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1. Se podría reflexionar sobre el año pasado con una perspectiva de la vida des-
gastada o cansada, incluso con una sensación de desesperanza. Esto puede lle-
var a la pregunta: ¿de qué nos alegramos?
2. Los propósitos de Año Nuevo son una antigua tradición que continúa hasta el
día de hoy. Los babilonios comenzaban cada año con promesas de pagar deu-
das y devolver artículos prestados. Los romanos comenzaron el año prome-
tiendo al dios de dos caras, Jano, que se comportarían mejor.
Hoy en día, millones de personas comienzan el Año Nuevo con una resolución: la meta
de lograr un cambio positivo en su vida. Pero las estadísticas muestran que no
hacemos un buen trabajo a la hora de cumplir nuestras resoluciones. Un estudio siguió
a 153 personas que prometieron dejar de fumar. Al final del año, solo el 13 por ciento
había logrado su objetivo.
Pablo se dio cuenta de que Dios nunca falla, independientemente de sus circun-
stancias, su esperanza y causa de toda alegría/gozo debe estar solo en Dios.
Pablo afirma que podemos regocijarnos en el Señor porque “ el Señor está cerca ”
(4:5) (RVR). Eso significa que el Señor no está lejos; él está cerca y presente con
nosotros, en todo y a través de todo.
Como puede ser que un hombre que se encuentra en la cárcel pudiera decirle a una
iglesia que esté alegre. Pablo estaba lleno de alegría porque sabía que sin importar lo
que le sucediera, Jesucristo estaba con él.
4. Cuando acudimos a Dios en oración, Pablo dice que algo extraordinario sucede:
“ La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús ” (v. 7). (RVR)
La palabra griega para " guardia " es una palabra militar que se usa comúnmente para
una fortaleza. Mientras Pablo escribe desde las entrañas de una prisión romana, llena
de soldados romanos que lo custodiaban, mira las paredes a su alrededor y ve solo
una ilustración de lo que Dios está haciendo para proteger su corazón para que
pueda experimentar la paz.
“Que supera todo lo que podemos entender”: No significa que carezca de concien-
cia y por lo tanto sea imposible de entender, sino que esta más allá de nuestra habil-
idad de entender y de explicar – por lo tanto debe ser experimentada.
5. Cuando un año llega a su fin y comienza otro, ¿en qué debemos pensar?
Pablo enumera una serie de cosas en las que un creyente debe centrarse: (v.
8)“ Todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo digno de elogio, si hay algo excelente, si hay
algo digno de alabanza. , pensad en estas cosas ” (v. 8). El resultado de esto
es una experiencia de paz. Todos estos son atributos de Dios. Cuando pen-
samos en estas cosas, entonces estamos poniendo nuestra mente en Dios o
en las cosas de arriba (Colosenses 3:2).
Romanos 12:2 habla del lugar esencial de se transformado por la renovación de nues-
tra mente.
Lo que Pablo aquí describe es una manera práctica de traer todo pensamiento cautivo
a la obediencia de Cristo POR MEDIO DEL ESPIRITU SANTO, SINO VA A SER UN
EJERCICIO INUTIL QUE TARDE O TEMPRANO VAS A VOLVER A LO ANTIGUO
Y el Dios de paz estará con vosotros: Si los Filipenses hacían todo lo que Pablo les
había instruido, no sólo tendrían la paz de Dios, pero el Dios de paz también estaría
con ellos.