Huellas de los vikingos: Ivar el deshuesado y su legado

En los anales de la historia de Irlanda, los primeros

relatos de incursiones vikingas datan del lejano año 795
d.C., cuando las olas inquietantes de drakkars surcaron
los mares hacia las costas irlandesas. Entre los
intrépidos guerreros que lideraron estas incursiones,
destacó uno cuyo nombre resonaría en las leyendas:
Ivar el Deshuesado.
Las crónicas cuentan que estas primeras incursiones
fueron como relámpagos en la noche, rápidas y
devastadoras. Los vikingos, con sus habilidades
náuticas sin igual y su sed de riquezas, dejaron una
estela de caos y misterio a su paso. Sin embargo, fue en
la fase subsiguiente, en la década de 830, cuando la
presencia vikinga se arraigó en tierras irlandesas de una
manera más significativa.

1
Es en esta época que los Anales comienzan a relatar la
construcción de longphorts, fortalezas costeras que
fungían como bases de operaciones para los vikingos.
Estos puertos de envío, como se les conocía, no solo
servían como refugio seguro para los audaces
navegantes del norte, sino que también se convertían en
centros de comercio y conflicto.
Sin embargo, la fortuna de los vikingos no sería eterna.
En el año 902, una poderosa coalición de reyes
irlandeses, hartos de la presencia vikinga en sus tierras,
se unieron para expulsar a los invasores de Dublín, la
joya de la corona vikinga en Irlanda. Se dice que entre
los expulsados se encontraba la dinastía vikinga
liderada por Ivar el Deshuesado, cuyo linaje había
dejado una huella imborrable en la historia de la isla
esmeralda.
Con la expulsión de los vikingos de Dublín, muchos de
los longphorts fueron reducidos a ruinas por los
irlandeses triunfantes, marcando el fin de una era de
dominio vikingo directo en la región. No obstante, estas
incursiones dejaron un legado duradero, pues sentaron
las bases para una era de intercambio cultural,
comercial y a veces violento entre los pueblos del norte
y los hijos de Éire.
https://origenes.substack.com/p/huellas-de-los-vikingos-
ivar-el-deshuesado