Muy buenas noches tengan todos los presentes, antes que nada quiero agradecer

a todos ustedes por acompañarnos en algo tan importante para la familia Rivero
Bautista.

Hoy me permito compartirles, lo cuán importante es mi pequeña. Abrilita, Cuando

un padre tiene una niña, se la imagina de rosa: en color, en delicadeza y hasta en
vestimenta; sin embargo, con el tiempo uno va aprendiendo que Dios pinta en
colores y formas diferentes a cada hija y a mí me dio la fortuna de tener dos
princesas.

Tú me has demostrado eso, que tienes muchos colores bellos y que llevas dentro
tu propio color. Me has enseñado la construcción de la originalidad en la vida, me
has enseñado a ser papá a ser amigo y sobre todo hija, te pido que me permitas
seguirte guiando en este largo camino, llamado vida.

Hoy, que cumples tus 15 años, quiero darle gracias a Dios, por la vida, y porque
me ha dado la oportunidad de acompañarte, de apoyarte y de mostrarte algunos
caminos. Te confieso que muchas fueron las veces que sentí que este día nunca
llegaría, y mira.
Sé que no puedo vivir la vida por ti, ni me gustaría hacerlo, porque cada ser
humano tiene una misión especial a la cual ha sido llamado.

Sigue siendo noble y buena, sigue responsable con tu vida y con todos los riesgos
que asumas, sigue encontrando muy dentro de ti la intuición, la razón y el sentido
común para vivir.
Escucha siempre a tu corazón y lo que te pide; sigue tus sueños, lucha por todo
aquello que crees; arriésgate, lánzate, y, si es necesario juégate la vida, porque al
final, se debe vivir con valor, con coraje, con pasión.

Sé que no soy un padre perfecto; algunas veces soy un poco acelerado, pero te
quiero agradecer también por aceptarme y amarme así. Quiero que sepas que
mientras Dios me permita la vida, seguiré a tu lado, respetaré tus decisiones y no
te pediré que actúes contra tu voluntad, pero sobre todo quiero que sepas, que
siempre te amaré mi pequeña Abrilonga.
Con amor papá.. Nunca olvides que tu mamá, hermana y yo. Siempre estaremos
para ti..