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CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES COBAO 2024 PLANTEL 01

PUEBLO NUEVO “CICLO A” Enero-Junio 2024.

FECHA TEMÁTICA LECTURA / ACTIVIDAD OBJETIVO OBSERVACIONES

Enero
30 Relato ¡Esto es un complot! Novela policiaca. Se sugiere hablar sobre la época de los “pachucos”.
Bernardo Fernández (BEF) Canciones: Pachuco de La maldita vecindad, Pedro
(PDF) Navajas-Rubén Blades, Juanito Alimaña- Héctor Lavoe,
Demasiado Corazón-Willie Colón

Febrero

06 “Digo de noche un gato” Canción y Lírica infantil


María Baranda. Editorial
El lector puede seleccionar el texto sugerido o bien
Naranjo. (Impreso) seleccionar algunos otros, siempre y cuando sea
Lírica Infantil.

13 Besos. Gabriela Mistral. Conocer temas como el Poemas de amor


(Impresa) amor, la decepción, la
Retomar algunos otros poemas de la poeta Raquel
muerte e irreverencia a
Olvera como homenaje póstumo.
través de la poesía
20 Lectura libre. dirigida a jóvenes. Retomar poemas con la temática de decepción y ó
POESÍA muerte.
Poemas de decepción y
muerte. “Átomo” Pablo Neruda.

27 Lectura Libre Retomar algunos otros poemas que se comparten en


Cucharadas de poesía, o de poetas mexicanos o
Poemas irreverentes. locales. Malicia Literaria ó Élitros.

Marzo

05 Lectura libre. Se sugieren textos que transversen el tema de la


violencia en el noviazgo.
(Violencia en el noviazgo,
autolasceración y violencia
VIOLENCIA
cibernética, tribus
urbanas)

1
12 Primera evaluación
parcial
Reunión con lectores voluntarios.
Proveer material
Conversar con jóvenes
(Películas,
sobre las diversas formas
Documentales, audios, de violencia.
etc) para actividades
sugerentes del mes de
Abril.
19 Humo. Anton Fortes. Vincular con otros textos “Los hornos de Hitler” “Rosa
(PDF) Blanca”, compartir el video de booktuber.

26 Vacaciones de semana
Santa.
Reunión con lectores voluntarios
Círculo de lectura: Textos
a trabajar: La Sirenita,
Sirena y Punto y Dr.
Jeckyl.
Abril

02 Vacaciones de Semana
Santa
Reunión con lectores voluntarios.
“Rallyie Literario”
Convivencia entre lectores
voluntarios. Comparar literatura juvenil
09
clásica y alternativa Se sugiere ver la película animada “Ponio”. Abrir
DE LO CLÁSICO La Sirenita de Hans
dirigida a estudiantes. debate sobre el documental “Sirenas” del Discovery
A LO ALTERNO Christian Andersen
Channel.

16 Sirena y Punto. Sergio Se invitará a Majo Nocedal para replicar el


Adricain. (Impreso) performance “Sirena y punto”.

23 Dr. Jeckyl and Mr Hyde. Se sugiere hablar de la película y escuchar los


Robert L. sountrack descargables. El lector voluntario
Estevenson(PDF) seleccionará un fragmento, para ello deberá leer toda
la obra y seleccionar un fragmento que deje en
2
suspenso.

30 “El perfume”. Patrick Se sugiere ver la película y la serie.


Süaskind (Impreso)
Mayo

07 LITERATURA Sólo para Jannis. Carolin Narrativa moderna (Redes sociales)


Philipps. (Impreso)
ACTUAL.
14 Futuro. María José Poesía moderna (Metas)
Explorar con jóvenes
Ferrada. (PDF)
textos narrativos con
21 La vida íntima de Laura. temas actuales: sexting, Narrativa moderna (Cuento)
Clarice Lispector. Editorial identidad sexual,
VyR (PDF).. sexualidad y bullying.

28 Segunda evaluación Reunión con lectores voluntarios.


parcial.
Preparativos para las
actividades de cierre “Islas
literarias o Picnic Literario”.

Junio

04 Orejas de Mariposa. Autoestima.


Luisa Aguilar (PDF)
11 ¿Cómo no enamorarse? Sexualidad
Miriam M.Lejardi Editorial
Empoderamiento. Océano. Impresión de un
fragmento.
18 Islas de lectura o picnic Última sesión del ciclo escolar. A cargo de lectores
literario. voluntarios.

3
Digo de noche un gato. María Baranda. Editorial El Naranjo. juega con ratones

Vino de noche un gato y que la lluvia


con el color oscuro de mi sueño de grandes gotas
y con la risa como sombras
que rueda por la tierra baila con la risa
sus colores profundos. de las palomas.

Vino de noche Y cuando vino


para decir diciendo se abrió el cielo,
entre maullidos apareció el sol
que la vida es de aire, y hubo pájaros que volaron
de aire a pleno cielo. de punta a punta
del silencio.
Vino a lamerme lento
por mi nombre Digo de noche un gato
de música y de nubes, que afuera el aire
sobre las blancas olas luce su traje de campana
de la espuma. y que las nubes bailan
sobre la arena blanca
El gato vino a decirme a mí, y los caballos galopan
despacio, rápidos
que afuera la luna en el filo de la mañana.

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déjame.
Yo desde entonces oigo
una lenta ola Vete a tus campos
que viene a mí redondos, regrésate
maullando a tu bosque de miedo
en la noche profunda
de mis sueños. aquel lugar siempre alejado
en los cuentos
Digo de noche un gato
y aparece un pincel Para que yo pueda escuchar
en la punta de mi lengua. el canto abierto
de los árboles
y el ruido de los caballos
Vete, lobo, vete cuando pasan corriendo,
¿Cómo puedo decirte, lobo que te vayas? corriendo,
en el bosque
Déjame aquí con la música de las flores
en mi cama, y la risa del viento.
a solas
con el rostro Vete, lobo, vete
debajo de mi almohada. Allá
donde el tigre se baña
Déjame, lobo, y en los prados

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las lilas florecen lejos, tan lejos tu nombre
para los pájaros que no haya historia de verdad
que vuelan alto, que me recuerde tu nombre,
alto como mis sueños. lobo, tu nombre
Quiero que tú ya no vengas que ahora dice
Para que yo pueda cantar ADIÓS
al borde del río, porque sé que te vas
arriba del árbol, lejos, muy lejos,
en las puertas del alba,
junto a la orilla del cielo, adentro de esos
cuentos
y decir que hablan de ti,
que tú
ya no estás mientras yo
con tus dientes fríos duermo
corriendo, en paz
bajo la luz de mi sueño.
corriendo,
como el trote de la lluvia
detrás de mí
en las ruedas del tiempo.

Quiero saber que tú estás

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BESOS Hay besos perfumados, besos tibios
Gabriela Mistral que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
Hay besos que pronuncian por sí solos como un campo de sol entre dos hielos.
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada Hay besos que parecen azucenas
hay besos que se dan con la memoria. por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
Hay besos silenciosos, besos nobles hay besos maldecidos y perjuros.
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas Judas besa a Jesús y deja impresa
hay besos prohibidos, verdaderos. en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
Hay besos que calcinan y que hieren, fortifica piadosa su agonía.
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado Desde entonces en los besos palpita
mil sueños errantes y perdidos. el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
Hay besos problemáticos que encierran a la brisa que juega con las flores.
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia Hay besos que producen desvaríos
cuantas rosas en broche han deshojado. de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos

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inventados por mí, para tu boca. Oda al átomo.
Pablo Neruda
Besos de llama que en rastro impreso Pequeñísima
estrella,
llevan los surcos de un amor vedado,
parecías
besos de tempestad, salvajes besos para siempre
enterrada
que solo nuestros labios han probado. en el metal: oculto,
tu diabólico
fuego.
¿Te acuerdas del primero...? Indefinible; Un día
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos golpearon
en la puerta
y en los espasmos de emoción terrible, minúscula:
llenáronse de lágrimas tus ojos. era el hombre.
Con una
descarga
¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso te desencadenaron,
viste el mundo,
te vi celoso imaginando agravios, saliste
por el día,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
recorriste
y qué viste después...? Sangre en mis labios. ciudades,
tu gran fulgor llegaba
a iluminar las vidas,
Yo te enseñé a besar: los besos fríos eras
una fruta terrible,
son de impasible corazón de roca,
de eléctrica hermosura,
yo te enseñé a besar con besos míos venías
a apresurar las llamas
inventados por mí, para tu boca. del estío,
y entonces
llegó
armado
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con anteojos de tigre gas de las tumbas,
y armadura, tronó por los espacios.
con camisa cuadrada, Subió horrenda
sulfúricos bigotes, la forma del castigo
cola de puerco espín, sobrehumano,
llegó el guerrero hongo sangriento, cúpula,
y te sedujo: humareda,
duerme, espada
te dijo, del infierno.
enróllate,
átomo, te pareces
Subió quemante el aire
a un dios griego,
y se esparció la muerte
a una primaveral
en ondas paralelas,
modista de París,
alcanzando
acuéstate
a la madre dormida
en mi uña,
con su niño,
entra en esta cajita,
al pescador del río
y entonces
y a los peces,
el guerrero
a la panadería
te guardó en su chaleco
y a los panes,
como si fueras sólo
al ingeniero
píldora
y a sus edificios,
norteamericana,
todo
y viajó por el mundo
fue polvo
dejándote caer
que mordía,
en Hiroshima.
aire
asesino.
Despertamos.
La ciudad
La aurora
desmoronó sus últimos alvéolos,
se había consumido.
cayó, cayó de pronto,
Todos los pájaros
derribada,
cayeron calcinados.
podrida,
Un olor
los hombres
de ataúd,
fueron súbitos leprosos,
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tomaban desoye a los bandidos,
la mano de sus hijos colabora
y la pequeña mano tú, con la vida, con la agricultura,
se quedaba en sus manos. suplanta los motores,
Así, de tu refugio eleva la energía,
del secreto fecunda los planetas.
manto de piedra Ya no tienes
en que el fuego dormía secreto,
te sacaron, camina
chispa enceguecedora, entre los hombres
luz rabiosa, sin máscara
a destruir vidas, terrible,
a perseguir lejanas existencias, apresurando el paso
bajo el mar, y extendiendo
en el aire, los pasos de los frutos,
en las arenas, separando
en el último montañas,
recodo de los puertos, enderezando ríos,
a borrar fecundando,
las semillas, átomo,
a asesinar los gérmenes, desbordada
a impedir la corola, copa
te destinaron, átomo, cósmica,
a dejar arrasadas vuelve
las naciones, a la paz del racimo,
a convertir el amor en negra póstula, a la velocidad de la alegría,
a quemar amontonados corazones vuelve al recinto
y aniquilar la sangre. de la naturaleza,
ponte a nuestro servicio,
Oh chispa loca, y en vez de las cenizas
vuelve mortales
a tu mortaja, de tu máscara,
entiérrate en vez de los infiernos desatados
en tus manos minerales, de tu cólera,
vuelve a ser piedra ciega, en vez de la amenaza
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de tu terrible claridad, entréganos A mamá el traje le queda grande y los zuecos la lastiman.
tu sobrecogedora
Lo malo es estar tanto tiempo de pie al frío y a la nieve, a la
rebeldía
hora del recuento; y la comida…
para los cereales,
tu magnetismo desencadenado Mamá me dice que tengo que comer todo para no enfermar, y
para fundar la paz entre los hombres, siempre me da algo de lo suyo.
y así no será infierno
tu luz deslumbradora, Nunca lloro, porque al bebé que lloriqueaba por la noche se lo
sino felicidad, llevaron, y su madre no para de gritar; y yo no quiero que mamá
matutina esperanza, grite.
contribución terrestre. Hoy está contenta porque vio a papá detrás de la alambrada,
cuando venía de trabajar.

HUMO Me quemo en la estufa.

Antón Fortes y Joanna Concejo. Editorial: OQO Editora. Mamá me pone una medicina y una venda sucia; pasamos sin
comer porque cambiamos la sopa y el pan por pomada para la
postilla.
El tren lleva muchos vagones, no es como el que tomábamos Me riñe; después me abraza y se echa a llorar. Estoy triste por
para ir a la playa. ella…
En la estación hay gente con maletas. Vamos en fila, en Me dan un cubo y ayudo a traer agua para la cocina.
silencio. Los soldados vigilan.
A Vadío le pegan porque no tiene fuerza, y se le caen las cosas.
Encima del portalón de entrada veo un reloj grande, altavoces
y focos. En la cocina nos dan patatas crudas.

La luz me lastima los ojos. Como una, y otra la escondo en el bolsillo, para mamá.

Los perros ladran, aúllan. El señor que nos la da dice que mañana tenemos que
ocultarnos en las alcantarillas porque van a llevarse a los más
En una hilera quedamos mamá y yo; papá en otra. flacos.
Nos toca en la casa número 48. Papá no está. Hay literas viejas Vadío tiene diarrea.
de madera, con paja. Dormimos abrazados, apretados por los
demás. Las mamás nos esconden porque el médico es malo y quiere
llevarnos para la casa de la chimenea.
Echo de menos mi habitación azul, pero no digo nada.

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Sueño con un dragón verde de lengua negra que me quiere El guardia nos manda a duchar para que mueran los bichos
tragar. que nos corren por el cuerpo.
Las casas también son verdes, como la hierba de nuestro jardín Dejo la ropa colocada en un rincón para que no me lo cojan.
con columpio, donde antes jugábamos al balón papá y yo.
Espero que mamá no se preocupe cuando no me encuentre en
Lo echo mucho de menos. casa al volver del trabajo, y que después no me riña.
Mamá me dice que pronto nos vamos a reunir. Ya cierran la puerta; no se ve casi nada. Vadío me da la mano.
Es mi único amigo…
Lo malo es cuando los soldados disparan o pegan con la culata
del fusil.
Siempre levanto las manos cuando vienen guardias con pistola La sirenita
y con perros que muerden.
Hans Christian Andersen (1805-1875).
Peor es cuando nos llevan al patio y cuelgan a personas.
Mamá me dice que cierre los ojos, que después sueño con
En el fondo del más azul de los océanos había un maravilloso
dragones.
palacio en el cual habitaba el Rey del Mar, un viejo y sabio tritón
Procuro mirar sólo hacia la orquesta, porque conozco a los que tenía una abundante barba blanca. Vivía en esta
músicos de escucharlos en el patio. espléndida mansión de coral multicolor y de conchas preciosas,
junto a sus hijas, cinco bellísimas sirenas.
Vadío se escapó de la casa de los gitanos, y las mujeres lo
cuidan. La Sirenita, la más joven, además de ser la más bella poseía
una voz maravillosa; cuando cantaba acompañándose con el
Ayer los guardias estuvieron a punto de echarlo con los bebés
arpa, los peces acudían de todas partes para escucharla, las
en el camión, pero las mamás empezaron a gritar y a correr, y
conchas se abrían, mostrando sus perlas, y las medusas al
huyó.
oírla dejaban de flotar.
Mamá llega siempre cansada de colocar maletas y ya no me
La pequeña sirena casi siempre estaba cantando, y cada vez
cuenta historias, pero trae cosas que me vienen muy bien.
que lo hacía levantaba la vista buscando la débil luz del sol,
No ha vuelto a ver a papá… que a duras penas se filtraba a través de las aguas profundas.

Vamos a la casa de la chimenea. Huele que apesta, a humo. -¡Oh! ¡Cuánto me gustaría salir a la superficie para ver por fin
el cielo que todos dicen que es tan bonito, y escuchar la voz de
Mamá dice que los niños que entran en ella se van para el cielo, los hombres y oler el perfume de las flores!
pero yo quiero quedarme, aunque tengo hambre y sed, y paso
frío.

