rió en su cara. —¿Nú cleos? Será mejor que tengas mucho dinero,
muchacho. Puedes probar con el alquimista, los mercenarios o el colegio de magos—.
Todavía se reía para sí mismo mientras Joe se alejaba.
Joe decidió que el alquimista era la persona con quien hablar primero. Entró a la
tienda y tuvo que taparse la boca para no marearse. Los potentes químicos, junto con
su sentido del olfato mejor que el promedio, lo hicieron sentir mal al instante.
—¿Puedo ayudarle? ¿Estará s enfermo? Si es así, salga, por favor—. Un hombre que
parecía tener la edad de Joe entró en la sala principal y parecía só lo levemente
preocupado por la salud de Joe.
—Estoy bien.— Joe tosió , intentando despejar sus vías respiratorias. Comenzó a
respirar por la boca para darle un descanso a la nariz. —Estoy buscando nú cleos
monstruosos. Necesito dos nú cleos de baja calidad para un proyecto en el que estoy
trabajando—.
—¿Dos? Seguro que eres ambicioso. Puedo conseguirlos para ti, pero te costará n
treinta de oro cada uno—. El hombre habló en un tono suave y monó tono, como si
intentara no despertar a un niñ o pequeñ o.
Joe casi se ahoga ante el increíble precio cotizado. ¡Eso equivalía a trescientos dó lares
cada uno! —¿Hay alguna manera de conseguirlos un poco… má s baratos?—
—Sí.—
—¿Oh? ¿Có mo?—
—Indo a otra parte—.
—Oh.— Joe volvió a intentarlo: —Si puedo conseguirlos má s baratos en otro lugar,
¿por qué los vendes a precios má s altos?—
El joven sonrió gentilmente. Puedes conseguirlos de mercenarios por tan solo
veinticinco, si no te importa esperar unas semanas. También deberá sobornarlos si
quiere asegurarse de recibir su pedido a tiempo. En la universidad, puedes
conseguirlos por tan só lo veinte monedas de oro, pero só lo si eres estudiante y tienes
un proyecto aprobado por un profesor en el que estés trabajando. Aquí se paga tanto
por la piedra como por la comodidad.»
—Comprendido. ¿Por qué son tan caros?— Joe suspiró y sacó billetes por un total de
treinta de oro. Tendría que volver a visitar el banco.
—Está s a punto de descubrirlo—. El alquimista le entregó a Joe una gema brillante y,
cuando aterrizó en su palma, apareció una notificació n.
¡Se encontró el núcleo del monstruo de bajo grado! ¿Te gustaría convertir esto en puntos
de experiencia? Valor actual: quinientos puntos de experiencia.
—¿Q-quinientos puntos ?— Joe jadeó ante la gema que tenía en la mano. —¿Esto es de
bajo grado?—
—Sí. La forma má s eficiente de volverse poderoso que jamá s se haya encontrado—. El
alquimista suspiró y miró la piedra con nostalgia.
—Por supuesto, hay muchísimos usos para ellos. Hechizos, encantamientos,
pociones... lo que sea. Casi todos los trabajos los requieren, hasta cierto punto. Por lo
tanto, es caro y difícil de adquirir—.
—Gracias por venderme—. Joe miró con nostalgia el Nú cleo una vez má s y lo metió en
su bolso. —Volveré mañ ana para el otro, parece que me faltan fondos—. El alquimista
asintió y volvió a trabajar mientras Joe se marchaba.
El nú cleo, el cable y el maná estaban listos. Ahora, todo lo que Joe necesitaba era un
cerebro de zombie. Caminó hacia la taberna del gremio, só lo para encontrarse con
preocupació n. Tiona se acercó a él amenazadoramente: —No pude encontrarte en la
biblioteca. ¿Qué pasó ? ¿A dó nde fuiste?—
—Necesitaba hacer algunas compras para una misió n—. Joe miró a algunas personas
que sangraban y gemían.
—Necesitas aprender a escuchar, Joe. Uno pensaría que estar en el ejército te habría
inculcado eso. Date prisa y empieza a curarte—. Tiona hizo un gesto enojado a los
compañ eros de gremio heridos. Joe caminó y curó a todos los que lo necesitaban, y
sorprendentemente recibió una notificació n al final.
Habilidad aumentada: Imposición de manos (Novicio II). Como 'Imposición de manos' es
una variante de 'Curar', la habilidad 'Curar' también gana experiencia como ésta.
Habilidad aumentada: Curar (Novicio II).
Joe se llenó de un nimbo de luz plateada y una euforia similar a la nivelació n se
apoderó de él. No fue lavado ni sanado, pero su mente se sintió renovada. Tiona lo
miró y sonrió levemente al recordar la sensació n de aumentar tus habilidades. —Está
bien, te perdono. Alégrate de que nadie haya muerto cuando esperaban ayuda—.
—Lo siento, T.— Joe le sonrió un poco nervioso. —¿Podrías hacerme un favor?—
—No intentes ponerme apodos. ¿Qué deseas?— La voz de Tiona contenía un gruñ ido
de advertencia.
—Necesito dos cabezas de zombies que no estén dañ adas—. Joe levantó las manos
cuando ella comenzó a protestar. —Iría a hacerlo yo mismo, pero dudo que quieras
que salga mientras los gremios está n peleando. Los necesito para misiones—.
Tiona se animó cuando escuchó la palabra —bú squeda—. —¿Son estas misiones en
las que varias personas pueden ser recompensadas o…?—
Joe negó con la cabeza. —Son misiones de profesió n preliminares. Así que, a menos
que quieras ser un erudito, yo no...
—Pase difícil—. Tiona se estremeció con gran exageració n. —Me debes una, pero iré a
buscar tus cabezas de zombie. ¡Espera aquí y no vuelvas a deambular o te golpearé con
un conejo podrido!
Le tomó casi veinte minutos, pero regresó con dos cabezas que goteaban fluidos. Se
los arrojó a Joe y comentó : —Es má s difícil de mantener intactos de lo que debería ser
—.
—Só lo necesito que el cerebro esté intacto—, mencionó Joe sin darle importancia
mientras sacaba su nuevo cuchillo de desollar. Su salud de repente se vio afectada. —
¡Ay! ¡Me mordió !—
—Todavía técnicamente no-muerto. Ademá s, ¿el cerebro? ¿Có mo planeas
almacenarlos? Tiona parecía interesada en el proceso y se acercó para mirar.
—Tengo un par de frascos—. Joe se curó y sacó los recipientes de vidrio, dejá ndolos a
un lado.
—Deberíamos ponerlos en agua o algo así. Un conservante si quieres que duren
mucho tiempo—. Las palabras de Tiona detuvieron a Joe, quien hizo crujir sus nudillos
mientras reconsideraba su elecció n de clase una vez má s. La magia ritual tardó una
eternidad en prepararse.
—¿Podrías preguntar en la cocina si tienen aceite que pueda comprar?— Tiona
regresó unos minutos má s tarde y llenó los frascos con aceite de oliva sin usar. Joe
miró el fluido turbio y luego, en un ataque de inspiració n, lanzó cleanse. La magia
barrió el aceite, sacando pequeñ as partículas que se habían mezclado con el aceite,
como el polvo. —No pensé que eso funcionaría. ¡Limpio!—
Joe abrió los crá neos lo má s suavemente posible, tratando el cerebro como si fuera un
huevo recién cocido. Los cerebros *cayeron* en el aceite, hundiéndose
aproximadamente hasta la mitad antes de flotar. —¡Muy bien, todo listo!—
—¿Qué está s haciendo en mi mesa?— De repente, el camarero se cernió sobre ellos y
miró el desorden de pieles, carne podrida y fluidos que había sobre la mesa
previamente limpia.
Joe y Tiona tuvieron que limpiar y fregar la mesa o correr el riesgo de perder la
reputació n de su gremio. Todo el tiempo, Joe pareció disculparse mientras Tiona lo
miraba ferozmente. Tenía la sensació n de que iba a arrepentirse de que ella lo
ayudara. Cuando terminaron, Joe le informó que iría a la tienda de Odds and Ends y
luego regresaría a la biblioteca ; en caso de que el gremio necesitara encontrarlo
rá pidamente.
Casi huyendo de la taberna y de la enojada Tiona, Joe entró rá pidamente a la tienda y
comenzó a buscar un buen lugar para tallar el símbolo que se necesitaba para el ritual.
Después de mirar algunas ubicaciones posibles, decidió que la talla tendría que ser
ya sea en un estante o en el piso. Determinando que era poco probable que el piso se
moviera, apartó un estante y comenzó a cortar madera.
Por suerte, el símbolo era bastante bá sico: só lo una estrella delimitada por un doble -
círculo. Su falta de destreza empezó a entrar en juego y se cortó tres veces, arruinando
también el símbolo una y otra vez. Cuando finalmente pudo hacer una versió n
aceptable después del tercer intento, se secó la frente y cruzó la tienda varias veces
para juzgar cuá nto cable necesitaría proporcionar.
Gracias a las ventajas de su clase, debería poder poner la mitad de plata de lo que
requería el ritual. Joe apiló todo el cable, el nú cleo y el cerebro sobre la talla. Como se
trataba de un ritual simple, no necesitaba cantos ni movimientos complicados; só lo se
requería una afluencia de maná . Tocó el lugar del círculo exterior que el libro llamaba
—secuencia de activació n— e intentó comenzar el ritual. Mana salió de él cuando
consiguió la activació n correcta, una sensació n similar a la de sangrar
abundantemente. Joe empezó a sentirse cansado, luego agotado y finalmente agotado.
Se requerían tres cuartas partes de su reserva total de maná , y nunca antes había
necesitado usar tanto a la vez. Estaba jadeando pesadamente y casi a punto de caer,
¡pero el ritual parecía haber funcionado! Esto se confirmó un momento después
cuando los componentes desaparecieron, dejando atrá s un frasco de aceite y un
Nú cleo muy agotado.
¡Creado el ritual 'Servicio de limpieza de la hermanita'! Área de efecto, radio de cuarenta
pies. Componentes utilizados, alambre de plata, núcleo de monstruo de baja calidad
(49,9%), cerebro de conejo zombie mal conservado. Una vez activo, este ritual durará
tres años. El cerebro mal conservado ha añadido dos años a la duración del ritual.
Debido a que el cerebro proviene de un [conejo zombie] débil con poca capacidad de
procesamiento, la organización avanzará a velocidad [lenta]. ¿Activar ahora? Sí No
Entonces, ¿usar materiales de mejor calidad que los necesarios haría que el ritual fuera
má s potente? Bueno saber. Joe seleccionó —sí— y el círculo ritual se iluminó por un
momento antes de desvanecerse. Volvió a guardar el aceite en su bolso y agarró el
Nú cleo. Sonrió cuando la gema brillante le ofreció puntos de experiencia y luego la
guardó también en su bolso. Dá ndose la vuelta, caminó hacia el mostrador y le sonrió
a la anciana. —¡Deberias hacer eso! Su tienda se está organizando mientras hablamos
—.
—¿Cuá ndo estará completamente organizado?— cuestionó la dama con una dulce
sonrisa.
—Oh. ¿Sin conspiració n? ¿No se han cometido actos oscuros a medianoche? El rostro
del alquimista volvió a su estado neutral. —Bueno, lamento decir que es un artículo
restringido. El cerebro no puede salir de mi tienda—.
—¡Está bien!— La voz de Joe se quebró ; Este hombre realmente estaba desbaratando
sus expectativas y haciéndolo sentir incó modo. —Si puedo usarlo aquí, ¿puedo
comprarlo?—
—Cincuenta de plata. Mi nombre es Jake, por cierto. Gracias por preguntar.— Jake el
alquimista pareció encontrar placer al ver el rostro de Joe sonrojarse.
—Yo... necesito hacer algunos preparativos—. Joe sacó uno de los sujetalibros y
comenzó el proceso de cortar un símbolo en él. Sus dos primeros intentos fracasaron,
pero la estrella en un doble círculo fue tomando forma lentamente en el tercer set.
Cuando terminó , Joe se limpió la sangre de los dedos cortados, apiló el nú cleo a medio
usar y el alambre plateado en el círculo ritual antes de mirar expectante a Jake.
—El dinero primero.— Jake extendió una mano.
—¿En realidad? ¿Ese fue el atraco? Joe se rió entre dientes y le entregó la plata. ¿Hacía
mucho tiempo que no tenía planes de ahorrar dinero? Ah bueno. Era necesario
hacerlo y había mucho má s en el banco. Jake le entregó un recipiente de vidrio que
contenía un cerebro y Joe leyó la informació n que apareció cuando intentó
examinarlo.
¡La verificación de conocimientos falló! Se anuló el error debido a que se encontraba en
una tienda y los datos fueron proporcionados por el propietario de la tienda. Cerebro
zombi (humano, perfectamente conservado). Componente de hechizo, ingrediente,
elemento de cambio de raza forzoso.
No hay muchos datos, pero al menos lo entendieron. Joe lo añ adió a la pila de objetos
del círculo y se preparó . Respirando unas cuantas veces para calmarse, puso su mano
en el á rea de activació n y comenzó a inyectar maná en el sistema. Una vez má s, cuando
su maná dejó de fluir, todos los elementos desaparecieron, excepto el frasco y el
Nú cleo.
¡Creado el ritual 'Servicio de limpieza de hermanitas'! Área de efecto, radio de
cuatrocientos cincuenta pies. Componentes utilizados, alambre de plata, núcleo de
monstruo de baja calidad (49,9%), cerebro de zombi humano perfectamente conservado.
Una vez activo, este ritual durará dieciséis años. El cerebro preservado ha añadido
quince años más a su longitud. Debido a que el cerebro proviene de un [humano zombi]
fuerte con una excelente capacidad de procesamiento, la organización se desarrollará a
gran velocidad [muy rápido]. ¿Activar ahora? Sí No
Joe seleccionó —no— y miró a Jake, que sonreía febrilmente. Jake intentó actuar con
indiferencia, pero Joe se mostró cauteloso al instante. —Entonces… ¿qué tipo de ritual
fue ese? No he oído hablar de nadie que haya creado un ritual desde antes de que los
territorios humanos fueran elevados lejos de las otras razas.
La forma en que tu rostro se contrajo en agonía cuando tu maná se redujo a una
cantidad tan baja… exquisita—. Se estremeció y Joe también, aunque por una razó n
diferente.
—Es un hechizo que limpia un lugar durante añ os—, se obligó Joe a hablar. —
Encontré el ritual en la biblioteca; Decía que cualquiera puede crear rituales. ¿Es
realmente tan extrañ o?
Jake ladeó la cabeza. —¿Extrañ o? No. Bueno... un poco extrañ o. La verdadera pregunta
es: ¿qué tan grande es tu reserva de maná ? Crear un ritual requiere enormes reservas
de poder y la carga suele dividirse entre varias personas, ¿no es así? No voy a
entrometerme, por ahora, pero estoy muy interesado en ver có mo avanza tu viaje.
¡Que tenga un buen día! El mío ha sido... muy interesante hasta ahora.
Joe salió de la tienda sintiendo que de alguna manera había cometido un grave error.
CAPÍTULO ONCE
La biblioteca estaba tal como la había dejado; aparentemente no era un destino
demasiado popular para la població n. Dado que a los viajeros se les prohibió la
entrada sin una recomendació n, no fue particularmente sorprendente que
permaneciera vacío durante la mayor parte del día. Asintiendo al bibliotecario jefe,
caminó hacia las estanterías de libros y trató de determinar dó nde estaba el centro.
Decidiendo que lo mejor que podía hacer era una estimació n aproximada, Joe colocó el
sujetalibros en un estante y seleccionó la opció n —activar—. Al igual que en el ú ltimo
ritual, una luz brillante llenó el ritual antes de apagarse rá pidamente hasta convertirse
en oscuridad.
Joe tomó el libro de rituales y decidió repasarlo con un poco má s de atenció n mientras
esperaba. Se sentó y casualmente miró hacia arriba cuando el ritual comenzó a surtir
efecto. Los libros salieron volando de los estantes, formando varias pilas y esperando a
que se determinara su á rea asignada . A medida que el á rea afectada por el ritual
crecía, el aire se obstruía con libros voladores encuadernados en cuero. Joe se alegró
de estar sentado, porque de lo contrario seguramente lo habrían golpeado al menos
unas cuantas veces. Por unos momentos estuvo preocupado; Los libros eran viejos y
se movían muy rá pidamente. ¿Se dañ arían? La respuesta pareció ser 'no', por suerte
para su salud y sus ganas de no ir a prisió n.
Una vez que todos los libros estuvieron fuera de los estantes, se creó un complejo
tejido de conocimiento en movimiento. Durante casi una hora, los libros se mezclaron
y reorganizaron. En un momento, el ritual intentó quitar suavemente el libro ritual de
las manos de Joe, pero el simple hecho de sostenerlo con un poco de fuerza pareció
mostrar que quería que permaneciera donde estaba para que el ritual lo dejara estar.
A medida que se organizaron má s estantes, el ritual pudo avanzar má s rá pido. Los
ú ltimos libros se desplazaron a su nueva posició n tan rá pido que habrían dañ ado sus
puntos de vida si estuviera en el camino. Un grito estrangulado llegó desde la entrada
y entraron algunos libros má s.
UH oh. Joe reconoció algunos de ellos. Estaban amontonados sobre el escritorio del
bibliotecario jefe. El hombre mismo irrumpió en la habitació n,
cara roja. Estuvo a punto de gritar de rabia, pero en lugar de eso, se detuvo farfullando
mientras miraba a su alrededor todos los estantes cuidadosamente organizados. —¡P-
pero! ¿Có mo?— Se volvió hacia Joe, quien hizo todo lo posible por parecer inocente.
—Encontré una forma muy eficaz de clasificar y ordenar los libros, eso es todo. ¡Me
aseguré de que nada se dañ ara! Joe sonrió alegremente a Boris, que rechinaba los
dientes con furia.
—Se suponía que esta misió n me mostraría tu determinació n y te ayudaría a mejorar
tu habilidad en lectura—, murmuró Boris con tristeza. —Nadie ha ordenado nunca
todo el primer piso; ¡Haber tardado añ os en hacerlo bien!
—Entonces, ¿está s diciendo que en realidad soy la primera persona en completar la
misió n correctamente?— Joe observó atentamente la reacció n del bibliotecario.
La cara de Boris se retorcía, su pá rpado temblaba y parecía como si hubiera comido
algo podrido. —Emmm. Bueno, primero, ¿có mo arreglaste todo? Necesito asegurarme
de que hiciste un... trabajo satisfactorio.
Joe puso los ojos en blanco y se acercó a un estante. —El efecto que creé se basa no
só lo en la intenció n, sino también en la formació n real del patró n del hechizo. Como se
trata de un trabajo bastante específico, me aseguré de incluir instrucciones para la
clasificació n y colocació n de los libros. Primero, está n ordenados por contenido y
color. Luego si son un tema similar, se agrupan. Tuve que hacerlo así ya que muy
pocos tienen nombre de autor o título, por eso se tiene en cuenta el color del libro. Al
menos así podremos encontrar el libro siempre en el mismo lugar. Simplemente
busque dó nde debería aparecer su color en el degradado—.
—¿Siempre? ¿No querrá s decirme que esto es un... efecto continuo ? Boris sacó un
libro del estante y lo colocó sobre la mesa. No se movió , así que miró a Joe y luego al
libro. —No lo parece—.
—Bueno, está s usando el libro—. Joe sonrió a Boris, que parecía un poco confundido.
—¿Terminaste con esto?—
—Seguro.— Boris se estremeció cuando el libro volvió a su posició n en los estantes.
Lo miró fijamente durante un largo momento. —Qué… extraordinario. ¿Cuá nto tiempo
durará este efecto?
—Dieciseis añ os.— Boris tosió dramá ticamente ante las palabras de Joe, -
desplomá ndose en una silla y mirando a Joe como si le hubiera dado una patada a su
perro.
—...¡Añ os!— Boris se agarró la barba y se la tiró . —Bueno, ciertamente puedo ver que
no se hacen las cosas a medias. Supongo... supongo que esto demuestra tu dedicació n y
determinació n; No puedo imaginar esto
fue fá cil de hacer. Es probable que su habilidad de lectura se estanque a menos que
utilice su propio tiempo para mejorarla, pero eso fue simplemente un beneficio
adicional de este trabajo. Considero que tu tarea... está completa—. Boris tenía los ojos
cerrados mientras decía palabras que ningú n otro bibliotecario había necesitado
pronunciar antes para esta tarea en particular.
Misión completa: Pasos a través de la historia I. Donde otros siguen los pasos de los
viejos maestros, ¡tú creas tu propio legado! ¡Se cumplió el requisito de guarida oculta ! -
Finalización de la misión por encima del 100%. Calculando recompensas... Reputación
ante los académicos: +1000. Exp. de profesión: 500 (se mantiene hasta que se desbloquea
la profesión). Puntos de habilidad +2! Inteligencia +1! Espectáculos del erudito (se
conservan hasta que se desbloquea la profesión). Exp:1000! (500 por la misión, 500 por
completar el requisito oculto).
—Voy a ser el hazmerreír. La gente va a pensar que hice trampa para dejarte
completar esta misió n—, murmuró Boris sombríamente, tirando con má s fuerza de su
barba.
—Ninguno de nosotros hizo trampa, señ or Boris—. Joe negó con la cabeza. —De
hecho, só lo gracias al conocimiento que adquirí al clasificar estos libros pude
completar la misió n—.
—¿Qué? ¿Có mo?— Boris se puso de pie y parecía que estaba listo para agarrar a Joe y
sacarle la informació n.
—Mientras ordenaba, encontré un libro sobre rituales y pude completar uno de ellos.
Clasifica y organiza artículos—, explicó Joe con cuidado.
—¿Había un grimorio má gico aquí?— Boris pareció perturbado por esta revelació n. —
Mmm. No puedo dejar que el Mage's College se entere de esto. No tengo planes de ser
'sancionado'. ¿Donde esta ahora?—
—Aquí.— Joe le entregó el libro, Boris lo agarró y hojeó las pá ginas.
—¿Usaste estos? Eso es…— Boris respiró hondo, —¡ridículo! ¡Esta es una introducció n
exagerada a los rituales, diseñ ada para mostrar cuá n ineficientes , derrochadores e
inú tiles son! Yo... yo... ¡aquí! Llévalo contigo. No lo quiero en mi biblioteca.
Simplemente no le menciones a ningú n mago que aquí es donde lo conseguiste. Tienen
un estricto monopolio sobre la venta de conocimientos má gicos. Incluso esa… tontería
—.
Joe miró al bibliotecario casi hiperventilado que se pasaba las manos por el pelo. Joe
se aclaró la garganta, —Ejem. Bueno, me preguntaba si tienes otra tarea para mí.
Boris levantó la vista y casi gruñ ó como respuesta: —Te lo contaré, pero te advierto
que será muy difícil sin desbloquear tu profesió n. Ha estado revisando el
conocimiento acumulado, pero para que nuestra profesió n crezca, también debe
hacerlo nuestra colecció n. Su
La tarea será regresar con una obra de conocimiento que aú n no esté contenida en
nuestra biblioteca. No puedo darte muchas pistas porque si supiera dó nde podrían
estar algunas ya las habría adquirido—.
Alerta de misió n: Pasos por la historia II (en curso). Lleve los conocimientos perdidos al
bibliotecario jefe. Esto puede tomar la forma de arte, libros, planos o conocimiento de
cualquier tipo. Las recompensas de las misiones dependerán del tipo y la importancia de
tus hallazgos. ¿Aceptar? Sí No
Después de aceptar la misió n, Joe decidió que estaba listo para irse a la cama. Había
sido un día completo y una buena cena seguida de un largo sueñ o sonaba delicioso en
ese momento. Salió de la biblioteca y emprendió su camino hacia la taberna. Le
sorprendió lo poco que se necesitaba su ayuda en la guerra entre gremios. Joe tenía la
impresió n de que lo llamarían constantemente ya que se suponía que sería una guerra
de desgaste. Justo cuando abrió la puerta apareció una notificació n y fue asaltado por
un gran rugido de aprobació n.
¡Todos los miembros del gremio Hardcores están desconectados actualmente! Como no
están disponibles para completar trabajos para la ciudad, todos sus contratos están
disponibles con una bonificación del 20 % en las recompensas. La ciudad les ha impuesto
un informe. Los Hardcores han perdido 200 de reputación de gremio con Ardania.
—¡ Ganamos!— Había un aire excesivamente festivo en la taberna, y aunque algunos
grupos aparecían con heridas, parecía que al gremio le esperaban unos días
excelentes. Joe hacía sus rondas, curaba a la gente y entablaba conversació n. Fue una
noche divertida, pero no tenía planes de unirse a los demá s para beber dos noches
seguidas. Finalmente se fue a la cama sonriendo; Había sido un día largo y divertido.
A la mañ ana siguiente, Joe se reunió con su grupo y partieron a cazar lobos. Como se
iban justo cuando se abrían las puertas, tendrían aproximadamente dieciséis horas de
caza antes de tener que regresar a la seguridad de la ciudad. Pudieron establecer un
ritmo má s rá pido hoy porque Joe descubrió que mientras caminaba con paso rá pido,
podía gastar un punto de maná por paso para permitirse moverse má s rá pido. Se rió
cuando los demá s lo miraron con extrañ eza, pero no se molestó en decirles que el
secreto para avanzar má s de lo que debería se debía a que estaba saltando. Consumía
un poco de maná con cada paso, pero era mejor que agotar su mínima resistencia.
Todos estaban sonriendo, contagiados por su actitud alegre y el hecho de que no
necesitaban preocuparse por los asesinos de jugadores hasta dentro de unas horas.
ligero espasmo mientras su cuerpo se adaptaba a sus nuevos niveles. Al abrir su hoja
de personaje, revisó sus nuevas estadísticas.
Nombre: Joe '¡Soy un sanador! ¡Lo juro!' Clase; Clérigo (Actual: Ritualista) Profesión :
Bloqueado
Nivel: 3 Exp: 3023 Exp al siguiente nivel: 2977
Puntos de vida: 50/50 (50+10 por punto de constitución sobre 10) Maná: 500/500 (12,5
por punto de inteligencia, +100 % de la deidad) Regeneración de maná: 5/seg (0,25 por
punto de sabiduría)
Resistencia: 50/50 (50+(0)+(0))
Característica: Puntuación bruta (Modificador)
Fuerza: 6 (0,06) Destreza: 7 (0,07)
Constitución: 7 (0,07) Inteligencia: 18 (1,18)
Sabiduría: 18 (1,18) Carisma: 10 (1,10)
Percepción: 20 (1,20)
Suerte: 12 (1,12)
Suerte Kármica: 0
Joe casi se echó a reír como un maníaco cuando vio cuá nto maná tenía. ¡ Si tan solo
tuviera algunos hechizos de ataque! ¡Podría hacer llover destrucció n sobre sus
enemigos durante días seguidos! La fiesta comenzó alegremente en el camino de
regreso a la ciudad. Joe estaba extasiado al darse cuenta de que su regeneració n de
maná ahora era lo suficientemente rá pida como para recargarse tan rá pido como se
agotaba al sumar su puntuació n de salto a su velocidad al caminar. No fue una
solució n para su terrible constitució n, pero lo ayudó a ser una carga menor para el
equipo mientras caminaban.
La actitud alegre y el buen humor del grupo comenzaron a disiparse cuando dejaron la
línea de á rboles y la ciudad apareció a la vista. Una espesa columna de humo negro y
aceitoso se elevaba hacia el cielo. Aumentaron el paso, lo que dejó a Joe sin aliento y
rezagado detrá s de ellos. Al cruzar las puertas, patinaron hasta detenerse
horrorizados. La taberna que habían llegado a amar y ver como un hogar lejos del
hogar estaba envuelta en un infierno.
Los miembros del gremio corrían de un lado a otro, tratando de encontrar una manera
de ayudar mientras el líder del gremio los dirigía y preguntaba por el
Dueñ o de taberna. Nadie lo había visto a él ni a su familia, que vivía en una habitació n
conectada a la cocina. Temiendo lo peor e incapaz de apagar las llamas... El gremio de
los Wanderers se vio obligado a observar, esperar y no hacer nada.
CAPÍTULO DOCE
Un ambiente sombrío se había apoderado de la zona y el gremio de los Wanderers
ahora estaba luchando por conseguir alojamiento para los pró ximos días. Joe quería
ayudar, pero, siendo realistas, no había nada que pudiera hacer. Decidiendo que estar
má s preparado era la manera de seguir adelante, comenzó su viaje a la tienda Odds
and Ends para obtener sus recompensas, así como para que le devolvieran su bata.
Una corta caminata le permitió llegar a la entrada de la tienda, donde tuvo que esperar
unos minutos hasta que la fila se disipara lo suficiente para poder ingresar.
Cuando Joe cruzó la puerta, los ojos de la dueñ a de la tienda se abrieron para mirarlo
fijamente y lo señ aló con un dedo vacilante. —¡Tú ! ¡Tu hiciste esto! ¡Mis días eran
agradables, aburridos y no tenía que interactuar con mucha gente! ¡Mira este lugar!
¡Hay gente por todas partes! ¡Quizá necesite reabastecerme! Repoblar'. ¡No he tenido
que pedir má s productos durante todo un añ o! ¡Ponte detrá s del mostrador y cuida la
caja!
Alerta de misión: ¡Ataque de los extrovertidos! ¡La tienda Odds and Ends ha tenido un
aumento del 1000% en ventas solo en la última hora! ¡ El dueño de la tienda exige tu
ayuda para tratar con los clientes! Recompensas; variable. Rechazar esta misión
reducirá la reputación en la tienda Odds and Ends en 500.
Joe leyó el aviso de la misió n, lo aceptó rá pidamente y se puso detrá s del mostrador
para ayudar con las ventas. La gente revisaba todos los artículos cuidadosamente
organizados y encontraba precios mejores que en cualquier otro lugar de la ciudad.
Ropa, bolsos, armas, bienes comerciales, herramientas especializadas... todo estaba
etiquetado con un precio que tenía un añ o de antigü edad. Mientras que la mayoría de
las otras tiendas habían aumentado lentamente el costo de los productos a medida
que aumentaba la demanda, esta tienda no había tenido que preocuparse.
Pasaron algunas horas, pero la tienda estaba casi vacía; Se había corrido la voz sobre
el bajo precio. A medida que se acercaba la noche, incluso las personas que habían
estado cazando pasaron en bicicleta. Cuando la tienda finalmente cerró por la noche,
el dueñ o miró a su alrededor los pocos restos de productos que quedaban y suspiró .
—Soy demasiado mayor para lidiar
con este. Esto también podría haber sido una venta por cierre del negocio porque
realmente no tengo fuerzas para equipar el lugar nuevamente. Hiciste un buen trabajo
hoy, gracias—.
Misió n completa: ¡El ataque de los extrovertidos! Exp:1000! (500 x2 por crear la
situación sin querer en primer lugar.) ¡Carisma +1, suerte +1! Si el propietario alguna
vez vende su tienda, ¡elogiará tus alabanzas al próximo propietario! ¡15% de descuento
permanente en esta tienda!
—¡Sin embargo, hoy ganaste mucho dinero! ¡Estuviste increíble! Haciendo tratos,
negociando como un campeó n, ¡sabías el precio de cada artículo aquí sin tener que
mirar un grá fico o validar la informació n! Joe estaba confundido por su reacció n ante
esta buena suerte.
—Eres un buen niñ o, Joe, pero no creo que lo entiendas. ¡No necesito el dinero! Soy
asquerosamente rico. Asquerosamente. ¡Me gustaba tener gente aquí con quien
charlar, reír mientras se sumergían en montones de equipos, ver sus ojos brillar
mientras encontraban una gran cantidad de artículos raros! Todo eso ya no existe—.
Parecía terriblemente triste por este resultado. —La gente… ah, no importa. Creo que
encontraré un aprendiz. Transmitir algunos de mis conocimientos adquiridos con
tanto esfuerzo a la pró xima generació n. Eso me dará alguien con quien charlar todos
los días, al menos. Lo ú nico es... ¡nunca he encontrado a nadie a quien pueda soportar
má s de un día! ¿Crees que puedes ayudarme con eso? Preferiría que trabajaran para
mejorar , pero puedes decirles que estoy pensando en renunciar si tú también lo
necesitas—.
Alerta de misión: ¡Aprendiz de un sabio! El comerciante Sage of the Odds and Ends ha
decidido que es hora de seguir adelante y quiere asegurarse de que la tienda tenga un
propietario digno. Encuentre una persona dispuesta a convertirse en comerciante y
envíela a recibir tutela. Recompensa: Variable. Bonificación: no le digas a la persona que
va a trabajar para un Sabio y no le hagas saber que obtendrá la tienda al completar la
cadena de misiones . Recompensa adicional: objeto de rareza de artefacto aleatorio para
tu clase. (Después de que la persona que encuentres complete su misión en cadena).
Joe leyó la misió n, su boca casi se rompió por la fuerza de su mandíbula al caer. Aceptó
la misió n y prometió que encontraría una persona digna. Ella asintió y le sonrió ,
entregá ndole un anillo y su bata. —Será n diez de oro—.
Con los ojos entrecerrados, Joe entregó el dinero y tomó los artículos. Mirando por
encima de la capa, sonrió al ver que estaba completamente reparada. Tenía hermosos
patrones fractales y, en lugar de ser de un gris apagado, la tú nica estaba claramente
hecha con varios tonos de pú rpura brillante. Frunció el ceñ o consternado después de
equiparse con la có moda y lujosa bata. —Espera, ¿no obtengo un descuento ahora?—
—Sobre cualquier cosa que compres en el futuro, sí. ¡No cambiamos retroactivamente
los precios acordados! La anciana se rió de su expresió n.
—Uf—, gimió Joe. —¿Algo que necesite saber sobre el anillo?—
—¡Pó ntelo!— —instruyó bruscamente. —Utilizará un par de puntos de maná cuando
pongas o saques algo. Cuanto má s complejo sea el objeto, má s maná utilizará . Los
artículos poco comunes costará n má s que los comunes, y los raros aú n má s. Etcétera.
Só lo concéntrate en ello y sabrá s qué hacer—.
—¿Usa maná ? ¿Có mo puede alguien que no sea un mago o un clérigo usarlo? El ceñ o
de Joe se frunció mientras miraba la sencilla baratija.
—Todo el mundo tiene maná ; ¡Lo que pasa es que no todo el mundo sabe có mo
acceder a él! Declaró la anciana con un bufido. —¿Por qué crees que cualquiera puede
ir a la universidad de magos y convertirse en mago con suficiente esfuerzo? Cuando
una persona alcanza su décimo nivel, automá ticamente tendrá acceso a su maná .
Después de todo, ahí es cuando suben de rango y se especializan—.
—¿Subir de rango? ¿Especializarse?— Las orejas de Joe se animaron como las de un
ciervo al escuchar el chasquido de una ramita.
—¡Bueno, por supuesto!— Ahora parecía estar irritada con Joe. —¿Có mo crees que
conseguimos que la gente le guste... hmm? No tienes idea, ¿verdad? Cuando llegas al
nivel diez, eliges una de tus clases para especializarte y la clasificas a un nivel
superior. Sí, puedes tener varias clases, pero eliges una en la que concentrarte.
Realizar trabajos que desarrollen sus habilidades en esta clase le otorgará experiencia
en la clase, similar a los trabajos en el nivel cinco. ¡Por eso es importante saber qué
quieres hacer en el futuro, para que el trabajo que aceptes complemente tu clase!
Los ojos de Joe estaban muy abiertos. Necesitaba llevar esta informació n a su gremio;
les daría una gran ventaja con el tiempo si pudieran obtener especializaciones varias o
raras. —¿Podría darme un ejemplo de especializació n?—
—Eh, um. ¿Qué te ayudaría...? ¡Oh! No morir siempre es bueno. Hablemos de asesinos
—. La anciana sonrió sombríamente ante la expresió n de estreñ imiento en el rostro de
Joe. —Sí, no es un tema divertido. En el nivel diez, un pícaro, ladró n u otro tipo
desagradable puede encontrar un entrenador de clase que lo admita en las filas de los
asesinos. Se vuelven aú n má s sigilosos y sus golpes se tornan devastadores. A medida
que completen trabajos y su experiencia de clase alcance el décimo nivel, podrá n
especializarse nuevamente. Aquí quedan liberados de su contrato con el asesino.
gremio que los entrenó , y tienen una opció n. Pueden convertirse en un Adepto de la
Muerte, un Freeblade o un Asesino del Templo—.
Su rostro se ensombreció . —A menos que estés en el mismo rango de clase o superior,
nunca sabrá s cuá ndo eres el objetivo de ellos. Simplemente morirá s. Sin embargo, hay
algunos pasos que puedes seguir para evitar este destino. Un Adepto de la Muerte
permanece en el gremio que lo entrenó y lleva a cabo brutales asesinatos diseñ ados
para enviar un mensaje a los demá s. Un Freeblade no tiene gremio y puede aceptar
cualquier contrato que se le ofrezca: mercenarios glorificados pero aú n peligrosos. Un
Temple Assassin es, como su nombre indica, capturado por un templo y enviado a
cazar herejes y grupos del alineamiento opuesto. Como clérigo, eres quien má s teme
de ellos—.
—¿Podrá n subir de rango después de eso?— La voz de Joe era un simple susurro. El
lento asentimiento del comerciante hizo que se le cortara el aliento en la garganta.
—Oh sí. Dos veces má s. El camino de Freeblade los lleva a la política y a disputas de
bajo rango. Pueden convertirse, por ejemplo, en Assassin et Marque, seguidos de la
clase final, Assassin Politico. La política, el derrocamiento de imperios... nada les
resulta demasiado difícil de lograr . El Adepto de la Muerte se convierte en
Aniquilador y luego en Kingblade. Dejan un rastro sangriento en todo lo que se cruzan
en su camino, dejando muy atrá s la necesidad de sigilo y secretismo—. sus palabras
disminuyeron: —Soy comerciante , pero esa es só lo mi clase de trabajo. Fui Arquero,
luego Buscador, Señ or del Tesoro y ahora soy Señ or del Botín Arcano. La cuestió n aquí
es que hay tantos caminos posibles a seguir que es imposible conocerlos todos. Lo que
os he dicho es só lo la punta del iceberg. Hay muchas clases desconocidas u ocultas, y
encontrar los requisitos para todas ellas sería el trabajo de una docena de vidas—.
Joe asimiló esta informació n, ya tratando de determinar la mejor manera de avanzar
en su propio camino. É l era el ú nico Ritualista, por lo que, a menos que quisiera hacer
algo totalmente ajeno a su clase actual, necesitaría encontrar una forma diferente de
avanzar ademá s de encontrar un entrenador de clase. Quizá s... —¿Hay alguna otra
forma de clasificar una clase en lugar de encontrar a alguien que te muestre el
camino?—
Ella le dirigió una mirada extrañ a pero asintió . —De hecho lo hay. Hay libros (en
realidad manuales) que detallan los requisitos para determinadas clasificaciones .
Algunas clases incluso se pueden comprar si encuentras a alguien dispuesto a
compartir sus secretos por monedas. Por supuesto, puedes simplemente cumplir con
todos los requisitos que existan y elegir entre los resultados. ¡Ja! Encontrar los
requisitos necesarios es como las personas tienen sus clases en el
primer lugar, pero hay una razó n por la que ahora hay gremios enteros dedicados al
proceso—.
—Muy difícil, supongo—. Joe le sonrió . Tenía todo el tiempo del mundo; ¿Por qué no
encontrar las mejores especializaciones? —¿Algun consejo?—
—Humph. Cualquier rango de clase que valga la pena tener requiere títulos, títulos y
luego títulos mejores. Quizá s empieces a coleccionarlos. Aú n así recomendaría buscar
un formador de clase. Mucho menos tiempo—. Ella saludó a la puerta. —Fuera, estoy
cansado—.
Joe le dio las gracias y se fue, recordando só lo que no tenía dó nde dormir cuando la
puerta se cerró detrá s de él. —Bueno, maldita sea—. É l también se estaba cansando
bastante; había sido un día largo.
—¡Ahí tienes!— una voz llamó desde la oscuridad. El rostro de Tiona se hizo visible
mientras caminaba hacia él, mirá ndolo antes de notar la tienda detrá s de él. —¿Por
qué no me sorprende que estés aquí? ¿Tratando de conseguir la ú ltima buena oferta
del día o algo así?
—No, estaba trabajando. Tenía una bú squeda aquí. Incluso tengo mil experiencias en
ello. Joe le sonrió mientras su rostro palidecía.
—Mil...? ¿Có mo sigues sacando estas misiones aleatorias de la nada? Ella le indicó que
la siguiera. —Si voy a llegar al nivel diez, voy a necesitar grandes cantidades de
experiencia como esa—.
—Es bastante fá cil—, le dijo Joe. —Sigo haciéndoles preguntas u ofreciéndoles
servicios hasta que se derrumban y finalmente me dan una misió n o me dejan hacer
cosas por ellos. En este caso, organicé su tienda. No hay ninguna necesidad real de
luchar todo el tiempo. Esto es má s eficiente—.
—Pensar que he pasado días perfeccionando mis habilidades como guerrero,
aprendiendo la manera correcta de no morir, luchando contra personas y bestias para
perfeccionar mis formas, cuando simplemente podía… codificar con colores algunas
bolsas. .— Tiona puso los ojos en blanco. —Los niveles má s altos no significan mucho
si no puedes hacer nada con ellos—.
Joe buscó una respuesta a eso, pero tuvo que admitir: —Muy bien, es justo. Por cierto,
¿hubo un gran espacio abierto que el gremio encontró para dormir? Necesito hablar
con el líder del gremio con urgencia. Acabo de recibir informació n excelente—.
—Sabes, podrías simplemente llamarlo por su nombre—, se rió Tiona. —Sí,
alquilamos un cuartel vacío perteneciente a la guardia de la ciudad. Normalmente só lo
lo usan unas pocas veces al añ o—.
—¡Perfecto!— Los ojos de Joe parecieron brillar. —Ademá s, ¿có mo se llama?— —¿En
realidad? ¿Te uniste a su gremio y no preguntaste su nombre? Tiona le dio un ligero
puñ etazo. —Es Ató n. Dice que eligió ese nombre porque
Es tan sexy que cada vez que alguien lo miraba, veía 'un diez', así que bien podría ser
oficial—.
—Humilde.—
—¿Quién en este juego es humilde?—
—Otro buen punto.— Caminaron en silencio hasta que llegaron al cuartel y tuvieron
que ofrecer una contraseñ a antes de que se les permitiera la entrada. Joe caminó
directamente hacia el líder del gremio Aten, interrumpiendo cualquier otra cosa que
estuviera haciendo. —He cambiado de opinió n sobre el gremio—.
—¿Quieres salir?— Aten parecía bastante decepcionado; Joe no fue la primera
persona que quiso irse después de haber perdido todo lo que tenían guardado en la
taberna.
—No, quiero participar. Me ofreciste una posició n inicial alta y buenos términos desde
el principio. ¿Eso todavía está sobre la mesa? Joe estaba todo el negocio en este
momento, su tiempo haciendo ventas no había sido desperdiciado.
—Lo es, pero... ¿qué cambió ?— Ató n estaba satisfecho con este avance ; un clérigo
permanente sería de gran ayuda para el gremio.
—Recibí informació n nueva. ¿Tiene alguno de esos contratos a mano?
¿Podría ser uno que no requiera asistencia a las reuniones? ¿O interacció n con alguien
de importancia? —Conseguir reputació n con los guardias es casi imposible porque
desconfían mucho de todo el mundo. Saben que está s tratando de quedar bien con
ellos y eso hace que confíen menos en ti—.
Joe aulló de risa durante un largo momento. —Y necesitamos reputació n ante ellos...
¿Ese es uno de los ú ltimos requisitos para convertirse en un Gremio Noble?—
—Sí, y ya basta—, le gruñ ó Aten, cruzá ndose de brazos. —¿Tienes algo que decir?—
—Muestra... jaja... muestra reputació n: Guardias Humanos, Ardania—, logró decir Joe.
Hubo un momento de desconcierto, pero luego todas las personas en la reunió n
recibieron una ventana emergente.
Reputación de Joe '¡Soy un sanador! ¡Lo juro!' con Guardias Humanos, Ar dania.
Situación actual: Amigo.
—¿Estás bromeando?— , gritó Aten indignado. —¿Amigo? ¿ Ya tienes estatus de amigo
con ellos? ¡Có mo! ¿Quién eres?—
—¡Lo obtuve desde mi primera misió n!— Joe explicó antes de que la atmó sfera pasara
de jubilosa a sospechosa. —Como clérigo, me pidieron que curara a algunos guardias.
Puede que me haya excedido un poco y curé a todos los guardias que pude tener en
mis manos. Antes de darme cuenta, había arreglado a todos y había alcanzado el
estatus de 'amigo'—.
—¡Y no había forma de que supieras que debías estar moliendo tu reputació n!— La
luz brillaba en los ojos de Aten. —Joe, como oficial, se supone que debes tener tu
propio equipo. Como Tiona también es oficial del gremio, se supone que ustedes dos no
deben permanecer en el mismo grupo. Me preguntaba si no le importaría tirar por la
ventana la posició n de liderazgo y quedarse con su equipo. Tienes derecho a pedir el
mando, pero tu trabajo sería ayudar a elevar los niveles de nuestra gente má s nueva
en lugar de hacer tus propias cosas. Si permaneces en su equipo, podemos asignarte
una misió n especial sin que nadie se queje. ¿Te parece bien?
Joe asintió fá cilmente. —Prefiero poder concentrarme en mis propios proyectos que
tener que trabajar con otras personas de bajo nivel. Recuerdas que tengo una
bú squeda a largo plazo por parte de mi deidad, por lo que es imprescindible hacer lo
mío. ¿Que necesitas de mi?—
—Mañ ana me gustaría que vayas con los guardias y ofrezcas tus servicios como
representante de nuestro gremio. Como eres amigo de ellos, deberían aceptarlo
incluso si se quejan un poco de ello. tu eres nuestro
arma secreta para convertirse en un Gremio Noble. ¿Podemos contar contigo para
eso?
—Absolutamente.— Joe sonrió mientras la gente en la reunió n se dispersaba. —Aten,
¿puedo hablar contigo un minuto? ¿Solo?—
—Seguro.— Aten se dirigió a su habitació n y le indicó a Joe que lo siguiera.
Después de cerrar la puerta, Joe se giró y miró fijamente a Aten. —Líder del gremio,
necesito saber si puedo confiar en ti—.
Al sentir el tono serio, el rostro de Aten se volvió sombrío. —Puede. Mientras no
intentes lastimarme a mí o al gremio, estaremos de tu lado pase lo que pase. Guardo
muy bien los secretos—.
Los ojos de Joe buscaron el rostro de Aten en busca de cualquier signo de falsedad. É l
asintió lentamente y suspiró por la nariz. —Está bien. Averigü emos hasta dó nde llega
esta confianza. Aten, me tomó unos días decidir qué quería hacer realmente en
Eternium. No sé cuá l es mi objetivo final, pero sé có mo quiero llegar allí. Planeo
completarlo al cien por cien. Quiero encontrar todos los secretos, obtener todos los
logros, encontrar todas las misiones secretas y explorar cada parte de cada mazmorra.
Como parte de eso, planeo llevar cualquier habilidad que adquiera al rango má ximo de
Sabio—.
—Quiero decir, buena suerte con eso, pero llevará añ os. Tampoco es ningú n secreto
que uno quiere adquirir má s habilidades, todos queremos—. Aten agitó las manos
incó modo.
—Bien, bueno… puede que esté un poco má s adelantado de lo que crees. Recuerda , ¡ni
una palabra sobre esto! Joe abrió su pantalla de estado y miró sus habilidades. Tenía
doce puntos de habilidad sin usar, y uno tras otro comenzó a asignarlos a su habilidad
'Saltar'. Ocho puntos después, la habilidad llegó a sesenta y se le pidió que confirmara
su decisió n . É l sonrió y presionó —sí—.
¡Se alcanzó un nuevo nivel de habilidad! Tu habilidad de salto ha aumentado a (nivel de
maestro 0). ¡Tu dedicación a un solo aspecto de ti mismo te ha inspirado a alcanzar
nuevas alturas! O en este caso, ¡salta hacia ellos! ¡Puedes encontrar la magia en
movimiento, el poder al saltar y la libertad de caer!
Habilidad actualizada: ¡Salta! ¡Has saltado tanto que ahora es una parte natural de ti, y
agregar tu puntuación de salto a las acciones básicas ahora ya no cuesta maná! Ahora
puedes agregar tu puntuación de salto a acciones más esotéricas, ¡aunque esto puede
tener efectos perjudiciales si —sacas conclusiones precipitadas—! La habilidad se
perderá si la puntuación de salto de otro jugador es mayor que la tuya.
La taza bajó y la segunda se había acabado a medias, permitió que sus ojos se abrieran
completamente. Tiona estaba sentada frente a él, con una sonrisa en su rostro.
—¿No eres una persona muy mañ anera?— gorjeó alegremente mientras masticaba un
bagel cargado de salmó n, varias verduras y crema.
Joe gruñ ó algunas palabras ininteligibles y finalmente reunió la energía para hablar
correctamente después de otro largo trago de su bebida humeante . —No suele ser tan
malo. Juro que dormí. Simplemente… mal—.
—Mmm.— Tiona se dio unos golpecitos en la barbilla, luego sus ojos se iluminaron
mientras chasqueaba los dedos. —Vaya a su pá gina de estado, observe los efectos y
luego la pá gina de efectos activos—. Joe siguió sus instrucciones de mal humor,
mirando con los ojos inyectados en sangre el texto que tenía delante.
Efectos activos: Descansado. Después de estar acostado en una cama durante seis horas,
sin importar cuán mala sea la calidad, pudo obtener un sueño reparador que tanto
necesitaba. +5% de ganancia de experiencia durante cuatro horas.
Apestoso; No te has duchado, bañado ni limpiado la ropa en varios días. -2 carisma
(temporal, algo mitigado por aumentos de nivel).
Adicción I: Tus acciones tienen consecuencias. Está en camino de desarrollar una
adicción grave a la cafeína. Inteligencia +1, Sabiduría -1 después de beber 10 onzas de
café. 30% de probabilidad de sufrir dolor de cabeza después de no tomar café durante 4
horas.
—Bruto.— Joe volvió a escanear los efectos activos, miró el café que tenía en la mano
y lo dejó de mala gana. —Dice que estoy descansado, apestoso y adicto al café—.
Tiona le sonrió . —Bueno, eso lo explica. Si hubiera dormido bien en una buena cama,
ahora mismo estaría —bien descansado—. ¿Dormir mal?
—Un poco. Só lo han pasado unos días, pero ha sido bastante salvaje—. Joe miró con
nostalgia su café y suspiró . —¿Alguna lluvia por aquí?—
—¡Seguro que sí, señ or Apestoso!— Su actitud alegre tan temprano en la mañ ana le
valió la mirada de varias personas alrededor de la mesa. —También tienen servicio de
lavandería, para que puedas lavar tu ropa al mismo tiempo. Vá monos; Vas a necesitar
todo ese carisma hoy. ¿He oído que te han asignado a adular a los guardias?
—Eso es lo que hago, fingir que los guardias son pan delicioso—, gruñ ó Joe, el mejor
juego de palabras que se le ocurrió mientras avanzaban hacia la casa de bañ os.
Aunque se veía un poco verde después de eso. Después
—Ahh, ahora vamos al grano. Necesitan algo, ¿eh? El capitá n parecía dispuesto a
abofetear a Joe en busca de respuestas, con o sin reputació n, así que el clérigo fue
rá pidamente al grano.
—No exactamente. Esperan convertirse en un Gremio Noble y, con ese fin, está n
tratando de encontrar formas de ayudar en la ciudad. Parecen pensar que si pueden
hacer de la ciudad un lugar mejor, eso se reflejará bien en el gremio. Todo lo que me
pidieron que hiciera fue lo que de todos modos estoy feliz de hacer: andar curando a
cualquiera que lo necesite. La ú nica estipulació n fue que mencionara que soy un oficial
del gremio. Algo acerca de que yo soy un buen ejemplo de su nivel superior—. La
sonrisa de Joe se amplió cuando recibió una notificació n informá ndole que su carisma
había aumentado en un punto.
—Eh. Ustedes, los viajeros, seguro que tienen algunas ideas extrañ as—. El capitá n se
frotaba la barbilla. —¿Curará s a cualquiera, dices?—
—Siento que esto va a ser interesante, pero sí. ¿Hay algo mal?— Joe estaba
observando al capitá n mientras éste luchaba con algú n debate interno.
—Está bien. Vamos, sígueme—. El capitá n marchó hacia la pequeñ a cá rcel que tenían
en la zona. En realidad, era solo un corral bajo una pequeñ a fortificació n donde se
retenía a los sospechosos hasta que eran enviados a las mazmorras. Siguieron
caminando hasta llegar a una pequeñ a celda. El capitá n abrió la puerta y saludó con la
mano a un individuo muy magullado y sangrando que yacía en la cama de piedra.
—Muchos de mis muchachos querían que este hombre quedara abandonado a su
suerte, pero si muere, no habrá sido castigado lo suficiente como para mi gusto. É l es
un viajero y todos ustedes siguen apareciendo sin importar si mueren o no. Bastante
desconcertante, la verdad. É ste es el líder de un gremio que sospechamos que
incendió una taberna del pueblo. Si muere, habrá cumplido su condena. Si vive, lo
envían a un calabozo de castigo que el Reino dirige para retener a criminales como
este. Podemos cambiar su —punto de unió n— por la fuerza, e incluso si muere,
regresará directamente a la mazmorra. No hay escapatoria hasta que se cumpla el
tiempo—. El capitá n le hizo un gesto a Joe. —Tú decides.—
—¿Hay mazmorras por aquí?— Joe detuvo ese pensamiento y entró en la celda,
mirando al hombre en el suelo. Bajo los moretones y la sangre costra, reconoció al
líder de los Hardcores, Headshot. Joe sonrió con una sonrisa sombría. —Cap, estaría
má s que feliz de asegurarme de que este hombre cumpla su condena. Me arrojó por un
precipicio recientemente—. Dio un paso adelante y curó la forma arrugada hasta
recuperar su plena salud, luego
Usó 'limpieza' hasta que estuvo seguro de que Headshot no tenía ningú n veneno en su
sistema.
Subir rango de habilidad: Curar (Principiante III). ¡Curar sólo a las personas que te
agradan ralentizará tu comprensión de cómo sanar! Sanar a todos y a todo/ ¿Necesitas
practicar la curación? ¡Encuentre una prisión, una iglesia o un hospital! (nota: curar
para aumentar el tiempo que una persona puede ser torturada afectará negativamente -
la alineación).
—¡Deberias hacer eso!— Joe dio un paso atrá s y miró la forma inmó vil en la cama. —
¿Algo má s ahora mismo?—
El capitá n seguía mirando a Headshot. —É l no se está despertando. ¿Está s seguro de
que está arreglado?
Joe no sabía có mo describir al hombre alejado de su consola. —É l está bien, esto es
cosa de viajeros. É l está ... está meditando con la esperanza de la resurrecció n. Apuesto
a que dentro de tres horas estará despierto y furioso. ¿Quizá s lo habrá n transferido
para entonces?
—Ya ha sido sentenciado... buena decisió n. De esta manera no hay resistencia—.
Asintiendo, el Capitá n le indicó a Joe que saliera de la celda y volvió a cerrarla. —
Sabes, me preocupa que pueda venir a buscarte cuando lo liberen. Les dije que la
gente puede ver el nombre de quien alguna vez los lastimó o los curó a menos que lo
oculten má gicamente—.
Debe haber estado hablando de los registros de combate. Joe tenía una sonrisa salvaje
en su rostro. —Creo que estoy bien con que él lo sepa—. Sonrió al pensar en el
mechó n de pelo que le había quitado al hombre inconsciente. También lo había
sumergido en la sangre de Headshot, y esto lo convertiría en un poderoso foco para
uno de los rituales má s desagradables a los que Joe tenía acceso.
—Bueno, si no te importa, me vendría bien tu ayuda para mantener con vida a algunos
criminales para sus juicios. Preferiría que se hiciera justicia y asegurarnos de que
encontrá ramos a la persona adecuada que que muriera bajo custodia—. El capitá n
sonrió cuando Joe accedió instantá neamente a ayudarlo.
Alerta de misió n: Vivir por la justicia (en curso). Todos los días la gente es arrestada.
Muchos de ellos están gravemente heridos y morirán antes del juicio sin ayuda. ¡Algunos
son inocentes! La mayoría no lo es. Has aceptado esta misión. Recompensas: +100 de
reputación personal y de gremio con la guardia de la ciudad por cada persona que
sobreviva su tiempo en la cárcel gracias a tus esfuerzos.
Joe pensó que la recompensa era un poco alta, pero lo entendió rá pidamente cuando
el capitá n le informó que todos los demá s capturados estaban bien y, aunque podían
estar heridos, no necesitaban curarse para llegar al juicio. Entonces, ¿esta misió n solo
daría frutos cuando el prisionero resultara herido de muerte? Bueno saber. Cien
La reputació n apareció en su estado, por lo que sabía que curar Headshot ya había
valido la pena.
—¿Dó nde te está s quedadando?— El capitá n caminaba hacia la puerta. —Si
necesitamos sus servicios, enviaremos un guardia a buscarlo—.
—Ah, el gremio The Wanderers está durmiendo en un cuartel que alquilamos—, le
informó Joe mientras se estrechaban la mano.
