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MONITOREO GEOQUÍMICO Y
POTENCIAL GEOTÉRMICO DEL VOLCÁN
TACANÁ, CHIAPAS, MÉXICO
TESIS
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE:
DOCTOR EN CIENCIAS
PRESENTA:
NATHALIE COLLARD
DERECHOS RESERVADOS ©
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México).
Gracias de corazón a mi asesor Dr. Yuri Taran, por su paciencia, su confianza y su ayuda
y por ser una persona de gran valor. Ha sido un privilegio poder contar con su guía y
apoyo.
Gracias a Paty, Natalie, Dolors y Lilia por siempre haber estado a mi lado en cada
momento.
Gracias a mi comité tutoral, Dr. Hugo Delgado Granados y Dra. María Aurora Armienta
Hernández.
Gracias a mis sinodales, Dr. Loïc Peiffer, Dr. Peter Schaaf, Dr. Servando De la Cruz-
Reyna y Dr. José Luis Macías Vázquez.
Gracias a los responsables del posgrado, y en particular a Araceli Chaman por las
facilidades brindadas en los trámites burocráticos.
Agradezco también al Dr. Lehua Pan y al Dr. Nicolas Spcyher del Lawrence Berkeley
National Laboratory por proporcionar la licencia de TOUGH2.
Y con todo mi amor, gracias a los míos por estar incondicionalmente conmigo durante
estos años a pesar de la distancia. Siempre. Gracias Mamá, Papá, Arnaud y Gaëtan.
ÍNDICE
RESUMEN
ABSTRACT
BIBLIOGRAFÍA 109
RESUMEN
El Tacaná (4100 msnm) es el volcán ubicado más al noreste del arco volcánico
centroamericano. Alberga un sistema volcánico-hidrotermal caracterizado por un campo
fumarólico de baja temperatura a 3600 msnm y cuatro grupos de manantiales ubicados en
la parte NO del volcán (~1500 - 2000 msnm). Los manantiales termales descargan aguas
ricas en SO4-HCO3 (>1 g L-1) con un rango de temperatura entre 25 y 63°C. En abril de
2014, se descubrió un nuevo manantial ubicado a ~ 500m por debajo de los otros dos
grupos de manantiales que descarga agua tipo Na-Cl con contenido en sales superior a
1.5 g L-1. El nuevo manantial representa a un acuífero geotérmico estratificado.
Cada manantial es drenado por un río frío que se incorpora al Río Coatán, que representa
drenaje principal de la descarga de aguas termales del sistema volcánico-hidrotermal. Los
flujos de solutos y de calor liberados por los manantiales fueron estimados con el método
de inventario de cloro. La descarga total de cloro por parte de los manantiales se estimó
en 14.8 g s-1 y el flujo total de calor en ~9.5 MW.
El flujo de calor liberado por la desgasificación difusa del suelo fue estimado mediante
mediciones de flujos difusos de CO2 en el domo San Antonio y, basándose en la hipótesis
en la cual el gas profundo tiene la misma composición que el gas muestreado en las
estructuras geológicas de desgasificación difusa. El flujo total de CO2 se calculó en 1.2 t
d-1 lo que corresponde a un flujo de vapor de agua de 100 t d-1. Sumando el flujo de calor
liberado por: 1) la condensación del vapor, 2) el enfriamiento del vapor condensado y 3)
el asociado al enfriamiento del CO2(g), se obtiene un total de ~4.3 MW.
Si se considera una temperatura del fluido profundo de 250°C, se estima que el flujo de
calor advectivo liberado por el reservorio profundo es de ~26 MW. Sin embargo, el flujo
total de cloro medido en el drenaje principal es 4 veces más alto (~59 g s -1) que el flujo
de cloro medido en cada manantial termal. Esto último significa que existe una descarga
termal no descubierta en la zona y que el flujo de calor por parte de los manantiales en el
volcán Tacaná es significativamente más alto y depende tanto del contenido de cloro
como de la temperatura de las aguas termales desconocidas. Si la concentración de cloro
en estas aguas termales desconocidas no sobrepasa los 540 mg L-1 (concentración más
alta analizada en las aguas termales del Tacaná) y si se agrega que la temperatura de
descarga es de 50°C, el flujo de calor liberado por parte de los manantiales se reevalúo
obteniendo un valor de ~22 MW y de ~100 MW para el flujo de calor advectivo liberado
por el reservorio profundo.
Por otra parte, se estableció un modelo numérico del sistema volcánico-hidrotermal del
Tacaná por medio del código TOUGH2/ECO2N. Se realizaron análisis de sensibilidad
del sistema a la permeabilidad, temperatura, fracción molar de CO2 y sobrepresurización,
con el fin de ajustar en forma razonable los datos simulados y los observados.
Tacaná is the northernmost volcano of the Central America Volcanic Arc and hosts an
active volcano-hydrothermal system, characterized by boiling temperature fumaroles,
near the summit (3600-3800 masl), and bubbling degassing thermal springs near its base
(1000-2000 masl). The thermal springs, located at the northwestern slopes of the volcanic
edifice, at altitudes from 1500 to 2000 m above sea level, discharge water enriched in
HCO3 and SO4 (up to 1 g kg-1 of each one) with temperatures in the 25-63°C range. There
are two distinct groups of springs with a different “chloride-temperature” correlation but
with the same 87Sr/86Sr ratio (0.7046±0.0001) indicating the same wall rock composition
for different aquifers. In Abril 2014, we discovered a new spring called ‘Manantial
Nuevo’ that discharge Na-Cl type water with Cl concentration of 1.4 g L-1 and Na + K
concentration up to 1.5 g L-1. This spring that shows a different chemical composition
represents the deep hydrothermal aquifer with mature NaCl water.
Each thermal spring feeds a thermal stream that flows into the main drainage of the area,
Río Coatán. We estimated the solute and heat fluxes from thermal springs of Tacaná
volcano by the chloride-inventory method. The total observed chloride discharge from
the thermal springs is estimated to 14.8 g s-1, and the total measured heat output of ~9.5
MW.
The heat rate released from steam condensation can be estimated by CO2 flux
measurements through soils and by assuming an H2O/CO2 molar ratio to be representative
for the deep gas phase. We estimated the CO2 total fluxes to 1.2 t d-1, which corresponds
to a vapor flux of 100 t d-1. By multiplying the rate of vapor and the latent heat of water
evaporation at a given temperature, we obtain a heat flux of 3.1 MW. Two additional
processes of heat transfer close the surface exist: (1) the heat lost through the cooling of
condensed steam at an ambient temperature and (2) the heat carried by the CO2 gas after
steam has condensed. Considering all these mechanisms of heat transfer, we obtain a total
heat flux of 4.3 MW.
According to the conceptual model in agreement with observed data, different rock
domains characterize the hydrothermal system of Tacaná: (1) A low-permeability (10-18
m2) basement composed of granite and granodiorite and heated by conduction; (2) a
volcanic layer with a permeability of 10-14 m2 that actuates as the hydrothermal reservoir;
and (3) a high-permeability (5.10-14 m2) channel placed under the San Antonio dome to
represent the feeding system of fumaroles. The hydrothermal system is fed by an input of
hot fluid (250°C) composed in a large amount of meteoric water and, in smaller quantities,
of 5 mol% of CO2. Also, a salinity of 8 g L-1 characterizes this fluid. The injection of the
hot fluid is driven by a reservoir overpressure of 40% over the hydrostatic pressure.
To date, Guatemala springs are unknown. However, we simulated fluid discharges into
the Guatemalan flank of the volcano. If our result becomes confirmed, it will be necessary
to re-evaluate the geothermal potential because the total chloride flux would be higher.
1-2
PARTE 1
GEOQUÍMICA Y POTENCIAL
GEOTÉRMICO
Capítulo 1. INTRODUCCIÓN GENERAL
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Dado que el volcán Tacaná se ubica en una zona de alta población, es también primordial
seguir con el monitoreo geoquímico, por lo cual se plantea el segundo objetivo de la tesis.
El monitoreo geoquímico se basa en la hipótesis de que el sistema hidrotermal actúa como
un condensador del calor magmático y de gases volcánicos. Generando cambios en las
actividades del volcán, cambios que se detectan en superficie a través de las varias
manifestaciones hidrotermales: fumarolas, manantiales termales, entre otros.
Para cumplir con los objetivos de esta primera parte, se realizaron muestreos de las aguas
termales y gases, se midieron flujos difusos de CO2 en el suelo y se midieron los flujos
de agua de ríos y arroyos. La parte analítica consistió en: a) análisis de gases utilizando
cromatografía de gases, b) análisis de agua mediante cromatografía de iones, absorción
1-1
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Con los datos de la primera parte, se realizó un modelo numérico del sistema hidrotermal
del Tacaná, el cual representa el segundo objetivo principal de la tesis. Se utilizó el código
numérico TOUGH2 para definir los flujos de masa y de energía que ocurren adentro del
sistema.
Los recursos geotérmicos constituyen la parte del calor interna de la Tierra que puede ser
recuperado y aprovechado por el hombre. Los sistemas geotérmicos clásicos se localizan
en áreas donde se observa un gradiente geotérmico más alto que el promedio (33°C/km)
y una roca bastante permeable para que se desarrolle la convección de fluido. Por lo tanto,
se encuentran generalmente entre los límites de placas tectónicas, pero también en áreas
con estructuras geologías particulares. Sin embargo, hoy en día, existen sistemas
geotérmicos mejorados que consisten en rocas impermeables y calientes.
1-2
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
y (4) área de descarga en la superficie con varios tipos de manifestaciones. Los sistemas
hidrotermales están clasificados como:
ANIONES
Los cloruros, sulfatos y bicarbonatos son los tres aniones principales de los sistemas
hidrotermales, cada uno, generalmente, tiene como fuente de origen en los gases
magmáticos (Giggenbach, 1997). De la misma manera, la presencia de evaporitas o
calizas en la roca encajonante puede generar altas concentraciones en sulfatos y
carbonatos, respectivamente. Los gases magmáticos juegan un papel muy importante en
los volcanes activos (Symonds et al., 2001) y su absorción por aguas meteóricas
subterráneas resulta en una solución muy acida, oxidante y con una proporción SO4/Cl
cerca de la de los gases magmáticos. En condiciones acidas (pH <5) la concentración de
los bicarbonatos es igual a cero porque la disociación del CO2(aq) (CO2(g)+H2O(l) <->
-
HCO3 +H+) no se lleva a cabo.
1-3
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Figura I.1. Concentraciones relativas en Cl, SO4 y HCO3 de los fluidos volcánicos y geotérmicos de
diferentes lugares, en mg/kg. ER: Nevado del Ruiz, MV: Miravalles, RU : Ruapehu, TA: Tamagawa, WI:
White Island, AP: Alto Peak, MH: Mahagnao, WR: Wairakei, ZU: Zunil, AM: Amatitlan, RO: Rotorua,
WK: Waikite, KT: Ketetahi, hale Island y SW: Seawater (Giggenbach, 1997).
El SO2 se desproporciona según las reacciones (Ec. I.1), (Ec. I.2) (Taran et al., 1996;
Giggenbach, 1997; Kusakabe at al., 2000):
Las dos muestras cerca del punto (a) son fluidos de tipo ASC que se encuentran en el
volcán Nevado del Ruiz, Colombia (Giggenbach et al., 1990) y del volcán Miravalles,
Costa Rica (Giggenbach & Soto, 1992). Los otros tres fluidos ASC tienen un cociente
SO4/Cl más bajo, sugiriendo una precipitación de azufre como sulfuro (ej.: pirita), sulfato
(ej.: anhidrita) o de azufre nativo. Esos tres minerales fueron observados entre otros en el
1-4
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Mt. Ruapehu, gracias a la erupción de 1995-1996 que eyectó varios productos del sistema
hidrotermal (Giggenbach & Glover, 1975; Christenson, 2000).
Los fluidos de tipo ASC ubicados a lo largo del eje SO4/Cl se consideran como inmaduros
y resultan de la absorción de los gases magmáticos en aguas meteóricas superficiales de
temperatura baja (Giggenbach, 1997).
A alta profundidad y alta presión, el CO2 se encuentra en forma disuelta. Cuando el fluido
llega a zonas más superficiales, ocurre una separación de fases debido a la disminución
de presión. Cuando el vapor hidrotermal encuentra un acuífero superficial, se condensa y
el CO2 se disocia (Ec. I.3) generando fluidos de tipo neutro-bicarbonato (NB).
1-5
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
CATIONES
Los cationes mayores de los fluidos hidrotermales son Na, K, Mg y Ca. Su concentración
depende de la velocidad relativa de la disolución de la roca encajonante con la de la
precipitación de minerales secundarios, y por lo tanto de la cinética de la reacción de
equilibrio entre el fluido y la roca (Giggenbach, 1984).
1-6
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Solubilidad de la sílice
El geotermómetro de sílice (Ec. I.5) de Fournier & Rowe (1966) se basa en la solubilidad
del cuarzo y es utilizado para estimar la temperatura de manantiales (Fournier, 1977).