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-Todavía eres demasiado joven -respondió la abuela-. Dentro Pero su asombro y admiración aumentaron todavía: una nave
de unos años, cuando tengas quince, el rey te dará permiso se acercaba despacio al escollo donde estaba La Sirenita. Los
para subir a la superficie, como a tus hermanas. marinos echaron el ancla, y la nave, así amarrada, se balanceó
sobre la superficie del mar en calma. La Sirenita escuchaba sus
La Sirenita soñaba con el mundo de los hombres, el cual
voces y comentarios. "¡Cómo me gustaría hablar con ellos!",
conocía a través de los relatos de sus hermanas, a quienes
pensó. Pero al decirlo, miró su larga cola cimbreante, que tenía
interrogaba durante horas para satisfacer su inagotable
en lugar de piernas, y se sintió acongojada: "¡Jamás seré como
curiosidad cada vez que volvían de la superficie. En este
ellos!"
tiempo, mientras esperaba salir a la superficie para conocer el
universo ignorado, se ocupaba de su maravilloso jardín A bordo parecía que todos estuviesen poseídos por una
adornado con flores marítimas. Los caballitos de mar le hacían extraña animación y, al cabo de poco, la noche se llenó de
compañía y los delfines se le acercaban para jugar con ella; vítores: "¡Viva nuestro capitán! ¡Vivan sus veinte años!" La
únicamente las estrellas de mar, quisquillosas, no respondían pequeña sirena, atónita y extasiada, había descubierto
a su llamada. mientras tanto al joven al que iba dirigido todo aquel alborozo.
Alto, moreno, de porte real, sonreía feliz. La Sirenita no podía
Por fin llegó el cumpleaños tan esperado y, durante toda la
dejar de mirarlo y una extraña sensación de alegría y
noche precedente, no consiguió dormir. A la mañana siguiente
sufrimiento al mismo tiempo, que nunca había sentido con
el padre la llamó y, al acariciarle sus largos y rubios cabellos,
anterioridad, le oprimió el corazón.
vio esculpida en su hombro una hermosísima flor.
La fiesta seguía a bordo, pero el mar se encrespaba cada vez
-¡Bien, ya puedes salir a respirar el aire y ver el cielo! ¡Pero
más. La Sirenita se dio cuenta en seguida del peligro que
recuerda que el mundo de arriba no es el nuestro, sólo
corrían aquellos hombres: un viento helado y repentino agitó
podemos admirarlo! Somos hijos del mar y no tenemos alma
las olas, el cielo entintado de negro se desgarró con
como los hombres. Sé prudente y no te acerques a ellos. ¡Sólo
relámpagos amenazantes y una terrible borrasca sorprendió a
te traerían desgracias!
la nave desprevenida.
Apenas su padre terminó de hablar, La Sirenita le di un beso y
-¡Cuidado! ¡El mar...! -en vano la Sirenita gritó y gritó. Pero sus
se dirigió hacia la superficie, deslizándose ligera. Se sentía tan
gritos, silenciados por el rumor del viento, no fueron oídos, y las
veloz que ni siquiera los peces conseguían alcanzarla. De
olas, cada vez más altas, sacudieron con fuerza la nave.
repente emergió del agua. ¡Qué fascinante! Veía por primera
Después, bajo los gritos desesperados de los marineros, la
vez el cielo azul y las primeras estrellas centelleantes al
arboladura y las velas se abatieron sobre cubierta, y con un
anochecer. El sol, que ya se había puesto en el horizonte,
siniestro fragor el barco se hundió. La Sirenita, que momentos
había dejado sobre las olas un reflejo dorado que se diluía
antes había visto cómo el joven capitán caía al mar, se puso a
lentamente. Las gaviotas revoloteaban por encima de La
nadar para socorrerlo. Lo buscó inútilmente durante mucho rato
Sirenita y dejaban oír sus alegres graznidos de bienvenida.
entre las olas gigantescas. Había casi renunciado, cuando de
-¡Qué hermoso es todo! -exclamó feliz, dando palmadas. improviso, milagrosamente, lo vio sobre la cresta blanca de una
ola cercana y, de golpe, lo tuvo en sus brazos.
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El joven estaba inconsciente, mientras la Sirenita, nadando con incluso hasta los alimentos. Sabía que su amor por el joven
todas sus fuerzas, lo sostenía para rescatarlo de una muerte capitán era un amor sin esperanza, porque ella, la Sirenita,
segura. Lo sostuvo hasta que la tempestad amainó. nunca podría casarse con un hombre.
Al alba, que despuntaba sobre un mar todavía lívido, la Sirenita Sólo la Hechicera de los Abismos podía socorrerla. Pero, ¿a
se sintió feliz al acercarse a tierra y poder depositar el cuerpo qué precio? A pesar de todo decidió consultarla.
del joven sobre la arena de la playa. Al no poder andar,
-¡...por consiguiente, quieres deshacerte de tu cola de pez! Y
permaneció mucho tiempo a su lado con la cola lamiendo el
supongo que querrás dos piernas. ¡De acuerdo! Pero deberás
agua, frotando las manos del joven y dándole calor con su
sufrir atrozmente y, cada vez que pongas los pies en el suelo
cuerpo.
sentirás un terrible dolor.
Hasta que un murmullo de voces que se aproximaban la
-¡No me importa -respondió la Sirenita con lágrimas en los ojos-
obligaron a buscar refugio en el mar.
a condición de que pueda volver con él!
-¡Corran! ¡Corran! -gritaba una dama de forma atolondrada-
¡No he terminado todavía! -dijo la vieja-. ¡Deberás darme tu
¡Hay un hombre en la playa! ¡Está vivo! ¡Pobrecito...! ¡Ha sido
hermosa voz y te quedarás muda para siempre! Pero recuerda:
la tormenta...! ¡Llevémoslo al castillo! ¡No! ¡No! Es mejor pedir
si el hombre que amas se casa con otra, tu cuerpo
ayuda...
desaparecerá en el agua como la espuma de una ola.
La primera cosa que vio el joven al recobrar el conocimiento,
-¡Acepto! -dijo por último la Sirenita y, sin dudar un instante, le
fue el hermoso semblante de la más joven de las tres damas.
pidió el frasco que contenía la poción prodigiosa. Se dirigió a la
-¡Gracias por haberme salvado! -le susurró a la bella playa y, en las proximidades de su mansión, emergió a la
desconocida. superficie; se arrastró a duras penas por la orilla y se bebió la
pócima de la hechicera.
La Sirenita, desde el agua, vio que el hombre al que había
salvado se dirigía hacia el castillo, ignorante de que fuese ella, Inmediatamente, un fuerte dolor le hizo perder el conocimiento
y no la otra, quien lo había salvado. y cuando volvió en sí, vio a su lado, como entre brumas, aquel
semblante tan querido sonriéndole. El príncipe allí la encontró
Pausadamente nadó hacia el mar abierto; sabía que, en
y, recordando que también él fue un náufrago, cubrió
aquella playa, detrás suyo, había dejado algo de lo que nunca
tiernamente con su capa aquel cuerpo que el mar había traído.
hubiera querido separarse. ¡Oh! ¡Qué maravillosas habían sido
-No temas -le dijo de repente-. Estás a salvo. ¿De dónde
las horas transcurridas durante la tormenta teniendo al joven
vienes?
entre sus brazos!
Pero la Sirenita, a la que la bruja dejó muda, no pudo
Cuando llegó a la mansión paterna, la Sirenita empezó su
responderle.
relato, pero de pronto sintió un nudo en la garganta y,
echándose a llorar, se refugió en su habitación. Días y más días -Te llevaré al castillo y te curaré.
permaneció encerrada sin querer ver a nadie, rehusando
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Durante los días siguientes, para la Sirenita empezó una nueva Al caer la noche, la Sirenita, angustiada por haber perdido para
vida: llevaba maravillosos vestidos y acompañaba al príncipe siempre a su amado, subió a cubierta. Recordando la profecía
en sus paseos. Una noche fue invitada al baile que daba la de la hechicera, estaba dispuesta a sacrificar su vida y a
corte, pero tal y como había predicho la bruja, cada paso, cada desaparecer en el mar. Procedente del mar, escuchó la
movimiento de las piernas le producía atroces dolores como llamada de sus hermanas:
premio de poder vivir junto a su amado. Aunque no pudiese
-¡Sirenita! ¡Sirenita! ¡Somos nosotras, tus hermanas! ¡Mira!
responder con palabras a las atenciones del príncipe, éste le
¿Ves este puñal? Es un puñal mágico que hemos obtenido de
tenía afecto y la colmaba de gentilezas. Sin embargo, el joven
la bruja a cambio de nuestros cabellos. ¡Tómalo y, antes de que
tenía en su corazón a la desconocida dama que había visto
amanezca, mata al príncipe! Si lo haces, podrás volver a ser
cuando fue rescatado después del naufragio.
una sirenita como antes y olvidarás todas tus penas.
Desde entonces no la había visto más porque, después de ser
Como en un sueño, la Sirenita, sujetando el puñal, se dirigió
salvado, la desconocida dama tuvo que partir de inmediato a
hacia el camarote de los esposos. Mas cuando vio el semblante
su país. Cuando estaba con la Sirenita, el príncipe le profesaba
del príncipe durmiendo, le dio un beso furtivo y subió de nuevo
a ésta un sincero afecto, pero no desaparecía la otra de su
a cubierta. Cuando ya amanecía, arrojó el arma al mar, dirigió
pensamiento. Y la pequeña sirena, que se daba cuenta de que
una última mirada al mundo que dejaba y se lanzó entre las
no era ella la predilecta del joven, sufría aún más. Por las
olas, dispuesta a desaparecer y volverse espuma.
noches, la Sirenita dejaba a escondidas el castillo para ir a
llorar junto a la playa. Cuando el sol despuntaba en el horizonte, lanzó un rayo
amarillento sobre el mar y, la Sirenita, desde las aguas heladas,
Pero el destino le reservaba otra sorpresa. Un día, desde lo alto
se volvió para ver la luz por última vez. Pero de improviso, como
del torreón del castillo, fue avistada una gran nave que se
por encanto, una fuerza misteriosa la arrancó del agua y la
acercaba al puerto, y el príncipe decidió ir a recibirla
transportó hacia lo más alto del cielo. Las nubes se teñían de
acompañado de la Sirenita.
rosa y el mar rugía con la primera brisa de la mañana, cuando
La desconocida que el príncipe llevaba en el corazón bajó del la pequeña sirena oyó cuchichear en medio de un sonido de
barco y, al verla, el joven corrió feliz a su encuentro. La Sirenita, campanillas:
petrificada, sintió un agudo dolor en el corazón. En aquel
-¡Sirenita! ¡Sirenita! ¡Ven con nosotras!
momento supo que perdería a su príncipe para siempre. La
desconocida dama fue pedida en matrimonio por el príncipe -¿Quiénes son? -murmuró la muchacha, dándose cuenta de
enamorado, y la dama lo aceptó con agrado, puesto que ella que había recobrado la voz-.
también estaba enamorada. Al cabo de unos días de
celebrarse la boda, los esposos fueron invitados a hacer un ¿Dónde están?
viaje por mar en la gran nave que estaba amarrada todavía en -Estás con nosotras en el cielo. Somos las hadas del viento. No
el puerto. La Sirenita también subió a bordo con ellos, y el viaje tenemos alma como los hombres, pero es nuestro deber
dio comienzo.