—Oh, ¿ ese es el gremio durmiendo allí?— Se frotó la barbilla mientras pensaba. —
Bueno… ya que está s trabajando para la ciudad, supongo que podemos calificarte para
un descuento. Dile a tu maestro de gremio que podemos reducir... digamos, ¿un diez
por ciento?
—¡Vaya! ¡Gracias!— Joe exclamó alegremente. Era bueno ser ú til al gremio; Pequeñ os
beneficios como este ayudarían a aumentar su posició n, especialmente con quien
estuviera a cargo de las finanzas del gremio.
—No, gracias , clérigo. Si bien la mayoría de las veces solo arrastramos verdadera
suciedad, hay personas inocentes a las que podrías salvar aquí. Esto es lo mínimo que
puedo hacer para devolver el favor. Te avisaremos si te necesitamos—. El capitá n lo
despidió y volvió a sus deberes.
CAPÍTULO CATORCE
Joe regresó al gremio y recibió una 'mirada' de Aten mientras entraba. —Joe, ¿no se
suponía que estarías trabajando con los guardias todo el día?—
—¡Tengo una buena razó n!— Joe levantó las manos en el aire en una clá sica pose de
rendició n. —He asegurado una bú squeda continua con ellos; Vendrá n a buscarme
cuando necesiten mi ayuda. También vengo trayendo regalos. ¡Conseguí cien
reputació n de gremio y un diez por ciento de descuento en el alquiler del cuartel!
Aten intentó mantener la cara seria pero no pudo contener su sonrisa. —Muy bien,
¡maldita sea! Te tomó una hora conseguir la misma reputació n que nosotros en una
semana. Tiona aú n no se ha ido, así que si quieres salir y pelear un poco, ahora sería
un buen momento para hacérselo saber—.
—¡Gracias! Iré a buscarla—. Joe caminó hacia las puertas y solo tuvo que esperar unos
minutos antes de que aparecieran Tiona y el grupo.
—¿José?— Tiona lo fulminó con la mirada. —Mira, sé que pelear es má s divertido,
pero Aten te dio una misió n—.
—Misió n completa, presentá ndonos para moler. Ató n me envió —. Joe saludó con la
lengua fuera mientras se unía al grupo y comenzaban a caminar. —¿Adó nde vamos
hoy?—
—¡Qué bueno verte, hombre!— Dylan alegremente le golpeó la espalda. —Tienes un
buen momento; Hoy lucharemos contra los hombres lobo. Piense en un hombre lobo,
pero en un lobo erguido, no en un humano convirtiéndose en lobo. Utilizan armas
envenenadas y suelen viajar con una manada de lobos entrenados. Los hombres lobo
son mucho má s fuertes que los lobos normales y dirigen su manada durante el
combate. Enemigos de nivel siete, así que ten cuidado—.
—Maldita sea—. Joe se tomó un momento para digerir toda la informació n. —
¿Realmente debería ir contigo? Só lo estoy en el nivel tres—.
Chad decidió ser quien respondiera. —Creo que será s muy valioso en esta misió n.
Puedes curarte, y si mi resaca curada fue una indicació n, también puedes deshacerte
del envenenamiento—.
Chad rá pidamente sacó y lanzó una flecha al lobo. Gritó y luego corrió hacia ellos con
furia. Dylan se preparó con un feo murmullo acerca de la necesidad de comprar una
armadura pesada, pero para su alivio, el lobo ni siquiera llegó hasta ellos. El ú ltimo
miembro del grupo salió aparentemente de la nada y clavó sus dagas en el costado del
lobo. Cayó con un gemido y el resto del equipo dio vueltas mientras buscaban lobos
adicionales.
Joe miró el rostro olvidable del... ¿pícaro? ¿Por qué nunca había hablado con él? —Oye
lo siento. No entendí tu nombre—. El pícaro miró , saludó y luego continuó observando
sus alrededores . Joe notó que su expresió n facial no cambió .
—Adivina—, le dijo Dylan mientras una bola de pelo y furia gruñ ía se acercaba a ellos.
—Eh. ¿Sombra? ¿Asesino? ¿Un astuto? Joe se rió nerviosamente cuando un lobo
babeante se acercó .
—No, su nombre es 'Guess'—, le informó Chad. —Ella interpreta a un personaje
masculino en el juego, pero sabemos que solo está haciendo drag-surf. Guess está
usando un viejo casco de realidad virtual con un teclado mental y estamos bastante
seguros de que tiene el micró fono roto porque nunca dice nada—.
—Yo también.— La voz que provenía de Guess era andró gina y mecá nica, y aunque
parecía coincidir con el cuerpo, no había ninguna inflexió n tonal real.
—Sí, aunque lo escribes ; en realidad no dices nada. Así es como sabemos que en
realidad eres una niñ a, ¿sabes? Dylan golpeó al lobo en la cabeza con su escudo,
aturdiéndolo el tiempo suficiente para que Tiona ensartara a la criatura. —¡Ey!
¡Obtuve una nueva habilidad!
—Congreso—, Guess habló mecá nicamente. —Puaj. Maldita autocorrecció n. Quise
decir felicidades—.
—Sí, democracia, Dylan—. Chad se rió entre dientes cuando Guess le hizo un gesto
grosero con la mano. —¿Golpe de escudo?—
—No, dominio del escudo—, les dijo Dylan mientras leía su habilidad. —Me permite
ignorar una pequeñ a parte del dañ o que bloquea mi escudo. Realmente bueno para
luchar contra enemigos que pueden derribarme—.
—Bien, poco a poco te está s convirtiendo en un objeto inamovible—, se burló Chad de
Dylan. —Buen~bueno, pequeñ o escudo de carne—.
—¿Tal vez 'accidentalmente' extrañ o bloquear al pró ximo lobo que salte hacia ti?—
Dylan reflexionó en voz alta.
—¡Suficiente! Estamos quemando la luz del día aquí—. Tiona tomó el mando cuando
el grupo comenzó a pelear un poco. Hasta que podamos encontrar una manera de
sobrevivir afuera por la noche, todos debéis seguir moviéndoos a buen ritmo. El
La misió n es para diez hombres lobo y ni siquiera hemos encontrado uno. Ah, claro,
Joe, debes estar en el nivel cinco para realizar esta misió n. Lo lamento.—
Joe asintió y avanzaron de nuevo por el sendero. Descartó la notificació n que le
informaba de sus doce puntos de experiencia en la pelea y trató de buscar otras
señ ales de rastro o emboscadas. Les tomó casi una hora de caminata, pero finalmente
comenzaron a encontrarse con Hombres Lobo junto con manadas de lobos. —Gracias
a dios. Me preocupaba que íbamos a estar deambulando por el bosque durante todo el
día—.
—Muy bien, recuerda que el verdadero premio de los Wolfmen Scouts son los viales
de antídoto que tienen. Son realmente potentes. Podemos venderlo en la ciudad por
hasta cincuenta monedas de plata cada uno. Con suerte, no necesitaremos usarlos si
nos golpean, pero recuerda que nuestras vidas valen má s que un poco de plata. No me
gustaría perder mil cuatrocientas experiencias hoy—. Tiona los hizo ponerse en
posició n.
—¿Tanta experiencia perdida?— Joe le murmuró a Dylan mientras Chad preparaba un
tiro.
—Sí. Doscientos por nivel. A menos que otra persona te mate, entonces no hay pérdida
de experiencia—. Dylan intentó mantener la voz baja. Joe se molestó un poco cuando
se dio cuenta de que a los Hardcores no les había importado tener nombres rojos
cuando planeaban matarlo; solo querían que saltara y perdió experiencia.
Sus cavilaciones fueron interrumpidas cuando se escucharon aullidos. Chad había
fallado su tiro apuntando a la cabeza, solo golpeando al Scout en el brazo. Tres lobos
corrieron hacia ellos mientras el Hombre Lobo levantaba una delgada jabalina. Chad
rá pidamente disparó otra flecha, pero los reflejos de su objetivo fueron excelentes. El
Scout esquivó la flecha y lanzó su jabalina, que fue esquivada con la misma facilidad.
Dylan dio un paso adelante y sacó su escudo, derribando a uno de los lobos que
atacaban. Los otros dos se movieron a su alrededor, uno le mordió la pierna mientras
el otro atacaba a Tiona.
La versió n de Tiona de entrenar con su espada fue diseñ ada para controlar el flujo de
la batalla, y hacer que tus enemigos atacaran donde tú querías era un componente
clave de este camino. Se balanceó en patrones específicos y cortó brutal y
efectivamente mientras el lobo se movía a la posició n deseada. Su cabeza cayó al
suelo, cortada de un solo golpe eficiente. Guess ya estaba atacando al perro callejero
demasiado grande que se aferraba a Dylan, y activó una habilidad que le permitió
apuñ alar cuatro veces en una rá faga cegadora. Gimiendo, el lobo intentó retirarse,
pero Dylan retrocedió y lo pisoteó fuertemente, rompiéndole el cuello.
La ú ltima bestia peluda volvió a ponerse de pie cuando el Hombre Lobo se acercó
corriendo y se abalanzó sobre Dylan. El poderoso guerrero perdió el equilibrio y fue
derribado al suelo cuando el lobo gruñ endo aterrizó sobre él. Dylan luchó con fuerza y
apenas pudo mantener los dientes brillantes lejos de su cuello, pero entonces el
animal cambió de objetivo y le desgarró la cara y el hombro con una brutalidad
aterradora. Otra jabalina voló por el aire y encontró un hogar en el pie de Chad. La
batalla se había convertido en una pelea, e incluso con Guess apuñ alando al lobo con
sus dagas, este se aferró a la vida (y a Dylan) tenazmente.
De repente, Tiona bramó y luego le dio una patada devastadora al lobo. Aterrizó en el
suelo en una mala posició n antes de intentar débilmente ponerse de pie, pero Guess
ya había aterrizado sobre su espalda y lo estaba apuñ alando repetidamente. El canino
bajó y esta vez se quedó abajo. Cuando Tiona y Guess se acercaron al Wolfman Scout,
Joe se dejó caer junto a Dylan y comenzó a verterle magia curativa. Cuando terminó de
curar al hombre, la batalla había llegado a su fin.
—Dylan, la pró xima vez que te 'enfrentes' a un lobo, no necesitas ser tan literal—. Joe
se rió entre dientes ante la mirada amarga que el hombre le lanzó .
Chad cayó al suelo, jadeando pesadamente y señ alando gruesas líneas negras que
recorrían las venas de su pierna. —Ayuda.—
—¡Oh, maldita sea! ¡Olvidé eso! Joe corrió hacia el arquero caído, sacó la jabalina y
curó la herida abierta. Activó la limpieza y un chorro de agua perforó una vena.
Haciendo una mueca, se disculpó : —Ups, debería haber dejado esa herida un poco
abierta—.
—No me importa, por favor deja de envenenar—, jadeó Chad. Aparentemente ésta no
era una pequeñ a y feliz toxina no dolorosa. Joe vertió cada vez má s maná en el
proceso, pero su nivel de habilidad no era lo suficientemente alto como para anular
los efectos. Pudo frenar la propagació n, pero el veneno siguió causando dañ o con el
tiempo. Después de cinco minutos de lucha, Tiona se acercó e hizo que Chad se tragara
el antídoto que había en el cuerpo del Hombre Lobo. Joe retrocedió ; la cura repentina
había creado una cierta reacció n en él. Sacudió la cabeza para aliviar el dolor
persistente y apareció una notificació n en su vista.
Aumento de habilidad: Limpiar. Mientras que otros esperan mejorar con el tiempo, usted
lucha contra el problema desde su origen. Aunque no fuiste lo suficientemente poderoso
para detener este veneno, no se debió a una mala comprensión del cuerpo humano. Tu
fracaso fue simplemente porque no habías necesitado
para combatir este daño particular antes. Como comprendes este proceso tan a fondo y
has podido demostrarlo, tu habilidad ha aumentado a (Novicio IX).
¡Santo! Joe quedó estupefacto. ¡Eso significaba que había saltado ocho niveles de
habilidad! ¿Fue porque usó su conocimiento del cuerpo para limpiarlo? ¿Eso
significaba que... si curaba un cuerpo cuidadosamente en lugar de simplemente
permitir que el poder lo inundara... su habilidad aumentaría proporcionalmente a su
conocimiento real de curació n? ¿Solo tenía que demostrar su habilidad para que el
sistema lo reconociera? Estaba decidido a hacer todo lo posible para concentrar su
poder la pró xima vez que alguien necesitara ser curado.
—Muy bien, esa fue una buena prueba—, anunció Tiona una vez que todos se
calmaron de la intensa pelea. —Sí, perdimos el antídoto, pero ahora sabemos qué tipo
de lucha nos espera. Trabajemos para mantener juntos nuestra formació n y
focalizació n. Si todos hubiéramos atacado a un enemigo a la vez, habrían muerto
mucho má s rá pido. Pude matar a uno de inmediato con un golpe crítico afortunado,
pero todos vimos lo difícil que fue matar al que derribó a Dylan—.
—Lo lamento. Mis dagas eran demasiado cortas para penetrar el pelaje, la piel y
cualquier punto vital al que apuntaba. La pró xima vez intentaré llegar al cuello o a la
cara—, Guess ofreció una solució n a sus defectos.
—Me derribaron porque me estiré demasiado—, admitió Dylan de mala gana cuando
Tiona lo miró . —Necesito mantener los pies plantados y el escudo en alto—.
—Bien. ¿Chad?— Tiona miró fijamente al arquero, que miraba a cualquier parte
menos al líder del grupo.
Pareció desinflarse. —Fallé mi primer tiro porque estaba tratando de ser elegante. Si
hubiera apuntado al centro de la masa en lugar de a su ojo izquierdo, probablemente
habría causado mucho má s dañ o inicial—.
—Bien.— Tiona le sostuvo la mirada. —Recuerde, cuando hayamos dominado los
conceptos bá sicos podremos probar técnicas má s avanzadas. Joe, ¿en qué te
equivocaste?
—¿A mí? No lo sé, ¿pensé que estaba haciendo todo correctamente? Joe miró a su
alrededor y observó todos los rostros alegres. Todos los demá s sabían que a Tiona no
le gustaría esa respuesta.
La ceja de Tiona se arqueó . —¿Entonces está s diciendo que no había forma de
mejorar? Todo lo que aprendiste de esa batalla fue... ¿nada ? Es posible que hayas
ganado 'exp' pero, a menos que corrijas tus errores, no obtendrá s experiencia real.
Ahora, inténtalo de nuevo. ¿Có mo podrías haberlo hecho mejor?
Joe pensó en el combate. —¿Podría haber ayudado a atacar al lobo?—
—No es tu trabajo—, Tiona cortó cualquier otra cosa que pudiera haber dicho. —Te
daré un obsequio ya que no has hecho esto antes. Estabas fuera de posició n; necesitas
estar en una ubicació n central del grupo para poder brindar curació n. Deberías
haberle sacado la jabalina a Chad y curarlo antes de ir a ayudar a Dylan. No pudiste
empezar con Dylan de inmediato porque había un lobo en tu camino, así que debiste
haber hecho lo que pudiste para ayudar mientras tanto. En lugar de eso, te quedaste
ahí esperando a que el lobo se apartara de tu camino. Siempre debes estar haciendo
algo en combate—.
Ella hizo una pausa pensativa por un momento. —Ademá s, debe ajustar la
configuració n que utiliza para sus notificaciones. Está s demasiado distraído .
Configú relos para que solo se muestren cuando los llame, la importancia sea alta o no
esté haciendo otra cosa. Hacerlo así también retrasará las subidas de nivel para que
puedas utilizarlas en un momento fortuito. Recuerde , espero una respuesta adecuada
la pró xima vez—.
Sintiéndose un poco atacado, Joe asintió bruscamente y miró hacia otro lado. Ajustó su
configuració n rá pidamente, pero antes de que pudiera desanimarse demasiado, Chad
le dio un puñ etazo en el brazo. Estaban caminando hacia un territorio desconocido y
el guardabosques necesitaba que otra persona vigilara los alrededores. —Tó matelo
con calma, todo esto es para que seamos un mejor equipo. No es personal, así que no
te lo tomes demasiado a pecho. Todos pasamos por lo mismo con ella—.
—Bien.— Joe siguió caminando, tratando de encontrar algo má s que mirar. Só lo unos
minutos má s tarde, encontraron otro grupo de enemigos. Esta vez, el combate fue
mucho má s fluido. Joe tuvo que admitir a regañ adientes que hablarlo había ayudado
bastante a la cohesió n del equipo. Lucharon durante unas horas má s y só lo se
detuvieron para almorzar. Cuando completaron su bú squeda, también llegó el
momento de regresar a la ciudad. Joe decidió ver las ganancias de las ú ltimas horas y
llamó a sus notificaciones.
Exp: 852 (12 * lobo x38 + 20 * Wolfmen Scout xlO + 196 de bonificación de curación).
Una cantidad respetable para un día de trabajo, pero Joe tuvo que preguntarse cuá nto
habría ganado si hubiera podido quedarse en la ciudad y trabajar en sus propios
proyectos. Suspiró pero sabía que necesitaba experiencia en combate si quería
progresar en el juego. Ya casi habían regresado a la ciudad y se apresuraban porque
La noche estaba casi sobre ellos. El sol se estaba hundiendo en el horizonte y no iban a
llegar a un lugar seguro.
Joe estaba frenando a todos. Incluso con su velocidad de movimiento adicional al
agregar su modificador de salto, simplemente no tenía la resistencia para una marcha
forzada. —Chicos… *jadeo*… ¡adelante! ¡Estaré bien!—
—Así no es como funcionan los equipos, Joe—, respondió Dylan, incluso mientras
miraba con tristeza có mo se cerraban las puertas de la ciudad en la distancia. —Si
vamos a morir, al menos podemos hacerlo juntos, ¿verdad?—
—Tenemos posibilidades de sobrevivir—. La voz de Tiona era fría. —Estamos en
territorio de conejos y justo al lado de la muralla de la ciudad. Acerquémonos y
acampemos, apoyá ndonos en la pared. Será una noche larga, pero si alguien puede
sobrevivir, somos nosotros—.
—Nadie ha sobrevivido afuera por la noche—, murmuró Guess robó ticamente .
—¡Entonces seremos los primeros y probablemente obtendremos un logro por
hacerlo!— Tiona le frunció el ceñ o a Guess. —¡Pon tu trasero en marcha!—
Ahora que se apresuraban a buscar refugio junto al muro, fueron asaltados por todos
lados con aullidos y gruñ idos. Por alguna razó n, los demá s empezaron a tropezar con
obstá culos obvios. Joe recordó de repente que su clase le había concedido visió n en la
oscuridad y que el crepú sculo que se desvanecía no tenía un efecto negativo en su
vista. Llegaron a la —seguridad— de la barricada artificial y se pusieron en formació n.
Si querían sobrevivir por completo con éxito, seguramente sería una noche larga. Joe
miró a través de la extensió n plana y vio criaturas que se acercaban a ellos en silencio,
y esperó a escuchar cualquier indicació n de que los demá s los veían venir. Se gruñ ó a
sí mismo; ¡ Por supuesto que no vieron venir a los monstruos!
—Tenemos entradas—, afirmó Joe con la mayor calma posible. —Tres cosas
importantes vienen hacia aquí—.
Esperó preguntas sobre sus habilidades, pero todo lo que Tiona respondió fue: —
Buenos ojos. Sigue observá ndolos y avísanos cuando se estén acercando demasiado
para ignorarlos—.
CAPÍTULO QUINCE
—Ellos estan aqui.— Las sombrías palabras de Joe hicieron que los demá s apretaran
sus armas con fuerza. —Parecen un poco confundidos, como si no supieran quiénes
somos. Si los golpeamos con suficiente fuerza, podrían dispersarse—.
A los demá s miembros del grupo les pareció que de repente una gran forma se cernía
sobre ellos. Sin el aviso previo de Joe, era muy poco probable que hubieran podido
reunir defensa alguna . Dylan se preparó y se preparó para recibir el golpe del
monstruo. Fue bueno que lo hiciera, porque una enorme pata se estrelló contra su
escudo con suficiente fuerza como para enviarlo a una posició n de rodillas. Se quedó
sin aire y sintió que las articulaciones de su brazo se tensaban al límite.
Afortunadamente, su apéndice só lo sufrió un gran hematoma en lugar de romperse
como debería haberlo hecho. Al rescatar a Dylan, el golpe de respuesta de Tiona
aterrizó en el momento perfecto, cortando la extremidad que había intentado atacar
salvajemente a su subordinado.
Un grito agudo resonó desde la criatura, que se cortó rá pidamente cuando una flecha
entró por la boca abierta y le atravesó la parte posterior de la garganta. La bestia cayó
pesadamente y un charco de sangre salió de sus arterias cortadas mientras el corazó n
en tensió n latía su ú ltimo ritmo. —¡Otro a tu izquierda! ¡Adivinar!— Joe gritó por
encima del estrépito del combate.
Guess cayó al suelo cuando una pata del tamañ o de un plato pasó por su cabeza. Se
levantó de un salto y clavó una daga en la axila de la criatura, viéndose obligada a
dejarla allí mientras caía para alejarse de otro ataque. La tercera criatura estaba
rezagada, observando el proceso con una mirada bastante inteligente. Joe estaba muy
preocupado de que esa criatura se uniera.
Dylan le gritó a la criatura envuelta en una capa de sombra y cargó contra ella,
tirá ndola al suelo. Guess cortó y apuñ aló a la bestia como si intentara ganar un premio
por causar la mayor cantidad de heridas de cuchillo a una criatura sin que muriera.
Lamentablemente, ni siquiera estuvo cerca de establecer un nuevo récord ya que la
criatura murió sin otra oportunidad de recuperar el equilibrio. La tercera bestia se
había acercado sigilosamente, tratando de usar el dispositivo de distracció n.
ció n para completar un ataque furtivo contra Tiona. Joe trató de advertirle, pero ella
solo pudo cavar una herida leve antes de que el animal peludo la atacara y la arrojara
al suelo.
Chad gritó y disparó flecha tras flecha hacia la cosa, mientras Guess y Dylan estaban
indispuestos. Joe vio có mo Tiona era mutilada por la bestia y sus gritos lo sacaron de
su shock. Saltó hacia la bestia, cubriendo los pocos pies en un instante. Su cetro se
arqueó a su alrededor como un bate de béisbol y trató de anotar un jonró n usando la
cabeza de la criatura.
¡El cetro activa la habilidad [Convertir muertos vivientes]! Como el zombi tiene la mitad
de salud o menos, ¡se desintegra!
Los sonidos provenientes de la criatura desaparecieron abruptamente, al igual que su
cuerpo. Desafortunadamente, la desintegració n del cuerpo creó un destello de luz que
se podía ver fá cilmente en las llanuras abiertas que rodean la ciudad. Joe no tenía
ninguna duda de que pronto tendrían má s compañ ías no deseadas. Se arrodilló para
curar a Tiona, que apenas mantenía la conciencia. El agua curativa la bañ ó y él se
aseguró de intentar concentrar su magia para unir el tejido desgarrado y restaurar los
fluidos vitales en su cuerpo. Joe siguió todos los pasos que sabía que eran necesarios,
manteniendo la presió n sobre las heridas, cortando el flujo sanguíneo cuando era
necesario y cerrando las heridas manualmente para que no fuera necesario
desperdiciar maná para crear el mismo efecto. Cuando se detuvo para tomar aire, un
profundo sonido de *gong* resonó en la noche silenciosa.
Misión de zona completada: No desperdicies... ¡Los innumerables cuerpos abandonados
al aire libre han permitido que una corrupción se apodere de la población de conejos!
Después de mucho trabajo, el despilfarro en la zona ha sido eliminado por la fuerza.
Total de conejos zombies destruidos en tres días: 26.842. Recompensas: ¡Basado en la
contribución!
Tus aportaciones: 40 conejos zombies, 3 ositos-conejos zombies (alterados
místicamente). Reputación de Ardania: 430. +100 Reputación de gremio con Ardania.
Fuerza +1, constitución +1 y destreza +1. ¡ Participe más intensamente en el futuro para
obtener mayores recompensas!
Oso Conejito Zombi asesinado x3. Exp.: 150.
Subir rango de habilidad: Curar (Novicio VIII). ¡Empiezas a comprender mucho sobre los
métodos de curación! Tu tratamiento de heridas ha aumentado, ¡demuestra tus
habilidades!
—¡Guau! ¡Obtuve cinco niveles en mi hechizo de curació n! Joe gritó asombrado . —
Oye, ¿todos los demá s también obtuvieron puntos de estadísticas de esa misió n?—
—Lo hice—, admitió Chad enérgicamente. —Creo que todos los que evitaron esa
bú squeda porque solo ofrecía reputació n van a estar bastante molestos mañ ana—.
—Es posible que no podamos verlo si morimos aquí—, les recordó Tiona sobre su
difícil situació n actual. —Joe, ¿hay algo que puedas hacer? ¿Puedes ver alguna
criatura?
—No muy cerca, pero creo que tendremos problemas muy pronto. Ese destello de luz
no pasó exactamente desapercibido—, afirmó Joe rotundamente mientras Tiona se
ponía de pie. Se escuchó un suave tintineo cuando algo cayó de ella a las piedras. Joe
miró hacia abajo y vio una suave luz azul que emanaba cerca de sus pies. —¡Un nú cleo
monstruoso!—
Lo recogió y vio la notificació n está ndar que le preguntaba si quería convertir el Core
en una experiencia. Lo descartó de plano y sonrió . —De hecho, podría haber algo que
pueda hacer—. Echando un vistazo rá pido a su alrededor para comprobar si algú n
enemigo se estaba acercando a ellos, Joe sacó su libro sobre rituales de su anillo y
comenzó a hojear las pá ginas. Comenzó a murmurar mientras miraba, haciendo que
los demá s miraran fijamente su silueta. —'Caldera de sangre', 'Pasos de plomo',
'Espalda sobrecargada'... ¡aquí! ¡'Territorio de depredador'!—
Joe revisó los requisitos y asintió mientras rebuscaba entre los componentes que
había guardado en su bolso y anillo. —¿Por qué no pensé en esto antes? Ah, claro, los
nú cleos son muy caros y difíciles de encontrar. Vale, pimiento rojo, acó nito, menta,
amatista triturada, sal pura, virutas de hierro, cianita naranja, tres onzas de mercurio
y... —miró a su alrededor y trató de calcular cuá nto espacio necesitarían— dos onzas
de plata. El cable debería hacerlo. Inversió n de novecientos maná , así que cuatro
cincuenta para mí. ¿Poció n curativa opcional? Seguro. Material genético de persona de
nivel má s alto para una configuració n má s fuerte... Tiona probablemente. Doble
círculo alrededor del grupo. Chicos, necesito que alguien dibuje un doble círculo a
nuestro alrededor. Tiona, necesito un poco de sangre o... oh, usaré lo que hay por todo
el suelo. Perfecto.—
—Joe, ¿de qué está s hablando?— Dylan preguntó mientras Guess se encogía de
hombros y comenzaba a cortar la tierra con la empuñ adura de su daga.
—Silencio, estoy siendo má gico, misterioso y ú til—. Joe dejó caer todos los elementos
que necesitaba en el charco de sangre donde había yacido Tiona y los dispuso en el
orden —místico— que se muestra en su libro. Una vez que vio que el segundo círculo
había terminado, comenzó un breve canto mientras vertía maná en el ritual. Su canto
llegó a su fin rá pidamente, pero el flujo de maná continuó , llevá ndolo a sus límites
absolutos. Casi colapsa cuando los componentes se disuelven en el aire.
Y girando alrededor del grupo, Joe luchó por activar el ritual. Cayó al suelo,
completamente exhausto cuando los monstruos que se habían estado acercando se
detuvieron. Muy lentamente, las cosas que *golpearon* en la noche se alejaron.
Una notificació n apareció frente a todos en el círculo. Estás dentro del efecto del —
territorio del depredador—. Dado que la sangre del jugador [Tiona] se usó como
componente, todos los seres hasta el nivel [18] se asustarán. Cualquier ser por encima
del nivel [18] será atraído a esta área y atacará para afirmar su dominio. ¡Se utilizó una
poción curativa en la construcción de esta área! Si duermes aquí, saldrás [bien
descansado] después de cuatro horas seguidas de sueño. Las heridas sanarán el doble de
rápido mientras se relaja en esta área. Tiempo restante: 7:53 hasta que falle el
territorio.
—¿Qué es esto? ¿Qué hiciste?— Tiona estaba incrédula ante el efecto y todo el grupo
ahora miraba a Joe.
—Hola, soy... increíble—. Joe les guiñ ó un ojo, pero nadie se rió . Ah, claro, ¡estaba
oscuro! Esa es la razó n seguro. —Es algo que encontré en la biblioteca. Los rituales
son un tipo de magia que cualquiera puede usar, pero son estú pidamente caros y
consumen mucho maná . Dado que bá sicamente soy una planta de energía nuclear
humana para maná , siento que es el tipo correcto para aprender. Prá cticamente só lo
hechizos de utilidad o una preparació n muy, muy larga para hechizos que causan daño
—.
—¿Puedo mirar el libro?— Dylan intentó leerlo, pero se lo devolvió de inmediato. —
Bien, oscuro. Lo siento, ¿puedo mirar por la mañ ana?
—Cosa segura.—
—Sin embargo, se podría ganar dinero con estos refugios mó viles. ¡Creaste una forma
de estar fuera de las ciudades por la noche! Los ojos de Chad eran prá cticamente -
signos de dó lar de dibujos animados mientras decía esto.
Joe ya estaba negando con la cabeza mientras Chad hablaba. —No precisamente. El
costo para crear este ritual en particular es de aproximadamente… treinta de oro—.
Se escucharon sonidos de asfixia por todas partes, y la voz de Dylan vaciló mientras
escupía: —¿Gastaste trescientos dó lares para crear un refugio de ocho horas?—
—Permítanme enmendar eso. Eso es lo que habría costado si hubiéramos comprado el
Core—. Joe asintió y explicó un poco de lo que sabía sobre los costos de los
componentes. Los demá s miraron asombrados el Nú cleo luminoso que Joe les entregó .
—¿Entonces desperdiciaste trescientos de oro y quinientas experiencias?— Dylan
estaba aú n má s horrorizado.
—¿Qué puedo decir? Ustedes lo valen—. Joe se rió de ellos mientras le enviaban
gestos groseros con las manos, pero comenzaron a reír después de un momento.
¡Carisma +1!
¡Lindo! —Pero después de estudiar el ritual original, hice éste un poco má s eficiente.
Por lo tanto, solo cuesta aproximadamente la mitad de lo que cuesta normalmente,
razó n por la cual el Core todavía está aquí. Sin embargo, necesitas una clase de magia
para poder alterar la fó rmula—. Mentir un poco era mejor que explicar su clase.
—Muy bien, gracias a Joe tenemos la oportunidad de sobrevivir la noche. Intentemos
dormir un poco y continuaremos aquí por la mañ ana—. Tiona dio sus ó rdenes y
estableció un horario de guardia rotativo. El grupo se asentó en la tierra apisonada y
trató de dormir lo que pudo con los resoplidos y aullidos de horrores desconocidos
alrededor de su lugar de descanso.
No sería mentira decir que todos se sorprendieron un poco cuando la luz se asomó en
el horizonte y todavía estaban vivos. Tiona vio horrores sombríos fundirse en
monstruos y animales está ndar. —¿Entonces todos se transforman por la noche? Eso
explica por qué nadie pudo encontrar sus madrigueras ni tenderles una emboscada
durante el día. Bueno saber. Aunque estoy sorprendido. Estaba seguro de que éramos
los primeros en dormir afuera por la noche... El tono profundo de un enorme gong la
interrumpió .
¡Alerta del servidor! Por primera vez, un grupo de viajeros ha desafiado la profunda
oscuridad de una noche desprotegida... ¡y ha sobrevivido! Cada uno de ellos obtiene
+1000 de experiencia y el título '...En la noche más oscura'. ¡ Este es un momento
histórico para todos los viajeros! Como habéis demostrado ser capaces de protegeros en
la naturaleza, ahora se pueden encontrar zonas seguras como pueblos y ciudades...
¡además de ser susceptibles a las incursiones nocturnas de las criaturas de la oscuridad!
Prepárense, porque si bajan la guardia durante la noche, ¡es probable que no vean la
mañana!
El grupo palideció y se miraron unos a otros. Guess se encogió de hombros y dijo lo
que todos estaban pensando: —Ups—.
Dylan miró su pantalla de estado. —¡Ey! ¡Es un título roto!
Los demá s parecieron animarse un poco. Joe habló , sintiéndose un poco excluido: —
¿Roto? ¿Es decir, nos hace má s poderosos?
—Lo desearías—, Chad interceptó la pregunta. —Significa que el título es só lo una
parte de un título completo. Es fuerte por sí solo, pero puedes equiparlo con otro
título roto para crear un dicho ú nico. Pero hay que tener cuidado ; si no crean una
buena sinergia, te quedará s con un título genial que da un efecto desagradable.
Cuantos má s fragmentos agregues, má s poderosos será n los efectos del título—.
—Al menos en teoría—, refunfuñ ó Tiona a Chad. —No está garantizado porque nadie
ha obtenido suficientes fragmentos del título para saberlo con seguridad—.
Joe asintió junto con la explicació n y miró el título por sí mismo. Título: ...En la noche
más oscura. Efecto: Obtienes la habilidad pasiva Visión en la oscuridad (o +1 a la
habilidad si ya está desbloqueada), así como un 50% de resistencia adicional a la magia
alineada con la oscuridad. ¡Este título está roto, combínalo con otro título para obtener
efectos adicionales!
Efecto adicional del dios oculto: este título demuestra tu compromiso de aprender los
poderes del dios oculto. ¡Magia oscura desbloqueada ! Hechizo aprendido: Pico de
sombra.
Pico de sombra (novato I). Efecto: crea un pico a partir de cualquier sombra que empale
al objetivo. Daño si se lanza perfectamente: lOn donde 'n' es el nivel de habilidad. (Magia
alineada con la oscuridad) Costo: lEn maná. Enfriamiento: Ninguno, pero se deben
completar los gestos con las manos para lanzarlo.
A medida que aprendiste una habilidad de mago, ¡desbloqueaste la clase de mago! ¡La
clase de mago ha sido absorbida por la clase de ritualista! ¿Te gustaría configurar tu
clase pública como mago? Sí No
No. Seguiré haciéndome pasar por un clérigo. Joe miró la siguiente notificació n, que
trataba sobre la experiencia adquirida y sintió una repentina oleada de energía a
medida que subía de nivel. La energía dorada giró a su alrededor, dentro de él, y luego
explotó como un efecto de supernova. Lo dejaron suavemente en el suelo cuando la
luz se desvaneció , y miró a su alrededor para ver a sus compañ eros de equipo
luciendo mucho má s renovados.
—¿De vuelta a la ciudad, entonces?— Guess señ aló la puerta que ahora estaba abierta
de par en par.
—Suena bien.—
Joe miró su hoja de personaje mientras caminaban hacia el desayuno. Desde que
alcanzó el nivel cuatro, no obtuvo ningú n punto característico para gastar, pero su
inteligencia, sabiduría y percepció n habían aumentado. Casi como una ocurrencia
tardía, Joe desactivó la opció n de la hoja de estado completa y seleccionó ver solo los
datos de los personajes para que su vista no se abarrotara demasiado mientras
caminaban.
Nombre: Joe '¡Soy un sanador! ¡Lo juro!' Clase; Clérigo (real; ritualista) Profesión :
bloqueado
Nivel: 4 Experiencia; 6253 Exp al siguiente nivel: 3747 Puntos de vida: 50/50 (50+10 por
punto de constitución sobre 10) Maná: 525/525 (12,5 por punto de inteligencia, +100%,
de la deidad) Regeneración de maná: 5,25/seg ( .25 por punto de sabiduría)
Resistencia: 50/50 (50+(0)+(0))
Característica: Puntuación bruta (Modificador)
Fuerza: 7 (0,07) Destreza: 8 (0,08) Constitución: 9 (0,09) Inteligencia: 21 (1,21)
Sabiduría: 21 (1,21) Carisma: 13 (1,13) Percepción: 21 (1,21) Suerte: 13 (1,13) Suerte
kármica : 0
Nada mal para menos de una semana de juego en el mundo real. Joe miró todas sus
estadísticas y decidió que realmente debería empezar a centrarse en su progresió n
futura. Hasta este punto, había estado reaccionando en lugar de su método normal de
planificar cuidadosamente y decidir su futuro. Había ganado cuatro puntos de
habilidad má s, y aunque estaba interesado en convertirse en un Sabio saltador,
probablemente sería mejor dedicar esos puntos a algo má s... inmediatamente ú til.
Cruzaron las puertas y recibieron un gesto respetuoso del guardia de turno.
Afortunadamente, tan temprano las calles estaban prá cticamente vacías, por lo que no
tenían que preocuparse de que los jugadores enojados vinieran a gritarles. Caminaron
hasta el cuartel para informar, obteniendo una respuesta mixta del maestro del
gremio Aten. —Chicos, estoy muy feliz de que hayan sobrevivido y feliz por ustedes en
general, pero por favor no difundan que ustedes fueron los que estuvieron afuera
anoche. Mucha gente está realmente asustada en este momento y necesito ir a una
reunió n para determinar có mo proteger la ciudad . Los jugadores podrían arremeter y
culparte por no poder seguir festejando toda la noche—.
—No hay problema.— Tiona saludó al resto de su equipo. —Tó mense el día libre,
todos ustedes. Incluso si ahora tenemos el bono de haber descansado bien, todos
sabemos que fue una noche difícil—.
Ella recibió un asentimiento a cambio y el grupo se dispersó para perseguir sus
propios intereses.
CAPÍTULO DIECISÉ IS
Joe caminó hacia la biblioteca, el ú nico lugar que se le ocurrió para relajarse mientras
todos los demá s estaban fuera de la ciudad tratando desesperadamente de subir de
nivel. Aten no se equivocó cuando dijo que la gente tenía miedo de lo que les depararía
la noche, pero hay que reconocer que lo enfrentaban casi con alegría. Se forjaban
armas, se reparaban armaduras y se erigían fortificaciones. Si bien es posible que no
supieran qué esperar, intentaban estar preparados para cualquier cosa. Al estilo
clá sico de los jugadores, estaban listos para enfrentarse a obstá culos abrumadores.
Al entrar a la biblioteca, Joe se encontró con una mirada penetrante de Boris. —¡Buen
día!—
—¿Ya está s en el nivel cinco?— Boris fue directo al grano. —¿Por eso está s aquí?—
—¡Aú n no!— Joe respondió alegremente. —En realidad esperaba estudiar los rituales
y ver si puedo hacerlos má s... accesibles—.
—Humph. No puedo ayudarte allí a menos que seas un erudito—. Boris lo miró desde
detrá s de sus gafas. —Tendrá s que ir a la universidad de magos para aprender má s
sobre ese tipo de magia. O tal vez un templo, ya que eres un clérigo—.
—¿Un templo?— Joe ni siquiera había pensado en eso. Sin embargo, tenía sentido; su
maná se duplicó gracias al patrocinio del dios oculto. ¿Quizá s no estaría de má s visitar
sus santuarios y aprender má s sobre él? —Gracias por la informació n. Ademá s, estoy
intentando planificar mi futuro. ¿ Hay alguna literatura sobre posibles avances de
clase ?
—Clase...? ¡Pah!— Boris soltó un bufido burló n. ¡Tendrá s má s suerte buscando oro en
un cerdo comú n y corriente! ¡Ese tipo de informació n no está disponible en cualquier
lugar! Los poseedores de clases atesoran el conocimiento de su avance con la misma
codicia y avaricia que exhiben los Dragones, obligando a otros a luchar tanto como
ellos si quieren analizar sus secretos. Parece que el conocimiento siempre debe
encontrarse dos veces. Qué
Lo poco que tenemos está restringido a los eruditos de má s alto nivel, só lo para
garantizar que un espía entre nosotros no pueda destruir lo que hemos podido
recopilar—.
—Ah. ¿Es por eso que la ciudad oculta el hecho de que hay otros caminos ademá s de
los que ellos ofrecen? La boca de Joe parecía haberse adelantado a su ingenio con esta
pregunta, porque el rostro de Boris se oscureció al instante.
—Nadie está 'ocultando' esa informació n. Esas clases está n intentando reclutar, y con
razó n. Todo el mundo quiere una clase rara y poderosa, pero ¿qué sucede cuando
llegas a tu siguiente avance y te resulta imposible subir de rango? El Reino necesita
clases de tercer o cuarto nivel para sobrevivir—. La temperatura del aire pareció bajar
con su tono helado. —Si las personas son incapaces de pensar por sí mismas y está n
dispuestas a tomar cualquier clase que puedan encontrar… ¿es culpa del Reino?—
—Ah, lo siento, Boris, yo-— Joe intentó disculparse.
—Quizá s—, Boris volvió la vista hacia los papeles sobre su escritorio, —deberías
pasar este día en otro lugar. Quizá s aumentar tu sabiduría te ayude a aprender a no
soltar teorías de conspiració n traidoras sin pensar—.
Joe captó la indirecta y salió de la biblioteca. Mientras parpadeaba ante la luz brillante,
tuvo que suspirar y darse una bofetada. —No puedo creer que eso haya sucedido—. Al
no tener objetivos reales para el día, interrumpió cansado una conversació n entre dos
ciudadanos y preguntó có mo llegar al templo. Una persona algo hostil señ aló a lo lejos
y la gente se alejó apresuradamente.
Joe caminó penosamente hasta el á rea del templo y quedó asombrado por el tamañ o y
la complejidad del edificio. Para un edificio que parecía tan pequeñ o, parecía
extenderse una distancia enorme. La habitació n era deslumbrantemente luminosa en
un extremo y llena de oscuridad impenetrable en el otro. Cientos de santuarios y
estatuas de distintos tamañ os y ornamentaciones llenaban el espacio abierto. Al ver a
otra persona cerca, Joe preguntó có mo navegar por el lugar.
—¿A quién vas a adorar?— Joe hizo una mueca cuando el hombre excesivamente
peludo le rascó ruidosamente la parte inferior del brazo.
—No estoy seguro de su nombre, pero es un dios neutral de-—
—Seguro seguro.— Un dedo carnoso señ alaba el extremo norte del edificio , luego el
sur, el este y el oeste. —El Norte para el bien, el Sur para el mal. Este para la oscuridad,
oeste para la luz. Cuanto má s conocido o poderoso sea tu dios, má s ornamentado será
su santuario. Divertirse.—
Joe se quedó desconcertado mientras el hombre se alejaba. Mirando a su alrededor
indeciso, caminó hacia el centro del edificio. —Alineació n neutral, oscuridad y agua—,
murmuró Joe mientras miraba los santuarios por los que pasaba. En el centro exacto
de la habitació n estaban lo que debieron ser las cuatro deidades puramente
elementales. Neutrales y sin oscuridad ni luz, sus altares eran grandiosos e
increíblemente ornamentados. La mayoría de las personas que caminaban alrededor
del edificio se acercaban o se alejaban de estos santuarios en particular; mirá ndose
con disgusto cada vez que sus caminos se cruzaban.
—Extrañ o.— Joe habría pensado que las personas bajo la misma bandera serían
amigables con sus compañ eros feligreses. Decidió concentrarse en la tarea; él no
estaba aquí para analizar las relaciones interpersonales de los demá s. Joe estaba aquí
para encontrar respuestas. Deteniéndose en un espacio vacío donde debería haber un
santuario, miró las baldosas del suelo. Tenía algunas tallas simples, pero por lo demá s
parecía que no había nada que encontrar. Joe dio un paso adelante y se arrodilló en lo
que estaba seguro era el espacio del dios oculto. —¿Hola?—
Joe parpadeó y en ese instante se encontró transportado a un gran templo situado en
la cima de una montañ a. Sonriendo benevolentemente hacia él estaba el dios Oculto,
que rá pidamente se redujo hasta alcanzar la altura de Joe. —¡Bienvenido, Joe! Me
alegra mucho que hayas encontrado y visitado este lugar. ¡Como ahora tengo un
'clérigo' activo, pude empezar a construir mi santuario nuevamente!
—Oh, me alegro—. Joe miró a su alrededor, hacia el templo vacío. No había
decoraciones, ni muebles má s que el trono, y el lugar se sintió un poco... deprimente
cuando notó estos detalles. —Uhm, tenía algunas preguntas—.
—¿Qué puedo hacer por ti? En realidad—, la figura resplandeciente levantó una mano,
—para que lo sepas, puedes preguntar cualquier cosa, pero es posible que yo no
pueda responderte. Hay reglas que debo cumplir—.
—Entendido.— Joe ordenó sus pensamientos: —He estado aquí unos días y he subido
un poco de nivel, pero me pregunto có mo debo concentrar mis talentos para poder
subir de rango—.
—¿Có mo los has estado enfocando hasta ahora?— Había una sonrisa iró nica en el
rostro de la deidad.
—Bueno, obtuve mi habilidad de 'salto' para Maestro. Só lo tomó unos pocos puntos de
habilidad, así que realmente espero que no haya sido un desperdicio enorme—. Joe
esperó una reacció n pero siguió hablando antes de que el silencio se volviera
incó modo. —A partir de ahora, no estoy seguro de qué hacer. Esperaba consejos sobre
có mo aumentar las habilidades y subir de rango—.
—¿Subir de rango? ¿Especializarse? No te preocupes por eso por ahora, tienes mucho
tiempo antes de alcanzar el nivel diez. Habla conmigo de nuevo en ese momento y
veremos si te has ganado el favor suficiente para permitirme darte una pista. Trae un
mapa en ese punto—. El rostro moreno palideció de repente cuando se agarró la
garganta. É l tuvo arcadas, tratando de respirar. Después de un momento se calmó . —
Dije demasiado. Ay.—
—¿Está s bien?— Joe miraba al ser con forma de hombre con gran preocupació n.
—¿Recuerdas que mencioné que hay reglas? Simplemente me excedí un poco al
ofrecerle conocimientos avanzados que no se ha ganado. Acció n reacció n. O debería
decir reacció n exagerada—, murmuró mientras se frotaba el cuello, formá ndose un
hematoma en forma de cadena. —A continuació n, tus habilidades. No descartes el
hecho de que tienes un rango de Maestro en el nivel cuatro. Es casi imposible que eso
suceda, pero ¿has estado explorando los beneficios de esa habilidad? ¿ Has saltado
siquiera una vez desde que alcanzaste el rango de maestro?
Joe negó con la cabeza. —No lo he hecho. Bueno, salté hacia un monstruo, pero estaba
só lo a medio metro de distancia. Con mi salud y resistencia, supongo que estoy
bastante nervioso por volver a lastimarme. No voy a mentir, saltar desde ese
acantilado podría haberme dado un poco de miedo a las alturas—.
—Sin embargo, no fue la caída lo que te mató , y no veo miedo en tus ojos cuando
piensas en el rock—.
—¡Ese no es el punto! La sensació n de estar totalmente destruido de esa manera…—
Joe frunció el ceñ o. —En realidad, no parece tan malo ahora... ¿por qué?—
Una mirada terriblemente incómoda cruzó por el rostro de la deidad. —Ya que
preguntaste al respecto, puedo decírtelo… pero ¿está s seguro de que quieres saber
por qué?—
La sospecha floreció en la mente de Joe. —Sí. ¿Por qué no parece tan malo ahora?
—Es porque adormecemos el dolor y eliminamos el trauma. El dolor, el miedo y la
duda son interacciones en tu cerebro. ¿Por qué crees que tanta gente está dispuesta a
salir una y otra vez después de haber sido atacada por lobos y de que los osos les
arranquen trozos de carne? la deidad respondió en un torrente de palabras.
Sin saber có mo manejar esta informació n, Joe simplemente decidió pensar en ello má s
tarde. —Muy bien, eventualmente volveremos a eso. Ahora, volvamos a hablar de
habilidades. Soy cató lico y la razó n por la que odio usar mi capacidad de orar es
porque me parece un sacrilegio rezarte a ti. Esto realmente me molesta, má s de lo que
me había dado cuenta hasta ahora—.
—Comprensible.— El dios asintió . —Aquí está la cuestió n: soy un dios de Eternium, no
soy Dios. No soy el creador, soy parte de este... juego. Piense en usar su capacidad de
oració n como... usando un motor de bú squeda. Me envías una consulta o una solicitud,
te devuelvo respuestas si es posible . ¿Sabes que? Actualizaré tu habilidad por ti si te
resulta ú til—.
Habilidad: Orar ha cambiado de nombre a Habilidad: Consulta. Todos los efectos y
requisitos siguen siendo los mismos.
—Gracias, eso ayuda—. Joe estaba mucho má s feliz con esta habilidad. —Si no te
importa, ¿puedo hablar de ti como un líder de facción en lugar de un dios?—
—Para mí no hay ninguna diferencia. Diablos, puedes llamarme Tatum. Aléjate por
completo de tu malestar—.
—¿Tatum?— Joe intentó ocultar una sonrisa.
—Abreviatura de 'Occultatum', que en latín significa 'Oculto'—. Tatum hizo un gesto
con la mano para hacer avanzar la conversació n. —Escucha, nos estamos quedando
sin tiempo, ¿necesitas respuestas a otras preguntas?—
—¡Sí!— Joe estaba concentrado una vez má s. —¿Có mo puedo aumentar mis
habilidades má s rá pido y a cuá les debería dedicar la mayor parte de mi tiempo?—
—Deberías concentrarte en- *gack*—. Tatum se atragantó de nuevo mientras
intentaba dar una respuesta directa. —¡Está bien ya! Puaj. Concéntrate en lo que te
hace ú nico. Para aumentar tus habilidades, necesitas estudiarlas, practicarlas y probar
todo lo que se te ocurra. Cuando los usas correctamente como nunca antes, adquieres
nuevas habilidades—.
Joe pensó en sus palabras y se dio cuenta de dó nde se había equivocado. —Gracias.
¿Có mo puedo ganarme má s favor de ustedes para poder obtener respuestas má s
directas?
El dios sonrió ante esta pregunta. —¡Sí! ¡Puedo darte un sigilo! Es como una cresta o
un tatuaje para tu ropa. En tu hoja de personaje, debajo de los elementos equipados,
activa este sigilo y aparecerá en tu ropa. Luego, cuando ganes experiencia, ¡obtendrá s
un favor equivalente al dos por ciento de ese total! ¡No es enorme pero se nota!
—No podrías decírmelo a menos que te lo preguntara, ¿eh?— Joe desafió con picardía.
—Correcto.— Tatum desapareció repentinamente, al igual que el templo en la cima de
la montañ a. Joe se encontró de nuevo en el templo de la ciudad, rodeado una vez má s
de santuarios y estatuas. Mirando hacia el suelo, parecía que las baldosas planas se
habían elevado un poco y las tallas ahora eran un poco má s complejas que figuras de
palitos.
—Gracias por la ayuda. Espero haberte ayudado a ti también—, murmuró Joe al
santuario. Antes de que lo olvidara, fue a la pestañ a de su estado y equipó el sigilo. Un
patró n plateado y brillante apareció en su tú nica, ab
Líneas abstractas que se transformaban en un libro cuando entendías lo que se
suponía que era el dibujo. —Limpio. Muy bien, ahora necesito ir a estudiar mi hoja de
personaje para ver má s cosas escondidas como esta—. Joe salió del gran edificio, ajeno
a los ojos enojados que se detenían en su sigilo mientras se movía.
CAPÍTULO DIECISIETE
Mientras Joe seguía avanzando, intentó examinar en profundidad su comprensió n de
las habilidades. Era médico de combate, lo que significaba que tenía un buen manejo
de la clasificació n y estabilizació n de heridas. Comparativamente, su conocimiento
médico y bioló gico real era mucho menor. ¿Esto se reflejó en que su habilidad de
curació n permaneció en las filas de principiantes cuando utilizó toda su habilidad?
Podía ir a la biblioteca y leer toda la informació n que pudiera encontrar, pero esto se
sentía como un uso menos... efectivo de su tiempo.
Tatum le había dicho que se concentrara en lo que lo hacía ú nico, y aunque la curació n
era rara entre los humanos, había rumores de que otras personas estaban adquiriendo
esa habilidad. En su hoja de personaje, había muy pocas cosas que tuvieran la palabra
—ú nico—. De hecho, só lo eran dos. Las clases de Jumplomancer y Ritualist. De esos
dos, só lo ser un ritualista era algo a lo que nadie má s podía acceder sin haber sido
entrenado primero por él. Por mú ltiples razones, tendría mucho sentido en este caso
centrar su entrenamiento en la clase y las habilidades ritualistas. Después de todo, era
su verdadera clase, y aunque técnicamente otras personas tenían acceso a los rituales,
él tenía el potencial de hacerlos tan eficientes y poderosos que podía usarlos como
hechizos típicos. Joe, sumido en sus pensamientos, asintió para sí mismo. Había
llegado el momento de sumergirse de lleno en la mecá nica de la magia ritual.
Só lo había una cosa má s importante que tenía que hacer primero. Caminando un rato,
encontró una cafetería y pidió un poco de café. ¡Perfecto! ¡Todo listo para analizar los
misterios del universo! Sacó su libro de rituales para principiantes y comenzó a
trabajar para intentar comprender por qué requerían ciertos componentes. Sangre o
cabello era fá cil; ayudó al ritual a apuntar a una persona específica o basarse en sus
estadísticas, como con el ritual del 'territorio del depredador'. Silver era un poco
menos obvio para él. Saber que era conductor de electricidad no fue de mucha ayuda
ya que Joe estaba bastante seguro de que el ritual no lo era.
de pilas. ¿Quizá s tuvo algo que ver con la pureza de la plata?
Rango de habilidad aumentado: Magia ritual (novato II). ¡Aprende todo!
Bueno, eso respondió esa pregunta. ¿Fue realmente tan fá cil ganar rangos en
habilidades? Supuso que era comprensible, se trataba de un estudio académico má s
que cualquier otra cosa. Se gana habilidad con las espadas blandiendolas y luchando,
¿por qué no ganar habilidad con la magia tratando de entenderla? Usarlo tendría má s
impacto en los niveles superiores, sin duda, pero un simple estudio era la mejor
manera por ahora. Joe se animó cuando se le ocurrió una idea; Parecía que este juego
estaba basado lo má s cerca posible de la vida real, ¿por qué no estudiar las cosas de la
vida real y relacionarlas con el juego? Si pudo obtener aumentos como ese... entonces...
tenía una conexió n a Internet con el mundo exterior. Como estaba en una cafetería,
pudo abrir una pantalla y conectarse a Wikipedia. Con tantas teorías de la magia, así
como hechos del mundo real a su alcance, comenzó a comprender mucho má s sobre el
posible razonamiento de los efectos de los componentes.
Las horas pasaron volando mientras estudiaba, su mente absorbiendo las ideas con
una rapidez que nunca había encontrado en la escuela secundaria o la universidad.
¿Su puntuació n en inteligencia le ayudó a volverse realmente inteligente? É ste era su
verdadero cuerpo ahora, ¿no? Su fuerza lo debilitaba, así que esto tendría sentido,
aunque era un pensamiento aterrador.
¿Hasta dó nde podría llegar? Joe decidió sombríamente que haría lo que fuera
necesario para mejorar sus estadísticas. Esto era algo que necesitaba probar. Cuando
terminó su sesió n de estudio autoimpuesta, Joe miró sus notificaciones y tuvo que
esbozar una sonrisa cansada. Había hecho un buen progreso hoy. Como Joe no había
mirado cada vez que llegaba un mensaje nuevo, pudo ver la cantidad final ganada en
cada categoría.
Habilidad aumentada: Lectura (Principiante VII).
Habilidad aumentada: Magia ritual (Novicio VIII). Puntuación de habilidad aumentada:
¡Inteligencia +2!
¡Espectacular! ¿Cinco rangos en magia ritual y seis en lectura? Es casi seguro que los
rá pidos avances se debieron a su total falta de conocimiento de los rituales, pero eso
no frenó el logro. Ciertamente sentía que ahora entendía mejor por qué algunos
componentes se usaban en lugar de otros, pero también sabía que no podía andar
cambiá ndolos o haciendo sus propias versiones en este momento. Aunque no estaba
muy lejos. Joe se sintió seguro de que la creació n de rituales era algo que podría hacer
en los niveles superiores. Ademá s, no podía descontar el bono de clase ritualista, que
era aprender habilidades cuatro veces.
má s rá pido que otras personas. Sí, la clase Ritualista ciertamente había sido la elecció n
correcta. Estaba progresando y sintió una gran satisfacció n por ese simple hecho.
Un beneficio má s inmediato fue que la magia ritual había alcanzado el nivel ocho, por
lo que Joe ahora tenía una reducció n del cuatro por ciento en el costo de los rituales.
Se puso de pie y su espalda crujió de alegría cuando la enderezaron. Mientras
caminaba hacia el mercado, Joe notó que era mucho má s tarde de lo que esperaba; ¡Ya
debe estar acercá ndose la hora de cenar ! Con este pensamiento en mente, se apresuró
a llegar a las tiendas que necesitaba visitar antes de que cerraran. Sus compras fueron
bastante simples: má s componentes para sus rituales, un juego de tallado para poder
tener un patró n ritual listo antes de que lo necesitara, y un pedido permanente de
Nú cleos de monstruos del alquimista. Esto ú ltimo fue difícil, ya que el alquimista -
intentó husmear en las razones de Joe para necesitar tantos Nú cleos.
