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Un señor muy viejo con unas alas enormes

Gabriel García Márquez

Una familia vive humildemente en un pueblo costero junto al mar Caribe,


hasta que en el patio de su casa aparece un extraño personaje…

Al tercer día de lluvia habían matado tan-


tos cangrejos dentro de la casa, que Pelayo tuvo que
estupor. Estaba vestido como un trapero*. Le quedaban
apenas unas hilachas descoloridas en el cráneo pelado
atravesar su patio anegado para tirarlos al mar, pues el y muy pocos dientes en la boca, y su lastimosa con-
niño recién nacido había pasado la noche con calenturas dición de bisabuelo ensopado lo había desprovisto de
y se pensaba que era a causa de la pestilencia. El mun- toda grandeza. Sus alas de gallinazo grande, sucias y
do estaba triste desde el martes. El cielo y el mar eran medio desplumadas, estaban encalladas para siempre
una misma cosa de ceniza, y las arenas de la playa, que en el lodazal. Tanto lo observaron, y con tanta atención,
en marzo fulguraban* como polvo de lumbre, se habían que Pelayo y Elisenda se sobrepusieron muy pronto del
convertido en un caldo de lodo y mariscos podridos. La asombro y acabaron por encontrarlo familiar. Entonces
luz era tan mansa al mediodía, que cuando Pelayo re- se atrevieron a hablarle, y él les contestó en un dialecto
gresaba a la casa después de haber tirado los cangrejos, incomprensible pero con una buena voz de navegante.
le costó trabajo ver qué era lo que se movía y se quejaba Fue así como pasaron por alto el inconveniente de las
en el fondo del patio. Tuvo que acercarse mucho para alas, y concluyeron con muy buen juicio que era un náu-
descubrir que era un hombre viejo, que estaba tumbado frago solitario de alguna nave extranjera abatida por el
boca abajo en el lodazal, y a pesar de sus grandes es- temporal. Sin embargo, llamaron para que lo viera a una
fuerzos no podía levantarse, porque se lo impedían sus vecina que sabía todas las cosas de la vida y la muerte,
enormes alas. y a ella le bastó con una mirada para sacarlos del error.
Asustado por aquella pesadilla, Pelayo corrió en bus- —Es un ángel —les dijo—. Seguro que venía por el
ca de Elisenda, su mujer, que estaba poniéndole com- niño, pero el pobre está tan viejo que lo ha tumbado
presas al niño enfermo, y la llevó hasta el fondo del la lluvia.
patio. Ambos observaron el cuerpo caído con un callado

