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INBAR

Red internacional para Bambú y Ratan

La Red Internacional para el Bambú y el Ratan (INBAR) es una organización


intergubernamental que fue establecida en 1997 mediante la firma de un Tratado.
A Enero del 2000, 21 países (Bangladesh, Benin, Bolivia, Canadá, Chile, China,
Colombia, Cuba, Ecuador, Ghana, India, Indonesia, Malasia, Myanmar, Nepal,
Perú, Filipinas, Sri Lanka, Tanzania, Togo y Vietnam) han firmado el Acuerdo del
Establecimiento de la Red. La misión de INBAR es mejorar el bienestar de
productores y usuarios del bambú y el ratán dentro del contexto de la base de un
recurso sustentable, consolidando, coordinando y dando apoyo estratégico así
como la investigación adaptable y desarrollo. Los programas de INBAR vincula a
los socios de oficinas gubernamentales, no–gubernamentales, sectores
académicos y corporativos con conocimientos y tecnologías que directamente
mejoran el bienestar a las personas en países desarrollados y en vías de
desarrollo.
INBAR publica una serie continua de Papeles de trabajo, Eventos e Informes
Técnicos, monografías ocasionales, materiales de referencia y las revistas de
noticias de INBAR. También proporciona una biblioteca en línea que ofrece bases
de datos relacionales en productos de bambú, rattán, organizaciones, proyectos,
expertos e información científica.
El apoyo financiero para los programas de INBAR es proporcionado por los
Gobiernos de China y los Países Bajos, el Centro de Investigación de Desarrollo
Internacional (IDRC) de Canadá y el Fondo Internacional para Desarrollo Agrícola
(IFAD) de las Naciones Unidas.

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DISEÑANDO

Y CONSTRUYENDO

CON BAMBÚ

Jules J.A. Janssen


Universidad Técnica de Eindhoven
Eindhoven, Los Países Bajos,
INFORME TÉCNICO No. 20
© La Red Internacional para el Bambú y el Ratan 2000

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede reproducirse o puede
transmitirse en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluso la fotocopia,
grabando o cualquier almacenamiento de información y sistema de la recuperación, sin el permiso
por escrito del editor.
La presentación de material en esta publicación y en los mapas que aparecen aquí dentro la
expresión de cualquier opinión no implica por parte de INBAR acerca del estado legal de cualquier
país, o la delineación de fronteras o límites.

ISBN 81–86247–46–7

Editor
Arun Kumar

Diseño y producción
Art Options
Reconocimientos

En los 26 años de mi trabajo con el bambú, yo he conocido a varias personas buenas, trabajando
en el campo del bambú, de todo el mundo. Muchos de ellos han llegado a ser mis amigos
apreciados. Primero entre todos aquéllos están los del Proyecto Nacional del Bambú (Funbambu,
más tarde) en Costa Rica; Yo podría listar suficientes nombres como para llenar esta página.
Además de estos amigos Costarricenses, yo mencionaré aquí sólo a cuatro personas: Wim
Huisman, mi profesor y primer promotor; Walter Liese que fue un miembro del comité de mi Ph.D.
y con quien yo he compartido muchas horas enriquecedoras, trabajando con bambú en varios
lugares; Ramanuja Rao con quien yo he tenido una relación tan cercana como dos científicos la
puedan tener; y Arun Kumar que ha hecho un tremendo trabajo en la corrección del texto
mecanografiado de este libro. Yo también mencionaré aquí que este libro nunca se habría escrito
sin la comprensión y apoyo de mi esposa Loek.

J.J.A. Janssen
Prólogo

Durante los últimos años, varios amigos y colegas habían sugerido que yo escriba un libro sobre
construcción con bambú. Cada vez que semejante sugerencia me fue hecha yo recordaba las
palabras sabias de un profesor que era famoso por sus conferencias. Siempre que lo presionaban
a escribir un libro basado en sus conferencias brillantes, él lo rechazaba, diciendo: "Si yo presento
mis conferencias, mis estudiantes también escucharán mis incertidumbres, mis dudas, los límites
de la ciencia; pero si yo fuera a escribirlas, entonces éstas son exactamente las que quedarían
invisibles."

¿Entonces, por qué ahora escribo yo este libro? Hubo algunos argumentos muy persuasivos de
parte de ciertos grupos a favor de escribirlo. Uno fue que las visiones y conocimientos del bambú
coleccionados durante mis 25 años de investigación, guía de proyectos y visitas a países en todo
el mundo donde crece el bambú no debe permitirse que queden sin ser registrados.
Otro fue que en otras áreas –madera por ejemplo– también se empezó de una manera similar
con un autor escribiendo un libro mientras el área todavía era bastante pequeña para ser
capturado por los esfuerzos de uno. Finalmente, yo pensé que un poco de información contenida
en mi gran colección de literatura no científica debe revelarse a todos los investigadores
interesados.
Este libro tiene su origen en un e–mail que yo recibí en diciembre de 1996 del Capítulo Hawai de la
Sociedad Americana del Bambú, con una invitación para presentar una serie de conferencias en
todos los aspectos del bambú. Un intercambio de ideas llevado a cabo a través de varios e–mail
sobre el alcance de las conferencias, los temas a ser cubiertos y el tiempo a ser empleado en cada
uno. Se decidió que deberá ponerse énfasis en las propiedades mecánicas, juntas y estructuras
del bambú. Yo utilicé una parte considerable de tiempo entre enero–junio de 1997 en la
preparación de materiales de la conferencia y trazado del curso.
.
Yo llegué a Hawai en julio, y empleé las primeras dos semanas presentando resúmenes de las
conferencias en tres islas pequeñas. En la Isla Grande, el tiempo tomó la tercera semana. El
evento empezó con una demostración en juntas de bambú a un público grande. Esto fue seguido
por un seminario de tres días, con seis horas de conferencias cada día, involucrando a un grupo
grande de participantes cuyo entusiasmo y dedicación eran contagiosos. ¡Más de 150 personas se
habían congregado allí, pagando por cuenta propia el viaje y alojamiento, y escuchando a las
conferencias sobre bambú seis horas diarias durante tres días!
El esfuerzo que se usó en la preparación de esa serie de conferencias culminó en este libro.
Tardó algún tiempo llevar las conferencias a la forma de capítulos, pero haciéndolo me ha dado
una gran sensación de satisfacción. Yo espero que los lectores encuentren este resultado de mis
esfuerzos útil e interesante. Yo agradezco al Capítulo Hawai de la Sociedad Americana del Bambú
sin su invitación a estas conferencias, este libro nunca habría llegado a ser.
Aunque el énfasis aquí está en diseñar y construir con bambú, yo he incluido dos capítulos –Sobre
la Transferencia de Tecnología y Creación de Trabajo– para que la publicación proporcione una
perspectiva más amplia sobre el bambú. Yo creo que esto debe ser así porque bambú no es solo
una planta o simplemente un material; en muchas partes del mundo, el bambú es una parte vital de
la herencia viviente que une el ayer con el mañana.

Jules J.A. Janssen


Contenido

1 INTRODUCCION
La Planta de Bambú
Bambú en su Escena
La Estructura del Bambú
Competitividad del Bambú
Propiedades mecánicas
Usos del Bambú

2 PLANTACIONES
Bosques, Granjas y Plantaciones
Aspectos ecológicos de las Plantaciones de Bambú
Administración de la plantación

3 DURABILIDAD Y PRESERVACION
Durabilidad natural
Reglas fundamentales
Bambú y Preservación

4 PROPIEDADES MECANICAS
Bambú, un Tubo Vacío,
Diseño estructural de la naturaleza
Pruebas de Flexión
Bambú y Tensión Cortante
Carga del viento en el Bambú
Pruebas de Compresión
Flexión vs. Cortante
Pandeo
Reglas Empíricas
Resistencia a terremotos

5 MODELADO Y CALCULOS
El Arte de Modelado
Tensiones permisibles
Diseño de Juntas
Construyendo con Tradición

6 JUNTAS
Clasificación de Juntas
Algunos Ejemplos
Teoría de Juntas

7 NORMAS INTERNACIONALES
La Relevancia de las Normas
Hacia una Norma Internacional

8 BAMBU COMO REFUERZO


Mortero de Cemento reforzado con fibras
Refuerzo de Bambú en el hormigón
Bambú para Encofrados
Refuerzo del suelo

9 Viviendas de Bambú
Aspectos sociales
Aspectos técnicos
Pautas para un Proyecto de Vivienda

10 TRASLADO DE TECNOLOGIA
El Contexto
Los Medios
11 CREACION del TRABAJO
Destreza de bambú
Bambú y el Desarrollo Sustentable
Bambú y Empleo

12 COSTOS Y BENEFICIOS
Plantación de bambú
Empresa de bambú

REFERENCIAS
LECTURAS ADICIONALES
Capitulo Uno
______________________________________________________________________________

Introducción
La Planta de Bambú

En su hábitat natural, las plantas de bambú crecen de semillas o rizomas. El


sistema de rizomas es muy importante en el bambú. Como el bambú no tiene un
tronco central como en los árboles, los rizomas proporcionan la base. McClure
(1966) ha descrito el rizoma de bambú como un sistema segmentado (con nudos),
subterráneo complejo. Los rizomas de bambú pueden ser clasificados
ampliamente como el paquimorfo (simpodial) o el leptomorfo (monopodial). En el
sistema de rizoma paquimorfo, el ápice de un rizoma da lugar a un retoño del cual
crece un culmo, el tallo leñoso de bambú. Tales rizomas crecen cerca unos de
otros formando un todo. En el sistema de rizoma leptomorfo, las yemas laterales
de cada rizoma pueden desarrollarse en un bambú o en un rizoma. Como el ápice
del rizoma crece horizontal a la superficie de la tierra, el grupo de bambúes del
sistema monopodial tiene el hábito de extenderse, y dar origen a una planta a
cierta distancia uno de la otra.

Fig. 1: Un retoño de bambú joven exterior (izquierdo) e interior (derecho)


(De CIBA repase(review), 1969, No. 3, pág. 7,; por permiso del Archivo de la
Compañía de Novartis AG, Basel, Suiza)

Fig. 1 muestra en la izquierda un retoño joven, protegido por una serie de hojas
caulinares que se caerán a medida que el retoño crezca al formar un culmo
maduro. En muchos casos, estas vainas protectoras del culmo se cubren con
vellos diminutos lo suficientemente afilados para perforar la piel humana, y, en
varias especies, lo suficientemente tóxicos para causar irritación de la piel. La
mayoría de los bambúes son huecos, como puede verse en la Fig. 1 (a la
derecha).
En el área hueca interna, se pueden ver algunas particiones horizontales llamadas
"diafragmas" (al fondo en el cuadro del lado derecho). Por fuera, estas particiones
son perceptibles por un anillo alrededor del culmo. Un diafragma y su anillo
externo forman un "nudo". Las ramas crecen de estos nudos. La parte entre dos
nudos se llama entrenudo. Los entrenudos de la mayoría de los bambúes son
huecos; es decir, ellos tienen una "cavidad". La pared del culmo simplemente se
llama " pared" (Fig. 2).

Fig. 2: Las partes de un culmo


(1 = el diafragma; 2 = el anillo; 3 = el nodo; 4 = el entrenudo; 5 = la pared del
culmo ; 6 = la cavidad)

En general, las especies de bambú tienen follaje exuberante: esta planta es uno
de los mayores productores de biomasa, produciendo aproximadamente 10
toneladas por hectárea. Según una estimación, el bambú contribuye con la cuarta
parte de la biomasa en regiones tropicales y la quinta en regiones sub tropicales.

Fig. 3: Bambú ajardinando (Japón)

El Bambú en su Entorno

Bambú tiene la habilidad notable de crear un "ambiente", en el sentido artístico del


término. La Fig. 3 muestra cómo el bambú puede poner el tono de un paisaje.
Forma una contribución maravillosa a la belleza y una mejora al ambiente (el
papel del bambú en el ambiente se discutirá en detalle en Capítulo 2). La hermosa
composición de hojas y culmos, a menudo en colores ricos, ha inspirado a poetas
y pintores desde la antigüedad hasta los tiempos modernos. En muchos centros
comerciales modernos y edificios de oficinas alrededor del mundo, la elegancia
majestuosa del bambú lo hace un componente acogedor del diseño
arquitectónico. Un invierno áspero puede dañar al bambú severamente porque es
una planta para los ambientes tropical y subtropical. Pero incluso en países con
climas fríos –como las naciones europeas Occidentales y EE.UU. – puede
encontrarse el bambú en muchos jardines y parques, parece ser que los amantes
del bambú de estos lugares han desarrollado un instinto para que estas especies
crezcan y puedan sobrevivir a inviernos fríos.

Un bosquecillo (mancha) de bambú o una plantación pueden ser vistos como el


sitio de producción para la construcción de un edificio y material de ingeniería;
pero también como un refugio para seres vivos. Muchos pájaros construyen sus
nidos en el bambú, y uno puede encontrarse fácilmente entre el bambú con
animales tales como una iguana o un armadillo, o las hormigas pequeñas,
serpientes y escorpiones. En el entorno del bosque, animales más grandes como
el panda, orangután y elefante frecuentan estas manchas de bambú. Pueden
encontrarse algunas flores raras, hierbas y hongos dentro de los bosquecillos de
bambú, un ejemplo es el hongo comestible "hongo de la princesa" que contiene 21
aminoácidos.