El geotermómetro Na/K (Ec. I.7) es ideal para los fluidos neutro-cloruros con temperatura
superior a 180 ºC. Sin embargo, la aplicación de ese termómetro en aguas ácidas es más
arriesgado. De hecho, la lixiviación preferencial del Na con respeto al K y/o la presencia
de minerales secundarios como la alunita que incorporan el K modifican el cociente Na/K,
el cual proporciona temperaturas erróneas.
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CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Este método consiste en trazar las isotermas de los sistemas Na-K y K-Mg, las
intersecciones de estas isotermas corresponden a la composición del fluido en equilibrio
con los minerales de los dos sistemas. En la figura I.3, se puede observar la aplicación del
método a las aguas termales del Chichón. La composición de los manantiales “Red
Waters” resulta de la disolución de la roca del Chichón (“El Chichon Rocks”), estas aguas
son llamadas inmaduras. Los manantiales AC y SP se encuentran en el dominio de
equilibrio parcial con la roca. No se observa manantiales en equilibrio total con la roca.
1-8
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Figura I.3. Log K2/Mg vs log Na/K para las aguas del Chichón (Taran et al., 1998). La línea de equilibrio
completo y los geotermómetros Na-K y K-Mg se determinaron de acuerdo con Giggenbach (1988).
Deuterio−18Oxygeno
Craig (1961) definió de manera general las variaciones isotópicas δ18O y δD en las aguas
meteóricas según la relación (Ec. I.11):
δD = 8δ18O + 10 (I.11)
Esa relación lineal (llamada línea de aguas meteóricas LAM) resulta del fraccionamiento
de los isótopos 18O y D en la fase condensada, dejando el vapor atmosférico cada vez más
1-9
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
La mayoría de los sistemas hidrotermales son alimentados por agua meteórica. Sin
embargo, varios sistemas hidrotermales asociados a islas volcánicas son también
alimentados en parte por agua marina (δD = +10‰ - δ18O = +2‰) (Vulcano (Cioni &
D’Amore, 1984); Nysiros (Brombach et al., 2003); White Island (Giggenbach, 2003)).
Una vez que el agua meteórica o marina se infiltra en el sistema hidrotermal, su firma
isotópica se modifica por varios procesos secundarios conocidos:
1-10
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Figura I.5. Variación de δD y δ18O de los gases, aguas termales y agua marina de Nisyros. Se nota la
mezcla del fluido profundo “tipo-arco” y del agua del mar (AM), la composición isotópica del vapor
formado por la ebullición del fluido geotérmico diluido y del fluido profundo no-diluido y el efecto de la
separación de una fracción c de condensados (modificado de Brombach et al., 2003).
1-11
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
El carbono tiene dos isótopos estables: el 12C (98,89 %) y el 13C (1,11 %). El cociente de
estos dos isótopos varía según los diferentes compuestos carbonatados. Su desviación con
respecto al estándar PDB (PeeDee Belemnite) está expresada en forma de δ13C (‰) =
[(13C/12C)muestra/(13C/12C)PDB -1] x 1000.
El dióxido de carbono (CO2) es el gas magmático más abundante en los ambientes
volcánicos. Su origen en los MORB es bien conocido: el manto superior. En los arcos
volcánicos, el CO2 puede tener varias fuentes: el manto con un δ13C de 6,5±2,5‰ (Marty
& Jambon, 1987), los sedimentos orgánicos con un δ13C de < -20‰ (Hoefs, 1980) y las
calizas marinas con un δ13C de ~0‰ (Keith & Weber, 1964). Sin embargo, los isótopos
de carbono no permiten siempre determinar las fuentes del CO2. De hecho, procesos de
fraccionamiento por disolución y evaporación o mezclas de fuentes alteran la firma
isotópica inicial. Por lo tanto, Sano y Marty (1995) propusieron una gráfica basada en la
relación δ13C y CO2/3He (Fig I.5) para distinguir las diferentes fuentes y la proporción en
la cual se encuentran. Se utilizó el cociente CO2/3He dado que la solubilidad del CO2 en
el magma es comparable a la del He, y en consecuencia no se altera este cociente por
procesos de fraccionamiento.
Figura I.5. Relación entre CO2/3He y δ13C. S: sedimentos orgánicos, L: calizas marinas, M: MORB. Las
líneas muestrean la mezcla entre los diferentes “end-members” (Barry et al., 2013).
1-12
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
El volcán Tacaná (~ 4,100 msnm, 15°08’N y 92°09’O) se ubica en la porción sur del
estado de Chiapas, México y en el departamento de San Marcos en Guatemala.
Compartido por los dos países, la cima delinea la frontera internacional.
Contexto tectónico
El Tacaná es el volcán ubicado más al noreste del arco volcánico centroamericano (AVC),
el cual se origina por la subducción de la placa de Cocos por debajo de la placa del Caribe
hacia N45ºE, con una tasa media de 76 mm/año. AVC es paralelo a la fosa oceánica
Mesoamericana y tiene una longitud de ~1,300 km desde la frontera de México-
Guatemala hasta el centro de Costa Rica (Figura I.7-A). Cuenta con varios
estratovolcanes compuestos por rocas calco-alcalinas con una edad del Eoceno al
Reciente (Carr et al., 1982; Donnelly et al., 1990).
El Tacaná se sitúa en el sur del sistema de fallas de desplazamiento lateral izquierdo de
Motagua-Polochic (Figura I.7-B) que corresponde al límite entre las placas continentales
de Norteamérica y Caribe (Burkart, 1978).
La geología del volcán Tacaná fue estudiada a detalle por García-Palomo (2006) y Macías
(2007). Estos autores lo describieron como un complejo formado por tres edificios
principales, del más viejo al más joven: Chichuj (~3,800 msnm) al noreste, Tacaná
(~4,100 msnm) como su cima central y San Antonio (~3,700 msnm) al suroeste del
volcán, y de un domo de menor dimensión llamado el Plan de Las Ardillas (Figura I.8-
B). El complejo se construyó en cuatro secuencias a partir del Pleistoceno y adentro de
los restos de una caldera de 9 km de diámetro, llamada caldera de San Rafael (Figura I.8-
C) que bordea la parte norte del volcán. Esta caldera se formó durante el Plioceno-
Pleistoceno sobre un basamento metamórfico afectado por dos eventos intrusivos de rocas
ígneas (granodiorita-granito), el primero evento a finales del Eoceno y el segundo a
1-13
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
inicios Mioceno (Figura I.8-A). El basamento es también afectado por tres importantes
sistemas de fallas; el más viejo se sitúa al oeste del complejo con fracturas y fallas en
dirección NO-SE. El segundo sistema está alineado con el complejo volcánico y tiene una
dirección NE-SO. El sistema más joven corta transversalmente a los otros dos. El sistema
NE-SO es el más importante porque delimite una fosa tectónica, llamada graben de
Tacaná, dentro del cual se encuentra el complejo volcánico (Figura I.9-A y -B). La caldera
de San Rafael no está afectada por fallas NE-SO mientras que las rocas de los cuatros
edificios principales del volcán sí. Por lo cual, esta fosa fue activada antes de la
construcción del domo Chichuj. Este hecho indica que la evolución del complejo
volcánico fue controlada por el graben. El alineamiento de los cuatros domos Chichuj,
Tacaná, Plan de las Ardillas y San Antonio tienen con una dirección preferencial N65ºE
que confirma esa hipótesis (Burkart & Self, 1985; García-Palomo et al., 2006).
Figura I.7. A) Ubicación del Complejo Volcánico Tacaná (TVC) en el Arco Volcánico Centroamericano
(CAVA). TVF, Campo Volcánico Los Tuxtlas; CVA, Arco Volcánico Chiapanean y el sistema de fallas
transformantes Motagua-Polochic son también indicados (Modificado de Arce et al., 2012); B) Detalle del
sistema de fallas de Motagua-Polochic. La falla Polochic pasa al N del Tacaná mientras que las fallas
Motagua y Jocotan no se siguen al oeste de Guatemala (modificado de Burkart, 1978).
1-14
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Figura I.8. A) Columna estratigráfica de la zona del Tacaná mostrando el basamento, el Pre-complejo
volcánico del Tacaná y las rocas del complejo volcánico del Tacaná (modificado de García-Palomo et al.,
2006); B) Foto desde Unión Juárez, al sur del volcán Tacaná, mostrando los tres domos principales del
Complejo Volcánico del Tacaná, de suroeste a noreste: el domo San Antonio, el domo central de Tacaná,
y el domo Chichuj. Además la estructura menor de Las Ardillas (Foto:
http://www.geographic.org/photos/volcanoes/volcano_photos_276.html); C) Corte transversal mostrando
las características geomorfológicas del complejo volcánico del Tacaná (modificado de García-Palomo et
al., 2006)
1-15
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Figura I.9. A) Mapa geológica del Tacaná mostrando las diferentes unidades litológicas datados por
radiometría (edad en Ma); B) Sección vertical del graben de Tacaná (García-Palomo et al., 2006).
1-16
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
El complejo volcánico de Tacaná inició su formación hace más de 150 mil años en el
volcán Chichuj posteriormente la actividad se instauró al suroeste en el volcán Tacaná
hace unos 50 mil años (Macías, 2007; Arce et al., 2012). La actividad del Tacaná ha sido
intensa desde el Pleistoceno tardío con al menos 10 erupciones explosivas ocurridas hace
40,000, 32,000, 30,000, 28,000, <26,000, 16,000, 10,000, 7,500, 6,500, 1,950 años AP (Mora
et al., 2004; García-Palomo et al., 2006).
La erupción de hace ~16,000 años, que ocasiono el colapso del flanco NO del volcán
Tacaná, fue provocado por la extrusión de un domo de lava andesítica y fue controlado
por el sistema de fallas NE-SO, el cual delimite el graben del Tacaná. El colapso resultó
en un depósito de avalancha de escombros canalizada por el río San Rafael y seguido por
un flujo de bloques y cenizas (Macías et al., 2010). Este depósito aflora muy cerca del
pueblo de Agua Caliente. Esta erupción es muy importante porque dejo un cráter en forma
de herradura que fue rellenado posteriormente por lavas y domos y que controló la
actividad subsecuente del Tacaná concentrada en la cicatriz del colapso.
La última gran erupción del Complejo Volcánico del Tacaná ocurrió en el volcán San
Antonio, la estructura más joven del complejo, hace aproximadamente 1950 años AP. Esa
erupción Peléana produjo una seria de flujos de bloques y cenizas cubriendo un área de
25 km2 y depositando al menos un volumen de 0,12 km3, muy cerca del pueblo de Mixcun
(Macías et al., 2000).
La actividad histórica del complejo volcánico del Tacaná ha tenido lugar en los domos
del Tacaná y San Antonio, lo que sugiere una migración de la actividad volcánica desde
1-17
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Existen emisiones de gases en forma de fumarolas en las partes altas del Tacaná. El primer
campo fumarólico, ubicado en el flanco NO del volcán aparece a una altitud de 3600
msnm fuera del cráter de la cumbre y se origina por la explosión freática del 8 mayo de
1986. Esta explosión generó dos cráteres explosivos de diámetro pequeño en los cuales
se concentra la actividad fumarólica. El otro campo fumarólico se sitúa al pie del domo
San Antonio, a una altitud de 3500 msnm en donde las emisiones se manifiestan en forma
de fumarolas dispersas de baja temperatura, baja presión y contaminadas con aire
(Rouwet., 2006) (Fotos I.1G/H).
1-18
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Fotografías I.1. A. Manantial “Agua Caliente”; B. manantial “Las Barillas”; C. manantial “Manantial
Nuevo”; D. manantial “La Calera”; E. Río Coatán; F. manantial “Zarco”; G. y H. campo fumarólico “San
Antonio”.
1-19
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Ya se han realizado varios estudios geoquímicos sobre el sistema hidrotermal del volcán
Tacaná por Medina-Martínez (1985), De La Cruz-Reyna et al. (1989), Armienta y De La
Cruz Reyna (1995), Rouwet (2006), Rouwet et al. (2009). De la misma manera la
Comisión Federal de Electricidad (CFE) había empezado una sería de estudios para
evaluar el potencial geotérmico. Sin embargo, sus estudios fueron interrumpidos por la
erupción freática de 1986 (García-Palomo et al., 2006; Macías, 2007).
Medina (1985) mostró que los manantiales son de tipo acido-sulfato e indicó la presencia
de fumarolas localizadas a 3200 y 3600 msnm al S-SO de la cima, con una temperatura
de 82 y 94 ºC.
Martini (1996) mostró por medio de la composición de las fumarolas que la explosión
freática de mayo de 1986 se originó en la interacción entre el acuífero superficial y un
nuevo pulso de gases magmáticos que generó una gran cantidad de vapor.
Rouwet (2006) y Rouwet et al. (2009) concluyó que el volcán Tacaná contiene un sistema
hidrotermal activo, con una temperatura de profundidad mayor a 200 ºC, caracterizado
por una actividad fumarólica reactivada por la explosión freática del 8 mayo de 1986
ubicada a una altitud de 3600 msnm y con temperaturas de ebullición cercanas a 89 °C.