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Al día siguiente todo el mundo sabía que en casa de y con un breve sermón previno a los curiosos contra los
Pelayo tenían cautivo un ángel de carne y hueso. Con- riesgos de la ingenuidad. Les recordó que el demonio
tra el criterio de la vecina sabia, para quien los ángeles tenía la mala costumbre de recurrir a artificios de car-
de estos tiempos eran sobrevivientes fugitivos de una naval para confundir a los incautos. Argumentó que si
conspiración celestial, no habían tenido corazón para las alas no eran el elemento esencial para determinar
matarlo a palos. Pelayo estuvo vigilándolo toda la tar- las diferencias entre un gavilán y un aeroplano, mucho
de desde la cocina, armado con un garrote de alguacil, menos podían serlo para reconocer a los ángeles. Sin
y antes de acostarse lo sacó a rastras del lodazal y lo embargo, prometió escribir una carta a su obispo, para
encerró con las gallinas en el gallinero alumbrado. A que este escribiera otra a su primado y para que este
media noche, cuando terminó la lluvia, Pelayo y Elisen- escribiera otra al Sumo Pontífice, de modo que el vere-
da seguían matando cangrejos. Poco después el niño dicto final viniera de los tribunales más altos.
despertó sin fiebre y con deseos de comer. Entonces se
sintieron magnánimos y decidieron poner al ángel en fulgurar. Resplandecer.
una balsa con agua dulce y provisiones para tres días, trapero. Ropavejero; persona que compra y vende ropa y
y abandonarlo a su suerte en altamar. Pero cuando sa- objetos usados. En este caso, se refiere al aspecto humilde
del personaje.
lieron al patio con las primeras luces, encontraron a egregio. Que es reconocido por sobresalir en algún aspecto,
todo el vecindario frente al gallinero, retozando con el en este caso, la dignidad.
ángel sin la menor devoción y echándole cosas de co-
mer por los huecos de las alambradas, como si no fuera
una criatura sobrenatural sino un animal de circo.
El padre Gonzaga llegó antes de las siete alarmado
por la desproporción de la noticia. A esa hora ya ha-
bían acudido curiosos menos frívolos que los del ama-
necer, y habían hecho toda clase de conjeturas sobre
el porvenir del cautivo. Los más simples pensaban que
sería nombrado alcalde del mundo. Otros, de espíritu
más áspero, suponían que sería ascendido a general
de cinco estrellas para que ganara todas las guerras.
Algunos visionarios esperaban que fuera conservado
como semental para implantar en la tierra una estirpe
de hombres alados y sabios que se hicieran cargo del
Universo. Pero el padre Gonzaga, antes de ser cura, ha-
bía sido leñador macizo. Asomado a las alambradas re-
pasó en un instante su catecismo, y todavía pidió que
le abrieran la puerta para examinar de cerca a aquel
varón de lástima que más bien parecía una enorme
gallina decrépita entre las gallinas absortas. Estaba
echado en un rincón, secándose al sol las alas extendi-
das, entre las cáscaras de fruta y las sobras de desayu-
nos que le habían tirado los madrugadores. Ajeno a las
impertinencias del mundo, apenas si levantó sus ojos
de anticuario y murmuró algo en su dialecto cuando el
padre Gonzaga entró en el gallinero y le dio los buenos
días en latín. El párroco tuvo la primera sospecha de su
impostura al comprobar que no entendía la lengua de
Dios ni sabía saludar a sus ministros. Luego observó
que visto de cerca resultaba demasiado humano: tenía
un insoportable olor de intemperie, el revés de las alas
sembrado de algas parasitarias y las plumas mayores
maltratadas por vientos terrestres, y nada de su natu-
raleza miserable estaba de acuerdo con la egregia* dig-
nidad de los ángeles. Entonces abandonó el gallinero,

