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las guerras del agua cap 1

La historia de la humanidad ha estado marcada por conflictos relacionados con el control del agua,
evidenciándose en numerosas guerras a lo largo de los siglos. En la actualidad, existen 264 cuencas
internacionales y 145 países comparten territorios en estas cuencas, con más de 270 acuíferos
transfronterizos. El 40% de la población mundial reside en áreas con cuencas lacustres y fluviales
compartidas por dos o más países. Entre 1953 y 2003, se registraron 1.831 conflictos por el agua, de los
cuales 1.228 se resolvieron mediante tratados o construcción de represas. Sin embargo, algunos
acuerdos carecen de medidas específicas sobre la distribución de recursos acuáticos, calidad del agua,
control y resolución de conflictos, y la participación de todos los países ribereños, lo que los hace
imperfectos.

El conflicto en Medio Oriente, especialmente entre Israel y sus vecinos como Palestina, Líbano y Siria,
tiene su raíz en la disputa por el control de los recursos hídricos superficiales y subterráneos
compartidos. Israel busca dominar estas fuentes de agua, considerándolas cuestiones de seguridad
nacional. Áreas estratégicas como el Golán y Cisjordania son ricas en agua, pero su acceso está regulado
por Israel, afectando significativamente a la población palestina. La construcción del Muro del Apartheid
y la disparidad en el acceso al agua entre palestinos e colonos israelíes intensifican las tensiones.
Además, conflictos por el agua también involucran a países como Jordania y Siria. La invasión israelí al
Líbano en 2006 tuvo como motivación las aguas del río Litani. Este escenario refleja la importancia
estratégica del agua en los conflictos de la región, similar a otros casos históricos de disputas por
recursos hídricos a nivel mundial.

En la década de 1990, surgieron conflictos relacionados con el agua, como la disputa entre Egipto, Sudán
y Etiopía sobre el Nilo Azul. A pesar de la Iniciativa de la Cuenca del Nilo, tensiones persisten,
especialmente en Etiopía entre el pueblo afar y los habitantes de las tierras altas. Otras tensiones
incluyen disputas entre Mali, Senegal y Mauritania por el río Senegal, y Turquía con Siria e Irak por
represas en los ríos Tigris y Éufrates. India enfrenta conflictos con Bangladesh, Nepal y China por diversos
ríos. Aunque Namibia intentó desviar el río Okavango, se resolvió pacíficamente. El 80% de las aguas
sudafricanas provienen de Lesotho, mientras que problemas entre Hungría y Eslovaquia persisten por la
presa Gabcikovo-Nagymaros. La disputa entre Bolivia y Chile por el río Lauca también sigue sin
resolverse. A pesar de estos conflictos, algunos ejemplos de cooperación, como el Comité del Río
Mekong y la Comisión del Río Indo, ofrecen esperanza para la resolución pacífica de conflictos hídricos
en el siglo XXI.

LEGISLACIÓN INTERNACIONAL ESTABLECIDA PARA LA PROTECCIÓN DE LOS RECURSOS HÍDRICOS

La legislación internacional para la protección de los recursos hídricos incluye la Carta Mundial de la
Naturaleza, que insta a proteger la naturaleza de la destrucción causada por conflictos. La Comisión de
Derecho Internacional de la ONU establece cinco principios rectores para evitar conflictos armados por
recursos hídricos compartidos, como la utilización equitativa y la gestión cooperativa. La Convención
sobre el Derecho de los Usos de los Cursos de Aguas Internacionales establece la protección de los
cursos de agua y sus instalaciones en caso de conflicto armado. La Ley de Acuíferos Transfronterizos
también busca proteger estos recursos. Las Convenciones de Ginebra y sus Protocolos Adicionales
prohíben atacar bienes civiles esenciales, incluyendo instalaciones y reservas de agua. Los Protocolos
Adicionales establecen responsabilidades y prohíben actos de hostilidad contra monumentos históricos.
A pesar de estas normativas, ejemplos recientes de conflictos armados muestran su falta de respeto,
como en el caso del Líbano, Palestina, Vietnam, la ex Yugoslavia, Irak, Afganistán, Ruanda, Sudán, Darfur
y Somalia.

EL AGUA POTABLE: ¿DERECHO HUMANO Y BIEN SOCIAL O MERCANCÍA?

El texto examina el cambio en la percepción del agua, pasando de ser un derecho humano y bien social a
considerarse una mercancía sujeta a las leyes del mercado desde la década de 1990. Destaca la
influencia del Banco Mundial y el FMI en la privatización del suministro de agua, vinculando grandes
consorcios a esta transformación. Se critica la comercialización del agua y se señala la conexión de estas
empresas con organismos internacionales que promueven este enfoque.

LAS PRIVATIZACIONES

El texto aborda los impactos negativos de las privatizaciones del agua, destacando casos desastrosos
como la epidemia de cólera en Manila, Filipinas, debido al suministro contaminado. Se señalan
problemas como la exclusión de barrios pobres, tarifas inaccesibles, despidos laborales y la disminución
de ingresos públicos. Se menciona el reconocimiento por parte de la ONU del derecho humano al agua y
se critican las políticas de privatización, incluso a pesar de informes contradictorios de la ONU. Además,
se discute un Protocolo Mundial del Agua y se enfatiza que el acceso al agua es un derecho humano
esencial y un bien social, no una mercadería.

Panorama mundial de los recursos hidricos cap 2

El texto aborda la preocupante situación del agua en Europa, destacando la contaminación de ríos,
acuíferos y la escasez de agua potable en varias regiones. Se menciona la Directiva del Tratamiento
Residual de Agua Urbana, establecida en 1991, que buscaba eliminar la contaminación del agua, pero a
pesar de la inversión, el objetivo no se cumplió. La Agencia Europea para el Desarrollo confirmó la
situación desastrosa debido al cambio climático y agrotóxicos. Estudios recientes señalan daños severos
en los cuerpos de agua europeos y proyectan reducciones en el suministro debido a sequías y
desertización. Se destaca la excepción de Rusia, con grandes reservas de agua dulce, y algunos países
desalinizando agua de mar.

