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TAMAULIPAS
DERECHO MERCANTIL
PROYECTO
“RUBOR EN CREMA”
BAEZ MEZA JESUS EDUARDO
RODRIGUEZ GARCIA MARIA
ADRIANA
VICENCIO RODRIGUEZ JOSHUA
1..- Planteamiento del problema
Hasta hace no muchos años, lo más común era toparnos en el mercado con una muy
amplia variedad de rubores con una gran paleta de colores y tonalidades, pero siempre
en polvos compactos, lo que por consiguiente ocasionaba que la obtención de un
producto que brindara el mismo beneficio para una piel seca era ciertamente
complicada.
Al paso de algún tiempo los rubores en crema han tomado mayor popularidad, debido a
que en su fórmula se encuentran variedades de humectantes, aceites y esencias que
ayudan a las pieles resecas a lucir humectadas, saludables y con un brillo natural, y es
que en variadas ocasiones una dermis que presenta sequedad es causa de exposición
excesiva a climas fríos o calurosos pero secos en su mayoría, también influye la edad,
agentes ambientales y externos así como una mala alimentación o falta de
hidratación, lo que da como consecuencia poros cerrados, poca elasticidad,
descamación, enrojecimiento, irritaciones, aspereza, rigidez, picazón y grietas que
podrían incluso sangrar.
Es conocido que los humectantes que los coloretes contienen actúan sobre la piel
seca al dejar ser aplicados en la zona, y aunque estos productos en crema o pomada,
cuentan con variedad de ventajas como su fácil aplicación, larga duración y aspecto
natural, igualmente cuentan con algunos inconvenientes para los consumidores, y es
que si la piel de quien usa el producto es propensa a crear manchas, este producto no
sería indicado para la persona en cuestión debido a que algunas marcas comerciales
suelen agregar componentes que dañan o irritan dependiendo de la sensibilidad de la
dermis, por otro lado, debido a la textura, es un complemento que muchas veces pasa
desapercibido al considerar que sus pigmentos son muy tenues. Por último, hay
quienes optan por buscar una opción más natural y ecológica, ya que es bien conocido
que las empresas comerciales, en su mayor parte usan fórmulas químicas que si bien
no llegan a ser dañinas en exceso para el rostro, no consideran que sean la mejor
opción.
1.2.- Objetivo del problema
Los cosméticos decorativos se usaron activamente en el antiguo Egipto hace casi 5.000
años. Durante las excavaciones de las tumbas, los arqueólogos encontraron frascos
con varios aceites y pinturas. También encontraron la primera receta cosmética del
mundo: estaba escrita en un pequeño trozo de papiro, que supuestamente tiene
1.500 años.
Los egipcios cuidaban cuidadosamente su piel: la trataron con aceites mezclados con
incienso. La cara se destacó con cal y se aplicó rubor a partir de pitalos de flores en
las mejillas. Fueron los egipcios los primeros en la historia de la
humanidad que
comenzaron a fallarles la vista con pintura negra, preparada a base de antimonio. En el
antiguo Egipto, adoraban a los gatos y soñaban con tener un aspecto fatal de "gato".
También se preparó un delineador verde de malaquita para los ojos, y se hizo una
especie de esmalte de uñas.
En la piel se untaba con un preparado ocre y amarillo que proporcionaba un reflejo
dorado, las mejillas se realzaban con ocre rojo. Es el primer colorete (blush) de la
historia.
El maquillaje existe desde hace siglos. Victor García, presidente de la SEMCC (Sociedad
Española de Medicina y Cirugía Cosmética) afirma que “el ser humano desde siempre
ha querido mejorar su aspecto, y para ello se ha sometido a procedimientos más o
menos intervencionistas sobre su cara y cuerpo con el fin de conseguir una estítica lo
más acorde p o s i b l e c o n los cánones de belleza vigentes en
cada momento.