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Su prudencia cayó en corazones estériles. La noticia preció sin probarlos los almuerzos papales que le lleva-
del ángel cautivo se divulgó con tanta rapidez, que al ban los penitentes, y nunca se supo si fue por ángel o
cabo de pocas horas había en el patio un alboroto de por viejo que terminó comiendo nada más que papillas
mercado, y tuvieron que llevar la tropa con bayonetas de berenjena. Su única virtud sobrenatural parecía ser
para espantar el tumulto que ya estaba a punto de la paciencia. Sobre todo en los primeros tiempos, cuan-
tumbar la casa. Elisenda, con el espinazo torcido de do le picoteaban las gallinas en busca de los parásitos
tanto barrer basura de feria, tuvo entonces la buena estelares que proliferaban en sus alas, y los baldados*
idea de tapiar el patio y cobrar cinco centavos por la le arrancaban plumas para tocarse con ellas sus de-
entrada para ver al ángel. fectos, y hasta los más piadosos le tiraban piedras tra-
Vinieron curiosos hasta de la Martinica. Vino una tando de que se levantara para verlo de cuerpo entero.
feria ambulante con un acróbata volador, que pasó La única vez que consiguieron alterarlo fue cuando le
zumbando varias veces por encima de la muchedum- abrasaron* el costado con un hierro de marcar novi-
bre, pero nadie le hizo caso porque sus alas no eran llos porque llevaba tantas horas de estar inmóvil que lo
de ángel sino de murciélago sideral. Vinieron en bus- creyeron muerto. Despertó sobresaltado, despotrican-
ca de salud los enfermos más desdichados del Caribe: do en lengua hermética y con los ojos en lágrimas, y
una pobre mujer que desde niña estaba contando los dio un par de aletazos que provocaron un remolino de
latidos de su corazón y ya no le alcanzaban los núme- estiércol de gallinero y polvo lunar, y un ventarrón de
ros, un jamaicano que no podía dormir porque lo ator- pánico que no parecía de este mundo. Aunque muchos
mentaba el ruido de las estrellas, un sonámbulo que creyeron que su reacción no había sido de rabia sino
se levantaba de noche a deshacer dormido las cosas de dolor, desde entonces se cuidaron de no molestarlo,
que había hecho despierto, y muchos otros de menor porque la mayoría entendió que su pasividad no era la
gravedad. En medio de aquel desorden de naufragio de un héroe en uso de buen retiro sino la de un cata-
que hacía temblar la tierra, Pelayo y Elisenda estaban clismo en reposo.
felices de cansancio, porque en menos de una semana El padre Gonzaga se enfrentó a la frivolidad de la
atiborraron de plata los dormitorios, y todavía la fila muchedumbre con fórmulas de inspiración doméstica,
de peregrinos que esperaban turno para entrar llegaba mientras le llegaba un juicio terminante sobre la natura-
hasta el otro lado del horizonte. leza del cautivo. Pero el correo de Roma había perdido la
El ángel era el único que no participaba de su propio noción de la urgencia. El tiempo se les iba en averiguar
acontecimiento. El tiempo se le iba en buscar acomodo si el convicto tenía ombligo, si su dialecto tenía algo que
en su nido prestado, aturdido por el calor de infierno ver con el arameo, si podía caber muchas veces en la
de las lámparas de aceite y las velas de sacrificio que punta de un alfiler, o si no sería simplemente un norue-
le arrimaban a las alambradas. Al principio trataron de go con alas. Aquellas cartas de parsimonia habrían ido
que comiera cristales de alcanfor, que, de acuerdo con y venido hasta el fin de los siglos, si un acontecimiento
la sabiduría de la vecina sabia, era el alimento especí- providencial no hubiera puesto término a las tribulacio-
fico de los ángeles. Pero él los despreciaba, como des- nes del párroco.

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Sucedió que por esos días, entre muchas otras atrac- tuvo a punto de ganarse la lotería, y el del leproso a
ciones de las ferias errantes del Caribe, llevaron al quien le nacieron girasoles en las heridas. Aquellos
pueblo el espectáculo triste de la mujer que se había milagros de consolación que más bien parecían entre-
convertido en araña por desobedecer a sus padres. tenimientos de burla, habían quebrantado ya la repu-
La entrada para verla no solo costaba menos que la tación del ángel cuando la mujer convertida en araña
entrada para ver al ángel, sino que permitían hacerle terminó de aniquilarla. Fue así como el padre Gonzaga
toda clase de preguntas sobre su absurda condición, y se curó para siempre del insomnio, y el patio de Pelayo
examinarla al derecho y al revés, de modo que nadie volvió a quedar tan solitario como en los tiempos en
pusiera en duda la verdad del horror. Era una tarántula que llovió tres días y los cangrejos caminaban por los
espantosa del tamaño de un carnero y con la cabeza dormitorios.
de una doncella triste. Pero lo más desgarrador no era Los dueños de la casa no tuvieron nada que lamentar.
su figura de disparate, sino la sincera aflicción con que Con el dinero recaudado construyeron una mansión de
contaba los pormenores de su desgracia: siendo casi dos plantas, con balcones y jardines, y con sardineles
una niña se había escapado de la casa de sus padres muy altos para que no se metieran los cangrejos del in-
para ir a un baile, y cuando regresaba por el bosque vierno, y con barras de hierro en las ventanas para que
después de haber bailado toda la noche sin permiso, no se metieran los ángeles. Pelayo estableció además
un trueno pavoroso abrió el cielo en dos mitades, y por un criadero de conejos muy cerca del pueblo y renunció /// BLOQUE I | Capítulo 03
aquella grieta salió el relámpago de azufre que la con- para siempre a su mal empleo de alguacil, y Elisenda
virtió en araña. Su único alimento eran las bolitas de se compró unas zapatillas satinadas de tacones altos y
carne molida que las almas caritativas quisieran echar- muchos vestidos de seda tornasol, de los que usaban
le en la boca. Semejante espectáculo, cargado de tanta las señoras más codiciadas en los domingos de aque-
verdad humana y de tan temible escarmiento*, tenía llos tiempos. El gallinero fue lo único que no mereció
que derrotar sin proponérselo al de un ángel despecti- atención. Si alguna vez lo lavaron con creolina y que-
vo que apenas si se dignaba mirar a los mortales. Ade-
más, los escasos milagros que se le atribuían al ángel
revelaban un cierto desorden mental, como el del ciego baldado. Que padece tuberculosis.
abrasar. Quemar.
que no recobró la visión pero le salieron tres dientes
escarmiento. Castigo.
nuevos, y el del paralítico que no pudo andar pero es-

