Está en la página 1de 20

Vajrayana

(Budismo Tántrico)

El Vajrayana o Budismo Tá ntrico ha sido descrito como la ú ltima fase de desarrollo y evolució n del
pensamiento Budista. Las metafísicas del Vajrayana son parecidas a un compuesto híbrido entre el Tantrismo
indio, del Budismo Mahayana y la esencia original del Chamanismo aborigen (la tradició n Bon) del Tibet. Los
seguidores del Vajrayana postularon una iconografía sutil del cuerpo, compuesto de chakras, nadis y vientos
sutiles. Al igual que en el Tantrismo indio, para alcanzar la iluminació n se intentó manipular las fuerzas del
cuerpo sutil a través del yoga. El Budismo Tá ntrico se separó muy pronto del Tantrismo de la India. En vez del
posterior modelo de los siete chakras, se mantuvo el antiguo esquema de los cuatro chakras o centros del
ombligo, el corazó n, la garganta y la cabeza.

Existe un gran nú mero de importantes diferencias entre los dos tipos de Tantrismo. Por ejemplo, en el
Tantrismo indio uno empieza por el chakra de la base y progresa hacia arriba. En el Budismo Tá ntrico uno
comienza por la cabeza, que está considerado el nivel de conciencia mas “bajo”, y progresa hacia el corazó n, que
es el nivel de conciencia má s “elevado”.

En el Tantra de la India la Kundalini es despertada a través de técnicas específicas de respiració n y


posturas de yoga. El prana o la fuerza vital del cuerpo sutil es manipulado a través de la respiració n, mientras
que el cuerpo físico lo es a través de una extensió n del Hatha yoga. Por el contrario, en el sendero del Budismo
Tá ntrico la fuerza vital se manipula mediante la mente y la concentració n. A través de intensas visualizaciones
de deidades y de la prá ctica de Los Seis Yogas de Naropa, uno activa los “vientos” internos (prana o chi) y el
“néctar”.

En lugar de la Kundalini o “la Serpiente de Fuego”, en el Budismo Tá ntrico se habla del Tummo
(literalmente “mujer fiera”). A través de una intensa visualizació n en el “punto bajo” (el chakra menor en la
base del los ó rganos sexuales) el viento (prana) es llevado dentro de la abertura inferior del canal central,
produciendo un intenso calor llamado Tummo. Como resultado del calor Tummo, los “néctares” se derriten y
entran en el canal central. Los “néctares” rojos “femeninos” en el chakra del ombligo ascienden hasta el chakra
del corazó n, mientras que los “néctares” blancos del chakra de la coronilla descienden al mismo chakra del
corazó n. La bienaventuranza de los “néctares” que fluyen en el canal central es cien veces mejor que un
orgasmo. Los “néctares”, moviéndose arriba o abajo del canal central, se funden en el “néctar indestructible”,
llamado así debido a que es el néctar que transcurre vida tras vida portando consigo la “mente sutil” y el
“viento sutil”, que finalmente entra en el chakra del corazó n.

La entera visualizació n o estado meditativo es llamado estado de Generació n ya que se propone


construir o generar un cuerpo Bú dico iluminado, el estado de Plenitud. Por ello el Vajrayana es conocido como
la prá ctica que toma el resultado como camino. El propó sito de todo ello es adquirir un “cuerpo ilusorio,” (ver
Yoga del Cuerpo Ilusorio) llamado así debido a que es un cuerpo inmaterial en vez de un cuerpo físico, que en el
momento de la muerte puede retener completamente la conciencia, adquiriendo así la Budeidad.

El Vajrayana, a menudo considerado como el tercer vehiculo (yana), es una extensió n del Budismo
Mahayana, del cual solo difiere en sus prá cticas pero no en su filosofía. Segú n el Budismo existen “tres giros de
la rueda del Dharma.” En el primer giro, el Buda Sakyamuni enseñ ó el Dharma a través de las Cuatro Nobles
Verdades en Sarnath, cerca de Varanasi. Esta primera rueda del Dharma condujo al surgimiento de la Escuela
Hinayana, popularmente conocida como Theravada. En el segundo giro de la rueda del Dharma, el Sutra “La
Perfecció n de la Sabiduría” fue enseñ ado en la montañ a de Vulture’s Peak, junto a la antigua Universidad de
Nalanda, y supuso el origen de las escuelas Mahayana. Las enseñ anzas que constituyeron el tercer giro de la
rueda del Dharma se entregaron en Shravasti y dieron a conocer que todos los seres poseen la Naturaleza
Bú dica. Este tercer giro del Dharma condujo al surgimiento del Vajrayana.

LOS TRES CUERPOS DE BUDA

"Cuando un ser alcanza el estado supremo de la Iluminació n, que es la culminació n de las prá cticas
detalladas dentro de las enseñ anzas del Budismo y otros sistemas de conocimiento, se puede decir que ha
logrado la realizació n de los tres cuerpos (Trikaya)."
Como explica en concreto el Budismo, estos tres cuerpos o “kayas” se denominan respectivamente,
Dharmakaya, Sambhogakaya, y Nirmanakaya, los dos primeros representando distintos estados de
existencia del Ser, y el ú ltimo de ellos manifestá ndose de forma densa en el plano físico. En un sentido má s
prá ctico, Dharmakaya se identifica con la mente propia, Sambhogakaya, con la expresió n tangible del contenido
de la mente, y Nirmanakaya, con el vehículo físico, es decir, con el cuerpo material.
No obstante, es necesario tener presente que estos tres cuerpos o “kayas” no se refieren en modo alguno a tres
entidades distintas, sino a dos planos de existencia, el má s sutil (Dharmakaya, Sambhogakaya), carente de
forma, y el plano material (Nirmanakaya). En este sentido, los dos primeros cuerpos, imperecederos y por tanto
sin referencias temporales, se hallan siempre presentes en todos los seres como instrumentos de desarrollo
que conducen hasta el logro de la iluminació n.

Sin embargo, el cuerpo de Buda se expresa só lo a través de los cuerpos de Sambhogakaya y


Nirmanakaya, el primero de los cuales es indestructible, mientras que el segundo desparece en el momento en
el que Buda se desprende de su cuerpo físico. Asimismo, estos dos aspectos de Sambhogakaya y Nirmanakaya
son los motores de la compasió n universal, ya que, cuando se alcanza la iluminació n, surge la motivació n
Bodhiçitta. Este principio hace surgir la inclinació n natural por tratar de conseguir la erradicació n del
Sufrimiento del Samsara y, por tanto, de conducir al resto de los seres sintientes a la comprensió n del
fenó meno físico y mental y de esta forma al logro del estado de emancipació n definitiva. Por el contrario, el
cuerpo Dharmakaya constituye el aspecto no nacido y de esta forma trasciende a la propia existencia, siendo la
fuente de Sambhogakaya y Nirmanakaya y así de la propia naturaleza de Buda.

Teniendo en cuenta todo esto, no es posible comprender el significado de estos cuerpos de forma
independiente, puesto que los tres se hallan estrechamente vinculados entre sí, siendo intrínsecos los unos en
los otros.

Dharmakaya

Dharmakaya no es en sí mismo un estado vinculado a las nociones de ignorancia o sabiduría, sino que es
lo que original y espontá neamente antecede a estas nociones. De hecho, Dharmakaya es en sí mismo anterior a
cualquier dualidad conceptual corrompida por emociones o nociones confusas, creadas por la cognició n mental.
Por ello puede afirmarse que se halla má s allá de la mente y el pensamiento. En este sentido, el concepto
Dharmakaya trasciende cualquier proceso de experiencia y cualquier atributo, ya que se encuentra al margen
de condicionamientos de cualquier tipo, tanto positivos, como negativos, siendo la Conciencia misma,
consciente de sí misma, siempre existente y plena de bienaventuranza. En Dharmakaya no tienen por tanto
cabida los términos de esclavitud (samsara) o liberació n (nirvana).

Como aspecto no originado e inextinguible, Dharmakaya se halla siempre presente en todo momento y
en todo lugar, no pudiendo ser conocido, sino só lo reconocido a través de la investigació n sobre el propio Ser.
Por todo ello, no puede estar nunca limitado por las circunstancias de tiempo o espacio, ni puede sufrir cambio
alguno en su naturaleza y significado, ya que es absoluto. En este sentido, Dharmakaya, má s allá de cualquier
realizació n, carece de definició n, aunque se define por su pureza primordial, incorruptible por el efecto
turbulento de las impresiones mentales y de las pasiones, cuya naturaleza es destructiva.

Dharmakaya no contiene en sí mismo diferenciació n alguna, y es la base o matriz de cualquier


experiencia. Es el sustrato de todo fenó meno manifiesto y de todo ser sintiente, tenga éste tendencias divinas o
demoníacas, ya que no se halla limitado por la ley de causa y efecto, aunque es lo que pone en funcionamiento
el devenir existencial, con todas sus complejidades, multiplicidades y contradicciones. En conclusió n, puede
decirse que Dharmakaya es todo cuanto existe y al mismo tiempo es nada.

