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Eliseo y la sunamita. Texto: 2 Reyes 4: 8-37.

Introducción:

A. Pocas veces he visto el programa de televisión La rosa de


Guadalupe; sí he oído varios comentarios sobre esta serie y
hasta he visto la manera como es usado de manera jocosa
para referirse a algunos casos de la vida real que parecen
imposibles.

B. Nuestra historia bíblica de hoy sería muy buena para esta


serie: es confuso y a su vez imposible de creer.

C. Para explicarlo, nos centraremos en su protagonista

(Dos minutos de lectura)

I. EL CARÁCTER DE LA MUJER

A. La mujer que protagonista nuestra historia tiene varias


características sobresalientes:

1. Ella era una mujer importante de Sunem, de allí su


apelativo de sunamita (ver 8).

2. Ella era una mujer piadosa (ver 9-11).

3. Ella era una mujer contenta y agradecida. La


expresión: "Yo habito en medio de mi pueblo" indica su
complacencia (ver 13).

4. Ella era una mujer sin fe. La mujer no pudo creer la


profecía que Eliseo le da sobre el bebé que le nacería,
dado que era estéril (ver 16-17).

En resumidas cuentas, era una buena mujer que vivía


agradecida y contenta.

B. Esta mujer, como vemos, es un ejemplo para nosotros en


cuanto a cualidades como su piedad, su gratitud y su bondad.
II. LA TRAGEDIA DE LA MUJER

A. De manera inesperada, la mujer estéril concibe un hijo,


que crece y, aun siendo niño, muere (ver 18-20).

B. Es aquí donde nos surgen muchas preguntas y nos


confundimos. Consideremos los siguientes detalles:

1. Una mujer feliz cae en la desgracia a través de un hijo


que no pidió.

2. Una mujer buena a la que le sucede una terrible


tragedia.

3. Una especie de juego macabro en el que a alguien


bueno y feliz se le da algo para luego quitárselo de la peor
manera, situación que trae amargura a la mujer.

C. Así son algunas de nuestras situaciones: tragedias


intempestivas que ocurren a los hijos de Dios, gente "buena"
y creyente que no espera que este tipo de cosas le sucedan.

III. LA REACCION DE LA MUJER

A. Para valorar lo que sigue, es necesario que nos


preguntemos acerca de cuál sería nuestra actitud en la
situación de la mujer. ¿Qué hubiera hecho usted?:
¿renunciar?, ¿amargarse profundamente?, ¿suicidarse?

B. La sunamita hace varias cosas que llaman la atención:

1. Manifiesta una profunda calma (ver. 21-23).

2. Busco al "varón de Dios" (ver 24). Lo que este hecho


nos dice es que ella ahora tiene fe, ella cree que el mismo
Dios que le había dado el niño ahora puede devolvérselo a
través del profeta.

3. Ella está amargada (ver 27-28). Aun así, la sunamita


pudo mantener la calma y la fe.
C. Como podemos leer al final de la historia, el fruto de la
actitud de la mujer es que el niño es resucitado (ver 29-37).

D. Cuando pasemos por tragedias en la vida, no olvidemos el


ejemplo que nos deja esta mujer: cuando la vida nos
confunda, cuando todo parezca contradictorio y extraño, no
olvidemos a la mujer sunamita.

Conclusiones:

A. Resumen, confrontación, desafío y oración.

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