La composición química de las fumarolas indica que existe una fuerte contaminación por
aire atmosférico. Sin embargo, la alta concentración de CO2(g) y la composición isotópica
muestran una contribución magmática. Se caracteriza también por la presencia de
manantiales termales al pie del volcán (1500–2000 msnm). En la parte NO del edificio
volcánico se encuentran siete manantiales termales, lo que coincide con la orientación del
escarpe NO producido por el colapso del volcán, y que tienen una composición química
de tipo HCO3-SO4-Cl, una temperatura entre 29-63 ºC y un pH casi neutro (pH~6). Esos
siete manantiales están divididos en dos grupos: el grupo 1, manantiales de alta
1-20
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
temperatura (44-63 °C) con STD >2760 mg/l y el grupo 2, manantiales de temperatura
intermedia (30-45 °C) con STD <1275 mg/l. Al sur del volcán hay otro grupo de
manantiales termales el cual es caracterizado por un pH más acido (pH<6) y una
composición química de tipo SO4-HCO3. Algunos manantiales termales presentan gases
burbujeantes cuya composición es rica en CO2(g). El volcán contiene también dos lagos
de agua meteórica a altitudes cercas a los 3900 msnm.
1-21
Capítulo 2. METODOLOGÍA
CAPÍTULO 2. METODOLOGÍA
Las muestreas de agua del Tacaná fueron filtradas con filtros MILLIPORE de 0.45µm y
almacenadas en botellas de plástico de 250ml. Se añadió ácido HNO3 ultrapuro al 2% a
las muestreas destinadas al análisis de cationes para evitar la precipitación.
Simultáneamente al muestreo, se midieron temperatura (± 0.1°C), conductividad (± 2%)
y pH (0.05 unidad) con un multímetro Orion. El aparato se calibró con estándares de pH
2, 4 y 7 y una solución de NaCl con conductividad de 1400 µS/cm.
2-22
CAPÍTULO 2. METODOLOGÍA
El muestreo de los gases burbujeantes se realizó con ampollas Giggenbach y con frascos
pequeños de 15 ml. El muestreo implica utilizar un embudo a la salida de los gases
burbujeantes, dicho embudo está conectado a una manguera cerrada en su extremidad con
una pinza para no tener contaminación por aire. Se llena de agua el embudo y la manguera
y se espera que el gas se acumule en el embudo y expulse el agua contenida en la
manguera. Una vez lleno el sistema con gas, se conecta la manguera a una ampolla
Giggenbach o un frasco pequeño.
La ampolla Giggenbach es un frasco de vidrio de 250-300ml con una o dos salidas y una
llave. En el presente trabajo, se utilizaron ampollas con dos salidas. Antes del muestreo,
se llena con 40 ml de una solución NaOH de 4N. Seguido, se hace el vacío utilizando una
bomba y posteriormente se obtiene el peso de la ampolla. Durante el muestreo, para evitar
cualquier contaminación con aire, se llenan las dos salidas con agua. Se tapa una de las
salidas con una tapa de hule y la otra se conecta a la manguera. Se abre la llave para dejar
pasar el gas burbujeante. Los gases ácidos (CO2, H2S, SO2, HCl, HF) se absorben en la
solución NaOH mientras los gases permanentes (N2, O2, H2, CO, CH4, Ar, He, Ne) van a
llenar el vacío. Este método de muestreo permite separar los gases ácidos de los inertes
y, por lo tanto, facilitar el análisis de la composición isotópica del metano y de gases
nobles.
Los frascos pequeños de 15ml se llenan de agua antes del muestreo y se conectan a la
manguera bajo el agua. Este método permite el muestreo de gases secos y el análisis de
isotopos estables.
2-23
CAPÍTULO 2. METODOLOGÍA
El caudal de los ríos del Tacaná fue medido utilizando un medidor de marca FP101
Global Flow Probe. Se realizaron las mediciones y los cálculos según el método de Rantz
(1982). Se realizaron secciones a cada río utilizando perfiles verticales separados por 20
cm. En cada perfil, se realizó una medición de caudal todos los 10 cm (Fig. II.1). Se
calculó el caudal total del río multiplicando el área de cada sección por su velocidad
promedia (V1, V2, V3, …).
Figura II.1. Sección típica de mediciones de flujos de un río de ancho L, profundidad P, con 10 perfiles
verticales V divididos entre 2 y 5 puntos de mediciones.
Fotografía II.1. Medición del flujo de agua del río Agua Caliente (abril, 2013).
2-24
CAPÍTULO 2. METODOLOGÍA
El análisis de elementos mayores en las aguas del Tacaná se realizó por el método de
cromatografía liquida en el laboratorio de vulcanología del IGF-UNAM. Se utilizó
cromatógrafo Metrohm 761 Compact IC equipado con una columna Metrohm Asup-5
para aniones (Cl, SO4, F), y con una columna Metrohm METROSEP C4 100 para cationes
(Na, K, Ca, Mg). Se utilizó un eluente de 4.8 mmol/L de Na2CO3 + 1.5 mmol/L de
NaHCO3 para los aniones y un eluente 1.7mM de ácido nítrico + 0.7 mmol/L de ácido
dipicolínico para cationes. Para el análisis se consideró un error menor al 7%.
2.2.2 Colorimetría
El análisis de boro se basa en el método del ácido carmínico, (Standard Methods, 1989)
con un error del ±5%. El error sobre la sílice es igualmente de ±5%.
2-25
CAPÍTULO 2. METODOLOGÍA
2.2.3 Alcalinidad
El análisis de elementos traza en las aguas del Tacaná se llevó a cabo en el laboratorio de
química ultra pura del IG-UNAM (Dr. Juan Pablo Bernal Uruchurtu, M.C. Elena
Lounejeva) en un espectrómetro de masas con plasma acoplado inductivamente modelo
Agilent 7500ce.
El análisis se realizó con la cámara de nebulización tipo Scott para los elementos de
concentración > 0,1 ng/l.
Las curvas de calibración (entre 0.001 ng/g y 5mg/L con coeficiente de correlación entre
0.98 y 0.999) fueron establecidas con estándares internacionales de rocas volcánicas
naturales (BHVO-1, GSR-2, RGM-1) diluidas hasta 8,000 veces y estándares acuosos
certificados (SPEX).
Con fines de asegurar la calidad, las muestras se analizaron en paralelo con los materiales
de referencia NIST-SRM 1640, SERMIN1, VIDAC18 (Santos et al., 2008), SC REE-1 y
PP REE-1 (Verplanck et al., 2001), certificando una precisión de ± 5% evaluada como
coeficiente de variabilidad en réplicas del estándar intercalado entre las muestras y ± 2-
25% de diferencia entre el valor de referencia y el promedio del resultado del análisis.
2-26
CAPÍTULO 2. METODOLOGÍA
Los límites de detección se evaluaron en varias réplicas de agua desionizada (MiliQ, 18.2
Mega Oms) con 2% v/v de ácido nítrico triple destilado.
Donde SMOW es el estándar usado para las aguas (‘Standard Mean Ocean Water’). El
error máximo estimado para δ18O es de 1‰ y para δD de 0.1‰.
2-27
CAPÍTULO 2. METODOLOGÍA
2.2.7 Gases
El cociente isotópico δ13C del gas CO2 se midió con un cromatógrafo de gases ‘Agilent
6890A’, conectado al espectrómetro de masas ‘Finningan MAT253’ del IG-UNAM (M.C.
Edith Cienfuegos Alvarado, M.C. Pedro Morales Puente), usando una columna
‘Porabond Q’. La temperatura inicial fue de 40°C mantenida durante 8 min, para después
ser aumentada progresivamente (5 °C/min) hasta 220°C y mantenida durante 8 min. Un
tanque de CO2 ‘Oztech’ de composición isotópica δ13CVPDB = -10.99‰ fue utilizado como
estándar. La mezcla de gas (‘Matheson Tri Gas Micro MAT 14’) con 1000 ppmV de
alcanos C1-C6 fue utilizada para la calibración ofreciendo una precisión de ± 0.3 ‰.
2-28
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN
GEOQUÍMICA DEL SISTEMA HIDROTERMAL
DEL TACANÁ
Figura III.1. Red hidrográfica del flanco NO del volcán Tacaná y localización de las estaciones de
muestreo de los manantiales termales y ríos. Los números corresponden en las mediciones de caudal de los
ríos (ver Tabla IV.1).
3-29
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA HIDROTERMAL DEL TACANÁ
Tabla III.1. Composición química de los manantiales termales del volcán Tacaná (mg L-1). Referencias: 1: ese trabajo; 2: Medina, 1986; 3: Rouwet et al., 2009. b.c.: balance
de carga.
3-30
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
Grupo 1 – Los manantiales Toquián, Orlando y Agua Caliente con temperaturas entre
44 y 63°C y concentraciones en bicarbonatos y sulfatos arriba de 1 g L-1,
respectivamente;
Grupo 2 – Los manantiales Zarco, Las Barillas y Barrio de la Laguna con temperaturas
entre 36 y 47 °C y concentraciones bajas en bicarbonatos y sulfatos con un máximo
de 659 mg L-1 de SO4 y de 365 mg L-1 de HCO3 (El manantial Barrio de la es denominado
Zacarias en el trabajo de Rouwet et al., 2009);
Figura III.2. Composición relativa en Cl, SO4 y HCO3 de los manantiales del Tacaná.
Se identificó un nuevo manantial tibio (29°C) 3km abajo de la unión entre los ríos Tochab
y Coatán, llamado Manantial Nuevo (MN) (Fig. III.1). El Manantial Nuevo descarga
aguas mucho más concentradas en Cl y Na + K (Cl ~ 1.4 g L-1 y en Na + K ~ 1.5 g L-1) y
3-31
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
menos concentradas en HCO3 y SO4 con respecto a los otros manantiales (Tabla III.1).
La diferencia de composición del MN se ve claramente en la Figura III.4, entre otras. El
MN está relativamente más enriquecido en cloruros con respecto a los grupos 1 y 2.
Además, el MN se ubica a una altitud 500 m más baja con respecto a la altitud de los
otros manantiales. En la figura III.3, el MN se ubica más cerca del equilibrio parcial,
indicando que su grado de neutralización por la interacción agua-roca está más avanzado.
Por consiguiente, pensamos que el MN es la expresión del acuífero profundo Na-Cl. Su
composición química puede resultar de la mezcla de agua meteórica con una salmuera
NaCl profunda circulando en el basamento. Su baja temperatura se puede explicar por un
enfriamiento conductivo durante su acenso hacia la superficie. Por otro lado, los grupos
1 y 2 no son solamente diferentes en su salinidad, también en su correlación
“concentración-temperatura” (Fig. III.4). Los dos grupos se distinguen también en la
correlación SO4-Cl mostrando pendientes y cocientes SO4/Cl diferentes (Fig. III.5) y, por
consiguiente, en la correlación cloruros-δD (Fig. III.6).
Comúnmente es utilizada la relación Cl/B para indicar una fuente profunda común (‘el
fluido magmático parental’) de los fluidos superficiales, dado que tanto el Cl como el B
tienen un comportamiento conservativo (Glover, 1988; Arnórsson & Andrésdóttir, 1995).
Cuando un proceso de ebullición del sistema hidrotermal ocurre en su cima, el Cl se queda
en la fase liquida y, eso, en un amplio rango de temperaturas/presiones. El B tiene el
mismo comportamiento (Smith et al., 1987; Glover, 1988; Leeman et al., 1992). La
diversidad del contenido en Cl y B de los fluidos hidrotermales es evidente en la Figura
7, en donde el grupo 1 (ACT y Toquían) y el grupo 2 trazan dos tendencias lineales
distintas: el grupo 1 mostrando un cociente Cl/B más alto que el grupo 2. Estas tendencias
indican una mezcla entre dos componentes puros: agua meteórica (origen de la gráfica) y
dos fluidos magmáticos “parental” con una concentración en Cl y B distinta.
Generalmente, la contribución magmática en los sistemas hidrotermales a lo largo de
bordes convergentes está asignada al agua ‘andesítica’ o de ‘arco magmático’ (‘arc-
magmatic waters’) (Taran & Zelenski, 2014). El término fue introducido por Taran et al.
(1989). Sin embargo, debido a que diferentes cocientes de Cl/B se distinguen en los
fluidos del Tacaná (Fig. 7), es probable que exista otro fluido parental de composición
diferente. Su firma podría estar relacionada a una dacita, ya que la composición química
de los flujos de lava y depósitos de flujos de bloques y cenizas del volcán Tacaná van de
3-32
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
una andesita a una dacita (Arce et al., 2012). Los componentes volátiles se encuentran en
proporciones diferentes en esos dos tipos de magma, lo que podría tener una base
fundamental en el control de la concentración del Cl en el sistema hidrotermal (Bégué et
al., 2017). Comúnmente son utilizados los isótopos de aguas δ18O y δD para determinar
el origen y la proporción de la mezcla entre el agua meteórica y otras contribuciones que
afectan la composición del reservorio hidrotermal. Desafortunadamente, los fluidos del
sistema hidrotermal del Tacaná sufren una alta dilución con agua meteórica, y, por lo
tanto, no hay claras evidencias para comprobar esa hipótesis y determinar el origen de los
fluidos parentales, así como su proporción en la mezcla. Un estudio detallado de las
inclusiones de magma atrapadas en las rocas andesíticas y dacíticas permitiría aclarar de
mejor manera esa interrogante.