La palidez sin embargo hizo furor durante la Edad Media, y no era muy infrecuente
que las mujeres acudiesen a sangrías para conseguir una blancura inmaculada en el
rostro.
Esta tendencia cambió de signo a partir de los siglos XVII y XVIII. Durante estos años
las mujeres campesinas que desarrollaban su vida al aire libre gozaban de un aspecto
saludable que se manifestaba sobre todo en unos carrillos tersos y rojos similares a
las manzanas.
Sin embargo, las mujeres que hacían la vida en los salones, aprendiendo a bordar y a
tocar el piano, presentaban rostros macilentos y descoloridos que les daban un
aspecto enfermizo. El colorete fue el remedio a todos los males de las más
sofisticadas.
La forma de aplicación del colorete variaba en función del país, no obstante, siempre
tendía a la exageración. En Francia, las damas de la corte de Versalles pusieron de
moda aplicarlo formando grandes círculos debajo de los ojos. En España además de en
el rostro se aplicaba en los hombros y el cuello.
Este colorete se usaba utilizando varias capas de polvo por encima de una cara
blanqueada (a base de harina y de beber vinagre). Se calcula que para 1780, la
cantidad de los frascos de polvos de colorete utilizados en Francia al año era de
dos millones.
Las mujeres más pobres que no podían costearse los frascos se tenían las mejillas
utilizando vino, aunque eso no fuese muy adecuado por su posición.
El colorete podía tener algunas connotaciones. Cuando era muy intenso se usaba para
llamar la atención y parecer descarada, cuando desaparecía un fracaso amoroso había
ocurrido.
El principio del siglo XX vuelve a estar marcado por la presencia de la palidez, los
polvos de arroz, y demás técnicas para conseguir un cutis distinguido, sin embargo
el reino de lo níveo alcanzará su ocaso a finales de los cincuenta. Durante esta ipoca
el colorete aparece de forma más o menos vistosa durante los locos años veinte
del Charlestón y la ley seca (donde el maquillaje de las mejillas es redondeado y
mínimo), y en esas mujeres voluptuosas de los años cuarenta.
Para la década del ’90, la paleta había evolucionado y se encontraban colores bronce,
durazno, fucsias y morados. Básicamente, cada mujer podía encontrar uno para su
tono natural de piel y no atarse a la moda del rosa, rojo o marrón.
Hoy en día, colorete es un tirmino que se utiliza para identificar principalmente el rubor
de cualquier color, incluidos: marrón, rosa, rojo y naranja. No se usa comúnmente
para
identificar el lápiz labial, sin embargo, algunos pueden usar el tirmino para referirse al
color rojo del producto.
Por otro lado, las cremas tienen sus primeros registros hace 10.000 años, cuando la
gente se untaban grasa animal en sí mismos para mantener la piel flexible. Muchas
tribus nativas americanas también utilizan las grasas animales de las bestias que
habían sacrificado para ayudar a mantener el calor y como decoración.
Las mujeres en Amirica Latina han utilizado aguacate para hidratarse desde tiempos
precolombinos, mientras que las personas en Brasil y África han utilizado durante
mucho tiempo el aceite de palma.
Para alrededor del 200 a. C., en roma el médico Galeno desarrolló por primera vez una
crema para la piel, que era una mezcla de cera de abejas con aceite de rosas y agua.
Durante los siglos posteriores se continuó usando esa receta a la que se le agregaban
otros ingredientes para modificar el aroma y sus propiedades, como la jalea de
petróleo y aceites minerales.
Los productos precursores de la crema facial moderna llegaron con el siglo XX,
cuando en 1900 Hinds lanzó al mercado la primera pomada a base de almendras, que
se popularizó en 1930 cuando la industria cosmitica se fue al alza.
Fue durante el año de 1920 donde nacieron y se popularizaron los rubores en crema
debido a que estos ayudaban a las pieles secas.
Para inicios de la dicada 1960 se produjo la que sería la primera crema facial por el
químico Max Huber, que había sufrido un accidente en su laboratorio que le causaron
quemaduras severas en el rostro y parte del cuerpo.