Fig. 4: El sistema de la raíz de bambú (la sección blanca tiene 150 mm de largo)
No debe olvidarse de dar adecuado énfasis al papel del bambú como un medio
para el control de la erosión, protección de las riberas, prevención de
deslizamientos y rehabilitación de tierra. La extensa red de rizomas y raíces de
bambú aseguran los treinta centímetros superiores del terreno que son críticos
para la productividad de la tierra (Fig. 4), y eficazmente resisten a la erosión
resultante de las fuerzas de naturaleza como son el viento y el agua. Hay casos
reportados en qué que el bambú fue plantado para prevenir la erosión de una
ribera con éxito y así proteger un pueblo de ser arrastrado por inundaciones.
Cuando los bambúes habían crecido, no sólo el pueblo estaba seguro sino que
además los lugareños pudieron vender los culmos y obtener utilidades. (Singh
1995).

Fig. 5: El Bambú Sasa, el cubrimiento verde,

Hay algunas especies de bambú que pueden proveer eficazmente de un


cubrimiento verde a la tierra y protegen el suelo. El bambú Sasa (Fig. 5), por
ejemplo, tiene aproximadamente 100–200 mm de alto y es ideal para cubrir una
área para protegerla de la erosión y quemadura del sol. Sus numerosas raíces
mantienen el suelo unido, mientras sus hojas lo protegen contra el sol. También
mejorará el suelo a través de la biomasa producida: el manto de hojas caídas es
una cubierta eficaz para retener la humedad y un fertilizante orgánico para
rejuvenecer el suelo.

Fig. 6: Un campo en Costa Rica que se prepara para la propagación de bambú

Mientras la mayoría de las plantas se multiplican por semillas, el bambú es una


excepción. En general, las plantas florecen por lo menos una vez al año para
producir semillas. Pero la mayoría de los bambúes raramente florecen – lo hacen
en un periodo que varía de 15 a más de 100 años. No es práctico esperar tan
largo periodo de tiempo para su propagación y por consiguiente, el bambú se
propaga principalmente por reproducción vegetativa. Un lugar donde se usan
extensivamente culmos verdes para su reproducción es en Costa Rica (Fig. 6).
Aquí, se siembran trozos de culmos verdes, con sus ramas recortadas,
horizontalmente en la tierra. Después de 2–3 semanas, los nuevos brotes
empiezan a crecer en los nudos. Cada brote tendrá una raíz que crece hacia
abajo y un retoño hacia arriba. Después de algún tiempo, los culmos originales
pueden cortarse en pedazos y todos los brotes jóvenes serán replantados en un
vivero. En Asia, los culmos son cortados de dos o tres entrenudos. Éstos se
siembran verticalmente en el suelo, con un nudo en la tierra. Las raíces
empezarán creciendo del nudo más bajo, y las ramas crecerán de los superiores.
Otros métodos que se practican en diferentes partes del mundo incluyen el
método de rama basal, método del rizoma, chusquín, banco de propagación y el
in-vitro.

La Estructura de Bambú

La micro estructura de la pared del culmo puede verse en la Fig. 7. El exterior de


la pared del culmo (lado izquierdo del cuadro) es denso, como puede verse por
su color oscuro, y sólo de un cuarto de milímetro de espesor. Esta capa contiene
mucha sílice, un buen material de protección a la planta, pero una molestia para
las herramientas pues el sílice desgasta sus bordes afilados en un corto periodo
de tiempo. Las manchas oscuras, que disminuyen de izquierda a derecha en la
sección transversal, son fibras de celulosa con vasos. La celulosa actúa como
refuerzo, similar a las barras de acero del hormigón armado o a las fibras de vidrio
en el plástico reforzado con fibras. Estas fibras se concentran cerca del exterior.
La rigidez (la resistencia a la flexión) que este modelo de distribución crea es del
orden del diez por ciento más al que podría ofrecer un modelo de distribución más
parejo –un ejemplo excelente de la sabiduría en diseño estructural de la Madre
Naturaleza (imagine un tubo de acero que en su parte externa tiene acero de alta
tensión y en su parte interior acero de tensión normal). Los vasos se encargan del
transporte de los líquidos durante la vida del bambú. El material entre las manchas
oscuras se llama "parénquima", y es la matriz en la que las fibras de celulosa
están embebidas (como el hormigón entre las barras de acero).
Aproximadamente, un culmo de bambú tiene: 40% de fibras, 10% de vasos y
50% de parénquima.

Fig. 7: La estructura de bambú (el tamaño del espécimen es 6 x 6 mm)

Mientras se inspecciona la estructura de bambú, un aspecto llama rápidamente


nuestra atención: el bambú no tiene "radios" como los presentes en la madera
(mejor visto en maderas como el haya en forma de manchas oscuras en la
superficie de un tablón enarenado). Los radios son lugares para el transporte y
almacenamiento de alimentos, principalmente azucares, pero estos debilitan el
material. Por consiguiente, bambú es más fuerte que la madera, sobre todo al
esfuerzo cortante (esto se discutirá en detalle en Capítulo 4).

La Competitividad del Bambú

Hay varias plantaciones en países en que crece el bambú dónde este


simplemente se corta como madera (Fig. 8). Sin embargo, ¿puede esperarse que
el bambú sea tan competitivo económicamente hablando? Un cálculo simple
explicará esto. Asuma el precio aproximado de un culmo de bambú de 8 metros
en US $ 1.50. Si el volumen de material leñoso en el culmo –teniendo en cuenta
sólo la pared del culmo y no la cavidad dentro de él– se calcula, este precio sería
US $105 por metro cúbico. Se ha verificado que debido a su vacío interior, la
efectividad de bambú como viga es 1.9 mejor que una viga de madera. Luego,
para ser económicamente tan competitivo como bambú, la madera no debe costar
más US $ 105  1.9 = US $ 55 el metro cúbico. Sin embargo, la madera usada
para las vigas cuesta mucho más de esto, dando énfasis a la competitividad del
bambú en el uso estructural.

Fig. 8: Culmos de bambú cortados en una plantación en China

En la mayoría de los países en que crece el bambú, el comercio de culmos de


bambú se encuentra bien establecido. Por ejemplo, aproximadamente 25 millones
de culmos de bambú llegan todos los años al andén visto en Fig. 9 de la parte
norteña de Bangladesh. Éstos vienen como balsas que flotan río abajo, un
proceso de transporte que dura aproximadamente tres semanas. Durante este
tiempo, la tripulación que lo transporta viven en una choza preparada encima de la
balsa. La Fig. 10 muestra un mercado usual de mayoreo donde los culmos de
bambú se comercian. Aquí, se separan los culmos según su espesor, derechura,
etc. para la venta a contratistas de la construcción y otros.

Fig. 9: Un andén cerca de Dhaka, Bangladesh, de donde se transportan los


culmos de bambú

Fig. 10: Un mercado de bambú precio de mayoreo Dhaka cercano, Bangladesh,

Cuando consideramos un material para uso estructural, la primera pregunta que


se formula esta relacionada con la seguridad. La Fig. 11 muestra una
comparación entre bambú, madera, acero y hormigón en términos de su conducta
bajo tensión. Las tensiones, con el símbolo" " (se pronuncia "sigma"), se traza en
el eje horizontal. Para tener tensiones comparables entre estos materiales
diferentes, el valor de la tensión en el material cuando el edificio está en uso
normal se toma como la unidad. Esto es indicado por el término" admisible" (también
se llama "tensión permisible") y es de casi 140 N/mm 2 para el acero y 10 N/mm2
para la madera. En cada uno de los tres diagramas de la Fig. 11, se puede
observar una formación semejante a una colina, Ésta es el área de tensiones al
fallo durante las pruebas, la posición media de la "colina" que indica la tensión
media a la falla (llamada media). Cada colina también nos muestra el valor “s” que
es la desviación estándar que indica si los valores de "s" de una prueba están
dispersos o no. Los Técnicos consideran la tensión bajo la cual 5% o 2.5% de los
especimenes fallan con este , y la tensión permisible estará en una distancia
segura debajo de este límite. Estos límites se indican como 5% o
2.5%. En el eje vertical, nosotros vemos el valor "p" que es la posibilidad de
ocurrencia que tiene una tensión. Si una colina es ancha y aplastada, el "p" es
bajo; si una colina es estrecha y empinada, el "p" es alto.
El diagrama inferior es para el acero, un material que se produce usando un
proceso muy controlado y por tanto los especimenes malos son muy raros. El
acero muestra una colina estrecha y empinada, indicando que la falla bajo tensión
ocurre en un rango estrecho que queda indicado por un valor pequeño de "s".
Esto significa que la tensión permisible (" use") puede estar a una distancia corta
de la tensión de falla. El diagrama del medio para la madera y el bambú, que son
materiales naturales, muestra una variedad amplia de tensiones alrededor de la
tensión media a la falla. La calidad del espécimen varía ampliamente de muy malo
a muy bueno en estos materiales. Debido a esta incertidumbre, uno encuentra una
distancia grande entre la tensión a la falla y la tensión permisible. El diagrama
superior es para el hormigón el cual se encuentra entre los otros dos en lo que a
la seguridad concierne. En circunstancias normales, el uso de acero es económico
debido a la distancia corta que existe entre la tensión permisible y La tensión a la
falla, significando el uso óptimo del material.
El uso de madera y bambú, por otro lado, es menos óptimo puesto que la tensión
permisible es muy baja comparada con la tensión a la falla.

Fig. 11: Una comparación de seguridad de bambú y otros materiales

Sin embargo, en el caso de un desastre como un huracán o un terremoto, las


tensiones se multiplicarán. Ellas pueden llegar al doble de la tensión permisible.
En tales casos, las tensiones en el acero entrarán en el área de falla, pero no en
la madera y el bambú. Esto significa que las estructuras de acero sufrirán mucho
daño, mientras la mayoría de las estructuras de madera o bambú permanecerá en
buenas condiciones. Una casa de bambú es un lugar bueno para quedarse
durante un huracán o un terremoto (Lo importante es que la casa se haya
construido apropiadamente).

Fig. 12: Comparación de Resistencia y Rigidez.

Otra comparación entre los materiales se muestra en la Fig. 12. Aquí se plantean
dos preguntas ¿cuánta fuerza y cuánta rigidez (resistencia contra la deformación)
ofrecen el hormigón, el acero, la madera o el bambú? El diagrama muestra que,
en lo concerniente a la resistencia, el hormigón es el peor, seguido por la madera
(en el diagrama las barras verdes se calculan como la fuerza dividida por la masa
por volumen o la densidad). El acero es el mejor, seguido por el bambú. En
términos de rigidez, el cuarto lugar es para el hormigón, tercero para madera,
segundo para acero y el primer lugar es para bambú (en este diagrama las barras
castañas se calculan el módulo E dividido por la masa por volumen o la densidad).
Propiedades mecánicas

Las propiedades mecánicas serán tratadas mas adelante con mayor detalle y lo
siguiente es sólo una introducción corta. ¿La propiedad mecánica más importante
es la masa del material por unidad de volumen (lo que se llama densidad)
normalmente expresa en Kg./m3. Para la mayoría de los bambúes, la densidad
está sobre 700–800 Kg./m 3 lo cual varía con la calidad del sitio de crecimiento, las
especies, la posición en el culmo , etc. ¿Por qué es importante esta propiedad?
Mientras mayor es la masa por volumen, más pesado es el bambú por haber más
moléculas presentes por unidad de volumen. En otras palabras, a mayor masa por
volumen, mayor densidad del material. Evidentemente esto produce propiedades
que son deseables en la mayoría de las situaciones. Esta relación entre la masa
por volumen y la fuerza da algunas reglas empíricas. Por ejemplo, la tensión a la
falla por flexión (en N/mm2) puede estimarse como 0.14 veces la masa por
volumen (en Kg./m3).

Fig. 13: Pruebas de flexión del bambú (Universidad Técnica de Eindhoven)

Un rasgo notable es que la falla por flexión del bambú no es una falla. Esta
declaración aparentemente ilógica necesita una explicación. Si una prueba a la
flexión se realiza en una viga de madera o de cualquier otro material de
construcción, primero se desarrolla una “ruptura” y entonces la viga se parte en
dos pedazos –una falla real. Pruebas a flexión a largo plazo, como las se
muestran en la Fig. 13, se realizaron en la Universidad Técnica de Eindhoven
desde 1981 hasta 1988. Las pruebas mostraron que el "escurrimiento plástico”
que es el aumento de la deformación a través del tiempo, no ocurre en el bambú,
mientras que la mayoría de las maderas son bien conocidas por esto.

Fig. 14 muestra un espécimen de bambú después de la "falla". Si el espécimen


fuera una viga de madera, se habría roto y partido en dos. Sin embargo, en
bambú, todas las fibras a lo largo de su longitud existen todavía sin ningún daño.
La única cosa que ha pasado es que el enlace entre las fibras se ha perdido y, por
consiguiente, la forma circular de la sección transversal ha perdido su fortaleza.
Notablemente, si la carga impuesta en este espécimen se retirara, el espécimen
de bambú volvería a su forma recta original. Este fenómeno tiene gran importancia
práctica. Si una casa de bambú ha soportado un fuerte terremoto, algunos
elementos de bambú en él podrían mostrar daños de este tipo. ¡Pero la casa aun
estaría en pie y habitable! Algunas acciones de reparación temporal –como
enrollar una soga alrededor del bambú dañado– es todo lo que se requeriría hasta
que los postes o vigas dañados puedan eventualmente reemplazarse.
Fig. 14: Falla a la flexión en un espécimen de bambú (Universidad Técnica de
Eindhoven)

Se mencionó anteriormente en este Capítulo que el bambú es más fuerte a la


tensión cortante que la madera. La Fig. 15 muestra una prueba al cortante,
realizada en Costa Rica, de acuerdo a un método de prueba desarrollado en la
Universidad Técnica de Eindhoven en los años setenta. El cortante es importante
en las juntas de conexión de un bambú con otro. En estas juntas se usan clavos,
pernos, pasadores y sujetadores similares. En todas estas juntas se perfora un
agujero en el bambú, y el sujetador se aplica a través de este agujero. Cuando
está en uso, se aplicará una fuerza desde este sujetador hacia el extremo de la
junta de bambú, produciendo el cortante. El método de prueba en la Fig. 15 se ha
seleccionado como el mejor después de una serie extensa de comparaciones
entre métodos de pruebas diferentes (también es un ejemplo excelente de
cooperación técnica Norte–Sur!).