Figura III.3. Diagrama del geotermómetro Na-K-Mg (Giggenbach, 1988) y los manantiales del Tacaná.
3-33
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
Figura III.4. Correlación entre la temperatura y la concentración (a) en SO4 y (b) Cl.
3-34
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
Figura III.5. Diferenciación entre el grupo de manantiales 1 y el grupo 2 expresado como la diferencia de
pendiente de la correlación entre SO4 y Cl de los manantiales.
Figura III.6. Correlación entre δD y Cl de las aguas termales del Tacaná. Para los símbolos, ver Fig. III.2.
Todos los manantiales, excepto MN, muestran una correlación negativa, indicando una mezcla de las aguas
termales con agua meteórica. MN tiene un origen diferente.
3-35
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
3-36
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
𝑋
( 𝑖⁄𝑋 )
𝑟𝑒𝑓 𝑎
𝐹𝐸𝑖 = log
𝑋
( 𝑖⁄𝑋 )
[ 𝑟𝑒𝑓 𝑟 ]
3-37
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
Figura III.8. Concentraciones (g kg-1) de los elementos formando la roca volcánica en los manantiales del
Tacaná con respecto a la composición de la roca volcánica del Tacaná.
Figura III.9. Factor de enriquecimiento normalizado al Na (Pasternack & Varekamp, 1994) de unos
elementos mayores y en trazas de los manantiales del Tacaná.
3-38
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
Los manantiales del grupo 1 (ACT y Toquían) presentan valores promedios de δD y δ18O
de – 80‰ y – 10.9‰, respectivamente. Los manantiales del grupo 2 (Zarco y Las Barillas)
tienen valores promedios de δD y δ18O de – 75‰ y – 10.7‰. La línea de agua meteórica
local (MWL) fue reportada en la gráfica III.9. Todos los manantiales se encuentran en la
línea de agua meteórica local, indicando un origen meteórico (Fig. III.10). Solo el MN
muestra un ligero desplazamiento positivo en oxígeno debido a la interacción agua-roca.
Figura III.10. A) Composición isotópica de las aguas termales, de los arroyos, ríos y de la lluvia del área
del Tacaná. Todas las composiciones se ubican a lo largo de la línea de agua meteórica (MWL) excepto
MN que muestra un desplazamiento positivo en oxígeno. B) Composición isotópica de δD de los ríos en
función de su altitud.
En la Figura III.10B, se reporta el valor de δD de los ríos con respecto a su altitud. Los
valores de δD de los ríos muestran una correlación perfecta con respecto a la altitud con
un decremento de - 2‰ por cada 100 m. Esta correlación corresponde a la línea teórica
del gradiente isotópico vertical de la zona del Tacaná (Fig.III.11). Inguaggiato et al.
3-39
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
(2010) establecieron una relación entre la altitud de los manantiales y la altitud de la zona
de recarga de esos manantiales. La gráfica III.11 muestra que las aguas del Grupo 1
(manantiales ACT y Toquían) y 2 se encuentran en la línea del gradiente isotópico vertical
a una altitud de 1000 y 300 m más alta con respecto a su elevación geográfica,
respectivamente. Lo anterior sugiere que la zona de recarga del Grupo 1 y 2 se ubica a
una altitud respectivamente de 3000 msnm y 2500 msnm.
Figura III.11. Relación entre la composición isotópica de δD de los ríos y Grupos de manantiales 1 y 2 y
su altitud; se reportó la línea del gradiente isotópico vertical de la zona del Tacaná (LGIV).
87
El cociente isotópico Sr/86Sr en aguas resulta de la interacción del fluido con la roca
encajonante y/o de procesos de mezcla con otros tipos de agua. Por lo cual, su análisis
permite trazar de manera eficiente la interacción agua-roca que ocurre adentro de un
sistema hidrotermal.
87
La relación Sr/86Sr de las aguas del Tacaná varía de 0.70455 a 0.70472 (Tabla III.1).
Esos valores son iguales a los de la roca volcánica del Tacaná (de 0.70455 a 0.70459)
(Mora et al., 2004), indicando que, por una parte, el contenido en Sr del fluido resulta de
la interacción agua-roca con la andesita del Tacaná y, por otra parte, el acuífero se ubica
en el horizonte volcánico.
3-40
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
3.3 GEOTERMOMETRÍA
Tabla III.2. Temperaturas (°C) del sistema hidrotermal profundo estimadas por los geotermómetros de
solutos; ∆T = diferencia entre la temperatura estimada por el geotermómetro Na/K corregido y el Na/K sin
corrección.
3-41
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
Fournier & Truesdell (1973) pusieron en evidencia que las temperaturas de un fluido rico
en CO2 estimadas por el geotermómetro Na/K estaban erróneas. Chiodini et al. (1991)
propusieron una ecuación de regresión para corregir los efectos de la presión parcial en
CO2 y de la salinidad sobre la estimación de la temperatura por el geotermómetro Na/K
(Ec. III.4).
Con Σeq, la salinidad (en eq kg-1); y PCO2 la presión parcial en CO2 (bares).
3-42
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
Figura III.12. Contenido de sílice disuelta en los manantiales (mg L-1) en función de la temperatura (°C),
mostrando que la concentración de sílice disuelta en los manantiales es controlada por la sílice amorfa.
3-43
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
Por otro lado, se estimó también la temperatura del sistema profundo con los
geotermómetros de gas H2/Ar (Ec. III.7) y CO2/CH4 (Ec. III.8) de Giggenbach (1991) y
CO2 (Ec. III.9) de Taran (1988).
𝐻
𝑇 (°𝐶) = 70/ [2.5 + 𝑙𝑜𝑔 ( 2 )] (Ec. III.7)
𝐴𝑟
𝑋𝐶𝐻4
𝑇 (°𝐶 ) = [4625/(10.4 + 𝑙𝑜𝑔 ( )] − 273.15 (Ec. III.8)
𝑋𝐶𝑂2
0.0015
𝑋𝑔 = ( ) − 0.0011𝑃𝑡 (Ec. III.10)
𝐶𝐴𝑟
Con Xg, la concentración de gas libre en mol kg-1; CAr, la concentración de Ar en el gas
libre en mol%; y Pt, la presión atmosférica en atm.
3-44
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
Taran et al. (2005) formularon ecuaciones similares con N2 y Ne. No obstante, dado que
no existen datos de Ne para los gases burbujeantes de los manantiales del Tacaná y que
el N2 puede también tener un origen magmático, se determinó el valor Xg de los
manantiales con la concentración en Ar.
𝐾𝑖 𝑃𝑡
𝑋𝑖 = 𝑥𝑖 [𝑋𝑔 + 55.51 (1 + +) ] (Ec. III.11)
𝐻 𝐾ℎ𝑖
Con Xi, la concentración total de un gas i en mol kg-1; xi, la concentración del gas libre i
en mol mol-1; Ki, la primera constante de disociación de H2CO3 (pKa = 6.4); H+, la
actividad de protones en mol L-1 (H+ = 10-pH); y Khi, la constante de Henry a la
temperatura del manantial.
3-45
CAPÍTULO 3. CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DEL SISTEMA
HIDROTERMAL DEL TACANÁ
3-46
Capítulo 4. POTENCIAL GEOTÉRMICO
DEL SISTEMA HIDROTERMAL DEL
TACANÁ
Se muestreó los arroyos y ríos durante la época seca (noviembre-abril) (Fig. III.1). Los
ríos y arroyos están caracterizados por un pH entre 7.5 y 8.5 y un TDS entre 252 y 1209
mg L-1. La concentración en sílice varía de 54 hasta 154 mg L-1. El bicarbonato es el anión
dominante excepto para los manantiales Zarco y Las Barillas, y tiene una concentración
que varía de 51 a 304 mg L-1. Las concentraciones en sulfatos y cloruros varían de 40 a
406 mg L-1 y de 7 a 80 mg L-1. Na+ es el catión dominante con concentraciones hasta 153
mg L-1 (Tabla IV.1). La gráfica ‘cationes vs. cloruros’ (Fig. IV.1) muestra que la
composición en aniones de los ríos corresponde a la dilución de los manantiales que
87
drenan respectivamente. El cociente isotópico Sr/86Sr tiene un valor promedio de
0.70452, cerca del valor promedio de la roca volcánica del Tacaná.
4-47
CAPÍTULO 4. POTENCIAL GEOTERMÍCO DEL SISTEMA HIDROTERMAL
DEL TACANÁ
Figura IV.1. Diagrama binario de las concentraciones en Cl vs. concentración total en cationes. La
composición química de los arroyos y ríos resultan de la dilución de los manantiales con agua meteórica.
Los flujos de cloruros medidos en los ríos Coatán y Tochab muestran una congruencia
perfecta con 52 g s-1, mientras existe un desbalance significativo entre el flujo de cloruro
4-48
CAPÍTULO 4. POTENCIAL GEOTERMÍCO DEL SISTEMA HIDROTERMAL
DEL TACANÁ
medido (52 g s-1) y el calculado (Σ afluentes = 12.2 g s-1) en Río Tochab. Ese exceso de
cloruros (y sulfatos) indica la presencia de un grupo de manantiales desconocidos aguas
arriba del punto de medición de Río Tochab.
4-49
CAPÍTULO 4. POTENCIAL GEOTERMÍCO DEL SISTEMA HIDROTERMAL DEL TACANÁ
Tabla 4.1. Composición química e isotópica de ríos termales y no termales del volcán Tacaná (mg L-1). Referencias: 1: el presente estudio; 2: Medina, 1986; 3: Rouwet et al.,
2009. b.c.: balance de carga.
Números en la Fig. III.1. Cl (mg/kg) SO4 (mg/kg) Caudal (l/s) FCl AM (g/s) FCl M/C (g/s) FCl correct. M/C (g/s) FSO4 M/C (g/s)
Río Zarco 1 80 406 24 0,048 1,9 1,9 9,7
Río Barrio de la laguna 2 30 143 24 0,048 0,7 0,7 3,4
Río Las Barillas 3 36 263 42 0,084 1,5 1,4 11
Río ACT 4 20 46 176 0,352 3,5 3,2 8,1
Río San Rafael 5 7 49 1013 2,03 7,1 5,1 50
Río Tochab 6 24 105 2377 4,75 57/14,7 52/12,2 250/82
Río Coatán B 8 2,6 33 1099 2,2 2,8 0,63 36
Río Coatán A 7 17 75 3476 6,95 59 52 286
Tabla 4.2. Caudales, flujos de cloruros y sulfatos (FCl y FSO4), flujos de cloruros de agua meteórica (FCl AM) y flujos de cloruros hidrotermales (FCl correct.) del Río Coátan y
sus afluentes. Los flujos de Cl y SO4 del Río Tochab están indicados como medidos (M) y calculados (C) (ver detalles en la sección 4.1).
4-50
CAPÍTULO 4. POTENCIAL GEOTERMÍCO DEL SISTEMA HIDROTERMAL
DEL TACANÁ
Con Fclrío es el flujo de cloro de los ríos (g s-1), Qrío el caudal los ríos (g s-1), Clrío la
concentración en cloruros de los ríos (g L-1) y Clmanant la concentración máxima de los
manantiales correspondientes (g L-1).
El caudal de los manantiales varía de 10 a 29 L s-1 (Tabla III.2) y ese valor será necesario
para calcular el flujo de calor liberado por los manantiales termales.
El calor total contenido en el acuífero profundo es liberado por diferentes procesos (Ec.
IV.3):
Con HFum, perdida de calor por las fumarolas; HMan, por los manantiales; HFilt, por la
descarga de fluido; HSuelo, por conducción, advección, y evaporación en zonas de
desgasificación difusa; y HAs, por conducción, radiación, y evaporación por cuerpos de
aguas superficiales.
4-51
CAPÍTULO 4. POTENCIAL GEOTERMÍCO DEL SISTEMA HIDROTERMAL
DEL TACANÁ
En el presente trabajo, se estimó el flujo de calor liberado por los manantiales termales
del sistema hidrotermal del Tacaná y por la desgasificación difusa del suelo en el domo
San Antonio.
4.3.1 Flujo de calor liberado por los manantiales termales de los flancos
Con Q, el caudal efectivo de un grupo de manantiales (kg s-1); Hs, la entalpía máxima del
agua del manantial (kJ kg-1); y Ha, la entalpía de referencia correspondiendo a la
entalpía del agua a temperatura ambiente (kJ kg-1).
Por ejemplo, el grupo de manantiales ‘Zarco’ descarga sus aguas a 47.6 °C con 100 mg
kg-1 de cloruros, medido en abril 2013. El río ‘Zarco’ transporta 1.9 ± 0.2 g s-1 de cloruros.
Por consiguiente, el caudal efectivo del grupo de manantiales ‘Zarco’ es de 19 ± 2 L s-1
de agua caliente con 100 mg kg-1 de cloruros. Considerando una temperatura ambiental
anual de 22 °C (Atlas del Agua, 1976), el flujo de calor liberado por los manantiales
‘Zarco’ se estima en 2.1 ± 0.2 MW. La energía térmica liberada por cada grupo de
manantiales se encuentra en la Tabla 4.3. El flujo de calor liberado por los manantiales
del sistema hidrotermal del Tacaná está, consecuentemente, estimado en 8.9 ± 1 MW.