En Asia

El texto aborda la importancia histórica del agua en las civilizaciones que prosperaron gracias a los ríos
Tigris y Éufrates en Mesopotamia. Se mencionan obras de ingeniería que transformaron el desierto en
tierras fértiles. Luego, se destaca la relevancia del agua subterránea en países de Medio Oriente, la
Península Arábiga e Irán, donde se explotan acuíferos cruciales para el suministro de agua. Además, se
señala la sobreexplotación de acuíferos, la desalinización del agua de mar como solución y la posición
líder de los países de la región en este proceso. Se proyecta que para 2025, el agua desalada podría
cubrir el 54% de la demanda.

Aguas residuales

Varios países de Medio Oriente, como Arabia Saudita, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Siria y
Jordania, implementan sistemas de tratamiento y reutilización de aguas residuales. La tradición de
recolección de agua de lluvia existe desde hace 9,000 años en Jordania, y actualmente se utiliza en
Yemen y el Líbano. Además, Siria, Kuwait, Arabia Saudita, Omán y los Emiratos reutilizan el agua de
drenaje agrícola. En Jordania, la mayoría de la población tiene sistemas de tratamiento de aguas
residuales para su reutilización, mientras que Omán planea utilizar el tratamiento de humedales
naturales para las aguas residuales de campos petroleros con fines agro-silvícolas.

LOS CASOS ESPECIALES DE PALESTINA, IRAK Y AFGANISTÁN

El texto aborda la situación del agua en Palestina, Irak y Afganistán, destacando las adversidades
provocadas por conflictos, guerras y factores ambientales. En Palestina, las acciones unilaterales de Israel
han reducido significativamente el caudal del río Jordán, afectando los recursos hídricos palestinos. Irak
enfrenta devastación en sus sistemas de agua debido a guerras, sanciones y la invasión norteamericana.
La contaminación de recursos superficiales y subterráneos ha generado brotes de enfermedades
transmitidas por el agua. Afganistán enfrenta problemas graves debido a guerras civiles, sequías y
terremotos, afectando gravemente a la población, especialmente a los niños. Se mencionan acuerdos y
proyectos relacionados con el uso y compartición del agua en Líbano, Siria, Jordania, Kuwait e Irán. Irán,
a pesar de enfrentar problemas de sobreexplotación de aguas subterráneas, ha implementado medidas
para la recarga artificial y el aprovechamiento del agua.

la tragedia del mar aral

El texto aborda la grave situación del Mar de Aral, centrando la atención en Kazajstán, Kirguistán,
Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, que comparten la Cuenca del Mar de Aral. Se destaca que el
agotamiento del mar se debe a la contaminación química provocada por el lavado del algodón en
Uzbekistán y a la desviación de los ríos Amur-Darya y Syr-Darya por los soviéticos en la década de 1960.
Esta acción ha generado una disminución significativa del caudal de agua dulce que desemboca en el
mar, afectando la flora, la fauna y la salud de la población.

En particular, se menciona la división del Mar de Aral en dos partes, el Gran Aral y el Pequeño Aral, y
cómo la salinidad resultante ha llevado a la extinción de especies de peces. A lo largo del tiempo, se han
producido severas tormentas de polvo debido a la salinización del fondo marino expuesto, afectando
extensas áreas de tierras cultivadas.

El texto también destaca los esfuerzos de recuperación parcial del Pequeño Aral, con un aumento del
volumen de agua y una disminución de la salinidad. Sin embargo, advierte que la cuenca sur del Mar de
Aral sigue enfrentando amenazas de sequía y podría desaparecer hacia finales de la década de 2020.

Además, se abordan problemas relacionados con el agua en el sur de Asia, donde se destaca la situación
en India, Nepal, Bangladesh y otros países. Se menciona la sobreexplotación de acuíferos, la
contaminación de ríos debido a desechos industriales y la construcción de pozos para riego agrícola. La
disponibilidad limitada de agua potable y la alta extracción de aguas subterráneas también se destacan
como problemas significativos en la región.

En el sudeste asiático, se enfoca en el río Mekong y cómo la contaminación, la sobreexplotación y la falta


de peces están afectando a millones de personas que dependen del río. Además, se aborda la situación
en Tailandia y Myanmar, donde la sobreexplotación de acuíferos está causando hundimientos del
terreno.

En general, el texto subraya la complejidad de los desafíos relacionados con el agua en estas regiones,
desde la contaminación hasta la gestión insostenible de recursos hídricos compartidos.

El texto aborda la situación del agua en Asia del Este, donde se evidencian problemas como escasez,
desigual distribución, contaminación e impacto del cambio climático.

En China, se destaca la falta de equidad en la distribución de los recursos hídricos, afectando al norte del
país que contribuye significativamente al PBI pero tiene una proporción menor de recursos hídricos. La
contaminación, especialmente en las cuencas de los ríos Huai, Hai y Huang, ha llevado a que más del
70% del agua esté demasiado contaminada para uso humano. La sobreexplotación y descenso de los
niveles de agua han causado problemas en ciudades como Beijing, Shanghái y Tianjin.

En Japón, el cambio climático ha generado sequías y lluvias intensas, resultando en inundaciones


urbanas. Aunque se han implementado medidas para controlar las inundaciones, aún no se ha logrado
proporcionar agua segura y de buen sabor a la población.

En Corea del Norte, el cambio climático ha reducido las lluvias y el volumen de recursos hídricos. La
urbanización ha empeorado la calidad del agua, generando problemas de abastecimiento y
contaminación. Se han construido infraestructuras y se sigue una política de reforestación.

Corea del Sur enfrenta escasez de agua, pero ha desarrollado medidas de control de inundaciones y
políticas de construcción de presas enfocadas en la protección del medio ambiente.

Mongolia presenta desafíos relacionados con la minería a cielo abierto, especialmente en la extracción
de oro, que amenazan la calidad y cantidad de los recursos hídricos. La lluvia ácida afecta los recursos
hídricos de China, Corea del Sur y tiene efectos en Japón.
En general, se destaca que los países asiáticos, fuera de la región del Medio Oriente y la Península
Arábiga, también recurren a la desalinización de agua de mar, contribuyendo con el 11% de la
producción global.

