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DERECHO DELA EMPRESA be 1 ‘i Re | \ José Ionacto Narvéez Garcia a Jorce Epuarpo Narvaez BonNet { Oca Srecta Narvdez Boxnet —~_— trccic CAPITULO I Introduccién Desde comienzos del siglo XIX el Cédigo de Comercio francés adop- 16 directrices fundamentales como la de que sus preceptos no eran exclu- iyos para una casta social, y la de subordinar a sus disposiciones todos los actos de comercio, fueran 0 no mercaderes quienes los realizaran. En ha Giudadanos ante la ley implicé la abolicién de las corporaciones de mer- caderes como organizaciones clasistas, dotadas de autonomia y con el pri- Vilegio de una jurisdiccién especial. 2) La competencia de los tribunales de comercio creades y confor- ‘mados por los mercaderes, se expandié cada dfa mis a quienes no tenfan esa condicién, 3) La elevacisn a precepto de derecho publico de ta libertad de in- ) dustria y comercio auspici6 el florecimiento de la iniciativa privada. Con el desarrollo del capitalismo y la revolucisn industrial se conso- lidaron las instituciones conocidas y aparecieron otras nuevas, no exclusi- vvas de los mercaderes; por ejemplo, la sociedad ansnima como instrumen- to de acumulacién de capitales, pues la purticipacisn en ella se incorpord en titulos negociables; se perfeccions la letra de cambio, mecio de movi- lizaci6n del dinero y de utilizacisn del erédito; se especializaron las opera \ ciones bancarias; se multiplicaron las lineas regulares de transporte por mar y se esteucturs el derecho maritimo; se foment6 la investigacién y pemmmeemeemeemmemen iilniumsasantaaesassttmnes amine iasamansaias iti CIO MANAEE ARCA sn EUARO WAVE? COMET- OLGA BELA NARVAE OAT -ceatividad de nuevas técnicas mediante la proteccién de las invenciones industriales y de la propiedad intelectual, etc. A medida que los actos, + Operaciones 0 negocios propios de los mercaderes, fleron ejecutados tam- bign por quienes no tenfan ese estatus, se expandi6 la érbita de la rama Juridica mercantil. Esta realidad se plasm6 en los c6digos decimonénicos con la enunciacién de actividades que antes s6lo practicaban los oficiantes de Ia actividad de intermediacién comercial y que por virtud de su genera- lizacién, podian ser ejecutados por cualquier persona, Para Ropotro O. FoNTANARKOSA, con cl advenimiento de la fabrica se ‘ocasioné la decadencia del artesanado, pues alcanz6 el predominio eco- némico y la acentuada diferencia en las modalidades de sus respectivas funciones, y se determiné una distinta regulaci6n juridica para los empre- sarios de fabrica y los artesanos”. ‘Ademés, la actividad organizada en forma de empresa fomenté la pro- duccién en masa e incentiv6 la injerencia estatal en dos direcciones: a) la intervencién normativa que afecté el principio de la autonomfa de la vo- Tuntad en Ja contrataci6n, y b) la participaciGn activa del Estado a través de (1) Rodolfo O. Fontanarrosa, en su obra Derecho Comercial Argentino - Parte Ge- eral - Tomo I, Buenos Aires, editor Victor de Zavalia, 6° ed., 1979, p. 177, ceseribis que “(.) El Cédigo de Comercio francés sujet6 a la jurisdicci6a mer- cantil a las empresas manufactureras (art, 632), dejando excluidos de su Ambito a los simples aresanos. De esta manera los autores del e6digo entendieron satis- facer en su preceptiva las necesidades econdmicas y sociales de su época. Al atribuir a la empresa de fbrica o de manufacture la calidad de acto objetivo de Comerciv, el Cédigo francés y los que siguicron su oricntacién estimaron que Ia produccién industrial sélo requeria una regulacién espectfica cuando se reali- aba en forma de actividad organizada de cierta magnitud, pero cuando ella se desarrollaba en la forma rudimentaria y personal en que le es dado hacerlo al artesano, aunque éste ejerciera también una actividad organizada con la colabo- raci6n de oficiales y aprendices, quedaba sometida al régimen de la legislacién civil. Lo cual se explice, al menos en parte, porque en el proceso de transforma- ‘ibn econémico-industrial de la sociedad europea que se produjo durante los si- glos XVIII y XIX, apareci6 una categoria de grandes empresas que Ilegaron & {nfluir profundamente en la vida nacional e internacional, por los cuantiosos in- tereses manejades, lo que hacia necesario someterlas a una disciplina especial {que permitiese la fécil conclusi6n de los contratos, el répido recurso del crédito J su eficaz aseguramiento, la simplificaci6n de los medios de prueba en cuanto Juese compatible con la seguridad y seriedad de los negocios, asf como la sumi- sidn de esas entidades al régimen de la quiebra’ a wrneovcen & ‘entidades descentralizadas tanto en la generacién y distribucién de bienes como en la prestaci6n de servicios pablicos esenciales. CONTROVERSIA SOBRE LA EMPRESA * Desde el tercer decenio del siglo XX, se considera que el epicentro del * detechio mercantil es la empresa porque la produccién en masa determina 1a realizaci6n intensiva de negocios juridicos, con idéaticas caractetisti= ‘a8, tipicos y atipicos, la constante reiteracién de relaciones juridicas, en is que siémpre participa por lo menos un empresario. Ademés, las activi= ‘Gades éeonémicas de producci6n de bienes o de prestacién de servicios, y ‘el frécimiento o la distribucién de los mismos en el mercado, implicaron la desuetud cada dia mis real y ostensible de las estrechas nociones de jo de comercio y de comerciante comola adopcién de nuevas modalida- des y figuras contractuales. A favor de la simplificacién de formas im- | ilestas por la fuerza de inercia de Ia tradicién, de que predominara en ‘las fos principios de la buena fe y de ecuidad, fueron expuestos ab initio Tos argumentos qu enseguida se sntetizan: me 1D ‘La masiva produccién y distribucién de bienes y la prestacién de Servicios determina la concertaci6n de actos y negocios juridicos en serie. . 2)” El tréfico en masa es una realidad cuantitativa que exige normas “4 6 instituciones especiales. 