4-52
CAPÍTULO 4. POTENCIAL GEOTERMÍCO DEL SISTEMA HIDROTERMAL
DEL TACANÁ
Q
Max spring Cl max Cl stream FCl Q spring H spring
stream
T (°C) (mg/kg) (mg/kg) (g/s) (l/s) (MW)
(l/s)
Zarco 47,6 100 24 80 1,92 19,2 2,1
Barrio de la
36 25 24 30 0,72 28,8 1,7
Laguna
Las Barillas 40,3 65 42 36 1,51 23,3 1,8
ACT 52 371 176 20 3,52 9,5 1,2
Toquián 62,9 543 1013 7 7,09 13,1 2,2
TOTAL 1279 14,8 93,8 8,9
Tabla 4.3. Flujos de calor liberado por los manantiales del Tacaná estimados con el método de inventario
de cloro. Q: Caudal efectivo; FCl: Flujo de cloruro; H: Flujo de calor.
Se demostró que existe una anomalía térmica positiva del suelo en zonas afectadas por la
desgasificación difusa del CO2 (‘estructuras de desgasificación difusa’, (Chiodini et al.,
2001)). Por lo tanto, la condensación del vapor hidrotermal en el subsuelo es una fuente
de energía térmica significante. Se puede estimar el flujo de calor liberado por ese proceso
utilizando el CO2 como trazador de los fluidos hidrotermales (Chiodini et al., 2001;
Frondini et al., 2004; Chiodini et al., 2004). Ese método se basa en la hipótesis de que
H2O(g)/CO2(g) antes de la condensación del gas es igual al cociente muestreado en las
fumarolas.
Se midieron los flujos difusos de CO2 del campo fumarólico del domo ‘San Antonio’ y
se muestrearon las fumarolas del dicho campo. Simultáneamente a las mediciones de
flujos de CO2 difuso, se tomaron muestreas del gas del suelo con el fin de analizar su
composición en δ13CCO2, y, por consiguiente, distinguir su origen (Chiodini et al., 2008).
Atribuimos al origen hidrotermal el valor promedio δ13CCO2 de las fumarolas del campo
‘San Antonio’ haciendo la hipótesis de que las manifestaciones fumarólicas en superficie
4-53
CAPÍTULO 4. POTENCIAL GEOTERMÍCO DEL SISTEMA HIDROTERMAL
DEL TACANÁ
F SA 1 -3.4 SG 6 -1,92
F SA 2 -3.6 SG 8 -6,8
F SA 3 -2.4 SG 16 -3,5
F SA 4 -3.0 SG 17 -1,17
F SA 5 -3.5 SG 43 -6,55
Tabla 4.4. A la derecha, composición isotópica δ13C del CO2 hidrotermal, liberado por las fumarolas del
campo fumarólico ‘San Antonio’; a la izquierda, composición isotópica δ13C del CO2 difuso liberado por
el suelo caliente en el campo fumarólico ‘San Antonio’.
El valor δ13C del CO2 de origen biogénico fue determinada mediante un estudio
bibliográfico ya que no se tenía ninguna muestra de plantas de la zona estudiada. La
composición del CO2 biogénico presenta un rango de valores mucho más amplio
dependiendo del tipo de plantas que lo genera a través de la fotosíntesis (plantas C3 o
C4). El valor promedio de δ13CCO2 es de ~ -27‰ para las plantas C3 y de - 13‰ para las
plantas C4 (Cheng, 1966). Esas composiciones fueron utilizadas para caracterizar el CO2
de origen biogénico.
Por consiguiente, la zona de origen mixto del CO2 está incluido entre un δ13C de -5.18‰
caracterizando el origen hidrotermal y -13‰ caracterizando el origen biogénico.
Los valores de δ13CCO2 de las muestras del suelo varían de -1.17‰ a -6.8‰ (Tabla 4.4).
Las muestras SG 6, 16 y 17 presentan valores en el mismo rango que las fumarolas, y,
entonces, son de origen hidrotermal. Las muestras SG 8 y 43 tienen valores un poco más
ligeros que la composición de origen hidrotermal con una desviación de ~1.2‰. Sin
4-54
CAPÍTULO 4. POTENCIAL GEOTERMÍCO DEL SISTEMA HIDROTERMAL
DEL TACANÁ
Se calculó el flujo de calor liberado por la condensación de los gases en el subsuelo con
las ecuaciones Ec.5 y EC.6 (Chiodini et al., 2001; Chiodini et al., 2005):
𝑋
𝜑𝐻2𝑂 = 𝜑𝐶𝑂2 × ( 𝐻2𝑂⁄𝑋 ) (Ec. IV.5)
𝐶𝑂2
Con φCO2 el flujo de CO2 medido (t/d); χH2O la fracción molar de vapor (mol%); χCO2 la
fracción molar de CO2 (mol%); φH2O el flujo de vapor calculado (t/d); y HH2O el calor
latente de vaporización (kJ/kg).
La zona estudiada (~ 1100 m2) tiene fumarolas caracterizadas por un cociente molar
H2O/CO2 de ~85 (con χH2O=98.81 mol% y χCO2=1.16mol%) y un flujo difuso total de CO2
de ~1.2 t d-1, lo que corresponde a un flujo de H2O de < 100 t d-1. Considerando el calor
latente de evaporación del agua a la temperatura de ebullición a la altura del muestreo
(2283 kJ kg-1 a 89°C), el flujo de calor liberado por la condensación de esta cantidad de
vapor es de < 3.1 ± 0.3 MW.
Otros dos mecanismos de liberación de calor se tienen que considerar: (i) el calor liberado
por el enfriamiento del vapor condensado a temperatura ambiental y (ii) el calor
transportado por el CO2(g) después de la condensación del H2O(g). (Chiodini et al., 2001;
Chiodini et al., 2015). Considerando que el vapor condensado se enfría y pasa de 89°C
(temperatura de muestreo) a 20°C (temperatura ambiental), el flujo de calor asociado se
calcula multiplicando el flujo de vapor por la diferencia de entalpía del líquido (Hliq,89°C -
Hliq,20°C = 303 kJ kg-1) y se estima en ~0.35 MW. El flujo de calor asociado al enfriamiento
del CO2(g) se define multiplicando el flujo de CO2 por la diferencia de entalpía (HCO2,89°C
– HCO2,20°C = 62 kJ kg-1) y se estima en ~0.85 MW.
4-55
CAPÍTULO 4. POTENCIAL GEOTERMÍCO DEL SISTEMA HIDROTERMAL
DEL TACANÁ
El flujo total de calor advectivo (= transporte físico de energía térmica atribuible al flujo
másico de un fluido) generado por el sistema hidrotermal del Tacaná se expresa como
(Ingebritsen et al., 2001):
Con Q, el flujo total de fluido (= FCl/Cls; FCl, el flujo total de Cl de todos los manantiales
(g s-1) y Cls, la concentración máxima en Cl del manantial termal (g L-1)); Hs, la entalpía
máxima del fluido profundo (kJ kg-1); y Ha, la entalpía de referencia correspondiendo a
la entalpía del agua a temperatura ambiente (kJ kg-1).
Sin embargo, ya que el drenaje principal (río Coátan) tiene un flujo de Cl de 53 g s-1, el
flujo total de Cl de los manantiales tiene que ser igual a este valor de 53 g s-1. Por lo tanto,
tomando en cuenta este flujo de Cl, el flujo de calor advectivo aumenta a 93 ± 9 MW. Esa
estimación no incluye la contribución del MN en el cálculo del flujo total de Cl.
Dependiendo del valor del flujo de Cl del manantial nuevo, el potencial geotérmico podría
ser mayor o menor a 93 MW. En el futuro, mediciones del caudal del río Coatán después
de la descarga del MN tendrían que llevarse a cabo con el fin de mejorar la estimación
del potencial geotérmico del sistema hidrotermal del Tacaná.
4-56
CAPÍTULO 4. POTENCIAL GEOTERMÍCO DEL SISTEMA HIDROTERMAL
DEL TACANÁ
4-57
Capítulo 5. RECAPUTILACIÓN PARTE I
El Tacaná (4100 msnm) es el volcán ubicado más al norte del arco volcánico
centroamericano. Alberga un sistema volcánico-hidrotermal caracterizado por un campo
fumarólico de baja temperatura a 3600 msnm y varios grupos de manantiales ubicados,
la mayoría, en el flanco NO del volcán (~1500 - 2000 msnm): ACT, Toquían, Barillas,
Barrio de la Laguna, Zarco y MN. Los manantiales termales descargan aguas ricas en
SO4-HCO3 (> 1 g L-1) con un rango de temperatura entre 25 y 63°C y un pH casi neutro
(~6). En la parte sur, otro grupo de manantiales, La Calera, descarga aguas más acidas
(pH < 6) y caracterizadas por una composición SO4-HCO3. Algunos manantiales (ACT,
Toquían, La Calera) se caracterizan por gases burbujeantes cuya composición isotópica
δ13CCO2 (~ -3.5‰) es representativa de una contribución magmática.
El tercer grupo está compuesto por el manantial La Calera debido a su ubicación opuesta
a la del grupo 1 y 2, su pH más ácido (<6) y temperatura más fría (~25.7°C).
En abril de 2014, se descubrió un nuevo manantial ubicado ~ 500m debajo de los otros
dos grupos de manantiales, descargando agua tipo Na-Cl (Na+K >1.5 g L-1; Cl >1.4 g L-
1
) y teniendo un nivel de neutralización significativamente más avanzado que los otros
manantiales. El nuevo manantial forma un cuarto grupo representando el acuífero neutro-
cloruro profundo.
5-58
RECAPITULACIÓN PARTE 1
Cada manantial es drenado por un río que incorpora sus aguas al Río Coatán, drenaje
principal de la descarga de aguas termales del sistema volcánico-hidrotermal. Los flujos
de solutos y de calor liberados por los manantiales fueron estimados con el método de
inventario de cloro. La descarga total de cloro por parte de los manantiales fue estimada
en 14.8 g s-1 y el flujo de calor liberado por esa vía en ~9.5 MW.
El flujo de calor liberado por la desgasificación difusa del suelo fue estimado en ~4.3
MW lo que corresponde a un flujo de vapor de < 100 t d-1. Esta estimación se realizó a
partir de mediciones de flujos difusos de CO2 en el domo San Antonio.
El flujo de calor advectivo liberado por el reservorio profundo fue estimado en ~26 MW.
Sin embargo, el flujo total de cloro medido en el drenaje principal es 4 veces más alto
(~59 g s-1) que el flujo de cloro medido en cada manantial termal. Esto último significa
que existe una descarga termal no descubierta en la zona y que el flujo de calor por parte
de los manantiales en el volcán Tacaná es significativamente más alto y depende tanto
del contenido de cloro como de la temperatura de las aguas termales desconocidas. Si la
concentración de cloro en estas aguas termales desconocidas no sobrepasa 540 mg L-1 y
si la temperatura de descarga es de 50°C, entonces el flujo de calor advectivo por parte
5-59
RECAPITULACIÓN PARTE 1
de los manantiales puede ser estimado por lo menos en ~22 MW y el flujo total de calor
(advectivo) correspondiente en ~100 MW.
5-60
PARTE 2
MODELACIÓN NUMÉRICA DEL
SISTEMA HIDROTERMAL DEL
VOLCÁN TACANÁ
61
Capítulo 6. INTRODUCCIÓN A LA
MODELACIÓN NUMÉRICA
6.1 GENERALIDADES
6-62
CAPÍTULO 6. INTRODUCCIÓN A LA MODELACIÓN NÚMERICA
La investigación sobre los flujos de fluidos dentro de edificios volcánicos con códigos
multifásicos y multicomponentes se vuelve cada vez más común (Chiodini et al., 2003;
Todesco et al., 2003a, b, 2004, 2010; Todesco & Berrino, 2005; Hurwitz et al., 2007;
Todesco, 2009; Hutnak et al., 2009; Rinaldi et al., 2009, 2010, 2011, 2014; Peiffer et al.,
2015, 2018; Byrdina et al., 2013).
El presente trabajo fue realizado utilizando el código TOUGH2 (Pruess et al., 1999), el
cual nos permitió modelar flujos de calor y fluidos multicomponentes y multifásicos en
medios porosos y fracturados. TOUGH2 es capaz de resolver ecuaciones de balance de
masa y energía con el método integral de diferencias finitas. Por eso, se implementaron
varios módulos (EOS, ‘equations of state’), incluyendo las propiedades termofísicas de
los fluidos necesarias para ensamblar las ecuaciones de balance de masa y energía. Se
utilizó para este trabajo el módulo ECO2N V2.0, el cual nos permitió describir el sistema
hidrotermal conteniendo H2O, CO2 y NaCl (Pan et al., 2015). TOUGH2 no toma en
cuenta las reacciones químicas de precipitación de minerales o disolución de la roca, ni
las deformaciones de la roca. Sin embargo, nuevos códigos de la familia TOUGH
incluyen el transporte reactivo de fluidos (TOUGHREACT, Xu & Pruess, 2001) y la
mecánica de la roca (TOUGH-FLAC, Rutqvist et al., 2002). Un último código, iTOUGH2
(Finsterle, 2007), proporciona un modelo inverso del código TOUGH2. iTOUGH2 mide
la diferencia entre los datos de salida modelados con TOUGH2 y los datos observados.