En Australia

Australia enfrenta graves problemas relacionados con el agua, con ríos irregulares y salobres en el
sureste y lagos salinos en el suroeste. La sobreexplotación de los ríos de agua dulce y las reservas de
agua subterránea ha llevado a una acumulación significativa de sal en la superficie. La cuenca Murray-
Darling, que abarca dos tercios de las tierras de regadío, enfrenta problemas como pérdida de llanuras
de inundación, salinización de tierras y contaminación por agrotóxicos utilizados en la agricultura de
exportación. El embalse más grande del país, Cubbie Station, pierde el 40% del agua almacenada por
evaporación. Intentos de desviar ríos hacia el sur han causado un desastre ecológico irreversible,
afectando tanto la vida vegetal y animal como la humana al perder tierras fértiles. Australia, también
enfrentando la escasez de agua, ha comenzado a utilizar la desalinización de agua de mar, contribuyendo
con el 1% del volumen global.

AFRICA

EN Africa, con 24 grandes cuencas hidrográficas y más de 38 acuíferos transfronterizos, experimenta una
distribución desigual de sus recursos hídricos. Aunque el continente tiene 80 ríos internacionales, solo el
3,8% de sus recursos hídricos se han desarrollado para suministro, riego y electricidad. Mientras África
Occidental y Central se benefician más, el Norte africano enfrenta una menor disponibilidad. La
dependencia de los recursos hídricos subterráneos es crucial, siendo el 75% de la población africana
dependiente de ellos. Importantes acuíferos incluyen el de Nubia, Noroeste del Sahara, Lullemeden y la
Cuenca del Chad. En particular, el acuífero de Nubia es el segundo más grande del mundo. Este acceso
subterráneo al agua ha sido esencial para la supervivencia de comunidades africanas, incluso en el
Sahara, donde el agua subterránea ha permitido la creación de oasis y desarrollo agrícola.

En 1984, Libia inició la construcción del Gran Río Artificial, un sistema de dos tuberías subterráneas que
se extienden por 3.500 kilómetros bajo el Sahara, llevando 6.500.000 metros cúbicos de agua
diariamente desde las fuentes del Acuífero del Sahara hasta la costa mediterránea. Emergiendo al final,
las tuberías alimentan embalses costeros. Este proyecto proporciona 1.000 litros de agua dulce diarios a
cada ciudadano libio, riega 135.000 hectáreas de tierra árida y ha transformado áreas alrededor de
Benghazi y Tripoli en campos florecientes.

LOS ACUÍFEROS DEL SAHARA Y DE NUBIA

Se lanzó en 1999 el Programa SASS para explorar el Acuífero del Sahara, y actualmente, en la segunda
fase, se investiga con financiamiento de FFEM-FRANCIA, DDC-SUIZA, y el Fondo de Desarrollo Mundial
del PNUMA. Además, se explora el Acuífero de Nubia bajo el proyecto NSAS desde 2006, con
colaboración de varios países y organismos internacionales. En Libia, la exploración del Acuífero de
Nubia comenzó en 1970, dando lugar al Gran Río Artificial para distribuir agua en el país. Otros países
africanos, como Egipto y Marruecos, emplean diversas estrategias para afrontar la escasez de agua,
incluyendo desalinización y reutilización de aguas residuales. La región norte de África utiliza
principalmente el agua para riego (88%), seguido por uso doméstico (5%) e industria (7%).

CUENCAS COMPARTIDAS

Las cuencas hidrográficas africanas, que constituyen un tercio de las cuencas internacionales, presentan
una alta interdependencia. La Cuenca del Nilo involucra a 10 países, mientras que Guinea comparte 12
cuencas con otras naciones. A pesar de esta interdependencia, la gestión integrada de las cuencas aún
no se ha resuelto en su totalidad. Algunos ejemplos de cooperación regional son la Iniciativa de la
Cuenca del Nilo y acuerdos para la explotación conjunta de los Acuíferos de Nubia y del Sahara. La
evaluación del Banco de Desarrollo Africano en 2005 reveló que solo 14 de 34 países africanos cuentan
con políticas y estrategias para los recursos hídricos, y únicamente 16 priorizan el agua, mientras que la
disponibilidad per cápita de este recurso ha disminuido.

AFRICA Y EL CAMBIO CLIMATICO

El cambio climático afecta significativamente a África, siendo la región más vulnerable a pesar de
contribuir mínimamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. Ejemplos notables incluyen la
dramática disminución del Lago Chad y el derretimiento constante de las nieves del Kilimanjaro desde
1912. Las inundaciones, sequías y plagas han aumentado, exacerbando la escasez de alimentos. La
desertización, especialmente en tierras áridas que cubren el 60% del continente, genera preocupación
por la seguridad del agua. Pronósticos indican reducciones marcadas en la disponibilidad de agua en
varias regiones, afectando la producción agrícola y amenazando con el hambre a millones de africanos.
Además, el aumento del nivel del mar impactará negativamente en los deltas de los ríos Nilo y Níger. La
sobreexplotación humana y económica de los recursos hídricos, junto con la contaminación, contribuye a
que una gran proporción de la población africana carezca de acceso a agua limpia y saneamiento
adecuado, agravando la situación de enfermedades y huérfanos por el sida en la región.

AGUAS PARA LOS POBRES

Organismos internacionales como el Banco Mundial, la Unión Europea, el G-8, Canadá, EE.UU. y Japón
participan en proyectos de exploración y explotación de recursos hídricos en África. El Banco Mundial ha
aumentado préstamos para reformas en servicios y descentralización. Involucrados en varios proyectos,
se centran en la protección y desarrollo sustentable de diversas cuencas africanas. La Agencia Espacial
Europea, junto con Canadá, Japón y EE.UU., utiliza tecnología espacial para evaluar recursos hídricos. La
Iniciativa de la Unión Europea para el Agua invierte significativamente en estudios y políticas sobre agua
en África, el Caribe y el Pacífico. El Banco Mundial colabora con Marruecos y Egipto para abordar
amenazas a sus aguas subterráneas por contaminación y agotamiento.