Fig. 15: Prueba de Cortante (Universidad Técnica de Eindhoven)

Usos del Bambú

Al bambú pueden dársele miles de usos. Puesto que la mayoría del comercio en
artículos de bambú ocurre en el mercado informal, el valor anual del comercio
global en productos de bambú es difícil de determinar. Sin embargo, una
estimación conservadora lo pone en US. $ 10 mil millones. En esta sección se
examinarán algunos de los mayores usos de bambú.

Fig. 16: Andamiaje de bambú en un edificio en Sangay, China

El andamiaje de bambú es una tradición valiosa en muchos países asiáticos como


China, India y Tailandia. El andamiaje de bambú es bien conocido por su
capacidad de resistir huracanes. Hay casos conocidos de andamios de bambú
que sobrevivieron a huracanes que volaron lejos a otros de acero como si fueran
palillos de fósforos. En la actualidad los andamios de bambú están afectados por
la competencia de los andamios de acero, pues al ser estos últimos productos
industriales, tienen dimensiones regularizadas que los hacen rápidos de erigir y
desmantelar. En este respeto, el andamiaje de bambú necesita alguna mejora
técnica. Hay algunos aspectos que resisten a su desarrollo. Por ejemplo, en la
mayoría de los casos, la fuerza obrera que pone andamiajes esta organizada en
gremios que se cierran a las personas que no pertenecen a ciertas familias. Esta
estructura es una garantía para una buena transferencia del conocimiento
tradicional pero un obstáculo mayor para traer desarrollos modernos.

El bambú es una opción extraordinaria para lograr viviendas buenas y baratas. La


Fig. 17 muestra uno de los 1987 prototipos del Proyecto Nacional del Bambú en
Costa Rica. Es un ejemplo de buen diseño: techo volado, una estructura con
bambú, paredes de paneles de bambú picado con mortero de cemento en ambos
lados, y ventilación a través de la parte superior de las paredes (este método de
edificación fue después simplificado y mejorado). El uso del bambú en viviendas
se discute en detalle en el Capítulo 9.

Fig. 17: Un prototipo de casa de bambú en Costa Rica

La capacidad de las personas de inventar sus propias soluciones para problemas


difíciles desempeña una parte importante del desarrollo. La Fig. 18 muestra un
ejemplo de semejante solución. Todos sabemos que el bambú no debe tener
cualquiera contacto directo prolongado con la tierra, en particular tierra húmeda.
Pero una columna de bambú necesita ser fijada firmemente a la cimentación para
sujetar la casa durante la acción de los vientos fuertes. El personal costarricense
del Proyecto Nacional del Bambú inventó un cimiento prefabricado de antemano.
La columna de bambú es extendida en su extremo inferior usando hormigón que
penetra el bambú para aproximadamente 400 mm (la longitud de un entrenudo) y
se extiende fuera de la columna por más de 700 mm. El hormigón se vierte dentro
del culmo de bambú colocado en posición al revés. Un pedazo de tubo de PVC,
cortado a lo largo y que envuelve al bambú es usado como molde. Esta solución
es loable porque es una respuesta simple y eficaz basada en un análisis legítimo
del problema.

Fig. 18: Cimiento Prefabricado de hormigón para una columna de bambú

Si consideramos al bambú como solución para grandes grupos de vivienda,


entonces llega a ser necesario tomar en consideración las opciones de la
prefabricación. La Fig. 19 muestra una fábrica de paneles en Costa Rica. Imagine
una situación donde 1 200 casas tienen que ser construidas anualmente, y cada
casa necesita 17 paneles. Esto significa que un panel tiene que ser producido
cada seis minutos, considerando un turno de 8 horas y 250 días laborables –
realmente un proceso industrial. La mayoría de las personas piensan del bambú
como un artículo rural para el granjero pequeño y su familia. Mientras esto es
verdad a una gran magnitud, existe también el lado industrial para el bambú. Mas
tales procesos industriales necesitan ser desarrollados si es que el bambú va a
contribuir hacia la obtención de viviendas de los mil millones personas sin casa ni
hogar en el mundo. También debe mencionarse que las industrias proporcionan
empleo de gran escala.
Fig. 19: Tableros que se fabrican de antemano para el albergue de masa
La última declaración nos conduce al papel del bambú en la creación de trabajo.
El bambú es un material que proporciona varias oportunidades de creación de
trabajo porque pueden hacerse muchos productos de él con pequeñas
inversiones. La condición previa para esto es una estructura social, principalmente
en los pueblos que promocionan cooperativas, y educación y entrenamiento en la
manufactura de productos de bambú. La Fig. 20 muestra una silla, un buen
ejemplo de mobiliario que puede hacerse a nivel del pueblo. Se necesitan sólo
simples herramientas; más esencial es un buen diseño que no sólo tenga en
cuenta el valor estético sino además la manera en que el producto puede hacerse,
su durabilidad y, lo más importante, su mercadeo. En la mayoría de los casos, el
último artículo es el cuello de botella. En Europa y en otras partes algunas
personas compran productos hechos en países en vías de desarrollo, pero esto
nunca puede ser un apoyo estructural para la economía de los países donde
crece el bambú. Para esto, tienen que ser productos de bambú que pueden
competir con productos hechos de madera o aun de plástico. La silla mostrada en
Fig. 20 no cumplen con las normas de los mercados en Europa o los Estados
Unidos. Desafortunadamente, hay un camino largo a recorrer en el diseño y
desarrollo de productos de bambú que reúnan los requisitos de la exportación.
La Fig. 21 muestras un artículo más simple, un pedazo de arte manual a ser
vendido a los turistas. Ésta realmente es un área prometedora, siempre que haya
turistas alrededor. Aquí también un buen diseño es esencial pero el nivel de
calidad puede ser menor, pues los turistas compran artículos con una mente
menos crítica y con más valor para el recuerdo. Un sistema legítimo de
cooperativas se necesita para asegurar de manera efectiva que la ganancia no
permanezca en la tienda del pueblo sino que alcance a las personas del pueblo
que crearon los artefactos.
Fig. 20: Mobiliario de bambú (Costa Rica)
Fig. 21: Artesanía de bambú (Japón)

Plybambú

Plybambú que es un contrachapado hecho de bambú, proporciona un medio


excelente a la creación de trabajos a nivel del pueblo. El tejido de tiras de bambú
es una tradición de hace mucho tiempo y en el caso de plybambú, se canaliza
hacia una industria moderna. Con la salvedad que este proceso todavía puede
empezar al nivel del pueblo, pero acaba en una fábrica moderna.

Fig. 22: El tejido de esteras de bambú (India)

Fig. 23: Producción de plybambú (India)


La Fig. 22 muestra un grupo de lugareños, mayormente mujeres, involucrados en
el tejido de esteras de bambú. Ellos pueden hacer esto en los días que no
pueden trabajar su tierra, o durante su ocio. Una organización en la forma de una
cooperativa se necesita para manejar el trabajo eficientemente y asegurar la
distribución justa de ganancias. Desde un punto de vista social, el trabajo en esta
manera es muy bueno para salud de la comunidad –personas de un grupo en
desventaja (mujeres) están trabajando juntas en una atmósfera relajada
obteniendo un ingreso de dinero en efectivo, conducente al fortalecimiento social y
económico. Típicamente, al final del día, las esteras de bambú tejidas se llevan a
una fábrica propiedad de la cooperativa, donde las esteras se encolan a la capa
interna de madera barata para hacer los tableros de plybambú (Fig. 23). Este
proceso completo se examinará con más detalle Capítulo 11 que trata la creación
del trabajo.
La discusión hasta ahora se había enfocado en la aptitud del bambú a ambos
como un material tradicional y moderno. Un aspecto importante que previene la
más amplia utilización del bambú es su seria reducción como recurso básico.
Incluso en países como China e India, dos países que tienen las reservas más
grandes de bambú, están sintiendo una disminución aguda de la disponibilidad del
material. La situación no es muy diferente en otros países donde crece el bambú.
Luego, antes que pueda hacerse cualquier esfuerzo serio para industrializar los
procesos del bambú, la situación del recurso necesita ser mejorada. Ha llegado a
ser evidente que la propagación natural no es adecuada para regenerar el recurso
en la medida de las necesidades. Se requieren programas de cultivos activos y
sistemáticos si es que el bambú va a alcanzar alguna vez el nivel de utilización
que haga justicia a su potencial.
Capitulo Dos
_________________________________________________________________–

PLANTACIONES
Bosques, Granjas y Plantaciones

El bambú normalmente puede verse creciendo en bosques naturales, granjas y


plantaciones. En muchas partes del mundo, las existencias más grandes de
bambú crecen todavía en bosques naturales, el hábitat primario del bambú. La
extracción de bambúes del bosque plantea algunas preguntas importantes con
respecto a la propiedad del recurso y su administración.
Históricamente, las personas que viven en y alrededor de un bosque adquieren
por costumbre el derecho para recolectar el bambú que crece en ese bosque para
uso y procurar su sustento. Pero esta costumbre ha decaído en la mayor parte del
mundo de hoy. Ahora, casi todos los bosques son propiedad del estado, y las
agencias como el Departamento Forestal del Estado han tomado control de los
bosques con la intención de protegerlos.
La toma del control de los bosques por parte del estado fue un retroceso para las
personas dependientes del bosque por cuanto significó que la recolección de "su"
bambú estaba ahora restringida o, en muchos casos, prohibida. En algunas
regiones, se adoptó un sistema de dirección que permita a las personas obtener
un permiso para recolectar del bosque un número fijo de bambúes por año. Este
permiso se emitió con el pago de una cuota y, como se informó en varios lugares,
también hubo sobornos al personal de la sección de bosques. Un recurso "libre"
se volvió así en un recurso controlado y caro, haciendo de las ocupaciones
basadas en el uso del bambú poco atractivas.
El mayor problema del bambusal es que las personas prefieren cosechar los
bambúes a la distancia más corta posible de su pueblo. Esto conduce a la sobre
recolección de bambúes a los bordes del bosque, mientras las partes internas
crecen tan espesos que los bambúes maduros del centro se tornan totalmente
inaccesibles. Puesto que "posesión del estado" también se traduce como
"propiedad de nadie", ninguno se siente responsable por el mantenimiento y
dirección del bosque de bambú. No necesitamos enfatizar lo evidente y perjudicial
que es semejante situación para el bambú, y para el bosque en conjunto.
La relación entre bambú y el bosque natural merece atención especial. Para
mucha gente, esta relación podría sostener aspectos negativos en la medida
como el bambú se relaciona a la perturbación humana de los bosques puros.
Como Stern (1995) dice: "Chusquea scandens estaba significativamente
omnipresente en negociaciones llevadas a cabo en bosques con el más grande
grado de perturbación humana. Este resultado fue apoyado cualitativamente por la
abundancia de bambú en las cabeceras del sendero y cerca de la entrada de la
reserva". Zhang (1995) reporta bambú en Xishuangbanna, China, como
vegetación secundaria después del bosque primario original. Las áreas de
siembra de bambú pueden extenderse para cubrir hasta 70–80% del área por
debajo de una altitud de 1 000 m.
La destrucción del bosque primario es causada por el cambio de cultivo, o la
necesidad creciente de una población por tierra de cultivo, madera de combustible
o área de edificación. Otra causa menor es la cosecha de madera para la
exportación. Una falta de "comercio justo" también juega un papel. Por ejemplo,
en Costa Rica un viejo tractor podría pagarse con 50 sacos de café; ahora el
mismo tractor cuesta 2 000 sacos de café. ¡Sin duda que mas bosques se
convertirán en cultivos de café!
La extracción no regulada de productos del bosque por comunidades que
dependen de ella para su subsistencia se ha atribuido como un factor para la
destrucción de los bosques. Cualquier estrategia para remediar esto debe ser
basada en la participación de la población campesina y una comprensión de las
necesidades básicas y aspiraciones de las comunidades. Como la mayoría de
nosotros tendemos a pensar, ellos no son una minoría. Los grupos indígenas
siguen viviendo en o a las orillas de los bosques tropicales–lluviosos son
aproximadamente 600 millones, mientras los bosques tropicales, los arbustos y
Sabana miden aproximadamente 2900 millones ha. Como Stiles (1994) lo pone:
"Juntos, los indígenas y sus tierras tradicionales constituirían el tercer país más
habitado en el mundo y el octavo más grande en área". El bambú ocupa un lugar
importante en este sistema de extracción debido a su amplia utilidad a las
comunidades dependientes del bosque. Con dirección apropiada, puede llegar a
ser un recurso natural que puede usarse para siempre.
Las granjas (Fig. 24) son pequeñas áreas de tierra de pequeños granjeros donde
el bambú crece para su propio uso. Evidentemente, el granjero mantendrá bien el
bambusal al ser considerado una parte importante de los bienes de su capital. La
familia del granjero usa la mayoría de la cosecha y sólo una parte pequeña se
vende en el mercado local. Los bambúes de las granjas raramente llegan al
mercado formal. La preservación es una área preocupante, como el granjero sólo
puede permitirse el uso de métodos de preservación tradicionales. Una
cooperativa local podría ser una solución, si tuviera el capital para adquirir el
equipo requerido por los métodos modernos. Sin embargo, en la mayoría de las
regiones, la estructura social necesitada está ausente y por consiguiente, la
preservación moderna no es una opción disponible.
Fig. 24: Una granja de bambú en Burundi
A estas alturas daremos una breve mirada a la economía de las granjas. Los
datos siguientes vienen de un estudio inédito en Bangladesh en el que el autor
había participado (SDC 1991). En el modo de producción de una granja, se calcula
que el bambú puede dar un retorno neto de US $ 1 285 por ha, comparado con
US $1 860 para el banano y US. $ 8 000 para el fruto jackfruit. Sin embargo, en la
modalidad de producción con plantaciones, el retorno neto del bambú US. $ 2 285
por ha, comparado con US. $ 1 430 para la caña de azúcar y US. $ 340.para el
yute
Debe mencionarse aquí que la producción de bambú en las granjas resulta sólo
ser menos aprovechable si el granjero quiere vender el bambú en el mercado. El
valor real que el bambú deja en las granjas queda en su utilidad al granjero y su
familia.
Un lugar ideal para el bambú en una granja sería una faja estrecha de tierra a lo
largo de un camino, una línea de vía férrea o canal de drenaje. Normalmente tales
lugares no se ubican a cualquier buen uso y una o dos filas de bambú
(paquimorfo, no leptomorfo!) pueden proporcionar un ingreso razonable a la
familia que nutre la planta. Sin embargo, los derechos de propiedad y cosecha
necesitan ser bien formulados antes de que esto ocurra.
El cultivo del bambú en una plantación apenas entra en el ámbito de un granjero
individual; es una actividad comercial a gran escala. Las plantaciones son
poseídas por compañías o cooperativas. En la primera categoría, hay varias
compañías que procesan pulpa y papel que utilizan el bambú como materia prima.
Estas compañías necesitan cantidades grandes de bambú y por tanto de
plantaciones grandes, preferentemente a lo largo de un río que conecte la
plantación río abajo con la fábrica. La asignación de áreas grandes para la agro–
industria de productos no alimenticios es algo que la mayoría de los países con
crecimiento de bambú no pueden darse el lujo. La recolección del bambú de la
plantación y su proceso crean varios trabajos en el área, pero es una ocupación
inestable puesto que todas las personas en el área estará trabajando para una
sola compañía y podría no haber otra fuente de ingreso. A menos que la
producción de bambú iguale o supere al consumo, semejante plantación no será
viable. Entonces hay otras posibilidades tales como el florecimiento gregario,
especialmente cuando el sobre apacentamiento dificulta la regeneración del
bambú que podría acabar rápidamente con la economía local basada en la
plantación.
Si esto se compara con una plantación poseída por una cooperativa local, uno
puede ver un mejor equilibrio entre la plantación por un lado y las necesidades de
la población local y el medio ambiente por el otro. Incluso una plantación a gran
escala para la pulpa puede hacerse sustentable y rentable en el largo plazo. Esto
requiere un análisis en profundidad de las necesidades y las oportunidades de
cada uno de estos cuatro componentes en el proceso –la dirección de la
cooperativa, los accionistas, la población local y el medio ambiente. Aquí también
los temas político–legales sobre el uso de tierra pública para el usufructo privado
pueden tener que ser resueltos, éste puede ser un proceso embarazoso.
La ganancia es mucho mejor en el caso de plantaciones de bambú. Dhanarajan et
al. (1989) cita los datos siguientes en la rentabilidad de una plantación de bambú
en Tailandia:

Año 1 2 3 4 5
Costo (US $/ha) 255 167 190 255 330
Renta (US $/ha) – – 160 710 1880

La situación permanece estable del 5to año en adelante. Esta ganancia puede
compararse con el de otras cosechas para tener la idea de la posición del bambú
en términos de rentabilidad: cosechas como la del algodón, la del aceite de palma,
caña de azúcar y yuca dan un renta de US. $ 575 por ha. A una tasa de descuento
del 13% la proporción costo–beneficio es 1.90. La ganancia más alta ofrecida por
el bambú es en los brotes (85%) que el culmos (15%).
Eche una mirada a la plantación en la Fig. 25. Si alguien le pide una descripción
de una fábrica que absorba el carbono del aire contaminado, usted puede mostrar
esta figura. Puesto que esta plantación es semejante fábrica. El carbono está
siendo absorbido del aire y guardado en el bambú, un proceso llamado
"apropiación del carbono". Se ha calculado en plantaciones de Guadua en Costa
Rica absorciones del orden de 17 toneladas de carbono hectárea por año. Uno
podría fácilmente recomendar bosquecillos de bambú para todos los espacios
pulmonares en nuestras ciudades contaminadas.
Fig. 25: Una plantación de bambú en Costa Rica
El funcionamiento de la apropiación del carbono es muy simple: el bambú está
compuesto de celulosa y lignina, y los dos contienen mucho carbono. En otras
palabras, bambú necesita alojar mucho carbono para crecer. Pero el efecto de
apropiación del carbono se anulará si el bambú se usa como combustible, pues la
combustión del bambú devolverá al medio ambiente el carbono guardado. Usos a
largo plazo de bambú, como vivienda y mobiliario, es ideal para asegurar con
llave el carbono por un periodo largo de tiempo.
Aspectos ecológicos de Plantaciones de Bambú
En 1990, un estudio completo se hizo sobre los impactos medioambientales del
Proyecto Nacional del Bambú en Costa Rica (Billing y Gerger 1990). Ellos
clasificaron los impactos de bambú en el ambiente como sigue.
IMPACTO POSITIVO DE MAYOR MAGNITUD
□ Erosión. El Bambú crece rápidamente, y en un tiempo corto desarrolla un
sistema extendido de la raíz, afirmando la tierra y previniéndola de ser
lavada y arrastrada por fuertes lluvias (para más detalles en bambú y
erosión, vea Capítulo 1 y Singh 1995). La cubierta densa de ramas y hojas
protege el suelo de lluvias tropicales poderosas. En una plantación de
bambú no muy poblada no ocurren esto; sólo los culmos adultos son
arrastrados, dejando la plantación intacta. El bambú es un material ligero,
sin ser una necesidad el uso de maquinaria pesada para su corte y
transporte.
□ Sedimentación.
□ La estructura física de la tierra: El sistema extendido de la raíz (Fig. 26)
afloja al suelo que se hizo duro y apretado por exposición, maquinaria y
ganado. La cubierta de hojas protegen al suelo de la exposición adicional
□ · Nivel freático: Bambú consume agua, pero esto es más que compensado
por la evaporación reducida creada por la cubierta de hojas, y por la capa
de hojas caídas. Debido a la permeabilidad aumentada del suelo, el flujo de
agua queda reducido, permitiendo que más agua penetre en el suelo y
permanezca en el área.

Fig. 26: El sistema de raíces del bambú

Positivo menor

□ · Fertilidad del Suelo: Esta es mejorada al proteger el suelo de la


exposición, y por las hojas caídas que proporcionan material orgánico. La
fertilidad puede ser disminuida por extracción de ciertos nutrientes; esto
depende del hecho si el bambú vive en áreas desoladas como un
monocultivo o intercalada con otros cultivos. En una plantación se cosechan
muchos bambúes lo cual es causa probable para usar fertilizantes.
□ Drenaje por el sistema extendido de la raíz y la capa de hojas caídas.
□ · Micro fauna del suelo.
□ · La calidad de agua del suelo.
□ · Microclima: Estabilización de humedad y temperatura.
□ · Enriquece el área y el hábitat para la fauna: el bambú mantiene un
ambiente rico para los insectos, pájaros y algunos mamíferos. Los insectos
encuentran comida suficiente en los bambúes, y ellos actúan a su vez como
comida para los pájaros. Para los mamíferos que se alimentan de frutas,
necesitan otros tipos de bosque.
No tiene mayor influencia en:
□ · La micro flora del suelo, clima regional y global, riesgo de fuego,
diversidad de la especie en flora.
Negativo menor
□ · Toxicidad del suelo (pH). El bambú Guadua se lleva un efecto negativo
ligero el pH–nivelado; la tierra ya es ligeramente ácida en estas áreas.
Otro aspecto importante de bambú es la biomasa. La biomasa de bambú depende
de las especies botánicas, la calidad del sitio, el clima, etc. Los datos varían entre
50 y 100 tonelada por ha, divididas en 60–70% para los culmos, 15–10% para las
ramas y 15–20% para el follaje (Liese 1985). La información mas detallada está en
la tabla siguiente para las posiciones naturales del bambú Gigantochloa
scortechnii en Malasia (Abd. Razak 1992):
Parte Biomasa (En Ton/Ha)
Fresco Seco
Culmos 82 53
Ramas 20 10
Hojas 17 9
Total 119 72

La densidad de la materia seca, la biomasa seca dividida por la altura media, es


72 ton/ha ÷ 13.3 m = 0.54 Kg. /m3.
Los datos dados a continuación son para el de Phyllostachys spp en Japón (cinco
juegos diferentes de datos son de cinco autores diferentes):

Culmos secos (ton/ha) 88 49 61 55 37


Ramas (ton/ha) 13 9 14 12 7
Hojas (Ton/ha) 5 4 6 5 4
TOTAL 106 63 81 73 48

Otros Datos son:

Densidad (Kg./m3) 0.80 0.47 0.57 0.44 0.52


Índice de Hojas (ha/ha) 12 9 – – 8

La densidad es la densidad de la materia seca, la biomasa seca dividida por la


altura media (Suzuki 1987). Estos datos indican claramente la importancia del
bambú en la generación de la biomasa.
Cuando se discute acerca de plantaciones, es necesario contestar la pregunta si
una plantación de bambú constituye un monocultivo o no. Ésta es una cuestión
que requiere una opinión educada. Evidentemente, si uno compara una plantación
de bambú con un bosque natural, no hay ninguna duda que una plantación de
bambú es un monocultivo. La riqueza de un bosque lluvioso es la máxima
alcanzable. Pero si se hace esta comparación está con otra plantación (banano,
por ejemplo) o pastizal, entonces uno puede ver que una plantación de bambú es
mucho más diversificada. Como se mencionó anteriormente, muchas hierbas y
plantas florecientes prosperan en plantaciones de bambú que también
desempeñan el papel de huésped a muchas especies de pájaros, insectos y otros
seres vivientes (Fig. 27). Esta situación se debe mucho al hecho que la aplicación
de herbicidas y químicos similares no forman parte del régimen de la
administración típica para una plantación de bambú adulto.
Fig. 27: Un nido del colibrí en una plantación de bambú en Costa Rica
Administración de la plantación
La administración de una nueva plantación empieza con un estudio del mercado,
la selección de especies apropiadas y la selección de un sitio. El estudio del
mercado tiene por propósito principal identificar el uso final para ayudar con la
selección de las especies de bambú apropiadas, así como para determinar la
cantidad requerida El clima local también constituye un factor en la selección de la
especie. El sitio tiene que ser seleccionado tomando en consideración la calidad
de la tierra, agua, transporte, fuerza laboral, etc., y tiene que ser una especie de
bambú que guarde correspondencia con el sitio.
Los trabajos en una plantación se inician con la limpieza y retiro de arbustos fuera
del sitio y de cualquier otra vegetación no deseada, y la construcción de caminos
de acceso y cobertizos. El material a plantar (plantas, cortes) puede obtenerse de
un bosque de bambú, de otra plantación o de un semillero. Es aconsejable obtener
el material de fuentes diferentes para asegurarnos contra la posibilidad de perder
la plantación entera a causa del florecimiento gregario. Los datos siguientes de
Costa Rica nos dan el requerimiento diario de mano de obra para una nueva
plantación que tiene 220 plantas por hectárea (Venegas 1996):

Limpieza del sitio 4.3 obreros/ha


Colección del material a sembrar 3.0 obreros/ha
Preparación del material a sembrar 2.0 obreros/ha
Excavación de Agujeros y siembra 3.7 obreros/ha
Total 13.5 obreros/ha

Fig. 28: Preparación de Culmos para producción de cortes (Costa Rica)


Como previamente ya se mencionó, hay varios métodos de propagación. Uno de
los métodos, usado ampliamente en Costa Rica, es por segmentos del culmo.
(Fig. 28). Se entierran en el suelo culmos frescos completos con ramas cortadas
para estimular brotes alternos. Después de dos o tres semanas, los retoños
aparecerán sobre el suelo donde anteriormente las ramas fueron cortadas, y
también ocurre el enraizado para producir plántulas. Después de algunos meses,
las plantas jóvenes pueden quitarse (Fig. 29) y replantarlas en otro lugar. En el
lapso de seis meses, una plantación joven estará floreciendo (Fig. 30).
Fig. 29: Una planta con raíces y retoños bien desarrolladas
Fig. 30: Un plantación en Costa Rica después de 6 meses (primer plano) y 12
meses (fondo)
El requerimiento diario de mano de obra para el mantenimiento de la plantación en
el primer año es como sigue:
Limpieza de arbustos, etc. 9 obreros/Ha.
Otros trabajos 4 obreros/Ha.
Control de maleza 3 obreros/Ha.
Aplicación de fertilizante 2 obreros/Ha.
TOTAL 18 obreros/Ha.