15
ayudar a quienes hayan demostrado buena voluntad hacia SIRENA Y PUNTO
ellos.
Sergio Andricaín. Editorial: El naranjo.
La Sirenita, conmovida, miró hacia abajo, hacia el mar en el
Andrés es mi mejor amigo y vive frente a mi casa.
que navegaba el barco del príncipe, y notó que los ojos se le
llenaban de lágrimas, mientras las hadas le susurraban: Tiene ocho años, yo casi uno más que él. Los dos estudiamos
en la misma escuela desde el primer grado.
-¡Fíjate! Las flores de la tierra esperan que nuestras lágrimas
se transformen en rocío de la mañana. ¡Ven con nosotras! Nos gusta montar bici juntos, pasarlo bien con los videojuegos
Volemos hacia los países cálidos, donde el aire mata a los y escuchar música compartiendo audífonos mientras
hombres, para llevar ahí un viento fresco. Por donde pasemos conversamos sobre lo que nos sucedió durante el día.
llevaremos socorros y consuelos, y cuando hayamos hecho el
bien durante trescientos años, recibiremos un alma inmortal y Otra cosa que nos encanta hacer juntos es bordar. Cuando
podremos participar de la eterna felicidad de los hombres -le estamos solos en mi casa, Andrés dibuja sobre recortes de tela
decían. blanca pequeños barcos, peces voladores y niños jugando en
la playa, a los que luego, con agujas e hilos, damos color.
-¡Tú has hecho con tu corazón los mismos esfuerzos que
nosotras, has sufrido y salido victoriosa de tus pruebas y te has Algunas tardes hacemos galletas de chocolate, que luego
elevado hasta el mundo de los espíritus del aire, donde no horneamos y comemos con glotonería. Siempre pasa lo mismo:
depende más que de ti conquistar un alma inmortal por tus cuando yo termino la primera, mi amigo ya va finalizando la
buenas acciones! -le dijeron. segunda o la tercera.

Y la Sirenita, levantando los brazos al cielo, lloró por primera Lo que más me gusta de Andrés es que siempre está
vez. inventando algo: canciones, bailes, funciones de títeres…

Oyéronse de nuevo en el buque los cantos de alegría: vio al No puede parar de hacerlo.
Príncipe y a su linda esposa mirar con melancolía la espuma Cuando salimos a caminar nos divertimos mucho recorriendo
juguetona de las olas. La Sirenita, en estado invisible, abrazó a el barrio mientras jugamos a las adivinanzas, al veo, veo.
la esposa del Príncipe, envió una sonrisa al esposo, y en
seguida subió con las demás hijas del viento envuelta en una Para él cada objeto es lo que ve y al mismo tiempo es otra cosa
nube color de rosa que se elevó hasta el cielo. distinta. La hoja de un árbol puede guardar un mensaje secreto
del viento, un caracol puede ser la caja donde duermen los
ecos, las nubes, las almohadas con que retozan antiguos
gigantes allá en el cielo.
Mi amigo es también algo miedoso.
Cuando le propongo subirnos al árbol de mango que hay en el
patio de mi casa, para leer un libro en voz alta, siempre llega
16
hasta la primera rama, la más bajita… y de ahí no se mueve mundo su hijo podía ser una sirena, qué más le valía
por nada del mundo. convertirse en un tiburón y bien rápido.
Tampoco se enfrenta a los niños que casi todos los días lo Andrés los miró a los dos y les respondió que él quería ser una
maltratan en la escuela. Como es muy blanco se burlan de él y sirena y punto.
le dicen “vasito de leche”, “vasito de leche’’, ‘’el niño color
Insistió en que no veía nada de malo en ello, además les contó
vainilla’’, ‘’el niño color vainilla’’ o también le dicen ‘’fantasmita
que desde siempre le han gustado mucho esos seres, mitad
pálido’’, ‘’fantasmita pálido’’.
mujer, mitad pez y soñaba con disfrazarse como una de ellas y
Y otros apodos por el estilo, también como sus orejas son muy para cerrar la conversación les anunció que se vestiría así para
grandes le llaman ‘’Dumbo’’, ‘’orejón’’, o ‘’el chico radar’’. Esas su cumpleaños.
bromas de mal gusto, por supuesto van acompañadas de
Su abuelita Luisa, mi mamá y yo le confeccionamos a
empujones, traspiés y golpes.
escondidas su disfraz para darle la sorpresa. Trabajamos
Yo siempre lo defiendo, por eso recibo algunos empujones que durante semanas y a última hora su mamá también ayudó.
van dirigidos a Andrés, mientras me gritan que soy la mascota
El papá anunció que no estará en el cumpleaños.
del orejas.
Hoy Andrés estrenará su traje de sirena.
Andrés es mi mejor amigo, ya lo he dicho y no existen secretos
entre nosotros, nos gusta compartir hasta los sueños. Yo le Ya es casi la hora de comenzar la fiesta, la piñata cuelga del
cuento que me encantaría tener superpoderes para rescatarlo techo, hay un apetitoso pastel encima de la mesa. Andrés y yo
de la banda de abusadores de la escuela. Sí de esos estamos sentados en la sala. Yo vestida de capitana pirata,
abusadores que siempre lo están maltratando. sostengo su mano de sirena entre las mías, lo miro con
complicidad y ambos sonreímos mientras esperamos la llegada
Y él me confiesa que su mayor deseo es ser una sirena como
de los invitados.
la del cuento de Andersen, de eso y más hablamos en el recreo
o en el camino casa después de terminar las clases.
Hace unos días me contó que su mamá al llegar del trabajo lo
descubrió disfrazado de sirena. Imagínense la que se armó.
Andrés se había puesto una peluca rubia y con un cubrecama
de color verde había envuelto sus piernas, para la cola de pez
hizo un dibujo enorme sobre un cartón y luego lo cortó con gran
cuidado.
Su madre lo regaño muy fuerte y le dijo que él no podía ser una
sirena, que si acaso podía ser un tritón. Más tarde llegó su
papá, quien al enterarse de lo ocurrido le gritó que por nada del