Luego, un algoritmo de minimización proporciona nuevos parámetros de entrada para
mejorar la exactitud del modelo.
6-63
CAPÍTULO 6. INTRODUCCIÓN A LA MODELACIÓN NÚMERICA
6.2 OBJETIVOS
gases.
TOUGH2 resuelve las ecuaciones de balance de masa y energía (VI.1) que describen el
flujo de calor y fluidos en sistemas multifásicos:
𝑑
∫ 𝑀𝐾 𝑑𝑉𝑛 = ∫ɼ 𝑭𝐾 ⦁𝒏𝑑Γn + ∫𝑉 𝑞 𝐾 𝑑𝑉𝑛 (Ec. VI.1)
𝑑𝑡 𝑉𝑛 𝑛 𝑛
6-64
CAPÍTULO 6. INTRODUCCIÓN A LA MODELACIÓN NÚMERICA
El flujo de fluidos en medios porosos se considera como Darciano. La ley de Darcy (1856)
relaciona el flujo de fluidos a las fuerzas causando su movimiento y muestra que el flujo
de agua por unidad de área (F) depende del gradiente de presión (∇p) así como de la
gravedad. La forma general de la ley de Darcy se escribe:
𝜌
𝐹 = −𝜅 (∇p − ρg) (Ec. VI.2)
𝜂
Con κ, permeabilidad absoluta (m2); ρ, densidad del fluido (kg m-3); y η, viscosidad del
fluido (Pa s). El vector g es la aceleración de la gravedad.
Esta ecuación es válida si el fluido presenta una sola fase. No obstante, en los sistemas
hidrotermales, coexisten fluidos en fase acuosa y gas en un mismo poro. Las dos fases
entran en competición lo que causa una disminución de flujo de las fases. Para tener en
cuenta esa característica, la ecuación VI.2 se reformula introduciendo la permeabilidad
relativa κrβ (Helmig, 1997):
𝜅𝑟𝛽 𝜌𝛽
𝐹𝛽 = −𝜅 (∇𝑝𝛽 − 𝜌𝛽 𝑔) (Ec. VI.3)
𝜂𝛽
Con κ, permeabilidad absoluta de la roca (m2); ρβ, ηβ y pβ, densidad (kg m-3), viscosidad
(Pa s) y presión de la fase 𝛽 (Pa), respectivamente. pβ = p + pcβ; con p, una presión de
referencia y pcβ, presión capilar.
6-65
CAPÍTULO 6. INTRODUCCIÓN A LA MODELACIÓN NÚMERICA
Con Sβ, saturación de la fase β (vol%); χβk, fracción másica del componente k en la fase
β (wt%).
𝑘
𝐹𝑎𝑑𝑣 = ∑𝛽 𝜒𝛽 𝐹𝛽 (Ec. VI.5)
El flujo másico ocurre también de manera difusa (Ingebritsen y Sanford, 1998). El flujo
difusivo se expresa según la ley de Fick:
Con dω, coeficiente de difusión molecular en el agua (m2 s-1); y C, concentración del
soluto (mol L-1).
La ley de Fick describe la difusión de solutos presentes en alta concentración en una sola
fase acuosa con el supuesto de un estado estacionario.
6-66
CAPÍTULO 6. INTRODUCCIÓN A LA MODELACIÓN NÚMERICA
Con Φ, porosidad (%); τ0τβ, tortuosidad; ρβ, densidad (kg m3); dβk, coeficiente de difusión
del componente k en la fase β (m2 s-1); y Xβk, fracción másica del componente k en la fase
β (wt%).
Con ∑𝑘𝛽 = ∅𝜏0 𝜏𝛽 𝜌𝛽 𝑑𝛽𝑘 , coeficiente de difusión multifásica combinando todas las
características físicas de la roca.
𝛿𝑀𝑘
= −∇. (𝐹 𝑘 ) + 𝑞 𝑘 (Ec. VI.9)
𝛿𝑡
𝑘 𝑘
Con 𝐹 𝑘 = 𝐹𝑎𝑑𝑣 + 𝐹𝑑𝑖𝑓 (kg m-2 s-1), y qk representa la contribución de masa por fuente o
fuga de fluido (kg m-3 s-1).
6-67
CAPÍTULO 6. INTRODUCCIÓN A LA MODELACIÓN NÚMERICA
𝜕
[∅𝜌𝑓 𝑢𝑓 + (1 − ∅)𝜌𝑅 𝐶𝑅 𝑇] = 𝑞 + 𝑄 (Ec. VI.10)
𝜕𝑡
Con ∅, porosidad (%); q (= qc + qa), flujo de calor (qc, flujo de calor conductivo; qa, flujo
de calor advectivo) (J s-1); Q, la ganancia o pérdida de calor por fuente o fuga de fluido
a través de un volumen (kg m-3 s-1).
𝑞𝑎 = ℎ𝑓 𝐹 (Ec. VI.12)
Con F, flujo de fluido (kg s-1); y hf, entalpía del fluido (J kg-1).
Con 𝜆, conductividad térmica (W m-1 K-1); ∇𝑇, gradiente de temperatura (K); ℎ𝛽, entalpia
especifica de la fase β (J kg-1); y Fβ, flujo másico de fluido de la fase β (kg s-1) (Ec.VI.3).
6-68
CAPÍTULO 6. INTRODUCCIÓN A LA MODELACIÓN NÚMERICA
∫∑ 𝐹 𝑘 . 𝑛 𝑑𝛤 = ∑𝑚 𝐴𝑛𝑚 𝐹𝑛𝑚
𝑘
(Ec. VI.15)
𝑛
Con Mnk, valor promedio de Mk (kg m-3) en un volumen finito Vn (m3); y Fnmk, valor
promedio del componente normal del vector F (kg m-2 s-1) sobre el segmento Anm entre
dos subdominios Vn y Vm.
Figura VI.1. Discretización espacial y datos de geometría del método de diferencias finitas (Pruess et al.,
1999).
Sustituyendo las ecuaciones VI.14 y VI.15 en la ecuación general VI.1, se obtiene una
ecuación diferencial ordinaria de primer orden:
6-69
CAPÍTULO 6. INTRODUCCIÓN A LA MODELACIÓN NÚMERICA
𝑘
𝑑𝑀𝑛 1 𝑘
= ∑𝑚 𝐴𝑛𝑚 𝐹𝑛𝑚 + 𝑞𝑛𝑘 (Ec. VI.16)
𝑑𝑡 𝑉𝑛
Se discretiza el tiempo por diferencia finita de primer orden, y los términos de flujo y
fuente/fuga (Ec. VI.16) son calculadas en cada nueva etapa de tiempo, tk+1 = tk + ∆t, para
obtener una estabilidad numérica necesaria para un cálculo eficiente del flujo multifásico.
6-70
Capítulo 7. CONDICIONES INICIALES Y
SIMULACIÓN BASE
En TOUGH2, los datos de entrada se dividen en varias partes (Fig. VII.1), en cada una se
especifica la información requerida para construir el modelo. La parte ‘ROCKS’
caracteriza de manera física los diferentes dominios de la malla (permeabilidad,
porosidad, conductividad térmica, densidad de la roca y capacidad térmica especifica de
la roca); la parte ‘ELEME’ y ‘CONNE’ procesan la información asociada a cada bloque,
tal como, su ubicación, volumen, tipo de roca, distancia entre elementos; la parte
‘GENER’ describe la producción o inyección de flujo de masa o de calor; la parte
‘PARAM’ define los parámetros computacionales, tales como, etapas de tiempo,
parámetros de convergencia, y otras opciones del código; y la parte ‘INCON’ precisa las
7-71
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
Figura VII.1. Ejemplo de formato de datos de entrada de modelación en TOUGH2. Los números de 1 a 8
sirven de puntos de referencia.
7-72
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
Figura VII.2. Información de entrada requerida por TOUGH2 para construir el modelo.
Dado la falta de estudios geofísicos y, por lo tanto, de información estructural del volcán
en profundidad, la elaboración de la malla se basó en estudios geológicos incluyendo
levantamiento de cortes y mapas geológicas (García-Palomo et al., 2006; Macías et al.,
2010). La malla, representa un corte transversal bidimensional pasando por la cima del
Tacaná y siguiendo la topografía del volcán (Fig. VII.3). Se extiende lateralmente del NE
al SO sobre 13 km (eje x) y verticalmente sobre 4 km (eje y), lo que corresponde a la
altitud del volcán sobre el nivel del mar. Fue asignado un ancho de 6 km (eje z) a la malla
para representar un volumen semejante al del complejo volcánico del Tacaná (TVC) (Fig.
VII.4).
La malla está divida en 3 dominios caracterizados por propiedades físicas diferentes (Fig.
VII.4). Dos horizontes que representan la estratigrafía del volcán determinada por García-
Palomo et al. (2006), en donde el basamento granítico y ignimbrítico de edad final
Terciario - principio Cuaternario subyace en un horizonte más permeable compuesto de
roca andesítica albergando al sistema hidrotermal. Un conducto volcánico se ubica debajo
del domo San Antonio, el cual, es el más reciente del TVC, y considera un ancho
correspondiente a la extensión del domo de ~ 400m. Se asume que el conducto fue
altamente fracturado y, por lo tanto, presenta una alta permeabilidad. Es por la base de
7-73
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
este conducto que se inyecta el fluido profundo compuesto de agua, CO2 y sal. La base
se compone de 4 bloques llamados de inyección.
Figura VII.3. Corte transversal (línea roja) utilizado para definir la malla (imagen: Google Earth).
7-74
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
Las fronteras con una presión y/o temperaturas fijas son denominadas ‘tipo Dirichlet’. En
TOUGH2, una manera de fijar la presión y/o temperatura de los bordes es asignar un
volumen muy grande a las celdas definiendo fronteras (p. ej. V = 1050 m3). De tal manera,
sus condiciones termodinámicas no sufren cambios significativos por intercambio de
fluido o calor con los bloques de tamaño finito constituyendo el dominio. La condición
de Dirichlet se puede expresar mediante las siguientes ecuaciones:
7-75
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
Figura VII.5. Esquema de las condiciones iniciales y de borde del modelo. Así como, la distribución de la
presión hidrostática P (Pa).
Las propiedades físicas de la roca de los diferentes dominios se encuentran en las tablas
VII.1 y VII.2. Debido a la falta de información, la determinación de las características de
la roca se basó en literatura (Daly et al., 1966; Clark, 1966; Brace, 1980; Nathenson et
al., 1982; Johnson & Olhoeft, 1984; Ingebritsen & Manning, 2010; Todesco et al., 2010).
Se atribuyeron los mismos valores de densidad, porosidad, conductividad y calor
específico a todos los dominios del modelo (Tabla 7.1) y esto, mediante valores de
referencia (Fig. VII.6). Por otra parte, el modelo se mostró muy sensible a la
permeabilidad. Dado que no existen datos de permeabilidad de la roca del Tacaná, se
realizó un análisis de sensibilidad (ver Capítulo 8). La primera simulación se realizó con
una distribución inicial de permeabilidades definidas a partir de valores de referencias
(Fig. VII.7). Luego, se ajustaron los valores de permeabilidad hasta obtener datos
simulados similares a los observados (Tabla 7.2).
Propiedades Valores
Tabla 7.1. Propiedades de la roca. La densidad, porosidad, conductividad y calor específico son iguales
para todos los dominios.
7-76
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
Kx Ky Kz
Tabla 7.2. Valores de permeabilidad de la roca (m2) para los diferentes dominios. Los bloques de inyección
tienen permeabilidades bajas en las direcciones x/z con el fin de favorecer un flujo ascendente del fluido.
Figura VII.6. Valores típicos de porosidad para diferentes clases de rocas y materiales no consolidados
(Earle, 2016). Se resaltan en verde los tipos de roca presente en el Tacaná.
7-77
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
Figura VII.7. Valores típicos de permeabilidad para diferentes tipos de roca (Brace, 1980). Se encierran
en verde los tipos de roca presente en el Tacaná.
No existen observaciones directas del sistema profundo del volcán Tacaná. En este
sentido, nuestra meta fue determinar la distribución de permeabilidad del sistema, y
definir el flujo del fluido profundo (mezcla Na-H2O/CO2) que alimenta el sistema
hidrotermal, para reproducir las observaciones superficiales (Tabla VII.3) obtenidas
mediante varios trabajos de campo (ver parte 1). Para remediar la falta de información
directa y calibrar el modelo, se utilizaron dos métodos, simultáneamente. (1) Para las
permeabilidades y las concentraciones de CO2 y salinidad en el fluido de entrada, se
utilizó el método de prueba y error, es decir, se parte de una distribución inicial de
permeabilidades para cada zona definida y concentraciones iniciales de CO 2 y salinidad,
ajustando los parámetros de entrada hasta obtener valores de salida similares a los
observados. Por último, los datos de entrada iniciales elegidos corresponden a valores de
referencias encontrados en la literatura. (2) Existen dos formas de modelar un flujo de
fluido con TOUGH2, las dos se basan en la ley de Darcy, la cual dice que un fluido fluye
de mayor a menor presión. La primera consiste en establecer un flujo fijo (en kg s-1) de
7-78
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
un componente determinado (H2O y/o CO2) en las celdas en las cuales se inyecta el fluido.
