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Este documento ofrece consejos y reflexiones sobre cómo afrontar las penas, las dificultades y las injusticias de la vida. Recomienda no fiarse de las promesas de las mujeres y ser cauteloso con los extraños, ya que a menudo el bien se paga con mal. Además, aconseja abandonar las preocupaciones porque todas las cosas dependen del destino y centrarse en lo positivo para olvidar lo negativo. Finalmente, pide no oponerse a la voluntad de Dios y no dejar que las dificultades nublen el buen
Este documento ofrece consejos y reflexiones sobre cómo afrontar las penas, las dificultades y las injusticias de la vida. Recomienda no fiarse de las promesas de las mujeres y ser cauteloso con los extraños, ya que a menudo el bien se paga con mal. Además, aconseja abandonar las preocupaciones porque todas las cosas dependen del destino y centrarse en lo positivo para olvidar lo negativo. Finalmente, pide no oponerse a la voluntad de Dios y no dejar que las dificultades nublen el buen
Este documento ofrece consejos y reflexiones sobre cómo afrontar las penas, las dificultades y las injusticias de la vida. Recomienda no fiarse de las promesas de las mujeres y ser cauteloso con los extraños, ya que a menudo el bien se paga con mal. Además, aconseja abandonar las preocupaciones porque todas las cosas dependen del destino y centrarse en lo positivo para olvidar lo negativo. Finalmente, pide no oponerse a la voluntad de Dios y no dejar que las dificultades nublen el buen
Di a quien soporta una pena: una pena no es eterna.
De idéntica manera a como la alegría se va, perecen las penas.
Pero no sabe que cuando una mujer desea algo, lo consigue. Por eso dijo el poeta: No te fíes de las mujeres; no des crédito a sus promesas. Hacemos el bien y nos devuelven el mal; esto —¡por vida mía!— es acción de perversos. Quien hace favores a gentes extrañas, recibe la misma recompensa que quien da hospitalidad a la hiena.» “No hay cuerpo sin envidia”, o bien: “La injusticia está latente en el cuerpo; si es fuerte, aflora; si es débil, se disimula”. Abandona tus preocupaciones, pues todas las cosas dependen del Destino. Alégrate al pensar en la llegada del bien inmediato y así olvidarás lo pasado. Tal vez un hecho que te encoleriza, encierra en sí el origen de una pronta satisfacción. Dios hace lo que quiere: no te opongas. No te preocupes y olvida tus dificultades, pues las dificultades destruyen el buen sentido. No anduvo jamás ni por terreno muy seco ni por terreno lleno de barro: la luz de su recto entender le impidió resbalar. Al malvado le basta con su acción”