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La gama y la gamita visitaron al cazador para que revisara los ojos de la gamita. El cazador le dijo a la madre gama que aplicara pomada en los ojos de la gamita y la mantuviera en la oscuridad por 20 días usando lentes amarillos después para curarla. El cazador no cobró por su ayuda y advirtió a las gamas sobre los perros en la vecindad. Las gamas escaparon de los perros y la madre llevó a la gamita a un hueco en un árbol oscuro para su recuperación.
La gama y la gamita visitaron al cazador para que revisara los ojos de la gamita. El cazador le dijo a la madre gama que aplicara pomada en los ojos de la gamita y la mantuviera en la oscuridad por 20 días usando lentes amarillos después para curarla. El cazador no cobró por su ayuda y advirtió a las gamas sobre los perros en la vecindad. Las gamas escaparon de los perros y la madre llevó a la gamita a un hueco en un árbol oscuro para su recuperación.
La gama y la gamita visitaron al cazador para que revisara los ojos de la gamita. El cazador le dijo a la madre gama que aplicara pomada en los ojos de la gamita y la mantuviera en la oscuridad por 20 días usando lentes amarillos después para curarla. El cazador no cobró por su ayuda y advirtió a las gamas sobre los perros en la vecindad. Las gamas escaparon de los perros y la madre llevó a la gamita a un hueco en un árbol oscuro para su recuperación.
Cuando el cazador supo que venían de parte del oso hormiguero, revisó a la gamita y dijo a la mamá: —Señora gama. Ponga esta pomada en los ojos de su hija. Lleve después a la gamita a un lugar oscuro. Tendrá que estar 20 días en la oscuridad. Después póngale estos lentes amarillos y se curará.
La mamá gama preguntó al cazador:
—¿Cuánto le debo?
El cazador sonrió y contestó:
—No es nada. Pero tenga mucho cuidado con los perros. En la otra cuadra vive un hombre que tiene perros. Los perros atacan a los gamos.
Las gamas se fueron.
Algunos perros las corrieron pero no las alcanzaron. ¡Las gamas corren mucho!
En el monte había un árbol muy viejo y muy grande.
En el tronco de ese árbol había un hueco que parecía una cueva. La mamá gama llevó a la gamita al hueco del árbol y tapó la entrada del hueco con pasto para que no entre luz.