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EL PERFUME Se disponía ya a alejarse de la aburrida representación para
dirigirse a su casa pasando por las Galerías del Louvre, cuando
Patrick Süaskind. Editorial PAIDOS.
el viento le llevó algo, algo minúsculo, apenas perceptible, una
Capítulo 8. migaja, un tomo de fragancia, o no, todavía menos, el indicio
de una fragancia más que una fragancia en sí, y pese a ello la
certeza de que era algo jamás olfateado antes. Retrocedió de
El 1º. de septiembre de 1753, aniversario de la ascensión al nuevo hasta la pared, cerró los ojos y esponjó las ventanas de
trono del rey, en el Pont Royal de la ciudad de París se la nariz. La fragancia era de una sutileza y finura tan
encendió un castillo de fuegos artificiales. No fueron tan excepcionales, que no podía captarla, escapaba una y otra vez
espectaculares como los de la boda del rey ni como los a su percepción, ocultándose bajo el polvo húmedo de los
legendarios fuegos de artificio con motivo del nacimiento del petardos, bloqueada por las emanaciones de la muchedumbre
Delfín, pero no por ello dejaron de ser impresionantes. Se y dispersada en mil fragmentos por los otros mil olores de la
habían montado ruedas solares en los mástiles de los buques ciudad.
y desde el puente caían al río lluvias de estrellas procedentes De repente, sin embargo, volvió, pero sólo en diminutos
de los llamados toros de fuego. Y mientras tanto, en medio de retazos, ofreciendo durante un breve segundo una muestra de
un ruido ensordecedor, estallaban petardos y por el empedrado su magnífico potencial... y desapareció de nuevo. Grenouille
saltaban los buscapiés y centenares de cohetes se elevaban sufría un tormento. Por primera vez no era su carácter ávido el
hacia el cielo, pintando lirios blancos en el firmamento negro. que se veía contrariado, sino su corazón el que sufría. Tuvo el
Una muchedumbre de muchos miles de personas, congregada extraño presentimiento de que aquella fragancia era la clave
en el puente y en los "quais" de ambas orillas del río, del ordenamiento de todas las demás fragancias, que no podía
acompañaba el espectáculo con entusiasmados "ahs", "ohs", entender nada de ninguna si no entendía precisamente ésta y
"bravos" e incluso "vivas", aunque el rey ocupaba el trono que él, Grenouille, habría desperdiciado su vida si no
desde hacía treinta y ocho años y había rebasado ampliamente conseguía poseerla. Tenía que captarla, no sólo por la mera
el punto culminante de su popularidad. Tal era el poder de unos posesión, sino para tranquilidad de su corazón.
fuegos artificiales. La excitación casi le produjo malestar. Ni siquiera se había
Grenouille los presenciaba en silencio a la sombra del Pavillon percatado de la dirección de donde procedía la fragancia.
de Flore, en la orilla derecha, frente al Pont Royal. No movió Muchas veces, los intervalos entre un soplo de fragancia y otro
las manos para aplaudir ni miró una sola vez hacia arriba para duraban minutos y cada vez le sobrecogía el horrible temor de
ver elevarse los cohetes. Había venido con la esperanza de haberla perdido para siempre. Al final se convenció,
oler algo nuevo, pero pronto descubrió que los fuegos no tenían desesperado, de que la fragancia provenía de la otra orilla del
nada que ofrecer, olfatoriamente hablando. Aquel gran río, de alguna parte en dirección sudeste.
despilfarro de chispas, lluvia de fuego, estallidos y silbidos Se apartó de la pared del Pavillon de Flore para mezclarse con
dejaba tras de sí una monótona mezcla de olores compuesta la multitud y abrirse paso hacia el puente. A cada dos pasos se
de azufre, aceite y salitre. detenía y ponía de puntillas con objeto de olfatear por encima
18
de las cabezas; al principio la emoción no le permitió oler nada, Continuó bajando por la Rue de Seine. No había nadie en la
pero por fin logró captar y oliscar la fragancia, más intensa calle.
incluso que antes y, sabiendo que estaba en el buen camino,
Las casas estaban vacías y silenciosas. Todos se habían ido
volvió a andar entre la muchedumbre de mirones y
al río a ver los fuegos artificiales. No estorbaba ningún
pirotécnicos, que a cada momento alzaban sus antorchas hacia
penetrante olor humano, ningún potente tufo de pólvora. La
las mechas de los cohetes; entonces perdió la fragancia entre
calle olía a la mezcla habitual de agua, excrementos, ratas y
la humareda acre de la pólvora, le dominó el pánico, se abrió
verduras en descomposición, pero por encima de todo ello
paso a codazos y empujones, alcanzó tras varios minutos
flotaba, clara y sutil, la estela que guiaba a Grenouille. A los
interminables la orilla opuesta, el Hautel de Mailly, el Quai
pocos pasos desapareció tras los altos edificios la escasa luz
Malaquest, el final de la Rue de Seine...
nocturna del cielo y Grenouille continuó caminando en la
Allí detuvo sus pasos, se concentró y olfateó. Ya lo tenía. Lo oscuridad. No necesitaba ver; la fragancia le conducía sin
retuvo con fuerza. El olor bajaba por la Rue de Seine, claro, posibilidad de error.
inconfundible, pero fino y sutil como antes. Grenouille sintió
A los cincuenta metros dobló a la derecha la esquina de la Rue
palpitar su corazón y supo que no palpitaba por el esfuerzo de
des Marais, una callejuela todavía más tenebrosa cuya anchura
correr, sino por la excitación de su impotencia en presencia de
podía medirse con los brazos abiertos. Extrañamente, la
este aroma. Intentó recordar algo parecido y tuvo que desechar
fragancia no se intensificó, sólo adquirió más pureza y, a causa
todas las comparaciones. Esta fragancia tenía frescura, pero
de esta pureza cada vez mayor, ganó una fuerza de atracción
no la frescura de las limas o las naranjas amargas, no la de la
aún más poderosa. Grenouille avanzaba como un autómata.
mirra o la canela o la menta o los abedules o el alcanfor o las
En un punto determinado la fragancia le guió bruscamente
agujas de pino, no la de la lluvia de mayo o el viento helado o
hacia la derecha, al parecer contra la pared de una casa.
el agua del manantial... y era a la vez cálido, pero no como la
Apareció un umbral bajo que conducía a un patio interior.
bergamota, el ciprés o el almizcle, no como el jazmín o el
narciso, no como el palo de rosa o el lirio... Esta fragancia era Como en un sueño, Grenouille cruzó este umbral, dobló un
una mezcla de dos cosas, lo ligero y lo pesado; no, no una recodo y salió a un segundo patio interior, de menor tamaño
mezcla, sino una unidad y además sutil y débil y sólido y denso que el otro, donde por fin vio arder una luz: el cuadrilátero sólo
al mismo tiempo, como un trozo de seda fina y tornasolada... medía unos cuantos pasos. De la pared sobresalía un tejadillo
pero tampoco como la seda, sino como la leche dulce en la que de madera inclinado y debajo de él, sobre una mesa,
se deshace la galleta... lo cual no era posible, por más que se parpadeaba una vela. Una muchacha se hallaba sentada ante
quisiera: ¡seda y leche! Una fragancia incomprensible, esta mesa, limpiando ciruelas amarillas. Las cogía de una cesta
indescriptible, imposible de clasificar; de hecho, su existencia que tenía a su izquierda, las despezonaba y deshuesaba con
era imposible. Y no obstante, ahí estaba, en toda su magnífica un cuchillo y las dejaba caer en un cubo. Debía tener trece o
rotundidad. Grenouille la siguió con el corazón palpitante catorce años.
porque presentía que no era él quien seguía a la fragancia, sino
la fragancia la que le había hecho prisionero y ahora le atraía Grenouille se detuvo. Supo inmediatamente de dónde procedía
irrevocablemente hacia sí. la fragancia que había seguido durante más de media milla
19
desde la otra margen del río: no de este patio sucio ni de las supremo, del modelo según el cual debía clasificar todos los
ciruelas amarillas. Procedía de la muchacha. demás. Era la belleza pura.
Por un momento se sintió tan confuso que creyó realmente no Grenouille vio con claridad que su vida ya no tenía sentido sin
haber visto nunca en su vida nada tan hermoso como esta la posesión de esta fragancia. Debía conocerla con todas sus
muchacha. Sólo veía su silueta desde atrás, a contraluz de la particularidades, hasta el más íntimo y sutil de sus pormenores;
vela. Pensó, naturalmente, que nunca había olido nada tan el simple recuerdo de su complejidad no era suficiente para él.
hermoso. Sin embargo, como conocía los olores humanos,
Quería grabar el apoteósico perfume como con un troquel en
muchos miles de ellos, olores de hombres, mujeres y niños, no
la negrura confusa de su alma, investigarlo exhaustivamente y
quería creer que una fragancia tan exquisita pudiera emanar de
en lo sucesivo sólo pensar, vivir y oler de acuerdo con las
un ser humano. Casi siempre los seres humanos tenían un olor
estructuras internas de esta fórmula mágica.
insignificante o detestable. El de los niños era insulso, el de los
hombres consistía en orina, sudor fuerte y queso, el de las Se fue acercando despacio a la muchacha, aproximándose
mujeres, en grasa rancia y pescado podrido. Todos sus olores más y más hasta que estuvo bajo el tejadillo, a un paso detrás
carecían de interés y eran repugnantes... y por ello ahora de ella.
ocurrió que Grenouille, por primera vez en su vida, desconfió
de su nariz y tuvo que acudir a la ayuda visual para creer lo que La muchacha no le oyó.
olía. Tenía cabellos rojizos y llevaba un vestido gris sin mangas. Sus
La confusión de sus sentidos no duró mucho; en realidad, brazos eran muy blancos y las manos amarillas por el jugo de
necesitó sólo un momento para cerciorarse ópticamente y las ciruelas partidas. Grenouille se inclinó sobre ella y aspiró su
entregarse de nuevo, sin reservas, a las percepciones de su fragancia, ahora totalmente desprovista de mezclas, tal como
sentido del olfato. Ahora "olía" que ella era un ser humano, olía emanaba de su nuca, de sus cabellos y del escote y se dejó
el sudor de sus axilas, la grasa de sus cabellos, el olor a invadir por ella como por una ligera brisa. Jamás había sentido
pescado de su sexo, y lo olía con el mayor placer. Su sudor era un bienestar semejante. En cambio, la muchacha sintió frío.
tan fresco como la brisa marina, el sebo de sus cabellos, tan No veía a Grenouille, pero experimentó cierta inquietud y un
dulce como el aceite de nuez, su sexo olía como un ramo de singular estremecimiento, como sorprendida de repente por un
nenúfares, su piel, como la flor de albaricoque... y la viejo temor ya olvidado. Le pareció sentir una corriente fría en
combinación de estos elementos producía un perfume tan rico, la nuca, como si alguien hubiera abierto la puerta de un sótano
tan equilibrado, tan fascinante, que todo cuanto Grenouille inmenso y helado. Dejó el cuchillo, se llevó los brazos al pecho
había olido hasta entonces en perfumes, todos los edificios y se volvió.
odoríferos que había creado en su imaginación, se le antojaron
de repente una mera insensatez. El susto de verle la dejó pasmada, por lo que él dispuso de
mucho tiempo para rodearle el cuello con las manos. La
Centenares de miles de fragancias parecieron perder todo su muchacha no intentó gritar, no se movió, no hizo ningún gesto
valor ante esta fragancia determinada. Se trataba del principio de rechazo y él, por su parte, no la miró. No vio su bonito rostro

