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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE

TAMAULIPAS
DERECHO MERCANTIL
PROYECTO
“RUBOR EN CREMA”
BAEZ MEZA JESUS EDUARDO
RODRIGUEZ GARCIA MARIA
ADRIANA
VICENCIO RODRIGUEZ JOSHUA
1..- Planteamiento del problema

El problema específico con la piel que presenta sequedad en el ámbito de los


cosméticos es que, encontrar complementos de maquillaje que se adapten a esta clase
de piel, suele convertirse en una tarea un tanto dificultosa, debido a que muchos de
ellos suelen encontrarse en polvo, y con fórmulas poco favorables, que podrían
ocasionar todavía más dificultades en la piel, prueba de ello, es el producto
conocido como rubor o colorete.

Hasta hace no muchos años, lo más común era toparnos en el mercado con una muy
amplia variedad de rubores con una gran paleta de colores y tonalidades, pero siempre
en polvos compactos, lo que por consiguiente ocasionaba que la obtención de un
producto que brindara el mismo beneficio para una piel seca era ciertamente
complicada.

La industria de los cosméticos, se encuentra en constante evolución pues busca


brindar a la población productos que los ayuden a alcanzar estándares de belleza y
apariencia que los mismos han colocado con ayuda del maquillaje, aunque la
cosmética también abarca el ámbito de la higiene, aseo y cuidado personal, es una
palabra e industria que es mayormente relacionada a la región del maquillaje para
embellecer el rostro y cuerpo, es por ello que las empresas encargadas de elaborar y
comercializar estos productos están frecuentemente buscando las soluciones a
problemáticas como la que se presenta en este proyecto: las pieles secas y el rubor
indicado para las personas que poseen este clase de piel.

Al paso de algún tiempo los rubores en crema han tomado mayor popularidad, debido a
que en su fórmula se encuentran variedades de humectantes, aceites y esencias que
ayudan a las pieles resecas a lucir humectadas, saludables y con un brillo natural, y es
que en variadas ocasiones una dermis que presenta sequedad es causa de exposición
excesiva a climas fríos o calurosos pero secos en su mayoría, también influye la edad,
agentes ambientales y externos así como una mala alimentación o falta de
hidratación, lo que da como consecuencia poros cerrados, poca elasticidad,
descamación, enrojecimiento, irritaciones, aspereza, rigidez, picazón y grietas que
podrían incluso sangrar.

Es conocido que los humectantes que los coloretes contienen actúan sobre la piel
seca al dejar ser aplicados en la zona, y aunque estos productos en crema o pomada,
cuentan con variedad de ventajas como su fácil aplicación, larga duración y aspecto
natural, igualmente cuentan con algunos inconvenientes para los consumidores, y es
que si la piel de quien usa el producto es propensa a crear manchas, este producto no
sería indicado para la persona en cuestión debido a que algunas marcas comerciales
suelen agregar componentes que dañan o irritan dependiendo de la sensibilidad de la
dermis, por otro lado, debido a la textura, es un complemento que muchas veces pasa
desapercibido al considerar que sus pigmentos son muy tenues. Por último, hay
quienes optan por buscar una opción más natural y ecológica, ya que es bien conocido
que las empresas comerciales, en su mayor parte usan fórmulas químicas que si bien
no llegan a ser dañinas en exceso para el rostro, no consideran que sean la mejor
opción.
1.2.- Objetivo del problema

El objetivo principal de este anteproyecto es dar a conocer un nuevo producto capaz de