EL AFRICOM (COMANDO ESTADOUNIDENSE PARA ÁFRICA)


El AFRICOM (Comando Estadounidense para África), establecido en 2008, tiene como objetivo abordar
los "retos de seguridad" en África y promover los intereses de EE.UU. en el continente. Con sede en
Alemania, pero con planes de operar en algún país africano, su misión abarca toda África, excepto
Egipto. El AFRICOM destaca la importancia estratégica de África por sus recursos petrolíferos y gas,
buscando estabilizar la región. El bloqueo a Libia por parte de la OTAN y los bombardeos tienen como
objetivo establecer una base para el AFRICOM y asegurar el acceso a los recursos naturales africanos,
especialmente en un contexto de creciente relevancia y competencia con China.

EL ROBO DE LA BIODIVERSIDAD

Multinacionales biotecnológicas y farmacéuticas de Europa, Canadá y EE.UU. realizan el pillaje de


recursos biológicos en África, justificando sus acciones con argumentos de desarrollo biotecnológico.
Plantas y bacterias africanas son patentadas y procesadas en laboratorios, y los productos resultantes se
comercializan en beneficio exclusivo de estas empresas. Aunque admiten que los recursos provienen de
África, argumentan que los beneficios deben destinarse a quienes desarrollan la biotecnología y no a los
países de origen de la materia prima. Este saqueo biotecnológico ha llevado a la patentación de
bacterias, enzimas y plantas africanas sin que los países africanos reciban beneficios por ello

CONTINENTE AMERICANO

América, con el 55.6% de los recursos hídricos renovables del planeta, destaca por su riqueza en agua,
especialmente en cuencas como Paraná-Plata, Orinoco y Amazonas. A pesar de esto, algunas áreas,
como el norte de México y Chile, enfrentan problemas de disponibilidad. La región alberga 85 acuíferos
transfronterizos, siendo el Aculfero Guaraní uno de los mayores. Con el 40% de la biodiversidad mundial,
América Latina y el Caribe poseen diversas eco-regiones y extensas áreas boscosas, aunque
experimentan tasas de deforestación preocupantes. La región también destaca por estuarios productivos
y arrecifes de coral significativos en el Caribe.

NORTE CRITICO

América del Norte enfrenta problemas críticos en sus recursos hídricos. La dependencia de agua
subterránea para uso doméstico por 200 millones de personas es esencial, pero su sobreexplotación
amenaza ríos, lagos y ecosistemas acuáticos. Canadá, aunque posee vastos recursos de agua dulce,
enfrenta problemas de contaminación en acuíferos. Estados Unidos, con el 40% de ríos y lagos
contaminados, sufre la sobreexplotación del acuífero Ogallala y enfrenta retos significativos en calidad
de agua, incluida la lluvia ácida y la degradación de ecosistemas como los Everglades en Florida. La
gestión sostenible es crucial para abordar la disminución del nivel del agua y la contaminación en la
región.

CONFLICTOS POR EL AGUA

La escasez de agua potable en diversas regiones de Estados Unidos, como Florida, San Antonio y
Albuquerque, está generando conflictos entre usuarios y proveedores. La sobreexplotación de aguas
subterráneas y los costos crecientes de bombeo plantean desafíos significativos. Estados como Arizona,
California, Nebraska y Texas implementan medidas para gestionar de manera integrada las aguas
superficiales y subterráneas. Los cambios en los recursos hídricos también afectan las relaciones
internacionales con Canadá y México, generando disputas en cuencas compartidas a pesar de los
acuerdos binacionales. Los Grandes Lagos y los ríos Colorado, Tijuana y Bravo son puntos de conflicto, y
las tensiones también surgen por la calidad del agua y los compromisos incumplidos. La construcción de
infraestructuras, como un canal transfronterizo en el río Todo Americano, evidencia la complejidad de la
gestión del agua en la región.

DINERO PARA LA VIDA O PARA LA MUERTE

El informe del Taller de Expertos en Agua Dulce de América del Norte revela que, a pesar de la urgente
necesidad de inversión en infraestructuras de tratamiento y redes de agua potable en Estados Unidos, el
gobierno destinó grandes sumas, en 2004 y continuamente, al desarrollo de armas químicas, biológicas y
nucleares. Este enfoque contrasta con la crítica situación de los recursos hídricos en EE.UU., afectados
por el cambio climático y el uso de agrotóxicos, según el informe del Fondo Mundial para la Naturaleza.
La escasez de agua también se refleja en México, donde el 66% de la población depende de agua
subterránea, pero numerosos acuíferos están contaminados o amenazados por la sobreexplotación. La
concentración de precipitación en el sur de México, junto con los grandes acuíferos, petróleo y
biodiversidad, podría explicar el interés de EE.UU. en imponer tratados comerciales como el NAFTA.

EL NAFTA

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde el 1 de enero de 1994,
coincide con la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, México. Su objetivo
principal es facilitar la inversión, la circulación de bienes y servicios, y proteger los derechos de
propiedad intelectual, particularmente los de EE.UU. El capítulo ambiental se centra en tratar el medio
ambiente como un bien económico y resolver controversias comerciales relacionadas. El acuerdo incluye
la liberalización gradual del comercio de bienes energéticos y petroquímicos, con reservas por parte de
México en áreas específicas. En el sector agropecuario, México eliminó barreras a la importación, pero
EE.UU. mantuvo sus subsidios, llevando a México a perder soberanía alimentaria. El TLCAN también
aborda cuestiones de indemnización por expropiación y patentabilidad de plantas y animales, sentando
precedentes para acuerdos comerciales futuros como el ALCA.

AMÉRICA CENTRAL Y EL CARIBE

En Centroamérica, a pesar de la abundancia de recursos hídricos y biodiversidad, la mayoría de la


población carece de acceso al agua potable. Los proyectos hídricos, controlados por multinacionales
estadounidenses y europeas con respaldo del Banco Mundial, priorizan intereses comerciales sobre el
equilibrio ambiental y los derechos de la población. Lo mismo ocurre en el Caribe, donde las aguas
subterráneas son explotadas intensamente. Se destaca la cooperación y compartición de acuíferos entre
varios países de la región. La presencia de bases militares estadounidenses y la influencia a través de
acuerdos comerciales como el Plan Puebla-Panamá (PPP) y el CAFTA aseguran el control militar y
económico de EE.UU. en la región.

