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Hace 33 años comenzaba un hecho histórico, Malvinas abrió una herida profunda en todos los
argentinos y marcó el principio del fin de una etapa. Este enfrentamiento generado dentro de un
contexto de decisiones políticas erróneas e irresponsables, nos pone hoy, ya en democracia, ante
el ineludible compromiso de una revisión histórica, reflexiva y crítica sobre los acontecimientos
que dejaron un triste saldo: más de 649 vidas perdidas y otras tantas destrozadas de jóvenes que
pelearon valientemente por nuestros derechos en aquel pedacito de territorio argentino.
• Himno Nacional:
A los caídos y veteranos nuestro más sincero homenaje y reconocimiento como héroes que
entregaron todo su ser por enarbolar la bandera que proclama que las islas Malvinas son
argentinas.
Realizamos un minuto de silencio por todos aquellos soldados que entregaron sus vidas por
defender nuestra patria.
• Palabras alusivas:
Los veteranos, los caídos y nuestro suelo en Malvinas están en el corazón y en la memoria de
cada ciudadano argentino. Recordar lo sucedido es tenerlos presentes en nuestras memorias y
corazones a esos soldados sabiendo que podemos construir una memoria colectiva digna de cada
pueblo que reafirma su soberanía cada día.
• Marcha de Malvinas:
Con la imagen presente de cada una de aquellas vidas entregadas en defensa de nuestros
territorios, entonamos la Marcha de Malvinas.
• Despedida:
Mucho ha pasado en nuestro país en estos treinta y tres años, el reclamo legítimo sigue en pie, la
herida no cicatriza, la causa “Malvinas” es una cuestión de Estado y el recuerdo y el dolor por
tantas vidas perdidas debe servir para que hoy nuevamente afirmemos: “Nunca más”.
Somos conscientes por todos aquellos jóvenes soldados de nuestra patria que derramaron
su sangre en ese territorio. Pero nunca dejaremos de reclamar lo que nos pertenece, convencidos
desde lo más íntimo de nuestro ser que las islas Malvinas fueron, son y serán argentinas y así
debemos transmitirlo a las nuevas generaciones.
Discurso alusivo:
Acto 2 de abril “Día del veterano y de los caídos en la guerra de Malvinas”
La memoria de lo ocurrido hace 33 años recobra preponderancia cada 2 de abril. Pero debería
estar presente en la cotidianidad de nuestras vidas, sabiendo que es de la única manera que
podemos encender la llama de la esperanza, de la democracia y de la justicia en las nuevas
generaciones. Estas son las que necesariamente deben acercarse a este pasado cercano para
poder ser los verdaderos protagonistas de los cambios, los avances y el crecimiento que vive la
sociedad actual. Dentro de ese crecimiento sabemos que las Islas Malvinas son argentinas, que
nunca renunciaremos a nuestra soberanía y que esta causa nos lleva a luchar por la
autodeterminación de los pueblos sudamericanos a través de todos los mecanismos, que un
gobierno constitucional posee y que establecen que una soberanía está directamente vinculada a
la defensa de los recursos naturales de la región. Frente a este panorama los invito a todos a
generar espacios en los que podamos:
Construir a través del dialogo, evitando mandatos que erradiquen toda clase de
esperanza.
Favorecer encuentros en los que podamos repasar hechos, pudiendo discriminar lo
que no queremos hacer nunca como sociedad.
Fomentar el reconocimiento de personas que tuvieron ideales que hoy nos
permiten vivir en un país democrático.
Tomar conciencia de que somos agentes de cambio cada vez que nos lo
proponemos y siempre a través de vías pacificas.
Sabemos que contamos con ustedes. Es cuestión de intentarlo, trabajando desde el lugar que
ocupemos en nuestra sociedad, con esmero, constancia y buena voluntad.
“Sólo se pierde aquello que se olvida”. Por eso, comprometámonos a no olvidar a nuestras Islas
Malvinas, para que nunca dejen de ser argentinas….