3). La reiteracién serial de actos y negocios juridicos presupone la 7 intervenci6n de un empresario y Ia existencia de una actividad econémica * organizada asi como de uno 0 més establecimientos. : ‘Tales planteamientos suscitaron una fecunda polémica de anilisis so- {1 bre la empresa -nueva protagonista de la historia—en todas sus aristas y 1) dimensiones, es decir: en su funcisn instrumental, desde la perspectiva de su organizacién, en cuanto a su titular © empresario, a través de la multi- 1s, plicidad de bienes incorporates y materiales que en ella se involucran, y al * trasluz de las relaciones que cotidianamente en su entomo se forjan, desa~ ollan y extinguen, Sin embargo, los opositores a este novedoso eriterio objetaron que el vorablo empresa es plurivoco, pues existen empresas que We ee a eS ee NL ON FR OTE YC LEC) Re TE ey TNO MAINISE SESRIA= JORGE EDUARDO WARVAEZ BONNET - OLGA STELLA NARVAEZ BOWNET son mercantiles ¥ que su exacto sentido es simplemente el de unidad -con6mica organizada para que el empresario actiie en el mercado. Dicha polémica se intensificé a raiz de la promulgacién del Cédigo Civil de Italia en 1942, pues en este paradigmatico cuerpo de normas, la empresa se erigié en el nticleo de Ja materia mercantil. Conforme a esa concepcién legislativa, existen explotaciones agricolas, pecuarias, fores- tales, que no siempre han de considerarse dentro de la realidad social y econémica regida por el derecho mercantil. Pero, un gran sector de la doctrina italiana consideré que este es el ordenamiento de las empresas y de su tréfico, No se definié la empresa e implicitamente se reconocié que ‘en su régimen convergen el derecho laboral, el mercantil, el agrario y otras disciplinas, lo cual excluye la posibilidad de que cualquiera de éstas sea, por si sola, el derecho de las empresas. También, la masiva produccién de bienes y la prestaci6n de servicios, asf como la distribucién u oferta de los mismos en el mercado, implican la existencia de organizaciones qui res- ponden a la magnitud y celeridad de las transacciones y propician la cele- bracién de negocios juridicos en serie, y ese tréfico en masa es un fenéme- no cuantitativo que presupone reglas € instituciones especiales. A esas organizaciones convergen el capital y la fuerza laboral para lograr objeti- ‘vos empresariales, y constituyen el epicentro de la moderna economia y el niicleo de las diferentes actividades del mercado; ademés, la repeticién serial de actos y negocios juridicos se lleva a cabo precisamente cuando existen el empresario, la actividad econémica organizada y uno o més establecimientos, y Ia normatividad que los regula es parte integrante de! derecho de la empresa. (C. REGULACIONES EN LATINOAMERICA EN EL SIGLO XX Se ha afirmado que en el Cédigo Civil de Italia de 1942 1a empresa fue tratada por virtud de la penetracién en el derecho de Ia filosoffa politica del corporativismo, pues el articulo 2088 dispuso: El.empresario debe ajustarse en el ejercicio de la empresa a los principios del ordenamiento corporativo y a las obliga- ciones que de él derivan, y responde frente al Estado de la direccién, de la produccién y de los cambios, en conformidad ala ley ya las normas corporativas. - misma (arts. 2085 y 2086) El epigrafe del Libro V del cédigo es del lavoro. El Titulo Ise refiere a las actividades profesionales; el Titulo Il versa sobre el trabajo en la empresa y su articulo 2082 define al empresario (imprenditore) como la petsona que.acomete profesionalmente una actividad econémica organi- zada con la finalidad de producir o de intercambiar bienes o servicios. El articulo 2083 dispone que: “Son pequefios empresarios los cultivadores. directos del fundo, los artesanos, los pequeiios comerciantes y aquellos que ejercen una actividad profesional organizada predominantemente con el trabajo propio y de los integrantes dela familia”; regula las condiciones para el ejercicio de la empresa (art. 2084), la direccién y jerarquia de la ; las relaciones laborales dentro de ella (arts: 2087 y ss.); contiene el régimen de las empresas explotadas por las entida- ‘des piiblicas y, en el artfculo 2135, define el empresario agricola y precis6 jasvactividades que se consideran del sector agrario. En el Capitulo IT jiititulado “De las empresas mercantiles y de otras empresas sometidas @ ‘inscripcion’”, se ordena (art. 2195) que slo quedan sujetos a la obligacién de la inscripcién en el registro de las empresas los empresarios que ejerci- ‘tan: a) Una actividad industrial dirigida a la produccién de bienes 0 de servicios; b) Una actividad de intermediacién en la circulacisn de los bie- “es; c) Una actividad de transporte por tierra, por agua o por aire: d) Una actividad bancaria o de seguros, ye) Otras actividades auxiliares de las _ precedentes. También contiene la preceptiva sobre sociedades o empresa- Tios sociales, las empresas cooperativas, y la azienda (el establecimiento). Ese c6digo se considers el ordenamiento de las empresas y de su tra fico. Las expresiones acto de comercio y comerciante perdieron impor- tancia y en su lugar fueron acogidas las de empresa y empresario. Genéti- ‘camente éste es la persona fisica o juridica que acomete y desarrolla una funci6n creadora de riqueza y no simplemente de intermediacién, activi- dad primordial de los mercaderes. Aunque no definis la empresa, de sus textos se infiere que es toda actividad econsmica organizada para la pro- duccién 0 el intercambio de bienes o para la prestacisn de servicios: que ‘en su régimen convergen disposiciones de varias ramas del Derecho, y que Al mercantil compete la regulacisn bisica de los tres elementos indisocia~ bles en toda organizacién empresarial, a saber: 1.°) El titular 0 empre rio; 2°) El conjunto de bienes destinados por el empresario para realizar Ta finalidad que propone la azienda (art. 2.535), y 3.°) La finalidad que persigue el empresario por medio de la coordinacién del conjunto instru- ‘mental de bienes. En Latinoamérica fueron acogidas algunas facetas del paradigma ita- ano con referencia ala empresa y no al empresario. El Cédigo de Comer- cio de Honduras promulgado en 1950, dispuso en el articulo 644: “Se _ entiende por empresa mercantil el conjunto coordinado de trabajo, de ele- mentos materiales y de valores incorp6reos, para ofrecer al piblico, con Propésito de lucro y de manera sistemética, bienes o servicios”. En los cédigos de comercio de Guatemala de 1970 y de Bolivia de 1977 fue regu: ada la empresa; el boliviano define la enapresa y el establecimiento como unidad econdmica en su creaciGn y desarrollo, asi como en los negocios juridicos de que pueden ser objeto. ¥ en la Constitucién del Perd de 1979, en el Titulo Il que versa sobre el régimen econémico, varios preceptos aluden a la empresa. En efecto, el articulo 130 de esa Constitucién dispo- ne: “Las empresas, cualquiera sea su modalidad, son unidades de produc- cién cuya eficiencia y contribucién al bien comiin son exigibles por el Estado de acuerdo con la ley”; el artfculo 135 se refiere a la promocién de Ja pequefia empresa y de la actividad artesanal, y eliarticulo 136 a las empresas extranjeras. El Cédigo de Comercio colombiano de 1971 consagré definiciones claras tanto dela empresa como del establecimiento™, y la comisién revi- sora del proyecto de Cédigo de Comercio designada en octubre de 1968, aprobé undnimemente estas directrices plasmadas en el articulado™: a) Que la definicién de empresa no debfa circunscribirse alos efec- tos de la enumeracién de actos u operaciones mercantiles sino genera- lizarse porque el Cédigo Civil no da noci6n alguna de la misma y la normatividad laboral la confunde con el establecimiento, pues gira en tomo de toda unidad de explotacién econdmica o las varias unidades dependientes econémicamente de una misma persona, con el fin espe- (2) Proyecto de Cédigo de Comercio. En la exposicién de motivos se revela el ori- ‘gen del articalo 25 del cddigo de 1971, as: “Y para fijar conceptos que no siem- pre son claros en la doctrina, se consagra, inspirada en la legislaciOn ita de 1942, la siguiente definiciOn: “Para los efectos del articulo 25 (léase 20), se entenderd por empresa toda actividad econémica organizada para la producci6n, transformaci6n, circulaci6n, administracién y custodia de bienes, y pars la pres- tacién de servicios” (T. Il, p. 27). (3). Acta N16 de la reiunién del 15 de enero de 1969, aprobada por 1a Comisién ‘Archivo del Ministerio de Justicia (Hoy del Interior y de Justicia). » effico de declarar la unidad de empresa en procura de la proteccién »i/sdel trabajo asalariado, i: b) Que la actividad econ6mica orgatizada y los medios que se des- i tinan para realizarla son complementarios. Por consiguiente, la defi- nicidn de empresa debfa adicionarse en el sentido de que aquélla se leva acabo mediante el conjunto de bienes destinados al efecto por el empresario. Por esa razén se propuso la frase final del articulo 25 del (Codigo: ‘Dicha actividad se realizard a través de uno 0 mas estableci- ‘mientos de comercio’. 1)! , Que la definicién de establecimiento debia expresar simplemente “que es el conjunto de bienes materiales e inmateriales destinados por {el empresario para realizar su actividad econémica organizada y por or tanto, eliminar esta noci6n tautolégica del proyecto de cédigo: “Para 41 16s efectos legales, se entender por establecimiento de comercio el " sconjunto de bienes destinados al desarrollo de una actividad comer- 1; - cial organizada para la produccién, transformacién, circulacion, ad- Esa repeticién advertida por la comisién se sustiquyé en el articulo “$15 del c6digo por la expresin un poco ambigua de ‘para los fines de la ‘empresa’. Fue asi como, a pesar de imprecisiones terminoligicas en otros “ pteceptos, los articulos 25 y 515 del cédigo instituyeron Ta triada funda- $e de la empresa 4” Ballas décadas posteriores a la promulgacién del Céstigo de Comercio {en muiltiples leyes o decretos-leyes se hizo referencia a esa concepcién de Ta empresa; por ejemplo, la Ley 60 de 1981 reconocié la administracién de mpresas como una profesiéa liberal de nivel universitario de carécter ‘Gientifico y regulé su ejercicio. En el articulo 1° dispuso: “Entiéndese por » Administracién de Empresas, la implementacisn de los elementos y pro- esos encaminados a planear, organizar, dirigir y controlar toda actividad econémica organizada para la producsidn, transformacién, circulacién, 4) administeacién o custodia de bienes © para la prestacién de servicios™. (4) La Ley $0 de 1990 contiene 1a regulacién de las empresas de servicios tempora~ les y su articulo 32 consagrd una deficicion de unidad de empresa. Bl artcw Pecan crm ary TRE WP IT) ham EST UF AS © EEN ORT EER OLY Ry LOC ea oS vas | a La ‘anterior concepcién de empresa excluye identifi¢aciones con figu- 4s tipicas 0 esquemas tradicionales, y ha sido reiterada en innumerables leyes: En la Ley 222 de 1995 se regul6 1a empresa unipersonal, y en la normativa sobre el proceso del concordato se persever6 en Ia distincién ‘entre empresa y empresario deudor. El articulo 11 de la Ley 510 de 1999 (Cont. nota 4) 1o 194 del Cédigo Sustantivo del Trabajo, modificado por el articulo 15 del De- ereto-Ley 235] de 1565, quedaré ast: “L. Se entiende como una sola empresa, toda unidad de explotacién econémiica 0 {as varias unidades dependientes econdmicamente de una misma persona natural ¢ juridica, que correspondan a actividades similares, conexas 0 complementarias Y que tengan trabajadores a su servicio. 2... Bwel caso de la personas juridicas existiré unidad de empresa entre la prin- cipal y las filiales 0 subsidiarias en que aquella predomine econémicamente, cuando, ademés, todas cumplan actividades similares, conexas o complements. Has, pero los salaries y prestaciones extralegales que rijan en le principal al ‘momento de declararse la unidad de empresa solamente se aplicardn en las filia- Tes o subsidiarias cuindo asi lo estipule la respectiva convencién colectiva de {tabajo, o cuando la filial o subsidiaria esté localizada en una zona de condicio- nes econdmicas similares a las de la principal, a juicio del ministeio o del juez del trabajo. 3. No obstante lo anterior, cuando una empresa establezca una nueva unidad de producci6n, planta o factoria para desarrollar actividades similares, conexas 0 ‘Complementarias del objeto social de las mismas, en funcién de fines tales como In descentralizaci6n industrial, las exportaciones, el interés social o Ia rehabili- taciOn de una regiOn deprimida, s6lo podré declararse la unidad de empresa entre laquellas y éstas, después de un plazo de gracia de diez (10) aos de funciona~ miento de las mismas. Para gozar de este beneficio el empleador requiere con- cepto previo y favorzble del Ministerio de Desarrollo Econémico. 4, El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, de ofici o a solicitud de parte Y previa investigacién administrativa del caco, podré declarar la unidad de em- Presa, de que trata el presente articulo, para lograr el cumplimiento de las leyes Sociales. También podré ser declarada judicialmente”. La Ley 10 de 1991 regul6 las empresas asociativas de trabajo y las defini est: _) tern organizaciones econémicas productivas, cuyos asociados aportan su capacidad laboral, por tiempo indefinido y algunos ademds entregan al servicio dde Ia organizaciOn uxa tecnologia o destreza, u otros activos necesarios para el Ccumplimiento de los objetivos de la empresa”. La Ley 100 de 1993 previ diversos tipos de empresas o entidades de salud ast ccomo de prestadores de servicios de salud, y dispuso que las empresas sociales del Estado “constituyen una categorfa especial de entidad pdblica descentraiz dda, con petsoneria juidica, patrimonio propio y autonomia administrativa, cre: das por Ia ley 0 por as asambleas o concejos, segin el caso”. dispuso que el objeto de las corporaciones financieras es la movilizaci6n de recursos y la asignaci6n de capital para crear, reorganizar, fusionar, transformar y expandir cualquier tipo de empresas, y a la vez adicioné el +) articalo 11'del Estatuto Orgénico del