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EJERCICIOS ESPIRITUALES EN CUARESMA 16-2-2024

SEMANA DE INTRODUCCIÓN:
Gusten y vean qué bueno es el Señor,
dichosos el que se acoge a ÉL.
(Salmo 34, 8)

Sentir y gustar internamente


(EE 2)

Nos encontramos en la semana de introducción a los ejercicios espirituales en cuaresma. En nuestro encuentro
dijimos que este itinerario de 6 semanas iba a ser un camino de oración de la mano de san Ignacio para sentir
y gustar internamente la “primera semana de ejercicios” según el orden y forma del santo.
En tu mano dejo las orientaciones para poder rezar en esta semana. Vamos a empezar integrando en nuestra
oración toda nuestra vida. Es saludable que, durante los ejercicios, más aún durante la vida entera, estemos
atentos a escuchar diligentemente lo que el Señor quiera decirnos en todo momento, dentro y fuera de
nuestros espacios de oración.
Por eso te invito esta semana a que puedas disponerte para “sentir y gustar” lo que te sucede en la vida
cotidiana como una manera de orar.
Resumen del camino semanal:

Día 1: Orar con la vista


Día 2: Orar con el tacto
Día 3: Orar con el gusto
Día 4: Orar con el olfato
Día 5: Orar con el oído
Día 6: La oración que encierra toda la vida de Jesús
Día 7: Eucaristía

En negrita están indicadas las oraciones indispensables.


EJERCICIOS ESPIRITUALES EN CUARESMA 16-2-2024

DÍA LUNES
· Preparación: dedico un momento a la relajación corporal para caer en la cuenta de la presencia del Señor en
este día que hoy comienzo.

· Petición: "Señor, enséñame a apreciar el sentido de la vista: un medio para encontrarte”

1. En la mañana, al despertar, date cuenta al abrir tus ojos, cómo pasas de la oscuridad a la luz.
Pocas veces, acaso nunca, has estado consciente al despertar de que después de un largo sueño, puedes ver.
Detente un momento, un instante… ¿qué ves? Fija tu mirada en algo en concreto, míralo como si fuera la
primera vez que lo ves, sus colores, su forma, el lugar que ocupa…agradece que puedes ver… ahora, respira
profundo.

2. Durante el día, ve descubriendo personas, cosas, naturaleza, que te sale al encuentro.

Cae en la cuenta, con sorpresa, de los colores que ves, esa gran gama de colores que pueden pasar
desapercibidos. Los cientos o miles de tonos de azul, verde, colores de piel, rojos… Detente un momento, un
instante, admira como un ciego que ve por primera vez…

Pon atención en cómo miras… cómo miras a las personas, las cosas, los animales, los objetos… descúbrete
mirando con bondad, con ternura, con desconcierto, con coraje, con amargura, con tristeza… no juzgues, sólo
pon atención. Jesús miraba también, fijamente (Mc 10, 27), con compasión (Mt 9, 36), con ternura (Mc 1, 29),
viendo la fe en alguien (Mc 2, 5), con tristeza (Jn 11,35); veía a personas (Lc 7, 13), lugares (Jn 2, 13), ciudades
(Mt 23, 37).

3. En la noche, repasa lo que has visto.

¿Qué has descubierto de tu manera de mirar? ¿Qué te ha sorprendido? ¿Qué sentimientos te quedan? ¿Te
has dejado sorprender por lo que has visto? ¿Qué en particular te provocó una emoción fuerte? ¿Pudiste leer
alguna cita bíblica y darte cuenta de las miradas de Jesús? ¿Con qué te quedas?

· Coloquio: Permanece un rato hablando con Jesús y dile cuáles son tus deseos después de estar consciente
de tu forma de mirar y cómo cambiaría tu vida si no vieras.

· Padre nuestro
EJERCICIOS ESPIRITUALES EN CUARESMA 16-2-2024

DÍA MARTES: “Orar con el tacto”


· Preparación: dedico un momento a la relajación corporal para caer en la cuenta de la presencia del Señor en
este día que hoy comienzo.