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maron las lágrimas de mirra en su interior, no fue por Una mañana, Elisenda estaba cortando rebanadas
hacerle honor al ángel, sino por conjurar la pestilencia de cebolla para el almuerzo, cuando un viento que pa-
de muladar* que ya andaba como un fantasma por todas recía de alta mar se metió en la cocina. Entonces se
partes y estaba volviendo vieja la casa nueva. Al princi- asomó por la ventana, y sorprendió al ángel en las pri-
pio, cuando el niño aprendió a caminar, se cuidaron de meras tentativas de vuelo. Eran tan torpes, que abrió
que no estuviera cerca del gallinero. Pero luego se fue- con las uñas un surco de arado en las hortalizas y es-
ron olvidando del temor y acostumbrándose a la peste, y tuvo a punto de desbaratar el cobertizo con aquellos
antes de que el niño mudara los dientes se había metido aletazos indignos que resbalaban en la luz y no en-
a jugar dentro del gallinero, cuyas alambradas podridas contraban asidero en el aire. Pero logró ganar altura.
se caían a pedazos. El ángel no fue menos displicente Elisenda exhaló un suspiro de descanso, por ella y por
con él que con el resto de los mortales, pero soporta- él, cuando lo vio pasar por encima de las últimas casas,
ba las infamias más ingeniosas con una mansedumbre sustentándose de cualquier modo con un azaroso aleteo
de perro sin ilusiones. Ambos contrajeron la varicela al de buitre senil. Siguió viéndolo hasta cuando acabó de
mismo tiempo. El médico que atendió al niño no resis- cortar la cebolla, y siguió viéndolo hasta cuando ya no
tió la tentación de auscultar al ángel, y encontró tantos era posible que lo pudiera ver, porque entonces ya no
soplos en el corazón y tantos ruidos en los riñones, que era un estorbo en su vida, sino un punto imaginario en
no le pareció posible que estuviera vivo. Lo que más le el horizonte del mar.
asombró, sin embargo, fue la lógica de sus alas. Resul-
taban tan naturales en aquel organismo completamente “Un señor muy viejo con unas alas enormes”, La increíble y triste
humano, que no podía entender por qué no las tenían historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada.
también los otros hombres. © Gabriel García Márquez, 1972 y Herederos de Gabriel García
Cuando el niño fue a la escuela, hacía mucho tiempo Márquez
que el sol y la lluvia habían desbaratado el gallinero.
El ángel andaba arrastrándose por acá y por allá como muladar. Sitio donde se echa
un moribundo sin dueño. Lo sacaban a escobazos de un el estiércol o la basura.
dormitorio y un momento después lo encontraban en la
cocina. Parecía estar en tantos lugares al mismo tiempo,
que llegaron a pensar que se desdoblaba, que se repetía
a sí mismo por toda la casa, y la exasperada Elisenda
gritaba fuera de quicio que era una desgracia vivir en
aquel infierno lleno de ángeles. Apenas si podía comer,
sus ojos de anticuario se le habían vuelto tan turbios
que andaba tropezando con los horcones, y ya no le que-
daban sino las cánulas peladas de las últimas plumas.
Pelayo le echó encima una manta y le hizo la caridad Gabriel García Márquez (1927-2014)
de dejarlo dormir en el cobertizo, y solo entonces ad-
“Gabo” fue un escritor colombiano, nacido en el pueblo
virtieron que pasaba la noche con calenturas delirantes
de Aracataca. De origen humilde, fue criado por sus
en trabalenguas de noruego viejo. Fue esa una de las
abuelos, quienes lo introdujeron en el conocimiento del
pocas veces en que se alarmaron, porque pensaban que
folclore y las leyendas del Caribe colombiano. Trabajó
se iba a morir, y ni siquiera la vecina sabia había podido como periodista y corresponsal internacional, también
/// Prácticas del Lenguaje 3