EL PLAN PUEBLA-PANAMA PPP

El Plan Puebla-Panamá (PPP), establecido en 2001, busca integrar a los países centroamericanos con el
sureste de México para potenciar la riqueza humana y ecológica en un marco de desarrollo sustentable.
Sus iniciativas abarcan desarrollo sustentable, transporte, integración vial, interconexión energética y
facilitación del intercambio comercial. Financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y
otros organismos, el PPP involucra agencias gubernamentales estadounidenses y organizaciones
internacionales. La Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Sustentable, parte del PPP, firmada en
Washington, busca conservar y aprovechar recursos naturales, pero enfrenta críticas y preocupaciones
sobre su impacto ambiental y social, especialmente en proyectos de energía eléctrica. Se destaca el
temor a la influencia de Venezuela y Colombia en la región, según el informe de México sobre amenazas
relacionadas con el PPP.

EL CAFTA

El CAFTA (Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos) se
inició en 2002, entrando en vigencia en 2006. Incluye capítulos sobre controversias, inversiones, medio
ambiente y propiedad intelectual. Controversias pueden resolverse en un foro elegido por la parte
reclamante. Las inversiones extranjeras reciben trato nacional y de nación más favorecida, con
compensación por pérdidas en conflictos. El CIADI resolvería disputas entre el Estado y un inversionista.
El capítulo ambiental busca fomentar el comercio de bienes y servicios ambientales. Se establece un
acuerdo para acceder y ratificar tratados internacionales de patentes, con compensación justa por el uso
de recursos genéticos. Las patentes se extienden a géneros y especies botánicas y tienen un plazo
mínimo de 20 años. El CAFTA ha influido en las exportaciones de Estados Unidos a la región,
destacándose el aumento del 18% en 2006 debido a la eliminación de aranceles, aunque persisten
preocupaciones sobre su impacto en la producción local.

DEUDA POR NATURALEZA

Hasta junio de 2005, Estados Unidos había realizado nueve acuerdos de canje de deuda externa por
naturaleza con ocho países, totalizando 95 millones de dólares a lo largo de veinte años. Entre estos
países, se encuentran Colombia, Perú, Paraguay, Belice, El Salvador, Jamaica y Panamá. Estos acuerdos
implicaban intercambiar áreas naturales, como el Parque Nacional Chagres y el Parque Nacional del
Darién, por compensaciones económicas. Costa Rica y Guatemala se sumaron a estos acuerdos a fines
de 2008. En octubre de 2010, el Departamento de Estado de EE.UU. anunció que Costa Rica cedía
bosques tropicales por más de 27 millones de dólares, sumando un total de 60 millones destinados a la
conservación. En total, se realizaron acuerdos con 17 países, abordando la deuda por naturaleza.
LA INICIATIVA DE MERIDA

En el año 2005, Estados Unidos, Canadá y México formaron la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad
de América del Norte (ASPAN), que buscaba proteger la región y asegurar el flujo eficiente de viajeros y
mercancías. La ASPAN es el complemento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) y
precede a la Iniciativa de Mérida. Esta última, iniciada en 2007, busca integrar programas de seguridad
desde los Andes hasta la frontera del suroeste de EE. UU., abordando desafíos como el crimen
transnacional y la preparación para emergencias. La iniciativa fue aprobada por el Congreso de EE. UU.
en junio de 2008, destinando 1.5 mil millones de dólares para abordar temas de seguridad en México y
América Central. Además, se mencionan las Iniciativas Regionales de Seguridad para América Central
(CARSI) y de Seguridad para la Cuenca del Caribe (CBSI), que fortalecen actividades de seguridad en la
región. Se destaca la intervención militar estadounidense en algunos países con el pretexto de combatir
el narcotráfico. La Iniciativa de Mérida representa un cierre estratégico sobre los recursos naturales y
estratégicos de la región, afectando a México, América Central y El Caribe, así como a Venezuela y Cuba,
y aumentando el riesgo para América del Sur.

CAPITULO 3 EL MUNDO AMAZONICO

La Amazonia, situada en América del Sur, es una región estratégica y rica en biodiversidad, con más de
mil ríos y cubriendo alrededor del 70% de su superficie con bosques tropicales. Compartida por varios
países, incluyendo Brasil, Venezuela, Colombia y Perú, la Amazonia alberga una quinta parte del agua
dulce del planeta y es crucial en términos de biodiversidad y recursos naturales, como minerales y
reservas de niobio, titanio y otros. Desde el siglo XIX, EE.UU. ha mostrado interés en la región, incluso
proponiendo la creación de un "Estado Soberano de la Amazonia" y reivindicando la internacionalización
de la cuenca del Amazonas en el pasado. A lo largo de la historia, empresas estadounidenses han
buscado controlar recursos como el caucho. Aunque se intentaron movimientos independentistas y
presiones para declarar la región "Patrimonio de la Humanidad", Brasil se ha resistido a estos intentos de
intervención extranjera.

LA SOBERANIA

La declaración de una zona rica en recursos naturales como "Patrimonio de la Humanidad" según la
Convención del Patrimonio Mundial de la UNESCO puede llevar a la pérdida de soberanía del país sobre
esos recursos. Esto abre la puerta a la exploración y uso de dichos recursos por parte de conglomerados
internacionales, países ricos y empresas transnacionales, bajo el pretexto de preservarlos. Aunque
existen sitios con importantes valores hídricos, la decisión política puede revertir este proceso. Desde
1964, ha habido intentos de internacionalizar la Amazonia, incluyendo acuerdos y proyectos para colocar
la región bajo control internacional, aunque estos esfuerzos han enfrentado resistencia y no han tenido
éxito completo. En 2008, el Departamento de Estado de EE.UU. informó sobre un nuevo canje de deuda
externa por naturaleza entre EE.UU. y Perú, involucrando bosques pluviales en la cuenca sudoeste del
Amazonas.