En consecuencia, por sí mismo, Dharmakaya no constituye un vehiculo de acció n o un medio para el


logro de la realizació n interna, pero es la base raíz de los aspectos determinados de Sambhogakaya y
Nirmanakaya.

Sambhogakaya

Las enseñ anzas de Sambhogakaya no pertenecen a ningú n maestro en particular ni a ninguna tradició n
en general y por ello tampoco puede incluso decirse que son propiamente Budistas. El significado de
Sambhogakaya es manifiesto desde el principio de los tiempos, evidente y expreso en el momento presente, y
con perduració n por siempre. Es un cuerpo de verdad inmutable e indestructible, incondicionado por contextos
de espacio y tiempo, y en contacto permanente e intrínseco con la realidad. Representa la propia vacuidad,
entendida ésta, no como una negació n de lo existente, sino como un espacio de conciencia trascendente que
abarca todas las apariencias. En relació n a esto, en Sambhogakaya se hallan inseparablemente unidos los
principios masculino y femenino, trascendiéndolos como dualidad y dando con ello lugar al surgimiento del
conocimiento ú ltimo o Mahamudra.

A diferencia de Dharmakaya, que en sí mismo no constituye una herramienta para el trabajo espiritual,
Sambhogakaya sí es un vehiculo de acció n, ya que representa la capacidad de la comunicació n, tanto verbal
como no verbal. En relació n a esto, Sambhogakaya constituye una manifestació n determinada, es decir, un
“cuerpo de forma” que se expresa de maneras distintas, permitiendo la comprensió n de las enseñ anzas y su
consecuente realizació n interna.

Dada su elevada vibració n, Sambhogakaya só lo puede percibirse de forma clara cuando la mente ha
quedado purificada de todo condicionamiento limitante impuesto por la conceptualizació n dual. Esto también
implica haber quedado libre de todo deseo, incluyendo el de desarrollar poderes suprasensoriales (siddhis) que
no tengan como motivació n la bú squeda del beneficio para los demá s seres. Es por ello que las prá cticas
tá ntricas, vinculadas a las cinco sabidurías o Cinco Familias de Buda, tienen como uno de sus principales
propó sitos para alcanzar la iluminació n despertar la energía Sambhogakaya presente en la mente propia.

Sambhogakaya está definido por la insustancialidad, es decir, por carecer de existencia concretizada, así
como por la compasió n infinita hacia todos los seres y por la no-cesació n, lo que significa que su significado está
siempre presente. Su plena realizació n conlleva distintas clases de enriquecimientos.

Por una parte, supone el poder de enriquecimiento del cuerpo o fenó meno material a través de la
adquisició n y desarrollo de innumerables cualidades de cará cter positivo, logrando el control sobre las fuerzas
de la naturaleza. Por otra, la realizació n de Sambhogakaya aumenta y depura la capacidad comunicativa,
perfeccionando el uso de la palabra. Con ello, y de forma paralela, se integran y potencian todas las aptitudes de
tipo cognitivo, ya que la palabra es la base de los procesos de pensamiento. Sin embargo, el alcance de
Sambhogakaya es de tal magnitud que, en su expansió n de las capacidades expresivas, también incluye el
impulso de la comunicació n a través de medios no verbales, como los símbolos, la telepatía, la clarividencia, el
poder del silencio o la intuició n.

Asimismo, la comprensió n profunda y trascendente del aspecto Sambhogakaya estimula la fuerza


motora de la acció n, que se vuelve constante y queda reorientada hacia el logro desinteresado del beneficio
para los demá s seres.

Nirmanakaya

Nirmanakaya es el aspecto del vehiculo físico de las enseñ anzas de Buda, impartidas a través del
lenguaje concreto, a través de iconos específicos y a través del cuerpo de los seres que han alcanzado cualquier
grado de iluminació n.

En el caso de la manifestació n por medio del los símbolos concretos y literales de las palabras,
Nirmanakaya resulta de un valor incalculable para la transmisió n efectiva de las enseñ anzas de Buda a todos
los seres, haciendo comprensible desde el punto de vista cognitivo los principios esenciales del Dharma. Estos
principios toman materialidad en la forma de las Escrituras, que pueden así ser seguidas y estudiadas para el
beneficio de todos. Es por ello que los seres que han alcanzado la realizació n pueden comunicar la Verdad
Absoluta gracias al aspecto Nirmanakaya.

A través de los iconos específicos, como pueden ser las imá genes sagradas y los objetos religiosos,
incluidas las reliquias, el aspecto Nirmanakaya permite entrar en contacto directo con las enseñ anzas del
Dharma mediante el establecimiento de vínculos devocionales. Estos iconos de culto constituyen en sí mismos
una manifestació n material del significado de la Sabiduría primordial, aunque su profunda comprensió n
dependerá del nivel de consciencia personal de aquel que los venere.
Respecto a la expresió n de Nirmanakaya mediante el cuerpo fisico de los seres realizados, éstos
adquieren la plena capacidad de servir de vehiculo viviente del Dharma, asistiendo y protegiendo a todos los
seres sintientes en su camino de maduració n espiritual, hasta que logren la completa emancipació n del ciclo de
nacimientos y muertes. Esto es así porque los seres plenamente iluminados, tanto como los maestros que
voluntariamente encarnan para el beneficio de los demá s seres (en el Budismo Tibetano conocidos como
Tulkus), han desarrollado en mayor o menor grado la motivació n Bodhiçitta, fruto ineludible e inevitable del
estado de iluminació n.

Sin embargo, la manifestació n de la compasió n mostrada en el aspecto Nirmanakaya llega a su fin con la
extinció n temporal del vehiculo fisico de donde emana, mientras que en la realizació n de Sambhogakaya la
compasió n y la expresió n del Dharma son perennes y está n siempre presentes.

Practica en la escuela Kagyu

Los practicantes en la escuela Kagyu tradicionalmente comienzan realizando las prá cticas de los
preliminares externos e internos, llamado “Nongdro.” (ver Enseñ anzas Nongdro), una serie de ejercicios
contemplativos que desvían la mente de los asuntos mundanos de la vida, purificació n de las tendencias
negativas y acumulació n de mérito, para lograr la liberació n del sufrimiento, con la disolució n de la mente dual,
es decir, el “nirvana.” Las contemplaciones má s comunes para dicho propó sito son los cuatro pensamientos que
transforman la mente: 1) La Valiosa Vida Humana, 2) Muerte e Impermanencia, 3) Karma, Causa y Efectoy 4)
Sufrimiento del Samsara. Estas contemplaciones engloban las prá cticas preliminares exteriores.

Las prá cticas preliminares interiores construidas sobre el primer grupo de técnicas, profundizan el
compromiso del estudiante con el camino espiritual, expandiendo su motivació n, eliminando obstá culos,
creando condiciones positivas para la prá ctica, y recibiendo las bendiciones del linaje. Respectivamente las
prá cticas que consiguen estos propó sitos son 1) Refugio y Postraciones, 2) Bodhiçitta, 3) la prá ctica
Vajrasattva, 4) el Ofrecimiento del Mandala, y 5) el Guru Yoga. Debido al extenso numero de recitaciones, el
estudiante debe repetir ciertos elementos de la prá ctica.

Una vez los preliminares han sido completados, el estudiante a menudo prosigue con las prá cticas má s
comunes, entre las que figuran las de Deidades, las de Yidams, como Vajrayogini y Chakrasamvara, y las de
Protectores. Estas prá cticas utilizan visualizaciones, recitaciones de mantras, y otros elementos que
transforman la percepció n ordinaria e impura en una percepció n mas refinada, una visió n iluminada de la
realidad.

Las prá cticas finales del Linaje Kagyu son dos: el sendero habilidoso y el sendero de la iluminació n. El
primero de estos incluye Los Seis Yogas de Naropa, como la prá ctica del Calor Interno (Tummo). El sendero de
la liberació n se refiere a las enseñ anzas Mahamudra, a las que el estudiante es primero introducido, y luego se

Las Cuatro Contemplaciones

- La valiosa vida humana.


- Muerte e impermanencia.
- Karma, causa y egecto.
- El sufrimiento del Samsara.

Las cuatro fundaciones ordinarias son cuatro pensamientos que ayudan a dirigir la mente hacia el
Dharma. La integració n de éstas en la vida de cada individuo ayuda a retirar la atenció n de las actividades
mundanas de corto alcance, enfocá ndola hacia las actividades espirituales, y aporta certeza en la comprensió n
del aquí y el ahora de la existencia.