Sistema Financiero (D. L. 663 de 1993) com esta presunciGn: “Se entenderé por empresa toda actividad eco- n6mica onganizada para la producci6n, transformacién, circulacién, admi~ nistracién 0 cistodia de bienes, 0 para Ia prestacién de servicios, indepen dientemmente de Ia forma de organizacién que se adopte. de la calidad ono + de comerciante de quien la desarrolle 0 de que los actos que se realicen * gean 6 tio Catalogados como mercantiles. En tal sentido la empresa puede |): set desarrollada mediante diversas figuras juridicas, tales como fiducia © miercantl, consorcios, uniones temporales, joint ventures y empresas “© itipersonales”, Asi mismo, el Decreto 2080 de 2000 que regulé las inver- ‘siones dé apital fordneo en Colombia y del colombiano en el exterior, fa tales efectos reiteré: “se entiende por empresa lo previstoen el articu- 25 del Cédigo de Comercio, ast como tas entidades sin dnimo de lucro {plas eitdades de naturaleza cooperativa” (Par. 2", art. 3). Finalmente, ‘Ty Ley 590 de 2000 rige las micro, pequefias y medianas empresas. nea ‘negocios juridicos afines ha inducido a estructurar especialidades aut6no~ ‘mas en las cuales se analizan todas sus aristas dentro de su propio contex- {p,,cada una con su peculiar aormatividad. Asi, las diferentes formas del ‘gontrato de transporte y sus marcos dispositivos ¢ institucionales confor- man el derecho del transporte; las diversas modalidades del seguro son ~iiatetia del derecho de seguros; la multiplicidad de operaciones y/o con~ tratos bancarios integran el derecho bancario; las instituciones y negocios juridicos del mercado de valores son objeto del derecho bursitil; el dere- cho concursal abarca todos las procedimientos de los estados de insolven- cia; ta proteccién de consumidores y usuarios, asi como la responsabilidad del productor de bienes o suministrador de servicios se estudian en el de~ echo del consumiidor y sus relaciones con el derecho de la competencia; elderecho de propiedad industrial se extiende a los derechos de autor, as {como el derecho de sociedades contempla las formas asociativas tradicio~ hales y nuevas figuras no atines sino asimiladas a ellas. Cada dia adquie~ singular importancia todas estas parcelas de la juridicidad considera- .$ como sistemas normativos aut6nomos. Por otra parte, el dinamismo de las actividades empresariales es im- pulsado por las continuas transformaciones econémicas, sociales, ecolégicas y culturales, Cuando la ley toma en cuenta hechos, situaciones o relacio- nes inherentes al desarrollo econémico-social y los dota de valor jurfdico, origina innovaciones 0 cambios sustanciales en diversas dimensiones. A este resultado contribuyen el incremento del comercia intemacional; el aumento cotidiano de transacciones, operaciones y negocios jurfdicos: la fortaleza de los activos mobiliarios; la proliferacién de empresas indivi- duales o agrupadas, fundaciones, corporaciones, joint ventures, consor- cios, uniones temporales; la comercializacién de innumerables servicios; los progresos tecnol6gicos de las telecomunicaciones; las multiples figu- ras ¢ innovadoras modalidades de la contratacién, las redes informiticas, ¢l Internet, la digitalizacién, e inclusive la desmaterializaciGn de titulos de acciones, cheques, certificados de depésito a término, valores y otros do- ‘cumentos-papel, pues la transaccién es virtual y a cada propietario o titu- lar se le entrega una constancia del valor, la fecha y las condiciones. Por tanto, el ordenamiento juridico regula innumerables relaciones que directa, conexa o tangencialmente surgen en la produccién, transfor- macién, circulacién, custodia y administracién de bienes, o en la presta- ci6n de servicios. Las normas se aplican no s6lo a quienes se involucran en el intercambio 0 mediacién ~pristina nioci6n del comercio- sino en gene- ral a los sujetos de relaciones jurfdicas patrimoniales, de carécter princi- pal, accesorio, conexo, complementario 0 simplemente accidental que Cotidianamente nacen, se desenvuelven y extinguen. E. CONSOLIDACION DEL DERECHO DE LA EMPRESA Si para el lenguaje filos6fico son nitidamente diferentes las connota~ ciones de las palabras nocién, concepto, naturaleza y categoria, resulta indudable que Ia evolucién de la empresa justifica aseverar que no corres ponde a las tres primeras sino que por haberlas superado se amolda plena- ‘mente a la cuarta. En efecto, nocién es una idea preliminar y sumaria sobre algo que es objeto de conocimiento, o que indica sus caracteres esenciales; concepto es. tina representaci6n mental, abstracta impersonal formada con base en los datos de la experiencia y naturaleza hace relacién a las propiedades fundamentales u originarias de cada ser. Cuando se habla de naturaleza especifica se alude al conjunto de rasgos intrinsecos que deter- ‘minan su pertenencia a una especie, tipo o clase; desde luego, para preci- * sara de alguna percepei6n, se toman en cuenta las peculiaridades propias +s desde su origen y no las adquiridas o yuxtapuestas por conveniencia 0 por __costumbre. Finalmente, categoria es una concepcién de amplio espectro “en la que se ordenan los hechos, las ideas © nociones de un objeto, ast -cotto Jas relaciones y modalidades que le son atribuidas o que se predican del mismo: Pues bien, Joaquin GarzuovEs enseds: “3: /*Empresa en sentido econémico es, como todos saben, una aporta- “© 4 €i6n de factores econdmicos, capital y trabajo, con el propésito de {7 obtener una ganancia ilimitada y también un riesgo ilimitado. Ahora bien, e508 factores econémicos necesitan ser organizados por alzuien; para que puedan ser conducidos a esa finalidad lucrativa a que aspira “Ta empresa. Por tanto, toda empresa es un circulo de actividades orga- “-* nizado por una persona que se llama empresario el cual ordena esos ‘elementos hacia un fin Iucrativo, empleando el trabajo propio y el ‘trabajo ajeno. En definitiva, todo empresario es un mediador de traba- Jo ajeno. Pues bien, ese fenémeno de colaboracién humana que es 1a ‘etnpresa no puede ser extraito al derecho, que es forma total de convi- 2M ventia humana”, +" BL tratadista italiano Francesco GaLoaNo afirma que el derecho de la ettipresa es; fundamentalmente, un derecho regulador de las relaciones entre €1 empresario y los inversionistas o propietarios del capital, con los {tabajadores, asi como entre empresarios y consumidores, y de las que se establecen entre los empresarios®, @s 4A su turno, los profesores espafioles aluden tangencialmente al tema, {s{: Francisco Vicent CHUA advierte que con finalidad pedagégica, el derecho mercantil puede definirse, en sintesis, como “Derecho privado de (5):"Joaquin, Garrigues, Hacia un nuevo derecho