PRESENCIA MILITAR

El texto aborda la presencia militar de Estados Unidos en América del Sur, centrada en la lucha contra el
narcotráfico. El Plan Colombia, iniciado en 1999, estableció bases militares en la región, como Manta en
Ecuador y Palanquero en Colombia. Se destaca la estrategia para controlar corredores aéreos y bases
hasta 2025. Además, se mencionan inversiones significativas, el fracaso de la política antinarcóticos y el
intento de establecer bases en Paraguay. La FUNAI de Brasil denuncia el robo de material genético de
comunidades indígenas amazónicas con fines de investigación médica.

UN NUEVO PELIGRO

El texto advierte sobre un nuevo peligro para la Amazonia debido a acuerdos con el Banco Mundial y
proyectos como el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) en Brasil y la Iniciativa de Integración
de la Infraestructura Regional de América del Sur (IIRSA). Estos proyectos buscan integrar la región
amazónica al suroeste de América del Sur y generar preocupación por la preservación ambiental y la
sostenibilidad. Denuncias de organizaciones sociales alertan sobre la concesión de territorios a empresas
madereras y petroleras, lo que amenaza el ambiente y las comunidades locales. Se cuestiona la
aceptación de este retroceso por parte del pueblo brasileño.

DANZA DE PROYECTO

El texto describe la creación de la Iniciativa de Integración de la Infraestructura Regional de América del


Sur (IIRSA) en el año 2000, con la participación de doce gobiernos sudamericanos y respaldo de
instituciones financieras. IIRSA abarca 41 megaproyectos de infraestructura en transporte, energía y
telecomunicaciones con un valor estimado de 34.750 millones de dólares. Se detallan diez ejes, como el
Eje Amazónico, Andino, del Capricornio, del Escudo Guayanés, entre otros, abarcando múltiples países y
regiones. El texto critica la iniciativa por su impacto negativo en el medio ambiente, los derechos
humanos y el saqueo de recursos naturales. Además, se menciona la participación del Banco Mundial en
proyectos relacionados con agua en América Latina y la creación de redes como IABIN y RIRH para
recopilar información sobre biodiversidad y recursos hídricos en la región.

CAPITULO 4 EL ACUIFERO GUARANI

El autor, Gustavo Cirigliano, reflexiona sobre las implicaciones ocultas detrás de las proclamaciones de
paz, solidaridad y amistad de un imperio. Además, se destaca información sobre el Acuífero Guaraní, el
cuarto acuífero más grande del mundo y el primero en renovables, ubicado en las cuencas de los ríos
Paraná, Uruguay y Paraguay. El acuífero abarca territorios significativos en Brasil, Argentina, Paraguay y
Uruguay. El texto resalta su extensión, límites geográficos, y su importancia estratégica. También se
mencionan las características geológicas, volumen estimado y capacidad para abastecer a una gran
población. Además, se aborda la compra masiva de tierras en la Patagonia por extranjeros y la presión
del FMI para privatizar bancos en Argentina en relación con estas tierras.

zonas de recarga

El texto aborda las zonas de recarga del Acuífero Guaraní, destacando áreas críticas como Concordia-
Salto, Rivera-Santana do Livramento y Riberao Preto. Se enfoca en el corredor transfronterizo entre
Paraguay, Brasil y Argentina, específicamente en la Triple Frontera, resaltando su importancia geográfica
y turística. La población y características de la región son detalladas para cada país. Se mencionan
medidas de seguridad implementadas para proteger la industria turística y se describen las actividades
en Puerto Iguazú, Foz do Iguazú y Ciudad del Este. Además, se discute la relación del Acuífero Guaraní
con el río Paraná y se detalla la situación en Ciudad del Este, haciendo hincapié en el control ejercido por
el poder político-militar paraguayo. Se concluye destacando las conexiones entre el acuífero, el río
Paraná y las zonas de recarga y descarga.

PROYECTO ELABORADO POR EL BANCO MUNDIAL

El texto aborda el proyecto del Acuífero Guaraní elaborado por el Banco Mundial, que surge tras la firma
del Acta de Paysandú en 1997 entre los cuatro países involucrados. Se destaca la financiación y
aprobación del proyecto por parte del Banco Mundial en 2001, con el objetivo de preservar el acuífero y
lograr su desarrollo sustentable. Sin embargo, se señala la crítica de que el proyecto implicaba la
privatización del recurso y no tomaba en cuenta las necesidades de los habitantes locales. Se detallan los
actores y organismos involucrados en el financiamiento, incluyendo la participación de la Organización
Internacional de Energía Atómica, el Servicio Geológico Alemán y otros. Además, se menciona la relación
del proyecto con el Proyecto Deltamérica y las propuestas para asignar la gestión de los recursos hídricos
a organismos internacionales, planteando interrogantes sobre la soberanía y la integración entre los
países.

Se centra en la gestión y exploración del Acuífero Guaraní, un recurso acuífero compartido por
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Comienza describiendo la creación de una Unidad Interministerial
de Aguas Subterráneas Compartidas en Argentina en 2001, seguida por la formación de unidades
nacionales para preparar y ejecutar el proyecto.

Se destaca la financiación del Banco Mundial y la crítica a la posible privatización del acuífero. El autor
señala la importancia del Guaraní como fuente de agua potable para varios países y describe proyectos
específicos de uso en Argentina, Brasil y Paraguay. Se resalta la falta de legislación nacional sobre aguas y
tierras, cuestionando la soberanía del recurso y señalando la participación del Banco Mundial en la
gestión del acuífero.

Además, se mencionan propuestas de empresas y países para realizar estudios detallados sobre el
acuífero, resaltando la participación de Canadá, España, Sudáfrica, EE.UU., entre otros. Se critica la
supuesta complicidad de los gobiernos argentino, paraguayo y uruguayo con el Banco Mundial en la
toma de control del recurso.En términos de proyectos concretos, se describe la iniciativa en la provincia
de Misiones, Argentina, de extraer agua del Acuífero Guaraní para abastecer a la población. Además, se
mencionan las perforaciones en Formosa y la propuesta de utilizar las aguas del acuífero para resolver
problemas de escasez de agua potable en varias regiones de Argentina.