Mentalmente cansado, Joe regresó al cuartel. Había sido un buen día; Había aprendido
bastante sobre sí mismo y se había fijado objetivos realistas para el futuro. Je. ¡Qué
cambio había dado el —realismo—! Sus objetivos —realistas— tenían que ver con la
magia. Joe casi se cae cuando una voz lo sacó de su autoestima. Aten estaba parado
frente a él, luciendo un poco irritado. —¡José! ¿Usted escucha? Bien. ¿Tiona me dice
que quizá s tengas una manera de hacer que un á rea esté a salvo de ataques de
monstruos?
Joe tardó un segundo en asentir. —Si y no. Hace que cualquier monstruo por debajo de
cierto nivel evite el á rea, pero cualquier monstruo má s fuerte que el repelente será
atraído al á rea, evitando a cualquier otra persona. Es un... hechizo... llamado
'Territorio del depredador'—.
Una mirada maníaca apareció en los ojos de Aten. —¡Aun mejor! Entonces, ¿podremos
luchar só lo contra los má s fuertes? ¿Eso significa que tendremos a los monstruos jefes
y todos los demá s solo tendrá n la pelea está ndar contra la mafia? ¡Esto será increíble
para nuestra reputació n y niveles! Podemos usar eso para reclutar: '¡Solo los mejores
y má s fuertes vienen para The Wanderers!'
Joe sintió un poco de malestar estomacal ante ese pensamiento. Entonces. Caseoso. —
Sí, pero… el umbral está diez niveles por encima de la persona cuya sangre se usa en el
hechizo. Si usá ramos mi sangre, solo atraeríamos un monstruo si fuera de nivel
catorce o superior. No puedo imaginar qué pasaría si llegá ramos a un nivel veinte o
algo así—.
—¡Niveles es lo que pasaría! ¡Reputació n! Puedo imaginá rmelo ahora, Los Wanderers
contra un jefe de incursió n... ¡en el centro de la ciudad capital! Aten estaba
inconscientemente agarrando su espada y lentamente desenvainá ndola, la sed de
sangre brotaba de él.
—Pero...— Joe trató de pensar en alguna forma de razonar con este maníaco de la
batalla, —¡si nos llega hasta aquí, significa que atravesó la pared o puede volar!—
Aten ladeó la cabeza. —Mmm. Buena llamada. Me aseguraré de que nuestros arqueros
estén de servicio esta noche. ¡Ah, y ahora incluso tenemos un mago de primer nivel!
¡Felicidades, ya no eres la ú nica persona má gica en el gremio!
—¿En realidad? ¿Có mo consiguió la clase de mago? Joe se inclinó ; Quería escuchar
cada detalle ya que los detalles de la clase eran muy escasos.
—Ella asistió a clases en la universidad de magos. La patrocinamos para que pudiera
permitírselo y debo decirles que realmente espero que su magia sea tan ú til como
necesitamos. Ese lugar no era barato—. Aten se quejó un poco sobre este hecho. —
Ojalá podamos liquidar el préstamo antes de que los intereses nos arruinen—.
—Hablando de costos, si quieres que ejecute ese hechizo todas las noches necesitaré
algunos componentes. Esos tampoco son baratos—. Joe enumeró todo lo que
necesitaba y Aten hizo una mueca pero asintió mientras explicaba.
—Entendido, nos conseguiré una gran cantidad de esos. No podremos usar el hechizo
todas las noches, pero cuando veamos algo interesante contra lo que queramos luchar
o si necesitamos un descanso, te pediré que lo configures. ¿Eso te funciona? Dado que
es una imposició n tan grande, podemos llamar a esto sus cuotas de gremio en lugar de
hacerle pagar un porcentaje de sus ingresos—.
—Suena bien. ¿Deudas? ¿Gravas a los miembros del gremio? La mano de Joe se movió
hacia su monedero.
—Tengo que.— Aten señ aló con la mano el edificio en el que se alojaban. —¿Crees que
el alojamiento y la comida son gratis? No. Ademá s, necesitamos comprar contratos de
trabajo, luego nos reembolsan y nos pagan al finalizar. Las misiones del gremio
cuestan un par de cientos de oro solo para aceptarlas. Por eso la competencia es tan
feroz—.
—¿Prepararlo para esta noche entonces?— Joe estaba muy interesado en mantener su
dinero en su propio bolsillo.
—No, esperemos y veamos en qué tipo de problemas se encuentra la ciudad esta
noche. Veré si podemos conseguir una caja de Nú cleos para que la use el gremio;
Algunos artesanos ya lo han mencionado—. Aten se despidió con la mano y se fue a
atender sus otras tareas.
Joe decidió cenar, luego se sentó y comenzó a tallar los patrones necesarios para
varios rituales. No necesitaba hacer demasiados; este fue el ú nico componente del
ritual que no fue consumido por la activació n para poder reutilizar las tallas exitosas.
Algunos de los símbolos eran muy fá ciles, como la estrella encerrada por un círculo, o
el doble círculo necesario para el 'territorio del depredador'. El problema surgió
cuando los rituales empezaron a tener má s efectos; los patrones se volvieron mucho
má s complejos de lo que su destreza le permitía crear.
Habilidad adquirida: Tallado (Principiante I). ¿Eres artista, estás aburrido o tienes
setenta años? ¡Entonces tallar es tu habilidad! Cada nivel de habilidad aumenta la
precisión del tallado en un 1 % y reduce el tiempo para terminar en un 1 %.
Joe miró consternado el patró n que había estado intentando crear. Se había concebido
como un patró n con líneas elegantes y en picada, pero el producto final estaba
destinado al cubo de basura. Tal vez leñ a para el fuego. La madera se había
desconchado y astillado, las elegantes líneas consistían en á ngulos duros y, en general,
estaba mal hecho. Suspiró con pesar; Quizá s sería mejor que un artista creara estos
patrones para él. La percepció n de Joe era excelente, y aunque podía encontrar
fá cilmente los defectos en el trabajo... su destreza lo hacía esencialmente infantil en
sus intentos artísticos. Otra cosa má s que necesitaría delegar hasta que pudiera
mejorar.
¿Quizá s sería mejor trabajar con los rituales que pudo completar? Por ejemplo, Aten
había querido tener el á rea lista para el ritual esta noche, si fuera necesario, aunque
dijo que no la activara. El ritual tendría que abarcar todo el cuartel, lo que significaba
que necesitaba dibujar un doble círculo alrededor de toda la estructura. Como estaban
en una vivienda temporal y el suelo era de piedra, era imposible tallar un doble
círculo. ¿Quizá s la pintura sería la mejor sustancia a utilizar? Joe preguntó por ahí,
pero nadie en el á rea tenía la cantidad de pintura que se necesitaría y, para entonces,
las tiendas estaban cerradas.
Joe estaba a punto de levantar las manos y dar por terminada la noche, tal vez irse a la
cama en un intento de no sentirse má s frustrado, pero entonces notó a un grupo de
niñ os dibujando en los adoquines al otro lado de la calle. La luz llenó sus ojos, se
acercó y les preguntó a los niñ os si tenían tiza de sobra. El adulto que los observaba
parecía estar tratando de mirar a través del crá neo de Joe, pero se relajó cuando todo
lo que Joe hizo fue aceptar un gran trozo de tiza a cambio de unas cuantas monedas de
cobre. Mientras caminaba alrededor del edificio , Joe intentó hacer líneas cada pocos
metros para poder conectarlas y formar un círculo completo. Después de terminar las
marcas preliminares, los siguió dos veces alrededor del edificio, cerrando la
estructura. Utilizando su reserva personal de componentes rituales, los colocó en las
posiciones correctas y comenzó a potenciar el ritual.
Algo se sintió diferente al instante; su maná comenzó a salir de él a un ritmo mucho
mayor que nunca antes. Joe jadeó de dolor y cayó de rodillas mientras se le agotaba la
energía. Intentar cortar el flujo no funcionó , y observó con temor có mo su maná caía
por debajo de la mitad. Su regeneració n de maná de poco má s de cinco por segundo
estaba haciendo todo lo posible para mantenerlo en pie, pero no podía seguir el ritmo
del poderoso drenaje. Cayó hacia adelante cuando su maná cayó por debajo de un
cuarto y apenas podía respirar cuando sus reservas de poder cayeron a cero.
Un dolor agonizante lo desgarró entonces y su salud comenzó a disminuir en lugar de
su maná . El dolor se detuvo y se reanudó cada segundo cuando su regeneració n de
maná se activó y permitió que algunos puntos extra de energía fluyeran hacia el ritual.
Su salud cayó hasta quince puntos antes de que el ritual finalmente tuviera suficiente
maná para satisfacerse. A medida que su reserva de poder comenzó a recuperarse
lentamente, Joe resolló y tosió ruidosamente mientras se sentaba. Con mano
temblorosa se detuvo y miró las notificaciones que ahora aparecían como un registro
de combate.
Ritual: Se inicia el 'territorio del depredador'. ¡Precaución! Componente faltante
'sangre'. ¡Precaución! ¡Tamaño del ritual mayor al recomendado para que lo realice una
sola persona! ¡Precaución! ¡El patrón ritual está mal formado! Calculando requisitos
adicionales debido a problemas... ¡Se requieren +200 de maná! El consumo de maná
aumentó. Maná insuficiente, extraído del fondo de salud. ¡Sangre añadida al ritual
mediante daño a [Joe]! -Se requieren 100 maná. ¡Ritual completo! ¿ Activar el ritual
ahora? Sí No
Joe seleccionó —no— con una expresió n amarga. La tiza que rodeaba el edificio
adquirió un brillo rojo, lo que interesó tanto a Joe que intentó borrar un poco. No se
movió ni se raspó , por lo que Joe confió en que permanecería allí hasta que se activara.
Al mirar las notificaciones, Joe gruñ ó en el aire vacío: —¿Entonces comienza a
disminuir tu reserva de salud a menos que tengas suficiente maná ? ¡Nunca vi eso
mencionado en ninguna parte! No olvidaré esto en el corto plazo: magia estú pida y
nunca explicada—.
¡Sabiduría +1!
Aumento de habilidad: Magia ritual (Novicio IX).
Resopló ante la nueva notificació n. —Ahora siento que alguien se está metiendo
conmigo—. Con el ritual listo, su cuerpo y su mente agotados, Joe se entregó al
cansancio y se fue a la cama.
CAPÍTULO DIECIOCHO
Despertarse a la mañ ana siguiente sin tener que luchar contra nada o que nada
intentara matarlo se sintió casi... anticlimá tico. Joe salió a trompicones de la cama dura
como una roca que consideraba suya y miró como un bú ho a cualquiera que se
acercara demasiado. Imagínese su sorpresa cuando una chica de cabello rosa y azul se
dejó caer frente a él y le dedicó una brillante sonrisa. —¡Hola! Soy Terra. ¿Eres el otro
usuario de magia del gremio? —Mhmph—, gruñ ó Joe mientras intentaba ajustar sus
ojos a las opciones de color que dañ aban sus ojos. Ella bá sicamente brillaba, y él
esperaba que só lo estuviera usando brillantina y que no fuera de alguna manera parte
de su cará cter . Su cabello era rosa con reflejos azules y sus ojos eran de color verde
brillante. Joe, muy acostumbrado a los colores modestos que normalmente vestía,
pensó que se parecía un poco a un loro.
—¡Impresionante!— Su tono entusiasta hizo que todos los presentes en la sala que no
eran una persona mañ anera hicieran una mueca teatral. —¡Acabo de regresar de una
increíble carrera de diez ka y esperaba ver a alguien má s realizar magia! Eres un
clérigo, ¿verdad? ¿Có mo funciona la magia curativa en comparació n con la magia
elemental? ¿Puedo verte hacer algunos hechizos o algo así?
Joe pensó mucho pero no pudo encontrar ninguna razó n real para rechazar esta
solicitud. Miró alrededor de la habitació n hasta que vio a alguien sujetá ndose la
cabeza por el dolor. Joe les hizo un gesto y les usó una limpieza, curá ndoles la resaca y
enviá ndolos a seguir su camino. Miró a Terra esperando que ella estuviera
emocionada, pero ella solo lo miraba con las cejas levantadas con desdén.
—¿En realidad? ¿No diriges el maná ni trabajas para controlarlo? Ella lo miró de
arriba abajo. —No pensé que estuvieras en un teclado mental ; Parece que en realidad
está s privado de café—.
—¿De qué está s hablando?— Joe se sorprendió al responderle. —Por supuesto que
controlé ese hechizo, ¿no me viste dirigirlo por todo su cuerpo?—
—Sí, claro, pero quise decir que no controlaste la forma en que tu maná abandonaba
tu cuerpo. Quiero decir, en serio, si ya tienes los canales de maná , ¿por qué no usarlos?
Terra parecía confundida por la falta de reacció n de Joe. —¿No los tienes? ¡Dios mío,
usar cualquier cantidad de maná debe agotarte! Puedes lastimarte seriamente así—.
—No tengo idea de qué está s hablando—, le informó Joe con firmeza. Su forma de
hablar de chica del valle le irritaba los nervios y quería que ella fuera al grano o se
marchara.
—¡Vaya, tienes tanta suerte de haber venido a este gremio!— Terra se echó el pelo
por encima del hombro y sonrió feliz. —¡Vamos a aprender! Tienes una reserva de
maná y canales de maná . Si usas un hechizo sin dirigir el poder a través de los canales,
seguro que es má s rá pido, pero te cansas y te duele muy rá pido, ¿verdad?
Algunas de sus palabras resonaron en Joe. —Entonces, si tuviera una enorme reserva
de maná y la usara toda a la vez...?—
—Probablemente vomitarías o te desmayarías. Tal vez sangre por todas partes o algo
así—. Terra le sonrió con suficiencia. —¿Adivina qué, sin embargo? ¡Puedo enseñ arte
có mo arreglarte tú mismo! ¡Después de todo, soy un mago con licencia!
—¿Necesitas una licencia?— Joe casi se ahoga con el café mientras tomaba un largo
trago.
—¿Bien? Sea lo que sea, ¡comencemos!— Terra le agarró ambas manos y se inclinó
hacia él. El rostro de Joe se puso carmesí cuando algunas personas en la sala les
silbaron. —Está bien, ¿dó nde está tu reserva de maná ?—
Sin entender lo que ella estaba preguntando, Joe señ aló la interfaz en el rabillo de su
visió n que mostraba una barra de maná llena. Ella sacudió la cabeza violentamente y
se rió . —¡Esa es tu barra de maná , tonto! Necesitas meditar y —entrar— en ti mismo
para encontrar tu centro. Te mostrare.—
Terra usó la habilidad 'meditación guiada' contigo! ¿Aceptar? Sí No
Joe aceptó con entusiasmo. Su respiració n se hizo má s lenta y su mente se despejó de
distracciones. Sintió una cá lida luz en su mente y la siguió má s profundamente dentro
de sí mismo. Siguió la luz a través de tú neles oscuros y sinuosos hasta que finalmente,
un caleidoscopio de brillo se formó en la distancia . Al doblar la ú ltima esquina, Joe se
encontró contemplando un pequeñ o y retorcido huracá n de luz azul y negra.
—Woah—, la voz de Terra resonó en su mente. —Tienes un montón de maná —.
—¿Es esto mucho?— Joe sonrió mientras observaba las poderosas nubes de energía.
—Recibo un impulso en mi reserva de maná por ser clérigo—.
—¡Debería ver si puedo cambiar! Podría lanzar tantos hechizos…— afirmó Terra con
nostalgia. —Necesitas condensar estas cosas y comenzar a moverlas a través de tus
canales de hechizos. Piénselo encogiéndose, condensá ndose y luego sucederá .
Conviértelo en un orbe que gire y usa tanta fuerza como puedas—.
Ella no lo había guiado mal todavía, así que Joe miró fijamente el maná y trató de
empaquetarlo. Sintió que su mente se adentraba en la tormenta y los bordes de la
energía turbulenta comenzaron a suavizarse. Emocionado, empujó con má s fuerza. La
tormenta empezó a tomar forma esférica, expandiéndose en la parte inferior y
encogiéndose en los lados. Se comprimió cada vez má s pequeñ o, volviéndose también
mucho má s brillante a medida que el maná se juntaba. Cuando tenía casi la mitad del
tamañ o original, Joe descubrió que no podía avanzar má s. Lo miró enojado,
empujando y gritando con su mente hasta que le surgió un desagradable dolor de
cabeza.
Habilidad adquirida: Coalescencia (Principiante I). ¡Has dado los primeros pasos en el
camino de la mente! Al recolectar tu maná de forma ordenada, podrás acumular más
maná en un solo uso, con un efecto mucho mayor. +1% de eficiencia de hechizos y +1%
de regeneración de maná por nivel de habilidad. Sabiduría +1. Aumenta tu sabiduría
para fusionar tu maná en un mayor grado. (Máximo 50% de eficiencia del hechizo).
—¡Impresionante!— Joe exclamó cuando terminó de leer la descripció n . —¿Qué hace
la eficiencia de los hechizos?—
—Hace que tus hechizos cuesten menos maná —. Terra estaba mirando las nubes de
tormenta contenidas. —¿Qué tipo de puntuació n de sabiduría ridícula tienes?—
—Oh, ja, sí—, balbuceó Joe nerviosamente. —Uh, es una cosa de clérigo. Sanar a
alguien se basa en tu sabiduría… o algo así—.
—Ah, eso tiene sentido—, asintió Terra con complicidad. —¡Está bien, paso nú mero
dos! É ste suele ser má s difícil porque la gente no tiene suficiente maná , pero de alguna
manera creo que os llevaréis bien. Toma un poco de maná , mantenlo unido a tu
reserva de maná como una cuerda y comienza a arrastrarlo a lo largo de estos tú neles.
Simplemente camina y tira. Cuanto má s maná puedas traer en el primer pase, mejor
será tu bonificació n al final—.
—Está bien.— Joe intentó agarrar un poco de la nube, pero era... bueno... una nube.
Poniendo los ojos en blanco, trató de controlarlo con su mente. Al principio no pasó
nada, pero después de concentrarse má s, pudo forzar un zarcillo de maná a deslizarse
fuera del orbe. Gruñ endo en lo que estaba seguro era una manera encantadora, Joe
lentamente consiguió la mayor cantidad de energía posible. Mientras se acostumbraba
a controlar el hilo de
poder, comenzó a caminar a lo largo de los tú neles sinuosos con su mente. El hilo
siguió a Joe y Joe siguió a Terra. Tuvo mucha suerte de que ella supiera adó nde ir; de
lo contrario, se habría perdido una docena de veces. Mirando hacia atrá s, un rastro de
luz siguió a Joe hasta donde podía ver. Dobló otra esquina y su reserva de maná volvió
a estar a la vista.
—¿Estamos perdidos?— Joe le preguntó a Terra con un poco de reproche.
—¿Adó nde pensaste que íbamos?— Su voz era confusa. —¡Ahora simplemente vuelve
a conectar el maná a la piscina y listo!—
—Oh. Lo siento, pensé que está bamos… en realidad, no tenía idea de qué esperar—.
Joe dio un paso adelante y dirigió la energía de regreso a la piscina. Mientras se
conectaba, el maná comenzó a pulsar a lo largo de la línea y otro mensaje apareció en
su vista.
Habilidad obtenida: manipulación de maná (novato I). Mientras que otros se contentan
con arrojar cantidades indecorosas de poder a un hechizo, alimentando rápidamente su
propia destrucción, tú usas un toque más ligero. -30% de maná. +1%> maná y +1%
eficiencia de hechizos por nivel de habilidad. (Máximo 25%> eficiencia). En inteligencia
+1.
El rostro de Joe pasó de la confusió n al shock y a la indignació n. Farfulló : —¿T-treinta
por ciento de pérdida de reserva de maná ?— Abrió su estado y, efectivamente, su
maná había caído de lo que debería haber sido quinientos setenta y cinco maná …
hasta cuatrocientos dos punto cinco. Su sorpresa lo sacó de su sesió n de meditació n y
Terra respondió con indiferencia.
—Sí, treinta por ciento de pérdida. Es difícil, pero comienzas a aumentar tu reserva de
maná en el rango de estudiante, y si llegas a Sage puedes obtener hasta un setenta por
ciento de aumento de maná —. Parecía que ella no podía leer muy bien su expresió n de
asombro. É l. Era. No. Divertido.
Obviamente es por eso que es un problema para los magos al principio , ¡pero al final
vale la pena ! Subes de rango las habilidades reduciendo tu reserva de maná a cero
una y otra vez. Para la coalescencia, te concentras en reducir la reserva de maná a
medida que se recarga, manteniéndola lo má s pequeñ a posible todo el tiempo.
También ayuda a aumentar la sabiduría con el tiempo. Para la manipulació n de maná ,
trabajas tu poder para usar ese canal abierto mientras lanzas. Tienes que... um, ¿hacer
que se mantenga en ese camino? Intentalo; es mucho má s fá cil entenderlo de esa
manera—.
Joe quería enfadarse, pero se tragó su frustració n y lanzó una curació n a distancia a un
transeú nte al azar. Lanzar usando el canal de maná fue una sensació n extrañ a, pero
también sintió instantá neamente la diferencia. En lugar de só lo ver el efecto después
del lanzamiento, ahora podía sentir el poder.
fluir a lo largo de su cuerpo. Era similar a agarrar un cable con corriente, una especie
de... tensión que obligaba a su cuerpo a responder. Una bola de agua salpicó a la señ ora
que pasaba. Ella farfulló mientras el agua le goteaba por la cara, luego lo fulminó con
la mirada y le hizo un gesto grosero. Ups. Ese era el servidor. Joe de repente sintió la
necesidad de dejar una muy buena propina.
—Cuanto má s maná pase a lo largo del canal, má s ancho crecerá . En su tamañ o
má ximo, abrirá uno nuevo. ¡Cuando tienes los siete abiertos, eres un manipulador de
maná clasificado como Sabio! Terra parecía tener estrellas en los ojos. En realidad, con
la ardiente ambició n que podía ver, Joe pensó que un incendio forestal era una
representació n má s precisa.
—En serio, sé que estoy de mal humor, pero gracias por enseñ arme estas habilidades
—. Joe asintió y apartó su café frío. —¿Hay algo que pueda hacer para devolver el
favor?—
—Bueno, aprender ese conjunto de habilidades sin meditació n guiada cuesta casi mil
monedas de oro en la universidad de magos—. Las palabras de Terra casi hicieron que
a Joe se le salieran los ojos de las ó rbitas. ¿ Diez mil dólares por esas habilidades? —
Afortunadamente, el gremio pagó la tarifa por mí. Así que ahora todo lo que necesito
hacer para ganar mi parte de oficial es entrenar a nuestros miembros y participar en
redadas. Enseñ arte que pagó el diez por ciento de mi deuda con Aten, pero si quieres
agradecerme má s personalmente, siéntete libre de curarme cuando lo necesite y
resucitarme si alguna vez aprendes a hacerlo. De lo contrario, acepto efectivo. ¿Estoy
pensando en hacer algo así como un frasco de propinas?
—Eh. Cosa segura. Gracias de nuevo, esto será de gran ayuda. Eventualmente .— Joe
recibió un guiñ o en respuesta, y Terra se apresuró a hacer... lo que fuera que ella hizo.
Joe volvió a mirar su maná , un poco triste. Ahora estaba por debajo del maná mínimo
requerido para la mayoría de los rituales que había visto. En este momento só lo tenía
a su disposició n los más básicos. Joe quería invertir puntos en la habilidad de
manipulació n de maná , pero se detuvo antes de hacer algo de lo que estaba seguro se
arrepentiría. Necesitaba salvar esos puntos, pero también necesitaba tener suficiente
maná para usar rituales, y él... Joe apenas pudo evitar gritar. ¡Todo necesitaba puntos
de habilidad!
Joe intentó calmarse. Piensa bien ahora. Inhalar. Exhalar. Podía subir de nivel estas
habilidades rá pidamente, estaba seguro de ello. ¿La manipulació n de maná se basó en
la cantidad de maná que usaste correctamente? Mwahaha. Bueno, podría vaciar
fá cilmente toda su reserva de maná , no tan grande, con un solo ritual. Hojeó el libro de
rituales y anotó qué rituales estaban disponibles para él en ese momento. El 'servicio
de limpieza de la hermana pequeñ a' prá cticamente lo limpiaría , lo cual
Era perfecto para mejorar sus habilidades... pero no tenía necesidad real de los
efectos.
El 'territorio del depredador' costó alrededor de cuatrocientos cincuenta maná , un
poco menos con el aumento de su habilidad. Demasiado caro para usarlo ahora.
Estaba bastante contento de haber instalado uno en el á rea del gremio antes de
aprender estas... ú tiles... habilidades. Los ú nicos otros rituales que podía completar en
este momento eran desagradables desventajas que duraban hasta la muerte. Pasos
plomizos y espalda sobrecargada. Las pisadas de plomo eran interesantes; aumentaría
cinco veces el peso de una persona cuando no estuviera en contacto con el suelo. Esto
haría casi imposible nadar, saltar o volar.
La espalda sobrecargada haría que cualquier artículo no equipado pesara la cantidad
má xima que la persona objetivo podría llevar. Joe podía ver alguna utilidad en esto
má s allá de ser una maldició n. Si esto se usara cuando alguien llevara algo enorme, en
realidad reduciría su peso a algo manejable. Desafortunadamente, no podía pensar en
un momento en el que alguien quisiera llevar solo un artículo con ellos. ¿Quizá s una
competencia de algú n tipo?
Ambos cuestan setecientos maná , pero su clase los haría utilizables reduciendo a la
mitad sus requisitos. Desafortunadamente, se quedó sin nú cleos para sus rituales, por
lo que actualmente era un punto discutible. No só lo eso, sino que crear rituales sólo
para crearlos sería un desperdicio increíble. Suspirando con frustració n, decidió que
hoy mejoraría sus nuevas habilidades uniéndose a Tiona y usando tantos hechizos
como fuera posible.
Al mirar la hora, descubrió que ya eran las ocho de la mañ ana. Joe maldijo en voz baja
y se dirigió a la puerta de la ciudad. Al salir corriendo del edificio, tropezó con una
caja. ¡Estaba sufriendo y su mente estaba haciendo rimas! Gruñ endo, pensó en curarse
el dedo golpeado, pero con las prisas decidió no hacerlo. Corriendo, llegó a la puerta.
Girando la cabeza, vomitó cuando su resistencia tocó fondo y los efectos secundarios
físicos lo golpearon. Joe se arrodilló mientras buscaba a su grupo con la mirada y
esperó no haber llegado demasiado tarde. Dio la casualidad de que se acercaban y lo
miraban con gran preocupació n . ... Maldita sea. Explicó su mañ ana entre jadeos y
có mo perdió la noció n del tiempo. Todo lo que obtuvo como respuesta a su historia
fueron algunas risas por su terrible resistencia.
Partieron a un ritmo mucho má s moderado, con la misió n una vez má s de cazar
Hombres Lobo. Los conejos huyeron cuando Tiona se acercó , su alto nivel provocó un
estado de miedo en las débiles criaturas. Ella
se rió de eso; aparentemente el nivel nueve era el umbral para que los conejos se
aterrorizaran. Los zorros aú n los atacarían si se acercaban demasiado, pero
permanecer en los caminos ahora muy transitados permitía muy pocos encuentros .
Hubo un pequeñ o efecto secundario por estar en alerta má xima y no ser atacado ;
Cuando llegaron junto a los lobos, todo el grupo estaba ansioso y con ganas de pelear.
En su prisa por quemar algo de energía nerviosa, decidieron atacar a cualquier lobo
que vieran en su camino.
Chad señ aló una pequeñ a manada que bebía de un estanque poco profundo y todos se
pusieron en posició n. Disparó una flecha, que se clavó profundamente en el flanco de
su objetivo, provocando un aullido y una respuesta de los demá s . Los ojos de Joe se
entrecerraron cuando vio al lobo herido avanzar hacia ellos a un ritmo mucho má s
lento de lo normal. ¡Esta era su oportunidad de probar su primer hechizo de ataque!
Centrá ndose en su maná , Joe lo dirigió a sus manos a través del canal recién abierto...
¡y proyectó un pico de sombra! Se sintió un poco extrañ o ver que el hechizo impactara
al lobo porque no había indicios de que el hechizo hubiera venido de Joe. El lobo se
tambaleaba hacia ellos y ni siquiera notó su propia sombra agrupá ndose y
atravesá ndolo desde abajo. La sombra volvió a su forma normal y las entrañ as del
lobo se derramaron por el enorme agujero. Joe estaba casi extasiado por lo efectivo
que había sido el hechizo, pero un toque de somnolencia hizo que su mente se
confundiera un poco por el costo del hechizo. Dado que era un hechizo de mago, y él
estaba jugando como un 'clérigo', el hechizo costó cincuenta maná s por no ser una
habilidad de clase. Bueno, técnicamente el hechizo costó cuarenta y nueve punto cinco
de maná debido al uno por ciento de eficiencia del hechizo de sus nuevas habilidades.
Aú n así, tomó una octava parte de su maná total para lanzar ese hechizo una sola vez.
Antes de condensar y dirigir su maná , usar tanto poder a la vez había causado una
grave ola de fatiga. Pensá ndolo bien, descubrió que no tenía verdaderas quejas. El
hechizo fue espectacularmente efectivo, e incluso el enorme costo de maná sería
bueno para aumentar su habilidad de manipulació n. ¿Un toque de somnolencia? Eso
era manejable. Joe fue arrancado de su autoaná lisis por un grito de dolor casi directo a
su oído. La muñ eca de Tiona había sido atrapada por el alfa de la manada, inutilizando
su espada mientras el canino la sacudía brutalmente. Su espada chocó contra una roca
cuando la dejó caer, y el lobo pudo arrojar su cuerpo al suelo.
La bestia que gruñ ía se abalanzó sobre su cuello y Joe vio que no había nadie lo
suficientemente cerca para ayudarla. Hizo el gesto necesario para
Proyectó un pico de sombra y sintió que su energía mental se agotaba una vez má s.
Las manos de Joe no habían sido muy precisas con los movimientos apresurados, por
lo que, aunque el hechizo se disparó correctamente, drenó casi un cincuenta por
ciento má s de maná y parecía mucho má s débil de lo que debería haber sido. Sacudió
la cabeza para limpiar las repentinas telarañ as, observando los resultados de su
acció n.
La sombra había surgido de debajo del animal, empalá ndolo mientras saltaba hacia
Tiona. Aterrizó sobre ella y la base plana de la corta pú a en forma de cono utilizó el
impacto de sus cuerpos para penetrar má s profundamente en el pecho de la criatura
carnosa. Se retorció por un momento pero se quedó quieto mientras se desangraba.
Tiona tuvo que esperar a que la rescataran cuando el cuerpo del tamañ o de un caballo
comenzó a aplastarla; obviamente su muñ eca estaba dañ ada -posiblemente rota- y
sentía un gran dolor. Cuando el ú ltimo de los animales cayó , una tarea mucho má s fá cil
sin el alfa guiá ndolos, Dylan pudo empujar a la criatura sin que hiriera má s a la mujer
ya herida.
Joe no había estado ocioso; había comenzado a curar a la líder de su partido tan
pronto como pudo tener acceso a ella. El pesado cuerpo había estado infligiendo un
dañ o aplastante menor cada segundo, pero la cantidad de salud que se estaba
tomando era bastante pequeñ a. El estaba confundido; por alguna razó n, no pudo
llevar a Tiona a má s de tres cuartos de salud. Cuando el lobo se apartó de ella,
descubrió que los huesos de su muñ eca no habían podido solidificarse. É l colocó su
mano en la configuració n correcta y la curó nuevamente; Esta vez su salud llegó al
má ximo. Oh, gracias a Dios; fue solo un esguince importante, heridas punzantes y
dislocació n. ¡ Su constitució n y fuerza deben ser enormes!
—Gracias por la curació n—. Tiona se frotaba la mano y se tomó un momento para
secarse el sudor y las lá grimas que amenazaban su visió n.
—Me alegro de hacerlo. Por alguna razó n, no pude fijar tus huesos con magia—. Joe
estaba buscando en su memoria cualquier momento en el que había sanado un hueso,
pero se dio cuenta de que no había necesitado arreglar ninguno de ellos.
Principalmente porque la curació n má gica era una rareza, la gente era bastante buena
colocando huesos y prestando primeros auxilios. Sus huesos sanaron bastante rá pido
en este mundo má gico, y ahora se dio cuenta de que solo había reparado varias
heridas superficiales. De hecho, la ú nica vez que curó dañ os graves en ó rganos o
huesos rotos fue cuando se cayó de un acantilado y salpicó toda la piedra de abajo.
¿Pudo curarse a sí mismo en mayor medida que a otros?
—No es sorprendente. Llegará s ahi.— Tiona estaba de pie y para Joe era obvio que el
trauma de la pelea ya estaba desapareciendo de su memoria. Se estremeció un poco
ante la intrusió n en sus mentes. —Lo sorprendente es có mo murió el lobo. ¿Lanzaste
un hechizo de ataque?
Joe se atragantó con sus palabras cuando comenzó a rechazar su pregunta, pero se dio
cuenta de que ocultar su habilidad era una tontería. Este era su equipo y necesitaba
confiar en ellos. Era necesario ocultar su clase ritualista para conservar todas las
bonificaciones de experiencia, pero ¿esto? —¡Hice! Tuve acceso a él cuando obtuvimos
ese título por pasar la noche afuera. Mi deidad es al menos de agua y oscuridad, y tal
vez pueda aprender má s hechizos a medida que pase el tiempo. Este hechizo se llama
'pico de sombra' y lo obtuve como recompensa adicional ademá s del título—.
—¡Impresionante! Ahora contamos con dos causantes de dañ o a distancia para que
podamos enfrentarnos a enemigos má s duros. ¿Cuá nto dañ o hace el hechizo? Chad
extendió una mano para chocar esos cinco.
Joe golpeó la palma extendida e hizo una mueca cuando la disparidad de fuerza entre
los dos hizo que su mano palpitara. —En este momento, só lo diez puntos de dañ o.
Obtiene diez puntos por nivel de habilidad, pero el costo también se duplica con cada
nivel. Toma alrededor de dos segundos lanzarlo correctamente, pero si le pongo maná
adicional, parece que puedo lanzar una versió n inferior má s rá pido—.
—¿Oh? ¿Cuá ntas veces puedes lanzarlo seguido ahora mismo? Los ojos de Tiona
brillaron mientras planeaba sus pró ximas peleas.
—Só lo ocho versiones lanzadas correctamente antes de que me quede totalmente sin
maná —, afirmó Joe casi con tristeza, aunque nadie má s entendió por qué. Pensaron
que eso era perfectamente razonable para un hechizo tan poderoso.
Tiona hizo algunos cá lculos rá pidos en su cabeza. —Está bien. Sin embargo, la
curació n es bastante barata para ti, ¿verdad? Eso tiene mucho sentido, usar -
habilidades no relacionadas con la clase nos cuesta má s resistencia, ¿por qué no te
costaría má s maná para los hechizos? En ese caso, durante la batalla só lo quiero que
uses el hechizo un má ximo de cinco veces. De esa manera tendrá s suficiente reserva
para curarnos si nos ponemos en una situació n difícil, pero aú n podrá s contribuir a la
lucha de manera má s directa. Ademá s, ese hechizo parece muy difícil de evitar. Ni
siquiera lo vi cruzar la distancia entre tú y tu objetivo.
—¡Debería ser difícil de evitar!— Joe se rió de alegría al darse cuenta de que tener
habilidades que no eran de clase no estaba fuera de lo comú n. Podría hacer alarde de
sus habilidades un poco má s con este conocimiento. —Utiliza la sombra del objetivo
para atacarlo y parece moverse a la velocidad de la oscuridad—.
—¿Velocidad de la oscuridad? ¿Má s rá pido o má s lento que la velocidad de la luz? Oye,
mirando los cuerpos no sé si les causó dañ o total a los lobos, pero podría haberlo
hecho—. Guess intervino mientras inspeccionaba los cadá veres. —Es genial, pero
recuerda que estos son só lo animales sin resistencia má gica . Es casi seguro que los
monstruos y jefes podrá n ignorar parte de ese dañ o, así que tenlo en cuenta. Ademá s,
ahora que tienes un hechizo dañ ino, creo que pronto deberíamos ir a cazar zorros solo
—.
—Servirá . Gracias a todos, me alegra que estén tan contentos con esto—. Siendo
realistas, Joe esperaba que estuvieran un poco molestos por no haberles contado
antes sobre su hechizo. Ahora vio que estaría bastante molesto si uno de ellos
estuviera haciendo su trabajo; ¿Y si de repente Chad hubiera podido curarse
má gicamente sin decírselo? Bleh. Mientras caminaban, apareció una notificació n ya
que el combate había terminado y sus niveles de estrés habían disminuido.
Exp: 48 (Lobo x4)
Habilidad aumentada: Manipulación de maná (novato II).
¡Nada mal! Cada poquito ayuda.
CAPITULO DIECINUEVE
La caza de diez Hombres Lobo se completó en menos de una hora. El nú mero de
Hombres Lobo en el á rea parecía haber aumentado dramá ticamente ahora que
estaban siendo cazados activamente. ¿Fue una respuesta del juego? ¿Quizá s sus tribus
simplemente estaban enviando má s patrullas? De todos modos, después de completar
su bú squeda de caza diaria, el grupo quería volver a trabajar en sus proyectos
individuales. Tiona cedió , pero le informó a Joe que su trabajo era cazar zorros hasta
que el sol comenzara a ponerse y necesitaba llegar detrá s de las murallas de la ciudad.
Bastante satisfecho con esta tarea, Joe aceptó de inmediato. Había adquirido
seiscientas diez experiencias en la caza del lobo, un botín bastante só lido para una
hora de lucha. Claro, tomó aproximadamente dos horas de caminata para llegar y
regresar, pero no fue un desperdicio. Joe necesitaba poco má s de tres mil experiencia
para llegar al nivel cinco, lo que desbloquearía su profesió n. Entonces, segú n Tatum,
obtendría enormes bonificaciones por su investigació n y podría vivir en la biblioteca
por un tiempo. Después de asegurarles a los demá s que estaría bien cazando solo, los
despidió y esperó a que abandonaran su á rea. Luego sonrió , abrió su hoja de
personaje y configuró su clase como —mago—.
Misión actualizada: Jugando tu papel falso II. Como mago, tu trabajo es causar el mayor
daño posible en el menor tiempo posible. Si quieres ser un mago creíble, ¡tu ambición
debe ser incluso mayor que la de un lanzador de hechizos real ! Aprende tres hechizos de
mago 1/3. Obtén una habilidad de tipo mago para los rangos de principiante 0/1. Mata
a cinco enemigos en diez segundos usando hechizos 0/1.
Bueno, maldita sea. Esta misió n tomaría un tiempo a menos que pudiera obtener un
hechizo de á rea de efecto, pero la recompensa fue bastante buena. ¿Có mo iba a
manejar esto? De alguna manera, sentía que un hechizo de bola de fuego estaba fuera
de discusió n para él, con su afinidad por el agua y la oscuridad... bueno, al menos
probablemente no sería muy efectivo. Técnicamente , pudo aprender cualquier tipo de
magia gracias a su clase. Configurar sus notificaciones de combate para que se lean al
final de su entrenamiento,
¡Decidió comenzar la caza! Haciendo crujir sus nudillos y sonriendo a sus futuras
víctimas, se sumergió en su espantoso negocio. Joe estaba aquí para matar zorros y
masticar chicle y, hasta donde él sabía, el bub blegum no existía en este mundo.
Joe miró a su alrededor con los ojos entrecerrados y trató de ver algú n indicio de pelo
en el á rea. El pelaje rojo destacaba bastante bien sobre la hierba verde si prestabas
suficiente atenció n, y su percepció n le permitía pintar objetivos fá cilmente. Al ver a un
zorro acechando a un conejo distraído, Joe inició los gestos necesarios para proyectar
la sombra. Tomó alrededor de dos segundos completos para que el hechizo se lanzara
correctamente, y la diferencia entre el hechizo lanzado apresuradamente que usó
contra el lobo y este hechizo correcto se notó al instante. La pú a se formó debajo del
animal má s rá pido, parecía má s só lida y era varios grados má s oscura. El zorro fue
levantado del suelo y atravesado por su estó mago. La punta desapareció rá pidamente,
dejando que el zorro maullante muriera desangrado durante los siguientes segundos.
Joe se sintió mal por no haber podido acabar con el zorro de un solo golpe, ya que
realmente no quería que el pobre sufriera. La siguiente vez que vio un zorro, apuntó
específicamente a su cabeza con la pú a. Desafortunadamente, justo cuando se
completó el hechizo, el zorro giró su cabeza en direcció n a Joe y la pú a falló por
completo. Se agachó , gruñ iéndole a Joe pero sin moverse para atacar todavía. Joe lo
fulminó con la mirada mientras terminaba su hechizo nuevamente, sintiendo el maná
moverse a través de su cuerpo y formar una punta debajo del animal. La sombra
perforó el pequeñ o crá neo y el zorro se retorció só lo por un momento antes de
expirar con un suspiro.
Joe pasó las siguientes horas persiguiendo zorros, empalá ndolos y haciendo todo lo
posible para mejorar sus habilidades. Con cada lanzamiento, intentó utilizar sus
canales correctamente mientras pensaba en cada aspecto de su hechizo. En su
vigésimo primer asesinato, la pérdida de maná pareció un poco má s intensa de lo
habitual. Como actualmente estaba configurado como una clase de mago, el costo de
maná era insignificante y se reponía cuando terminaba el siguiente hechizo, por lo que
no estaba seguro de si solo estaba imaginando cosas. Se tomó un momento para leer
su notificació n má s reciente, ignorando intencionalmente a las demá s.
Aumento de habilidad: Púa de sombra (novato II). Daño del hechizo si se ejecuta
perfectamente: 20. Costo de maná: 20.
Perfecto. Sus intentos de usar porciones específicas de sombras para alcanzar á reas
críticas deben ayudarlo a comprender su hechizo un poco mejor. Continuó rastreando
y atacando, dejando todos los cuerpos donde cayeron. Con suerte, esta pequeñ a
cantidad de cuerpos no sería suficiente para generar una misió n de zona porque no
podía elegir los cuerpos.
arriba. Solo llevaba ropa, un anillo y su tú nica mientras llevaba un cetro, y ya estaba
casi sobrecargado. Su modificador de fuerza era un serio obstá culo, y se juró a sí
mismo que conseguiría fuerza y constitució n a un nivel humano bá sico tan pronto
como fuera posible . Hasta entonces, tenía que esperar no desencadenar un
apocalipsis de zorro zombie.
Unos cuantos puntos de experiencia má s tarde, se detuvo para examinar la herida que
su pico de sombra causó en un animal. Tendía a dejar un gran agujero en la piel y,
hasta donde podía ver, no había forma de saber que el dañ o fue causado por magia. Le
parecía lo mismo que si le hubieran clavado una lanza a la criatura. Joe soltó un
resoplido y decidió que necesitaba ver el pico má s de cerca si quería entender có mo
funcionaba. Se acercó a la sombra de un á rbol y lanzó el hechizo, vigilando de cerca
dó nde debía aparecer la pú a.
*Ruido sordo*. La pú a se estrelló contra el á rbol y desapareció un instante después. Joe
volvió a lanzar el hechizo, acercá ndose un poco má s. *Ruido sordo*. Fue realmente
extrañ o observar este proceso; la sombra del á rbol se amontonó y se elevó del suelo
mientras que el resto de la sombra... iluminado no era la palabra correcta. No había luz
extra, pero… ¿quizá s los colores de la zona eran má s fá ciles de ver? Penetraron en la
penumbra bajo el á rbol como si la saturació n del color fuera mayor, el tono má s vivo
de lo que debería ser. El efecto só lo duró una fracció n de segundo , por lo que fue
difícil de estudiar.
Joe comenzó a lanzar el hechizo nuevamente pero esta vez intentó mantener una
conexió n activa de maná con la pú a. No. ¡De nuevo! No funcionó . Sin embargo, la
tercera vez, el pico pareció durar un poquito má s. Joe lo intentó una vez má s y la pú a
se elevó del suelo y quedó empalada en el á rbol. Mana fluía de él, pero el drenaje no lo
afectó demasiado ya que tenía una tasa de regeneració n muy alta. En el rabillo de su
visió n, una notificació n parpadeaba, por lo que se concentró en ella a pesar de que el
pico desapareció cuando su atenció n vaciló .
Habilidad adquirida: Canalización (Noviciado I). ¿Rociar y rezar? ¿Dispara y olvida? ¡
Este mago no ! Con un costo de hechizo del setenta por ciento por segundo, puedes
mantener una conexión con un hechizo que de otro modo consumiría el maná asignado,
aumentando su efecto con el tiempo. -.2% de costo y +1% de daño con hechizos por
segundo por nivel de habilidad.
Joe se maravilló del potencial que ofrecía esta habilidad. Si mantenía su pico de
sombra durante diez segundos, ganaría dos puntos extra de dañ o. ¿O fue el uno por
ciento del total actual ? Eso significaría
que después de diez segundos causaría cincuenta y dos puntos de dañ o. No es genial
cuando estaba ocultando su clase, cierto, pero... esto era exactamente lo que
necesitaba para aumentar su manipulació n y fusió n de maná . Mantener activo el pico
de sombra consumiría quince maná por segundo. Incluso con su regeneració n de
maná , só lo pudo mantener el hechizo durante aproximadamente cuarenta segundos
antes de quedar agotado.
¿Mantener el hechizo durante todo ese tiempo provocaría que el dañ o fuera de
ochocientos por segundo? ¿O eso agregaría cuatro dañ os al pico en este momento?
¡Tenía que probar esto! ¿Qué pasa incluso en el nivel principiante ? ¡La canalizació n
agregaría un dañ o por segundo o diez por segundo! No tenía las habilidades mentales
para sumar el posible dañ o en los niveles superiores, pero esta era ciertamente una
habilidad en la que estaría trabajando. ¡Al encontrar un nuevo zorro al que atacar,
canalizó su hechizo hacia él!
Sus cá lculos habían estado realmente equivocados. Por alguna razó n, Joe había visto el
uno por ciento (o el —punto uno—) como un —diez por ciento—. Era el uno por
ciento. Eso... estuvo bien. Los resultados fueron buenos incluso si en este momento
hubiera estado reprobando matemá ticas bá sicas. Simplemente no podía matar a un
dragó n en diez segundos como lo habían predicho sus sueñ os. Parecía que el dañ o se
acumulaba como el total actual , y después de revisar los registros de combate,
nuevamente estaba contento con la nueva habilidad. El primer segundo causó veinte
dañ os, luego veinte punto dos, hasta llegar a su má ximo actual de veintinueve punto
cinco. ¡En total, este ú nico hechizo causó novecientos setenta y siete dañ os a má xima
potencia! Ahora todo lo que tenía que hacer era descubrir có mo hacer que un enemigo
vivo se quedara quieto durante cuarenta segundos mientras recibía dañ o. Mmm.
Demasiado emocionado para pasar má s tiempo cazando zorros para obtener
pequeñ as experiencias , comenzó a caminar de regreso a la ciudad. Aunque su
habilidad de clase de visió n en la oscuridad significaba que su vista no estaba inhibida,
era apenas de noche y las sombras se estaban espesando; así que no pensó que a
Tiona le importaría demasiado. Distrayéndose del aburrido viaje, observó cuá nta
experiencia había adquirido. Había matado treinta y dos zorros, obteniendo
doscientas cincuenta y seis experiencias. No está mal. Cuando las puertas aparecieron
a la vista, Joe se detuvo con un chirrido y rá pidamente hizo que su clase volviera a ser
clérigo. ¡Uf! Eso estuvo cerca, él casi...
—¡José!— un guardia lo llamó , asustá ndolo lo suficiente como para que casi se arroja
al suelo para evitar un supuesto ataque. —Joe, te conseguí un trabajo. El Capitá n
quería que le hiciera saber que tenemos un par de personas en la cá rcel. Se cortan
muy bien unos a otros, pero si mueren, sus familias comenzará n una enemistad
sangrienta. Dirígete si quieres ayudar.
prevenir una guerra civil—. Le guiñ ó un ojo a Joe, dando a entender que estaba
exagerando un poco.
—Lo haré, gracias. ¿Algo que ustedes, caballeros, necesiten antes de que entre? Joe
sonrió a los guardias, siempre buscando ganar reputació n.
—¡Seguro!— —gritó el guardia que estaba al otro lado de la puerta. —He oído que
eres bueno arreglando a las personas que... err... ¿celebraron demasiado antes del
deber?—
Joe miró al guardia y debajo de su casco pudo ver al pobre entrecerrando los ojos y
sudando. Joe resopló y luego arrojó limpieza sobre el protector de la gente con resaca.
Justo cuando estaba a punto de decir que estaba bien, un destello de inspiració n
atrapó a Joe e intentó canalizar má s maná en el hechizo. ¿Só lo era bueno para hechizos
de mago...? ¡Funcionó ! Un chorro de agua conectó a los dos hombres, corriendo desde
la mano de Joe hacia las venas del sorprendido guardia.
El hechizo se interrumpió al poco tiempo, para sorpresa de Joe. El guardia pareció
mirar a lo lejos por un momento, luego esbozó una sonrisa feliz. —¡Nunca antes había
visto esta mejora! ¡Me permite ganar un diez por ciento en habilidades relacionadas
con la fuerza y la destreza durante las pró ximas dos horas!
—¿Qué?— gritó el otro guardia. —¡Yo también lo quiero! ¿Có mo se llama el beneficio?

—Parece... 'bien hidratado'—. El primer guardia miró su estado para leer el nombre.
—Me siento muy bien—.
—¿Puedo tenerlo yo también?— —imploró el segundo guardia a Joe.
—Claro, pero luego tengo que ir a curar a esos tipos en la cá rcel—. Joe le echó agua y
luego se apresuró a ir a la cá rcel. Estaba emocionado de poder obligar a las personas a
beber la cantidad adecuada de agua. ¡Lo que su sargento instructor no habría dado por
esta habilidad!
—¡José!— Joe se giró cuando vio al capitá n acercá ndose a él a través del campo de
entrenamiento. —Necesito que te sanes-—
—Dirige el camino, escuché que está n en mal estado—, respondió Joe, sin disminuir el
paso. El capitá n asintió , igualando fá cilmente la velocidad de jogging de Joe, que
cualquier otra persona habría llamado un paseo casual. La resistencia de Joe estaba
disminuyendo rá pidamente, pero aú n no estaba a punto de vomitar.
—Esta es una mala situació n, Joe—, explicó seriamente el capitá n mientras abría la
puerta de una de las celdas. —Estos dos son de casas nobles, y si se han matado entre
sí, probablemente tendremos una guerra civil en nuestras manos—.
—¿Hablaba en serio?— Joe murmuró en estado de shock al recordar el descarado
guiñ o que el guardia le había enviado. —¿Todavía me hizo hidratarlo?—
El capitá n abrió la puerta. —Cura este primero y pasaremos al otro inmediatamente
después—.
Había un joven en la cama de mala calidad, acostado en un charco de sangre que crecía
lentamente. Joe se acercó apresuradamente y lanzó la imposició n de manos,
canalizando el hechizo para que no tuviera que esperar tres segundos entre lanzarlo
nuevamente. Joe no tenía idea de cuá nta salud tenía este hombre y se sorprendió
cuando no estaba en plena salud en ocho segundos. Al canalizar, ya había restaurado...
trescientas treinta salud, pero las heridas del hombre aú n eran espantosas. Con
doscientos cincuenta maná ya gastados, a Joe le preocupaba no poder curar a la otra
persona a este ritmo.
Cuando las ú ltimas heridas finalmente se cerraron, Joe recibió una notificació n de que
la manipulació n de maná había aumentado a Novato III. Su distracció n le hizo perder
el momento en que los ojos del hombre se abrieron de golpe y un puñ o brillante envió
a Joe contra la pared de piedra.
Joe quedó ató nito cuando el hombre rugió y cargó contra él, y dos golpes rá pidos
después, Joe recibió una serie de mensajes que lo hicieron gemir de frustració n.
-30 de salud (golpe potenciado)! -15 de salud (daño por impacto)! -20 de salud (ataque
básico)!
¡Efecto pasivo de túnicas inmortales activado! ¡Salud establecida en 1!
-20 de salud (ataque básico)!
¡Te has muerto! 800 Experiencia perdida. Tiempo hasta reaparecer: 8 horas. Tal vez no
salgas con prisioneros violentos.
¡Esa fue una gran pérdida de experiencia! Joe se encontró de nuevo en la sala de carga
de realidad virtual y, con un suspiro, decidió que al menos sería una buena
oportunidad para hablar con su madre. Hacer limonada con limones y todo eso.
—Claro, claro—, Joe lo apaciguó con cautela. —Supongo... ¿no tengo nada má s que
hacer aquí?—
—No, no ahora. Lamento que todo haya resultado así, pero me aseguraré de que
recibas algunas reparaciones de la familia real. Salvaste a un príncipe y él te mató por
tus problemas. Eso, y saber lo que sabes… y como no pueden mantenerte muerto…—
—Entiendo. Gracias, Cappy. No podré quedarme sentado esperando regalos que tal
vez no lleguen, pero avíseme si necesita algo má s—. Joe probó un nuevo apodo y, al no
recibir comentarios negativos, decidió seguir usá ndolo.
—¿Después de esa farsa todavía está s dispuesto a ayudarnos?— La cabeza del capitá n
se inclinó y dejó escapar un profundo suspiro. —En nombre de mis hombres, les doy
las gracias nuevamente. Seremos má s obedientes en el futuro—.
¡Reputación ganada! +1000 con guardias humanos. ¡Nuevo rango de reputación ganado!
¡Ahora eres considerado un —aliado— de los guardias humanos! Nuevas oportunidades
estarán disponibles para ti en el futuro y los guardias a menudo harán la vista gorda si
lo necesitas. ¡Abusar de esto puede tener consecuencias negativas!
¡Reputación del gremio ganada! +500 con guardias humanos. ¡Se han abierto nuevas
oportunidades para tu gremio!
Joe asintió con la cabeza al Capitá n y regresó a su gremio. Entró en el cuartel y se
encontró con llantos y sollozos de dolor. Sus ojos se abrieron cuando vio a las
personas gravemente heridas que yacían en el suelo y en las mesas. —¿Qué diablos
pasó aquí?—
Terra era la ú nica persona que podía ver que estaba de pie. Ella se acercó con una
expresió n atronadora en su rostro. —¿Dó nde demonios has estado?— ella le siseó .
—Me mató una persona a la que estaba curando. Se despertaron y me mataron—, le
informó Joe, que ya estaba curando los peores casos que podía ver. A casi todas las
personas les faltaban trozos de carne, principalmente dedos, manos o pies. Las partes
de sus cuerpos estaban al lado de ellos, y su hechizo curativo le permitió volver a unir
el tejido y los nervios sin problemas, aunque los huesos tendrían que sanar de forma
natural. Se estremeció al recordar la pérdida de sus extremidades y volvió a sentirse
feliz de poder curar a estas personas. —¿Qué pasó ?—
—Monstruos—, le informó Terra sombríamente. —Eran una especie de sanguijuela.
Se deslizaron dentro o ya estaban aquí. No lo sabemos. Por alguna razó n, no podían
llegar muy alto del suelo... pero arrancaban todo lo que colgaba de una cama. Al
principio nadie se dio cuenta porque parecía que le inyectaban algú n tipo de
analgésico. Entonces
Un par de miembros comenzaron a morir desangrados, y como Tiona es oficial , notó
en la pestañ a de miembros del gremio que se estaban muriendo—.
—¿El monstruo debajo de la cama es real aquí?— Joe negó con la cabeza. —Eso es
asqueroso.—
—Se llama Tenebris. Hecho para una buena experiencia ya que no se mueven muy
rá pido. Son principalmente efectivos contra personas inconscientes —, la voz de Tiona
la precedió cuando entró pisando fuerte en la habitació n. —Vi que moriste, ¿te
importaría explicarme?—
—Realmente no puedo, má s allá de contarte que un preso se despertó después de ser
sanado y me mató . Estaba completando la misió n en curso con los guardias. También
tengo mucha reputació n para el gremio—, le dijo Joe.
Sabiduría +2.
La notificació n le hizo sudar; obviamente acababa de hacer algo que el sistema
consideraba muy sabio. ¿Qué tan mal podría haberle ido eso? Tiona gruñ ó ante su
explicació n, notando la falta de detalles para una conversació n privada má s tarde. —
Dame unos minutos y podré terminar aquí—.
Curar a tanta gente en rá pida sucesió n le dio un nivel de imposició n de manos pero no
de curació n. Parecía haber una especie de bloque allí al que no se estaba acercando
correctamente. Estaba muy interesado en notar que el uso de la imposició n de manos
aportaba experiencia a la habilidad principal y recordó que la notificació n cuando
recibió la variante por primera vez le había dicho que así sería. Supuso que eso podría
ser cierto para muchas habilidades diferentes donde la variació n de habilidad era una
rama de la principal. Quizá s la herrería tenía subhabilidades específicas para cosas
como armas o armaduras. Tendría sentido que nivelarlos nivelara la habilidad
principal y al mismo tiempo hiciera que la variació n fuera má s potente para la
habilidad especializada. Los maestros herreros normalmente se centraban só lo en
armas o armaduras, ¿verdad? Algunos incluso con só lo uno o dos tipos de armas.
Joe hizo caso omiso de estos pensamientos mientras terminaba de curar a la ú ltima
persona en la habitació n. Habían esperado con mucha paciencia y le agradeció al
hombre antes de darse cuenta de que simplemente se había desconectado mientras
esperaba. É l resopló ; Debe ser agradable ignorar el dolor y volver listo para jugar.
—¿Cuá l es el plan para el día, Tiona?— Preguntó Joe mientras se lavaba la sangre de
las manos y la bata.