Para mantener este flujo de inyección fijo durante la simulación, el código adapta
automáticamente la presión de los boques de inyección. Esta inyección se realiza
mediante un GENER. La segunda forma consiste en inducir un flujo de fluidos
estableciendo una sobre presurización con respecto a la presión hidrostática en los
bloques de inyección en el INCON. El código ajusta la tasa de inyección en el transcurso
de la simulación en respuesta a la evolución del gradiente de presión. Debido a que no se
conoce la tasa de inyección del fluido profundo, se tomó como mejor opción la b.
Además, la figura VII.8 apoya esta elección puesto que la tasa de inyección de la
simulación base se estabiliza en muy poco tiempo después del inicio de la corrida, lo que
se aproxima a una inyección vía un GENER.
XH2O/XCO2 fumarolas 85
7-79
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
En este subcapítulo, se presentan los parámetros utilizados para construir el modelo base,
y hacer una comparación de los resultados obtenidos con las observaciones directas. En
el capítulo 8, se presentan diferentes análisis de sensibilidad con el fin de justificar los
parámetros utilizados para el modelo base y ver la respuesta del sistema a las variaciones
de éstos.
La Figura VII.9 resume los datos de entrada utilizados para el modelo base, así como los
datos de salida, los cuales se discuten a continuación.
Figura VII.9. Datos de entrada de la simulación base establecidos y datos de salida calculados por
TOUGH2.
7-80
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
7-81
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
Figura VII.10. Evolución temporal de la recarga, descarga y flujo de gas total emitido en la cima. Los
valores de salida se vuelven estables después de un periodo de 110 años de simulación.
7-82
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
la recarga se suma el valor de entrada de fluido a través de todos los bloques ubicados de
bajo de la frontera superior.
Figura VII.11. Distribución de la temperatura en el sistema y temperatura de la superficie del modelo. Los
vectores representan el flujo de fluido adentro el sistema.
7-83
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
Figura VII.13. A. Distribución de la saturación en gas (SG) adentro del sistema y representación vectorial
de los flujos de gas; B. Cociente molar H2O/ CO2 de la fase gaseosa.
7-84
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
Observados Simulados
XH2O/XCO2 manantiales ~0 ~0
Flujo gas tot. (libre + disuelto) man. MX (kg s-1) 0.51 0.76
El modelo se ajusta de manera satisfactoria con los datos de caudal, TDS, temperatura de
las fumarolas, manantiales y altitudes de descarga de los manantiales y fumarolas.
7-85
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
Sin embargo, se simuló una recarga de 50% menos con respecto a la recarga reportada.
El valor de la recarga reportada fue calculado mediante datos de precipitación pluvial del
INEGI. Ya que esta recarga consiste en una estimación y no en una medición directa en
el campo, no será un criterio determinante para definir el modelo base. Se sabe que la
cuenca hidrográfica del Tacaná en su totalidad posee una extensión de 737 km2, pero
solamente 367 se consideran como superficie de aportación (Instituto Estatal del Agua,
Chiapas). Considerando una precipitación media anual de 2000 mm (INEGI) y una
infiltración de 100%, la recarga de la cuenca entera sería de 23 274 L s-1. No obstante,
una fracción del agua de lluvia se pierde vía la evapotranspiración y el escurrimiento, por
lo tanto, la infiltración no es total. Varios factores la controlan: 1- la textura del suelo; 2-
la pendiente; y, 3- la cobertura vegetal (Chow, 1964) y se puede estimar según la relación
(Ec. VII.3):
Se calculó una infiltración de 20% para la cuenca hidrográfica del Tacaná lo que
corresponde a una recarga de 4654 L s-1. Sin embargo, el modelo solo se extiende sobre
65.5 km2. Tomando en cuenta únicamente la superficie del modelo, la recarga se estima
en 824 L s-1 contra 415 L s-1 para la simulada.
El cociente molar H2O/CO2 simulado (0.1) de la fase gas descargándose en el domo San
Antonio no concuerda con el cociente observado (83). Las fumarolas del domo están
compuestas de 98.8 mol% de vapor de agua mientras su composición simulada presenta
menos de 1 mol% de H2O(g). Esa discordancia se debe, entre otros, a la distribución de la
7-86
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
temperatura simulada adentro del sistema. De hecho, la presión simulada en los bloques
debajo de los de frontera representando el domo San Antonio es de 3 bares. Bajo esa
condición de presión, el agua entra en ebullición llegando a una temperatura de 133 °C
(Teb = ([1/T0] – [Rln(P/P0)/∆Hvap)-1, ecuación de Clausius-Clapeyron). No obstante, la
temperatura simulada debajo el domo es menor de los 128 °C, la cual no es suficiente
para tener el agua en fase gaseosa. Por lo tanto, esta fase en la cima solo contiene CO2.
La relación entre la temperatura y el cociente molar de H2O/CO2 se observa en la figura
VII.14. El cociente más alto obtenido es de 0.58 correspondiendo a una concentración de
36.7 mol% de H2O, la cual es significativamente menor a la concentración observada en
las fumarolas del domo San Antonio (~ 98.8 mol%).
Figura VII.14. Evolución del cociente molar H2O/CO2 (línea discontinua) en función de la temperatura
(línea continua) sobre un perfil vertical (línea discontinua negra en la malla).
Por otro lado, los manantiales con una temperatura máxima de 63 °C presentan una fase
gaseosa compuesta de puro CO2 que se descargan en forma de gases burbujeantes. El
cociente molar H2O/CO2 de la fase gas de los manantiales obtenido con la modelación es
casi nulo, lo que implica que esta fase está compuesta solo de CO2. Por lo tanto,
contrariamente al resultado XH2O/XCO2 de la fase gas del domo SA que no corresponde a
7-87
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
las observaciones directas, el resultado de este parámetro para los manantiales coincide a
los datos observados. La relación entre el cociente molar y la temperatura será discutida
más en detalle en el subcapítulo 8.3.
El flujo de gas total de los manantiales observado en el campo es de 0.51 kg s-1, se calculó
multiplicando la concentración promedio de gas total de los manantiales (0.124 mol kg-
1
), empleando el método de Taran et al. (2005) (ver subcapítulo 3.2.2), con el caudal total
de los manantiales (94 L s-1). El flujo total de gas de los manantiales simulado con
TOUGH2 es de 0.8 kg s-1, el cual se encuentra en el mismo rango de valor que el flujo
observado (0.51 kg s-1). Sin embargo, si se toma en cuenta los flujos de gas libre y de gas
disuelto por separado y no el flujo de gas total, los valores simulados no se ajustan a los
flujos observados. El flujo de gas libre simulado es de 0.1 kg s-1 contra 0.44 y el flujo de
CO2 disuelto simulado es de 0.66 kg s-1 contra 0.05. Lo anterior se explica por la
discretización de la malla. De hecho, como la frontera superior es fija, se toman en cuenta
los valores de los bloques debajo de la frontera y, al tener un tamaño de 100 x 100 m, la
presión que se encuentran en esos bloques no es de 1 bar, pero sube hasta 7 bares. A esas
presiones, el CO2(g) es más soluble y, por lo tanto, el flujo de CO2 disuelto es más alto.
Utilizando la ley de Henry, pudimos calcular la solubilidad máxima del CO2 a 1 bar y
51.5°C (temperatura simulada de los manantiales), la cual es de 0.313 M. Multiplicando
este valor por el caudal simulado, se obtiene el flujo de CO2 disuelto a 1 bar, lo cual es
de 0.13 kg s-1, acercándose al valor observado.
En relación con los flujos de gas emitidos por el domo San Antonio, se simuló una
emisión de 12.1 kg de gas s-1. Debido a que se dispone solamente del flujo difuso de gas
del domo San Antonio (~1 kg s-1) y que no existen datos de flujo de gas emitido por las
fumarolas, no se pudo hacer una comparación directa de los datos simulados con las
observaciones. Por lo tanto, se utilizó el flujo total de calor advectivo (ver capítulo 4) para
estimar el flujo de gas liberado en el domo SA y compararlo con el flujo simulado.
7-88
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
estimación del flujo de gas emitido por las fumarolas y, en consecuencia, esta estimación
será determinada como un valor máximo. Considerando la conducción nula, se puede
obtener el flujo de las fumarolas dividiendo los ~11.2 MW restantes por el calor latente a
89°C de las fumarolas (= 2283 kJ kg-1) (Chiodini et al., 2001; Chiodini et al., 2005;
Chiodini et al., 2015). El flujo de gas saliendo de las fumarolas se estima en 4.9 kg s -1.
Tomando en cuenta el flujo de gas difuso del domo SA (~1 kg s-1) y del campo fumarólico
reactivado en 1986 (~1 kg s-1), el flujo total de gas (difuso + fumarolas) emitido es de
~6.9 kg s-1. Este valor es prácticamente dos veces menor que el flujo simulado con
TOUGH2 (~12.1 kg s-1). No obstante, no se midieron los flujos de gas difuso en toda el
área de la cima y, además, se sabe que el flujo total de calor advectivo es mínimo (ver
capítulo 4). Por lo tanto, el flujo total de gas emitido por la cima es probablemente mayor
a 6.9 kg s-1.
El flujo de calor advectivo simulado liberado por los manantiales se estimó en 16.9 MW,
el cual es casi el doble del valor observado (8.9 MW). Sin embargo, dado que existen
grupos de manantiales desconocidos, el flujo de calor observado es probablemente
superior de 8.9 MW y se podría acercar al valor simulado. El flujo total de calor simulado
en la base del conducto es de 225 MW el cual incluye el aporte advectivo así que
conductivo. Este valor es mucho más elevado que el valor observado (26 MW). Sin
embargo, nuestro modelo toma en cuenta el flujo de fluido profundo y el aporte
conductivo, mientras que se estimó el potencial geotérmico profundo a partir del flujo de
fluido descargado por los manantiales (Capítulo 4).
Sin embargo, se conocen volcanes (p. ej. Ticsani, Ubinas, entre otros) que presentan, al
igual del Tacaná, una disimetría del basamento (Byrdina et al., 2013) y, por lo tanto, un
flanco más alto que el otro. Por lo anterior, dentro del sistema, el fluido fluye hacia las
partes bajas del volcán y no se encuentran en manantiales en la parte alta de la disimetría.
En conclusión, se podría pensar que no existe descarga de fluido del lado guatemalteco
del volcán. No obstante, los resultados de la modelación contradicen esta hipótesis. De
hecho, se simuló una descarga de 71 L s-1 en el flanco guatemalteco. Entonces, la
7-89
CAPÍTULO 7. CONDICIONES INICIALES Y SIMULACIÓN BASE
diferencia de altura no es el único parámetro que puede controlar la descarga del fluido
en los flancos. En el caso del Tacaná, el contacto litológico entre el basamento y la roca
andesítica aflora en superficie lo que induce un camino preferencial al fluido para
descargarse en superficie incluso si existe una dismetría de los flancos. El modelo de
Byrdina et al. (2013) no presenta contacto entre dos litologías diferentes, lo que podría
explicar la no presencia de descarga de fluido en el flanco más alto. Los manantiales
simulados presentan temperaturas, TDS, flujos de gas y caudales similares a los
manantiales mexicanos (Tabla VII.4). Si las condiciones hidráulicas del flanco
guatemalteco se asemejan a las condiciones planteadas en nuestro modelo, el potencial
geotérmico del sistema hidrotermal profundo doblaría y pasaría de 26 MW a,
prácticamente, 50 MW.
7-90
Capítulo 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
8-91
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
Escenarios a b c d e
Figura VIII.1. Distribución de la temperatura y representación de los flujos de agua (vectores) de cada
escenario. R = recarga; D = descarga.
El escenario ‘a’ presenta una recarga de 7650 L s-1, valor muy elevado con respeto a la
recarga inferida (~824 L s-1). La descarga es también anormalmente elevada (1260 L s-1).
De igual manera, el escenario ‘b’ está caracterizado por una recarga (4420 L s-1) y
descarga (1060 L s-1) afuera de los valores observados. Recargas tan altas se explican por
la alta permeabilidad del horizonte volcánico y, por consiguiente, una recarga elevada
implica una descarga elevada. Además, en esos dos escenarios, se observa que los flujos
térmicos y de agua se descargan en la parte baja de los flancos y la parte somera no se
calienta. Este fenómeno se debe a la alta topografía del volcán. De hecho, la presión es
máxima debajo la cima en todos los modelos, pero este máximo aumenta cuando la
recarga aumenta. Por lo tanto, en los casos de alta recarga como en los escenarios a y b,
una sobrepresurización de 380 bares impuesta en los bloques de inyección no genera un
gradiente de presión bastante importante para vencer la gravedad del propio fluido e
8-92
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
inducir un flujo ascendente de los fluidos hacia la parte alta del conducto y, por lo tanto,
calentar el sistema somero.