Muchos maestros incluso han señ alado que estas fundaciones ordinarias son de por sí mucho má s
valiosas que cualquier prá ctica espiritual.
También se denominan contemplaciones debido a que con ellas uno analiza, piensa, recapacita,
discierne y confirma. Sin embargo, estas contemplaciones no deben observarse como una simple reflexió n,
puesto que de forma intuitiva exponen plenamente su entero significado, aportando al practicante un pilar
inamovible en el que apoyarse con firmeza para cruzar todos los estados de la existencia.

La Valiosa Vida Humana

La vida humana es de por sí valiosa como vida, con sus atributos


físicos, verbales y mentales, que nos pueden permitir elegir y seguir un
curso constructivo de acció n. Por ello se la debe proteger y respetar.
Sin embargo, para que ese valor se reconozca en todo su alcance y
resulte de verdadero beneficio, se deben tener en cuenta dieciocho
circunstancias, dieciocho condiciones particulares, que hacen de la
vida humana una oportunidad especialmente ú nica, excepcional y
provechosa para alcanzar la sabiduría y una elevada realizació n.

 La primera circunstancia a tener en consideració n es el no haber nacido como un ser de los infiernos
inferiores, donde el dolor constante impediría tener disponibilidad alguna para encaminar la mente
hacia el Dharma.
 La segunda circunstancia a tener en consideració n es el no haber nacido como un espíritu. Si
hubiésemos nacido como un espíritu, nuestra atenció n no se centraría en el dolor, pero nos
encontraríamos atormentados con la necesidad de saciar el hambre y la sed.

 La tercera circunstancia a tener en consideració n es el no haber nacido como animales, pues los
animales carecen de la posibilidad de comprender la existencia y adquirir conocimiento, ademá s de que
siempre viven con miedo.

 La cuarta circunstancia a tener en consideració n es el no haber nacido como un ser humano irracional y
sin discernimiento, como alguien que carece de la sutileza de intelecto necesaria para distinguir entre lo
correcto e incorrecto.

 La quinta circunstancia a tener en consideració n es el no haber nacido como un dios. Si naciésemos


como un dios, estaríamos siempre embebidos en nuestros placeres hasta el día que se terminase
nuestro karma, obtenido en base a los merecimientos acumulados. Como dioses seríamos todo
poderosos, seríamos capaces de alcanzar todos los deseos que imaginá semos, hasta que sin previo aviso
se consumiera ese karma particular para volver a nacer, sin posibilidad de alcanzar así el conocimiento
supremo.

 La sexta circunstancia a tener en consideració n es el no ser una persona de percepció n erró nea
respecto a la existencia, es decir, alguien que no sea capaz de percibir con claridad las herramientas a su
disposició n para alcanzar la realizació n espiritual definitiva a través del Dharma.

 La séptima circunstancia a tener en consideració n es que si no hubiera seres iluminados en este mundo
no serían conocidos sus atributos ni su experiencia interna y por tanto no habría transmisió n de
enseñ anzas.

 La octava condició n a tener en consideració n es no ser sordo o mudo, ya que con estas limitaciones
físicas respecto al mundo del lenguaje sería extremadamente difícil aprender el Dharma. Pese a ello,
hoy existen muchos métodos que, seguidos con mucho esfuerzo, pueden permitir hablar a los mudos y
escuchar a los sordos. Esta es la octava de las primeras ocho circunstancias a tener en cuenta.

Las siguientes diez circunstancias a contemplar son conocidas como las diez bendiciones. Cinco de ellas
está n relacionadas con uno mismo, y las otras cinco se vinculan con nuestro exterior.

Entre las cinco circunstancias que está n relacionadas con nosotros mismos, la primera es el haber
nacido como un ser humano. La segunda es el haber nacido en un á rea central donde las enseñ anzas está n
establecidas y prosperan, entendiendo como á rea central el lugar donde el Dharma es conocido y no algo nuevo
o no familiar. Nos estamos refiriendo a un territorio en el que existe una profunda sabiduría que conduzca a la
prá ctica del Dharma, incluso aunque el lugar carezca de recursos materiales mínimos.

La tercera circunstancia es el tener todos los sentidos intactos, lo que nos da la capacidad de no perder
ninguna informació n sensorial del mundo exterior. De hecho, el poseer todos los sentidos en perfecto
funcionamiento es algo que todo ser humano ha de valorar. La cuarta es el desempeñ ar nuestras actividades en
concordancia con el Dharma. La ú ltima y quinta condició n, relacionada con uno mismo, es el tener respeto y
apreciació n por lo que es correcto, incluyendo la devoció n y reverencia hacia el Buda, el Dharma, la Sangha, el
Guru, la Deidad y el Protector.

En cuanto a las cinco circunstancias relacionadas con nuestro exterior, la primera es que el Buda
histó rico Sakyamuni adquirió la Budeidad en esta era. La segunda es que el Buda impartió las enseñ anzas. La
tercera es que sus enseñ anzas aú n prevalecen y no han declinado, que está n vivas y sustentadas a través de un
linaje intacto. La cuarta es que este linaje cuenta con muchos practicantes en el mundo. Y la quinta
circunstancia externa a considerar es el que existe la benevolencia, lo que hace posible la prá ctica del Dharma.

É stas son las dieciocho circunstancias que, contempladas una a una, permiten disponer de una mayor y
má s clara comprensió n de la valiosa vida humana, y consiguientemente de una mayor apreciació n hacia ella. Es
precisamente a partir de esta comprensió n y apreciació n que el ser humano puede llegar a utilizar su existencia
de una manera má s enriquecedora y ú til. De esta forma, esta preciosa vida humana se utilizará para el bien de
todos los seres sintientes y para que también ellos, que de por sí ya son poseedores de la sabiduría primordial,
desplieguen esa voluntad de trabajar por la liberació n propia y de todos los demá s.

Muerte e Impermanencia
Una vez que se ha adquirido una profunda y clara comprensió n respecto a la contemplació n de la
Valiosa Vida Humana, se puede comenzar a reflexionar sobre la contemplació n de la muerte y la
impermanencia, dos conceptos claramente vinculados entre sí.

La muerte es un acontecimiento natural, presente en la vida de todos los seres humanos. No existe
ningú n hogar donde no se haya producido alguna muerte.

Nadie sabe con certeza cuá ndo ocurrirá , ni si quiera si mañ ana volverá a despertar en este mundo con
él. Nadie quiere morir ni espera con anhelo la siguiente encarnació n. Por el contrario, todos los seres sintientes
tratan de conservar su vida. Pero cuando la muerte llega, ni los seres queridos, ni el dinero ni las pertenencias
acumuladas, ni la fama o la posició n obtenidas acompañ ará n al fallecido. Lo ú nico que se llevará consigo de
forma inevitable son las impresiones ká rmicas dejadas por las palabras, los pensamientos y las acciones
realizadas a lo largo de la vida.

Puesto que el momento má s importante de la vida es la misma muerte, todos los seres humanos
deberían prepararse de forma conveniente para afrontarla sin miedo. Sin embargo, la atenció n del presente
suele concentrarse só lo en el mañ ana inmediato, es decir, en el futuro a corto plazo, para el que se trata de
garantizar seguridad y estabilidad. Esto es sin duda algo a tener en cuenta a lo largo de los añ os, pero sin
olvidar que la muerte puede llegar en cualquier momento y que por tanto se debe hacer un constante esfuerzo
en acumular méritos a través de palabras, pensamientos y acciones positivas, que propicien una pró xima
encarnació n má s favorable.

En el momento de la muerte, el karma personal se manifiesta. El ego experimenta los estados mentales
vivenciados durante la vida y, por ello, en el transcurso de ésta es necesario adquirir el conocimiento supremo
hacia el que conducen el Dharma y la percepció n de vacuidad que de él se infiere. Só lo así desaparecerá el
temor que surge ante el proceso de la muerte.

Como se ha mencionado, la muerte es inevitable, lo que confiere fragilidad a la propia vida. Con ello, la
impermanencia se convierte en el fenó meno que mejor distingue al proceso de la existencia.

Así, para obtener una mejor apreciació n de lo que es la impermanencia, se puede observar que en la
vida nada perdura como algo substancial e indisoluble. El universo conocido, con todas sus galaxias y millones
de sistemas solares, tanto el ser humano, como el resto de los seres, se encuentran inevitablemente limitados
por la muerte y por tanto no pueden escapar al fenó meno de la impermanencia.

Por otra parte, la propia percepció n particular sobre la realidad circundante de cada ser también irá
cambiando en cada nuevo nacimiento, dependiendo de las circunstancias ká rmicas, ya sean éstas de tipo
positivo o negativo. En relació n a esto, incluso los pensamientos son de naturaleza inconstante y por tanto
impermanente, ya que al igual que el viento, cambian ante los soplos de la vida.