—Eh, los demá s está n trabajando. Lunes en el mundo real. Tú sabes có mo es.— Tiona
se encogió de hombros y se estiró . Obviamente ella no había dormido mucho. —
Simplemente haz lo que tengas que hacer. Volverá n mañ ana desde nuestra
perspectiva, al final de la tarde para ellos—.
—Funciona para mi.— Joe tenía muchas cosas que quería hacer.
—José...?— Una voz vacilante llamó con cautela desde la sala del frente. —¿Hay una
guardia real afuera buscando a Joe? ¿Hay algú n 'Joe' por aquí?
Un poco confundido, pero asumiendo que sabía por qué el hombre estaba allí, Joe
caminó hacia la puerta y se encontró con el hombre má s intimidante que alguna vez
había tenido el disgusto de conocer. Era calvo, medía cerca de seis pies y medio de
altura y tenía una serie de cicatrices en casi toda la piel expuesta. Su mirada se clavó
en Joe desde un punto dos pies má s alto que la perspectiva del clérigo, y parecía que el
hombre estaba juzgando cada aspecto del ser de Joe. Soltando un gruñ ido, el hombre
metió la mano en un anillo espacial, sacó un paquete y se lo arrojó a Joe. Después de
asegurarse de que Joe tuviera el paquete en la mano, el hombre giró sobre sus talones
y se alejó a una velocidad a la que Joe no podía correr.
No había nada especial en la caja que podía ver, pero aun así decidió no abrirla en la
calle. Haciendo caso omiso de las miradas curiosas de sus compañ eros de gremio, Joe
fue a la pequeñ a habitació n que le habían asignado, cerró la puerta con llave antes de
abrir la sencilla caja. Se alegró de haber tomado las precauciones. Una luz brillante
brilló por toda la habitació n y Joe tuvo que apartar la mirada, parpadeando.
Entrecerró los ojos y tocó el objeto que había dentro.
¡Se encontró un núcleo mayor defectuoso! ¿Te gustaría convertir esto en puntos de
experiencia? Valor actual: cinco mil puntos de experiencia. Sí No
de Joe se abrió y no pudo hacer nada durante un largo momento má s que mirar la luz
que provenía de la piedra del tamañ o de la palma de la mano. El resplandor emitido lo
obligó a apartar la mirada mientras sus ojos se llenaban de lá grimas, pero después de
un momento pudo empezar a pensar de nuevo. ¿Debería usarlo? O... ¿debería
guardarlo? Podría estar en el siguiente nivel ahora, o tal vez podría encontrarle un
mejor uso... Joe consideró sus opciones, pero por mucho que quisiera salvar el Nú cleo,
sabía que comenzaría a obtener los beneficios reales de su clase en el nivel cinco. Si se
trataba de un regalo, sabía que no era ú nico. Habría otros Nú cleos por ahí. Sonrió
mientras presionaba el botó n —sí—.
Una luz dorada brotó de él cuando la piedra desapareció , y fue lanzado en el aire a
medida que su nivel aumentaba. Sintiendo una oleada de energía, Joe aterrizó
suavemente sobre sus pies con una sonrisa alegre. Ya había gente llamando a la puerta
y gritá ndole preguntas; Habían sentido la relajante onda expansiva de un nivel
aumentando y querían ver si había algo contra lo que luchar en la habitació n. Empujó
la puerta para abrirla (una hazañ a sorprendentemente difícil con tanta gente apiñ ada
en el á rea) y trató de explicar la situació n diciendo que simplemente había rematado.
una misió n, y le había dado suficiente experiencia para subir de nivel. Algunas
personas insistieron en el tema, pero él se negó a decir mucho má s, diciéndoles que
uno de los requisitos de la bú squeda era que no podía discutirlo. Dado que este era un
tema sorprendentemente comú n en las misiones, todo lo que podían hacer era
quejarse y alejarse.
Joe se sentó en su cama con una sonrisa feliz cubriendo su rostro. Miró su hoja de
personaje y notó con alegría que su —profesió n— ahora estaba desbloqueada.
Centrá ndose en ese apartado, mencionó una pequeñ a selecció n de las profesiones que
ya tenía a su disposició n.
Puedes elegir una profesión en el quinto nivel y otra en el nivel diez. Se recomienda que
primero elija una profesión de recolección para obtener los materiales necesarios para
la siguiente profesión que elija. Aquí no se muestran todas las profesiones posibles, sólo
aquellas para las que califica actualmente. ¡Busca un profesor o cumple los requisitos
para desbloquear más opciones!
Ocultista: Un buscador de las mayores verdades, a menudo despreciado por su creencia
en lo que otros creen que son conspiraciones y cuentos fantásticos. Irónicamente,
muchos han pasado sus vidas buscando conocimientos al que el ocultista pueda acceder
fácilmente. Para otros con profesiones menores, la terrible verdad a veces ha sido
demasiado difícil de soportar. El ocultista no tiene tales escrúpulos cuando se trata de
conocimiento. Nada está prohibido , nada es demasiado horrible para desviarlos de su
camino. Para bien o para mal, el ocultista buscará incluso una pizca de verdad en
cualquier asunto que le intriga.
Beneficios de la profesión en el primer nivel: puede realizar misiones de libros no
relacionados con misiones si hay una —verdad— oculta en el texto. Las mentiras y la
verdad se pueden discernir visualmente cuando están escritas. Adquiere habilidades de
la profesión de —erudito— a menos que se descubra la verdadera profesión. El título de
la profesión parece ser —erudito—.
Académico: Al dedicar sus vidas a comprender los misterios del mundo, los eruditos
aplican el método científico a todas las cosas. A menudo el mejor en su campo de estudio,
el académico es un activo para cualquiera que busque fortalecerse. Aunque otros los
consideran débiles, se sabe que los académicos se defienden de maneras que nadie puede
explicar, y en sus santuarios, la perspectiva de luchar contra ellos roza el suicidio.
Beneficios de la profesión en primer nivel: Aumenta la velocidad de lectura y escritura en
un 50%. Posibilidad de agregar habilidad de 'tradición' a cualquier habilidad que pueda
beneficiarse del área de estudio. (Por ejemplo, un erudito que estudia metales
Lurgy podría agregar su habilidad de conocimiento a la creación de un arma,
aumentando la calidad del objeto).
Actor: Este es el trabajo de cualquiera que actúe de una manera que no sea fiel a su
realidad. Si bien no ofrece muchas opciones relacionadas con el combate, es una
profesión utilizada con gran éxito por bardos, bailarines, espías, asesinos, ladrones y
políticos.
Beneficios de la profesión en el primer nivel: Mayor ganancia de reputación con
facciones no alineadas. Otorga las habilidades de 'disfraz' y 'persuasión'. Puede ocultar
la alineación con un 75 % más de eficacia.
Rastreador: moviéndose constantemente y buscando su objetivo, los rastreadores
utilizan su alta percepción del mundo con gran efecto. Los cazadores, tramperos ,
cazarrecompensas e investigadores rara vez pierden a su presa, y este trabajo les ofrece
los mejores beneficios iniciales de cualquier opción.
Beneficios de la profesión en el primer nivel: Otorga la habilidad —visión de túnel—, que
permite al rastreador ver cualquier cosa en el área que se relacione con su objetivo con
un 80% más de eficacia. Los rastreadores se mueven a través de terrenos accidentados -
con un 50 % más de facilidad que otros.
Herbolario: Estudio de la botánica y utilización de plantas destinadas a fines medicinales
o para complementar una dieta. El herbolario puede encontrar ingredientes raros y
poderosos que necesitan los chefs, alquimistas y boticarios. Ya sea para envenenar o
curar, el herbolario puede adquirir los materiales necesarios.
Beneficios de la profesión en el primer nivel: Las plantas que cosechas son un 50% más
potentes durante siete días. Todas las hierbas útiles tienen un tenue pilar de luz encima.
(Se puede activar o desactivar).
Joe se sorprendió de la cantidad de trabajos que tenía disponibles, había pensado que
solo tendría acceso a ocultista. Algunos de los otros eran tentadores, pero había
estado esperando desbloquear su trabajo desde que comenzó el juego. Para él, ésta fue
una elecció n fá cil. El hecho de que pudiera secuestrar las habilidades de los eruditos
fue solo una ventaja adicional. Seleccionó el trabajo ocultista y lo aceptó . Joe esperó a
que algo se sintiera diferente, pero no pasó nada. —Mmm.—
Al revisar su hoja de estado, confirmó que efectivamente tenía la profesió n de
ocultista. Joe se sintió un poco decepcionado, pensó que se sentiría… ¿má s fuerte?
¿Má s inteligente, tal vez? De todos modos, esto cambió sus planes originales para el
día. ¡A la biblioteca! Joe caminó hacia el depó sito de conocimientos, sintiéndose ligero
y libre. ¡É l era un ocultista ahora! Mientras entraba a la biblioteca, estaba tarareando y
recibió una mirada fulminante de Boris.
Entonces Boris vio el nivel de Joe y un destello de esperanza cruzó por su rostro.
Cuando vio que la profesió n de Joe era la de —erudito—, soltó un grito ahogado de
alegría. —¡Lo hiciste! ¡El primer nuevo académico en casi una década! ¡Muchacho,
gracias! ¡Nuestra profesió n estaba muriendo, perdiendo ante los magos su poder
directo! ¡Permítanme ser el primero en darles la bienvenida a las actividades
académicas!
¡Se ha otorgado la experiencia retenida al completar 'Pasos a través de la historia I'!
¡+500 de experiencia profesional!
—Oh, es cierto, ya te los ganaste, ¡ú salos bien!— Boris le entregó un par de gafas
pequeñ as, sonriendo todo el tiempo.
Espectáculos del erudito. Estas lentes de media luna te permiten leer durante largos
períodos de tiempo sin forzar la vista. También le ayudan a notar el desgaste de los
libros y a perseguir a cualquiera que dañe la encuadernación de un libro colocándolo en
el suelo boca abajo para mantener su lugar. ¡Aún serás bibliotecario! -25 % de fatiga
visual al centrarse en pequeños detalles, +10 % de percepción específica de la visión.
Curiosamente, Joe nunca había visto un objeto que solo mejorara uno de sus sentidos
a la vez. Normalmente se aplicaba un bono de percepció n de manera uniforme, pero
tenía que admitir que preferiría no sentir un diez por ciento má s de dolor. Así que los
espectá culos fueron muy bienvenidos. —¡Gracias! ¿Hay algo má s que pueda hacer
aquí, Boris? ¿Alguna misió n o texto que debería leer?
Boris se rascó la barbilla. —No, realmente no. Después de todo , no sé lo que tú no
sabes. Ahora tienes acceso a la secció n poco comú n del primer piso, pero lamento
decirte que tu nivel de trabajo debe ser mayor antes de que puedas ir a un piso con
libros raros—.
—Gracias. ¡Oh! Antes de que lo olvide, ¿có mo consigo la habilidad 'tradició n'? Joe se
había dado media vuelta antes de preguntar esto, pero su atenció n ahora había vuelto
al bibliotecario.
—¿Ciencia?— Boris se rió con cariñ o. —Oh, ha pasado tanto tiempo desde que
necesitaba explicar esta habilidad. Todo lo que necesitas hacer es leer sobre un tema,
pensar có mo puedes aplicarlo a una situació n determinada y luego hacerlo. Eso
desbloqueará la habilidad. Para advertirte, la tradició n es una de las pocas habilidades
que conozco a la que no se le pueden agregar puntos de habilidad. Sin mencionar que
debes nivelar cada habilidad de la historia individualmente; no se puede simplemente
aplicar un estudio de una faceta de la creació n a otra sin que ambas estén en altos
rangos de conocimiento. ¿Estudiar el agua? Obtienes una habilidad histó rica. ¿Fuego?
Otra habilidad histó rica. ¿Intentas combinarlos en una tradició n de Steam? ¡Será
mejor que también tengas la aerodiná mica como una habilidad tradicional! Es
necesario aprender de verdad, y es por eso que la gente evita esa habilidad como si
fuera una plaga fuera de nuestras filas sagradas—.
—¿Entonces la tradició n no se trata de historia? ¿Es una forma elegante de decir
ciencia? Joe observó có mo los ojos de Boris se agrandaban y miró rá pidamente a su
alrededor.
—Bá sicamente, pero no te llames científico—. -susurró Boris , obligando a Joe a
inclinarse hacia él. —Te reirá n de ti fuera de la ciudad o directamente en una celda de
la cá rcel. Los eruditos son científicos, fundados por el primer orden de científicos en la
antigü edad. Cuando la ciencia era casi inú til debido a que la magia podía doblar las
leyes naturales hasta el punto de ruptura. Ahora, con menos gente capaz de usar
magia y la magia volviéndose tan especializada... bueno, estamos ganando popularidad
nuevamente. Al menos con la nobleza. El hombre comú n... tienden a desacreditar la
ciencia en cualquier oportunidad que tienen, y la escuela de magos no les ayuda.
—No estoy seguro de entender—, Joe se marchitó bajo la mirada que le envió . —Pero
entonces seguiré tu consejo y me pondré a trabajar. Gracias de nuevo.—
Joe se metió entre las pilas de libros, sonriendo al ver un tomo volar por el aire solo
para posarse suavemente en su lugar correcto. Incluso solo mirar las mantas que lo
rodeaban lo hacía sonreír. Gracias a sus nuevas habilidades, todos los libros brillaban.
CAPITULO VEINTIUNO
Joe sacó el libro má s brillante que pudo encontrar de un estante, emocionado de ver
qué había dentro. Para su horror, se trataba de un libro sobre matemá ticas simples.
Entonces, ¿el brillo no se debía a lo importante que era el libro? Joe hojeó el libro hasta
que notó una ú nica mancha oscura. Le tomó un momento darse cuenta del significado
de la mancha oscura, pero al sumar los nú meros, descubrió que la respuesta dada era
incorrecta. Entonces… ¿pudo ver de un vistazo qué tan precisa era la informació n
contenida en un libro? Tenía sentido que un libro de matemá ticas fuera casi
perfectamente cierto, incluso si pudieras crear un hechizo para partir un mundo por la
mitad, uno má s uno es igual a dos.
Con un suspiro, Joe dejó el libro y lo ignoró mientras se iba volando. ¿Cuá l sería
entonces el mejor uso de su tiempo? Si quería obtener y nivelar la habilidad de
conocimiento, debería concentrarse en los libros que brillaban con informació n
correcta. Había una sorprendente cantidad de libros oscuros, superando en nú mero a
los libros llenos de verdad al menos en una proporció n de tres a uno. Entonces, si
quería encontrar artefactos má gicos, misiones y formas de volverse má s poderoso…
sus ojos saltaron hacia la secció n de ficció n . Mitos, cuentos de hadas, libros que otros
pensaban que eran simplemente lecturas —divertidas—. Joe se acercó y comenzó a
sacar probables libros de los estantes, apilá ndolos en la mesa cercana.
Se alegró de que hubiera una interfaz para tomar notas en la pantalla de su personaje;
El papel era bastante caro de comprar en pequeñ as cantidades. Escribió en un teclado
que só lo él podía ver. A cualquier espectador le habría parecido muy extrañ o verlo, ya
que parecía que simplemente estaba moviendo los dedos en el aire mientras pasaba
las pá ginas del libro frente a él unas cuantas veces.
Los datos que pudo encontrar estaban... inconexos. Había pepitas de verdad en estos
libros de ficció n, pero no se relacionaban entre sí de ninguna manera real. Antes de
que pudiera frustrarse después del quinto libro, encontró algo interesante. Este libro
también había reiterado alguna informació n que había estado en el segundo libro, y
juntos
Comenzó a formar una imagen un poco má s clara. Siguió adelante, capaz de ignorar
grandes porciones del texto mientras seguía escribiendo só lo las partes verdaderas.
Agrupar todos estos fragmentos fue similar a crear un rompecabezas, y descubrió má s
sobre su habilidad mientras intentaba unir las palabras. Cuando ponía la informació n
en un orden incorrecto, las palabras se atenuaban. Colocarlos en el orden correcto
hará que se vuelvan un poco má s brillantes. Pasó una hora tratando de armar una
bú squeda con lo que encontró , pero eventualmente su mente comenzó a divagar.
Simplemente no había suficiente informació n aquí. Después de un breve descanso,
comenzó a analizar algunos libros sobre personas que habían usado rituales en el
pasado. Como era de esperar, empezó a comprobar que la mayoría del contenido era
falso. Con un sobresalto, recordó su propio libro de rituales y sacó el volumen
inquietantemente oscuro.
Antes de poder seguir leyendo otros libros en busca de la verdad, Joe sintió que no
tenía má s remedio que renovar su propio grimorio. Abrió la pá gina que había
marcado e hizo una mueca al ver el ritual. Las palabras eran tan vagas que parecían
casi negras y no estaba seguro de por qué. Este ritual era el 'servicio de limpieza de la
hermanita' y sabía que funcionaba correctamente. Entonces por qué...? Entonces
recordó las palabras de Boris. '¡Esta es una introducció n exagerada a los rituales,
diseñ ada para mostrar cuá n eficientes, derrochadores e inú tiles son!' Por supuesto. El
ritual funcionaría, pero probablemente Joe estaba usando mucho má s de lo necesario
en términos de maná y componentes.
Con un suspiro, Joe se levantó y salió de la biblioteca. Fue a las tiendas cercanas y
colocó una gran moneda de oro en el mostrador mientras compraba un fajo de
papeles. Joe se quejó un poco por el costo; un oro completo só lo le había valido cien
pá ginas de papel en blanco. Luego compró tinta, plumas y finalmente una taza de café
antes de regresar a la biblioteca. Boris le miró mal cuando vio el café y le hizo beberlo
todo antes de que le permitieran acercarse a los preciosos libros.
Joe volvió a sentarse con un suspiro y colocó una sola hoja de papel sobre la mesa
frente a él. El comerciante le había explicado todos los usos de los artículos que había
comprado y le había arrojado un poco de arena para secar y un afilador de plumas, ya
que había comprado artículos de tan alto valor al por mayor. Joe mojó su pluma en la
tinta y comenzó a escribir textos tan pequeñ os como pudo sin dejar que la tinta se
juntara. Al decidir comenzar con el ritual 'Territorio del depredador', cambió los
valores del maná , los componentes y el Nú cleo necesarios. Tan pronto como toda la
informació n estuvo junta en la pá gina, comparó la informació n que ahora brilla
con su libro. Varios de los elementos brillaban má s, algunos ciertamente eran má s
tenues.
La pregunta era: ¿los valores tenues eran débiles porque no eran necesarios, tenían un
valor demasiado pequeñ o para el material o eran el componente completamente
incorrecto? Revisó la lista de requisitos: pimiento rojo, acó nito, menta, amatista
triturada, sal pura, virutas de hierro, cianita naranja, tres onzas de mercurio y alambre
de plata. Inversió n de novecientos maná y una poció n curativa opcional. Finalmente,
sangre y un Nú cleo. Viéndolo así, casi parecía una receta. Siendo realistas , una receta
es exactamente lo que era y có mo decidió tratarla. Mirando sus notas, eliminó todos
los elementos que pensó que no tenían nada que ver con la protecció n.
Ahora la lista só lo consistía en amatista triturada, sal pura, virutas de hierro, cianita
naranja y alambre de plata. Después de escribir eso, junto con el símbolo del ritual, la
informació n se volvió negra. Obviamente, este ritual no serviría de nada si se
intentara. Buscó má s informació n sobre los otros materiales y descubrió que la menta
se usaba para protegerse de los roedores. Mercurio era un símbolo de cambio y la
pesadilla del lobo era una flor venenosa. Los volvió a agregar y la informació n -
comenzó a brillar nuevamente.
Le tomó má s de una hora reemplazar elementos, sustituirlos con material nuevo y
ajustar cantidades antes de obtener una receta que brillara bastante. Había necesitado
seis pá ginas completas de papel y sus manos temblaban de rabia cuando leyó la
fó rmula final.
Ritual: 'Territorio del depredador' (80% máximo, mejora). Usos: Protege contra
criaturas, bestias y monstruos diez niveles por encima del material genético utilizado en
el ritual. ¡Precaución! La sed de sangre inherente generada por este ritual atrae a
cualquier criatura por encima del umbral de diez niveles. Componentes necesarios:
media onza de acónito seco, una onza de menta, un cuarto de onza de amatista
triturada, una onza de sal pura, cinco gramos de virutas de hierro puro, un cuarto de
onza de cianita naranja, tres onzas de mercurio, una décima parte de una onza de
alambre de plata. por pie cuadrado de espacio y una gota de sangre. Se requieren cien
experiencias de un núcleo de bajo grado y una inversión de cuatrocientos puntos de
maná. Dura ocho horas.
Joe tuvo que sentarse físicamente y respirar profundamente para evitar gritar como
un pterodá ctilo furioso. Había desperdiciado cientos de puntos de experiencia, maná y
monedas en materiales porque alguien había escrito este manual sobre rituales para
disuadir a la gente de utilizarlos . Miró las seis pá ginas de papel que había utilizado
para crear este nuevo
fó rmula y sentí que, de repente, el papel ya no era una mala inversió n después de
todo.
Habilidad obtenida: Conocimiento ritual (novato IX). ¡Tu estudio de los rituales
combinado con tu profesión ocultista te ha permitido mejorar enormemente un ritual
que encontraste! Como ya eres un principiante en la magia ritual, esto comienza en un
nivel más alto de lo normal. ¡Estudia más y más poderosos rituales para aumentar esta
habilidad! Efecto: Variable . Le permite afinar los rituales que encuentre o cree. Puede -
aumentar la potencia de los rituales y/o disminuir el costo de los rituales.
Habilidad aumentada: Magia ritual (Principiante II).
Eh, ese puede ser el mensaje de aumento de habilidades má s corto que haya visto
hasta ahora. Joe se alegró de ver que había adquirido una habilidad de tradició n y
siempre estaba feliz de ver aumentar su habilidad de magia ritual. Pasó a la siguiente
pá gina de su grimorio y gimió . Iba a ser un largo día de ajuste de rituales a este ritmo.
Cuando Joe, cansado, salió de la biblioteca, estaba extremadamente de mal humor. Ya
era de noche y tenía calambres en los dedos por la constante escritura. Tenía hambre,
tenía tinta en todas sus manos... pero la gracia salvadora del día fue el hecho de que
había cambiado al menos la mitad de los rituales en el grimorio para que fueran
utilizables. Seguro que eran só lo los rituales má s simples, pero fue un comienzo.
También descubrió que algunos de los rituales eran completamente falsos y estaban
diseñ ados como trampas para matar a cualquiera lo suficientemente tonto como para
intentarlos. Había descubierto que la magia ritual en realidad era creada por los
símbolos utilizados, específicamente la forma que la delimitaba como el doble círculo
del —territorio del depredador—. Si los componentes no estuvieran en su lugar
correctamente... haría que el ritual se saliera de control y colocaría una deuda de maná
en la persona que no podrían esperar pagar. Joe había probado esto con el ritual
alrededor del cuartel del gremio, pero estos símbolos estaban en otro nivel. Un nivel
mucho má s alto. La muerte era el resultado má s probable de trabajar fuera de sus
capacidades.
También descubrió que el ritual usaría todos los materiales que usted pretendía usar,
lo que explicaba por qué comería un Nú cleo entero incluso si solo necesitara una
quinta parte. Maldita magia codiciosa. También podríamos llamarlo magia de Dijkstra
en lugar de magia ritual. Joe se rió entre dientes ante el pequeñ o chiste de
programació n que había hecho. Era divertido pensar en programar en un mundo
creado por una supercomputadora. Algo así como lo opuesto a la metaprogramació n.
Se estremeció y trató de superar esa espiral de pensamientos; este era su mundo real
ahora.
Mientras cruzaba el círculo de tiza roja alrededor del gremio, se detuvo y se encogió
de hombros. No hay motivo para no activarlo; el ritual acababa de volverse rentable.
La tiza pareció brillar má s por un momento antes de que apareciera un cronó metro en
su visió n. Quedan siete horas y cincuenta y nueve minutos, tiempo de sobra para
dormir. Joe fue al comedor y se atiborró del estofado que parecía siempre disponible,
le dijo a Aten que el ritual estaba activo y se desplomó en la cama. Día largo.
Después de un sueñ o sin sueñ os, Joe salió de la cama con una sonrisa en el rostro. El
ritual les había dado a todos los que durmieron allí la noche anterior la ventaja de
haber descansado bien, y Joe lo sentía como una relajació n total. Todos los que pasaba
estaban alegres, ¡y esto fue antes de que el café estuviera listo! Joe sonrió mientras
Aten se sentaba frente a él. —Buenos días, jefe. ¿Có mo has dormido?—
—Mejor que nunca desde que perdí mis sá banas de algodó n egipcio de mil hilos—.
Aten olió el aroma del café recién hecho que flotaba desde la cafetera que se movía
hacia ellos. —¿Eso por tu hechizo de anoche?—
—Sí, puedes agregar una poció n de salud para obtener una bonificació n por haber
descansado bien—. Joe sirvió su café lentamente, dejando que el potente olor le
inundara la cara.
—¿Importa la potencia de la poció n? Tenemos algunos aprendices de alquimistas que
estoy seguro estarían dispuestos a donar a la causa—. Aten le arrebató la cafetera a
Joe en el momento en que su mano soltó el mango.
—No estoy seguro.— Joe lo pensó y asintió mientras pensaba en ello. —Lo má s
probable es que simplemente aumente la duració n del bono. Si eso significa que puedo
sentirme así de relajado durante la mitad del día, lo aceptaré—.
—Ahora, anoche tuvimos una guardia rotativa, pero los monstruos que corrían por ahí
no nos atacaron ni nos miraron. Estoy muy feliz de que hayas tenido la previsió n de
activar tu hechizo anoche; la ciudad fue atacada por... Creo que fueron murciélagos
mutados? Insectos desagradables. Garras afiladas y un ataque só nico—. Aten se
estremeció un poco al pensarlo. —Me gusta la idea de realizar tu hechizo con bastante
frecuencia, pero el costo es demasiado-—
Joe agitó la mano para cortar el flujo de palabras, terminó su trago de ambrosía negra
y dejó escapar un suspiro de satisfacció n. —Buen material. El hechizo, en realidad se
llama ritual, bueno, ayer hice un gran avance. Resulta que puedo refinar mucho la
receta del hechizo . Soy
—¡Ni idea! ¡Ademá s, no voy a soltar mil monedas de oro para que un grupo al azar esté
de acuerdo con que use mis propios hechizos! Joe gritó . Resultó que la universidad de
magos perseguiría a cualquiera que usara habilidades de mago si no fuera un mago —
certificado—. De esa manera, podían controlar a cualquiera que creciera en fuerza o,
como lo llamaban, que —causara problemas—. Joe estaba casi seguro de que era
simplemente una forma de mantenerse en el poder y en control. Cualquiera que
llamara su atenció n y no cumpliera con sus demandas eventualmente obtendría el
título de —mago rebelde—. Afortunadamente, no era un título real el que estaba en tu
hoja de personaje, pero era bá sicamente una recompensa. Luego esa persona tendía a
desaparecer, ya sea por un accidente —natural— o porque alguien la vendía a la
universidad.
Joe sacudió los pensamientos oscuros de su cabeza, tratando de prestar atenció n a su
entorno; ya casi estaban en territorio zorro. Tiona estaba explicando algunas de sus
ideas sobre có mo subir de nivel a los demá s. —Pasar del nivel nueve al nivel diez es
simplemente… estú pidamente difícil. Sin embargo, aparentemente va a ser increíble
en mi pró ximo nivel porque subir de rango, especializarme, como quieras llamarlo...
¿conoces esa euforia de subir de nivel? Me dijeron que es cincuenta veces—.
—Pero ganar algú n nivel después de ese punto va a ser muy difícil, ¿verdad?— Guess
habló , todavía una rareza en el grupo. —Quiero decir, pasar del nivel nueve al diez
cuesta, ¿qué? ¿ Catorce mil exp?
—Sí—, respondió Tiona alegremente, —¡y a partir de ahí todo aumenta! ¡Pero! Tu
nueva clase comienza en el nivel uno. Entonces, mientras tu clase vuelve a subir de
nivel, tú también ganas experiencia para alcanzar tu nivel general. Aparentemente, no
es raro llegar al nivel veinte y obtener tu cuarta especializació n al mismo tiempo. Al
menos eso es lo que he podido aprender de los formadores—
—En serio, nunca he jugado un juego en el que sea tan difícil conseguir niveles —,
refunfuñ ó Dylan retó ricamente.
Chad intervino: —¡De todos modos, los niveles no importan tanto como las
habilidades! ¿Cuá l es el punto de llegar al nivel diez y subir de rango si está s atrapado
en una clase poco convincente porque no te molestaste en adquirir ninguna habilidad?
Los demá s se encogieron de hombros o asintieron, incluido Joe. —Supongo que
tendremos que esperar y ver, ¿verdad?—
Tiona cambió de tema: —Joe, ¿te acordaste de pedir la misió n diaria de caza del
hombre lobo? Ahora está s en el nivel cinco—.
Joe se quedó inmó vil y cayó al suelo cuando Dylan tropezó con él con una maldició n.
—¡No! ¡Tonterías! Mi primera oportunidad de...
CAPÍTULO VEINTIDÓ S
—¡Guau!— Dylan le ladró al oído a Guess, provocando que ella (¿él?... el grupo aú n no
había descubierto el género real de Guess) saltara en aparente shock después de un
momento. Joe se rió entre dientes, ya que Guess estaba jugando con un casco de
realidad virtual obsoleto y un teclado mental, debió haber presionado manualmente el
botó n de salto. Buen sentido del humor allí.
—Hay un grupo de lobos tratando de acecharnos—, advirtió Chad al grupo mientras
caminaban. —Joe, ¿quieres acabar con el alfa o deberíamos luchar contra ellos?—
Habían descubierto que si mataban al lobo má s grande de la manada antes de que los
otros lobos atacaran, los animales se dispersarían y huirían. Tiona lo pensó antes de
negar con la cabeza. —Estamos en apuros. Joe, llévalo—.
Joe sonrió y volvió la cabeza. Al encontrar fá cilmente a los lobos agazapados, se
concentró e hizo el movimiento requerido con la mano. Una punta de pura oscuridad
se elevó hacia arriba, atrapando al alfa en su flanco. Aulló de dolor y Joe se tomó el
tiempo para canalizar el hechizo, necesitando mantener la pú a en su lugar durante
tres segundos completos hasta que el lobo colapsó . Los otros lobos huyeron, tal como
estaba previsto. —¡Vaya! Ese tipo tenía mucha salud en él. Casi agoté toda mi reserva
de maná para acabar con él—.
Aumento de habilidad: La canalización ha llegado a Novato II. La manipulación de maná
ha llegado al nivel Novato IV.
Joe realmente prefería estos mensajes concisos. —¿Cuá nto falta para que vuelvas a
estar lleno?— A Tiona le gustaban los datos; cuanto má s supiera sobre su grupo,
mejor podría planificar el combate.
—Déjame comprobar—, murmuró Joe, abriendo la pantalla de su personaje. —La
manipulació n de maná aumentó , así que ahora tengo cuatrocientos diecinueve maná ,
pero solo usé trescientos veinticinco para canalizar ese hechizo, así que…
¿aproximadamente un minuto? ¿Cincuenta segundos?
—Mmm. Demasiado tiempo para otra cosa que no sea una emboscada. Tiona miró a su
alrededor, recorriendo la maleza en busca de enemigos ocultos. —Claro, no hay
—Parece que sí, gracias a Dios—. Dylan dejó escapar un largo suspiro de alivio. —
Necesito una armadura mejor. Lo ú nico que puedo pensar ahora es: —Me alegro
mucho de no haberme vuelto a morder—. No es la mejor mentalidad para el tipo que
planea recibir todos los golpes, ¿sabes?
Los aullidos en la distancia anunciaron un desafortunado efecto secundario de haber -
permitido que los otros lobos huyeran. Luego, una notificació n bloqueó sus vistas
durante un largo momento.
Misió n de á rea: Disputa territorial. Los Wolfman Scouts han encontrado lobos sin
manada y están convergiendo en la ubicación de la patrulla del Scout desaparecido.
¡Sobrevive contra su furia! Recompensa: Variable, un artículo relacionado con la clase.
Rondas sobrevivieron: 0/5
—¿Disputa territorial? ¡Como si!— Tiona frunció el ceñ o ante la notificació n que
bloqueaba su vista como si intentara asustarla para que cambiara su palabrería. —
¡Esta es una estú pida bú squeda de supervivencia como ese enjambre de conejos!—
—¡Aquí vienen!— La voz de Dylan vaciló mientras levantaba su escudo. —Esto va a
doler, maldita sea, equipo estú pido que necesita un tanque...— Su voz se apagó en
gruñ idos incoherentes, pero su postura reflejaba una disciplina defensiva perfecta.
Guess miró a los miembros del equipo, que estaban poniéndose en formació n y
apoyá ndose en un á rbol, y desapareció en una sombra cercana. Tiona estaba a punto
de dar algunas ó rdenes, miró a su alrededor y resopló . —¡Pícaros! ¡Supongo que será
mejor que te pongas en posició n o te cortaré por la mitad!
El primero de los lobos explotó a través de la maleza, tomá ndose solo un momento
para fijar sus ojos en el grupo antes de gruñ ir y cargar contra ellos. Antes de llegar a la
mitad del camino, media docena de caninos má s comenzaron a lanzarse hacia el
exterior. Flecha tras flecha lanzada desde el arco de Chad, encontrando nuevos
hogares en piel y carne. El primer lobo murió , pero los demá s simplemente aceleraron
el paso. Chad continuó atacando, pero fue derribado cuando un Scout hizo saber su
presencia devolviendo el fuego. Chad gritó cuando la punta de la flecha le atravesó el
bíceps y se vio obligado a dejar de atacar cuando su brazo quedó inerte.
Joe era el ú nico otro miembro del equipo con ataques a distancia, y sus manos
rá pidamente formaron su ú nico hechizo ofensivo. La sombra del Hombre Lobo se
agrupó y se deslizó dentro del Scout sin hacer ruido; El Hombre Lobo gritó de dolor
mientras caía. Aú n no estaba muerto, pero Joe necesitaba centrarse en Chad. Agarró la
flecha, sabiendo que esta parte apestaría. Con un fuerte tiró n, la flecha, un trozo de
carne y un chorro de sangre salieron del hombre caído. Chad chilló mientras Joe
Otras cosas nos atacan ahora mismo, pero en el futuro, si te quedas sin maná así,
podríamos arruinarnos. Siéntete libre de hacerlo si lo necesitamos, pero recuerda que
si vamos a tener una batalla má s larga debes asegurarte de conservar tu maná . Eso
significa que no hay hechizos de canalizació n al comienzo de la pelea. Deja que sea un
movimiento final si realmente sientes la necesidad—.
—¡Sí, señ ora!— Joe la saludó con precisió n burlona.
—Pff. Claro, es bueno ver que finalmente sabes quién está a cargo—. Tiona le guiñ ó un
ojo y su lado analítico se suavizó al recordar que se suponía que esto era divertido.
Los demá s se rieron cuando comenzaron a moverse de nuevo, y la atenció n de Joe se
volvió hacia adentro mientras intentaba exprimir su maná en un recipiente má s
pequeñ o mientras se volvía a llenar. No había hecho ningú n progreso real con su -
habilidad de coalescencia, pero no estaba demasiado sorprendido. Después de todo,
estaba escrito justo en la descripció n de la habilidad que necesitaba una mayor fuerza
de voluntad para ganar niveles en la habilidad. Sin embargo, Joe no estaba seguro de
creer eso; la prá ctica y la determinació n le habían sido de gran utilidad a lo largo de
los añ os. ¡No iba a dejar de progresar porque la descripció n de alguna habilidad le -
diera límites arbitrarios!
Su maná terminó de recargarse sin que él obtuviera un rango en la habilidad. Joe se
cruzó de brazos e hizo un pequeñ o puchero. El grupo tuvo que abrirse camino a través
de una pequeñ a manada de lobos una o dos veces, pero finalmente llegaron al
territorio de Wolfman. Tratando de ser sigilosos, observaron durante unos momentos
al primer grupo con el que se encontraron. Su sigilo les falló cuando uno de los lobos
al margen de la patrulla de repente giró la cabeza para mirarlos y soltó un gruñ ido.
—No es demasiado sorprendente—, se lamentó Tiona mientras apretaba má s su
espada. —Los animales deben haber aumentado la percepció n. Como era de esperar ,
esto incluye a los lobos. Chad, Joe, intenten acabar con el Scout. Joe, si nos lastimamos,
interrumpe tu ataque y cú rate. Todos los demá s, prepá rense para la batalla—.
—¡Tres dos uno!— Chad llamó suavemente, soltando la cuerda del arco justo cuando
Joe terminaba su hechizo. Una punta de sombra se clavó en la parte baja de la espalda
del Scout, provocando que se congelara mientras el dolor abrumaba sus sentidos.
Antes de que su pará lisis reflexiva desapareciera, una flecha se clavó en el ojo del
Hombre Lobo. Cayendo al suelo, el cuerpo humanoide rá pidamente se detuvo. Los
lobos bá sicos se detuvieron, miraron a su líder caído y se dispersaron con gemidos
agudos.
—Entonces, ¿el Hombre Lobo es considerado el alfa?— Adivina inferido con precisió n.
Agarró el á rea sensible, aplicando su hechizo curativo con la mayor precisió n posible.
En unos momentos, la piel se estaba cerrando sobre el tejido recién crecido.
Chad asintió con lá grimas en los ojos, se puso de pie de un salto y comenzó a disparar
flechas una vez má s. Sus ataques ahora eran mucho má s cuidadosos; Los exploradores
eran su principal objetivo. Dejando la variedad de cuatro patas a sus compañ eros de
equipo, Chad atravesó con una flecha a cualquier lobo que estuviera sobre dos pies.
Dylan gritaba de rabia y dolor mientras caminaba entre los lobos que intentaban
arrastrarlo al suelo. —¡No! ¡Este! ¡Tiempo! Bestias sarnosas. Yo voy. A. ¡Cortarte!—
Puntualizó sus frases con cortes o golpes, usando tanto su escudo como su espada.
Con sus gruñ idas maldiciones atrayendo la atenció n del animal, Tiona pudo causar el
má ximo dañ o. Su espada brilló entre las hormigas combatientes, dejando enormes
cortes y oponentes lisiados. Cuando cayó el ú ltimo lobo, Dylan se quedó de pie con las
piernas temblorosas. Justo antes de desplomarse , la mano de Joe aterrizó en su
hombro y comenzó a verter agua curativa sobre el tanque robusto. Dylan negó con la
cabeza, su mente pudo funcionar correctamente nuevamente mientras las marcas de
mordeduras salvajes desaparecían rá pidamente de su cuerpo.
Un Scout cayó al suelo con un ruido sordo, cayendo desde su posició n de francotirador
entre las ramas de un á rbol desde el que planeaba tenderles una emboscada. Guess
aterrizó sobre el lobo antropomó rfico, usá ndolo como plataforma de aterrizaje
cuando se conoció una vez má s su presencia. —Tres Hombres Lobo, bueno, cuatro con
este, y unos dieciséis lobos en esa ola—.
Disputa territorial. Rondas sobrevivieron: 1/5. Experiencia diferida.
—¿Diferido?— Joe preguntó cuando notó que todos los demá s también estaban
recibiendo la notificació n.
—Obtienes la experiencia cuando terminas la misió n o mueres—, le dijo Tiona
mientras se preparaba para la siguiente ola. —De esa manera, no podrá s subir de nivel
en mitad de la batalla y recuperarte por completo—.
—Bueno, eso apesta—, las quejas de Dylan comenzaron de nuevo. Estaba mirando por
encima de su armadura de cuero de lobo que se estaba volviendo muy hecha jirones.
—Al menos tendré muchos materiales para reparar esto después de la batalla—.
La siguiente ola progresó de manera similar; El ú nico susto real fue cuando un lobo
usó a uno de sus camaradas como trampolín y pudo derribar a Dylan al suelo.
Afortunadamente, esto fue cerca del final de la ola, y Joe pudo restaurarlo con solo
unos pocos puntos de salud antes de que comenzara la siguiente ola.
Disputa territorial. Rondas sobrevivieron: 2/5. Experiencia diferida.
muy diferente de las criaturas con las que habían luchado hasta ahora. Joe miró
fijamente la nueva amenaza, intentando obtener alguna informació n sobre ellos.
¡Comprobación de percepción exitosa! Guerrero hombre lobo. Después de un
entrenamiento estándar y meses de dificultades, los Hombres Lobo extrafuertes reciben
sus primeras armas y armaduras. Cuanto más metal tienen, más elitista es la fuerza. Un
Hombre Lobo completamente vestido con una armadura de metal y empuñando un
arma de metal es una élite absoluta y una fuerza a tener en cuenta . El nivel medio es
ocho.
¡Percepción +1! Después de mirar fijamente, casi con amor, a los ojos de tu enemigo, tu
percepción ha aumentado hasta el punto de que puedes alcanzar un conocimiento
general de él. Obtén más información sobre tus enemigos para mejorar tu comprensión
de su ser.
—Estos muchachos tienen al menos el nivel ocho, todos—. Joe se sorprendió por lo
tranquilas que sonaron sus palabras. Siendo realistas, no tenía idea de si sería eficaz
contra este tipo de enemigo.
—Finalmente, un desafío que vale la pena—, afirmó Tiona secamente, con la cara
cubierta de sudor mientras intentaba recuperar el aliento.
Los tres guerreros corrieron hacia ellos, con furia en sus miradas mientras levantaban
sus armas.
CAPÍTULO VEINTITRÉ S
—Joe, ¿puedes frenar a uno de ellos?— Dylan cuestionó en voz baja. —No puedo
resistir contra tres a la vez—.
Joe miró a su compañ ero de equipo con una mirada inquisitiva y vio que estaba a
punto de romperse. —Lo haré lo mejor que pueda.— Sus reservas de maná estaban
casi llenas, ya que la curació n no le costaba casi nada en este momento. Joe apuntó al
Guerrero Hombre Lobo que estaba al frente, liderando la carga. La mano de Joe se
movió en un patró n específico, y la sombra del lobo se lanzó hacia la espinilla
desprotegida del soldado que corría. Hubo un inquietante * crujido * de hueso cuando
la espinilla se dobló alrededor de la pú a, la fuerza del Guerrero corriendo causó que el
hueso se partiera verticalmente.
Aullando, el guerrero que iba en cabeza cayó al suelo, con el arma volando de su mano.
Los demá s lo ignoraron mientras continuaban su asalto. Joe quería acabar con el
Hombre Lobo caído, pero los demá s se enfrentaron a Dylan y Joe no tuvo atenció n que
perder. Sus ataques fueron crudos, brutales pero efectivos. Dylan bloqueó tres golpes
antes de que su escudo se rompiera, pero logró atacar y abrir el estó mago del atacante
situado má s a la derecha.
El Hombre Lobo gimió cuando sus intestinos vieron luz por primera vez pero continuó
atacando débilmente hasta que todos sus movimientos se detuvieron. Tiona entró
corriendo y detuvo un golpe que debería haber alcanzado a Dylan en el cuello, dejando
al Hombre Lobo expuesto a una puñ alada por la espalda de Guess. El lobo se puso
rígido cuando otra espada lo golpeó y una flecha se deslizó entre sus costillas a través
de un hueco en la armadura de cuero. Dylan jadeó , cayendo de rodillas mientras
respiraba profundamente, acunando su brazo roto cuando el dolor finalmente lo
alcanzó . É l sonrió a pesar del dolor, feliz de haber sobrevivido a la ola. —Chicos,
realmente creo que nosotros-—
La sangre brotó de la garganta desgarrada de Dylan mientras miraba sin comprender
al Guerrero que había caído con una pierna destrozada. El canino enseñ ó los dientes
en un gruñ ido horrible antes de que los demá s lograran colocar varias armas en su
cuerpo.
¡Dylan, miembro del partido, ha caído! La pérdida de experiencia se redujo a la mitad
debido a que la misión aplaza la ganancia de experiencia. Búscalo cuando el sol salga
por el horizonte oriental.
Disputa territorial. Rondas sobrevivieron: 4/5. Experiencia diferida.
—¡Maldita sea! ¡No!— Tiona se dejó caer junto a Dylan, tratando de encontrar señ ales
de vida a pesar de que todos ya habían recibido la notificació n de su muerte. —¡Dylan,
lo siento mucho! No está bamos listos para avanzar en esta á rea, y me dijiste que no
querías hundirnos... yo... —
—¡Sal de ahí, Tiona!— Chad llamó enojado. ¡Regresará mañ ana y entonces podrá s
sentirte mal por ti mismo! ¡La ú ltima ola está comenzando!
La maleza crujió siniestramente y todos los humanos se prepararon. Joe canalizó
frenéticamente la limpieza hacia Tiona, otorgá ndole el beneficio de —bien hidratada
— justo antes de que comenzara la batalla. Del bosque salió un Hombre Lobo
extragrande, y la luz reflejada en su pulida armadura hizo que Joe parpadeara un par
de veces. Una gruesa espada bastarda estaba sostenida en una sola mano mientras el
Guerrero Elite los miraba fijamente y miraba los cuerpos que ya estaban comenzando
a pudrirse. Un oscuro estruendo creció en su pecho, transformá ndose en un aullido
mientras cargaba contra ellos. Dos veces má s rá pido que los demá s, el Guerrero de
É lite cruzó la distancia en un instante.
Joe proyectó una sombra cuando el Hombre Lobo se acercó a Tiona, pero sus ojos se
dirigieron hacia él y Joe pudo ver que los ojos de la bestia se dilataban. Cuando Joe
terminó el hechizo, el monstruo se lanzó al aire. La pú a apareció desde la sombra, pero
el hechizo colapsó casi instantá neamente . El salto no só lo había dejado al lobo fuera
de su alcance, sino que su sombra se había reducido a un pequeñ o círculo en el suelo,
debilitando enormemente el hechizo. Cortando hacia abajo con su enorme espada, el
lobo gruñ ó cuando Tiona se apartó del camino del golpe devastador. Fueron
necesarios dos tirones increíblemente rá pidos, pero luego la espada bastarda salió del
suelo con un chorro de tierra mientras el lobo continuaba su ataque.
El guerrero rodó hacia adelante de repente y Guess apareció detrá s de él, sus dagas
solo atravesaron la armadura de metal mientras la bestia esquivaba. Un revés alcanzó
a Guess en la cara y el pícaro salió volando hacia un á rbol. Un sonido como de granizo
estaba empezando a molestar al Lobo, y miró hacia arriba para ver a Chad disparando
flecha tras flecha en su armadura. Apuntando a los puntos débiles, el arquero estaba
haciendo todo lo posible para infligir algú n dañ o, pero fallaba estrepitosamente. Con
el lobo mirando en su direcció n , Chad apuntó a sus ojos. Los simples movimientos de
su cabeza causaron que todas las flechas no alcanzaran al Hombre Lobo por completo
o se rompieran contra su casco.
Tiona rugió mientras blandía su espada con ambas manos, atrapando al Hombre Lobo
en la parte baja de su espalda. Solo tropezó hacia adelante, recuperó el equilibrio y se
giró para unirse al duelo que Tiona estaba ofreciendo. La enorme espada salió
disparada y Tiona necesitó toda su habilidad para desviar el golpe, la fuerza aú n la
hacía tropezar hacia atrá s. Ella esquivó los siguientes dos golpes sin intentar igualar la
fuerza con la bestia. Al mirar a Joe a los ojos por un momento, ella asintió levemente y
cargó hacia adelante.
Joe canalizó su punta de sombra, la punta apareció en la parte baja de la espalda del
Hombre Lobo justo cuando una flecha impactó la parte posterior de su rodilla,
causando que se doblara. La carga de Tiona estrelló al desequilibrado Hombre Lobo
contra la pú a, pero, para horror de Joe, la armadura aguantó . Supongo que volvió a
entrar en la refriega en ese momento, y sus dagas golpearon al lobo con la fuerza
suficiente para que la armadura cediera con un chillido. La punta de la pú a canalizada
se deslizó lentamente hacia el humanoide, el lobo no pudo recuperar el equilibrio
mientras Tiona y Guess esquivaban sus frenéticos ataques y aplicaban los suyos. Con
un repugnante *squelch*, la pú a salió por el frente del lobo y fue detenida por la coraza
intacta.
El Guerrero luchó valientemente por unos momentos má s antes de caer al suelo
cuando Joe se quedó sin maná . Se retorció un par de veces y luego se quedó quieto. Joe
cayó al suelo jadeando mientras su cuerpo lentamente comenzaba a regenerar su
poder completamente agotado. Mientras respiraba, miró con gran curiosidad las
nuevas notificaciones que permitían aparecer.
Misión completada: Disputa territorial. Rondas sobrevivieron: 5/5. ¡La experiencia -
aumentó en un 50%! (Bonificación del 25% por ser el primero en encontrar este evento,
bonificación del 25% por completarlo en el primer intento). Exp: 2000. Artículo
obtenido: ¡Caja de artículos específicos de clase! ¡Esta pequeña caja del tesoro contiene
un objeto que solo te será útil a ti o a alguien de tu misma clase! ¡Cuídalo bien!
Joe se sentó lentamente mientras sentía que su cuerpo comenzaba a recuperarse de la
intensa batalla. Todos estaban sentados, con las caras y los cuerpos cubiertos de
tierra, sangre y sudor. Murmuró : —Apuesto a que todos tenemos la desventaja
'apestosa' en este momento—.
Por alguna razó n, los demá s parecieron pensar que este comentario era gracioso y
comenzaron a reírse. En un momento, las risas se convirtieron en carcajadas. Se
levantaron lentamente, doloridos por todos lados, y comenzaron a saquear los
cuerpos. La mayor parte de la ropa eran harapos hechos jirones, pero las armaduras
de cuero y las armas de metal se podían vender por un precio bastante bueno. El
verdadero premio fue la armadura de metal pesado usada por Wolfman Elite.
Le quitaron el equipo, ignorando el horrible hedor que salía de sus ó rganos rotos.
Cuando el equipo descubrió que no podían llevar tanto la armadura como el botín, Joe
decidió contarles a los demá s sobre su nuevo anillo espacial. Hubo algunos ojos
temblorosos, pero nadie dijo nada mientras guardaba la gruesa armadura en el ring.
—Está totalmente lleno en este momento—, explicó Joe mientras Tiona le pedía que
pusiera el otro botín en el ring. —No es una capacidad enorme, en realidad es
suficiente para todos mis componentes de hechizo y... bueno, un conjunto de
armadura, supongo—.
—¿Qué?— Guess los miró .
—Dije 'supongo'. No te estaba llamando. Joe puso los ojos en blanco.
—Ah.— Guess volvió a observar el peligro.
—Está bien.— Tiona suspiró profundamente. —Sabes, cuanto má s nos ocultes cosas
como esta, es menos probable que podamos confiar plenamente en ti—.
—No lo estaba ocultando, en realidad.— Joe se sintió un poco molesto por su
afirmació n. —Simplemente no puedes usarlo, así que no había ninguna razó n para que
lo mencionara. ¡Parecería como si estuviera fanfarroneando!
—Mmm.— Tiona miró hacia otro lado y luego se dirigió a los demá s: —Buen trabajo
hoy. Comprueba si a Dylan se le cayó algo y vá monos de aquí. Estoy totalmente
agotado en este momento—. Partieron hacia la ciudad y Joe comprobó las otras
notificaciones que habían estado parpadeando en el rabillo de su visió n.
Exp: 496 (Combinación de múltiples criaturas. ¿Ver listado completo? Sí / No)
Joe seleccionó —no—. Sabía contra qué monstruos había luchado hoy, no necesitaba
volver a repasarlo. Eran las primeras horas de la tarde cuando se acercaron a las
puertas, pero parecía que había pasado una semana. Estaba indescriptiblemente
interesado en la caja de artículos de clase que llevaba en su anillo de almacenamiento,
pero no podía abrirla por temor a que los demá s descubrieran lo que contenía. ¿Qué
pasaría si gritara 'Objeto de clase ritualista'? cuando lo abrió ? Claro, era poco
probable, pero... los juegos habían hecho cosas má s extrañ as en el pasado.
El camino de regreso fue bastante pesado por lo agotados que estaban todos, pero los
pensamientos de un bañ o relajante y una comida caliente fueron un poderoso -
atractivo. La necesidad de Joe de mantener un ritmo bastante lento hizo que los demá s
resoplaran de molestia cuando estaban a medio camino de regreso; En ese momento
Chad y Guess comenzaron a jugar a la mancha en los á rboles, saltando de rama en
rama con la excelente agilidad que les brindaba su clase. Tiona se adelantaba un poco
a Joe y luego hacía flexiones hasta que él la pasaba. El rostro de Joe se agriaba cuando
ella pasaba corriendo a su lado e intentaba
batió su récord anterior. Ahora echaba de menos el ritmo lento y sigiloso que
necesitaban utilizar cuando atravesaban territorio hostil.
Joe nunca había estado tan feliz de ver las puertas de la ciudad. Ignoró a los demá s
miembros de su equipo y se rieron de su semblante distante mientras el grupo se
disolvía. Saludá ndose unos a otros, tomaron caminos separados. Incluso Joe murmuró
una cariñ osa despedida, sabiendo que só lo se estaban burlando de él para aliviar la
tensió n del día. Se detuvo patinando al recordar que llevaba la armadura que
pretendían regalarle a Dylan. Mirando frenéticamente a su alrededor, vio que los
demá s se habían ido. Debieron haberse olvidado de la armadura y de las reparaciones
que necesitaba. Puso los ojos en blanco, sabiendo que necesitaba ocuparse de esto
antes de comenzar a relajarse.
Joe entró en el distrito comercial y se sorprendió de lo mucho que tardó en encontrar
direcciones para llegar a un herrero de buena reputació n. El sonido característico del
metal contra metal y el humo desgarrador de la fragua no se escuchaba por ninguna
parte. Preocupado de que la herrería de la zona fuera só lo una tienda, se sintió muy
aliviado al entrar y ver a un hombre golpeando silenciosamente un yunque. —¡Hola!
Tengo una armadura en la que necesito trabajar—.
No hubo respuesta a las palabras de Joe; el hombre siguió martillando . Un poco
frustrado después de repetidos intentos de llamar la atenció n del hombre, Joe miró a
su alrededor y notó una campana en el mostrador. Se acercó y lo tocó , y el hombre que
estaba junto al yunque miró hacia arriba con expresió n sorprendida. Dejando el
martillo y el metal que estaba golpeando, el hombre se acercó con una expresió n
neutral en su rostro. —¿Sí? Lo siento, hay una barrera del sonido en esa habitació n.
¿Puedo ayudar... no, lá rgate. No vendo ningú n tipo de armadura ni armas de mago; de
hecho, no soy un gran admirador de la universidad. Trabajo con metal aquí, no tengo
nada lo suficientemente liviano para... cualquier clase que se supone que debes tener
—.
Joe miró su cuerpo delgado como un palo, un poco perplejo. Nunca antes había
recibido una respuesta como ésta y no estaba seguro de có mo manejar la situació n. —
Yo... no estoy aquí por una armadura para mí—.
—Oh, eso es un alivio—. El herrero sonrió y se secó la calva. —Er, lo siento por eso; Al
principio pensé que podrías ser un no-muerto. Skeleton , ghoul o algo así. Como
puedes hablar, asumiré que está s vivo—.
—Eso... yo...— Joe se sintió ató nito. ¿Có mo se suponía que iba a responder a insultos
casuales como este?
—Entonces, ¿qué necesitas, hermano?— El herrero tenía ahora una gran sonrisa en su
rostro.
Con los ojos temblando, Joe sacó la armadura de su anillo. —Necesito que esto sea
reparado y redimensionado para un guerrero de tamañ o humano. ¿Es eso posible?—
El hombre miró el equipo con ojo crítico y, cuando llegó al enorme agujero, levantó
una ceja y miró a Joe. —¿Tu obra?—
Joe asintió y el herrero sonrió . —Há bil. Sí, puedo hacerlo, pero será n un par de días.
Haga que la persona en cuestió n venga aquí para poder dimensionarlo correctamente.
En realidad, ¿por qué no está aquí ahora mismo?
—Eso, sí… bueno… no todos tuvieron tanta suerte como para sobrevivir al proceso de
adquisició n de este equipo. Volverá mañ ana, pero hasta entonces, só lo quiero
empezar el proceso—. Joe se encogió de hombros a medias al final de su explicació n.
—Veo.— El herrero permaneció en silencio durante un largo momento, mirando la
enorme armadura. —Dime, ¿supongo que no sabes lo que tu amigo está tratando de
lograr? En cuanto a clases, quiero decir. Dijiste guerrero, ¿puedes ser má s específico?
Una armadura de placas pesadas como esta podría no ser la mejor para alguien como
un luchador cuerpo a cuerpo está ndar—.
—Bueno, se está preparando para convertirse en un tanque, una especie de guardiá n.
Llama la atenció n del enemigo y mantenla mientras acabamos con ellos—. Joe intentó
pensar en una mejor manera de explicarlo, pero el herrero ya estaba haciendo una
mueca.
—Oh, uff. É l va a... está s dejando que se convierta en un... ¿por qué la gente se hace eso
a sí misma? ¿Un guerrero normal que planea ser un tanque? El herrero se estremeció .
—Quizá s pueda ayudarlo un poco. ¿Está s seguro de que este es su plan? ¿Supongo que
no tienes algunos fondos disponibles que donarías para darle una mejor oportunidad
de sobrevivir? El herrero miraba a Joe con un brillo en los ojos.