La Crime de La Mer, como la bautizó, contenía nuevos ingredientes, entre ellos algas
marinas, calcio, magnesio, potasio, hierro, lecitina, vitaminas (C, E y B12), aceites
cítricos, eucalipto, germen de trigo, alfalfa y girasol; que despuis de ser aplicada por
algunas semanas le dieron una textura lisa y suave a la piel, reduciendo la visibilidad
de las cicatrices producidas por su accidente.
Para su creación Huber utilizó una técnica llamada biofermentación, que sometía a los
ingredientes a una fermentación a bajas temperaturas usando luz y sonido como
fuentes de energía, este proceso duraba cuatro meses.
De esta manera los ingredientes potenciaban sus activos y cualidades regenerativas.
antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas.
La industria cosmética utilizó la receta y técnica de Huber para crear una amplia
gama de productos para la protección, el cuidado y la regeneración de la piel
Para la dicada del ’90, la paleta había evolucionado y se encontraban colores bronce,
durazno, fucsias y morados. Básicamente, cada mujer podía encontrar uno para su
tono natural de piel y no atarse a la moda del rosa, rojo o marrón.
Un maquillaje no está completo sin el colorete, que hoy en día se conoce como
"blush". De igual forma que los ojos y los labios, los pómulos tienen mucho que ganar
si son maquillados con el toque luminoso del "blush". Modulable hasta el infinito,
según su color y su textura, el colorete proporciona el toque final de buen aspecto y de
tez fresca tanto a un discreto "look nude", como a un elaborado maquillaje de fiesta
La idea de este anteproyecto surgió cuando nos dimos cuenta que había personas que
deseaban un tipo de rubor el cual fuera natural; además de ser beneficiosa para la piel
seca, por lo cual principalmente elaborado a base de la flor de jamaica aprovechando
su pigmento rojizo y presentándolo en forma de crema.
3. Aspectos administrativos.
3.1 Recursos necesarios.
● Flor de jamaica $155 el kilo
● 2 probetas de 250 ml
● Vaso de precipitado de 250 ml
● Cera de abeja $300 el kilo
● Glicerina $27.70 medio litro
● Espátula $15 por unidad
● Agua
● Recipiente de 5 gramos $10 cada uno
● Mano de obra $800 por cuatro personas al día
3.2 Precio por unidad.
Tomando como base el costo de la materia prima, los materiales, el envase, el
consumo de agua y la mano de obra decidimos discutir un precio del cual
pudiéramos recuperar la inversión además de obtener cierta ganancia económica a
largo de cierto lapso de tiempo.
Gastos generados en la producción de una unidad de nuestro producto:
● Flor de jamaica $15.50 por 100gr
● Cera de abeja $17.79 por 59.30gr (4 cucharadas)
● Glicerina $2 por 18.97gr (1 cucharada)
● Agua (Variable)
● Recipiente $10
● Mano de obra $100
Total: $145.29
En base a la cifra de gastos por unidad establecida, se planteó un precio por unidad
que nos genere una ganancia del 40%, el cual da un total de: $203.40
Lo que genera $58.11 de ganancia por unidad producida y vendida.
El precio final debido a los recursos necesarios, sobrepasó el precio preferencial
establecido por los encuestados ($150).
5.- Direcciones Electrónicas
● https://filiasocial.com/general/breve-historia-del-rubor-facial/
● https://www.workshopexperience.com/colorete-origen-tendencias/
● http://agcosmeticanatural.com/crema-facial-a-traves-la-
historia/ :~:text=Si%20bien%20no%20eran%20cremas,Para%20el%20a%C3%B1o%201
000%20a.&text=C.%2C%20en%20roma%20el%20medico,aceite%20de%20rosas%20y%
20agua
● https://es.qaz.wiki/wiki/Rouge_(cosmetics)'%3ERouge