decirles qué se hacía con los ángeles muertos. como guionista de cine.
Sin embargo, no solo sobrevivió a su peor invierno,
Es considerado el fundador del realismo mágico, a la
sino que pareció mejor con los primeros soles. Se que-
vez que un representante ineludible de la literatura
dó inmóvil muchos días en el rincón más apartado del
latinoamericana. En 1982 ganó el Premio Nobel de
patio, donde nadie lo viera, y a principios de diciembre
Literatura.
empezaron a nacerle en las alas unas plumas grandes
y duras, plumas de pajarraco viejo, que más bien pare- Escribió numerosas novelas y relatos. Entre sus libros se
destacan Cien años de soledad, Doce cuentos peregrinos,
cían un nuevo percance de la decrepitud. Pero él debía
Relato de un náufrago, Crónica de una muerte anunciada,
conocer la razón de estos cambios, porque se cuidaba
La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de
muy bien de que nadie los notara, y de que nadie oyera
su abuela desalmada y El amor en los tiempos del cólera.
las canciones de navegantes que a veces cantaba bajo
las estrellas.

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Análisis literario
Nivel uno
1. Completen en su carpeta las siguientes
Nivel
dos
4. Describan en su carpeta el espacio donde se
oraciones de acuerdo con el argumento del desarrolla la historia.
cuento. • ¿En qué lugar vivían los personajes? ¿En qué
a. Cuando Pelayo y Elisenda vieron al viejo por lugar tenían encerrado al viejo?
primera vez, pensaron…
b. El párroco desconfiaba de que el viejo fuera un 5. Debatan entre ustedes.
ángel porque… •Si bien en el cuento no se dice cuánto tiempo
c. A Elisenda se le ocurrió cobrar entrada después pasó entre la aparición del viejo y su partida,
de que… hay un dato que permite determinarlo en forma
d. El viejo dio muestras de dolor recién cuando… aproximada. ¿Cuál es ese dato?
e. Cuando el viejo se marchó, Elisenda se sintió…
6. Señalen con una ✓ la oración que crean que
2. Indiquen con V las afirmaciones verdaderas, define mejor al narrador de esta historia.
con F las falsas y con D las dudosas. a. El narrador es un habitante del pueblo.
a. La acción transcurre en una gran ciudad. b. El narrador cuenta solamente lo que ve y
b. El sacerdote saludó al viejo en latín porque escucha.
es “la lengua de Dios”. c. El narrador es un personaje afectado por los
c. Pelayo y Elisenda se enriquecieron porque el hechos que narra.
ángel realizó un milagro.

tres
d. El ángel se fue porque en la casa se sentía
maltratado.
e. La vida de la familia de Pelayo mejoró desde Nivel
la llegada del viejo.
f. La gente le arrancaba las plumas para 7. En el cuento, el clima acompaña el desarrollo
conservar un recuerdo. de la acción.
• Copien en su carpeta tres fragmentos donde
3. Señalen con una el clima se relacione con diferentes momentos
✓ la o las opciones correctas
para completar las oraciones. de la historia.