· Petición: "Señor, enséñame a apreciar el sentido del tacto: un medio para


encontrarte”

1. En la mañana, al despertar, date cuenta de la sensación de las sábanas tocando tu piel.

Con frecuencia, casi diario, al despertar nos levantamos de prisa. Con tantos pensamientos en la cabeza, cosas
por hacer, lugares a donde ir. Detente un momento, un instante… ¿qué se siente que las sábanas rocen tu
piel? Cierra tus ojos, solo un momento, y siente como si fuera la primera vez que descubres que estás en una
cama, siente la textura de las sábanas, la temperatura, mueve tus manos y acaricia las sábanas…
agradece…ahora, respira profundo.

2. Durante el día, pon atención a lo que tocas: personas que das la mano o un beso, tus dedos tecleando
para mandar un mensaje, tus manos al sentir el agua y el jabón que las lava, la caricia a una mascota.

Cae en la cuenta, con sorpresa, que todo tu cuerpo, absolutamente todo tu cuerpo, es sensible para recibir
sensaciones. Detente un momento, un instante, admira como si fueras un parapléjico que empieza a captar
sensaciones en su cuerpo, por primera vez después de mucho tiempo.

Pon atención en cómo tocas… cómo tocas a las personas, las cosas, los animales, los objetos… descúbrete
tocando con bondad, con ternura, con desconcierto, con coraje, con amargura, con tristeza… no juzgues, sólo
pon atención.

Jesús tocaba también, con atención específica (Mt 20, 34), con compasión (Mc 1, 40-45), con ternura (Mt 9,29-
30), con fuerza (Mt 21, 12), percibía que era tocado (Mt 9, 20), sentía como una mujer besaba sus pies (Lc 7,
45)

2. En la noche, repasa lo que has tocado o lo que te ha tocado.


¿Qué has descubierto de tu manera de tocar? ¿Qué te ha sorprendido? ¿Qué sentimientos te quedan? ¿Te
has dejado sorprender por lo que te ha tocado o has tocado? ¿Qué en particular te provocó una emoción
fuerte? ¿Pudiste leer alguna cita bíblica y darte cuenta de cómo Jesús tocaba? ¿Con qué te quedas?

· Coloquio: Permanece un rato hablando con Jesús y dile cuáles son tus deseos después
de estar consciente de tu forma de tocar o dejarte tocar y cómo cambiaría tu vida
si no tuvieras ninguna sensación corporal.

· Padre nuestro ·
EJERCICIOS ESPIRITUALES EN CUARESMA 16-2-2024

DÍA MIÉRCOLES: “Orar con el gusto”


· Preparación: dedico un momento a la relajación corporal para caer en la cuenta de la presencia del Señor en
este día que hoy comienzo.

· Petición: "Señor, enséñame a apreciar el sentido del gusto: un medio para encontrarte”

1. En la mañana, date cuenta de los sabores de la primera comida que hagas.


Un día más, casi siempre de prisa. Comemos de prisa algo o tomamos una taza de
café mientras pensamos en lo que haremos en el día. Detente un momento, un
instante… ¿a qué sabe lo primero que comes o tomas en el día? Cierra tus ojos, solo
un momento, y siente como si fuera la primera vez que descubres ese sabor,
disfrútalo lentamente… agradece…ahora, respira profundo.

2. Durante el día, pon atención a lo que comes y tomas: un vaso con agua, una taza con café, chocolate, los
alimentos a mediodía, la cena por la noche, una copa de vino.

Cae en la cuenta, con sorpresa, de la infinidad de sabores diferentes que puedes percibir. Detente un
momento, un instante, disfruta como si por primera vez comieras esa fruta, saboréala lentamente, identifica
si es dulce, ácida, mantenla en tu boca como quien no quiere dejarla ir.

Pon atención en cómo comes… descúbrete comiendo de prisa, sin darte cuenta realmente de lo que estas
comiendo, distraído… no juzgues, sólo pon atención. Obsérvate comiendo solo, en compañía. Jesús comía, con
pecadores (Mc 2, 16), preparaba alimentos y comía con sus discípulos (Jn 21, 12), daba de comer a una
multitud (Mt 14, 19), comía en una fiesta
(Jn 2, 1-2)

3. En la noche, repasa lo que has saboreado.


¿Qué has descubierto de tu manera de gustar y comer? ¿Qué te ha sorprendido?
¿Qué sentimientos te quedan? ¿Te has dejado sorprender por lo que has saboreado?
¿Qué en particular te provocó una emoción fuerte? ¿Pudiste leer alguna cita bíblica
y darte cuenta de cómo Jesús también comía? ¿Con qué te quedas?