realzar la belleza del usuario, especialmente adultos jóvenes que poseen una piel
seca o mixta y que desean una alternativa natural, de manera innovadora y al mismo
tiempo imponer un nuevo modo de uso de esta clase de productos que se encuentran
en el mercado en forma de polvos dando así una nueva manera de aplicación y además
eco amigable con el medio ambiente usando como materia prima la Jamaica.
1.3.- Justificación de la investigación
Los objetivos que deseamos conseguir con nuestro producto son: Ofrecer una
a l t e r n a t i v a de bajo costo y accesible para jóvenes, además de proporcionar una
opción humectante, adecuada para pieles secas o pieles mixtas para evitar
resequedades y otros problemas ocasionados por este tipo de piel.
Además de ser un producto innovador y adecuado para las personas que desean
opciones naturales ya que nuestra materia prima es la flor de jamaica, la cual
usaremos como pigmento natural.
En el ámbito de la cosmetología y su mercado, si bien la tendencia en este momento
es el uso de materias primas naturales y se muestran tutoriales en internet para
producirlos de forma casera, en realidad nunca se ha comercializado de manera
formal este tipo de productos que son útiles y accesibles, de esta manera, creemos
que si iniciamos con algo tan útil e incluso multifuncional como lo es un rubor en
crema junto a una materia prima de fácil acceso que muchos conocen, podríamos
impulsar a más marcas a comercializar este tipo de productos accesibles pero que
nunca son puestos en el mercado por grandes marcas.
Consideramos, de forma resumida, que es congruente e incluso provechoso el gastar
recursos en el desarrollo y producción de este producto, tanto como para el
público y los potenciales compradores como para las compañías productoras de
cosméticos ya que impulsaría el mercado de productos cosméticos de esta
naturaleza, dándole al público mayor acceso a estos y a las compañías y empresas les
generaría ganancias y mejores ventas debido a la popularidad de este tipo de
productos de belleza.

2.- Marco Referencial


2.1.- Antecedentes
Se han encontrado coloretes desde los tiempos de los romanos, que usaban tiza para
blanquear la piel y pigmento rosáceo para aplicar a las mejillas.

Los cosméticos decorativos se usaron activamente en el antiguo Egipto hace casi 5.000
años. Durante las excavaciones de las tumbas, los arqueólogos encontraron frascos
con varios aceites y pinturas. También encontraron la primera receta cosmética del
mundo: estaba escrita en un pequeño trozo de papiro, que supuestamente tiene
1.500 años.

En el Antiguo Egipto, el maquillaje para el rostro, estaba inicialmente reservado para


los sacerdotes en las ceremonias festivas y los ritos funerarios, antes de
generalizarse su uso entre las mujeres.

Los egipcios cuidaban cuidadosamente su piel: la trataron con aceites mezclados con
incienso. La cara se destacó con cal y se aplicó rubor a partir de pitalos de flores en
las mejillas. Fueron los egipcios los primeros en la historia de la
humanidad que
comenzaron a fallarles la vista con pintura negra, preparada a base de antimonio. En el
antiguo Egipto, adoraban a los gatos y soñaban con tener un aspecto fatal de "gato".
También se preparó un delineador verde de malaquita para los ojos, y se hizo una
especie de esmalte de uñas.
En la piel se untaba con un preparado ocre y amarillo que proporcionaba un reflejo
dorado, las mejillas se realzaban con ocre rojo. Es el primer colorete (blush) de la
historia.

El maquillaje existe desde hace siglos. Victor García, presidente de la SEMCC (Sociedad
Española de Medicina y Cirugía Cosmética) afirma que “el ser humano desde siempre
ha querido mejorar su aspecto, y para ello se ha sometido a procedimientos más o
menos intervencionistas sobre su cara y cuerpo con el fin de conseguir una estítica lo
más acorde p o s i b l e c o n los cánones de belleza vigentes en
cada momento.

El origen del colorete, como el de otros muchos productos cosméticos, lo encontramos


e n el Antiguo Egipto.
Las mujeres egipcias solían mezclar semillas, ocre rojo y extractos de diferentes
frutos para crear una pasta que luego utilizaban para colorear sus labios y sus
mejillas. Se han encontrado restos de productos cosméticos de diferentes calidades en
las tumbas egipcias, por lo que podemos deducir que maquillarse era un hábito que se
daba en todas las clases sociales.

En la sociedad grecorromana aparecieron los primeros “kosmetis” o personas que se


dedicaban profesionalmente a la belleza. Son los antecesores de los maquilladores
de la actualidad. En esta época era símbolo de buena salud llevar los pómulos en
colores rojos muy fuertes. También aquí encontramos diferencias entre clases
sociales; las mujeres patricias más adineradas utilizaban productos como alheña o
cinabrio, mientras que las mujeres pertenecientes a la plebe aprovechaban los posos
del vino para dar color a sus mejillas.
En Grecia, durante la Antigüedad, las mujeres se enrojecían los pómulos con raíz de
orcaneta o con zumo de mora.
Con el inicio de la Edad Media surgió la moda de los rostros pálidos que perdurará
prácticamente hasta el siglo XX. Los rostros de porcelana eran símbolo de poder
económico, por lo que las mujeres no dudaban en blanquear su tez. El colorete sin
embargo prácticamente desapareció hasta el reinado de Luís IV en
Francia.