El escenario ‘d’ equivale a la simulación base (escenario ‘c’), pero con un conducto
volcánico menos permeable con respeto al horizonte volcánico. La diferencia principal
entre ambos escenarios se refleja en la distribución de temperatura (Fig. VIII.1). El
conducto más permeable del escenario base ‘c’ cree un camino preferencial a la fase gas,
la cual se descarga en el domo San Antonio y, por lo tanto, el sistema se calienta de
manera más eficiente. Otra diferencia notable cuando el conducto y horizonte volcánico
tienen la misma permeabilidad se observa en la figura VIII.2. El comportamiento de la
fase gas en un lapso de 50 años tiende a subir de manera vertical, debido a que el
basamento es muy impermeable. Una vez llegando al horizonte volcánico, sin la presencia
de un conducto más permeable, la fase gas empieza a desviarse hacia los flancos (100 y
150 años) para descargarse a una altitud (~3000 msnm) más baja que la altitud del domo
San Antonio (~3500 msnm). Esta desviación ocurre cuando no existe un camino
preferencial (zona más permeable) y se debe a la variación de la presión, la cual está
directamente relacionado a la topografía.
Figura VIII.2. Evolución temporal de la saturación en gas adentro del sistema del escenario ‘d’.
8-93
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
Figura VIII.3. Evolución temporal de la temperatura adentro del sistema del escenario ‘e’.
Figura VIII.4. Evolución temporal de la saturación en gas dentro del sistema del escenario ‘e’.
8-94
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
En el escenario ‘a’, no se observa ningún flujo de inyección. Dado que, no hay ninguna
fuerza opuesta a la gravedad, la recarga es máxima (~740 L s-1) y llena todo el sistema
hasta la base del conducto en donde se nota un flujo negativo (~-105 L s-1). Por lo anterior,
las partes permeables del sistema (conducto y horizonte volcánico) se enfrían en su
totalidad mientras el basamento no presenta modificaciones del gradiente de temperatura
inicial ya que su baja permeabilidad impide cualquier advección de fluido.
8-95
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
La descarga del escenario ‘a’ (73 L s-1) es más baja que la del escenario ‘b’ (168 L s-1) a
pesar de que su recarga es más alta. Lo anterior se debe a que una sobrepresurización de
10% no compensa la gravedad y, por lo tanto, no se observa un fluido ascendente en los
bloques de inyección que viene alimentar la descarga en los manantiales.
Por último, una sobrepresurización de 40% genera un flujo de inyección bastante alto
induciendo un calentamiento significativo de la parte superior del sistema. Éste es el único
escenario que permite simular temperaturas iguales a las temperaturas observadas
(~90°C) en el domo San Antonio y una descarga (93 L s-1) igual que la descarga reportada
(94 L s-1).
La saturación en gas de los diferentes escenarios sigue los vectores de flujo de agua (Fig.
VIII.6). En los escenarios ‘a’, no se forma ninguna fase gaseosa ya que una
sobrepresurización de 10% no permite generar inyección de fluidos. Un fluido bifásico
se forma en el conducto del escenario ‘b’, pero ninguna descarga de gas puede ser
observada en el domo San Antonio y la descarga en gas libre y CO2 disuelto en los
manantiales es ínfima. En los escenarios ‘c’ y ‘d’, el fluido sube en el conducto hacia
profundidades más superficiales y forma un fluido bifásico que ocupa una zona más
amplia del sistema. El fluido bifásico del escenario ‘d’ presenta una fracción volumétrica
en gas más importante que la fracción del escenario ‘c’ y, de la misma forma, un flujo de
gas más alto en la cima.
8-96
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
Figura VIII.7. Influencia de la temperatura sobre el cociente molar H2O/CO2. Para los escenarios 200°C y
250°C, se realizó un zoom de la escala del cociente molar ya que presentan valores significativamente
menores del escenario a 300°C.
8-97
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
8-98
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
Figura VIII.8. Análisis de sensibilidad a la fracción molar con respuesta a la saturación en gas y a los
flujos de gas libre y disuelto.
Una respuesta notable del sistema a la variación de la fracción molar de CO2 se encuentra
en la profundidad a la cual se forma el fluido bifásico. En la figura VIII.8, se observa que
la fase gas se forma cada vez más superficialmente en el sistema con la disminución
progresiva de la fracción molar de CO2. Lo anterior se explica por la dependencia de la
solubilidad del CO2 a temperatura y presión. En la figura VIII.9, se observa que el CO2
disuelto de un fluido compuesto de 5 mol% de CO2 empieza a exsolverse a una presión
de 380 bares, dicha presión corresponde a una profundidad de 3800 m, es decir, la base
del conducto. Ahora bien, cuando la concentración de CO2 disuelto de un fluido
disminuye, su presión límite de solubilidad (~ 380 bares) igualmente disminuye (a
temperatura constante), lo que corresponde a profundidades progresivamente más
superficiales (Fig. VIII.9)
Figura VIII.9. Límite de solubilidad del CO2 a 250°C en función de la presión (tomando de Spycher &
Pruess, 2010) y perfil vertical de presión dentro del conducto volcánico.
8-99
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
Así mismo, los 4 escenarios se distinguen por el flujo de CO2 disuelto emitido en los
manantiales (Fig. VIII.8) con un valor de 2.2 kg s-1 para el escenario a, 1.2 kg s-1 para el
b, 0.72 kg s-1 para el c y 0.66 kg s-1 para la simulación base. Para entender este fenómeno,
es necesario explicar las nociones de permeabilidad efectiva y relativa. Sabemos que un
fluido fluye en un medio poroso siguiendo la ley de Darcy. Sin embargo, ésta última fue
definida para un fluido monofásico. Por lo tanto, se introdujo el termino de permeabilidad
relativa para extender el uso de la ley de Darcy a fluidos multifásicos (Ec. VIII.1). La
permeabilidad relativa se define como el cociente de la permeabilidad efectiva de una
fase i con una saturación dada entre la permeabilidad absoluta de la fase i en condiciones
de saturación total (Ec. VIII.2). Su valor adimensional permite comparar la capacidad de
una fase para fluir en un medio poroso con la presencia de otras fases ya que la presencia
de más de una fase limita el flujo (por ejemplo, el flujo de gas en un reservorio compuesto
de gas y agua).
𝐾𝑖
𝑞𝑖 = − (∇𝑃𝑖 − 𝜌𝑔) (Ec. VIII.1)
𝜇𝑖
𝐾𝑖⁄
𝐾𝑟𝑖 = 𝐾 (Ec. VIII.2)
Con qi, el flujo; ∇p, el gradiente de presión (Pa m-1); μ, viscosidad (Pa s); ρ, la densidad
del fluido (kg m-3); g, la gravedad (m s-2); Ki, permeabilidad efectiva de la fase i con una
saturación determinada (m2); Kri, permeabilidad relativa de la fase i (sin unidad); K,
permeabilidad absoluta (m2).
8-100
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
8-101
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
Figura VIII.12. Distribución de la saturación en gas y representación de los flujos de agua (vectores
blancos). R = recarga; D = descarga; F iny = flujo acuoso de inyección.
Otro punto interesante que se observa en la figura VIII.12 es el control de la recarga por
la fracción molar de CO2. De hecho, como ya se mencionó, cuando la saturación en gas
del sistema va disminuyendo con la disminución del contenido en CO2, la permeabilidad
relativa de la fase liquida aumenta y su flujo también. Es la razón por la cual el flujo de
inyección del escenario 1 mol% es de 919 L s-1 y va disminuyendo progresivamente hasta
el escenario de 5 mol%. Por lo tanto, debido a que la fuerza ejercida por la inyección
disminuye del escenario 1 mol% al 5 mol%, la recarga aumenta. En conclusión, no
solamente la sobrepresurización y la permeabilidad permiten controlar la tasa de recarga,
otro factor que se vuelve muy importante es la saturación en gas.
Se utilizó una fracción molar de 5 mol% de CO2 en la simulación base porque éste último
presenta el mejor ajuste a los datos observados de flujos de gas total en los manantiales y
en la descarga. Dado que el flujo de gas total observado en la cima no fue medido, su
valor simulado no fue un criterio de elección para determinar la fracción molar de la
simulación base.
8-102
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
En la figura VIII.13 se muestra la evolución temporal del flujo de gas total descargado en
los manantiales (Fig. VIII.13A) y en el domo SA (Fig. VIII.13B) refiriéndose a un
escenario de aumento de la actividad volcánica. De la misma forma se observa la
evolución temporal del flujo de gas en un estado no perturbado del sistema. Estos valores
sirven de referencia para analizar la magnitud de la variación de los flujos de gas causada
por el aumento de la fracción molar de CO2. El aumento de la actividad volcánica se
refleja de manera notable en el flujo de gas total emitido en el domo SA, el cual se
quintuplica y alcanza un valor máximo de 50 kg s-1 después de 1 año con respeto al inicio
del periodo de inestabilidad. En cambio, el flujo de gas total descargado en los
manantiales sufre de una perturbación insignificante pasando de un valor inicial de 1.7288
kg s-1 a un máximo de 1,7555 kg s-1. Esta variación de 1.5% ocurre en la realidad, pero
no se puede ver ya que se encuentra dentro del error de medición que se puede obtener
tanto en el muestreo de los gases como en su análisis. Además, la perturbación se observa
después de 7 años con respeto al inicio del aumento de la concentración de CO2 debido a
la permeabilidad más baja del horizonte volcánico con respeto al conducto volcánico.
En la figura VIII.13A, se observa que el flujo de gas total en los manantiales regresa a un
valor menor con respecto al valor inicial después del regreso al periodo de estabilidad.
Este fenómeno se debe a la disminución del flujo de inyección del fluido magmático
durante el año de aumento de la actividad causado por el aumento de la permeabilidad
relativa de la fase gas.
8-103
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
Figura VIII.13. (A) Evolución temporal del flujo de gas total (libre + CO2 disuelto) de los manantiales.
(B) Evolución temporal del flujo de gas total emitido en la cima, tanto por el caso de aumento de la actividad
como por el caso de estabilidad.
8-104
CAPÍTULO 8. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD
Por último, se realizó una simulación tomando en cuenta un aumento de la fracción molar
de CO2, así como, de la sobrepresurización pasando de 40 a 60%. Como resultado, la
variación de flujo de gas en el domo SA se mantiene igual con un flujo de gas máximo
de 50 kg s-1 en un año, después del inicio de la etapa de inestabilidad. Mientras que, la
variación en los manantiales es ligeramente más notable pasando de 1.72 a 1.82 kg s-1,
sin embargo, es una variación poco significativa.
8-105
Capítulo 9. RECAPITULACIÓN PARTE 2
La segunda parte del presente trabajo se enfocó a la modelación numérica de los flujos de
masa y energía que ocurren dentro del sistema hidrotermal del volcán Tacaná con la ayuda
del código TOUGH2/ECO2N. El conocimiento de esos parámetros es importante para
llevar a cabo un monitoreo fiable de los riesgos volcánicos. De hecho, colapsos de flancos
son frecuentes en estratovolcanes y no son siempre asociados a erupciones magmáticas.
Deslizamientos por alta presión de los fluidos en los poros de la roca o por alteración
avanzada ya se registraron (Reid, 2004).
Para tal motivo, se elaboró un modelo conceptual del sistema volcánico-hidrotermal del
Tacaná en el cual definimos 3 unidades litológicas: (1) un basamento, (2) el horizonte
volcánico para representar el reservorio, y (3) un conducto volcánico debajo del domo
San Antonio. El sistema probablemente es más heterogéneo que el simulado, es decir que
cuenta con presencia de fracturas y permeabilidades anisotrópicas de la roca, y por lo
tanto, nuestro modelo no es una solución única. Sin embargo, nos permite reproducir de
manera satisfactoria los datos de campo. Se obtuvo que:
El modelo numérico se obtuvo por medio del análisis de sensibilidad del sistema a la
variación de diversos parámetros (datos de entrada) tales como permeabilidad,
temperatura profunda, sobrepresurización y fracción molar de CO2. Se determinó que:
9-106
CAPÍTULO 9. RECAPITULACÓN PARTE 2
Por otro lado, el presente trabajo proporcionó información base que abre la posibilidad a
realizar explotación geotérmica. Como resultado del modelo, se pudo clasificar el sistema
hidrotermal del Tacaná en la categoría ‘dominado por agua con vapor’, que se caracteriza
por:
9-107
CAPÍTULO 9. RECAPITULACÓN PARTE 2
▪ Una fase liquida presurizada como fase dominante, y presencia de vapor en baja
cantidad. La fase liquida presenta temperaturas hasta 250°C. Este fluido bifásico
se encuentra en el reservorio dentro del horizonte volcánico.
▪ Una alta salinidad (8 g kg-1 de fluido), la cual puede generar daños materiales por
corrosión y precipitación de minerales.
▪ La ausencia de un horizonte impermeable que sella el reservorio y permite
mantener las condiciones de presión – temperatura del fluido adecuadas para la
explotación geotérmica.
Más del 90% de los sistemas explotados para producir electricidad son de tipo ‘dominado
por agua con vapor’. No obstante, para que este tipo de sistema sea económicamente
viable, es necesario realizar reinyecciones del agua extraída. En el caso del Tacaná, se
simuló una sobrepresurización 40% y aún si este resultado puede variar dado que nuestro
modelo no es una solución única, es importante tomar en cuenta este factor antes de iniciar
una explotación geotérmica por los problemas que puede causar una alta
sobrepresurización.
9-108
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