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Reflexiones para la construcción

de la memoria colectiva
24 de marzo
2022

anses.gob.ar
Presidencia
Autoridades

Presidente de la Nación
Dr. Alberto Fernández

Vicepresidenta de la Nación
Dra. Cristina Fernández de Kirchner

Directora Ejecutiva de la ANSES


Lic. Fernanda Raverta

Presidencia
2
Por la memoria viva de las trabajadoras y los trabajadores de la
seguridad social detenidos-desaparecidos

30.000 compañeras y compañeros


detenidos-desaparecidos

¡Presentes! ¡Ahora y siempre!

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Reflexiones para la construcción de la memoria colectiva

Este dossier agrupa escritos que abordan la última dictadura cívico militar en nuestro país. La
seguridad social, como campo específico de la cuestión social, no ha sido ajena a las alteraciones
que impuso el proyecto de poder de la dictadura. Es por esta razón que desde la ANSES propo-
nemos, a través de esta publicación, abrir un mosaico de miradas posibles para reflexionar,
construir memoria e indagar en la especificidad del modelo de seguridad social de la dictadura
y sus múltiples consecuencias.

Los diversos textos nos convocan a identificar las huellas que las transformaciones políticas,
económicas, sociales y culturales de este período han dejado en la estructura social hasta el día
de hoy, como marcas perdurables. También nos invitan a recuperar las historias de las trabaja-
doras y trabajadores que se desempeñaban en las múltiples dependencias y organismos de la
seguridad social en esa época, y que fueron víctimas de terrorismo de Estado. Sus puestos de
trabajo eran, en muchos casos, precursores de los nuestros y sus nombres e historias se han
transmitido de generación en generación, construyendo así un puente con el presente.

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En busca de no olvidar, y continuando con el compromiso del organismo con los derechos
humanos, desde el año 2020, la ANSES ha retomado la tarea de reconstrucción de los legajos de
seis trabajadoras y trabajadores detenidos-desaparecidos de la seguridad social, cuatro de los
cuales ya han sido finalizados a la fecha de publicación de este dossier mientras que se encuen-
tra en curso el trabajo con los dos restantes. Se continúa así la tarea llevada adelante en 2014 y
2015 para alcanzar la reparación de los 15 legajos de los trabajadores y trabajadoras de la seguri-
dad social identificados hasta el presente, que fueran víctimas de terrorismo de Estado.

También se señala el compromiso tomado por el Estado nacional, a través de la seguridad social,
con las personas detenidas por causas políticas, ideológicas o gremiales durante la última dicta-
dura. En este sentido, el dossier comparte información sobre la pensión graciable para ex presos
políticos, una prestación que busca reparar económicamente a quienes, víctimas de terrorismo
de Estado, entre tantas vejaciones, se vieron imposibilitados/as de trabajar y registrar aportes
jubilatorios. En el mes de febrero, la ANSES pagó más de 6.700 pensiones a ex presas y presos
políticos.

Estas páginas también recuperan el análisis de algunas de las medidas que se implementaron
en ese período, con impacto directo sobre el sistema de seguridad social. Sin dudas, ante la
mirada general sobre el horror que significó la dictadura iniciada en 1976, la dimensión de lo
específico puede quedar eclipsada. Sin embargo, los textos de este dossier buscan recuperar la
particularidad de algunas de las transformaciones o proyectos esgrimidos por la dictadura
sobre las políticas de seguridad social y sus consecuencias, permitiendo ver así que, medidas
como la eliminación de contribuciones patronales o el intento de capitalización del sistema pre-
visional, resultaban piezas lógicas dentro de un engranaje mucho más grande que abría, por ese
entonces, las puertas al neoliberalismo en nuestro país.

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La memoria es un ejercicio colectivo que en nuestro país lleva las
marcas de rondas y resistencias, de búsqueda de justicia y de una
inquebrantable tenacidad frente al olvido. Estas páginas son una
invitación a recordar, y a aprender de ese recuerdo. Conocer,
entender y elaborar es una forma de renovar nuestro compromiso.
Para que Nunca Más, también en la seguridad social.
Foto:
Graciano Braganza
Sergio
De Piero

¿Cuál es la dimensión sobre la que la última dictadura dejó su huella más profunda? Difícil decir-
lo, aunque la política de terror de Estado y la desaparición forzada de personas surge como su
cara más grave y cruel. Pero al mismo tiempo, la dictadura se propuso generar una transforma-
ción en la sociedad argentina en distintas dimensiones, algunas de ellas que llegan hasta nues-
tros días, y que debemos abordar con interés porque cambiaron mucho el país que existía hasta
ese momento.

No cabe duda de que, luego de usurpar el poder por más de siete años, la Argentina ya no fue
la misma: cambiaron dinámicas políticas, pautas culturales, aspectos de la sociedad y, particu-
larmente, su modelo económico. La dictadura fue un proceso de transformación al calor de una
represión sistemática que le imprimió su carácter, porque era parte constitutiva de ese cambio.
Se propuso gobernar como si la sociedad solo existiese como objeto de represión, y sin recono-
cer mediaciones ni identidades. En este esquema, los intereses económicos de las grandes
empresas no corrieron igual suerte que el resto de la sociedad.

Lic. en Ciencia Política (UBA). Dr. en Ciencias Sociales y Humanidades (UNQUI). Director del Instituto
de Ciencias Sociales y Administración, UNAJ.

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En un mundo que empezaba a cambiar, la Economía clave de la dictadura, José Alfredo
dictadura se propuso transformar el rol del Martínez de Hoz, al afirmar que la crisis que
Estado y a la propia sociedad argentina. Sus vivía el país era derivada del crecimiento de lo
gestores eligieron omitir la palabra “revolu- que él denominó “terrorismo industrial”.
ción”, utilizada en los golpes de 1955 y 1966, y
optaron por un término con menos peso sim- He aquí un aspecto central del cambio que la
bólico: “Proceso de Reorganización Nacional”. dictadura se propuso generar. Como sabemos,
Así, parecían desandar la idea de pretender la represión pegó muy duramente en el sector
fundar un nuevo orden, tal como evoca la obrero y, al mismo tiempo, fue notoria la caída
palabra revolución. En su lugar, se inclinaron del producto industrial en aquellos años. Esa
por un concepto en apariencia menos contun- situación fue resultado de un modelo econó-
dente. Porque, ¿qué es al fin un “proceso”, sino mico que buscaba volver a la Argentina previa
meramente un transcurrir, una sucesión de al proceso de industrialización por sustitución
hechos que están enlazados bajo algún aspec- de importaciones, iniciado en las décadas de
to en común, pero no mucho más? Y, sin 1930 y, en particular, de 1940. Martínez de
embargo, no era solo eso. Hoz, un hombre vinculado al sector agrario,
pero también al minero y, muy especialmente,
Haciendo uso de una simplificación, si en 1955 al financiero, estaba expresando con claridad
los golpistas aseguraban que el problema de la la conjunción de lo que comprendían era el
Argentina era el peronismo, en 1966 lo ancla- lugar que la Argentina debía abandonar: la
ban en el conjunto de los partidos políticos. industrialización que generaba una clase
Pero, en 1976, el diagnóstico fue por más: la obrera movilizada.
sociedad toda debía de ser reformulada, “reor-
ganizada”, teniendo como espejo la Argentina
de finales del siglo XIX, aquel país de la “paz
del trigo”, supuestamente exento de conflictos
sociales. Lo expresó con claridad el ministro de

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Desarmar la industria nacional, objetivo que se imprescindible y constitutivo del modelo, el
propuso y consiguió en buena medida mien- accionar estatal y el reconocimiento de orga-
tras crecía un descontrolado sector financiero nizaciones, como los partidos y los sindicatos.
especulativo, libraría al país de los sectores
populares más dinámicos y organizados. Esta
doble conjunción explica, en parte, que secto-
res empresarios afectados por las políticas de
desindustrialización apoyaran activamente a
la dictadura militar, en pos de lograr la ansiada
disciplina de la clase trabajadora.