Karma, Causa y Efecto

La doctrina de causa y efecto expone el mensaje esencial de las profundas y amplias enseñ anzas de
Buda, cuya comprensió n definitiva só lo se logra a través de la realizació n interna. Cada acció n positiva genera
un resultado favorable, del mismo modo que una acció n negativa da lugar a un resultado desfavorable.

Nuestra ignorancia, o falta de darse cuenta de la realidad, nos impide saber de qué forma se originó el
samsara, cual es la naturaleza de éste, y qué leyes y condicionamientos operan en él. En consecuencia,
desconocemos qué actividades, determinadas por este postulado de causa y efecto, resultan propicias y cuales
son perjudiciales o contraproducentes.

Es necesario recordar que la acció n se origina en el pensamiento, y que por tanto, si éste es puro, la
acció n resultante también será pura, mientras que si éste es impuro, dará lugar a una acció n de la misma
naturaleza. Asimismo, se debe tener en cuenta que en cada vida se van acumulando las acciones llevadas a cabo
en el transcurso de ésta, lo que genera un determinado karma, positivo o negativo, que debe vivenciarse de
forma inevitable en esta o en alguna pró xima encarnació n.

En consecuencia, si uno se halla libre de los tres venenos mentales, que son la ignorancia ― entendida
como oscuridad y confusió n ―, el apego ― derivado de la identificació n con el “yo”― y la aversió n, los actos
realizados no producen efectos y por tanto no se acumulan, evitando así el surgimiento de un karma
determinado.

Desde el punto de vista absoluto, la naturaleza de la mente o esencia bú dica, no puede morir puesto que
nunca ha nacido. Só lo nuestro cuerpo nace y nuestro cuerpo muere, es decir, que en cada encarnació n es
ú nicamente la base de la mente la que continua transitando por diferentes estados y en diferentes cuerpos. Así,
hasta que nuestras inclinaciones, tendencias y conceptualizaciones mentales no queden extinguidas, las
acumulaciones ká rmicas y el patró n de conductas que éstas conforman no dejará n de brotar, y con ello
prevalecerá n la ilusió n y el Sufrimiento del Samsara.

La entidad que designamos como “yo”, con la que confundimos nuestra verdadera identidad cuando al
nacer la mente ordinaria se identifica con el cuerpo, implica una duda constante sobre la realidad absoluta. Es a
partir de esa erró nea identificació n con el “yo” individual que surgen todo tipo de actitudes confusas o
ignorantes. Entonces, cualquier cosa que sustente a ese concepto de “yo”, como el cuerpo, da origen al apego o
idea de posesió n, y con ello al orgullo y a los celos, así como a los sentimientos de atracció n y aversió n, y con
ello a la ira y a la malicia.
Las diez acciones meritorias que deben ser cultivadas, descritas por el primer Jamgon Kongtrul
Rinpoche en su obra La Antorcha de la Certeza, una enseñ anza bá sica a seguir por cualquier practicante, son las
siguientes:

 Salvar vidas.
 Compartir el alimento y la riqueza material personal.

 Preservar la conducta moral.

 Decir la verdad.

 Conciliar conflictos nacidos de la discordia.

 Emplear palabras amables.

 No perder el tiempo hablando de asuntos intrascendentes.

 Regocijarse en la buena fortuna ajena.

 Pensar en el beneficio de los demá s.

 No rechazar ni juzgar el contenido de otras doctrinas distintas a la propia.

En cuanto a las diez acciones no meritorias mencionadas en esta obra, las primeras tres son acciones
perniciosas hechas con el cuerpo, las cuatro siguiente son acciones dañ inas hechas con la palabra y las tres
ú ltimas son acciones adversas hechas con la mente.
 Acabar con la vida de cualquier ser sintiente.
 Robar las propiedades ajenas.

 Mantener relaciones sexuales con una pareja inapropiada, como alguien que haya adquirido votos.

 Mentir de forma consciente y voluntaria, es decir, no decir la verdad.

 Difamar, lo que es motivo de discordia.

 Hablar mal de los demá s y juzgarles.

 Hablar innecesariamente de tó picos irrelevantes.

 Desear o codiciar el dinero, el có nyuge o la posició n social y reputació n de otra persona.

 Sentir envidia de los demá s, y no alegrarse por su felicidad o buena fortuna.

 Sostener puntos de vista erró neos, dudando de la existencia de vidas pasadas y futuras, de la ley del
karma o de las cualidades especiales adquiridas por los seres nobles y realizados.

Sufrimiento del Samsara


Es difícil entender lo que es el samsara, puesto que todos los seres
sintientes se hallan inmersos en él. Samsara es todo aquello que conocemos,
todo aquello que hacemos, todo lo que oímos, todo lo que vemos. Samsara es
una palabra en Sá nscrito que traducida al castellano quiere decir algo así
como un círculo sin fin.

Todos los seres humanos desean, no só lo su propia felicidad, sino


también la prosperidad y el bienestar de sus seres queridos y amigos, a
quienes no quieren ver sufrir en forma alguna.
A lo largo de la vida se puede lograr alguna satisfacció n y algunos instantes de dicha, evitando así la
aflicció n por algú n tiempo, pero resulta casi imposible lograr librarse plenamente del sufrimiento y alcanzar
una felicidad interior perdurable.

De esta manera, todos los seres permanecemos inmersos en el samsara. Cuando logramos sentirnos
alegres, incluso nos asustamos y nos mostramos inquietos, y si no nos sentimos ni alegres ni desdichados,
quedamos sumidos en la apatía. Con ello no hacemos má s que dar sentido a la definició n de samsara como un
constante vagar en círculo, sin llegar a ningú n destino determinado. Si obtenemos éxito con nuestras vivencias
en el samsara, lo ú nico que logramos hacer es crecer, hacernos viejos, enfermar y finalmente morir.

Pero la esencia del samsara es en realidad la esencia de uno mismo, y la esencia de uno mismo es
ilimitada y plena, inviolable y sagrada. Pero entonces, ¿por qué nos hallamos inmersos en el samsara si nuestra
esencia es ilimitada y plena? La respuesta también se encuentra en uno mismo. Y ¿puede uno dejar de ser uno
mismo? Es imposible, porque en esencia uno mismo es infinito. Sin embargo, al identificarnos con un “yo”
individual, inevitablemente quedamos empequeñ ecidos, porque ese “yo” que creemos ser es de por sí muy
limitado. De esta forma, somos nosotros mismos los que imponemos barreras a nuestro verdadero Ser, al que
percibimos como un “yo” esclavizado y condicionado. Y es precisamente este “yo” el que da identidad a todos
los demá s, ya que sin el “yo”, no existen ni el “tú ”, ni el “vosotros”, ni el “ellos”. De esta forma, los “otros” no
existen sin el “yo”, que es el que imagina las relaciones que establece en su vida a partir de la idea de posesió n y
en base al sentimiento de apego nacido de ésta.

De todo ello se deduce que el samsara y el sufrimiento que de él se deriva surgen precisamente de la
idea del “yo” como ente individual, es decir, del ego, y de los sentimientos de atracció n y aversió n que éste
implica.

Mientras sigamos percibiéndonos a nosotros mismos como un “yo” separado de todo lo demá s,
entonces aparecerá el obstá culo del apego, y desde el momento en que aparece el apego aparece el deseo de
poseer. Cuando esto sucede, surgen cosas que nos gustan y que queremos disfrutar y cosas que no nos gustan y
hacen brotar en nosotros la ira o los celos.

Respecto a los celos, suelen asomar, no cuando consideramos a alguien inferior a nosotros mismos, sino
cuando hallamos a alguien superior y sobre todo cuando nos encontramos a alguien del mismo nivel. Cuando
esto sucede, entonces emerge el orgullo, la otra cara de los celos, que también se siente ante quienes
consideramos del mismo nivel y a quienes, por tanto, concebimos como rivales en competencia. Entonces,
automá ticamente también surge la mezquindad.

De todo ello se deduce que las cinco impurezas (ira, orgullo, apego, celos, ignorancia) se originan a
partir de la idea del “yo” que nos somete a ellas. Con todo ello no hacemos má s que experimentar el Sufrimiento
del Samsara, lo que nos impide sentirnos satisfechos.

La contemplació n sobre el Sufrimiento del Samsara implica poner nuestra atenció n en tres aspectos que
son comunes a todos los seres.

 El primer aspecto a tener en consideració n es que mientras exista el “yo”, se mantendrá la ignorancia y
con ello habrá sufrimiento. Puede que no estemos experimentando un dolor concreto, pero, como un
volcá n a punto de erupció n, el sufrimiento, enmascarado, estará siempre a punto de brotar.
 El segundo aspecto a tener en cuenta respecto al Sufrimiento del Samsara es que todo está sujeto al
cambio y afectado por la impermanencia.