La palidez sin embargo hizo furor durante la Edad Media, y no era muy infrecuente
que las mujeres acudiesen a sangrías para conseguir una blancura inmaculada en el
rostro.

Con el Renacimiento, volvió el auge del maquillaje, aunque el llevar la piel


completamente blanca, gracias al polvo de arroz, seguía siendo la tendencia de
fondo. La novedad es que la blancura ya no tenía que ser extrema: se utilizaba el khol
para los ojos y se aplicaba un colorete suave en las mejillas.
Comenzó la moda de teñir el pelo de rubio que venía de Italia. Con todo, no había que
pasarse: los productos de cosmética, perfumes y maquillajes se usaban para esconder
malos olores y suciedad. Cargar el maquillaje demasiado era algo que se hacía sólo si
había que esconder enfermedades

En el siglo XVII, durante el reinado de Luis XIV, el colorete se convirtió en el símbolo


del amor y de la emancipación, pero también del adulterio, del impudor. La cara se
cubría de blanco, que evocaba la virginidad y que daba la ilusión de pureza. El rojo era
la marca del poder aristocrático.

Esta tendencia cambió de signo a partir de los siglos XVII y XVIII. Durante estos años
las mujeres campesinas que desarrollaban su vida al aire libre gozaban de un aspecto
saludable que se manifestaba sobre todo en unos carrillos tersos y rojos similares a
las manzanas.
Sin embargo, las mujeres que hacían la vida en los salones, aprendiendo a bordar y a
tocar el piano, presentaban rostros macilentos y descoloridos que les daban un
aspecto enfermizo. El colorete fue el remedio a todos los males de las más
sofisticadas.

Durante el Barroco en España se comercializaba el “Color de Granada”, que se vendía


en hojas de papel y se conservaba en las denominadas “salserillas”, recipientes
pequeños y con poco fondo.
En Francia el colorete se vendía seco o líquido, y para su fabricación se utilizaban
componentes químicos nocivos para la salud, como el plomo o el mercurio. A pesar de
provocar fuertes dolores de cabeza y problemas en la vista y en la piel, se calcula
que las mujeres francesas compraban alrededor de dos millones de coloretes al
año.

La forma de aplicación del colorete variaba en función del país, no obstante, siempre
tendía a la exageración. En Francia, las damas de la corte de Versalles pusieron de
moda aplicarlo formando grandes círculos debajo de los ojos. En España además de en
el rostro se aplicaba en los hombros y el cuello.

En el siglo XVIII en Francia el colorete era un elemento imprescindible de la vida social


tanto para hombres como para mujeres ya que además de proporcionar por sí solo un
aspecto saludable, servía para reavivar el cutis, realzar los rasgos y esculpir el rostro,
aunque se utilizaba de forma exagerada.

Este colorete se usaba utilizando varias capas de polvo por encima de una cara
blanqueada (a base de harina y de beber vinagre). Se calcula que para 1780, la
cantidad de los frascos de polvos de colorete utilizados en Francia al año era de
dos millones.
Las mujeres más pobres que no podían costearse los frascos se tenían las mejillas
utilizando vino, aunque eso no fuese muy adecuado por su posición.
El colorete podía tener algunas connotaciones. Cuando era muy intenso se usaba para
llamar la atención y parecer descarada, cuando desaparecía un fracaso amoroso había
ocurrido.

El principio del siglo XX vuelve a estar marcado por la presencia de la palidez, los
polvos de arroz, y demás técnicas para conseguir un cutis distinguido, sin embargo
el reino de lo níveo alcanzará su ocaso a finales de los cincuenta. Durante esta ipoca
el colorete aparece de forma más o menos vistosa durante los locos años veinte
del Charlestón y la ley seca (donde el maquillaje de las mejillas es redondeado y
mínimo), y en esas mujeres voluptuosas de los años cuarenta.