El contexto mundial alentaba, en parte, estas


políticas. Por un lado, se vivía un proceso de
transformación en la industria, bajo nuevas
lógicas de producción y organización. Por el
otro, el ascenso del neoliberalismo planteaba
la necesidad imperiosa de terminar con las
políticas estatales que habían acompañado el
proceso de industrialización luego de la
Segunda Guerra Mundial, que en el primer
mundo se conoció como el Welfare State y, en
estas tierras, se denominó “Estado Social”.
Más allá de las múltiples diferencias por con-
texto y por historia, esos tipos de orientación
estatal se caracterizaban por un elemento
clave: la cuestión social no era resuelta, o al
menos atendida, de la mano del mercado. Era

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La dictadura desconoce este papel de las orga- La suspensión de leyes y convenios de protec-
nizaciones, interviene sindicatos y disuelve a ción hacia el trabajo operó en el mismo senti-
los partidos políticos, justamente porque su do, fortaleciendo esa matriz expulsiva. La
premisa es gobernar sin la sociedad. El ascen- cuestión social dejaba de ser una política que
so del neoliberalismo tiene una trama social se resolvía de la mano de la economía, para
fundamental: bajar los niveles de expectativa escindirla del rumbo económico e iniciar así un
para las mayorías. Así lo había expresado el proceso expansivo de empobrecimiento.
informe de la Comisión Trilateral en 1975: las
democracias se ven amenazadas por las “Reorganizar la Nación”, como pretendía la
demandas de sus sociedades; el camino es dictadura, implicaba intervenir sobre los
cambiar las expectativas en torno a esas modos de redistribución del ingreso; funda-
demandas. Este es el punto principal a regis- mentalmente, fijar los patrones de acumula-
trar. Pues si observamos los indicadores eco- ción y el rol que los actores sociales y políticos
nómicos, cuando los militares abandonan la podían cumplir. El avance que lograron no fue
Casa Rosada no se observa un crecimiento menor. Con todo, la sociedad civil pudo rete-
exponencial del desempleo, pero sí es impor- ner esas prácticas aun en un escenario trans-
tante la caída del salario real y el crecimiento formado y, cuando recuperó la democracia,
de los hogares con Necesidades Básicas Insa- lograr volver a ponerlas en acción.
tisfechas (NBI), especialmente en el Gran
Buenos Aires. Estos datos son la expresión
que nos habla de una transición de un tipo de
sociedad a otra, de una que poseía capacida-
des inclusivas a otra generadora de exclusión.
1 - La Comisión Trilateral es una organización internacional
fundada a instancias del empresario David Rockefeller en 1973,
que vincula a las principales economías capitalistas de aquellos
años; es decir a Estados Unidos, Europa occidental y Japón.

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Hay método Natalia
Calcagno

en su locura
La cultura es lo que nos define. Se trata de nuestros valores, percepciones, gustos y sensibilida-
des, en suma, de nuestra identidad. Este cúmulo de ideas, músicas, historias, imágenes y cele-
braciones conforma nuestra identidad individual, como personas únicas e irrepetibles, y tam-
bién es la que nos da forma como sociedad y como Nación.

Por ello no es caprichoso ni improvisado que la dictadura cívico militar de 1976 haya atacado,
acallado y asfixiado sistemáticamente a la cultura argentina. Aniquilar la cultura, nuestros sím-
bolos y nuestra memoria social, formó parte del plan sistemático de exterminio que se propuso
una fabulosa transformación regresiva del país en términos sociales, políticos, económicos y
culturales, restringiendo todos los derechos de la ciudadanía.

La persecución cultural incluyó la muerte, detenciones arbitrarias y exilio de artistas. Y, además,


estableció una férrea política de censura, la quema de libros y el cierre de teatros y centros
culturales. La quema de libros, por ejemplo, fue tan extendida durante la dictadura que se la
menciona como ejemplo de “biblioclastía” a nivel internacional, concepto que se utiliza como
una suerte de antónimo de “bibliodiversidad”.

Lic. en Sociología (UBA), especializada en economía cultural. Subdirectora General de la Dirección


General de Cultura de la Cámara de Diputados de la Nación.

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Entre otros casos, sobresalen los 90 mil volú- Entre las canciones prohibidas aparecen, por
menes de EUDEBA que desaparecieron de su ejemplo, “Loco por tu culpa” de Palito Ortega;
oficina del barrio de Congreso el 27 de febrero “Me gusta ese tajo” de Luis Alberto Spinetta;
de 1977. Ese mismo mes, la policía santafesina “Enciende mi fuego” de The Doors; “Otro ladri-
quemó 80 mil libros de la Biblioteca Constan- llo en la pared” de Pink Floyd o “Viernes 3 am”
cio Vigil y detuvo a algunos miembros de su de Charly García.
comisión directiva. El clima imperante provo-
caba también la quema doméstica de libros
debido al miedo y la autocensura. En esos
años, además, la producción de libros cayó a
los niveles más bajos de toda la historia edito-
rial argentina.

La censura a las expresiones culturales, de tan


extendida, se volvió casi ridícula. Hace unos
años, la Autoridad Federal de Servicios de
Comunicación Audiovisual puso en conoci-
miento público un listado de 223 temas musi-
cales prohibidos por la dictadura. Esta “lista
negra” titulada “Cantables cuyas letras se con-
sideran no aptas para ser difundidas por los
servicios de radiodifusión” se encontraba bajo
la órbita del Comité Federal de Radiodifusión y
estaba compuesta por siete hojas que contie-
nen el título y autor de los temas musicales Álbum “La grasa de las capitales”, de Serú Girán.
censurados desde el año 1969 hasta 1982. Imaginación y creatividad para saltar la censura.

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Teatro Abierto
Año 1981

El ciclo de Teatro Abierto, uno de los emblemas de la oposición cultural a la dictadura, comenzó
en el teatro El Picadero. Una semana más tarde de su inicio, precisamente el 6 de agosto de
1981, la sala quedó totalmente destruida luego de que le colocasen una bomba incendiaria. En
el ámbito cinematográfico, además de la persecución y desaparición de cineastas con fuerte
compromiso político como Raymundo Gleyzer, el desmantelamiento industrial desembocó, a
principios de los años ochenta, en una crisis tal que dio lugar a una de las producciones más
bajas de la historia: en 1982 se estrenaron apenas 17 películas.

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Quemar, silenciar, aniquilar. Todas las expre- Este relato era acompañado por la propagan-
siones culturales fueron perseguidas y, en el da oficial. Una de las más icónicas fue aquella
clima social de terror que se vivió en aquellos que buscaba mostrar la baja calidad de la
años, se fue generalizando una conducta de industria nacional cuando un hombre se sen-
autocensura. Quemar, enterrar, tirar libros, taba en una silla “hecha en Argentina” y en el
discos, fotos o cuadros fue una práctica coti- acto se rompía en pedazos. Esta, al igual que
diana porque la cultura del miedo caló hondo otras acciones propagandísticas de la dictadu-
en la identidad social. ra, tenía como objetivo denigrar el orgullo
nacional y al mismo tiempo erosionar la auto-
Pero la perversidad del proyecto político de la estima de argentinas y argentinos.
dictadura cívico militar fue más allá. En una
suerte de triste imitación de la conducta colo- De esta manera, si nos detenemos a analizar el
nizadora que construía iglesias sobre las vínculo de la dictadura cívico militar con la
ruinas de los templos aztecas, los militares se cultura nacional, encontramos vínculos rele-
propusieron, sobre las cenizas del intento de vantes con el compromiso que sostenemos
destrucción de la identidad argentina, generar como sociedad con la Memoria, Verdad y Justi-
una cultura acorde a su mirada autoritaria a cia. Permite ver con claridad, sobre todo, que
través de la creación de contenidos diversos. lo sucedido en aquellos años no fue el accionar
Para ello se valieron de la productora Aries, trasnochado e improvisado de un manojo de
que fue financiada y apoyada por el gobierno militares perversos y desquiciados y tampoco
de facto y con la cual generaron éxitos cine- espasmos de crueldad focalizados en algunos
matográficos como “Los fierecillos indoma- ámbitos o con algunas personas. No. Se trató
bles” con Porcel y Olmedo en 1979 o “La carpa de un plan sistemático de exterminio que pre-
del amor”, de Enrique Carreras, en 1982. Tam- tendía transformar la estructura social, econó-
bién fue hit en aquellos años la canción “Yo mica y política en favor de los intereses de
tengo fe” de Palito Ortega. unos pocos poderosos. Y para lograr eso, era
necesario generar una cultura del miedo,

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aniquilar la identidad nacional y cualquier Analizar nuestra huella digital nacional y
expresión de resistencia. Por eso la persecu- conocer la realidad cultural en que se desarro-
ción cultural abarcó más y no se limitó sola- llaron diferentes procesos históricos, permite
mente a perseguir autores y artistas, sino que contextualizar y entender en su verdadera
impidió también que funcionase la máquina dimensión las prácticas, sucesos y aconteci-
de contenidos culturales. mientos que, de otra manera, resultan incom-
prensibles o se leen como hechos realizados
La cultura, si no es diversa no es cultura sino por “pura maldad”. Esta es, probablemente,
pensamiento único y totalitarismo. Eso es lo una de las razones centrales de la necesidad
que intentó construir la dictadura. del ejercicio cotidiano de la memoria. Conocer,
entender y elaborar es una forma de renovar
Por ello, es notable, desde este marco de el compromiso con la Memoria, la Verdad y la
reflexión, analizar los datos de la producción Justicia.
de libros, películas y discos en la historia
argentina. Porque, justamente, los momentos
más altos de producción aparecen en los
gobiernos peronistas: en los de Juan Domingo
Perón, entre 1946 y 1955, y en los de Néstor y
Cristina Kirchner, entre 2003 y 2015. Contra
ese aparente antagonismo de “libros o alpar-
gatas” -en el que las alpargatas quedaban
junto al pueblo y los libros, lo “culto”, lejos de
los “cabecitas negras”-, las cifras nos hablan
de mayor acceso a la cultura y mayor diversi-
dad en los gobiernos populares y democráti-
cos, y exactamente lo contrario en los gobier-
nos de facto.

