Está en la página 1de 3

El caso de un simple busca infieles

Mi nombre es Patrick Dominc Estrada, conocido por mis amigos como Cometa Estrada, en otra
ocasión les contare el porqué de mi apodo, pero hoy les contare como pase de ser un simple
detective privado a ser el héroe de la ciudad de Nueva York.

Todo comenzó un lunes cualquiera, me dirigía a mi oficina esperando que alguna mujer
desesperada por los celos hacia su marido contratara mis servicios y así comprobar las
infidelidades de su esposo. Llevaba semanas sin trabajar y me urgía que alguien me contratara, las
facturas llegaban, tenia una familia que mantener y una secretaria a la que debía pagarle su
salario.

Y allí estaba yo viajando en el atestado y desaseado metro de la cuidad de Nueva York, pensando
en mis necesidades económicas mientras leía las últimas noticias de mi desastrosa pero
apasionante ciudad; leía pues en primera plana la noticia de la cual toda la ciudad hablaba, del
asesino en serie al cual todos llamaban “El Deslenguador”; ya había asesinado a 4 hombre y a 4
mujeres a quienes, como se podrán imaginar, les cortaba la lengua como un recuerdo de sus
fechorías.

Toda la policía estaba investigando el caso, al parecer con pocos resultados, solo sabían que
asesinaba de forma alternada hombres y mujeres, y que los mataba después de una semana de
tenerlos secuestrados sometidos a privaciones alimentarias y al parecer un frio constante. Un caso
que tenía aterrorizada a toda la ciudad. Mucho para un detective buscainfieles como yo. O eso
pensaba yo.

Cabizbajo y con paso lento llegue a mi oficina, donde mi secretaria, Clemencia, me esperaba con
preocupación, puesto que un hombre desconocido me esperaba dentro de la oficina. Aún más
preocupado entré a mi oficina pensando en quien podría ser aquel hombre, un cobrador, un
enemigo. Preparado para cualquier cosa y con mi arma desasegurada de acerqué. Y allí estaba él,
un hombre que por todos los poros destilaba dinero, se presento ante mi como Mario Esquivel, y
quien no era un cobrador, ni mucho menos un enemigo, sino solo un hombre que deseaba saber el
paradero de su joven esposa, quien había salido de su casa enojada al ser descubierta con su
amante.

Buscaba pues mi servicio, el cual acepte obviamente, eso si sin demostrar mi necesidad.
Mi primera sospecha era que estaba con su amante, pero después de hablar con el joven, cuyo
nombre era Daniel, me relato que Mónica, así se llamaba la infiel, fue obligada a casarse con Don
Mario solo para saldar la deuda de su familia, pero ella y Daniel siempre se habían amado, y que
después de ser descubiertos se iban a escapar a Europa, pero que ella nunca llego al sitio de
encuentro.

Me enteré así que el sitio de encuentro era una bóveda cerca del aeropuerto, decidí hacer el
recorrido que 3 días antes ella debía hecho para encontrarse con su amante, o mejor dicho con el
amor de su vida, a tan solo 10 minutos encontré el vehículo de Mónica estrellado contra un árbol,
pero sin ella adentro, pero sí con señaless de lucha, difícil de seguí el rastro después de tanto
tiempo, pero la suerte estaba de mi lado y cerca de allí había una cámara de seguridad privada.

Allí entro en juego mi secretaria, que no les había contado era uno de los mejores hackers del país,
en menos de 5 minutos ya tenia en mi celular el video donde se veía una furgoneta envistiendo el
vehículo de Mónica y a un hombre llevándosela a la fuerza. Solo 2 minutos después, gracias al
numero de la matricula, al dueño del vehículo, quien para mi sorpresa resulto ser la misma
Mónica.

Extrañado decidí ir a la casa de Don Mario, para preguntarle si conocía algo sobre la tal furgoneta,
pero por más que golpeé la puerta nadie atendió. Frustrado decidí dar un vistazo a los andadores
en búsqueda de pistas, y nuevamente la suerte estaba de mi lado, porque mirando dentro de
garaje estaba la furgoneta, pero ¿Qué podría estar haciendo allí?

Este caso se estaba poniendo muy extraño. Y yo no sospechaba que también peligroso.

Pensado que me encontraba ante un caso de secuestro o de autosecuestro, decidí llamar al 911,
pero no conseguí hacerlo, porque antes de tan siquiera sacar mi móvil del bolsillo un golpe en mi
cabeza puso mi mundo de negro.

No se cuanto tiempo paso cuando desperté amarrado a una silla, en un lugar oscuro y delante a mi
un hombre, a quien pude distinguir como Don Mario, se encontraba echo una furia. Por mi propio
bien decidí seguir haciéndome el desmayado.

Supe que no estaba solo, pues el le alegaba a alguien y así me enteré que no sabía que hacer
conmigo porque según su método en esta ocasión debía matar a una mujer y al ser yo un hombre
no me podía matar primero que a ella. Así que supe que esa otra persona era una mujer, deduje
que se trataba de Mónica y que Don Mario era “El Deslenguador”. decidió entonces en 4 días
asesinar a Mónica y que dentro de 7 días seria yo la siguiente víctima.
¡Oh, Dios mío, en que me había metido! No tenia ni idea de como iba a salir de allí.

Siguiendo con su tortura decidido encerrarme en la misma jaula donde tenía encerrada a Mónica,
pero que lo haría antes de que me despertara. Entonces mientras me desamarraba las manos de la
silla aproveche para dale un golpe en la cara que si bien no lo noqueó, si lo dejo un poco aturdido,
aproveche ese aturdimiento para sacar la navaja que mantengo encondida en la pretina del
pantalón, no está demás aclarar que este animal me había quitado mi pistola mientras estaba
desmayado. Me le fui encima con mi navaja y después de unos minutos de lucha pude sacarlo del
camino, aunque no lo mate si lo deje bastante mal para que no se me acercara mientras liberaba a
Mónica y llamaba a la policía.

De este acontecimiento ya han pasado 2 meses y ahora tango tanto trabajo que he tenido que
contratar a más detectives, mi fama se a extendido por todo el país.

Mónica y Daniel se casarán dentro de una semana y adivinen quien será el padrino, es así es, seré
yo. Mónica no termina de agradecerme por salvarle la vida y la cuidad de líbralos de un cruel
asesino.

También podría gustarte