En general, el texto enfatiza la importancia estratégica del Acuífero Guaraní y plantea preocupaciones
sobre su gestión, participación extranjera y la necesidad de una legislación nacional adecuada para
garantizar la soberanía sobre este recurso vital.

AREAS FUNDAMENTALES

El texto examina la gestión del Acuífero Guaraní, dividiéndolo en lotes operativos como Ny S, Lote 1 y
Lote 2, abarcando áreas de Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina. Se establecen nodos de datos para
centralizar información sobre el recurso y la región circundante. Se destaca la participación de
instituciones como el Banco Mundial y la OIEA, financiando estudios isotópicos del acuífero.

El documento resalta la creación de fondos, como el Fondo de Ciudadanía y el Fondo de Universidades,


para respaldar proyectos relacionados con el Acuífero Guaraní. Se critica la posible privatización del
recurso y se plantea la pregunta de si la colaboración internacional ha valido la pena.

El proyecto, iniciado en 2004, finaliza en 2009, y se menciona la reedición del Programa Acuífero Guaraní
para una gestión compartida. Sin embargo, persisten preocupaciones sobre influencias externas y se
señalan posibles intereses comerciales en la explotación del acuífero.

Finalmente, se destaca la visita de representantes de Shell con interés en acuerdos comerciales para
exportar agua del acuífero. El texto concluye con informes de una auditoría multilateral para garantizar la
calidad del agua, con foco en las provincias de Entre Ríos y Corrientes, y reflexiona sobre las lecciones
que deben aprenderse en relación con el desarrollo sostenible y la protección de los recursos naturales.

EL FUTURO PREVISIBLE

El texto aborda la prolongada presencia de efectivos estadounidenses en la región, destacando la


relación con informes falsos sobre terrorismo en la Triple Frontera y la presión para establecer una base
militar en la provincia de Misiones. Se menciona el Acuerdo del 3 más 1, firmado en 2002 entre Brasil,
Argentina, Paraguay y EE.UU., para controlar y vigilar la región. A lo largo de los años, los informes
estadounidenses niegan la existencia de células terroristas en la Triple Frontera, pero las quejas recientes
sugieren una disminución en la cooperación regional.

El texto revela un proyecto argentino de construir ocho bases y un laboratorio, supervisados por la ONU,
como parte de la Red de Control del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares. Estas bases
se distribuirían en diversas ubicaciones, y la información se respalda con la Ley 25.837 de 2003. El autor
critica la ineficacia de los gobiernos locales y destaca cómo la presencia militar se enmascara bajo la
supervisión de organismos nacionales.
Finalmente, se aborda el proyecto del Acuerdo del Acuífero Guaraní, iniciado en 2005 y consolidado en
2010, estableciendo la soberanía conjunta sobre el recurso hídrico transfronterizo entre Argentina,
Brasil, Paraguay y Uruguay. Este acuerdo busca la conservación y gestión sostenible del acuífero.

LOS TRES PILARES DEL SISTEMA INTERAMERICANO DE DEFENSA

El texto destaca los tres pilares del Sistema Interamericano de Defensa (SIAD) creado por Estados Unidos
en América Latina:

1. Pilar Político: Se basa en la democracia representativa, establecida en acuerdos como el


"Compromiso de Santiago" y la "Resolución 1080". Aunque postula la no reconocimiento de
gobiernos surgidos de golpes de Estado, se señalan casos donde esta política no se aplicó
consistentemente.

2. Sistema Económico Neoliberal Globalizado: Representado por la Asociación de Libre Comercio


para las Américas (ALCA), promoviendo la libre circulación de empresas privadas en áreas como
servicios, tecnología y recursos naturales. El texto resalta cómo este sistema favorece a las
empresas estadounidenses.

3. Pilar Militar: Se manifiesta en la formación de civiles en defensa en el Centro de Estudios


Hemisféricos y ejercicios militares conjuntos en territorios latinoamericanos. Critica la
instrumentalización de amenazas como el terrorismo y el narcotráfico para justificar la presencia
militar estadounidense.

Se mencionan iniciativas económicas como ALCA, resaltando la persistencia del proyecto incluso después
de eventos como la Cumbre de las Américas de Mar del Plata en 2005. El autor subraya la perversidad de
considerar migraciones y desastres naturales como enemigos y destaca las amenazas que enfrenta
América Latina, desde problemas socioeconómicos hasta la extranjerización de la tierra y la presencia
militar en regiones estratégicas.

DEFENDER EL PATRIMONIO

El texto argumenta a favor de la defensa y preservación de los recursos estratégicos de América,


enfocándose en la necesidad de conciencia y movilización ciudadana para presionar a los gobernantes.
Se critica la presencia de fuerzas armadas extranjeras, abogando por que los gobiernos mantengan
planes de prospectiva y explotación de recursos a largo, mediano y corto plazo, sin permitir la influencia
extranjera, especialmente militar. Se destaca la vergüenza de depender de la investigación financiada por
potencias extranjeras y se aboga por la autonomía en este aspecto.

El texto expresa el deseo de que las fuerzas armadas y de seguridad se alineen con los principios de los
Libertadores de América, resguardando los patrimonios económicos, sociales, naturales, culturales e
históricos junto a los ciudadanos. Se propone que la integración regional, representada por UNASUR y el
Consejo Sudamericano de Defensa, solo será posible al renunciar al SIAD impuesto por EE.UU. y a la OEA
actual.

Finalmente, se subraya la importancia de ejercer plena soberanía sobre los recursos naturales como una
condición indispensable para la verdadera libertad e independencia, instando a la lucha por la
recuperación de estos bienes para el beneficio de las generaciones presentes y futuras.

CAPITULO 5 PANORAMA ARGENTINO

El texto destaca la diversidad geográfica de Argentina y señala la irregular distribución de sus recursos
hídricos. A pesar de contar con una amplia disponibilidad de agua, esta se distribuye de manera desigual
en el territorio. La oferta hídrica varía, y en las provincias de la región árida, la disponibilidad es inferior
al promedio nacional. La ocupación del espacio es más intensa en el litoral húmedo, donde se encuentra
una importante red fluvial.