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“Ni un paso atrás”. Mural emplazado en la Unidad 9 (La Plata), del Servicio Penitenciario de la Provincia de
Buenos Aires. Realizado con los estudiantes universitarios del penal, bajo la dirección de Cristina Terzaghi.

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Dictadura y represión Diego
García
al movimiento obrero
Memoria y resistencia de las trabajadoras y trabajadores
de la seguridad social

El ejercicio permanente de la memoria sobre los crímenes de lesa humanidad perpetrados por
la dictadura cívico militar, la búsqueda de la verdad y la lucha por la justicia, son el legado de las
Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

Las políticas públicas deben fortalecer nuestra democracia. En tal sentido, la seguridad social es
un derecho humano fundamental que sólo se realiza como parte de un proyecto político partici-
pativo y con justicia social. Por eso, es necesario saber qué pasó durante la dictadura en lo que
hoy es nuestro lugar de trabajo y traer al presente las historias de vida de las trabajadoras y
trabajadores de los diversos organismos de la seguridad social que fueron víctimas de terroris-
mo de Estado.

El terror fue implantado para cambiar el modelo económico y disciplinar al conjunto de la socie-
dad a través de un plan sistemático. Quienes lo llevaron a cabo, son responsables de los 30.000
detenidos-desaparecidos, de la apropiación ilegal de más de 500 niñas y niños y de secuelas y
sufrimientos sociales que nos acompañan hasta nuestros días.

Lic. en Sociología y docente (UBA). Coordinador de Análisis de Políticas Inclusivas de la ANSES.

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En materia laboral, el programa de la dictadura la clase trabajadora. La tasa de desocupación
consistió en la suspensión de las negociacio- abierta aumentó de 3,4% a 5,2% entre 1974 y
nes colectivas, el congelamiento de los sala- 1986 y el porcentaje de asalariados registra-
rios, la prohibición de la actividad sindical, la dos cayó de 56,9% a 51,4% en el mismo perío-
eliminación de 27 artículos de la Ley 20.744 de do. También los ingresos medios de los asala-
Contrato de Trabajo y del derecho a huelga, la riados cayeron abruptamente a partir de 1976,
derogación de la Ley 20.615 de Asociaciones desigualando fuertemente la distribución del
Profesionales de Trabajadores y la caducidad ingreso en favor del 10% más rico de la pobla-
de los padrones y del cobro de las cuotas sindi- ción que pasaría de apropiarse el 26,9% del
cales. Todas medidas orientadas a perseguir, PBI en 1974 al 31,9% en 1986. El esquema
quebrar y eliminar la fuerza de un activismo distributivo por el cual un 48,5% del PBI
sindical considerado “enemigo interno”. correspondía a la masa salarial en 1974, había
recortado esa participación al 30,8% cuatro
En consonancia, la dictadura interrumpió el años después del golpe.2 Los efectos de estas
modelo de industrialización sustitutiva e políticas en términos de deterioro salarial,
instauró un nuevo patrón de acumulación desempleo y descenso social perduraron más
1
basado en la valorización financiera. El cierre allá de la recuperación democrática.
de fábricas y la drástica caída de la producción
industrial y del salario fueron inmediatos. El
establishment empresarial y la cúpula militar
se beneficiaron del modelo de endeudamiento
y fuga de capitales. La consigna “achicar el
Estado es agrandar la Nación” inauguró el 1 - Basualdo, Eduardo: “Sistema político y modelo de acumula-
neoliberalismo en nuestro país. ción en la Argentina. Notas sobre el transformismo argentino
durante la valorización financiera (1976-2001)”, Universidad
Nacional de Quilmes, agosto de 2001.
El plan de ajuste impactó muy profundamente
2 - Torrado, Susana (directora): “El costo social del ajuste
en la estructura social argentina, castigando a (Argentina 1976-2002). Tomo I”, Buenos Aires, Edhasa, 2010.

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Para que la dictadura concretara su plan, hizo delegados sindicales de base -que luego
falta la acción cómplice y directa de distintos fueron desaparecidos-”. 4 Como explicaba
sectores de la sociedad civil, entre ellos, cúpu- Víctor De Gennaro, “el 67% de los desapareci-
las empresarias y jerarquías eclesiásticas. dos son trabajadores y fundamentalmente se
Hubo un fuerte proceso de persecución y mili- apuntó a destruir a los activistas, delegados y
tarización de los lugares de trabajo -tanto en algunos secretarios generales”.5
el sector público como en el privado- llegando
en algunos casos, hasta la instalación de cen- En lo que respecta a los espacios de trabajo de
tros de detención y tortura.3 la seguridad social, en ese momento no había
una única administración como en el presente.
La investigación sobre la responsabilidad Las diferentes Cajas de Previsión Social y
empresarial en delitos de lesa humanidad da Asignaciones Familiares, la Dirección Nacional
cuenta de que una mayoría de las y los desa- de Recaudación Previsional y el Centro Único
parecidos eran trabajadores, y enfatiza en la de Procesamiento Electrónico de Datos
“existencia de secuestros colectivos y deten- (CUPED) fueron distribuidos, para su manejo
ciones que se daban dentro de los lugares de por parte de las tres armas. Al día de hoy, se
trabajo y de testimonios de sobrevivientes ha reconstruido la historia de un grupo de
que afirmaban que muchas empresas habían quince compañeras y compañeros víctimas de
brindado a las fuerzas represivas, datos perso- terrorismo de Estado que cumplían activida-
nales, fotografías y listados de los militantes y des propias de la seguridad social en estos

3 - Basualdo, Victoria y colaboradoras: “La clase trabajadora durante la última dictadura militar argentina 1976-1983. Apuntes para
una discusión sobre la resistencia obrera”, en Raggio, Sandra (Coord.) “Memoria en las aulas, Dossier N° 13”, Comisión Provincial
por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires.
4 - Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, CELS y FLACSO: “Responsabilidad empresarial en delitos de lesa
humanidad. Represión a trabajadores durante el terrorismo de Estado. Tomo I”, Buenos Aires, noviembre de 2015.
5 - Citado por Fernández, Norma: “24 de marzo de 1976. 25 años después”, en Revista Milenio N° 5, Buenos Aires, 2001. Citado en
Basualdo, Victoria y colaboradas, op. cit.

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espacios y a quienes también recordamos en También fue de vital importancia la creación
este dossier y están siempre presentes en la de la Comisión de Trabajo “Por la Reconstruc-
cotidianeidad de nuestra tarea. ción de Nuestra Identidad” que desde el año
2007 se propuso desarrollar las tareas de rele-
Decimos que hemos reconstruido hasta el día vamiento y documentación del personal del
de hoy, porque la memoria es un proceso entonces Ministerio de Obras y Servicios
colectivo y en permanente movimiento. Suele Públicos que fue víctima de desaparición
ser como buscar piezas de un rompecabezas, forzada durante la última dictadura militar. En
que están dispersas y atesoradas en institu- 2012, por Decreto 1199, se convalida su labor, y
ciones, en recuerdos personales, en relatos, en se amplía su ámbito de intervención al releva-
expedientes y por eso las nóminas van modifi- miento de todo el personal de la Administra-
cándose y sumando nuevos nombres a ción Pública Nacional víctima de desaparición
medida que se activa algún recuerdo. forzada, y a todas aquellas actividades ten-
dientes a la identificación, preservación y
En este camino de reconstrucción de la memo- clasificación de informaciones, testimonios y
ria de las y los trabajadores de la seguridad documentos referidos al accionar del terroris-
social, fue muy importante la colocación de mo de Estado. Hasta el momento, lleva releva-
una placa, con los nombres de los compañeros dos 595 legajos de trabajadoras y trabajadores
detenidos-desaparecidos de organismos de la de ministerios, dependencias y reparticiones
seguridad social, cuyas historias habíamos del Estado Nacional desaparecidas y desapa-
podido reconstruir hasta el año 2009. Y, pos- recidos. Recientemente, en diciembre de 2021,
teriormente, en el año 2010, la colocación de por Ley 27.656 se dispuso la ampliación de la
las baldosas que recuerdan a nuestros compa- tarea de reparación para alcanzar a trabajado-
ñeros y compañeras y que nos reciben diaria- ras y trabajadores en relación de dependencia
mente en la sede central de la ANSES, en Ave- del sector privado víctimas de terrorismo de
nida Córdoba 720 de la Ciudad Autónoma de Estado.
Buenos Aires.