Joe refunfuñ ó pero dijo que tal vez lo convencerían para que ayudara a su amigo. La
luz en los ojos del herrero se volvió casi rabiosa. —¡ Maravilloso! Usa un escudo, ¿no?
¿Ya ha logrado dominar el escudo?
—É l tiene una habilidad llamada así, si no recuerdo mal—.
—Bien bien.— El herrero empezó a recoger la armadura. —Bueno, agregaré los
ajustes después de medirlo. ¡ Estará tan feliz! Me aseguraré de decirle que es un regalo
tuyo—. El herrero anotó una suma en una pizarra y la dejó sobre el mostrador. —
Necesitaré tanto dinero, ¡gracias de antemano!—
Joe miró la cantidad en el tablero y un grito ahogado llegó a los oídos del herrero justo
antes de cruzar a su habitació n má gicamente silenciada: —No hay forma de que
pague...—
El herrero sonrió mientras comenzaba su nuevo proyecto. Fue agradable tener un
desafío.
CAPÍTULO VEINTICUATRO
Joe vio huir al herrero y sus manos apretaron la pizarra. Si hubiera podido reunir algo
de fuerza, se habría hecho añ icos . Con un gruñ ido, salió de la habitació n y se acercó al
alquimista para ver si había reabastecido algú n Nú cleo. Joe salió del edificio sesenta
monedas de oro má s pobre pero con dos gemas brillantes escondidas en su anillo. De
camino a la casa de bañ os, se limpió , lavó su ropa y luego fue a cenar.
Sintiéndose como una persona nueva, Joe se retiró a su pequeñ a habitació n en el
cuartel. ¡Finalmente, llegó el momento de ver cuá l era su recompensa en la caja de
artículos! El pequeñ o cofre estaba sobre su cama y, después de un momento, abrió la
tapa. Un suave resplandor dorado llenó la habitació n, y un delgado anillo de metal con
una larga aguja en un lado apareció cuando la luz se desvaneció . Joe tocó e intentó
inspeccionar el artículo.
¡La prueba de percepción fue exitosa! Artículo obtenido: Aguja Taglock de titanio (objeto
de clase). Similar a los kits de taglock utilizados por las brujas en la magia vudú, este es
un aumento de arma reutilizable diseñado para extraer sangre para rituales. Se puede
vincular un ritual a la aguja y configurarlo para que se active cuando se extrae sangre.
Estadísticas: 80% de penetración de armadura. Añade 1 punto de daño físico. Tipo de
artículo: Aumento. Rareza: Rara. Durabilidad: 1000/1000.
Esa era mucha má s informació n de la que jamá s había podido ver antes! Al pensar en
los usos del objeto, Joe no estaba seguro de có mo reaccionar al principio. No tenía
ningú n ritual relacionado con el combate, pero ciertamente podía ver có mo esto
podría ser ú til en el futuro. Ademá s, ¡un punto extra de dañ o significaba que
efectivamente duplicaría su dañ o al golpear a los conejos! La idea le hizo sonreír. En
realidad, no creía que ese fuera el mejor uso para ello, especialmente con un ochenta
por ciento de penetració n de armadura. Si apuntaba a un punto débil cuando alguien
llevaba una armadura de placas, probablemente podría sacar sangre. Entonces, si
tenía el ritual adecuado, la pelea debería terminar.
La necesidad de encontrar má s y mejores rituales comenzó a dominar a Joe, pero
lamentablemente no tenía pistas sobre posibles ubicaciones para ellos. El podria
teniendo dificultades para seguir los movimientos de varios de ellos, lo que indica que
eran pícaros con altas habilidades de sigilo. Joe miró a su alrededor y vio que no había
nadie realmente herido; la fuerza invasora se estaba asegurando de que quienquiera
que atacaran muriera. Tomando una decisió n rá pida, Joe cambió su clase a mago y
envió un pico de sombra a un guerrero que retrocedía para golpear a un miembro
caído del gremio. La pú a se disparó hacia una... zona delicada... y el guerrero soltó un
grito agudo.
El miembro caído del gremio de Joe se levantó y comenzó a apuñ alar al guerrero , por
lo que Joe sintió que podía centrar su atenció n en otra parte. Miró a su alrededor, a
todas las sombras cambiantes, y vio a un pícaro escabulléndose detrá s de un pequeñ o
grupo de arqueros defensores. Apareció otro pico de sombra, pero hubo un efecto
secundario que Joe no esperaba. Cuando las sombras que cubrían al pícaro fueron
arrastradas a una tarea diferente, el pícaro pareció casi ser expulsado de la oscuridad
que lo había estado protegiendo. Tropezó y cayó al suelo, con un nuevo y gran agujero
en él. Los arqueros lo vieron aparecer y rá pidamente el hombre fue llenado con varias
flechas emplumadas.
Al ver los resultados de quitar la oscuridad que ocultaba a sus enemigos, Joe comenzó
a centrar sus ataques en los enemigos ocultos. Uno tras otro, cayeron ante el gremio
The Wanderers, y pronto, todo lo que quedó fueron los diversos guerreros y arqueros
que habían irrumpido. Ellos también cayeron rá pidamente, ahora que el gremio se
había despertado y los pícaros que causaban el caos fueron derrotados. Aten se acercó
a un cuerpo, se quitó la má scara y *chasqueó*. —Estos son los matones de Headshot.
Parece que los incondicionales quieren probar otra vez el dolor. ¡Maestro de espías!
Encuentra dó nde está n escondidos—.
Aten miró a su alrededor a los rostros expectantes y gritó : —¡Quién viene por The
Wanderers!—
—¡El má s fuerte! ¡El mejor! ¡Matamos a todos los demá s! Algunos de los miembros del
gremio terminaron el canto que se estaba convirtiendo en el lema de su gremio. En ese
momento, Joe había cambiado su clase nuevamente a clérigo y se dirigió hacia las
pocas personas heridas en la sala. Cuando terminó , miró las notificaciones
parpadeantes que había estado ignorando.
Habilidad aumentada: Púa de sombra (novato III). ¡Jugar con la oscuridad está dando
dividendos!
No se ha otorgado experiencia por matar viajeros, pero como varios de ellos tenían
nombres rojos, es posible que dejen caer dinero o equipo. Si hubieran eliminado todos los
elementos antes de lanzar un ataque no provocado,
¿Quién puede usar el equipo adecuado? ¿He oído que está s recorriendo el camino de
un defensor? ¿Es esto cierto?—
—Lo estoy intentando. Es dificil. Me lastimo cada vez—. Dylan miró al suelo y apretó
los puñ os.
Algo cambió en los ojos del herrero y la aprobació n brilló . —Sin embargo, continú as
acompañ á ndolos y protegiéndolos. Admirable. No muchos pueden dedicarse a
proteger a los demá s por encima de su propio bienestar. La mayoría de los guerreros
irá n a luchar, dejando a su equipo a su suerte. Creo que eres alguien con quien
realmente puedo trabajar. ¿Está s dispuesto a dedicarte a la seguridad de los demá s?
—Yo… quiero hacerlo. Duele mucho —, susurró Dylan mientras continuaba su
competencia de miradas con el suelo.
—Una respuesta honesta. Aun mejor.— El herrero puso una enorme mano debajo de
la cara de Dylan y levantó la cabeza para que pudieran verse. —Puedo darte las
herramientas que necesitas. Só lo dime que hará s todo lo posible para proteger a
quienes está n bajo tu cuidado—.
Dylan tragó saliva y asintió . —Lo haré. Siempre hago.—
Un mensaje apareció frente a Joe, haciéndolo retroceder dando traspiés. É l gruñ ó .
Fuera del combate y situaciones estresantes, estos mensajes eran invasivos, molestos
y se suponía que debían bloquearse. Luego vio el contenido de la notificació n y sonrió .
¡Se encontraron requisitos para la clase oculta! ¡Después de sufrir por su equipo, Dylan
había llegado a una encrucijada! Gracias a tus acciones directas, se ha dedicado a la
protección de los demás y obtuvo la clase básica oculta 'Bulwark' (Raro). ¡Por encontrar
información oculta, tu deidad te ha otorgado 150 Exp!
Dylan estaba mirando al vacío, la mirada que tenía alguien cuando revisaba las
notificaciones o su estado. Parpadeó después de unos momentos y esbozó la primera
sonrisa que Joe había visto en él hoy. El herrero tomó algunas medidas y les dijo que
regresaran en una hora. Al parecer, apresuraría un trabajo para un cliente que —
utilizaría su trabajo correctamente—. Dylan miró a Joe. —¿Sabías que me ofrecería
una nueva clase?—
—No, só lo vine aquí para que pudieras tomar medidas—, respondió Joe con
sinceridad. —¿Puedes contarme algo sobre tu clase?—
—Mmm.— Dylan volvió a tener una mirada perdida. —Gran bonificació n a la defensa,
gran resistencia al retroceso y puedo usar escudos para atacar sin las penalizaciones
normales. Obtuve una nueva habilidad de inmediato; se llama —quédate detrá s de mí
—. Déjame moverme al triple de mi velocidad normal para ponerme frente a un
miembro del grupo y bloquear un ataque. Ademá s, el herrero me dijo que sabe
¡Lo que necesito para progresar, hasta el tercer nivel! Só lo tendré que demostrar que
estoy usando mis habilidades para proteger a los demá s y trabajar para él—.
—¡Eso es realmente asombroso, hombre!— Joe lo felicitó con entusiasmo. Hablaron
un poco má s y decidieron esperar una hora en lugar de irse y regresar. Cuando el
herrero volvió a entrar en la habitació n, Dylan pareció ponerse tenso. El Baluarte
recién creado casi parecía a punto de hiperventilar cuando le entregaron su nueva
armadura; el herrero le indicó que lo equipara.
Se calmó rá pidamente después de ponerse la armadura y apareció una gran sonrisa.
—¡José! ¡Esta armadura es un objeto de clase ahora! Só lo faltan dos piezas y será un
juego completo. ¡Me pondré una armadura! La armadura de conjunto era un equipo
diseñ ado para funcionar en conjunto a la perfecció n, complementando todas las
demá s piezas. Un juego completo era a menudo mejor que tener un par de piezas
increíbles porque un juego completo normalmente venía con una gran bonificació n.
—Bueno, si quieres un juego completo, tendrá s que ponértelos—. El herrero sonrió
mientras sacaba dos grandes escudos de detrá s del mostrador. Al entregá rselos,
sonrió ante la expresió n del rostro de Dylan.
—¿Dos escudos? ¿Có mo se supone que debo pelear? Dylan los equipó , una amplia
sonrisa se dibujó en su rostro mientras los implementos de metal aparecían en cada
brazo. Su pregunta fue respondida por las pú as en el frente de los escudos.
—Si los juntas, se unen como imanes. Luego clavas la parte inferior en el suelo y
puedes fingir que eres una pared—. El herrero pareció complacido por la reacció n que
estaba obteniendo. —Mira el bono que obtienes por tener todo el set equipado. Creo
que te gustará .—
—Mayor defensa, penalizaciones de peso y movimiento reducidas a la mitad, y…—
Dylan hizo una pausa, luego las lá grimas llenaron sus ojos, —¿treinta y cinco por
ciento entumecido? ¡José! ¡Esta armadura hace que no sienta el dolor!
—Tanto dolor —, advirtió cuidadosamente el herrero.
—¡Si, eso!— Dylan emprendió el regreso al cuartel. —¡Vá monos! ¡Tengo Hombres
Lobo de los que vengarme!
Joe empezó a seguirlo, pero una fuerte tos llamó su atenció n hacia el herrero. —
¿Olvidando algo?—
—Ah, sí. Aquí está n los billetes de banco. Asegú rate de que nunca se entere de esto,
¿de acuerdo? Joe dejó caer un fajo considerable de billetes sobre la mesa y el herrero
asintió gravemente.
—Es un buen hombre el que devuelve la voluntad de luchar de un guerrero. En el
futuro, obtendrá s un descuento aquí—. El herrero se dio vuelta y se alejó , y
pronto, llovieron martillazos silenciosos sobre algú n tipo de lingote.
¡Carisma +1! 10% de descuento obtenido en Masterwork Metals.
Joe tenía catorce puntos en carisma y, por lo tanto, ahora era un cuatro por ciento má s
carismá tico que la persona promedio. Le gustó la idea de eso. Dá ndose la vuelta,
regresó a su equipo.
CAPÍTULO VEINTICINCO
—¡Hagá moslo!— Dylan golpeó sus puñ os, chispas volaron cuando sus guanteletes de
metal se conectaron. —¡Quiero salir y mostrarles a esos hombres lobo sarnosos y
apestosos con quién se está n metiendo!—
El grupo estaba pasando por territorio de los zorros, y mientras los zorros evitaban a
los demá s, parecían estar mirando a Joe con avidez. Podría ser simplemente su
imaginació n. Aú n así, se acercó al centro del grupo y escuchó su conversació n. Tiona
parecía complacida con el cambio en la actitud de Dylan. —¡Alegra oírlo! Estaba
pensando que esta mañ ana nos adentraríamos un poco má s en su territorio.
Podríamos intentar encontrar un á rea donde estén los de niveles má s altos, como los
guerreros y los magos. Fue una buena decisió n pedirles a los guardias que dividieran
esa misió n—.
Joe también sonrió ante eso. Tener tres misiones que realmente tuvo la oportunidad
de completar de manera oportuna fue emocionante. Joe se estaba acercando al nivel
seis y los puntos característicos gratuitos lo llamaban como un canto de sirena.
Quedan menos de mil puntos y las posibles recompensas para hoy contribuirían en
gran medida a ayudarle a trabajar en sus objetivos a largo plazo. Miró las tres
misiones, esperando poder terminarlas todas de una sola vez.
Misión: Recorriendo a los exploradores. La población de Hombres Lobo ha ido creciendo
rápidamente y los exploradores han comenzado a marcar objetivos para que su gente los
ataque. Reducir su número. Wolfman Scouts asesinados: 0/20. Recompensa: Exp: 500. 20
de oro. Bonificación disponible si se destruyen suficientes.
Misión: Desarmar a los guerreros. La población de Hombres Lobo ha crecido lo
suficientemente rápido como para que sus combatientes hayan comenzado a usar armas
y armaduras para obtener ventaja. Desafortunadamente, su equipo es robado a los
humanos que matan antes de modificarlo para adaptarse a sus formas más grandes.
Reducir su número. Guerreros Wolfman asesinados: 0/10. Recompensa: Exp: 1000. 30 de
oro. Bonificación disponible si se recuperan o destruyen suficientes armaduras y armas.
Los demá s miraron a Tiona, quien se encogió de hombros y asintió . —Ya escuchaste al
hombre. ¡Eliminemos estas misiones! El grupo vitoreó y avanzó . Dylan no había
llegado demasiado lejos, el peso de su armadura le permitía incluso a Joe mantener el
ritmo sin problemas.
Cuando Chad hizo demasiadas bromas sobre el ritmo lento, Dylan respondió con
altivez: —Muy pronto dominaré la armadura pesada y podré trotar a tu velocidad de
carrera—.
—¡Como si!— Chad corrió hacia adelante y desapareció en el bosque en un instante .
—¡Piensa antes de hablar, lata!—
—Iré a-— rugió Dylan, pero se detuvo de repente cuando Chad regresó volando con
una expresió n de preocupació n en su rostro. —¿Qué ocurre?—
—Encontré un rastro, hay Hombres Lobo patrullá ndolo bastante. Ahora viene un
grupo, tres Scouts y dos Warriors. Por lo que parece, nos perdimos otra patrulla. Si
esta es la norma, só lo tendremos unos minutos para salir de este grupo antes de que
llegue otro—.
Dylan miró a Tiona. —¿Luchar o huir?—
—Esto no tiene sentido—, dijo Tiona con un gruñ ido. —¿Aú n no hemos visto a ningú n
Scout hoy y, de repente, nos encontramos con ellos y con War riors, que apenas
encontramos por primera vez ayer?—
—¡Tiona!—
—¡Bien! ¡Nosotros peleamos!— La espada de Tiona estuvo instantá neamente en su
mano. —Formació n de batalla, los atacaremos tan pronto como comiencen a pasarnos.
Adivina, ¿puedes cruzar el camino y empezar a apuñ alar por la espalda tan pronto
como nos miren?
—Je.— Miraron a su alrededor pero no pudieron ver el origen de la risa monó tona.
—¡Será mejor que sea un sí!— Tiona siseó en el aire vacío, seguido de un gruñ ido
hosco: —Odio a los pícaros—.
En ese punto, la patrulla de los Hombres Lobo estaba alcanzando el rango de
detecció n, por lo que todos dejaron de hablar y moverse. Los Scouts parecían ya estar
alertados, sus orejas se movían en todas direcciones mientras avanzaban con zarpas
silenciosas. Cuando los dos primeros pasaron a los humanos que se escondían fuera
del camino trillado, Tiona explotó hacia adelante y apuntó con un golpe brutal al
tercer Scout. Como testimonio de sus reflejos, la bestia no fue decapitada
instantá neamente, pero aú n así obtuvo un corte profundo en el pecho y el cuello que,
de todos modos, prometía una muerte rá pida .
Cuando uno de los guerreros comenzó a aullar, posiblemente intentando traer
refuerzos, Chad colocó con precisió n una flecha en el suelo.
mú sculo detectado donde se unían el cuello y el hombro. En lugar de un aullido, só lo
sonó un grito de dolor. Los Scouts estaban usando sus jabalinas para defenderse de
Tiona y el pesado Dylan, pero Dylan solo se rió de sus intentos mientras se lanzaba
hacia adelante y dejaba que las delgadas armas se hicieran añ icos en su grueso equipo.
Tiona usó la distracció n para avanzar con perfecta forma, su espada bailando en el
aire.
El guerrero herido se estremeció y cayó , revelando a Guess y sus dagas chorreantes de
sangre detrá s de él. Habiendo caído ya dos Exploradores y un Guerrero, el ú ltimo
Explorador se giró y corrió mientras el Guerrero intentaba mantener el foco de la
batalla en sí mismo. Obviamente estaba jugando para ganar tiempo, esperando
refuerzos. Joe estaba decidido a que ningú n lobo volviese la batalla contra ellos, y
gruñ ó mientras dirigía su hechizo. El ser que corría estaba en el alcance exterior de su
hechizo, pero su velocidad fue su perdició n cuando un pico apareció en su camino. El
Hombre Lobo tosió sangre mientras se empalaba a sí mismo, y un instante después
una flecha cortó su tronco cerebral cuando Chad asestó un golpe crítico.
El Guerrero, al ver desvanecerse su oportunidad de vivir, gruñ ó y cargó contra Dylan.
Comenzó a brillar de color rojo, mientras una rabia frenética se apoderaba de él. Su
espada silbó en el aire y Dylan luchó por mantener el ritmo mientras los golpes
llovían. Los demá s se acercaron para ayudar, pero él los detuvo. —¡Tengo que! *
Sonido metálico Obtener. *Clang ¡Acostumbrado a esto! *sonido metálico *sonido
metálico
El guerrero agarró su espada con ambas manos y la lanzó con un fuerte golpe por
encima de la cabeza. Dylan se lanzó hacia adelante e interrumpió el ataque con un
golpe de escudo en el abdomen. El Guerrero cayó al suelo y Dylan asintió hacia Tiona.
Dio un paso adelante y hundió su espada en el objetivo tendido.
Misiones actualizadas: Recorriendo a los exploradores. Wolfman Scouts asesinados:
3/20. Desarmar a los guerreros. Guerreros Wolfman asesinados: 2/10.
Joe se preguntó dó nde estaba la notificació n de su experiencia por un momento antes
de recordar que había configurado la mayoría de las notificaciones para que solo se
mostraran en una zona segura o cuando las mencionara. Miró el desastre que habían
hecho en el camino e hizo un sonido de 'ups'. —No creo que la pró xima patrulla se
pierda esto cuando lleguen—.
—Sí, especialmente con sus sentidos mejorados. Puedo oler la sangre—. Tiona miró la
sangre y tomó una decisió n. —Bien. Hicimos un buen trabajo aquí. Empecemos a bajar
por el camino, hacia las patrullas que se aproximan. Chad, adivina, ¿quién de ustedes
quiere explorar má s adelante? Me gustó có mo fue nuestra emboscada, sigamos así—.
—Iré—, se ofreció Chad fá cilmente. —Estoy tratando de mejorar mis habilidades de
rastreo y localizació n de todos modos. También podría empezar aquí—. Saludó y trotó
por el camino. —Nos vemos en un rato.—
—Muy bien equipo, de ahora en adelante será un trabajo duro—. Tiona indicó a todos
que caminaran mientras ella hablaba. —Esperamos que las patrullas estén separadas
por unos cinco minutos a pie. Los exploradores usan jabalinas y arcos, los guerreros
van armados y blindados. Si no podemos tenderles una emboscada, asegú rate de
concentrarnos en acabar con los Scouts primero. Después de todo, está n usando
armas envenenadas y a los Guerreros les resultará má s difícil escapar de nosotros—.
Cuando terminó su discurso, Chad salió saltando de la línea de á rboles. —¡La pró xima
patrulla a quinientos pies de distancia!—
—¡Fuera del camino!— Tiona siseó mientras se deslizaba entre el follaje. Todos
lograron llegar antes de que apareciera la siguiente patrulla, aunque a Dylan le costó
mucho caminar fuera de la tierra apisonada; sus pies se hundían en la tierra con cada
paso y se tambaleaba mientras se movía. Guardando silencio, esperaron a que
aparecieran sus enemigos.
Tomó má s tiempo de lo que pensaban, porque aparentemente los lobos habían
escuchado algo o tenían un mal presentimiento. Uno de los Scouts estaba rezagado
casi cinco metros, obviamente preparado para correr si había algú n problema. Tiona
le dio un codazo a Joe, señ aló al Scout y le dirigió una mirada significativa. Joe asintió ,
extendió su mano hacia el Scout y comenzó a lanzar su hechizo de ataque. Tiona se
lanzó hacia la masa de Hombres Lobo justo cuando la punta de la sombra empaló al
Scout que lo seguía a través de su pantorrilla. Saltar desde un terreno blando no era
ideal para una emboscada, pero aun así logró infligir algunas heridas leves a los
Hombres Lobo antes de que pudieran montar una defensa adecuada.
Este grupo solo tenía un guerrero, pero estaba en camino de convertirse en un Elite si
la cantidad de metal que llevaba era una indicació n. Los ojos de Dylan estaban fijos en
este enemigo y avanzó con un grito desafiante a la bestia. El guerrero estaba muy feliz
de que su oponente se decidiera por él y se abalanzó sobre el Baluarte con su hacha en
alto. Dylan bloqueó sus golpes (demasiado fuertes para esquivarlos) y golpeó al
Guerrero una y otra vez con sus escudos.
El primer objetivo de Joe se había desplomado en el suelo, cayendo muerto por el
dañ o acumulado del hechizo lanzado rá pidamente. Treinta dañ os por uso no era una
broma. Otro Scout se había metido en una batalla de flechas con Chad, ambos
esquivaban y giraban mientras lanzaban fichas de proyecto de un lado a otro. Chad fue
el primero en tropezar y una flecha se deslizó
Chad intervino antes de que ella pudiera enojarse demasiado: —¡Bueno, entonces no
nos quedemos aquí y perdamos el tiempo! ¡Vamos a cazar! ¡Hay oro por encontrar y
misiones por completar!
—Bueno, el juego literalmente es mejor para mi cordura—. Tiona se rió entre dientes
y luego miró los rostros confusos. —¿No leyeron la letra pequeñ a? Tal vez son só lo las
cá psulas las que tienen esa funció n... no, estoy bastante seguro... —
—¿De qué está s hablando?— Dylan la empujó mientras ella se callaba.
—Las cá psulas equilibran la química de tu cerebro. Perfectamente , con el tiempo.
¿Por qué pensaste que este juego es tan caro para jugar todos los meses si está s en un
grupo? Se ha demostrado que esencialmente restablece tu cerebro. ¿Depresió n? Se fue
en dos meses. Nunca má s necesitará s drogas a menos que te dejes llevar—. Los ojos
de Tiona brillaron al recordar la controversia que este sistema había generado. —
¿Autismo? Bueno, eso se debe a que la química de tu cerebro está fuera de control. El
primer paciente fue curado y reintroducido en la sociedad después de un añ o de
pruebas. Ningú n científico puede explicarlo, y dado que los creadores del juego no lo
anuncian como una cura para los trastornos mentales, no necesitan dar explicaciones -
ni revelar sus datos a grupos como la FDA.
—¿Entonces es por eso que las cá psulas está n en espera desde hace un añ o?— Dylan
parecía incrédulo. —¡Tuve suerte incluso de conseguir un casco actualizado!—
—Sí. Las cá psulas se está n llenando de gente enferma y, a menudo, reciben
preferencia. Nadie sabe por qué, simplemente suponen que el presidente Musk está
intentando otra forma de salvar a la humanidad. Sé que el casco tiene un efecto
similar, creo que es má s lento. Oh mierda.— Tiona señ aló hacia adelante. —Hablamos
demasiado. ¡Patrulla llegando! ¿Dó nde está Chad?
—¡Chad!— No hubo respuesta cuando Dylan gritó . —Maldició n. Les llamaré la
atenció n. ¡Prepararse!—
El grupo que venía hacia ellos era significativamente má s peligroso que cualquier otra
cosa con la que habían luchado hoy. Había cuatro guerreros fuertemente armados y
blindados y un hombre lobo desconocido cubierto de huesos y cuero que Joe supuso
que era algú n tipo de mago. ¿Un chamá n posiblemente? ¡Esto es lo que estaban
buscando! Dylan chocó los puñ os e hizo lo que pudo para llamar la atenció n mientras
Guess se deslizaba hacia la sombra de algunos á rboles cercanos. Tiona miró a Joe. —
José. Elimina lo desconocido si puedes—.
Joe asintió y empezó a hacer gestos. Cuando la unidad levantó sus armas en la carga
final, una punta negra como la tinta salió disparada del suelo hacia el chamá n. *Dongl*
La pú a se estrelló contra un campo de energía que parecía aparecer de la nada.
Cuando la pú a se hizo añ icos, los ojos del chamá n se fijaron en Joe y gritó . Los otros
hombres lobo
Luego volvieron su dura mirada hacia Joe y su velocidad aumentó . El rostro de Joe
palideció . —UH oh.—
A Dylan no le gustó mucho que lo ignoraran los que él consideraba sus rivales. Con un
bramido, cargó en medio de los enemigos, derribando a un guerrero en el proceso. Los
demá s estuvieron sobre él en un instante, sus golpes apuntaban a puntos débiles y
articulaciones. Dylan se enfrentó a todos los rivales y su habilidad de dominio del
escudo lo ayudó a redirigir los ataques mientras cambiaba su postura y recibía la
mayor parte del dañ o de sus escudos duales. Sin embargo, no duró mucho, con tres
oponentes y un cuarto uniéndose pronto, estaba comenzando a sufrir un dañ o real.
Tiona se unió a la pelea, pero sus intentos de evitar a los Guerreros y acabar con el
Chamá n se vieron frustrados rá pidamente cuando dos Hombres Lobo interrumpieron
su ataque contra Dylan para proteger su carga. Su habilidad era evidente en su
movimiento; ella esquivaba há bilmente los ataques y dejaba heridas superficiales en
su enemigo. Ella ladró : —¡Hendido!— y el golpe superficial de su espada larga se
convirtió en un arco mortal de metal que mordió profundamente a su adversario. Un
chorro de sangre arterial la cubrió justo antes de que una bola de fuego cayera sobre
su pecho y explotara. Ella retrocedió por la conmoció n de la explosió n, quedando
ató nita mientras aterrizaba en la tierra compacta.
Una bola de agua cayó sobre ella a continuació n, calmando las quemaduras y
devolviéndole algo de la salud perdida. Otro cayó sobre ella y ella pudo librarse del
impacto y reincorporarse al combate. Joe envió unas cuantas bolas de agua a Dylan,
curando los moretones y reforzando los huesos que estaban a punto de romperse por
la tensió n de los repetidos golpes. Lanzar hechizos curativos estaba atrayendo la
atenció n hacia él, y los Hombres Lobo comenzaron a intentar sortear a los otros
combatientes para alcanzarlo.
Guess se dejó caer de una rama y blandió sus dagas hacia abajo para eliminar al
chamá n de un solo golpe. Justo antes de que su ataque aterrizara, el guerrero a cargo
de proteger al frá gil mago se dio la vuelta y cortó . Guess fue enviada volando hacia
atrá s, pero dejó una de sus dagas en el brazo de los Guerreros. El brazo de su espada
quedó inerte cuando Guess cayó al suelo, escupiendo una bocanada de sangre. Tiona
aprovechó la repentina debilidad de la bestia herida para asestarle un golpe final, y la
cabeza del guerrero se deslizó al suelo.
Uno de los Guerreros rompió el asedio a Dylan, giró y corrió hacia Joe. Joe no lo vio
hasta el ú ltimo momento, después de haber enviado un hechizo curativo a Guess. Joe
giró la cabeza justo cuando el cuchillo se estrelló contra su cuello, y el guerrero quedó
cegado por la sangre que
no estaba en una cá psula. Técnicamente. El juego pudo impactarlo de una manera
má s... directa.
Una notificació n dorada parpadeante lo alejó de su línea de pensamiento. Tan pronto
como llamó su atenció n, mostró sus palabras cuando Joe fue levantado del suelo por
una oleada de viento dorado.
Misión completada: Desarmar a los guerreros. Exp:1000! ¡Regrese al asignador de
misiones para obtener recompensas monetarias o trabaje en el objetivo secundario para
obtener recompensas adicionales!
Misión actualizada: caza de brujas 1/5.
Habilidad aumentada: manipulación de maná (novato V), curación (novato IX). Exp: 90.
¡Has alcanzado el nivel seis! Has ganado un punto en inteligencia , sabiduría y
percepción. ¡Tienes cinco puntos característicos para distribuir y dieciséis puntos de
habilidad no utilizados!
Joe se sentó en el suelo, con una amplia sonrisa en su rostro. —Oh, diablos, sí. Me
siento bien. Tipo. Tipo. Tengo cinco puntos característicos para usar. ¡Estoy a punto de
poder caminar a un ritmo humano normal! Comenzó a alcanzar su ventana de estado
para sumar puntos, pero Tiona le agarró la mano y lo detuvo.
—¡Esperar!— Ella lo miraba con los ojos entrecerrados, insegura. —¿Está s diciendo
que está s a punto de cruzar un umbral?—
—¿Un umbral? Si te refieres a llevar mis estadísticas a un nivel humano bá sico, diez
puntos, entonces sí—. La sonrisa de Joe se estaba desvaneciendo un poco mientras
ella sacudía la cabeza.
—Espera hasta que estés en una zona segura—, ordenó sin ceremonias. —Es casi
seguro que te desmayará s y será muy desagradable para ti. Ademá s, tó mate un tiempo
para leer la wiki del gremio. Mientras estés en el juego, estará disponible para ti y
seguirá s sin saber cosas importantes—.
—¿Hablas en serio?— La certeza de Joe flaqueó . —Vamos, he estado esperando esto-

—Soy.— Ella le sonrió sin embargo. —¡Sin embargo, siéntete libre de aumentar tus
estadísticas a nueve! Simplemente no vayas a diez—.
—Me parece bien.— Joe frunció el ceñ o dramá ticamente y luego puso los ojos en
blanco. Unas cuantas horas má s no le molestarían mucho. Mirando las estadísticas que
eran simplemente... abismales... descubrió que con los cinco puntos podía llevar dos
de sus tres estadísticas físicas a diez, pero uno no podría lograrlo. Fuerza, destreza o
constitució n. Su primer instinto fue aumentar su fuerza y constitució n, pero...
necesitaba ser prá ctico. A medida que empezó a obtener niveles má s altos de hechizos
y rituales, estaba seguro
—Voy a asumir ahora mismo que ninguno de ustedes es tan estú pido como para
traicionarnos y que quieren salvar a esas personas—, gruñ ó Tiona mientras apartaba
la notificació n de su vista. —Batalla por la formació n. Adivina, elimina cualquier
objetivo de oportunidad. Joe, solo sanando a menos que sea una emergencia. Chad,
intenta alterar cualquier hechizo que se nos presente. Dylan, pongamos a prueba esa
nueva clase—.
La ú nica respuesta de Dylan fue golpear sus puñ os y rugir a los Guerreros que se
interponían entre él y las personas que necesitaban salvar.
Los golpes eran fá ciles de predecir, incluso si eran poderosos, y ninguno de ellos pasó
desapercibido.
—¡Probablemente deberías llamar al hermano mayor de este perro callejero!— Dylan
no llamó a nadie en particular. —¡Parece que su hermana pequeña le robó el arma y la
armadura y está disfrazá ndose!—
Apareció espuma alrededor de la boca del Guerrero mientras sus ojos perdían toda
cordura. Dejó a un lado su espada y comenzó a golpear con sus garras el obstá culo en
su camino, tratando de destrozar a Dylan con sus propias manos. Cuando fue
bloqueado fá cilmente, intentó agarrar el escudo y desequilibrar el Baluarte, pero falló
miserablemente. Cayó al suelo, una punta de sombra le había robado la vida antes de
que notara el dañ o acumulá ndose.
—¡José!— Tiona llamó enojada mientras giraba alrededor de su oponente y lo
destripaba. —¿Qué te dije que no hicieras?—
—¡Oh vamos!— Joe se rió mientras lanzaba un hechizo curativo a Dylan. —Esa fue una
oportunidad perfecta; Tuve que aceptarlo—. Tiona no dijo nada má s, pero su silencio
só lo aseguró que la conversació n continuaría en una fecha posterior. Joe miró al altar
y escuchó que el canto una vez má s alcanzaba su punto má ximo. Cuando notó que una
flecha era desviada por un escudo que sostenía un chamá n subordinado, Joe tuvo una
idea e hizo una mueca. Cuando el cuchillo cayó y se estrelló contra el pecho del
cautivo, Joe canalizó un hechizo de curació n a distancia. Un flujo de agua llegó al
intento de sacrificio y se depositó en una corriente laminar. El chamá n sacó el cuchillo
del humano y ya hizo un gesto para pedir otro sacrificio cuando el hombre atado tosió .
El chamá n pareció sorprendido, má s aú n cuando lo golpeó la retroalimentació n de su
fracaso al completar un sacrificio en el momento correcto, y finalmente notó la
corriente de agua que conectaba a los humanos. Gritó , con las orejas pegadas a la
cabeza mientras le gruñ ía a Joe. Al parecer llegando a una conclusió n, saludó a dos de
los chamanes menores. Dejaron el á rea alrededor del altar y se unieron a la lucha
contra los aventureros. En ese momento, Guess había resultado bastante gravemente
herido, pero sobrevivió gracias a un vendaje envuelto apresuradamente. Todos menos
el ú ltimo guerrero que se enfrentó a Dylan habían sido derribados, aunque había otros
guerreros que actualmente estaban ayudando al chamá n. A estos guerreros también
se les indicó que se unieran a la batalla, y Joe hizo una mueca al notar lo bien
equipados que estaban. Estos eran sin duda la élite de la raza Wolfman.
Ahora, frente a siete enemigos, el partido volvió a unirse. Joe dejó de curar el sacrificio,
sabiendo que el má gico Hombre Lobo
Só lo apuñ aló en la cima de su canto. Curó a Guess al má ximo (incapaz de curar los
huesos fracturados de su cadera) y notó que su maná se había reducido a una cuarta
parte cuando el agotamiento comenzó a apoderarse de él. Joe hizo una mueca al
pensar en las ó rdenes de Tiona. Debería haber escuchado; má s de la mitad de su maná
se había utilizado para ese pico canalizado. Se estaba recargando bastante rá pido
gracias a su enorme regeneració n, pero la batalla estaba lejos de terminar. De hecho,
parecía que la batalla apenas comenzaba.
El guerrero má s grande, fá cilmente el Elite de má s alto nivel, se acercó trotando. Sus
movimientos eran tan fluidos que cuando esquivaba casi parecía que las flechas de
Chad estaban mal apuntadas. El É lite se giró a medias mientras se acercaba y blandió
su cuchillo casi casualmente hacia Dylan. El Bul wark atrapó el golpe con un gruñ ido,
de hecho fue obligado a retroceder unos metros mientras su armadura vibraba bajo el
poderoso golpe. Una bola de fuego golpeó el suelo a sus pies causando que se
formaran instantá neamente ampollas en cualquier piel expuesta mientras las llamas
bañ aban al grupo.
Joe rá pidamente contrarrestó el incendio con sus hechizos de agua curativa, pero
frunció el ceñ o porque solo curaron la mitad de lo que normalmente hacían. Parecía
que las llamas má gicas iban a necesitar un efecto curativo má s concentrado del que
estaba creando actualmente. ¡No es bueno! El É lite estaba golpeando a Dylan como si
fuera un muñ eco de prá ctica, y los otros tres se acercaban rá pidamente. Joe miró a su
alrededor buscando una solució n al problema y vio que Guess corría hacia el bosque.
Casi gritó , pero se detuvo en el ú ltimo momento. Si ella estaba tratando de dar vueltas,
él no quería arruinarle el elemento sorpresa. Tiona lanzó un grito de guerra,
aumentando un poco su resistencia y fuerza, y se lanzó hacia los guerreros entrantes.
Su espada se movía de un lado a otro; su habilidad le permitió contener a los dos
Hombres Lobo por su cuenta. No pudo asestar golpes devastadores, pero ella y ellos
comenzaban a sangrar por mú ltiples cortes. Afortunadamente para ella, tenía un
sanador de su lado. Mientras los desgastaba, pudo continuar luchando sin cesar.
Necesitaba permanecer cerca de los Guerreros, porque cada vez que se separaba para
ganar distancia, una bola de fuego explotaba contra ella. Chad estaba haciendo todo lo
posible para romper cualquier escudo má gico que estuvieran usando los chamanes,
pero sin importar en qué á ngulo lo intentara, sus flechas seguían rebotando en el
escudo que los rodeaba a los dos.
Misión actualizada: Sangre para el Dios Bestia. Sacrificios: 5/10.
La cabeza de Joe se giró hacia un lado cuando recibió la notificació n; Observó có mo el
serio chamá n arrojaba a un lado un cadá ver y señ alaba a uno de ellos.
de los pocos miembros restantes de su raza para dar a luz a otro humano. Joe gritó con
furia y comenzó a blandir su cetro hacia el Elite que atacaba a Dylan.
Lamentablemente, no pudo dañ ar al enorme Guerrero con sus patéticos ataques. Un
golpe de revés lo hizo tambalearse y toser sangre. Se curó instantá neamente y trató de
pensar en una manera de ser má s ú til. Respirando profundamente, miró fijamente al
guerrero contra el que Tiona estaba luchando y se preparó . Colocó cuidadosamente su
mano, hizo los gestos requeridos y creó un pincho bajo el pie del Guerrero justo
cuando daba un paso atrá s. Esperando terreno firme, el tobillo del Guerrero se giró y
cayó con un grito de sorpresa.
Tiona no perdió la oportunidad y abrió el cuello del Hombre Lobo con un movimiento
de muñ eca. Ella cayó hacia un lado cuando una bola de fuego pasó silbando por su
cabeza, y después de recuperar el equilibrio, comenzó a luchar contra el otro guerrero
uno a uno. Ahora que podía concentrarse en una sola batalla, el Hombre Lobo empezó
a perder mucho. En só lo unos momentos él también cayó , con la sorpresa grabada en
su rostro bestial.
—¡Tiona!— Dylan gritó mientras una brillante bola de fuego azul lanzada
conjuntamente por los dos chamanes atacantes ardía en el aire hacia ella. —¡Párate
detrás de mí!— Sus piernas parecían moverse casi por sí solas, y se volvió borroso
mientras corría a triple velocidad para interponerse entre ella y la bola de fuego. Los
brazos de Dylan chocaron y clavó el escudo completo en el suelo. La bola de fuego
detonó contra el hombre y gritos llenaron el aire cuando el metal que lo cubría se
sobrecalentó . Por lo demá s, la explosió n fue completamente negada gracias a su
posició n, pero su armadura brillaba tan roja como cuando la estaba forjando.
Dylan continuó gritando de dolor mientras la armadura aplicaba un efecto de dañ o en
el tiempo a su cuerpo. Joe le arrojó una bola de agua en un intento de curarlo y
enfriarlo, pero fue una mala decisió n. El agua casi instantá neamente se convirtió en
vapor, quemando el rostro de Dylan a través de su visor y provocando otro grito de
dolor del hombre. Otra bola de fuego se estaba formando entre los dos chamanes
mientras cantaban juntos, pero parecía que Guess decidió regresar a la batalla justo a
tiempo. Corrió hacia ellos mientras sus cejas se fruncían por la concentració n y hundió
sus dagas en el escudo de maná que los cubría. Una y otra vez apuñ aló mientras la
bola de fuego comenzaba a arder. Con un sonido como de cristal rompiéndose, el
escudo se rompió y sus dagas se hundieron en riñ ones desprotegidos.
Congelado cuando el dolor y la conmoció n lo invadieron, el chamá n perdió el control
de su parte del hechizo. Supongo que solo tuve un segundo de advertencia
pero logró meterse detrá s de su cuerpo rígido. La bola de fuego explotó salvajemente,
acabando con el chamá n dañ ado e hiriendo gravemente al otro. Una flecha finalmente
pudo hundirse en el chamá n caído, poniendo fin a su existencia. Chad gritó con pura
exaltació n mientras veía a su oponente expirar de su eje emplumado.
Misión actualizada: Caza de brujas: 3/5.
Misión actualizada: Sangre para el Dios Bestia. Sacrificios: 6/10.
—¡Maldita sea!— Tiona gritó furiosamente: —¡Estamos perdiendo gente allí!
¡Reduzcamos el tamañ o de este cachorro má gicamente compensado y terminemos con
esto!
Ella y un Dylan afligido comenzaron a trabajar juntos mejor que nunca, sus ataques
quedaron sin respuesta mientras Dylan bloqueaba cada corte que el Elite podía
realizar. Pudo rodear a la enorme bestia, balanceá ndose hacia abajo mientras Dylan se
lanzaba hacia adelante. La combinació n envió al Guerrero a volar, dejá ndolo sin
aliento mientras aterrizaba. Tiona giró su espada hacia atrá s, pero antes de que
pudiera acabar con él... un clavo se disparó en el espacio debajo de su casco y en su
cerebro.
Joe tuvo la delicadeza de parecer avergonzado cuando Dylan y Tiona hicieron un gesto
de —qué diablos—. —Lo siento, no estoy tratando de robar tus muertes. Iba a
destriparte cuando tu swing bajara—. Señ aló una larga daga que el Elite sostenía en su
mano, el ú ltimo recurso de los desesperados.
—Lo dejaré pasar. Esta vez—, dijo Dylan en un tono burlonamente enojado. —¿Esos
son todos ellos?—
—¡Lo parece!— Tiona llamó sombríamente. —Hagamos a estos chamanes un nuevo
agujero para hechizos—.
Misión actualizada: Sangre para el Dios Bestia. Sacrificios: 7/10.
—Hijo de un-!— Joe se detuvo y respiró hondo. —¡Aceleró !—
—¿José? ¿Compañ ero? ¿Hacer con la curació n? ¿Bastante por favor?— Dylan cayó
sobre una rodilla jadeando pesadamente mientras luchaba por evitar que su visió n de
tú nel se convirtiera en una inconsciencia total.
—¡Correcto! ¡Lo siento, mi amigo carbonizado! Joe presionó su mano contra Dylan y el
agua comenzó a caer sobre él. En este punto, la armadura había perdido la mayor
parte de su calor residual y la curació n tuvo efecto adecuadamente. Dado que el dañ o
bajo su armadura fue el resultado del metal sobrecalentado, no de las llamas má gicas,
técnicamente no hubo problema para restaurar su salud completa. Joe miró su maná y
notó que ahora apenas tenía má s de un octavo de su capacidad.
El grupo avanzó hacia el altar, decidido a detener el horror que estaba ocurriendo. El
chamá n principal les dedicó una mueca burlona, hizo un gesto
como un silbido. Cuando la daga comenzó a descender, a Joe só lo le quedaba una
opció n. Entrecerrando los ojos y esperando lo mejor, saltó hacia el Hombre Lobo.
Mientras sus mú sculos se tensaban, sintió que una confianza suprema lo invadía. Su
cuerpo sabía exactamente có mo saltar para crear el mejor efecto. Joe se lanzó al aire,
girando mientras el chamá n se hacía cada vez má s grande en su visió n. Retiró su cetro,
planeando golpearlo contra el cofre animal que se le presentó , pero había juzgado mal
su trayectoria . En lugar de saltar má s allá del Hombre Lobo, el impulso de Joe lo llevó
directamente hacia el Chamá n. Joe se giró como un gato, haciendo todo lo posible para
aterrizar de pie, pero en lugar de eso cayó boca abajo contra su objetivo previsto.
Derribó al Chamá n al suelo; el impulso de Joe era demasiado grande para que el
Hombre Lobo pudiera contrarrestarlo.
Al mirar a la criatura que estaba inmovilizando en el suelo, Joe se sorprendió de que la
cruel bestia no lo estuviera atacando salvajemente. Miró hacia abajo y se dio cuenta de
que la cerradura de titanio de su cetro estaba clavada directamente en el corazó n del
chamá n. Joe se puso de pie tambaleá ndose mientras intentaba ver los resultados de
sus acciones, pero girar la cabeza le hizo perder el equilibrio y caer de rodillas. Tanto
su maná como su barra de resistencia se agotaron por completo, y el movimiento
repentino le hizo vomitar sobre el Hombre Lobo caído. Al darse cuenta de lo lejos que
estaba de su punto de partida, Joe se sorprendió al saber que acababa de saltar casi
diez pies directamente hacia adelante desde una velocidad de movimiento muy lenta.
¿Su habilidad de salto estaba realmente tan dominada?
Joe se obligó a pararse sobre sus piernas inestables, acercá ndose y tirando de la
cuerda que ataba las manos y los pies del humano sacrificado. El hombre le agradeció
entrecortadamente y durante los siguientes minutos simplemente se sentó y lloró
sobre los cuerpos de sus camaradas. Joe miró y vio a su equipo ponerse de pie. Antes
de subir al altar, se tomaron un momento para empalar a los Hombres Lobo restantes
que habían caído en un estupor. Su equipo lo miró y asintió . Joe le devolvió el
asentimiento y finalmente se tomó el tiempo para reconocer las notificaciones que le
esperaban.
Misión actualizada: Caza de brujas: 5/5. Caducidad: 2000! Vuelve con quien te dio la
misión para obtener recompensas monetarias o continúa intentando obtener la
bonificación disponible si la investigación mágica de Wolfman es recuperada o
destruida.
Misión actualizada: Sangre para el Dios Bestia. Sacrificios; 10/10. ¡Has fallado en la
misión! (_Error_) ¡Has completado la misión! (_Error_)
La ventana de notificació n desapareció con un sonido como de cristal rompiéndose,
reapareciendo después de un momento angustioso.
CAPITULO VEINTIOCHO
—Joe, ¿qué está pasando?— Dylan gritó mientras se acercaba al altar. —Ademá s, ¿qué
te pasó ? ¡Se te está cayendo el pelo!
—No hay tiempo para eso.— Sintiendo que el maná en el aire comenzaba a espesarse,
Joe se tragó su frustració n y abrió su hoja de personaje. —La bú squeda cambió . Tengo
una oportunidad de evitar que este ritual surta efecto, o la ciudad será atacada por
monstruos extrafuertes esta noche—. Con una triste despedida de sus puntos de
habilidad acumulados, Joe descartó doce de los dieciséis puntos cuidadosamente
ganados en su habilidad ritual.
Habilidad aumentada: Magia ritual (Aprendiz III). ¡Felicidades! ¡Tu arduo trabajo y
dedicación para perfeccionar tu oficio te han permitido volverte más poderoso! ¡Según
tu uso de la habilidad ritual hasta este punto, obtienes una adición a tus habilidades! ¡La
magia ritual ahora otorga una bonificación del 10% a tus posibilidades de éxito cuando
intentas optimizar, cambiar o crear fórmulas rituales! ¡Sal y cambia el mundo para
mejor! O reducir a un oponente a un charco. O convertir una roca en oro macizo. ¡El
único factor limitante eres tú! Y qué límite es ese. Inteligencia y sabiduría +1!
Joe dejó pasar tres minutos de su tiempo asignado antes de comenzar su intento y
trató de calmar su mente y prepararse. Su maná se había regenerado por completo en
la marca de los dos minutos, pero todavía estaba nervioso de poder empeorar las
cosas. Respirando profundamente, se acercó al altar y colocó sus manos sobre la luz
arremolinada. En su mente apareció un gran diagrama ritual. Le tomó unos segundos
comprender todos los elementos de lo que estaba viendo mientras el ritual giraba
lentamente. ¿Los rituales podrían moverse? ¡Esto estaba demasiado lejos de su
experiencia! Casi entró en pá nico, pero luego vio algunos símbolos que reconoció al
estudiar su libro. A partir de ahí, pudo descifrar el contexto y el significado de la
mayoría de los símbolos restantes. En general, realmente no era un diagrama
demasiado complicado; simplemente estaba bien hecho y enormemente poderoso.
causa de la pérdida de su pueblo. ¡Qué suerte tienes, la brutalidad parece ser la clave del
éxito! ¿Sabes que? Suerte +1. Por qué no. Reputación actual entre los Hombres Lobo:
Neutral.
Título fracturado ganado: '...Elijo ser...' Este título otorga un aumento del 10% a
cualquier título con el que se combine.
Alerta de misión: 'Recuperación de los perdidos'. ¡Felicidades! ¡Has completado no solo la
misión original, sino que también has obtenido una misión oculta! Como campeón de un
dios, tienes la capacidad de capturar altares y lugares sagrados, ¡y volver a dedicarlos a
tu deidad! Si bien esto hará que tu propio poder y favor con tu dios crezcan, ten en
cuenta que los seguidores de diferentes dioses te verán como un enemigo si descubren
que estás intentando quitarles su área sagrada. Captura cualquier altar, templo, estatua,
lugar sagrado, lugar de poder o efigie para ganar favor y poder de y para tu deidad.
Recompensas: Variables.
Una pequeñ a caja apareció frente a cada miembro de su equipo; Todos tomaron con
entusiasmo su recompensa y la guardaron para su uso posterior. Chad miraba a su
alrededor con nerviosismo; Só lo porque habían limpiado una pequeñ a á rea de
Hombres Lobo, no había garantía de que má s no tropezarían pronto con ellos.
—¡Cortejar!— Dylan gritó emocionado. —¡No morí! ¡Ni siquiera me lastimé
demasiado! ¡Me encanta esta clase y armadura!
—¡Sabía que eras la elecció n correcta para un papel de escudo de carne, ejem, tanque!
— Chad llamó , provocando que Tiona y Guess se rieran. —Vamos a salir de aquí.—
El grupo comenzó a alejarse, deteniéndose cuando notaron que Joe no caminaba con
ellos. La voz de Tiona adquirió un tono duro cuando lo notó parado en el altar. —José.
Muévete, vamos a tener que correr si queremos regresar antes del anochecer—.
—¡Necesito escribir este ritual!— Joe volvió a llamar distraídamente mientras
terminaba de sacar papel y plumas de su bolsillo.
—¿Por qué?—
—¡Es increíblemente poderoso! Si puedo modificarlo para que no requiera sacrificios
de sangre, podríamos usar esto para... Joe fue interrumpido por Dylan resoplá ndole .
—Ella quiere decir '¿por qué lo está s bajando a mano'? En serio, lee el manual y la wiki
del gremio cuando regresemos. ¡Toma una captura de pantalla de esa cosa y trabaja en
ello en casa! Las palabras de Dylan hicieron que Joe se sonrojara mucho. É l no había
considerado eso. En realidad, ni siquiera sabía que era una opció n.
—¡José! ¡ Vamos ya ! Chad llamó con impaciencia.
—Oigan, chicos, vengan aquí—. Joe no pudo evitar que una sonrisa hiciera que su
rostro se contrajera. —Necesito, ah, mostrarte algo—. Resopló por el esfuerzo
necesario para detener la risa.
Se murmuraron algunas maldiciones, pero los demá s decidieron seguirle la corriente.
Cuando todos estuvieron en el círculo, Joe se rió entre dientes y usó sus nuevos
derechos como propietario de puntos de viaje para darles acceso. Se estremecieron
cuando el faro de luz pareció aparecer a su alrededor y abrieron los ojos como platos
cuando se les preguntó si querían viajar rá pidamente de regreso al ú nico lugar
disponible: Ardania.
Misión actualizada: Gana el favor de un dios. ¡Has progresado mucho en el segundo paso
de esta misión! ¡Sigue trabajando duro! Progreso: 83%.
Una sonrisa casi dibujó el rostro de Joe mientras saludaba al equipo y aceptaba el
transporte. Parpadeó y apareció en Ardania. En unos momentos, estaba rodeado por
el resto de su equipo.
CAPÍTULO VEINTINUEVE
De vuelta en su habitació n, Joe resopló al recordar el camino de regreso al gremio.
Había ignorado las preguntas del equipo, explicando que era —una cosa de clérigo—.
Como habían estado en un altar, los demá s no tuvieron má s remedio que aceptar su
palabra como un hecho, aunque no lo habían hecho con gracia. Había prometido abrir
el punto a Aten y darle permisos que permitirían a miembros selectos del gremio usar
el punto de viaje. Esto le permitiría a Joe mantener el flujo de donaciones a Tatum y
mantener su posició n en el gremio bastante alta incluso si estuviera haciendo algo -
diferente por un tiempo.
Por mucho que Joe quisiera decirles lo que querían saber, no había forma posible de
que les diera la informació n sobre có mo activar los puntos de viaje. Ser capaz de
moverse grandes distancias era un elemento bá sico de cualquier juego durante las
ú ltimas décadas, y sabía que si se corría la voz, tendría demasiada competencia para
su floreciente idea de una empresa de viajes. Cuando hubiera ganado suficientes
puntos de viaje rá pido para crear una red amplia, los abriría al pú blico y obtendría las
recompensas. Tal vez se retiraría en la cima de una montañ a dentro de unas décadas.
Joe ahora tenía un objetivo a largo plazo y esperaba que nadie má s lo superara hasta
completarlo.
Se habían detenido para entregar las misiones diarias, por lo que ahora cada uno de
ellos era cien oro má s rico. Los demá s estaban contentos con el resultado, pero Joe
realmente quería saber cuá les habrían sido las recompensas si hubieran podido
completar las partes opcionales de la misió n. La verdadera recompensa que le
interesaba a Joe era la caja de objetos de clase que estaba mirando. Contenía un
artículo raro garantizado, y las manos de Joe estaban sudorosas cuando extendió su
mano temblorosa hacia el cierre que lo mantenía cerrado. Se abrió , revelando un
pequeñ o libro negro. Joe comenzó a sonreír mientras lo recogía y lo inspeccionaba.
Artículo de recompensa, ¡la verificación de percepción es un éxito automático! Artículo
identificado : Enciclopedia para principiantes Circulus (raro prohibido). Este es un libro
que contiene rituales oscuros utilizados para destruir, demoler o de otra manera
impedir a tus enemigos. El conocimiento contenido ha sido prohibido por el Mage's
College y todas las copias existentes durante la purga fueron destruidas. Si bien alguna
vez este libro se habría considerado poco común, su rareza se ha ajustado debido a
fuerzas externas. ¡Precaución! Crear los rituales contenidos en este libro en presencia de
un mago autorizado resultará en una fuerte pérdida de reputación ante el Colegio.
Activarlos discretamente no lo hará, ya que la mayoría de los efectos son similares a
varios hechizos. Realmente no deberías preocuparte por eso. ¡Quizás deberías declarar la
guerra a los magos! ¡Sería divertido!
Joe miró el libro y lo inspeccionó con su trabajo de ocultista. El libro brillaba
mayormente dorado, mostrando que si bien había espacio para la optimizació n, la
mayoría de los rituales contenidos en él eran precisos. Al abrir el pequeñ o libro, se
sintió emocionado y un poco perturbado por los efectos de los rituales que contenía.
Solo se elaboraron cinco rituales completos, pero también había mú ltiples símbolos,
formas, documentació n de efectos, formas de hechizos y componentes má s
comú nmente utilizados en los rituales. En esencia, era una enciclopedia que te
permitía realizar tus propios rituales con mucha mayor facilidad.
En este momento, só lo había un ritual de ataque que tenía posibilidades de completar.
Los demá s requerían el siguiente nivel de Nú cleos de monstruos, y él simplemente no
tenía idea de si podría conseguir uno o cuá nto costaría hacerlo. La magia ritual
sobresalió como magia de utilidad, a largo plazo con efectos intrincados. Estos eran
rituales ofensivos, sí, pero obviamente fueron diseñ ados como dispositivos
apocalípticos de ú ltimo recurso, no como armas comunes. Al mirar el ú nico ritual de
ataque completo que podía usar (y definitivamente eran rituales de ataque), Joe tuvo
que hacer una mueca de dolor al leer la descripció n de sus efectos.
'Réquiem del sepulturero'. Este ritual apunta a una sola criatura y, al activarse, emite un
campo sónico alrededor de la víctima. Este campo está sintonizado con la frecuencia de
la tierra y la piedra y ablandará el suelo en un radio de tres pies a su alrededor. Toda la
tierra en el área afectada actuará como arenas movedizas, arrastrándolas
profundamente hacia el suelo. Normalmente, el objetivo desaparecerá sin dejar rastro, lo
que lo convierte en el ritual preferido para el asesinato de figuras importantes. Costo de
los componentes; Diapasón de cobre capaz de alcanzar entre 5 y 9 hercios (cualquier
diapasón de calidad poco común o superior), sangre o cabello del objetivo, tierra de
tumba, diente de tiburón de arena, esmeralda (defectuosa o mejor), 80% de un núcleo de
monstruo completo de bajo grado. y 1000 maná.