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salpicado de pecas, los labios rojos, los grandes ojos verdes y primera vez, ya que hasta la fecha había existido como un
centelleantes, porque mantuvo bien cerrados los propios animal, con sólo una nebulosa conciencia de sí mismo. En
mientras la estrangulaba, dominado por una única cambio, hoy le parecía saber por fin quién era en realidad: nada
preocupación: no perderse absolutamente nada de su menos que un genio; y que su vida tenía un sentido, una meta
fragancia. y un alto destino: nada menos que el de revolucionar el mundo
de los olores; y que sólo él en todo el mundo poseía todos los
Cuando estuvo muerta, la tendió en el suelo entre los huesos
medios para ello: a saber, su exquisita nariz, su memoria
de ciruela, le desgarró el vestido y la fragancia se convirtió en
fenomenal y, lo más importante de todo, la excepcional
torrente que le inundó con su aroma. Apretó la cara contra su
fragancia de esta muchacha de la Rue des Marais en cuya
piel y la pasó, con las ventanas de la nariz esponjadas, por su
fórmula mágica figuraba todo lo que componía una gran
vientre, pecho, garganta, rostro, cabellos y otra vez por el
fragancia, un perfume: delicadeza, fuerza, duración, variedad y
vientre hasta el sexo, los muslos y las blancas pantorrillas. La
una belleza abrumadora e irresistible.
olfateó desde la cabeza hasta la punta de los pies, recogiendo
los últimos restos de su fragancia en la barbilla, en el ombligo
y en el hueco del codo.
Había encontrado la brújula de su vida futura. Y como todos los
Cuando la hubo olido hasta marchitarla por completo, monstruos geniales ante quienes un acontecimiento externo
permaneció todavía un rato a su lado en cuclillas para abre una vía recta en la espiral caótica de sus almas, Grenouille
sobreponerse, porque estaba saturado de ella. No quería ya no se apartó de lo que él creía haber reconocido como la
derramar nada de su perfume y ante todo tenía que dejar bien dirección de su destino. Ahora vio con claridad por qué se
cerrados los mamparos de su interior. Después se levantó y aferraba a la vida con tanta determinación y terquedad: tenía
apagó la vela de un soplo. que ser un creador de perfumes. Y no uno cualquiera, sino el
perfumista más grande de todos los tiempos.
Momentos más tarde llegaron los primeros trasnochadores por
la Rue de Seine, cantando y lanzando vivas. Grenouille se Aquella misma noche pasó revista, primero despierto y luego
orientó olfativamente por la callejuela oscura hasta la Rue des en sueños, al gigantesco y desordenado tropel de sus
Petits Augustins, paralela a la Rue de Seine, que conducía al recuerdos.
río. Poco después descubrieron el cadáver. Gritaron,
Examinó los millones y millones de elementos odoríferos y los
encendieron antorchas y llamaron a la guardia. Grenouille
ordenó de manera sistemática: bueno con bueno, malo con
estaba desde hacía rato en la orilla opuesta.
malo, delicado con delicado, tosco con tosco, hedor con hedor,
Aquella noche su cubil se le antojó un palacio y su catre una
ambrosiaco con ambrosiaco. En el transcurso de la semana
cama con colgaduras. Hasta entonces no había conocido la
siguiente perfeccionó este orden, enriqueciendo y
felicidad, todo lo más algunos raros momentos de sordo
diferenciando más el catálogo de aromas y dando más claridad
bienestar. Ahora, sin embargo, temblaba de felicidad hasta el
a las jerarquías.
punto de no poder conciliar el sueño. Tenía la impresión de
haber nacido por segunda vez, no, no por segunda, sino por
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Y pronto pudo dar comienzo a los primeros edificios entero: todos se burlaron de mí y me trataron como si fuera
planificados de olores: casas, paredes, escalones, torres, basura.
sótanos, habitaciones, aposentos secretos... una fortaleza
“Vaya melones”
interior, embellecida y perfeccionada a diario, de las más
maravillosas composiciones de aromas. “¿Dónde se reservan tus servicios?”
El hecho de que esta magnificencia se hubiera iniciado con un 4YEO! Las fotos las hice sólo para él, para nadie más que para
asesinato le resultaba, cuando tenía conciencia de ello, por él.
completo indiferente. Ya no podía recordar la imagen de la
muchacha de la Rue des Marais, ni su rostro ni su cuerpo. Pero Podría soportar que los demás no me creyeran, pero Jannis me
conservaba y poseía lo mejor de ella: el principio de su conoce mejor que eso. Debería haberse puesto a mi lado. Lo
fragancia. único que puede reprocharme es que sintiera celos de Jenifer.
Al principio me defendí. Luego llegó un momento en que
reconocí que todos tenían razón. ¡Soy una zorra, una perra,
una puta! Sólo yo tengo la culpa: todo empezó con mis fotos.
Si no las hubiera hecho, todo eso no habría pasado.
“4YEO! ¡Las hice sólo para tus ojos, Jannis!”
Pero pasó. Y no importa cuántas veces me arrepienta, no
Carolin Philipps. Editorial: Fondo de Cultura Económica
importa lo que haga: no puedo borrarlo del pasado. Me seguirá
a todas partes, lo llevaré pegado en la frente hasta que me
muera. Tengo catorce años y probablemente tenga que vivir
¿Cuántas veces pensé, dije y escribí esto en las últimas
una buena cantidad de ellos más. ¡Me horrorizo sólo de
semanas? Cada vez un poco más descorazonada, cada vez un
pensarlo!
poco más desesperada. Hace cuatro semanas toda iba bien en
mi vida. Mejor que bien: tenía muchos amigos, muchos planes, Además, empujo conmigo al infierno a cualquiera que intente
y, sobre todo, tenía Jannis. No podía ser más feliz. seguir siendo mi amiga.
Ahora lo he perdido todo. A mis amigos, mis planes, a Jannis y “¿Qué haces con esa zorra?”, le preguntaban a Tessa, quien
la esperanza de que esta pesadilla acabe algún día. hace poco fuera mi mejor amiga. “A lo mejor tú eres igual que
ella. ¿También te hiciste fotos?
“Puta”
¡A ver, enséñanoslas!”
“Perra”
Durante los primeros días, Tessa intentó reconfortarme:
“¡Sé una zorra una vez y lo serás toda la vida”
“Dentro de un año todos se habrán olvidado de esas fotos, ya
Creo que no queda ni una grosería que no me hayan escupido lo verás”
a la cara, ningún insulto que no me hayan enviado por
WhatsApp o Facebook. Mis amigos, desconocidos, el mundo
22
Luego dejó de hacerlo. No le reprocho que no siguiera de mi “Entonces es que no buscaste lo suficiente”.
lado.
Tiene razón.
Ahora Samantha es mi única amiga.
Después de buscar tanto tiempo, ahora la he encontrado.
¿Debo esperar un año hasta que mis fotos no sean más que
Mi solución.
un recuerdo lejano? ¿Seré capaz soportarlo?
¿Habrá alguien que comprenda por qué tuve que elegir este
Al principio pensé que podría. Pero igual que Tessa renunció a
camino y no otro? Probablemente no, pero a mi tampoco me
mi amistad, porque ya no lo soportaba más, también yo me
importará ya.
rindo ahora.
Es una salida de emergencia que sólo se entiende si se conoce
No soy capaz de esperar un año.
el camino que ha traído hasta aquí.
Además, eso no me devolvería a Jannis. A su lado tal vez lo
Habrá otro escándalo, la prensa se volcará sobre él y
habría conseguido.
desenterrará la historia de nuevo. En las entrevistas todos
Me he convertido en una carga para todos. Para Jannis, para fingirán estar afectados y dirán que no
mispapás, para mis amigos… ex amigos, para mi equipo de
sospechaban en absoluto lo mal que me sentía. Y luego se
vela… ex equipo. A
olvidarán de mí; y de las fotos de mi cuerpo. Como si yo nunca
cualquiera que me mira le vienen la mente las fotografías. hubiera existido.
¡Malditas fotografías!
Cuántas veces estuve aquí, en el tejado de la escuela, sentada
Desearía no haberlas hecho nunca. Demasiado tarde; existen junto a Jannis, o recostada entre sus brazos; sólo nosotros y
y existirán para siempre, a menos que… las estrellas sobre nuestras cabezas.
Durante las últimas semanas desee a veces poder salir de mi Aquí empezó todo y aquí hoy también terminará…
cuerpo, abandonarlo y empezarlo en otro nuevo desde cero.
Es como una cárcel en la que cumplo cadena perpetua sin la
esperanza de que me concedan la libertad anticipada por buen
comportamiento.
Cadena perpetua a menos que…
Entonces todo acabaría, yo sería libre; por fin libre otra vez.
“Todo tiene solución – me dijo mi papá. Sólo hay que
encontrarla”.
“¿Y si no la encuentro?”, le pregunté.
23
CÓMO (NO) ENAMORARSE Cómo olvidar que tu madre se está tirando a la vecina antes de
que te deje un pito de goma con una nota en la habitación”.
Myriam M. Lejardi- Editorial: La Galera.
Con los nervios, desbloqueo la cámara frontal y mi cara de
De arneses para señora y conversaciones incómodas.
susto me devuelve la mirada. A mi favor he de decir que la
Nora palidez se debe a que me encuentro mal, por eso he llegado a
casa antes (bueno, por eso y porque no me apetecía ir a
clases), pero para los ojos abiertos de par en par no me sirve
Cuando abro la puerta de la habitación de mi madre y me la la misma excusa.
encuentro desnuda en la cama, encima de su mejor amiga, me No me da tiempo ni a buscar la solución a mis problemas ni a
sorprendo un poco. darle más un par de sorbos al café antes de que las dos
No en plan mal, ¿eh? Me parece estupendo que haya hecho mujeres se presenten en la cocina.
su vida tras el divorcio. también es fantástico que no sea Vestidas, gracias a dios.
heterosexual.
Conchis no puede contener la risa: se apoya en la encimera,
O sea, fantástico no. Que me da igual. Nunca lo hemos un poco apartada de mi para disimular. Mi madre está roja
hablado, pero creo que es de ese tipo de conversaciones como un tomate y balbucea mucho. Se
incómodas que ha preferido evitar. Como cuando me bajo la
regla por primera vez y me escribió instrucciones en un post it, sienta frente a mí y acerca las manos para coger una de las
que a su vez pegó en una caja de toallas femeninas que dejó mías, pero se lo piensa mejor y la deja en su regazo. Carraspea
sobre mi mesa. O como cuando un día me encontré varios varias veces antes de empezar:
condones que había metido en el cajón de las bragas junto a
- ¿No deberías estar en la Universidad?
un libro sobre sexo ilustrado.
La quiero mucho, pero su capacidad de darle vuelta a la
Lo que me sorprende es que lleve puesto un arnés. Son cosas
situación y regañarme cuando tendría que estar explicándose
para las que una hija no está preparada, da igual que haya
me saca de quicio.
crecido con internet.
Decido no tenérselo en cuenta porque se ve que la pobre está
Como pillarla con las manos en la masa me resulta un poquito
al borde de un ataque de nervios.
violento, vuelvo a cerrar la puerta sin decir nada y doy media
vuelta. El plan es bajar a la cocina, prepararme un café y buscar - Sí, pero me encontraba mal. Creo que estoy resfriada.
en un móvil cómo arrancarme la imagen del cerebro.
- Me miro los pies, consiente de que debo de estar igual de roja
Mientras la cafetera se calienta, escucho golpes en la planta de que ella-.
arriba. No sé si están vistiendo se a toda prisa o dando
He ido a tu cuarto para… eh… coger el paracetamol de tu baño
guantazos en las paredes con ese pene enorme en el que
y … bueno. Que lo siento. Y que muy bien.
terminaba el arnés. Nora, el móvil. Rápido. “¡Oye, Siri!
24
Conchi estalla a carcajadas y mi madre la mira con enfado -Lo que quiero decirte es que llevamos un año saliendo.
antes de volver la cabeza hacía mí.
-Casi dos años- rezonga mi madre.
- Lo que has visto… - empieza a decir-. A veces, cuando dos
-Eso. -Agita la mano, como si aquello no tuviera importancia-.
personas se quieren…
La cuestión es que estamos enamoradas, ¿lo entiendes?
“¡Oye Siri! Cómo morirse antes de que tú madre te explique de
-Claro que sí- respondo muy de prisa. Lo último que quiero es
qué va el sexo cuando ya tienes diecinueve años.
que las juzgo-. Me alegro mucho.
- Mamá, que no. Que me parece genial y … bueno. Que tengo
-Hemos pensado que ya que adrián y tú lo saben…
que irme a…- suicidarme- la cama a descansar.
- ¡Espera, espera! ¿Él lo sabe?
- Pero es importante que entiendas…
- Claro, cariño, desde hace meses.
- No, de verdad. Para. Por favor.
Miro a mi madre con enfado, ¡ya le vale! Podría haberme
Conchi debe de darse cuenta de que como esto siga así mi
contado antes lo de su relación, igual que ha hecho Conchi con
madre y yo entraremos en un bucle, por eso se acerca, pone
su hijo. Ella baja la mirada como disculpándose.
una mano sobre el hombro de ella y me mira con calidez.
-Bueno, pues ahora que los dos están al corriente, creo que es
Me encanta esta mujer. Siempre me ha parecido genial, con su
buen momento para que nos vayamos a vivir juntos.
pelo corto teñido de rubio y sus ojos azules pequeñitos. Ya no
la veo tanto como antes, pero recuerdo que siempre tenía una El horror echa patadas al enfado y miro sorprendida a ambas
broma lista para aligerar el ambiente. mujeres.
- ¿Qué?
-Déjame a mí. - Mi madre suspira cuando le dice aquello y noto -Es para ahorra gastos- se excusa mi madre.
lo que siempre he sabido: que la quiere un montón. Aunque
ahora entiendo el tipo de amor que yo había dado por hecho-. -Es porque queremos estar juntas- se sincera su novia-. No
Escúchame, cielo, Pilar y yo llevamos tiempo viéndonos. digo que nos vayamos a casar mañana ni nada de eso, pero…