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Gracias a ese trabajoso proceso que es la
reconstrucción colectiva de la memoria, hoy
conocemos el estado de las causas judiciales
donde se investigaron, probaron y condenaron
delitos de lesa humanidad y se identificaron
los restos de Adrián Bogliano y Susana Leiva,
dos de nuestros 15 compañeros/as deteni-
dos-desaparecidos. También se logró la repa-
ración de sus legajos, y de los/as restantes
compañeros/as de organismos de la seguridad
social, para que conste en ellos la “condición de
detenidos-desaparecidos”, según se instruyó
en el Decreto 1199/12, de forma tal de dejar
consignada la verdadera causal del cese de la Los 15 trabajadores y trabajadoras de la segu-
relación laboral, y revocar los actos adminis- ridad social eran jóvenes, muchos de ellos y
trativos que, oportunamente, dispusieron los ellas eran militantes. Algunos, fueron referen-
despidos o bajas “por abandono de tareas” o tes sindicales; otros u otras, militantes estu-
6
fórmulas espurias similares. Asimismo, vemos diantiles. Además, eran hijos/as, amigos/as,
nombres escritos en baldosas en los barrios compañeros/as de oficina, esposos/as y varios,
donde vivieron, en las instituciones en las que también eran padres y madres con niños/as
trabajaron y en bibliotecas, como la que lleva el que, en ese momento, eran muy pequeños/as.
nombre de Roberto “Tito” Repetto. Sabemos que, al menos dos de las desapareci-
das trabajadoras de la seguridad social esta-
ban embarazadas. Todos y todas, eran parte
6 - A marzo de 2022, queda pendiente, pero está en curso, la
de una generación que se comprometió en la
reconstrucción de los legajos de dos de nuestros compañe-
ros/as: María Estela Gache y Enrique Carlos Povedano. lucha por un país más justo y solidario.

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Con la recuperación de la democracia, también se recuperaron las ex cajas y el Centro Único de
Procesamiento Electrónico de Datos (CUPED), que habían sido controlados militarmente.
Muchas y muchos, que habían debido abandonar su actividad laboral para poder sobrevivir a la
persecución y el terror de aquellos años oscuros, pudieron recuperar sus puestos de trabajo. En
ese contexto, el CUPED se puso a disposición de la CONADEP, creando un software y una base
de datos que recogió los listados proporcionados por los organismos de Derechos Humanos y
construyó un banco de datos de las víctimas de terrorismo de Estado.7

La consigna Memoria, Verdad y Justicia fue transformada en política de Estado a partir de 2003.
Allí comenzó una nueva etapa en nuestro país, con la decisión de desterrar el manto de olvido
que se había tendido sobre las luchas y proyectos de una generación entera, incluidos los
trabajadores de la seguridad social que fueron víctimas de terrorismo de Estado. Al mismo
tiempo que recuperábamos la memoria, recuperábamos un proyecto de país con desarrollo,
trabajo digno, ampliación de derechos y expansión de las políticas de seguridad social como
bastión de las políticas públicas de inclusión.

En 2019, en el Encuentro Intersindical de Derechos Humanos, el compañero Héctor Amichetti


nos decía que la defensa de los derechos humanos se realiza desde la acción colectiva y la soli-
daridad. Nada más cierto ya que, como expresó la consigna que movilizó aquel encuentro: las y
los 30.000 compañeras y compañeros desaparecidos son parte de la historia del movimiento
obrero.

7 - Cao, Horacio; Laguado Duca, Arturo y Fontdevilla, Pablo: “40 años de informática en el Estado Argentino”, Universidad de Tres
de Febrero, 2007.

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Trabajadores y trabajadoras
de la seguridad social
víctimas de terrorismo de Estado
¡Presentes!

Adrián Claudio trabajaba como programador en la Caja Nacional de


Previsión para Trabajadores Autónomos. Anteriormente, había
prestado servicios como analista de sistemas en el Centro Único de
Procesamiento Electrónico de Datos (CUPED).

El 12/08/1977 fue secuestrado junto a su esposa, María Susana LEIVA,


trabajadora del CUPED, en la localidad de Villa Elisa (La Plata,
Provincia de Buenos Aires). Tenía 28 años cuando fue asesinado, el
22/09/1977, en Berazategui (PBA).
Adrián Claudio
BOGLIANO Sus restos fueron recuperados y devueltos a la familia

Su legajo laboral fue reparado según Decreto 1199/12, por Resolución


ANSES D.E.-A N° 549/15.

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Mónica Irma trabajaba en la Caja Nacional de Previsión para
Trabajadores Autónomos.

Tenía 25 años cuando fue secuestrada, el 28/04/1977, en la ciudad


de Buenos Aires.

Su legajo laboral fue reparado según Decreto 1199/12, por


Resolución N° RESOL-2021-164-ANSES-ANSES.

Mónica Irma
CASSANI

Carlos Mario trabajaba como operador de computadora en el


Centro Único de Procesamiento Electrónico de Datos (CUPED).

Tenía 31 años cuando fue asesinado, el 19/01/1977, en Santa Fe,


capital de la Provincia de Santa Fe.

Su legajo laboral fue reparado según Decreto 1199/12, por


Resolución ANSES D.E.-A N° 185/15.

Carlos Mario
FRIGERIO

25
Estela María trabajaba en el Centro Único de Procesamiento
Electrónico de Datos (CUPED).

Tenía 23 años cuando fue asesinada, el 6/09/1976, en la ciudad de


Buenos Aires.

Actualmente, su legajo laboral se encuentra en proceso de


reconstrucción, según lo dispuesto por Decreto 1199/12.

Estela María
GACHE de ADJIMAN

Marcela Cristina trabajaba como empleada administrativa en la


Caja Nacional de Previsión para el Personal de la Industria,
Comercio y Actividades Civiles.

Tenía 23 años y se encontraba embarazada cuando fue secues-


trada, el 19/08/1976, en la ciudad de Buenos Aires.

Su legajo laboral fue reparado según Decreto 1199/12, por Resolu-


ción ANSES D.E.-A N° 183/15.
Marcela Cristina
GOEYTES

26
Carlos Alberto trabajó en la Secretaría de Estado de Seguridad
Social del Ministerio de Bienestar Social de la Nación.

Tenía 31 años cuando fue asesinado, el 17/12/1976, en la localidad


de Villa Bosch (Tres de Febrero, Provincia de Buenos Aires).

Su legajo laboral fue reparado según Decreto 1199/12, por


Resolución N° RESOL-2021-164-ANSES-ANSES.

Carlos Alberto
HOBERT

María Susana trabajaba como analista de sistemas en el Centro


Único de Procesamiento Electrónico de Datos (CUPED).

El 12/08/1977 fue secuestrada junto a su esposo, Adrián


BOGLIANO, también trabajador del CUPED, en la localidad de
Villa Elisa (La Plata, Provincia de Buenos Aires). Tenía 33 años
cuando fue asesinada, el 22/09/1977, en Berazategui (PBA).

Sus restos fueron recuperados y devueltos a la familia.


María Susana
LEIVA de Su legajo laboral fue reparado según Decreto 1199/12, por
BOGLIANO Resolución ANSES D.E.-A N° 550/15.

27
José Abelardo trabajó en la Dirección Nacional de Recaudación
Previsional del Ministerio de Bienestar Social de la Nación.

Tenía 36 años cuando fue secuestrado, el 10/12/1978, en la localidad


de Banfield (Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires).

