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PÉRDIDA DE

BIODIVERSIDAD
·Contaminación: El agua es un recurso básico para vivir. Primero, porque la
necesitamos en nuestro día a día y, además, porque allí vive una gran parte de
los ecosistemas del planeta. De esos ecosistemas acuáticos dependen nuestra
comida, el equilibrio climático e incluso el oxígeno que respiramos. Y es que la
mayor parte del oxígeno no viene de los bosques, como a veces se dice, sino de
los océanos. Concretamente, de la fotosíntesis de especies que viven en el mar.
Como pueden ser desechos de producción industrial, plásticos y basura. O
el problema de los microplásticos.. Debemos disminuir el plástico (especialmente
de un solo uso) para reducir los desechos que acaban en el mar. Lo primero sería
eliminar el que ya está en el agua. Ahora mismo ninguna solución que tenemos
ahora es 100% efectiva, pero se están estudiando nuevos métodos como
bacterias que se alimenten de plásticos.

·Especies invasoras: En este caso tenemos la avispa asiática. Estas avispas de


esta especie tienen un ecosistema determinado. Este varía según las
temperaturas y el tipo de clima, siendo perfectas las zonas costeras, donde las
temperaturas medias anuales son suaves debido a su cercanía al mar. Cada
avispa asiática puede capturar entre 25-50 abejas al día, a las que mata con un
golpe de mandíbula, para después descuartizarlas y llevarlas a su nido para
alimentar a sus larvas. Y eso es peligroso porque las abejas ayudan a realizar la
fotosíntesis y es fundamental para la vida en nuestro planeta. Por eso es
necesario que se tomen medidas de control cuanto antes para así disminuir los
riesgos de esta plaga.
·Deforestación: La deforestación es la talación de los árboles por que los
humanos necesitan un material determinado. Un ejemplo es el del bambú y eso
no afecta solo a las atmósfera sino también a los pandas. Que ahora mismo están
en peligro de extinción porque su hábitat ha sido reducido a causa de la
deforestación

·Sobreexplotación de recursos: El planeta ha puesto a nuestra disposición


muchísimos recursos naturales para que podamos vivir bien, disfrutar de
nuestras necesidades y desarrollarnos como personas.
Pero hay un problema. La mayoría de estos recursos son limitados y si no
hacemos un uso responsable de ellos, las generaciones que están por venir,
se encontrarán con una situación bastante complicada. La explotación de
los recursos naturales está provocando la degradación del planeta. Cambiar
la marcha, depende de nosotros. Por ejemplo, serían recursos naturales
estos dos tipos:

● Renovables: la radiación solar, el viento, la madera, el agua, el calor


interno del planeta…
● No renovables: los minerales, los metales, el gas natural, los
combustibles fósiles, los acuíferos…

Lo realmente preocupante de todo este asunto, es la explotación de los


recursos naturales no renovables. Porque una vez que se agoten, no
podremos disfrutar más de ellos. Habrá que buscar alternativas para
continuar con nuestro estilo de vida.Si todos pusiéramos algo de nuestra
parte, quizás la situación sería otra. Pero si continuamos haciendo un uso
irresponsable de los mismos, va siendo hora de que vayamos buscando
nuevas fuentes de energía y recursos capaces de sustituir a estos.

Por suerte, se está empezando a apostar por los recursos que sí son
renovables, aunque todavía queda mucho para que esto suceda. Esta es la
principal solución que se presenta para aliviar el problema de la
sobreexplotación, pero es cierto que es un tema que requiere de consciencia
por parte de todos.

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