He pasado un montón de tardes en su casa cuando se veían, -¡¡¿Qué?!!


ya lo sabía. - ¡Céntrate, Nora, por amor de Dios! ¡No seas intolerante!
Lo que no sabía era que además de hablar, se metían la lengua - ¡No soy intolerantes, mamá! - Me pongo en pie de golpe-.
hasta la garganta y… No, los arneses fuera de la memoria. ¿Qué quieren salir juntas? ¡Genial! ¡Pero no podemos vivir los
Ahora. cuatro! ¡Es imposible!
-Ya. ¡No…! - Piensa, Nora-. ¡No cabemos!

25
-Hay tres habitaciones en cada casa, cariño, no vamos a Encoge un hombro, un gesto que también es muy propio de su
pedirte que compartas tu dormitorio con Adrián. hijo, y aclara:
-Y podremos poner en alquiler esta- apunta mi madre, haciendo -En realidad se hecho a reír y dijo que iba a ser interesante.
un gesto para abarcar la cocina- y sacar algo de dinero. Ya
Mierda.
sabes que la papelería no va demasiado bien, cualquier ayuda
es bienvenida. “¡Oye Siri! Cómo deshacer que te has acostado con el hijo de
la novia tu madre.”
- ¡Pero no puedes!
Conchi inclina la cabeza, como he visto hacer a su hijo miles
de veces.
- ¿Por qué? CÓMO (NO) ENAMORARSE
- -Porque… ¡porque Adrián y yo nos odiamos! Myriam M. Lejardi- Editorial: laGalera.
Esto es una mentira a medias. Hace poco más de dos años que De revistas guarrindongas y saliva de más
no lo veo (sin contar las veces que me lo he encontrado por el
pueblo y he cambiado de dirección para no tener que saludarlo) Adrián
y, aunque en su día le tuviera bastante manía, tampoco puede
decirse que lo odiara. ¿Qué se mereció algún puñetazo en la
cara? Sí. ¿Qué era inaguantable? También. Pero odiar Empezó cuando teníamos doce años. Solo coincidimos tres
requiere un esfuerzo enorme que Adrián desde luego no se días de julio con la misma edad, y fue en el segundo de ellos
merece. en el que las cosas comenzaron a volverse interesantes.