Su legajo laboral fue reparado según Decreto 1199/12, por


Resolución ANSES D.E.-A N° 625/14.

José Abelardo
LUNA

Osvaldo Enrique fue inspector de la Dirección Nacional de


Recaudación Previsional del Ministerio de Bienestar Social de la
Nación.

Tenía 25 años cuando fue secuestrado, el 7/10/1976, en el partido de


Morón (Provincia de Buenos Aires).

Su legajo laboral fue reparado según Decreto 1199/12, por


Resolución N° RESOL-2021-164-ANSES-ANSES.
Osvaldo Enrique
MEDINA

28
Gustavo Adolfo fue computador científico en el Centro Único de
Procesamiento Electrónico de Datos (CUPED).

Tenía 28 años cuando fue secuestrado, el 6/08/1976, en la ciudad


de Buenos Aires.

Su legajo laboral fue reparado según Decreto 1199/12, por


Resolución N° RESOL-2021-164-ANSES-ANSES.

Gustavo Adolfo
PONCE de LEÓN

Enrique Carlos trabajaba en la Dirección Nacional de


Recaudación Previsional del Ministerio de Bienestar Social de la
Nación.

Tenía 24 años cuando fue secuestrado, el 5/09/1975, en La Plata


(Provincia de Buenos Aires). Fue asesinado al día siguiente, en la
misma localidad.

Actualmente, su legajo laboral se encuentra en proceso de


Enrique Carlos reconstrucción, según lo dispuesto por Decreto 1199/12.
POVEDANO

29
Roberto trabajaba como inspector en la Gerencia de Fiscalización
de la Dirección Nacional de Recaudación Previsional del
Ministerio de Bienestar Social de la Nación.

Tenía 27 años cuando fue secuestrado, el 22/03/1978, en la ciudad


de Buenos Aires.

Su legajo laboral fue reparado según Decreto 1199/12, por


Resolución ANSES D.E.-A N° 416/15.
Roberto
REPETTO

Graciela Beatriz trabajaba como empleada administrativa en la


Caja Nacional de Previsión para Trabajadores Autónomos.

Tenía 23 años y se encontraba embarazada cuando fue


secuestrada, el 25/03/1976, en la localidad de Caseros (Tres de
Febrero, Provincia de Buenos Aires).

Su marido, Fernando VILLANUEVA, trabajador de la Caja


Nacional de Previsión Social, también permanece desaparecido.
Graciela Beatriz
VALDUEZA de Su legajo laboral fue reparado según Decreto 1199/12, Resolución
VILLANUEVA ANSES D.E.-A N° 184/15.

30
Héctor Manuel trabajaba como gestor bancario en el
Departamento de Tesorería de la Caja Nacional de Previsión para
el Personal del Estado y Servicios Públicos.

Tenía 28 años cuando fue secuestrado, el 24/04/1976, en la


ciudad de Buenos Aires.

Su legajo laboral fue reparado según Decreto 1199/12, por


Resolución ANSES D.E.-A N° 547/15.
Héctor Manuel
VELIZ

Fernando Eduardo trabajaba en la Caja Nacional de Previsión


Social, primero como administrativo en la Caja Nacional de
Previsión para Trabajadores Autónomos, y luego como
computista integral en la Gerencia Previsional, del Departamento
de Cómputos y Reajustes.

Tenía 23 años cuando fue secuestrado, el 25/03/1976, en la


localidad de Caseros (Tres de Febrero, Provincia de Buenos Aires).

Fernando Eduardo Su esposa, Graciela VALDUEZA, trabajadora de la Caja Nacional


VILLANUEVA de Previsión para Trabajadores Autónomos, también permanece
desaparecida.

Su legajo laboral fue reparado según Decreto 1199/12, por


Resolución ANSES D.E.-A N° 548/15.

31
La seguridad social Nicolás
Dvoskin

y la dictadura militar
La dictadura militar instaurada el 24 de marzo de 1976 marca el arribo, en materia de propuesta
de políticas públicas, de las ideas neoliberales que encontrarían su hegemonía en los años
noventa. Las reformas económicas implementadas, para las que la represión ilegal era una con-
dición necesaria, tendieron a romper con la Argentina industrial y a avanzar hacia un modelo
económico sostenido en las ventajas comparativas y, principalmente, en la valorización finan-
ciera. El proyecto económico consistía, entonces, en privilegiar los sectores competitivos a nivel
internacional y mejorar la competitividad de las empresas reduciendo los costos laborales. Así,
además de una reducción brutal de los salarios reales, se propusieron reformas a los sistemas
previsionales, tendientes a reducir las cargas que estos implicaban tanto para los empresarios
como para el Estado, en desmedro, principalmente, de los jubilados y de los trabajadores en
general.

Nos referimos aquí a dos políticas: a la transformación del sistema previsional en uno de capita-
lización, que la dictadura no pudo implementar, y cuyo debate tuvo lugar en 1979; y a la elimina-
ción de las contribuciones patronales a la seguridad social, dictaminada a mediados de 1980.

Dr. en Ciencias Sociales (UBA). Investigador CEIL-CONICET. Profesor UNGS y UNLa. Miembro de la
Sociedad de Economía Crítica.

Presidencia
32
La primera, mucho más profunda, finalmente Margariti, economista de tradición católica de
sí tuvo lugar en 1993, durante el gobierno de la Fundación Libertad, tradicional think tank
Carlos Saúl Menem. En ambos casos, se pusie- liberal de la ciudad de Rosario, aunque en este
ron de manifiesto los conflictos al interior del caso se trató de una colaboración con la Bolsa
régimen militar, entre sectores vinculados a la de Comercio de la Ciudad de Buenos Aires.
tecnocracia neoliberal, con el Ministerio de Fernández sería, décadas después, Ministro de
Economía, a cargo de José Alfredo Martínez de Economía de Carlos Saúl Menem en su segun-
Hoz, como centro; y sectores asociados al da presidencia. Margariti, por su parte, cons-
corporativismo católico, que actuaban desde truiría una carrera como economista en distin-
el Ministerio de Bienestar Social y la Secretaría tos medios de comunicación de Rosario.
de Seguridad Social.
La propuesta de Fernández, expuesta en una
Las propuestas para convertir al sistema pre- serie de documentos de trabajo publicada por
visional de reparto administrado por el Estado el CEMA, esboza la implementación en Argen-
en uno de capitalización gestionado por tina de un conjunto de debates que se venían
empresas privadas surgieron del Ministerio de dando en Estados Unidos, país en el que
Economía, pero se desarrollaron teórica y Fernández realizó sus estudios, y que tienen
discursivamente en organismos externos que como referentes a James Buchanan, Milton
funcionaban en la órbita del mismo. Una de las Friedman y Martin Feldstein. Desde esta pers-
propuestas pertenece a Roque Fernández, pectiva, el gran problema del sistema previsio-
economista del Centro de Estudios Macroeco- nal argentino era su pretensión de redistribuir
nómicos de la Argentina (CEMA), una institu- ingresos, lo que lo llevaba a olvidar la búsque-
ción dedicada a la promoción de las ideas neo- da del equilibrio presupuestario.
liberales fundada en 1978 cuyas principales
publicaciones estaban vinculadas a la defensa
y promoción de las políticas propuestas por
Martínez de Hoz. La otra pertenece a Antonio

anses.gob.ar
33
Según Roque Fernández, el sistema previsio- capitales, que estaba en expansión desde la
nal debía funcionar como una caja autónoma, sanción del Decreto-ley de entidades financie-
sin déficit a ser cubierto por el Estado, dado ras de 1977.
que toda pretensión redistributiva conlleva el
vicio del gasto exagerado. Si el exceso de La propuesta de Margariti, por su parte, pro-
gasto público inhibe el desarrollo privado, el viene de las teorías de la economía social de
sistema previsional es entendido como un mercado desarrolladas en Alemania, y que en
subsidio que inhibe el proceso de formación Argentina tuvieron a Álvaro Alsogaray como
de capital. Esto es lo que, a su entender, ocu- su principal referente. A diferencia del neolibe-
rrió en Argentina entre 1950 y 1973. Este enfo- ralismo norteamericano, el alemán se funda-
que también sostiene que los aportes perso- menta moralmente en la doctrina social de la
nales y las contribuciones patronales son efec- Iglesia, el principio de solidaridad y la subsidia-
tivamente pagados por los trabajadores, dado riedad del Estado. Inspirado en economistas y
que en una economía abierta a la libre movili- teólogos alemanes, Antonio Margariti publica
dad de capitales las tasas de ganancia se en 1979, con el sello editorial de la Bolsa de
deben igualar a nivel mundial. Esto es, los Comercio de Buenos Aires, su libro “La seguri-
empresarios trasladarán las contribuciones dad social estatizada”.
patronales a precios o a bajas de salarios para
mantener una ganancia internacionalmente Allí sostiene que el problema es la construc-
equivalente. Entonces, el sistema previsional ción del Estado social argentino entre 1947 y
de reparto vigente es contractivo -hace que la 1976, abarcando todos los gobiernos del perío-
economía no crezca- y regresivo -perjudica a do. Durante esos treinta años, el Estado bene-
los que menos tienen- y debe ser reemplaza- factor fue anulando la competencia en el mer-
do. La solución es, entonces, la privatización cado, tanto por el otorgamiento de premios a
del sistema y la incorporación de las jubilacio- quienes no lo merecían como por las trabas e
nes y pensiones a la lógica del mercado de impuestos a quienes sí se esforzaban. Y, luego

