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Negacionismo Antivacunas:

El negacionismo antivacunas se basa en una serie de dogmas que, a menudo,


carecen de fundamentos científicos sólidos. Estos dogmas son creencias arraigadas
que los antivacunas sostienen, a pesar de la evidencia científica contraria.Algunos
de los dogmas más comunes asociados con el negacionismo antivacunas son:


​ Toxicidad de los Ingredientes: Se argumenta que los ingredientes presentes
en las vacunas, como el timerosal (un conservante que contiene mercurio) o
aluminio, son perjudiciales para la salud. Sin embargo, la cantidad de estos
ingredientes en las vacunas está muy por debajo de los niveles considerados
dañinos, y su seguridad ha sido confirmada por estudios exhaustivos.

​ Capacidad del cuerpo para enfrentar enfermedades naturales: Algunos


antivacunas sostienen que el sistema inmunológico puede manejar las
enfermedades naturales de manera más efectiva que a través de la
vacunación. Esto pasa por alto el riesgo significativo de complicaciones
graves y la propagación de enfermedades prevenibles a través de la
comunidad.

​ Creencia en la inmunidad natural: Se argumenta que la inmunidad natural


adquirida al contraer y recuperarse de una enfermedad es superior a la
inmunidad conferida por las vacunas. Sin embargo, confiar en la inmunidad
natural implica exponerse al riesgo de complicaciones graves y muerte
asociadas con ciertas enfermedades.



​ Falta de confianza en la investigación científica: Algunos antivacunas
desconfían de la investigación científica convencional y afirman que los
estudios que respaldan la seguridad y eficacia de las vacunas están
influenciados por intereses comerciales o gubernamentales.

El negacionismo antivacunas está a menudo asociado con teorías


conspiranoicas o explicaciones alternativas que buscan explicar el fenómeno
de manera diferente a la evidencia científica establecida. Estas teorías suelen
carecer de fundamento científico y son construcciones elaboradas basadas
en la desconfianza hacia las instituciones médicas y
gubernamentales.Algunas de las teorías conspiranoicas más comunes
asociadas con el negacionismo antivacunas son:

​ Control Poblacional y Microchips: Algunas teorías sugieren que las vacunas


son una estrategia para implementar un control poblacional a través de la
inserción de microchips en las personas. Esto implica la creencia de que las
vacunas no solo proporcionan inmunidad, sino que también permiten la
monitorización y control de las personas.

​ Beneficios Económicos para la Industria Farmacéutica: Se argumenta que las


compañías farmacéuticas impulsan la promoción de vacunas para aumentar
sus ganancias. Algunos sugieren que las empresas farmacéuticas suprimen
curas reales para mantener la demanda de vacunas y medicamentos.

​ Supresión de la Verdad sobre Daños de las Vacunas: Algunas teorías


sostienen que hay una conspiración para ocultar información sobre los
supuestos daños causados por las vacunas. Se afirma que los informes de
efectos secundarios son subestimados o ignorados por las autoridades
sanitarias.
​ Vínculo entre Vacunas y Enfermedades Crónicas: Otra teoría sugiere que las
vacunas están vinculadas a una variedad de enfermedades crónicas, desde
trastornos neurológicos hasta enfermedades autoinmunes. Esta idea carece
de respaldo científico y se basa en la asociación no causal de eventos.

​ Incentivos Gubernamentales y Corporativos: Algunos antivacunas


argumentan que los gobiernos y las corporaciones ofrecen incentivos
financieros para impulsar la vacunación, lo que lleva a la creación de políticas
de vacunación obligatoria con motivos económicos más que de salud
pública.

La postura negacionista antivacunas a menudo está vinculada a diversos intereses


ideológicos que pueden influir en la adopción de esta perspectiva. Estos intereses
ideológicos pueden variar según el individuo o grupo, pero algunos de los elementos
comunes incluyen:

​ Desconfianza en las Instituciones Médicas y Gubernamentales: Una de las


bases ideológicas más prominentes en el negacionismo antivacunas es la
desconfianza en las instituciones médicas y gubernamentales. Algunas
personas que adoptan esta postura pueden tener una visión general de
desconfianza hacia las autoridades de salud, creyendo que estas entidades
ocultan información o actúan en contra de los intereses del público.

​ Individualismo y Autonomía Personal: Algunas personas antivacunas valoran


el individualismo y la autonomía personal sobre las intervenciones médicas.
Argumentan que tienen el derecho a tomar decisiones sobre su propia salud y
la de sus hijos sin intervención externa, incluso cuando esto puede tener
implicaciones para la salud pública.

​ Creencias en la Medicina Alternativa: Algunos negacionistas antivacunas


pueden tener una afinidad por la medicina alternativa y desconfiar de los
métodos de la medicina convencional. Creen en enfoques naturales para la
salud y a menudo eligen alternativas a las vacunas, como medidas dietéticas
o suplementos, basándose en creencias no respaldadas por evidencia
científica sólida.

​ Escepticismo Científico Selectivo: Algunas personas adoptan una postura


antivacunas como parte de un escepticismo científico selectivo,
desconfiando selectivamente de la evidencia científica que respalda la
seguridad y eficacia de las vacunas mientras aceptan información no
respaldada por la comunidad científica

Los argumentos anti vacunas a menudo involucran falacias y distorsiones de


la realidad. Estas estrategias retóricas pueden ser engañosas y contribuir a la
difusión de información errónea.

Falacia de la causalidad no probada: Se establece una conexión causal entre


la vacunación y ciertos eventos negativos, como trastornos del espectro
autista, sin evidencia científica que respalde tal conexión. Por ejemplo,
argumentar que "mi hijo fue vacunado y luego desarrolló autismo, por lo tanto,
la vacuna causó el autismo".

​ Generalización Exagerada: Extrapolan eventos individuales o casos raros para


generalizar y afirmar que todos los vacunados experimentarán efectos
negativos similares. Este tipo de argumento ignora la vasta mayoría de casos
en los que las vacunas son seguras y efectivas.

​ Argumento de la Naturaleza Natural: Sostener que las enfermedades


naturales son preferibles a las vacunas porque son "naturales" y que la
inmunidad adquirida naturalmente es más segura que la inmunidad inducida
por vacunas.

​ Falacia de la Composición: Argumentan que, dado que algunos componentes
individuales de las vacunas pueden ser dañinos en grandes cantidades, toda
la vacuna es peligrosa. Esta falacia no tiene en cuenta las dosis seguras y los
estándares de seguridad.

​ Argumento Ad Populum: Afirmar que, debido a la popularidad de la creencia


antivacunas en ciertos círculos, debe ser verdadera. La verdad no se
determina por la cantidad de personas que la creen.

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