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L A TRINIDAD

Introducción
La Biblia enseña que aun cuando Dios es uno, existe en tres
personas llamadas Padre, Hijo y Espíritu Santo. Estas no son
tres personas en el sentido corriente de la palabra; no son
tampoco tres individuos, sino más bien tres modos o formas
de existencia del Divino Ser. Al mismo tiempo su naturaleza es
tal que les es posible entrar en relaciones personales.
El Padre puede hablar al Hijo y viceversa y ambas pueden
enviar al Espíritu Santo. El verdadero misterio de la Trinidad
consiste en el hecho de que cada una de las tres personas
posee la suma total de la esencia divina, y qué ésta no existe
aparte de, o fuera de tales Personas. Ninguna de ellas es
subordinada en cuanto a su ser a la otra, aunque en orden de
su existencia el Padre es primero, el Hijo es segundo y el
Espíritu Santo tercero.
La doctrina de la Trinidad fue negada por los socinianos en
los días de la Reforma y hoy día por los unitarios y los
modernistas. Estos hablan de la misma en términos del
Padre, el hombre Jesús, y una influencia divina que recibe el
nombre de Espíritu de Dios.
La doctrina sociniana es antitrinitaria y considera que en
Dios hay una única persona y que Jesús de Nazaret no
existía antes de su nacimiento, aunque nació
milagrosamente de la Virgen María por voluntad divina. La
misión de Jesús en la tierra fue transmitir la voluntad del
Padre tal como le había sido revelada, y tras su crucifixión
fue resucitado por Dios y elevado a los cielos, donde
adquirió la inmortalidad y desde donde reina sobre el mundo
desde aquel entonces. (Siglo XVI).
El Unitarismo es una corriente teológica de un sector del
cristianismo protestante que cree en un Dios unipersonal y
sostiene que Jesucristo no es el mismo Dios. El Unitarismo
es estrictamente monoteísta y cree que existe solo un único
Dios, Dios Padre o Yahveh, conformado por una sola entidad
y rechaza la Trinidad.
El término modernismo designaba cierta corriente
heterodoxa de renovación religiosa, y se aplicó en el campo
de las artes a tendencias surgidas en los últimos veinte años
del siglo XIX. Sus rasgos más comunes eran un marcado
anticonformismo y un esfuerzo de renovación.
El Antiguo Testamento nos indica que en Dios
existe más de una Persona.
• Dios habla de sí mismo en el plural, Genesis
1:26; 11:7.
• El Ángel de Jehová nos es presentado como
una persona divina, 16:7-13; 18:1-21; 19:1-22.
• El Espíritu Santo como una Persona distinta,
Isaías 48 :16; 63 :10; 61.
El Nuevo Testamento nos presenta
confirmaciones más claras. El Padre envía a su
Hijo al mundo, y el Hijo envía al Espíritu Santo.
• «la Gran Comisión» Mateo 28:19.
• «la Bendición Apostólica» 2 Corintios 13:13-14.
• Otros:Lucas 3:21-22; 1:35; 1 Corintios 12:4-6; 1
Pedro 1:2.
EL PADRE
El nombre «Padre» se aplica en las Escrituras al Dios
trino como:
• Creador de todas las cosas, 1 Cor. 8:6; hebreos 12:9;
Santo 1:17.
• Como Padre de Israel, Deut. 32:6: Isaías 63:16; y
• Como a Padre de los creyentes, Mateo 5:45; 6:6, 9,14;
Rom. 8:15.
La palabra «Padre» se refiere a la Primera Persona de la
Trinidad, para expresar su relación con la Segunda
Persona, Juan 1 :14, 18; 8 :54; 14 :12, 13.

La característica esencial del Padre es haber engendrado


al Hijo desde toda la eternidad. Las obras que
generalmente se atribuyen a El son el planeamiento de la
obra redentora, la creación, la providencia y la
representación de la Trinidad en el consejo de la
redención.
EL HIJO
La Segunda Persona de la Trinidad es el «Hijo» o «Hijo
de Dios».
Este nombre le es dado no sólo como a Hijo unigénito
del Padre, Juan 1:14, 18; 3:16, 18; Gal. 4:4,
sino también como al Mesías escogido de Dios, Mateo
8:29; 26:63; Juan 1:49; 11:27, y en virtud de su
nacimiento especial por obra del Espíritu Santo, Lucas
1:32, 35.
La característica esencial del Hijo es el haber sido
engendrado desde toda la eternidad por el Padre. Salmo
2:7; Hechos 13: 33; Hebreos 1:5. El Padre es la causa de
la existencia personal del Hijo en la Divina Trinidad.
Las obras que se atribuyen al Hijo de un modo especial
son obras de mediación. El Hijo de Dios es el mediador
de la creación, Juan 1:3, 10; Hebreos 1:2-3, y el mediador
de la obra redentora, Efesios 1:3-14.
EL ESPIRITU SANTO
La Biblia nos presenta al Espíritu Santo como a una
Persona, Juan 14:16, 17, 26; 15:26; 16:7-15; Rom. 8: 26.
El Espíritu Santo tiene inteligencia, Juan 14:26,
sentimiento, Isaías 63:10; Efesios 4:30, y voluntad,
Hechos 16:7; 1 Cor. 12:11.
La Escritura nos dice que el Espíritu Santo habla,
escudriña, testifica, ordena, disputa e intercede. Además,
su Persona nos es presentada como distinta de su poder
en Lucas 4: 14; 1: 35; Hechos 10:38; 1 Cor. 2:4.
La característica esencial del Espíritu Santo es proceder
del Padre y del Hijo por espiración. En términos
generales la obra del Espíritu Santo es completar las
obras de la creación y de la redención, Génesis 1:2; Job
26:13; Lucas 1:35; Juan 3:34; 1 Cor. 12:4-11; Efesios 2:22.
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