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Sistema SCALL

Que sabemos del sistema scall?

Un SCALL típico implementado a nivel domiciliar consta de las siguientes


secciones: sistema o superficie de captura (techo, jagüeyes), sistema de
recolección de agua o de distribución (canaletas,) desviador de primeras lluvias
(first flush) y sistema o área de almacenamiento del agua (cisterna, tanque).
Dependiendo del uso que se le quiera dar al agua puede ser necesaria la
incorporación de filtros o purificadores. Los SCALL son una tecnología adaptable a
zonas urbanas y rurales; hay opciones rústicas, sofisticadas, de alto costo,
domiciliares, comunitarias, etcétera. La instalación de SCALL en viviendas que ya
cuentan con infraestructura de almacenamiento de agua, como una cisterna,
generalmente resulta de bajo costo y no requiere un cambio de hábitos por parte
de los usuarios.

Que se necesita para ejecutar un sistema scall?

Antes de dimensionar e instalar cualquier componente del SCALL se debe llevar a


cabo un reconocimiento general del sitio o sitios donde podría instalarse el
sistema, así como identificar la precipitación promedio mensual de la localidad y
definir el uso que se le dará al agua de lluvia. En la identificación de los sitios
potenciales para instalación de los componentes del SCALL se debe verificar que
ellos no queden muy lejos unos de otros y que se tenga acceso fácil para la
operación y mantenimiento del sistema. Resumen de los datos necesarios para
iniciar el diseño del SCALL: • Características del sitio: • Área disponible para la
captación • Tipo de material del área de captación • Área disponible para
instalación de los componentes: sistema de eliminación de primeras lluvias y
almacenamiento (cisterna) • Análisis del área disponible para la instalación del
sistema de almacenamiento y del tipo de suelo de la misma • Precipitación
promedio mensual en la localidad • Definición del uso del agua de lluvia captada A
continuación se detallan algunos de los puntos mencionados. Como guía, a partir
de este punto, todas las etapas necesarias para el dimensionamiento de un
SCALL en escuelas se ejemplificarán mediante su aplicación a una escuela
modelo.

Utilizar de forma responsable nuestros recursos hará una gran diferencia en el


futuro, sobre todo ahora que estamos en proceso de crear métodos más eficientes
que nos permitan seguir produciendo de forma limpia y sustentable, sobre todo, en
equilibrio con el planeta. Dentro de las prioridades de estos planes a futuro se
incluye todo lo referente a la distribución, purificación y uso del agua; debido a que
este es de los recursos que se ha vuelto más escaso y es imprescindible en todas
las actividades humanas.

Como podemos hacer el sistema scall mas eficiente?


Tanques modulares exteriores

Este tipo de tanques permiten almacenar grandes cantidades de agua, por


bastante tiempo sin tener que incurrir en grandes obras o excavaciones. Suelen
almacenar hasta 1000 litros de agua por unidad y permiten acoplarse varias
unidades en caso de necesitar más capacidad de almacenaje, gracias a que están
fabricados de materiales ligeros que facilitan su instalación. La desventaja de este
tipo de tanques, es que ocupan un espacio considerable y representan un
elemento adosado a la arquitectura difícil de disimular estéticamente.

Depósitos dispensadores

Son depositados conectados al sistema de drenaje de agua de lluvia, que


permiten recolectar el agua y dispensarla cuando sea necesario, se manejan en
bajas capacidades de almacenaje para usos domésticos y de jardinería, no
superan los 100 litros, pero tienen la ventaja de poder disponer fácilmente del
agua recolectada y que su dimensiones le permiten ser integrado estéticamente y
hasta ser en sí una pieza decorativa.

Tanques bajo tierra

Estos tanques permiten almacenar grandes cantidades de agua sin afectar la


visual, pero al estar bajo tierra requieren de una instalación mucho más compleja y
costosa, por lo que lo mejor es que sean previstos al inicio de la construcción.
Actualmente existen nuevas alternativas, como los tanques subterráneos
modulares que, tienen capacidades portantes y pueden ser instalados en los
cimientos de la propia construcción, y su modularidad permite cubrir la superficie
que sea necesaria, añadiendo y conectando módulos de aproximadamente 200
litros cada uno.

Depósitos decorativos

Son elementos de medianas dimensiones conectados a la recolección de aguas


de lluvias, pero diseñados con un valor estético y decorativo, pudiendo tomar
forma de jarrones o macetas de gran tamaño, son capaces de almacenar incluso
más allá de los 600 litros, algunos de ellos, incluyendo sistemas de filtrado en su
interior para potabilizar el agua. La limitación de este tipo de depósitos, es que
debido a su función estética resulta difícil conectarlos a la red de suministro
sanitario, por lo que la mayoría cuentan con su propios sistema dispensador.

Filtros

Cuanto más capaz sea el sistema de filtrar el agua de lluvia, más amplio será el
rango de aplicaciones para el agua recolectada. Dependiendo de la necesidad,
existen distintos tipos de filtros para aguas de lluvia, los más completos y
avanzados son capaces de filtrar a profundidad los contenidos sólidos del agua y
descartar los primeros litros recogidos, ya que arrastran la suciedad superficial;
algunos ofrecen la posibilidad de potabilizar el agua. Por otro lado, también hay
disponibles opciones más económicas y sencillas de instalar, que permiten limpiar
el agua lo suficiente para ser utilizada en riego y limpieza, y al mismo tiempo
cuidar el sistema almacenamiento.

Sólo el 1% del agua en la superficie de la tierra es potable, la población mundial


crece a pasos agigantados y se estima que para el año 2030 comencemos a notar
de forma real que la demanda es superior a la oferta. Es por ello que los sistemas
de captación de agua de lluvia pueden hacer una gran diferencia, incluso para
quienes habitan en la ciudad.

Si bien las personas que viven en espacios rurales pueden beneficiarse en gran
medida con estos sistemas de captación pluvial para el riego de sus plantíos y
darle de beber a sus animales, las personas de las ciudades también obtendrían
beneficios a corto y largo plazo. Un grupo de vecinos podrían instalar su sistema y
contar con agua disponible para usar en la casa cada vez que llueve.

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