mercantil. La empresa desde el punto de vista Juridica, Made, Teens, 1971, (©) Francesco, Galgano, Derecho comercial - Vol. Elempresorio, *ed. de 1989, Head. por Jorge Guerrero, Bogots, Temis, 1999, p. 14 titucionalizacién de la empresa, del establecimiento y de la actividad -presarial en'sus cuatro aspectos: organizacién, colaboraci6n, intercam- a0 y competencia"™; y José: Luts Garcia-Prra y Lastaes’asevera que la actividad empresarial “se resuelve en una serie de actos singulares, eco- + n6micamente interconectados, en orden a la finalidad que el empresario ersigue; y que presentan rasgos homogéneos y caracterfsticos segtin la categoria de empresa de que se trate”®, Estas apreciaciones no son exsticas ni ins6litas frente a'la reitcrativa ¥ muy generalizada opinién de autorizados tratadistas que a lo largo de la segunda mitad del siglo XX insistieron en que la evolucién del contenido del derecho mercantil cada dia lo convertia mAs en derecho de la empresa, a pesar de la oposicién de quienes consideraban que no conforma una especialidad jurfdica porque carece de técnicas y procedimientos propios. Claro que con esas carencias se han formado ramas que al principio se denominaron simplemente “legislacién laboral”, “legislacién tributaria”, “legislaci6n bancaria” y “legislacién de seguros”. Asi, la Constituci6n Polftica de 1991 proclamé: “La empresa, como base del desarrollo, tiene una funcién social que implica obligaciones. El Estado fortaleceré las organizaciones solidarias y estimularé el desarrollo ‘empresarial” (art. 333). Ademas, como sobre ella el empresario ejerce el derecho de propiedad, “le es inherente una funcién ecolégica” (art. 58). De manera que para comprobar a firmeza de los pilares de esta nueva disciplina, basta enunciar y armonizar la exuberante normatividad sobre Ia empresa contenida tanto en el Cédigo de Comercio y regulaciones ulte- riores como en Ia Carta Fundamental de la Repiiblica, sus desarrollos de orden legal y el acervo jurisprudencial de la Corte Constitucional, las in- terpretaciones 0 doctrinas de dispensadores de justicia. Y adquirir.con- ciencia de que en la aplicacién de su preceptiva debe prevalecer siempre el interés general para que su marco juridico esté orientado siempre hacia la conquista del “orden politico, econémico y social justo” que pregona el Predmbulo de dicha Carta. (1). Francisco Vicent, Chulid, Introduccién al derecho mercantil, 17" ed., Valencia, ‘irant lo Blanc, 2004, p. 62. . (8) José Luis; Garcfa-Pita y Lastres, Derecho mercantil de obligaciones ~ Parte ge- eral, Madrid, Marcial Pons, 2003, p. 30. CAPITULO II ~? ‘rascendencia econémica, social y juridica de la empresa ~ brow? 10/5, TE ti et proceso de transformacién del artesanado manufacturero y de la aie ‘lntermiediaci6n de productos se dio pleno sentido, contenido y proyeccién, | Pla einpresa, como cuando esas actividades se robustecieron e inegraron cde empresas, que diariamente confronta la amptiacisn del merea~ 'y la necesidad de produccién en mayor volumen. Grandes empresas < bsplazan a negocios modestos porque el crecimiento del mercado requie- an “re dé la produccién a escala y de facilidades para vender bienes y servicios {al inienso conglomerado de consumidores y usuarios en constante au- ‘mento. No obstante, en pafses periféricos 0 en vias de desarrollo cada dia ‘Se inerementa la economia informal y abundan las pymes, que se convier- tet en proveedores de medianas empresas 0 en fuentes del mercadeo al por ~ menor, De ahi que las legislaciones destaquen la preponderancia de la ‘empresa como principal protagonista o eje en tomo del cual gira la vida Bconstnica de los pueblos; por consiguiente, en todas las dreas del planeta, Ja Empresa es considerada el motor que impulsa el desarrollo, la intemacionalizacién del mercado y Ja globalizacién de la economia. ‘El primitivo concepto econdmico de empresa fue el de una organiza ci6n del capital y el trabajo para prodtucie bienes 0 servicios con destino al fitercado; sin embargo, en razdn de los miltiples elementos que coadyu- ‘Yan en ella, se prefiris considerarla como un ente organizado con elemen- tos patrimoniales y humanos, que dirige y orienta el empresario, quien mbina y dosifica la utilizacién de cada uno de esos factores y asume los «iesgos inherentes a la respectiva actividad econémica, B. UN FENOMENO SOCIOLOGICO A rafz de la concepcién econémica de empresa, filésofos y sociélo- £808, después de hacer una valoracién real del trabajo en ella y de conside- rar su importancia como fuente generadora de empleo, estimaron su es- tructura como una célula social que, independientemente de su dimensién, correspondia a un fenémeno no sélo econémico sino también social. Por consiguiente, su funcién no es tinica ni puede orientarse exclusivamente hacia el interés individual del empresario, pues la raz6n de su existencia es el bien colectivo mediante la creacién de bienestar para la comunidad: al lado del fin particular y lucrativo del empresario esta el interés publico 0 social. Por este motivo, se le reconoci6 categorfa sociolégica desde que el socialismo y la doctrina social catélica visualizaron en la empresa una comunidad de vida, cuya direccién unitaria coordina los factores de la produccién, sin que ninguno absorba al otro. Varios pontifices del catoli- cismo han pregonado la necesidad de promover la empresa comunitaria: 1 Papa Pablo Vien la enciclica Quadragesimo anno propuso la cogestion de los trabajadores en las empresas y, en Mater et Magistra, Juan XXIII consideré también legitima la participaci6n activa de los trabajadores en Jas empresas donde estén incorporados y laboran'®. En el Cédigo Civil de Italia de 1942 se reconocié la categoria social dela empresa y al mismo tiempo la concurrencia de la idea capitalista en (1) ElPontifice Juan XXII, en su encfclica Mater et Magistraenfatiz6: “Moviéndo- nos en la direcci6n trazada por nuestros predecesores, también nos consideramos que es legitima en los obreros la aspiracién a participar activamente en la vida de las empresas en las que estén incorporados y trabajan. No es posible prefijar los, ‘modos y grados de tal participacin, dado que estén en relacién con la situaci6n cconcreta que presenta cada empresa; situaciOn que puede variar de una empresa 4 ofa, y que en el interior de cada empresa esté sujeta a cambios a menudo répidos y fundamentales. Creemos sin embargo oportuno, llamar la atencién al hecho de que el problema de la presencia activa de los obreros existe siempre, sea publica o privada la empresa; y en cualquier caso se debe tender a que la empresa venga a ser una comunidad de personas, en las relaciones, en las func res y en a posiciGn de todos los sujetos de ella” (Encfclicas sociales, Bogoté, Libreria Nueva, p. 241). NN ES LT Oe A: esa organizacién econémica con fin lucrativo, en forma de sociedad mer- cantil. Contra tal dictamen se ha objetado: a) ImprecisiGn de la expresiOn empresa organizada; b) No toda empresa es mercantil; c) Existe la tenden- cia la autonomia de nticleos patrimoniales con limitacién de la responsa- bilidad y 4) La empresa no ha de considerarse sujeto de derechos. 