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CARRERA: Derecho
INTEGRANTES:
FECHA DE ENTREGA:
Lunes 3 de junio de 2023
INDICE
INTRODUCCION.......................................................................................................................3
OBJETIVOS................................................................................................................................4
MARCO TEORICO.....................................................................................................................5
CONCLUSIONES.....................................................................................................................10
INTRODUCCIÓN
Esta se puede adquirir y disfrutar, tanto por las personas físicas como por
las personas jurídicas, sin más limitaciones que aquellas que aparecen
expresamente reconocidas en la Ley.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL:
OBJETIVO ESPECIFICO:
MARCO TEORICO
La posesión es la tenencia de una cosa o el goce de un derecho por nosotros mismos con
ánimo de dueño, o por otro en nombre nuestro (Art. 717 p. 1°). La posesión no es un
derecho, Sino un hecho, es decir, un estado de hecho protegido por el derecho.
emassitios /At. 7187
ELEMENTOS DE LA POSESIÓN
Dentro de la teoría clásica seguida por nuestro Código, la posesión consta de dos
elementos, el corpore y el animus.
La posesión puede ser adquirida de diferentes formas, como por medio de una compra,
donación, herencia, arrendamiento u ocupación pacífica de un bien. Para que se
considere válida, la posesión debe ser continua, pacífica, pública y ejercida de buena fe,
es decir, sin conocimiento de que se está violando los derechos de otro.
Pueden ser objeto de posesión todas las cosas corporales e incorporales que estén en el
comercio de los hombres. No son susceptibles de posesión: las cosas comerciables, la
alta mar, los bienes nacionales de uso público; tampoco las servidumbres discontinuas y
las continuas inaparentes (Art. 861 y 896), ni los derechos personales.
Con carácter general la posesión va a ser la relación de hecho de una persona con una
cosa. Históricamente se consideró a la posesión como el Estado de Hecho por el cual
una persona tiene una cosa en su poder. Actualmente autores como Peña señalan que la
posesión es un derecho que consiste en una potestad inmediata, tenencia o goce
conferida por el derecho con carácter provisionalmente prevalerte con independencia de
que exista o no un derecho firme que justifique la atribución definitiva de esa potestad.
Por tanto, se trata de un derecho subjetivo que protege con carácter absoluto la relación
entre el sujeto y la cosa, existirá además inmediatividad y absolutividad sin perjuicio de
la posible actuación de otro sujeto que se crea con mejor derecho a la cosa.
Podemos distinguir en primer lugar la posesión como un simple hecho. La defienden los
romanistas y autores como Montante. Se basa exclusivamente en circunstancias
materiales y se va a proteger simplemente la posesión porque exista una apariencia.
En segundo lugar, los que consideran la posesión un derecho. Estos autores entienden
que la posesión constituye un interés jurídicamente protegido.
En tercer lugar, la posesión en un doble sentido como 1. De hecho y 2. De derecho.
Es defendida con autores como Savigny. Señala que la posesión es un hecho como tal
pero que al producir efectos jurídicos estará siempre protegida por el derecho. En
nuestro ordenamiento la mayoría de los autores defiende que es un derecho real ya que
confiere a su titular un poder inmediato sobre una cosa y además una protección contra
quien puede perturbar ese derecho, por lo tanto, quedaran asimilados los conceptos:
posesión de hecho y de derecho.
2º: La posesión va a ser un medio para dar paso por el transcurso del tiempo y
situaciones jurídicas definitivas (prescripción adquisitiva).
3º: Como medio que se utiliza en la aplicación de políticas sociales como por ejemplo
en los casos de reforma agraria donde se tiene más en consideración a la posesión que a
la propiedad.
La posesión se puede adquirir y disfrutar, tanto por las personas físicas como por las
personas jurídicas, sin más limitaciones que aquellas que aparecen expresamente
reconocidas en la Ley.
Las personas jurídicas pueden adquirir y poseer bienes de todas clases, así como
contraer obligaciones y ejercitar acciones civiles o criminales, conforme a las leyes y
reglas de su constitución. La Iglesia se regirá en este punto por lo concordado entre
ambas potestades, y los establecimientos de instrucción y beneficencia por lo que
dispongan las leyes especiales.
Pueden ser objeto de la posesión cosas y los derechos que sean susceptibles de
apropiación. En cuanto a la adquisición de la posesión, señalamos que se va a llevar a
cabo por la ocupación de las cosas o derechos poseídos o por el hecho de quedar estos
objetos a la acción de nuestra voluntad, en los que debe intervenir actos del propio
sujeto y cumplir las formalidades legales necesarias para poder adquirir al Derecho.
Aquí van a aparecer unos criterios que son necesarios:
1. La ocupación material.
2. La realización de actos propios.
3. Cumplir las formalidades legales.
El Artículo 721 enumera taxativamente, de manera genérica qué títulos no son justos, al
decir: “No es justo título”
El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que se pretende”. Como se
ve, el Código da un sentido muy restringido al concepto de falsificación, que en doctrina
tiene mayor amplitud y comprende:
Es evidente que un tercero puede alegar la nulidad relativa para el efecto de que se
califique de injusto el titulo; pero no podría hacerlo para que se declare la nulidad del
contrato, pues en ese sentido carece de acción (Art. 1590). En otros términos, puede
quedar firme el contrato, no obstante, reconocer el Tribunal que adolece de un vicio de
nulidad que le da el carácter de título injusto. Esta situación se advierte claramente en
los juicios reivindicatorios, en que el poseedor demandado opone al actor un título que
no emana de éste, para alegar prescripción ordinaria, que alteran o cambian.
"El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es realidad heredera; el
del legatario cuyo legado ha sido revocado por un acto testamentario posterior, etc. Sin
embargo, al heredero putativo a quien por decreto judicial se haya dado la posesión
efectiva, servirá de justo título el decreto; como al legatario putativo el correspondiente
acto testamentario que haya sido judicialmente reconocido
1) La creencia que importa la buena fe debe ser firme y que duda de la legitimidad
de la adquisición, posee de mala fe. Traslucen claramente esta idea las palabras
que usa la ley “conciencia”, “persuasión”.
2) Basta la buena fe inicial para que exista posesión regular. En efecto, dice el
Código que se llama posesión regular, la que procede de justo título y ha sido
adquirida de buena fe, aunque la buena fe no subsista después de regular puede
ser de mala fe, y viceversa; un poseedor de adquirida la posesión, por
consiguiente, un poseedor, buena fe, puede ser poseedor irregular (Art. 719p.
2º).
CONCLUSION
La posesión requiere o necesita dos elementos para configurarse y ellos son el corpus,
que es la cosa en sí y el animus domini que es la intención de comportarse como su
dueño, es decir la posesión requiere la intención y la conducta de un dueño. He ahí
donde surge la siguiente interrogante ¿Cómo adquirimos una posesión? En derecho
Romano podía adquirirse la posesión por intermediario.