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Este documento contrasta las diferencias entre la última generación de hijos y la primera generación de padres del nuevo milenio. Resalta que los hijos de hoy en día tienen menos respeto por sus padres, desobedecen órdenes, exigen satisfacer sus gustos y necesidades, y pasan más tiempo en sus dispositivos electrónicos que interactuando con sus familias.
Este documento contrasta las diferencias entre la última generación de hijos y la primera generación de padres del nuevo milenio. Resalta que los hijos de hoy en día tienen menos respeto por sus padres, desobedecen órdenes, exigen satisfacer sus gustos y necesidades, y pasan más tiempo en sus dispositivos electrónicos que interactuando con sus familias.
Este documento contrasta las diferencias entre la última generación de hijos y la primera generación de padres del nuevo milenio. Resalta que los hijos de hoy en día tienen menos respeto por sus padres, desobedecen órdenes, exigen satisfacer sus gustos y necesidades, y pasan más tiempo en sus dispositivos electrónicos que interactuando con sus familias.
Somos la última generación de hijos que escuchaba en silencio a sus
padres y la primera generación de padres que nuestros hijos nos callan porque “ya no los entendemos”. Somos la última generación de hijos que respetamos a las personas mayores: padres, tios, profesores y la primera generación de padres que permitimos que nuestros hijos nos falten el respeto. Somos la última generación de hijos que pedíamos permiso para salir y la primera generación de padres cuyos hijos nos “avisan” que van a salir de casa… Somos la última generación que obedecía en silencio las órdenes de nuestros padres y la primera generación de padres que obedecen las órdenes de nuestros hijos. Somos la última generación de hijos que comían lo que se les servía y la primera generación de padres que tiene que servir el alimento que exigen nuestros hijos según sus gustos. Somos la generación que nos poníamos la ropa usada de nuestros hermanos mayores y la primera que tenemos que trabajar para satisfacer los gustos de moda de nuestros hijos. Somos la última generación que buscamos la verdad y la primera que admitimos la mentira como lo cotidiano. Somos la última generación que conversábamos en la mesa y se nos pedía nuestra opinión y la primera de padres que tenemos que hacer silencio para no perturbar la atención de nuestros hijos viendo su celular mientras comen. Somos la generación de hijos que buscaba independizarse labrando su propio hogar y la primera de padres que admite a los hijos que sean “mantenidos”. Somos la última generación de hijos a quienes la palabra “RESPETO” era la base de la convivencia y la primera generación de padres que admitimos que los hijos nos falten el respeto. Somos la última generación que sabemos que los vicios son malos y nos mantenemos lejos de ellos y somos la primera generación de padres que vivimos en un tiempo en el los vicios ahora son virtudes. Lic. Victor Rogovich Marroquín