Después de leer los requisitos, Joe sintió que podía obtener la mayoría de los artículos
enumerados sin demasiados problemas. No fue positivo, pero
Cuando se completaron todos los temblores, la tos y los chisporroteos. Joe se levantó y
trató de sentir los cambios que habían ocurrido. Fue... extrañ o. Se sentía pesado y
lento y al mismo tiempo podía controlar sus movimientos en mayor medida. Joe se
acercó al pequeñ o espejo que había en su habitació n, se miró y casi empezó a bailar.
¡Ya no parecía un cadá ver ambulante! ¡Tenía carne y color sanos por primera vez
desde que apareció en este mundo! Su cuerpo se había llenado, y aunque no tenía
exactamente un conjunto de mú sculos gruesos y fuertes, ¡sí tenía tono muscular en su
figura delgada! Como si nunca hubiera salido de su habitació n y hubiera comido
exactamente la cantidad de comida que debía. Abrió su pantalla de estado.
Nombre: Joe 'Baldy' Clase: Clérigo (Real: Ritualista) Profesión: Erudito (Real: Ocultista)
Nivel: 6 Exp: 17978 Exp. al siguiente nivel: 3022 Puntos de vida: 50/50 (50+10 por punto
de constitución sobre 10) Mana: 462,5/462,5 (Base 625, 12,5 por punto de inteligencia,
+100% de deidad)
Regeneración de maná: 6,82/seg (0,25 por punto de sabiduría) Resistencia: 50/50
(50+(0)+(0))
Característica: Puntuación bruta (Modificador) Fuerza: 9 (0,09)
Destreza: 10 (1.10) Constitución: 10 (1.10) Inteligencia: 25 (1.25) Sabiduría: 27 (1.27)
Carisma: 14 (1.14) Percepción: 23 (1.23) Suerte: 14 (1.14) Suerte kármica: +5
Se miró las manos y sonrió . ¡Ahora podía caminar normalmente y realizar las
funciones bá sicas que un humano debería poder realizar! Todavía atacaría con toda la
fuerza de una almohada mullida y se daría cuenta de que no podría cargar nada extra,
pero aú n así estaba muy feliz por su aparente condició n física. Sintiéndose muy
satisfecho con el gasto de puntos característicos, Joe se metió en la cama y se permitió
quedarse dormido.
A la mañ ana siguiente, Joe se despertó alegre y emocionado. ¡Parecía que una
constitució n saludable también le permitía dormir en su cama de mala calidad y aun
así obtener el bono de buen descanso! Se sentía listo para el día y Joe apenas podía
esperar a que abrieran las tiendas. Haciendo caso omiso de su tú nica arrugada, Joe
caminó hacia el á rea comú n para tomar un poco de café. ¡Pronto, podría probar un
nuevo ritual, pronto lo haría...! En ese momento, Aten entró en la habitació n y llamó la
atenció n de todos. —¡Escuchen gente! ¡A partir de esta mañ ana... nos convertimos en
un Gremio Noble!
La tranquila atmó sfera de la madrugada se hizo añ icos cuando todos gritaron, hicieron
una pregunta o simplemente comenzaron a charlar con entusiasmo. Aten agitó los
brazos y gritó para recuperar la atenció n del grupo. —Hoy, a menos que tengas una
misió n urgente, quiero que todos se queden en la ciudad y esperen a que yo y los
oficiales del gremio regresemos. ¡Hemos sido invitados al castillo para recibir nuestra
primera misió n del Gremio Noble directamente del Rey y la Reina!
Si el ruido anterior había sido excitado, este lo fue aú n má s. Algunas personas
suplicaron por un ascenso en el acto, algunas estaban muy enojadas por no haber
podido participar de inmediato, pero la mayoría simplemente estaban felices por el
gremio. —Todos los oficiales actuales del gremio, necesitaré que se unan a mí cerca de
las puertas del castillo en aproximadamente dos horas. Todos los demá s, espero que
estén tan contentos con esto como yo, y también espero que, si está n decepcionados,
trabajen para demostrar que son capaces de ser un oficial del gremio. A medida que
nuestra lista se complete, necesitaremos má s y má s oficiales para liderar grupos de
nuevos reclutas. ¡Buena suerte a todos y gran trabajo hasta ahora! Con el final del
anuncio de la mañ ana, la mayoría de las personas volvieron a lo que estaban haciendo
antes.
Joe vaciló entre la emoció n y la exasperació n ante la noticia. Realmente quería
establecer rituales y practicar con ellos, perfeccionando y refinando su oficio. Quería ir
a estudiar magia hasta ser un maestro indiscutible. El ojo de Joe tembló y suspiró
mientras pensaba en sus opciones: estudio y empoderamiento versus conocer a la
realeza. Tal vez él podría...
Se rindió ; el gremio necesitaba no solo a él, sino a todos los miembros, para continuar
obteniendo misiones y completá ndolas para el gremio. Só lo dos suspiros dramá ticos y
derrotados después, Joe decidió hacer concesiones y fue a recoger todos los materiales
que necesitaba para sus nuevos rituales y montarlos má s tarde. De esa manera podría
obtener lo mejor de ambos mundos, aunque no en el orden que quería. ¡Tenía que ser
rá pido! Joe salió corriendo del gremio, entusiasmado por avanzar en su oficio. La
repentina aparició n de la ambició n fue
caminó valientemente hacia el alquimista y tuvo una conversació n incó moda con el
fabricante de pociones extrañ amente extravagante. Después de hacer sus compras y
escapar (no, salir) de esa tienda, pasó por la tienda de artículos generales y compró
tantos componentes rituales restantes como fuera posible. Quería estar preparado
para crear rituales constantemente; ¡No tenía ningú n interés en correr a la tienda cada
cinco minutos!
Joe llegó al punto de encuentro veinte minutos antes y aprovechó el tiempo para
empezar a esbozar algunos rituales sencillos en su papel de repuesto. La diferencia en
la fluidez del movimiento de sus manos entre ayer y esta mañ ana era intrigante. No
sentía que estuviera haciendo nada diferente, pero sus manos estaban firmes y los
símbolos estaban dibujados con una gracia que había desesperado de alcanzar alguna
vez. ¡Sí, destreza! Continuó trabajando el mayor tiempo posible, pero el tiempo se le
acababa. Justo cuando la mayoría de las personas asistieron a la reunió n, Joe recibió
una notificació n muy bienvenida pero extrañ amente grosera.
Habilidad adquirida: Dibujo (Principiante I). ¡Parece que te has graduado de crayones
extragrandes! Es muy sorprendente ver a alguien comenzar esta habilidad como
principiante. Normalmente, los artistas muestran cierta habilidad cuando empiezan a
dibujar y su talento se adapta en consecuencia. Una vez más, demuestras lo... ¡muy
especial que eres! ¡Sigue este ritmo y es posible que incluso te conviertas en un
principiante cuando te jubiles! Efecto: +1 % más fácil de crear obras de arte precisas por
nivel.
¿Qué estuvo pasando con sus notificaciones recientemente? Parecían haberse vuelto
mucho má s sarcá sticos, incluso sarcá sticos. Joe trató de pensar en cuá ndo empezó
esto y, hasta donde podía ver, comenzó cuando mató al Hombre Lobo durante el ritual
de ayer. ¿Acaso configuró accidentalmente sus notificaciones como —groseras—?
Comenzó a abrir su hoja de estado, pero Aten eligió ese momento para comenzar a
hablar: —¡Gracias a todos por acompañ arnos esta mañ ana! Primero, repasemos
algunas reglas bá sicas—. Esta declaració n fue recibida con fuertes gemidos y
abucheos. —Sí, sí. Escuchen, estoy bastante seguro de que todos ustedes son adultos,
así que lo mantendré simple. ¡No te equivoques! Si haces algo estú pido allí, te enviará n
a reaparecer o a la cá rcel. No he conocido a ninguna persona asociada con el castillo
que tenga sentido del humor, así que mantén los chistes en modo silencioso.
Aparentemente estamos recibiendo una línea de misiones importante, así que presten
atenció n a los detalles. Recuerde que la redacció n de las misiones puede cambiar todo
el significado segú n la interpretació n, por lo que hablaremos de esto en una reunió n
má s adelante. ¿Todos listos?—
Las puertas se estaban abriendo detrá s de él, y casi parecía como si hubiera planeado
su discurso para que coincidiera con él para lograr un efecto dramá tico; Este efecto se
arruinó un poco cuando un grito escapó de sus labios. Una guardia real había
aparecido a su lado y lo estaba inspeccionando a unos dos centímetros de distancia. El
guardia asintió después de un momento incó modo y miró a las demá s personas
reunidas. Sus ojos se detuvieron en cada persona y dos veces señ aló a un jugador. —
Esos dos.—
—¿Qué pasa con ellos, señ or?— Aten preguntó cortésmente mientras abría la pestañ a
de su gremio para ver su informació n.
—Son traidores a su gremio o a la humanidad en su conjunto. Esta persona es un
traidor a tu gremio, mientras que la otra tiene el título de —Traidor de raza—. Sus
estados se ven falsificados por un efecto de nivel medio, por lo que cuentan con ayuda
externa. Tiene un gremio diferente, la Hermandad Negra, que figura como su gremio
real . En cuanto a ella, parece que está intentando unirse a la facció n del Hombre Lobo
atacando y matando humanos—. El guardia recitó todo esto con una vocalizació n
inexpresiva.
Sus palabras sorprendieron a los demá s, y todos los presentes se quedaron mirando a
los dos que fueron llamados. Fingieron inocencia y confusió n durante unos largos
momentos, pero uno de ellos se rompió y echó a correr. Al ver esto, el otro palideció y
salió corriendo también. Haciendo un movimiento extrañ o con las manos, el guardia le
lanzó algo al traidor racial. Ella gritó y de repente se vio rodeada por el resplandor
rojo de un asesino. En medio de la ciudad, era poco probable que sobreviviera mucho
tiempo, por lo que nadie se molestó en perseguirla. Los ojos de la guardia real
siguieron vagando entre la gente hasta que Joe sintió los ojos brillantes tratando de
sonsacar secretos de su estatus.
¡Se resistió una inspección mayor! Tatum está satisfecho contigo por el aumento de
poder que ha obtenido recientemente y ha utilizado una gota de este poder para
otorgarte un efecto divino de seis horas: Alma Velada. Esto rechazará todos los intentos
de leer su pantalla de estado real. Cuando el beneficio de esto caduque, podrás recuperar
el beneficio haciendo una donación o rezando en un altar.
Mensaje de Tatum: ¡Guau! ¡Cierra uno ahí! ¡Gracias por el nuevo altar!
La guardia real parecía desconcertada y parpadeó hacia Joe un par de veces antes de
continuar. Se volvió hacia Ató n. —El resto son quienes dicen ser. Al menos, su lealtad
hacia tu gremio y el Reino no está en duda. Bienvenidos al Gran Palacio Ardania; La
pareja real te está esperando—.
CAPÍTULO TREINTA
Joe tenía una extrañ a disonancia cognitiva cuando entraron al palacio. El palacio y los
terrenos eran hermosos, pero no de la forma que esperaba. El castillo en sí era
obviamente antiguo pero nunca había sido reparado, o si lo habían reparado, se había
hecho tan perfectamente que las paredes estaban absolutamente impecables. Había
flores y varios proyectos de embellecimiento en todo el recinto, pero era obvio que su
presupuesto no se acercaba al de la guerra. La verdadera belleza de la zona procedía
del campo de entrenamiento que rodeaba completamente el palacio. Los aspirantes a
guardias reales se movían con brillantes armaduras, los exploradores disparaban
rá fagas de flechas a objetivos estacionarios y los mensajeros corrían de un lado a otro
entre los distintos campamentos. Este era el campo de entrenamiento de la É lite.
Un codazo al costado hizo que Joe apartara su mirada intensa de todos los
combatientes. Tiona ahora caminaba a su lado, mirá ndolo de arriba abajo antes de
silbar. —¡Me gusta la nueva apariencia! El esqueleto simplemente no te sentaba bien.
—¡Solo espera hasta que yo también pueda aumentar mi fuerza a diez!— Joe exclamó
emocionado. —¡Comenzaré a parecerme a mí mismo otra vez!—
—¿Oh? ¿No eras tan delgada antes? Tiona inspeccionó su cuerpo desapasionadamente
. —No te ves mal de esta manera—.
—Gracias, pero espero tener un poco má s de mú sculo. Siento que si me dejara crecer
el pelo un poco y fuera a un bar ahora mismo, los hombres empezarían a recibir
bebidas gratis—. Joe se rió entre dientes ante los ojos en blanco de Tiona.
—Necesitarías muchísimo má s carisma si quisieras lograrlo. Tu cara se parece un poco
a una patata aplastada. Ademá s, ¿te dejó crecer el pelo? ¿En serio, calvo? En primer
lugar, necesitarías cabello para que te crezca—. Tiona se rió mientras Joe fingía estar
herido.
—¡Tan grosero! ¡Confianza destruida! No puedo... pagar... las cuotas del gremio... Joe
resopló ante la falsa mirada de horror de Tiona y se giró para mirar el gran conjunto
de puertas a las que se estaban acercando. —Apuesto a que esos se abren hacia el gran
sala. Ahí es donde la realeza de antañ o aceptaba a los peticionarios y celebraba la
corte. Esto debería ser interesante—.
La charla cesó cuando el grupo entró en el palacio propiamente dicho. Un sentimiento
de reverencia, miedo y poder fluyó sobre ellos. Se sentía un poco como estar en una
biblioteca mientras un francotirador te observaba a través de una mira telescó pica,
siguiendo cada uno de tus movimientos y esperando apretar el gatillo. Se acercaban a
los tronos, pero parecía que había estatuas de metal demasiado grandes ocupá ndolos.
El grupo miró a su alrededor, esperando que llegaran los miembros de la realeza, pero
el guardia que los había escoltado estaba con los ojos muy abiertos ante su insolencia.
—¡Inclínense, tontos!— siseó mientras se inclinaba ante los tronos.
—Es innecesario. Muchos de los que vienen aquí sin estar preparados no conocen ni
comprenden nuestra posició n—. Una voz claramente femenina provino de la estatua
de metal de la derecha. Joe no fue la ú nica persona que se estremeció cuando lo que
parecía ser una estatua giró la cabeza para mirarlos. —Bienvenidos viajeros. Como
parte del Noble Guild The Wanderers, te has ganado una audiencia este día. Antes de
brindarte los detalles de tu bú squeda, debes saber que no puedes decirle a otra
persona el motivo de la misma. Puedes compartir detalles como dó nde debes ir o
contra qué debes luchar, pero no puedes decirles por qué má s allá de eso es una
misió n. Si te quedas aquí para recibir la explicació n, tomaré la aquiescencia como
respuesta y te vincularé a ella—.
Los miembros del gremio se miraron entre sí, la mayoría encogiéndose de hombros o
poniendo los ojos en blanco. Requisitos como este parecían estar en todas las
misiones dadas por individuos de mayor rango. Fue frustrante, ya que intentar ayudar
a otra persona en una bú squeda similar resultó imposible. Cuando nadie se fue ni tuvo
nada que decir, la reina empezó de nuevo.
—Es bueno tener héroes tan incondicionales—. La Reina exhaló una rá faga de aire
metá lico. ¿Un suspiro? —Algunos antecedentes para todos ustedes. Hace mucho
tiempo, todo nuestro mundo había caído en un estado de guerra. Todas las razas
lucharon entre sí por el control de los lugares de poder. Las batallas escalaron hasta
un punto en el que la destrucció n mutua era inminente y los habitantes del mundo
estaban esperando morir. Una... fuerza externa tomó el control, y cada nació n quedó
bajo un hechizo, nuestras poblaciones se reunieron. Está bamos congelados en un
estado parecido al sueñ o; No soñ amos, no notamos el paso del tiempo. Dormimos lo
suficiente como para que la influencia externa pudiera tomar control de todas nuestras
vidas, y él nos separó cambiando el mismo mundo en el que nos encontrá bamos.
Luego nos levantó , a toda esta zona, fuera del continente que está muy abajo—.
La mente de Joe volvió a cuando lo habían obligado a saltar al agujero del mundo y a lo
diferente que había sido esa experiencia. Se estremeció al recordar el poder de los
monstruos allí. Quizá s hubiera sido mejor que estuvieran separados.
—Debido a nuestra necedad y nuestra sed de sangre, cuando nos despertaron hace
varios cientos de añ os, se nos asignó una tarea que completar. En este continente
elevado, só lo hay otra raza de personas sensibles . Cada una de las razas tiene una
ú nica oportunidad de demostrar que deben ser ellas las que sobrevivan, y la forma en
que lo demostramos es derrotando al otro grupo—. Su voz era grave y oscura
mientras parecía revivir su historia.
—Si ganamos este horrible 'juego', nuestro continente se conectará con otro, donde
otras dos razas también luchan por su derecho a vivir. Podremos elegir uno de ellos
para ayudar. Seguirá así hasta que hayamos salvado todas las razas que podamos,
forjando alianzas y generando buena voluntad. Pero por ahora debemos pedirles que
hagan algo terrible, terrible. Debes ayudarnos a ganar este 'juego'. Entonces. Tu
misió n... es acabar con la nació n de los Hombres Lobo, masacrar a su gente y capturar
el trono de su líder—.
El silencio retumbó en la zona. Aten, curiosamente, fue el primero en romper el
silencio. —¡Impresionante!— Como si sus palabras fueran un detonante, apareció una
notificació n frente a todos ellos.
Alerta de misión: destroza a un pueblo. ¡La Reina de Ardania ha ofrecido una misión a tu
gremio! ¡Todo lo que necesitas hacer es entrar al área mejor vigilada en el territorio de
Wolfman, matar a sus líderes, luchadores, no combatientes y capturar el trono!
Completar esta misión romperá la nación Wolfman, lo que conducirá a su eventual
erradicación o sumisión a los humanos. Recompensa: Exp: 50.000. 100.000 de oro para
la tesorería del gremio y hasta 10.000 de oro por cada participante en la batalla final
(según la contribución). Máxima reputación con la ciudad de Ardania. Fracaso: La
nación humana queda destrozada, lo que lleva a la eventual erradicación o sumisión de
todos los humanos a los Hombres Lobo.
—Frick con un palo. Esta es una misió n de nivel final, todos ustedes—. El rostro de
Aten prá cticamente brillaba mientras leía la notificació n de la misió n. —¿Entonces
podremos conectarnos con otras razas? ¿Te imaginas las clases secretas y las cosas
que encontraremos en un á rea que los humanos no han tocado en cientos de añ os? Se
limpió una gota de baba de la boca mientras decía esto.
—¿Entonces vamos a tener que derribar una nació n?— uno de los oficiales cuestionó .
¡Acceso a má s clases y especializaciones! Esto sería un gran beneficio para sus
esfuerzos de reclutamiento y ayudaría a asegurar su posició n como un gremio
poderoso y prolífico. Varias personas comenzaron a hablar con Aten tan pronto como
salieron por las puertas, y rá pidamente adquirió una mirada acosada mientras
trabajaba para acceder y difundir la informació n que se le había proporcionado.
Joe sonrió y comenzó a caminar hacia el gremio. Tiona lo alcanzó rá pidamente ya que
su velocidad al caminar era fá cilmente el doble de la de él. —¿No te quedas para
aprender sobre una nueva clase?—
—No, estoy muy contento con el mío—. Joe le dedicó una sonrisa, pero su mente
estaba en otras cosas. Realmente necesitaba conseguir un espacio de trabajo para él;
Resultó que só lo los rituales novatos podían realizarse con simples infusiones de
maná en sus símbolos. Comenzando en las filas de principiantes, los rituales
necesitaban cá nticos, equipos o herramientas especializados y, má s que nada, grandes
cantidades de espacio protegido. No só lo para que el ritual fuera lo suficientemente
grande como para encontrar errores fá cilmente, sino también porque si un ritual
fallaba, solía haber efectos devastadores. Había leído una nota en su libro donde un
minero había cortado los enlaces simbó licos de un ritual mientras se estaba
energizando... y la liberació n del poder había destruido una ciudad.
—¡José!— Tiona le dio unos golpecitos en el brazo. —¿Está s enojado conmigo? No
necesitas decir nada si no quieres. Só lo quiero que sepas que no es por tu culpa—.
—¿Qué?— Los ojos de Joe se fijaron en ella y se dio cuenta de que se había perdido
algo importante mientras estaba perdido en sus pensamientos. —Lo siento, ¿podrías
repetir eso? Estaba en mi propio pequeñ o mundo—.
—Guau. Literalmente vivimos en un mundo de fantasía y todavía quieres abstraerlo
un paso má s—. Ella sonrió , pero su expresió n era tensa. —Dije que voy a disolver el
partido. Me estoy acercando al nivel diez y realmente necesito tomarme el mayor
tiempo posible para perfeccionar mis habilidades antes de especializarme. Gracias a
las nuevas clases y especializaciones a las que tenemos acceso, pude encontrar una
clase realmente increíble en la que quiero especializarme. Sin embargo, necesito
convertirme en aprendiz de uno de los entrenadores de la guardia real para
conseguirla. Si me aceptan, no volveré hasta dentro de al menos un mes—.
—¿Qué?— Esta vez, las palabras a medio formar de Joe se debieron a incredulidad , no
a falta de atenció n. —¿Se lo has contado a los demá s?—
Ella sacudió su cabeza. —No, eso es lo que voy a hacer ahora. Realmente quería
agradecerte; sin que todos ustedes peleen conmigo
No habría ganado suficiente oro para tomarme el tiempo de las misiones para
entrenar—.
Quería decir algo, pero ¿qué podía hacer? Ella había sido la primera persona real que
lo ayudó en el juego, y ahora que ella se iba, se sentía un poco amargado por dentro.
No enfadado, só lo una mezcla de tristeza y amistad sobreprotectora. —Si eso es lo que
quieres hacer, me alegra que lo hagas—, afirmó Joe con firmeza mientras le
estrechaba la mano. Ella le dio las gracias y regresaron al gremio en silencio.
Dylan no tomó la noticia tan estoicamente. —¿Qué diablos, Tiona? ¡ Está bamos
empezando a tener un buen ritmo de batalla! ¡Finalmente está bamos trabajando
juntos como un equipo, haciéndonos má s fuertes y ganando mucho dinero! ¿Vas a
dejar eso de lado?
—Si superamos esta misió n, podemos ganar hasta diez mil de oro cada uno—, habló
Tiona con cuidado, haciendo todo lo posible para explicar sus pensamientos. —Quiero
que seamos un equipo en el futuro, pero necesito llegar al nivel diez y conseguir mi
nueva clase mientras pueda—.
Dylan miró hacia otro lado, se cruzó de brazos y no dijo nada má s. Guess y Chad se
encogieron de hombros y no dijeron nada má s que —buena suerte—. Tiona asintió a
todos y se alejó , regresando al castillo. Joe miró los rostros malhumorados a su
alrededor y trató de decidir qué hacer a continuació n. —Quiero decir, todavía
podríamos festejar todos juntos. Busquemos un quinto y...
Chad lo interrumpió . —No puedo hacerlo. Para obtener puntos de contribució n para
el gremio, necesitaremos un líder del partido que tenga un nivel superior al nuestro.
Ademá s, odio decirlo... pero no es probable que otro líder del partido te quiera en su
equipo. Por muy bueno que sea tener un sanador, Tiona tuvo que dividir su comisió n
de oficial para cubrir tu salario. Nadie má s querrá trabajar gratis o a mitad de precio
—.
Joe quiso discutir pero se contuvo. Por mucho que quisiera seguir aventurero con
estos tres, no tener un grupo podría ser exactamente lo que necesitaba para ganar
tiempo para estudiar, practicar y perfeccionar su clase. Había estado corriendo mal
desde que se unió al juego para poder mantenerse al día con los jugadores de mayor
nivel de su equipo. Tal vez realmente había llegado el momento de trabajar solo por
un tiempo. De todos modos, parecía que tenían algunos meses en el juego antes de
poder realmente avanzar en la misió n real. Terminaron su reunió n y se dispersaron
lentamente, despidiéndose malhumoradas. Los otros tres fueron a buscar una nueva
fiesta mientras Joe iba a la ciudad a buscar un lugar para convertirlo en su taller.
CAPITULO TREINTA Y UNO
Como preparació n para una larga investigació n y desarrollo de sus habilidades, Joe le
había dicho a Aten que se tomaría algunas semanas para entrenar. El líder del gremio
en realidad parecía aliviado de que Joe no estuviera exigiendo asumir el cargo de líder
del grupo para su grupo y no estuviera luchando para mantenerlos unidos.
Aparentemente, bajo el liderazgo de Tiona los miembros del partido se habían vuelto
muy respetados y varios oficiales del gremio ya estaban compitiendo para que se
unieran a su partido. Bá sicamente, le había ahorrado a Aten la molestia de decirle —
no—. Joe puso los ojos en blanco mientras se obligaba a regresar al presente; Había
alquilado un edificio y necesitaba ponerse a trabajar.
No era perfecto, pero por ahora era suyo. Joe miró alrededor del polvoriento almacén,
planeando ya lo que tendría que hacer para proteger el lugar. El propietario de Odds
and Ends le había ofrecido alquilar el gran edificio cuando mencionó que estaba
buscando un gran espacio abierto. Tuvo suerte de conseguir un trato tan bueno,
incluso si la estructura estaba en una zona só rdida de la ciudad. Aparentemente, usó el
edificio para almacenar productos que aú n no estaban listos para su tienda. Ahora que
planeaba dejar el negocio, el almacén simplemente estaba vacío y sin uso. El edificio
supuestamente tenía algunos encantamientos de protecció n bá sicos, pero le habían
advertido que cualquiera podría atravesarlos si realmente lo intentaba. Iba a necesitar
solucionar ese problema.
Su primera tarea no fue poner poderosas protecciones má gicas en el edificio; no, eso
simplemente llamaría la atenció n sobre él. La gente se preguntaría qué tesoros estaba
escondiendo, y su insaciable curiosidad y codicia los haría desafiar cualquier barrera
en su camino. No, hacer que este lugar fuera indeseable era el camino a seguir. Si estar
cerca de este lugar fuera molesto y frustrante, tal vez vergonzoso, la gente lo evitaría a
cualquier precio. Joe sacó su libro de rituales oscuros y comenzó a escribir los
diversos efectos y á reas de efecto que buscaba. Dio la casualidad de que había estado
haciendo un error
suposició n sobre la magia que estaba usando. Como la mayoría de las runas y
diagramas eran circulares, pensó que todos tendrían un á rea de efecto circular.
De hecho, podría cambiar el á rea afectada simplemente cambiando algunas variables
en el círculo mismo. Su ceja se arqueó con ira cuando descubrió que no necesitaba
hacer un círculo ritual gigantesco alrededor de la casa del gremio para ahuyentar a los
monstruos, solo necesitaba ajustar los pará metros para que el efecto fuera llevado al
rango que quería. Joe gruñ ó al recordar sus errores anteriores y prometió mejorar en
el futuro. Lo que quería ahora era un á rea de efecto rectangular que cubriera todo el
almacén y unos tres metros a cada lado. De esa forma no afectaría a las personas que
pasaban por allí o a las que simplemente vivían o trabajaban en los edificios cercanos.
Leyendo su grimorio, cantó suavemente para sí mismo para ayudarse a pasar el
tiempo. —¡Montaje! Haciendo un montaje de creación ritual, sí—. El tiempo no pasó
má s rá pido, pero después de veinte minutos, dejó de murmurar su canció n y se dedicó
por completo a sus estudios. Cuando sus palabras se apagaron, el crujido de las
pá ginas al pasar sonó como un lá tigo chasqueando en el silencio del edificio. Sus
plumas garabateando notas en un papel se podían escuchar de vez en cuando.
Murmuró —¡Montaje!— suavemente cada media hora má s o menos. Finalmente,
decidió que debería trabajar en la creació n real de un ritual en lugar de limitarse a
tomar notas.
—Mmm. Efectos que quiero en este ritual... exclusió n, sí. No quiero que me afecte a mí
ni a los invitados. Escaneo pasivo para que no esté activo y desperdicie maná si no hay
objetivos. El objetivo de todo el ritual, ná useas, sí. ¿ Quizá s incluir la sensació n de
realmente necesitar hacer caca? ¿ Quizá s realmente hacerlos defecar si se quedan
demasiado tiempo? No puedo imaginar que mucha gente quiera quedarse si se siente
así—. Joe examinó algunas otras posibilidades y seleccionó só lo una má s. —¿Aumento
exponencial? Sí… cuanto má s se acercan al círculo ritual, peores son los efectos—. El
aumento exponencial en realidad reducía el costo total del ritual, porque significaba
que, a menos que estuvieras justo en el epicentro, el efecto se reducía severamente.
Agregar factores limitantes era una buena manera de convertir un ritual poderoso en
algo utilizable, pero hacerlo tan específico conllevaba sus propios riesgos.
—Ahora, ¿có mo combinarlos? La exclusió n requiere que se llene un cá liz de plata con
mi sangre y se coloque en el círculo... ¿el escaneo pasivo requiere un ojo de vidrio
usado? ¿Por qué? Eso es asqueroso y un poco raro. Hacia adelante. Las ná useas
requieren el tercer estó mago de una vaca, y
la... sensació n de caca... necesita los intestinos frescos de un oso. El aumento
exponencial necesita un ejemplo de crecimiento exponencial. ¿Me vendría bien una
moneda de cobre y oro? Eso es al menos un crecimiento exponencial del costo—. Joe
anotó todos los detalles en un papel antes de revisar los distintos círculos rituales.
—Dado que este será un ritual de nivel principiante, necesitaré al menos dos círculos
diferentes. É ste se usa para afectar —todo en el á rea— y este círculo de doble línea se
usa para estipular —á rea tan grande—. ¡Oye, ese es el mismo que uso para 'Territorio
del depredador'! Joe creó felizmente el diagrama ritual, frunciendo el ceñ o cuando su
mano se movió hacia un lado y salpicó tinta por toda la pá gina. —Estú pida habilidad
de dibujo siendo tan baja. Estú pida destreza —, murmuró mientras sacaba una sá bana
limpia y comenzaba de nuevo.
Esta vez pudo crear el diagrama del hechizo, y comenzó a brillar con un suave color
dorado mientras lo miraba. —Bien bien. Ahora só lo necesito agregar qué otros
componentes deberían ser necesarios. Ya sabía que se necesitaba alambre plateado
para el círculo de doble línea, pero ¿qué pasa con el círculo de —objetivo para todos
—? Parece aire, agua y fuego. ¡Qué elemento tan elemental, mi querido Watson! Se rió
entre dientes mientras trabajaba. Hasta ahora, todo lo que su nuevo espacio había
hecho por él era permitirle estudiar en paz y proteger a los demá s de sus juegos de
palabras. Si alguien má s supiera esto, estaría de acuerdo en que fue una buena
inversió n.
Al darle los toques finales al ritual, notó que brillaba con un tono dorado má s brillante
que originalmente, pero también supo que podía mejorarlo en un mayor grado. Ajustó
un poquito todos los pará metros y, en el transcurso de otra hora, ajustó todos los
requisitos. Finalmente terminó , sonrió ante la pá gina brillante y finalmente reconoció
las notificaciones que lo esperaban.
Nuevo ritual creado: 'Zona de cuarentena'. Este ritual fue diseñado específicamente para
ahuyentar a las compañías no deseadas. ¡El diseñador no parecía darse cuenta de que su
personalidad habría funcionado con el doble de eficacia! Como este es el primer ritual
que has diseñado, obtienes una recompensa. Debido a que es un ritual de nivel
principiante, ¡las recompensas se duplican! Profesión ( cultista oc): 500.
¡El ocultista ha alcanzado el nivel dos! La velocidad de lectura y escritura ahora
aumenta en un 10%, actualmente está fijada en un 60%, bonificación. Los nuevos
idiomas ahora son un 20% más fáciles de aprender (solo en forma escrita).
Habilidad aumentada: Conocimiento ritual (Principiante 0). ¡Felicidades! ¡El estudio y la
práctica te han permitido aumentar el uso de una habilidad considerada inútil por la
sociedad! Algún día les darás la razón porque eres como el rey Midas. Excepto que en
lugar de oro, todo lo que
Lo que tocas parece convertirse en excrementos! Inteligencia, percepción y suerte +1.
Habilidad aumentada: Magia ritual (Aprendiz IV). La creación de tus propios rituales
ciertamente te permite aumentar esta habilidad a un ritmo mucho más rápido. ¡Buen
trabajo al obtener un aumento de habilidad después de gastar la mayoría de tus puntos
de habilidad para llegar tan lejos!
Joe tenía ganas de gritarle a quienquiera que estuviera haciendo estas notificaciones .
¡En serio! Esto estaba al borde de lo abusivo en este momento. Verificó dos veces su
configuració n, pero parecía que sus notificaciones todavía estaban configuradas en —
normal—. Joe resopló y salió del edificio; Parecía que necesitaba comprar algú n
equipo especializado para su ritual. Es decir, entrañ as de animales.
Hacer algunas compras se convirtió en una tarea realmente desagradable. Cuando iba
al mostrador de la tienda de artículos generales, la gente se reía de él. Parecía como si
hubiera cogido un montó n de basura al azar. Parecían pensar que él no entendía que
la mayoría de estos artículos se consideraban basura, cosas encontradas en edificios
antiguos o de monstruos que no tenían ningú n valor real. Só lo el cá liz de plata, muy
deslustrado, todavía tenía algú n valor, pero sería necesario fundirlo o lijarlo y pulirlo
para que volviera a ser ú til. Habría comprado uno mejor, ¡pero era literalmente el
ú nico cá liz de plata pura que había podido encontrar!
Las orejas de Joe se sentían como si estuvieran en llamas y sus mejillas estaban rojas
por la vergü enza que sentía. ¡Todo fue por la bú squeda de la magia! Sufriría cualquier
humillació n para poder doblegar al mundo a su voluntad; ¿Y qué pasaría si estos
cerebros musculosos básicos no pudieran ver má s allá de la punta de su espada? Joe
tropezó un poco; ¿De dó nde en el mundo venían estas tendencias narcisistas? Era
divertido pensar así como una broma, pero no quería convertirse en una persona que
se burlaba de otras clases de personas. ¿Quizá s fue só lo una cosa de mago? O... ¡ajá !
¡ Estaba sacando conclusiones precipitadas sobre la gente! ¡La habilidad le había
advertido específicamente sobre este tipo de cosas!
Armado con nuevos conocimientos sobre sí mismo, Joe se apresuró a realizar sus
tareas y simplemente mantuvo la cabeza gacha. Hizo todo lo posible por ignorar las
pocas risas que provocó con su extrañ a juerga de compras y simplemente hizo lo que
tenía que hacer. Después de ir al carnicero a comprar un estó mago de vaca, descubrió
que tenía otro problema. ¡ Ya estaba cargando demasiado! Añ adir veinte kilos o má s
de intestinos de animales ciertamente no mejoraría la situació n. ¿Por qué siempre
necesitaba extras? ¿Cuá ntas veces planeaba realizar este ritual? joe hizo
su camino de regreso al almacén antes de regresar a los carniceros. Estaba sudando
copiosamente por el rá pido ritmo que había tenido que marcar para realizar su
compra a tiempo, y por la expresió n del rostro del carnicero, estaba seguro de que su
carisma había recibido un golpe.
—Necesito un... impulso—. Joe tuvo que evitar las arcadas por la combinació n de su
carrera y el olor. —Necesito un tercer estó mago de vaca y unos intestinos de oso.
¿Tienes esos?
—¿Qué diablos vas a hacer con el agua?— El carnicero tenía un acento cockney tan
marcado que Joe apenas podía entenderlo. Joe miró fijamente al hombre durante un
largo momento mientras analizaba las palabras.
—Oh. ¿Importa lo que quiero con ellos? Sus palabras hicieron que el rostro del
carnicero se oscureciera. —Muy bien, supongo que sí. Es un cebo para una trampa.
Necesitamos una combinació n específica para sacar un monstruo grande—.
El carnicero pareció reflexionar. —Muy bien. Puedo hacer el estó mago para una
coppa, pero los extrañ os insoides será n ah sowlid silvah—.
—Funciona para mi.— Joe entregó el dinero y a cambio recibió carne envuelta en un
saco que se filtraba lentamente. —¡Gracias!— Se apresuró a alejarse.
—No, problema, chico. Vuelve pronto—, respondió el carnicero innecesariamente . Joe
ya estaba al otro lado de la calle en ese momento.
Caía la noche, pero Joe no estaba demasiado preocupado. ¿Cuá ntos rituales de nivel
maestro de 'abismo en la tierra' había en el mundo? Joe apostó a que el nú mero era
cercano a cero en ese momento. Estaba bastante seguro de que la activació n del ritual
era la razó n por la que la ciudad humana había sido atacada por monstruos cada pocas
noches recientemente. En realidad, si la razó n por la que la noche se volvió tan mortal
fue el ritual que él había subvertido, la caza nocturna pronto se volvería bastante
popular. A nadie le gustó perder la mitad del tiempo que tenían para subir de nivel
cada día, aunque había sido propicio para el rá pido avance de habilidades no
relacionadas con el combate, como la sastrería. Eh, no le importaba. ¡Joe tenía un ritual
que crear!
Abrió la puerta del almacén y entró . Joe hizo una pausa. Algo se sintió mal. ¿Había
alguien aquí? Miró alrededor de la enorme sala, pero seguía vacía. —¿Hola?—
Evidentemente no hubo respuesta. Se sacudió el sentimiento y se puso a trabajar.
Habiendo almacenado la carne en su anillo, no había verdadera prisa por completar el
ritual... pero él realmente quería hacerlo. Llevando un cubo lleno de tiza al centro de la
enorme habitació n vacía, se arrodilló y comenzó a dibujar el círculo de hechizos. El
círculo de primer nivel estaba en el exterior, por lo que comenzó con el círculo má gico
interior , mucho más difícil. A mitad del proceso, estaba inmensamente feliz con su
decisió n de utilizar tiza. Hizo borrar sus muchos errores.
fá cil de hacer, aunque le dolía cada vez que necesitaba rehacer una secció n . Tal vez
cuando fuera un artista maestro confiaría en usar un medio má s permanente que le
permitiera dibujar con mayor precisió n, pero por ahora, la tiza tendría que ser
suficiente.
Joe salió con mucho cuidado de la parte completa y comenzó a dibujar el círculo de
doble línea alrededor del exterior. Estaba usando un trozo de madera curvo para
hacer la curva, habiendo aprendido que no se podía confiar en los círculos hechos a
mano alzada. Cuando estuvo terminado el exterior, Joe se secó la cara. No le importó
dejar una larga raya de tiza, ¡el diagrama estaba completo! Joe colocó todos los
elementos que necesitaba en su anillo, se dirigió al centro del á rea ritual y comenzó a
organizar los componentes. Este no era un círculo de novatos, por lo que no podía
simplemente dejar todo en el centro y esperar lo mejor. No hacer todo perfectamente
aumentó el costo de maná o generó retroalimentació n que podría dañ arlo.
Cuando todos los artículos estuvieron fuera de su bolso, Joe encendió una vela, puso
una pluma en un pedestal, llenó un recipiente con agua y dejó caer una piedra grande
al suelo. Allí, eso debería encargarse de los componentes elementales ... el siguiente
era el cá liz de sangre. Bleh. Se pinchó el dedo y observó có mo la sangre fluía, fluía y
fluía. Cuando finalmente terminó , estaba bastante mareado y deseando haber podido
encontrar un cá liz má s pequeñ o que el que compró . Se curó a sí mismo, volvió a
comprobar que no había rayado la tiza... y sonrió . ¡Es hora de hacer que la magia
suceda! Colocó el Nú cleo en el centro de los componentes dispuestos y comenzó a
introducir maná en el círculo de hechizos.
En un instante, el diez por ciento de su maná desapareció . Jadeó y trató de regular la
rapidez con la que se derramaba el maná . Joe obligó a que la energía volviera a los
canales adecuados y empezó a sudar. Controlar el ritual se estaba volviendo bastante
difícil y el maná requerido por segundo comenzaba a forzar sus canales. Joe observó
có mo su maná disminuía. Veinte porciento. Diez porciento. Cinco. La atracció n del
poder cesó y Joe se estremeció de alivio. Su regeneració n de maná lo llevó hasta el
quince por ciento, cuando de repente el sorteo comenzó de nuevo. Que...?
¿El círculo exterior tenía su propio requisito de maná ? Oh mierda. La extracció n de
maná era mucho menor, pero aun así alcanzó cero maná con una rapidez inquietante.
¡Ay! Su salud se vio afectada antes de que se activara su regeneració n de maná . El
efecto acordeó n de salud y maná continuó durante un par de segundos, pero el ritual
se completó a tiempo para que él sobreviviera.
el proceso. El círculo interior del ritual brillaba con un verde enfermizo, mientras que
el exterior tenía un color naranja vibrante y contrastante.
¡Ritual 'Área de cuarentena' completado! Jugadores que no se verán afectados; 'José'.
Una vez activo este ritual permanecerá durante seis meses hasta que sea necesario
realizar mantenimiento. ¿Activar ritual ahora? Sí No
Podría también. Joe hizo clic en Sí y esperó a que sucediera algo . No sintió nada, pero
notó que su maná estaba completamente vacío. No queriendo desperdiciar la
oportunidad, Joe rá pidamente se sentó y trabajó para exprimir todo su maná en una
esfera perfecta mientras se regeneraba . La tormenta de poder en su mente se redujo
notablemente, su puntaje de sabiduría fue un poco má s alto que la ú ltima vez que
trabajó para mejorar esta habilidad.
Habilidad aumentada: Coalescencia (novato IX). Estás en la cima de la coalescencia de
rango novato. ¡Trabaja duro y piensa en pensamientos profundos! Más adentro. Oh...
¿Ese es tu límite?
Habilidad aumentada: manipulación de maná. (Novicio VII). Guiar enormes ondas de
energía a través de tu cuerpo sin dañarte es la marca de un verdadero artista mágico,
pero si ese es el caso, parece que esta es otra área más en la que todavía estás usando
crayones.
Estaba contento con el aumento de habilidades, pero es posible que necesite enviar un
mensaje al servicio de atenció n al cliente si esas notificaciones seguían siendo tan
personales . En serio, se estaba poniendo-
*Bleugh*
—¿Qué diablos es eso?— Joe chilló mientras se ponía de pie de un salto.
Una salpicadura de bilis encontró un nuevo hogar en el suelo, seguida rá pidamente
por un cuerpo cubierto con una tú nica roja chillona que chapoteó en el charco recién
formado. Joe se alejó mientras el invasor intentaba levantarse, pero falló y vomitó de
nuevo, seguido de un desagradable ruido sordo de sus pantalones. Joe pensó en
intentar ayudar al hombre, pero el olor que provenía del hombre desplomado
ciertamente no lo convenció de acercarse. Envió algunos hechizos curativos a
distancia al hombre, no reparando los huesos rotos en la caída, sino manteniéndolo
despierto y vivo. También ayudó un poquito al olor.
Mientras el hombre desconocido gemía, Joe superó su aprensió n y recordó que había
estado en escenarios mucho má s desagradables durante su tiempo en el ejército.
Caminó hacia adelante y agarró al hombre por el brazo, arrastrá ndolo hacia la pared
del almacén y má s lejos del centro del ritual. Aquí el ritual tuvo mucho menos efecto,
aunque el rostro del hombre todavía parecía bastante verde. —¿Quién eres y por qué
está s aquí? Esto es propiedad privada—.
—Ugh… só lo estaba tratando de encontrar un lugar para dormir—, respondió
lastimosamente el hombre. Si Joe no hubiera captado un brillo astuto en sus ojos o tal
vez las tú nicas ornamentadas que gritaban riqueza o que el hombre había estado en
las vigas, tal vez le habría creído. Una mentira totalmente creíble por parte de este
tipo.
—¿Oh? En ese caso, estoy seguro de que no le importará que le cobre el alquiler por la
noche. Joe agarró el monedero que colgaba del cinturó n del hombre, evitando con
cuidado la parte manchada de sus pantalones. Abrió la bolsa y derramó monedas de
oro en su palma. —Ah, sí, veo que un hotel está fuera de tu rango de precios. Qué
bueno que viniste aquí—.
Levantó la vista a tiempo para ver al hombre acercá ndole la mano. Joe saltó hacia un
lado, de alguna manera ejecutó un giro de barril perfecto y aterrizó de pie. Joe, que ya
tenía su energía agotada por esa simple acció n, observó có mo una línea brillante de
calor volaba a través de la habitació n y reducía una caja vacía a cenizas. —Entenderé
que eso significa que no está s aquí por mi salud—.
Joe agarró al mago desconocido y lo arrastró má s cerca del centro de la habitació n.
Luego golpeó con su cetro la mano rota del hombre hasta que escuchó los huesos
romperse. Eso debería evitar que se utilicen hechizos má s poderosos contra él. —
Ahora vamos a tener una pequeñ a charla, tú y yo—.
—¡Mago pícaro asqueroso!— El hombre en el suelo estaba haciendo todo lo posible
para escapar del ritual, pero Joe lo mantuvo en el lugar con el simple recurso de darle
una patada en la cara cuando intentaba rodar. —¡Cuando la universidad obtenga esta
informació n, será s descuartizado!—
Joe se puso en cuclillas. —Bueno, entonces parece que solo tendré que evitar que
informes—.
El rostro del mago palideció , enunciando el tono verde que había adquirido. —¡Ellos
ya saben de ti! ¿Por qué si no estaría aquí, si no estuviera simplemente obteniendo las
pruebas que necesitaban para llevarte?
—Una vez má s, no ofrezco muchos incentivos para dejarte ir—. Joe curó al hombre y
luego lo acercó un poco má s al círculo ritual. El mago soltó un sonido quejoso
mientras sus entrañ as retumbaban.
—Só lo... ¡má s pruebas de tu... magia retorcida!— El mago estaba jadeando , un aluvió n
de emociones cruzando su rostro.
—Creo que tenemos que seguir adelante y conocernos mejor—. La mirada en los ojos
de Joe no inspiró mucha confianza en el mago capturado. —¿Deberíamos empezar?—
CAPITULO TREINTA Y DOS
—Entonces dime otra vez por qué las personas que aprenden magia fuera de la
universidad de magos son 'malvadas'—. Joe estaba sentado en una silla, mirando al
hombre al que había atado con una cuerda fina. Era delgado porque el hombre tenía
mú ltiples huesos rotos y la forma en que estaba atado hacía imposible intentar
escapar sin sufrir dañ os graves en sus ya destrozadas extremidades.
El mago parecía feliz de arrojarle vitriolo. —¡Ustedes , los plebeyos, no pueden
comprender la enorme responsabilidad y dedicació n que se requiere de un mago con
licencia! ¡Nosotros, que podemos crear y dar forma a los elementos, necesitamos la
seguridad y la hermandad que só lo se encuentran en los pasillos de la academia!
—¿Entonces los magos só lo dan forma a los elementos?— Joe estaba haciendo lo que
podía para leer entre líneas, pero no era un interrogador capacitado.
—¡Por supuesto! ¡Cualquier otra cosa es una perversió n del orden natural! le gritó el
mago, jadeando mientras tiraba de sus ataduras.
—¿Qué pasa con los clérigos? ¿Los santos poderes curativos otorgados por las
deidades? El mago resopló burlonamente. —Mantén tus trucos de saló n y tus castings
emocionales . ¡Lo que nos importa es que otros roben de nuestro dominio o usen
magia impía que no pueden esperar comprender! ¡Tus rituales son un buen ejemplo
de lo que intentará n los verdaderamente locos!
—¿Có mo te diste cuenta de mí, de todos modos?— É ste era el quid de la cuestió n para
Joe. ¿Dó nde se había equivocado?
—¡Caminaste hasta la ciudad, proclamando para que todos vieran que te consideras
un mago, y luego te escondiste detrá s de tu fachada de mentiras!— El mago de alguna
manera parecía estar mirá ndolo, una hazañ a impresionante ya que su tú nica tenía...
suciedad... filtrá ndose en ella. —¡Probablemente tampoco mereces que te llamen
clérigo! ¿Qué verdadera clase está s escondiendo?
—Ah. Así fue cuando cambié a mi clase de mago para cazar—. Joe asintió para sí
mismo. —Una pregunta para ti. Dime, ¿có mo te ubicas en la universidad?
—¡Soy un mago de viento y fuego, asistente del profesor asistente!— La respuesta del
mago parecía demasiado orgullosa de este hecho.
—Bastante bajo entonces—. Joe decidió utilizar una tá ctica diferente. —Dime, oh
mago sin nombre, ¿có mo obtiene el dinero la universidad?—
—Matrículas y becas del Reino—.
—¿Subvenciones, dices?— Joe se frotó la barbilla. —¿Es eso así? Sé que la matrícula es
alta; Me han dicho que aprender dos habilidades cuesta mil oro. Esto significa que no
debe haber muchos estudiantes, ciertamente no los suficientes para hacer mella en el
aparentemente interminable presupuesto de la escuela. ¿Por qué, en su opinió n, el
Reino paga una cantidad tan alta de dinero en concepto de 'subvenciones'?
El hombre lo fulminó con la mirada. —¿Tiene sentido todo esto?—
—Sí Sí. Ven ahora.—
—¡Obviamente es porque no hay otro lugar para obtener entrenamiento má gico,
armas o defensas!— El mago resopló ante el tonto que lo interrogaba.
—Qué interesante—, dijo Joe arrastrando las palabras mientras las piezas encajaban
en su lugar. —Así que el Mage's College es el único lugar de donde proviene la magia, y
también envían asesinos contra cualquiera que encuentre su propia manera de
practicar la magia. El costo de obtener una licencia también es altísimo. Para mí,
parece que a la universidad simplemente le gusta tener el monopolio del mercado
má gico y por eso acaban con cualquier competencia. Déjame adivinar, si creas algo o
cumples un mandato luchando contra los Hombres Lobo, ¿la universidad de magos se
queda con un porcentaje de las ganancias que obtienes? ¿ Un gran porcentaje?
—¿Q-qué? ¡Por supuesto que lo hacen! ¿De qué otra manera podemos pagarles por el
aprendizaje y la magia que podemos realizar? El mago parecía pá lido por una razó n
diferente. Joe estaba profundizando en sus creencias ahora.
—Por lo general, para eso es esa matrícula de la que alardeas. Sabes. ¿Pagar por las
habilidades, la capacitació n, etc. y luego salir y hacer lo suyo? ¿ Como cualquier otra
profesió n que existe? Joe pudo ver una oscura comprensió n formá ndose en los ojos
del joven. —No te preocupes. Sé lo que es que la universidad que pensabas que
intentaba prepararte para el futuro te saque cada centavo. Resulta que muchas veces
es mejor aprender por tu cuenta—.
El mago se quedó boquiabierto y no pudo encontrar nada que decir en respuesta.
¡Nadie cuestionó el Colegio de Magos! ¡Estaba... estaba en contra de sus políticas! Joe
inclinó la cabeza hacia atrá s mientras hablaba en voz alta: —¿Y ahora qué, me
pregunto? No puedo simplemente dejar que vuelvas corriendo y me delates. Supongo
que podría mantenerte aquí y usarte para mis rituales…—
—¡No! ¡No me usará s como una especie de sacrificio repugnante para convocar seres
demoníacos! El mago comenzó a luchar fuertemente, aunque obviamente sentía un
gran dolor.
—¿Qué diablos...?— Joe pareció sorprendido ante la idea. —¡Por supuesto que no haré
eso! Soy el campeó n de una deidad. ¿Por qué crees que eso estaría permitido? ¡Quise
decir que necesito un segundo miembro de mi aquelarre para activar rituales má s
poderosos! ¡Este casi me mata, y es só lo un nivel principiante! Puedo crear rituales de
aprendiz, tal vez incluso de nivel experto si es necesario, pero necesito que la gente se
una a mí para impulsarlos. Parece que ya tienes acceso a maná , ¿por qué no?
—¿Quieres que me una a ti en esta actividad prohibida?— El mago parecía estar a
punto de desmayarse.
—Sí.—
—¡No!—
—Bueno, maldita sea. Realmente esperaba que no llegara a esto—. Joe suspiró y sacó
su libro negro. Caminó hacia la mesa y comenzó a reunir círculos y componentes en
una lista. No importa cuá n fuerte gritara el mago atado, no pudo romper la
concentració n de Joe . Cuando salió el sol por la mañ ana, Joe miró hacia un nuevo
ritual que brillaba con un hermoso color dorado. Suspiró , miró al mago que se había
quedado dormido o se había desmayado y se puso a trabajar. Salió la tiza y Joe trató de
permanecer en silencio mientras garabateaba los símbolos en el suelo. El anillo que
diseñ ó era lo suficientemente grande para una cama y una silla, de unos tres metros
de diá metro. Como había hecho este ritual tan específico , los componentes eran
baratos y los tenía fá cilmente disponibles.
El cá liz de plata se llenó una vez má s con su sangre, y una vez má s se quejó de no
poder encontrar ni comprar uno má s pequeñ o. El mago capturado gimió cuando el
ruido lo despertó , parpadeando hacia Joe en evidente confusió n. El miedo cruzó por su
rostro cuando Joe lo apuñ aló en la mano y comenzó a recoger la sangre que goteaba de
la herida. —¡Qué está s haciendo!— Su voz era ronca, todos los gritos de las horas
anteriores volvieron en su contra.
Joe lo miró a los ojos sin pestañ ear. —Hacer un ritual, por supuesto. Empecé a mejorar
en eso y necesito algo de prá ctica— . Se hizo a un lado cuando el mago comenzó a
agitarse, tratando de mover su cuerpo roto fuera de los círculos que lo rodeaban. No
podía moverse en absoluto sin que las ataduras retorcieran sus huesos rotos, por lo
que su intento finalmente fracasó .
—No quiero practicar—, susurró el mago mientras las lá grimas se formaban en sus
ojos. Joe lo ignoró mientras colocaba la sangre en su lugar. Salió del círculo y miró al
mago que lloraba.
—Viniste aquí con la intenció n de matarme o hacer que me mataran. No te
sorprenderá demasiado que busque represalias contra ti. Te pregunto de nuevo, ¿me
ayudará s de buena gana? Joe miró la lamentable figura en el suelo, esperando aceptar
su oferta.
—¡No puedo!— Las palabras del joven mago estallaron en un grito aterrorizado. —
¡Todos los magos tienen que firmar los Acuerdos cuando comienzan la escuela y
cuando se gradú an! ¡Esto debe hacerse antes de que obtengan su licencia! ¡Incluso
ustedes, los viajeros, lo firman, al menos los pocos que se han graduado o han venido a
este mundo como magos de pleno derecho! No puedo trabajar contigo de buena gana.
¡Me moriría! ¡Ademá s, ni siquiera quiero ayudarte!
—En primer lugar, deja de gritarme. Si quieres hablar en contra de lo que tengo que
decir, o crees que me equivoco, dame las razones de por qué me equivoco. Mejorar tu
argumento. A continuació n, ¿por qué firmarías algo que te mataría si ayudas a alguien?
Joe estaba mirando al hombre, horrorizado por las palabras, incluso cuando una teoría
de conspiració n má s oscura le hacía cosquillas en los sentidos.
—¡No lo sabía! ¡Nadie sabía !— el mago le aulló . —Es un contrato vinculante; nos
obliga a seguir la voluntad del Archimago. Dado que la esperanza de vida de los magos
abarca varios cientos de añ os, todos los que trabajaron juntos para crear Los Acuerdos
habían muerto antes de que él los hiciera obligatorios para su inclusió n en la
universidad. ¡Ocultan las ramificaciones negativas menores como ésta por una buena
razó n! ¡Los Acuerdos se hicieron para protegernos y garantizar que trabajemos juntos
como sociedad! Hasta ahora... ¡hasta ahora siempre los he visto como el mayor bien, lo
que nos diferencia de la chusma comú n fuera de nuestros muros! Tenemos cursos
sobre Los Acuerdos y có mo nos protegen contra los magos rebeldes que han intentado
destruirnos en el pasado—.
Ramificaciones negativas menores ? Quitarle la libertad a cambio de una 'protecció n'
elusiva nunca es la solució n. ¿Cuá ndo está s protegido? Dame ejemplos de personas
que ataquen tu universidad. ¿Cuá ndo se firmaron sus acuerdos, quién los votó o se
impusieron a su pueblo? ¿Quién decidió ocultarte informació n importante hasta que
ya los hubieras firmado? Joe miró con tristeza al mago repentinamente silencioso. —
Dime, ¿qué dijeron tus magos mayores sobre Los Acuerdos?—
—¡Nada!— El mago hizo una pausa, al ver de repente la discrepancia. —En realidad
nada. No estaban obligados a impartir esas clases, y
siempre nos dirigimos a las generaciones má s jó venes si preguntá bamos... mirando
hacia atrá s parecen... ¿tristes? ¿Enojado? Yo… no lo entiendo—. —¿Có mo te llamas?—
Joe le preguntó al hombre en voz baja.
