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Pero lejos de ser socios plenos e iguales con el resto de los habitantes, los indígenas
han sido excluidos políticamente, discriminados culturalmente y marginados
económicamente en la sociedad nacional. Además de los indicadores de desarrollo
humano y social que hablan de la situación extremadamente difícil encarada por los
Mayas, Xincas y Garífunas, éstos se enfrentan a la discriminación racial y étnica
cotidiana, que se manifiesta con actitudes de desprecio y rechazo hacia los indígenas.
Uno de los problemas fundamentales que aquejan a los pueblos indígenas es el relativo
derecho a la tierra. La falta de acceso a la tierra, la falta de resolución de demandas
agrarias, la falta de respeto a los territorios tradicionales, tales como: los bosques
comunales, los desplazamientos forzados de pueblos indígenas resultado de proyectos
de desarrollo económico, y problemas derivados de la pérdida de sus tierras a raíz del
conflicto armado, configuran un panorama de crecientes tensiones sociales.
Hace años fue aprobada la Ley de Idiomas Nacionales, pero no existen aún avances
reales para que los Mayas, Garífunas y Xincas tengan acceso a la legislación y a los
servicios en su idioma materno, a pesar de su vigencia. Esta normativa permite a los
pueblos indígenas el acceso al ordenamiento jurídico del país y qué los servicios de
salud, educación, justicia y seguridad sean proporcionados en los idiomas locales.
En esta ley se establece que el idioma nacional de Guatemala es el español, pero
también el Estado reconoce, promueve y respeta los idiomas de los pueblos Mayas,
Garífuna y Xinka. Es interesante lo que establece el Artículo 3 de la referida ley, que en
la parte conducente estipula “…utilización de los idiomas nacionales, es una condición
fundamental y sustantiva en la estructura del Estado y su funcionamiento, en todos los
niveles de la administración pública deberá tomarlos en cuenta”. En este artículo el
Estado se compromete a respetar y promover estos idiomas, en las funciones de la
administración pública en general, lo cual da a entender que en los órganos
administrativos, debería haber un área o sección específica de atención a las personas
que hablan estos idiomas, que este caso son los Idiomas Mayas, Garífuna y Xinka.