EL CERDITO VALIENTE
Autobiografía:
Hola, me llamo Jaime Gil, ¿Qué tal?! un alumno
de 4ºB
de la ESO.
Me gusta estar con mi familia y amigos, pasar el
rato con ellos y echarnos unas risas.
De mayor me gustaría hacer la carrera de
ingeniería aeronáutica e ir a vivir al extranjero
En el bosque escondido, el cerdo vivía,
De risas y chanchullos su vida llenaba.
Con astucia y artimañas, a todos engañaba,
Hambriento de riquezas, su codicia crecía.
El leñador honrado, su hacha blandía,
Trabajaba incansable, día tras día.
Madera cortaba con esfuerzo y alegría,
Pero el cerdo despreciaba su valía.
La oveja gentil, en la pradera pastaba,
Su lana suave y blanca, al viento ondeaba.
El burro, paciente, cargas llevaba,
Sin quejarse, su tarea cumplía.
Un día, en el claro, sus caminos se cruzaron,
El cerdo propuso un festín, todos aceptaron.
Comieron y rieron, la alegría se mostraba,
Pero el cerdo egoísta, a los demás olvidaba.

La noche llegó, el frío acechaba,
El cerdo en su abrigo, los demás despreciaba.
La oveja y el burro, en la oscuridad temblaban,
Comprendieron entonces, la lección que les daba.
La avaricia y egoísmo son un camino incierto,
La solidaridad y el amor son siempre ciertos.
En la unión y en la amistad está el tesoro,
La fábula nos enseña, con mensaje sincero.
No olvides en la vida, en tu día a día,
Que el compartir y ayudar, te llevarán lejos
siempre.
La avaricia y el egoísmo, te pueden hacer caer,
Pero la generosidad, te hará crecer y vencer.
Recuerda esta historia, en tu corazón grabada,
La moraleja es clara, en cada línea resguardada.
La amistad y el compañerismo, valen más que el
oro,
En la adversidad y la amistad, siempre
encuentra el tesoro.
Esta fábula nos enseña, en cada paso que demos,
Que la verdadera riqueza está en lo que
compartimos.
No olvidemos nunca, en nuestro caminar sincero,
Que la solidaridad y el amor, siempre son
verdaderos.
 Opiniones:

En el bosque de la vida, sigamos nuestro camino,

Con el corazón abierto, sin egoísmo ni desatino.
Ayudemos a los demás, como buenos amigos,
Y encontraremos la felicidad en cada abrigo.

Que el cerdo egoísta, en esta fábula, aprenda,

Que la codicia y el desprecio, a la amistad
ofenden.
Que la generosidad y el amor, sean su senda,
Y así la verdadera riqueza en su vida comprenda.

En esta fábula, la moraleja es clara y sencilla,

La amistad y la solidaridad son nuestra
maravilla.
Compartir y ayudar, son virtudes que brillan,
Enriqueciendo nuestras vidas con felicidad
tranquila.

Jaime Gil Corominas