/// BLOQUE I | Capítulo 03


a. En el patio de la casa de Pelayo y Elisenda
apareció… 8. Las descripciones del viejo están marcadas
un ave con forma humana. por rasgos de fealdad y decrepitud. Subrayen
un viejo con enormes alas. en el texto y copien en su carpeta las palabras
un ángel atascado en el barro. o expresiones que transmitan esas sensaciones.
b. La gente dejó de prestarle atención al viejo
porque… 9. En el cuento, el pueblo funciona como un
no hacía milagros. personaje más. Escriban un diálogo de una carilla
se aburrían de que no hablara. donde diversos habitantes del pueblo expresen su
apareció otra maravilla más interesante. opinión sobre la naturaleza del viejo.

51
El realismo mágico
El realismo mágico es una corriente literaria surgida en la década de 1960
que se caracteriza por la presencia de elementos fantásticos o fabulosos en un
mundo presentado como realista. Esta presencia simultánea de una atmósfera
mágica y una realista se plantea como equilibrada: lo real se presenta como
maravilloso (hechos y escenas de la vida diaria aparecen como fantásticos e
irreales) y lo maravilloso como real (los sucesos fabulosos o mágicos se presen-
tan como si fueran comunes y cotidianos).

El realismo moderno
Las obras realistas son aquellas en las que el mundo creado por el artista
se asemeja a la realidad conocida. Para los antiguos griegos el arte no era otra

FIG. 12 cosa que mímesis, palabra que puede traducirse por “imitación”.
El crítico alemán Erich Auerbach, en su obra titulada Mímesis, releva las for-
mas de representación de la realidad en la literatura occidental desde la Odi-
El realismo literario está sea de Homero hasta comienzos del siglo xx, y afirma que a partir del siglo xix
íntimamente ligado a la se desarrolla un realismo moderno, en el que los diferentes subgéneros del
historia reciente de las realismo abarcan los aspectos serios y cómicos, bellos y feos de la vida en su
sociedades en las que
totalidad [FIG. 12].
surgió. Los franceses
Stendhal, Honoré de Balzac
y Gustave Flaubert ofrecían Un género latinoamericano
un amplio cuadro social La expresión realismo mágico tuvo su origen muchos años antes de 1960. En
de la vida en Francia en el la década de 1920, el crítico de arte alemán Franz Roh acuñó el nombre “realis-
siglo XIX. Lo mismo ocurría mo mágico” para definir el regreso de la pintura a la representación figurativa
con Iván Turguéniev, Fiódor
después de más de una década de arte abstracto [L]. Se trataba, en resumen,
Dostoievski y Lev Tolstói en
Rusia, y con Benito Pérez de mirar desde una perspectiva social la realidad que rodea al ser humano,
Galdós en España. en contraposición a la mirada subjetiva que había caracterizado a las estéti-
cas vanguardistas. En 1948, el escritor venezolano Arturo Uslar Pietri utilizó la

L
misma expresión para referirse a una totalidad que abarca lo perceptible de
la realidad y al mismo tiempo su lado misterioso: el escritor debe representar
a la vez ambos aspectos de la realidad. El escritor cubano Alejo Carpentier, en
[L] el prólogo de su novela El reino de este mundo, se valió de la expresión “lo
Vayan a la página 109 para real maravilloso” para caracterizar el ámbito latinoamericano como un territorio
revisar las características de donde lo extraordinario y lo maravilloso surgen espontáneamente por los ras-
los movimientos artísticos de
gos de su propia naturaleza.
vanguardia.
Algunos de los recursos más importantes del realismo mágico son los siguientes.