Tras la Segunda Guerra Mundial, la eterna tendencia de la piel pálida finalmente


terminó. La búsqueda del moreno se convirtió prácticamente en una obsesión. Se
abandonaron los tonos rosados y melocotón para pasar a los tierras y dorados.
Una vez más, el uso del colorete disminuyó como consecuencia del uso de los polvos
bronceadores. Las mujeres comenzaron a tomar el sol compulsivamente, lo que
provocó en nuestro país un aumento de la incidencia del cáncer de piel en un 38%.

En la década de los sesenta, coincidiendo con el movimiento de liberación sexual se


experimenta con otros tonos faciales, los ojos se agrandan… recordemos a la famosa
modelo Twigy. Durante los ochenta se fortalecen los pigmentos el maquillaje
evolucionó dando preferencia a los tonos fuertes.
En 1950, se popularizaron los colores tierra, que lograban darle un marco intenso a la
cara. Más tarde, se suavizó todo el maquillaje: para 1980 la tendencia eran los tonos
suaves y sutiles.

Para la década del ’90, la paleta había evolucionado y se encontraban colores bronce,
durazno, fucsias y morados. Básicamente, cada mujer podía encontrar uno para su
tono natural de piel y no atarse a la moda del rosa, rojo o marrón.

El colorete moderno generalmente consiste en un polvo a base de talco de color


rojo que se aplica con un pincel en las mejillas para acentuar la estructura ósea. El
colorante suele ser pitalos de cártamo o una solución de carmín en hidróxido de
amonio y agua de rosas perfumada con aceite de rosa. Una variante del colorete a
base de crema es la schnouda, una mezcla incolora de Alloxan con crema fría, que
tambiin colorea la piel de rojo.

Hoy en día, colorete es un tirmino que se utiliza para identificar principalmente el rubor
de cualquier color, incluidos: marrón, rosa, rojo y naranja. No se usa comúnmente
para
identificar el lápiz labial, sin embargo, algunos pueden usar el tirmino para referirse al
color rojo del producto.

Cuando la tendencia de moda de combinar los lápices labiales con el esmalte de


uñas se afianzó y la gama de colores del lápiz labial aumentó, la gente dejó de usar el
término para identificar el color de los labios. La gama de tonos para el rubor en
general permaneció limitada, manteniendo el nombre colorete. Actualmente, el rubor
viene en forma de crema, líquido, polvo o gel.

Por otro lado, las cremas tienen sus primeros registros hace 10.000 años, cuando la
gente se untaban grasa animal en sí mismos para mantener la piel flexible. Muchas
tribus nativas americanas también utilizan las grasas animales de las bestias que
habían sacrificado para ayudar a mantener el calor y como decoración.
Las mujeres en Amirica Latina han utilizado aguacate para hidratarse desde tiempos
precolombinos, mientras que las personas en Brasil y África han utilizado durante
mucho tiempo el aceite de palma.

En la época de la cultura egipcia, aproximadamente en el 3000 a. C., donde los


trabajadores y la clase alta utilizaban aceites de sisamo y ricino para humectar la piel,
hacerla más flexible y suave. Si bien no eran cremas, fueron los antecedentes de los
productos cosméticos para el cuidado facial.

Para el año 1000 a. C. (aproximadamente), los griegos comenzaron a utilizar aceite de


oliva y miel para hidratar la piel y tratar arrugas al mezclarlos con leche. Un par
de siglos más tarde fueron los romanos los que comenzaron a incluir ciertas hierbas
en la mezcla de aceites, al igual que óleos naturales. De entre los comunes
encontramos las rosas, el jazmín y el limón. Éstos fueron los primeros
antecedentes de las cremas.

Para alrededor del 200 a. C., en roma el médico Galeno desarrolló por primera vez una
crema para la piel, que era una mezcla de cera de abejas con aceite de rosas y agua.
Durante los siglos posteriores se continuó usando esa receta a la que se le agregaban
otros ingredientes para modificar el aroma y sus propiedades, como la jalea de
petróleo y aceites minerales.

Los productos precursores de la crema facial moderna llegaron con el siglo XX,
cuando en 1900 Hinds lanzó al mercado la primera pomada a base de almendras, que
se popularizó en 1930 cuando la industria cosmitica se fue al alza.