 El tercer aspecto del Sufrimiento del Samsara a tener en consideració n es que los cinco agregados
(materialidad, percepció n, sensació n, objetos mentales y conciencia) se han manifestado conjuntamente
y se encuentran latentes en toda existencia condicionada.
PURIFICACIÓN DE VAJRASATTVA

Agradecimiento

Que todo aquel que vea, toque, lea, recuerde, hable o piense en estas palabras, nunca renazca en circunstancias
desafortunadas. Que logre solo renacimientos en situaciones propensas a la perfecta práctica del Dharma. Conozca a
un guía espiritual perfectamente cualificado. Desarrolle rápidamente bodichita e inmediatamente alcance la
iluminación para el beneficio de todos los seres sintientes.

INTRODUCCIÓN

El Buda más allá del espacio y el tiempo

A Vajrasattva se le denomina Adi-buda. Adi significa principio o primordial, no como un Buda que ha
existido al inicio del tiempo, sino como la esencia de los Budas que existe en otra dimensión, fuera del espacio y el
tiempo. Vajrasattva representa al Dharmakaya o el sexto buda del mandala de los 5 budas, la verdadera naturaleza de
la Budeidad, la pureza sin principio de la base de nuestras mente última, nuestra esencia.

La pureza esencial “simbolizada”

Vajrasattva es un Buda que aparece con forma de bodhisattva. Vajrasattva no aparece en ninguna de las
escrituras del budismo Mahayana. Es una figura exclusiva del budismo tántrico. Simboliza la pureza y purificación; la
profunda percepción de que, al igual que Vajrasattva, con el cual compartimos esencia, nunca nadie ha sido impuro.
Somos completamente puros desde un principio sin inicio, puros por nuestra misma naturaleza, en las profundidades
de nuestro ser. Somos puros de todo condicionamiento. Nuestra verdadera naturaleza es la no-naturaleza.
Cuando reconocemos en Vajrasattva nuestra naturaleza, esencial, pura, se destruye por entero cualquier culpa
irracional. Porque nuestra esencia está fuera de cualquier momento espacio tiempo, allí no hay ninguna acción,
pensamiento o palabra que purificar, pues estas pertenecen al espacio-tiempo. Podríamos decir incluso, que a pesar de
nuestro karma y acciones, nunca hemos cometido ninguna acción no-virtuosa, aunque las hayamos cometido, porque
éstas, pertenecen a la dimensión espaciotemporal, la cual no afecta a nuestra naturaleza última inmaculada. Por
tanto la práctica de Vajrasattva consiste en la realización de la naturaleza intrínsecamente pura de nuestra mente. El
aspecto último de nuestra mente, Vajrasattva mismo.

“Vajra” significa Sunyata o vacuidad sin principio, la realidad última. “Sattva” quiere decir” conciencia
totalmente purificada que realiza la vacuidad”. Así que Vajrasattva es el estado de fusión en el que el objeto último
(vacuidad) y el sujeto último (conciencia purificada) se unen. En ese punto no hay el sujeto no es sujeto, ni el objeto es
objeto, ya que la conciencia pura no tiene nada más que percibir que a sí misma. El espacio con capacidad de “darse
cuenta” toma conciencia de sí mismo, de que no es un simple espacio, sino un vacio con capacidad de percibir.
Vajrasattva simboliza esta verdad fuera del espacio-tiempo.

Práctica tántrica de purificación

Tanto en la India como en Tíbet hubieron muchos maestros que experimentaron grandes realizaciones. Según
las enseñanzas del Dharma, no hay diferencias entre ellos y nosotros en lo que respecta a la naturaleza búdica.
Entonces, ¿por qué no estamos iluminados? La única diferencia entre los seres que poseen grandes realizaciones y
nosotros, es que nuestro continuo mental todavía se encuentra lleno de oscurecimientos, actitudes perturbadoras y
karma negativo. Pero estos obstáculos de la mente, el cuerpo y el habla pueden purificarse gracias a la meditación y la
recitación de la práctica de Vajrasattva.

La visualización de Vajrasattva forma parte de los preliminares básicos del tantra, donde se dice que se ha de
realizar la práctica de Vajrasattva con los cuatro poderes de oposición (confianza, arrepentimiento, antídoto y
determinación); y que recitando el mantra 21 veces todos los días. se evita que las negatividades se incrementen. De
hecho, si recitamos el mantra 100,000 veces se purifican todas las negatividades.

Pero mientras realizamos la práctica debemos recordar que en esencia última, uno se purifica dándose cuenta
de que en realidad uno nunca ha sido impuro, ya que nuestra verdadera esencia no se ve afectada nunca. Todo
obscurecimiento o negatividad pertenece al mundo de las apariencias y permanece en la superficie de nuestro Ser.
Esto no justifica la práctica de un comportamiento sin moral, sino que en esencia, no importa lo que hayamos hecho
(sólo ha sido parte de nuestro aprendizaje).

El objetivo de la práctica de Vajrasattva es sacarnos de este estado alienado en el que nos sentimos no
perfectos, y devolver nuestra conciencia a nuestro estado de pureza primordial, fuera del condicionamiento del
Samsara. Este hecho se ve reflejado en el mantra, conforme lo vamos recitando pasamos por una secuencia de
reintegración desde una mente alienada de su naturaleza última, hasta nuestro estado original de pureza última o
Vajrasattva.

LOS CUATRO PENSAMIENTSO QUE VUELVEN LA MENTE AL DHARMA

La integración de estos pensamientos en la vida de cada individuo ayuda a retirar la atención de las
actividades mundanas de corto alcance, enfoncándola hacia las actividades espirituales, y aporta certeza en la
comprensión del aquí y el ahora de la existencia.

También se denominan contemplaciones debido a que con ellas uno analiza, piensa, recapacita, discierne y
confirma. Sin embargo, estas contemplaciones no deben observarse como una simple reflexión, puesto que de forma
intuitiva exponen plenamente su entero significado, aportando al practicante un pilar inamovible en el que apoyarse
con firmeza para cruzar todos los estados de la existencia.

La Valiosa Vida Humana

La vida humana es de por si valiosa como vida, con sus atributos físicos, verbales y mentales, que nos pueden
permitir elegir y seguir un curso constructivo de acción. Por ello se la debe proteger y respetar. Sin embargo, para que
ese valor se reconozca en todo su alcance y resulte de verdadero beneficio, se deben tener en cuenta 18 circunstancias
o condiciones particulares, que hacen de la vida humana una oportunidad especialmente única, excepcional y
provechosa para alcanzar la sabiduría y una elevada realización.

1. No haber nacido en una vida de dolor constante que impediría tener disponibilidad alguna para encaminar la
mente hacia el Dharma.
2. No haber nacido con el tormento de no poder saciar hambre y sed.
3. No haber nacido como un animal, que carece de la posibilidad de comprender la existencia y de adquirir
conocimiento, además de que siempre viven con miedo.
4. No haber nacido como un ser humano irracional y sin discernimiento. Como alguien que carece de la sutileza
del intelecto necesaria para distinguir entre lo correcto e incorrecto.
5. No haber nacido en un ambiente en el que estemos embebidos en placeres durante todo el día, teniendo el
poder de alcanzar todos los deseos que imaginásemos, pues perderíamos la oportunidad de alcanzar el
conocimiento supremo por estar distraído.
6. No ser una persona con una percepción errónea respecto a la existencia, que no sea capaz de percibir con
claridad las herramientas a su disposición para alcanzar la realización espiritual definitiva a través del
Dharma.
7. Si no hubiera seres iluminados en este mundo, no serían conocidos sus atributos ni su experiencia interna, y
por tanto no habría transmisión de enseñanzas.
8. No haber nacido sordo o mudo, ya que esto dificultaría el aprendizaje del Dharma, aunque hoy en día hay
métodos para solucionar estas circunstancias.

Las diez circusntancias siguientes son conocidas como las Diez Bendiciones.

Cinco bendiciones propias:


- Haber nacido como ser humano.
- Haber nacido en un área donde las enseñanzas están establecidas y prosperan, donde existe una profunda
sabiduría que conduzca a la práctica del Dharma.
- Tener todos los sentidos intactos.
- Desempeñar nuestras actividades mundanas en concordancia con el Dharma.
- Tener respeto por lo que es correcto, incluyendo las 3 joyas.

Cinco bendiciones externas:


- Que le Buda histórico Sakyamuni adquirió la Budeidad en esta era.
- Que el Buda decidió impartir enseñanzas.
- Que aún prevalecen las enseñanzas del buda a través de un linaje intacto.
- Que el linaje cuenta con muchos practicantes.
- Que existe la benevolencia, lo que hace posible la práctica del Dharma.

