La quinestesia es un término que no es comúnmente utilizado en castellano, pero su equivalente más
conocido es la cinestesia. Ambos conceptos se refieren a la percepción de la posición y el equilibrio
de las diversas partes del cuerpo. Veamos más detalles:
La cinestesia y la quinestesia provienen de la lengua griega: kínesis (que significa
“movimiento”) y áisthesis (que significa “sensación”). En otras palabras, conceptualizan la repercusión que tiene en nosotros el movimiento. La kinestesia se relaciona con las sensaciones que distintos puntos corporales transmiten continuamente a los centros nerviosos, ya sea provocadas por agentes internos o externos: o Sensibilidad interoceptiva: Transmite información a través de los receptores de los músculos lisos y del sistema neurovegetativo. Por ejemplo, la sensación de hambre o sed. o Sensibilidad exteroceptiva: Aquí entran en juego los órganos externos, principalmente los sentidos. Estos receptores recogen y comunican información relacionada con la luz, el sonido, los aromas, las texturas y la temperatura. o Dolor: También se incluye en esta clasificación, y su percepción puede llevar a respuestas psicomotrices. o Sensibilidad propioceptiva: También conocida como sensibilidad postural, regula el equilibrio y las acciones voluntarias para movilizar el cuerpo. Los propioceptores influyen en el esquema corporal y la planificación de acciones motoras, permitiendo un movimiento ordenado1.
En resumen, la quinestesia (o cinestesia) está vinculada a la percepción de cómo nuestro cuerpo se
mueve y se equilibra, tanto física como emocionalmente