Fue durante el año de 1920 donde nacieron y se popularizaron los rubores en crema
debido a que estos ayudaban a las pieles secas.
Para inicios de la dicada 1960 se produjo la que sería la primera crema facial por el
químico Max Huber, que había sufrido un accidente en su laboratorio que le causaron
quemaduras severas en el rostro y parte del cuerpo.

La Crime de La Mer, como la bautizó, contenía nuevos ingredientes, entre ellos algas
marinas, calcio, magnesio, potasio, hierro, lecitina, vitaminas (C, E y B12), aceites
cítricos, eucalipto, germen de trigo, alfalfa y girasol; que despuis de ser aplicada por
algunas semanas le dieron una textura lisa y suave a la piel, reduciendo la visibilidad
de las cicatrices producidas por su accidente.

Para su creación Huber utilizó una técnica llamada biofermentación, que sometía a los
ingredientes a una fermentación a bajas temperaturas usando luz y sonido como
fuentes de energía, este proceso duraba cuatro meses.
De esta manera los ingredientes potenciaban sus activos y cualidades regenerativas.
antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas.

La industria cosmética utilizó la receta y técnica de Huber para crear una amplia
gama de productos para la protección, el cuidado y la regeneración de la piel

Para el año 1980 nuevamente se da tendencia a los rubores en crema debido a la


presentación de nuevos tonos suaves y sutiles.

Para la dicada del ’90, la paleta había evolucionado y se encontraban colores bronce,
durazno, fucsias y morados. Básicamente, cada mujer podía encontrar uno para su
tono natural de piel y no atarse a la moda del rosa, rojo o marrón.

Un maquillaje no está completo sin el colorete, que hoy en día se conoce como
"blush". De igual forma que los ojos y los labios, los pómulos tienen mucho que ganar
si son maquillados con el toque luminoso del "blush". Modulable hasta el infinito,
según su color y su textura, el colorete proporciona el toque final de buen aspecto y de
tez fresca tanto a un discreto "look nude", como a un elaborado maquillaje de fiesta
La idea de este anteproyecto surgió cuando nos dimos cuenta que había personas que
deseaban un tipo de rubor el cual fuera natural; además de ser beneficiosa para la piel
seca, por lo cual principalmente elaborado a base de la flor de jamaica aprovechando
su pigmento rojizo y presentándolo en forma de crema.
3. Aspectos administrativos.
3.1 Recursos necesarios.
● Flor de jamaica $155 el kilo
● 2 probetas de 250 ml
● Vaso de precipitado de 250 ml
● Cera de abeja $300 el kilo
● Glicerina $27.70 medio litro
● Espátula $15 por unidad
● Agua
● Recipiente de 5 gramos $10 cada uno
● Mano de obra $800 por cuatro personas al día
3.2 Precio por unidad.
Tomando como base el costo de la materia prima, los materiales, el envase, el
consumo de agua y la mano de obra decidimos discutir un precio del cual
pudiéramos recuperar la inversión además de obtener cierta ganancia económica a
largo de cierto lapso de tiempo.
Gastos generados en la producción de una unidad de nuestro producto:
● Flor de jamaica $15.50 por 100gr
● Cera de abeja $17.79 por 59.30gr (4 cucharadas)
● Glicerina $2 por 18.97gr (1 cucharada)
● Agua (Variable)
● Recipiente $10
● Mano de obra $100
Total: $145.29
En base a la cifra de gastos por unidad establecida, se planteó un precio por unidad
que nos genere una ganancia del 40%, el cual da un total de: $203.40
Lo que genera $58.11 de ganancia por unidad producida y vendida.
El precio final debido a los recursos necesarios, sobrepasó el precio preferencial
establecido por los encuestados ($150).
5.- Direcciones Electrónicas
● https://filiasocial.com/general/breve-historia-del-rubor-facial/
● https://www.workshopexperience.com/colorete-origen-tendencias/
● http://agcosmeticanatural.com/crema-facial-a-traves-la-
historia/ :~:text=Si%20bien%20no%20eran%20cremas,Para%20el%20a%C3%B1o%201
000%20a.&text=C.%2C%20en%20roma%20el%20medico,aceite%20de%20rosas%20y%
20agua
● https://es.qaz.wiki/wiki/Rouge_(cosmetics)'%3ERouge

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