Muerte e impermanencia

La muerte es un acontecimiento natural presente en la vida de todos los seres humanos. Además nadie sabe
con certeza cuándo devendrá la muerte, ni si quiera si mañana volverá a despertar en este mundo. Nadie quiere morir,
ni espera con anhelo la siguiente encarnación. Por el contrario, todos los seres sintientes tratan de conservar su vida.
Pero cuando la muerte llega, ni los seres queridos, ni el dinero ni las pertenencias acumuladas, ni la fama o posición
social obtenidas acompañarán al fallecido. Lo único que se llevará consigo de forma inevitable son las impresiones
kármicas dejadas por las palabras, los pensamientos y las acciones realizadas a lo largo de la vida.

En el momento de la muerte, el karma personal se manifiesta. El ego experimenta todos los estados mentales
vivenciados durante la vida y, por ello, en el transcurso de ésta es necesario adquierir el conocimiento supremo hacia
el que conducen el Dharma y la percepción de la vacuidad que de él se infiere. Sólo así desaparecerá el temor que
surge ante el proceso de la muerte.

Puesto que el momento más importante de la vida es la misma muerte, todos los seres humanos deberían
prepararse de forma conveniente para afrontarla sin miedo. Sin embargo, la atención del presente suele concentrarse
sólo en el mañana inmediato y el futuro a corto plazo. Esto es sin duda algo a tener en cuento a lo largo de los años,
pero no debemos olvidar que la muerte puede llegar en cualquier momento y por tanto, se debe hacer un constante
esfuerzo en acumular méritos a través de palabras, pensamientos y acciones positivas, que propicien una próxima
encarnación más favorable.
La reflexión sobre la muerte, nos lleva inevitablemente a darnos cuenta de la fragilidad de la propia vida, y
con ellos, la impermanencia se convierte en el fenómeno que mejor distingue el proceso de la existencia. Simplemente
tenemos que observar como nada perdura como algo substancial e indisoluble. El universo conocido con todas sus
galaxias y millones de sistemas planetarios, el ser humano y sus estados de conciencia, el resto de seres sintientes…
todos se encuentran inevitablemente limitados por la muerte y por tanto no pueden escapar al fenómeno de la
impermanencia.

Por otra parte, la propia percepción particular sobre la realidad circundante de casa ser, también irá cambiando
en cada nuevo nacimiento, dependiendo de las circunstancias kármicas, ya sean éstas de tipo positivo o negativo. En
relación a esto, incluso los pensamientos son de naturaleza inconstante y por tanto impermanente, ya que al igual que
el viento, cambian ante los soplos de la vida.

Karma, causa y efecto

RESUMEN DE LOS 4 PENSAMIENTOS

-Reconocemos nuestra preciosa oportunidad en esta vida de poder beneficiar a innumerables seres por
medio de los métodos de un Buda. Muy pocos encuentran las enseñanzas de Buda y son todavía menos quienes
pueden llevarlas a cabo.

-Recordamos la impermanencia de todo lo que existe. La muerte es segura para todos, e incierto el
momento en que nos alcance. Sólo el ilimitado y claro espacio de la mente es duradero y no sabemos cuánto tiempo
dispondremos de las condiciones para poder reconocerlo.

-Entendemos la ley de causa y efecto. Aquello que vivimos y viviremos es el fruto de lo que sembramos.
Los pensamientos, palabras y acciones del pasado fueron las causas que han madurado en nuestro presente y ahora
mismo estamos sembrando las semillas de nuestro futuro.

-Por último, reflexionamos acerca de las razones de trabajar con nuestra mente. La iluminación es el más
alto e intemporal gozo y no podremos beneficiar a otros seres mientras permanezcamos ignorantes o sufriendo. Por
eso, ahora nos abrimos a aquellos que pueden enseñarnos.

EL PODER DE LA CONFIANZA: generar la bodhicitta y tomar refugio.

GENERAR BODHICITTA

Ahora cultivamos la bodhicitta pensando: “el propósito de mi vida es liberar a todos los seres de los 6 reinos y
del estado intermedio de todo su sufrimiento y sus causas. Para poder hacer esto, voy a purificar mi karma negativo
mediante la práctica de meditación-recitación de Vajrasattva, para así alcanzar la iluminación y poder entonces guiar a
todos los seres al estado final de la iluminación.

TOMA DE REFUGIO

Visualizamos a los objetos del refugio a la altura de tu frente, no demasiado arriba ni muy abajo. Están más o
menos a un brazo de distancia. En ese sitio instantáneamente aparece el Buda y lo rodean todas los Budas y
bodhisattvas (Padmasambaba, Amitabha, Maitreya, Vajrasattva, Avalokiteshvara, Manjushri), etc. Bajo ellos y
rodeándolos, las escrituras del Dharma con las letras de la tela mirando hacia ti. Todas las escrituras resuenan y
emanan el sonido de los mantras del dharma.

Visualiza que a tu alrededor están todos los seres sintientes experimentando los diversos tipos de sufrimientos
de los seis reinos. Como práctica Mahayana las tres causas del refugio han de estar completas:

1. Renuncia al sufrimiento propio y de los demás en el Samsara.


2. Una firme convicción de que los objetos del refugio tienen el poder de liberarte de estos sufrimientos.
3. Una sólida compasión por todos los seres sintientes, la Bodhicitta.

Con esos pensamientos virtuosos y preparación mental, sostenemos la visualización de las Tres Joyas con
claridad y recitamos la plegaria del refugio en las Tres Joyas:

Oración de Refugio:

Tomo refugio en el Buda, deposito mi confianza en que el estado iluminado de la mente-corazón de un buda
como fuente de la felicidad última incondicionada.

Tomo refugio en el Dharma, las enseñanzas y prácticas que guian en el pasado, presente y futuro a los grandes
maestros que trascendieron y trascenderán el sufrimiento.

Tomo refugio en la Sangha, la comunidad de seres realizados y amigos en el camino que nos ayudan a superar
los obstáculos y a reunir las condiciones necesarias para la práctica.

EL PODER DEL ARREPENTIMIENTO

Hacer meditación de agenda para reconocer lo que queremos purificar.

El arrepentimiento sincero es el segundo poder de oposición, el poder del arrepentimiento. Si tienes un


arrepentimiento firme tu purificación será más poderosa. Si careces de este factor fundamental del arrepentimiento,
será difícil que purifiques las negatividades.

Creamos los karmas negativos más fuertes en relación a otros seres sintientes, enfadándome con ellos,
generando visiones erróneas al proyectar nuestros deseos o expectativas sobre ellos, no reconociendo su naturaleza
búdica interior, no respetando su libre albedrío y lecciones, lastimando su sagrado cuerpo y obviando sus consejos.

Recordemos la definición de karma negativo: cualquier acción de cuerpo, mente o habla que resulte en
sufrimiento, usualmente una acción motivada por ignorancia, apego o aversión.
El arrepentimiento no es la culpa, sino el reconocimiento de la causas no virtuosas cometidas y las
consecuencias resultantes; tras este análisis, renunciamos fírmemente a NO repetir dichas causas para no volver a
provocar ese sufrimiento, ya que es al sufrimiento a lo que renunciamos realmente, cuando tomamos el camino del
dharma.

“Oh Bagavan Vajrasattva, que todos mis oscurecimientos presentes y pasados y los de todos los seres
sintientes sean purificados por medio de esta práctica”.

EL PODER DE LA ACCIÓN DEL ANTÍDOTO

El Lam Rim cita el Compendio de los Entrenamientos, enumerando los seis antídotos principales contra las
acciones negativas: recitar mantras, meditar en la vacuidad, hacer postraciones, hacer imágenes del Buda, recitar
textos de Darma y hacer ofrendas. La que se usa en esta práctica de purificación es la recitación del mantra de 100
sílabas de Vajrasattva junto con la meditación en la deidad.

Reflexionando en el significado de este mantra, recítalo con actitud de petición a Vajrasattva. Cuando la
recitación del mantra de 100 sílabas se hace con la visualización apropiada, es en sí misma el poder del antídoto.

Fase de construcción
Para empezar, todo lo que nos rodea se disuelve en un vasto cielo azul que se extiende en todas direcciones.
Toda esperanza y temor, toda ronda de pensamientos, se desvanece en el cielo y todo está sereno. de la vacuidad clara
y azul emerge un loto blanco y perfecto. Encima de éste hay un disco de luz blanca (disco de luna). Sobre ese trono
sin mancha se condensa la brillante e inmaculada forma de Vajrasattva, un radiante campo de energía y luz blanca,
sentado serenamente en postura de loto completo rodeado de un halo de luz arco iris. Viste con deslumbrantes sedas y
joyas hechas de pura luz. Su rostro es dorado y apacible. Sus ojos nos ven claramente, nos conoce y nos desea toda
clase de bendiciones. Su mano derecha está a la altura del corazón, con la palma hacia arriba verticalmente sobre ella,
en perfecto equilibrio, hay un vajra, el cetro diamantino de los budas. Puede aparecer el vajra de oro o de cristal pero
este también está hecho de luz, de Mente, de la realidad misma.