Por otro lado, estoy segura que él, más que odiarme, disfrutaba Antes del beso, Nora me parecía una pesadilla. Era toda
ponerme de los nervios. huesos y ojos enormes entornados bajo un ceño
permanentemente fruncido. La típica cría gritona que tira tus
Con su cochino lunar y su sonrisa de… cosas cuando no haces lo que ella quiere y te pega mientras
-No digas tonterías, Nora- me regaña mi madre, interrumpiendo llora para que la bronca te la lleves tú.
el hilo de mis pensamientos-. Conchi ya lo ha hablado con él y Si pasábamos tanto tiempo juntos no era porque nos
no ha puesto ningún problema, ¿verdad? apeteciera. Estoy seguro que me soportaba tan poco como yo
La mujer rubia asiente. a ella. Pero éramos vecinos y nuestras madres se llevaban
bien, así que tenía que tragármela casi todas las tardes,
-De hecho, comentó que estaba muy ilusionado. especialmente en verano. Hasta la fecha había probado todo
lo que se me había ocurrido para que me dejara en paz:
- ¿Qué está ilusionado? ¡¿Adrián?!
decírselo directamente, dibujar e ignorar sus quejas
26
constantes, bajarme los pantalones y los calzoncillos y - -¿Eres tonto?- Descruzó los brazos para señalarse así
enseñarle el culo... misma-. ¡Yo soy una mujer! ¡Y me he visto desnuda mil veces!
- -No eres una mujer, eres una niña.
Pero ahí seguía la maldita niña, mirando su alrededor con los - Da igual, es casi lo mismo. Además- apuntó con ese retintín
brazos cruzados y opinando sobre absolutamente todo. en la voz que me sacaba de quicio-, me apuesto a lo que
quieras a que he visto más mujeres desnudas que tú. Porque
Nos besamos un martes. No sé por qué coño me acuerdo, pero
me he visto a mí, a algunas amigas, a mi madre…
sé que fue ese día. Nuestras madres estaban en la cocina de
mi casa, preparando la tarta de mi cumpleaños para el Dejé el cómic sobre la cama y sonreí por primera vez en la
miércoles, y Nora estaba en mi habitación criticando los dibujos tarde.
que tenía colgados en un tablón de corcho.
-Y yo te apuesto que no ¿quieres comprobarlo?
- ¿Qué se supone que es esto? - Pregunto con asco, señalando
Nora volvió a cruzarse de brazos y me miró desafiante mientras
uno de ellos.
bajaba de la cama y me arrodillaba frente al colchón. Lo levanté
Estaba sentado en la cama, leyendo un cómic. Levanté la vista un poco para separarlo del somier y tanteé, con la lengua entre
y vi que se refería al boceto del alíen que había terminado la los dientes, hasta que di con lo que buscaba.
semana anterior.
-Cierra los ojos- le pedí.
Podría habérselo explicado. Haber hecho acopio de paciencia
- ¿Para qué?
y portarme como mi madre insistía en que me había educado.
“Es un xenomorfo de la Nostromo, la nave espacial de una - ¿Quieres te lo enseñe o no?
película. ¿A que mola?”. Quizá de haberle dicho eso las cosas
no habrían acabado así. Pese al bufido, me hizo caso. Saqué la revista de su escondite
y repasé las páginas sobadas hasta dar con la foto del
No lo tengo claro porque puede que fuera yo el que empezó lo desplegable central. La revista me la había conseguido Rodri,
que pasó entre nosotros, pero fue Nora la decidió continuar. al que se la había pasado su primo mayor. La verdad es que
era una puta mierda, nada ni remotamente parecido a lo que
- Es una mujer desnuda- mentí.
puedes encontrar hoy en día por internet, pero por aquella
No suelo hacerlo. Mentir, digo, no dibujar tías en pelotas. época mis hormonas no necesitaban demasiado para entrar en
ebullición.
Eso lo hago un montón.
- No es una mujer desnuda, es un bicho asqueroso.
—Ya puedes abrirlos.
- ¿Cómo lo sabes? ¿Alguna vez has visto a una mujer
desnuda? Cuando lo hizo, los ojos de Nora se agrandaron todavía más
de lo normal, que ya es decir. Parecía que iban a salírsele de
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las cuencas y saltar hacia la foto de aquella mujer pelirroja con -He ganado la apuesta.
las tetas operadas.
-No sé- dudó-. ¿Has visto muchas revistas parecidas?
Pensé que gritaría, que me insultaría o ambas cosas a la vez.
-Se mordisqueó la parte interior de las mejillas y giró la cara
Lo que no se me ocurrió fue que me arrebatara la revista de las
cuando asentí-.
manos y se pusiera a hojearla a toda prisa.
Vale. Entonces has ganado.
Se sentó con las piernas cruzadas en el suelo, obsesionada
con lo que veía. Creo que lo normal habría sido que me sintiera - Lo que quiera, ¿no?
incómodo, incluso que temiera que después le fuera con el
cuento a mi madre. ¡Pero cuando murmuró un «iHala!, pero - ¿Eh?
¿por qué tiene eso... ahí dentro?» me eché a reír. -Me has dicho que te apostabas lo que fuera, así que he
Ese fue el primer día que pensé que Nora era divertida. ganado lo que quiera.

Me senté junto a ella, inclinándome también sobre la revista. -Ah. Sí, bueno... Sí.
Nuestras frentes casi se rozaban y su flequillo me hacía Me recosté de lado, hacia ella. Puede que fuera todavía un crío,
cosquillas. pero no era tonto y acabábamos de ver pornografía juntos.
-Ve a las páginas finales, ya verás. Aquello era capaz de enrarecer cualquier ambiente.

- ¡Madre mía! -exclamó, alternando la vista entre esas dos Me encantaría poder decir que no estaba nervioso, que pasé
personas follando y yo-. esto es... es...! por mi primer beso como por muchos de los que vinieron
después: creyendo que sabía lo que hacía y controlando la
- ¿A que mola? situación. No es cierto. Pero al menos puedo decir que no perdí
la sonrisa cuando le propuse:
-No sé -sopesó, estudiando minuciosamente la fotografía-.
¿Por qué no -¿Nos besamos?
se besan antes? Volvió a girar la cabeza hacia mí, inquieta.
Estallé en carcajadas de tal manera que me tiré de espaldas al -¿Por la apuesta?
suelo y tuve que agarrarme la tripa. Nora cerró la revista y me
miró. Por primera vez no tenía el ceño fruncido ni parecía con -Claro.
ganas de criticar mi comportamiento. Se incorporó para sentarse y respiró hondo. El corazón me
La sonrisa le trepó poco a poco por las comisuras y, al final, martilleaba en la garganta cuando asintió.
acabó en el suelo conmigo, igual de histérica. -Vale.
Cuando conseguí parar, le dije: Imité su postura, crucé las piernas y coloqué las manos sobre
las rodillas.
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Todavía no sabía que la idea de que el chico tuviera que dar el
primer paso era una gilipollez, no me juzgues. En ese entonces
me pareció lo propio, importante además porque había sido yo
el que lo había propuesto, así que tragué saliva y me acerqué
a Nora con los ojos abiertos Y la boca cerrada.
Nuestros labios chocaron de frente y fue, de lejos, la cosa más
incómoda que había hecho hasta ese momento. Y había
corrido en pelotas por el pasillo de una casa llena de gente
persiguiendo a Rodri, que estaba de la misma guisa.
Nos miramos, todavía pegados, y me fijé en que Nora volvía a
fruncir el ceño, como si estuviera a disgusto. Me acojonó que
no fuera lo que esperaba, así que la cagué todavía más: saqué
la lengua y traté de metérsela a la fuerza. Ella abrió la boca,
probablemente para quejarse, y aproveché para hacer quién
sabe qué.
No fue mi peor beso, pero estuvo muy cerca. Hubo tanta saliva
y tantos dientes chocando que me prometí a mí mismo que no
volvería a hacer aquello en la vida. No cumplí, claro, como
ninguna de las doscientas veces que me he prometido no
volver a beber, pero durante los dos años siguientes la idea de
morrearme con alguien me dio un asco tremendo.
Fue ella la que se separó en vista de que yo no paraba de
estropearlo cada vez más. Me observó como si me hubiera
convertido en una cucaracha gigante, se restregó los labios con
la manga de la chaqueta y, por primera vez desde que la
conocía, enmudeció.
-Vaya-comenté, por decir algo. Estaba igual de espantado que
ella. Como seguía sin hablar, propuse-: ¿Quieres que hagamos
algo? No sé, eh... ¿leer un cómic? Tengo uno nuevo que...
Se puso en pie, me lanzó una última mirada de horror y se largó
de mi habitación sin contestar.

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