/// Prácticas del Lenguaje 3

Presencia de elementos mágicos que no se explican ni se cuestionan.


• El tiempo, aunque lineal, se propone como cíclico y crea una atmósfera particular.
• Elementos propios de las creencias y culturas populares latinoamericanas.
• Los espacios geográficos muchas veces no están delimitados de manera precisa.
• La hipérbole, recurso que consiste en la exageración, será uno de los recursos
más utilizados, ya que tiene su correlación en la exuberancia de la geografía.
En “Un señor muy viejo con unas alas enormes”, el orden natural de la vida
se ve interrumpido por la aparición del ángel. En ningún momento la aparición
se explica, pero a partir de su presencia la realidad latinoamericana de un pe-
queño pueblo del Caribe se despliega en todas sus facetas: la reacción de la
gente frente al fenómeno, con su mezcla de credulidad y esperanza; el deseo
del milagro; la pobreza y la omnipresencia de una geografía particular y hostil.

52
La secuencia narrativa

L
Siempre que alguien cuenta o escribe una historia, desde una breve anécdota
acontecimientos.
hasta una extensa novela, lo que hace es encadenar hechos o acontecimientos
La forma más sencilla consiste en un encadenamiento causal: porque sucede
[L]
A, entonces sucede B. Sin embargo, no es inusual encontrar otro tipo de encade-
Por lo general, es en la situación
namientos, sobre todo en la literatura contemporánea, que funcionan mediante inicial que se presenta el marco
conexiones misteriosas o absurdas. En el cuento de Gabriel García Márquez, por narrativo. Repasen este concepto
ejemplo, no hay una relación clara de causalidad entre los hechos en torno a la en la página 17.
llegada y la partida del ángel.
Tradicionalmente, se distinguen tres momentos en la secuencia narrativa:
SITUACIÓN INICIAL

Se trata de una situación de equilibrio en la que se


presentan los personajes, sus relaciones y sus contextos [L].
La situación inicial de “Un señor muy viejo con unas alas
enormes” está constituida por la información sobre Pelayo y
la descripción del ambiente en el día que encuentra al ángel.
SECUENCIA NARRATIVA

CONFLICTO O NUDO

Aparecen los problemas y los conflictos que producen una


ruptura del equilibrio inicial; los protagonistas están en
dificultades y deben buscar la manera de resolverlas. En el
cuento de Gabriel García Márquez, la llegada del ángel inicia
un conflicto, marcado por la inquietud sobre su naturaleza y
el revuelo que causa en el pueblo.
FIG. 13
A veces, ciertas acciones
DESENLACE

Se resuelven los problemas, para bien o para mal, y se genera aparentemente secundarias
una nueva situación de equilibrio. En el cuento, el desenlace son indicios de núcleos
está marcado por la regeneración de las alas y la posterior narrativos fundamentales.
partida del ángel.
Los indicios son pistas
literarias que funcionan para
anticipar algún aspecto de la
Acciones principales y secundarias trama. Su presencia no solo
colabora con el sentido global
del texto, sino que dirigen la
Todos los acontecimientos que suceden en una historia tienen algún grado de lectura para la interpretación
importancia. Están allí cumpliendo alguna función, aun cuando sea difícil distin- de la historia.
guir cuál con precisión. Sin embargo, también es evidente que no todos los he- Un caso para ejemplificar
chos tienen la misma jerarquía, sino que hay algunos más importantes que otros. esta particularidad es el /// BLOQUE I | Capítulo 03
cuento “El abuelo Martín”
Acciones principales. Se llama así a los hechos más importantes, son aquellos del capítulo 02. El hecho de
que no podrían faltar en un relato sin modificarlo sustancialmente. Se recono- que Hernán sea arquitecto
y se mencione la falta de
cen porque es a partir de ellos que la historia avanza. Por ejemplo, el hallazgo sentido arquitectónico de
del viejo por parte de Pelayo. la pared que tiene que
tirar abajo son indicios en
Acciones secundarias. Constituyen los eventos más circunstanciales o anecdó- una acción aparentemente
ticos. Por ejemplo, cuando los pobladores intentan marcar al viejo con un hie- secundaria que completan
su sentido cuando se
rro al rojo vivo, o el hecho de que Elisenda cortara cebollas el día que el viejo
descubre la verdadera
levantó vuelo son acciones secundarias de “Un señor muy viejo con unas alas función de esa pared.
enormes” [FIG. 13].