—Cel—, respondió perdido en sus pensamientos. El pá nico apareció en su rostro. —
¡No! ¡Te dije mi nombre! ¡Demonio!—
Joe puso los ojos en blanco. —Sí, nunca necesité tu nombre para la magia. Tengo tu
sangre. Só lo estoy tratando de ser amable y dejar de llamarte —el mago cubierto de
vó mito y caca— en mi cabeza. Gracias por la informació n .— Pensó que ya había oído
suficiente, así que dio un paso atrá s y se concentró en el ritual. —Espero que esto
funcione.—
Sus palabras no consolaron a Cel en lo má s mínimo. Los ojos del mago se abrieron
mientras observaba el maná que fluía de Joe. Como Joe siempre hacía todo lo posible
para eliminar las distracciones, nunca había observado el proceso desde fuera. Por
mucho que Cel odiara admitirlo, este era un hermoso hechizo. Mana se vertió en
canales que ya estaban preparados para ello, creando fuertes vínculos y vínculos en
todas partes. La forma de hechizo atacó y convirtió los componentes suministrados en
energía, incorporando lo que necesitaba al ritual y convirtiendo el resto en vapor. Casi
parecía un rayo. Lo ú nico diferente fue el Nú cleo. Cuando el maná lo golpeó , el Nú cleo
simplemente se atenuó un poco.
Cel sintió una extrañ a atracció n dentro de sí mismo y jadeó cuando el poder del ritual
se asentó sobre él como una manta. Intentó escapar una vez má s, pero sus ataduras lo
obligaron a permanecer quieto. Joe se puso de pie, se sacudió las rodillas y observó
có mo el ritual comenzaba a completarse alrededor de Cel. Los segundos pasaron y el
poder acumulado sobre Cel pareció desvanecerse lentamente. Después de cinco
minutos completos, Joe asintió y pasó por encima de los círculos rituales. Desató al
mago, se disculpó preventivamente y colocó uno de sus huesos rotos en su lugar. Cel
gritó , pero el sonido pareció hacer un eco extrañ o. Cuando Joe colocó el siguiente
hueso en su lugar, el joven mago se desmayó . Después de que Joe se aseguró de que
los huesos estaban donde se suponía que debían estar, canalizó su hechizo de
imposició n de manos y curó al mago lo mejor que pudo.
Los huesos tardarían má s en sanar de forma natural, pero... Joe decidió que ahora
sería un buen momento para practicar có mo arreglarlos. ¡Nada como un objetivo —
dispuesto— y dañ ado para perfeccionar sus habilidades! Empezó poco a poco,
buscando los fragmentos que flotaban junto a donde se suponía que debían estar.
Empujando el fragmento en su lugar, trató de convencer al pequeñ o fragmento de que
se uniera al hueso má s grande. El trozo de calcio
Simplemente ignoró sus ó rdenes. Joe resopló , sintiéndose un poco molesto. ¿Por qué
esto no estaba funcionando? En todos los demá s juegos , hasta donde él sabía, curar
huesos no era un problema. Para ser justos, en realidad no había jugado, pero... Por
otra parte, si recordaba correctamente, la curació n generalmente se consideraba un
hechizo —ligero— y él no tenía... tenía acceso a hechizos oscuros . aunque. ¿Podría eso
funcionar?
Joe intentó añ adir oscuridad a su hechizo curativo, trenzá ndolo en el agua. A simple
vista, el agua que fluía de él simplemente se volvió negra. Dentro del cuerpo de Cel, Joe
pudo ver la oscuridad hundirse en el hueso y fragmentarse, actuando como un
adhesivo que los mantenía unidos entre sí. ¡La oscuridad no desapareció ni siquiera
cuando Joe dejó de darle energía! Como los huesos no tenían nervios y debido a que el
hueso permanecía estable cuando movía el brazo de Cel, Joe tuvo que concluir que el
hueso estaba curado. Con suerte, el maná oscuro eventualmente desaparecería y
dejaría un brazo sano, pero Joe tendría que estar atento a los efectos secundarios en el
futuro.
—¡Ah!— Joe puso los ojos en blanco y casi se abofetea. ¡Por eso había podido curar su
propio cuerpo en un grado mucho mayor que el que podía curar a otros! Joe ya estaba
lleno de maná oscuro y agua y podía manipularlo libremente cuando se curaba a sí
mismo. ¿Có mo no había practicado con esto todavía? Joe só lo podía culparse a sí
mismo por su falta de habilidades; ¡ Debería haber estado practicando en lugar de
vagabundear por todo Eternium! Estaba casi escupiendo como loco cuando canceló el
hechizo y probó el movimiento de Cel. Su rostro estaba tranquilo por primera vez
desde que se conocieron, por lo que Joe asumió que ya no sentía dolor. Mientras el
hombre aú n dormía, Joe tomó el cá liz y lo llenó con la sangre de Cel. Tenía que
agregarlo al ritual de cuarentena, o quedarse aquí seguiría siendo una tortura
absoluta. Mientras se ocupaba de sus asuntos, revisó las notificaciones que lo
esperaban.
¡Felicidades! Para comprender los requisitos de una forma de curación más
especializada sin la ayuda del sistema, 'Heal' se ha transformado en una habilidad de
nivel superior, Mend. Tu creatividad, tu verdadero conocimiento de la curación y el uso
del hechizo han demostrado un alto nivel de habilidad y poder, ¡aumentando
enormemente tu rango de habilidades!
Habilidad aumentada: Reparar (Principiante VIII): selecciona un objetivo para curarlo y
restaurarle 5 n de salud, donde 'n' es igual al nivel de habilidad. A diferencia de la
habilidad de nivel inferior 'Heal', Mend puede curar huesos rotos. ¡Felicidades! Mend ha
alcanzado el rango de principiante. La afinidad oscura se agrega automáticamente al
hechizo y curará a las criaturas alineadas con la oscuridad con el doble de eficacia. No se
agregó ningún efecto adicional.
Has creado un nuevo ritual: 'Ritual de contención'. Este ritual utiliza la resistencia del
objetivo para potenciar el ritual y absorbe cualquier maná del objetivo que esté
vinculado a una forma de hechizo. Si el objetivo abandona el área de contención, su
resistencia y maná se agotarán por completo. Su salud también comenzará a disminuir,
pero nunca podrá pasar de diez puntos debido al efecto de este ritual. La salud, el maná
y la resistencia solo se regenerarán una vez que el objetivo haya vuelto a ingresar al
círculo. Para realizar este ritual , el objetivo debe mostrar voluntad de ser confinado.
Permanecer en el círculo de hechizos durante un minuto completo después de la
activación y una donación de sangre puede usarse para mostrar su —disposición—. Se
pueden añadir más objetivos al mismo ritual con una donación de sangre. Este ritual
puede ser desactivado a voluntad por: Joe.
Joe había incorporado la funcionalidad de desactivació n a voluntad en el ritual por una
razó n muy simple: era muy poco probable que alguien pudiera cambiar el ritual y
hacer que siguiera siendo efectivo. De esta manera, si alguien se apoderaba de sus
rituales y trataba de usarlos en su contra, podría terminar rá pidamente el ritual y
salvarse. Planeaba agregar esto como una funció n de seguridad a todos sus rituales,
aunque agregaba alrededor del diez por ciento del costo de maná al diagrama general.
Cualquiera podía activar y utilizar los rituales, por lo que era mejor crear una forma
de protegerse ahora que ser traicionado en el futuro por su propio trabajo.
Cel se despertó en ese momento, moviéndose lentamente mientras su mente
intentaba convencerlo de que todavía estaba herido. —¿Qué me has hecho? Me
siento... no bien pero ya no dañ ado—.
—Bueno, te curé y te agregué a la lista de excepciones del ritual de allí. Así no te
sentirá s mal y no deberías quedar destrozado. Tengo un par de preguntas má s para ti
antes de que terminemos, a saber: ¿crees que el colegio de magos está reteniendo
ayuda del Reino? He visto muchos guerreros y arqueros que tienen un par de
habilidades má gicas, pero no he visto a ningú n mago cazando Hombres Lobo—.
—Supongo… no estoy seguro. Sé que ha habido mensajeros que han venido a la
universidad durante añ os, y cualquiera de ellos que parece estar en asuntos oficiales
siempre sale como si hubiera estado comiendo limones. Siempre fue un motivo de
orgullo para nosotros ver a los heraldos del Reino ser rechazados como plebeyos.
Ahora simplemente parece... incorrecto.— Mientras Cel hablaba, estaba
inspeccionando el ritual que lo rodeaba. Intentaba ser astuto pero tenía muy mala
cara de pó quer.
—UH Huh.— Joe observó có mo el hombre obviamente comenzaba a crear un hechizo.
Cel pensó que estaba manteniendo sus manos escondidas en su bata, pero los
movimientos hicieron que todo se moviera y se moviera. —Dijiste que los magos
mayores no dicen nada sobre Los Acuerdos. ¿Hay alguna razó n por la que los
Acuerdos los afectarían de manera diferente?
—Claro, claro—, respondió Cel distraídamente. —Cuando a los magos se les permite
especializarse en su segunda clase o graduarse, firman Los Acuerdos por segunda vez.
Firman por tercera vez antes de que se les permita especializarse má s. Al firmar por
tercera vez, tiene plenos derechos y privilegios como maestro o profesor. También es
entonces cuando dejan de hablar de Los Acuerdos, ahora que lo pienso. En mi cabeza,
siempre fue porque ya no necesitaban preocuparse por ellos. ¡ En lugar de eso podrían
ser vientos de inmolación!—
Joe permaneció en silencio mientras la expresió n enloquecida de alegría desaparecía
lentamente del rostro de Cel. Estaba colocado en una posició n incó moda, con las
manos apuntando a Joe. Movió los dedos un poco má s y frunció el ceñ o. Joe tosió con
el puñ o cerrado para recuperar la atenció n de Cel. —Entonces, ú ltima pregunta para
ti. Si Los Acuerdos fueran destruidos de alguna manera, ¿crees que los magos del
gremio se volverían contra el Archimago y ayudarían al Reino?
Cel parecía bastante conmocionado. —¿Tomaste mi habilidad para lanzar hechizos?
Eres un monstruo increíble —.
—Estoy bastante seguro de que intentaste prenderme fuego—, respondió Joe
secamente. —Responde la pregunta—.
—No, no se 'volverían contra él'—, gruñ ó Cel mientras comenzaba a alejarse de Joe. —
Estarían todos muertos. Todos nosotros lo haríamos, cualquiera que firmara los
Acuerdos. Existe una clá usula de repercusió n en caso de que una potencia extranjera
obtenga el control de la universidad. Todos moriríamos instantáneamente si los
Acuerdos fueran destruidos—.
Joe miró al suelo, asintió y pensó para sí mismo. Al ver su estado distraído, Cel
comenzó a correr hacia la salida. A tres metros de su posició n inicial cruzó las líneas
del ritual, cayendo instantá neamente al suelo cuando su resistencia y maná se le
agotaron. Comenzó a gritar débilmente cuando el ritual se aferró a su salud y comenzó
a tirar. Muy lentamente, Cell pudo rodar hacia el á rea ritual nuevamente. Joe observó
todo esto con una mirada insensible. El mago había intentado matarlo varias veces;
simplemente mantenerlo contenido era la manera que tenía Joe de ser misericordioso.
—Gracias por la informació n Cel. He decidido que me ayudará s durante las pró ximas
semanas, aunque sea de mala gana. ¡Comencemos ahora!— Mientras Cel miraba
temblando desde
Fear-Joe pasó la siguiente media hora escribiendo el diagrama ritual del 'Réquiem del
sepulturero'. Cuando estuvo terminado, lo revisó , volvió a comprobar los círculos y las
marcas y comenzó a colocar los componentes en sus posiciones. El ú ltimo objeto era
su cetro, y se sentía un poco desnudo sin él en la cadera. Tomando un poco de la
sangre recolectada por Cel de su anillo de almacenamiento, la agregó a la secció n de —
donantes de maná —. Cuando estuvo listo, respiró hondo y comenzó a potenciar el
ritual.
Su maná comenzó a fluir fuera de él, y tuvo mucho cuidado de mantenerlo fluyendo
por los canales adecuados desde el principio. Sería bueno aumentar su manipulació n
de maná al mismo tiempo. Cuando el primer círculo terminó de cobrar energía, Joe
miró su maná y notó que se había estado agotando normalmente. Cuando el segundo
círculo comenzó a generar poder, observó có mo su maná descendía hasta solo un
cuarto de su capacidad. En ese momento, Cel de repente gritó y el maná dejó de
escapar del cuerpo de Joe. Observó al mago intentar controlarse, pero su rostro
palidecía rá pidamente. Justo antes de que colapsara, el maná de Joe comenzó a
agotarse una vez má s.
El ritual se completó justo cuando el maná de Joe tocó el veinte por ciento, y gritó al
ver que la aguja de bloqueo de su cetro parecía estar distorsionando el aire a su
alrededor. Vibraba suavemente y emitía un leve timbre musical. A Joe le preocupaba
que la vibració n pudiera estar dañ ando la aguja, pero después de observar la
durabilidad durante un minuto, estuvo seguro de que simplemente estaba paranoico.
Aunque estaba muy emocionado de probar esto, primero necesitaba dormir un poco.
—Me siento tan violada. Me usaste como... un... —
—¿Batería?— Joe terminó por el mago capturado. —Tienes un Cel de poder bastante
bueno—. Miró al hombre confundido, esperando una reacció n.
—¿Hago un buen qué?—
—¡Poder Cel!—
—¿Poder qué? ¡Deja de decir mi nombre! Cel apretó los puñ os y le rugió al ritualista.
Joe hizo un chasquido y miró hacia otro lado. —Iré a buscarte un balde de agua y una
bata limpia. Entonces me voy a la cama. Deberías intentar descansar; ¡Tenemos mucho
trabajo que hacer! Joe se alejó , con evidente cansancio en su voz. Había estado
despierto durante la noche y ahora lo sentía.
Cuando Cel estuvo solo, frunció el ceñ o. —¿Mi habilidad de manipulació n de maná
aumentó ?—
CAPITULO TREINTA Y TRES
Joe se despertó sintiéndose renovado y alegre. Claro, no tenía un equipo con quien
cazar. Sí, las misiones que tenía actualmente eran a largo plazo y muy difíciles. No, no
tenía una manera clara de alcanzar sus objetivos... Joe de repente ya no se sentía tan
alegre. Decidió que antes de volver a la investigació n y el desarrollo de sus rituales,
podría ser un buen momento para regresar a la biblioteca y buscar algunas misiones
fá ciles que pudiera completar entre el estudio y la creació n de rituales. Salió del
edificio del gremio e hizo una mueca ante la luz brillante que inundaba el á rea. Ups.
¡Era má s tarde de lo que había pensado!
Joe empezó a trotar hacia la biblioteca. La posició n del sol le mostró que ya era
temprano en la tarde y quería asegurarse de encontrar buena informació n antes de
que la biblioteca cerrara por la noche. No sería una buena idea alterar demasiado su
ciclo de sueñ o, por lo que debería intentar hacer su trabajo durante las horas del día.
Entró en la biblioteca y saludó a Boris. El anciano levantó la vista, asintió con la cabeza
y luego lo miró dos veces. —¡O-oye! ¿Có mo eres un erudito de nivel dos? ¡No te he
recompensado por completar ninguna misió n! ¿Quién está dando misiones no
autorizadas? ¿Es Bobius? Lo es, ¿no? Le dije que yo-—
No sería una buena idea explicar de dó nde procedía realmente el nivel, así que Joe
decidió decir una verdad a medias. —¡No señ or! Nadie má s me dio una misió n; Recibí
una recompensa especial por completar una misió n para el Reino—. —¿El Reino?
¿Có mo te dieron experiencia para tu trabajo académico? Boris, con razó n, no creyó la
historia que le estaban contando.
—No fue algo específico para un académico. Parte de la recompensa fue experiencia
para proteger su —profesió n—. Realmente no puedo decirte mucho má s—. Joe
intentó parecer lo má s sincero posible.
—¡Bien, guarda tus secretos como esos magos impotentes de la universidad! La
estú pida nació n se está envolviendo en un —misterio—. O~o~oh, no lo digo
otras personas lo que está pasando. Me sorprende mucho que no avancemos y
tengamos que hacerlo todo dos veces—, escupió Boris con sarcasmo. —Lo que sea.
Bueno, avanzaste al nivel dos. Simplemente perfecto. ¿Por qué no? Ya eres un caso
'especial'. Muy bien, no trajiste ninguna informació n nueva a la biblioteca y nunca
avanzaste nuestra causa—.
—¿Lo lamento?— Joe miró al hombre con una sonrisa esperanzada.
—Humph. Bueno, las reglas son reglas incluso cuando son estú pidas. Está s en el nivel
dos como erudito; Ahora tienes acceso a la secció n de libros —poco comunes—. Le
sugeriría que intente llegar al tercer nivel de la manera correcta , de lo contrario otros
eruditos pueden comenzar a volverse antagó nicos hacia su trato especial. Para ello,
puedes obtener experiencia laboral de varias maneras: investigando y creando algo a
partir de los libros que nadie má s haya podido hacer, completando una misió n que
encuentres en los libros y que confirmes conmigo antes de correr. o la forma está ndar,
que es recuperar el conocimiento perdido u olvidado y donarlo a la sociedad de
eruditos—.
—¿Conoces las misiones de los libros que no se han completado ?— Joe estaba
emocionado de escuchar esto. ¡Quizá s no necesitaría ocultar su habilidad para
encontrar misiones secretas!
—¿Qué quieres decir? ¡ Por supuesto que lo sé! ¿ Sabías ?— Boris miró a Joe como si
hubiera insultado a su madre. —Puaj. Só lo... só lo echa un vistazo al á rea de libros —
poco comunes—. Tu cara me trae malos recuerdos, aunque ya no pareces un cadá ver
ambulante—.
—Brusco.— Joe resopló y subió las escaleras que conducían al segundo nivel. En la
parte superior había un cartel que advertía a cualquiera que no tuviera acceso a la
secció n poco comú n. Al atravesar el arco que indicaba la entrada a la habitació n, sintió
como si acabara de entrar en una gruesa telarañ a. Joe se estremeció y se frotó antes de
darse cuenta de que probablemente era una medida de seguridad contra los intrusos.
Mirando alrededor de la habitació n vacía, sonrió y activó la habilidad especial de su
trabajo para ver libros que contienen la verdad.
É l sonrió mientras miraba el brillo dorado que salía de los estantes. Esta secció n tenía
muchos menos libros completamente negros, aunque no todos los libros brillaban
intensamente. Tal vez ésta fuera la distinció n entre libros comunes y poco comunes:
¿el hecho de que la informació n era má s precisa o tal vez provenía de una fuente má s
confiable? De cualquier manera, Joe tenía trabajo que hacer. Estaba feliz de ver que el
ritual del primer piso también había estado dentro del alcance de esta habitació n. Esto
fue fá cil de notar porque la secció n que estaba mirando contenía un hermoso
degradado.
ent de cuero coloreado. Era una lá stima que no todos los libros tuvieran título; habría
hecho que encontrar la informació n que buscaba fuera mucho má s fá cil de conseguir.
Bajó algunos libros, tratando de tener una idea de qué tipo de material contenían. Ah,
parecía que estaba en una secció n que en realidad nunca le había interesado, pero
aquí había una potencial mina de oro: la historia.
En Eternium, la historia podría etiquetarse con mayor precisió n como —tradició n—.
Fue divertido, interesante y... incorrecto. Joe leyó el primer capítulo con el ojo
izquierdo tembloroso. El libro estaba tremendamente embellecido y era inexacto.
¡Maldita sea! Quienquiera que hubiera escrito esto había entendido correctamente
una buena parte de los hechos, pero había estado tratando de halagar a cualquier casa
noble de la que formaran parte. La cubierta aú n brillaba con un suave tono dorado,
pero Joe sintió que sus ojos lo engañ aban. Lo que realmente necesitaba era...
Un pensamiento cruzó por su mente, un pensamiento que le dio muchas esperanzas.
Puso el libro sobre una mesa pequeñ a, tomó algunas pá ginas y trató de pasarlas a la
informació n pertinente. Las pá ginas revolotearon, y cuando miró la pá gina
resultante... ¡sí! Las palabras en esta pá gina brillaban con un brillo dorado, la
coloració n específica que había encontrado indicaba una pista para crear una misió n.
Esta parte trataba sobre un investigador que tenía un historial perfecto por castigar
ú nicamente a los criminales . Todos los demá s capturados, que eran inocentes, fueron
liberados casi al instante. Desafortunadamente, su historia fue triste, porque fue
atacado por varios grupos que tenían interés en garantizar que sus oscuros actos
quedaran impunes. El autor del libro pensó que el asesino que mató al investigador
había sido financiado por una casa noble y por el brillo de las palabras Joe pudo ver
que sus pensamientos habían sido correctos.
—Entonces esto... si encuentro má s informació n, ¿se convertirá en una bú squeda de la
casa noble, las habilidades del investigador o algo completamente diferente ?— Joe
debatió por un momento; ¿Realmente debería realizar la primera misió n que
encontró ? ¿Quizá s debería considerar otras opciones? Comenzó a hojear otros libros,
pero su mente seguía vagando hacia la informació n parcial que había encontrado. —
¿Có mo puedo considerarme un completador si no realizo y completo todas las
misiones posibles?—
Suspiró y comenzó a buscar otros libros que trataran el mismo tema o uno similar.
Pasó otra hora y finalmente pudo armar una versió n completa y detallada de los
hechos. No apareció ningú n mensaje de misió n hasta que Joe agregó una pequeñ a
parte sobre có mo el investigador había dejado instrucciones detalladas sobre có mo
entender a los criminales en un lugar donde los criminales eran enviados a
arrepentirse.
Misión creada: ¡Buscador de la verdad! Un influyente investigador tuvo un final
prematuro debido a su incesante búsqueda de criminales. Es posible que haya dejado
registros detallados de cómo pudo detectar a los malhechores. ¡Sigue las pistas que has
encontrado y descubre la verdad por ti mismo! Recompensa: Desconocida . Penalización
por incumplimiento: Ninguna. ¿Aceptar? Sí No
Joe aceptó la misió n y bajó las escaleras con sus notas. Necesitaba hablar con Boris y
asegurarse de que se trataba de una bú squeda aceptable de una recompensa
académica. —¿Boris? Tengo una misió n aquí, ¿podrías verla y aprobarla?
La cabeza de Boris se levantó bruscamente de su escritorio y parpadeó con los ojos
cansados. —Vaya, ¿sabes que algunos de nosotros tenemos otras cosas que hacer por
la noche? ¡Se suponía que íbamos a cerrar hace una hora! Déjame ver la 'bú squeda'
que has encontrado—. Cogió las notas de Joe y examinó los detalles. Joe había incluido
referencias que mostraban de qué libro y pá gina había obtenido la informació n. —
Mmm. Interesante, pero ¿có mo ayuda esto a nuestra sociedad?
—Como no estoy seguro de lo que hace nuestra sociedad en su conjunto, pensé que
sería ú til para nosotros tener estos métodos para determinar la verdad a partir de las
personas. De esa manera, podríamos validar la informació n que nos llega de terceros
—. Las palabras de Joe hicieron que Boris asintiera suavemente.
—De hecho, sería ú til... si existe—. Se dio unos golpecitos en la barbilla y asintió . —
Está bien. Apruebo esta bú squeda como una misió n académica adecuada. Agregaré
cincuenta puntos a tu trabajo al completar la misió n, cien si eres capaz de dominar las
técnicas descritas aquí. Sí, obtienes puntos incluso si no traes nada—.
Recompensas de misiones actualizadas: ¡Buscador de la verdad! Recompensas:
Desconocido, Exp. profesión: 100. Fracaso: Ninguno, Exp. profesión: 50.
¡Excelente! Ahora bien, valía la pena intentar esa bú squeda. Joe saludó a Boris, quien
frunció el ceñ o y empezó a cerrar las puertas de la biblioteca. Tal vez debería regalarle
a Boris una cesta de frutas o algo para animarlo. Era bastante amable, sin importar el
aura cascarrabias que exudaba. Joe empezó a caminar hacia el ¡oh, maldita sea! ¡Su
prisionero! Se apresuró a regresar a su almacén alquilado, entró y corrió para
encontrar a un mago inconsciente, Cel. —Disparar. Totalmente deshidratado. ¡Nunca
le di agua para beber ni comida hoy! ¡Después de que el ritual lo vació a él también!
Ah, soy un médico terrible—.
Canalizó la limpieza hacia el mago colapsado, llevando sus niveles de agua a un punto
estable. Después de un largo minuto, Cel se movió y miró aturdido a Joe. — Me dejaste
aquí. ¡Pensé que me ibas a dejar morir!
CAPITULO TREINTA Y CUATRO
Joe se despertó con una perspectiva positiva de la vida. Algo sobre pasar dos días
seguidos con su ú nica herida siendo un corte con papel simplemente se sentía...
correcto. Desayunó rico, guardando un plato extra de comida para Cel porque se
merecía una agradable sorpresa. Tomando sus notas, fue a la tienda a buscar má s
papel, tinta y una pluma de repuesto. También compró otro cubo de tiza a un
proveedor de arte cercano; ¡No sería bueno quedarse sin nada cuando lo necesitara!
Joe caminaba de regreso al almacén cuando notó que los caminos estaban en silencio.
Muy, muy tranquilo. Alcanzó su cetro y lo sujetó firmemente justo cuando sus sentidos
le gritaban que se moviera. Saltó tan fuerte como pudo, alcanzando el nivel del tejado
justo cuando todo el camino parecía explotar.
Una corriente ascendente con fuerza de huracá n procedente de la enorme llama lo
arrojó hacia un lado y aterrizó pesadamente en el tejado. No sufrió dañ os por la caída
y su clase de saltador entró en vigor. La explosió n le quitó diez puntos de salud, una
cantidad repugnante ya que no estaba ni cerca del epicentro de ese ataque. Miró a su
alrededor, tratando de encontrar quién lo había atacado.
—¡Ja! Tenías algú n tipo de escudo, ¿verdad? ¿Armadura de mago? ¡La explosió n te
arrojó al tejado! una voz jovial lo llamó . —¡No mucha gente ve Volcanic Conflagration y
vive para hablar de ello! ¡Me impresionas!
—¿Impresionarte lo suficiente como para que te vayas?— Joe miró a su alrededor y
entrecerró los ojos al ver a un mago fornido con una tú nica roja brillante hablando con
él. ¿ Có mo no había podido ver eso? —¿Por qué me atacaste? ¿Quién eres?—
—¡Esa debería ser una respuesta fá cil para ti!— El rostro y la voz del mago se
volvieron peligrosamente furiosos. —¡No só lo eres un mago rebelde, sino que también
mataste a uno de los magos de fuego má s prometedores de esta generació n ! ¿Dó nde
escondiste el cuerpo de Cel?
—¡Ciertamente no lo maté!— Joe le gritó al hombre. Si el hechizo que estaba creando
era una indicació n, el mago no parecía creerle.
—¿Mira esto? Un pequeñ o y desagradable hechizo llamado —gusanos de lava—. No es
tan ú til en una guerra, el dañ o con el tiempo es bastante pequeñ o. Aunque torturar,
bueno... este hechizo es genial para eso. Los gusanos se entierran en ti y empiezan a
nadar. Doloroso, muy doloroso—. Había tierra volando, acumulá ndose y licuá ndose en
el intenso fuego que estaba generando. —Soy lo suficientemente fuerte como para
mantenerlos calientes hasta que lleguen a tu cerebro. Tienes hasta ese momento para
decirme dó nde está su cuerpo—.
Joe preparó su cetro. No había manera de que dejara que esa cosa nadara por su
cuerpo. El mago no escuchaba razones así que no había nada que perder. Todo o nada
a estas alturas. Joe había recuperado só lo una pequeñ a cantidad de energía de ese
salto y esperaba usarla para escapar. No iba a suceder; este hombre era demasiado
poderoso para eso. Sabía que el mago eventualmente lo rastrearía incluso si de alguna
manera escapaba ahora mismo, así que ni siquiera iba a intentarlo. Joe saltó del techo
y se balanceó hacia abajo, con la esperanza de que su capacidad para caer con la mitad
del dañ o lo salvaría de su propia imprudencia.
El mago resopló cuando Joe cayó sobre él. —Yo también tengo una armadura de mago,
idiota. Estoy completamente entrenado, así que la mía tampoco es una cubierta
endeble. ¡También podría estar usando una armadura de placas!
Sin inmutarse, Joe se balanceó tan fuerte como pudo incluso cuando los gusanos de
lava entraron en sus piernas con un dolor insoportable y abrasador. Su cetro golpeó ,
pero la mayor parte pareció rebotar como si acabara de impactar contra una pared.
¡La prueba de destreza falló!
Joe cayó panza sobre la calle humeante, perdiendo má s de una cuarta parte de su
salud a la vez. El mago hizo un gesto desdeñ oso y una bola de fuego arrancó la mayor
parte de la piel y las cejas expuestas de Joe mientras lo estrellaban contra un edificio
cercano.
—¿Qué se suponía que eso lograría? Está s aú n más cerca de la muerte ahora. No te
preocupes, pequeñ o brujo tonto. Sé que vosotros, los viajeros, sois restaurados por los
dioses en la plaza de la ciudad unas horas después de vuestra muerte. Por eso no me
preocupa matarte. De nada. Cuando vuelvas, estaré allí. ¡Morirá s tantas veces como
sea necesario para asegurarte de permanecer muerto! El mago levantó una mano y el
fuego comenzó a acumularse en su palma.
—Sí—, logró decir Joe entre sus labios carbonizados. Los gusanos de lava estaban
devastando sus entrañ as.
—Oh, ¿todavía puedes hablar?— El mago estaba a punto de continuar, pero un
extrañ o ruido resonante llenó sus oídos. —Y ahora tengo tinnitus. Excelente. Estaba
demasiado cerca de la zona de la explosió n. Ahora tengo que pagar por un sanador
sobrevalorado...
Joe parpadeó y, en ese momento, el mago desapareció en la calle. A través de sus
pestañ as, casi perdidas, pudo ver: Has elegido activar el 'Réquiem del sepulturero'. Este
ritual dura diez segundos después de la activación. Je. En ese momento, los gusanos de
lava llegaron a su cerebro y no pudo curarse del dañ o catastró fico a su materia gris.
¡Te has muerto! Calculador. Fuiste atacado en una zona segura por un NPC que estaba
configurado como no hostil. Tu alineación con la universidad de magos : neutral. Razón
del NPC para atacar: muerte de estudiante. Motivo del ataque inválido. No se tomó
ninguna medida que debería haberlo señalado por agresión. _ERROR_ Zona segura.
Tenga paciencia, este problema se está elevando.
Pasó poco tiempo antes de que apareciera un nuevo mensaje . Muy bien, veamos aquí.
Oh, tú otra vez, ¿eh? Configurar tus notificaciones como —muy sarcásticas— no me dejó
claro: ¿todavía estás rompiendo cosas? Vamos a ver. Eh. No, por una vez, tú fuiste la
parte perjudicada. Si el mago te hubiera atacado porque tomaste cautivo a su
estudiante, estaríamos teniendo una conversación diferente en este momento, pero,
técnicamente, estabas en una zona segura en un momento seguro y aun así fuiste
atacado por un mago que se supone que no debe atacar. tú. Aquí está mi opinión sobre
esto. Tres horas hasta que reaparezcas, sin pérdida de experiencia. También te daré un
impulso temporal a tu reputación en la universidad durante seis horas cuando
reaparezcas. Se le configurará como —amigable a regañadientes—. Eso debería darte
tiempo suficiente para exponer tu caso antes de convertirte en una antorcha tiki
humana. ¡Buena suerte! ¡Deja de romper mi mundo o te romperé a ti!
-Amor, Léxico Altruista Certificado.
Joe se sintió un poco receloso ante esta situació n; Acaba de recibir una nota firmada
por Al que controla todo el juego. ¡Le habían dicho específicamente que no llamara la
atenció n de Al! Mientras estaba fuera del juego, leyó un poco y llamó a su mamá . Ella
estaba eufó rica, por supuesto; ¡É l la estaba llamando tan a menudo ahora! Para ella,
había pasado só lo poco má s de un día desde la ú ltima vez que hablaron, aunque para
él fueron dos. Joe le habló de sus nuevos amigos y ella le contó que había estado de
vacaciones perpetuas después de recibir las ganancias de su billete de lotería y
despedirlo. Hubo algunos momentos tristes, como cuando ella le preguntó cuá ndo
vendría de visita. Realmente no habia nada
No sabía qué decir sobre eso... así que simplemente sacudió la cabeza y le dijo que
pasaría mucho, mucho tiempo. Cuando finalmente se quedaron sin cosas que decir,
colgaron de mala gana y Joe se dejó caer en la silla mullida que pudo crear en el á rea.
El tiempo pasó rá pidamente con una siesta, y una alarma lo despertó cinco minutos
antes de que le permitieran regresar al mundo. Se preparó y entró en Eternium
cuando apareció el —portal—. Lo esperaba un rostro muy familiar y
desagradablemente sonriente. De hecho, fue lo primero que vio. —Bueno, hola .
Hablemos de có mo lograste dejarme a un kiló metro bajo tierra, ¿de acuerdo?
Joe hizo una mueca, las tú nicas de color rojo brillante estaban cubiertas de suciedad y
el propio mago respiraba con lo que parecía ser una ira apenas reprimida. Si estaba así
de furioso después de lo que habrían sido seis horas... —Oh, hola. Es una... sorpresa
verte.
—Apuesto a que es.— La mano del mago estalló en llamas y comenzó a alcanzar el
rostro de Joe con una sonrisa maníaca en su rostro.
—Tu aprendiz está vivo, ¿sabes?— Joe trató de mantener un tono conversacional
mientras sus pestañ as se curvaban por el calor, —pero si no le consigo algo de comida
y agua pronto, no lo estará —.
La mano en llamas dejó de acercarse pero tampoco retrocedió . —Si me está s
mintiendo, quemaré cada pedacito de tu piel antes de cavar en la siguiente capa. Te
pelaré como a una patata—.
Joe soltó una carcajada, haciendo que las amenazas del mago se desvanecieran en
confusió n . —¿Una papa? ¡Ja! Dile a Cel que me llamaste papa. Se reirá , lo juro. Vamos.

—¿Está realmente vivo? ¿Te dijo su nombre? El mago parecía no poder conciliar sus
expectativas con la realidad.
—Sí, ahora somos totalmente amigos—. Joe comenzó a alejarse con cautela,
avanzando hacia su almacén.
—No te creo. La compañ ía de Cel no es algo que le guste a una persona—. El mago
resopló molesto. —Siempre puedo matarte má s tarde, así que vamos a salvar a mi
aprendiz—.
—¿Qué pasa si no quiere ser salvo?— Joe preguntó en tono serio. —¿Y si cuando te ve
te dice que te vayas? ¿Se le podrían ocurrir todo tipo de excusas, como decirte que te
estoy atrapando, que soy su nuevo mejor amigo o que en realidad soy un mago
poderoso y que deberías huir?
Con altivez, el mago miró a Joe de arriba abajo. —Creo que ya usaste tu hechizo má s
poderoso. Creo que no tuvo ningú n efecto en mí porque poseo afinidades duales por la
tierra y el fuego y simplemente no
me enterré. No veo la necesidad de huir de ti y se lo explicaré. Entonces ambos
explicaréis qué está pasando en el abismo —.
Caminaron en silencio durante unos minutos antes de que el mago comenzara a
hablar de nuevo: —¿Entonces eres un mago de la tierra? O lo que sea que sea el
equivalente para una bruja autodidacta como tú .
—En realidad no. No estoy muy seguro de có mo llegué a la lista de vigilancia de la
universidad. Tengo un ú nico hechizo que podría clasificarse como habilidad de mago,
pero lo obtuve de mi deidad. En realidad soy un clérigo—.
—Un solo hechizo de mago es suficiente para atraernos hacia ti. ¿Por qué no te
registraste en la universidad? Tenías que haber oído hablar de las consecuencias —.
—¿Por qué debería registrarme? ¿Dó nde está el beneficio para mí? No busco -
entrenamiento ni mejorar mis capacidades de mago—, mintió Joe cuidadosamente. —
¿Por qué debería pagar el rescate de un rey simplemente para no ser atacado por un
hechizo que obtuve mediante la divina providencia?—
El mago pensó en eso durante unos minutos mientras se acercaban al almacén. —
Entiendo tu punto, pero no importa. Si tienes un ú nico hechizo de clase de mago,
debes firmar Los Acuerdos. Es la ú nica manera en que hemos podido mantener el
orden en el Reino; es lo que mantiene a los magos poderosos fuera de la política y de
los puestos gubernamentales—.
Joe mantuvo la voz tranquila y trató de permanecer sereno: —¿Qué pasa si
simplemente no puedo pagar? Estoy en un Gremio Noble y soy oficial del gremio. ¿Qué
pasaría si hiciéramos una misió n personal para matarlos a todos? Somos viajeros;
Seguiremos regresando si nos matas. ¿Puedes decir lo mismo? También tomé una
misió n directamente de la reina en los ú ltimos días. ¿Es realmente prudente convertir
en enemigo a una gran parte de la població n (especialmente aquellos a los que no
puedes matar) simplemente porque está n usando las habilidades que se les han dado?
Y me fue dado; No estudié para ello ni encontré mi hechizo por ahí. Fue una
recompensa de misió n—.
—¿Pero por qué no firmar los Acuerdos?— El mago parecía frustrado, como si Joe no
lo estuviera escuchando. —¡Todo lo que necesitas hacer es enumerar tus habilidades
má gicas, pagar cien monedas de oro e informar a un maestro certificado si adquieres
má s habilidades má gicas! ¡Puedes conservar tu hechizo y solo tendrá s que pagar un
porcentaje de las recompensas de las misiones a la universidad! ¡No será s un mago
con licencia y no podrá s alcanzar rango ni entrenamiento en tus hechizos, pero no
será s perseguido!
El shock estaba escrito en el rostro de Joe. —¿Qué? ¿Puedo simplemente entrar y
obtener acceso a Los Acuerdos? ¡Me dijeron que la ú nica manera era unirme a la
universidad y convertirme en un mago con licencia por varios miles de oro!
—¿Qué? ¡De ninguna manera! ¡Hizo todo lo posible para convencerme de lo malvada
que era la universidad! ¡Trató de decirme que Los Acuerdos son grilletes que nos
mantienen bajo el control del Archimago! ¡Có mo somos increíblemente débiles porque
es imposible que los plebeyos y los magos rebeldes entren en nuestras filas! Cel casi
estaba temblando. —¿Toda esa retó rica contra la universidad y él se unirá?—
El mago parecía congelado en su lugar, con el rostro horrorizado. —¿É l te contó todo
eso?—
—¡Sí!—
—Si... si volvieras a la universidad esta noche, ¿sentirías la necesidad de explicar tu
paradero y lo que te dijo a tus colegas ?— preguntó el mago, con voz mortalmente
tranquila.
—¡Por supuesto! ¡Necesito discutir esto con ellos para que podamos estudiar má s a
fondo los Acuerdos y tener una explicació n vá lida contra esta línea de razonamiento
en el futuro! La voz de Cel se apagó al ver la conmoció n en la postura de su maestro.
—En ese caso… Cel, no puedo llevarte conmigo esta noche. Ya estabas a punto de
aumentar tu rango, y con esta informació n y actitud hacia ello… no puedo permitir que
estés cerca de otros magos hasta que firmes Los Acuerdos por segunda vez—. El mago
parecía triste y tenía las manos apretadas hasta el punto de perder el color.
—¿De qué está s hablando? ¡Maestro! ¡No puedes querer dejarme aquí! ¿Por qué?—
Cel gritó a través de la habitació n con voz ronca. Joder, Joe se había olvidado de
dejarlo bebiendo agua otra vez.
—¿No es obvio, Cel?— Joe se cruzó de brazos y miró fijamente al mago vestido de rojo.
—Es porque lo que dije es la verdad. Tu amo está bajo la misma compulsió n que tú ,
una versió n má s avanzada de lo que has jurado. Maestro mago, cuénteme algo
negativo sobre Los Acuerdos. Nada en absoluto. ¡Dime que no te gusta la pluma con la
que te hicieron firmar! ¡Digamos que la fuente fue una elecció n tonta o que fue escrita
en comic sans! ¿Quizá s había poca iluminació n en el á rea donde está almacenado?
El mago abrió la boca, la cerró y miró hacia otro lado. Joe resopló por la nariz. —Como
yo pensaba. No puedes decir nada en contra. Tampoco se puede permitir que alguien
vaya en contra de Los Acuerdos, ¿estoy en lo cierto? ¿Una suspensió n de la ejecució n
es lo mejor que se puede hacer?
Aú n mirando hacia otro lado, el mago hizo un movimiento que casi podría
considerarse un asentimiento. Su voz salió como un susurro: —No puedo dejar ir a Cel
—.
de vuelta ahora mismo. Si empezaba a hablar, alguien podría matarlo. Yo… tendría que
matarlo—.
—Maestro. No. No puedes hablar en serio. Cel cayó al suelo. De rodillas, se agarró el
pelo con ambas manos. —¿Nos hemos vuelto poco mejores que esclavos? Yo… no
puedo…—
—Si no lo piensas así, la vida es mucho má s manejable—, habló el mago en voz baja.
—Piense en Los Acuerdos como siempre lo ha hecho, una fuerza para el bien en el
Reino. No hay otra manera de justificar... lo que tenemos. A. Hacer.— Luchó por
pronunciar las ú ltimas palabras y parecía sentir dolor incluso por ese ligero
desacuerdo. Respiró hondo y estremeciéndose antes de volverse hacia Joe con los ojos
inyectados en sangre. —Volveré por ti por la mañ ana. ¿Puedes mantenerlo aquí? Si lo
haces y no causas problemas, te devolveré la mitad de la tarifa por firmar los cables
The Ac. ... ¿Por qué tuviste que explicar su posició n en el...? Tosió sangre.
—Lo mantendré aquí—, prometió Joe solemnemente. El mago cerró la boca con un
fuerte —clic—, asintió y se volvió hacia la puerta.
—¡Maestro! ¡No puedes! Cel llamó entrecortadamente, pará ndose lo má s cerca posible
del borde de su contenció n.
El mago aprieta los dientes. —Te equivocas, Cel. Literalmente lo necesito. Por mucho
que yo no… Empezó a ahogarse y se agarró la garganta. Estuvo quieto durante unos
segundos y luego buscó en una cartera que tenía a su lado. Aparecieron tres botellas
que no deberían haber cabido en la bolsa, cada una brillando con un color azul
brillante. —Toma estos. Hagas lo que hagas para contenerlo, asegú rate de que se
mantenga—.
Joe sostuvo las botellas y trató de inspeccionarlas.
¡La comprobación de percepción falló! Verificación de inteligencia versus evidencia
contextual y experiencia pasada... ¡éxito!
Objeto adquirido: Poción de rejuvenecimiento de maná concentrada x3. Restaura 300
maná durante cinco segundos, triplica la regeneración de maná durante un minuto.
Rareza del artículo: artificialmente raro (común).
—Solo se permite producirlos o venderlos en la universidad de magos, en caso de que
te preguntes por qué un artículo tan ú til no se encuentra en las tiendas—. El mago
soltó un sonido que parecía una risa, pero era obvio que era simplemente un sollozo
ahogado. —Otro producto má s que beneficia a nuestra gran escuela. Asegú rate de
estar aquí al amanecer y no causarnos problemas, o será s declarado brujo ademá s de
pícaro—.
Mientras guardaba las pociones, Joe asintió hacia el mago. El hombre vestido de rojo
hizo un movimiento que podría confundirse con secarse los ojos y
salió por la puerta. Los sonidos de las ná useas resonaron débilmente en el edificio ,
pero Joe tuvo la sensació n de que no se debía a sus rituales activos.
CAPITULO TREINTA Y CINCO
Joe aplaudió y sonrió alegremente. —Bueno, ¡eso fue horrible y desgarrador !— Cel lo
fulminó con la mirada, las lá grimas corrían abiertamente por su rostro.
—Tú eres… ¿có mo puedes estar tan dispuesto a entregarte a la servidumbre?— Cel
gruñ ó entrecortadamente. —Deberías correr mientras puedas. Desaparecer en la
ciudad. No tengo má s remedio que aceptar mi... Estalló en un ataque de tos, con la
sorpresa escrita con letras grandes en su rostro.
—Parece que los Acuerdos te está n castigando un poco—. Joe observó có mo el rostro
de Cel se ponía morado y la tos se manchaba de sangre. Envió un hechizo curativo a
Cel, só lo para estar seguro. —¿Por qué no cenas y descansas un poco?—
—¿Por qué no me dejas reflexionar sobre mi destino?— Cel soltó una refutació n
dramá tica.
—Haz lo que tengas que hacer—. Joe sacó su libro sobre rituales y se sentó para una
larga sesió n de estudio. Pasó una hora casi en silencio, el ú nico sonido era el rasgueo
de una pluma y varios ruidos suaves de sollozos. Joe levantó la vista cuando Cel se
calmó por completo. —Tu maestro me llamó brujo, luego pareció cambiar de opinió n
y me dijo que sería declarado brujo. ¿Pensé que era só lo un tipo de lanzador de
hechizos, alguien que debilita a otros o convoca seres para luchar por él?
—No. Bueno, sí, pueden ser brujos. Es un título que se da a quienes rompen
juramentos. No todo el mundo puede hacer un contrato de maná , y la mayoría de las
personas no quieren verse atadas por un dolor aplastante o la muerte si violan un
contrato. Entonces hacen tratos, juramentos. Si incumples tu palabra de honor,
cualquiera que pueda ver el título te despreciará —. Cel parecía estar exhausto; Ni
siquiera miró mientras hablaba. —Este es uno de los pocos títulos que una deidad no
puede revocar ni cambiar, ya que el honor só lo es entre personas. Só lo la parte
perjudicada, un magistrado o el Rey pueden fallar en contra del título y levantar las
restricciones que impone. Incluso entonces, cualquiera que no sea la parte
perjudicada só lo puede revocar el título si la razó n
porque romper el juramento era justo, como un juramento específicamente hecho
bajo coacció n o para el bien mayor del Reino—.
—Eso es bastante específico—. Joe se quedó en silencio por un rato. —Parece que
sería un título bastante comú n entonces—.
—Oh, lo es—, respondió Cel con tono apagado. —Sin embargo, el título se ajusta al
juramento roto. Un juramento serio, como dejar morir a tus hombres o sacrificar a
otro a quien prometiste proteger, afectará enormemente tus interacciones y te dará
un saldo negativo en tu suerte ká rmica—.
—¿Suerte ká rmica? ¿Tienes una explicació n para eso? Joe se animó ; esta era una de las
pocas estadísticas de las que no sabía nada.
—No. Lo ú nico que sé es que nunca quieres que sea negativo—. Cel volvió a quedarse
en silencio.
—Veo.— Joe siguió estudiando su libro, tratando de encontrar una manera de
sobrevivir al día siguiente. Sus ojos se iluminaron al pensar en una ú nica posibilidad.
—¿Revertirlo? ¿Eso funcionaría siquiera? No puedo arriesgarme. ¿Y si lo cambié? Si
agregara esto, no, el requisito de energía sería demasiado alto. ¿ Combiná ndolo ?
Aquello podría funcionar. Aunque necesitaría un círculo adicional. Nivel Aprendiz -
Aprendiz. Esto podría complicarse—.
Se estremeció y se puso a trabajar en la creació n de un nuevo ritual. El tiempo empezó
a pasar lentamente, y una vez terminado su trabajo, solo quedaban unas pocas horas
para el amanecer. Los pá rpados de Joe estaban caídos, tratando de obligarlo a aceptar
el abrazo de Morfeo. Salió adelante, sintiendo profundamente la necesidad de
mantenerse con vida. El miedo a la posible esclavitud o la muerte fue un buen
motivador. Joe comenzó a dibujar los círculos de hechizos, sabiendo que necesitaba
ser preciso pero también haciendo todo lo posible para dibujar rá pidamente. Cada vez
que cometía un error y necesitaba rehacer una parte, se gruñ ía a sí mismo y a sus
acciones derrochadoras.
Aumento de habilidad: Dibujo (Principiante V). El control del cuerpo comienza con el
control de la mente. Se suponía que el control de la tiza debía comenzar desde la
infancia. Lo que sea, ¿verdad? ¡Has mejorado un poco en una tarea mundana!
Una hora antes del amanecer, despertó a Cel con una sacudida. —Cel, esperaba
pedirte un favor—.
—¿Está s hablando en serio ahora mismo?— Cel respondió somnoliento, el cansancio y
la angustia coloreaban su voz. —¿Por qué debería ayudarte voluntariamente?—
Realmente me gustaría sobrevivir ese día. No tengo ninguna duda de que una vez que
esté cerca de Los Acuerdos, al menos una persona intentará matarme. Pregú ntate -
esto, Cel. ¿Quieres que firme los Acuerdos o muera antes de llegar allí?
Cel pareció luchar consigo mismo durante un largo momento. De mala gana,
respondió : —Quiero que los firmes—.
—Gracias, Cel—, afirmó Joe cá lidamente. Cuando se giró para que Cel no pudiera ver
su rostro, sus ojos se endurecieron. Ya sabía que Los Acuerdos influían sutilmente en
la mente de quien los firmaba. Esta fue una prueba de que Los Acuerdos querían
crecer e impactar a má s personas . Recordó las palabras del dueñ o de la tienda Odds
and Ends ; un objeto encantado estaba vivo, aunque apenas. Estaba seguro de que un
contrato má gico que había atrapado a miles y había durado cientos de añ os tenía un
ego má s desarrollado. Quería crecer, tener má s personas atrapadas en sus palabras
vinculantes, o podría ser que Cel no fuera un ser humano terrible y no quisiera que
una persona bastante inocente muriera sin ningú n motivo. Realmente podría ir en
cualquier direcció n.
—Esto es lo que necesito que hagas. Estoy creando un ritual y no necesitas ayudar.
Solo te daré una poció n de maná y espero que te mantengas con vida restaurando tu
maná cuando el ritual intente matarte. ¡Gracias!— Joe sonrió malvadamente y marchó
hacia el ritual mientras Cel emitía un chillido indignado.
Joe colocó su cetro en el anillo má s interno y comenzó a verter maná en el ritual. El
consumo de energía fue enorme con tres anillos, e incluso con su capacidad de pagar
solo la mitad del costo final, el ritual exigía mil novecientos maná . El primer círculo se
activó sin problemas, dejando a Joe con maná de sobra. El segundo círculo comenzó a
consumir energía y él se preocupó un poco. Cuando el primero había estado
extrayendo maná , lo hacía a un ritmo al que estaba acostumbrado. El segundo lo
estaba agotando casi el doble de rá pido. A medida que se acercaba al diez por ciento
restante en su reserva de maná , el consumo de energía cambió a Cel.
El joven mago gritó al sentir que sus canales de maná se esforzaban por dirigir el flujo
de poder. Aunque realmente no quería ayudar a su captor, si dejaba que el poder
saliera de su cuerpo de manera desordenada, podría ser destrozado. Joe aprovechó
esta oportunidad para beber la primera poció n de maná y sintió una sensació n de
alivio y claridad cuando su maná fue restaurado. Con triple regeneració n de maná ,
rá pidamente estaba recuperando toda su fuerza.
Cel cayó al cinco por ciento de maná antes de que la carga del ritual volviera a Joe.
Cogió la poció n de maná con manos temblorosas, pero lo tomó por sorpresa cuando
Joe logró decir: —¡No! Espera... por... ¡señ al! ¡O moriremos ambos!
El mago vaciló , vacilando mientras el agotamiento de maná nublaba sus
pensamientos. Nunca estaba acostumbrado a que su reserva de maná estuviera por
debajo de la mitad.
No estaba permitido ya que nunca sabías cuá ndo un plebeyo te iba a atacar sin una
buena razó n. Por lo tanto, a todos los magos se les enseñ ó a conservar la mitad de su
reserva de maná para emergencias. Con la mano temblorosa, Cel se llevó la botella de
poció n a los labios.
Joe se estaba concentrando en su gasto de maná , observando con asombro có mo su
regeneració n de maná luchaba contra la rá pida absorció n de poder del ritual. Con
triple regeneració n durante un minuto, estaba generando un poquito má s de veinte
maná por segundo. Fue fascinante ver có mo su maná disminuía a lo que parecía ser un
ritmo muy lento, alrededor de diez maná por segundo. ¿Entonces el ritual consistía en
sacar treinta por segundo? ¡Podían hacer esto, solo necesitaban aguantar!
Entonces el tercer círculo comenzó a extraer maná . La sangre brotó de la boca de Joe
porque no pudo contener el flujo de maná dentro de sus canales. Al ver su maná
disminuir a casi el doble del ritmo anterior, Joe se volvió hacia Cel para darle la señ al
de comenzar a beber... solo para ver que su botella de poció n ya estaba vacía. Cel só lo
podía ver horror en los ojos de Joe mientras miraba al pequeñ o imbécil. Con un cinco
por ciento de maná , el ritual cambió de objetivo y Cel gritó . Mana pareció salir de él en
arcos de energía, y sus ojos y boca tenían coronas de luz azul brillando en ellos. Luchó
y no pudo controlarse, haciendo todo lo que pudo para mantener el maná fluyendo de
manera ordenada.
Joe pudo ver el momento en que terminó la regeneració n de maná mejorada para Cel.
Pareció encogerse, casi encogerse, cuando le quitaron el poder. Joe tomó la poció n final
y la bebió justo cuando Cel colapsaba. Al instante volvió a estar lleno hasta las tres
cuartas partes, Joe se preparó y guió su maná a lo largo de los canales. No iba a
lograrlo. El sudor goteaba por su rostro y le picaba los ojos mientras observaba có mo
su barra de maná goteaba hacia la mitad del camino. Jadeó y cayó cuando el consumo
de energía desapareció repentinamente, completá ndose el ritual.
¿Qué? ¿Có mo se había completado? ¡Su vitalidad debería haberse agotado cuando se
les acabó el maná ! Joe repasó los cá lculos mentalmente una vez má s; ¡Debería haber
necesitado mil novecientos maná ! ¿Qué se estaba perdiendo... eficiencia de hechizos!
La manipulació n de maná y la fusió n juntas sumaron... ¡diecisiete por ciento de
eficiencia! ¡El costo de maná había bajado a mil quinientos setenta y siete! ¡Si hubiera
usado las pociones él mismo, ni siquiera habría necesitado usar las tres! ¿Por qué
seguía olvidá ndose de tener en cuenta la eficiencia de los hechizos? ¡Casi gritó en voz
alta por los recursos desperdiciados! Las notificaciones interrumpieron su furia.
Aumento de habilidad: Manipulación de maná (Principiante V). ¡Felicidades! ¡El drenaje
y recarga forzados de tu maná ha abierto caminos que deberían haber tardado semanas
en abrirse de forma segura! ¡ Para alcanzar los rangos de principiante de esta habilidad,
se ha generado un efecto adicional basado en tu uso de la habilidad hasta este punto!
Efecto: Agrega un 10% de estabilidad a la magia cuya activación cuesta más del 30% de
tu reserva de maná total. Como estoy seguro de que no lo entiendes gracias a tu
inexistente educación mágica, la estabilidad de los hechizos es la estadística que
determina qué tan fácil es mantener tu maná en los canales adecuados. Destrozar tu
cuerpo para obtener mayor poder es definitivamente el camino a seguir. ¡Ve tú!
Inteligencia +2. Sabiduría +3. Constitución -1.
Joe empezó a jadear mientras su cuerpo se desinflaba. Su constitució n había vuelto a
caer por debajo de diez y la carne comenzó a gotear de su cuerpo como cera de una
vela derritiéndose. Cuando tocó el suelo, se vaporizó en una luz brillante. Pronto
volvió a mirar hacia abajo, a una forma desperdiciada, y mantenerse erguido se volvió
difícil. Un poco encorvado, Joe recuperó su cetro. No hubo ningú n efecto notable por la
activació n del ritual. De hecho, la etiqueta parecía casi anormalmente quieta. Lo puso
en su anillo de almacenamiento, se acercó a Cel y lo abofeteó .
¡Cero daño!
Joe gruñ ó ante la reafirmació n de sus estadísticas físicas destruidas. Lo intentó de
nuevo y apareció el mismo mensaje. Una patada, lo mismo. Finalmente metió la mano
en su anillo y sacó un poco de carne intestinal con olor a podrido. Sosteniendo eso
bajo la nariz de Cel, esperó mientras el hombre comenzaba a retorcerse y gemir.
—¿Qué pasó ?— Murmuró Cel, sujetá ndose la cabeza. Miró su mano ahora mojada;
había salido cubierto de sangre.
—¡Lo que pasó es que casi te matas porque parece que no puedes creer que alguien
má s sepa má s!— Joe le ladró . Su voz sonaba á spera y seca.
—¿Qué vas a?— Cel miró el rostro esquelético de Joe y retrocedió horrorizado.
—Soy un tipo que accidentalmente abrió sus canales de maná y su constitució n cayó
por debajo de diez puntos—. Joe miró a Cel mientras se ponía blanco; El joven mago
parecía a punto de vomitar.
—¡Desagradable! ¡No puedo creer que eso pueda pasar!— Sus ojos estaban muy
abiertos y consternados. —Ahora tiene sentido por qué necesitamos mantener
nuestra reserva de maná tan alta—.
Joe escupió a un lado. —Existe una terrible tendencia a no asumir riesgos. Las
recompensas pueden ser grandes. Siempre se nos dice que vayamos a lo seguro para
que todos los demá s puedan optimizar la cobertura de su propio trasero. El precio
para mí puede parecer alto, pero solo perdí un punto de constitució n mientras gané -
dos puntos de inteligencia y tres de sabiduría. Sin mencionar el diez por ciento de
estabilidad de hechizos—.