Se usan dos litros de herbicidas y cuatro sacos de fertilizante por hectárea. Los
herbicidas sólo se necesitan en el primero y segundo años; en el tercer año, el
bambú puede competir por su cuenta con otros arbustos (Fig. 31, 32).
Fig. 31: El efecto de herbicidas es dar espacio a las plantas jóvenes de bambú
Fig. 32: Culmos jóvenes después de dos años
En el 3ro, 4to y 5to años, las necesidades de mantenimiento disminuyen. Sólo se
cortan los culmos adultos y los más jóvenes, que constituyen aproximadamente
80%, permanecen. No hay ninguna tala total como con ocurre con plantaciones de
árboles. Esto mantiene el microclima y el ambiente en condiciones buenas. Una
plantación bien manejada rinde 20–30 toneladas (secos) de bambú por ha y por
año; y la plantación continua y creciendo (Fig. 33). Esto significa que un plan del
mercadeo consistente necesita estar listo antes del primer rendimiento.
Fig. 33: Plantación abierta en China, bien mantenida
A medida que las personas llegan a estar más conscientes del medio ambiente,
los semilleros han empezado a surgir en muchos lugares. Un semillero podría ser
la fuente más fácil para el material de siembra requerido para una plantación de
bambú. También sería una idea buena para una plantación establecida tener su
propio semillero. Schlegel (1994) da los datos de un semillero para la Bambusa
blumeana en Filipinas. Los supuestos son:
 La distancia de siembra es 7 x 7 metros, 225 plantas por hectárea.
 Para la propagación de la planta, se necesitan 270 segmentos de culmo de
dos nodos (225 más 20%).
 23 culmos tienen que ser cortados de 3–4 grupos diferentes; se pueden
coleccionarse 12 segmentos de dos nudos de un culmo.
El número de días laborables necesitados para preparar el semillero es:
Construcción del semillero 7 días
Recolección del material a sembrar 2 días
Preparación del material a sembrar 2 días
Preparación de suelo y siembra en fundas 7 días
(40 fundas por día)
Cuidado y mantenimiento del semillero 40 días
(10 días/mes, 4 meses)
Bosquejo del campo, planificación de excavación de 20 días
agujeros, transporte y transplante.
Cuidado y mantenimiento en los 2 primeros años 60 días
(6 meses/año, 10 dias/mes)
Cuidado y mantenimiento por los años restantes hasta 60 días
la cosecha
Materiales como las bolsas de plástico, herramientas 27 días
de la granja, fertilizante, etc. Equivale a
Total de días laborables requeridos 225 días

S.D. Thatte (1997) da datos similares para una plantación en India, con bambú
como cultivo intercalado. Los gastos en el primer año son US. $ 195 por año por
hectárea (precio nivel 1996), disminuyendo a US. $688 en el segundo año y a US.
$45 del tercer año en adelante. Empezando el cuarto año, la cosecha es 3 700
culmos por hectárea. Con cada culmo vendiéndose a US. $0.22, la ganancia total
por año por hectárea es US: $800.
Capítulo Tres
________________________________________________________________
DURABILIDAD Y PRESERVACIÓN
Durabilidad natural

La preocupación principal de cualquier usuario real o potencial de una casa o


producto de bambú es la durabilidad corta del material. La vida de servicio del
bambú es generalmente considerada como demasiado corta para cualquier
inversión que valga la pena. Esto, desgraciadamente, es verdad en gran medida.
El bambú tiene su durabilidad natural menor que la mayoría de las maderas,
debido a una escasez de ciertos químicos que ocurren en la mayoría de las
maderas pero que están ausentes en el bambú. La información sobre la
durabilidad natural de las diferentes especies de bambú todavía esta dispersa. Las
investigaciones en las diferencias entre las especies de bambú permitiría la
selección de aquellas con una mejor durabilidad natural. Si la medida de la
durabilidad natural de las especies seleccionadas reúne el requisito de vida de
servicio esperado para un producto particular, sin embargo, seguirá siendo una
pregunta abierta.

Un problema que es parte de la baja durabilidad natural es el vacío del culmo de


bambú, particularmente cuando es comparado con la sección maciza de extremo
a extremo de la madera. Si los hongos o insectos atacan y destruyen la capa
exterior de la madera, digamos a una profundidad de 2 mm, la mayor parte de su
sección transversal todavía estará en buena condición. En el caso del bambú, una
pérdida de 2 mm puede significar la pérdida de una cuarta parte de su espesor. El
vacío también ofrece un lugar de ocultación relativamente seguro para los agentes
de destrucción.
En la mayoría de los países tropicales, la humedad relativamente alta del aire se
agrega a los problemas de durabilidad. Un elevado contenido de humedad en el
bambú – qué dificulta su secado completo y así provee una apertura al ataque de
hongos– plantea incertidumbres en su aplicación en viviendas, mobiliario, etc.,
Una ligera idea de la vida de servicio del bambú sin tratamiento es:
 1–3 años al aire libre y en contacto con el suelo;
 4–6 años cubierto y libre del contacto con el suelo; y
 10–15 años bajo condiciones muy buenas de almacenamiento o
condiciones de uso.
La preservación puede mejorar estos periodos considerablemente.

Fig. 34: Deterioro del bambú (la regla blanca tiene 150 mm largo)
La consecuencia de la baja durabilidad del bambú puede verse en Fig. 34: la
pared de una choza en Bangladesh ha empezado precozmente a deteriorarse en
seis meses. La estera tejida de bambú usada en la pared se hizo de bambú sin
preservar, y el cimiento de arcilla de la choza siempre mantuvo al bambú mojado.
Uno puede ver cuán fácilmente la calidad de las paredes se ha deteriorado en tan
corto tiempo. El hecho de que tales casas de bambú son aquéllas construidas por
grupos de bajo ingreso agrava el problema.
Los datos sobre la durabilidad natural son escasos (Kumar et al. 1994), con la
mayoría de los autores proporcionando solo declaraciones generales. Algunos
informes identifican a ciertas especies como teniendo mejor durabilidad que otras,
pero tales datos todavía son insuficientes para lograr una clasificación similar a las
maderas. Las personas en los pueblos saben por experiencia la durabilidad de los
bambúes en sus granjas. Se dice que la parte más baja de un culmo es la más
durable, y así también lo es la parte exterior de la pared del culmo. El almidón en
el bambú lo hace atractivo a los hongos y escarabajos. Se ha observado que los
bambúes cosechados durante la estación seca tiene una durabilidad mejor que
aquéllos cosechados en la estación lluviosa. También, el bambú es más resistente
a los insectos luego de florecer, debido a la reducción de almidón. La correlación
entre la durabilidad natural y las fases de la luna es difícil establecer;
probablemente, esta basada más en la cultura y tradición que en la realidad física
(Kirkpatrick y Simmonds 1958).
Reglas fundamentales
Para solucionar la insuficiente durabilidad del bambú es la preservación, sea la
tradicional o la química. Sin embargo, las reglas fundamentales siguientes pueden
ayudar ha ahorrar muchos problemas (y dinero).
1. Cosechar en la estación cuando el contenido de almidón es bajo.
2. Seleccionando sólo aquellas especies que la gente local han identificado
como las mejores disponibles para la intención de uso.
3. La administración confiable de almacenamiento –mantenerlo seco y libre de
la humedad del suelo. Almacenar los culmos bajo cubierta, protegidos de la
lluvia, y en capas horizontales con suficiente espacio entre ellas para
permitir el movimiento del aire.
4. El periodo durante el cual el material/producto está en tránsito de un lugar a
otro es crucial. El clima en un contenedor durante el transporte por mar es
perfecto para la mayoría de los hongos e insectos (Fig. 35). Luego, el
mobiliario y artículos similares de exportación necesitan ser tratados antes
de su transportación. En la mayoría de los casos, el cepillado o rociado el
material / producto de bambú con un preservativo tal como el ácido bórax–
bórico podría ser el más adecuado.
5. Cuando es usado en la construcción de edificios, una regla de importancia
vital es asegurar que el bambú se guarde seco. Esto significa que debe
mantenerse libre del salpicado del agua de lluvia por medio de un cimiento
impermeable y por un tejado volado de resguardo. El diseño correcto de
todos los detalles del edificio es un imperativo; ningún tratamiento químico
será lo suficientemente bueno para resolver los problemas causados por
diseños incorrectos (Fig. 36).

Fig. 35: Moho que crece en el bambú sin tratamiento


Fig. 36: Fundación de hormigón para una construcción con bambú, pero el bambú
se ha humedecido lo suficiente para facilitar el ataque de hongos e insectos.
A pesar de estas precauciones, el bambú usado en una construcción podría
mojarse. Pensar en semejante posibilidad, el diseño de la construcción debe ser
tal que permita el flujo del aire sin restricción para facilitar el secado rápidamente.
Ésta podría ser una carga en la creatividad del diseñador, pero el esfuerzo pagaría
con creces el beneficio en el largo plazo.
Sólo después de que estas reglas se han observado se puede considerar la
preservación su sentido técnico.
Bambú y Preservación
El bambú no está constituido en una forma tal que facilite el tratamiento
preservativo. La parte exterior, con su alto contenido de sílice, se constituye en un
buen impermeable y resiste a los insectos pero también impide la entrada de los
preservativos al culmo. El interior se cubre con una capa cerosa que también es
impermeable. Así que, un preservativo sólo puede entrar a través de los vasos
conductores que no son más del diez por ciento de la sección transversal. Ellos se
cierran para siempre dentro de las 24 horas posteriores a la cosecha – lo que
significa que la preservación debe ser llevada a cabo dentro de este límite tan
corto de tiempo.
En el caso de la madera, la preservación se lleva a cabo casi siempre en madera
aserrada. Un resultado del aserrado es que numerosos vasos y células se abren,
facilitando considerablemente la penetración de cualquier preservativo. También,
la madera tiene radios que proporcionan conexión cruzada entre los vasos. El
bambú es diferente a la madera en ambos aspectos.
Los métodos de preservación del bambú se encuadran en dos categorías:
tradicional y químico.
Preservación tradicional
En muchos lugares, los métodos de preservación tradicionales – tales como
curado en la mata, ahumado, inmersión y secado al aire, y lavado con cal – son
usados. El efecto real de estos métodos no es conocido. Sin embargo, estos
métodos son populares cuando ellos pueden aplicarse sin cualquier inversión
importante y con niveles de habilidad bajos.
En el curado en la mata, los culmos de bambú cortados se dejan al aire libre, con
ramas y hojas intactas. El proceso de transpiración que continúa aun después del
corte, causan la disminución del almidón. Ahumado, tratamiento del culmo
colocándolo encima del fuego, es eficaz contra los hongos y insectos. Inmersión y
secado al aire involucran la inmersión del culmo en agua estancada o en
movimiento durante unas semanas para lixiviar los azúcares. Luego de esto, los
bambúes húmedos prosiguen su secado al aire bajo la sombra. El lavado con cal –
literalmente lavado con agua de cal– se ha reportado que da protección contra el
ataque de hongos.
Un ejemplo notable de inmersión es el uso del bambú permanentemente bajo
agua, como en los restaurantes flotantes. La Fig. 37 muestra semejante
restaurante flotante, cuyo suelo está hecho con cuatro capas de bambúes puestas
en capas cruzadas. La capa superior tiene una vida de servicio menor a un año,
pero las otras tres están permanentemente bajo agua y tienen sus vidas de
servicio muy larga.
Fig. 37: Un restaurante flotante en el Filipinas.
Preservación química
Si el bambú va ha ser usado en la industria moderna o en proyectos a gran escala
de viviendas u otros edificios, los métodos químicos de preservación son
inevitables. Es mejor evitar la preservación con químicos como el arsénico cuando
ellos suponen un riesgo al ambiente así como a la salud de aquéllos que los
manejan. Los químicos eficaces y seguros están basados en el boro, tal como el
cobre–cromo–boro (CCB). Los químicos como el ácido bórico, bórax y el boro son
baratos y eficaces. Una buena preservación se ha obtenido en Costa Rica con el
uso de un fertilizante basado en el boro, tetrahidrato octoborato de disodio
(fórmula química Na2B8O13.4H2O), con 66% de contenido de boro activo. Una gran
ventaja de usar este químico es que no hay ningún desperdicio en lo absoluto.
¡Una vez usado en el proceso de la preservación durante algún tiempo y se ha
mezclado con el almidón y azúcar del bambú, puede aplicárselo como fertilizante!
Dos métodos están disponibles introducir químicos en el bambú: Proceso
Boucherie modificado para culmos verdes entero y difusión por inmersión para
culmos abiertos.