Presidencia
34
de elogiar el proceso económico general que pero la resistencia del Ministerio de Bienestar
venía encabezando José Alfredo Martínez de Social inclinó la balanza en el seno del gobier-
Hoz, que se caracteriza -justamente- por la no de facto por su rechazo, lo que impidió su
desestatización de la economía argentina, se implementación.
pregunta por qué no avanzar también hacia
una desestatización de la seguridad social. Al año siguiente, el Ministerio de Economía se
tomó revancha y pudo implementar una
Según Antonio Margariti, el esquema de segu- medida sustancial: la eliminación de las contri-
ridad social vigente hacia 1979 era agobiante, buciones patronales. Curiosamente, en su
autoritario y mentiroso, y todo ello era retórica a favor de la privatización del sistema,
responsabilidad del monopolio estatal. Desde Roque Fernández afirmaba que ellas eran
su enfoque, la destrucción de la autonomía finalmente pagadas por los trabajadores. Sin
individual había llevado a una desgracia moral embargo, quienes hicieron lobby para elimi-
y a un sistema empobrecedor. La solución, al narlas no fueron los sindicatos sino las cáma-
igual que en el caso de Fernández, es reempla- ras empresariales. De hecho, el propio Martí-
zar el sistema estatal de reparto vigente por nez de Hoz afirmó que el objetivo era reducir
uno privado de capitalización. Sin embargo, a los costos industriales. La medida venía en
diferencia de Fernández, la fundamentación agenda desde fines de 1979 pero fue anuncia-
no refiere a la eficiencia económica del modelo da públicamente el 10 de julio de 1980. Los
de capitalización sino a su virtud ética. En este ingresos de las contribuciones fueron reem-
marco, a diferencia de Fernández, Margariti sí plazados por la asignación de recursos tributa-
entendía que debía haber una protección rios, lo que incluyó en el paquete de medidas
mínima y limitada a cargo del Estado. un aumento de la alícuota del IVA. Lo intere-
sante fue que, en este caso, el rechazo del
Ambas miradas fueron recibidas, discutidas y Ministerio de Bienestar Social fue tal que en
promovidas por el Ministerio de Economía, los medios de comunicación tuvo lugar un
arduo debate entre funcionarios de las distin-
tas carteras.

anses.gob.ar
35
El Ministerio de Economía afirmó que con esta medida se reduciría también la informalidad
laboral, puesto que las empresas no tendrían desincentivo a registrar a sus trabajadores,
además de aumentar la competitividad local y frenar la fuga de divisas. Es decir, si la interven-
ción del Estado es un incentivo a la evasión, la mejor forma de contrarrestarlo es reducirla. Diri-
gentes de Confederaciones Rurales, la Sociedad Rural Argentina, la Asociación de Bancos
Argentinos y el diario La Nación defendieron públicamente esta iniciativa.

Sin embargo, desde el diario Clarín se expusieron tanto las voces favorables como las críticas.
Por ejemplo, las del ministro de Bienestar Social, Jorge Fraga, y el secretario de Seguridad Social,
Santiago de Estrada, pero también las de dirigentes gremiales, referentes del Partido Justicialis-
ta, la Unión Cívica Radical y el Partido Intransigente, y de las organizaciones de jubilados y pen-
sionados. En algunos casos, se aprovechó la voz otorgada para fustigar al proceso económico
en su conjunto, algo muy inusual en aquellos años trágicos. Finalmente, la medida fue derogada
por el gobierno de Raúl Alfonsín en 1984.

Clarín
11 de julio de 1980

Presidencia
36
En síntesis, el sistema previsional y la seguridad social no fueron ajenos al embate del gobierno
militar contra los trabajadores y los sectores populares. En su afán de construir un país para
unos pocos, propusieron, en conjunto con organismos satélite y distintas corporaciones, modi-
ficaciones sustanciales a los mecanismos de protección social. En algunos casos se impusieron
y en otros no, inclusive con el rechazo de sectores del propio régimen de facto, que también
apoyaban el terrorismo de Estado.

A 46 años del golpe de Estado, cabe recordar, entonces, tanto la importancia de los sistemas de
protección social estatales y con pretensiones redistributivas -objeto de ataques por parte de
los gobiernos neoliberales autoritarios o democráticos- como el rol que jugaron ciertas organi-
zaciones, tanto académicas como corporativas, en el diseño y promoción de las políticas imple-
mentadas por la dictadura y que siguen hoy en día impulsando las mismas agendas que en
aquellos años.

Para profundizar en la línea de trabajo aquí presentada, y acceder a las referencias y fuentes mencionadas, ver:
Dvoskin, Nicolás (2016). “La seguridad social en la agenda del neoliberalismo en Argentina (1978-1993): sus
propuestas de reforma, resistencias y debates”, Millars: espai i historia, Vol. 41, Núm. 2, p. 155-88. Disponible en:
https://raco.cat/index.php/Millars/article/view/328293.

anses.gob.ar
37
Las herencias perdurables de la Lucía
última dictadura cívico militar Corsiglia
Mura
en el sistema de seguridad social

La última dictadura cívico militar dejó herencias muy profundas en la sociedad argentina. Las
más evidentes, derivadas del terrorismo de Estado, significaron la desaparición de 30.000 per-
sonas, la apropiación sistemática de niñas y niños y el exilio de miles de compatriotas. Y, en este
contexto, un proceso generalizado de desmovilización y disciplinamiento social que llevó varias
décadas poder revertir y que explica -en gran medida-, que hayan sido posibles transformacio-
nes de enorme profundidad en la estructura social y económica de nuestro país.

La literatura especializada tiende a coincidir en que las políticas económicas aplicadas a partir de
1976 cambiaron drásticamente el modo en que la economía se había organizado, por lo menos,
a lo largo de los cuarenta años anteriores. Expresado de manera sintética, puede decirse que
durante la gestión económica del período 1976-1983 se produjo la implantación de un modelo
basado en la especulación financiera, de conjunto con un brutal proceso de endeudamiento
externo, el declive de la producción industrial, la concentración económica, y el hundimiento
social. Este modelo se enmarcaba en un contexto de cambios económicos a nivel internacional

Lic. en Sociología (UNLP) y Especialista en Políticas Sociales (UNLP). Docente en la UNLP y el Instituto
Universitario de DDHH “Madres de Plaza de Mayo”. Directora de Promoción de Derechos de la
Seguridad Social de la ANSES.

Presidencia
38
que, a mediados de la década de 1970, marcaban el ocaso del régimen fordista y el inicio de un
clima neoliberal que alentaba la creciente preeminencia del capital financiero y el desarrollo de
nuevas tecnologías y formas de organización de la producción y la distribución.

El campo de la seguridad social no fue ajeno a los nuevos enfoques neoliberales, que sirvieron
como sostén para la implementación de transformaciones sustanciales sobre la estructura de
financiamiento del sistema previsional, cuyas consecuencias se sintieron en el largo plazo.