'SIGNIFICACION POLITICA EN LA GLOBALIZACION Ciiltores de 1a ciencia politica encuadraron la empresa en las denomi- hadis organizaciones intermedias entree individuoy el Estado. ¥ como {a bran emipresa adquiri6 importancia politica a medida que se convirti6 4 ee ‘auténomo de ejercicio de poder con trascendencia social, este puso de relieve aspectos sociales y politicos en su actividad, que la id politica ha tomado en cuenta en procura de armonizar o equilibrar — némicos como los de utilidad, costo y beneficio en sus in- vay ee ¥en Su entormo social. Al respecto se alude a potestades de inter- ‘ Agha publica en la economfa, de iniciativa econémica del Estado, de ificaeién, de racionalizacién o de promociéa de Ia productividad y ividad como medios instrumentales. Pero esas potestades tienen j’marco institucional, no separado sino estrechamente relacionado con shos econémicos fundamentales 0 garantias sociales, verbigracia, de »piedad privada y de libre empresa. iw pas jentés politdlogos ven la empresa como un instrumento de singu- es "Mat teadcendencia en la creacién de riqueza y la satisfaccién de necesi- We hides ‘Colectivas: pero la globalizacién econémica tiende a eliminar barre~ a i idcionales y determina la revision de concepciones tradicionales como ‘1G\de goberania y la de Estado Nacién. Los grupos de presisn internos atecén de la fortaleza de otrora como factores de poder, y a nivel global 48 Comunicaciones aéreas, maritimas y terrestres feilitan las relaciones y {'comercio entre agentes econdmicos de sitios muy remotes. “SA Ltespecto, el catedritico espaiiol ALBeRto Bescovrrz Rooricurz des- fica como factor que impulsa la globalizacién del mercado, el consistente “Gh que esa internacionalizacin permite rentabilizar al méximo las inver- Siones. En efecto, si desaparecen o se reducen extraordinariamente las neras-arancelarias, las economias de escala hacen que se trate de cen- * alizar los lugares de produccisin, reduciendo © suprimiendo las produc- a nes UGK STELLA MARVAEZ GONNET sones puramente locales, con el fin de crear centros de produccién para cl abastecimiento de amplias éreas regionales”®. Ahora bien, el creciente influjo de gigantescos conglomerados y cor- poraciones transnacionales gravita como poder politico allende las fron- teras de sus domicilios germinales y centros de direccién, por virtud de la acumulacién de conocimientos tecnolégicos y su gran capacidad de generar ingentes recursos. De aht que, en las postrimerfas del siglo XX RamOw Tamanes describié la forma de actuar de esas incontrastables fucr- zas econdmicas supranacionales, destacando, entre otras, las siguien- tes estrategias: “1) Ubican plantas de produccién en varios paises; 2) Con diversos productos penetran los mercados empleando las tltimas técnicas en marketing; 3) Efectian ingentes inversiones en investiga- ci6n tecnol6gica; 4) Realizan operaciones de integraci6n horizontal y vertical", Estas tacticas han evolucionado y en los primeros afios del siglo XX los paises emergentes continian anhelando que los inversionistas de Europa, Japén y Estados Unidos se comprometan efectivamente a generar bienes y servicios de alto valor agregado y los hagan participes activos de los adelantos tecnol6gicos, favoreciendo la capacitacién de sus habitantes en todos los niveles, en procura de ser cada dia més com- petitivos en los mercados internacionales. Acerca del poder de competitividad, los profesores espafioles José Antonto Latnez y YOLANDA FUENTES anotan: “Las empresas multinacionales, a través de una sélida red productiva, ‘comercial o financiera de inversiones, se han establecido en gran nti- mero de paises aprovechando las ventajas competitivas que ello les aporta. Incluso, un gran mimero de gobiernos, con el fin de facilitar la penetracién de algunas compafifas en los mercados de bienes 0 servi- cios de sus pafses, han favorecido los intercambios comerciales y fi- nancieros en sus 4mbitos de influencia”®, (2). Alberto, Bercovitz Rodriguez, Apuntes de derecho mercantil, Madtid, Aranzadi, 2003, p. 57. (3) Ram6n, Tamanes, Estructura econémica internacional, Madrid, Alianza Univer- sitaria, 1995, (4) José Antonio, Lafnez y Yolanda, Fuentes, “La sociedad de la informacién y el conocimiento: cambios en el sector empresarial”, Foro de Derecho Mercantil, Ne 6, Bogot4, Legis, 2006, p. 153. Sin embargo, el economista Davip Loveckove, presidente de la Agen- cia para el Desarrollo Industrial de Irlanda, participé en el décimo encuen- tro Colombia Compite y expres6 que la llamada inversiGn extranjera di- reota que practican grandes corporaciones o compaiiias transnacionales ‘consiste en adquirir empresas muy rentables, forjadas y consolidadas mer- ced a tesoneros esfuerzos de sus accionistas. Con referencia a Colombia observ que se han enajenado empresas extractivas de recursos natura- les, productoras de alimentos, del ambito financiero y de distribucién de © productos importados e innovaciones tecnolégicas y en telecomunicacio- + nes, Las han moderizado, pero en concreto se efectuaron traspasos de {nyaluables activos nacionales a empresas fordneas, sin que tales nego- ‘Gos beneficien al pais, pues no se generan empleos ni valores agregados ide - Significaciéon, ‘Tales inversiones directas, que no pocos analistas ponde- | tal, constituyen verdaderos espejismos porque en breve lapso son com- e pensadas mediante el giro de cuantiosas utilidades a la matriz o vinculadas terior, después de cada perfodo 0 ciclo contable®. 