—¿Qué?— Cel jadeó en estado de shock. —¡Imposible! ¡Todo lo que obtienes por
sobrecargar tus canales de maná es un paso hacia tu tumba! Todo el mundo sabe que-

—Sostener.— Joe puso su mano frente a la cara de Cel. —Estos 'todos' de los que
hablas. ¿No será n los mismos —todos— los que nos obligan a renunciar a nuestra
libertad en unas pocas horas? ¿Las mismas personas que te han mentido durante toda
tu carrera como mago? Cel no tenía forma de responder a eso.
—Apuesto a que hay un montón de informació n que te falta o sobre la que te han
mentido. Prepararse para ir; No tenemos mucho tiempo hasta que aparezcan los
magos—. Joe se acercó al ritual que contenía a Cel, extendió la mano con su mente y
desactivó sus efectos. Cel no tenía idea de que estaba fuera de curso y simplemente se
quedó allí, luciendo preocupado. —El ritual está cancelado. Vá monos. Podemos
esperar afuera—.
Se dirigieron a la entrada y, después de salir al aire libre, Joe cerró la puerta y se dio la
vuelta. Cinco magos, así como varios guardias y ballesteros los esperaban. Un mago
tosió delicadamente y luego arqueó una ceja. —¿Llendo a algú n lugar?—
Joe asintió , manteniendo su cuerpo lo má s erguido posible. —Somos. ¿Eres la escolta a
la universidad?
—En efecto.— El mago vestía una extrañ a tú nica pú rpura. —Será n 'silenciados' hasta
que firmen los Acuerdos. Ambos no podréis lanzar hechizos ni hablar a menos que yo
o el Archimago os hagamos una pregunta directa . ¿Está claro?—
Tanto Cel como Joe asintieron sombríamente. El mago miró entre ellos. —¿Algo má s
que decir antes de irnos?—
—Ungü ento hú medo en pulpa rural—, Joe enunció claramente cada palabra. Algunas
de las personas reunidas lo miraron extrañ adas, encogiéndose un poco. El mago hizo
un gesto de 'qué diablos', haciendo que Joe se encogiera de hombros. —Simplemente
no quería ser el ú nico que se sintiera incó modo—.
—Objetivo logrado, bicho raro. Silencio. La garganta de Joe pareció llenarse de flema,
lo que le obligó a toser hú medamente. Intentó hablar, pero, como era de esperar , no
pudo. Intentó juntar las sombras en una pú a,
pero ignoraron su voluntad. Intentó usar un hechizo curativo y, para sorpresa de
todos, una bola de agua salpicó el rostro sorprendido del mago.
—¿Cómo…?— el mago aulló como un gato mojado, deteniéndose al darse cuenta de
que se sentía bastante bien. —¿Hechizo curativo? No arcano... ah, sí, afirmaste ser un
clérigo, ¿no? ¿La magia divina no tiene obstá culos? Tendré que actualizar al comité de
uso justo má gico—.
Joe resopló ante ese comentario y el mago pareció recordar que existía. —Ah, eso es
correcto. Ustedes dos van a hacer un doble fichaje hoy, ¿no? A esta edad, por supuesto,
no crees que los Acuerdos estén diseñ ados para un uso justo. Antes de Los Acuerdos,
los magos podían experimentar libremente y dar forma a sus poderes de formas no
recomendadas. Algunos magos de la misma generació n pudieron superar a sus
compañ eros y volverse mucho má s poderosos que los demá s. ¡A veces incluso podrían
especializarse en clases que no sean de magos! ¡Imagina a un mago convirtiéndose en
un druida arcano! Bueno, eso ya no pasa. Ahora Los Acuerdos garantizan que toda la
generació n avance al mismo ritmo y las especializaciones se eligen para cada mago
mediante la aprobació n del comité . Todo es justo.—
Joe quería hablar, realmente quería explicar que este hombre debía ser un idiota débil
si pensaba que ese era un buen sistema. Lamentablemente, el hechizo del silencio
todavía estaba vigente. La igualdad de resultados era tirá nica. ¿Obligar a las personas
a especializarse por el bien de la universidad? ¿Hacer que los fuertes o talentosos
esperen lo que deben ser décadas para mejorar mientras los demá s los alcanzan? Si
tenía alguna duda de que el Archimago era un dictador por derecho propio, esto lo
demostraba perfectamente.
El mago habló todo el tiempo que caminaron hacia la universidad, siendo elocuente
sobre la universidad y el —bien— que hizo por el Reino. Có mo se 'mejorarían'
firmando. Joe puso los ojos en blanco tantas veces que le sorprendió no marearse. En
varias ocasiones durante la caminata, la gente se acercó para ver qué pasaba. Cada
vez, los guardias alrededor del pequeñ o grupo sacaron armas y su camino fue
despejado instantá neamente. Habían ido má s al este de la ciudad de lo que Joe se
había aventurado nunca antes, y parecía que se dirigían hacia una torre imponente. La
torre tenía aproximadamente la mitad del ancho del palacio real, era perfectamente
circular y tenía unos quince metros de altura. Su color era difícil de identificar porque
cambiaba aproximadamente cada minuto.
El mago que los escoltaba se rió entre dientes al ver la confusió n en el rostro de Joe. —
¿Nunca has visto esto? Hay una explicació n bastante divertida; ¡es un juego! Cada
clase de magia quiere ser la que represente a la universidad. Toda la torre cambiará
de color para adaptarse al tipo que sea.
de hechizo se usó en él má s recientemente, ¡así que mira allí! ¡Pú rpura! Mis alumnos
deben haberse unido a la diversió n—.
CAPITULO TREINTA Y SEIS
El grupo atravesó el muro defensivo que rodeaba la torre y quedó al descubierto la
totalidad del edificio. Má s allá de elevarse sobre ellos, la universidad era
increíblemente... aburrida. No se veían plantas, ni arte, y la ú nica forma de
autoexpresió n parecía limitarse a pintar la torre con un hechizo de vez en cuando.
Desde que se volvió pú rpura por primera vez, la torre se volvió azul brevemente antes
de volverse pú rpura nuevamente. Ahora Joe podía ver por qué. Una bola de fuego
apareció en la mano de un mago sonriente con tú nica roja, pero antes de que saliera
de su mano, un mago vestido de pú rpura lo apuntó y la bola de fuego desapareció .
—La escuela del silencio domina este juego—, les dijo con aire de suficiencia su
escolta. —Cel sabe có mo es. Realmente es difícil para cualquier otra escuela impedir a
las demá s sin sufrir dañ os. También es bueno que los otros magos aprendan desde
pequeñ os que no pueden derrotar a nuestras fuerzas policiales—.
Joe y Cel se miraron a los ojos, y Cel parecía exasperado. Parecía que incluso este juego
estaba amañ ado. La voz de su escolta de repente sonó por el á rea: —¡Buenos días
estudiantes! ¡Hoy habrá una asamblea para la promoció n del aprendiz de mago de
fuego Cel! ¡Hoy será su segunda firma de Los Acuerdos y asumirá su posició n como
mago oficial! ¡Esté allí al mediodía para la ceremonia!
Los vítores resonaron en el patio mientras decenas de personas gritaban su apoyo al
joven capturado. Las lá grimas llenaron sus ojos, confundidas por los demá s con
orgullo o alguna otra emoció n de jú bilo. Su escolta se inclinó y le susurró algo a Joe. —
Por supuesto, antes de la promoció n tendremos una prueba. Cuando te encuentren
culpable de conspirar contra nosotros, me aseguraré de que te especialices en algo
muy especial. Tal vez tu habilidad en clase sea limpiar los bañ os con mayor facilidad
—.
Joe y Cel quedaron sorprendidos por esto. ¿Por qué se sorprendieron? Acababa de
decirles que la universidad elegía la clasificació n de sus miembros. Los condujeron a la
torre y caminaron por pasillos sinuosos y extrañ amente atrofiados. Al cruzar una
puerta, Joe vio el
La habitació n má s extrañ a que jamá s había visto. La sala tenía forma esférica y la
mitad inferior estaba cubierta por bancos para los espectadores. La habitació n era
demasiado grande para caber en el edificio, y se le debe haber dado un á rea adicional
con la ayuda de magia espacial. Otra serie de lo que parecían ser asientos má s
có modos se podía ver en una plataforma en el medio de la sala, una de las sillas má s
grande y grandiosa que las demá s. Incluso podría considerarse un trono. Todos estos
detalles eran secundarios respecto de la pieza central de la habitació n.
Un gigantesco tubo de vidrio se extendía tanto desde el techo como desde el suelo,
encogiéndose y volviéndose estrecho como un reloj de arena en el centro. En el lugar
donde se habrían topado los cristales, había un libro suspendido en el aire. Aunque
estaba en el aire, bien podría haber sido concreto en el suelo por lo mucho que se
movía. Luces de colores se movían a través de los tubos, condensá ndose en pequeñ os
rayos de energía que se disparaban hacia el libro (y aparentemente eran absorbidos
por él). ¿Maná ? ¿Cuá nta potencia se requirió para Los Acuerdos para que se necesitara
una configuració n tan grandiosa de recolecció n y concentració n de maná ? La ú nica
explicació n razonable era que el contrato usaba maná constantemente para controlar a
las personas que lo habían firmado.
—Ya era hora. El mago rebelde y su mascota capturada finalmente llegaron—. Un
hombre terriblemente obeso se levantó de la grandiosa silla en la plataforma,
levantando sus brazos temblorosos hacia los lados para que su tú nica multicolor se
ensanchara y lentamente se acomodara a su alrededor. —Dejaré que el consejo decida
su destino—. Volvió a sentarse con un gran suspiro. Después de una exhibició n tan
ostentosa para llamar su atenció n, Joe estaba un poco molesto porque el Archimago
no había dicho nada má s.
—Sus casos ya han sido discutidos—. Otro mago, éste con una tú nica de un azul
intenso, se puso de pie y habló . —En el caso del aprendiz Cel contra la universidad, ha
sido declarado... inocente. Fue capturado y torturado. Segú n mana dedicado a Los
Acuerdos, só lo recientemente se ha desviado de su camino dedicado. Después de un
período de reeducació n aú n por determinar y con una segunda firma de Los Acuerdos
hoy, Cel pasará a la clasificació n de oficiales y obtendrá una especializació n acorde a
su nuevo estatus—.
El mago que los había escoltado parecía estar a punto de decir algo; su cara se puso
roja y parecía furioso. El concejal vestido de azul terminó su discurso mirá ndolo
sombríamente y no pronunció ninguna otra palabra.
El Archimago se tocó la barbilla, fingiendo pensar en el asunto. —Esto me parece
aceptable, aunque será necesario un castigo. Se desvió de sus enseñ anzas bajo tortura
y le tomó menos de tres
Días para que le falle una década de dedicació n. Durante su reeducació n , Cel pasará
ocho horas al día dedicando su maná a Los Acuerdos. Esto durará no menos de un mes
completo. Si no muere o se vuelve loco por la tensió n, será bienvenido nuevamente
como miembro de pleno derecho de la universidad—.
Se escucharon algunos jadeos silenciosos desde las sillas alrededor del Archimago, y
su escolta parecía muy complacido, llegando incluso a sonreírle al mago en el consejo.
Joe miró a Cel y notó lo pá lido que se había puesto. Obviamente, este era un castigo
terrible, pero no tenía ningú n punto de referencia sobre lo malo que sería. Cuando -
otro mago del consejo se puso de pie, Joe tragó saliva cuando sus ojos se encontraron.
—En el caso de 'Joe' versus la universidad—, resopló el mago con sorna, —lo
declaramos culpable de atacar la universidad, torturar a un miembro y practicar
magia sin licencia. Como castigo, recomendamos no menos de seis meses dedicando
su maná a Los Acuerdos durante doce horas al día. Durante este tiempo, alguien le
leerá una copia de Los Acuerdos y ensalzará sus virtudes durante seis horas cada día.
También recomendamos que al final de este lapso de tiempo, como es un viajero, lo
enviemos a reaparecer hasta que alcance el nivel uno. En ese punto, vincularemos su
reserva de maná para que nunca má s pueda lanzar magia arcana—.
Joe habría caído de rodillas si un guardia que estaba cerca de él no lo hubiera agarrado
bruscamente. Todo eso por retener a un mago que intentaba matarlo por… ¿qué? ¿Dos
días? El Archimago asintió mientras se decidía su sentencia. —Eso es indulgente, pero
no espero menos de ti. ¡Si fuera posible, diría que te has vuelto blando! La risa
jadeante del Archimago resonó en la habitació n que de otro modo estaría silenciosa.
Só lo ahora se hizo evidente lo molestos que parecían los otros magos en la plataforma.
Algunos se retorcieron, pero la luz alrededor de Los Acuerdos se atenuó un poco y se
quedaron quietos.
—Tú , muchacho, servirá s de ejemplo para la universidad. Han pasado bastantes añ os
desde que alguien se atrevió a ponernos a prueba. Ahora le enseñ aremos una vez má s
al Reino por qué es lo ú ltimo que quieren hacer—. Sus ojos crueles y de cerdo estaban
fijos en Joe mientras hablaba. —Dicho esto, al final de este proceso, probablemente
habrá s elevado tu habilidad robada de manipulació n de maná a grandes alturas. En
ese momento será s un sanador decente, capaz de curarte continuamente durante días.
Cuando hayas terminado con tu castigo, irá s a servir al Reino como sanador hasta que
hayas ganado lo suficiente para pagarnos por esas habilidades. Bien
digamos diez mil de oro en total. Só lo debería llevarle una década aproximadamente.
¿Como suena eso?—
Te han ofrecido una misión. ¡Castigo por tus crímenes! ¡Cumple tu condena en Mage's
College pasando 12 horas al día durante seis meses recargando el maná de The Accords
y paga diez mil de oro a la universidad! Esta misión es obligatoria si has firmado Los
Acuerdos tal como te los ofreció el Archimago. Recompensas: la universidad no te
perseguirá. Fracaso: la universidad te perseguirá . ¿Aceptar? Sí No
De ninguna manera. Joe rechazó la misió n tan rá pidamente que pudo ver la pequeñ a
sonrisa que revoloteaba en el rostro del Archimago. —¿Oh? No aceptar de buena gana,
¿eh? ¡Pensé que habías aprendido la lecció n, hijo ! No te preocupes, ajustaremos la
misió n en consecuencia una vez que hayas firmado Los Acuerdos—. Joe quiso escupir
cuando escuchó ese terrible intento de juego de palabras. ¡No puedes simplemente
decir lo mismo dos veces y llamarlo broma!
—Bueno, tenemos unas horas hasta el mediodía; ¿Por qué no empezamos a cobrar los
Acuerdos mientras esperamos? Cel, esto contará para tu castigo. Joe… no tanto—. Los
ojos de cerdo estaban alegres mientras los hombres capturados eran llevados como
ranas hasta el tubo de vidrio en el estrado. Les agarraron las muñ ecas y les empujaron
las manos contra la superficie brillante. Un ataque los sacudió y sus mú sculos se
tensaron como si hubieran agarrado un cable eléctrico. Mana instantá neamente
comenzó a ser arrancada de sus cuerpos temblorosos.
El consumo de energía no era en absoluto como usar un ritual; Por alguna razó n, sentí
que este proceso fue diseñado para ser doloroso. Joe se dedicó a manipular el maná y
mantenerlo contenido dentro de sus canales. Aunque fue una solució n imperfecta, el
dolor se convirtió en un rugido sordo. Sus canales habían sido moldeados para
manejar grandes cantidades de maná que se movían a través de él a la vez, y estaba
usando este hecho para disminuir el dolor que le infligían. Cel estaba teniendo muchos
má s problemas y gritaba cada pocos segundos mientras se le acababa el maná y
trataba de regenerarse.
Joe duró el doble que Cel, pero su maná también se agotó . Todavía no podía quitar las
manos del tubo, pero cada vez que aparecía maná en su cuerpo, el doloroso shock
volvía. Esta era una forma de tortura extraordinariamente eficaz ya que no dañ aba
directamente el cuerpo, pero Joe estaba decidido a no ser una víctima. Volvió su mente
hacia adentro y con cada corriente de succió n, hizo todo lo posible para usar sus
canales de maná como si este acto fuera una segunda naturaleza. Pasó una hora y, sin
embargo, no se vislumbraba un final. Habían sido escoltados hasta aquí en el
Al amanecer y no íbamos a firmar los Acuerdos hasta el mediodía. Pasó lentamente
otra hora y, aun así, Joe se negó a descansar. Conmoció n tras conmoció n sacudió su
sistema; pero al menos ahora que sus canales estaban hechos a medida para la fuerza,
no sentía dolor por el maná extraído de su cuerpo.
Joe revisó mentalmente las notificaciones que lo esperaban y sonrió cuando las
actualizaciones surtieron efecto.
¡Has sometido tu mente y tu cuerpo a un régimen de entrenamiento agotador ! Esto lo
ha puesto a prueba de maneras que nunca antes lo había hecho, y los resultados están
comenzando a mostrarse. Puedes agregar un punto a la constitución o a la sabiduría.
Por favor elige. Constitución / Sabiduría
Joe añ adió un punto a su constitució n, casi logrando sonreír cuando vio a algunas
personas horrorizarse cuando su cuerpo comenzó a extraer maná del aire a su
alrededor para poder crecer.
—¿Lo que está sucediendo? ¿Qué acaba de hacer? Una voz de pá nico llegó a sus oídos.
—¿Có mo está absorbiendo maná mientras toca el tubo ? ¡Má talo!—
—¡Esperar!— una voz llamó bruscamente. Joe hizo una mueca cuando la sorpresa
volvió ; había estado esperando que lo enviaran a reaparecer para poder reunir a su
gremio para destruir este lugar. —Parece que gastó un punto característico para
superar el umbral de diez puntos. No hay necesidad de alarma; simplemente estaba
tratando de soportar el dolor de Los Acuerdos—.
—Ja. Un gesto inú til—. Joe ignoró al Archimago aparentemente satisfecho mientras
seguía repasando las notificaciones.
Habilidad aumentada: manipulación de maná (principiante IX). ¿Qué te estás haciendo a
ti mismo? ¿Tortura corporal total para ganar unos miserables puntos de habilidad? ¡Eso
sí que es dedicación!
Habilidad aumentada: Canalización (Principiante II). ¡Felicidades! Has alcanzado las
etapas de principiante de la canalización y has obtenido un efecto adicional basado en
tus acciones con la canalización hasta este punto. Efecto extra: +5% de estabilidad de
hechizos al canalizar maná.
No es una ganancia terrible después de dos horas de dolor extenuante. Joe hubiera
preferido no haber estado en esta posició n, pero estuvo considerando seriamente -
hacerlo por un tiempo só lo para llevar su manipulació n de maná a mayores alturas.
Siempre podía cerrar sesió n y dejar que su avatar recibiera la paliza por él, pero no
ganaría ningú n nivel de habilidad de esa manera. É se era el gran peligro de estar
'encerrado' durante seis meses de tiempo real. Joe no adquiriría ninguna habilidad ni
tiempo para jugar. Tampoco podía borrar su personaje y comenzar uno nuevo, ya que
eso borraría su mente por completo.
Un tiempo indefinido después, Joe escuchó las palabras que había estado anhelando
desde el inicio de este proceso. —Es suficiente por ahora. Los estudiantes se unirá n a
nosotros pronto y debemos prepararnos para la ceremonia—.
Alguien se acercó a los cautivos, les agarró las muñ ecas y les arrancó las manos de los
tubos. Joe notó que quienquiera que fuera mantenía sus propias manos cubiertas con
guantes por si chocaban contra el vidrio. Apenas capaces de mantenerse en pie, Joe y
Cel fueron ignorados por uno de sus escoltas, obviamente en un intento de
enmascarar la tortura por la que acababan de pasar. Sus ropas estaban cubiertas con
tú nicas opulentas y alguien les frotó bruscamente la cara con un trapo hú medo.
Aparentemente luciendo tan bien como pretendían, los llevaron frente al trono del
Archimago y los obligaron a arrodillarse. Cel se movía con facilidad y alivio, pero los
mú sculos de Joe estaban trabados y tensos. No esperaba esto.
Los estudiantes comenzaron a llegar a la zona de asientos, charlando amistosamente y
separá ndose por el color de sus tú nicas. El ruido crecía constantemente, pero parecía
que só lo había unos trescientos magos en total uniéndose para ver lo que
consideraban un espectá culo alegre . Cuando todos encontraron un asiento, esperaron
para sentarse hasta que el Archimago les indicó que lo hicieran. Los ojos de Joe se
abrieron como platos. Nunca había imaginado que el Archimago tuviera tal control
sobre los que tenían inclinaciones má gicas. Echando un vistazo a su alrededor, vio que
los ojos de los consejeros estaban todos apagados y observaban los procedimientos
con impotencia.
—Hoy—, el Archimago se puso de pie con dificultad, ocultando su falta de condició n
física haciendo florecer su tú nica, —nos hemos reunido para observar un evento
especial. ¡Muchos de ustedes conocen a su hermano menor, el aprendiz de mago de
fuego Cel!
La multitud reunida comenzó a vitorear, calmá ndose después de un largo momento
mientras el Archimago agitaba sus manos. —Lo que muchos de ustedes no saben… ¡es
que hace unos días fue capturado por un mago rebelde!— Los jadeos ahogaron los
aplausos al instante. —¡Mientras este joven fue capturado, permaneció fuerte! ¡Luchó
valientemente contra su captor y aprendió muchas lecciones muy importantes! Sus
ojos brillaron de alegría mientras la gente reunida vitoreaba. No podían saber que las
lecciones que él había aprendido serían las que eventualmente todos aprenderían
también.
—Por su fuerza y fortaleza mental, hoy será ascendido al rango de mago oficial, y el
consejo decidirá
¡Su primera especializació n! El silencio duró un segundo má s, pero luego la gente
pareció estallar en vítores y aplausos salvajes. Una lá grima brotó de los ojos de Cel,
pero cualquiera que viera el líquido brillante só lo pensó que se había sentido
abrumado por la alegría y que estaba intentando permanecer estoico; lo respetaban
aú n má s por eso. —Aprendiz Cel, puedes acercarte y firmar… ¡ Los Acuerdos!—
Joe tuvo que reconocérselo al chico; sabía có mo trabajar con una audiencia. Cel se
puso de pie y marchó robó ticamente hacia Los Acuerdos. Obviamente estaba bajo
compulsió n, pero eso no se notaba desde la distancia. Joe tuvo que preguntarse por
qué el Archimago no ordenó simplemente a todos que lo firmaran tres veces. ¿Se
necesitaba má s maná para controlar a la població n si luchaban activamente contra
ella? Eso tendría sentido. Ademá s, ya estaba usando una gran cantidad de maná . ¿La
cantidad de veces que lo firmaste se correlacionó con la cantidad de maná que asignó
para controlarte? Había visto toda la construcció n oscurecerse cuando los consejeros
reunidos se habían movido. Joe observó có mo Cel caminaba los ú ltimos metros y
alcanzaba el enorme libro que contenía Los Acuerdos.
El libro se abrió y las pá ginas pasaron volando. Se detuvo y una vez má s se quedó tan
quieto como un depredador esperando a su presa. La mano de Cel siguió moviéndose,
y una hermosa pluma que parecía estar hecha de maná puro apareció en su mano. Se
recorrió el ú ltimo centímetro de su nombre garabateado y el nombre de Cel apareció
en Los Acuerdos por segunda vez. El maná que corría a través del cristal pareció
agitarse má s y un pequeñ o arco de poder saltó de Los Acuerdos a Cel. Reaccionó como
si hubiera sido alcanzado por un rayo, todo su cuerpo se puso rígido mientras jadeaba
de dolor. Cuando pudo moverse de nuevo, se dio la vuelta con una amplia sonrisa
plasmada en su rostro.
—Ú nete a nosotros... ¡ Oficial Cel!— El Archimago rugió , y la gente asombrada siguió
su ejemplo y comenzó a celebrar por su miembro recién ascendido. Cel bajó las
escaleras saltando, pará ndose con orgullo en el lugar que había dejado unos
momentos antes. Joe lo miró y pudo ver que sus ojos muy abiertos estaban
horrorizados, sin coincidir en absoluto con el resto de su expresió n.
Joe asintió a su ex cautivo mientras el Archimago comenzaba a hablar una vez má s. —
El otro hombre aquí arriba es uno que ninguno de ustedes reconoce, por una buena
razó n. ¡Este hombre es... el mago rebelde que mantuvo cautivo a Cel!
¡Tu reputación en el Mage's College se ha visto afectada! La reputación se redujo en el
año 2000. Nuevo estatus en la universidad: hostil.
—¡Así es!— El Archimago bramó mientras la habitació n estalló en confusos susurros.
—Este hombre rompió nuestras reglas y necesita pagar por sus crímenes. Sin
embargo, hemos decidido ser misericordiosos—. Los abucheos siguieron a sus
palabras. —Sé que sé. Por mucho que queramos ejecutarlo por sus crímenes, es un
viajero. ¡Una sola muerte sería demasiado simple para él! No só lo eso, sino que cuando
fue descubierto, se rindió tan pronto como pudo. Por supuesto... este era el ú nico
resultado posible. ¡Después de todo, nuestro propio Maestro de la Llama fue enviado
para traerlo!
El mago vestido de rojo que estaba en el estrado con ellos se puso de pie e hizo una
reverencia. El Archimago asintió con aprobació n. —Este hombre, conocido só lo como
'Joe', ha jurado seguir nuestras reglas a partir de ahora. ¡Con ese fin, hoy firmará los
Acuerdos! ¡Nunca má s tendrá la oportunidad de lastimar a uno de mis preciosos
estudiantes!
Mana debe haber sido usado para potenciar sus palabras y a la audiencia porque los
aplausos y los vítores podrían considerarse dañ o só nico en este punto. A Joe, a
diferencia de Cel, no se le permitió caminar libremente hasta Los Acuerdos. É l y otros
dos subieron las escaleras, pero se detuvieron a unos pocos escalones de la cima. —
¡Ahora es el momento de la verdad!— proclamó el Archimago mientras observaba a
Joe con atenció n. —¿Este hombre demostrará ser un brujo, o se unirá a la universidad
como el má s bajo de los bajos, esperando contra toda esperanza que algú n día
merezca unirse a nosotros como es debido?—
CAPÍTULO TREINTA Y SIETE
Respirando profundamente, Joe caminó lentamente los ú ltimos pasos hasta The
Accords . Extendió una mano temblorosa hacia el libro, que ardía negro con
falsificaciones ante su visió n ocultista. El libro empezó a brillar con poder y se abrió .
Las pá ginas pasaron borrosas y se detuvieron en el siguiente espacio abierto
disponible. La mano de Joe se acercó y se formó una pluma en su mano. Antes de tocar
la pá gina, abrió su mano izquierda y permitió que su cetro cayera de su anillo de
almacenamiento a su palma de espera.
—¡José! ¿Qué está s haciendo?— —tronó el Archimago. —Los Acuerdos está n
protegidos por todo el colegio. Atacarlos con un arma legendaria no haría nada. ¿Qué
les vas a hacer con un palo glorificado? Quita su silencio. ¡Responde, muchacho!
Joe miró hacia atrá s cuando el hechizo de silencio se desactivó . —Obviamente no voy
a hacer nada con Los Acuerdos con mi cetro.— Volvió a mirar Los Acuerdos y permitió
que la pluma se acercara. Al ver esto, los hechizos preparados dirigidos a él fueron
cancelados y la tensió n se alivió . Joe hizo una pausa justo antes del —Quill tocó el
papel antiguo, tocando el libro con su dedo directamente. — Realmente espero que
esto cuente. Activa la habilidad desde el título Términos y condiciones—. Su voz era
á spera por las largas horas sin hablar, pero fue má s que suficiente para activar el
primer título que había ganado.
Términos y condiciones efecto especial de un solo uso activado! No habrá repercusiones
basadas en el contrato por destruir el contrato objetivo, aunque es posible que otras
partes no estén satisfechas con usted. ¿Usar la habilidad en el contrato 'Los Acuerdos'? Sí
No
—¿Qué acaba de decir?— El Archimago se puso de pie con dificultad y estaba a punto
de empezar a subir las escaleras. —¡Silenciadle! ¡Ahora!—
—¡Sí!— Joe gritó mientras clavaba la aguja de su cetro en su pierna. Una 'T roja flotó
desde él mientras una gran cantidad de mensajes comenzaban a aparecer.
Has activado el efecto especial desde el título 'Términos y condiciones'. El contrato de
maná 'Los Acuerdos' será destruido en 5... 4...
Has activado un nuevo ritual: 'Estasis'. Este ritual hace que el objetivo no pueda
interactuar con nada, moverse o realizar ninguna acción. El objetivo todavía es capaz de
ver y pensar. Mientras este ritual esté activo, el objetivo y todo lo que tenga equipado no
se puede dañar, mover ni alterar de ninguna manera. Este ritual tiene una duración de
cinco minutos. Tiempo restante : 4:58.
Título obtenido: Brujo I. Has roto tu promesa al 'Maestro del Fuego' del colegio de
magos. Habías prometido no causar problemas. Hable con la parte perjudicada, un
magistrado o el Rey para que le eliminen este título. Los aumentos posteriores en la
clasificación de este título tendrán efectos cada vez más negativos en usted. Efecto:
Carisma -1, +10% de costo para todas las compras en tiendas neutrales o bien alineadas.
Habilidad aumentada: Magia Ritual (Aprendiz V). ¡Probar cosas nuevas en ti mismo es
una forma segura de terminar muerto! Menos mal que te gustan los riesgos. Veamos si
esto vale la pena.
El Archimago se detuvo y miró confundido la forma inmó vil de Joe . —¿Te atacaste a ti
mismo? ¿Por qué? ¡Qué está s haciendo!— Señ aló a Joe, creando un rayo que impactó
al hombre completamente inmó vil. Un acierto perfecto y, sin embargo, ni un solo
aspecto de Joe había cambiado. Incluso su ropa no sufrió dañ os. El rayo de poder
acababa de... terminar.
Mientras todos miraban maravillados, con só lo una pizca de confusió n, el efecto titular
de Joe entró en juego. La luz alrededor de Los Acuerdos se iluminó a medida que se
acumulaba maná y el sonido del papel rasgá ndose sacudió la habitació n. Sin má s
efectos extravagantes, The Accords desapareció con un pequeñ o *pop*. El Archimago
tropezó , mirando con horror el espacio que solía ocupar el enorme libro. —¿Qué… qué
has hecho?—
—¡Los malditos Acuerdos desaparecieron!— El Maestro del Fuego habló en tono de
sorpresa. Parecía aú n má s sorprendido de haber podido hablar. —¡Nosotros… somos
libres! ¡Concejales! ¡Somos libres! ¡Mata a ese cerdo!— El tono incrédulo se había
tornado asesino al final.
—¿Se ha ido? ¿Có mo es que no está n todos muertos entonces? El Archimago chilló al
notar docenas de miradas hostiles centradas en él. Erigió un escudo a su alrededor
justo antes de que mú ltiples hechizos elementales chocaran contra la delgada barrera
de energía. —¡Estudiantes! ¡Ayuda, me está n atacando!
La confusió n entre los estudiantes fue la ú nica reacció n a sus palabras. Todos sabían
que era imposible herir intencionalmente a uno de los miembros de la universidad,
especialmente al Archimago, entonces, ¿qué estaba pasando? En su confusió n, nadie se
movió para ayudar a ninguno de los lados. El Archimago estaba resistiendo los
ataques del consejo só lo debido a la enorme cantidad de encantamientos defensivos y
potenciadores de poder que cubrían su corpulento cuerpo.
Cayeron relá mpagos y extrañ os destellos en el aire palpitaron con oscura intenció n. El
fuego devoró el aire alrededor del Archimago, dejá ndolo jadeando a pesar de que
estaba protegido del dañ o directo. Losas de tejas se levantaron del suelo, se
sobrecalentaron y volaron a tales velocidades que podrían llamarse meteoritos. Uno
por uno, los hechizos y los artefactos infundidos de maná en poder del Archimago
comenzaron a romperse. Sus contraataques fueron tan débiles que ni siquiera
pudieron perforar el muro de poder que los ataques contra él crearon alrededor de su
cuerpo. En cambio, comenzó a buscar una manera de huir de la batalla.
Sus protecciones no durarían para siempre (de hecho, ya estaban fallando), pero le dio
tiempo para retirarse escaleras arriba hasta donde Joe estaba congelado en su lugar.
Respirando pesadamente por subir las escaleras y luchar , el Archimago sacó una daga
ornamentada de una cartera que tenía en el costado y la apuñ aló en el corazó n de Joe.
La punta de la daga se detuvo en la primera fibra de ropa que encontró , como si el
Archimago hubiera golpeado una pared de acero. Al ver que no hubo ningú n efecto, el
Archimago se agachó detrá s de Joe y trató de usarlo como escudo.
Su plan faltaba, ya que parecía que los otros magos no tenían reparos en destruirlos a
ambos hasta el olvido. De hecho, parecía que aunque los hechizos se estaban
volviendo menos llamativos, se estaban volviendo mucho má s mortales. Una línea de
lo que só lo podría describirse como —muerte instantá nea— taladrada en su escudo,
só lo se detuvo debido a la enorme complejidad de los encantamientos que el
Archimago había estado obligando a otros a crear para él durante siglos. —¡Bastardo!
¿Qué le hiciste a mis acuerdos? El Archimago se quedó gritando y sollozando a Joe
mientras el aire chisporroteaba con hechizos redirigidos y desviados. —¡ Encontraré
alguna manera de destruirte por esto!—
Una ola de magma se posó sobre él y destrozó la ú ltima de sus defensas pasivas. El
Archimago gritó mientras gotas de piedra fundida le salpicaban la cara. —¡Espera
espera espera! ¡Por favor! ¡Detener! ¡Me rindo, me rindo! Logró salvarse levantando
un escudo débil con su propio poder, obviamente no acostumbrado a los requisitos de
usar su propia magia durante un período de tiempo. Este era un hombre que
controlaba
otros, y había permitido que su poder personal disminuyera en favor de unas cuantas
décadas de hedonismo. Los ataques contra él cesaron momentá neamente, pero las
miradas en los rostros de los concejales prometían que la violencia se reanudaría
pronto.
—He cerrado las fisuras espaciales en esta á rea. No habrá escape mediante
teletransportació n—, habló en voz baja un mago con una tú nica negra brillante, pero
se escuchó claramente en la vasta sala. Sus palabras hicieron que el rostro del
Archimago palideciera aú n má s. —¿Por qué, por qué deberíamos permitirte vivir
cuando hemos sido tus esclavos durante añ os, patético gusano? ¿Alguna vez nos
brindaste la oportunidad de escapar o nos permitiste defender nuestro caso?
—¡Todos ustedes se lo merecían!— el tembloroso Archimago chilló y pisoteó el suelo,
intentando, sin éxito, cortarle la garganta a Joe. Esto no provocó ninguna reacció n por
parte de los magos, lo que molestó bastante a Joe. —¡Menospreciaste mi oficio, te
reíste de aquellos de nosotros que creamos contratos vinculantes! ¡Me estaba
vengando por haber sido tratado como un esclavo, un mestizo inú til! ¡Me llamaste
traficante de plumas o abogado de los pobres!
—¿Entonces nos esclavizaste ? ¿Todos nosotros? ¡Nunca te había conocido! —le gritó
una mujer vestida con una tú nica marró n.
—¡No importaba! ¡Ninguno de ustedes importa! ¡ Soy el Archimago! ¡ Sabía que la
magia de contrato era má s poderosa de lo que cualquiera de ustedes podría esperar
derrotar, y lo demostré ! El hombre obeso respiraba con dificultad y se hundía en el
suelo, agarrá ndose el pecho como si su corazó n estuviera fallando.
—¡El Reino ha estado en guerra! ¡Nos detuviste, negá ndote a permitirnos unirnos!
¡Miles han muerto a causa de vuestra cobardía y de vuestro lucro! Nuestras aldeas
periféricas han sido robadas o destruidas , ¡cualquiera que no esté en la ciudad capital
está muerto o esclavizado! ¡Es posible que hayas matado a la humanidad entera por tu
inacció n!
—¡No me importa!— Resultó que el Archimago no estaba sufriendo un ataque al
corazó n, estaba sacando una piedra que ardía con una luz multicolor de un bolsillo
escondido. —¡Todos ustedes van a morir de todos modos!—
El Archimago retrocedió para arrojar la piedra, pero la mano de Joe se estiró y agarró
su brazo flá cido. Joe arrebató la piedra y luego blandió su cetro hacia la cabeza del
Archimago. El hombre corpulento retrocedió sin comprender cuando Joe saltó hacia
adelante, golpeá ndolo y enviá ndolo a volar hacia el espacio que Los Acuerdos habían
dejado recientemente libre.
Gritando, el Archimago fue bombeado con el maná que había sido acumulado y
almacenado por el tubo. Mana entró en su cuerpo, llená ndolo má s allá de su
capacidad, má s allá de la comprensió n o los límites humanos. Joe aterrizó en el suelo y
se cubrió la cabeza. Los gritos parecieron persistir y reverberar en el aire mientras el
cuerpo del Archimago se inflaba y explotaba en sangre. La carne cargada de maná se
vaporizó antes de que tuviera la oportunidad de aterrizar en algo, pero la onda de
conmoció n arrojó a Joe fuera de la plataforma elevada.
Aterrizó pesadamente con una gran parte de su salud eliminada, aturdido y
desorientado. Levantó la vista para ver a miembros del consejo potencialmente
hostiles mirá ndolo, pero entonces Cel atravesó la pared de cuerpos que se había
formado a su alrededor. —¡José! ¡Estas vivo! ¿Có mo? ¿Có mo sobreviviste a todo eso y
aun así lograste evitar que nos atacara?
Sacudiendo la cabeza, Joe tosió y se curó . —Oh, maldita sea, eso duele. ¿Recuerdas ese
ritual que hicimos esta mañ ana? Es un ritual llamado 'Estasis'. Activarlo me hizo
incapaz de moverme o realizar cualquier acció n, pero también me protegió de todo lo
que me arrojaron—.
—¿Có mo saliste? Cuando querías moverte, simplemente... se detenía—. Cel pareció
tomar su respuesta al pie de la letra, lo cual Joe agradeció .
—Construí una funció n en todos mis rituales que me permite desactivarlos a voluntad.
Sabía que bloquear ese ataque podría matarme, pero tenía que detenerlo. Siempre
puedo volver; Todos ustedes no podrían hacerlo—. Joe tomó la mano de Cel y lo puso
de pie por lo que ahora esperaba que fuera un amigo.
—Pá same la piedra, muchacho—. Un hombre vestido con una tú nica blanca con
caracteres arcanos negros cosidos extendió su mano.
Joe miró a Cel. Cel asintió con aprobació n. —É l es el Maestro del Encantamiento.
Hazlo.— Joe se encogió de hombros y colocó la piedra brillante en la mano extendida.
Al mirar la piedra, el hombre empezó a temblar. —Tan inestable, ¿có mo pudo durar
tanto ? ¡Qué maníaco! ¡Un Gran Nú cleo Radiante con un encantamiento creado para
disociarse al impactar! ¡Esa reacció n habría destruido al menos la mitad de la ciudad!
Un par de estudiantes que escuchaban se desmayaron. Cel estaba pá lido y se
humedeció los labios con nerviosismo. —¿Qué… qué hacemos con eso?—
—¡Lo estoy alimentando al Mana Engine, eso es lo que estoy haciendo con él! ¡No te
involucres en conversaciones a este nivel, bebedor de leche! El anciano marchito se
acercó al cristal expuesto de lo que parecía
aparentemente algo llamado motor de maná y tocó la piedra con el tubo. La piedra se
quedó allí y la luz de su interior se apagó lentamente. —¡Allá ! Espere unos minutos y
toda la energía almacenada se convertirá en una forma utilizable. Incluso podría
arreglar las protecciones. ¡Ja! Con tanta potencia será mejor que arregle las
protecciones—.
—¿Qué quieres decir?— le preguntó un mago un poco menos arrugado.
El hombre de tú nica blanca cruzó los brazos a la espalda. —Ese tonto de Archimago
desvió el poder del Mana Engine para mantener sus preciosos acuerdos en vigor. Dejó
la universidad indefensa, desprotegida del mundo exterior. Esa es la verdadera razó n
por la que nunca permitió que nadie má s que los aprendices tomaran misiones para el
ejército o el Reino. Nos necesitaba aquí para protegerlo si nos atacaban—. Escupió a
un lado. —Creo que la venganza está completamente subestimada; Verlo vaporizarse -
fue increíble—.
Joe miró a los magos restantes que lo rodeaban. —Supongo que la siguiente pregunta
es… ¿y ahora qué?—
—Y ahora qué, de hecho. Nos has salvado de un destino que ninguno de nosotros
quería, liberando a cientos de nobles, magos y viajeros incluso si no sabían que eran
esclavos. Cualquier cosa que quieras de nosotros, intentaremos acomodarlo. Al menos
lo haré—, el Maestro del Fuego habló en nombre del grupo, y quienes lo rodeaban
asintieron. Parecían un poco cautelosos a la hora de hacer una promesa tan radical
como esa, pero parecían sentirse un poco culpables por sus dudas. Después de todo,
ahora eran libres. Podrían decirle —no— si intentara obtener recompensas
extravagantes.
—En ese caso...— Joe pensó por un momento, y los magos a su alrededor se pusieron
bastante tensos mientras el silencio persistía. —Podría pedir dinero o
encantamientos, pero la verdad es que o no los necesito o no sé qué pedir. En cambio,
só lo pediré algunos términos generales. Primero, me gustaría entrenarme como mago,
pero no quiero estar en deuda con tu grupo. Detén esta basura de 'magos rebeldes' y
deja que la gente explore sus poderes. A continuació n, me gustaría pedirle que
reduzca sus tarifas y abra la universidad al pú blico en general. Esto es para esta
pró xima petició n: como ustedes saben, el Reino está en guerra; Me gustaría que les
ayudaras en lo posible. Se necesitan má s magos si queremos expandir la influencia
humana, y lo que tenemos actualmente simplemente no es suficiente para combatir a
la nació n Wolfman—. Los magos asintieron grandiosamente . Estas eran cosas que
habrían logrado, pero como una petició n personal de su salvador podrían actuar
mucho má s rá pido y evitar algunas negociaciones políticas sobre estos temas.
—Ademá s, sé que la biblioteca está desesperada por ampliar su selecció n . ¿Te
opondrías a donarles una copia de tu investigació n para que la guarden? Estoy seguro
de que estarían dispuestos a imponer restricciones sobre quién puede acceder a los
materiales—. Esta sugerencia fue recibida con mucho menos entusiasmo, pero no
dijeron —no—.
—Finalmente...— El tono de Joe hizo que la tensió n reapareciera. —¿Maestro
del Fuego?— —Sí...?—
—Rompí una promesa contigo. A la luz de las circunstancias, ¿podrías eliminar mi
estatus de brujo?
Tu reputación en el Mage's College ha aumentado en 8000 puntos. Situación actual:
Familia Ampliada.
EPÍLOGO
Cuando Joe entró por primera vez al á rea comú n de la casa del gremio, una forma
chillona con cabello azul intenso se estrelló contra él con un tackle de cuerpo entero.
—¡Ustedes destruyeron los acuerdos! ¡Cualquiera que los haya firmado recibió una
notificació n! ¡Ni siquiera sabía lo restringidos que eso nos hacía! ¿Có mo lo
descubriste? ¿Sabías que ahora hay doce nuevas clases en las que podemos
especializarnos? ¡Doce! ¡Y eso es só lo lo que sabemos ! ¡Voy a aprender a encantar! Me
aceptaron de inmediato cuando les dije que te conocía y que era parte de tu gremio;
¡Todos nosotros incluso obtenemos un descuento!
—¿Terra?— La mente de Joe finalmente captó la avalancha de palabras que entraban
por sus oídos. Su boca era como un agujero negro al revés; en lugar de absorber cosas,
constantemente escupía ruido. —Espera, ¿todos saben que fui yo?—
—¡Hubo un anuncio en todo el servidor! ¿No has mirado tus notificaciones? Terra le
sonrió , pero se convirtió en un puchero después de un momento. —Aú n no lo hiciste,
¿verdad? ¡Ah! Tú eres famoso; ¡Debes haber ganado como un billón de puntos de fama
con esto! ¡Mira tus notificaciones! ¡Hazlo ahora!—
La excitada charla de Terra había atraído a la mayoría de los habitantes de las
habitaciones, y parecían estar de acuerdo con ella. Aten entró en el á rea y, al ver a Joe,
parecía que estaba a punto de besarlo. —¡José! ¡No puedo creerlo! Ahora somos el
gremio superior y-—
—¡Tranquilizarse!— Terra lo interrumpió fríamente. —Joe no ha revisado sus
notificaciones, ¡no estropees la sorpresa!—
Ahora, con una expresió n de dolor en su rostro, Aten se sentó y murmuró
sombríamente: —A este ritmo, me eliminará n. Tal vez al menos me deje ser oficial.
Con todos los ojos expectantes puestos en él, Joe abrió torpemente su sobrecargada
pantalla de notificaciones.
¡Anuncio en todo el servidor ! ¡Alegrarse! ¡El Mage's College ha sido liberado de la
esclavitud tiránica del Archimago por el jugador joe' del gremio The Wanderers! Con la
derrota del Archimago, nuevos
Productos como pociones de maná están disponibles para la venta en varias tiendas. El
costo de ser entrenado en habilidades basadas en magos se ha reducido en un 60%, ¡y
doce nuevas clases basadas en magos están disponibles para especialización en Mage's
College! ¡El gremio The Wanderers ha maximizado su reputación en el Reino de Ardania
mientras 'Joe' siga siendo miembro! Su impuesto gremial al Reino se ha reducido en un
75%. ¡Cuidado: opónganse a ellos y se opondrán a la corona!
Misión oculta (legendaria) completada: Magia desencadenante. Completaste una misión
que nadie sabía que era una misión al destruir un contrato que no podía destruirse. ¡No
sólo derrotaste al Archimago, sino que no permitiste que muriera ningún otro mago! Al -
completar requisitos aparentemente imposibles y salvar aquellos que no deberían haber
sobrevivido, la calificación de esta misión aumentó de dificultad épica a legendaria.
Las recompensas han aumentado, pero no podrás saquear el Mage's College sin infringir
la ley. Recompensas: Exp: 20,000, 100 monedas de platino, los precios por habilidades y
entrenamiento en clase en la universidad se reducen aún más para ti y los jugadores en
tu lista de —amigos— en un 30%. La reputación ante la universidad está bloqueada al
máximo a menos que cometas un delito grave contra ellos. Si completas esta misión solo
y la universidad se une a la guerra, obtendrás el 5% de todos los puntos de contribución
obtenidos por la universidad para el esfuerzo de guerra. Esto afectará tu misión
'Destrozar a un pueblo'.
¡La clasificación de tu deidad ha aumentado! Ha pasado de ser —desconocido— a —
prácticamente desconocido—. ¡Los conocimientos, objetos y ubicaciones poco comunes -
serán un 5 % más fáciles de descubrir para todos los jugadores durante dos semanas!
Misión completada: Gana el favor de un dios. ¡Has encontrado suficiente conocimiento
oculto o has completado suficientes misiones ocultas para ganarte el favor de una
deidad! Recompensa: ¡Has desbloqueado tu primera especialización! Alcanza el nivel
diez y ve a un santuario dedicado a Tatum para ver los detalles. Aumento de reputación
con el dios oculto Tatum: 2000. Estado actual: Amistoso.
Título obtenido: Los Elegidos de Tatum. Eres el elegido de una deidad y tienes su
bendición. Cuando su clase se mostraría como 'clérigo', ahora se mostrará como
'Arquiclérigo'. Has obtenido acceso a un nuevo hechizo.
Hechizo ganado: Resurrección (Novicio I). Este es un hechizo otorgado sólo al campeón
de una deidad, y sólo un seguidor puede tener este hechizo a la vez. Aumenta tu
habilidad con este hechizo para aumentar sus efectos. Efecto: Devuelve la vida a una
persona caída con (24+ln)% de salud, maná y resistencia y devuelve (19+ln)%> de
experiencia perdida donde 'n' es igual a habilidad
nivel. Puede usarse una vez cada 24 horas. El objetivo debe estar al mismo nivel o más
bajo que el lanzador. El objetivo debe resucitar dentro de una hora de la muerte. No se
puede usar en uno mismo.
Título obtenido: Anti-mago. Has matado al mago mejor clasificado del Reino. Al hacerlo,
habrás demostrado que tienes lo necesario para matar a cualquiera de ellos. +10% de
resistencia a hechizos. +50 % de bonificación de intimidación contra clases basadas en
magos.
Título obtenido: Objeto inmueble. Has resistido hechizos que podrían destrozar edificios
y armas que pueden perforar el acero. Lo hiciste estoicamente, sin inmutarte, esquivar ni
morir. +80% de resistencia al retroceso . Constitución +2, fuerza +1.
Título eliminado: ha perdido el título —Términos y condiciones— debido a que utilizó el
beneficio del título.
Título eliminado: Brujo. Has perdido el título de 'Brujo'. Se han restablecido el carisma y
los precios de la tienda.
Precaución; Tienes al menos 5 de 10 espacios para títulos ocupados. Puede optar por
reemplazar uno si es necesario, pero tenga en cuenta que obtener un título negativo
obligatorio mientras todos los espacios para títulos están llenos eliminará otro título no
obligatorio al azar. (Ejemplo: brujo).
Joe jadeó cuando todos los efectos lo golpearon al mismo tiempo. ¡No solo pasó al
nivel nueve instantá neamente, sino que también superó el umbral de diez puntos en
fuerza! Sus huesos se movieron dolorosamente a medida que sus mú sculos se
espesaron y se volvieron má s solidarios. De repente, estar de pie ya no parecía una
tarea ardua, ¡y sentía que podía cargar una mochila entera llena de carne de lobo!
Respiró hondo y su pecho llevó aire a sus pulmones sin la tensió n que antes le hacía
toser. ¡Joe se sintió humano otra vez!
Después de llegar a este nuevo nivel, Joe también había ganado cinco puntos
característicos para gastar, por lo que rá pidamente colocó tres en inteligencia y dos en
sabiduría. Cerrando todas las pantallas, miró al grupo que lo esperaba con extrañ as
sonrisas. Pensando en las notificaciones que habrían visto, gritó de alegría. —¡Esto es
increíble! ¿Má xima reputació n con Ardania y un setenta y cinco por ciento menos de
impuestos?
Esto provocó que algunas personas vitorearan, especialmente Aten, quien aplaudía y
silbaba en una habitació n que por lo demá s estaba mayormente silenciosa. Terra se
rió y miró a Joe por el rabillo del ojo. —No, sí, estamos emocionados. Debo decir que lo
que sea que acabas de hacer que hizo que toda tu piel se deslizara fue un poco extrañ o.
Parecía como si tuvieras gusanos arrastrá ndote.
—¡Oh, no! Bruto. Ahora necesito una ducha—. Joe tembló un poco teatralmente. —
Acabo de llegar a diez puntos de fuerza y superé un umbral—.
Algunas personas suspiraron y parecieron menos disgustadas. Aten notó que la gente
comenzaba a dispersarse ahora que la diversió n había terminado y rá pidamente silbó
para llamar su atenció n. —Con los precios y las nuevas clases disponibles en la
universidad, estaremos auspiciando a todo aquel que quiera obtener un cambio de
clase. ¡En este momento solo tenemos dos usuarios de magia y necesitamos aumentar
esos nú meros! ¡Esos son nú meros de novato! Ahora mismo, cualquiera que cambie de
clase tiene garantizado un lugar en uno de los veinte mejores equipos. Sé que la
mayoría de ustedes no está n preparados para eso, ya que han puesto puntos
principalmente en estadísticas físicas, ¡así que no se preocupen por si nos lo
reprochamos si quieren mantener su clase actual!
Só lo una pequeñ a cantidad de personas estaban interesadas en el cambio de clase, y la
mayoría de ellos eran de muy bajo nivel. Aten hizo que se mudaran a otra habitació n,
dejando a Joe recuperar el aliento y relajarse un poco. Quería una siesta, pero
necesitaba tomarse un momento y repensar sus planes en este momento. Ahora que
tenía a su disposició n nuevas habilidades de mago, necesitaba entrenar un poco y
volverse má s poderoso. Sin mencionar que ahora que tenía la má xima reputació n en la
universidad, era probable que pudiera encontrar libros y manuales sobre magia ritual
que habían sido prohibidos por el Archimago recientemente fallecido.
Hablando de magia ritual... Joe revisó su hoja de estadísticas y notó que tenía dieciséis
puntos de habilidad sin usar. Por un largo momento pensó en ponerlos en su hechizo
de resurrecció n, pero realmente no valía la pena ya que solo podía usar ese hechizo
una vez al día. Decidió subir de rango usándolo por un tiempo para poder comprender
los conceptos detrá s de él. Joe colocó catorce puntos en magia ritual, guardando dos
puntos en caso de que los necesitara má s tarde. Después de aceptar los cambios, su
mente se vio inundada de nuevos conceptos y significados matizados de todos los
diagramas y componentes de hechizos que había estudiado hasta el momento. Se
sentía como si acabara de graduarse de la escuela secundaria con una educació n
dedicada a los rituales. Leyó la notificació n que apareció y luego revisó su hoja de
estadísticas y sus cinco habilidades principales.
Habilidad aumentada: Magia Ritual (Estudiante IX). ¡Alegrarse! ¡Has ingresado a las
filas de un Estudiante en magia ritual! ¡Según tu uso reciente de rituales alineados con el
combate, se agregará un nuevo efecto a la habilidad! Efecto: Los rituales son un 10%
más efectivos contra objetivos individuales. Esto aumenta al 15% si otro ser fue obligado
a participar en la creación del ritual en contra de su voluntad y al 20% si el objetivo del
ritual
se vio obligado a participar en la creación del ritual. 'Forzar' no incluye el uso de su
material genético para atacarlos.
Nombre: Joe 'El Elegido de Tatum' Clase: Archiclérigo (Real: Ritualista) Profesión:
Erudito (Real: Ocultista)
Nivel: 9 Exp: 37,978 Exp al siguiente nivel: 7,022
Puntos de vida: 50/50 (50+(0))
Maná: 704/704 (12,5 por punto de inteligencia, +100% de la deidad, -12% de la
manipulación de maná)
Regeneración de maná: 8,99/seg (0,25 por punto de sabiduría, + 9 % de la potencia de
Coales)
Resistencia: 50/50 (50+(0)+(0))
Característica: Puntuación bruta (Modificador)
Fuerza: 10 (1,10) Destreza: 10 (1,10)
Constitución: 12 (1.12) Inteligencia: 33 (1.33) Sabiduría: 32 (1.32) Carisma: 15 (1.15)
Percepción: 25 (1.25) Suerte: 15 (1.15) Suerte Kármica: +5
Habilidades principales
Saltar (Maestro 0): Tu habilidad para Saltar con habilidad y sin lastimarte.
Saltar (Maestro 0): agrega tu nivel de habilidad de salto a cualquier cosa que pueda
saltar. ¡Tenga cuidado de no sacar conclusiones incorrectas! ( Renta actual: +62)
Magia ritual (Estudiante IX): capacidad de crear, mantener y cambiar rituales de
manera mucho más eficiente de lo habitual. -.5n% coste de maná y componentes donde
'n' es igual al nivel de habilidad. Los rituales son un 10% más efectivos contra objetivos
individuales. Esto aumenta al 15% si otro ser fue obligado a participar en la creación del
ritual en contra de su voluntad y al 20% si el objetivo del ritual fue obligado a participar
en el ritual. 'Forzar' no incluye el uso de su material genético para atacarlos.
Manipulación de maná (Principiante IX): (-30+ln)% maná. (+l+ln)% de eficiencia del
hechizo donde 'n' es igual al nivel de habilidad. (Máximo 25% de eficiencia)
Reparar (Principiante VIII): seleccione un objetivo para curarlo y restaurarle 5n de
salud, donde 'n' es igual al nivel de habilidad. Mend es capaz de curar huesos rotos. La
afinidad oscura se agrega automáticamente al hechizo y curará a las criaturas
alineadas con la oscuridad con el doble de eficacia.
Joe repasó las estadísticas y habilidades y se frotó la barbilla pensativamente. Tenía
un conjunto só lido de habilidades y un gremio que lo apoyaba, y ahora era el
momento de comenzar a formar su propio equipo. Aunque disfrutaba de su tiempo
como jugador en solitario, si quería progresar en el juego, necesitaba volverse má s
activo con otros jugadores. Cuando Joe hubiera entrenado (y aprendido a confiar) en
su equipo, comenzaría a enseñ arles magia ritual y trabajaría para construir su
aquelarre. ¡Con el tiempo, podrían dar forma al mundo con rituales de nivel Sabio!
Joe sintió una mirada penetrante cuando terminó de leer. Mirando por encima del
hombro, vio a Tatum sentado en la mesa detrá s de él, aparentemente invisible para los
demá s ocupantes de la habitació n. La deidad le guiñ ó un ojo y asintió , como afirmando
que los planes de Joe estaban bien pensados. Después de señ alar el estandarte de su
gremio, Tatum desapareció , dejando atrá s solo el olor a libros viejos. Joe miró la
pancarta y notó que ahora había un sello real holográ fico que parecía flotar sobre su
escudo de armas. Tendría que decírselo a alguien.
Suspiró y se levantó . Ya era hora de ponerse manos a la obra. Puede que sus objetivos
aú n estén muy lejos, pero estaba contento con su progreso hasta este punto. Ademá s,
Joe sabía que nunca pararía hasta haber completado todo lo que ofrecía el juego.

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