En octubre del año 1980, a partir de la Ley 22.293, la dictadura militar decidió eliminar las contri-
buciones patronales al sistema previsional que, hasta entonces, contaba con un esquema
tripartito de financiamiento (trabajadores, empleadores y Estado) y reemplazarlas mediante la
ampliación de la base imponible y aumento de la alícuota del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

anses.gob.ar
39
La eliminación de las contribuciones de los incluyendo a los propios trabajadores y traba-
empleadores no buscaba promover un sector jadoras e, inclusive, a quienes no tenían traba-
específico de la economía o dar una respuesta jo o tenían trabajo informal y no alcanzarían, a
coyuntural a alguna situación de emergencia, futuro, el derecho a su jubilación.
sino que se trataba de una pieza clave en el
marco de una mirada general del funciona-
miento económico. Los principales argumen-
tos alrededor de su supresión sostenían que
resultaban una suerte de “impuesto al traba-
jo”, incidían negativamente en los costos labo-
rales y le quitaban competitividad al sector
privado. Adicionalmente, se argumentaba que
las contribuciones patronales perjudicaban al
trabajador ya que disminuía potencialmente
su “salario de bolsillo”. 1

La eliminación de los aportes patronales, y su


reemplazo por recursos provenientes del IVA, Clarín
generó un efecto regresivo en dos sentidos. 4 de octubre
Por un lado, representó un beneficio directo de 1980
para el sector empresarial, que obtuvo incre-
mentos en el corto plazo en su rentabilidad.
1 - Osuna, María Florencia, “Las políticas de Seguridad Social
Por el otro, en términos de distribución de durante la última dictadura militar argentina (1976-1983). Análi-
ingresos, esta política –basada en las mayores sis de la dinámica de oposición y consenso en torno a una
cargas de un impuesto al consumo– represen- conflictiva trama de actores estatales y corporativos”. VI Jorna-
das de Jóvenes Investigadores. Instituto de Investigaciones
tó una transferencia de los costos de la seguri- Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de
dad social hacia el conjunto de la ciudadanía, Buenos Aires, Buenos Aires, 2011.

Presidencia
40
No está de más recordar que durante este Asimismo, la eliminación de los aportes patro-
período hubo, además, un fuerte incremento nales derivó también en un aumento constan-
del trabajo por cuenta propia (en general, no te en la presión sobre las cuentas fiscales, a
registrado), una caída de los salarios reales y partir del año 1981 y, en consecuencia, en el
un incremento del desempleo, factores que incremento del déficit primario del sistema
afectaron negativamente las condiciones de previsional. Así, las transferencias presupues-
vida de la población y el financiamiento de la tarias y de recursos impositivos significaron,
seguridad social. entre 1981 y 1983, alrededor del 47% de los
recursos totales de un sistema que, anterior-
Simultáneamente a las modificaciones en el mente, había tendido al autofinanciamiento. 2
financiamiento del sistema previsional, las
políticas económicas de la dictadura provoca- El saldo global del
ron efectos negativos sobre el valor real de los
beneficios previsionales, que ya venían
período 1976-1983
sufriendo una sustancial caída a partir de la resulta en una
crisis económica de 1975. El shock sobre los
salarios, derivado del congelamiento dispues- herencia de fuerte
to por el ministro de Economía José Alfredo
Martínez de Hoz en el inicio de la dictadura, se
estancamiento del
trasladó a las jubilaciones y pensiones que, en poder de compra de
ese entonces, se actualizaban a partir de un
índice salarial y tuvieron una fuerte pérdida de
los haberes
su valor real. Si bien la evolución posterior previsionales.
registra incrementos, el saldo global del perío-
do resulta en una herencia de fuerte estanca- 2 - Arza, Camila, “La política previsional argentina: de la estrati-
ficación ocupacional a la individualización de los beneficios”. En:
miento del poder de compra de los haberes Torrado, S: El costo social del ajuste. (Argentina, 1976-2002).
previsionales. Tomo II. Editorial Edhasa, Buenos Aires, 2010.

anses.gob.ar
41
Con la recuperación de la institucionalidad A pesar de que en 1985 se crearon nuevos
democrática en diciembre de 1983, las trans- impuestos de asignación específica destinados
formaciones estructurales del período anterior a financiar el sistema previsional, siguieron
quedaron como una herencia cargada de fuer- siendo necesarias las transferencias presu-
tes condicionantes y muchas continuidades. puestarias extra. La inflación endémica, por su
parte, se tornó un problema en sí mismo
En materia de seguridad social, la fragilidad debido al impacto sobre el valor de las presta-
financiera no pudo revertirse ni siquiera con la ciones, que continuaron una trayectoria de
restitución paulatina de las contribuciones pérdida de poder adquisitivo.
patronales a partir de la Ley 23.081 de 1984. La
dificultad de recuperar alícuotas relevantes de En este período de transición democrática
contribuciones patronales -dado que por dicha comenzó a consolidarse la novedosa figura de
ley se restituyeron con un máximo del 50% de jubilados y jubiladas en situación de pobreza,
las que estaban vigentes en 1980-, junto a la segmento etario que se sumaba a un escena-
continuidad creciente de la informalidad labo- rio de empobrecimiento general de los secto-
ral y la evasión fiscal en medio de las recurren- res populares y trabajadores.
tes crisis económicas, mantuvieron la depen-
dencia del financiamiento fiscal para el pago En el año 1986, a través del Decreto 2196, el
de las prestaciones, dejando la marca indeleble gobierno de Raúl Alfonsín estableció la emer-
de las modificaciones implementadas por la gencia económica en materia previsional con
dictadura. En este contexto, a su vez, el inicio el objetivo de frenar, entre otras cosas, el inicio
de un ciclo de paulatino envejecimiento pobla- de nuevas demandas judiciales y la ejecución
cional comenzaba a generar presión sobre la de sentencias por reclamos de haberes. Tam-
tasa de dependencia (que indica la proporción bién redefinió la modalidad de determinación
de población pasiva sobre la población econó- de los haberes iniciales y sus actualizaciones.
micamente activa). Sin embargo, este decreto fue dejado sin
efecto dos años después por Ley 23.568.

Presidencia
42
Durante su vigencia, estuvo lejos de lograr co, y dentro de él, los efectos derivados de las
frenar el colapso previsional y mejorar las con- modificaciones en el financiamiento del siste-
diciones de vida de las personas jubiladas y ma que se consolidaron durante la pasada
pensionadas que seguían sufriendo pérdidas dictadura.
de sus ingresos reales. Todo esto, en un con-
texto de crisis económica y social sin prece- Como en otras esferas de las transformaciones
dentes, que terminaría con el proceso hiperin- que terminarían de cuajar en la década de
flacionario y la salida anticipada del presidente 1990, la crisis de los años ochenta contribuyó a
a mediados de 1989. la conformación del contexto de posibilidad de
la discusión que, apenas 10 años después de
Así, la herencia de la dictadura en materia pre- retornada la democracia, abría en nuestro país
visional marcó un horizonte que se agravaría el camino a la semi privatización del sistema de
durante toda la década de 1980. Resulta inevi- jubilaciones y pensiones. Proyecto que, es
table encontrar así la consolidación de un importante recordar, ya integraba la agenda
fuerte descrédito de la capacidad del sistema de reformas previsionales diseñadas por algu-
de seguridad social para otorgar previsibilidad nos de los actores de la última dictadura.
en los ingresos a las personas del sector
pasivo. Por su parte, este descrédito se afian-
zaba en una mirada crítica sobre la administra-
ción estatal en un clima de ascenso neoliberal
que también cuestionaba el accionar del
Estado en otros asuntos.

Factores internos y externos al sistema previ-


sional explican su crítica situación a fines de
los años ochenta. En su germen aparece indis-
cutiblemente la consolidación del déficit cróni-

anses.gob.ar
43
La creación del Régimen Reparatorio Maira
para ex Presos Políticos de la Bernis

República Argentina

En noviembre de 2013, el Congreso de la Nación Argentina sancionó la Ley 26.913, mediante la


cual se otorga una pensión graciable para ex presos políticos de la última dictadura cívico militar
de nuestro país.

Su puesta en marcha se dio en el marco de un proceso de ampliación de derechos de la


seguridad social iniciado en 2003 que fue acompañado, paralelamente, por la búsqueda de
Memoria, Verdad y Justicia a través de la anulación de las leyes de punto final y obediencia
debida impulsada por el entonces presidente Néstor Kirchner y luego, con el fallo de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación que declaró su inconstitucionalidad. Estos hechos, que
configuran un hito en materia de políticas de derechos humanos en nuestro país y en la región,
fueron los que permitieron la apertura y avance de una gran cantidad de causas para el
juzgamiento de los responsables de graves violaciones a los derechos humanos cometidas
durante la dictadura.

Lic. en Ciencia Política y Especialista en Planificación y Gestión de Políticas Sociales (UBA).


Coordinadora de Difusión de Estudios del Observatorio de la Seguridad Social de la ANSES.