 Proceso de Boucherie modificado


En este método, el preservativo se introduce bajo presión a través de los vasos
del culmo hasta que sale por el otro extremo. Esto sólo puede aplicarse al bambú
fresco, dentro de 24 horas después del corte. Mientras el preservativo pasa a
través de los vasos, el 90% restante de la sección transversal no tiene ningún
contacto con el preservativo.
El líquido preservativo se mantiene en un tambor cerrado que se conecta a un
extremo del bambú mediante tubos de caucho y las mangueras que sujetan
herméticamente alrededor del extremo del bambú (Figs. 38, 39). Una bomba de
aire proporciona la presión. El aire en la parte superior de la manga tiene que ser
removido; caso contrario, la parte superior del culmo permanecerá sin preservar,
dando como resultado culmos mal tratados. Al principio, la savia empezará
goteando del extremo más bajo (Fig. 40) sin preservativo. A medida que el
proceso continúa, la concentración de preservativo en la savia aumentará. El
proceso tiene que ser continuado hasta que el bambú en toda su longitud tenga
suficiente preservativo. Para determinar el fin del proceso, la concentración de la
solución que gotea del extremo más bajo debe verificarse. Si la concentración de
preservativo casi iguala a la del tanque, el proceso está completo. El liquido
remanente que queda al final del proceso fuera del culmo puede reciclarse (Fig.
41) después de limpiarlo y agregarle químicos para lograr la concentración
original. Después del tratamiento, los culmos deben guardarse bajo sombra para
que sequen.
Fig. 38: Boucherie tratamiento equipo modificado: el caucho entuba y las tomas de
corriente aéreas
Fig. 39: Tratamiento de Boucherie modificado en marcha
Fig. 40: Savia empezando a gotear del extremo más bajo del culmo durante el
tratamiento
Fig. 41: El recorrido del líquido sale al extremo más bajo, puede guardarse para
reciclar
Un método alternativo al tratamiento Boucherie es desechar la superficie de la
pared interna del culmo , entonces cuelga dicho culmo verticalmente y llena el
canuto preparado del preservativo. Raspando la pared interna da el acceso del
preservativo al tejido de la pared de culmo .
 Tratamiento por inmersión
En este método, el culmo se sumerge primero (o se zambulle) en el preservativo
para que haya un proceso de penetración lento. Este método sólo puede aplicarse
en el bambú abierto o aserrado pues los culmos enteros no permitirán penetrar al
preservativo.
El bambú abierto de tamaño requerido se sumerge en un baño con la solución del
preservativo, y se colocan encima ladrillos para mantenerlo sumergido. Después
de aproximadamente 10 minutos de mantenerlo sumergido, los pedazos de bambú
se sacan del baño (¡usar guantes!). El exceso de preservativo se vacía en el baño.
Los pedazos de bambú se envuelven en hojas de plástico y se dejan durante una
semana. Las hojas son removidas, y el bambú se seca al aire libre en posición
vertical durante una semana.
Los preservativos deben prepararse cuidadosamente, siguiendo todas las
instrucciones al pie de la letra. Esto puede parecer como un comentario
innecesario, pero es un punto que nunca está por demás sobre enfatizar. El autor
había estado una vez envuelto en un proyecto de preservación en el que los
bambúes en preservación estaban mucho más infestados con hongos que los sin
preservar. Una investigación reveló que la persona que llevó a cabo el proceso no
entendió la explicación que el preservativo es más denso que el agua, y no
disolvió el preservativo en el agua lo suficiente. Por consiguiente, el preservativo
se quedó al fondo, y el baño a través de todo el "proceso de la preservación"y
simplemente quedo fuera. Los químicos nunca tuvieron una oportunidad para
entrar al bambú "preservado". Nunca deben quemarse los bambúes tratados: los
gases que emanan de ellos serían bastante tóxicos. Si necesitan ser destruidos,
póngalos bajo la tierra, a una distancia segura de los cuerpos de agua (por
ejemplo, en una letrina). Lo mismo aplica para los desperdicios de preservativos.
No tomar a la ligera el daño que los químicos pueden hacer al ambiente o al agua
para beber.
No subestime los problemas para ejecutar un proceso de preservación a un nivel
industrial: entrenamiento de personal, precauciones de seguridad, dirección,
control de calidad y la economía del proceso, todos estos requieren atención
íntima. La economía de preservación está clara: el precio del bambú aumenta en
aproximadamente 30%, pero su vida de servicio aumenta al aire libre a 15 años y
25 años bajo cubierta. Así que un análisis del costo–beneficio confirmará la
conveniencia de preservación fácilmente.
Hay, por supuesto, aplicaciones de bambú en qué la preservación química no es
una idea buena, como en el caso de bambú usado como cañerías de agua. Había
un proyecto grande de conducción de agua desarrollado en Tanzania a principios
de años ochenta. El problema básico fue que las cañerías de bambú siguieron el
destino natural de cualquier material orgánico muerto enterrado bajo tierra –ellos
se descompusieron para volverse de nuevo tierra fecunda. El agua que corre
dentro de las cañerías de bambú aceleró el proceso. La preservación química era
intensivamente investigada por el proyecto, pero sin mucho éxito. Ningún método
podría encontrarse para prevenir el lixiviado de los químicos por el agua, y los
químicos lixiviados no mejoraron la calidad del agua potable (Slob et al. 1987).
Aunque el proyecto no estableció el uso de tuberías de bambú para la conducción
de agua, mejoró considerablemente la base del conocimiento en bambú y su
preservación tanto como cualquiera proyecto "exitoso". Este progreso en
conocimiento y comprensión no debe desestimarse.
Capitulo Cuarto
_______________________________________________
Propiedades
Mecánicas
El Bambú, un Tubo Vacío

La Fig. 42 muestras un pedazo de bambú y uno de madera con la misma área


en sus secciones transversales. Como puede verse, el bambú en la izquierda
es un tubo vacío, mientras la madera a su derecha tiene una estructura
maciza. ¿Cómo afectan sus respectivas estructuras a la eficiencia de estos
materiales? O, expresado en términos técnicos, ¿qué significado tiene el efecto
de esta diferencia estructural en la razón entre el momento de inercia (I) y su
sección transversal (A)?

Fig. 42: Pedazos de bambú y madera con la misma área en su sección


transversal.

Para el bambú, las fórmulas siguientes son válidas:

I =   (D4 – d4)  64 y A =   (D2 – d2)  4, en las cuales:


. = 3.14
D = el diámetro externo
d = el diámetro interior (para la mayoría de los bambúes d = 0.82  D)
t = el espesor de la pared (evidentemente D = d + 2t)

Si tomamos para “d“ el valor de 0.82  D, trabajando las fórmulas con este
valor obtendremos:
I = 3.14 (1– 0.824) D4  64 =3.14  0.55  D4  64 = 0.03 D4. De una manera
similar obtendremos para A el valor 0.26 D 2. Nosotros necesitamos una
comparación entre I y A, pero I se relaciona con D 4 y A con D2. Así que tomando
el cuadrado de A, A2 = 0.07 D 4. Esto nos permite calcular la proporción entre I
y A: I = 0.40 A2.

La madera tiene en la mayoría de los casos sección rectangular: h = 2  b.


Con esta proporción, y debido a que I = b * h 3 /12 y A = bh, sigue que: I =
0.16  A2; una diferencia de 2.5 a favor de bambú.

Si los valores numéricos, D = 100 mm y d = 82 mm, se sustituyen, entonces


para el bambú:
I = 2.69  106 mm2 y A = 2 570 mm2.

Si consideramos la misma sección transversal para la madera, entonces:


para una viga de 36  72 mm, I = 1.12  106 mm2
para una columna de 51 x 51 mm, I = 0.56  106 mm2.

En ambos casos, el valor de I para la madera es mucho


menor que para el bambú. Esto indica que la eficiencia estructural
del bambú es muy buena.

Esto plantea una pregunta: ¿por qué la mayoría de los ingenieros


piensan que un material tubular como es el bambú no puede usarse como
una viga? El material que están acostumbrados a usar es el tubo de acero, que
es muy caro. Por consiguiente, los ingenieros siempre usan los perfiles–I para
las vigas. Ahora considere Fig. 43 en la cual la sección transversal de un culmo
de bambú está en la izquierda. Luego, imagine que el material de ambos lados
se empuja horizontalmente hacia el eje vertical de simetría, y vea lo que pasa.
¡El resultado es algo similar al perfil de una viga de acero!

Fig. 43: Sección transversal del bambú y comparación con un perfil–I

Diseño Estructural de la Naturaleza

Las fibras de celulosa del bambú actúan como refuerzo similar al de las
barras de acero en el hormigón armado o a las fibras de vidrio en las resinas
de poliéster. La distribución de estas fibras aumenta del interior al exterior (Fig.
44).

Fig. 44: las fibras Celulosas en la pared del culmo

El módulo de elasticidad E para la celulosa es 70.000 N/mm 2 y


aproximadamente 50% de la sección transversal de las fibras son celulosa; el
E de la fibra es 35 000 N/mm2. Una regla empírica para el bambú es: E = 350 ×
% de fibras. En la mayoría de los bambúes, fibras constituyen
aproximadamente 60% en su exterior y 10% en el interior. Luego:
El E externo = 350 × 60 = 21 000 N/mm2
El E interno = 350 × 10 = 3 500 N/mm2

Esto se muestra en Fig. 45.

Fig. 45: el módulo E en la pared del culmo


Queda claro de estos datos que “EI” para el culmo es algo más
( aproximadamente 10%) debido a la distribución no uniforme de las fibras y
constituye otro ejemplo del eficiente diseño estructural que tiene el bambú y
de su uso como un material óptimo.

Pruebas a la Flexión

Se han discutido brevemente las pruebas a la flexión en Capítulo 1 (Fig. 13,


14). Aquí nosotros examinaremos otro aspecto de las pruebas a la flexión.

Una prueba a flexión produce tensiones de compresión en su parte superior,


paralelo a sus fibras, lo cual no presupone ningún problema al material. Sin
embargo, esta compresión produce una deformación perpendicular a las
fibras, y esto ocurre en el material entre las fibras (la lignina), que es débil a
estas deformaciones. Éste, es entonces, el punto débil para una viga de
bambú. El valor crítico para estas deformaciones es 1.1 × 10 –3. Esta
deformación significa que el material está acortándose. Con el Coeficiente del
Poisson para la reducción lateral (0.3 para bambú), uno puede calcular la
deformación longitudinal correspondiente: 1.1 × 10 –3 ÷ 0.3 = –3.7 × 10–3. Esta
deformación significa que el material está poniéndose más espeso o más
ancho (el signo menos se agrega para diferenciarlo de "más corto"). Si
nosotros asumimos E = 17.000 N/mm 2, el tensión de flexión resultante es 62
N/mm2 que es un resultado típico en las pruebas.

Un punto para recordar es que las fibras como tal todavía están en buenas
condiciones a pesar de la deformación en la lignina. Pero la coherencia en la
sección transversal está perdida y por consiguiente, el valor de EI disminuye
dramáticamente. Si la carga es retirada, el espécimen volverá a su forma recta
original – una ventaja determinante en casos de un huracán o un terremoto.

Bambú y Tensión Cortante

En la sección anterior, nosotros discutimos el fraccionamiento de la parte


superior del culmo durante la flexión. ¿Qué pasa en la superficie neutral?
¿Cuán grande es la tensión cortante?
Permítanos considerar un ejemplo, tomando como valor el tensión de flexión
de 62 N/mm2, y un espécimen de bambú con un diámetro exterior (D) de 100
mm y momento de inercia (I) de 2.69 × 10 6 mm2. Una prueba de flexión de
cuatro–puntos con una luz de 3.600 mm (3 700 en file) es empleado. Basado
en estos valores,

M =  × L ÷ R = 3.34 × 106 Nmm.


La carga puntual F = M ÷ 1.200 mm = 2780 N

Esto produce un tensión cortante en la superficie neutra de 2 × F ÷ A = 2.2


N/mm2. Éste es la tensión cortante crítica. Por consiguiente, un patrón típico
de falla en las pruebas a la flexión del bambú es su fraccionamiento
longitudinal en cuatro cuartos.

En una sección transversal maciza madera, la tensión cortante es 1.5 × F ÷ A,


qué en este caso es solamente de 1.65 N/mm2 . ¿Significa esto una desventaja
para el bambú? Sí y no.
La desventaja es que debido a su naturaleza hueca, el bambú está en una
posición más débil que la madera. Considere una muestra de bambú con 100
mm de diámetro exterior y un espesor de la pared de 9 mm. Una muestra de
madera de la misma sección transversal tendrá una área de 51.× 51 mm. En
la superficie neutra, el bambú tiene sólo 2 × 9 = 18 mm para cubrir con el
cortante, mientras la madera tiene 51 mm. Para trabajarlas juntas con
sujetadores tales como los pernos, esto plantea un problema.

La ventaja es que ese bambú no tiene los radios como en la madera. Los
radios son mecánicamente débiles y como resultado, el material de bambú es
mejor al cortante que la madera. Sin embargo, esta ventaja se anula en la
mayoría de los casos por causa de su forma hueca.

Llevar a cabo pruebas en el bambú no es fácil. Hay por lo menos dos planos
en una prueba de cortante en el bambú, y éstos además son asimétricos.
¿Cómo determinar la tensión cortante última con precisión? Un ejemplo se ha
mostrado en la Fig. 15. Investigación hecha por el autor ha demostrado que
éste es un método simple y fiable para esta prueba.
Las pruebas con pernos a través de un pedazo de bambú no sólo son
importantes para el diseño y cálculo de junturas, sino además desafiante (Fig.
46). Uno tiene que determinar la causa de una falla que podría ser:
 el cortante puro en el bambú entre el perno y el extremo libre; o
 el perno actuando de repente como una cuña, abriendo el bambú; o
 el bambú en contacto directo con el perno sin llegar a ser lo
suficientemente resistente a la presión.

Fig. 46: Prueba de cortante en bambú con perno.

La Carga del viento en el culmo de Bambú.


Muchos poetas del Este han escrito sobre la acción del viento en el bambú. En otro plano, lo
han hecho algunos científicos como Shigeyasu Amada de Japón que ha estudiado, en vivo, los
efectos de la carga del viento en los culmos de bambú (Amada et al. 1996). ¿Cuál es la carga
del viento en un culmo existente? El culmo forma parte de una planta de bambú o una
mancha; ¿Cómo puede uno saber la carga del viento en él? Permítanos asumir una carga
constante a lo largo de la altura “L” del culmo (Fig. 47).

Fig. 47: La carga del Viento en un culmo vivo (Plantado).