La mano izquierda descansa a su lado, sosteniendo una campana-vajra, que es una


campana de plata con mango de vajra. Coronan su cabeza cinco joyas y su cuerpo está
circundado por un aura de luz de cinco colores: blanco, amarillo, rojo, azul y verde, pues
Vajrasatva es la unión del mandala de los cinco budas, la total personificación de sus
sabidurías. Tiene el cabello largo y negro, cayendo sobre sus hombros y mira hacia abajo, a
nosotros, con una sonrisa de completa aceptación. Con fuerza, deseamos obtener sus
cualidades iluminadas para el beneficio de todos los seres sintientes.

El Buda conoce nuestro deseo. Sonríe y se acerca aún más. Querido Buda,
muéstranos la fuerza que remueve la ignorancia y los oscurecimientos de todos los seres y
de nosotros mismos. Permite que la intemporal luz de la mente sea reconocida en nosotros.

Fase de bendición del cuerpo

Una fuerte luz Blanca irradia desde el tercer ojo del Buda y entra en el mismo lugar
en nuestra frente. Nuestra cabeza se llena con una poderosa luz, que disuelve todas las
impurezas de nuestro cerebro, de nuestros sentidos y del resto del cuerpo. Todas las causas
y huellas de las acciones dañinas desaparecen y nuestro cuerpo se relaja y llena de luz
completamente. Se convierte en una herramienta consciente para proteger y ayudar a otros
seres. Retenemos la luz tanto tiempo como deseemos mientras experimentamos la vibración
interna de la sílaba OM.

Fase de bendición del habla

De la garganta del Buda fluye un radiante haz de luz roja que entra por nuestra boca y garganta y disuelve
todas las dificultades de nuestro habla. Todas las impresiones de las palabras dañinas y confusas desaparecen y nos
hacemos conscientes de nuestro habla. Ahora es compasión y sabiduría, una poderosa herramienta para beneficiar a
otros seres. Junto con la luz roja, retenemos la profunda vibración interna de la sílaba AH.

Fase de bendición de la mente

Del centro del cuerpo del Buda, a nivel del corazón, surge una intensa luz azul que llena el centro de nuestro
pecho. Todo lo dañino abandona ahora nuestra mente. Los sentimientos perturbadores y las ideas rígidas se disuelven
y nuestra mente se vuelve gozo espontáneo. Nuestra mente es ahora espacio y gozo inseparables. Junto con la
profunda luz azul vibra la sílaba HUNG.

La transmisión del Gran Sello

Ahora, visualizamos las tres luces al mismo tiempo, saliendo del Buda y entrando en nosotros. La luz blanca
llena nuestra cabeza, la luz roja nuestra garganta y la luz azul nuestro corazón. Así , experimentamos el Gran Sello y
reposamos en el estado del Buda.

Fase de Purificación de Vajrasattva

Ahora visualiza a Vajrasattva de nuevo pero a una distancia de unos 10 centímetros por encima de tu cabeza.
En el centro de su corazón hay otro pequeño loto blanco y un disco de luna. Sobre éste, erguido verticalmente, en
color azul oscuro está la sílaba simiente HUM (hung). Rodeada por una espiral de letras blancas, como un collar de
blancas perlas puras. Son las letras que componen el “mantra de cien sílabas” de Vajrasatva.

De la HUM que está en el corazón de Vajrasattva se irradia luz hacia todas las direcciones para pedirle a los
Budas que confieran sus bendiciones. Ellos aceptan la petición y envían rayos de luz blancos junto con un néctar
cuya esencia es el conocimiento de su cuerpo, habla y mente. La luz y el néctar se absorben en la HUM y en las
letras del mantra que se encuentran en el corazón de Vajrasattva. Después llenan su cuerpo por completo, realzando el
esplendor de su apariencia e incrementando el resplandor del mantra.

Mientras recitas el mantra, visualiza que rayos de luz blanca y néctar fluyen continuamente de la HUM y del
mantra que están en el corazón de Vajrasattva y que descienden atravesando su cuerpo, el asiento de luna y loto, y
entran por tu coronilla llenando cada célula de tu cuerpo y mente con la luz del gozo infinito. Recita el mantra por lo
menos 21 veces, o más si puedes:

OM VAJRASATTVA SAMAYA
MANUPALAYA VAJRASATTVA TINOPA
TISHTA DRIDHO ME BHAWA
SUTO KAYO ME BHAWA
SUPO KAYO ME BHAWA
ANURAKTO ME BHAWA
SARWA SIDDHI ME PRAYATSA
SARWA KARMA SU TSAME
CHITTAM SHRIYAM KURU HUM
HA HA HA HA HO
BHAGAVAN SARWA TATHAGATA
VAJRA MA ME MUNTSA
VAJRI BHAWA
MAHA SAMAYA SATTVA
AH HUM PHET

Cuando termines de recitar el mantra, desarrolla la firme convicción:

“He purificado todas mis negatividades”

Es importante generar esta convicción porque es perjudicial tener dudas constantes acerca de si las
negatividades realmente se purificaron.

EL PODER DE LA DETERMINACIÓN

Fase de compromiso

Dirígete a Vajrasattva: “Por medio de la ignorancia y el engaño he roto mis compromisos. Voy a hacer todo lo
que pueda para no volver a cometer estas acciones negativas en el futuro”.

Vajrasattva está muy complacido y dice: “Hijo de la esencia, todas tus negatividades y oscurecimientos se han
purificado por completo”.

Fase de unión

Lleno de alegría Vajrasattva se disuelve en luz pura y se funde contigo. Tu cuerpo, habla y mente se vuelven
inseparablemente uno con el cuerpo, habla y mente sagrados de Vajrasattva . Esta luz en la que nos hemos
fundido, está en todas partes y toda forma desaparece. Ahora, sólo hay conciencia sin centro ni contorno. Los
pensamientos y los fenómenos son el libre juego del espacio.

Fase de actividad

Ahora lo que nos rodea, este mundo y todos los mundos, aparecen perfectos y puros. Todos los átomos vibran
con gozo y se mantienen juntos por amor. Todos los acontecimientos son frescos y llenos de significado, radiantes de
potencial ilimitado. Los seres se manifiestan, lejos o cerca. Son Budas femeninos o masculinos. Los sonidos son
mantras y todos los pensamientos sabiduría por el simple hecho de que pueden suceder.

Sentimos que nuestro cuerpo se condensa del espacio. Es fuerza y gozo. Algo esencial ha sucedido. Antes
éramos nuestro cuerpo y por eso vulnerables a la vejez, la enfermedad, la muerte y la pérdida. Ahora, tenemos un
cuerpo.

El cuerpo y el habla son herramientas conscientes para beneficiar a otros seres. Nuestra verdadera esencia, y
ahora lo sabemos, es la consciencia clara que acabamos de sentir y que también estuvo presente cuando no habí a
forma.

Decidimos mantener esta comprensión en todas las situaciones de la vida y deseamos que todas las buenas
impresiones que acaban de aparecer se vuelvan ilimitadas y lleven a todos los seres al único gozo duradero: el de
conocer la naturaleza de la mente.

DEDICACIÓN

En la vacuidad, no existe un yo, creador del karma negativo;


no existe la acción de crear karma negativo;
no existe el karma negativo creado.
Conserva tu mente en ese vacío por un pequeño instante. De esta forma, observa a todos los fenómenos como
vacíos de existencia intrínseca independiente. Con este reconocimiento de la vacuidad, dedica los méritos:

“Que a través de todos los méritos de los tres tiempos acumulados por mi, los budas, bodhisattvas y todos
los demás seres sintientes (que parecen reales pero son vacíos), pueda yo (que parezco real pero soy vacío) alcanzar
la iluminación de los budas (que parecen reales pero son vacíos) y conducir a todos los seres sintientes (que
parecen reales pero son vacíos) a ese estado iluminado (que parece real pero está vacío).

Que la preciosa bodichita, la fuente de toda felicidad y éxito para mí y para todos los demás seres, se genere
dentro de mi propia mente y en la mente de todos los seres sintientes sin ni siquiera un segundo de tardanza; y que la
que ya ha sido generada se incremente. Que gracias a este merito pronto alcancemos el estado de iluminación para
poder así liberar a todos los seres sintientes de su sufrimiento.”

Explicación del mantra

OM = la sílaba del cuerpo vajra (Se deletrea A-U-M, que representan el cuerpo habla y mente de los Budas).
Representa la meta, la iluminación, el Dharmakaya (mente de los budas). Es un recordatorio del objetivo que tenemos
al inicio de la práctica o sadhana.

VAJRASATTVA = nuestro Ser Superior, que posee la sabiduría de la vacuidad y el gozo inseparables.

SAMAYA = compromiso recíproco. Si realizamos nuestra parte del trato, obtendremos sus frutos.

