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¿Un agujero negro en nuestra galaxia?

En la mañana del jueves 12 de mayo, a las 10:48 am, la alegría y satisfacción


desbordaba en el Centro Espacial Kennedy después del resultado que arrojó el
satélite Chandra. Los científicos se mostraban satisfechos con el producto de la
investigación de un arduo trabajo; por fin, después de varias décadas que
parecían durar siglos, lograron capturar una fotografía de Sagitario A*, el agujero
negro que habita el centro de nuestra galaxia.

Podemos hablar de cosas grandes, gigantes, enormes, voluminosas, y luego


está el formidable tamaño de Sagitario A*, un agujero negro supermasivo con
una masa aproximada de 4.000.000 de soles. De ahí que Albert Einstein fue
quien imaginó por primera vez la existencia de este misterioso fenómeno
astrofísico, puesto que la curvatura del espacio-tiempo que la descomunal masa
de este cuerpo causaba, encajaba perfectamente con su teoría de la relatividad
general. Posteriormente, en los años 70, el científico Stephen Hawking tomó
como base los estudios de Einstein para lograr una descripción de la evolución
de los agujeros negros desde la física cuántica, y fue así como logró determinar
la ecuación de tan espeluznantes cuerpos, empero no tan espeluznantes como
lo es la constante expansión del universo. Tiempo después, a finales del siglo
pasado, los científicos del Instituto Max Planck obtuvieron otra importante
evidencia afirmando la existencia de estos misteriosos cuerpos; esto fue gracias
al estudio del movimiento de las estrellas cercanas al centro de la Vía Láctea: no
solo se detectaron velocidades extremas, sino que también hallaron que la
velocidad de las estrellas aumentaba a medida que estas se acercaban al centro
de la galaxia, lo que dió a saber que se encontraban bajo la influencia de un
campo gravitacional muy pero muy intenso.

Aún contando con todos estos estudios e investigaciones, Feryal Özel, profesora
de astronomía y física indicó que: "hasta ahora, no teníamos una imagen que
confirmara que Sagitario A* es un agujero negro.” Por consiguiente, varios
grupos de astrónomos se reunieron para captar una muestra fotográfica de
aquel misterioso agujero negro, y fue así, con la ayuda de una red de ocho radio
telescopios puestos en varios puntos del mundo, cómo se logró capturar la
primera imagen de Sagitario A* .
Este logro, no sólo sobresaltó a la comunidad científica, sino también a los
apasionados por la astronomía quienes llevaban casi cuatro décadas esperando
como calaveras para ver la imagen del supuesto “agujero negro” que habitaba
en el centro de la Vía Láctea.

“Estas observaciones sin precedentes representan un gran paso adelante en


nuestro conocimiento de lo que ocurre en el centro mismo de nuestra galaxia, y
ofrecen nueva información sobre cómo estos agujeros negros gigantes
interactúan con su entorno.” declaró el científico Geoff Bower.

Según los datos expuestos, podemos decir que todavía la humanidad sigue en
un proceso de búsqueda e investigación sobre qué es lo que en realidad alberga
el universo. Es por eso que resulta fundamental continuar buscando la respuesta
a los más problemáticos enigmas que se han presentado a lo largo de la historia
de la humanidad.

Rosario Mejía, Ana Sofía Mosquera.

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