7/41 Desde otro punto de vista, la globalizacién, promovida por insttucio- ‘nes politicas y econémicas de los estados mas poderosos del mundo, ha Sido impulsada por colosales corporaciones que son las més beneficiadas “\merced a la tecnologia y los extraordinarios avances de las comunicacio- “hes. Estudiosos de las redes corporativas y de las estrategias de tales em- ‘presas, afirman: a) Las distinciones entre los mercados nacionsles estn jesapareciendo; b) Esas grandes corporaciones comercializan sus produc- {8S estindarizados en todo el mundo, con el fin de reducir costos y maximizar “la participacion en el mercado global; c) Por su ingente capacidad eco- nGmica y financiera utilizan en sus factorias muy costosos instrumentos y frlaguinaria con los tltimos avances tecnolégicos y desplazan o eliminan » thapresarios que no pueden competi. De ahi que en América Latina han ‘)j-" generado desempleo al reducir la fuerza laboral y establecer desigualdad ‘en, los ingresos por cuanto s6lo ocupan personal caliticado® Dichos re- en Estas avotaciones fueron comentadas poe Miguel Gomez Martinez, Director Eje- wo) eutivo dela Camara de Comercio Colombo Americana baj el rtulo"Campanazo”, "on a edicign del diario PORTAFOLIO del jueves 9 de agosto del 2007 104-6) Caos Alberto Guajaro,ensu libro Comercio internacional y globalicac, ase: “9m tos tims agos de este proceso de globalizacion, hemosasistido aun ercer paso en la detinicion de quien tiene el rol protagonico en la instrumentacion de aioe saareRS desalentadores de la globalizaci6n fueron puntualiza- +s en los dfas aurorales del siglo XXT le f dame iglo Por el Nobel de Economia, Joserx D. ENLAESFERA JURIDICA 1, Naturaleza Han resultado vanos los intentos de ubicar a la empresa dentro de las personas juridicas porque existen empresas que carecen de personali- dad; 0 de equipararla a la sociedad, pues hay empresas cuyos titulares son personas naturales; o al patrimonio auténomo por ser éste apenas un ele- mento material; a otras figuras, individuales 0 colectivas, ciertas o deter- minables, t{picas o atfpicas. Suele reiterarse que se trata de una combina- cin de elementos patrimoniales y humanos para desarrollar una actividad econémica, con la finalidad de producir bienes o servicios y derivar una ganancia, Pero nunca se ha apreciado como un todo orgénico sino que las (Cont. nota 6) dicho proceso. Ya no son tanto las instituciones internacionales, ni los pafses econémicamente més desarrollados del orbe. En este tercer ‘momento’ de la globalizacién el principal papel lo asumen directamente las empresas (obvia- mente aquéllas més desplegadas internacionalmente), que en la consecucién de sus finalidades empresariales superan a los propios paises ¢ instituciones. Como s de suponer, para llegar a tal posibilidad de poder, las empresas han adquirido el tamafio necesario a través de operaciones societaries de distinto tipo que gené- ricamente podriamos englobar en la conocida expresién del derecho societario anglosaj6n ‘merger and acquisitions’. (Op. cit., Buenos Aires, Ediciones jurfdi- a8 Cuyo, 1999, pp. 171 y 172). (7) Joseph Stiglitz afirma en su obra, El malestar en la globalizacién, que este fen6- meno no ha logrado disminuir la miseria, sino que, por el contraro, las naciones mis pobres empeoraron su situaci6n porque los pafses industrializados las forza- ron a eliminar las barreras comerciales pero conservando ellos las suyas y les impidieron exportar productos agricolas. Ademds, no abrieron sus mercados a Jos productos de los pafses en desarrollo, sino que insistieron en la apertura a su favor, y continuaron subsidiando Ia agricultura, impidiendo la competencia de los pafses atrasados fuera de exigirles eliminar subsidios a sus bienes industria- les, reduciendo de esta manera los precios que fijan las naciones pobres con relaci6n a los que pagan por sus importaciones. (Op. cit, trad. Carlos Rodrigues. Braun, Bogoté, Santillana Ediciones Generales, 2002). distintas parcelas juridicas contemplan aspectos, relaciones y facetas es- pecfficas, y cada una en su preceptiva destaca slo alguno de sus perfiles (subjetivo, objetivo, funcional, patrimonial). Tal prictica inveterada ha” “+ sido obstéculo para estructurar una concepcién unitaria de empresa. ih Toe ’sbozos parciales 225EF estudio de este fenémeno ha generado enfoques juridicos parciales ;pordaé no se consideran como un todo los méltiples elementos o factores :°/ que en él coexisten. El resultado se refleja en opiniones diversas, circuns- flomos, Esa anarquia conceptual germins las distmiles tesis acerca de la {¢ & empresa estimuladas por la convergencia de intereses distintos, publicos privados; de elementos materiales € inmateriales; de relaciones internas y externas; de diversidad de sujetos que tienen injerencia en la génesis 0 ulteriormente, verbigracia, el empresario, los inversionistas, administra- dores, agentes, distribuidores, el personal dependiente, los proveedores, consumidores 0 usuarios y terceros en general, asf como un cimulo de derechos y deberes que enmarcan el desarrollo de la actividad empre- sarial. A lo expuesto se afiade la persistencia en considerar la actividad ‘econ6mica organizada como equivalente a sociedad, o asimilarla al esta- Dlecimiento, e incluso concebitla como una simple unidad patrimonial del ‘empresari E. CONCEPCION INTEGRAL En diversos campos del saber la empresa es tema de estudio desde distintos éngulos, tarea en la cual economistas y juristas encuentran pun- tos de contacto y conclusiones afines. Claro que la economia es bisica- mente descriptiva por cuanto examina los hechos 0 realidades sociales, pero sus orientaciones o directrices resultan en alto grado empiricas, El derecho, a su tuo, es esencialmente normativo y sus reglas se encauzan hacia la cristalizacién del valor supremo de Ia justicia. Sin embargo, éxis- ten dreas comunes del derecho y la economia en las cuales el esquema teGrico.es similar y despejan el horizonte para el andlisis econémico del derecho, cuyo objetivo consiste en indagar la eficiencia de las leyes, pues Ja meta del sistema juridico es lograr que todo derecho sea econémica- mente eficiente®. (8) Acerca del andlisis econdmico del derecho conviene precisar que su objeto con- siste en interpretar las normas en el contexto préctico en que han de aplicarse teniendo en consideraci6n sus costos ¥ beneficios. Al respecto, en 1982 Estados Unidos expidié una directiva presidencial tendiente a que ta promulgacién de toda norma juridica esté precedida de un estudio del costo-beneficio. No es una disciplina estructurada sino una metodologia que se basa en parémetros de la ‘economia para interpretar y dilucidar problemas juridicos. En la Universidad Externado de Colombia fue creada la eftedra de Andlisis Econémico del Derecho y se publica Ia revista Contexto en la que se divulgan ensayos sobre esa metodo- logfa, fruto del pragmatismo anglo-norteamericano. Claro que a los herederos del sistema romano-germénico les produce desconcierto que en Ia solucién de los problemas juridicos:se pretenda privilegiar siempre concepciones como la del-binomio costo-beneficio en procura de la eficiencia econdmica, Enel fenémeno econémico-social y politico denominado empresa in- | teractian varias disciplinas del derecho, realidad que es abordada por el ordenamiento jurfdico en sus dimensiones objetiva~como actividad orga- nizada con finalidades concretas- y dinémica o funcional, que se