· Coloquio: Permanece un rato hablando con Jesús y dile cuáles son tus deseos después de estar consciente
de tu forma de gustar infinidad de sabores y cómo cambiaría tu vida si no pudieras distinguir sabores.

· Padre nuestro

· Examen de la oración
EJERCICIOS ESPIRITUALES EN CUARESMA 16-2-2024

DÍA JUEVES: “Orar con el olfato”


· Preparación: dedico un momento a la relajación corporal para caer en la cuenta de la presencia del Señor en
este día que hoy comienzo.

· Petición: "Señor, enséñame a apreciar el sentido del olfato: un medio para encontrarte”

1. En la mañana, date cuenta de los olores de la primera comida que hagas.

Pocas veces prestamos atención a lo que olemos, reaccionamos, sí, pero no estamos atentos a lo que olemos.
Detente un momento, un instante… ¿a qué huele lo primero que comes o tomas en el día? Cierra tus ojos,
solo un momento, y siente como si fuera la primera vez que descubres ese olor, disfrútalo lentamente…
agradece…ahora, respira profundo.

2. Durante el día, pon atención a la variedad de olores que te rodean.

Cae en la cuenta, con sorpresa, de la infinidad de olores diferentes que puedes percibir. Detente un momento,
un instante, huele como si por primera vez olieras ese perfume, ese alimento, esa flor, la lluvia, huele
lentamente, identifica si es agradable o desagradable, suave o intenso.

Pon atención en cómo hueles… descúbrete oliendo con indiferencia, sin darte cuenta realmente de lo que
estas oliendo, distraído… no juzgues, sólo pon atención. San Pablo pedía a los cristianos que “fuéramos como
el olor del incienso que Cristo ofrece a Dios, que se esparce... es una fragancia que da vida” (2 Cor, 2: 15) y
Jesús “pasaba haciendo el bien” (Hechos 10, 38) seguramente dejando un aroma de bondad por donde
pasaba…

3. En la noche, repasa lo que te ha dejado el estar atento al oler.

¿Qué has descubierto de tu manera de captar los olores? ¿Qué te ha sorprendido?


¿Qué sentimientos te quedan? ¿Te has dejado sorprender por los olores? ¿Qué en
particular te provocó una emoción fuerte? ¿Pudiste leer alguna cita bíblica y darte
cuenta de cómo Jesús “dejaba un aroma de bondad”? ¿Con qué te quedas?

· Coloquio: Permanece un rato hablando con Jesús y dile cuáles son tus deseos después de estar consciente
de tu forma de identificar infinidad de olores y cómo cambiaría tu vida si no pudieras distinguir olores.

· Padre nuestro
· Examen de la oración
EJERCICIOS ESPIRITUALES EN CUARESMA 16-2-2024

DÍA VIERNES: “Orar con el oído”


· Preparación: dedico un momento a la relajación corporal para caer en la cuenta de
la presencia del Señor en este día que hoy comienzo

· Petición: "Señor, enséñame a apreciar el sentido del oído: un medio para encontrarte”

1. En la mañana, date cuenta de los primeros sonidos que escuches al


despertar.

Oír y escuchar no es lo mismo. Oír es más superficial. Escuchar requiere más atención. Pero, aun así, oír se
vuelve una rutina, no nos damos cuenta que somos capaces de oír. Detente un momento, un instante… ¿qué
es lo que oyes cuando abres tus ojos en la mañana? Cierra tus ojos, solo un momento, y siente como si fuera
la primera vez que escuchas ese sonido, déjalo ser, reconócelo… agradece…ahora, respira profundo.

3. Durante el día, pon atención a la infinidad de sonidos que oyes.

Cae en la cuenta, con sorpresa, de la infinidad de sonidos diferentes que puedes percibir. Detente un
momento, un instante, escucha como si por primera vez oyeras esa voz, esa melodía, ese golpeteo, el viento,
esa alarma, identifica si es agradable o desagradable, suave o intenso, lejano o cercano. Distingue entre oír
muchos ruidos y el escuchar atentamente.