En las regiones con red de drenaje menos desarrollada y escasas precipitaciones, la radicación de
poblaciones y el desarrollo económico están vinculados a menudo a la disponibilidad de agua
subterránea o al almacenamiento de aguas pluviales. Se menciona que, bajo condiciones apropiadas, se
aprovechan los recursos mediante embalses y canalizaciones. El uso predominante del agua incluye
riego, abastecimiento humano, bebida de ganado y uso industrial, con el riego representando el mayor
porcentaje (71%). Luego se proporciona una descripción de los principales sistemas hidrográficos del
país.

CUENCA DEL PLATA

La Cuenca del Plata, una de las principales del mundo, abarca una superficie de 3.100.000 km² en
Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, concentrando más del 85% del derrame total medido en
Argentina. Provincias como Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Formosa y Chaco están completamente en
la cuenca, y otras como Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires también
tienen porciones. Los ríos principales (de la Plata, Paraná, Paraguay, Bermejo, Pilcomayo, Uruguay e
Iguazú) son compartidos con países vecinos.

La Cuenca alberga ríos que discurren íntegramente en Argentina, como el Pasaje-Juramento-Salado,


Carcarañá y los de las provincias mesopotámicas. Con el 75% de la población argentina, centros urbanos
clave e industrias principales asentados en ella, los ríos Paraná, Uruguay, Paraguay y del Plata cumplen
diversas funciones: navegación, abastecimiento de agua, pesca, recreación y tratamiento de efluentes.
Además, los ríos Paraná y Uruguay son aprovechados para generación de energía y el Paraná ha sido
crucial para el desarrollo industrial y poblacional del país.

CUENCA DE LA VERTIENTE ATLANTICA

Las Cuencas de la Vertiente Atlántica, que comprenden el 9,3% del derrame total medido, se extienden
por el oeste, centro y sur de Argentina, desde las divisorias de aguas de los Andes hasta la costa
atlántica. Incluyen partes de provincias como La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis, Neuquén, Río Negro,
La Pampa, Buenos Aires, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Sus principales ríos, como San Juan,
Mendoza, Tunuyan, Atuel, Diamante, Colorado, Negro, Chubut, Senguer, Deseado, Chico, Santa Cruz,
Coig, Gallegos y los de Tierra del Fuego, son corredores fluviales cruciales tanto económicamente como
ecológicamente al atravesar tierras áridas.

Estos ríos han sido aprovechados para embalses destinados a generación de energía eléctrica, regulación
de crecidas e irrigación, siendo una de las regiones más importantes en cuanto a áreas de riego en el
país. A lo largo de estos ríos se encuentran asentamientos poblacionales significativos en la región sur de
Argentina

CUENCAS DE LA VERTIENTE DEL PACIFICO

Las Cuencas de la Vertiente del Pacífico se encuentran en la cordillera andino-patagónica, en el límite


internacional con Chile, representando el 4,7% del escurrimiento total. Incluyen ríos significativos como
el Manso, Puelo, Futaleufú (el principal), Carrenleufú y Pico. Aunque la población asentada en esta área
es escasa, los ríos son principalmente aprovechados para la generación de energía hidroeléctrica.
Además, la presencia de bosques y lagos de extraordinaria belleza ha propiciado un desarrollo turístico
de gran importancia en la región.

CUENCA SIN DESAGUE AL OCEANO

Las Cuencas sin desagüe al océano, ubicadas en el centro y noroeste de Argentina, abarcan
aproximadamente el 30% del territorio, pero solo representan el 0,71% de los recursos hídricos
superficiales. Incluyen ríos notables como el Salí-Dulce, Primero y Segundo. A pesar de su limitado
aporte al escurrimiento total, el agua en estas áreas es de gran relevancia económica y social. La
construcción de obras de aprovechamiento se ha llevado a cabo para el consumo, riego y producción de
energía en estas regiones.

RECURSOS HIDRICOS SUBTERRANEOS

Los recursos hídricos subterráneos en Argentina constituyen el 30% del agua extraída para diversos usos,
siendo esenciales en regiones como Mendoza y San Juan. La falta de estudios exhaustivos sobre la
cantidad y calidad de estos recursos plantea desafíos. La Comunidad Económica Europea investiga el
acuífero del río Pilcomayo. A pesar de la importancia creciente de las aguas subterráneas debido a
problemas en los recursos hídricos superficiales, la gestión integrada del agua no está desarrollada en
Argentina. La carencia de una cultura del agua y la falta de protección de acuíferos son problemas. A
pesar de tener abundantes recursos hídricos, el acceso al agua potable sigue siendo un desafío para una
parte significativa de la población. Factores como prácticas agrícolas no conservacionistas, deforestación,
uso de agroquímicos, explotaciones mineras y petrolíferas amenazan los recursos hídricos, afectando el
balance hídrico y la calidad de las fuentes. La contaminación se observa en varios ríos y acuíferos debido
a diversas actividades industriales y mal manejo de residuos. A pesar de leyes ambientales, su
cumplimiento es deficiente, exacerbando los problemas ambientales relacionados con el agua en el país.
ASPECTOS LEGALES

La Constitución Nacional argentina, vigente desde 1853 y modificada en 1994, otorga a las provincias el
dominio originario de los recursos naturales en sus territorios. El Código Civil reconoce bienes de
dominio público, como los mares, ríos, y aguas subterráneas. Actualmente, no existe una Ley Nacional de
Aguas, y diversos proyectos de ley han buscado modificar el Código Civil para categorizar el agua como
bien de dominio público del Estado. La Ley 25.668, de Gestión Ambiental de Aguas, establece
presupuestos mínimos para la preservación y uso racional de las aguas, pero ha generado controversias
con las provincias. Varios proyectos en el Congreso proponen la creación de leyes relacionadas con la
protección y acceso al agua, derechos humanos al agua dulce, y la declaración del agua como patrimonio
natural y recurso estratégico nacional.

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