mani- fiesta en la efecucién de operaciones, actos y negocios heterogéneos. Y ‘cuando surgen conflictos de intereses, las falencias de la ley se suplen con ‘costumbres verndculas 0 extranjeras y practicas o usos decantados en el intercambio internacional. De ahi que la pregunta reiterada de quienes actdan 0 interceden en estrados judiciales 0 en centros de arbitraje suele ser: (Cual es la naturaleza juridica de la empresa? Esta cuestién conlleva ‘; Implicitamente el deseo de esclarecer si es factible enmarcarla en alguna <71)\de las categorias juridicas preexistentes, o inferir la preceptiva aplicable “directa 0 analégicamente, o por lo menos intuir reglas especificas qué ibiliten elucidar y decidir un problema concreto. através de una valoracién abstracta, sino con objetividad al interpretar y ‘Aplicar las normas que a ella se refieran tangencial o directamente, incli- ive cuando afronte dificultades y sea viable su conservacion mediante acuerdos de reestructuracién. En consecuencia, se cifie a la légica conce- bir el derecho de la empresa como una normatividad de cardcter transver- Sal‘o multidisciplinario por cuanto es el centro al cual convergen disposi- ones de distintas parcelas juridicas” y comprende el estudio de todas ‘as disposiciones en las que, a través del discurrir del tiempo, el legislador “ha empleado la palabra empresa en sentido subjetivo, vale decir, dindole "tratamiento de persona 0 sociedad asf como los denominados por la doc- trina contratos de empresa y de colaboracién empresaria. La Ley 155 de 1959 sobre précticas comerciales restrictivas la us6 en tal sentido, y al Tespecto, es pertinente recordar que en su articulo 6.° separé la actividad de produccién de la de distribucién y prohibié a los administradores y mandos medios de las empresas industriales constituidas como socieda- des andnimas de responsabilidad limitada que tengan como socios otras (). Confluye inclusive el derecho penal, pues sil empresa unipersonal o cualquiera otra persona juridica, por medio de sus administradores, comete, por ejemplo, ‘uno 0 més delitos de aquellos “contra el orden econdmico social” de que trata el ‘Titulo X del COdigo Pena, la conducta punible le es imputable. Este importante y singular tema fue explicado y sustentado por la Corte Constitucional, en Sen Tencia C-674 del 8 de noviembre de 1998. ociedades, distribuir los product i i aa Productos de éstas, directamente o por interpues- En la estructuracién de esta nueva disciplina son pardmetros trascen- dentes: 1a meta sefialada en el Preémbulo de la Constitucién Politica de garantizat “un orden politico, econémico y social justo”; 1a consagraci ; , sagracién del Estado social de derecho que se fundamenta en la dignidad humana, el trabajo, la solidaridad, “en la prevalencia del interés general” (art. 1°), uno de cuyos fines es “la vigencia de un orden justo” (art. 2°) y los principios © econémicos enunciados en el articulo 333. En Colombia ha tenido eco el anhelo de doctrinantes de diversos paises que a lo largo de varias décadas han abogado por la estructuracién del derecho de la empresa como disci- plinia auténoma, de naturaleza mixta por cuanto a ella convergen normas: de'las dos vertientes tradicionalmente consideradas una de derecho priva- do j la otra de derecho piiblico. Para consolidar esa idea es encomiable y plausible la contribucién eficaz de Ia labor docente en centros de estudio y de irradiacién cultural, con frecuentes 0 periddicos foros, seminarios, di= plomados y maestrias en los que se analizan las innovaciones en modali- dades de gestién empresarial; métodos de informacién y de controles in- ternos; prevencién de riesgos en las operaciones y negocios; utilizacién 6ptima de los progresos tecnolégicos; las encrucijadas de la globalizaci6n, y ls evolucién del criterio de utilidad 0 beneficio ante la asuncién por el Estado de actividades econémicas a través de entidades ptiblicas descen- tralizadas, directas e indirectas, que responden a planes de servicio social ¥y noa criterios de rentabilidad o rendimientos pecuniarios. O de aspectos (0) Art. 62, L. 155 de 1959.— Los presidentes, perentes, directores, representantes legales, administradores o miembros de juntas directivas de empresas industiales Constituidas en forma de sociedades andnimas, no podran distribuir por sf ni por interpuesta persona los productos, mercancias, articulos o servicios producidos por la respectiva empresa o sus filiales, ni ser socios de empresas comerciales {gue distribuyan o vendan principalmente tales productos, mercancias,artfculos 0 servicios. Esta incompatibilidad se extiende a los funcionarios de sociedades de responsabilidad limitada que tengan como socios otras sociedades, en forma tal {que el nmero total de personas naturales exceda de veinte. Par. 1.*~ La probibi- Gi6n contenida en este articulo se extiende « los padres, cOnyuges, hermanos € hijos de aquellos funcionarios”. La Superintendencia de Industria y Comercio ha conceptuado que el precepto antes trascrito no ha sido derogado expresa o técita- nente por las tegulaciones posteriores sobre précticas comerciales restrictivas y de protecci6n a la libre competencia (Ver oficio 3100089 del 16 de febrero de 2004). técnicos, financieros, contables, de mercadeo electrGnico, sistematizacién de bases de datos e informaci6n, sinergias dentro y fuera de la empresa; los caminos abiertos para ingresar a los mercados regionales e interconti- nentales, sobre las bases de construir la infraestructura necesaria, moder- <<) nizar el aparato productivo y optimizar costos y calidades en la oferta de bienes y servicios, asf como otros t6picos de primordial significaci6n. F... RECUPERACION DE LAS EMPRESAS EN DIFICULTADES +. La posicién pragmatica adoptada en diversas legislaciones frente a las ‘empresas que afrontan situaciones de crisis econémico-financieras ha si- do la de salvaguardar y conservar aquellas que sean viables, para evitar su desaparicién, con secuelas que siempre repercuten no sélo en el campo ‘econémico sino también en el social en cuanto se clausuran fuentes de bienes o servicios que generan empleo. El principio de conservaciGn de la empresa esté unido a circunstan- “cis fcticas de la realidad econémica del entorno; sin embargo, para su "/) aplicacién en cada caso concreto han de concurrir determinados factores coincidentes con postulados juridicos. Por este motivo, la finalidad de ese principio radica en que la empresa mantenga procesos de concertaci6n y aplique estrategias racionales distintas de las medidas represivas que otro- ra imperaban en el régimen de la quiebra y de los trémites concordatarios

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