MANU PALAYA = acompañar y protege al hombre y su mente. Representa el aspecto de nuestro yo superior que
siempre está ahí, más puro y verdadero que nuestro yo relativo, y que por el mero hecho de estar allí, estamos de algún
modo protegidos aun sin realizar ningún esfuerzo espiritual, porque permanece puro bajo nuestra apariencia hagamos
lo que hagamos. Protege nuestra esencia nuestra verdadero ser hasta de nosotros mismos al no verse afectado por nada
de nuestras acciones relativas. Por eso nos aporta protección y esperanza. La alienación de nuestra verdadera esencia
nunca es completa, porque siempre podemos volvernos hacia dentro y conectar con esta pureza.

VAJRASATTVA TVENO PATISHTA = hasta ahora Vajrasattva se encontraba en la profundidad de tu ser, en la


distancia del espíritu, ahora le re reconoces e invocas para que esté codo con codo, a tu lado, como un ángel guardián.

DRIDHO ME BHAVA = si tenemos a nuestra propia naturaleza de Vajrasattva justo a nuestro lado, si sentimos que
está ahí, incluso si no reconocemos nuestra propia pureza, el sentir que Vajrasattva está a nuestro lado nos da una
vierta fuerza y firmeza, nos hace está más centrados.

SUTO SHKYO ME BHAVA = al principio, cuando Vajrasattva estaba alejado de nosotros, podríamos sentirlo como
una relación fría o incluso tensa, tendemos a pensar que cuando alguien no nos gusta o no sentimos nada por él, el
sentimiento es recíproco. Pero ahora que la distancia con nuestra propia naturaleza se está superando y nos sentimos
más cerca, notamos una especie de calidez y disfrute

SUPO SHKYO ME BHAVA = te estás acercando a ser cada vez más parecido a tu verdadera naturaleza. Vajrasattva
está complacido por este avance, tus impurezas se están reduciendo, hay más armonía y simbiosis entre los dos.
Ambos estáis satisfechos de esta relación mutua.

ANURAKTO ME BHAVA = el término Anurakto es algo así como, “con pasión, violentamente, lócamente” en un
sentido espiritual positivo, trayendo a la mente un sentido la descarga de un torrente de energía. Estamos pidiendo
trascender toda alienación y obscurecimiento a través de la fusión o absorción completa de nosotros mismos con
nuestra propia naturaleza pura (Vajrasattva). Este estado emocional es mencionado en el Tantra y es muy importante;
en lugar de “anurakto” se usa “anuraga”, y podremos encontrar el término “maha anuraga” como la gran pasión, que
implica un estado en el que todas la energía emocional está dirigida hacia algo trascendental. En este momento se
establece un pacto completo entre nosotros y nuestra propia verdadera naturaleza.

SARVA SIDDHI ME PRAYACCHA = Siddhi significa tanto las perfecciones del camino espiritual, como las
habilidades trascendentales o dones que se adquieren con la evolución del ser. Al habernos unido con Vajrasattva, si él
posee todas las perfecciones y dones de los budas, nosotros podríamos también acceder a ellos, por tanto invocamos
que esto tenga lugar.

SARVA KARMA SUCHAME = tras unirnos a Vajrasattva y recibir todas las cualidades espirituales y atributos
trascendentales de un buda, no hay espacio ni sentido para seguir portando karma negativo, pues nuestro habla, cuerpo
y mente es pura. Así que pedimos a Vajrasattva que lo purifique por completo, y nosotros por nuestra parte
reconocemos que somos y hemos sido puros eternamente sin comienzo ni fin.

CITTTAM SHRIYAM KURU HUM = una vez que hemos purificado todos los karmas, que nuestra mente sea la
mente suprema, la mente de un ser iluminado.

HA HA HA HA HO = esta es la risa trascendental, es la que alcanzamos al realizar nuestra propia naturaleza, es la risa
espontánea al observar nuestro propia ilusión, “qué engaño más tonto, pensaba que era un ser imperfecto y en realidad
soy pureza primordial”; nos damos cuenta de que pensábamos que no estábamos iluminados, y en realidad lo hemos
estado desde siempre, qué error más ridículo! Y nos reímos de nosotros mismos. Exhortamos 5 exclamaciones, una
por cada una de las 5 sabidurías trascendentes, los 5 dhyani buddhas. El HO es por la sabiduría central del
Dharmadhatu.

BHAGAVAN SARVA TATHAGATA = después de reconocer nuestra propia naturaleza, miramos alrededor y no
vemos más que budas por todas partes. Percibes la esencia búdica en todo ser sintiente. Ahora experimentas todo
como puro e iluminado.

VAJRA MAME MUNCHA = que los budas me liberen de mi estado condicionado, de mi sensación de ser impuro.

VAJRA BHAVA = que yo sea alguien capaz de sostener un vajra, que sea Real de forma última.

MAHA SAMAYA SATTVA = es un llamado a Vajrasattva en el que se dice, "Tú, el que posee el gran compromiso."
La importancia de llamarlo de esta manera es para decirle, "Que mi petición pueda ser concedida tal como la he
solicitado."

AH = la sílaba del habla vajra (muestra la naturaleza vacía de todos los fenómenos. La principal función del habla de
un Buda es enseñar que los fenómenos carecen de una existencia inherente).

Om: las cualidades del cuerpo, habla y mente sagrados del Buda; todo lo que es auspicioso y de gran valor.

Hum: la sabiduría trascendental del gran gozo. el estado de gozo de la sabiduría de Vajrasattva

Phat: clarifica la sabiduría trascendental del gozo y vacuidad inseparables y destruye la mente dualista que obstruye
eso. destruye todos los engaños y sufrimientos.

Resumen del significado del mantra

En su naturaleza más honda los mantras son, en esencia, intraducibles. No obstante, algunos maestros han
procurado hacer una traducción que nos puede dar una idea de lo que significa el mantra de Vajrasattva. Como hemos
visto, este es un mantra muy poderoso, nos conduce al tipo de conciencia o sentimiento que deberíamos tener; con
cada verso nos acercamos cada vez más a nuestra verdadera naturaleza, la encarnación de la pureza primordial, el
estado de Vajrasattva o unión con nuestro Yo Superior, a través de un proceso de purificación, el cual no es más que
vivir la certeza o sabiduría de que en último término no somos “impuros” ni hemos “pecado”.
Esto borra cualquier resto de condicionamiento religioso como pecadores. Puede que en la superficie estemos
algo mugrientos jejeje pero en nuestra profundidad, en nuestro corazón, somos igual que Vajrasattva, completamente
y primordialmente puros.
Tras hacer la visualización, recitamos el mantra, y con cada repetición vamos abandonando de forma gradual
el sentimiento de alienación, alejándonos de ser “la mugre” para profundizar más y más en nuestra naturaleza
inmaculada de Vajrasattva.

Om Vajrasattva Vajrasatva ‘tvenopatishta


Samaya manupalaya Drdho me bhava
Sutosyo me bhava Vajrasattva, mi Yo Superior, mi Buda interior,
Suposyo me bhava apóyame y protege mi compromiso,
Anurakto me bhava acércate y permanece junto a mí,
Sarva siddhim me preecha haz que me mantenga firme y centrado,
Sarva karma sucha me que estés contento conmigo,
Chittam shreyah kuru hung que estés satisfecho conmigo,
¡Ja, ja, ja, ja, jo! unámonos en profundo amor,
Bhagavan sarva tathágata concédeme todas las perfecciones y dones,
Vajrama me muncha purifica todo mi karma,
Vajri bhava que mi mente sea la de un Buda.
Mahasamayasatva río por mi ignorancia y las 5 verdades.
¡Ah! ¡Hung! ¡Phat! ¡todos los seres son budas a mi alrededor!
Seres vajra muestren mi ignorancia
Que yo encarne la naturaleza Vajra.
Gran héroe de mi compromiso.
¡Ah! ¡Hung! ¡Phat! (¡Que se vaya el mal!)

(¡Phat! Es un sonido que se usa para someter a los


demonios)

VAJRASATTVA EN TERAPIAS

Técnica directa de limpieza:


Acoplar lo de los tres tipos de purificaciones para hacérselo a un paciente durante una terapia de Reiki.

Técnica simple a distancia:


Si tienes amigos cercanos o parientes o personas a las que debes cuidar, las puedes visualizar alrededor de la
HUM que está en tu corazón y luego lleva a cabo la purificación.

Vajrasattva y su relación con la muerte


Vajrasattva tiene una relación especial con la muerte y es común cantar su mantra para ayudar a quien acaba
de fallecer. La cercanía de la muerte es el momento en que nuestras acciones pasadas, hábiles o torpes, vienen a
nosotros de manera más íntima y es, asimismo, el momento en que se puede determinar nuestro futuro renacimiento.
Por lo tanto, en esos instantes necesitamos, más que nunca, invocar la pureza esencial de Vajrasatva para que nos
ayude a purificar nuestro karma.

También podría gustarte