53
El realismo mágico
en contexto
Durante la década de 1960 América Latina se vio convulsionada por una ola
de movimientos sociales, inspirados principalmente por la experiencia de la
Revolución cubana (1959) y el trauma social ocasionado por diferentes y suce-
sivos golpes de Estado; la problemática latinoamericana demandaba formas
artísticas propias. Así, la pobreza, las desigualdades sociales y la marginación

14
de los pueblos originarios se reflejaron en la literatura de esos años, que en-
FIG. contró en la estética del realismo mágico la forma de representar ese mundo
tan particular.
La obra de Frida Kahlo
En su ensayo “De lo real maravilloso americano”, Alejo Carpentier plantea
(México, 1907-1954) combina
elementos del paisaje natural que los españoles, al tomar contacto con la geografía recién descubierta, en-
y social latinoamericano con contraron “un mundo de monarcas coronados de plumas de aves verdes, de
las fantasías y ensueños de la vegetaciones que se remontaban a los orígenes de la tierra, de manjares jamás
artista, a menudo vinculados probados, de bebidas sacadas del cacto y de la palma” [FIG. 14].
a su dura vida. Si bien no es
considerada como uno de los
exponentes pictóricos del El boom latinoamericano
realismo mágico, dada su
asociación más frecuente con Escritores como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes (mexicano, 1928-2012)
el movimiento surrealista, y Rosario Ferré (puertorriqueña, 1938-2016), entre otros, integraron una genera-
forma parte de un conjunto ción que desarrolló la estética del realismo mágico. Ellos lograron un éxito edi-
de referentes ineludibles al
torial tal que permitió que la literatura latinoamericana se conociera en todo
pensar el arte de América
Latina en el convulsionado el mundo. A ese fenómeno se lo llamó boom (palabra proveniente del inglés,
contexto de mediados del ‘estallido’, que designa un veloz crecimiento de ventas de un producto). Se trató
siglo XX. de un fenómeno complejo que no se explica simplemente por el éxito comercial
de las obras de estos autores: los lectores encontraron en ellas la voz largamente
postergada del continente latinoamericano.

Estudio literario
1. Teniendo en cuenta las características del 3. Respondan de a dos en su carpeta.
realismo mágico, marquen con una ✓ los aspectos a. ¿Les parece que la situación narrada se
del cuento de García Márquez que se ajusten a ellas. ambienta en un espacio realista?
a. La aparición maravillosa del viejo es explicada b. ¿Qué aspectos del marco narrativo del cuento
/// Prácticas del Lenguaje 3

racionalmente. contribuyen a transmitir una sensación de


b. El pueblo es inventado por el autor, pero verosimilitud en el cuento?
ubicado en una geografía precisa.
c. Los rasgos de los personajes se presentan a 4. En el cuento hay dos personajes convocados para
través de hipérboles. dar su opinión sobre el viejo alado: son el padre
d. La pobreza caracteriza a los personajes. Gonzaga y la “vecina que sabía todas las cosas de la
e. Hay referencias a creencias y supersticiones. vida y la muerte”. Respondan en su carpeta.
a. ¿Qué declara cada uno?
2. Señalen en el texto pasajes para demostrar las b. ¿En qué hechos se basan para llegar a esas
afirmaciones marcadas en el punto anterior. conclusiones?

54

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