El diámetro ‘D’ y el espesor ‘t’de la pared del culmo sufren una disminución de abajo hacia
arriba. Asumiendo que esta variación es lineal con la altura, de z = 0 abajo (base) a z = L
en la cima, el momento flector ‘M’ producido por el viento es:

M = 0.5 ×  × (L – z)2.

El módulo de sección ‘W’ es:

W =  × (D4 – d4) ÷ 32 × D o (  ÷32) × (2D2t – 4Dt2), siendo ambos M y W


funciones de z2.

De esto se sigue que las tensiones de flexión producidos por el viento se


mantienen constantes a lo largo de toda la altura. Esta conclusión, sin
embargo, deja un punto inexplicado. Hacia el cuarto más alto de la altura del
culmo, una disminución pronunciada de D y t ocurren. ¿No deberían los
correspondientes incrementos de tensiones causar problemas? En la cima del
culmo, el número de hojas aumentan dramáticamente y el número de vasos
disminuyen. Las fibras de celulosas que reemplazan a los vasos son capaces
de tomar los aumentos de las tensiones de flexión –otro ejemplo de la
perfección de la Naturaleza del desempeño que toca su parte a la perfección.

La Prueba de Compresión

La mayoría de las personas consideran simple a la prueba de compresión, y


en el caso de madera lo es – ponga un pedazo de madera entre dos platos de
acero y prénselos. La estructura hueca del bambú, sin embargo, hace que
esta prueba sea más complicada. Asuma que esas pruebas de compresión se
realizan a la madera y a el bambú como especimenes, cada uno con una
sección transversal de 2.570 mm2. Esto significa un diámetro (D) de 100 mm y
un espesor de la pared (t) de 9 mm para el bambú, 51 × 51 mm para madera .
De estas dimensiones, uno puede ver que el material en el bambú está a
mayor distancia –aproximadamente 50 mm, mitad de su diámetro– del centro
que el correspondiente en la madera, es decir entre 13 y 17 mm (siendo la
sección de la madera 51 x 51 mm, la distancia del centro al lado es 25.5 mm, y
la mitad de esto es 13 mm; a lo largo de la diagonal la mitad es 17 mm).
La compresión significa la reducción longitudinal y, por consiguiente, la
deformación lateral (llamado Efecto de Poisson). Debido a la distancia mayor al
centro, este efecto es mucho más importante en bambú que en madera.
Durante una prueba de compresión en el bambú, uno puede ver el bambú que
se pone más ancho en su parte media, pero los dos platos de acero mantienen
unido el espécimen por fricción. Esto impide la deformación lateral en la cima y
base, dando una impresión falsa de la resistencia a compresión. La Fig. 48
muestra claramente cómo el bambú toma la forma de un barril de cerveza, y
cómo los platos de acero superior e inferior mantienen unido al espécimen de
bambú.

Fig. 48: El Bambú a compresión entre los platos de acero

Fig. 49: Una prueba a compresión confiable que usa platos libres de fricción

Una prueba a compresión confiable en bambú tiene que ser realizada entre
platos de acero con superficies libre de fricción, como aquéllos cubiertos con
Teflón o cera. Un ejemplo puede verse en la Fig. 49, que muestra una prueba a
compresión entre tales platos de acero. La Fig. 50 muestra este plato de acero
en detalle; el Teflón no puede verse pero una serie de cuñas delgadas de
acero que pueden moverse libremente en la dirección radial, son claramente
visibles. Esto también permite al bambú moverse libremente en la misma
dirección.

Fig. 50: Detalle del plato de acero libre de fricción usado en la prueba.

Notablemente, este fenómeno ya estaba discutiéndose mucho tiempo atrás en


China en 1921 por Meyer y Ekelund (1923). Ellos probaron con los platos de
plomo entre los platos de acero y el bambú, y sin los platos de plomo. En el
primer caso," Cuando la presión se acercó la última tensión, grandes fisuras
aparecían en los lados del espécimen que se abrían más y más y la muestra
finalmente fallaba". En el último caso, sin platos de plomo, las muestras eran
aproximadamente 20% más resistentes que las probadas con plomo, "en la
medida que el incremento de la fricción en los extremos de la muestra
mantenían unidas sus fibras, retardando el agrietamiento" .

Este fenómeno permaneció sin reconocerse hasta 1991 cuando Oscar Arce
(1993), durante el estudio por su Ph.D. en TUE (Universidad Técnica de
Eindhoven), afirmó la necesidad de usar los platos libres de fricción para
realizar pruebas correctas a compresión.
Como en el caso de la flexión, es la lignina, con su resistencia débil a la
deformación, la que determina la resistencia a la compresión. Notablemente, el
porcentaje de celulosa no es importante.
Uno debe tener presente, que el uso de las pruebas de compresión es predecir
el comportamiento de una columna de bambú o un miembro de una cercha y
no su comportamiento entre los platos de acero. Esto significa que la prueba
con los platos recubiertos con teflón predice mejor la conducta del bambú a la
compresión en una estructura que la prueba entre los platos de acero.

Flexión vs. Cortante

La flexión del bambú ya se ha discutido antes en este Capítulo. Un aspecto


más, sin embargo, queda por ser discutido: ¿es la resistencia a flexión
determinado por tensión de flexión o por el cortante? Esto depende de la
longitud de la luz libre: en caso de una luz libre corta, el bambú no actúa como
una viga sino como un arco, y las fuerzas transversales son la primera razón
para su falla. Si la luz libre es larga, y si una prueba de flexión de cuatro puntos
se está realizando, las tensiones puras de flexión determinarán la resistencia a
flexión. Debe haber un límite debajo del cual el cortante es el límite y encima
del cual la flexión es el límite. ¿Puede éste límite determinarse?

Si se puede. En 1993, Arce de Costa Rica y Gnanaharan de India derivaron el


límite entre la fuerza transversal y la flexión pura. Poco después, Maarten
Vaessen derivó un modelo matemático para este fenómeno, y verificó a este
modelo con pruebas a flexión (Vaessen et al. 1997). Si se realiza una prueba
de flexión de cuatro puntos, con una luz libre L, obtendremos para la flexión
pura:

M = F × L ÷ 3 =  × I ÷ R, en la que:
M = momento flector;
F = cada uno de las dos cargas;
L = la luz;
 = Tensión de flexión;
I = el momento de inercia; y
R = el radio exterior del culmo.
El valor máximo para F es 3 ×  × I ÷ L × R. Si t = el espesor de la pared,
tendremos:

I =  × t × (2R –t)3 ÷ 8 y F = 3 ×  ×  × t × (2R ─ t)3 ÷ 8 × L × R

Éste es el resultado para la prueba a flexión


.
Ahora nosotros haremos un cálculo similar para la fuerza transversal. La
tensión del cortante crítico es:
crit = 2 × F ÷ A, de lo que se deduce: F = crit × A ÷ 2 = crit ×  × t × (2R–t) ÷ 2.

El límite Lcrit entre el flector y el cortante puede encontrarse igualando estos dos
valores de F. Entonces, los cálculos dan por resultado:
Lcrit =1.763 × crit × ER × R ÷ crit en la cual:
crit = 3.2 × 10–3, la deformación crítica,;
ER = el E exterior, por ejemplo 24.000 N/mm2;
R = el radio exterior del culmo de bambú, = D ÷ 2; y
crit = 2.6 N/mm2.

El resultado es: Lcrit = 26 × D (o 30, para estar del lado de la seguridad)

Si la luz libre es menor, el bambú fallará por cortante (la fuerza


transversal); por tanto la prueba a la flexión sola se hará con una luz libre
mayor.

Muchas equivocaciones son consecuencia de una falta de conocimiento de


este fenómeno. En una prueba real de flexión, los nudos con los diafragmas
actúan como una articulación plástica, produciendo más deformación. Pero en
una prueba con una luz libre corta, ellos fortalecen el comportamiento de arco
de la viga, produciendo menos deformación. Varios investigadores han
obtenido conclusiones erróneas por estar desprevenidos de esto.
Las pruebas de flexión deben de ser llevadas con piezas de madera con forma
de silla de montar entre las partes de acero de la máquina de flexión y el
propio bambú. Estas piezas de madera deben descansar en los nudos, para
evitar el aplastamiento de los entrenudos.

Varios investigadores han probado el pretensado. Sólo es positivo si el bambú


es absolutamente redondo que raramente es el caso. Por consiguiente, la
mayoría de las veces, los resultados son desalentadores.

La Fluencia plástica (qué es la deformación creciente bajo carga a largo plazo)


es despreciable en bambú; la deformación plástica permanente es sólo 3–5%
de la deformación elástica inmediata.

Pandeo

Pandeo es la inestabilidad que puede ocurrir en una columna esbelta bajo la


carga axial. El pandeo para una columna de bambú puede calcularse según la
ecuación de Euler; pero cómo determinar el momento de inercia ‘I’ para un
culmo de bambú que tiene secciones decrecientes hacia un extremo, con
nudos, con una variación en el módulo E, y a veces con una torcedura inicial
del culmo.

Arce estudió este problema y encontró que puede aplicarse la ecuación de


Euler, independiente de la presencia de una torcedura inicial del culmo (Arce
1993). Los otros factores (bambú con secciones decrecientes hacia un
extremo, nudos y variación en el módulo E) pueden expresarse como los
factores de corrección a la ecuación de Euler. Para algunos bambúes, ha sido
convenido que las relaciones lineales entre la longitud del bambú con E e I
pueden asumirse. Esto significa que uno puede medir el diámetro y espesor de
la pared en ambos extremos, calcular I, y proceder con la media lineal de los
valores de I en ambos extremos para calcular el comportamiento al pandeo de
una columna. En forma semejante, el valor de E puede tomarse como la media
de E en ambos extremos.

Reglas Empíricas

El autor ha derivado algunas reglas empíricas para la proporción entre la masa


por volumen del bambú y algunas propiedades mecánicas (Janssen 1981). Las
proporciones son como sigue:

Compresión Flexión Cortante


Bambú secado al aire 0.094 0.14 0.021
Bambú verde 0.075 1.11

La última tensión en N/mm2 = al factor dado por la masa por volumen en


Kg./m3.
Por ejemplo, si la masa por volumen (secado al aire) es 600 Kg./m 3, uno puede
esperar que el bambú falle por flexión a una tensión última de 0.14 × 600 = 84
N/mm2. La tensión aceptable podría tomarse como 1/7 mo de la última tensión;
en el ejemplo esto significa 12 N/mm2.

Un estudio inédito de INBAR había encontrado una proporción entre el módulo


E y la masa por volumen para el bambú secado al aire: E = 24 × masa por
volumen. Si la masa por volumen es 700 Kg./m 3, el módulo E será 24 × 700 =
14.400 N/mm2.

Las Reglas como éstas son muy convenientes si uno no tiene el acceso para
realizar pruebas. Pero a veces, estas reglas pueden también guiarnos mal. Por
ejemplo, la regla para flexión sólo es válida desde un punto estadístico; desde
un punto de vista físico es algo sin sentido. Como Arce explicó al autor, las
proporciones entre la tensión última de flexión y la masa por volumen esta
basado en la presunción que la tensión de flexión depende de la cantidad de
fibras de celulosa (mientras más celulosa, más pesado es el bambú). Pero la
flexión es determinada por la tensión lateral en la lignina entre la celulosa, mas
no por las fibras de celulosas

La Resistencia al terremoto

Como se ha dicho antes, bambú es un material perfecto para los terremotos: es


ligero, y la condición de vacío en su interior le da mucha rigidez. ¿Pero cómo
evaluar si una casa de bambú sobreviviría un terremoto de una intensidad
dada? Una prueba dinámica en una casa en su tamaño real es sumamente
cara. En el Proyecto Nacional de Bambú de Costa Rica, se probaron sólo
paredes típicas, mientras conducían una prueba estática. La pared era sujeta a
un marco de acero y usando una gata hidráulica, una fuerza horizontal era
aplicada en su esquina superior y en el plano de la pared.
Fig. 51: la Prueba en la resistencia contra el terremoto
La Fig. 51 muestras que un tablero hecho con tiras de bambú. La gata
hidráulica, que aplica la fuerza horizontal, puede verse en la esquina superior
derecha del marco (el cilindro azul). Esta gata simula el efecto del terremoto.
Se han probado paredes diferentes: con y sin diagonal, con y sin mortero, etc.
Los resultados eran más que satisfactorios. La Fig. 52 muestra la deformación
que está siendo medida en la parte inferior de un tablero con yeso. La
deformación era 120 mm, sin presencia de ningún daño visual al yeso y al
tablero. De estos registros de lectura al sistema de vivienda de bambú se lo
valoró como resistente a terremotos. La prueba real ocurrió en abril de 1991,
cuando aproximadamente 20 casas de bambú muy cerca del epicentro
sobrevivían a un terremoto de 7.5 de magnitud.
Fig. 52: Medidas a la deformación
Capitulo Cinco
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Modelado
y
Cálculos
El Arte de Modelado