Presidencia
44
La imprescriptibilidad de estos delitos, defini- De esta manera, la pensión graciable conside-
da por diversos instrumentos internacionales, ró la imposibilidad y dificultad de las víctimas
configuró una de las bases a partir de la cual el sobrevivientes de sostener y/o acceder des-
Estado argentino llevó adelante iniciativas pués, a un trabajo que le diera acceso a cober-
tendientes a reparar los perjuicios económicos tura de salud y a registros de aportes jubilato-
sufridos por las víctimas de terrorismo de rios.
Estado.
Así surgió el tratamiento de esta ley en el Con-
El Régimen Reparatorio para ex Presos
greso nacional, cuyo objetivo fue establecer
Políticos de la República Argentina esta-
un régimen reparatorio para ex presos políti-
blecido por Ley 26.913 otorga una pensión
cos, atendiendo las diversas situaciones en las
a personas que acrediten haber estado
que se hallaban estas personas que, habién-
detenidas por causas políticas, gremiales
dose encontrado presas por razones políticas,
y/o estudiantiles hasta el 10 de diciembre
ideológicas o gremiales, o por haber estado
de 1983. Además de otorgar derecho a
detenidas a disposición del Poder Ejecutivo
pensión, la prestación resulta compatible
Nacional (PEN) o en centros clandestinos,
con la percepción de cualquier otro ingre-
vieron vulnerados múltiples derechos huma-
so monetario a excepción de otra presta-
nos, incluyendo el derecho a estudiar y/o
ción o subsidio no contributivo de carác-
trabajar. Y quienes recuperaron la libertad se
ter nacional, provincial o municipal, en
vieron muchas veces imposibilitados para
cuyo caso se debe optar por una u otra
continuar con estas actividades, debido a las
prestación.
consecuencias físicas y psicológicas del encie-
rro, que marcaron sus vidas para siempre.

anses.gob.ar
45
El beneficio es otorgado por la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos de la Nación luego de analizar la documentación respaldatoria presentada
por el/la interesado/a y su liquidación se encuentra a cargo de la ANSES. Su monto fue fijado
como el equivalente de una remuneración de Categoría D Nivel 0 (cero), Planta Permanente Sin
Tramo -Agrupamiento General- del Escalafón para el personal del Sistema Nacional de Empleo
Público (SINEP).

En febrero de 2022, percibieron esta pensión 6.733 personas, de las cuales el 26% se encuentra
en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; el 16% en la provincia de Córdoba; otro 12% en la pro-
vincia de Buenos Aires y un 10% en Tucumán.

La pensión de la Ley 26.913 se inscribe en el marco de otras políticas a través de las cuales el
Estado ha buscado reparar las consecuencias sufridas por las víctimas de terrorismo de Estado
y sus familiares. Desde el inicio de la democracia, existieron diferentes iniciativas, algunas de
carácter nacional y otras provinciales. Entre las primeras se encuentran las siguientes:

Ley 23.278, de 1985: permitió que las personas que por motivos políticos o gremiales fueron
dejadas cesantes, declaradas prescindibles o forzadas a renunciar a sus cargos públicos o
privados u obligadas a exiliarse puedan computar, al solo efecto jubilatorio, en los regímenes
para trabajadores en relación de dependencia o autónomos, el período de inactividad
comprendido entre el momento en que cesaron en sus tareas y el 9 de diciembre de 1983.

Ley 23.466, de 1986, modificada en 2007 por Ley 26.267: otorgó una pensión no contributiva a
familiares de desaparecidos (cónyuges, hijos/as, progenitores y/o hermanos/as) incapacita-
dos/as para el trabajo y que no gozaren de otra prestación contributiva o no contributiva.

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Ley 24.043, de 1991: reconoció el derecho a una reparación económica por cada día que haya
durado la privación de libertad o la detención a disposición del PEN y/o tribunales militares. En
caso de fallecimiento del titular del beneficio, los derechohabientes podían ejercer el derecho al
cobro. Su pago se estableció en seis cuotas semestrales.

Ley 24.411, de 1994: estableció una indemnización para causahabientes de víctimas de desapari-
ciones forzadas o fallecidas como consecuencia del accionar de las Fuerzas Armadas, de seguri-
dad, o de cualquier grupo paramilitar con anterioridad al 10 de diciembre de 1983.

Ley 25.914, de 2004: otorgó un pago único a hijos/as nacidos/as durante la privación de libertad
de su madre, o que, siendo menores, hayan permanecido detenidos/as en relación a la situación
de detención y/o desaparición de sus madres/padres, ya sea a disposición del PEN y/o tribunales
militares y/o áreas militares.

Ley 26.564, de 2009: amplió los derechos otorgados por las leyes 24.043 y 24.411 a personas
detenidas o víctimas de desaparición forzada o muertas entre el 16 de junio de 1955 y el 9 de
diciembre de 1983, incluyendo a víctimas de los levantamientos del 16 de junio y 16 de septiem-
bre de 1955, cuando los actos hayan sido cometidos por integrantes de las Fuerzas Armadas, de
seguridad o policiales, o por grupos paramilitares o civiles incorporados de hecho a alguna de
las fuerzas.

Algunos estados subnacionales llevaron adelante iniciativas similares, destinando su interven-


ción a personas que, al momento de haber sido víctimas de delitos como los ya mencionados,
hayan tenido domicilio real en sus respectivos territorios. A continuación, se señalan algunas de
ellas.

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La provincia de Buenos Aires fue pionera en Ese mismo año, se estableció en la provincia de
este sentido, al establecer la primera pensión Córdoba la "Reparación Provincial a ex Presos
para ex presos políticos. En 2009, mediante Políticos de la Dictadura" por Ley 10.048. Esta
Ley 14.042 -modificada en 2013 por Ley reparación fue fijada como un subsidio no con-
14.450-, estableció una pensión graciable cuyo tributivo, de carácter mensual y vitalicio, con
cobro no es compatible con otra prestación derecho al cobro a causahabientes en caso de
derivada de la misma situación y genera dere- fallecimiento del titular. La normativa estable-
cho a pensión. Es otorgada por la Secretaría de ció al Ministerio de Justicia y Derechos Huma-
Derechos Humanos de la provincia de Buenos nos como Autoridad de Aplicación encargada
Aires y abonada por el Instituto de Previsión de liquidar el subsidio honorífico.
Social provincial (IPS).
Mendoza se sumó a esta iniciativa también en
En 2012, también la provincia de Santa Fe san- 2012 con la Ley 8.395, mediante la cual esta-
cionó la Ley 13.298, fijando una pensión men- bleció un beneficio vitalicio de pago mensual
sual no contributiva vitalicia para víctimas de para las víctimas. La ley definió la incompatibi-
la última dictadura –comprendiendo en este lidad del cobro de este beneficio con otras
caso a niños/as nacidos en cautiverio o meno- prestaciones derivadas de la misma situación,
res de edad detenidos/as con sus madres/pa- aunque fijó su compatibilidad con el régimen
dres. También genera derecho a pensión. En de reparación previsto por la Ley 24.043.
este caso, la Secretaría de Derechos Humanos
de la provincia recibe las solicitudes mientras
que la Caja de Pensiones Sociales se encarga
de la tramitación y otorgamiento de los bene-
ficios.

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Más allá de sus diferencias técnicas, todas Estas, junto a otras iniciativas como la instau-
estas iniciativas tuvieron como objetivo otor- ración del 24 de marzo como “Día Nacional de
gar una prestación económica a las víctimas de la Memoria por la Verdad y la Justicia” o el
terrorismo de Estado. Sin embargo, su propó- reconocimiento de la condición de deteni-
sito debe ser entendido en el marco más dos-desaparecidos de las y los trabajadores de
amplio de la Memoria, Verdad y Justicia como la Administración Pública Nacional que fueran
política de Estado especialmente desde el año víctimas de terrorismo de Estado, aportaron a
2003, momento a partir del cual se impulsaron la reconstrucción de la verdad y al sosteni-
diferentes políticas públicas para avanzar en el miento de un proceso de memoria permanen-
esclarecimiento de los hechos como la descla- te en nuestra sociedad.
sificación de archivos, la creación de sitios de
memoria en ex centros clandestinos de deten-
ción, el apoyo a organismos de derechos
humanos en su trabajo por el derecho a la
memoria y la identidad y la reanudación de los
juicios por delitos de lesa humanidad.

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Fotos: Graciano Braganza

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Dossier
Dictadura y seguridad social.
Reflexiones para la construcción
de la memoria colectiva.

Edición especial
Día Nacional de la Memoria,
por la Verdad y la Justicia.

24 de
marzo
2022

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51
Memoria, Verdad y Justicia.
También, en la seguridad social
24 de
marzo
2022

/ansesgob
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