Pon atención en cómo oyes… descúbrete oyendo con indiferencia, sin darte cuenta realmente de lo que estas
escuchando, distraído… no juzgues, sólo pon atención. Jesús siempre estuvo a la escucha de la voluntad de su
Padre (Jn 4, 34), escuchaba las necesidades de las personas (Mc 10,51), preguntaba y escuchaba la respuesta
(Jn 5, 6), …

4. En la noche, repasa lo que te ha dejado el estar atento a escuchar.

¿Qué has descubierto de tu manera de escuchar? ¿Qué te ha sorprendido? ¿Qué


sentimientos te quedan? ¿Te has dejado sorprender por lo que has escuchado? ¿Qué
en particular te provocó una emoción fuerte? ¿Pudiste leer alguna cita bíblica y darte
cuenta de cómo Jesús escuchaba atentamente ¿Con qué quedas?

· Coloquio: Permanece un rato hablando con Jesús y dile cuáles son tus deseos después
de estar consciente de tu forma de identificar infinidad de sonidos y cómo
cambiaría tu vida si no pudieras oír.

· Padre nuestro
· Examen de la oración
EJERCICIOS ESPIRITUALES EN CUARESMA 16-2-2024

DÍA SÁBADO: oración que encierra Toda la vida de Jesús


Cuando oréis, decid: Padre nuestro... (Lc 11, 1-13)
· Preparación: dedico un momento a la relajación corporal para caer en la cuenta de
la presencia del Señor en este momento de oración.

· Petición: "Señor, enséñame a regresar a Ti, siempre regresar a Ti. Al Padre bueno,
incondicional, quiero estar en casa…”

Deja caer en el corazón cada frase, date cuenta qué se mueve en ti. Regresa a una al final y
hazla tuya:

"Padre nuestro". Es el primer grito que brota del corazón humano cuando el ser humano vive habitado, no
por el miedo a Dios, sino por una confianza plena en su amor creador. Un grito en plural, al que es Padre de
todos. Una invocación que nos enraíza en la fraternidad universal y nos hace responsables ante todos los
hombres y mujeres.

"Santificado sea tu Nombre". El objeto de esta primera petición es que el "Nombre" de Dios, es decir, su
misterio insondable, su amor y su fuerza salvadora se manifiesten en toda su gloria y su poder. Y esto dicho
no desde la pasividad o la indiferencia, sino desde el deseo y el compromiso de configurar nuestra propia vida
desde esa aspiración de Jesús. Siento que mi vida puede glorificar el nombre de Dios.

"Venga tu Reino". Que no reinen en el mundo la violencia y el odio destructor. Que reine Dios y su justicia.
Que no reine el Primer Mundo sobre el Tercero, los poderosos sobre los débiles. Que no domine el varón a la
mujer, ni el rico al pobre. Que se abran caminos a la paz, al perdón y a la verdadera liberación que nace de una
conciencia fraterna.

"Hágase tu voluntad". Que no encuentre tanto obstáculo resistencia en nosotros. Que la humanidad entera
obedezca a la llamada de Dios que, desde el fondo de la vida, invita a cada persona a su verdadera salvación.
Que mi vida sea hoy mismo búsqueda de esa voluntad de Dios.

"Danos el pan de cada día". El pan y todo lo que necesitamos para vivir de manera digna todos los hombres
y mujeres de la Tierra. Y esto dicho no desde el egoísmo acaparador o el consumismo irresponsable, sino desde
la voluntad de compartir. El amor de Dios se manifiesta en la providencia con la que nos asiste en nuestras
necesidades a través de muchas mediaciones.

"Perdónanos". El mundo necesita el perdón de Dios. Los seres humanos sólo podemos vivir pidiendo perdón
y perdonando. Sólo quien renuncia a la venganza desde una actitud abierta de perdón puede hacerse cada día
más humano.

"No nos dejes caer en la tentación". Se trata de la tentación de abandonar a Dios, olvidar el evangelio de
Jesucristo y seguir un camino equivocado. Este grito de socorro queda resonando en nuestra vida. Dios está
con nosotros frente a todo mal. Frente al mal de cada día.

· Examen de la oración

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