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Serie: Misión Fares

Tema: La adoración escandalosa de un abridor


Pbro. Raú l David Á vila
Tema 3

La adoración escandalosa de un abridor


Lucas 7:36-49
Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a
la mesa. 37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en
casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; 38 y estando detrás de él a sus pies, llorando,
comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía
con el perfume. 39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta,
conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. 40 Entonces respondiendo
Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. 41 Un acreedor tenía dos
deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; 42 y no teniendo ellos con qué pagar,
perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? 43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel
a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. 44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves
esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas esta ha regado mis pies con
lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. 45 No me diste beso; mas esta, desde que entré, no ha
cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas esta ha ungido con perfume mis
pies. 47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a
quien se le perdona poco, poco ama. 48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. 49 Y los que
estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es este, que también
perdona pecados?

Introducción

1. Un sistema antiDios busca que coloquemos nuestra adoració n en cualquier cosa,


menos en nuestro redentor.

1.1. Hay gente que adora la miseria. Romanos 3:16. Quebranto y desventura hay en
sus caminos.

1.2. Hay gente que adora una enfermedad. Juan 5:1-16.

1.3. Hay gente que adora la codicia. 1ª Timoteo 6:10.

1.4. Hay gente que adora una opresió n. Deuteronomio 28:67. Por la mañana dirás:
¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la
mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que
verán tus ojos.

2. Cuando nuestra adoració n no está colocada en Dios esa dureza de corazó n nos lleva a
vivir en inseguridad. Deuteronomio 28:65-66 …ni aun entre estas naciones descansarás,
ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y
desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma; 66y tendrás tu vida como algo que pende
delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.
Serie: Misió n Fares/ Tema 3: La adoración escandalosa de un abridor

2.1. No hallamos paz.

2.2. Vivimos llenos de miedos.

2.3. No conciliamos el sueñ o.

3. Si nos dejamos robar la adoració n a nuestro señ or, permitiremos que nos secuestren la
certeza de nuestra libertad. Mateo 11:28. Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar.

I. JESÚS LLEGA INVITADO A UNA CASA PARA SER CRITICADO, PERO NO ADORADO.

1. Se sentó a una mesa donde tuvo que considerar muy bien los que estaban delante de él.
Proverbios 23:1-3, 6-9.

1.1. Necios.

1.2. Engañ adores.

1.3. Menospreciadores.

1.4. Avaros.

2. El mismo Señ or describe el trato de deshonra que le dieron en la mesa segú n las
costumbres de sus días.

2.1. No le limpiaron los pies. Lucas 7:44.

2.2. No le dieron besos. Lucas 7:45.

2.3. No le ungieron con aceite. Lucas 7:46.

3. El fariseo lo invitó a su casa, le dice “maestro”, pero no lo trató ni con la mínima


decencia que se le da a un invitado. Lucas 7:40.

3.1. Cuando las palabras y los hechos no coinciden, estamos ante la presencia de un
mentiroso.

3.2. Todos en algú n momento hemos sido como Simó n el fariseo.

3.2.1. Señ or eres mi maestro, pero no te honro.

3.2.2. Señ or eres mi maestro, pero no te adoro.

3.2.3. Señ or eres mi maestro, pero no te diezmo.

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Serie: Misió n Fares/ Tema 3: La adoración escandalosa de un abridor

4. El mayor problema de perder el enfoque de nuestra adoració n es que nos roba la


compasió n. (v.39).

4.1. Simó n el fariseo vio una pecadora. (La traducció n de la palabra allí es prostituta).

4.2. Jesú s vio una mujer. (v.44)

4.2.1. Le preguntó al fariseo ¿ves esta mujer? ¿Por qué él hace una pregunta
evidente? Porque lo que le quiso decir fue ¿tú ves lo que yo veo?

4.2.2. Simó n, tú ves una prostituta, yo veo una mujer ultrajada.

4.3. Simó n, para ti ella merece castigo, para mí ella es la razó n por la que estoy en este
mundo. (v.39, 48).

II. JESÚS FUE INVITADO POR SIMÓN EL FARISEO, PERO FUE CELEBRADO POR LA
MUJER ULTRAJADA.

1. La adoració n má s escandalosa que yo leo en mi Biblia nació de gente rota. (Prostitutas,


menospreciados, como David; asustados, como Salomó n; asesinos, como Pablo).

1.1. Todos congenian en una sola cosa, una gratitud desbordante, porque está n
conscientes que no son merecedores de tanto amor.

1.2. El reconocimiento de su humanidad les permitió escalar hacia la divinidad.

2. Si consideras que te puedes reconstruir tú solo, jamá s entregará s tu vaso de alabastro.

2.1. Ella rompió ese perfume costoso y lo derramó sobre Cristo, porque ese perfume
caro es el que usaba para vender su cuerpo.

2.2. Lo má s costoso de su vida lo invertía en lo que la destruía.

2.3. Lo má s costoso de su vida lo entregaba en lo que la desvalorizaba.

2.4. Lo má s costoso de su vida lo dejaba en mano de quienes la ridiculizaban.

3. Su adoració n fue escandalosa porque ante un amor incompresible, solo se puede


retribuir con acciones escandalosas.

3.1. Ella en Jesú s encontró por fin un hombre que la vio como mujer.

3.2. Ella en Jesú s encontró un hombre con el cual se pudo reconciliar con el sexo
opuesto.

3.3. Ella en Jesú s encontró lo divino en un hombre.

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3.4. Ella en Jesú s fue libre del odio que se tenía hacia sí misma y hacia los hombres.

4. Su adoració n escandalosa fue una liberació n.

4.1. Ya no se pondría má s ese perfume para venderse, por primera vez en su vida, el
perfume paso de ser un elemento de seducció n, a ser un elemento de adoració n.

4.2. Por eso hay ofrendas escandalosas que te hacen libre, no por la ofrenda en sí, sino
porque ellas son una evidencia que tu corazó n volvió al ú nico que se merece tu
adoració n.

4.3. Ella necesitaba soltar el perfume, porque encontró a Jesú s, y él era la verdadera
fragancia de su vida.

4.4. No es un asunto de dinero es un asunto de adoració n.

III. LA ADORACIÓN ESCANDALOSA TE PERMITE PERCIBIR LA SEGURIDAD DE TU


PLENA LIBERTAD.

1. Por la historia que cuenta Cristo se nota que antes de llegar a casa de Simó n ya se había
encontrado con esta mujer. (v.41-42).

1.1. En el camino

1.2. Predicando.

1.3. Sanado.

1.4. Liberando.

1.5. Esta mujer en algú n escenario estuvo, y el amor de Jesú s la invadió .

2. Ella necesitaba ejecutar una adoració n escandalosa.

2.1. Su adoració n escandalosa ante la urgencia de su corazó n agradecido, la llevó a


escuchar de la boca de Jesú s. “tus pecados te son perdonados”.

3. La adoració n escandalosa desata en ti la plena seguridad de tu libertad.

3.1. La certeza de tu conquista.

3.2. La certeza de tu victoria.

3.3. La certeza de tu avance.

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3.4. La certeza de que Dios está contigo. Salmo 32:7. Tú eres mi refugio; me guardarás
de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás.

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