Los cálculos en la ingeniería están basados en un modelo de la estructura que


intentamos considerar. La mayoría de los materiales de edificación son rectos y
tienen una sección transversal fácil. Por ejemplo, una línea recta puede
representar una viga de acero, hormigón o madera fácilmente. El bambú, sin
embargo, es diferente: tiene secciones decrecientes hacia un extremo, tiene los
nudos a intervalos irregulares, y la sección transversal no es un círculo. La
mayoría de los culmos también tienen una curva. ¿Cómo se pueden hacer los
cálculos fiables con un material como este?
Los cálculos empiezan con el modelado o esquematización que son el proceso
de traducir la realidad física de una estructura del edificio hacia un sistema
esquematizado de símbolos a ser usado durante el proceso del cálculo. Un
ingeniero siempre necesita un momento de inercia para considerar en sus
cálculos. Con un material de sección decreciente como el bambú, el método
correcto está en primero medir el diámetro exterior y el espesor de la pared en
ambos extremos. De éstos, pueden calcularse el diámetro medio y el espesor
medio de la pared, y de estos valores el momento de inercia. Esto está en el
lado conservador; uno también puede calcular el momento de inercia a los
extremos y puede tomar el valor medio, pero este método normalmente
produce un valor alto.
Un culmo encorvado no es conveniente para su uso como una viga o columna,
pero un sistema de graduación apropiado puede usarse para permitir la
selección de bambúes que son lo suficientemente rectos. Los nudos son un
problema porque ellos no ocurren a intervalos constantes y en la práctica, las
juntas o apoyos se localizan preferentemente cerca de los nudos.
Las propiedades del material plantean también una pregunta. Para materiales
como madera y acero, uno puede usar tablas con datos basados en un sistema
graduado. Para el bambú, tales tablas no están todavía disponibles y por esta
razón, las propiedades materiales del bambú necesitan ser derivadas de los
resultados provenientes de pruebas. El ingeniero tiene que usar
procedimientos de diseño a estados límites, o tensiones aceptables, según la
práctica local. Dos factores hacen el proceso un poco más fácil: la conducta de
un culmo de bambú es elástica porque se considera que la conducta plástica
es insignificante, y las secciones transversales del bambú permanecen planas
(teorema de Bernoulli).
Cuando se usa el bambú como material de edificación, las prácticas de
construcción, justificadas necesitan ser seguidas. Sólo el bambú secado al aire
será usado, y los detalles del diseño deben asegurar que el bambú usado
permanecerá en el estado seco. La necesidad de los detalles de planificar que
el bambú en uso, si se llegara a mojar, tendrá la oportunidad de secar
rápidamente para que no deteriore con la humedad.
El diseñador también tiene que prestar la atención a la permeabilidad de
paredes, suelos y tejados hechos con bambú: ellos causan presiones interiores
que cambian la carga neta del viento que actúa en el tejado, pared y suelo.
Especial cuidado debe ser tomado para asegurar que las habilidades del
obrero en la fábrica y en el sitio de edificación cumplan con las normas
demandadas.
Las Tensiones Permisibles.
Para los cálculos de ingeniería estructural, se necesitan datos fiables de las
propiedades de los materiales. Para el bambú, tales datos pueden
determinarse de las pruebas en una muestra representativa y entonces aplicar
métodos estadísticos normales para determinar el límite inferior del 5%.
En el capítulo anterior se explicó cómo pueden usarse algunas reglas
empíricas para estimar las propiedades mecánicas a partir de la masa por
volumen. Si uno quiere determinar las tensiones permisibles, el Código
Británico estándar en la Práctica 112 para madera puede seguirse, como se
muestra a continuación:
  todos = (m  2.33 s) × G × D ÷ S en la cual:
 todos = la tensión permisible en N/mm2;
 m = la resistencia última media en N/mm2 de las pruebas con carga a
corto plazo;
 s = la desviación estándar en estas pruebas;
 m – 2.33 s = el 1% del limite inferior;
 G = valor de modificación por la diferencia existente entre la calidad del
laboratorio y la practica, con un valor predefinido de 0.5;
 D = valor de modificación por la duración de la carga: 1.0 para la carga
permanente, 1.25 para la carga permanente y la carga temporal, y 1.5
para las cargas permanentes y temporales más la carga del viento; y
 S = el factor de seguridad, con un valor predefinido de 2.25.
(Nota: con una desviación estándar de 15% y para carga permanente, la
tensión permisible es 1/7mo la resistencia última media)
En lugar de esto, cualquier otra norma local pertinente puede seguirse. Las
siguientes tensiones permisibles (N/mm 2) para el bambú secado al aire pueden
derivarse usando las reglas empíricas discutidas en el capítulo anterior.
Compresión – 0.013 × masa por volumen en Kg. /m3;
Flexión – 0.020 × masa por volumen en Kg. /m3;
Cortante – 0.003 × masa por volumen en Kg. /m3.
Obteniendo resultados probados es, por supuesto, mejor para hacer un uso
óptimo del material.
Como un ejemplo, permítanos calcular los parámetros de un puente peatonal
con una luz libre de 4 m. Los bambúes en existencia tienen un diámetro
exterior medio (D) de 90 mm. El espesor de la pared (t) sólo puede medirse a
los extremos un extremo 6.2 mm, el otro 7.8 mm, y un valor medio de 7.0 mm.
La carga uniformemente distribuida (q, N/mm) que un bambú puede cargar
sigue de 8 × M ÷ L2. Permítanos despreciar el peso muerto del bambú, y
determine la masa por el volumen como 608 Kg./m 3, de lo cual la tensión
aceptable por flexión se estima en 12.2 N/mm 2. Con un factor 1.25 para la
carga viva, ésta alcanza a 1.25 × 12.2 = 15.2 N/mm 2.
Con D = 90 mm y t = 7 mm, el módulo de sección W = 35.100 mm 3. Ahora
nosotros podemos calcular:
M = × W = 15.2 × 35.100 = 535.000 Nmm
q = 8 × M ÷ L2 = 8 × 535.000 ÷ 4.0002 = 0.267 N/mm
Como carga viva, permítanos tomar a personas, cada una 75 Kg. (o 750 N) y
caminando a un intervalo de 0.75 m; éste es 1 N/mm para lo que se necesitan
4 bambúes (4 es igual a 1 ÷ 0.267, aproximadamente). Los bambúes deben
mantenerse firmemente juntos y los apoyos deben estar tan cerca de un nudo
como sea posible.
La deformación es otro aspecto importante a ser considerado. Las fórmulas
pertinentes son:
5 × Q × L4 F × L3
f = ––––––––––––––– o ––––––––––––––
384 × EI 48 × EI

Con un E supuesto = 20.000 N/mm2, tendremos:


f = 10 × L2 ×  ÷ D para una carga uniformemente distribuida, o
f = 8 × L2 ×  ÷ D para una carga concentrada en que:
L = la luz libre en m;
D = el diámetro exterior en el mm;
 = la tensión real en N/mm2.
En el ejemplo dado la tensión es 14.25 N/mm2, y la deformación alcanza a:
10 × 42 × 14.25 ÷ 90 = 25 mm.
En la práctica, una buena guía es limitar la deformación a 1/300 vo de la luz.
Para este propósito, nosotros tenemos que limitar la tensión a:
 =D÷3×L o D ÷ 2.5 × L para cargas concentradas o repartidas.
Para el ejemplo, esto significa:  = 90 ÷ 3 × 4 = 7.50 N/mm2.
Esto resulta en un momento por flexión para cada culmo:
M =  × W = 7.50 × 35.100 = 263.000 Nmm, de lo cual
q = 8 × M ÷ L2 = 8 × 63.000 ÷ 4.0002 = 0.132 N/mm.
Para 1 N/mm, nosotros necesitamos 7 culmos.

Diseño de Juntas

En madera o acero nosotros sabemos, después de un siglo de investigación,


las propiedades de todos los tipos de sujetadores (clavos, tornillos, pernos,
etc.) y con estos datos podemos calcular los parámetros para cualquier junta.
Pero en bambú, nosotros tenemos todavía un gran camino que recorrer.
La idea fundamental es diseñar las juntas para lograr la continuidad estructural
entre los elementos. Este requisito esencial incluye la transmisión de fuerza de
una manera prescrita, y deflexiones que puedan predecirse y mantenerse
dentro de límites aceptables.
El diseño de juntas en el bambú necesita estar basado en cálculos (con la
excepción del método descrito en la siguiente sección). Hay tres métodos de
cálculo:
1. Los cálculos basados en informes de las pruebas de juntas en modelos a
escala natural (1:1). En este método, la junta completa para una determinada
carga y geometría es totalmente especificada para bambúes de un tamaño
particular. Esto incluye la descripción de todos los tamaños de sujetadores y
sus ubicaciones. Con tal de que estén publicadas en periódicos muy
conocidos, y escritos por un investigador reconocido, ésta será una información
fiable. Una dificultad es que los resultados no pueden aplicarse a otros
bambúes o sujetadores.
La Fig. 53 muestra una prueba en una cercha de 8 metro de luz libre, realizado
a escala natural, en la UTE a finales de los 1970s. Un diagrama de la carga–
deformación de tal prueba da la información para una carga aceptable y una
deformación aceptable. La cercha tiene que ser copiada exactamente; caso
contrario el resultado no se aplicará. La Fig. 53 capta la dificultad de ejecutar
tal prueba, siendo el problema principal la necesidad de simular la realidad
física de la estructura bajo las circunstancias del laboratorio.
La Fig. 54 muestra un marco del edificio construido por los chinos en la
exhibición de los Fenómenos en Zurich, Suiza, 1984, y Rótterdam, los Países
Bajos, 1985. Ellos construyeron estos marcos a escala natural en Kunming,
China, y fueron probados antes de erigirlos en Europa.
Fig. 53: Una cercha bajo prueba
Fig. 54: Un marco del edificio de los Fenómenos
2. Cálculos basados en los datos acerca de las cargas aceptables para cada
uno de los elementos en las juntas. Este método se llama "alternativa de
capacidades de un componente”. Juntas clavadas en las estructuras de
madera se diseñan a menudo de esta manera: los clavos han dado las cargas
aceptables, para que combinando un número apropiado de clavos en una cierta
geometría, una junta eficiente se pueda diseñar con relativa facilidad. Para el
caso del bambú, este método tiene que esperar por un tiempo futuro, cuando la
fuerza de todos los componentes (bambú, clavos, pernos, etc.) estén
determinados y contenidos en una base de datos para su pronta referencia. El
diseñador tiene que guardar en mente los aspectos tales como: la capacidad
de una junta de multi–sujeción será a menudo menor que la suma de las
capacidades de sujeciones individuales; y si en una junta se usa más de uno
tipo de sujeción, el efecto de las propiedades de las diferentes sujeciones
necesita ser considerado.
3. Los cálculos basados en los datos sobre la mecánica básica de las juntas y
sus materiales. Este método se llama "alternativa de principios de diseño”.
Estos principios dan los factores que deben estar en su lugar para que las
capacidades sean válidas. Éstos son frecuentemente detalles no–numéricos,
como espaciado y conexiones entre varios elementos sujetados que conforman
una columna, o la rigidez requerida para restringir el pandeo.
En áreas propensas a desastres, el diseño de juntas es más importante y más
difícil. Hay varias preguntas prácticas que necesitan ser consideradas. Por
ejemplo, la succión del viento durante un huracán puede invertir la dirección de
la carga – ¿puede la junta resistir esto, y su resistencia ser la misma?
El daño en estructuras de bambú, causado por tifones y terremotos, se ha
encontrado que tiene su inicio en la falla estructural de las juntas. La estructura,
por lo tanto, debe ser diseñada de tal forma que tenga resistencia adecuada
para soportar las fuerzas producidas por terremotos severos o vientos fuertes.
Paredes sólidas o amarres en paredes pueden ser considerados para resistir
en su plano.
Construyendo en la Tradición

En algunos casos, la construcción anula o pasa por alto los cálculos, y confía
más bien en las tradiciones. Ésta es más o menos una práctica común en las
áreas rurales. La tradición forma una base muy valiosa de conocimientos, pero
es menos accesible a ingenieros. Esta base de conocimiento puede definirse
como "la experiencia de las generaciones anteriores, bien conservadas en una
tradición local, y cuidadosamente transmitidas a las personas que viven hoy."
Esta "experiencia" puede ser considerada como una norma" informal, no
codificada."

El criterio para la fiabilidad es:

 el contenido generalmente debe conocerse y debe aceptarse;


 debe ser considerado como antiguo y tradición pura, como sabiduría
general; y
 la comunidad debe caracterizarse por una estructura social tranquila,
con un modelo social bien reconocido.

Las limitaciones son:

 el contenido sólo es aplicable a situaciones similares; y


 después de la migración la presencia de esta tradición no es mas
evidente por si misma.

Los Informes son otra fuente para la información legítima sobre la construcción.
Ellos pueden tratarse de la evaluación de la actuación de un tipo particular de
construcción, métodos de la construcción mejorados, pruebas específicas en
los componentes, etc.

Los reportes de evaluación hechos después de desastres tales como los


terremotos y huracanes son particularmente útiles puesto que ellos contienen
las descripciones sobre estructuras que sobrevivían a un desastre descrito
cuantitativamente. Pueden construirse estructuras similares en los sitios
similares, y ellas pueden ser considerados como adecuadas para resistir
desastres parecidos en el futuro.

El criterio para la fiabilidad es:

 El informe debe ser realizado por ingenieros reconocidos, con


experiencia adecuada en el campo,
 El informe debe ser aceptado por la comunidad técnica internacional y/o
debe ser probado su autenticidad por expertos en el tema;
 El informe debe dar detalles e información completa para reproducir el
proceso o método involucrado
.
La limitación principal es que la mayoría de los informes sólo son aplicables en
situaciones similares.

La discusión antes mencionada ha mostrado la situación actual -el bambú es


todavía un material tradicional, y se necesita realizar mas trabajos para ser
reconocido como un material moderno y confiable como lo son el acero,
madera y hormigón. Un esfuerzo completo se requiere para desarrollar normas
internacionales, las reglas para los cálculos y manuales. El bambú puede tener
una ventaja por salida tardía. Para el acero y madera, se usan reglas diferentes
de cálculos en Europa, Australia, EE.UU., etc., nunca habrá un sistema de
aceptación mundial. El bambú escapará definitivamente a este destino.

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